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Una de las razones por las cuales muchas mujeres permanecen inactivas, es por
la dedicación de los quehaceres del hogar, ya que según cifras del 2009 un 77,3%
de las mujeres de la región metropolitana realiza tareas del hogar, a diferencia del
36,6% de hombres que realizan quehaceres domésticos durante el día. Teniendo,
de este modo, un promedio de horas diarias trabajadas de forma remunerada en
mujeres de 7,5 y no remuneradas 2,9% (labores domésticas, cuidado de los hijos,
etc.). En cuanto a los hombres el promedio de horas de trabajo remunerado es de
8% y de trabajo no remunerado es de 0,8%.
Por lo tanto cada vez hay más mujeres que tienen un trabajo remunerado en el
mercado laboral, pero también se hacen cargo del trabajo doméstico, lo que
podría equivaler a doble jornada laboral, provocándose una sobrecarga por la baja
incorporación que presentan los hombres a tareas domésticas, cuidado y crianza
de los hijos, entre otras cosas.
Por otra parte en Chile se ha observado una notable discriminación hacia las
mujeres en el ámbito laboral, situación que queda en evidencia, ya que aquellos
puestos de poder, son ocupados con mayor frecuencia por hombres, siendo esto
denominado como discriminación vertical. Por ejemplo a nivel nacional el 77% de
los empleadores son hombres, en el poder Ejecutivo, cuerpos Legislativos y
Directivos, un 31,5% son mujeres, el 97% de empleos de servicio domésticos son
realizados por mujeres.
Dicha situación antes mencionada puede explicar de cierta manera, que haya
mayor incidencia de pobreza en mujeres, con un 9,0%, que en hombres, con un
8,2%, según la encuesta CASEN de 2017.
Por lo tanto, si bien, se han producido avances durante las últimas décadas, en
cuanto a las condiciones laborales y la participación de las mujeres en dicho
ámbito, aún existe injusticia, inequidad y discriminación hacia el género femenino,
por lo tanto, se requieren políticas públicas más eficientes y eficaces, capaces de
mitigar dicha desigualdad en todos los ámbitos y circunstancias existentes.
El 2002 nace la corporación Comunidad mujer; mujer y trabajo, como una entidad
privada sin fines de lucro que busca impulsar políticas para lograr una mayor
participación de la mujer en el ámbito público, tanto en lo laboral como en lo
político, donde se establece que en Chile existen una de las tasas de participación
laboral femenina más bajas de la región latinoamericana y la brecha de género en
ámbito laboral se agudiza entre la población de menores ingresos. De la misma
manera, el desempleo y la precariedad laboral son fenómenos que están
presentes en la población, siendo las mujeres el grupo más afectado.
La mujer en el área laboral tiene que enfrentar diversas desigualdades, tales como
la brecha de género en las tasas de empleo, desigualdades de género en el
trabajo, mayores riesgos de desempleo, la calidad y segregación ocupacional,
entre otros. Siendo estás problemáticas visibilizadas como una falta de protección
y de políticas encaminadas a promover la inserción de la mujer en el ámbito
laboral, eliminando la discriminación categórica, ayudando a reducir la brecha
salarial por motivo de género, logrando la igual remuneración por un trabajo de
igual valor aludiendo a la transparencia salarial, promoviendo integrar principios de
igualdad de oportunidades y de trato entre hombres y mujeres.
Sepúlveda, A., Bentancor, A., & Yachan, C. (2011). “Mujer y trabajo: La necesaria
transformación del Sistema Nacional de Capacitación”. Comunidad mujer, vol.13.
Recuperado de: http://www.superacionpobreza.cl/wp-
content/uploads/2014/01/boletin_noviembre.pdf