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Universidad de Antioquia
Programa Ude@
Taller No. 1
1
Presentación
Taller de lectoescritura es una propuesta pedagógica cuyo propósito es servir como guía de
mejoramiento autónomo en las habilidades lectoescriturales del estudiante universitario. En cada
taller, se encontrará una sección de lectura, con textos tomados de diversas fuentes, unas veces
informativos, otras literarios, expositivos o de opinión, sobre temas variados del lenguaje, la escritura,
la comunicación y otros; en fin, lecturas académicas, tal como las que va a tener que afrontar el
estudiante en la vida universitaria.
Se propone en cada taller seguir una estrategia de lectura y otra de escritura. Se hace un recorrido
por diversas técnicas de comprensión lectora y de expresión escrita, con el fin de que el estudiante
encuentre en su desarrollo aquella estrategia con la que se sienta cognitivamente más a gusto. Es
decir, se le permite al estudiante desarrollar varias clases de ejercicios lectoescriturales para que al
final de esta guía pueda decidir una estrategia propia y adecuada a su estilo de estudio.
No se descuida en esta propuesta el aspecto léxico-gramatical del idioma. Se propone una sección
de corrección y construcción de texto, donde el estudiante trabaja con herramientas ortográficas
léxico-semánticas y gramaticales, para repasar, precisar, ampliar, detallar, clarificar la corrección
idiomática.
Gran parte de la información que se pide consultar, buscar u organizar debe ser presentada en
esquemas o gráficos. Se es consciente de la necesidad de buscar los mecanismos que permitan a la
mente humana retener la información, asociar saberes previos y generar vías que permitan manejar
óptimamente el conocimiento en la vida universitaria. Ese es el objetivo de las secciones intituladas
Búsqueda de la información y Organización de la información.
Al final, se presenta una bibliografía con las fuentes básicas y de consulta para mayor información en
las temáticas de Lectura y Escritura. El Taller de lectoescritura se convierte así en un aporte a la
1
Modelo de taller propuesto por María Claudia González Rátiva, docente de la Facultad de Comunicaciones de
la Universidad de Antioquia. Modificado por el grupo de docentes de Lectoescritura en 2014.
formación básica del estudiante en un área común de la educación universitaria: las competencias
textuales y discursivas en la lengua española.
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1. Estrategia de lectura (vale 1.0)
¿Qué libro de los que ha leído ha tenido fuerte impacto en su vida?, ¿por qué?
El principito de Antoine de Saint-Exupéry, porque a pesar de ser un libro corto y
visto por algunos como infantil, nos deja grandes enseñanzas, ya que está
escrito desde la perspectiva de un niño y todos llevamos ese niño interior, pero
que con los años lo olvidamos aunque él siempre estará aguardando allí para
ser con nosotros uno solo y recordarnos que cosas son las que realmente valen
la pena y no es precisamente lo material._______________________________
Resaltar es marcar, distinguir, resaltar las palabras o frases del autor que se destacan por su
importancia para la comprensión del tema de la lectura.
EL ARTE DE LEER
LingYutang
La lectura, o el goce de los libros, ha sido considerada siempre entre los encantos de una
vida culta y es respetada y envidiada por quienes se conceden rara vez ese privilegio. Es
fácil comprenderlo cuando comparamos la diferencia entre la vida de un hombre que no lee y
la de uno que lee. El hombre que no tiene la costumbre de leer está apresado en un mundo
inmediato, con respecto al tiempo y al espacio. Su vida cae en una rutina fija; está limitado al
contacto y la conversación con unos pocos amigos y conocidos, y sólo ve lo que ocurre en su
vecindad inmediata. No hay forma de escapar de esa prisión. Pero en cuanto toma en sus
manos un libro entra en un mundo diferente, y si el libro es bueno se ve inmediatamente en
contacto con uno de los mejores conversadores del mundo. Este conversador lo conduce y lo 1
transporta a un país diferente o una época diferente, o descarga en él algunos de sus
pesares personales, o discute con él una forma especial o un aspecto de la vida de que el
lector nada sabe. Un autor antiguo le pone en comunión con su espíritu muerto largo tiempo
ha, y a medida que lee comienza a imaginar qué parecería ese autor antiguo y qué clase de
persona sería. Tanto Mencio como SsemaCh'ien, el más grande historiador chino, han
expresado la misma idea. Poder vivir dos horas, sobre doce, en un mundo diferente, y restar
los pensamientos al reclamo del presente inmediato es, claro está, un privilegio que deben
envidiar las personas que están encerradas en su prisión corporal. Tal cambio de ambiente
es en verdad similar a un viaje, en su efecto psicológico.
La mejor fórmula sobre el objeto de la lectura, a mi juicio, fue dada por Huang Shanku.
Huang Shanku es un poeta Sung. Huang Shanku es amigo de Su Tungp'o. Huang Shanku
dijo: "Un sabio que no ha leído nada durante tres días, siente que su conversación no tiene
sabor (que se hace insípida), y su cara se hace odiosa al mirarla (en el espejo)". Lo que
quiso decir es que la lectura da al hombre cierto encanto y sabor. Estos son el objeto de la
lectura. Sólo puede llamarse arte a la lectura con este objeto. No se lee "para mejorar el
espíritu". Cuando se comienza a pensar en mejorar el espíritu o la mente, desaparece todo el
placer de la lectura. Estas son las personas que se dicen: "Debo leer Shakespeare, y debo
leer Sófocles, y debo leer Cervantes, para poder ser un hombre culto". Estoy seguro de que
un hombre así no será culto jamás. Una noche se forzará a leer Hamlet de Shakespeare.
Saldrá de ello como de un mal sueño. Saldrá con el único beneficio de poder decir que ha
"leído" Hamlet. Todo el que lea un libro con sentido de obligación es porque no comprende el
arte de la lectura.2
Este tipo de lectura con fines de negocios es igual a la lectura de los archivos y
antecedentes, por un político, antes de pronunciar un discurso. Es apenas pedir consejo e
información de negocios, y no leer.
Leer para cultivar el encanto personal del aspecto físico y del sabor en la palabra, es pues,
según Huang, la única especie de lectura que se puede admitir. Este encanto del aspecto
debe ser interpretado, evidentemente, como algo más que la belleza física. Huang no se
refiere a la fealdad física en su frase. Hay caras feas que tienen un encanto fascinador y
caras hermosas que son insípidas para quien las mira. Entre mis amigos chinos hay uno
cuya cabeza tiene forma de una bomba y, sin embargo, verle es siempre un placer. En
cuanto al sabor del discurso, todo depende de la forma de leer. Que uno tenga sabor o no
cuando habla, depende de su método de lectura. Si un lector obtiene el sabor de los libros,
demostrará ese sabor en sus conversaciones, y si tiene sabor en sus conversaciones no
podrá menos que tener sabor en lo que escribe.
Por ende, considero el sabor, o el gusto, como la llave de toda lectura. Sigue necesariamente
de ello que el gusto es selectivo e individual, como el gusto en la comida. La forma más
higiénica de comer, es, al fin y al cabo, la de comer lo que gusta, porque entonces tiene uno
seguridad de la digestión. Cuando se lee, como cuando se come, lo que hace bien a uno
puede matar a otro.
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Este párrafo fue modificado intencionalmente, con el fin de que el estudiante intente recomponer su original, como un
ejercicio del taller.
Por lo tanto, no puede haber libros que uno debe leer. Porque nuestros intereses
intelectuales crecen como un árbol o fluyen como un río. Mientras haya savia adecuada ha 1
de crecer de algún modo el árbol, y mientras haya agua del manantial el río seguirá
corriendo. Cuando el agua choca con un escollo de granito no hace más que girar a su
alrededor; cuando encuentra un valle bajo y placentero se detiene y se extiende por un rato;
cuando se encuentra en un hondo estanque de la montaña está contenta de quedar allí;
cuando se encuentra en unos rápidos, corre adelante. Así, sin esfuerzo alguno, sin propósito
determinado, llegará seguramente un día al mar. No hay en el mundo libros que se deban
leer, sino solamente libros que una persona debe leer en cierto momento, en un lugar dado,
dentro de circunstancias dadas y en un período dado de su vida. Llego a creer que la lectura,
como el matrimonio, está determinada por el destino o autores. Aunque haya cierto libro que
todos deben leer, como la Biblia, hay un momento para hacerlo. Cuando los pensamientos y
la experiencia de una persona no han llegado a cierto punto para leer una obra maestra, la
obra maestra sólo le dejará mal sabor en el paladar. Confucio dijo: Cuando se tienen
cincuenta años se puede leer el libro de los cambios", lo que significa que no se debe leer a
los cuarenta y cinco años. El sabor extremadamente suave de las frases del mismo Confucio
en las Analectas, y su madura sabiduría, no pueden ser apreciados hasta que el lector ha
madurado.
La lectura, pues, no es un acto simple; tiene dos caras: el autor y el lector. La ganancia neta
proviene tanto de la contribución del lector, por medio de su propia visión íntima y su
experiencia, como del autor mismo. Con respecto a las Analectas de Confucio, el
confucianista Ch'engYich'uan, de la época de Sung, dijo: "Hay lectores y lectores. Algunos
leen las Analectas y sienten que nada ha ocurrido; a algunos nos complace uno o dos
renglones, y otros comienzan a sacudir las manos y a danzar inconscientemente."
Considero que el descubrimiento del autor favorito es para cada uno el acontecimiento más
crítico en el desarrollo intelectual. Hay algo que se llama afinidad de espíritus, y entre los
autores de los tiempos antiguos y modernos debe tratar uno de encontrar a aquel cuyo
espíritu sea semejante al suyo. Sólo de esta manera se puede obtener algo realmente bueno
de la lectura, Hay que ser independiente y buscar a los maestros. Nadie puede decir quién
será el autor favorito de cada uno; quizá no lo pueda decir el mismo lector. Es como el amor
a primera vista. No se puede decir al lector que ame a este o aquel autor; pero cuando ha
encontrado el autor que ama, lo sabe por una especie de instinto. Conocemos casos
famosos de descubrimientos de autores. Hay sabios que han vivido en edades diferentes,
separados por muchos siglos, pero con modos de pensar y de sentir tan semejantes que al
reunirse en las páginas de un libro parecían ser una sola persona que encontraba su propia
imagen. En la fraseología china decimos de estos espíritus semejantes que son
reencarnaciones de la misma alma, como se decía de Su Tungp'o que era una reencarnación
de Tschuangtsé o de T'ao Yuanming1, y de Yuan Chunglang, que era una reencarnación de
Su Tungp'o dijo que cuando por primera vez leyó aTschuangtsé tuvo la sensación de que
desde la niñez había estado pensando las mismas cosas y asumiendo los mismos puntos de
vista. Cuando Yuan Chunglang descubrió una noche a HsuWench'ang, un autor
contemporáneo a quien no conocía, en un librito de poemas, saltó de la cama y llamó a gritos
a su amigo, y su amigo empezó a leer y gritó a su vez, y luego ambos leyeron y gritaron de
tal modo que el sirviente quedó muy intrigado. George Eliot dice que su primera lectura de
Rousseau fue un choque eléctrico. Nietzsche sintió lo mismo acerca de Schopenhauer, pero
Schopenhauer era un maestro enojadizo y Nietzsche un discípulo de mal talante, y era
natural que el alumno se rebelara más adelante contra el maestro.
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Tal concepto del arte de leer destruye por completo la idea de la lectura como deber y
obligación. En China, se alienta a menudo a los estudiantes a que "estudien amargamente".
Hubo un famoso sabio que estudiaba amargamente y quien se clavaba un punzón en la
pantorrilla cuando se dormía de noche mientras estudiaba. Hubo otro que hacía que una
sirvienta estuviera a su lado mientras él estudiaba, de noche, para despertarle cada vez que
se dormía. Esto es una insensatez. Si alguien tiene un libro ante los ojos y queda dormido
mientras un sabio autor antiguo le está hablando, hace bien en irse a la cama. Ni el pinchazo
de un punzón en la pantorrilla ni las sacudidas de la sirvienta le harán bien alguno. Un
hombre así ha perdido todo sentido del placer de la lectura. Los sabios que valen algo no
saben qué quiere decir "estudiar con empeño". Aman los libros y los leen porque no pueden
evitarlo, nada más.
¿Qué es, pues, el verdadero arte de la lectura? La respuesta, muy sencilla, consiste en tomar
un libro y leer cuando se tiene ánimo. Para gozarla cabalmente, la lectura debe ser del todo
espontánea. Toma uno un volumen de Lisao o de Omar Khayyam, y se va de la mano de su
amor a leer a la orilla de un río. Si hay buenas nubes en el cielo, se puede leer las nubes y
olvidar los libros, o leer los libros y las nubes a la vez. A ratos, una buena pipa o una buena
taza de té hace el momento más perfecto. O acaso en una noche nevosa, sentado ante el
fuego, cuando canta una marmita de agua en el hogar y hay una buena bolsa de tabaco al
alcance de la mano, uno reúne diez o doce libros de filosofía, economía, poesía, biografía, y
los apila en el diván, y después, holgazanamente, los hojea y se enfrasca suavemente en
aquel que más atrae su atención en ese momento. Chin Shengt'an considera que uno de los
más grandes placeres de la vida es leer un libro prohibido tras puertas cerradas y en una
noche de nieve. El ánimo para leer ha sido perfectamente descrito por Ch'enChiju (Meikug):
"La gente antigua llamaba `volúmenes suaves' a los libros y pinturas; por lo tanto, el mejor
estilo para leer un libro o abrir un álbum es el estilo holgazán! Con este ánimo, se tiene
paciencia para todo. Ya lo dice el mismo autor: "El verdadero maestro tolera errores de
impresión cuando lee historia, tal como un buen viajero tolera los malos caminos al trepar
una montaña, o quién va a contemplar la nieve tolera un puente muy frágil, o quien elige vivir
en el campo tolera la gente vulgar, o quien se decida a mirar las flores tolera el mal vino."
Li escribió esto en sus últimos años, muerto ya su marido, cuando era una anciana solitaria
que huía de un lugar a otro, durante la invasión del Norte de China por las tribus Chin.
Yutang, L. (1991). El arte de leer. La importancia de vivir. Buenos Aires: Sudamérica. También disponible en:
http://www.xexus.com.co/modules.php?op=modload&name=Sections&file=index&req=viewarticle&artid=16&page=1.
Consultado el 28 de noviembre de 2013.
- Escriba la idea central del texto: La lectura por placer, es más sustanciosa, enriquece
realmente al ser humano en aspectos tanto intelectuales como espirituales. Cuando
se lee algo más que por simple obligación, la lectura carece de sentido y tendría el
mismo efecto que no haber leído, ya que puede que el lector que logre captar la idea
del texto, pero no la sustancia de este y es allí donde el crecimiento como personas
que produce, es nulo, el verdadero arte de leer desaparece sin haber generado el
verdadero placer.
Las oraciones simples son aquellas que se componen de una sola proposición (esta tiene
solo un verbo como núcleo del predicado). Las oraciones compuestas se componen de dos o
más proposiciones, todas estas con estructura y sentido completos e independientes. En las
oraciones complejas, una proposición es principal o independiente y la otra o las otras son
subordinadas. La proposición subordinada es la unidad de lenguaje que tiene sujeto y
predicado, pero cuyo sentido es incompleto, porque depende de otra con sentido completo.
Ejercicio: Un párrafo del texto de Ling Yutang “El arte de Leer” fue modificado: una sola
oración (compuesta, compleja o con incisos) fue convertida en dos o más oraciones (este
ejercicio se hizo con varias de ellas), para lo cual se suprimieron conectores, conjunciones y
se utilizaron otras estrategias lingüísticas. Busque dicho párrafo e intente restaurarlo a su
original, agregando los elementos que fueron omitidos y alterando otros: 1
La mejor fórmula sobre el objeto de la lectura, a mi juicio, fue dada por Huang Shanku, un
poeta Sung y amigo de Su Tungp'o, que dijo: "Un sabio que no ha leído nada durante tres
días, siente que su conversación no tiene sabor (que se hace insípida), y su cara se hace
odiosa al mirarla (en el espejo)". Lo que quiso decir es que la lectura da al hombre cierto
encanto y sabor, que es el objeto de la lectura, y sólo puede llamarse arte a la lectura con
este objeto. No se lee "para mejorar el espíritu", porque cuando se comienza a pensar en
mejorar éste o la mente, desaparece todo el placer de la lectura. Estas son las personas que
se dicen: "Debo leer Shakespeare, Sófocles y Cervantes, para poder ser un hombre culto".
Estoy seguro de que un hombre así no será culto jamás. Una noche se forzará a leer Hamlet
de Shakespeare y saldrá de ello como de un mal sueño, con el único beneficio de poder decir
que ha "leído" Hamlet. Todo el que lea un libro con sentido de obligación es porque no
comprende el arte de la lectura.
DEIXIS
Tomado de : Antes
http://pragmaticandodeixis.blogspot.com/
2009/06/deixis-temporal.html Después
Ya
Elabore un diagrama asociativo basándose en el contenido del texto “El arte de leer”. 1
EL ARTE DE LEER
Es un placer
Proceso
voluntario
La lectura no es un
deber o una
obligación
Deleita y recrea la
mente
Creativida
d
En la interacción autor, lector
Conversación fluida
Para una buena comprensión
Proceso de comunicación
Enriquecimiento
cognoscitivo