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Los títulos de crédito son documentos que registran y acarrean el ejercicio de un derecho
privado. Solo quien dispone del documento, por lo tanto, puede ejercer el derecho en
cuestión.
Cada título de crédito está formado por un valor específico y por el soporte que lo registra:
ambos componentes son inseparables. Cuando se transmite el derecho, se transmite el
documento y viceversa. El alcance de los títulos de crédito, de todas maneras, depende de la
legislación de cada país.
Los pagarés y las letras de cambio son ejemplos de títulos de crédito calificados como típicos,
ya que su reglamentación está detallada en las leyes. Otros títulos de crédito, en cambio, se
denominan atípicos porque carecen de una reglamentación específica en la legislación.
Otra calificación que se aplica a los pagarés y a las letras de cambio está vinculada a la
singularidad: se dice que son títulos de crédito singulares debido a que se crean de a uno en
cada acto. Las acciones de una empresa resulta el caso opuesto al ser títulos de créditos
seriales, debido a que su creación se produce en serie (es decir, se crean muchas acciones a
la vez).
Los cheques también son títulos de crédito. En este caso, de acuerdo a cómo se transmiten,
es posible distinguir entre los títulos al portador (carecen de los datos del titular y su sola
tenencia legitima su efecto), los títulos a la orden (se expiden a favor de una persona en
específico) y los títulos nominativos (directos y de transmisión limitada).
* Legitimación: se trata de una consecuencia del elemento anterior. Para el ejercicio del
derecho incorporado en el título de crédito, el titular debe legitimarlo tras su exhibición, y
esto puede ocurrir de forma activa (cuando exige la obligación del pago) o pasiva (el deudor
cumple con su parte cuando el primero procede a presentar el documento);
* Autonomía: cada titular del documento adquiere un derecho que se renueva, que no deriva
del que tuvo el anterior ni de sus restricciones o relaciones entre él y su emisor. Cuando
alguien recibe un título de crédito, se convierte automáticamente en el “primer” dueño. Del
mismo modo, cada signatario tiene una obligación “autónoma”, independiente y diferente de
la que haya tenido el suscriptor;
* Circulación: muchos autores no reconocen este elemento, el cual hace alusión al destino de
todo título de crédito, que es circular, ser transmitido de una persona a otra. Esto da lugar a
una clasificación que reconoce los títulos nominativos y a la orden, explicados en un párrafo
anterior.
ARTÍCULO 386. REQUISITOS. Sólo producirán los efectos previstos en este Código, los
títulos de crédito que llenen los requisitos propios de cada título en particular y los generales
siguientes:
Si no se mencionaré el lugar de creación, se tendrá como tal el del domicilio del creador. Si
no se mencionare el lugar de cumplimiento o ejercicio de los derechos que el título consigna,
se tendrá como tal el del domicilio del creador del título. Si el creador tuviere varios
domicilios, el tenedor podrá elegir entre ellos; igual derecho de elección tendrá, si el título
señala varios lugares de cumplimiento.
La omisión insubsanable de menciones o requisitos esenciales que debe contener todo título
de crédito, no afectan al negocio o acto jurídico que dio origen a la emisión del documento.
Principio de Literalidad
Los títulos de crédito tienen una vocación ambulatoria y, en consecuencia, están diseñados
para que puedan cambiar de dueño sin que se alteren sus elementos existenciales pues, en
efecto, la transmisión de un título implica al mismo tiempo la del derecho principal y
accesorio por el representado.
TITULOS AL PORTADOR
Los títulos de crédito cambian de dueño cuando cambia el portador. En consecuencia, el
riesgo de extravío adquiere perfiles únicos en estos títulos, pues el título extraviado que es
encontrado, legitima al tenedor como su nuevo propietario porque se convierte en el nuevo
portador, lo que de conformidad con lo anterior, es suficiente.
El endoso consiste en transmitir un título que legitima al nuevo titular, y permite que aquel
conserve sus características de incorporación, literalidad y autonomía, porque el título debe
entregarse, debe constar en su texto y en tanto el motivo del endoso no influya en que la
deuda siga siendo ejecutable sin más trámite que su vencimiento. Asimismo, el endoso es la
forma por excelencia mediante la cual se legitima la transmisión de los títulos a la orden.
En el derecho mexicano las formalidades que debe reunir el endoso son bastante flexibles, a
tal grado que sus tres únicos elementos verdaderamente indispensables son los siguientes:
• Su entrega al endosatario.
ENDOSO EN PROPIEDAD
Mediante este endoso, el endosante transmite al endosatario con plenitud jurídica no solo el
derecho incorporado sino la propiedad del título, de sus accesorios y de sus adherentes.
ENDOSO EN PROCURACION
ENDOSO EN GARANTIA
En su calidad integral de bienes muebles, y por tener un valor intrínseco, en virtud del
elemento de la incorporación los títulos de crédito son muebles que, como tales, pueden ser
dados como garantía, precisamente prendaria, del cumplimiento de una prestación.
La firma del suscriptor de un documento que se ofrece como prenda es su cualidad más
importante, ya que gracias a ella el título se acepta como garantía.
CESION ORDINARIA
A veces se presentan situaciones de naturaleza o necesidad especiales, en las que los títulos
de crédito se pueden transmitir de manera diferente de las típicamente cambiarias (tradición
y endoso), estas situaciones están previstas en la ley.
Finalmente existe la posibilidad de transmitir un título contra un simple recibo que ampare
su valor, firmado por el sujeto que de esta manera se apodero de él, siempre que en el recibo
se inscriba el nombre del tomador y se adhiera al título.
Definición de Protesto
Literalidad:
Cuando se crea el documento que emerge a la superficie del negocio causal o negocio
subyacente se redacta en términos que ya no pueden ser modificados o cambiados ni haber
nadie que pueda hacerlos cambiar. Entonces surge el criterio del concepto de literalidad, que
quiere decir simple y sencillamente que lo que está literalmente escrito en el texto del
documento constituye el derecho. Esta es la pauta y la medida del derecho.
Incorporación:
Autonomía:
Formalista
Los títulos de crédito además de ser documentos especiales son también documentos
formales que obedecen a los requisitos de forma prescritos por la ley bajo conminación de la
invalidez del título como tal. No basta, la escritura sino que son necesarias todas las
indicaciones que la ley requiere para que el título de crédito asuma un determinado tipo y
pueda considerar regular y, por lo tanto, despliegue la eficacia que le es propia.
Materialización
Es un Bien Mueble
Típicos.
Son aquellos cuya forma se haya expresamente determinada por la ley, disponiendo de
secciones particulares para su regulación, contemplándose en la misma diversos aspectos a
saber cuáles son su nombre, forma de constitución y modo de cobro.
Atípicos.
Corresponden a aquellos instrumentos que no tiene forma legal prevista, pero que no obstante
son reconocidos y regulados por la analogía.
Singulares.
Títulos que corresponden a una sola acción, es decir, que cada uno de ellos obedece a un acto
en particular, siendo independientes en su creación.
Serie.
Títulos que se someten a una continuidad y que su existencia viene determinada por la previa
creación de otro título, de modo tal que los subsiguientes vienen siendo complementarios de
la acción que el mismo respalda.
Públicos y privados. Son títulos de crédito públicos los emitidos por el estado o instituciones
dependientes del mismo. Son títulos privados los emitidos por los particulares.
Abstractos y causales.- Todos los títulos de crédito, como regla general, son creados o
emitidos en virtud de una causa determinada (conocida con el nombre de relación
fundamental" o "negocio subyacente"). Pues bien, aquellos títulos que hacen referencia a esa
causa y, consecuentemente, les son oponibles las excepciones derivadas de la misma, reciben
el nombre de títulos causales. Otros, por el contrario, se desligan por completo de la causa
que les dio origen; esto es, esa causa es independiente, extraña a la relación contenida en el
título, son ellos los títulos abstractos.
Los títulos representativos de mercancías (o de tradición) tienen una gran importancia por lo
que se refiere a su función económica, que tiende a facilitar la circulación de tales bienes a
través de la simple circulación del documento. Por ejemplo, los certificados de depósito
permiten la circulación económica de las mercancías que representan y que se encuentran en
depósito, disponiendo simplemente de los certificados.
Especulativos, son títulos en los que el propietario puede obtener una ganancia o pérdida con
relación al valor que representan. Se ubica dentro de esta variedad a las acciones de las
sociedades, pero en nuestro derecho ese documento no es título de crédito. De inversión son
aquellos que le producen una renta (intereses) al adquiriente del título (debentures, bonos,
certificados fiduciarios etc.)
Universidad Rural de Guatemala