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Alumno: Lucas Ilgner Materia: Filosofía Escuela: E.E.

S Nº 4 Fecha de entrega: 16/04/2017

TRABAJO PRÁCTICO Nº 1
1) ANÁLISIS Y REFLEXIÓN DE LOS SIGUIENTES FRAGMENTOS:

“Ser inmortal es baladí; menos para el hombre, todas las criaturas lo son pues ignoran la
muerte; lo divino, lo terrible, lo incomprensible, es saberse inmortal”.

Este fragmento quiere decir que ser inmortal, o sea eterno, es de poca importancia.
Exceptuando el hombre todas las criaturas son inmortales ya que viven sin tener en cuenta que
existe la muerte, o sea la ignoran.

Todos los seres humanos (de la religión que sean) profesan la inmortalidad, aunque si nos
ponemos a pensar solo parece ser un pensamiento, una especulación. Los humanos vivimos
como si fuéramos mortales.

El fragmento expresa en cierta forma lo que la muerte y la inmortalidad son para el hombre,
quien no solo es capaz de reflexionar acerca de la muerte, sino que también de lo que significa
para él mismo el hecho de su propia muerte y, en este caso, el que no muera.

“La vida es tan corta y el oficio de vivir tan difícil, que cuando uno empieza a aprenderlo, ya
hay que morirse”.

Quiere decir que la vida es un aprendizaje y esta a su vez es muy corta. Cuando uno ya tiene
todo aprendido en la vida, ya no queda tiempo para más y hay que morirse. Por ello, hay que
aprovechar cada momento plenamente, hacer cosas que nos enriquezca personalmente, y
disfrutar de lo que la vida nos da y nos pone a nuestro alcance. Hay que vivir cada día como si
fuese el último y no preocuparse por pequeñas cosas que no tienen importancia y no generan
felicidad.

“No existe posibilidad alguna de comprobar cuál de las decisiones es la mejor, porque no
existe comparación alguna. El hombre lo vive todo a la primera y sin preparación. Como si un
actor representase su obra sin ningún tipo de ensayo. Pero qué valor puede tener la vida si el
primer ensayo para vivir es ya la vida misma? Por eso la vida parece un boceto. Pero ni un
boceto es la palabra precisa, porque un boceto es siempre un borrador de algo, la preparación
para un cuadro, mientras que el boceto que es nuestra vida es un boceto para nada, un
borrador sin cuadro… Lo que sólo ocurre una vez es como si no ocurriera nunca. Si el hombre
sólo puede vivir una vida es como si no viviera en absoluto”.

Expresa que lo seres humanos son seres inexperimentados que viven todo a la primera, sin
boceto, sin una previa preparación. El hombre vive solo una vida y no hay forma de paralelar a
esta con sus vidas anteriores ni de retocarla o corregirla en sus próximas vidas. También
menciona que si el hombre sólo puede vivir una vida es como si no viviera nada. Las cosas,
teóricamente, pasan una sola vez, y el ser humano está consciente de esto, entonces esto puede
provocar que al vivir se perdiera cualquier carga, ya que cualquier decisión, acto, pensamiento,
reflexión e idea serían “baladí”, de poca significancia.

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Alumno: Lucas Ilgner Materia: Filosofía Escuela: E.E.S Nº 4 Fecha de entrega: 16/04/2017

2)

El fútbol es el deporte, o mejor dicho, el espectáculo, más global y popular del mundo e incluso,
tal vez, el más apasionante y el único que no tiene ateos. De acuerdo con Aristóteles pasión es
aquello que se padece y acción es aquello que se hace. En el futbol están los que lo ejercen o
practican, y los que lo padecen, Los hinchas o espectadores, que manifiestan sus emociones y
esperanzas en otros, no en sí mismos. Sin embargo ¿Por qué el fanático, hincha de un club o un
jugador siente lo que siente por un club? ¿Esto tiene explicación? ¿Acaso este deporte es algo
mágico o forma parte de un juego de play station, donde alguien maneja a los jugadores con un
josting?

Sin dudas, al ver jugar a Maradona, Pele, Ronaldo o Messi no sería una idea descabellada pensar
que el futbol es un juego de Play o que estos fueron tocados por una varita mágica o son unos
extraterrestres, pues dentro del campo de juego despliegan toda su magia, siendo los
“distintos”, unos privilegiados del deporte, jugadores que en una jugada pueden llegar a ganar
el partido, hacen que lo imposible, sea posible. Es destacable su entrega y picardía (como la que
tuvo Diego Armando Maradona en el mundial de 1986 que usó su mano para meter un gol a
Inglaterra, al que llamaron “la mano de Dios”).

El fútbol enseña valores, a competir, a ser generoso, a ser titular y suplente, a tener compromiso.
Es fútbol es inteligencia (por ejemplo, un jugador lo es evitando las tarjetas, no protestando a
los árbitros o haciendo entradas excesivamente fuertes), es disciplina (como por ejemplo, no
insultar al rival), pero, sobre todo, es pasión. Pasión que muchas veces se excede provocando
que la razón se neutralice, se anule. Cuando uno se adentra en el futbol, se da cuenta que es
mucho más que un pasatiempo y, por supuesto, mucho más que hacer un gol o correr atrás de
una pelota, es un estilo de vida, que vuelve loco tanto niños, niñas, hombres y abuelos.

Con tal de que un equipo gane hay muchas personas capaces de hacer cualquier cosa. Muchos
futbolistas, técnicos e hinchas tienen sus cábalas, ritos, supersticiones, manías para ahuyentar
la mala suerte y así ganar. Como por ejemplo usar siempre las mismas vendas o las mismas
canilleras para un partido, entrar a la cancha pisando con el pie derecho, rezar, o entrar en calor
sin pisar las líneas del campo. Esto se ve en el cuento “19 de diciembre de 1971” de Fontanarrosa
donde los hinchas de Rosario Central realizaron todo tipo de cábala posible para ganar el partido
ante Newell’s Old Boys. Incluso hasta planearon raptar y llevar engañado a un hincha, el viejo
Casale que nunca había visto perder a Central y que no quería ir porque tenía un enfermedad
en el corazón (aunque los hinchas se quedaron con la suya, llevándolo al partido provocándole
la muerte de un paro cardiaco). ¿Cómo no decir que el fútbol es una locura? .

El fútbol provoca alegría, optimismo, euforia, aviva la pasión de sin fin de “adictos al futbol”,
detiene corazones, conmueve hasta las lágrimas y termina contagiando a todos. Todos de una u
otra manera han padecido su contagio. Y muchos llegan al fanatismo desmedido, manifestando
la pasión y las emociones de euforia, tristeza e ira de manera desmedida y exacerbada. Grita,
insulta y golpea frente a la frustración, cuando el equipo no gana, no juega bien o frente a los
errores del árbitro. Este fanatismo desmedido puede denotarse en la película “EL FUTBOL O YO”,
donde Pedro pintos, respira, contempla, vive y siente al futbol, llegando a tal punto de fanatismo
y adicción a este que pierde todo, hasta a su familia.

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Alumno: Lucas Ilgner Materia: Filosofía Escuela: E.E.S Nº 4 Fecha de entrega: 16/04/2017

El fanatismo lleva, por ejemplo, a que lo fanáticos, jugadores o técnicos atribuyan el buen juego
como mérito y la derrota a la mala suerte. “el arco se nos cerró”, “el arquero no tuvo un buen
día” “el gol de ellos fue de suerte’’, ‘‘la cancha estaba en mal estado’’ , “el partido lo empatamos,
perdimos en los penales que son una lotería” y otro sin fin de frases similares están hechas para
justificar el tropiezo, el traspié que, lo deben admitir todos, propios y extraños, jugadores,
hinchas, y fanáticos, se debe a la “mala racha” propia y la buena fortuna ajena. Al contrario, son
muy pocas las veces en que el perdedor atribuye la victoria de su equipo a la buena suerte. Y
aquí se suele decir, “entrenamos duro toda la semana”, “nos mentalizamos para el partido”,
“llevamos a cabo a la perfección las ideas del técnico”, “supimos aprovechar las oportunidades
que tuvimos”, “pateamos mejor los penales”, “tenemos mejor equipo”, , “nuestro club ha sido,
es y será el mejor”, entre otras son algunas de las explicaciones o “excusas” que encuentra el
futbolero para atribuirse el triunfo ( y va a ser muy raro que se acepte que un equipo ganó de
pura suerte).

La euforia y la pasión se puede denotar en el cuento mencionado anteriormente donde todo


Rosario estaba pendiente y eufórico por esa semifinal del torneo nacional, y ni hablar de la
euforia de Central tras el gol de y tras ganar el partido. También el contagio futbolístico se
puede ver cada 4 años, en los mundiales o en las copas américas. Aquí toda la sociedad de un
país, sin importar las diferencias políticas, económicas, sociales o culturales, se llenan de
optimismo y se unen por un mismo objetivo: apoyar a la selección nacional, provocando una
especie de epidemia. La gente se compra la camiseta de la selección con el nombre de su jugador
favorito, cambia la tele por uno más grande y de mejor calidad, compra el álbum de figuritas del
mundial, las redes sociales se llenan de frases de apoyo a la selección y es imposible poder no
mencionar la palabra “fútbol” en una conversación cualquiera. Podría decirse que la fiebre del
futbol se esparció por doquier. El fútbol se palpita dentro y fuera de las canchas. En los
vestuarios, en los alrededores del estadio, en los locales deportivos, en los video juegos, en los
diarios, en la radio, en internet y obviamente, en la televisión. Al fútbol, se le dedican una gran
cantidad de noticieros, incluso, existen canales dedicados, de forma exclusiva, a tratar temáticas
sobre el ámbito y el presente futbolero.

Conclusión:

Ningún otro deporte ha permeado la sociedad como lo ha hecho el fútbol. Alcanzan noventa
minutos del juego para entender por qué es el deporte más extendido del mundo y por qué el
mundo se rindió ante él. ¿Que sería del mundo sin el grito mágico del “gol”?. En definitiva, el
fútbol es un fenómeno complejo y grandioso, con multitudes de cualidades, y cada momento,
cada gol, cada polémica y cada partido, nos deja plasmada la pasión que contagia multitudes.

El fútbol no es solo un juego, es una pasión que une al mundo, es un estilo de vida.

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Alumno: Lucas Ilgner Materia: Filosofía Escuela: E.E.S Nº 4 Fecha de entrega: 16/04/2017

3- i)

Sibila de Cumas

Era natural de Eritras, ciudad importante de Jonia (en la costa oeste de la actual Turquía). Su
padre era Teodoro y su madre una ninfa. Se cuenta de ella que nació en una gruta del monte
Córico. Nació con el don de la profecía y hacía sus predicciones en verso. Se la conocía
como Sibila de Cumas porque pasó la mayor parte de su vida en esta ciudad situada en la costa
de Campania (Italia).

En la antigüedad se consideró a la sibila de Cumas como la más importante de las diez sibilas
conocidas. Se la llamaba también Deífoba, palabra que significa deidad o forma de dios.

Apolo era el dios que inspiraba las profecías de las sibilas. A la sibila de Cumas le prometió
concederle un gran deseo. La sibila cogió un puñado de arena en su mano y pidió vivir tantos
años como partículas de tierra había cogido; pero se le olvidó pedir la eterna juventud, así es
que con los años empezó a consumirse tanto que tuvieron que encerrarla en una jaula que
colgaron del templo de Apolo en Cumas. Vivió 9 vidas humanas de 110 años cada una.

También se cuenta de ella que en una ocasión guió a Eneas, príncipe troyano, a través de
los Infiernos para visitar a su padre Anquises.

En otra ocasión se presentó ante el rey romano Lucio Tarquinio el Soberbio como una mujer
muy anciana y le ofreció nueve libros proféticos a un precio extremadamente alto. Tarquinio se
negó pensando en conseguirlos más baratos y entonces la sibila destruyó tres de los libros. A
continuación le ofreció los seis restantes al mismo precio que al principio; Tarquinio se negó de
nuevo y ella destruyó otros tres. Ante el temor de que desaparecieran todos, el rey aceptó
comprar los tres últimos pero pagó por ellos el precio que la sibila había pedido por los nueve.
Estos tres libros fueron guardados en el templo de Júpiter en la ciudad de Roma y eran
consultados en situaciones muy especiales. Son los llamados Libros sibilinos. Estaban escritos
en griego, en hojas de palmera, que posteriormente pasaron a papiro. En el año 83 adC el fuego
destruyó los llamados Libros sibilinos originales y hubo que formar una nueva colección a partir
de los registros de las consultas realizadas desde toda Italia, Grecia y África. Esta nueva colección
tampoco ha llegado hasta nuestros días porque en el año 405(?) se destruyeron también.

Los romanos del siglo II adC, en tiempos de la República, apreciaban mucho estos libros y los
guardaban en un colegio formado por 10 sacerdotes menores llamados decenviri sacris
faciundis. En situaciones de crisis los consultaban para ver si había una profecía que pudiera
aplicarse a la situación del momento.

Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/Sibila_de_Cumas

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Alumno: Lucas Ilgner Materia: Filosofía Escuela: E.E.S Nº 4 Fecha de entrega: 16/04/2017

Titono

En la mitología griega, Titono o Titón era un mortal hijo de Laomedonte, rey de Troya, y
hermano de Príamo. Como su hermano Ganímedes, era de una belleza deslumbrante y la
diosa Eos, Aurora en la mitología latina, se enamoró de él. Esta misma le pidió a Zeus que
concediera la inmortalidad a su amado Titono, cosa que el padre de los dioses concedió. Pero a
la diosa se le olvidó pedir también la juventud eterna, de modo que Titono fue haciéndose cada
vez más viejo, encogido y arrugado, hasta que se convirtió en cigarra, o según otras versiones
en grillo. Desde entonces cada vez que Eos se despierta por la mañana y llora, produciendo el
rocío con sus lágrimas, Titono se alimenta de las mismas, según la creencia antigua, y cuando le
preguntan qué desea, responde en latín: Mori, mori, mori... que significa estar muerto.

Titono y Eos tuvieron dos hijos, Memnón, rey de Etiopía, y Ematión. La etimología de Titono es
quizá de origen anatolio, desde Τῑτώ / Tītố, una diosa de la aurora que
mencionan Calímaco, Licofrón y Hesiquio de Alejandría, que en la lengua corriente de los griegos
designaba lo que en español llamaríamos "un Matusalén"; por otra parte, la expresión
« Τιθωνοῦ γῆρας », literalmente « una vejez de Titón » designa una vida que se eterniza.

FUENTE: https://es.wikipedia.org/wiki/Titono

3-ii)

EXPLICACIÓN Y COMPARACIÓN DE LOS MITOS:

Los relatos se parecen en que ambos en cierta forma piden la inmortalidad a los dioses, Titono
se lo pide a Eos y Cumas a Apolo. Eos quedó enamorada de Titono y para seducirlo le ofreció lo
que él deseara. Titono le pidió ser inmortal y de inmediato se lo concedió. Apolo se enamoró de
la adivina de Cumas. Con la ilusión, la esperanza de seducirla le prometió realizarle un gran
deseo. Ella recogió un puñado de arena en su mano y pidió vivir tantos años como partículas de
tierra había recogido. Vivió nueve vidas humanas de 110 años cada una. Por otra parte ambos
mitos coinciden en que si bien pidieron la inmortalidad, se olvidaron de pedir la eterna juventud.
Titono vivió muchos años más, pero la vejez empezó a hacer estragos en él. Su piel se arrugó,
poco a poco fue encogiendo y envejeciendo hasta que se convirtió en un grillo.

Titono fue castigado, condenado a vivir perpetuamente, conviviendo con una vejez que jamás
quiso. Por eso, cada mañana antes de la salida del sol llora produciendo el rocío con sus lágrimas,
mientras susurra el reconocido sonido con el que llama a su muerte.

Cumas de tanta emoción por la promesa del dios Apolo, olvidó pedirle la juventud para los mil
años de vida. Setecientos años después Eneas la encontró, y revelo que todavía le faltaba vivir
tres siglos más, que ira convirtiéndose cada vez más pequeña, de tal forma que nadie la
conocería, ni siquiera Apolo, y solamente por la voz sería escuchada. Con el paso de los años
comenzó a consumirse de tal forma que se la encerró en una jaula que se colgó en el templo de
Apolo, en Cumas.

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