¿COMO EXPLICA MELANIE KLEIN EL COMPLEJO EDIPICO?

La situación edípica se instala en el momento de la separación, momento donde prevalecen los

impulsos sádico orales y anales. Este Edipo temprano aparece en presencia de yo lábil y con
pocos recursos, y de un superyo severo, rígido y primitivo. Klein supone para ambos sexos la
angustia como proviniendo de un mismo lugar, de una imago o imagen fantaseada que se
forma por los continuos ataques fantaseados al cuerpo de la madre; sostiene que la angustia
de castración en el varón proviene de esta angustia primitiva y que en la niña el temor a
perder el amor se deriva de la angustia ante los ataques contra el interior de su propio cuerpo
por una madre hostil.

Klein refleja un cambio en sus conceptualizaciones en dos puntos,

1) la aceptación de la interacción amor-odio como la base del funcionamiento mental

2) y 2) la teoría de la posición depresiva con el eje central del desarrollo del niño en su
primer año de vida.

En relación con el sentimiento de culpa Klein indica que es la culpa quien acompaña desde el
inicio y en todo su proceso a la situación edípica y se entrama directamente con el superyo.

La posición de Melanie Klein es que el amor es el que impulsa y la libido va en busca de nuevos
objetos. La declinación del Edipo entonces se lleva a cabo porque los sentimientos del niño se
encuentran más integrados y positivos, también por sus padres reales y por el deseo de
conservarlos, El eje gira en torno al enlace entre la situación edípica, las ansiedades tempranas
y el desarrollo de la libido.

La poca capacidad que presenta el yo para tolerar las tensiones, los fuertes impulsos sádicos
orales y la excesiva culpa son algunos de los elementos que lo imposibilitan para construir
defensas adecuadas contra la ansiedad, y esto, manifiesta Klein, importa tanto al yo como a la
libido. Así articula la libido con agresividad.

Klein indica que el desarrollo progresivo de la libido se encuentra estrechamente relacionado

con la búsqueda de nuevas fuentes de satisfacción. Partiendo de ese objeto fundamental que
es el pecho de la madre en ambos sexos, toda sensación gratificante y agradable que provenga
del mismo le da facilidad al niño de direccionar sus deseos hacia diferentes objetos.

Klein considera que el paso del pecho de la madre al pene del padre se genera por la
frustración de ese pecho que en sí combina factores internos como exteriores y reales. De
manera que para el niño o la niña el pecho y el pene aguantan el estatuto de ser los objetos
primarios de sus deseos. Entonces entre frustración y satisfacción se conforma la relación con
el pecho bueno y gratificante y el pecho malo y perseguidor, lo que configura el pasaje a la
posterior relación con el pene del padre.