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El origen etimológico de este término se encuentra en el latín. Así, podemos observar que
es fruto de la suma de dos vocablos de dicha lengua: ludus, que es sinónimo de “juego”,
y patia, que puede traducirse como “enfermedad”.
En un sentido técnico, sin embargo, la ludopatía no es una adicción, sino un trastorno en
el control de los impulsos, semejante a la cleptomanía (el robo compulsivo de
objetos) y la piromanía (la obsesión por el fuego).
Entre los tratamientos más frecuentes que existen para poder conseguir hacer frente a la
ludopatía están tanto los grupos de apoyo y autoayuda, tales como Jugadores Anónimos,
como la terapia conductual y cognitiva. Sin olvidar tampoco el uso, en determinados
casos, de antidepresivos.
Causas
La ludopatía no tiene una relación directa con ninguna causa concreta, sino que es un conjunto
de factores lo que puede conducir a desarrollar un trastorno de juego patológico. Aunque es una
enfermedad que se desarrolla de forma diferente en función de la predisposición y el
entorno del individuo, se establecen diferentes factores de riesgo:
Genética
Parece que la dotación genética influye en la ludopatía, ya que se ha constatado que los hijos de
padres jugadores tienen mayor riesgo de acabar siendo ludópatas que los hijos de personas no
jugadoras. No obstante, el juego no es un rasgo físico o psíquico que se transmita de padres a
hijos, sino que lo que el hijo hereda es una cierta propensión a hacerse adicto en caso
de exponerse al juego.
Toda represión puede ser exitosa o fallida. Cuando logra reprimir la idea y el contenido
efectivo de dicha idea, no se producen situaciones patológicas, pero cuando la represión
no es completa y se suprime sólo la idea quedando la carga emocional, esta busca
descargarse por medio de expresiones derivadas que se convierten en ansiedad o en
cualquier tipo de síntoma anormal.
Desplazamiento:
Consiste en que la carga afectiva de una idea es derivada de otra. Queriendo indicar el
hecho de escoger otra vía para descargar el impulso
La introyección y la identificación