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ESCUELA HISTÓRICA ALEMANA

País/es de Contexto Representantes Descripción de Escuela, Señale si es


origen y época histórico de la y sus obras la escuela, corriente o micro o macro-
en que se época. más corriente o teoría que la/s economía y las
desarrolla. importantes. teoría con sus influye/n y a la limitaciones
lineamientos o que va/n a que se le
características influir. adjudican.
más
importantes.

Surge en Unificación de Friedrich List -Intervención del -Influenciada Micro-economía.


Principados Alemania; (1789-1846); Estado; por: Rechaza el
alemanes en la Segunda Rev. Kammeralismo paradigma del
segunda mitad Industrial; Gran Adolph Wagner -Principio (mercantilismo “homo
del siglo XIX. Bretaña, como (1835-1917); localista y recuperado por oeconomicus”.
primera particularista; la Escuela Prácticamente
potencia, inunda Gustav von Histórica no se le adjudica
con sus Shmoller (1838- -Estudia Alemana). ninguna
mercancías a los 1917); historia, limitación. Su
principados tradición y -Ejerce método se basa
alemanes. Max Weber cultura; influencia sobre: en el análisis
(1864-1920); Keynesianismo, histórico y
-Principios economistas cultural de un
Werner morales ligados a norteamericanos país y no en
Sombart (1863- la etnia; , fascismo, causas
1941). nacionalsocialis económicas como
-Riqueza = mo, etc. determinante
capacidad de único.
crear riqueza,
fuerza
productiva
ligada a avances
e instituciones.
SURGIMIENTO Y PRINCIPALES PLANTEOS:

La escuela histórica alemana es una corriente usada en el contexto de la Economía y de


las finanzas públicas, y una de las que tuvo mayor peso en la historia económica.
Economistas y autores tales como Bruno Hildebrand, Friedrich List, Gustav von Schmoller
y Werner Sombart escribieron obras clásicas sobre el pasado económico. La importancia
que adquirió su método dentro de las relaciones económicas de Alemania fue muy
grande, hasta el punto que puede decirse que no habría historia económica de Europa sin
la escuela histórica alemana.
Esta corriente surgió en los principados alemanes de la segunda mitad del siglo XIX, en
1840, a partir de los escritos publicados por los economistas Friedrich List y Wilhelm
Roscher, en un contexto en el que Inglaterra se encontraba influenciada por el método
que había impuesto el modelo clásico de la época, el cual pretendía ser un principio
universalista y absoluto que se basaba en el análisis y en las estadísticas. Este era un
modelo que estaba en contra de la intervención del Estado en el ámbito económico, y
permitía entre otras cuestiones, la explotación del hombre por el hombre. Los principados
de Alemania, por su parte, buscaron una forma diferente para la construcción del estado-
nación partiendo desde los argumentos que daba a ofrecer la historia de su país. El
método que empleó la escuela histórica alemana no estaba basado en posturas
analíticas, como lo estaba el método usado por el modelo clásico, sino en la investigación
histórica. Fue una corriente de pensamiento que hizo hincapié en la relatividad histórica
de las formas de organización económica de las naciones que se opuso, en
consecuencia, a la idea de que existen Leyes Económicas de validez universal; mediante
el análisis histórico se podía conocer la esencia de los fenómenos económicos. Otra de
sus posturas estaba referida al librecambio liberal, explicando que resulta perjudicial para
los países que están en desarrollo porque los obliga a ocupar puestos secundarios en el
comercio mundial. Siguiendo al historicismo alemán, el Estado debía intervenir en la
economía como agente impulsor de desarrollo; pretendía ser un principio localista,
particularista y relativo; estaba basado en el estudio de la historia, la tradición y la cultura
nacional –como se menciona anteriormente–; no permitía la explotación del hombre por el
hombre (principios morales que están ligados a la cuestión étnica). Esta Escuela sostuvo,
además, la necesidad de aplicar políticas económicas específicas para casos concretos.
La escuela histórica alemana fue un intento por lograr la unidad política y económica de
Alemania, partiendo desde las raíces históricas y de una tradición común, lo que generó
un Estado intervencionista en las relaciones económicas y una avanzada legislación
socio-económica, con un alto grado de “justicia social”.
Mediante medidas proteccionistas, que evitaran la inundación de productos extranjeros
(principalmente británicos), era posible el desarrollo y la fomentación de la industria
nacional que iba en crecimiento, como diría W. Roscher en su teoría cíclica, que Alemania
pasaba en aquel entonces por una etapa económica de juventud que debía madurar.
Se trataba de una fusión de investigaciones relacionadas a lo social y al compromiso
político-social reflejado en el concepto de “socialismo desde la cátedra”. Si bien se
analizaban métodos y estructuras económicas, se estudiaba dentro del campo histórico la
forma en que las crisis y los movimientos sociales se desenvolvían, a través del tiempo,
para comprender de qué manera se podía configurar un futuro económico y social. Estas
ideas estaban contrapuestas al determinismo liberal y marxista, viendo que ésta última en
caso de influir en la clase obrera generaría problemas para el Estado y para la sociedad
misma, por lo tanto, se planteaba la búsqueda de soluciones como seguridad social, pago
correspondiente, redistribución de rentas basadas en las ganancias (empresas) para
aquellos sectores sociales que tuvieran menores ingresos. De esta manera, el Estado
cumplía la función de regulador y garante de las medidas que llevarían al funcionamiento
del motor y la estabilidad de la sociedad y la economía.
La escuela histórica alemana rechazaba la teoría del “homo oeconomicus” que
predominaba en esos momentos, ya que para esta corriente era de vital importancia los
aspectos sociales como lo son la cultura, la identidad, la patria, etc. para el desarrollo de
una nación.
Schmoller plantea que, sumado al carácter histórico que debía tenerse en cuenta, tiene
que plantearse además de los aspectos sociales, un análisis de lógica para poder
alcanzar un sentido económico estricto en sus estudios, teniendo en cuenta a su vez, una
descripción histórica de teorías e hipótesis explicativas basadas en el empirismo, para
dirigir el curso de una economía nacional.

PRINCIPALES EXPONENTES:

Friedrich List (1789-1846).

Parlamentario y político activo, Friedrich List expuso fuertes críticas al modelo de la


escuela clásica inglesa porque ésta se valía de un estudio esencialmente deductivo, que
derivaba generalizaciones y no demostraba mayor interés en la particularidad de procesos
históricos específicos. Los trabajos de List se centraron en gran medida en el desarrollo
del estado-nación, por lo que propuso formas para la mejora de las fuerzas productivas de
la nación. En la búsqueda de esas políticas se percató del caso particular que presentaba
Alemania. Al encontrarse su desarrollo industrial más retrasado en comparación con el de
Inglaterra, Alemania debía proteger sus industrias para que éstas alcanzaran el nivel de
evolución de las inglesas. List decía que el único elemento dinámico en el proceso de
crecimiento del país era la introducción de manufacturas y obras de maquinaria. También
explicó cómo el desarrollo de las industrias manufactureras estaba relacionado
directamente con formas más avanzadas de desarrollo político. Siempre desde el punto
de vista económico, describió las etapas de la evolución histórica, que empieza desde el
salvajismo para luego llegar hasta niveles más avanzados con la industrial-comercial. Las
obras de List se avocaron más a los problemas referidos a la política económica que a la
historia de la economía.
Además de tener un valor propiamente económico, las obras de List ocupan un lugar
importante en la evolución de esta disciplina, debido a que proporciona gran parte de la
estructura doctrinal del belicismo (empleo de la fuerza en las relaciones internacionales)
alemán y sobre todo del nacionalsocialismo. Sus aportaciones doctrinales son armónicas
y tienen la tendencia expansionista que algunas veces ha existido en la tradición alemana.
Sus críticas también están referidas al postulado que había expuesto el liberalismo sobre
la libertad absoluta del comercio exterior, considerando que esta política no es valedera
en todo tiempo y lugar. List explicó que el librecambio sólo es saludable cuando todas las
naciones se encuentran en un mismo nivel de desarrollo manufacturero, y que resulta
perjudicial cuando existe desigualdad entre los diferentes países, situación en la que
aquellas naciones dotadas de mejores calidades competitivas tomarán ventaja sobre
aquellas que estén en condiciones menores para competir.
Friedrich List consideraba que si un país deseaba ser poderoso, debía producir
manufacturas. Si el país sólo dependía del abastecimiento extranjero, nunca podría
alcanzar fortaleza económica y política, pues su abastecedor podría tomar represalias
comerciales. Pero la industria de manufacturas, a su vez, debe estar respaldada por una
estructura agrícola adecuada que suministre alimentos y materia prima abundante. De no
producir materias primas, la nación debe adquirirlas a través del comercio exterior.
Para List los países manufactureros son mucho más poderosos que los agrícolas,
argumentando que mientras más manufactura se desarrolle, más poderosos es el país.
Otra de las críticas de List está referida al individualismo, al que calificaba de “egoísta,
desorganizado y caótico”. Según List, los individuos forman parte de las naciones y que
por lo tanto su librecambismo cosmopolita no puede aceptarse si perjudica a la nación.
Otro de los apartados a los que List hace referencia, es la riqueza que un estado-nación
puede producir mediante el desarrollo de sus manufacturas, respaldadas y su respaldo en
la producción agrícola: la riqueza nacional no se puede medir por la cantidad de artículos
que poseen valor en cambio, sino por la cantidad de crear riqueza, por la fuerza
productiva que está constituida por cultura, ciencia, técnica, arte, religión e instituciones
políticas y jurídicas. Un país no puede producir riqueza si sólo depende de su capacidad
de crear satisfactores materiales.
Un pensamiento de muy adelantado para su época, subrayaba la importancia de realizar,
en ciertas ocasiones, sacrificios materiales presentes para adquirir fuerzas intelectuales o
sociales en el futuro. Así, List destacaba la importancia de las inversiones nacionales
como lo son la educación, la seguridad social, la cultura, la salubridad, etc.

Obras de Friedrich List:

• “Sistema nacional de economía política” (1841).


• “Esquema de la Economía Política Norteamericana”.
• “La libertad y las Restricciones en el Comercio Exterior, consideradas desde el
punto de vista histórico”.
• “La importancia de una industria manufacturera nacional”.

Bruno Hildebrand (1812-1878).

Viajero dedicado a muchos asuntos y actividades, su carrera culmina cuando es


nombrado Profesor de ciencia política en la Universidad de
Jena. La revista alemana “Anuario de economía y
estadística”, creada en 1863, fue tal vez su principal
contribución. Hildebrand encontró su inspiración en los
nuevos métodos de la filosofía. Su actitud hacia la economía
clásica, queda bien reflejada en sus muchas monografías
históricas, sobre todo en su “La economía nacional del
presente y del futuro”. En esta obra, quedan evidenciados
sus ataques a los autores clásicos, y con ella esperaba crear
de nuevo la ciencia.
Hildebrand declaró que quería abrir el camino para una
orientación y un método básicamente histórico en el campo
de la economía y quería cambiar esa ciencia a una “doctrina
de las leyes económicas del desarrollo de las naciones”. Veía
el método histórico “en la consideración colectiva del
fenómeno de la vida de las naciones y en la determinación
de las leyes del desarrollo económico nacional. Tal desarrollo debe darse de forma cíclica
y no lineal.
Fue un firme creyente sobre el efecto negativo que podía causar la corrección en el
comportamiento económico (individualismo). Apoyó la teoría socialista fundada sobre la
base de la religión y la moral básica.
Karl Gustav Adolf Knies (1821-1898).

Economista alemán, conocido como el autor del libro


“Economía política desde el punto de vista del método
histórico”. En esta obra, se observa mejor su conexión con el
método histórico.
Knies disgustaba la actitud de la "escuela clásica“, al igual
que otros miembros de la Escuela Histórica Alemana. Creía
que la búsqueda del interés individual debía estar sujeta al
bien de la comunidad. En su obra “Economía política”,
menciona que el interés propio es en muchas ocasiones
desinteresado del público, en su debilidad, y peligroso en su
fuerza como propio.
Knies ejerció el cargo de profesor en la Universidad de Heidelberg. Sus trabajos
constituyeron una fuente de influencia muy importante para los primeros economistas
norteamericanos, ya que algunos de ellos estudiaron bajo la tutela de Knies; tales son los
ejemplos de John Bates Clark, quien asistió en la Universidad de Zurich –a las clases de
Knies–, y de E. R. A. Seligman.

Adolph Wagner (1835-1917).

Adolph Wagner fue un economista y político alemán que tuvo


mucha influencia en el ámbito económico europeo por su
contribución al estudio de las finanzas públicas, y un fiel
partidario de la intervención del Estado en la economía de
sus mercados porque, según él, se podía moderar el peso de
las clases trabajadoras. Defendió el poder redistributivo de
los impuestos y abogó por el crecimiento del gasto público
por parte del estado moderno e hizo grandes aportaciones a
las políticas monetarias y bancarias. Su mayor mérito fueron
sus estudios sobre hacienda, en cuyo campo, su importancia
ha sido comparada a la de Adam Smith en el campo de la economía.
Fue uno de los exponentes más conservadores dentro de la corriente del historicismo
alemán. Se definió a sí mismo como “Socialista de Estado” (fue la figura central de una
escuela económica y político-social, llamada Socialismo de Estado). También creó la
conocida ley que lleva su nombre –la Ley de Wagner o también llamada “Ley de las
necesidades fiscales crecientes”–. En los postulados de ésta ley se establecía la
extensión de la propiedad pública, la redistribución de la política fiscal, y el gravamen con
impuestos de la plusvalía que iba a pasar al propietario de bienes raíces urbanas. Junto
con Schmoller, es considerado miembro de la “Joven Escuela Histórica Alemana”.

Ley de Wagner:

Según la hipótesis que plantea, el aumento del gasto público es incluso más rápido que el
aumento de la producción del país. Siguiendo los parámetros de la Ley de Wagner, el
crecimiento de las actividades del Estado –del gasto público– es la consecuencia
inmediata del bienestar mayor o del progreso económico y social que acompaña a un
proceso de industrialización creciente. Las causas son que a mayor complejidad van
adquiriendo las relaciones legales y las comunicaciones, que de forma inevitable
acompaña a una mayor división del trabajo debido al crecimiento de la industrialización,
surgen nuevas necesidades de la actividad pública reguladora y protectora. Mayor se
vuelven las necesidades si se le suman causas adicionales como el incremento de la
densidad de población y de la urbanización, lo que conduce a un aumento de los gastos
públicos para el mantenimiento de la ley y el orden, y en la regulación económica con el
fin de mantener el funcionamiento eficiente de la economía frente a las fricciones, cada
vez mayores, de la vida urbana. Otro factor es el aumento en la producción de la riqueza
nacional, que a su vez requiere mejoras en los niveles tecnológicos (inversión que sólo el
Estado puede emprender); el Estado debe suministrar bienes y servicios en aquellos
sectores de la sociedad donde sean necesarios, donde sea aconsejable que existan
monopolios naturales, donde haya dificultad por las circunstancias económicas externas o
la necesidad de estabilidad.

Obras de Adolph Wagner:

• “Ciencia de las Finanzas”, cuatro volúmenes, 1877-1901.


• “Fundamentos de Economía Política”, 1876.
• “Marshall’s Principles of Economics”, Quarterly Journal of Economics, v. 5, 1891,
pp. 319-38.

Gustav von Shmoller (1838-1917).

Economista alemán y representante de la escuela historicista


que adoptó el método histórico-descriptivo y empírico en el
análisis de las políticas económicas.
Schmoller era considerado el “más joven” de la Escuela
Histórica de su primera etapa. Este se opuso al enfoque
axiomático-deductivo de los economistas clásicos ingleses, y
posteriormente a la escuela austríaca.
El enfoque de Schmoller apuntaba a un estudio cuidadoso y
comparativo en el tiempo y el espacio de los resultados
económicos y los fenómenos en general, sus estudios
estaban marcados por la evolución de los procesos e
instituciones económicas, y su insistencia en la especificidad
cultural de la economía y la centralidad de los valores en la conformación de los
intercambios económicos, están en marcado contraste con algunos economistas clásicos
y neoclásicos. A menudo se pasa por alto que la preocupación principal de Schmoller en
su vida, no era el método económico en sí, sino la política económica y social para hacer
frente a los desafíos planteados por la rápida industrialización y urbanización. Schmoller
fue, ante todo, un reformador social y, por lo tanto, su influencia se extendió por toda
Europa, con el movimiento progresista en los Estados Unidos, y los reformadores sociales
en el Japón Meiji.
Desde la década de 1980, el trabajo de Schmoller ha sido re-evaluado y relevante para
algunas ramas de la economía heterodoxa, en especial la economía del desarrollo, la
economía del comportamiento, la economía evolutiva y la economía neo-institucional.
Siempre ha tenido una influencia en el sub-campo de la historia económica y la disciplina
de la sociología.
Max Weber (1864-1920).

Filósofo, economista, jurista, historiador, politólogo y sociólog


o alemán, es considerado uno de los fundadores del
estudio moderno de la sociología y la administración pública,
pero con un marcado sentido antipositivista.
Weber realizó estudios relacionados con la sociología de la
religión, a la cual le atribuía una importante causa del
capitalismo y su funcionamiento en la actualidad, desde
confusionismo y taoísmo, pasando por judaísmo e islam,
hasta llegar al cristianismo protestante, para entender los
movimientos sociales-económicos de la actualidad, trabajo y
estudios que si bien desarrolló, no logró terminar a causa de
su muerte en 1920.
Como científico, Weber utilizó el racionalismo, mezclando observación con matemática,
estudio sistemático y jurisprudencia, etc.
Como economista era considerado el “más joven” de la “Escuela Histórica Alemana”.
Junto a Stombard, en trabajos paralelos trataron sobre las riquezas dependiendo del tipo
de religión de las personas.
Contribuyó con sus teorías anti positivistas conocidas como “verstehen” en la cual hacía
una comprensión sociológica e interpretativa aplicada a la economía. Formuló teorías de
componentes de estratificación, compuesta de “una clase social, un estatus y un partido
político”.
Entre las múltiples contribuciones que Weber hizo a la economía, puede mencionarse su
teoría de los “tipos ideales”, que explica de forma amplia las características de los
fenómenos sociales y económicos. También desarrolló una historia económica de la
sociedad agraria romana, y trabajos sobre las funciones duales que juegan el idealismo y
el materialismo dentro de la historia del capitalismo. En su obra Economía y sociedad,
presenta sus críticas y revisiones sobre algunos aspectos referidos al marxismo. Por
último, su Historia económica general tal vez sea su mayor logro en la investigación
empírica.

Werner Sombart (1863-1941).


Fue un destacado economista y sociólogo, considerado líder
de la “Joven Escuela Histórica Alemana”.
En contraposición con otros historicistas, para quienes el
descubrimiento de las leyes económicas es una tarea
imposible y extraña a la ciencia y una labor que debe ser
aplazada hasta realizar suficientes estudios histórico-
descriptivos que le sirvan como una base sólida, Werner
Sombart se propuso descubrir esas leyes que rigen la vida
económica, aspirando a crear categorías con las que pueda
ser aprehendida la realidad viva, y para conseguirlo, las
investigaciones históricas y las teórico-económicas se deben
realizar con simultaneidad y en mutua relación.
Escribió varias obras en torno al desenvolvimiento del capitalismo, desde sus orígenes
hasta sus manifestaciones más modernas. Su obra Capitalismo Moderno es considerada
como una importante fuente de inspiración. Gran parte de ésta está referida al
descubrimiento de la emergencia de la contabilidad como una precondición importante del
capitalismo. En ella, narra los estadios por los que ha pasado esta corriente, desde 1760.
Para Sombart el capitalismo es un producto histórico y, por consiguiente, relativo en el
tiempo y en el espacio. Con ello, nos explica que el capitalismo está condenado a
desaparecer, así como han desaparecido otras corrientes de la economía.
En contraste con la postura de Weber, quien cree que el puritanismo y el judaísmo se
encuentran entrelazados, Sombart sostiene que es el judaísmo el que está vinculado al
desarrollo del capitalismo. El espíritu judío es igual al espíritu capitalista, pues en ellos
nace el principio de la recompensa, que a todo esfuerzo corresponde un provecho.
Tanto Weber como Sombart estaban convencidos de que el desarrollo del capitalismo
depende de un puñado de hombres ambiciosos, que puedan combinar capital con trabajo
y abordar los mercados con el objetivo de obtener mayores ganancias.
Sombart concibió y estudió el capitalismo como un “individuo histórico”, como un ser
biológico que atraviesa las mismas fases que atraviesan las culturas: nacen, crecen,
llegan a su pleno desarrollo, declinan y mueren. Según Sombart, de igual forma ocurre
con el capitalismo. Para él, éste es un sistema económico cuyo móvil principal, casi único,
es la consecución de la ganancia privada tan grande como sea posible, aunque
sobrepase en mucho todas las posibles necesidades personales.
El estudio del contenido de su obra fundamental constituye casi la tarea única de su vida.
La mayoría de sus obras escritas estudian y amplían puntos específicos de su tema
general. Éstos tienen la finalidad “de obligar al lector a concentrarse en uno de los
aspectos del problema”. Éste carácter lo tiene, por ejemplo, su obra titulada “Los judíos y
la vida económica, El burgués, Lujo y capitalismo y guerra y capitalismo”.
Sombart también ideó el término de “destrucción masiva”, un elemento básico de la
innovación de Joseph Schumpeter, quien basó gran parte de su obra en las de Sombart.
Werner definió el sistema económico como un conjunto social caracterizado por un
determinado nivel de técnica, formas de organización económica y social, y un espíritu o
conjunto de valores, en los que destaca los que son de orden jurídico. Tal sistema
actuaría y se expresaría en la historia en lo que recibe el nombre de régimen económico.
De esta forma, Sombart reintroduciría categorías abstractas en lo que antes pretendió ser
una simple descripción de fenómenos socioeconómicos.

Fuentes utilizadas:

Bibliográficas:
• Ferguson, John M., Historia de la Economía, México, F.C.E., 1974.
• Revista Libertas VI: 10 (Mayo 1989). Instituto Universitario ESEADE.

Digitales:

• Http://www.biografiasyvidas.com/biografia/s/schmoller.htm;
• Http://es.wikipedia.org/wiki/Friedrich_List;
• Http://es.wikipedia.org/wiki/Adolph_Wagner;
• Http://en.wikipedia.org/wiki/Gustav_von_Schmoller;
• Http://en.wikipedia.org/wiki/Karl_Knies;
• Http://en.wikipedia.org/wiki/Wilhelm_Roscher;
• Http://en.wikipedia.org/wiki/Bruno_Hildebrand;
• Http://en.wikipedia.org/wiki/Historical_school_of_economics.

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