PRESENTACIÓN Al conmemorar la fecha centenaria de Sport Rambler de Salaverry, entregamos estas breves notas secuenciales que corresponden a las etapas de su vida institucional y desempeño deportivo. Este glorioso equipo brilló siempre con luz propia, la calidad nivel y trayectoria en su actuación futbolística, fue la base para que alcanzara grandes triunfos y lauros en el ámbito provincial, departamental y nacional, pues protagonizó inolvidables encuentros con los mejores equipos capitalinos, allá por la década de los años de 1940 y 1950 que tuvieron como escenario el Estadio Mansiche de Trujillo. En este modesto trabajo que entregamos con emoción Salaverryna, seguramente se han de notar algunos vacíos y omisiones. Sólo nos alienta el deseo de que sus líneas puedan servir como estímulo, para mantener y vigorizar el latente sentimiento ramblista, indispensable para el nuevo resurgimiento de este emblemático equipo de nuestro puerto. Hago presente mi agradecimiento a Alfredo Ucañan Neyra, por las importantes notas que me proporcionó, plenas de añoranzas y sentimiento ramblistas, como sabemos el fué un destacado jugador que militó en el segundo equipo del Rambler. Anhelamos que en un futuro muy próximo, sobre las indestructibles bases de las glorias y trayectoria pasada, pueda resurgir un nuevo Rambler, con suficientes brillos y metas en el bravo deporte futbolístico. Manuel A. Alvarez H. Salaverry, Agosto 30, 2015. SALAVERRY Al EMPEZAR EL SIGLO XX El puerto de Salaverry desde su establecimiento en 1870, como el más importante del departamento, fue incrementando su población. A principios de 1900 contaba con algunos vecinos extranjeros principalmente italianos, yugoeslavos e ingleses. Por estos años llegó a manifestarse un gran entusiasmo y afición deportiva, desarrollándose el atletismo, básquetbol, vóleibol, fútbol, tenis y tiro al blanco. Se formaron clubes e instituciones que promovieron un notable ambiente de competición y por razones patrióticas el tiro al blanco alcanzó una especia! preferencia, instalándose un polígono de tiro que contaba con parapeto y trinchera de cemento, ubicado un poco más allá del antiguo camal y una garita, en el camino al Cementerio viejo, donde se guardaban los materiales e implementos para la práctica de este deporte, que llegamos a ver hacen ya muchos años. EL FUTBOL EN SALAVERRY Este deporte universal, con grandes masas de aficionados, surge en Inglaterra a mediados del Siglo XIX; su nombre football, significa "pelota de pie" castellanizada fútbol o balonpie. En sus inicios lo practicaban aficionados o "amateurs" y sus presentaciones eran gratuitas. Hacia 1871 se hizo profesional y como espectáculo pagado. Los primeros clubs se formaron en 1885, llegando a constituirse en asociaciones o "ligas". Debido a la preponderancia marítima y comercial del Imperio Británico, este deporte alcanzó rápidamente una expansión y difusión 'continental y obviamente fueron los puertos las principales puertas o vías de acceso. A Salaverry llegaban frecuentemente barcos ingleses para el embarque del azúcar con destinos a los mercados de Europa, que contaban con equipos de fútbol. Y fueron estos los primeros en enseñar, implantar y difundir este nuevo deporte propiciándoc. reñidos encuentros amistosos, con los equipos salaverrynos que inicialmente se improvisaron constituyéndose posteriormente en clubes. Nació así y cobró arraigo una desbordante afición porteña por este deporte duro y recio. Sobre el desarrollo futbolístico local, hemos recibido información, Daniel Terrones, autor de una historia del fútbol en Trujillo y el valle de Chicama, de próxima publicación, con datos tomados en el archivo del diario "La Industria", §n 1900 llegaron a Salaverry, pasando luego a Trujillo unos pastores evangélicos ingleses, que fueron también los primeros promotores de este deporte, con la consecuente formación de ¡es iniciales equipos y clubes. En este año se jugó el primer partido en Trujillo, enfrentándose los equipos "Unión Sanjuanistas" vs el "Club Popular". Para tal evento se presentó un curioso inconveniente: como aquí no se pudo conseguir el balón, tuvieron que pedirlo a su institución religiosa de Valparaíso. Por estos años se estableció en Salaverry Mr. Patrick, quien fue de manera formal el primer organizador y difusor del fútbol local. En 1901, en el diario "La Industria" se anunciaba que había llegado al puerto artículos e implementos para este deporte, que aceleradamente cobraba mayor motoriedad e impulso en el ambiente salaverryno , sobre todo en su masa juvenil. Suponemos que la inauguración del muelle metálico en 1903 propició festejos con reñidos encuentros entre los equipos locales. Los primeros cuadros que aquí se formaron fueron el "Sport Salaverry" y el "O'Donovan", los que seguramente disputaron formidables encuentros con los equipos de los barcos ingleses que permanecían por espacio de muchos días en la róda del puerto; aprendiendo de los visitantes los conocimientos, pericias y destrezas futbolísticas. También eran notables los partidos con los equipos trujlllanos como el "Unión Sanjuanista" el "Club Popular", "Unión Trujillo", "Santa Rosa", "Juventud Perú". En mis recuerdos de los últimos años de 1940, se registran los partidos entre los equipos salaverrynos contra los equipos de los barcos argentinos, en la vieja cancha que contaba con una pequeña tribuna con gradería. GRAMMA DE MANSICHE - 1939
En cuanto a la intervención de don José Céspedes era estricto y muy exigente
en los entrenamientos, haciendo madrugar a su gente antes de asistir a su trabajo y después de las 5 de la tarde. Les enseñaba muchos secretos de su amplia y reconocida experiencia sobre todo la posición que debía tomar el jugador para shotear correctamente y su desplazamiento coordinado en la cancha. La iiga de Trujillo, había establecido varias categorías, la mayor jerarquía era la división de honor, donde sólo, militaban cuatro equipos: Rambler, Alfonso Ligarte, Carlos Tenaud, y San Juanista y por el valle chicama el 7 de Junio, Mariscal de Orbegoso, los equipos de Cartavio y Laredo. El año de 1950, cuando el Rambler contaba como entrenador a don Alberto Salavarria, Jugando con el Alfonso ligarte en el estadio de Mansiche, protagonizaron uno de los partidos más emocionantes, marcando inolvidables goles de uno y del otro bando. Tan electrizante partido término a favor del Rambler con el marcador 5-4. A partir del mencionado año, el segundo equipo Ramblista se fue integrado con nuevos elementos, que tomaron la posta. Por eso la conformación de un nuevo plantel no se hizo de un año para otro; sino que poco a poco llegó a consolidarse. El tercer cuadro estuvo integrado por la relación siguiente: G stavo Azalde, Antonio Azalde, Augusto Azalde, Augusto Morales, Esmundo Wetancour, Mariano Cabanillas, valentin Zavaleta, Pesantes, Morales getancour, Ascencio, Ismael Céspedes "Chano Loyola", Manuel Pérez, “Wampa Zegarra, Ternero. Esta tercera generación tuvo la responsabilidad y la cumplió cabalmente, manteniendo el prestigio y el nivel del fútbol Salaverrino. Su desempeño y entrega fueron decisivos y en los campeonatos de la liga de Trujillo se ubicaron entre los cuatro primeros. El año de 1956, el Sport Rambler llegó a conseguir esforzadamente su ultimo galardón, al conquistar el título de campeón "como sellando el rico historial deportivo" que siempre mantuvo por más de cuatro decenios. Fue el último y merecido triunfo, que prácticamente cerraba los tiempos de la gloria ramblista. Luego viene una etapa de sensible decadencia que a mi criterio no fue por falta de calidad y empeño de sus jugadores sino más que nada a dañinas controversias. EL Rambler, triste es expresarlo se fue a ¡a baja que es un discutible hecho. Por entonces a parte de la liga provincial comenzaron a surgir las ligas distritales. El Rambler naturalmente se incorporó a la Liga Local. Pero por malos entendimientos y tercas posiciones dirigenciales, dejó de participar actuando en ios partidos de veteranos provinciales que se organizaron, donde los salaverrinos aventajaron a todos. Esta situación no podía mantenerse y terminó por desactivar al equipo; concluimos citando el último párrafo de un importante articulo periodístico del año 2002, que alentadoramente dice "Es que las semillas que sembró José Céspedes Bravo, germinan una y otra vez, y así será porque el Sport Rambler es más que un club, y su historia marcha en paralelo con el Puerto". RAMBLER CAMPEON 1957
DON JOSÉ ROSAS CÉSPEDES BRAVO 30 de Agosto de 1892 - 13 de Mayo de
1970 Don José Céspedes fue oriundo del valle de Azapa, aledaño al puerto de Arica, donde pasó su infancia en el seno familiar. Siendo muy joven aún, sus padres dispusieron que se trasladara a Tacna. Eran años de la ocupación chilena, y muchos peruanos llevados de su sentimiento patriótico salieron de su tierra para asegurar su nacionalidad peruana. Por el deseo de servir a su patria, se alistó en el servicio naval en 1910, en el crucero "Miguel Grau". De esta manera recorrió las costas de Argentina, Uruguay y Brasil y como Integrante del equipo de fútbol, pudo foguearse y adquirir mucha experiencia futbolística. También pasó por Salaverry, donde hizo amistades y poco después cuando ya tenía si^eSedel servicio, pidió su baja en la Capitanía local, radicándose definitivamente en Salaverry, donde gesto la fundación del Club Sport Rambler en 1915. Por referencias de su hijo Domingo, don José era una persona de mucho orden y disciplina y escribió un diario, donde registraba cumplidamente todas las incidencias de su vida cotidiana, que lamentablemente se perdió. Aquí en Salaverry se unió con la señora María Osorio Rosales, natural de Cajabamba, mujer de ponderables atributos físicos y morales, y tuvieron 12 vástagos. Don José se desempeñaba como trabajador en los barcos, llamados jornaleros o estibadores, y compartió su tiempo entre las duras faenas laborales y su pasión por el deporte; pues además de ser un notable jugador de fútbol, también practicaba el box y el atletismo. Todos los días se levantaba a las 4 de la mañana para realizar sus actividades físicas personales y para los entrenamientos y prácticas con su equipo; como jugador y entrenador. Experimentado futbolista tuvo una visión amplia, proyectándose hacia la formación de nuevos cuadros, que fueron tomando la posta en el Rambler, contando con un equipo juvenil y de niños o "calichines"; es decir formó verdaderos "semilleros" de futuros y buenos futbolistas. Todos sus pupilos lo querían y respetaban y recuerdan su peculiar saludo: "Olialá” que equivalía a ¿cómo estás? o ¿estás bien?. A partir de 1915, durante más de cuatro décadas fue una figura de ponderación y respeto, por su entrega a la promoción del fútbol en Salaverry, por esta razón podría considerarse como un patriarca de la numerosa familia del balompié porteño. El tiempo inexorable fue transcurriendo y una enfermedad reumática le afectó a sus vigorosas piernas, quedando impedido como jugador, más no como experimentado entrenador y continuo desempeñándose como "capataz" en sus trabajo:, y era sorprendente verlo pasar del remolcador a la escalera de los barcos, aún en días de mar movida, y otras veces aferrarse al "chinglo" para subir al muelle. Una nota especial en la vida de don Céspedes, seguramente con la añoranza patriótica de su lejana tierra natal, recordaba a todos los años con devoción el "Día del paseo de la Bandera" conmemorada en Tacna. El se vestía con su mejor ropa y hacía un brindis familiar por este acontecimiento. En mis recuerdos de niñez veo don José, pasar a reunirse con sus muchachos y partir rumbo al "Mansiche" para alentar al equipo de sus sentimiento, me vienen a la memoria los disputados encuentros del Rambler con los mejores equipos de Trujillo y del valle Chicama. También jugar con los poderosos equipos capitalinos como "Alianza Lima", "Universitario de Deportes", "Deportivo Municipal", "Sport Sucre", "El Tabaco" y el Sport Boys del Callao, con sus notables jugadores, entre los que recuerdo singularmente a los compadres Valeriano _López y Guillermo Barbadillo del Boys, y a Walter Ormeño el espectacular arquero del “Sucre". Veo también a don José Céspedes, viviendo emotivamente todas las incidencias de estos formidables partidos, alentando desde la tribuna de sombra, a sus queridos muchachos. Con reverencia recordemos a don José Céspedes, que arribó procedente de lejanas tierras para arraigarse en nuestro puerto. Su vida fue una brega apasionada para elevar y mantener la calidad del fútbol local. Su nombre bien merece perennizarse en el granito pétreo del. Cerro Carretas, como ejemplo de disciplina y perdurar para las futuras generaciones salaverrynas.