REGIMEN DE LA PRUEBA EN EL SISTEMA ACUSATORIO

GENERALIDADES

En los sistemas procesales en donde predomina el Juicio Oral, se ha ido desarrollando,

un conjunto de reglas en las que están las condiciones para la incorporación de la prueba
en el proceso. Es claro que lo que se pretende con estas reglas es indudablemente
proteger que la prueba incorporada sea legal, conducente, de tal manera que se proteja
al juez de hacer una correcta incorporación para ser evaluada posteriormente.

Esto significa que hay que estar muy atento para que dicha prueba sea lícita, pertinente,
conducente, y de esa manera se debe excluir la prueba ilícita, la impertinente,
inconducente, repetitiva, de oídas. Esto significa que el Juez debe estar muy atento ante
el debate que se presentan por que las partes pueden, o mejor dicho van a querer
incorporar pruebas con estas últimas características y hacer que el juicio tenga un
resultado no justo.

El juez está obligado a emitir una resolución fundamentada, y por lo tanto esta debe
hacerse con las pruebas que se han incorporado de una manera legal conducente y
pertinente, por ello se hace necesario contar con jueces entrenados para tener una visión
clara y transparente sobre la actividad probatoria, y la forma como se ha incorporado la
misma en el juicio oral.

El Juez no puede permitir que se incorporen pruebas repetitivas, abundantes, superfluas,

y tiene la capacidad de separar las ilegales, la prohibición de testigos de oídas, las
referenciales o indirectas, pues se requieren pruebas autenticas, legales conducentes y
pertinentes.

PRUEBA CONDUCENTE Y PERTINENTE

Una prueba es conducente o es “relevante” para el desarrollo del proceso. La

comprensión del término en su sentido jurídico esta relacionado con lo imprescindible,
lo que significa que se trata de una prueba que siendo conducente se requiere incorporar
de todas maneras al proceso, por que resulta imprescindible para establecer los hechos
que se pretenden probar.

Ejemplo si se trata de establecer que X ha cometido un hurto, y se presenta un medio

probatorio que establece que dicha persona estaba embriagada, si bien es cierto que esta
situación de condición personal podría dar una idea de su situación personal no es la
mejor forma de establecer que es una causa del hurto en si, por ello no resulta una
prueba indispensable en este hecho.

La prueba debe ser pertinente, es decir, debe ser algo que está vinculada con el elemento
del tipo penal, estos significa que no se puede proponer la incorporación de medios
probatorio que nada tengan que ver con el hecho a probar, por ello se habla de la
pertinencia de la prueba.

En cuanto a la pertinencia se establece que la misma persona X el Ministerio público

presenta como medio probatorio, que esta persona, ya ha sido condenada en varias
oportunidades por el mismo delito, entonces esta prueba puede ser considerada
pertinente, sin embargo hay que tener en cuenta que no es un tema automático puesto
que se trata de establecer al hecho, no al tema de mismo, por que de lo contrario podría
llevarnos a la sanción por la condición personal del sujeto no por el hecho mismo que se
esta investigando por lo que se torna muy peligrosa dicha prueba que hay que tomarla
como una más de un conjunto de pruebas en conjunto.

La pertinencia de la prueba se establece a través de sean:

.Prueba directa.
Prueba circunstancial, indiciaria o indirecta.
Prueba que sirve para hacer más o menos probable uno de los hechos o circunstancias;
Prueba que se refiere a la credibilidad de un testigo o de un perito.

OPINIONES, CONJETURAS, Y ESPECULACIONES

El Juez que es un tercero en el proceso, pero que debe ser imparcial, no debe dejarse
interesar por las opiniones, las conjeturas o especulaciones de los testigos, pues el
objetivo de la actividad probatoria es la de incorporar la mejor prueba que se haya
encontrado, estos significa que la mejor prueba es aquella que acredita la realización de
los hechos materia de la investigación, esta prueba debe ser indudablemente creíble, y
debe provenir de una fuente idónea.

Es necesario recordar que cuando no existe prueba directa el juzgador ha de establecer

la prueba indiciaria, ello es evidente por cuanto no existiendo prueba directa se acude a
los indicios, lo que es correcto pero debe ser analizado de una manera correcta, estos
deben ser varios, recurrentes, y conducentes. La prueba indiciaria nos lleva a establecer
que con la prueba indiciaria se establece un hecho relacionado pero no de manera
directa, sino de una forma de indicio, reiteramos que cuando existe este tipo de prueba
debe ser evaluado el total de los medios probatorios.

En este tipo de Juicios orales el testigo se convierte en una fuente de prueba

fundamental, por lo que se debe tener en cuenta que no es correcto incorporar opiniones
o conjeturas de los testigos, sino que se debe hacer lo más objetivo posible, en narrar los
hechos de los que él ha presenciado de una manera directa.

Sin embargo y no obstante lo anteriormente mencionado es seguro que el testigo no

pueda obviar de dar opiniones que pueden ser tanto objetadas como que sirvan de
referencias, por ejemplo, decir que el imputado estaba muy molesto, o decir que estaba
embriagado. Sin embargo quien presenta al testigo deberá conocer que ello puede
generar peligros para su propio testimonio, sin embargo esto puede o debe ser tratado en
un contexto de evaluación de toda la prueba presentada. La parte que presentó al testigo
debe sentar la base de las opiniones para su incorporación, pues si no se sienta la base
de estos presupuestos, estas opiniones pueden ser desestimadas, o declarase inadmisible,
y ello significa que dichas opiniones no tendrán ningún valor probatorio, quedándose
como una simple especulación u opinión del testigo, lo que perjudica el testimonio.

Diferente es la opinión que hace un perito, pues se trata de una persona especializada
sobre determinada materia que es objeto del informe y por lo tanto se trata de una
opinión informada, técnica y no puede ser objetada como tal sino por otra opinión igual
de versada o especializada.