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SOCIAL
MÓDULO I
UNIDAD II
TIEMPOS DIFÍCILES: EL MUNDO
DE ENTREGUERRAS
Hileras de rostros grisáceos que murmuran, teñidos de
temor,
abandonan sus trincheras, y salen a la superficie,
mientras el reloj marca indiferente y sin cesar el tiempo
en
Sus muñecas,
y la esperanza, con ojos furtivos y puños cerrados,
se sumerge en el fango. ¡Oh Señor, haz que esto termine!
MÓDULO I
UNIDAD II
Objetivos específicos
Que el alumno:
A. Orden Internacional
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1. Características de la Gran Guerra y sus consecuencias políticas,
económicas y sociales.
B. Orden Nacional
La Argentina de entreguerras.
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Unidad II – Desarrollo de Contenidos – Orden Internacional
Causas
Se inicia el Siglo XX con una fecha: 1914. Una fecha que dispara en la
memoria el recuerdo de un acontecimiento que marcará a fuego las
características generales del nuevo siglo: La Primera Guerra Mundial. Un
suceso cuyo final es más dramático que su origen, es decir que sus
consecuencias, por su crueldad y dureza, son más traumáticas que las causas
que la provocan.
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según los creyentes había creado el mundo y cuanto contenía se
lamentara de haberlo hecho.
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comenzarían a funcionar ante cualquier suceso imprevisto. Así se formaron la
Triple Entente, integrada por Rusia, Francia e Inglaterra, y la Triple Alianza, de
la que eran parte Alemania, el Imperio Austro-húngaro e Italia. Cuando la
guerra estalle, todos los países industrializados se ubicarán estratégicamente
dentro o fuera de estas alianzas.
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estabilidad y resolución de conflictos. Territorio apetecible por su ubicación
estratégica geográfica y geopolítica. Aparente presa fácil visto su debilidad
política, se convirtió en la causa detonante de la guerra. El asesinato de
Francisco Fernando, heredero del trono austro-húngaro en Sarajevo, fue el
acontecimiento que hizo posible la caída de la primera ficha de un gigantesco
juego de dominó que se había preparado durante muchos años.
Cuidadosamente los protagonistas habían ido colocando ficha a ficha, en
absoluto orden y estudiada distancia con el único fin de que cuando cayese la
primera, fuese empujando y tirando una a una las miles colocadas,
desencadenando mecanismos imposibles de detener una vez puestos en
marcha. La invasión Austro-Húngara a Serbia movilizó necesariamente a
Rusia, instado a repeler un ataque hacia una región que consideraba y
considera aún hoy día parte de sí misma. El cuidadosamente armado sistema
de alianzas comenzó a funcionar de inmediato visto que había sido
cuidadosamente aceitado. Y llegó la "Gran Guerra".
Caracteres
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La consolidación y el desarrollo de Estados proletarios que desafían no sólo
el poder burgués sino todos los valores que este representaba.
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finalizar la guerra, que atribuía a Austria-Hungría y Alemania la responsabilidad
de la guerra.
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por parte de la opinión pública nacional de ambos bandos. Todos hicieron un
uso extremadamente hábil de la propaganda, vendiendo a la opinión pública
respectiva la idea de que la nación era víctima de la agresión de sus enemigos.
Los planes de ambos bandos fallaron muy pronto. El avance ruso fue
detenido en la batalla de Tannenberg, a fines de agosto de 1914, y la ofensiva
alemana quedó paralizada tras la batalla de Marne. Los frentes se
estabilizaron, se cavaron kilómetros de trincheras y, en poco más de un mes, la
guerra de movimientos se transformó en una guerra de posiciones desconocida
hasta entonces.
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El nuevo armamento contribuyó a acentuar los perfiles de la tragedia. Ni
los tanques, ni los rudimentarios artefactos aeronáuticos tuvieron un desarrollo
tan importante como los submarinos, un arma decisiva en la estrategia
alemana de quebrar por algún lado el poderío de la flota británica. La
esperanza de doblegar a Gran Bretaña y cortar el abastecimiento de los
ejércitos y el sistema productivo de la Entente (Gran Bretaña, Francia y Rusia)
descansó en adelante en la acción de los submarinos, una de las más pérfidas
y novedosas armas que había perfeccionado la moderna tecnología industrial.
Los alemanes habían dedicado mucha atención a la construcción de
sumergibles, aumentando su potencia y su capacidad para navegar en alta
mar.
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democráticos y, del otro, dos imperios en los que no sólo pesaban los intereses
dinásticos, sino que existía de hecho una dictadura militar. En el enfoque del
presidente norteamericano, Woodrow Wilson, estas razones tenían una
importancia fundamental, se debía construir la paz abandonando la diplomacia
secreta y afirmando, en cambio, el principio de la "autodeterminación" de los
pueblos y la solución pacífica de los conflictos entre los Estados por medio de
una organización internacional nueva y democrática. Al comienzo, el estallido
de la guerra había permitido atenuar o reprimir las tensiones sociales internas
apelando a la cohesión nacional e instaurando una severa dictadura militar.
Ahora la guerra, prolongándose más allá de todo lo previsto se convertía en
motivo de desintegración y alentaba el peligro de la revolución social. Las
perspectivas habían cambiado totalmente respecto a las de 1914-1915. La
Revolución Rusa y la intensa propaganda pacífica y revolucionaria eran
algunos de los nuevos elementos que acelerarían la solución del conflicto. En
estas condiciones, la presencia estadounidense asumía una importancia aun
mayor que en los meses anteriores y con la proclamación de "los catorce
puntos" de Wilson en enero de 1918, los Estados Unidos tomaban la iniciativa
diplomática e ideológica en los países occidentales.
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entre los Estados europeos, avanzaba hacia su final abriendo perspectivas
totalmente nuevas.
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equipamiento, la pérdida de mercados, la falta de materias primas y el
endeudamiento generalizado nos permiten anticipar la ferocidad de la crisis
estructural de 1929.
134
por toda la opinión política occidental, si se exceptúan los más
furibundos tradicionalistas.
... El propio Karl Marx creía, al final de su vida, que una revolución rusa
podía ser el detonador que hiciera estallar la revolución proletaria en los
países occidentales más industrializados, donde se daban las
condiciones para el triunfo de la revolución socialista proletaria. Como
veremos, al final de la primera guerra mundial parecía que eso era
precisamente lo que iba a ocurrir”.
(Hobsbawm, 1996, pág. 64-65)
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el socialismo se convirtió en comunismo y comenzó a irradiar hacia el exterior
su doctrina.
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nacionalista, el temor ante los hechos de la Revolución Rusa y los terribles
efectos de la crisis económica de 1929, favorecieron la aparición de un nuevo
sistema político que irrumpía en el mundo y se lanzaría hacia la imposición de
"un nuevo orden" provocando la Segunda Guerra Mundial. Debe establecerse
aquí que tanto Hitler como Mussolini fueron votados por sus respectivos
pueblos y alcanzaron el poder legítimamente. (Aunque apenas controlado el
poder se encargaran de eliminar cualquier oposición política y perseguir
sistemáticamente a cualquiera que no compartiese la ideología oficial). Más
adelante se analizarán los caracteres específicos que describen esta nueva
forma política (Totalitarismos – Autoritarismos) o “nuevo orden” que dominará
temporalmente Europa y serán parte de los orígenes de la Segunda Guerra
Mundial.
Las modificaciones y el reparto territorial, las nuevas
fronteras entre nuevos estados; en fin la creación de un
nuevo mapa de Europa, simbolizado en el Tratado de
Versalles, no hizo más que provocar conflictos entre los
vencidos y las nuevas naciones (Polonia, Checoslovaquia,
Yugoslavia etc.), conflictos internos en las nuevas
naciones y finalmente un nacionalismo agresivo que se alimentará y justificará
en el frente interno de diversos países una nueva guerra. No hay duda de que
la injusticia de la paz de la guerra; el Tratado de Versalles, sólo generó
resentimientos y rencores que interesadamente retroalimentados facilitaron el
estallido de la Segunda Guerra Mundial. Alemania fue privada de cualquier
oportunidad, mutilada en lo geográfico, debilitada en lo político, aplastada en lo
económico y humillada en lo diplomático, no tardaría en intentar recuperar lo
perdido.
Por último la guerra provocó sin dudarlo la caída del mito del progreso
constante que con tantas dificultades y a lo largo de todo el siglo XIX los
europeos habían cuidado y abonado como síntesis de su civilización
hegemónica. Fueron los Estados Unidos de Norteamérica los que
aprovecharon política y económicamente esta tragedia y se alzaron como la
potencia hegemónica de un mundo sumergido en una profunda crisis moral
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que se articularía, encadenada por los efectos de la crisis económica de
1929, con los efectos devastadores de la Segunda Guerra Mundial.
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partidos de izquierda y derecha, pero las clases medias italianas continuaron
abandonando en masa las ideas liberales, que no encontraban solución a los
problemas socio-económicos (conflictos e inflación) de la posguerra, agravados
por el temor creciente hacia una posible revuelta comunista. Esta clase media
era la que se sentía cada vez más defraudada por los partidos tradicionales y la
incapacidad del gobierno para contener la violencia. Pusieron hacia fines de
1920 sus esperanzas para un cambio en un periodista, miembro del partido
Socialista, llamado Benito Mussolini; quien al finalizar la guerra había adoptado
un nacionalismo agresivo al frente de los Fasci di Combatti (fascistas) que
proponían una reforma agraria acompañada de la abolición del Senado. Gran
cantidad de bandas armadas atravesaban Italia bajo el signo del "nuevo orden":
el fascismo. Mussolini obtuvo ventajas electorales dado el temor creciente por
los conflictos, huelgas y enfrentamientos que se repetían por todo el territorio
italiano, (muchas veces sus mismo acólitos generaban dichos conflictos
buscando un rédito político). Pronto estuvo claro el objetivo fascista: romper
huelgas, limitar y controlar a los trabajadores, poner fin a los conflictos políticos
y sociales con métodos autoritarios.
1
Ver Friedrich, Carl, Totalitarian dictatorship an autocracy. Según este autor norteamericano el
totalitarismo es completamente diferente de la tiranía, de la dictadura, de los despotismos antiguos.
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forma de vida impuesta a toda la población y abarcativa de todos los
aspectos imaginables.
En segundo término esta ideología era establecida por un partido único que
gobernaba sin oposición tolerada y era dirigido por un líder también único,
generalmente carismático y demagogo, con gran llegada a las masas.
140
“Nadie pone en duda, escribe G. Goriely, que el 30 de enero de 1933
constituye la fecha más grave en consecuencias de la historia de la
Europa de entreguerras: el acceso de Hitler a la cancillería del Reich
señala el comienzo de uno de los dramas más trágicos que Europa
entera e incluso el mundo, han conocido a lo largo de su historia. Para la
ascensión del nazismo al poder fueron determinantes en opinión casi
unánime de la historiografía y como ha sintetizado Duroselle, por un
lado, la situación de debilidad, inestabilidad y desconcierto de la
República de Weimar, y por otro, las consecuencias de la crisis
económica mundial que se desencadenó en octubre de 1929 en Estados
Unidos y que originó una gran depresión mundial; en las elecciones de
1930 los nazis obtuvieron 107 diputados y sus votos pasaron de 801.000
a 6.409.000. El nazismo alemán, una vez en el poder, evolucionó hacia
el establecimiento de la dictadura, al igual que lo hizo el fascismo,
siendo este movimiento más rápido en Alemania que en Italia; la
Alemania de Hitler, basada en la desigualdad y la violencia, generó su
propio expansionismo con la necesidad del «espacio vital», y se
extenderá y dominará sobre el resto de la «nueva Europa» que será
subyugada, hasta desembocar en la Segunda Guerra Mundial.”
(Martínez Carreras, 1995, pág.184-185)
141
empobrecimiento de las clases medias: el paro entre los trabajadores de las
ciudades, las ansias de tierras de los campesinos y una desilución cada vez
mayor respecto de la democracia. La obtención del derecho de voto no había
solucionado los problemas de los menos privilegiados de la sociedad y además
los grupos favorecidos por las estructuras políticas del signo XIX -las clases
medias y altas- sintieron temor y un resentimiento crecientes con la extensión
del sufragio.
142
Hitler y la tradición prusiana, fundada en la hegemonía aristocrática y el
militarismo agresivo.
143
sectores medios la convicción de que era necesario un cambio. Mientras tanto,
la política aparentemente legalista de Hitler obtenía una creciente adhesión.
144
probablemente una notable influencia especialmente en las áreas rurales, pero,
envuelta institucionalmente en la caída del antiguo régimen, carecía de peso
político. La identificación del partido con el nuevo Estado fue, por lo tanto, casi
total. Estos orígenes pueden contribuir a explicar el dominio indiscutido del
partido en la historia de la Unión Soviética, y la exaltación y el culto que durante
mucho tiempo recibió incluso de los partidos comunistas occidentales.
145
partido y el ejército fueron reconocidos explícitamente como los pilares más
sólidos del nuevo Estado. Investigaciones recientes apuntan a ilustrar cómo el
totalitarismo de los regímenes dictatoriales debe considerarse más como una
tendencia que como algo totalmente logrado y que, en todo caso, se pueden
distinguir varios grados de realización. La articulación y el pluralismo de las
sociedades complejas pueden oponer resistencias activas y pasivas; en los
mismos partidos únicos pueden formarse varias corrientes y enfoques; existen
las esferas de lo privado y de lo social, donde las ideologías totalitarias
demoran en penetrar. Por lo demás, los regímenes totalitarios, no obstante su
esfuerzo por impedir la circulación de ideas y sostener soluciones políticas y
económicas "autárquicas", no pueden aislarse de la sociedad y el contexto
internacional. Su suerte depende, en última instancia, de la capacidad de
administrar la comparación, incluso militar, con el campo internacional, y su
duración obedece no sólo a la eficacia de los aparatos policiales y represivos,
que son en todo caso la premisa y la sustancia de la dictadura, sino a la
promoción y la organización del consenso de las masas. Se puede también
agregar, y nos referimos sobre todo al fascismo y el nacionalsocialismo, que
acabaron con sus aliados conservadores de viejo tipo precisamente porque
sentían y expresaban esta exigencia "moderna" del proselitismo masivo. Se
presentaban como movimientos populares o de amplias bases, aun cuando
exaltaran la virtud de los jefes y de los superhombres y la concepción elitista
del poder.
146
años 30, los regímenes autoritarios y "totalitarios", modelados según el ejemplo
fascista o nazi, parecían tener un porvenir prometedor. Fundados en la
exaltación de los valores nacionales, las virtudes regeneradoras de la violencia
y las cualidades heroicas y dominantes y sus "jefes", oponían a las débiles
democracias la eficiencia y la estabilidad de los gobiernos, la obediencia y la
laboriosidad de los ciudadanos, la capacidad para dominar la crisis económica
y la aspiración a crear un hombre nuevo. Proponían una nueva civilización
rigurosamente fundada en la pureza biológica de la raza aria, en el caso de la
Alemania nazi, y más vagamente ligada a las reminiscencias y al mito de la
Roma imperial, en el pensamiento de Mussolini. La solidaridad de la nación,
siempre pronta a levantarse en armas, superaba la lucha de clases; el orden
jerárquico y la voluntad del jefe sustituían la representación política; las masas
se encuadraban en una compleja red de organizaciones que promovían el
consenso, satisfacían las exigencias sociales y se adiestraban política y
militarmente.
Es más que claro que con estas propuestas montadas en los resabios
del Tratado de Versalles muy poco tardaría el conflicto entre estos regímenes
totalitarios y las democracias liberales en estallar (1939) en la Segunda Guerra
Mundial.
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indicadores como: la máquina de vapor, el carbón, la industria textil y el hierro.
La segunda fase correspondería a la 2° Revolución Industrial (1850-1873) con
los ferrocarriles, la energía eléctrica, las tinturas químicas y los inicios de las
comunicaciones con el teléfono. La tercera fase (1890-1912) se constituyó ante
el boom de la electricidad y el automóvil. La cuarta (1935-1973) con la
aparición de los bienes duraderos de consumo y el crecimiento de las
industrias química, metalúrgica y electrónica con un paréntesis durante la
Segunda Guerra Mundial.
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citarse a Aldcroft y Sontag en cuanto a que algunos estudiosos sostienen que
se originó por causa de la superproducción y concentración empresaria
mientras que otros establecen que se produjo debido al sub-consumo propio de
un mundo salido de un conflicto tal como la primera guerra mundial. Los unos
atribuyen el problema a la situación de posguerra europea y el quiebre de
emporios financieros y empresas en el continente y los otros al descontrol y
especulación de la economía norteamericana durante la década del 20.
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que una vez atravesados esos momentos de angustia, seguramente la
economía seguiría creciendo. Pero la crisis de 1929 fue tan generalizada, tan
profunda y tan dramática que hizo pensar a muchos de sus contemporáneos
más lúcidos que el sistema capitalista estaba a punto de derrumbarse.
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para salvarlos de posibles nuevos cierres. Para hacer frente a la corrida, los
bancos -a su vez- no renovaron sus créditos a la industria, y la crisis se
extendió como una mancha de aceite. Hasta la primavera de 1932 la ola de
quiebras de bancos se difundió por toda Europa, pese a la intervención de los
Estados para evitarlo. Las casas bancarias cerraban en Austria,
Checoslovaquia, Rumania, Yugoslavia, Francia... El banco de Inglaterra
abandonó la convertibilidad de la libra en oro y esto produjo un verdadero
cataclismo en todo el mundo financiero. En pocos días la libra perdió un 30%
de su valor y arrastró a unas 30 monedas que estaban vinculadas a ella: las de
los dominios británicos (salvo África del Sur y Canadá), Portugal, Siam, Egipto,
Bolivia, Japón... Los particulares y las empresas que poseían libras, las casas
de comercio de todos los países, cuyos contratos estaban en esa moneda, los
bancos centrales de todas las naciones del mundo que tenían una parte
importante de sus reservas en libras, sufrieron pérdidas muy importantes.
151
de 1974-75. En esos años, una obra de Charles Kindlerberger (Economista y
Profesor del prestigioso Massachusetts Institute of Technology) reabrió la
polémica. Este autor sostiene que la depresión de 1929 fue tan amplia, tan
profunda y tan larga, debido a que el sistema económico internacional se hizo
inestable por la incapacidad británica y la falta de voluntad estadounidense
para asumir la responsabilidad de estabilizarlo cumpliendo cinco funciones:
152
de la mitología del patrón oro que internalizaba tanto unos tipos de
cambio estables como las políticas macroeconómicas coordinadas.
Hubo ocasiones en que Gran Bretaña o bien no estuvo involucrada o se
quedó de lado, como en 1873, cuando Europa Central y Estados Unidos
compartieron una gran depresión. En 1890, después de cinco años de
créditos exteriores acelerados, el mercado de capitales de Londres se
paró de repente, y el sistema se salvó de la depresión que duró de 1890
a 1895, por... una entrada de oro de las minas Rand del Transvaal
descubiertas en 1886. En 1929, 1930 y 1931, Gran Bretaña no podía
actuar como estabilizador y Estados Unidos no quería. Cuando todos los
países quisieron proteger su interés privado nacional, el interés público
mundial se fue al traste, y con él los intereses privados de todos.”
153
En América latina, la crisis económica y la crisis política paseaban
tomadas del brazo.
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modalidad de desarrollo de la industria "de sustitución de importaciones". Las
políticas de este tipo tuvieron un éxito relativo en países como la Argentina,
México y Brasil, que pusieron en marcha importantes plantas industriales.
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Pacto Roca-Runciman (década del ’30), para no quedar fuera del mercado
británico.
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europeas, por el contrario, el énfasis se puso en la producción y por ello se
tendió a la estabilidad monetaria y la reducción de los salarios.
157
efecto, los acuerdos políticos logrados en Versalles y la Sociedad de las
Naciones se mostraron al fin muy frágiles, en tanto los conflictos de intereses
que habían provocado la Primera Guerra en gran medida seguían vigentes.
158
Soviética, los Estados Unidos y Japón. Y es a partir de entonces cuando se
configuran dos nuevos focos de conflicto: el frente ruso y la denominada
"guerra del Pacífico". En el primer caso, Hitler realizó una errada evaluación del
poderío soviético y creyó oportuno atacar a la URSS. Su principal objetivo era
apoderarse de la zona petrolera del Cáucaso y tomar la ciudad de Stalingrado,
por ser un centro industrial y de comunicaciones muy importante. Sin embargo,
el Ejército Rojo derrotó a los invasores.
159
la necesidad de reclutar nuevos soldados; y para salvar esta situación,
Alemania recurrió frecuentemente al traslado a su territorio de trabajadores de
las zonas ocupadas para reemplazar en las fábricas a quienes habían debido
marchar al frente. Paradójicamente, esta creciente presencia de trabajadores
extranjeros en Alemania desarticulaba el ponderado sueño nazi de construir
una nación "racialmente pura".
160
convencer a los japoneses de rendirse inmediatamente. Pero cuando las dos
ciudades fueron destruidas, en agosto de 1945, Alemania había sido derrotada
y Japón ya no tenía ninguna posibilidad de revertir el curso de la guerra.
La Segunda Guerra Mundial fue una "guerra total", en tanto los países
que intervinieron emplearon no sólo todo su potencial militar, sino que también
pusieron en juego sus recursos económicos y sus estrategias políticas. Es
evidente que durante todo su transcurso no se combatió exclusivamente para
que el ejército enemigo se rindiera, sino para ocupar territorios con recursos
económicos relevantes.
Es definitivo que tal como una vez finalizada la Primera Guerra el mundo
se había transformado; una vez finalizada la Segunda Guerra Mundial la
situación internacional deparará un cambio total en las relaciones
internacionales. Los Estados Unidos y la Unión
Soviética se repartieron las zonas de influencia y la
encarnaron dos modelos contrapuestos de organización
económico-social y político-institucional: el capitalismo y
el socialismo. Por su parte, Europa, que desde los
inicios del capitalismo había sido el centro de Occidente
y el punto central de una red colonial mundial, quedó
dividida en dos bloques y relegada a un segundo plano,
tanto como región productora como por su incidencia
en el ámbito de las relaciones internacionales.
Los resultados de la Segunda Guerra fueron tan terribles que los del
conflicto desarrollado entre 1914 a 1918, cuyas consecuencias en pérdidas de
vidas y perjuicios materiales habían horrorizado a todos, parecían en
comparación poco importantes.
161
En primer lugar, porque la cantidad de muertos entre 1949 y 1945 fue
seis veces mayor: entre 45 y 55 millones de personas.
Pero esto no era todo. La
crueldad había alcanzado
extremos difíciles de
imaginar. Una novedad fue
que la mayoría de los muertos
no habían sido en esta
ocasión soldados sino civiles.
Del total, se calcula que más
de la mitad de los muertos
eran habitantes de las
ciudades bombardeadas o
víctimas de los campos de
concentración y las deportaciones. Si en la Primera Guerra se estimaban unos
7 millones de heridos, para la Segunda ese recuento era casi imposible. Hacia
el final del conflicto, sólo en Japón había 4 millones de inválidos permanentes.
Estas no fueron las únicas consecuencias humanas del enfrentamiento.
También el avance de los ejércitos había producido oleadas de gente que huía
de lo que habían sido sus hogares, especialmente en Europa.
Se estima que allí unos 50 millones
de individuos se trasladaban de un
lado a otro en busca de refugio,
aunque la mayoría escapaba del
Este hacia el Oeste. Estas personas
eran clasificadas como "PD",
iniciales correspondientes a
"personas desplazadas". Se las
consideraba en esta categoría hasta que conseguían ser repatriadas u
obtenían permiso de inmigración en algún país donde pudieran rehacer su vida.
162
en sus trincheras, la del 39 al 45 fue móvil, agresiva y mecanizada. El ejemplo
más notable de esto fueron los bombardeos de los centros urbanos. Para el fin
del conflicto, ciudades como Coventry, Varsovia y Rotterdam no eran más que
una monumental acumulación de cascotes. En Alemania fueron destruidas 10
millones de viviendas (el 40% del total); en Gran Bretaña, 4 millones (el 30%) y
en Francia 2 millones (el 20%). En Japón, una de cada cuatro casas había sido
totalmente arrasada.
Las pérdidas materiales fueron mucho mayores. Por una parte, porque el
escenario del conflicto había sido más extendido y las acciones, además de
desarrollarse en Europa, tuvieron lugar también en el norte de África y Asia. En
Europa y el Extremo Oriente la infraestructura resultó profundamente afectada.
El sistema de transporte estaba paralizado por las destrucciones. Los puentes
habían sido dinamitados para evitar el paso del enemigo y esto impidió que el
transporte ferroviario pudiera mantenerse al reanudarse la paz; por su parte,
las ruinas de esos mismos puentes hundidas en los ríos dificultaban la
comunicación fluvial. No sólo las vías férreas estaban fuera de uso, sino que
casi no quedaba material para transitarlas. Si antes de la guerra Francia
contaba con 17 mil locomotoras, para el fin del conflicto sólo tenía 3 mil. La
guerra submarina había reducido la flota comercial europea, mientras que la de
Japón había disminuido a la décima parte. Por otro lado, en Europa y Asia
Oriental los puertos de mar estaban seriamente afectados. Finalmente, en
ninguno de esos dos continentes quedaban prácticamente camiones.
163
desmontadas por los países que habían ocupado los territorios. Por último,
faltaba combustible (especialmente carbón, todavía muy importante) para
poner en marcha las máquinas que aún funcionaban.
164
mano de obra femenina. Las mujeres jugaron un papel muy importante en la
industria durante la guerra y, por consiguiente, en el triunfo de los Aliados.
165
Unidad II – Desarrollo de Contenidos – Orden Nacional
166
impulsar reformas destinadas a mejorar la situación económica de los sectores
medios urbanos que constituían la esencia de su base electoral.
167
armada alemana. Yrigoyen siempre sostuvo que se trataba de un conflicto
entre las principales potencias mundiales y que la Argentina ejerciendo sus
derechos soberanos debía permanecer al margen.
168
cantidad de cargos en el Estado para aumentar el empleo público. Para llevar a
la práctica esta medida era necesario aumentar el gasto público, como se ha
dicho anteriormente, y para ello fue imprescindible entonces aumentar los
impuestos a los réditos personales dado que el gobierno no podía aumentar los
derechos aduaneros de importación porque esta medida hubiese afectado
directamente a los consumidores urbanos. Como complemento de estas
medidas y para combatir el desempleo el gobierno desarrolló un plan de obra
pública y promovieron en el Congreso una serie de reformas tendientes a
mejorar la situación de los arrendatarios rurales.
169
La Reforma Universitaria de 1918
170
modificaron los contenidos de los planes de estudio. La acción más importante
fue la creación de nuevas universidades que ampliaron las posibilidades de los
sectores medios de acceder a la educación universitaria.
171
los obreros al partido radical dado que el gobierno también advertía que los
obreros urbanos votaban masivamente al partido socialista. La intención del
gobierno entonces fue la de proponerse como árbitro de las cuestiones
conflictivas entre obreros y patrones. El gobierno consideró a los sindicatos
como representantes de los obreros y en varias ocasiones intervino en las
negociaciones con los patrones a favor de los obreros. En otras oportunidades,
de consecuencias tan graves que se convirtieron en un estigma para el
gobierno, la policía o las tropas del Ejército actuaron en contra de los
huelguistas. Puede afirmarse que en términos generales el gobierno radical
actuó con debilidad frente a las presiones de los grupos patronales (Unión
Industrial, Sociedad Rural o Bolsa de Comercio) , las necesidades electorales
propias y la intransigencia de algunos sindicatos. Fueron demasiados los casos
en los cuales el gobierno percibía la huelga como una amenaza y decidía que o
bien no estaba en condiciones de ofrecer mejores salarios o bien que si hacía
concesiones a los trabajadores perdía prestigio frente a los grupos empresarios
por lo cual el conflicto terminaba con la orden de represión a las fuerzas
policiales o del ejército que eran involucradas por primera vez en problemas
internos de origen social.
En enero de 1919, una huelga realizada por los obreros de los Talleres
Metalúrgicos Vasena en demanda de una jornada laboral de ocho horas y el
pago de horas extras se extendió a otras fábricas de la Capital Federal.
Presionado por los empresarios metalúrgicos, el gobierno decidió imponer el
orden enviando primero a la policía y después al ejército, que reprimieron a los
trabajadores. Los enfrentamientos se sucedieron durante varios días y hubo
alrededor de cien muertos. Estos hechos fueron recordados como la “Semana
Trágica”.
172
desempeñaban sus tareas y luego de aumentos de salario. La falta de
compradores para la gran cantidad de lana acumulada durante la guerra originó
una crisis que afectó a los estancieros, comerciantes locales y peones. Los
peones que vivían y trabajaban en condiciones inhumanas ante la falta de pago
y de trabajo ocuparon las estancias y tomaron algunos rehenes. Las noticias
llegaron a Buenos Aires y los dirigentes anarquistas viajaron a Santa Cruz para
encabezar las huelgas que se tornaron por tal motivo más violentas. Las
presiones de los terratenientes decidieron al gobierno a enviar al coronel
Héctor Varela con fuerzas del ejército para restablecer el orden de la zona.
Después de una etapa de negociaciones, Varela inició una represión
indiscriminada y decenas de huelguistas fueron fusilados. (Ver Módulo II – Guía
Didáctica – Unidad II - Orden Nacional - Documentos).
173
aumentando los aranceles aduaneros para productos importados. Estas
medidas no lograban conformar a los sectores en pugna. El partido radical
finalmente se dividió entre personalistas (Yrigoyenistas) y antipersonalistas
(sector enfrentado a las políticas clientelistas de Yrigoyen).
La economía
174
antipersonalismo, durante el desarrollo de estos conflictos, representaron a los
criadores y a los invernadores, respectivamente. Sin embargo, ésta parece ser
una verdad a medias. Es cierto que durante la crisis de 1921-22, las dos
corrientes sirvieron para encauzar diversos intereses. Pero lo que parece
improbable, pese a que los antipersonalistas eran más “conservadores”, es que
esa representatividad haya sido permanente y además exclusiva.
La movilidad social
175
instalando un pequeño comercio, ocupando un puesto público, incorporándose
a la vida política o estudiando en las universidades. Debe aclararse que, como
se ha mencionado en el desarrollo de contenidos de la Unidad I, este proceso
había comenzado a partir del primero fenómeno inmigratorio hacia fines del
siglo XIX (durante el gobierno del modelo del ’80) y que continuaba
desarrollándose ya entrado el siglo XX. El origen mismo del partido radical
abrevó en los orígenes de esta transformación.
“Mucho más que “ser porteño”, se es “de Flores”, “de Palermo”, “de
Boedo”. El nacido en el barrio, sobre todo si es integrante de las clases
medias, crea todo un sistema de amistades, de amores y de hábitos dentro de
él y es reacio a cambiar de domicilio más allá de sus límites. Las mudanzas se
176
hacen dentro del barrio y es la misma confitería, la iglesia o el cine al que
concurre y los negocios donde compra: trata de mandar a sus hijos a la misma
escuela a la que él asistió. Es una vida que se parece a la de las pequeñas
ciudades del interior donde todo el mundo se silba de memoria, la gente se
conoce desde siempre y circulan los chismes, los apodos y las anécdotas
como en una ciudad provinciana.”2
177
recursos petroleros del país, que en esos años eran explotados por empresas
de capital estadounidense, y también el monopolio estatal de su destilación y
distribución. Justificaron el monopolio estatal afirmando que sólo el Estado
nacional era capaz de organizar y financiar una empresa de esta magnitud.
Pero los yrigoyenistas eran conscientes de que, así planteado, el desarrollo de
esta nueva actividad económica generaría una necesaria ampliación de la
burocracia estatal y la consecuente oferta de nuevos cargos que serían
distribuidos entre los sectores medios urbanos dependientes del Estado.
178
El impacto de la crisis económica mundial de 1929
179
sueldos de la administración pública y la lentitud para llenar las vacantes, pese
a que el partido se afanaba por aliviar la depresión. Meses más tarde, el
gobierno, en vez de aumentar el nivel de gasto, lo redujo, e intentó despedir a
algunos agentes públicos. De inmediato, los yrigoyenistas presentaron
mociones en el Congreso para que se adoptasen garantías legislativas, con el
fin de que su clientela no perdiera sus puestos.”3
180
que habían incorporado la influencia del naciente nacionalismo totalitario
europeo (fascismo) bajo las órdenes del general José Félix Uriburu.
El golpe de 1930 fue iniciado por José F. Uriburu pero, debido a sus
intentos de reformas a la Constitución liberal de 1853 y sus políticas represivas
que pretendían instalar un régimen totalitario fue obligado a renunciar y en
1932 fue electo, en elecciones fraudulentas propiciadas por acuerdos espurios
con los conservadores, el general Agustín P. Justo. Se inicia así una década
compleja desde lo político y desde lo económico a la cual se ha denominado en
la historia Argentina como “década infame”. Esta denominación la comenzó a
utilizar un periodista en aquella época, en la que fue habitual que los dirigentes
políticos que dirigían el Estado practicaran el fraude electoral y cometieran
actos de corrupción y luego fue utilizada por la mayor parte de los historiadores
contemporáneos de la Argentina.
La década de 1930
181
fraude y la represión. Los grupos conservadores buscaron la reorganización de
una república oligárquica.
182
Los conservadores, los radicales antipersonalistas y el Partido Socialista
independiente, liderado por Federico Pinedo, conformaron en 1931 una alianza
electoral denominada “Concordancia”. Esta alianza ganó las elecciones y logró
imponer a su candidato, el general Agustín P. Justo, quien asumió en 1932.
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En 1940 el vicepresidente Ramón Castillo reemplazó a Ortiz y con el
sucumbieron los intentos de ampliación del sistema oligárquico. Cada uno de
los pasos seguidos por Ortiz fueron desandados, el fraude no sólo continuó
sino que se intensificó en las elecciones provinciales. Con Castillo, toda
reforma desde el seno del régimen fue imposible.
184
La crisis del capitalismo mundial de 1929 afectó las bases de la
economía primaria exportadora local. Frente a la crisis, los países centrales
extremaron la protección de sus economías y disminuyeron sus compras de
materias primas y alimentos a los países periféricos. Gran Bretaña, principal
comprador, como se ha visto, de cereales y carnes argentinos, redujo
drásticamente sus importaciones y, en la Conferencia de Ottawa (Canadá,
1932) estableció acuerdos preferenciales con sus colonias4 para las compras
de materias primas y alimentos. Esta decisión tuvo un gran impacto, como se
ha destacado anteriormente, sobre el funcionamiento del modelo agro-
exportador argentino: la reducción en las compras británicas provocó una
alteración en el sector primario exportador, afectando por ende el
funcionamiento de toda la economía nacional.
4
Miembros del Commonwealth o Comunidad Británica de Naciones.
185
alimentos agravaba la situación, disminuyendo el excedente disponible para la
exportación.
El Pacto Roca-Runciman
186
comerciantes británicos. La Argentina se comprometía a mantener libres de
derechos ( cero impuesto) el carbón y otros casi 300 productos de origen
británico. El gobierno también se comprometía a no reducir las tarifas de los
ferrocarriles de empresas inglesas. Además debía brindar a las empresas
británicas de servicios públicos un tratamiento benévolo y la protección de sus
intereses.
187
El senador del Partido Demócrata
Progresista, D. Lisandro de la Torre propuso la
creación de una comisión parlamentaria para
investigar las crecientes sospechas de corrupción
que muchos tenían respecto de la firma de los
acuerdos comerciales con Gran Bretaña y el
manejo inescrupuloso de los frigoríficos ingleses
con respecto a las declaraciones de impuestos y
cupos de exportación. La comisión investigadora
logró finalmente cumplir el papel de acusadora con respecto a los miembros del
gabinete nacional responsables del área de hacienda, agricultura y ganadería
al descubrir escandalosas maniobras de doble juego de libros, prebendas y
corrupción entre administradores del frigorífico Anglo, el más importante de los
frigoríficos británicos y miembros del estado nacional.
La Sustitución de Importaciones
188
países. Esta situación necesariamente debía repercutir en la situación local. El
problema era claro, no se exportaba, no ingresaban divisas, no podían pagarse
las importaciones de insumos energéticos e industriales, el crédito internacional
estaba suspendido, la industria nacional sufría las consecuencias con una
fuerte caída de la producción, aumentaba la desocupación y por ende el
conflicto social.
189
podrá aumentar discrecionalmente el gasto público y “premiar” a gobernadores
afines al partido gobernante) y un empobrecimiento de las provincias que
dependerán de la “generosidad” de los gobiernos nacionales de turno.
Desde las últimas décadas del siglo XIX había crecido en la Argentina la
actividad de los frigoríficos, que elaboraban carne para la exportación y
proveían al mercado interno. También existían algunos molinos harineros y
envasadoras y empacadoras de frutas y conservas importadas. La innovación
en esta rama de la industria alimenticia fue la producción de galletitas,
alfajores, bizcochos y chocolate.
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máquinas de coser, lavarropas y el importante crecimiento del parque
automotor que requería un notable volumen de neumáticos.
191
La afluencia de una gran cantidad de trabajadores de origen rural a la
actividad industrial provocó un profundo cambio en la composición de la clase
obrera Argentina. Los nuevos obreros provenientes del interior, tuvieron
características diferentes a las generaciones anteriores. Los recién llegados
tenían escasa o ninguna experiencia gremial o política. Los antiguos obreros,
en su mayoría europeos o hijos de inmigrantes, en cambio, estaban
incorporados a la actividad industrial desde principios de siglo, habían
organizado una actividad sindical importante y muchos de ellos participaban en
la política.
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