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LOS LANDMARKS Y LOS OLD CHARGES

La legislación masónica universal descansa sobre lo que se denomina “Ancient


Landmarks” o Antiguos Límites.
W. Cox Learche

En el presente trazado abordaremos el tema de los Landmaks y de los Old Charges,


pudiendo traducirse como los Antiguos Límites y los Antiguos Usos y Costumbres o
Antiguos Deberes por así decirles.

Casi en todos los Grandes Orientes, existen, aunque con la “modernización” de la


masonería y su evolución los Landmarks han sido eliminados de sus Constituciones lo
cual en cierta forma no ha afectado su desarrollo como tal aunque hay quienes se
oponen a ello.

Los Antiguos Usos y Costumbres o Antiguos Deberes permanecen como lecturas


historiográficas de un pasado común, sin llegar a ser leyes como tales.

La palabra limites o Landmarks, fue tomada de la Biblia (Job 24-2 y Pr. 22-28 / 23-10)
por los primitivos masones especulativos. Significa la manera de determinar, marcar o
señalar los linderos o límites que separan las propiedades de diferentes dueños. Desde
la más remota antigüedad se tenía por costumbre limitar las propiedades con piedras o
con pilares de piedras luego llamados “mojones”, y cambiarlas de lugar estaba
considerado como el crimen más horrendo, pues los hombres no tenían más guía que
estos pilares para distinguir y delimitar sus propiedades. Al respecto la ley judaica dice:
"tu no debes cambiar las señales de tu prójimo, las que el tiempo le ha dado en
patrimonio".

A partir de 1717, con el nacimiento de la Masonería especulativa, desde el punto de


vista historiográfico y hasta nuestros días, cada obediencia va a desarrollar aspectos
concretos y diferentes de estas leyes fundamentales lo que va a otorgar una
peculiaridad propia dentro del contexto de la Francmasonería Universal.

Revisando el Diccionario Larousse Inglés – Español describe “LANDMARK: 1.-


[prominent-feature] PUNTO DE REFERENCIA; 2.-fig. [in history] HITO,
ACONTECIMIENTO DECISIVO.

LAND= Tierra, terreno, posesiones. MARK= Marca, seña.

En efecto, esta primera definición de “Landmark” como “Punto de Referencia” es por


demás reveladora.

 
Los Landmarks y los Old Charges            1  
Tomando de base esta definición, puede entenderse los “Landmarks” como el conjunto
de principios fundamentales (prominet features) a partir de los cuales (punto de
referencia) es posible adquirir una concepción afinada de lo que es la Francmasonería
como organización original. Muchas son las opiniones, casi tantas como autores se
llegan a consultar sobre cuánto de la legislación masónica debe de ser considerado
como integrante de los antiguos límites, es decir, que parte de las leyes y tradiciones de
la Orden deben de considerarse Landmarks. La opinión más generalizada, y compatible
por los pensadores más prestigiosos de la Institución, es la de que deben de abarcar
tan sólo las más antiguas y por lo tanto más universales costumbres de la
Francmasonería.

Se estiman que no son leyes por sí mismos ni normas, sino únicamente preceptos que
indican un evento o acontecimiento que ocurrió en el pasado remoto de la masonería,
pero que la memoria humana no puede datarlo con precisión y que le define como lo
que es, no pudiendo ser de otro modo, ni pudiendo ser otra cosa sino lo que es. Esta
última característica es una marca, es una línea en el tiempo y en el espacio que a su
vez denota y marca un punto de partida.

José González Ginorio1 en su obra “Las Fuentes del Derecho Masónico” admite que
sobre este tema surgen tres interrogantes: El primero es qué son los Landmarks, el
segundo cuáles son sus características, el tercero cuáles son sus funciones.

Ahora dentro de las definiciones que suelen darse de los Landmarks son bastante
parecidas: “Los Landmarks son aquellos principios antiguos, universales y
fundamentales, que ninguna autoridad masónica puede alterar ni repudiar”.

De acuerdo con esta definición y las similares que solemos encontrar con alguna
frecuencia, “los Landmarks entrañan la condición de leyes no escritas, antiguas,
universales, esenciales a la Institución Masónica, inalterables e irrepudiables.”

Analicemos entonces este primer concepto de “leyes no escritas”.

La idea de unas leyes no escritas ajenas a la Masonería o no, es algo perfectamente


aceptable y obvio, pues se trata de reconocer aquellos principios que contienen los
pilares fundamentales de una Institución – como la Masonería - y dimanan con fuerza
cohesionante sus luces para mantener su vigencia, garantizando la presentación de su
esencia e impidiendo de esta forma, que reglas contrarias la desnaturalicen, o el simple
olvido o la mala práctica lleven a su desuso, trayendo como consecuencia su
destrucción, pudiendo considerarse entonces como un “seguro” de su basamento.

                                                                                                                       
1
  Gran Maestro de la Gran Logia Soberana y escritor de varios libros de textos de español para las escuelas públicas tanto de derecho como de
jurisprudencia, así como artículos pedagógicos. Nació en 1880 y falleció en 1943 en Puerto Rico.
 

 
Los Landmarks y los Old Charges            2  
Dentro de la teoría del derecho, el reconocimiento de unos principios generales no
escritos es algo admitido y perfectamente elaborado, por lo que no constituye nada
novedoso la aceptación de unos postulados rectores, que se deben encontrar como
ejercicio lógico y racional, ya sea por el legislador en su tarea de crear y fundamentar
las normas, o ya por el aplicador de las mismas, en su labor de interpretación, y que
“no requieren ser escritos, pues por su naturaleza son preexistentes a la
normatividad positiva”.

Como lo señala Jaime M. Mans Puigarnau2, "Hay principios inmutables que están
en la conciencia del género humano, que en todos los pueblos a los que ha
llegado la civilización se respetan como leyes, y que, sin embargo son la base
sobre la que el legislador levanta su obra, no han recibido sanción expresa, tal
vez porque se considera que no puede añadir autoridad a lo que el asentimiento
general de las naciones y de los siglos se la ha dado sin contradicción; tal vez
porque teme rebajar su importancia en el hecho de ponerles un sello nuevo que
los comprenda con leyes, que tengan un carácter pasajero y mutable. Estos no
son sólo leyes, sino que pueden llamarse con propiedad leyes de leyes; son
reglas de orden superior, que siempre se suponen, aunque no estén reducidas a
fórmulas oficiales de la ley ni pasen por las necesidades de una publicación que
nadie necesita para conocerlos".

Por su parte y a título de ejemplo nada más, la Corte Suprema de Justicia de Colombia
refiriéndose al asunto dijo en importante decisión: "El ordenamiento jurídico no está
constituido por una suma mecánica de textos legales. No es, como muchos
pudieran creerlo, una masa amorfa de leyes. Todo orden jurídico está integrado
por ciertos principios generales, muchos de ellos no enunciados concretamente
por el Código Civil, pero de los cuales, sin duda se han hecho aplicaciones
concretas a los casos singulares". y admite además que "Esas reglas generales de
derechos se hallan así por disposición expresa de la ley, erigidas en normas
reguladoras de la vida jurídica", argumento al cual podemos agregar que bien podría
no existir esa disposición legal, vacío que no le quitaría a esos postulados su existencia
ni su vigencia. Aplicando estos principios, la Jurisprudencia colombiana ha dado
solución a importantes asuntos como lo fue en su momento el desarrollo del principio de
la buena fe, con la aplicación de las viejas máximas, según las cuales el error común
crea el derecho, Error communis facit jus, y aquella que prohíbe a una persona
fundarse en su propia torpeza o inmoralidad para obtener beneficios a su favor, Nemo
auditur propriam turpidunem allegans que son aceptados entre otros como principios
generales vigentes en el derecho positivo.

                                                                                                                       
2
 Maestro complutense de derecho  

 
Los Landmarks y los Old Charges            3  
Dentro de las reglas de Derecho no escrito caben tanto los Principios Generales de
Derecho con las características ya anotadas y los Usos y Costumbres, que son
aquellas normas que como consecuencia de su reiteración consuetudinaria, constituyen
una forma de Derecho aceptado por la práctica, que es obviamente importante, útil y
necesario, pero que no tiene las características superiores, de los denominados
Principios Generales de Derecho. Esta distinción es importante por cuanto entre
nosotros se habla de Landmarks o Antiguos Límites, que se erigen como los Principios
Generales de Derecho Masónico y de los Antiguos Usos y Costumbres, que no tienen
la connotación de principios generales, sino que deben ser estudiados como practicas
reiteradas, que por lo mismo se han convertido en costumbres aceptadas, de carácter
supletorio ante la ley masónica y sometidas a un régimen diferente, entre otras razones
porque estas no tienen el carácter de esencialidad, e inalterabilidad o inmutabilidad.

Principios Generales de Derecho Masónico o Landmarks.

De acuerdo con lo hasta ahora expresado, bien podemos afirmar que lo que ha querido
significarse con la expresión Landmarks o Antiguos Límites son los denominados
Principios Generales del Derecho Masónico, diferente a los Usos y Costumbres de la
Institución, que también son reconocidos como normas de derecho no escrito,
consuetudinario, que tienen un valor supletorio, frente al derecho escrito en las
Constituciones y leyes masónicas.

Características de los Landmarks o Antiguos Límites.

Estos Antiguos Límites o Landmarks, poseen características definidas y cumplen


importantes funciones, partiendo de la idea aceptada de que ellos son, los fundamentos
de la Institución Masónica. Constituyen reglas rectoras, punto de partida y de
referencia, cuyo cumplimiento permite garantizar la conservación de la esencia
masónica siempre y en todos los lugares.

Estas reglas rectoras tienen como característica derivada de su naturaleza: el hecho de


ser esenciales, preexistentes, subordinantes, universales e inmutables.

La esencialidad, de los Antiguos Límites o Landmarks, denota que se trata de unas


reglas que contienen valores culturales, sociales, éticos, y jurídicos, que expresan lo
fundamental de la Institución Masónica. Pues “Se trata, en efecto, de verdaderos
principios que en sentido real informan las instituciones en que se manifiestan, y
no de simples reglas improvisadas”. Nos estamos refiriendo entonces a aquellas
ideas básicas sobre las que se funda la Institución Masónica en este caso, que surgen
lógica y racionalmente de lo que ha sido, es y será la Orden en su propia naturaleza.

La preexistencia de los Antiguos Límites o Landmarks, indica que siendo derivados de


la propia naturaleza de la masonería, no necesitan, ni para su existencia, ni para su
vigencia, de las codificaciones y normas positivas de la institución. Por ello no requieren
estar escritos ni codificados. Es tal su importancia y trascendencia que quien tenga su
conocimiento, puede definir en su esencia la Masonería, así no tenga elementos
materiales o normativos a la mano para realizar su labor.
 
Los Landmarks y los Old Charges            4  
El ser subordinantes, refleja la característica de los Antiguos Límites de ser reglas
superiores o principales, con importantes consecuencias en el sistema jurídico de la
Orden Masónica por cuanto significan las directrices inmodificables del mismo y la
dinámica cohesión del conjunto de constituciones, estatutos y reglamentos masónicos
que le están sujetos, haciendo de ese ordenamiento jurídico un cuerpo lógico y racional.

La universalidad, señala como característica de los Antiguos Límites su referencia


general a las actividades, finalidades y razón de ser de la Institución Masónica, porque
los Antiguos Límites proceden de una apreciación objetiva e institucional, y constituyen
una liturgia común de la “Masonería Universal”.

La inmutabilidad, expresa la condición de permanencia que poseen lo Landmarks, en


cuanto cumplen una misión garantizadora y de preservación de la esencia de la
Masonería. Si se alteraran estos Antiguos Limites o Landmarks, se tendrían
consecuencias graves en la naturaleza de la Institución Masónica que se transformaría
en otra cosa, y dejaría de ser lo que ha sido, es, y debe seguir siendo.

Veamos las Funciones de los Landmarks o Antiguos Límites.

Señaladas las características principales de los Landmarks o Antiguos Limites,


precisemos cuáles son sus funciones o finalidades, las cuales podemos sustentar en
las tareas que cumplen dentro de la organización del sistema jurídico estos Principios
Generales de Derecho y que son las funciones fundamentadora, interpretadora,
integradora y limitadora.

En cuanto a la tarea Fundamentadora, es indiscutible que cualquier actividad, obra,


proyecto, misión que se contemple dentro de la organización masónica, debe ser
fundada en los Landmarks para que surja en consonancia con la realidad esencial de la
Orden Masónica, y no en contravía de esta, sustentándose en sus valores.

Así, la creación de un proyecto humano en una Logia, debe estar inspirado en el


respeto a los Derechos Humanos y particularmente en la dignidad y en la igualdad del
hombre.

La Función de Interpretación, es una importante tarea que cumplen los Landmarks en


el desarrollo de las instituciones y normas masónicas, pues, como ya lo hemos dicho,
estos principios constituyen referencias ineludibles y valiosas guías en el entendimiento
y fijación del alcance y límites de las reglas escritas, o de los antiguos usos que
constituyen el derecho tradicional masónico.

La labor de Interpretación, es una tarea permanente de los aplicadores de la ley


masónica, esto es, de quienes tienen que desarrollar en la práctica la Institución y sus
disposiciones, y para ello deben tener presente la luminosa orientación de estos
principios generales que son los Landmarks.

 
Los Landmarks y los Old Charges            5  
No podrían por ejemplo, un Gran Maestro, ni una Gran Logia, ni una Logia, hacer una
fusión institucional, con un club de servicios, por que violaría el principio fundamental de
que la masonería es una Institución Cerrada, lo cual implica que sólo pueden acceder a
ella y a sus trabajos, quienes pertenezcan a ella a través de la iniciación y permanezcan
en el ejercicio de sus postulados.

Un proyecto de fusión, como el puesto de ejemplo, tendría que ser censurado mediante
una correcta interpretación y aplicación del principio general de ser de la masonería que
una Institución Cerrada. Y si tal cosa ocurriera, se vulneraría la Institución Masónica en
materia grave, pues dejaría de ser lo que es, para convertirse en otra cosa con diferente
naturaleza.

La Función Integradora, la cumplen los Landmarks o Antiguos Limites, al permitir


solucionar bajo la recta orientación de sus luces, todas aquellas situaciones en las
cuales se evidencie la ausencia de una normatividad reguladora, que se requiera para
resolver una situación concreta. Jurídicamente se habla de los vacíos legales, para
hacer comprensible el concepto, que parte de la innegable realidad de que la dinámica
de las instituciones sociales rebasa permanentemente la ley escrita, encontrándose los
aplicadores de la misma con hipótesis fácticas que no están previstas dentro de las
regulaciones del derecho positivo.

En esta importante tarea, se cuenta con el auxilio imprescindible de los Landmarks o


Antiguos Límites, que al contener los principios fundamentales hacen posible, junto con
la utilización de otras reglas lógico racionales, la construcción de mecanismos de
regulación no previstos en el derecho positivo, solución que de esta forma será acorde,
conforme y correspondiente con un sistema general de derecho masónico presidido
jerárquicamente por los Antiguos Limites.

La Función Limitadora de los Landmarks constituye una importante tarea de fijación


de linderos, que permiten establecer con propiedad aquello que le es de su naturaleza a
la Orden Masónica, y aquello que rebasándolos queda por fuera y le es ajeno o
contrario. Es indudablemente una importante función que se acompaña en las restantes
ya enumeradas, porque esos límites deben ser referencia y guía tanto en la labor
creativa, como en la interpretativa y obviamente en la integradora.

No se podría, por vía de ejemplo, en la elaboración de una constitución, estatuto o


reglamento, crearse una norma que atentara con algún Landmark, por ejemplo que
estableciera, violando el principio de la igualdad de los seres humanos, alguna forma de
discriminación de género o de raza o contra algún grupo de personas. Tampoco, sería
admisible un proyecto masónico de creación de un partido político, porque atentaría
contra el Antiguo Límite, que prohíbe la participación de la masonería en la política
partidista.

 
Los Landmarks y los Old Charges            6  
En cuanto a la existencia de los Landmarks o Antiguos Límites, mas técnicamente
denominados Principios Generales de Derecho Masónico, recordemos, como hemos
dicho antes, que “son preexistentes a las normas positivas de la Masonería y no
requieren ser creados mediante un acto de legislación, sino que se descubren en
un ejercicio racional y lógico dentro de la dinámica del derecho masónico; en
forma similar, a la manera como los juristas reconocen la existencia de los
principios generales de derecho profano, con la certeza de que están allí, y que su
fijación es la consecuencia del ejercicio decantado de los pensadores y
aplicadores del derecho, que a la manera de los astrónomos otean el firmamento
buscando las luminarias que han de ser guías universales de su ciencia”.

Así, van surgiendo en forma juiciosa los Antiguos Límites en la aplicación del derecho
masónico y en el escudriñamiento y análisis de las instituciones masónicas. No se
requiere, entonces su codificación como vanamente han pretendido hacerlo algunos
apegados más a los dogmas, que al libre examen y la sana crítica.

Se trata entonces de entender que al hablar de estos Landmarks, Antiguos Límites o


Principios Generales de Derecho Masónico, nos estarnos refiriendo es, a esas
categorías intelectuales, éticas, institucionales que nos recuerdan con certeza lo que
es y lo que no es la Masonería, sin que pueda haber alguien tan osado y tan
pretencioso de codificarlas, afirmando que son esos y nada mas que esos, dándole
además dogmáticamente un carácter inmodificable a su enumeración.

En derecho se suele hablar de enumeraciones taxativas o “numerus clausus”, para


señalar la condición restrictiva de un reconocimiento o del cumplimiento de unos
requisitos, admitiendo que esto es solo así en la medida en que el legislador lo tenga
dispuesto de esta forma y no existe elemento legal posible que tal condición establezca
un antagonismo a los denominados principios generales de derecho profano y tampoco
masónico. No cabe como concepto de los mismos una enumeración cerrada de estos,
pretendiéndose equivocadamente con ello que no caben más Principios Generales. Lo
que sí es inmutable, y ya lo hemos señalado como una característica del
Landmark a Antiguo Uso, es el Landmark mismo, y no el número de ellos.

Los Masones son seres humanos de buenas costumbres, principio general que
establece dentro de una moral sin dogmas, la condición ética del masón y de la
condición para serlo y dejar en claro el compromiso de la Orden de requerir en sus
miembros permanentemente sujeción a la verdad, a la pulcritud, a la rectitud, a la
honorabilidad, su respeto al ser humano, a la familia, a la sociedad, a la patria, no
siéndole permitido la vulneración de las reglas fundamentales del buen ciudadano.

La Masonería le opone al dogmatismo esta regla, constituye un indiscutible Landmark o


Principio General del Derecho Masónico, que entraña uno de los aspectos más
característicos de la masonería, cual es su permanente oposición a los dogmas y a las
imposiciones.

 
Los Landmarks y los Old Charges            7  
El Masón por definición es esencialmente racional, sus conceptos, sus ideas, sus
creencias son el resultado de su razonado juicio, de su libre pensamiento, de su
particular percepción de las cosas sin que pueda imponérsele una creencia, una idea o
un concepto que no tenga cabida lógicamente en su estructura mental o en su
conciencia.

En virtud de este Landmark, es imposible que la masonería se construya sobre


dogmas, o que se pretenda imponer un dogma a quien deba ingresar o permanecer en
ella.

Así, bajo tal perspectiva, la creencia en Dios es un acto personalísimo que no puede
imponérsele a nadie.

La palabra “Landmark” aparece por primera vez en masonería en 1720 (publicada en


1723) en los reglamentos compilados por George Payne3, (Segundo Gran Maestre de la
Logia de Londres) el año 1720, que en su Artículo XXXIX dice resumidamente: “Cada
Gran Logia tiene autoridad para modificar este Reglamento o redactar otro en
beneficio de la Fraternidad, siempre que se mantengan invariados los antiguos
Landmarks” u originalmente XXXIX.- Cada sesión anual de la Gran Logia tiene
poder inherente y autoridad para hacer nuevas reglamentaciones o alterarlas,
para el beneficio real de esta antigua Fraternidad. Esto a condición de que
siempre las viejas Señales (Landmarks) sean cuidadosamente preservadas, y que
tales alteraciones y nuevas reglamentaciones sean propuestas y convenidas en la
tercera asamblea trimestral precedente a la Gran Fiesta Anual, y que sean
ofrecidas a la consideración de todos los Hermanos, incluso el más joven de los
aprendices antes de la cena, por escrito; siendo absolutamente necesaria la
aprobación y consentimiento de la mayoría de todos los Hermanos presentes
para que las propuestas sean vinculantes y obligatorias.

También en 1813 en el acta de la Gran Asamblea para la Unión de las dos Grandes
Logias de Inglaterra se menciona que, tras la unión, “debe haber unidad de
obligaciones, disciplina, trabajo en logia y vestimenta de acuerdo con los
Landmarks y tradiciones de la orden” sin duda se refiere a usos y costumbres.

En 1819, el Duque de Suffolk, Gran Maestro de Inglaterra, también establece


claramente que los Landmarks se refieren solo a usos y costumbres (mencionando la
no conveniencia de cambiar un ritual autorizado).

La segunda mitad del siglo XIX se caracteriza por la gran proliferación de listas y la
inclusión de algunas de ellas en las constituciones de algunas Grandes Logias
Americanas.

                                                                                                                       
3
  REGLAMENTOS GENERALES, compilados primeramente por el señor George Payne, en el año 1720 cuando era Gran Maestre y aprobados
por la Gran Logia en la fiesta de San Juan Bautista del año 1721, en la Sala de los Papeleros de Londres.

 
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Las diferencias de estas listas entre las Grandes Logias aumentan y aparece el
concepto de “irregularidad” por la crisis acaecida con el Gran Oriente de Francia.

En enero de 1856, la Gran Logia de Minnesota redacta una nueva constitución que
incluía una lista con 26, siendo esta la primera lista que aporta el Landmark de
inalterabilidad aunque solo se refiere a los ritos y ceremonias pero no a los Landmarks.
No se conoce al autor, ni sus intenciones, ni sus fuentes, y son los siguientes:

En el 9 de Enero de 1.856, la GRAN LOGIA DE MINNESOTA

“Los siguientes enumerados, de entre las Antiguas Constituciones, tienen la fuerza de


ser los Antiguos Landmarks de la fraternidad, siendo como tales universalmente
recibidos y reconocidos por masones”

1. Que la creencia en un ser superior “El Gran Arquitecto del Universo” que
castigará el vicio y premiará la virtud, es un requisito previo indispensable para ser
admitido en la masonería.
2. Que la ley moral que inculca la caridad y la honradez, la laboriosidad y la
sobriedad, y la obediencia a la ley y a las autoridades civiles, es la regla y la guía de
todo masón, y a la que se requiere un estricto sometimiento.
3. La obediencia a la ley masónica y a la autoridad civil, aunque se asume
voluntariamente, es una obligación a perpetuidad.
4. Que los ritos y ceremonias (incluyendo las no escritas) del autentico sistema
del Rito de York Antiguo, que constituyen una parte del cuerpo de la masonería, son
inmutables, y que no es potestad de ningún hombre, o grupo de ellos, hacer
innovaciones en ellos.
5. Las querellas y las denuncias entre hermanos son contrarias a las leyes y
regulaciones de la masonería.
6. La caridad es el derecho de un masón, su viuda y sus huérfanos, cuando
sean pobres y desposeídos, tienen el derecho de pedir, y es la obligación de los
hermanos prósperos la de dar.
7. La instrucción masónica es como la caridad, un reciproco derecho y
obligación entre masones.
8. El derecho a visitar como masón es un derecho absoluto, y un deber de los
masones.
9. Que los hombres que se hagan masones deben ser de edad madura, libres,
de buena reputación, sanos y vigorosos. No deformados o mutilados, ni eunucos.
10. Que el Gran Maestro puede hacer masones a la vista y puede hacer una
dispensa a una logia para lo mismo, pero en el resto de los casos un candidato debe
ser propuesto en logia abierta, en una tenida prefijada, y puede solo ser iniciado en otra
tenida posterior, después del escrutinio de balotas en una votación unánime, y debe
pagar una cantidad fija antes de su admisión.
11. Es el deber de todo masón ser un miembro activo de alguna logia.
12. Que aunque un masón que no sea miembro activo de ninguna logia está
todavía sujeto al poder disciplinario de la masonería.
13. Que el Maestro y los Vigilantes, por derecho y por representación, son
miembros de la Gran Logia.
 
Los Landmarks y los Old Charges            9  
14. Que nadie puede ser elegido Maestro de una logia (excepto en la primera
elección de maestro), si no ha servido antes como Vigilante.
15. Todo masón debe ser probado por sus iguales. Por lo que un maestro no
puede ser probado por su logia.
16. Que no hay apelación posible a la decisión de un Maestro, o a la de un
Vigilante en su ausencia, en su logia.
17. La interacción masónica con un masón clandestino o irradiado es una
violación de las obligaciones y un delito contra la ley masónica.
18. Que la restauración de los derechos masónicos por una Gran Logia no
devuelve el derecho a pertenecer a una logia subordinada.
19. Que la no celebración al menos una tenida durante un año en una logia,
causa la pérdida de la patente de la misma.
20. Que es el deber y el derecho de toda logia con patente ser representada en
la Gran Logia y en sus comunicados.
21. La Gran Logia tiene suprema y exclusiva jurisdicción en sus límites
territoriales, sobre todas las materias de la Masonería de la Antigua orden.
22. Que no hay apelación posible a la decisión del Gran Maestro, o del Gran
Vigilante ocupando su silla en su ausencia.
23. Que el oficio de Gran Maestro se ocupa por votación. Y debe ser elegido
cada año por la Gran Logia.
24. Que la Gran Logia debe reunirse por lo menos una vez al año con sus
Oficiales y representantes, para tratar y registrar los temas de interés a la fraternidad en
su jurisdicción.
25. Que todos los oficiales de las logias deben ser Maestros masones.
26. Que no se puede discutir de política ni de religión en Logia, y que cualquier
masón que se interese en estos temas se expone a una sanción disciplinaria de la
Logia.

Meses después, en el mes de junio, Rob Morris de Kentucky publica una lista más
pequeña, con solo 17, en donde incluye la inalterabilidad en toda su extensión pero
refiriéndose a los Landmarks en general (no a su lista en concreto), tal como siguen:

Junio de 1.856, ROB MORRIS de KENTUCKY, fragmento de su Código de Derecho


Masónico

1. Los Landmarks Masónicos son inalterables y de obligado cumplimiento.


2. La masonería es un sistema que enseña simbólicamente piedad, moral,
caridad y autodisciplina.
3. La ley de Dios es la regla y el límite de la masonería.
4. La ley Civil, mientras esté de acuerdo con la divina, es de obligado
cumplimiento entre los masones.
5. La Logia Masónica y las instituciones masónicas son un cuerpo único e
indivisible.
6. La aptitud masónica se refiere a la salud mental y a la naturaleza física del
hombre.
7. La valía y el merito personales son la base de la valía y el mérito oficiales.
8. Las obligaciones oficiales de la masonería son esotéricas.
 
Los Landmarks y los Old Charges            10  
9. La selección de material masónico y los trabajos de la orden masónica son
exotéricos.
10. Los honores en masonería son la gratitud de la orden y la aprobación de
Dios.
11. Las promociones en masonería, tanto públicas como privadas, son por
grados.
12. El Gran Maestro debe tener un adjunto.
13. La cabeza de la logia es el Maestro, debidamente elegido por la logia.
14. El medio de comunicación entre la cabeza de la logia y la logia es el
Vigilante, debidamente electo por la logia.
15. La obediencia al Maestro y a los Vigilantes es obligatoria entre los miembros
de la logia.
16. El secreto es un elemento indispensable en la masonería.
17. La Gran Logia es suprema en su esfera de jurisdicción y en los masones
como individuos, pero siempre debe estar sujeta a los Antiguos Landmarks.

Parece que Albert Gallatin Mackey4 filósofo y escritor masónico, se inspiró en estas dos
listas (aún que no está probado), para elaborar su lista de 25 Landmarks publicada en
1858 y donde se refiere a la inalterabilidad de su lista, de la que dice que no se puede
hacer en lo más mínimo, y al no dejar sitio para el debate, solo tiene seguidores o
detractores.

En 1872, la Gran Logia en Nevada a probó una lista de 39 Landmarks distintos de los
de A. G. Mackey.

En 1877, se produce el cisma del Gran Oriente de Francia. Derogan los Landmarks que
obligan a que la Logia estuviese presidida por el volumen de la ley sagrada, la
necesidad de creer en el G∴A∴D∴U∴ y la persistencia del alma. Ello provocó el cese
del reconocimiento del Gran Oriente de Francia por la mayoría de las Grandes Logias
del momento. Comienza la irregularidad masónica.

En 1878, Woodford y Luke Lockwood, aceptan la definición de A. G. Mackey, pero no


su lista. Lockwood reduce la lista a solo 19 landmarks.

En 1889 y 1893, Henry Grant también de Kentucky publica otra lista diferente con 54
landmarks.

                                                                                                                       
4
  MACKEY Albert G., “The principles of Masonic Law. A Treatise on the Constitucional Laws, usages and Landmarks of Freemasonry”, 1856
(tomamos la versión de “http://www.freemasons-freemasonry.com/ Mackey_law_fr.html”). Del mismo autor, “A Textbook of Masonic
Jurisprudence”, ps. 13, 15-39; “A lexicon of Freemasonry”, 1860, ps. 188- 199 (Ed. de 1859, ps. 267-268; Ed. de 1914, ps. 421-425); “The
foundations of Freemasonry”, en “American Quarterly Review of Freemasonry”, Vol. II, 1858, p. 230.
 

 
Los Landmarks y los Old Charges            11  
En 1889, la gran Logia de Louisiana aprueba su lista con 24 Landmarks, los cuales se
presentan a continuación:

LANDMARKS RECONOCIDOS POR LA GRAN LOGIA DE LOUISIANA


(Adoptados el 14 de Febrero de 1989)
Gobierno de la Masonería

1. La Gran Logia es el supremo cuerpo de gobierno en su jurisdicción territorial.


Los poderes de la Gran Logia derivan de los Antiguos Landmarks, usos y costumbres
de la masonería. Tiene la exclusiva jurisdicción para implantar y reforzar todas las leyes
y regulaciones para el gobierno de la orden.
2. Que es una prerrogativa del Gran Maestro presidir la asamblea de la orden
en su jurisdicción.
3. La necesidad de los masones de reunirse en logias y tener un maestro y dos
Vigilantes.
4. Nadie puede ser elegido Maestro de una logia si no ha servido antes como
Vigilante.
5. No hay apelación posible a la decisión de un Maestro, o a la de un Vigilante
en su ausencia, Una logia no puede juzgar a su maestro.
6. Ninguna logia puede interferir en los asuntos de otra logia.
7. Todos los masones son iguales.
8. El derecho de todo masón a apelar a la Gran Logia sobre cualquier decisión
que le afecte en su condición de masón.
9. Para ser miembro de la Fraternidad: La Gran Logia valorará las cualidades
físicas, mentales, morales y espirituales del candidato, como se deriva de los antiguos
Landmarks. El candidato debe tener una votación clara para ser cualificado para ser
miembro. Referencia: Reglamentos generales de 1.721: "Ningún hombre puede ser
hermano, o admitido, en ninguna logia sin el consentimiento unánime de sus
miembros presentes en el momento en el que el hermano es propuesto, y su
consentimiento es pedido formalmente por el maestro” Constituciones de
Anderson. Este Landmark es válido para los nuevos candidatos y para aquellos que
quieren ser "aceptados" desde otras Logias.
10. El Emblema Masónico: A finales del siglo XVIII, la escuadra y los compases
se unieron de alguna manera para formar el reconocido emblema masónico. La Gran
Logia de Louisiana reconoce este emblema como un Landmark de la masonería. La
escuadra y los compases, tal y como aparecen en el grado de maestro masón, debe ser
el emblema de la Gran Logia. La Gran Logia reconoce que la letra "G" se añadió al
emblema hace pocos años, de manera no-oficial, como una expresión de amor de
algunos hermanos a la deidad. La Gran logia lo permite, pero no permite otras
innovaciones, cambios, o añadidos sin el permiso de la Gran Logia con la excepción de
la estas joyas”
11. El libro de la ley y las escuadras y compases son la Gran Luz en masonería,
y su presencia en logia abierta es indispensable.
12. El mandil de piel de cordero es la enseña del Masón.
13. La leyenda del tercer grado.

 
Los Landmarks y los Old Charges            12  
14. Las obligaciones de un masón no están en conflicto con sus deberes para
con Dios, su país, su familia, sus vecinos, o consigo mismo, pero son vinculantes con
su conciencia y acciones.
15. Las penalidades descritas en masonería son penalidades antiguas
simbólicas.
16. Los masones deben obedecer la ley moral y al gobierno del país donde
residan.
18. El secreto se aplica a los modos de reconocimiento, a ciertos símbolos, a
las votaciones, obligaciones, signos, palabras de paso, y formas de iniciación.
19. La creencia en la existencia de Dios, la inmortalidad del alma y en la
resurrección de los muertos.
20. El volumen de la ley sagrada, abierto en el altar, es una parte indispensable
del mobiliario de la logia mientras se trabaja.
21. El simbolismo del arte operativo.
22. La prerrogativa del Gran Maestro a dispensar grados en tiempos irregulares
y para abrir y mantener logias. Que ningún visitante, desconocido para los hermanos
presentes, o para algunos de ellos como masón, pueda entrar en una logia sin pasar un
examen de acuerdo con nuestros antiguos usos.
23. Cada maestro, antes de cerrar la logia, debe entregar, o hacer llegar, un
escrito sobre masonería, o una parte de un escrito.
24. Hasta el 24 de Junio de 1813. Los Modernos y los Antiguos tienen logias
separadas y forman Grandes Logias separadas en un mismo territorio según las
creencias religiosas del candidato. El 24 de Junio de 1813 acordaron lo siguiente:
"Dejemos que la religión de cada hombre o sus creencias sean lo que sean, no
serán excluidos de la orden, siempre que crea en el Glorioso Gran Arquitecto del
Universo y practique los sagrados mandamientos de la moralidad."

En el siglo XX empieza la racionalización y el intento de llegar a un mínimo de acuerdo


universal sobre criterios de reconocimiento entre las Grandes Logias.

En 1908, John Lawrence mostró su desacuerdo con todas las listas, en su libro
jurisprudencia y simbolismo. Según él, ninguna lista cumplía las condiciones de A.G.
Mackey para ser considerados Landmarks.

Alexander Bacon en su trabajo publicado en 1918, reconoce solo 3.

En 1928, la Gran Logia de Virginia Occidental adopta una lista de 8 Landmarks.

En 1929 La gran Logia Nacional de Inglaterra redacta unos principios, para poder
reconocer a una Gran Logia regular con ocho puntos.

 
Los Landmarks y los Old Charges            13  
En 1952, Roscoe Pound5, Gran Maestro Masón, decano de Derecho de la universidad
de Harvard en su libro “Jurisprudencia Masónica”, propuso una lista con sólo seis
Landmark que son el primer intento serio de llegar al mínimo de las listas, siendo
aprobada por la gran Logia de Vermont (1953) y además revocan la lista de A.G.
Mackey, tal como se enumeran a continuación:

LANDMARKS DEL SIGLO XX


Los seis Landmarks de Roscoe Pound

1. La creencia en un ser supremo


2. La creencia en la persistencia de la personalidad después de la muerte.
3. Un volumen de la ley sagrada es parte indispensable del mobiliario de la
logia
4. La leyenda Hirámica del tercer grado.
5. El simbolismo del arte operativo.
6. Un masón debe ser varón, nacido libre y mayor de edad.

En 1967, la Logia de Quator Coronati publica el libro de Harry Carr “Recopilación de


Escritos Prestonianos 1925-1960” que reduce la lista a cinco, tal como siguen:

Los cinco de Harry Carr

1. Un masón debe creer en Dios, el Ser Supremo, el Gran Arquitecto del


Universo.
2. El volumen de la ley sagrada es esencial y parte indispensable de la logia
debe estar abierto y completamente visible cuando los hermanos están
trabajando.
3. Un masón debe ser varón, nacido libre y mayor de edad.
4. Un masón, por su condición, debe pleitesía al soberano (o a su país) y a la
orden.
5. Un masón debe creer en la inmortalidad del alma.

En 1970, la Gran Logia de Michigan reconoce una lista con solo tres que son los que
imprimen el carácter deísta de la orden:

Los tres de la Gran Logia de Michigan

1. Un masón debe creer en el Gran Arquitecto del Universo,


2. El volumen de la ley sagrada es esencial y parte indispensable de la logia.
3. Se debe creer en la inmortalidad del alma.

Algunos de estos son comunes, otros son bastante diferentes y en algunos casos se
encuentran en total contradicción.

                                                                                                                       
5
 POUND Roscoe, “Lectures on Masonic Jurisprudence”, 2nd Edition, 1924, p. 26.  
 
Los Landmarks y los Old Charges            14  
Podemos resumir entonces y anexar otros más en la siguiente lista:

• Son solamente 3 para Alexandre S. Bacon y Chetwood Crawley;


• 5 para Albert Pike , aceptados por Morival de Calvet Fagundes y José Castellani;
• 6 para Jean Pierre Berthelon y para la Grand Logia de Nueva York, basándose
en los capítulos en que se dividen las Constituciones de Anderson.
• 6 para Roscoe Pound, adoptados por la Gran Logia de Virgínia;
• 8 para la Gran Logia de Massachusetts, repitiendo la relación de A.G. Mackey,
reduciéndole solamente la numeración;
• 9 para J. G. Findel, aceptados por el Rito Moderno;
• 10 para a Gran Logia de Nueva Jersey;
• 12 para A. S. Mac Bride;
• 14 para Joaquim Gervásio de Figueiredo;
• 15 para John W. Simons adoptados por la Gran Logia de Tennessee;
• 17 para Robert Morris;
• 19 para Luke A. Lockwood adoptados por la Gran Logia de Connecticut;
• 20 para la Gran Logia Ocidental de Colombia;
• 23 para la Gran Logia de Louisiana;
• 25 para Albert G. Mackey
• 26 para la Gran Logia de Minnesota;
• 29 para Henri A. Lecerff;
• 31 para el Rev. George Oliver;
• 54 para H. G. Grant adoptados por la Gran Logia de Kentucky.

Por su parte, la Gran Logia Unida de Inglaterra, aunque no las llame Landmarks, fija 8
condiciones sin las cuales no reconoce a otro Cuerpo Masónico.

Como vemos cada Gran Logia adopta una compilación, y cada estudioso del asunto
añade una más.

¿A qué obedece la existencia de tantos y diferentes linderos? Pareciera que intereses


políticos y tendenciosos han sido los responsables primarios de este fenómeno.

Veamos entonces que pensaban en este respecto algunos destacados predecesores.

Albert Pike6 sostenía que “la masonería no es una religión. Pero enseña y conserva
en toda su pureza los dogmas cardinales de la primitiva fe, que subyacen
fundamentalmente en todas las religiones”
                                                                                                                       

6
Albert Pike (29 de diciembre de 1809, Boston - 2 de abril de 1891,Washington) fue un abogado estadounidense, militar, escritor y destacado
activista francmasón, en 1859 fue electo Soberano Gran Comendador del Supremo Consejo de grado 33 para la Southern Jurisdiction o
"jurisdicción meridional", una de las dos divisiones orgánicas del Rito Escocés Antiguo y Aceptado en los EE.UU. que ejerció hasta su
fallecimiento.

 
Los Landmarks y los Old Charges            15  
A.G. Mackey decía que “la masonería es un sistema de moralidad velado en
alegorías o ilustrado por símbolos. Las ceremonias son externas adiciones que
no afectan a su esencia”. La diferencia entre sus Landmarks y los demás, radica en
que los Landmaks de A.G. Mackey fueron aprobados el 24 de Junio de 1721 por la
Gran Logia de Inglaterra e incorporado a las Constituciones de Anderson en 1723, y su
obra General Regulations (Reglamentos Generales) .

Para A.C.L. Arnold la “masonería es amistad, amor e integridad. Amistad que se


sobrepone a las ficticias distinciones sociales, a los prejuicios de religión y a las
condiciones económicas de la vida. Amor sin límites ni tibiezas que no conoce
desigualdades. Integridad que ata al hombre a la eterna ley del deber”.
G.F. Moore pensaba que la masonería “es la ciencia de la vida en una sociedad de
hombres, como signos, símbolos y ceremonias, que tiene por base un sistema de
moralidad y por propósito el perfeccionamiento y dicha del individuo y la
humanidad”.

Oscar Posner indicaba que la vida separa a los hombres y que para unirlos se necesita
un arte. “Un medio de este arte –no el arte mismo– es la masonería. Por tanto, la
masonería es el medio de un arte que se esfuerza en unir a los hombres
separados por la vida, a fin de que puedan entrar en una nueva comunión unos
con otros”.

Para el Gran Oriente de Bélgica, la Francmasonería es una institución cosmopolita, que


tiene por objeto “la búsqueda de la verdad y el perfeccionamiento de la humanidad.
Se funda sobre la libertad y la tolerancia; no formula ni invoca ningún dogma.
Pide al que se presente a la iniciación que sea hombre honrado y que posea una
inteligencia que le permita comprender y propagar los principios masónicos.
Exige de sus adeptos, sinceridad en sus convicciones, deseo de instruirse, para
formar, pues, una sociedad de hombres probos, que, unidos por sentimientos de
libertad, igualdad y fraternidad, trabajan individualmente y en común por el
progreso social, ejerciendo así la beneficencia en el sentido más amplio”.

¿Qué son y que no son entonces los Landmarks? Debemos aceptar que hasta hoy no
se conoce ni su número ni su naturaleza particular, y que ninguna de las nomenclaturas
en curso reviste un carácter de autenticidad suficientemente notoria como para que
podamos librarnos de la duda que nace de tan singulares contradicciones y de la visible
puja que produce su cotejo.

No hay dudas de que todos estamos de acuerdo sobre la existencia real de


determinados linderos no desprovistos de cierta autoridad y que pueden en cierta
medida por lo menos representar algunos elementos esenciales de la regularidad
masónica.

 
Los Landmarks y los Old Charges            16  
A continuación los Landmarks de A.G. Mackey tal como los escribiera.

Los Landmarks según Albert Gallatin Mackey, 1858

Hasta mediados del siglo XIX, concretamente en 1858, no fueron enumerados y


codificados, lo hizo por primera vez el filósofo y escritor masónico Albert Gallatin
Mackey, siendo publicados en la revista trimestral americana de la Francmasonería en
octubre de aquel mismo año (volumen II, página 230), e incorporados a su libro de texto
de jurisprudencia masónica tal y como, traducidos al español, se reproducen
seguidamente:
I. Los medios de reconocimiento son, de todos los Landmarks, los más legítimos
e incuestionables. No admiten variación. Y si alguna vez han sufrido alguna alteración o
adición, la maldad de tal violación de la ley antigua, se ha manifestado posteriormente
por sí misma.
II. La división de la Masonería Simbólica en tres grados es un Landmark que ha
sido conservado mejor que cualquier otro; aunque también en este caso el espíritu
malévolo de la innovación ha dejado sus huellas. Y por medio de la dilaceración de sus
partes concluyentes del tercer grado, ha originado la falta de uniformidad con respecto
a la enseñanza final del grado de Maestro. Y el Arco Real de Inglaterra, Escocia, Irlanda
y América, así como los altos grados de Francia y Alemania, están formados para diferir
en el modo en que conducen al neófito a la consumación suprema de toda la Masonería
Simbólica. En 1813, la Gran Logia de Inglaterra vindicó el Landmark, decretando
solemnemente que la Masonería del gremio antiguo constaba de tres grados: aprendiz
iniciado, compañero del gremio y maestro masón, incluyendo el Arco Real Sagrado.
Pero esta dilaceración jamás ha sido cicatrizada, y el Landmark, aunque reconocido en
su integridad por todos, aun continúa siendo violado.

III. La leyenda del tercer grado es un Landmark importante, cuya integridad ha


sido bien preservada. No existe Rito de la Masonería, practicado en cualquier país o
idioma, en el que los elementos esenciales de esta leyenda no se enseñen. Las
lecturas pueden variar y, en efecto, su cambio se verifica constantemente. Pero la
leyenda, substancialmente, ha permanecido siempre la misma. Siendo necesario que
así sea, pues la leyenda del Arquitecto del Templo constituye el punto esencial e
identidad de la Masonería. Cualquier Rito del que fuese excluido o alterado
materialmente, cesaría desde ese momento, por la exclusión o alteración, de ser un
Rito masónico.

IV. El Gobierno de la Fraternidad por medio de un presidente llamado Gran


Maestro, el cual es elegido del cuerpo del gremio, es el cuarto Landmark de la Orden.
Muchas personas suponen que la elección del Gran Maestro se efectúa como
consecuencia de una ley o reglamentación de la Gran Logia. Pero ese no es el caso, en
absoluto. El cargo debe su existencia al Landmark de la Orden. Los Grandes Maestros
o las personas que desempeñan las funciones bajo diferente pero equivalente título, se
encuentran en los registros de la institución desde mucho antes de que las grandes
logias fueran establecidas. Y si el sistema actual de gobierno legislativo de las grandes
logias fuese abolido, aun seguiría siendo necesario el Gran Maestro.

 
Los Landmarks y los Old Charges            17  
V. La prerrogativa del Gran Maestro de presidir todas las asambleas del gremio,
en cualquier lugar y en cualquier tiempo, es la quinta señal. Es, en consecuencia de
esta ley derivada de la costumbre antigua y no de ningún mandato especial, por lo que
el Gran Maestro asume el Poder o, como se llama en Inglaterra, "el Trono", en todas las
reuniones de la Gran Logia. Y de ella le viene el derecho también a presidir todas las
logias subordinadas en las que esté presente.

VI. La prerrogativa del Gran Maestro de conceder dispensa para conferir grados
en ocasiones irregulares, es otro y muy importante Landmark. Conforme a las normas
establecidas por la ley de la Masonería se requiere un mes u otro período determinado,
entre la presentación de la petición de aumento de grado y la elevación del candidato.
Igualmente ha de pasar un tiempo mínimo para pasar de un grado al superior. Pero el
Gran Maestro tiene poder para dispensar del cumplimiento de esos períodos y permitir
que el candidato sea iniciado a un grado superior. Esta prerrogativa la poseía el Gran
Maestro desde antes de la existencia de la ley que marca los períodos de cadencia, y
como ninguna norma puede degradar sus prerrogativas, aún conserva el poder.

VII. La prerrogativa del Gran Maestro de dar dispensas para la apertura o


disolución de las logias es otro Landmark. Puede conceder, en virtud de esto, a un
número suficiente de masones, el privilegio de reunirse en asamblea y conferir grados.
Las logias de este modo establecidas, se llaman "logias de dispensación".

VIII. La prerrogativa del Gran Maestro de crear masones a primera vista es un


Landmark que está íntimamente relacionado con el anterior. Existe un mal
entendimiento en relación con este Landmark que ha llevado, a veces, a negar el
mantenimiento de esta prerrogativa en la jurisdicción donde tiene su sede el Gran
Maestro. Pero debe quedar claro el derecho a ejercer dicha prerrogativa sin la oposición
u observación menor.

IX. La necesidad de los masones de congregarse en las logias es otro Landmark.


No debe entenderse con esto que la señal antigua ha sido formada como consecuencia
de la organización permanente de logias subordinadas, rasgo característico de la
organización masónica en nuestros días. Las señales de la Orden prescriben desde
siempre que el masón debe periódicamente congregarse con el propósito de realizar el
trabajo activo o especulativo, y que estas congregaciones se llaman logias.
Antiguamente, estas juntas eran extemporáneas y se reunían para fines específicos,
disolviéndose una vez cumplido el objetivo; separándose por lo tanto los hermanos y
reuniéndose en otras ocasiones u en otros lugares, de acuerdo con la necesidad o
circunstancias. Los poderes de constitución, estatutos, oficiales permanentes, y
reuniones anuales son innovaciones modernas fuera del todo de las señales, y
dependientes totalmente de los actos especiales de un período comparativamente
reciente.

 
Los Landmarks y los Old Charges            18  
X. El gobierno del gremio, siempre que se congrega la Logia, por el Maestro y
dos Vigilantes, es también una señal. La congregación de masones reunidos bajo
cualquier otro gobierno, por ejemplo, como el de presidente y vicepresidente, o regidor
y sub-regidor, no sería reconocida como Logia. La presencia del Maestro y de los dos
Vigilantes es tan esencial para la válida organización de la Logia como el Poder de la
constitución en nuestros tiempos. Los nombres, por supuesto, varían en los diferentes
idiomas. Pero los oficiales, su número, prerrogativas y deberes son en todas partes
idénticos.

XI. La necesidad de que siempre que se reúnan todas las logias, sean
debidamente vigiladas, es una señal importante de la Institución que jamás se olvida.
La necesidad de esta ley tiene su origen en el carácter esotérico de la Masonería. Por
lo tanto, el deber de guardar la puerta y vigilar a los cobardes y escuchas es antiguo y,
por lo mismo, constituye una señal.

XII. El derecho de todo masón de ser representado en todas las juntas


generales del gremio, y de instruir a su representante, es la señal duodécima.
Anteriormente, estas juntas, que por lo general se reunían una vez al año, se llamaban
asambleas generales y a toda la fraternidad, aun al aprendiz iniciado más joven, se le
permitía estar presente. Ahora se llaman "Grandes Logias" y únicamente los Maestros y
Vigilantes de las logias subordinadas son admitidos. Pero esto es simplemente como
representante de sus miembros. Originalmente, cada masón se representaba por sí
mismo. En la actualidad es representado por sus oficiales.

XIII. El derecho de todo masón de apelar a la decisión de sus hermanos de


logia, a la Gran Logia o Asamblea General de masones, es una señal sumamente
esencial para la preservación de la justicia, y para evitar la opresión. Algunas Grandes
Logias modernas, al adoptar el reglamento de que la decisión de las logias
subordinadas, en caso de expulsión no puede diferirse por medio de apelación, viola
incuestionablemente la señal, así como los principios del gobierno justo.
XIV. El derecho de todo masón de visitar y sentarse en todas las logias
regulares es una señal incuestionable de la Orden. A esto se le llama "el derecho de
visita". Este derecho, por supuesto, puede ser alterado o suspendido en casos
especiales y por diversas circunstancias. Pero cuando se niega la admisión a un masón
en el pleno disfrute de sus derechos, es necesario que se deba a alguna razón
suficiente y razonable, y deberá exponerse el por qué de la violación de lo que es, en
general, un derecho masónico, fundado en las señales de la Orden.

XV. Es una señal de la Orden, que ningún visitante desconocido de los hermanos
como masón, puede entrar en la logia sin pasar primero por el examen, de acuerdo con
la costumbre antigua. Por supuesto, si el visitante es conocido de algún hermano de los
presentes como masón en uso de sus derechos, y si ese hermano testifica sus
calificaciones, puede dispensársele del examen, pues la señal se refiere únicamente a
los casos de extraños.

 
Los Landmarks y los Old Charges            19  
XVI. Ninguna logia puede intervenir en los asuntos de otra logia, ni conferir
grados a hermanos que sean miembros de otra logia. Esto es indudablemente una
señal antigua, fundada en los grandes principios de la cortesía y bondad fraternal, que
son la base de nuestra institución. La señal ha sido reconocida repetidas veces en
épocas posteriores, de conformidad con las disposiciones de los estatutos y decretos
de todas las Grandes Logias.

XVII. Es una señal que todo francmasón está sujeto a las leyes y reglamentos de
la jurisdicción masónica en que reside, a la vez que no puede no ser miembro de
ninguna logia. La falta de afiliación no excluye al masón de la sujeción a la jurisdicción
masónica.

XVIII. Ciertas calificaciones de los candidatos para la iniciación se derivan de la


Señal de la Orden. Estas calificaciones se refieren a que debe ser un hombre no
mutilado; de nacimiento libre, y de edad madura. Por consiguiente, la mujer, el que ha
perdido el uso de sus facultades, el esclavo o el que ha nacido en cautiverio, están
descalificados para la iniciación en los ritos de la Masonería. Los estatutos, es cierto,
han decretado de vez en cuando, ya sea vigorizando o explicando estos principios.
Pero las descalificaciones provienen de la propia naturaleza de la Institución masónica
y de sus enseñanzas simbólicas, y han existido siempre como señales.

XIX. La creencia de la existencia de Dios como el Gran Arquitecto del Universo,


es una de las más importantes señales de la Orden. Ha sido siempre admitido que la
negativa de la existencia del Poder Supremo como Autoridad Preeminente es una
descalificación absoluta para la iniciación. Los anales de la Orden nunca han otorgado
hasta la fecha, ni podría contemplar el caso de que un ateo declarado fuese constituido
masón. Las mismas ceremonias de iniciación al primer grado prohíben y desde luego
impiden la posibilidad de tal incidente.

XX. Subsidiaria a esta creencia en Dios, como una señal de la Orden, existe la
creencia de la resurrección a la vida futura. Esta señal no es impresa tan positivamente
al candidato por las palabras exactas como la precedente. Pero la doctrina que se
enseña por inducción es perfectamente clara, y comprende el sistema entero del
simbolismo de la Orden. El creer en la Masonería, y no creer en la resurrección, sería
una anomalía absurda que solamente podría explicarse por medio de la irreflexión,
pues aquel que confunde de este modo su creencia y su escepticismo, es tan ignorante
del significado de ambas teorías, como si no tuviese principio racional para el
conocimiento de una cosa o de la otra.

XXI. Es una señal que el "Libro de la Ley" debe constituir una parte indispensable
del mobiliario de toda Logia. Digo deliberadamente “Libro de la Ley”, porque no se
requiere que en todas partes se usen los Testamentos Nuevo y Antiguo. El "Libro de la
Ley" es ese volumen que, por religión del país, se cree contiene la voluntad manifiesta
del Gran Arquitecto del Universo. Por lo que, en todas las logias que existan en los
países cristianos, el "Libro de la Ley" se compone del Antiguo y Nuevo Testamento. En
un país donde el judaísmo fuese la fe predominante, el Antiguo Testamento sería
suficiente y, en los países mahometanos y entre los masones mahometanos, podría ser
 
Los Landmarks y los Old Charges            20  
sustituido por el Corán. La Masonería no pretende interponerse con la fe religiosa de
sus discípulos, excepto en los que se relaciona con la creencia en la existencia de Dios,
y en lo que necesariamente se relaciona con esa creencia. "El Libro de la Ley" es para
el masón Especulativo su tablero de trazado espiritual pues sin este no puede laborar.
Y cualquier cosa que cree ser la voluntad manifiesta del Gran Arquitecto constituye para
él este tablero espiritual, y debe estar siempre delante de él en sus horas de labor
especulativa, pues es regla y guía de su conducta. Por consiguiente, la señal, requiere
que el "Libro de la Ley", código religioso de la misma especie, designado como el
ejemplar de la voluntad manifiesta de Dios, debe formar una parte esencial en el
mobiliario de toda logia.

XXII. La igualdad de todos los masones es otra señal de la Orden. Esta igualdad
no se refiere a ninguna subversión de esas graduaciones del rango que han sido
constituidas por el uso de la sociedad. El monarca, el noble, o el caballero, tiene
derecho a ese afecto y, por lo mismo, se le otorga el respeto, que corresponde
justamente a su posición. Pero la doctrina de la igualdad masónica implica que, como
hijos de un Padre supremo, nos reunimos en la logia con la misma igualdad, -bajo esa
igualdad en la que todos nos conducimos a un sólo fin predestinado. Pues, en la logia,
los verdaderos méritos reciben más respeto que una opulencia infinita, y la virtud y la
inteligencia únicamente los que serían recompensados con la preeminencia. Una vez
que las labores de la logia hayan terminado, y los hermanos se hayan retirado de su
soledad pacífica para confundirse de nuevo con el mundo, cada uno vuelve a su
posición social y ejerce los privilegios de ese rango, cuyas costumbres le otorga la
sociedad.

XXIII. La discreción de la Institución es otra señal y la más importante, de forma


que la discreción absoluta es algo inherente a la Masonería, existiendo con ella desde
su misma fundación, y protegida por ella por medio de sus señales antiguas. Si es
desposeída de su carácter secreto pierde su identidad y cesa de ser Francmasonería.
Por consiguiente, todas las objeciones que puedan hacerse a la Institución en lo relativo
a su discreción deben de ser rechazadas. Sin prestar atención a los muchos torpes y
mal intencionados que, por cuestión de conveniencia, intenten desposeerla de su
carácter secreto, tomando las medidas que hagan siempre imposible la perdida de la
señal, aún en el caso en el que ésta no se interpusiera ante nosotros como obstáculo.
Porque un cambio de tal naturaleza ocasionaría el suicidio social y la muerte de la
Orden. La Francmasonería, que como asociación secreta ha vivido inalterable por
signos, no permanecería por muchos años como una sociedad libre y abierta.

XXIV. La ciencia especulativa aplicada al arte activo, el uso simbólico y la


explicación de los términos de ese arte con los propósitos de enseñanza religiosa o
moral, constituyen otra señal de la Orden. El templo de Salomón fue la cuna simbólica
de la Institución, y, por lo tanto, la referencia de la Masonería activa que construyó ese
magnífico edificio, a los materiales y herramientas que fueron empleados en su
construcción, todas son partes componentes y esenciales de la Francmasonería que no
podrían substraerse de ella sin ocasionar la destrucción completa de la identidad entera
de la Orden. Por lo que, todos los Ritos comparativamente modernos de la Masonería,

 
Los Landmarks y los Old Charges            21  
como quiera que difieran en otros conceptos, conservan religiosamente esta historia del
Templo y estos elementos activos.

XXV. La última señal y complemento de todas es que estas señales nunca


pueden ser cambiadas. Nada puede ser sustraído de ellas -y nada puede ser adherido
a ellas-. Ni la menor modificación puede efectuarse en ellas. Del mismo modo que nos
fueron otorgadas por nuestros predecesores, del mismo modo estamos obligados por
los compromisos más solemnes del deber a trasmitirlas a nuestros sucesores. Ni un
sólo ápice de estas leyes escritas puede ser revocado o abolido pues, en lo que se
refiere a ellas, no solamente estamos obligados sino que deseamos adoptar la frase de
los atrevidos barones antiguos de Inglaterra "Nolumus leges mutari."»

Tal cual como están escritos los originales y los que nos rigen como resumen de ellos,
reflejan lo importante que son en la masonería como tal.

Por ejemplo, hemos dicho que uno de los Landmarks o Antiguos Límites, puede ser
enunciado como el que la masonería es una Institución cerrada, a este principio general
se llega, a partir de elementos normativos e históricos, como lo son, el indiscutible
modo de ingreso a la Masonería mediante un riguroso proceso de selección e iniciación
ritual, el sigilo de los trabajos masónicos, los modos de reconocimiento, como la
obligación de que la Logia esté a cubierto, etc..., que nos permiten catalogar como
Landmark indiscutible el carácter cerrado de nuestra institución, del cual se derivan
varias consecuencias, una de ellas es la que colocábamos en un ejemplo anterior, que
nos permite afirmar que conforme a este Landmark, no podría la Institución Masónica
ingresar a un proceso de fusión con un club de servicio, precisamente porque tal acto
vulneraría este principio general, dejaría al descubierto la Orden abriéndola a profanos,
lo cual causaría un daño irreparable.

Muchas otras aplicaciones, unas permisivas, otras prohibitivas, se desprenden de un


Principio como este, siendo por ello un valioso instrumento Institucional; que además
reúne las características ya anotadas de estos, como lo son el ser esencial, en la
medida en que alude a aspectos fundamentales a la Naturaleza de la Institución
Masónica, preexistente por cuanto no requiere su consagración en la normatividad
positiva, subordinante, porque cualquier norma que se cree, cualquier obra que
construya, cualquier actividad que se realice siempre debe estar ajustada a esta
máxima y cuidarse de no contradecirla, universal, por cuanto gobierna la totalidad de la
Masonería sin sujeción a tiempo o lugar, e inmutable, porque no puede ser variada, so
pena de lesionar gravemente la Masonería en su esencia y naturaleza.

Por lo tanto, no puede admitirse que los Landmarks, Antiguos Límites o Principios
Generales de Derecho Masónico, le hayan sido dictados a la masonería por un
iluminado, o que se deba creer en un listado que a manera de código, en forma
dogmática se nos pretenda imponer.

 
Los Landmarks y los Old Charges            22  
En ese sentido la elaborada lista del Hno. Albert Gallatin Mackey bajo el título de
Fundamentos de la Ley Masónica (Fundation of Masonic Law), debe entenderse
como un esfuerzo de buena fe, realizado por ese estudioso de la Masonería, que creyó
encontrar los fundamentos de la Orden en esos veinticinco postulados; listado que fue
aprobado el 24 de Junio de 1721 por la Gran Logia de Inglaterra e incorporado a las
Constituciones de Anderson en 1723, su obra General Regulations (Reglamentos
Generales).

Incluso debemos recordar que en el desarrollo de estas ideas, algunos han elaborado
listas más largas, otros unas más cortas y en lo que se refiere a las Grandes Logias
Norteamericanas, algunas han dispuesto el sistema de adopción de un listado de los
Landmarks, que no siempre coincide con el de A. G. Mackey. Otras apenas se refieren
a su sujeción a los Landmarks pero sin entrar en complicadas enumeraciones y
definiciones.

Una crítica más de naturaleza estrictamente jurídica cabe a A.G. Mackey es la


circunstancia de que confundió lamentablemente los Principios Generales de Derecho
masónico, con los Antiguos Usos y Costumbres, que son una forma supletoria de
derecho pero que no tienen el rango superior de los Antiguos Límites como ya lo hemos
señalado.

Además del que ya hemos señalado como un Antiguo Límite, el que hemos enunciado
como el que la Masonería es una Institución cerrada, podemos señalar otra regla que
nos parece, que también tiene el mismo carácter y es El Simbolismo de la Masonería,
postulado que contiene un aspecto esencial de la Institución Masónica al darle una de
sus principales características, pues el uso simbólico de los instrumentos de trabajo ha
sido siempre tradicional en la Orden, "Es un Antiguo Limite el simbolismo del arte
operativo, en sentido moral como norma de conducta. Desde la más remota
antigüedad se dio valor moral a los instrumentos de trabajo de los constructores,
como se puede comprobar por los escritos de Confucio, de Pitágoras y por los
documentos que se relacionan con las prácticas míticas y místicas de Egipto,
India, Grecia y Roma".

Del simbolismo operativo se desprenden y se sustentan inmensa cantidad de


instituciones, prácticas, usos y costumbres de la masonería que encuentran allí su
perfecto soporte y sin el cual no tendrían razón de ser o no podrían ser, dentro de los
cuales podemos enumerar los tres grados simbólicos, los modos de reconocimiento, el
lenguaje masónico, etc. que la caracterizan, la hacen ser como es en todo lugar y
siempre.

Los masones nos reunimos en Logias, que son los lugares de trabajo como expresión
física, pero también con sentido de pertenencia es un hogar espiritual en el que vivimos
la fraternidad. Igualmente, La Masonería es defensora de los derechos humanos.

 
Los Landmarks y los Old Charges            23  
Es esta una importantísima regla que siempre ha estado vigente en la esencia de la
institución masónica, que se ha regido siempre por la regla de humanidad, de búsqueda
de progreso del ser humano, que ha defendido la libertad, la igualdad, la dignidad del
hombre y la mujer, sin que pueda admitir ni en el mundo ni en las logias, cualquier
forma de discriminación, de intolerancia, de esclavitud, de indignidad, de injusticia.

De este postulado se desprenden importantísimas consecuencias que al ser aplicado


con coherencia impide por ejemplo, dentro de la práctica masónica, cualquier forma de
discriminación de género con las mujeres, o de raza, o de clase y se contradicen entre
ellos.

Un argumento más, de naturaleza normativa, y que muestra que incluso en la


masonería inglesa, la creencia en el G. A. D. U., así como la regla de exclusión de la
mujer de las logias, si bien es requisito de regularidad masónica, no es considerado un
Landmark.

Esto surge de la lectura de los principios básicos para el reconocimiento de una Logia,
aceptados por la Gran Logia Unida de Inglaterra, entre los cuales señala:

1. La necesidad de la creencia en el G.A.D.U., y en su voluntad revelada.


2. Que los afiliados a la Gran Logia y a las Logias individuales sean
exclusivamente hombres; y que cada Gran Logia no tendrá relaciones
masónicas de clase alguna con logias mixtas o con cuerpos que admitan
mujeres como miembros, para después decir en el numeral
3. Que los principios de los Antiguos Límites, Costumbres y Usos de la Orden,
serán estrictamente observados.

La Masonería es ajena como institución a la práctica religiosa. Este es otro postulado


fundamental de la masonería, que no es una religión, que no pertenece a una religión,
sin que se oponga a que sus miembros sean tan religiosos como quieran serlo. Un
masón puede ser católico, si se lo permiten ser, o ser Anglicano, o pertenecer al
Judaísmo, o al Budismo etc., o no pertenecer a ninguna religión, ni tener ninguna
creencia religiosa. Pero lo importante es que en la Orden Masónica ese asunto no tiene
cabida como práctica religiosa. Esto en nada se opone, a que a nivel de investigación
en las logias se estudien la religiones y los fenómenos culturales que en torno a ellas se
producen.

La masonería es ajena como institución a la práctica política. Este es otro postulado


que consideramos es uno de los Landmarks o Antiguos Límites. En su explicación es
posible utilizar argumentos similares a los del acápite anterior, en el sentido de que es
necesario afirmar que la masonería ni es un partido político, ni participa de ningún
partido político, no persigue el poder político y mucho menos puede imponerle a sus
miembros una determinada adhesión política; pero que los masones pueden tener las
ideas políticas que los cautiven, y pueden pertenecer a los partidos o agrupaciones
políticas que quieran.

 
Los Landmarks y los Old Charges            24  
Lo importante es dejar en claro que el proselitismo político partidista no tiene cabida en
la masonería. Sin que nada se oponga al estudio de los fenómenos políticos en las
logias masónicas

La masonería es una institución democrática. Esta regla, en nuestra opinión constituye


otro Landmark, pues índica una postura general de la institución de resolver y
solucionar todos sus asuntos apelando al racional criterio de sus miembros, cuya
opinión es tenida en cuenta para efectos de la conformación de la opinión general. Es
democrática porque rechaza las imposiciones inmotivadas o el desconocimiento de la
opinión general.

Dejemos ahí estos ejemplos de lo que pueden ser en nuestro criterio Landmarks o
Antiguos Límites. La pretensión es solo proponerlos como tales, mostrando cómo la
masonería está sustentada sobre principios y valores, que contienen su verdadera
esencia y que sería impensable, o sería otra cosa diferente a lo que es, ha sido y será,
si le quitamos esos soportes fundamentales.

Algunos de los Landmarks propuestos pueden no llegar a serlo, seguramente pueden


encontrarse muchos más, y mas importantes aún, por ello, no es bueno intentar
siquiera codificarlos y pretender imponerlos en forma taxativa. Ellos deben ser el
producto meditado y juicioso del estudio y análisis de los intérpretes y aplicadores de
las normas masónicas.

De estas definiciones (reseñadas por supuesto a título mera e insuficientemente


ejemplificativo, porque hay tantas como autores) concluiremos esta parte extrayendo la
naturaleza de estos “Antiguos Límites” o “Ancient Landmarks”:

1. Su Antigüedad inmemorial;
2. Su Universalidad o su Esencialidad como reglas que contienen valores
culturales, sociales, éticos, jurídicos y políticos que expresan lo fundamental
de la Institución Masónica;
3. Su Irrevocabilidad; y
4. Su Inmutabilidad.

A lo que Cox Learche7 le agrega:

a. Su Presencia;
b. Deben tener coherencia con todos los otros Límites;
c. Deben tener una relación subjetiva o relacionada con lo esotérico comprobable
por la experiencia.

Los Ancient (Antient) Landmarks o Antiguos Límites son entonces los basamentos
ancestrales y por el prestigio de su Tradición inalterables de toda Masonería.

                                                                                                                       
7
 COX LEARCHE, “La Regularidad Masònica”…” cit., ps. 71 y 74.  

 
Los Landmarks y los Old Charges            25  
A pesar de lo expuesto en el literal anterior, los Landmarks no han de confundirse
con las Bases de Reconocimiento de las diferentes Grandes Logias para el
Relacionamiento Interpotencial. Los Antiguos Límites son Principios Generales de la
Masonería Universal.

Las “Bases de Reconocimiento” son pautas que cada Gran Logia se autorregula para
determinar bajo qué parámetros reconocerá a otra Potencia Masónica como “Regular”.
Algunas de estas Bases de Reconocimiento suelen provenir de disposiciones listadas
como “Landmarks”, pero esta coincidencia es circunstancial por convención de cada
Gran Logia.

Ya hemos hablado de forma somera lo que pueden ser los Landmarks, somera porque
existe una gran cantidad de posiciones frente a ellos de innumerables autores,
masones y profanos, quienes se han dedicado a su estudio implicando variadas
connotaciones al respecto. Pasemos ahora a la segunda parte de este trazado y que
tiene que ver con los Old Charges o Antiguos Deberes.

LOS OLD CHARGES O ANTIGUOS DEBERES

La costumbre en el derecho en general juega un importante papel, en la medida en que


ella expresa aquellas normas o pautas que se han venido formando como resultado de
la práctica cotidiana en alguna actividad específica, terminando por ser verdaderas
reglas vigentes y aceptadas por una determinada comunidad, que todos los días las
aplica y las observa.

Tiene además la virtud de ser producto directo de la comunidad, ajustada a sus


necesidades y acordes en un todo con su cultura. Dentro de la Masonería también
hablamos de los denominados Usos y Costumbres de la Orden, como aquella
normativa que contiene reglas de procedimiento y gobierno, algunas de ellas
provenientes de la masonería operativa que sin tener la fundamentalidad ya señalada
de los Landmarks o Antiguos Límites, si ha venido siendo reconocida por la práctica
universal a través del tiempo, y que por lo mismo se han venido trasmitiendo en forma
reiterada, en constituciones, estatutos, reglamentos e incluso en forma oral.

No cabe duda, que así como en el derecho en general, se habla y se reconoce la


costumbre, y se le distingue obviamente de los principios generales de derecho, lo
mismo ocurre en la Institución Masónica, cuya jurisprudencia tiene perfectamente claro
el asunto; recuérdese para el caso lo dispuesto por la Gran Logia Unida de Inglaterra en
sus principios básicos para el reconocimiento, que datan de 1929, en los que en forma
expresa distingue entre los Antiguos Límites y las Costumbres y Usos de la Orden.
(That the principles of the Ancient Landmarks, and usages of the craft shall be strictly
observed.) Que los principios de los Antiguos Límites, costumbre y usos de la Orden
serán estrictamente observados.

 
Los Landmarks y los Old Charges            26  
Los Antiguos Usos y Costumbres masónicas constituyen entonces reglas no
escritas, que a diferencia de los Landmarks o Antiguos Límites, no son esenciales
o fundamentales, porque si lo fueran serían principios generales, no son
preexistentes, porque surgen por la práctica reiterada de las comunidades, son
subordinados, no subordinantes, porque solo se aplican supletoriamente, no son
universales por ser producto de prácticas locales y obviamente no son
inmutables, por que al no ser esenciales su cambio o no aplicación, no
desnaturalizan la institución como tal. Hemos señalado como una característica
relevante de la costumbre su carácter supletorio, en cuanto está llamada a llenar
los vacíos de la ley escrita, pero no puede aplicarse en perjuicio de ésta ni de los
principios generales o Landmarks.

De acuerdo con lo señalado, las reglas que normalmente suelen ubicar los autores
masónicos como Landmarks, no pasan de ser sino Antiguos Usos o Costumbres de la
Orden, lo cual no quiere decir que no son importantes, y que no cumplan una labor
eficiente en los procedimientos y gobiernos de las Logias y de las Grandes Logias,
como lo son incluso las reglas de la Creencia en el G.A.D.U., o la de la exclusión de las
mujeres de las Logias.

Lo que queremos señalar, es que podrán ser cambiados conforme a las necesidades
de la masonería sin que se afecte su esencia o se modifique gravemente su naturaleza.
De hecho, algunas de las Grandes Logias europeas que ya retiraron estas
prohibiciones siguen siendo esencialmente masónicas, siendo el problema, más de
relaciones internacionales en lo que respecta al reconocimiento masónico, pero eso es
otra cosa sobre la cual tendremos que referirnos en otra oportunidad.

Los llamados "Antiguos Cargos" o "Antiguos Deberes" (Old Charges) están compuestos
por el material historiográfico que ha sobrevivido hasta nuestros días y consta de
alrededor de ciento veinte documentos manuscritos, referidos a normas y reglamentos
que gobernaban el arte y la ciencia de la construcción antes del surgimiento del
sindicalismo moderno.

Dichos documentos están datados desde casi trescientos años a seiscientos años
atrás. El más antiguo conocido es el denominado "Regius" o “Manuscrito Regius” y
según los expertos fue redactado hacia el 1390 CIRCA. Se trata de un extenso poema,
de una rima arcaica denominada "doggerel verse", que se encuentra en el British
Museum.

El segundo en antigüedad es el llamado "Cooke" o “Manuscrito de Cooke”, también


propiedad del British Museum, datado hacia 1425 CIRCA.

El tercero en este orden es el "Grand Lodge" Nº 1 o “El Manuscrito de la Grand


Lodge Nº1” que pertenece a la Biblioteca de la Gran Logia Unida de Inglaterra y está
datado en el 1583. Muchos de estos "Antiguos Deberes" fueron escritos durante el siglo
XVII y las primeras décadas del siglo XVIII, encontrándose en poder de Grandes Logias
o en colecciones privadas, catalogadas por familias que los poseen tal como el Dr.
Wilhem Begumann los agrupara en 1888.
 
Los Landmarks y los Old Charges            27  
La Familia Cooke, 1 texto, la Familia Cooke, 3 textos, la Familia Plot, 6 textos, la Familia
Tew, 9 textos, la Familia Lodge, 53 textos, la Familia Sloane, 21 textos, la Familia
Roberts, 6 textos, la Familia Spencer, 6 textos, y la Familia Sunday, 8 textos.

Algunos fueron catalogados por su antigüedad siendo el primer datado el Edictum


Rothari o Rothair (año 643), Las Constituciones de York, Príncipe Edwin, (año
926), Los Estatutos de los Canteros de Bologna o Carta de Boloña (año 1248),
Preambolo Veneziano….. (año 1307), Deberes Anglo – Normandos (año 1356), El
Manuscrito de York (año 1370), El Manuscrito Regius (año 1340 – 1310), El
Manuscrito Cooke (año 1410 -1430), Estatutos de Brujas (año 1441) en Flandes
(Holanda), Constituciones de los Masones de Estrasburgo (año 1459) y muchos
otros más.

La mayoría de estos documentos han sido publicados o bien en forma facsimilar o en


transcripciones al inglés moderno. Es necesario precisar, además, que muy pocos de
ellos fueron impresos en el momento de su aparición siendo que la inmensa mayoría se
reproducirían, de Logia en Logia, en forma manuscrita. En los últimos ciento veinte
años muchos especialistas han volcado su atención sobre esta documentación única e
irreemplazable y a partir de minuciosos estudios sobre diferentes estilos de redacción,
errores de los copistas, giros idiomáticos locales o de ciertas épocas, etc. han logrado
establecer "familias" de manuscritos con características particulares, de allí su
clasificación.

El desaparecido erudito Prof. Douglas Knoop8 sostenía que, a partir del análisis de
estos textos, pueden detectarse algunas trazas de la organización de los constructores
(masons) en Inglaterra en el siglo XIV lo cual nos lleva muy cerca de los comienzos
estimados de la llamada Masonería "Operativa", es decir, los masones efectivamente
dedicados a la construcción.

Los textos usualmente se encuentran divididos en tres partes: primero, una plegaria o
invocación; segundo, la llamada Historia Tradicional de la Masonería y del Oficio de la
Construcción y finalmente la tercera parte consta de los "Deberes" (Cargos o Encargos)
del Masón que debían ser leídos obligatoriamente al recientemente iniciado.

El siguiente ejemplo de invocación ha sido tomada del "Grand Lodge" Ms. No. 1 del año
1583: (el texto original ha sido transcripto a inglés moderno)

"The Might of the Father of Heaven and the wisdom of the


glorious Son through the grace and goodness of the Holy Ghost that are
three persons and one god be with us at our beginning and give us
grace so to govern us here or in living that we may come to his bliss
that never shall have ending. Amen."

                                                                                                                       
8
 El  Origen  de  la  Masonería  Especulativa.  

 
Los Landmarks y los Old Charges            28  
Como se apreciará, del texto se desprende un carácter claramente religioso,
reminiscencia medieval cuando el mundo del trabajo se encontraba organizado en
gremios y cofradías imbuidos de espíritu cristiano.

La parte histórica, usualmente demasiado larga para reproducirla aquí "in extenso",
contenía relatos históricos y aún semi-legendarios a veces con grandes lagunas o
errores cronológicos. Los siguientes extractos han sido tomados del "Manuscrito
Beswicke-Royds", escrito, casi seguramente, en la primera mitad del siglo XVII. El
manuscrito consiste en cuatro hojas de pergamino de alrededor de seis pulgadas de
ancho cosidas de manera de formar, en conjunto, un rollo de seis pies con diez
pulgadas de largo. El manuscrito pertenece a la Biblioteca y Museo de la Gran Logia
Provincial de Lancashire (Eastern Division). Dicha parte histórica, con un relato sobre
las Siete Artes y Ciencias liberales como encabezado, pasa luego a relatar hechos de
personajes bíblicos y de la antigüedad. Es interesante señalar que las Siete Artes y
Ciencias, constituyendo el Trivium y el Quadrivium, es decir, el currículo normal de las
universidades medievales, son objeto de estudio y reflexión de la Masonería Simbólica
actual. El párrafo seleccionado, poniendo el énfasis sobre el rol de la Geometría, dice
así:

"... the ... seven liberal sciences be as it were all one science that
is to say Geometry for thus may a man prove that all the sciences in the
world be found by Geometry ... there is no man that worketh by any
Craft but he worketh by some measure and no man buys or sells but by
measure and weight and all is Geometry ..."

La historia propiamente dicha comienza con los hijos del bíblico Lamech: Jabal,
fundador de la Geometría; Jubal, fundador de la Música; Tubal Caín o Tubalcaín,
fundador de la metalurgia y la herrería, mientras que la hija fue la descubridora del
tejido. Ellos sabían que Dios tomaría venganza contra el mundo por sus pecados, pero
no podían determinar si lo haría bajo la forma de un diluvio o una conflagración por lo
tanto construyeron dos grandes Columnas, una de mármol, que no podría ser destruida
por el fuego, y otra de "latomus" (ladrillos), que no podría ser destruida por el agua (en
el texto, el copista invirtió el orden de los materiales pues el mármol, que no es dañado
por el agua, puede ser calcinado por el fuego y el ladrillo primitivo, que es endurecido
por el fuego, puede ser disuelto por el agua).
Este relato, semi-histórico y/o semi-legendario, fue tomado de la obra Polychronicon
que es una historia del mundo, escrita en el siglo XIV por el monje Ranulf Higden de
Chester quien, a su vez, la había tomado del historiador judío-romano Flavio Josefo
quien, también, la había tomado en préstamo del historiador griego Beroso (300 A.C.)
quien, se supone, había utilizado una leyenda sumeria de alrededor del año 1500 A.C.
por lo cual el tema de las dos Columnas posee una respetable antigüedad.

El relato continúa con el descubrimiento de las Columnas por el sabio Hermes


Trismegisto quien transmitió el secreto a la posterioridad, lo cual permitió que el Oficio
de la Masonería se constituyera durante la construcción de la Torre de Babel. El primer
deber (charge) de los Masones les fue impuesto por el rey de Babilonia a un grupo de
sesenta constructores enviados para ayudar a la construcción de la ciudad de Nínive.
 
Los Landmarks y los Old Charges            29  
Luego aparece el episodio de la emigración de Abraham y Sara a Egipto, donde el
patriarca enseñó las Siete Ciencias a los egipcios.

El siguiente episodio es la tentativa de construcción del Templo de Jerusalén por David


quien impuso Deberes a los Masones y les pagó sus salarios. Luego de la muerte de
David, el rey Salomón inició la construcción del Templo, por medio de Hiram Abif, hijo
del rey Hyram de Tiro y llamado "Aynon", siendo interesante el hecho y aparece en los
Antiguos Deberes con una ortografía muy variable; llama la atención que no aparece en
los relatos bíblicos referidos a la construcción del Templo. Otro curioso personaje que
figura en las diversas versiones de los Antiguos Deberes bajo ortografías diversas es
"Naymus Grecus" (named Grecus, es decir, llamado Grecus) y ha sido asimilado con
Pitágoras y con otros filósofos.

Más adelante, el relato menciona a Carlos Martel (689-741 D.C.) asimilándolo un poco
a su nieto Carlomagno, pues existe una tradición francesa del siglo XIII que afirma que
Carlos Martel fue un benefactor de los masones canteros (stonemasons).

Es necesario reconocer que la historia tradicional del Oficio de la Construcción que


relatan los Antiguos Deberes, en sus distintas versiones, abundan en errores históricos,
asimilaciones falsas y anacronismos.

De esta manera, con variantes de alguna importancia entre versión y versión, culmina la
parte histórica y en muchas de ellas, en este punto del manuscrito, aparece una
instrucción acerca del modo de tomar un juramento sobre la Biblia al recién iniciado.

La tercera parte está constituida por los Deberes, propiamente dichos, del Masón, es
decir, el meollo de la cuestión; estos Deberes difieren apreciablemente de las
Ordenanzas de los Gremios (Guild Ordinances), las cuales son susceptibles de un
estudio particular posterior.

El análisis de los Deberes enumerados en el "Manuscrito de Cooke" (1410 CIRCA)


muestra que fueron tomados de un original más antiguo que los que figuran en el
"Manuscrito Regius" (1390 CIRCA) y los expertos coinciden en señalar una
compilación -acompañada, tal vez, por una cierta depuración- hacia la mitad del siglo
XIV.

A título de ejemplo presentaremos “Los Deberes” que figuran en el "Manuscrito


Beswicke-Royds" :

"Aquí siguen los dignos y sagrados juramentos de los masones, es decir: Cada hombre
que es masón debe observar correctamente estos deberes; si usted se encuentra
culpable de alguno de ellos usted debe enmendarse nuevamente; especialmente
ustedes que han sido encargados observen muy bien de mantener estos Deberes pues
es un gran peligro para un hombre renegar de sí mismo sobre el Libro.

 
Los Landmarks y los Old Charges            30  
1. El primer deber es que usted será un hombre sincero con Dios y la santa
iglesia y no caerá en la herejía o en el error por su entendimiento o por las
enseñanzas de un hombre indiscreto.
2. También usted será un vasallo (liegeman) sincero con el rey sin traición o
falsía y si usted conoce alguna traición la enmendará si puede o si no avisará al
rey o a su consejo.
3. También serán sinceros unos con otros, es decir, con cada maestro y
compañero del Oficio de masonería que sean Masones autorizados y usted los
tratará a ellos como quisiera que ellos lo traten a usted.
4. Y también que cada masón mantenga el secreto de la Logia y de la cámara
verdaderamente y todo otro secreto que deba ser mantenido a la manera de la
masonería.
5. Y también que ningún masón sea un ladrón en la Compañía hasta tanto
usted lo sepa.
6. Y también que usted será sincero hacia el señor y el maestro a quienes sirve
y sinceramente mirará por su provecho y ventaja.
7. También que no hará ninguna villanía en la casa en la que el Oficio pueda
ser injuriado.

Estos son los Deberes Generales que todo masón debe cumplir, tanto maestros como
compañeros."

En el manuscrito figuran también otros Deberes particulares tanto para maestros como
para compañeros:

01. Primero que ningún maestro tome sobre sí ningún trabajo de un señor ni
ningún otro trabajo sino aquél que él sabe que es capaz de realizar
hábilmente de forma que el Oficio no caiga en descrédito y que el señor sea
servido verdaderamente.

02. También que ningún maestro tome un trabajo que no sea razonable de
manera que el señor pueda ser servido fielmente con sus propios bienes y
que el maestro viva honestamente y pague correctamente a sus
compañeros el salario en la forma que el Oficio lo requiere.

03. También que ningún maestro ni compañero suplantará a otro en su trabajo,


es decir que si han tomado un trabajo o están como maestros de trabajo de
un señor no los echará a menos que sea incapaz de habilidad para finalizar
el trabajo.

04. También que ningún maestro o compañero tomará un aprendiz para


autorizarlo a ser su aprendiz si no es por siete años, y que ese aprendiz
será apto de nacimiento y de miembros tal como debe ser.

05. También que ningún maestro o compañero de autorización para hacer


masones sin el consentimiento de sus compañeros, al menos cinco o seis.

 
Los Landmarks y los Old Charges            31  
06. Y también que aquél que va a ser hecho masón sea nacido libre de buen
linaje y no un vasallo y que tenga miembros derechos como debe tener un
hombre.

07. También que ningún maestro ponga la obra de un señor en tarea que se
acostumbraba a hacer por jornada (p. ej. no hay sustitución parcial de
trabajo por salario diario).

08. También que cada masón pague a sus compañeros lo que merezcan para
que no sea decepcionado por trabajadores falsos.

09. También que ningún compañero calumnie falsamente a otro a sus espaldas
para hacerle perder su buen nombre o bienes mundanos.

10. También que ningún compañero, dentro o fuera de la Logia, conteste a otro
despiadadamente sin causa razonable.

11. También que cada masón prefiera al más anciano y le tenga respeto.

12. También que ningún masón juegue a las cartas, azares o cualquier otro
juego ilegal donde puedan ser injuriados.

13. También que ningún masón use un lenguaje obsceno o caiga en la lujuria
de modo que el Oficio sea calumniado y que ningún compañero vaya a un
pueblo donde exista una Logia de masones sin un compañero que sirva de
testigo que se halla en honesta compañía.

14. También que cada Maestro y compañero debe ir a la Asamblea si está


dentro de las cincuenta millas y está advertido que debe permanecer hasta
la decisión de maestros y compañeros.

15. También que todo maestro y compañero si ha traspasado (ofendido) debe


esperar la decisión de maestros y compañeros para que se pongan de
acuerdo si no pueden ir ante la ley de los Comunes.
16. También que ningún masón construya moldes, escuadras o reglas para
ningún masón rústico (rough mason).
17. También que ningún masón coloque armazones, dentro o fuera de la Logia,
para tener bloques moldeados hechos con moldes construidos por él.

18. También que cada masón recibirá y cuidará de masones extranjeros cuando
lleguen al país y los pongan a trabajar según la costumbre, si se tienen
bloques moldeados en la obra se los pondrá a trabajar una quincena
(fortnight) como mínimo y se le pagará su jornal y si no hay bloques para
que coloque se lo asistirá con algún dinero para que pueda llegar a la Logia
más próxima y también que todo masón servirá honestamente al trabajo y
honestamente lo terminará si es a destajo o jornalero y recibirá su paga si lo
merece.
 
Los Landmarks y los Old Charges            32  
Estos Deberes que están aquí relatados y otros que pertenecen a la masonería los
observará fielmente con el mayor de su conocimiento.

Muy brevemente hemos descrito la estructura general de estos documentos


manuscritos genéricamente llamados Antiguos Deberes. Inmediatamente, se plantea la
pregunta: ¿cuál era la función de estos manuscritos dentro de las Logias? En el relato
histórico de los Antiguos Deberes se menciona al príncipe Edwin, hijo del rey Athelstan,
que había recolectado los escritos y los conocimientos del Oficio de los Masones en la
Asamblea que presidió en la ciudad de York; es un tanto dudoso que una copia de la
historia tradicional fuese leída "in extenso" al candidato en las iniciaciones pero lo que
parece suficientemente confirmado es que la posesión de una copia de los Antiguos
Deberes, por parte de una Logia, validaba o legitimaba la existencia de la misma
funcionando a la manera de una garantía de autenticidad.

Una copia del "Sloane" 3848 M. tiene una anotación en el reverso que indica que fue
terminada el 16 de Octubre de 1646 por un tal Edward Sankey.

Esta genealogía no pretende otra cosa que dar una idea de la riqueza y complejidad de
la familia de los Old Charges, que tendremos que explorar más a fondo en posteriores
estudios.

Damos entre tanto estas indicaciones sobre los manuscritos o familias de manuscritos
que aparecen en esa genealogía. El Regius está colocado a la cabeza a causa de su
antigüedad, más no se puede decir que los otros derivan de él. Este queda aparte.

Por el contrario, todos los otros manuscritos derivan más o menos directamente del
Cooke, al menos en lo que concierne a la historia legendaria del oficio: hemos visto en
efecto que el vasto fresco histórico introducido por el autor del Cooke II se encuentra
con dos variantes en todos los manuscritos posteriores. La familia Plot comporta en
particular el manuscrito William Watson que, de todos los manuscritos de los Old
Charges, es el más próximo al Cooke.

Es sin embargo del final del siglo XVII (1687): representa pues una transmisión
particularmente fiel de la tradición medieval. El nombre de la familia Plot es debido al
hecho de que el manuscrito (hoy en día desaparecido) que el Doctor Plot describe en
su Historia Natural de Staffordshire de 1686 pertenece a esta familia.

El manuscrito Tew es de la segunda mitad del siglo XVII. El original Tew mencionado
más arriba suponemos que es un eslabón entre éste y un antiguo manuscrito de la
familia Plot. El manuscrito Atcheson's Haven es de 1666 y es uno de los más antiguos
manuscritos de los Old Charges provenientes de Escocia. Como se sabe, los Old
Charges no aparecen en Escocia sino después de 1660.

La pequeña localidad de Atcheson's Haven es conocida por los archivos de su logia que
remonta a 1598 y contiene en particular un ejemplar de los Estatutos de Schaw.

 
Los Landmarks y los Old Charges            33  
El manuscrito Buchanan es de la segunda mitad del siglo XVII. El Beaumont es de
1690. El Portland es de la primera mitad del siglo XVII, y el Coleraine (o Bolt Coleraine)
es de 1728, lo cual ilustra la supervivencia de los Old Charges tras las Constituciones
de Anderson. La familia Roberts está formada por manuscritos de la segunda mitad del
siglo XVII, y de la primera mitad del siglo XVIII. Uno y otro fueron impresos en 1722. La
familia Sloane está subdividida en varias ramas (Thorp, Sloane, Hupe, Embleton). La
rama Sloane comprende el manuscrito de 1646 que parece ser está redactado en vista
de la recepción de Elias Ashmole. La familia Grand Lodge está igualmente muy
subdividida. Aunque bastante alejada del Cooke por su contenido, comprende los más
antiguos de los manuscritos post medievales (ms. Gran Lodge Nº 1, 1.583) mientras
que existen manuscritos mucho más recientes que son más fieles al Cooke, tal el
William Watson mencionado anteriormente.

Esto muestra que la diferenciación de la tradición manuscrita es antigua y se remonta


por lo menos al siglo XVI. La familia Spencer está sobre todo formada de manuscritos
tardíos (primera mitad del siglo XVIII).Como en el caso de la familia Roberts, se
encuentran impresos de 1728-29 y también de 1739.

Ya con esto me resta dejarles un anexo con los Antiguos Linderos o Principios Básicos
Constitutivos de la Francmasonería Universal aprobados en la Asamblea General de
Francmasones que se reunió en París en el año de 1523.

Las leyes no proclaman la Regularidad, sino al contrario,


Es la Regularidad la que sustenta la Legalidad de los Actos
Y de las Organizaciones Masónicas Universales.

 
Los Landmarks y los Old Charges            34  
ANEXO
Antiguos Linderos Principios básicos Constitutivos de la Francmasonería
Universal aprobados en la Asamblea General de Francmasones que se reunió en
París en el año de 1523.

De la Logia Francmasónica y de sus miembros.

1. Siete o más francmasones debidamente capacitados, reunidos bajo la


bóveda celeste, a cubierto de indiscreción profana, para discutir y resolver libremente,
por mayoría de votos, los asuntos que les interesen colectivamente, forman una logia
francmasónica, similar a las de la Masonería operativa.
2. Los trabajos en Logia se verifican durante las horas libres de ocupación de
los reunidos, y de preferencia entre el medio día y la media noche, bajo la dirección de
un Maestro Aprobado (presidente) y dos Celadores, también Aprobados
(vicepresidentes). Las reuniones se efectúan ante los útiles de trabajo conocidos,
colocados en el Ara del Medio en la forma acostumbrada, estando resguardada la
entrada al recinto de la reunión por un Guardián seguro y resuelto, y un Experto
retejador de los visitantes.
Todos los que desempeñan cargos son elegidos por mayoría de votos de los
francmasones reunidos, sea para una Asamblea o para un período determinado por
ellos.
3. Los francmasones reunidos en Logia, de acuerdo con las reglas y
costumbres conocidas desde tiempos muy antiguos, pueden, previa averiguación
respecto a los candidatos, iniciar a los profanos en los Misterios (Secretos) de la
Francmasonería y examinar a los Aprendices y Compañeros para elevarlos a los
grados de capacitación superiores inmediatos, tomando de ellos la promesa de fidelidad
en la forma acostumbrada, ante los útiles simbólicos del Trabajo y de la Ciencia y
comunicarles los signos, los toques y las palabras secretas de reconocimiento y de
socorro, universales entre los francmasones.
4. Es costumbre antigua, firme e inviolable, no admitir como francmasones a
sus enemigos naturales, que son: los clérigos de las religiones, los poseedores de
títulos y privilegios de las castas de la nobleza y los hombres que tienen convicciones
contrarias a los principios básicos de la Francmasonería, salvo en los casos de rebeldía
franca de éstos contra la ideología de los grupos mencionados.
5. No se admiten como francmasones los esclavos, los menores de edad y los
incapacitados física y mentalmente.
6. Unión, Solidaridad y Cooperación son los principios de organización interna
de la Francmasonería Universal.
7. La inclinación al estudio y trabajo, la vida y costumbres sanas y normales, el
comportamiento decoroso, el trato fraternal entre los asociados a la Francmasonería, la
preocupación constante por el progreso y bienestar del género humano y por su propia
perfección, son distintivas de un buen francmasón.
8. Para poseer los derechos completos del francmasón dentro de sus
agrupaciones y dentro del pueblo masónico en general, es indispensable e
imprescindible escalar los tres grados de capacitación de Aprendiz, de Compañero y de

 
Los Landmarks y los Old Charges            35  
Maestro, y conocer en esencia la Leyenda no alterada de la Masonería Antigua
respecto a la Construcción del Templo de Salomón; contribuir económicamente para el
sostenimiento de sus agrupaciones; asistir regularmente a los trabajos de Logia;
preocuparse por los hermanos enfermos, perseguidos o caídos en desgracia y por sus
familiares; ayudar a los hermanos viajeros y no abusar de la confianza de nadie.
9. Son derechos esenciales de un francmasón:
a) voz y voto en Logia y en la Asamblea General (Gran Logia) de los Maestros
Masones;
b) elegir y ser elegido para todos los cargos dentro de sus agrupaciones;
c) pedir la revisión de los acuerdos tomados en Logia ante la Asamblea General
de los Maestros Masones;
d) exigir en Logia la responsabilidad de los elegidos en el desempeño de sus
cargos;
e) pedir justicia francmasónica en casos de conflictos entre los asociados a las
Logias afines;
f) formar triángulos y estrellas para trabajar Masónicamente en los lugares
donde no es posible reunirse en Logia por razones de fuerza mayor;
g) disfrutar de socorro, ayuda y protección mutuas entre los francmasones;
h) visitar las logias ideológicamente afines y ocupar los puestos
correspondientes a su grado de capacitación, previa identificación de su calidad de
francmasón en la forma acostumbrada y segura, y
i) pedir el Certificado de Retiro de la Logia sin explicación de causas, estando
en pleno goce de sus derechos.
Son deberes primordiales de los francmasones, pugnar:
10. Por el reconocimiento del principio de la separación de la filosofía de la
teología.
11. Por la libertad de pensamiento y de investigación científica.
12. Por la aplicación del método científico experimental en la filosofía.
13. Por el intercambio de los conocimientos y de las prácticas entre los hombres
para el bien propio y de la humanidad.
14. Por la libertad de conciencia religiosa y la prohibición absoluta a los clérigos
de las religiones de inmiscuirse en asuntos políticos.
15. Por la abolición de los privilegios de las castas de la nobleza y del clero.
16. Por la prohibición de emplear a los esclavos en los oficios de los hombres
libres.
17. Por los derechos de los pueblos de gobernarse libremente, según sus leyes
y costumbres.
18. Por la abolición de los tribunales especiales de justicia del clero y de las
castas de la nobleza, y el establecimiento de los Tribunales comunes, de acuerdo con
las costumbres y leyes de los pueblos.
Otras disposiciones constitucionales:
19. Toda Logia Francmasónica es soberana, no puede inmiscuirse en los
asuntos internos de otras Logias, ni elevar a grados de capacitación superiores a los
aprendices y compañeros afiliados a otras Logias sin su conocimiento o la solicitud de
ellas.
20. Un pacto entre Logias significa la Cooperación y no la renunciación total o
parcial de su soberanía.
 
Los Landmarks y los Old Charges            36  
21. Siete o más Logias Francmasónicas de un territorio determinado pueden
formar una Federación (Gran Logia) y tres o más Federaciones pueden unirse en una
Confederación.
22. Para preservar intactos los principios de Unión, Solidaridad y Cooperación
no es recomendable la formación de dos Federaciones o Confederaciones sobre el
mismo territorio.
23. La Asamblea General de los Maestros Masones es la autoridad Suprema en
el territorio de una Federación, dicta las leyes, nombra y controla su Gobierno Federal y
elige a los representantes que forman parte de la Asamblea de la Confederación.
24. Todo francmasón capacitado, electo para un cargo o representación, es
responsable ante sus electores y puede ser destituido por ellos en cualquier momento.
25. Entre los francmasones y sus asociaciones no pueden existir diferencias
basadas en la distinción de razas, color o nacionalidad.
26. Los principios de Universalidad, Cosmopolitismo, Libertad (no esclavitud),
Igualdad (ante las posibilidades) y Fraternidad (como base de relaciones entre los
hombres) son las metas de la Francmasonería.
27. Como producto del pensamiento filosófico progresista, los preceptos
básicos de la Francmasonería son sagrados e inamovibles. Estos preceptos no pueden
estar en contraposición con los progresos de las Ciencias ni con las ideas avanzadas
de épocas posteriores, por lo tanto los francmasones no pueden tergiversarlos ni
omitirlos, sin perder su calidad de progresistas y de francmasones.

 
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