ENSAYO SOBRE EL LIBRO “NOSOTRAS QUE NOS QUEREMOS TANTO”

MARLENY LEON AGUILAR

FUNDACIÓN UNIVERSITARIA DEL ÁREA ANDINA

MADRE
BOGOTÁ
2019
 ENSAYO ANALITICO

NOSOTRAS QUE NOS QUEREMOS TANTO

Libro de Marcela Serrano, publicado en 1991.

Novela, ubicada geográficamente en Chile y temporalmente en la época de las dictaduras

que fueron la forma de gobierno reinante en el cono sur de América durante los 70s y los

80s y tiempo después, cuando la democracia vuelve al país. Encontramos a 4 mujeres

reunidas compartiendo historias y experiencias, cada una de ellas ofreciendo sus puntos de

vista acerca de la vida que han llevado desde sus vivencias y recuerdos, sus

arrepentimientos y triunfos, sus amores y sus resentimientos.

Los personajes centrales son:

Ana: quien “nos habla”, la narradora y cronista de la historia, profesora con un master,

madre de tres y abuela, conforme avanza el libro ella también cuenta su historia, centra el

espacio y en los primeros capítulos nos ambienta socialmente y nos cuenta anecdóticamente

como se conocieron y porque han decidido reunirse.

Isabel: Graduada en pedagogía y con un doctorado, casada y madre de cinco hijos, descrita

como dulce y agradable, sin falta de atractivo. Con un pasado difícil debido a la inutilidad y

más tarde alcoholismo de su madre lo que le llevo a asumir el rol de “cuidadora” de sus

hermanos representando para ellos la figura de equilibrio y responsabilidad que su madre

no ofrecía.
Sara: Ingeniera civil, independiente y activa, madre de una hija, de espíritu libre, poco

convencional y reaccionaria criada en un ambiente absolutamente femenino.

María: Periodista, de familia acomodada, criada mayormente por nanas y por cuna

convencida de la “bondad” de las clases sociales, liberada y amante del lujo y del buen

vivir. Sin hijos, adopta a su sobrina.

Estos personajes están acompañados por gran número de personajes secundarios, hijos,

hermanas padres, madres, esposos y amantes. Es interesante observar que los hombres solo

aparecen como proveedores o causantes de problemas, siempre desinteresados,

representados en la novela más como parte de la decoración que como recurso (se le da más

importancia a la situación política que a ellos). Entre estos personajes secundarios resaltan

las hermanas de María: Magda y Soledad, descritas en gran detalle así como sus historias

ocupando casi dos capítulos enteros relatándolas, tanto que es difícil distinguirlas de las

protagonistas en ciertas partes del libro, y no asumir que son parte del grupo de amigas ya

que cada una representa una faceta femenina que no figura en el grupo original.

Durante todos los relatos se refleja un aire costumbrista en la novela, la necesidad y deseo

de describir los espacios y las rutinas de los espacios en los cuales se desarrollan las

diferentes partes del libro, al asignarle un nombre a los sitios también se les asigna una

característica que los hace fácilmente reconocibles y diferentes de los demás, las cocinas

son descritas directamente pero cada una se asocia con algo que lo diferencia de las otras lo

cual le da un aire de recuerdo diferente.

El concepto de maternidad es también presentado de maneras diferentes, pero tiene como

centro el amor y confianza que ofrecen las madres a sus hijos, con el deseo de criarlos de
una manera apropiada. Isabel es una madre cariñosa, cuidadosa y ha ajustado su vida para

que sus hijos tengan siempre la atención y amor que merecen, esto sumado a sus

experiencias con su propia madre, a quien adoraba y excusaba presenta el normal deseo de

dar a sus hijos más de lo que ella recibió en su niñez, Ana es una madre tranquila, dispuesta

a escuchar y siempre al pendiente. Sara, en medio de sus conceptos sociales también

proyecta su amor como madre convirtiéndolo en parte de su vida, su deseo de luchar por su

causa esta relacionado con el futuro de su familia y las familias de otros, no es egoísta,

simplemente quiere mejorar el mundo. María, comprometida por una promesa está

dispuesta a hacer todo lo que sea necesario para cumplirla, no por obligación, realmente

quiere hacerlo.

Así mismo el manejo de los tiempos es bastante interesante, pues las líneas de tiempo se

cruzan de maneras inesperadas pero al mismo tiempo absorbente, aunque se describa una

situación pasada mantiene la atención enfocada en que es algo que sucedió, así sea descrito

en tiempo personal.

El libro, lejos de parecer un anecdotario, es muy rico en situaciones familiares que dan un

ambiente de identificación que hace fácil y atractiva su lectura, ninguno de los personajes

es difícil de imaginar y las descripciones aunque detalladas dejan lo suficiente a la

imaginación, esto sumado a los temas en los que se centran las historias hacen que el libro

se pueda disfrutar de una manera más emocional que practica.

Se representa el amor: desinteresado, condicional, libre, no correspondido, oculto,

incondicional. Y sus variantes: Filial, maternal, de pareja, etc. de manera fluida y a mi

modo de ver fácil de identificar con experiencias personales. Sin añadir ninguna dimensión
nueva al manejo de los sentimientos demuestra la profundidad que se puede alcanzar con

ellos.

La expresión femenina de la lucha por la individualidad y el deseo de reconciliación

consigo mismas que se ve en cada uno de los personajes ahonda en el concepto de auto

aceptación, no hay que demostrarle nada a nadie. Yo soy, de allí en adelante va lo que logre,

básicamente mis logros son míos, pero no son yo. Soy alguien que puede lograr algo, no

soy alguien por algo que logre.

También está el concepto de amistad, sin barreras, sin prejuicios, sin llegar a ser permisivo

y el modo como se construye, no es momentáneo, entre más se empeñe más profundo es.

Viene después el ambiente social de la novela, delimita con claridad las diferencias sociales

pero no profundiza en ellas, todas las amigas están acostumbradas a tener alguien que les

ayude sea nanas o criadas y casualmente están se presentan dispuestas a cumplir con el rol

asignado, pero nunca se ahonda en sus vidas o experiencias lo cual se puede ver como una

aceptación de la estructura social presente o simplemente una validación de creencias

propias de parte de la autora.

El final, es más “rosa” de lo que cabría esperar en relación con los relatos del libro, es el

final feliz para todas, en el cual todas logran un punto de satisfacción personal que se deja

ver en el libro como la ausencia de un agente liberador o de un complemento, en todos los

relatos se hace patente que algo no está en su sitio y es fácil asumir que es algo para llenar

una soledad interna, pero no es tan sencillo y es difícil de describir.

La novela es presentada como una expresión feminista, y a mí parecer, por el contrario es

un gran ejercicio literario, que no necesita esa etiqueta para lograr un valor creativo, es,
como pieza de lectura bastante digerible e interesante; quizá solo lleva esa etiqueta por lo

que los hombres que aparecen en ella no son realmente más que recursos durante los relatos

y no tienen ningún protagonismo real.

En conclusión es una novela agradable de leer, bien construida, bastante descriptiva y

envolvente, con un ritmo interesante. Nos presenta una vista centrada en la vida y

experiencias de la mujer desde diferentes puntos de vista (sociales, crianza, formación,

valores familiares) y logra mostrarnos la fuerza de los vínculos de la amistad, donde sin

importar las diferencias sociales y maneras de pensar o expresarse en la vida, se puede

contar con el apoyo incondicional de las amigas, dejando ver que son pequeñas cosas lo

esencial para lograr la felicidad y descubrir que las adversidades que vivieron alimentaron

su espíritu para poder enfrentar todo lo que vendría, y así llegar a ser las mujeres que son,

decididas y dispuestas a enfrentarse a lo que sea con tal de defender sus ideales y sus

familias, logrando con ello una lectura muy agradable.