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iba a responderle que eso era fieso que en este momento me
una característica de seres me- unen pocos lazos al mundo del
nos desarrollados, pero no alcan- cual soy producto. Lamento si mi
cé a hablar: el aullido de un lo- pregunta le molestó.
bo me trabó la mandíbula. —Sigamos hablando de los mu-
—¡Qué fue eso! lantes, joven amigo. Yo ya le ex
—Fue un lobo, no se asuste. puse una parte de mis ideas; aho
—Perdone, señor conde, pero ra me gustarla escuchar su punto
estoy bien seguro de que en Va- de vista.
lle de Bravo no hay lobos. —Le agradeceré que me dé un
—Es la mascota de Vera. A ve- poco más de vino.
ces se lamenta con un aullido, El conde vertió un chorro de
quizá porque extraña las frías ca- vino sobre mi copa, No pude evi
rtadas OM hs quo oí viento de lar la asociación do aquel hilo ro-
Transilvania pregona, ululando, jo con un pequeño río de sangre.
las hazañas de tantos y tantos hé- Di dos tragos seguidos y luego,
roes cuyo recuerdo hemos per- aclarándome la garganta, como si
dido. así pudiera despejarla del miedo,
Recordé entonces algunos pa- me lancé a argumentar lo si- ¿os organismos unicelulares son prácticamente Inmortales
sajes de la novela Drácula, espe- guiente:
cialmente aquellos en los que el —La información que yo poseo
autor describe cómo un wampyr acerca de lo que es la genética trate, pero en cada organismo se —Se lo explicaré mediante un
puede metamorfosearse en lobo. y cómo se rigen líjs fenómenos de cumple que el número de cromo- ejemplo: el nombre. Un ser hu-
—¿Quién es Vera, señor con- la herencia, n$ es abundante, pe- somas que hay en cada una de mano tiene en todas y cada una
de? ro sé que las mutaciones siguen sus células es el mismo, a excep- de sus células 46 cromosomas,
—Eso no le incumbe —me cor- ciertas reglas que, a decir verdad, ción de las células sexuales en con excepción de las células se-
tó de tajo—. Vera está al margen no puedo observar en su caso. los animales superiores. En cada xuales, en las que solamente hay
de nuestra conversación. Si quie- El conde se acercó a mí y, con gen..." 23 cromosomas. En esto se ad-
re, más tarde podrá charlar con una sonrisa diabólica enmarcan- —Aguarde, amigo mío: ¿a qué vierte aquello que solemos llamar
ella —añadió el conde junto con do sus afilados dientes, me hizo se refiere cuando habla de célu- "la sabiduría de la naturaleza".
una risotada que dibujó escenas la siguiente invitación: las independientes? —Expliqúese, j o v e n amigo
alucinantes en mi cerebro. —De acuerdo, joven amigo: ex- —¡vie refiero a los organismos —me dijo el conde, manifestando
—La atmósfera de este lugar plíquemelo usted a mí. unicelulares como bacterias y un interés que parecía verdadero.
me intimida, señor Tepes. Le con- —Correcto. Yo sé que los fe protozoarios. Y cuando digo que —Si cada célula humana nece-
nómenos de la herencia biológica una célula no es independiente, sita 46 cromosomas para regir su
dependen, en principio, de la in- me refiero a toda célula que para proceso de reproducción, las cé-
formación bioquímica que se en- vivir dependa de la actividad de lulas sexuales deben tener sola-
cuentra almacenada en las célu- células diferentes a ella, como es mente 23 para que al fundirse en
las sexuales de todo ser viviente. el caso de las células de nuestros una, cuando el espermatozoide
"En toda célula, sea indepen- (ejidos. fecunda al óvulo, la célula resul
diente o no, hay unos pequeños —Otra pregunta: ¿cuál es la tante, de la que surgirá un nuevo
órganos llamados cromosomas, diferencia de las células sexua- ser humano, tendrá 23 cromoso
que están formados por un cierto les con respecto a las demás? mas que aporta el padre y 23 que
número de unidades llamadas ge- Sentí que el conde conocía la aporta la madre, esto es, 46 ero
nes. El número de cromosomas respuesta y que, por lo tanto, es mosomas en total.
que hay en una célula varía se- taba tomándome el pelo, pero aún —Comprendo. Continúe, por
Cromosoma humano gún el animal o el vegetal nue se asi le respondí: favor.
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—Le decía que los cromoso- "Por ejemplo, imagine que se
mas están formados por genes y trata de un arreglo de letras. Di-
que en cada gen está almacena- gamos que tiene las letras, A, B,
da la información bioquímica que C y D. Bien, entonces suponga
determina una o varias caracte- que el arreglo ABCD puede ser,
rísticas del ser vivo al que perte- por ejemplo, 'pelo rubio'; el ACBD
nece dicho gen. Por ejemplo, en puede ser 'pelo negro'; y el ADBC,
un gen puede estar la información 'pelo rojo'. No es tan sencillo en
"pelo negro" en un hombre, o la realidad, pero puede darnos
bien "ojos rojos" en una mosca. una ¡dea."
U orejas puntiagudas en un —De acuerdo, joven amigo: las
vampiro humano, añadí mental- características físicas de un ser
monto. humano o cualquier otro ser vi
—Coi recto, poro ¿quó es eso vlonlo dependen de la informa
de "información"? —interrogó el ción que determina el dichoso áci-
contie. do desoxirribonucleico que se en-
—Los genes están formados cuentra en los genes, que a su
por esa sustancia que usted men- vez se encuentran en los cromo-
cionó hace un rato... somas, que a su vez están e¡i to
—¡Ah! ¡El ácido desoxirribonu- das las células, sean indepen-
cleico! —exclamó el conde ha- dientes o no lo sean, y lo que no
ciendo un gesto de fastidio. comprendo es qué rayos tiene que
—Precisamente. Y esta sustan- ver todo esto con las mutaciones.
cia puede presentar diferentes —Con calma y nos amanece-
arreglos químicos, siendo éstos mos —dije inocentemente sin
los que determinan la caracterís- sospechar que mis palabras asus- —¡Ojalá que eso' no suceda! y por ello se explica también que
tica que el gen representa. tarían al conde. —exclamó. los gatos son hijos de gatos y los
—Perdón... Olvidé que la luz so- hombres son hijos'de hombres.
lar lo daña... En fin, lo importante —Y los lobos son hijos de lo-
GRUPO V^fjy'gS'/rsW'-'VY' ^-^ *^«™*!l"'T''P15r**«; * ./(r ;!»• • r
es destacar que cuando una cé- bos —se escuchó la voz de Vera
COMPLETO Df. lula se reproduce, da origen, por desde la puerta. ,
CROMOSOMAS lo general, a otras células que Al volverme vi que la mujer es-
HUMANOS
contienen la misma información taba parada en el marco de la
en sus cromosomas, pues de he- puerta, y alcancé a distinguir de-
cho cuando una célula se divide trás de ella la cola gris de un lo-
í|:i||M:i||;;:igH| en dos, sus cromosomas se divi-
den asimismo en dos, de manera
que al final cada una de las dos
bo. Pero nunca llegué a ver al
lobo.
—No nos interrumpas, Vera,
I*? • V';lí""-" ""~v"'tifviyFifl If/:/^ ' '• "^•''•'ií'r**'*1^) F"!?' 'r' ' "' ' -i-'Tií células hijas tienen el mismo nú- por favor—le dijo el conde—. Ya
fís- ' 'Ú **** ^^.••*'^¿ ft•'-•'"'J* F^"f *áí''-''-Iw if'* "**'-Jt:1jt •
mero de cromosomas, idénticos te dije que nuestro huésped podrá
par con par. Y son los cromoso- platicar contigo más tarde.
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mas los que rigen todo el proce- Vera se alejó de la habitación,
•• •, so de la reproducción, a través de dejándome intrigado sobre el po
los genes, y por ello se explica sible dueño de la cola que yo ha-
• - que las células del hígado, por bía visto. Me estremecí de espan
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ejemplo, dan origen a células del to cuando se me ocurrió la idea
hígado y no a células cardiacas, de que la cola podía formar parte
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de Vera... al final de una meta po. Por ejemplo, el progenitor
morfosis. macho de ese lobo pudo tener
—Continúe, por favor—me dijo pelo negro en el lomo, en lugar
el conde—. Decía que los... de pelo gris, y el hijo manifestó
—Los lobos son hijos de lobos. pelo gris porque su progenitor
Me gusta el ejemplo. Verá, cuan- hembra tenía ese color, y esta ca-
do un lobo macho y un lobo hem- racterística predomina a nivel ge-
bra se aparean, cada uno contri- nético. Así que e\ lobo macho de
buye con una célula. El macho con nuestro ejemplo lleva en sus ero
un espermatozoide y la hembra mosomas toda la información que
con un óvulo. En la célula del regula sus características físicas
macho se encuentran los cromo- y toda la información sobre las do
somas on los que osla almacena- sus ancestros, aunque no las ma
da toda la información del animal. nifieste. Lo mismo sucede con la
Lo mismo sucede en los cromo- hembra.
somas de la célula de la hembra. —Vaya al grano, joven amigo,
En los genes de los cromosomas está agobiándome con tanta in
del macho está la información so- formación.
bre cada detalle físico del lobo: —En fin, el lobo macho partici
pelo blanco en el pecho, pelo gris pa con todo su "historial genéti-
en el lomo, ojos cafés, cuatro ex- co" y lo mismo sucede con la
tremidades, garras, colmillos, ore- hembra. El resultado del anarea
jas móviles, etcétera. Y se en- miento, al fecundar los esperma- Cromosomas gigantes (Drosoflla melanogaster) 'i
cuentra también la información de tozoides al óvulo, será una carna-
los ancestros de ese lobo, aunque da de lobitos que presentarán ca-
las de sus padres, abuelos, bis- en albino, su pelo seguirá siendo
éste no la manifieste en su cuer- racterísticas físicas similares a
abuelos o más allá, dependiendo gris, pero cuando se reproduzca
del historial genético. podrá tener hijos albinos. Ésa es
—Pero sigue sin mencionar las una mutación, y para que se ma-
mutaciones. Concluya de una vez nifieste será necesario tque el lo
—dijo el conde, y su nerviosismo bo se aparee coh una'loba que
me hizo acelerar mi discurso. haya sufrido exactamente la mis-
—Perdone si me extendí dema- ma mutación, esto es, que ésta
siado. Lo que quiero exponer es suceda en el mismo cromosoma,
lo siguiente: suponga que el lobo el .mismo gen y hacia el mismo
de nuestro ejemplo es sometido a arreglo ADCB. Entonces sí, dos
la acción de un mutágeno, ya sea lobos con los mismos genes inu-
una radiación o una sustancia quí- tados tendrán hijos albinos, pero
mica. Piense, por ejemplo, que a elios "no se les nota".
este lobo de pelo gris en el lomo "Con base en esto es que niego
tiene un gen con el arreglo ABCD, que usted pueda ser un mulante.
que significa, precisamente, "pelo Podría serlo si sus padres lo fue-
gris en e! lomo"; y por efecto del ron, pero no por sí mismo. En to
mutágeno, ese gen se cambia al do caso, una mutación en todas
arreglo ADCB, que significa "pe- sus células, como usted asegura
lo blanco en todo el cuerpo", esto que la tuvo, lo habría llevado a
es, albino. El lobo no se convierte un total colapsamiento de su or-
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ganismo y, por lo tanto, a la* —Hemoglobina y algunas otras
muerte." proteínas, agua, sales minerales, que, vampiro y todo, estoy sujeto
El conde me lanzó una mirada azúcares, grasas... Todo en cier- a las leyes de la física. Es más,
congeladora. tas proporciones que se dan de cuando me transformo en murcié-
—Lo que usted me dice es lo manera natural e idónea en el te lago o en lobo, sigo pesando los
más probable, pero no lo definiti- jido humano llamado sangre. Y a mismos noventa y cinco kilos que
vo. Mi caso es singular, mis célu- cambio de consumir semejante peso cuando soy hombre.
las mutaron hacia lo que usted alimento, que no me agrada del Traté de imaginar un murciéla-
llama independencia, esto es, re- todo, se lo confieso, poseo un po- go de 95 kilos. La idea me horro-
cuperaron la habilidad primitiva der envidiable. Además de vida rizó...
de las células: ser autónomas. eterna, poseo un control absoluto —¿Y la luz? ¿Por qué lo daña?
—No puede sor. Usted es un sobre todas y cada una de mis —Ésa es una historia aparte. No
organismo pluricelular, no una células, lo que me da la capaci lo tengo muy claro nún, pero creo
colonia de células. Cada uno de dad proteica de la transmutación. que hace tiempo mis células en-
sus tejidos depende de los otros. Puedo ser lobo o murciélago y traron en cierto tipo de simbiosis
—Se equivoca —dijo el conde hasta otras cosas que será mejor con algunos microorganismos que
en un tono de franco disgusto—. no mencionar... se activan con los rayos ultravio-
El único requisito para que yo vi- —Como neblina... —dije con un leta del Sol y tienden a descom-
va es que mis células vivan, y todo nudo en la garganta. poner la materia orgánica. Vaya,
lo que necesitan para vivir es ali —No, eso no. Lo de la neblina con el sol me pudro.
mentó... Un alimento especial fue un toque fantástico que el se Esta vez me dio risa, y la risa
•ítiV-M;.* &<i un KVV vjut» nu> oNi- flor SíoK¡?r nc-'uyó en su rcne'a me dio fuerza para hacer otra
yo a acariciarme el cuello. No puedo transmutarme a una for- pregunta:
—Ehhh... Ese alimento es... ma gaseosa porque mis molécu- —¿Y por qué convierte en vam-
ehhhh... las se disgregarían, y la verdad es piros a los que muerde?
—Eso es sencillo: les inoculo
mis cóiuias y estas se encargan
de alterar a todas las del orga-
nismo al que penetran. Lo vuel-
ven afín al mío. Digamos que mis
células son agentes mutágenos.
—Sólo una pregunta más, con-
de: ¿qué hay do la estaca en el
corazón? ¿Por qué lo aniquila?
El conde titubeó y no dio res-
puesta sino hasta pasados dos o
tres minutos.
—Digamos que ése es mi punto
verdaderamente débil. El secreto '
está en mi sangre. Pero no se lo
revelaré porque eso sería peligro-
so. La última vez que le expliqué
a alguien cómo puede destruirse
un organismo como el mío, un es-
túpido inglés, ese señor al que el
autor de Drácula llamó Jonathan
La hamoplobltin forma parte de los glóbulos rojos (eritrocitos) Harker, me plantó una puñalada Primeras dos divisiones de un óvulo fe-
que me redujo a polvo. Y créame: cundado
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es muy difícil regenerarse a par-
tir de polvo. Por culpa de ese im
bécil me perdí del periodo más
interesante de la guerra franco
prusiana, y por poco me pierdo
de estar en París para festejar la
llegada del año 1900. No, joven
amigo, no se lo diré.
—No entiendo bien. Se supone
que lo que lo aniquila es una es
taca en el corazón, pero ahora re
sulla que una puñalada lo puede
matar igualmente.
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—No es la estaca o el puñal,
joven amigo: es la manera. Pero
olvídelo, no. le daré más detalles.
Anoté texftjalmente las pala
bras del conde y luego, dando
por concluida la entrevista, me
dispuse a retirarme.
Vera
La polldactllla es un e/emp/o de mutación
—No me ofenda, amigo mío. La
noche es joven todavía. Tome un
ron vibrando en mi mente, como mo flotando en el aire, se apro-
poco más de vino —dijo el conde
un mandato irresistible. ximó a mí. Baste decir que cuan-
y llenó mi copa—, y luego vaya
Caminé hacia la puerta como do ella estuvo muy cerca, las ve-
a descansar. Como Vera nos in-
un autómata. Vera me tomó de la las se apagaron y el fuego se avi-
formó hace un rato: su dormitorio
mano y me condujo por escale- vó con tonos púrpuras y naran-
está listo.
ras y corredores laberínticos has- jas. El aire se llenó de un olor
Mi monto se Mono con la Ima-
ta que llegamos a un jardín al sulfuroso y perfumado a la vez.
gen de Vera. Ya podía verla apro- centro del cual había una peque- Vera se acercó más y más hasta
ximando sus colmillos a mi gar- ña rotonda. Más allá, semioculta que pude sentir su respiración.
ganta... por la vegetación y enmarcada Fue entonces cuando el fuego se
—¡Brrr! No, creo que regresaré por una bugambilia espesísima, extinguió como si el mismísimo
a la ciudad de México. Es buena oslaba la entrada a un saloncito demonio lo hubiera apagado. Una
hora. en el que había una mesa dis- oscuridad siniestra me rodeó.
No bien terminé de decir lo an- puesta para cenar. Vera me con- Recuerdo que mis dedos encon-
terior, cuando Vera apareció en dujo hasta el saloncito y, una vez traron cerca de mí la cámara fo-
la puerta. Parecía más bella y adentro, me invitó a sentarme tográfica y que instintivamente la
GENE MUTADO atractiva que antes. frente al fuego, que era, junto con levantaron. Con un último esfuer-
—Vera lo llevará a su dormito- las seis velas de un candelabro, zo de mi voluntad conseguí opri-
rio, joven amigo —me dijo el con la fuente luminosa. mir el disparador y la luz del flash
ALBINO
de y sus palabras se agruparon No rlesnríbiré t?»s escenas que inundó la habitación, iluminando
en un juego moibüso: su Uurrríi sucedieron a mi entrada al salón fugazmente el rostro de Vera... o
torio podía ser el de Vera, es de- y al momento en el que Vera, co- de aquello que dijo llamarse así.
cir, un ataúd; las palabras siguie-
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c jr.r. b.vcls -~¡ue marcaba el final
del callejón. No había palacete,
ni portón. Nada.
Me dijeron que había llegado al
dispensario gritando como pose-
so, cerca de la una de la madru-
gada. Me habían inyectado un
tranquilizante y con eso me pu
sieron en calma. Tuve que llenar
algunas formas, por cuestiones
legales, y luego fui libre para
mnrchormo.
Cuando llegué a mi casa, en la
ciudad de México, luego de cavi-
lar peligrosamente mientras con-
ducía por la carretera, estaba con-
vencido de que había pasado por
una alucinación de tan extraña
variedad que me conduciría, sin
duda, a consultar a un profesional
de la psicología. Pero horas des-
pués, cuando revelé e imprimí la
película de la cámara, cambié de A/o, no, no, sólo soy un ciervo raro
opinión. Ahí, en la última exposi-
ción, estaba la prueba que nece-
sitaba: el rostro del ser que dijo res, ¿verdad? Está fuera de toda
llamarse Vera. lógica suponer que un hombre se
No sé si me mordió o si no lo levante de su ataúd para chupar
hizo. Me siento bien, aunque des- la sangre a los vivos. De manera
de aquellos días he advertido que que tome como fantasía todo lo
me gusta cada vez más trabajar que el señor Vlad Tepes dijo en
por ¡a noche y descansar durante el toxto que acaba usted do leer.
el día. Tal vez estoy contaminado En cuanto a las palabras del re-
y tai vez ¡legare a ser afín ai con- portero... Bueno, ésas tienen un
de y a su séquito, pero suceda fundamento y son dignas de cré-
lo que suceda afirmo y afirmaré dito en todos los pasajes donde
Nocturno —¿Adonde va, señor? ¡Todavía quo no se trata de una mutación. sé relacionan con las mutaciones
está débil! Por cierto, si a usted le interesa biológicas.
Desperté en una cama dol dis —La casa... El conde... Vera... obtener más información acerca Pero ya que estamos encarrila-
pensarlo de la localidad. Estaba • Yo... —no podía explicar mis pen- de este tema, puede visitarme en dos, hablemos un poco más acer-
solo. Al incorporarme noté que samientos, las palabras se rne mi domicilio, sito en el número ca de leyendas sobre vampiros.
mis ropas y mi equipo estaban • enredaban en la garganta. GG6 de la calle... Y antes que otra cosa suceda, le
cerca de la cama. Me vestí a toda . No hice caso de las recomen aclararé que la referencia del co-
prisa, tomé mis cosas y busqué la daqiones de la religiosa y salí co Nota para el lector mienzo es real. El señor Rafael
salida. En la puerta me topé con rriendo. No paré hasta llegar al Robles escribió, en febrero de
una religiosa que intentó detener Callejón de la Culebra y... nada. Usted y yo no creemos en vam- 1973, un ensayo sobre Drácula
me. Mi auto estaba estacionado fronte piros ni en otras criaturas simila- en el cine (Revista Caballero, No.
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72; año 7 [México, 1973]). Tam- virtiera en vampiro debía suceder rico feudo. Era muy rico y se dis- Luego que bebió la sangre de
bién es verdadera la referencia que uno de estos seres la desan- tinguía por ser caritativo. Estaba su primera victima—su esposa—,
de la novela Drácula, que fue pu- grara hasta matarla. Según las casado con una hermosa mujer el príncipe invocó al demonio y
blicada en 1897 por el irlandés versiones más conocidas, este que a la postre fue la causa de éste apareció para decirle: "Ya
Bram Stoker (1847-1937). Existen desangramiento no se producía su desgracia: lo engañó con otro que escogiste la 'sangre humana
varias traducciones al castellano. de una sola vez, sino que la víc hombre. como alimento, con ella te nutri-
Se la recomendamos, la disfru- tima era atacada una y otra vez, Una noche la esposa del prln rás. Tendrás vida eterna en tanto
tará. en noches diferentes, hasta que cipe dio a éste un soporífero y, alguien no sepulte en tu pecho
Y ahora sí, hablando de vam- moría. Tres días después del se- mientras él dormía profundamen una estaca de madera. Reposa
piros, le diremos que la leyenda pelio, ni maleficio se consumaba te, olla lo oncerró en los cala ras de día y vivirás de noche,
sobre estos seres se originó en y ya había otro vampiro en la bozos subterráneos del castillo. como corresponde a todo lo malo
oí llbol lineo unofi dos mil nñoa. llorín. í>ln ombnrgo, nlcjunnri fono Cunruio ni pilncipo donporló, so do oslo mundo. Y ni flnnl vondrAn
Se hablaba de espectros que tes hablan de vampiros que sur- dio cuenta de que era prisionero a mi para recibir tu castigo".
abandonaban sus tumbas para gían de pactos con el demonio o y que jamás saldría de aquel lu- Según esta leyenda aquel prin
desperdigar el mal de los muer- bien de actos sacrilegos como gar, pues no había manera de que cipe desdichado fue el primer
tos vivos. Este mito pasó a Euro- suicidarse en una iglesia. alguien escuchara sus gritos ni nosferatu europeo.
pa hacia el año 1000 de Nuestra En cuanto a los verdaderos existia una forma de escapar. En cuanto a Drácula, la historia
Era y encontró aposento en las nosferatu, es decir, los primeros Durante meses vivió gracias a dice que existió en Transilvania
mentes superticiosas de los al- vampiros, hay diferentes leyendas. las ratas que capturaba y devo un señor feudal llamado Vlad
deanos europeos, que lo adorna- La que nos parece más intere- raba. Y un día, desesperado, olvi- Tepes, que se distinguió por su
ron con sus propios mitos y le- sante es la siguiente: dó toda su cristiana naturaleza e crueldad. Masacró a millares de
yendas. Hubo en Transilvania un nobie invocó s: asrnor¡;o clamando ven- personas, valiéndose, sobre todo,
Para que una persona se con- guerrero, señor de un enorme y ganza. El demonio acudió al lla- de su método de ejecución favo
mado y liberó al príncipe; le con- rito: el empalamiento. De ahí que
cedió la venganza a cambio de el populacho le pusiera el sobre-
su alma. nombre de Drácula, "el empala-
Lo primero que hizo el príncipe dor". Y cuando murió, la gente
fue ir hasta la habitación de su asaltó su cripta para ultrajar su
esposa. Ella e s t a b a reposando cadáver, pero no lo encontraron
cuando él entró y todavía tuvo el ahí, por lo que supusieron que
dfiscaro de fingir que le daba gus- aquel señor no era sino un muer
to verlo, pero en realidad esto to-vivo o nosferatu.
era un ardid, porque cuando él la Pero nosotros no creemos en
abrazó, ella le clavó un puñal. los vampiros, ¿verdad, estimado
Cuál no sería la sorpresa de la lector? Aunque, por si las dudas,
mujer al ver que el puñal no era por si alguna vez un gigantesco
eficaz. En ese momento el prin- murciélago aletea cerca de su
cipe, lleno de ira, se dispuso a ventana, tenga a la mano un buen
dar muerte a su esposa, y coin- manojo de ajos. Y por lo que más
cidió entonces que llegara a su quiera, no lo invite a pasar. Dul
mente el recuerdo de sus días en ees sueños.
el calabozo, especialmente el de
las ratas de las que se alimentara.
Sintió entonces un dolor intenso
on las encías: sus caninos ere
cieron hasta convertirse en filo-
sos y largos colmillos.
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