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ORAR PARA SER ESCUCHADO POR DIOS.

Edwin H Castro C
18/09/2018

En la parábola del amigo importunado, Lucas 11: 5-13 El Señor nos muestra que si le buscamos, Él
está dispuesto a escucharnos y darnos lo que pidamos.
9 Y yo os digo: Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá,
10 porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá.
11 ¿Y qué padre de vosotros, si su hijo le pide pan, le dará una piedra? ¿O si le pide pescado, en
lugar de pescado, le dará una serpiente?
12 O, si le pide un huevo, ¿le dará un escorpión?
13 Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro
Padre Celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan?
La oración es la comunicación reverente con Dios la cual la persona da gracias y pide bendiciones. La
oración se dirige a nuestro Padre Celestial en el nombre de Jesucristo y puede hacerse en voz alta o
en silencio.
El objetivo de la oración no es cambiar la voluntad de Dios, sino obtener para nosotros y para otras
personas las bendiciones que Dios esté dispuesto a otorgarnos, pero que debemos solicitar a fin que
de recibirlas.
En el mismo capítulo 11 de Lucas versículos 1 al 4, El Salvador enseña la forma de orar dirigiéndonos
al Padre Celestial.
La oración es esencial para nuestro desarrollo y protección espiritual, no es lo mismo hacer una
oración a realizar una sincera oración, practicando el principio del Evangelio de pedir con Fe, no
siempre lo que sabemos se refleja en nuestras acciones, pero podemos mejorar a medida que
ejerzamos la fe en nuestras oraciones personales y familiares.
1. Pedir con Fe y actuar.

Un ejemplo de pedir con Fe, nos lo enseña el profeta Jose Smith y la primera visión. Cuando el
joven José deseaba saber la verdad acerca de la religión, leyó los siguientes versículos del
primer capítulo de Santiago:
“Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos
abundantemente y sin reproche, y le será dada.
“Pero pida con fe, no dudando nada” (Santiago 1:5–6).
El requisito de pedir con fe, significa la necesidad no sólo de expresar, sino de hacer; la doble
obligación de suplicar y de ejecutar; el requisito de comunicar y de actuar.

La verdadera fe se centrada en el Señor Jesucristo y siempre conduce a obras rectas. El


profeta José Smith enseñó que “la fe es el primer principio de la religión revelada y el
fundamento de toda rectitud” y que también es “el principio de acción en todos los seres
racionales” (Lectures On Faith, 1985, pág. 1). La acción por sí sola no es fe en el Salvador,
sino que actuar de acuerdo con principios correctos es el componente central de la fe. Por
tanto, “la fe sin obras es muerta” (Santiago 2:20).

2. Después de la prueba de nuestra fe


https://www.lds.org/liahona/2008/05/ask-in-faith?lang=spa

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ORAR PARA SER ESCUCHADO POR DIOS.
Edwin H Castro C
18/09/2018

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