La situación económica y social durante la posguerra
Durante la segunda guerra mundial, entre las décadas de
1950 y 1970, algunos países experimentaron un crecimiento nunca antes visto en la economía. Entre ellos, Estados Unidos se perfilo como líder, su territorio – a diferencia del de las naciones europeas – no fue dañado por la guerra en infraestructura urbana ni industrial, lo que le permitió potenciar el desarrollo de los sectores primarios de producción como la agricultura y la industria. Por otro lado, la producción de armamento bélico que generó este país surgió en curso aún llegada la paz, esta vez estimulada por la Guerra Fría y la guerra de Corea. Asimismo, la producción siguió aumentando y demandando los nuevos productos de consumo y de tecnología que comenzaban a ofrecerse. Se utilizaba el dinero ahorrado en los años austeros que vivieron mientras duró la guerra y mas tarde aprovecharon la tendencia de aumentos salariales del periodo, destacándose en este sentido la proliferante clase media.
Estados Unidos expandió su economía a través de empresas
transnacionales que comenzaron a operar en distintos países de acuerdo a los intereses de corporaciones norteamericanas. Estas nuevas empresas movilizaron la industria, el consumó y el trabajo en sectores que se habían visto afectados por la guerra. Destacan aquellas dedicadas a la minería e hidrocarburos como el petróleo, corporaciones bancarias, farmacéuticas, automotriz y otras mas diversas como las de consumo masivo entre ellas McDonald's y Coca-Cola.
La inversión y la facilidad de crédito son otro eje que explica la
prosperidad económica de la posguerra. Para la Europa destruida, Estados Unidos proporcionó un plan de ayuda monetaria: el Plan Marshall que a través de una serie de medidas, se benefició el supercapitalismo norteamericano, ya que aumentó sus posibilidades y sus ansias de monopolizar todo. En 1948, a fin de administrar los recursos obtenidos de parte de estados unidos, algunos de los países europeos se agruparon en la Organización Europea para la Cooperación Económica (OECE), predecesora de la actual OCDE. Al recuperar su industria, la sociedad europea estimulo la demanda de bienes de consumo y del estilo de vida norteamericano que se vislumbraba a través de la industria cinematográfica y la televisión. Estos factores permitieron que el escenario de prosperidad se asentara más allá de las fronteras estadounidenses. Tanto en el caso norteamericano como en el europeo, la estimulación de la industria, así como el desarrollo de las transnacionales jugaron un rol importante en la bonanza económica, pero no debe desestimarse el papel del consumo en esta ecuación.
Una vez que la prosperidad económica comenzó a
establecerse, la sociedad comenzó a demandar mayores garantías económicas tanto a la industria como al Estado. Principalmente en Europa, los estados intervinieron regulando legislativamente aspectos laborales como sueldos mínimos, seguros y otros derechos para los trabajadores.
Pero los Estados además invirtieron sus recursos en
beneficios para sus ciudadanos. De este modo la salud, la educación, la vivienda y otros, recibieron subvención de parte de los gobiernos o se crearon organismos que satisficieron estas necesidades aceptándolas ahora como derechos.
El estado comenzó a intervenir en la economía para velar por
el bienestar de los sujetos. La prosperidad económica y el Estado de bienestar tuvieron auge y expansión entre los años 1945 y 1973 correspondido con el fin de la segunda guerra mundial la crisis del petróleo respectivamente.