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Conservación
de Cactus Cubanos
Jardín Botánico Nacional, Universidad de La Habana,
23 al 25 de marzo del 2005
Editado por:
Luis R. González-Torres, Alejandro Palmarola, Alicia Rodríguez
Auspiciado por
el Jardín Botánico Nacional y la Red Nacional de Jardines Botánicos
Con el apoyo de
Edición: Luis R. González-Torres, Alejandro Palmarola, Alicia Rodríguez
ISBN: 959-250-212-9
Lista de los cactus nativos y naturalizados de Cuba . Alicia Conservación de Melocactus actinacanthus. Luis R.
Rodríguez Fuentes ................................................................. 1 González-Torres, Jesús Matos, Alejandro Palmarola, Fabiola
Areces, Alberto Torres, Reynaldo Mederos, Arlen
Principales características e importancia de las colecciones Izquierdo...............................................................................59
vivas para la conservación de plantas silvestres. Julio C.
Lazcano Lara ..........................................................................7 Manejo ex situ de Melocactus actinacanthus. Jesús Matos,
Luis R. González-Torres, Alejandro Palmarola, Fabiola
Algunas consideraciones sobre el manejo de cactáceas Areces, Reynaldo Mederos, Alberto Torres, Domingo
endémicas. Jesús Matos Mederos...............................11 Ballate...................................................................................63
Etnobotánica de cactáceas en Cuba. Victor R. Fuentes El Melocactus de Agabama, una especie bandera para la edu-
Fiallo.....................................................................................15 cación ambiental en la comunidad de Revacadero, Villa Clara.
Arlen Izquierdo, Jesús Matos, Luis R. González -Torres,
Consolea millspaughii. Julio C. Rifá Téllez, Rafael Risco Alejandro Palmarola, Alberto Torres, Reynaldo
Villalobos, Isidro E. Méndez Santos, Beymer Aguilera.......25 Mederos................................................................................67
Consolea nashii subsp. gibarensis. Pedro González Gutiérrez, Manejo de Pilosocereus sp., un cactus en peligro de Villa
Omar Leyva Bermúdez, Wilder Carmenate Reyes, Al Raydon Clara. Jesús Matos, Reynaldo Mederos................................71
Almaguer Rosabal............................................................27
El Cactus Enano de Holguín (Escobaria cubensis). Omar
Cylindropuntia hystrix. Jorge E. Gutiérrez Amaro..............29 Leyva, Luis Rodríguez, Ernesto Mastrapa, Alejandro J.
Fernández, Wilder Carmenate, Pedro A. González...............75
Harrisia eriophora. Amalia Enríquez Rodríguez, Lenia
Robledo Ortega, Ricardo Cruz Nardo, Wendy Ramírez Características ecológicas y poblacionales de Melocactus
Suárez, Ainel GonzálezRobledo.........................................31 nagyii y M. evae en Cuba. Eddy Martínez, Orlando J. Reyes,
Nicasio Viña, Leopoldo Viña, Osvaldo Pacheco, Felix Acosta,
Harrisia taetra. Lisbet González Oliva, Armando Urquiola Hector Ferret.........................................................................79
Cruz......................................................................................33
Apuntes para la historia de un botánico cubano: Johannes
Leptocereus assurgens. Armando Urquiola Cruz, Lisbet Bisse. Su relación con la familia Cactaceae. Lutgarda
González Oliva.....................................................................35 González Géigel....................................................................85
Leptocereus carinatus. Rafael Risco Villalobos, Julio César Estado actual de las cactáceas de la costa norte de Matanzas.
Rifa Téllez, Isidro E. Méndez Santos...................................37 Amalia Enríquez, Lenia Robledo, Wendy Ramírez..............89
Leptocereus ekmanii. Armando Urquiola, Lisbet González La familia Cactaceae en la provincia Sancti Spíritus. Abel
Oliva.....................................................................................39 Hernández, Sol Piedad Toledo, Juan A. Martí, Luis N.
Hondal, Víctor M. García.....................................................95
Leptocereus prostatus. Armando Urquiola Cruz, Lisbet
González Oliva.....................................................................41 Cactáceas amenazadas de la provincia de Camagüey, Cuba.
Julio C. Rifá, Isidro E. Méndez, Rafael A..........................101
Leptocereus wrightii. Jorge E. Gutiérrez Amaro..................43
Las cactáceas cubanas de la provincia de Holguín. Omar
Melocactus evae. Eddy Martínez Quesada..........................45 Leyva, Pedro A. González, Ernesto Mastrapa....................107
i
Julio Ismael Martínez Rafael Risco Villalobos
Jardín Botánico Nacional, Universidad de La Habana, Universidad Pedagógica José Martí, Camagüey,
Carr. "El Rocío" km 3.5, Calabazar, Boyeros, C. Cuba. riscovillalobos@yahoo.es
Habana. Cuba. CP 19230. hajb@ceniai.inf.cu
Lenia Robledo Ortega
Eddy Martínez Quesada Jardín Botánico de Matanzas, Universidad de
Centro de Investigaciones del Medio Ambiente de Matanzas “Camilo Cienfuegos”, Carr. a Varadero km
Camagüey (CIMAC), CITMA, Camagüey, Cuba. 3.5, Matanzas, Cuba. lenia.robledo@umcc.cu
eddy@cimac.cmw.inf.cu
Alicia Rodríguez Fuentes
Jesús Matos Mederos Jardín Botánico Nacional, Universidad de La Habana,
Empresa Nacional para la Protección de la Flora y la Carr. "El Rocío" km 3.5, Calabazar, Boyeros, C.
Fauna, Unidad Administrativa Cubanacán, Villa Habana. Cuba. CP 19230. guipad@infomed.sld.cu
Clara, Cuba. jesusmatos@medscape.com
Nigel Taylor
Clemente Mazorra Nuñez Royal Botanic Gardens, Kew. Richmond, Surrey TW9
Jardín Botánico Nacional, Universidad de La Habana, 3AB, UK. n.taylor@rgbkew.org.uk
Carr. "El Rocío" km 3.5, Calabazar, Boyeros, C.
Habana. Cuba. CP 19230. hajb@ceniai.inf.cu Sol Piedad Toledo Reina
Jardín Botánico de Sancti Spíritus. Calle Frank País
Grecia Montalvo final. Sancti Spíritus, Cuba. jbsscitma@yayabo.inf.cu
Reserva Florística Manejada "Sabanas de Santa
Clara", Santa Clara, Villa Clara, Cuba. Alberto Torres Bilbao
ffaunavc@enet.cu Reserva Florística Manejada "Sabanas de Santa
Clara", Santa Clara, Villa Clara, Cuba.
Ramona Oviedo Prieto albertotorre@medscape.com
Instituto de Ecología y Sistemática, Carr. de Varona
km3.5, Capdevilla, Boyeros, C. Habana, Cuba.
Idelfonso Silva Pérez
botanica.ies@ama.cu
Jardín Botánico Nacional, Universidad de La Habana,
Alejandro Palamarola Bejerano Carr. "El Rocío" km 3.5, Calabazar, Boyeros, C.
Jardín Botánico Nacional, Universidad de La Habana, Habana. Cuba. CP 19230. hajb@ceniai.inf.cu
Carr. "El Rocío" km 3.5, Calabazar, Boyeros, C.
Habana. Cuba. CP 19230. palmarola@yahoo.com Rodolfo Sosa Diaz
Calle Goos # 109 e/ Estrada Palma y Pasaje Sur,
Lourdes Pérez Montesinos Santo Suarez, 10 de Octubre, C. Habana, Cuba.
Jardín Botánico Nacional, Universidad de La Habana,
Carr. "El Rocío" km 3.5, Calabazar, Boyeros, C.
Habana. Cuba. CP 19230. hajb@ceniai.inf.cu
Elisa Quiala
Instituto de Biotecnología de Las Plantas. Universidad
Central "Marta Abreu" de Las Villas, Villa Clara,
Cuba. elisa@ibp.uclv.edu.cu
ii
Prefacio Agradecimientos
El Taller “Conservación de Cactus Cubanos” tuvo lugar El equipo del proyecto “Conservación de Melocactus
en marzo del 2005 en el Jardín Botánico Nacional de la actinacanthus” desean agradecer a los participantes en
Universidad de La Habana. La presente publicación el Taller por su entusiasmo, al Grupo de Especialistas
incluye las contribuciones de los participantes en el de Plantas Cubanas (SSC/IUCN) por su asesoría, al
taller con resúmenes en español e inglés. Jardín Botánico Nacional de la Universidad de La
Habana y a la Red Nacional de Jardines Botánicos por
La familia Cactaceae, con alrededor de 50 especies en su auspicio y a la Sociedad Británica de Cactus y
Cuba, no escapa a los efectos que las actividades Suculentas, al Programa de Conservación de BP y a
agropecuarias, forestales, turísticas y mineras, impres- IdeaWild por su patrocinio.
cindibles para el desarrollo del país, ocasionan a los
ecosistemas naturales. Este grupo además, se ve par- Todos los participantes en el Taller desean agradecer al
ticularmente afectado por la sobreexplotación y la colectivo del Jardín Botánico Nacional de la
invasión de especies exóticas. A lo largo del país exis- Universidad de La Habana y en especial a su directora
ten varios grupos trabajando en función de la conser- Ángela T. Leiva Sánchez por acoger el evento.
vación de estas plantas, sin embargo, por diversas
razones las experiencias particulares no llegan a
difundirse.
Los editores
iii
Palabras de bienvenida al Taller
“Consevación de Cactus Cubanos”
Ángela T. Leiva Sánchez
A nivel mundial, un total de 8 321 especies de plantas La familia Cactácea en Cuba, está representada por
están amenazadas, que representan el 70% de las unas 40 especies aproximadamente, aunque nuevos ha-
especies analizadas (11 824 especies). Este último dato llazgos taxonómicos hacen variar notablemente esa
representa solamente el 4% del total de las 287 665 cifra. Dos géneros, Melocactus y Leptocereus tienen en
especies vegetales descritas actualmente para la ciencia. Cuba un centro de diversificación.
Es decir, que sólo conocemos la punta del iceberg.
Algunas de las especies cubanas han sido esquilmadas
Asímismo, vemos que los grupos mejor evaluados son en sus poblaciones, como es el caso de Melocactus
las Coníferas (25%) y las Cícadas (52 %) pero sólo matanzanus, M. actinacanthus y Escobaria cubensis.
estamos hablando de 618 y 288 especies respectiva-
mente. De las Cactáceas, sin embargo, no existe una Este Taller, que comenzará precisamente con un ejerci-
evaluación completa del estado de conservación de sus cio de evaluación para la asignación de categorías de
especies. amenaza a un grupo de especies de Cactáceas, de
seguro aportará importantes informaciones para tener
La destrucción y degradación de los hábitats naturales en cuenta por el Grupo de Especialistas de Plantas
es la principal causa de extinción de las especies. Se ha Cubanas de UICN/SSC.
perdido el 40% de los hábitats, mayormente los
bosques, y la velocidad de pérdida anual es alarmante: El intercambio de experiencias y conocimientos en los
casi 15 millones de hectáreas anuales. Esto ha conlleva- próximos días, sin lugar a dudas que nos permitirá
do a que existan 86 especies conocidas de plantas extin- avanzar en el conocimiento y la conservación de esas
tas, de ellas 24 extintas en la naturaleza. No se cuentan importantes y perseguidas plantas: los cactus.
las que nunca fueron conocidas y desaparecieron antes
de ser descubiertas, que tal vez se cuenten por cen- Muchas gracias.
tenares.
iv
Lista de los cactus nativos y naturalizados
de Cuba
Alicia Rodríguez Fuentes
La familia Cactaceae, aunque no tiene muchos repre- Consolea macracantha (Griseb.) A. Berger
sentantes en Cuba, presenta aun problemas taxonómi-
cos a la hora de delimitar las especies como consecuen- Sinónimos: Opuntia macracantha Griseb.; Opuntia tri-
cia de la gran variabilidad existente entre poblaciones acantha Griseb. no Sweet
de diferentes regiones.
Distribución: costa sur de Santiago de Cuba y
La alta variabilidad interregional es un fenómeno Guantánamo. Endémica.
común en muchos taxones de la flora de Cuba (Borhidi,
1996) que se evidencia muy bien en los géneros de cac- Consolea millspaughii (Britton) A. Berger
tus Leptocereus y Melocactus.
Sinónimos: Opuntia millspaughii Britton
Desafortunadamente, los estudios llevados a cabo hasta
el momento no han permitido esclarecer bien el estado Distribución: Bahama y norte de la mitad oriental de
taxonómico de esta familia en Cuba. En este trabajo se Cuba, incluyendo los cayos.
brinda una lista preliminar de las especies de cactus
nativas y naturalizas de Cuba.
1
Consolea nashii subsp. gibarensis Areces Escobaria cubensis (Britton & Rose) Hunt
Distribución: costa norte de Holguín y las Tunas. Sinónimos: Coryphantha cubensis Britton & Rose;
Neobesseya cubensis (Britton & Rose) Hester;
Cylindropuntia hystrix (Griseb.) Areces (fig. 1) Neolloydia cubensis (Britton & Rose) Backeb.
Distribución: costa sur de Guantánamo, restringida a Distribución: elevaciones cársicas en Pinar del Río.
los alrededores de la base naval. Endémica. Endémica.
2
Hylocereus undatus (Haw.) Britton & Rose Leptocereus maxonii Britton & Rose
Sinónimos: Cereus undatus Haw.; Cereus tricostatus Distribución: costa de Oriente. Endémica.
Gosselin; Hylocereus tricostatus Britton & Rose;
Hylocereus triangularis Roig, no Britton & Rose; Leptocereus prostatus Britton & Rose
Hylocereus cubensis Britton & Rose.
Distribución: Mogotes de Sumidero, Pinar del Río.
Distribución: cultivado y naturalizado, cerca de pobla- Endémica.
dos y ciudades de todo el país.
Leptocereus santamarinae Areces
Leptocereus arboreus Britton & Rose
Distribución: cayos y costa norte de Camagüey, Las
Distribución: costa sur de Cienfuegos y Sancti Spíritus. Tunas y Holguín (Areces, 1992). Endémica.
Endémica.
Leptocereus scopulophilus Areces (fig. 4)
Leptocereus assurgens (Wr. ex Griseb.) Britton & Rose
Distribución: alturas cársicas del este de La Habana.
Sinónimos: Cereus assurgens Wr. ex Griseb. Endémica.
3
Mammillaria prolifera subsp. haitiensis (Schumman) Melocactus actinacanthus Areces
Hunt (fig. 5)
Distribución: Sierra Alta de Agabama, Villa Clara.
Distribución: Cuba y La Española. Endémica.
Distribución: costa sur de Oriente. Endémica. Fig. 7. M. harlowii, en la costa sur de Oriente (foto: K.
Zoglauer).
4
Melocactus perezassoi Areces Pilosocereus robinii (Lem.) Byles & Rowley
Distribución: norte de Guamuhaya, Villa Clara. Sinónimos: Cephalocereus robinii (Lem.) Britton &
Endémica. Rose; Cephalocereus bakeri Britton & Rose;
Cephalocereus royeni armatus Griseb. & al., no Pfeiff.
Melocactus radoczii Mészáros
Distribución: vegetación costera de Habana, Matanzas
Distribución: Sierra de Baracoa, Guantánamo. y Santa Clara. Endémica.
Endémica.
Pilosocereus millspaughii (Britton) Knuth
Nopalea cochenillifera (L.) Salm-Dyck
Sinónimos: Cephalocereus millspaughii Britton
Sinónimos: Opuntia cochenillifera (L.) Mill.; Cactus
cochenillifer L. Distribución: cayos al norte de Camagüey, Cuba y
Bahamas.
Distribución: muy cultivada en toda Cuba como orna-
mental y espontánea en algunas regiones del occidente Pilosocereus brooksianus (Vaupel) Byles & Rowley
del país. Ampliamente cultiva en las zonas tropicales
del mundo (Anderson, 2000). Sinónimos: Cereus brooksianus Vaupel; Cephalocereus
brooksianus (Vaupel) Britton & Rose
Nopalea auberi (Pfeiff.) Salm-Dyck
Distribución: Lomas secas de Oriente y Las Villas
Sinónimos: Opuntia auberi Pfeiff. (Alain, 1953). Endémica.
Opuntia X cubensis (Britton & Rose) Anderson Sinónimos: Cactus polygonus Lam.; Cephalocereus
polygonus (Lam.) Britton & Rose
Distribución: terrenos dentro de la Base Naval de
Guantánamo, Cuba. Según Anderson (2000) es Distribución: Cuba Oriental y La Española.
caribeña.
Rhipsalis baccifera (J.S. Mueller) Stearn
Opuntia militaris Britton & Rose
Sinónimos: Rhipsalis cassutha Gaertn.; Cactus para-
Sinónimos: Opuntia triacantha (Willd.) Sweet siticus L.; Cactus pendulus Sw.
Sinónimos: Pereskia cubensis Britton & Rose; Pereskia Selenicereus boeckmannii (Otto ex Salm-Dyck)
portulacifolia aut., no Haw; Rhodocactus cubensis Britton & Rose
(Britton & Rose) Knuth; Rhodocactus zinniiflorus (DC)
Knuth Sinónimos: Cereus boeckmannii Otto ex Salm-Dyck;
Cereus irradians Lem.; Cereus eriophorus Griseb., no
Distribución: Cuba Central y Oriental. Endémica. Otto & Link
5
Distribución: toda Cuba, La Española, México.
6
Principales características e importancia de
las colecciones vivas para la conservación
de plantas silvestres
Julio C. Lazcano Lara
7
En el presente trabajo nos referiremos a los principales opción más sabia es extraer la mayor cantidad de indi-
requerimientos que deben tener las colecciones que se viduos que pueda mantenerse fuera de la naturaleza
originan por el cultivo ex situ de plantas silvestres ame- hasta que las amenazas disminuyan o desaparezcan.
nazadas, particularmente cuando están destinadas a la
conservación de las mismas. Es importante aclarar que Uno de los objetivos fundamentales es que la colección
en este caso el material que se conserva es el individuo sea representativa de lo que existe en condiciones natu-
completo y no otro tipo de germoplasma como semillas, rales. Sin embargo, el logro de este objetivo está afecta-
bulbos, esporas, etc. do por las limitaciones que existen para el mante-
nimiento de las colecciones, las que generalmente nece-
Colecciones vivas para la conservación de sitan espacio, sustrato y personal. En estas condiciones
plantas silvestres sólo queda la alternativa de colectar una muestra de lo
que existe en condiciones naturales entonces en la
Una colección es un conjunto ordenado de cosas, por lo colecta se deben tener en cuenta dos aspectos: a) colec-
común de una misma clase y reunidas por su especial tar la cantidad adecuada de germoplasma y b) abarcar
interés o valor (Anónimo, 2005). En este contexto se en la colecta la mayor cantidad de variaciones ecológi-
pueden definir varios tipos de colecciones de plantas, cas presentes en el rango de distribución del taxón.
entre las más frecuentes se hallan las que tienen como
criterio común un grupo taxonómico, p.ej. Cactus, La siguiente fase sería el cultivo del material colectado
Helechos, Orquídeas, Palmas, etc. o aquellas agrupadas para lo cual se debe emplear, si se conoce, un método
por el uso que tienen las especies, p.ej. ornamental adecuado para el taxón o un método que haya funciona-
(prioridad al valor estético) o medicinal (prioridad al do en taxones similares. En el caso contrario sería con-
uso terapéutico). Las colecciones para la conservación veniente realizar, si es posible, algunos estudios previos
pueden satisfacer cualquiera de los requerimientos para establecer las técnicas de cultivo adecuadas.
anteriores, sin embargo, su función general es la de con-
tribuir al incremento de las opciones para el manteni- En el cultivo se deben tener en cuenta las siguientes
miento en condiciones naturales del taxón de interés. atenciones:
Lo primero que se debe hacer antes de iniciar una colec- 1. Cuidados genéticos: si los individuos cultivados
ción con el objetivo de contribuir a la conservación de alcanzan la madurez reproductiva y se va a facilitar
un taxón es definir la unidad de trabajo o unidad de con- la reproducción de los mismos es importante dirigir
servación (Meffe & Carroll, 1997). Ésta podría corres- los cruzamientos para evitar la endogamia y el
ponderse con una categoría taxonómica p.ej. una surgimiento de híbridos con taxones relacionados
especie, una subespecie o un género a través del traba- (Given, 1994).
jo con todas sus especies. También podría correspon-
derse con determinadas poblaciones de una especie o de 2. Cuidados fitosanitarios: se debe tener en cuenta que
varias especies que se encuentran en un lugar X que el destino final de las plantas cultivadas o de su
está amenazado o con los representantes de una variante descendencia será la naturaleza y que un exceso de
ecológica de un taxón p.ej. todos los individuos que cre- cuidado podría afectar la capacidad de las mismas
cen en suelos derivados de rocas ultramáficas, con- para resistir el ataque de plagas y enfermedades. Al
siderando que el taxón tiene representantes en otros mismo tiempo deben cuidarse pues éstas plantas
hábitats. Este aspecto es fundamental pues determinará pueden introducir plagas o enfermedades cuando
tanto el proceso de colecta como las condiciones en las sean llevadas a la naturaleza (Given, 1994).
que se desarrollará la colección.
3. Cuidados horticulturales: las plantas en condiciones
Una buena colección comienza desde la colecta. El naturales están expuestas a la presencia de condi-
principio fundamental que debe regir la colecta del ciones climáticas extremas. Un exceso de cuidados
material es: no comprometer con la misma el estado de horticulturales puede reducir las posibilidades de los
conservación del taxón en las poblaciones naturales. La individuos o su descendencia para tolerar dichas
colecta no debe ser destructiva, colectar preferente- condiciones (Given, 1994).
mente germoplasma p.ej. semillas, propágulos y esque-
jes, o en su lugar la menor cantidad de individuos com- Por lo general las colecciones de conservación se desa-
pletos, sean estos adultos o no. Sin embargo, existen rrollan a largo plazo lo que implica la presencia de
ocasiones en las que la supervivencia del taxón en numerosas personas atendiendo en diferentes etapas a
condiciones naturales está severamente amenazada y la los individuos. En este contexto se corre un riesgo
8
grande de perder la información por lo que la docu- 2. Taxones con importancia económica con preferen-
mentación adecuada de la colección y el cuidado poste- cia a nivel local y regional.
rior de esta información son imprescindibles. 3. Taxones que desarrollan funciones específicas en
determinados ecosistemas y por lo tanto son nece-
Nivel de documentación deseable en las sarios para la restauración o el manejo de los mis-
colecciones para la conservación mos.
4. Taxones considerados como "bandera" y que repre-
Colecta sentan valores especiales para el desarrollo de una
1. Información sobre el colector conciencia conservacionista.
2. Identificación del material (No. de colecta, nombre 5. Taxones con un interés científico especial.
científico y común)
3. Tipo de material colectado Importancia de las colecciones vivas para la
4. Cantidad de plantas madres representadas conservación de plantas silvestres
5. Cantidad de material colectado por planta madre
6. Ubicación geográfica de la localidad Se ha demostrado la importancia de las colecciones ex
7. Características generales de la zona geográfica situ en la conservación de plantas silvestres a través de
8. Características del hábitat su uso como albergue temporal o permanente, cuando el
9. Información sobre las poblaciones del taxón hábitat natural ha sido destruido, para numerosos taxo-
(fenología, tamaño de la población, estructura de la nes amenazados (Sunderland et al., 2002; Vovides et
población, no. de individuos maduros) al., 2002; Lazcano, 2004). Las colecciones constituyen
10. Información sobre el polinizador / el dispersor una fuente de material a propagar que se utiliza para tra-
11. Usos del taxón bajos de conservación in situ y para reducir la presión
12. Muestra de Herbario de personas interesadas en las plantas silvestres p.ej.
13. Fotos empresas farmacéuticas y coleccionistas. Además el
material cultivado puede ser utilizado en el desarrollo
Cultivo de investigaciones reduciéndose considerablemente el
1. Tratamiento del material colectado costo de las mismas y puede servir de base para la con-
2. Substrato ducción de proyectos de educación y concienciación
3. Recipiente (maceta, bolsa, etc.) publica respecto a la importancia de la biodiversidad y
4. Condiciones de iluminación de su conservación.
5. Riego
6. Transplantes Referencias
7. Cuidados genéticos: si se va a reproducir artificial-
mente el taxón. Anónimo. 2005. Diccionario de la Real Academia de la
8. Cuidados fitosanitarios: productos empleados, Lengua Española. Biblioteca de Consulta Microsoft
dosis, forma de aplicación, frecuencia. Encarta. Microsoft Corporation.
Falk D. 1990. Integrated Strategies For Conserving Plant
¿Qué se debe conservar en colecciones Genetic Diversity. Ann. Missouri Bot. Gard. 77(1):38-47.
Feinsinger P. 2003. El Diseño de Estudios de Campo para la
vivas? Conservación de la Biodiversidad. Editorial FAN, Santa
Cruz de la Sierra, Bolivia.
La flora de Cuba se ha estimado en cerca de 7 000 taxo- Given D. 1994. Principles and Practice of Plant
nes (Vales et al., 1998) y se considera que existen cerca Conservation. Timber Press, Inc. Portland. Oregon.
de 1 000 taxones silvestres amenazados, incluidos en Hoyt E. 1988. Conserving the Wild Relatives of Crops.
las Categorías CR, EN y VU de la Lista Roja de la IBPRG, IUCN & WWF. Rome, Italy.
BGCS. 1989. The Botanic Gardens Conservation Strategy.
IUCN. De lo anterior se deriva que es necesario estable-
IUCN Botanic Gardens Conservation Secretariat and
cer prioridades en la selección de los taxones a ser WWF. Gland, Switzerland.
incluidos en colecciones vivas. A continuación se mues- Lazcano J. 2004. Conservación ex situ de Microcycas calo-
tra una lista de prioridad ampliamente aceptada a nivel coma, Zamia amblyphyllidia, Zamia integrifolia, Zamia
mundial (BGCS, 1989; Leiva, 1998; Wyse Jackson & ottonis y Zamia pygmaea en el Jardín Botánico Nacional.
Sutherland, 2000): Rev. Jard. Bot. Nac. Univ. Hab. (en prensa).
Leiva A. 1998. Estrategia del Jardín Botánico Nacional para
1. Taxones amenazados, con preferencia para los taxo- la Conservación de Plantas y Ecosistemas Amenazados.
nes endémicos. Jardín Botánico Nacional. Universidad de La Habana.
9
Meffe GK, Carroll RC. 1997. Principles of Conservation Vovides A, Iglesias C, Pérez-Farrera MA, Vázquez Torres
Biology. 2nd ed. Sinahuer Associates. Sutherland, M, Schippman U. 2002. Peasant Nurseries: a concept for
Massachussets. an integrated conservation strategy for cycads in Mexico.
Sunderland T, Blackmore PC, Ndam N, Nkefor J. 2002. En: Maunder M, Clubbe C, Hankamer C, Groves M.
Conservation Through Cultivation: the work of the Limbe (Eds.). Plant Conservation in the Tropics. Perspectives
Botanic Garden, Cameroon. En: Maunder M, Clubbe C, and Practice. Royal Botanic Garden, Kew. 421-444.
Hankamer C, Groves M. (Eds.). Plant Conservation in Wyse Jackson PS, Sutherland LA. 2000. International
the Tropics. Perspectives and Practice. Royal Botanic Agenda for Botanic Gardens in Conservation. Botanic
Garden, Kew. 395-419. Gardens Conservation International, U.K.
Vales M, Alvarez A, Montes L, Avila A. (Comp.). 1998.
Estudio Nacional sobre la Diversidad Biológica en la
República de Cuba. CESYTA, Madrid.
10
Algunas consideraciones sobre el manejo de
cactáceas endémicas
Jesús Matos Mederos
11
Conservación in situ (Hernández y Gómez-Hniostrosa, 2002) lo cual sin
dudas dificulta la localización de las poblaciones de
La aplicación de técnicas de manejo para la conser- un taxón de interés. La valoración del grado de con-
vación in situ de especies silvestres, brinda la oportu- servación de las mismas, resulta indispensable pues
nidad de poner en práctica los conocimientos que te- no siempre las categorías de amenazas asignadas se
nemos sobre estas especies y su ecología, conocimien- corresponden con el estado real de la misma en el
tos, que constituyen la base principal para el éxito de país o en el área de estudio particular. Esta valo-
estos esfuerzos. ración evitaría por tanto, pérdida de tiempo y recur-
sos en el trabajo con especies que no lo necesitan o
Las instituciones que más oportunidades tienen para no son prioritarias.
realizar estos trabajos, son las áreas protegidas, por el
hecho de contar con la administración de las áreas sil- 3) Conocer las causas del deterioro existente en el área
vestres y en muchos casos la infraestructura para donde habita la especie y su grado actual de inciden-
realizarlos con éxito; además de que forma parte impor- cia, constituye un elemento vital para el buen desa-
tante de su objeto social. Sin embargo, no siempre se rrollo del proyecto, ya que nada se logra si las
cuenta con la preparación técnica requerida para causas continúan actuando de forma progresiva. La
acometer el manejo in situ por lo que muchas veces éste información obtenida, debe ser empleada en la
se realiza únicamente sobre la base de experiencias búsqueda de nuevos areales, en el caso de introduc-
empíricas lo que ha traido como resultado, no pocos ciones, donde deben ser determinadas también las
fracasos. posibles causas que allí pudieran incidir sobre la
población introducida.
La siguiente propuesta, basada fundamentalmente en
nuestra experiencia, tiene como objetivo ofrecer una 4) Los estudios de las característica químicas y físicas
guía básica para el manejo de especies amenazadas y de los suelos sobre los que se desarrollan las pobla-
contribuir a que las acciones se realicen sobre bases ciones naturales, y el resto de los parámetros
científicas que aumenten sus probabilidades de éxito. ecológicos (bióticos o abióticos) evaluados, deben
constituir la base para la localización y caracteri-
Aspectos a considerar en el manejo de zación de los posibles areales de plantación de los
especies amenazadas ejemplares que en el futuro se obtengan. Esta
búsqueda será necesaria, para el caso de poblaciones
1) La búsqueda bibliográfica constituye la tarea básica que no puedan ser mantenidas en sus areales natu-
para iniciar las acciones de manejo. Ésta permitirá rales, por encontrarse degradados o por presentar un
obtener la información de línea base para definir la grado de amenaza que así lo impidan. La mapifi-
estrategia a seguir. En la revisión debe incluirse cación de las propuestas hechas permitirá, en caso
información sobre: estatus taxonómico del grupo, necesario, la continuidad del trabajo por otro per-
tipo biológico, ciclo de vida, vías naturales de sonal del área (Maunder, 1992). Como un seguro
propagación, distribución, características del sustra- contra la extinción, en todos los casos, la selección
to sobre el que se desarrolla, estudios ecológicos y del nuevo sitio lleva un estudio previo de los reque-
experiencias anteriores de manejo de este grupo o rimientos ecológicos de la población original.
de grupos afines. En el caso particular de las cac-
táceas hay que lidiar con información de las revistas 5) La selección de la estrategia a aplicar (in situ, ex situ
de cactus y suculentas muchas veces anecdóticas o estrategia integrada) es de gran importancia y
que no se puede verificar y de valor científico limi- depende de la situación que presente cada especie.
tado. Esta labor se dificulta además por la poca re- Para seleccionar la estrategia a emplear es necesario
presentación de los cactus en los herbarios tener amplio conocimiento acerca de estas técnicas
(Hernández y Gómez-Hinostrosa, 2002). de conservación, sus normas, ventajas, desventajas
y factibilidad de aplicación.
2) La localización de las poblaciones existentes y la
determinación del estado de las mismas en el área 6) La recolección de semillas en las áreas donde el
natural es uno de los puntos de partida. taxón se desarrolla de forma natural, es recomen-
Lamentablemente, la ubicación geográfica de las dable, teniendo en cuenta que deben ser obtenidas
poblaciones de cactus en particular se trasmiten de la mayor cantidad posibles de plantas de modo
oralmente entre los círculos de aficionados y nunca que se garantice la conservación de la variabilidad
llega a los investigadores y conservacionistas genética de la especie. La colecta de frutos de plan-
12
tas de colecciones ex situ, si no es necesario, no Consideraciones finales
debe realizarce, debido a la posible mezcla con indi-
viduos de otras especies. Los puntos anteriores son simplemente hitos para la
reflexión que deben adaptarse a las condiciones concre-
7) El estudio de la biología de la reproducción, de la tas del grupo con que se trabaje. Sin embargo, indepen-
dispersión de la semilla y de la estrategia germinati- dientemente de las acciones que se acometan nos parece
va son indispensables para el manejo de las especies imprescindible que se monitore el efecto de estas
y su propagación. En el caso de la germinación es acciones sobre la o las poblaciones del taxón o sobre su
necesario evaluar varios métodos para definir el que hábitat.
brinde mejores resultados.
Referencias
8) La etapa de aviveración constituye un paso esencial
de las estrategias integradas que permitirá llevar a la Alain H. 1953. Flora de Cuba III. Cont. Ocas. Mus. Hist. Nat.
naturaleza las plantas producidas. En esta etapa se Col. de la Salle. 13
deben considerar que para el cultivo de cactáceas, la Areces AE. 1976a. Una nueva especie de Melocactus Link et
calidad de los sustratos utilizados, la frecuencia de Otto de Cuba. Ciencias. Ser. Bot. 9:3-11.
riego y la dosificación de sol y sombra, constituyen Areces AE. 1976b. Melocactus holguinensis: una nueva
factores de especial atención. especie de Cuba oriental. Ciencias. Ser. Bot. 10:3-12.
Areces AE. 1977. Una nueva especie de Harrisia Britt.
(Cactaceae: Ceroideae) del extremo occidental de Cuba.
9) La introducción, reintroducción y reforzamiento En: Resumen. Evento científico "250 Aniver-sario"
constituyen técnicas de conservación utilizadas para Facultad de Biología Universidad de la Habana.
el manejo de especies amenazadas, una vez vencida Noviembre-Diciembre 1977. La Habana. p. 70
la etapa de propagación de la especie y Areces AE. 1980. Una nueva especie de Consolea Lem.
aviveramiento. En la mayoría de los trabajos con (Cactaceae: Opuntioideae) de las terrazas costeras merid-
especies amenazadas se oye utilizar el término ionales de Cuba oriental. Ci. Biol. Acad. Ci de Cuba
introducción de la especie, cuando en realidad se ha 4:105.
utilizado otra técnica, por lo que a continuación se Areces AE. 1980. Cylindropuntia hystrix (Griseb.) Areces
Comb. Nov. Ciencias. Ser. Bot. 15:3-10.
refiere cada técnica desde el punto de vista concep-
Areces AE. 1981. Una nueva especie de Harrisia Britt.
tual, según Sutherland (2000). (Cactaceae: Ceroideae) del extremo occidental de Cuba.
Rev. Jard. Bot. Nac. Univ. Hab. 1(1):13-29.
Introducción: Técnica utilizada para el estable- Areces AE. 1984. Un raro caso de diclinia en Rhodocactus
cimiento de una especie en un área donde nunca cubensis (Britto et Rose) Kmith, s. lat. Rev. Jard. Bot.
estuvo. Es prudente establecer una segunda Nac. Univ. Hab. 5(2):151-171.
población en un sitio similar, cuando una población Areces AE. 1992. Leptocereus santamarinae (Cactaceae) e
se presenta en estado de extinción inminente y su new specie from Cuba. Brittonia 44:45- 49.
hábitat está siendo degradado intensiva y progresi- Areces AE. 1993. Leptocereus scopulophilus (Cactaceae) a
new specie from western Cuba. Brittonia 45:226-230.
vamente (minas, construcción de obras hidráulicas,
Areces AE. 1993. Leptocereus carinatus (Cactaceae) una
etc.), y por tanto, su conservación en su hábitat na- nueva especie de la Isla de Cuba. Moscosoa 7:243-248.
tural es imposible. Areces A. 1997. The West Indies. En: Oldfield S. (comp.)
Cactus and Succulents Plants -Status Survey and
Reintroducción: Técnica utilizada para el estable- Conservation Action Plan. IUCN/SSC Cactus and
cimiento y manejo de un área donde estuvo la plan- Succulent Specialist Group. IUCN, Gland, Switzerland
ta pero donde se extinguió o se cree extinta. and Cambridge, UK. Pp 99-111.
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el tamaño de una población y su diversidad añadien-
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do nuevos individuos. Hernández H, Gómez-Hinostrosa C. 2002. An integrated
approach to the conservation of cacto in Mexico. En:
10)El mantenimiento de ejemplares ex situ como banco Maunder M, Clubbe C, Hankamer C, Groves M.
de germoplasma ante catástrofes u otras eventua- (eds.). Plant conservation in the tropics, perspective and
lidades que amenacen a las poblaciones naturales o practice. Royal Botanic Gardens, Kew. pp. 349-367.
antropogénicas es aconsejable sobre todo cuando Lazcano JC, Peña E, del Risco L, Leiva AT, Alpizar S,
estemos tratando con poblaciones muy pequeñas y Matamoros Y. 2001. Memorias del Primer Taller para la
con distribución puntual. Conservación, Análisis y Manejo Planificado de Plantas
13
Silvestres Cubanas. IUCN/SSC Conservation Breeding Primak RB. 2000. A Primer of Conservation Biology. 2nd
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MN. 13-15 de Abril 1998.
14
15
Etnobotánica de Cactaceae en Cuba
Victor R. Fuentes
15
Para las especies de Cactaceae presentes en Cuba, La significación de los nombres comunes resulta a
obviando las que cultivan los coleccionistas (que a veces muy singular y en ella la imaginación popular
veces generan nombres comunes que sólo ellos utilizan, hace derroches de ingenio. Sorprenden igualmente los
como ocurre con Mammillaria elongata DC., a la que disímiles orígenes lingüísticos de los mismos.
nombran dedos de mujer) se emplean 28 nombres
comunes para 60 especies, lo que constituye el 46,66 %. La palabra abrojo (Del lat. apĕri ocŭlum, ¡abre el ojo!)
Si bien algunas especies carecen de nombre común par- se utiliza para nombrar a especies de Pereskia, que
ticular (se emplea para ellas el nombre genérico de cac- poseen grandes espinas.
tus), otras poseen varios nombres y algunos de ellos,
como pitahaya, son utilizados para especies de más de Alpargata (Del ár. hisp. alparğát, pl. de párğa; cf.
un género. abarca), calzado de lona con suela de esparto o cáñamo,
que se asegura por simple ajuste o con cintas, es un tér-
La Tabla 1 relaciona los nombres comunes utilizados en mino aplicado a Consolea macracantha, cuyos artejos
Cuba para las cactáceas nativas y cultivadas de acuerdo recuerdan la forma de una alpargata.
con Roig (1965), e investigaciones no publicadas del autor.
16
Cactus (Del lat. cactos, y este del gr. káktoç, hoja
espinosa), se aplica de forma genérica a todas las
especies de la familia y a otras especies de suculentas.
La población dice cactus y casi nunca, cacto.
17
Los nombres comunes de las cactáceas en Cuba, al 3) Embalse Las Tunas, situado en la vertiente norte de
igual que para el resto de las plantas, poseen diversos la Isla de la Juventud, que represa el río Las Tunas.
orígenes lingüísticos y en su creación la población hace
un verdadero derroche de ingenio al establecer com- 4) Ensenada de Las Tunas, en la costa sur de Banao,
paraciones con otras plantas, seres inanimados, o situa- provincia Sancti Spíritus.
ciones. Flor del baile, uno de los varios nombres
comunes con que es conocido Hylocereus undatus, 5) Pasa Las Tunas. Separa los Cayos de Cinco Leguas
debe su nombre a que la antesis de sus flores se produce de los cayos Hijos de las Cinco Leguas, en el
alrededor de las nueve de la noche, hora en que comen- Archipiélago de Sabana-Camagüey al norte noreste
zaban los bailes en los pequeños pueblos. del pueblo Martí, en Camagüey.
A pesar de que en la toponimia de Cuba son abundantes Se refieren 14 especies que son utilizadas para 7 tipos
los nombres de plantas, son escasos los nombres de usos (23,33% de las referidas para Cuba), entre los
comunes de especies de Cactaceae empleados como que predominan el ornamental, el medicinal y el ali-
toponímicos. El Diccionario geográfico de Cuba mentario (Tabla 2). Algunas de ellas como Nopalea
(CNNG, 2000), sólo refiere dos: Punta de Jíjira (uno de cochenillifera y Opuntia stricta var. dillenii son uti-
los nombres comunes de Harrisia eriophora) para una lizadas con diversos propósitos.
zona de la costa norte del país, a unos 7 km de Santa
Cruz del Norte, en La Habana; y el nombre de Tunas, El uso de las cactáceas en Cuba, puede considerarse
para diferentes sitios en el país: pobre en lo que a las especies nativas y naturalizadas se
refiere.
1) Laguna de Las Tunas, a 2.7 Km al Norte de Tunas
de Zaza en Sancti Spíritus. Alimento humano
2) Las Tunas, nombre que se aplica al municipio, ciu- Los frutos de Hylocereus undatus, especie que se culti-
dad y provincia homónimos. Existen diversas ver- va principalmente con fines ornamentales, son
siones sobre el por qué de este nombre a esas locali- comestibles pero pocas personas los consumen, pues no
dades. La más difundida, afirma que siendo Cuba existe tradición en su empleo. El cultivar presente
colonia de España, se intentó diversificar la comúnmente en Cuba es de pulpa blanca, aunque en los
ganadería extensiva en la región y ante la búsqueda últimos años el Instituto de Investigaciones en
de fuentes alimentarias para el ganado, se plantó una Fruticultura Tropical, del Ministerio de la Agricultura,
gran cantidad de tunas (Opuntia sp.), pues se ha introducido uno de pulpa roja (fig. 5), que es de los
conocía que en México esas plantas se empleaban más preciados en el mercado internacional.
para la alimentación del ganado. El desconocimiento
sobre el manejo de la especie, obvió que era nece- Poco consumidos, son los frutos de Cereus hexagonus,
sario quemar las tunas (con la finalidad de eliminar casi siempre en forma de jugos, debido a la gran canti-
sus espinas) para hacerlas apetecibles al ganado, que dad de semillas que poseen los mismos.
no las comía, y que al fragmentar los artejos con sus
patas, hacían multiplicar rápidamente la especie que Algo más utilizado con fines alimenticios lo consti-
llegó a ser tan abundante que dio nombre a la locali- tuyen los frutos de Pereskia aculeata que son emplea-
dad.
18
Tabla 2 Usos de las especies de Cactaceae en Cuba
Especies Al Me Cs Or Um Co Ou
Cereus hexagonus + + +
Consolea macracantha + + +
Harrisia eriophora + + + +
Hylocereus undatus + + + +
Mammillaria prolifera +
Nopalea cochenillifera + + + + + +
Opuntia ficus-indica + + + +
Opuntia stricta var. dillenii + + + + + +
Pereskia aculeata + +
Pereskia grandifolia +
Pereskia zinniaeflora + +
Rhipsalis baccifera + +
Selenicereus grandiflorus + + +
Stenocereus peruvianus +
Total 8 11 6 10 4 2 1
Nota: Al: alimentario, Me: medicinal, Cs: cercas y setos, Or: ornamental, Um: usos mágicos, Co: colorantes, Ou: otros usos.
19
Opuntia ficus-indica: es la especie con mayor cantidad Selenicereus grandiflorus: los tallos y flores se emplean
de usos medicinales. Al igual que las especies de como tónico para fortalecer el músculo cardíaco.
Nopalea los tallos se emplean como antinflamatorios
aplicados localmente o hervidos en aceite de coco La utilización medicamentosa de estas especies puede
(Cocos nucifera L.) o de olivo (Olea europaea L.); tam- resultar perjudicial. Se conoce que algunas especies
bién se le atribuyen propiedades hepatoprotectoras. El contienen cactina, compuesto de acción pseudodigitáli-
jugo de los frutos, caliente, se considera antitusígeno, al ca contraindicado con caridiotónicos, tiazidas y otros
igual que el jarabe hecho a partir de las flores. La raíz diuréticos.
se considera diurética.
Algunas especies cubanas han sido objeto de un estudio
Opuntia stricta var. dillenii: la maceración del tallo en fitoquímico (Rodríguez, 1980), pero el mismo resulta
agua, se toma como agua común en afecciones hepáti- preliminar y es necesario realizar estudios farmacológi-
cas (curiosamente, se refieren los mismos usos y cos y toxicológicos de las propiedades medicinales
propiedades para Aloe vera, cuyas hojas poseen un atribuidas a las especies.
parénquima suculento); los tallos se aplican localmente
como antirreumáticos y también se le confieren Para cercas y setos vivos
propiedades antihemorroidales y antialopésicas.
Algunas especies son empleadas para la confección de
Pereskia aculeata: a la infusión de las flores se le cercas vivas (Cereus hexagonus, Harrisia eriophora,
atribuyen propiedades laxantes. Opuntia stricta var. dillenii, Opuntia ficus-indica y
Nopalea cochenillifera). En la región más seca del país
Pereskia grandifolia: se ha empleado como estimulante (costa sur de Guantánamo), de donde la especie es nati-
sexual y cardíaco y en el tratamiento de la disminorrea. va se emplea Stenocereus peruvianus (fig. 6). Las cer-
cas no siempre son de una sola especie, sino que en oca-
Pereskia zinniiflora: la maceración de la corteza de los siones alternan con postes de maderas duras y alambres.
tallos en alcohol se ha empleado como antirreumático y Las cactáceas, que son multiplicadas vegetativamente,
emoliente. El zumo de la planta se ha empleado como son plantadas muy cercanas, de modo que al desarro-
depilante. llarse constituyen una barrera infranqueable. Existe la
costumbre de hacer podas periódicas para mantener las
Rhipsalis baccifera: el tallo se aplica en cataplasmas como cercas entre 1,5 y 2,0 m de altura.
antiinflamatorio. El agua en que se han macerado los tallos
se considera de utilidad para el tratamiento de la hepatitis.
20
En el siglo XVI, antes de la construcción de las for-
talezas que rodean la bahía habanera, las especies de
tuna (Opuntia spp.) fueron utilizadas por los vecinos
de la ciudad de La Habana para dificultar el acceso a las
trincheras que utilizaban para defender la ciudad del
ataque de corsarios y piratas, según se conoce por el
texto correspondiente al acuerdo del Cabildo de fecha
17 de febrero de 1570 (Suárez, 2005a). Algunos propie-
tarios de casas y solares cercaban sus propiedades con
una muralla doble de tunas bravas (Suárez, 2005b).
Ornamental
El ornamental constituye el uso más ampliamente 7. Injerto de cactus sobre Hylocereus undatus, de izquierda a
extendido para las especies de Cactaceae en el país. Así derecha: Gymnocalycium mihanovichii (Fric & Guerke) Britton
lo muestra el interés que han despertado las pocas obras & Rose var. rubra; G. denudatum (Link & Otto) Pfeiffer ex
sobre el cultivo de las mismas publicadas en el país: Mittler y Echinopsis chamaecereus H. Friedrich & Glaetzle.
"Los Cactos nativos de Cuba" (Gutiérrez, 1984) y
"Cactos y otras suculentas en Cuba" (Rodríguez y cuentemente en diferentes recipientes que se colocan en
Apezteguía, 1985). Las especies más cultivadas con los portales y techos de las casas. Se cree que esas plan-
esta finalidad son las correspondientes a los géneros tas poseen la virtud de alejar de sus habitantes la
Cereus, Epiphyllum, Mammillaria, Nopalea, Opuntia y envidia ante la prosperidad familiar (fig. 8).
Stenocereus. Cereus hexagonus (por lo general, dos cul-
tivares de esta especie), Selenicereus grandiflorus,
Harrisia spp. (principalmente H. eriophora), Hyloce-
reus undatus, Nopalea cochenillifera, Consolea macra-
cantha, Opuntia stricta var. dillenii, Pereskia zinniiflo-
ra, Mammillaria prolifera y Rhipsalis baccifera, son
utilizadas con frecuencia en Cuba como ornamentales
por la población.
21
Según los practicantes de la santería, la flor y el fruto de
Hylocereus undatus, contentan a Shangó, el mujeriego
orisha dueño de los tambores y del trueno (Cabrera,
1954; Bolívar, 1990).
Potencialidades de uso
Fig. 9. Confección de una plantilla de Opuntia ficus-indica
para el tratamiento de espolones.
Muchas de las especies de Cactaceae presentes en Cuba
Colorantes podrían ser utilizadas con diferentes fines, sin embargo
hay que tener en cuenta de que algunas especies están
Tres especies de Cactaceae son referidas en Cuba como seriamente amenazadas y la utilización de las mismas
poseedoras de propiedades tintóreas (Fuentes, 2002): tendría que ser siempre a partir de plantas cultivadas y
no de ejemplares obtenidos de la naturaleza.
22
Alimento animal
Los nombres comunes de las cactáceas en Cuba, se
Aunque las especies de Opuntia y Nopalea pueden ser reflejan pobremente en la fitotoponimia del país.
empleadas en la alimentación del ganado, en el país no
existe tradición en esta actividad, a pesar de que en A pesar de que la cantidad de especies es significativa
zonas muy secas, como las cercanas a la costa sur de las (60), la utilización de la las mismas no es amplia. Sólo
provincias Guantánamo y Santiago de Cuba, esto resul- el 23.33% de las especies nativas y naturalizadas posee
taría una alternativa eficaz para la alimentación del referencia de algún uso. De los usos en Cuba, los más
ganado. generalizados son el medicinal (11), el ornamental (10),
y el alimenticio (8).
Se conoce que los frutos de Harrisia eriophora son
comidos por los chipojos (Anolis equestris) y las palo- Se hace necesario trabajar en la divulgación de la poten-
mas rabiche (Zenaida macroura) (Del Risco, 2005 com. cialidad de los usos de las especies, fundamentalmente
pers.). con fines alimentarios (humano y animal) y ornamental.
No existe tradición en el país, salvo el consumo de los Barreras N, Achong M, Cuesta E, Cruz MA. (1989). Uso
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del restaurante ecológico de su Jardín Japonés ha Bolívar N. (1990). Los Orishas en Cuba. Editorial Unión,
Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba. La
venido ofertando algunos platos a base de tallos de
Habana.
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divulgativas desarrollados por la misma Institución, han finda. Ediciones CR, La Habana.
laborado en la divulgación del consumo de especies de Castañeda I, Noa A, Trujillo H. (2001). Catálogo de plantas
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alto valor ornamental, por lo que pueden ser utilizadas 23: 91-113.
con ese fin. Un valioso estudio realizado por Castañeda Fuentes VR, Expósito A. (1995). Las Encuestas etnobotáni-
et al., 2001), recomienda acertadamente la utilización cas sobre plantas medicinales en Cuba. Rev. Jard. Bot.
de algunas cactáceas nativas para las instalaciones Nac. Univ. Hab. 16:77-144.
hoteleras que se desarrollan en la cayería norte de Villa Fuentes VR, Granda M, Xiqués X, Gutiérrez C, Secades
Clara. De esa forma, no sólo se mantiene el paisaje sin M, Gálvez M. de los A, Acosta, L, Acosta J. (1980).
cambios, sino que también se favorece la multiplicación Encuesta sobre la utilización popular de plantas medici-
nales. Memorias VII Seminario Científico del CNIC, La
de algunas especies cuyas poblaciones naturales están
Habana. p. 281.
muy reducidas. Fuentes VR, Rodríguez M, Poucheaux M, Cabrera L,
Lara S. (1985). Estudios sobre la medicina tradicional en
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Fuentes VR, Granda M, Armas I, Izquierdo M, Martínez
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confunden con especies suculentas de Euphorbia); sin
tradicional en Cuba III. Rev. Cub. Farm. 22(3):77-90.
embargo, no resultan muy distinguibles por la Granda M, Fuentes VR, Rodríguez C, Rivero E, Martí L.
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nales. Resúmenes II Activo Nacional del Grupo de
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común, mientras que otras poseen varios, a veces com- GJTR (Grupo "Juan Tomás Roig" de las Brigadas
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23
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24
Consolea millspaughii
Julio C. Rifá Téllez, Rafael Risco Villalobos, Isidro E. Méndez Santos, Beymer Aguilera
Taxonomía Amenazas
Nombre Científico: Consolea millspaughii El taxón está amenazado por: sequía, huracanes,
Sinónimo: Opuntia millspaughii Britton fuego, fragmentación del hábitat, pérdida de hábitat
Autoridad: (Britton) Berg. Fecha: 1926 debido a construcciones civiles
Nivel: Especie Estas amenazas provocan o pueden provocar la de-
Familia: Cactaceae Clase: Magnoliopsida clinación de la población: Sí
Nombres comunes: -
Publicación: Berger. Entwickl. Kakteen 94. Comercio
25
Estado asignado Manejo ex situ
Colecciones ex situ
26
Consolea nashii subsp. gibarensis
Pedro González Gutiérrez*, Omar Leyva Bermúdez**, Wilder Carmenate Reyes*, Al Raydon Almaguer Rosabal*
Taxonomía Amenazas
Nombre Científico: Consolea nashii subsp. gibarensis El taxón está amenazado por: pastoreo, pisoteo,
Sinónimo: - desarrollo agrícola, sequía, fragmentación de hábitat,
Autoridad: Areces Fecha: 1996 pérdida de hábitat debido a animales exóticos, plantas
Nivel: Subespecie exóticas y construcciones civiles.
Familia: Cactaceae Clase: Magnoliopsida Estas amenazas provocan o pueden provocar la de-
Nombres comunes: - clinación de la población: Sí
Publicación: Areces. Brittonia 48(2):231-233
Comercio
Distribución del taxón
Está el taxón sometido a tráfico: No
Hábito: arbusto suculento
Hábitat: matorral xeromorfo costero y subcostero Números poblacionales
Hábitat específico: sobre carso, 0-20 m s.n.m.
Distribución histórica: Costa norte de Holguín y Las Número de individuos maduros: < 250
Tunas. El taxón es: perenne
Distribución actual: desde Punta Raza en Gibara,
Holguín a Playa La Herradura, Jesús Menéndez, Las Tendencia de las poblaciones
Tunas. Endemismo: local
El tamaño de las poblaciones está: no se conoce
Presencia y ocupación ¿Predice Usted una declinación futura? Sí, > 20%
en los próximos 20 años
Extensión de presencia: < 100 Km²
Área de ocupación: < 10 Km² Calidad de los datos
Localidades y subpoblaciones Censos, monitoreos: No
Estudios generales de campo: No
Número de localidades y subpoblaciones: 3 Observaciones informales en el campo: Sí
Registros de herbario: No
Estado del hábitat Literatura: Sí
Comunicación personal: Sí
Continuidad / Fragmentación: fragmentado
Cambios en el área: Sí Estudios recientes de campo
Tipo de cambio: Disminución
Rango de disminución: > 20% González Gutiérrez Pedro. 2004. Lista florística y estudio
En los últimos 50 años de playas desde Gibara a Punta de Mangle, Holguín.
Causas del cambio: Destrucción del hábitat por cons-
trucciones civiles Estado de conservación
Cambios en la calidad: Sí
Tipo de cambio: Disminución Estado actual
Causa del cambio: tala de la vegetación original, pre-
sencia de especies invasoras. Lista Roja UICN: -
27
Libro Rojo Nacional: - Colecciones ex situ
CITES: II
Presencia en Áreas Protegidas: No ¿Existen colecciones ex situ? No
Plan de Recuperación/Protección: No Lugar(es): -
Cantidad de individuos: -
Estado asignado
28
Cylindropuntia hystrix
Jorge E. Gutiérrez Amaro
Taxonomía Amenazas
Nombre Científico: Cylindropuntia hystrix El taxón está amenazado por: factores edáficos, desar-
Sinónimo: Opuntia hystrix Griseb. rollo agrícola, pérdida del hábitat debido a construcciones
Autoridad: (Griseb.) Areces Fecha: 1976 civiles. Los campesinos las cortan pues dañan el ganado.
Nivel: Especie Estas amenazas provocan o pueden provocar la de-
Familia: Cactaceae Clase: Magnoliopsida clinación de la población: Sí
Nombres comunes: Patana
Publicación: Areces. Ciencias, Ser. 10, Bot. 15:4. Comercio
Distribución del taxón Está el taxón sometido a tráfico: No
29
Estado asignado Manejo ex situ
Colecciones ex situ
30
Harrisia eriophora*
Amalia Enríquez Rodríguez, Lenia Robledo Ortega, Ricardo Cruz Nardo, Wendy Ramírez Suárez, Ainel González
Robledo
Taxonomía Amenazas
Nombre Científico: Harrisia eriophora El taxón está amenazado por: pérdida del hábitat
Sinónimo: Cereus cubensis Zucc.; Cereus eriophorus debido a construcciones civiles y fragmentación del
Pfeiff. hábitat. Es muy probable que en el futuro este taxón
Autoridad: (Pfeiff.) Britton Fecha: 1908 presente problemas genéticos.
Nivel: Especie Estas amenazas provocan o pueden provocar la de-
Familia: Cactaceae Clase: Magnoliopsida clinación de la población: Sí
Nombres comunes: Jijira, Pitahaya
Publicación: Britton. Bull. Torr. Bot. Club. 35:562. Comercio
Distribución del taxón Está el taxón sometido a tráfico: No
* En esta hoja de datos solo se compilan los datos de las poblaciones de Matanzas.
31
Estado de conservación Colecciones ex situ
32
Harrisia taetra
Lisbert González Oliva, Armando Urquiola Cruz
Taxonomía Amenazas
Nombre Científico: Harrisia taetra El taxón está amenazado por: huracanes, futuro
Sinónimo: - desarrollo turístico en la región turística.
Autoridad: Areces Fecha: 1981 Estas amenazas provocan o pueden provocar la de-
Nivel: Especie clinación de la población: Sí
Familia: Cactaceae Clase: Magnoliopsida
Nombres comunes: - Comercio
Publicación: Areces. Rev. Jard. Bot. Nac. Univ. Hab.
1(1):17 Está el taxón sometido a tráfico: No
33
Presencia en Áreas Protegidas: Reserva de la Biosfera Colecciones ex situ
Guanacahabibes y Reserva Natural Cabo Corrientes.
Plan de Recuperación/Protección: No ¿Existen colecciones ex situ? Sí
Lugar(es): JBN
Estado asignado Cantidad de individuos: 2
34
Leptocereus assurgens
Armando Urquiola Cruz, Lisbert González Oliva
Taxonomía Amenazas
Nombre Científico: Leptocereus assurgens El taxón está amenazado por: fuego, factores edáfi-
Sinónimo: - cos, competencia interespecífica
Autoridad: Britton & Rose Fecha: 1909 Estas amenazas provocan o pueden provocar la de-
Nivel: Especie clinación de la población: No
Familia: Cactaceae Clase: Magnoliopsida
Nombres comunes: - Comercio
Publicación: Britton & Rose. Contrib. U.S. Nat. Herb.
12:433. Está el taxón sometido a tráfico: No
35
Presencia en Áreas Protegidas: Parque Nacional Colecciones ex situ
Viñales
Plan de Recuperación/Protección: No ¿Existen colecciones ex situ? No
Lugar(es):
Estado asignado Cantidad de individuos:
36
Leptocereus carinatus
Rafael Risco Villalobos, Julio César Rifa Téllez, Isidro E. Méndez Santos
Taxonomía Amenazas
Nombre Científico: Leptocereus carinatus El taxón está amenazado por: fuego, sequía, pérdida
Sinónimo: - de hábitat debido a plantas y animales exóticos, aten-
Autoridad: Areces Fecha: 1993 ciones silviculturales (chapea, raleo), pastoreo, pisoteo
Nivel: Especie Estas amenazas provocan o pueden provocar la de-
Familia: Cactaceae Clase: Magnoliopsida clinación de la población: Sí
Nombres comunes: -
Publicación: Areces. Moscosoa. 7:245. Comercio
Distribución del taxón Está el taxón sometido a tráfico: No
37
Estado asignado Manejo ex situ
38
Leptocereus ekmanii
Armando Urquiola, Lisbert González Oliva
Taxonomía Amenazas
Nombre Científico: Leptocereus ekmanii El taxón está amenazado por: fuego, competencia
Sinónimo: - interespecífica
Autoridad: (Wenderm.) Kunth Fecha: 1935 Estas amenazas provocan o pueden provocar la de-
Nivel: Especie clinación de la población: No
Familia: Cactaceae Clase: Magnoliopsida
Nombres comunes: - Comercio
Publicación: Backeberg & Kunth, Kaktus-ABC, 302.
Está el taxón sometido a tráfico: No
Distribución del taxón
Números poblacionales
Hábito: trepadora suculenta
Hábitat: complejo de vegetación de mogotes Número de individuos maduros: <250
Hábitat específico: crece sobre humus y rendzinas en El taxón es: perenne
grietas y hoquedades de las cimas, 200-250 m. s.n.m.
Distribución histórica: Mogotes, Sierra de Guane. Tendencia de las poblaciones
Cuba
Distribución actual: Sierra de La Güira, Los Palacios El tamaño de las poblaciones está: Disminuyendo
y Sierra de Guane, Guane, Pinar del Río. ¿Predice Usted una declinación futura? No
Endemismo: local
Calidad de los datos
Presencia y ocupación
Censos, monitoreos: No
Extensión de presencia: 101-5 000 Km² Estudios generales de campo: Sí
Área de ocupación: < 10 Km² Observaciones informales en el campo: No
Registros de herbario: No
Localidades y subpoblaciones Literatura: No
Comunicación personal: No
Número de localidades y subpoblaciones: 2
Estudios recientes de campo
Estado del hábitat
Urquiola A. 1995-2005. Inventarios de flora. Sierra de
Continuidad / Fragmentación: fragmentado La Güira y Cerro de Guane.
Cambios en el área: No Rosendo L. 1999. Estudios de vegetación. Sierra de La
Tipo de cambio: - Güira.
Rango de disminución: - Ventosa I. 2000-2005. Estudio para la conservación de
En los últimos - la flora y la fauna de la Sierra de La Güira.
Causas del cambio: -
Cambios en la calidad: No Estado de conservación
Tipo de cambio: -
Causa del cambio: - Estado actual
39
CITES: II Manejo ex situ
Presencia en Áreas Protegidas: Reserva Natural
Sierra de La Güira ¿Existe un Programa de Manejo ex situ para el
Plan de Recuperación/Protección: No Taxón? No
¿Se recomienda un Programa de Manejo ex situ
Estado asignado para el Taxón? Sí
Nivel de Manejo ex situ recomendado: Iniciar un pro-
Categoría asignada: CR grama en los próximos 3 años
Basada en los criterios: B2ab(ii)
Comentarios
Investigaciones de apoyo
Se precisa de estudios para la delimitación de los
Censo: No límites taxonómicos de las especies de Sierra de los
Estudios genéticos: No Órganos.
Estudios taxonómicos: Sí
Estudios de Historia Natural: Sí Referencias
Biología de la reproducción: Sí
Estudios de Factores limitantes: Sí Alain H. 1953. Flora de Cuba. III. Cont. Ocas. Mus. Hist.
Se recomienda realizar PHVA: No Nat. Col. De La Salle. 13.
Borhidi A, Muñiz O. 1983. Catálogo de plantas
Recomendaciones de manejo cubanas amenazadas o extinguidas. Instituto de
Botánica, ACC. La Habana.
Monitoreo: Sí Translocación: No Rosendo L. 1999. Vegetación de la Sierra de La Güira.
Uso sostenible: No Cultivo ex situ: Sí Tesis de Maestría. Instituto de Ecología y
Banco genético: No Educación pública: Sí Sistemática.
Manejo del hábitat: No
Manejo de poblaciones silvestres:No Revisores
Manejo de factores limitantes: No
Trabajo con comunidades locales: No Fabiola Areces, Amalia Enríquez, Lutgarda González,
Luis R. González-Torres, Julio C. Lazcano, Ángela T.
El Cultivo ex situ se recomienda para: Leiva, Omar Leyva, Jesús Matos, Rosa Rankin, Julio C.
Recuperación del Taxón: Sí Rifa, Rafael Risco, Lenia Robledo, Hildelisa Saralegui,
Reintroducción: No Introducción: No Nigel Taylor
Preservación del genoma vivo: Sí
Investigación: No Educación: Sí
Métodos para propagar: Métodos conocidos para
taxones similares
Colecciones ex situ
40
Leptocereus prostatus
Armando Urquiola Cruz, Lisbert González Oliva
Taxonomía Amenazas
Nombre Científico: Leptocereus prostatus El taxón está amenazado por: fuego, factores edáfi-
Sinónimo: cos
Autoridad: Britton & Rose Fecha: 1920 Estas amenazas provocan o pueden provocar la de-
Nivel: Especie clinación de la población: No
Familia: Cactaceae Clase: Magnoliopsida
Nombres comunes: - Comercio
Publicación: Britton & Rose. The Cactaceae 2: 79.
Está el taxón sometido a tráfico: No
Distribución del taxón
Números poblacionales
Hábito: trepadora suculenta
Hábitat: complejo de vegetación de mogotes Número de individuos maduros: <2 500
Hábitat específico: crece sobre humus y rendzinas en El taxón es: perenne
grietas y hoquedades de las cimas, 200-250 m. s.n.m.
Distribución histórica: Sumidero, Pinar del Río, Cuba. Tendencia de las poblaciones
Distribución actual: Mogotes de Sumidero, Pinar del
Río. El tamaño de las poblaciones está: no se conoce
Endemismo: local ¿Predice Usted una declinación futura? No
41
Estado asignado Manejo ex situ
Colecciones ex situ
42
Leptocereus wrightii
Jorge E. Gutiérrez Amaro
Taxonomía Amenazas
Nombre Científico: Leptocereus wrightii El taxón está amenazado por: pérdida del hábitat
Sinónimo: - debido a construcciones civiles.
Autoridad: León Fecha: 1940 Estas amenazas provocan o pueden provocar la de-
Nivel: Especie clinación de la población: Sí
Familia: Cactaceae Clase: Magnoliopsida
Nombres comunes: - Comercio
Publicación: León. Mem. Soc. Cub. Hist. Nat. 14:136.
Está el taxón sometido a tráfico: No
Distribución del taxón
Números poblacionales
Hábito: arbusto
Hábitat: matorral xeromorfo costero y subcostero Número de individuos maduros: no se conoce
Hábitat específico: El taxón es: perenne
Distribución histórica: Cuba occidental
Distribución actual: No se ha encontrado en la natu- Tendencia de las poblaciones
raleza en los últimos 20 años.
Endemismo: local El tamaño de las poblaciones está: > 80% en los últi-
mos 20 años
Presencia y ocupación ¿Predice Usted una declinación futura? Sí, > 20%
en los próximos 10 años
Extensión de presencia: < 100 Km²
Área de ocupación: < 10 Km² Comentarios:
43
Presencia en Áreas Protegidas: No Manejo ex situ
Plan de Recuperación/Protección: No
¿Existe un Programa de Manejo ex situ para el
Estado asignado Taxón? No
¿Se recomienda un Programa de Manejo ex situ
Categoría asignada: CR para el Taxón? Sí
Basada en los criterios: B2ab(i,ii,iii,iv,v)+C2a(i) Nivel de Manejo ex situ recomendado: Iniciar un pro-
grama en un período mayor de 3 años
Investigaciones de apoyo
Comentarios
Censo: Sí
Estudios genéticos: No Probablemente extinta en la naturaleza. Solo conocida
Estudios taxonómicos: No de ejemplares en colecciones.
Estudios de Historia Natural: No
Biología de la reproducción: No Referencias
Estudios de Factores limitantes: No
Se recomienda realizar PHVA: No Alain H. 1953. Flora de Cuba. III. Cont. Ocas. Mus. Hist.
Nat. Col. De La Salle. 13.
Recomendaciones de manejo Areces A. 1997. The West Indies. En: Oldfield S. (comp.)
Cactus and Succulents Plants -Status Survey and
Conservation Action Plan. IUCN/SSC Cactus and
Monitoreo: No Translocación: No
Succulent Specialist Group. IUCN, Gland, Switzerland
Uso sostenible: No Cultivo ex situ: Sí and Cambridge, UK. Pp 99-111.
Banco genético: No Educación pública: No Borhidi A, Muñiz O. 1983. Catálogo de plantas
Manejo del hábitat: Sí cubanas amenazadas o extinguidas. Instituto de
Manejo de poblaciones silvestres:No Botánica, ACC. La Habana.
Manejo de factores limitantes: No
Trabajo con comunidades locales: Sí Revisores
El Cultivo ex situ se recomienda para:
Fabiola Areces, Amalia Enríquez, Lutgarda González,
Luis R. González-Torres, Julio C. Lazcano, Ángela T.
Recuperación del Taxón: No
Leiva, Omar Leyva, Jesús Matos, Rosa Rankin, Julio C.
Reintroducción: Sí Introducción: No
Rifa, Rafael Risco, Lenia Robledo, Hildelisa Saralegui,
Preservación del genoma vivo: Sí
Nigel Taylor
Investigación: No Educación: Sí
Métodos para propagar: Métodos conocidos para
táxones similares
Colecciones ex situ
44
Melocactus evae
Eddy Martínez Quesada
Taxonomía Amenazas
Nombre Científico: Melocactus evae El taxón está amenazado por: enfermedades, sequía,
Sinónimo: - huracanes, fuego, fragmentación del hábitat
Autoridad: Mézsáros Fecha: 1976 Estas amenazas provocan o pueden provocar la de-
Nivel: Especie clinación de la población: Sí
Familia: Cactaceae Clase: Magnoliopsida
Nombres comunes: Melón de costa Comercio
Publicación: Mézsáros. Act. Bot. Acad. Sci. Hung.
22(1-2):135. Está el taxón sometido a tráfico: se desconoce
45
Estado asignado Colecciones ex situ
Categoría asignada: NT ¿Existen colecciones ex situ? No
Basada en los criterios: Lugar(es):
Cantidad de individuos:
Investigaciones de apoyo
Manejo ex situ
Censo: No ¿Existe un Programa de Manejo ex situ para el
Estudios genéticos: No Taxón? No
Estudios taxonómicos: Sí ¿Se recomienda un Programa de Manejo ex situ
Estudios de Historia Natural: Sí para el Taxón? No
Estudios de Factores limitantes: No Nivel de Manejo ex situ recomendado
Estudios de enfermedades: Sí
Se recomienda realizar PHVA: No Comentarios
Recomendaciones de manejo La especie no está debidamente estudiada
46
Melocactus nagyii
Eddy Martínez Quesada
Taxonomía Amenazas
Nombre Científico: Melocactus nagyii El taxón está amenazado por: enfermedades, sequía,
Sinónimo: - huracanes, fuego, fragmentación del hábitat
Autoridad: Mézsáros Fecha: 1976 Estas amenazas provocan o pueden provocar la de-
Nivel: Especie clinación de la población: Sí
Familia: Cactaceae Clase: Magnoliopsida
Nombres comunes: Cardón Comercio
Publicación: Mézsáros. Act. Bot. Acad. Sci. Hung.
22(1-2):137. Está el taxón sometido a tráfico: se desconoce
47
Estado de conservación Colecciones ex situ
48
Pilosocereus robinii*
Amalia Enríquez Rodríguez, Lenia Robledo Ortega, Ricardo Cruz Nardo, Wendy Ramírez Suárez, Ainel González
Robledo
* En esta hoja de datos solo se compilan los datos de las poblaciones de Matanzas.
49
Estado de conservación Colecciones ex situ
50
Elementos sobre la ecología de Harrisia
taetra, un cactus endémico la Península de
Guanahacabibes, Pinar del Río
Lisbet González-Oliva, Armando J. Urquiola
Abstract
Introducción
51
historia natural de la especie por lo que se carece de la Métodos
información necesaria, según Primack et al. (2001),
para efectuar un manejo acertado que garantice su con- Se recorrió la península de Guanacahabibes en varios
servación. transectos durante el lapso de tiempo comprendido
entre el 2001 y el 2004, orientados tanto de este a oeste
Determinar la gama de hábitats que abarca una especie como de norte a sur abarcando todas las formaciones
permite establecer cuán específica es respecto a la vegetales de la península.
selección del mismo y a la vez estimar su extensión de
presencia. Dicha área es relevante para ajustar el ámbito Las dimensiones de los transectos variaron en función
de muestreo en un censo, u otra investigación ecológi- de la detectabilidad permitida por el tipo de formación
ca, aumentando su factibilidad, así como en la evalu- vegetal (según la clasificación de Capote & Berazaín ,
ación del grado de amenaza que enfrenta la especie 1984). En bosque siempreverde micrófilo, bosque
según los estándares de la UICN (2001) en aras de semideciduo, manglar y matorral xeromorfo costero y
establecer prioridades de conservación. subcostero, 10 m (5 m a cada lado) y en el complejo de
vegetación de costa rocosa 20 m de ancho total. Se re-
La determinación de otros parámetros como las feno- gistró el tipo de vegetación y el tipo de sustrato parti-
fases floración y fructificación, son imprescindibles cular donde crecía cada individuo muestreado. Se uti-
para futuros experimentos de polinización y sistema de lizó el mapa de vegetación (Capote et al., 1989) y la
cruzamiento, así como potenciales colectas de semillas información compilada para establecer el areal de dis-
para experimentos de germinación o su cultivo ex situ. tribución de la especie.
Por estas razones en este trabajo se determinó el hábitat Para el estudio de la fenología se seleccionaron aleato-
de H. taetra y la variación en la producción de flores y riamente 10 individuos adultos en la Reserva Natural
frutos durante el año. Cabo Corrientes, una de las áreas núcleo de la Reserva
de Biosfera Guanahacabibes. Cada individuo selec-
Otra cuestión importante es la relativa a las posibles cionado se marcó con chapilla de forma permanente.
amenazas que enfrenta una población. Cuba, entre junio Dichos individuos fueron objeto de visitas diurnas con
y noviembre, ha sido afectada históricamente por hura- frecuencia mensual, siempre que fue posible. En ellas
canes, que se encuentran entre los fenómenos meteo- se registró la presencia de las fenofases botones, flores
rológicos más intensos que se conocen (Lapinel, 1989). y frutos entre los años 2001 y 2004.
Pinar del Río es la provincia más azotada por estos
eventos estocásticos, con un total de 62 registros entre Los individuos marcados, únicos de los que teníamos
1785 y 1984 (Rodríguez, 1989). El huracán Iván que conocimiento preciso de su estado anterior al huracán
azotó la península Guanahacabibes, posibilitó la eva- Iván de categoría 5 en la escala Saffer-Simpson que
luación del efecto de dichos eventos estocásticos sobre azotó lalocalidad en septiembre del 2004, fueron uti-
H. taetra y su poder de recuperación. lizados para comparar entre antes y después de este
evento meteorológico. Se identificaron 3 elementos no
Materiales y métodos encontrados antes del huracán entre dichos individuos:
muerte, interpretada por nosotros como daño extremo;
La especie presencia de ramas partidas o dañadas, que entendemos
como un indicador de afectación visible; y la aparición
H. taetra es un arbusto erecto con artículos más gruesos de reiteraciones traumática como respuesta a la
y espinosos que los de las otras especies del género en afectación. Se registró el número de individuos que
Cuba, con espinas más fuertes y largas, casi completa- expresaban dichos indicadores al cabo de 1 mes y de 4
mente negras cuando jóvenes. Esta especie posee meses, así como el número de reiteraciones encon-
además flores nocturnas inodoras con tépalos variables, tradas.
siendo los interiores membranáceo-petaloides de color
blanco, mientras que los del tubo floral son de color Resultados
vináceo a verde-rosado, con tépalos triangular-subula-
dos que la distinguen de H. eriophora. H. taetra se distribuye a lo largo de la península, tanto
en Cabo Corrientes como en Cabo San Antonio. Fue
observada creciendo en complejo de vegetación de
costa rocosa, en martorral xeromorfo costero y subcos-
tero y en bosque siempreverde micrófilo, siempre aso-
52
ciada a carso desnudo conocido como diente de perro. afectación había reiterado luego de este período de
A partir de lo cual puede estimarse el área de la penín- tiempo (1 mes) a partir del tronco o rama afectada, al
sula en que se presenta la especie (extensión de presen- igual que un individuo donde el daño físico no era evi-
cia) en 136.7 km2 a lo largo de la costa sur de la penín- dente. Cuatro meses después del fenómeno estocástico
sula. otro individuo visiblemente afectado mostraba reit-
eración. El número de estas reiteraciones osciló entre 3
Fenología y 9 por individuo.
Fig. 3. Total de botones y frutos por mes entre mayo del 2001
y abril del 2002, y número de individuos que aportaron a
dicho total de frutos entre los 10 individuos de H. taetra
seguidos en el tiempo.
Discusión
53
Los huracanes, los eventos ambientales estocásticos Capote RP, Ricardo NE, González AV, García EE,
más comunes en el área, no parecen ser una gran ame- Vilamanjó D, Urbino J. 1989. Vegetación de Cuba. En:
naza para la población de H. taetra. Nuestros resultados Nuevo Atlas Nacional de Cuba. Instituto de Geodesia y
parecen indicar que los individuos de H. taetra están Cartografía. La Habana, Cuba. X.1.2-3.
CNNG. 2000. Diccionario Geográfico de Cuba. Oficina
adaptados a estos eventos estocásticos que general-
Nacional de Hidrografía y Geodesia. La Habana.
mente poseen menor intensidad. A pesar de ser una Lapinel BP. 1989. Situaciones Sinópticas Predominantes. En:
muestra pequeña para hacer inferencias sobre la Nuevo Atlas Nacional de Cuba. Instituto de Geodesia y
respuesta de la población, pues sólo podemos comparar Cartografía. La Habana, Cuba. VI.2.1
antes y después en aquellos individuos marcados y Meffe GK, Carroll CR. 1997. Principles of Conservation
seguidos a propósito de la fenología, en los que se re- Biology. Sinauer Associates, Inc. Sunderland.
gistró una baja mortalidad. Dada la aparición de reitera- Massachusetts.
ciones luego del paso del meteoro, creemos se trate de Primack R, Rozzi R, Feinsinger P, Dirzo R, Massardo, F.
reiteración traumática. En este sentido pudiera tenerse 2001. Fundamentos de Conservación Biológica.
Perspectivas latinoamericanas. Fondo de Cultura
en cuenta la frecuencia de individuos reiterando como
Económica. México, DF.
indicador para monitoreo de la presencia de estrés en la Proctor M, Yeo P, Lack A. 1996. The Natural History of
población. Pollination. Harper & Collins, London.
Rabinowitz D, Cairos S, Dillon T. 1986. Seven forms of rari-
Consideraciones finales ty and their frequency in the flora of the British Isles. En:
Soulé ME. (ed.). Conservation Biology: the science of
Si bien la población de H. taetra parece recuperarse re- scarcity and diversity. Sinauer Associates, Sunderland,
lativamente rápido al daño ocasionado por huracanes Massachusetts. pp. 182-204.
pero para la acción antrópica pudiera no ser resistente. Rodríguez MER. 1989. Condiciones de la Circulación
Las especies con alta especificidad de hábitat y, en ge- Atmosférica. En: Nuevo Atlas Nacional de Cuba. Instituto
de Geodesia y Cartografía. La Habana, Cuba. VI.2.2
neral, las especies de rareza natural, se encuentran,
Terborgh J, Winter B. 1980. Some causes of extinction. En:
según Meffe y Carroll (1997), entre las más vulnerables Soulé M, Wilcox BA (eds). Conservation Biology: An
a extinciones locales o regionales luego de una frag- evolutionary-ecological perspective. Sinauer Associates,
mentación de hábitat. H. taetra posee una población Inc. Sunderland. Massachu-ssets. pp. 119-133.
restringida en su área de ocupación inferior a 20 km2, UICN. 2001. Categorías y criterios de la Lista Roja de la
así como en número de localidades, lo que le confiere la UICN: versión 3.1. Comisión de Supervivencia de
categoría de Vulnerable (UICN, 2001). Especies de la UICN. UICN, Gland, Suiza y Cambridge,
Reino Unido. pp. 33.
Urquiola A, Urquiola f A, Ortega C, Carriles O, Chile L,
Agradecimientos Del Toro MT, Rodríguez JE, Medina LR, Figueroa C,
Armas I, Estrada A, Rodríguez A, Rivera C, Roque
Agradecemos a la Asociación Amistad Berlín-Cuba por JL, Novo R, López M, Aguilar JR, Cabrera C,
el apoyo financiero y a los integrantes del proyecto Betancourt M, García T. 2001. Levantamiento
Barrigona por su colaboración. Florístico de la Provincia Pinar del Río. Informe de
Proyecto. Delegación Territorial del CITMA Pinar del
Río.
Referencias Valiente-Banuet A, Rojas-Martínez A, Arizmandi MC,
Dávila P. 1997. Population biology of two columnar cacti
Areces AE. 1980. Una nueva especie de Harrisia Britton (Neobuxbaunia mezcalensis and Neobuxbaunia macro-
(Cactaceae: Cereoidaeae) del extremo occidental de cephala) in the Tehuacan Valley, Central Mexico. Amer. J.
Cuba. Rev. Jard. Bot. Nac. Univ. Hab. 1(1):13-29. Bot. 4: 452-455.
Borhidi A. 1996. Phytogeography and Vegetation Ecology of
Cuba. Akademiai Kiadó. Budapest.
Capote RP, Berazaín R. 1984. Clasificación de las forma-
ciones vegetales de Cuba. Rev. Jard. Bot. Nac. Univ. Hab.
5(2):27-75.
54
Evaluación del estado de conservación de
Melocactus matanzanus
Lenia Robledo*, Amalia Enríquez*, Ainel González*, Luis F. Montiel**
Abtract
Introducción
55
Distribución y características del hábitat especie tenía la población más numerosa y desarrollada.
También el coleccionismo causó pérdidas incalculables
M. matanzanus crece en la localidad "Las Tres Ceibas en esta década (Sosa 1989).
de Clavellinas", Matanzas, de donde es endémico. Esta
zona se encuentra al norte de la provincia de Matanzas, En 1986, el Grupo Amigos de la Naturaleza, en colabo-
con una extensión de 327 ha (Rodríguez et al., 1994). ración con el Ministerio de la Agricultura (MINAGRI)
Se desarrolla específicamente en las laderas situadas al y la Comisión Provincial de Medio Ambiente, elabo-
sur, entre 10 a 20 m de la cima. raron un plan con dos fases. La primera encaminada a
realizar el conteo poblacional y la segunda al reforza-
El área se sustenta sobre un basamento de serpentinitas miento de la población natural (Sosa, 1989).
del mesozoico, aparecido en el núcleo de un anticlinal
de rocas blandas muy erosionadas (sedimento terrígeno En septiembre de 1994 el MINAGRI con un grupo de
carbonatado del cretácico) (Rodríguez et al., 1994). especialistas proponen un plan de manejo para el área
que tiene entre sus objetivos: conservar especies de
El clima de la región es cálido, con precipitaciones carácter único o restringido, contribuir al mantenimien-
entre 800-1 000 mm anuales (Izquierdo, 1989). to de la biodiversidad, contribuir al mantenimiento de
los procesos ecológicos esenciales y preservar ecosis-
M. matanzanus crece en el matorral xeromorfo temas naturales entre otros (Rodríguez et al., 1994).
espinoso sobre serpentina (cuabal). Esta formación ve-
getal tiene como estrato predominante al arbustivo, con En el proyecto se destacan cuatro zonas de manejo
algunos árboles emergentes y una formación herbácea (Rodríguez et al, 1994). La Zona de Conservación, con-
abierta. stituida por 158 ha de cuabal que incluía colonias de M.
matanzaunus, unas como reserva científica y otras de
Entre las especies presentes en este cuabal, pueden monitoreo. La Zona de Restauración constaba de 127 ha
citarse entre otras: Diospyros crassinervis (Krug & que incluía una plantación de Pinus caribaea, que lleva
Urb.) Standley, Coccothrinax miraguama (Kunth) en el área más de 10 años y se encuentra poco desarrolla-
Becc, Chamaecrista lineata (Sw.) Greene, Maytenus da. La Zona de Amortiguamiento, por su parte, presenta
buxifolia Griseb., Phyllanthus orbicularis Kunth in 91 ha con plantaciones de Pinus caribaea y transiciones
Humboltd et al., Croton nummuralaefolius, Bucida de cuabal. La Zona de Uso público, es la más pequeña
ophiticola Bisse, Coccoloba armata Wright ex Griseb., con 26 ha para uso recreativo (Rodríguez et al., 1994).
Heliotropium humifussum Kunth in Humboltd et al., los
que se encontraban entre el 40% y 80% de los inventar- En 1999, Robledo realiza la recategorización de M.
ios (Robledo, 1999). matanzanus que aparecía En Peligro de extinción
(UICN, 1994), pasando ésta a Peligro Crítico, teniendo
en cuenta que su extensión de presencia es menor de
Estado de conservación de la especie 100 km2 y su área menor de 10 km2; así como la exis-
tencia de una única localidad con 3 poblaciones y la
Antecendentes reducción masiva que se produjo anterior a los últimos
10 años con disminución de la calidad del hábitat.
Ya en 1970 Borhidi y Muñiz refieren que las escasas
poblaciones de M. matanzanus podían desaparecer por En el 2000, se realizó teniendo en cuenta la situación
causas fortuitas pues ocupan un área muy reducida, y crítica del cuabal, los valores indiscutibles del área y
plantean la necesidad de su protección. los resultados de las investigaciones recientes rea-
lizadas por Robledo (1999) el plan de manejo para la
En los primeros cinco años de la década del 1980 el zona (Verdura, 2000 com. pers.)
cuabal "Las Tres Ceibas de Clavellinas" sufrió un
notable deterioro por la puesta en marcha del plan de Características de la población
fomento forestal en la zona (Sosa, 1989). A pesar de que
numerosos especialistas alertaron acerca de la impor- En 1999, se conocían tres colonias de esta especie en
tancia de la zona, ésta fue desbrozada para sembrar tres elevaciones. En cada una de ellas se realizaron con-
Pino (Pinus caribaea Morelet). teos totales de los individuos adultos (con cefalio),
jóvenes, (entre tres y cuatro cm) y pequeños (menos de
El fuego fue otro agente que afectó el cuabal, principal- dos cm) (Tabla 1).
mente la segunda colonia de M. matanzanus, donde esta
56
Tabla 1. Estructura de las colonias de M. matanzanus en La población está severamente fragmentada pues sólo
1999 (Robledo, 1999). existe en una única localidad con 5 subpoblaciones
Colonia Adultos Jóvenes Pequeños Total pequeñas y aunque la reducción masiva ya cesó, la cali-
dad del hábitat está afectada severamente, por los efec-
1 67 72 313 452 tos de la antropización.
2 29 55 74 158
3 149 112 279 540 Según la observación personal de la autora principal, la
Total 245 239 666 1150 causa primaria del cambio está dada por la actividad
forestal, la que en sus inicios hizo disminuir el número
A partir del 2000, se han realizado acciones encami- de individuos y posteriormente produjo cambios brus-
nadas al monitoreo y manejo de la especie (Verdura, cos en el ecosistema. Estas afectaciones condujeron al
2000 com. pers.; Montiel, 2004) y se localizaron dos planteamiento de medidas encaminadas a la conser-
nuevas colonias (Tabla 2). vación de la especie Robledo (1999).
Tabla 2. Estructura de las colonias de M. matanzanus en Como resultado de estas propuestas se intensificaron las
2004 (Montiel, 2004). medidas de conservación de las especies del cuabal y de
la formación vegetal en general, aunque continúan las
Colonias Adultos Jóvenes Pequeños Total
actividades para la protección forestal de Pinus caribaea.
1 27 25 107 159
2 13 23 93 129 En las zonas que fueron dejadas para la regeneración
3 30 49 278 357 natural se observaron resultados satisfactorios ya que
4 52 50 280 382 los individuos juveniles continuaron desarrollándose y
aparecieron y fueron contabilizadas las mayores colo-
5 66 102 492 660
nias de la especie.
Total 188 249 1250 1687
Acciones gubernamentales han propiciado un mayor
Como resultado de la comparación de las tablas se conocimiento acerca de la especie, que fue nombrada
observa el incremento de 537 plantas. La colonia 5, como la planta que representa la provincia de Matanzas.
donde las acciones de manejo se han basado en propi-
ciar la recuperación natural de la especie, sin la intro- Se han realizado acciones de capacitación para el per-
ducción de modificaciones, es la que cuenta con mayor sonal técnico que labora directamente en las áreas, lo
número de plantas, esto corrobora lo recomendado por que ha permitido la adecuación de las acciones de
Robledo (1999). manejo a los requerimientos de la especie y de la forma-
ción vegetal en general.
Amenazas para la especie
No obstante los avances, es necesario proponer algunas
Las amenazas para la especie están vinculadas al proce- otras medidas con vistas a consolidar las labores de
so de antropización que ha sufrido el cuabal "Tres conservación de la especie como por ejemplo:
Ceibas de Clavellinas" durante dos décadas. La princi- aprovechar al máximo la complementariedad de las
pal es la destrucción del matorral xeromorfo espinoso actividades de la conservación in situ y ex situ; elevar
sobre serpentina para la siembra de Pinus caribaea, la efectividad del área protegida con el control de los
seguida de otras actividades relacionadas con un mane- inventarios, atendiendo a la especie analizada y a otras
jo inadecuado de las especies y del hábitat en general con algún grado de amenaza, que la conservación in
(Robledo, 1999). situ tenga en cuenta primero facilitar las condiciones
para la recuperación natural y después la reintroducción
M. matanzanus en la etapa de investigación 1996-1999, en áreas satélite.
confrontó problemas relacionados con afectaciones
microbiológicas. Se detectó la infección con una Conclusiones
especie de bacteria del género Corynebacterium en el
63,9 % de los individuos (735 de los 1 150) esto ha pro- A partir de 1999 se ha logrado una ligera recuperación
ducido una disminución del número de individuos que natural de M. matanzanus, por la aplicación de las
en el año de muestreo ha sobrepasado la centena. medidas propuestas en la ejecución de un plan de mane-
jo, aunque sigue siendo una especie en Peligro Crítico
de extinción.
57
Referencias Robledo L. (1999). Estado actual del Cuabal "Las Tres
Ceibas de Clavellinas". Tesis en opción al Grado
Borhidi A, Muñiz O. (1970). Breve estudio botánico del académico de Máster en Ciencias. Jardín Botánico
Valle de Yumurí y sus alrededores (sne). Nacional, Universidad de La Habana. 53 pp.
Borhidi A. (1991). Phytogeography and vegetation. Ecology Rodríguez L et al (1994). Propuesta de plan de manejo para
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Fuentes L. (1993). Cultivo in vitro de Melocactus matan- Robledo L, Santana P, Cruz R, Soto E, Sosa RT, Verdura
zanus León. Tesis de Diploma. Facultad de Agronomía, MT, Bécquer E, García EE, Hernández JA, Lazcano J,
Universidad de Matanzas. Matos J, Méndez IE, Peña E, Saralegui H, Urquiola
Izquierdo A. (1989). Precipitación media anual 1964-83. 1:2 AJ. (2001). Melocactus matanzanus. En: Lazcano JC,
000 000. En: Nuevo Atlas Nacional de Cuba. Instituto de Peña E, del Risco González L, Leiva AT, Alpizar S,
Geografía e Instituto Cubano de Geodesia y Cartografía. Matamoros Y. (eds.). Memorias del Segundo Taller para
La Habana, Cuba. VI.3.3. la Conservación, Análisis y Manejo Planificado de
León H. (1934). El Género Melocactus en Cuba. Mem. Soc. Plantas Silvestres Cubanas. IUCN/SSC Conservation
Cubana. Hist. Nat. 8:201-208. Breeding Specialist Group, Apple Valley, MN. 12-14 de
Montiel L. (2004). Situación de las colonias de la especie Marzo 2001. p. 55.
Melocactus matanzanus. Inédito.
58
Conservación de Melocactus actinacanthus
Luis R. González-Torres*, Jesús Matos**, Alejandro Palmarola*, Alberto Torres***, Arlen
Izquierdo***, Fabiola Areces*, Alicia Rodríguez*.
En este trabajo se compila la información disponible sobre La descripción original de Melocactus actinacanthus
Melocactus actinacanthus Areces, especie endémica en Areces fue publicada en Ciencias Ser. 10 Botánica 9:3-
Peligro Crítico. El estatus taxonómico de la especie es contro- 11 (1976) basada en el holótipo 28367 HAJB colectado
vertido y se desconoce prácticamente todo sobre su historia por A.E. Areces.
natural. La población silvestre es extremadamente pequeña y
hasta el momento las colecciones ex situ constituyen la única M. actinacanthus es considerado por Taylor (1991)
fuente para incrementar la diversidad genética de la población
como un sinónimo de Melocactus matanzanus León
silvestre que fue diezmada por la recolección indiscriminada
pero este tratamiento no es compartido por los especia-
y la destrucción del hábitat, fundamentalmente.
listas cubanos. Es necesario que se lleven a cabo estu-
dios taxonómicos sobre estas especies pues durante la
Abstract realización de la monografía del género Melocactus el
autor no tuvo acceso a buenos y suficientes materiales
In this paper the data available on Melocactus actinacanthus de las especies cubanas (Taylor, 1991).
Areces, an endemic Critically Endangered species is com-
piled. The taxonomic status of this species is in doubt as well Morfológicamente las dos especies pueden distinguirse
as its natural history uncertain. Wild population is extremely fácilmente considerando las dimensiones del tallo y el
small so ex situ collections are the unique hope for increasing
número y la posición de las espinas. M. actinacanthus
the genetic diversity of wild population depleted mainly by
harvesting and habitat destruction.
es más ancho (hasta 15 cm) que M. matanzanus (menos
de 10 cm), además, M. actinacanthus tiene solo 5 o 6
espinas por areola ninguna en posición central mientras
Introducción que M. matanzanus tiene de 7 a 9 espinas por areola una
en posición central.
De las ocho especies de Melocactus que viven en Cuba,
todas endémicas de la Isla; M. matanzanus, M. hol-
guinensis y M. actinacanthus se encuentran en Peligro
Crítico de extinción (Robledo et al., 2001; Leiva et al.,
2003; Matos et al., 2001). Con la última especie en par-
ticular, según la información compilada por Matos et al.
(2001), se viene trabajando desde 1995 sin que se hayan
conseguido avances significativos.
59
La especie
Distribución y hábitat
60
4) Obtención de semillas para fomentar un programa
de reforzamiento de la población natural y la
creación de nuevas poblaciones.
5) Reintroducción de las plántulas obtenidas a la
población natural y creación de nuevas poblaciones
dentro de la reserva.
6) Realizar estudios sobre la biología de la reproduc-
ción de la especie.
Agradecimientos
61
Manejo ex situ de Melocactus actinacanthus
Jesús Matos*, Luis R. González-Torres**, Alejandro Palmarola**, Fabiola Areces**,
Reynaldo Mederos***; Alberto Torres***, Domingo Ballate*
Abstract
Introducción
63
En total germinaron el 81.6 % de las semillas plantadas.
El porcentaje de germinación de las semillas no varía
significativamente en relación al tipo de sustrato
(p>0.67), según la prueba "t" de comparación de por-
centajes. Las semillas comenzaron a germinar a partir
del séptimo día de plantadas, alcanzándose el máximo
de germinación en el octavo día (fig 2).
Consideraciones finales
64
Referencias
65
El Melocactus de Agabama, una especie
bandera para la educación ambiental en la
comunidad de Revacadero, Villa Clara
Arlén Izquierdo*, Jesús Matos**, Luís R. González-Torres***, Alejandro Palmarola ***,
Alberto I. Torres*, Reinaldo Mederos *
Resumen
Abstract
Fig. 1. Vista del poblado de Revacadero, Villa Clara.
The Agabama dwarf Turk’ Cap cactus (Melocactus actinacan-
thus Areces) is a Cuban Critically Endangered species Esta especies se ha venido propagando ex situ satisfac-
restricted to a very steep slope near Revacadero town at Villa toriamente desde la década de los 90 pero no ha sido
Clara province. The actions toward the propagation and pro- posible el incremento del número de individuos en la
tection of this species began some years ago but they have not naturaleza, entre otras motivos por la incidencia
been successful due to the continue damage of the area by antrópica negativa.
human activities. In this work, we present actions carried out
toward increasing environmental public awareness on the
conservation status of the Agabama dwarf Turk’ Cap cactus.
La participación de la comunidad local, beneficiada
directa o indirectamente de los bienes y servicios que
brinda la naturaleza, es esencial, por ser quienes mejor
Introducción conocen los recursos naturales y sus usos, además, de
que son indispensables en la determinación de los pro-
Según Noa y Castañeda (1998) entre las 14 especies blemas del área y en proponer las soluciones a los mis-
vegetales endémicas locales de las serpentinitas de mos.
Santa Clara, está el Melocactus de Agabama
(Melocactus actinacanthus Areces), especie descrita En este trabajo se exponen las acciones llevadas a cabo
por Areces en 1976 y considerada por Borhidi y Muñiz en la comunidad de Revacadero en función de incre-
(1983) como una especie en peligro. Posteriormente, M. mentar el conocimiento comunitario sobre su entorno.
actinacanthus, fue categorizada como especie en peli-
gro crítico (Matos et al., 2001) entre otras razones Educación ambiental en la comunidad
porque su hábitat se encuentra reducido exclusivamente
a un fara-llón en las cercanías del poblado de El promotor comunitario, es la persona que mediante la
Revacadero (fig. 1). educación ambiental trasmite conocimientos esenciales
67
sobre los principales problemas locales, que afectan al
medio ambiente, desarrollando la toma de conciencia Los niños multiplicando el trabajo del pro-
de la población acerca de la necesidad de proteger la motor ambiental
biodiversidad y su uso sostenible, estableciendo el com-
promiso de una acción individual, colectiva y local que En función de la problemática detectada se elaboró el
de lugar al mejoramiento de la calidad de vida de la programa de educación ambiental en el marco del cual
comunidad (Pulido et al., 1995). se creó el Círculo de Interés "Salvemos el Melocactus".
Este círculo desarrolla actividades en las cuales los
Con este fin, se elaboró un programa de educación niños adquieren conocimientos medioambientales, y los
ambiental para la comunidad de Revacadero, tomando trasmiten mediante variadas acciones como:
como especie bandera al M. actinacanthus, alrededor
del cual se generan actividades para lograr el cuidado y 1. Confección y divulgación de propaganda gráfica.
la conservación de esta especie y su hábitat. 2. Exposición de dibujos.
3. Realización de actividades culturales y recreativas
Con este trabajo se persigue que la población local en fechas medioambientales (fig. 2).
reconozca en el M. actinacanthus, una joya de su flora 4. Excursiones a la naturaleza con la participación de
local y un valor patrimonial natural del que ellos son los padres y jóvenes.
privilegiados, así como integrarlos al trabajo de conser- 5. Creación de un minivivero para incentivar el cultivo
vación de la especie y su hábitat. de plantas frutales y ornamentales nativas. (fig. 3)
6. Elaboración y mantenimiento de un mural ecológico
Al elaborar dicho programa se tuvo en cuenta los cinco en un lugar frecuentemente visitado que evidencia
objetivos que deben regir la educación ambiental: el trabajo del grupo e información ambientalista
conocimiento, conciencia, comportamiento, actitud y nacional y foránea.
participación. Se tuvo en consideración que el progra-
ma debe constituir un instrumento o herramienta que
permita organizar actividades de manera participativa,
y disponer de los medios necesarios para lograr obje-
tivos comunes (Mc Pherson et al., 2004) así como las
particularidades de cada grupo poblacional como:
edades, ocupación y escolaridad.
68
de M. actinacanthus; elevar la participación comuni-
taria en actividades dedicadas al medio ambiente; dar
participación a la comunidad en la búsqueda de solu-
ciones a los problemática comunitaria existente; crear
grupos ambientalistas con la participación de jóvenes y
adultos de la comunidad y recaudar fondos que apoyen
el trabajo comenzado en la comunidad.
Agradecimientos
Referencias
Conclusiones
69
Manejo de Pilosocereus sp. un cactus en
peligro de Villa Clara
Jesús Matos*, Reynaldo Mederos**
71
dos fueron tratados con carbón vegetal en polvo, para Debido a la cantidad de materia orgánica presente en
facilitar la cicatrización y evitar el ataque de hongos y los suelos donde se desarrolla la población original,
se colocaron en un lugar sombreado, seco, ventilado, y para la creación de una nueva zona de introducción, se
en posición vertical, para facilitar la acción de las hor- crearon condiciones artificiales en cuanto a la cantidad
monas de enraizamiento endógenas. Las estacas fueron de humus del suelo, para ello se oradaron orificios de 50
clasificadas en dos grupos: cm de diámetro lo cuales se rellenaron con una mezcla
de humus neutro y tierra serpentinítica en una relación
Grupo A: formado por 18 estacas que conservaron la 3:2, en ellos se sembraron 59 estacas enraizadas en la
región apical del artículo (que tenían un solo corte). zona propuesta 1.
Grupo B: formadas por 60 estacas obtenidas de las
zonas intermedias (que tenían dos cortes). Resultados y discusión
Las estacas obtenidas se colocaron en bolsas de polie- Variación del tamaño de la población de
tileno, que contenían las siguientes variantes de sus- Pilosocereus sp.
tratos:
El número de individuos de la población en el período
Variante 1: Sustrato metamórfico no serpentinítico analizado ha sufrido una disminución drástica. En 1989,
extraído de las grietas de las rocas donde se desarrolla se censaron 188 individuos, en 1993 solo se encon-
la población original. traron 38 y en febrero del 2004 solo existían 27 ejem-
Variante 2: Sustrato serpentinítico obtenido de los plares. Esta reducción está relacionada con la
alrededores del área natural. explotación del yacimiento de mármol de Cerro de Pelo
Variante 3: Mezcla de sustrato serpentinítico, con 35% Malo; factor que constituyó la principal causa de ame-
de humus neutro. naza de la especie (Fig 1 y 2).
72
Tabla 1. Germinación de Pilosocereus sp. en diferentes
sustratos.
Días S. 1 S. 2 S. 3 S. 4 Z1 Z2
1 7 4 6 4 3 4
2 25 13 15 10 12 9
3 48 29 31 26 25 23
4 77 47 57 42 40 38
5 87 51 79 61 65 55
6 105 72 100 85 66 76
7 115 80 104 96 78
8 121 85 110 100
9 124 87 112 106
Fig. 1. Cerro de Pelo Malo antes de comenzar la explotación
del marmol. 10 125 89 112 107
%G 50.0 35.6 44.8 42.8 26.4 31.2
Nota: S.1: sustrato metamórfico no serpentinítico; S.2: sustra-
to serpentinítico del área natural; S.3: sustrato serpentínico de
la zona 1 de introducción; S.4: sustrato serpentínico de la zona
2 de introducción; Z1, Z2: sustrato serpentinítico, siembra
directa en las zonas 1 y 2 de introducción respectivamente; %
G: porcentaje de germinación.
Propagación sexual
73
Conclusiones Matos J, Noa A, Bécquer E, García E, Hernández JA,
Lazcano JC, Méndez I, Peña E, Robledo L, Saralegui
H, Urquiola AJ. 2001. Pilosocereus sp. En: Lazcano JC,
El tamaño poblacional de Pilosocereus sp. ha disminui-
Peña E, del Risco González L, Leiva AT, Alpizar S,
do considerablemente desde 1989. Le propagación ve- Matamoros Y. (eds.). Memorias del Segundo Taller para
getativa de la especie es exitosa y viable pero debe con- la Conservación, Análisis y Manejo Planificado de
trolarse el desarrollo de pudrición por hongos. La ger- Plantas Silvestres Cubanas. IUCN/SSC Conservation
minación de la especie es mayor en sustratos ricos en Breeding Specialist Group, Apple Valley, MN. 12-14 de
materia orgánica derivados de rocas metamórficas no Marzo 2001. p. 56.
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Angulo R, Alfonso O. 1975. Especies Botánicas en el Cerro
de Pelo Malo. Santa Clara. Las Villas. Rev. Centro
Agrícola. 2(1):1-9.
74
El Cactus Enano de Holguín (Escobaria
cubensis)
Omar Leyva*, Luis Rodríguez**, Ernesto Mastrapa*, Alejandro J. Fernández***, Wilder
Carmenate*, Pedro A. González***
75
Fig. 1. Escobaria cubensis en su hábitat natural.
Actualmente, E. cubensis, se encuentra en: Matamoros E. cubensis se desarrolla en sustratos con valores bajos
y Loma del Fraile, municipio Holguín; y en Cerro de de los cationes Calcio (5.5 meq/100g) y Potasio (0.25
Galano, La Cejita y Cima del Cerro Colorado, munici- meq/100g), y altos de Magnesio (9.8 meq/100g). Los
pio Rafael Freyre. Es muy probable que en el pasado se niveles de Fósforo son bajos (1.04 mg/100g) mientras
distribuyera ampliamente por las colinas serpentiníticas que los de Nitrógeno son muy variables (de 0.1396 a
cercanas a Holguín. 0.0041 mg/100g). Estos sustratos presentan 0.06 % de
Boro, 0.03% de Manganeso, 24.6% de Hierro, 5.8% de
E. cubensis habita entre las piedras en matorrales xero- Aluminio y 28.3% de Silicio. El contenido de materia
morfos espinosos sobre serpentina. Sus especies acom- orgánica es de 2.792 %. El pH varía de ligeramente
pañantes son: Rhynchospora spp, Fimbristylis annua ácido (6.4) a ligeramente básico (7.2).
(Vahl.) Roem. & Schult., Elytraria shaferi (P. Wilson)
Leonard, Tetramicra eulophiae Reichb. f. y Heliotro- La temperatura se mantiene relativamente estable, sin
pium humifusum Kunth in Humboldt & al., etc. grandes variaciones entre 26-29 oC y la humedad relati-
va oscila entre 47-60%. La precipitación media anual
La especie crece en suelos derivados de las rocas ser- en el período 1990-2004 es de 1086 mm.
pentinitas. Según la clasificación genética, los suelos
son del tipo ferrítico púrpura típico, género desaturado. Las poblaciones naturales
Morfológicamente pertenecen a la serie Holguín, fami-
lia Nipe. Se caracteriza por un relieve ondulado o De todas las localidades donde habita esta especie, la
ligeramente alomado, de color rojo purpúreo con una más importante por su extensión, número de colonias y
condición dura con resquebrajamiento y formación de de individuos es Matamoros. Sus subpoblaciones se
terrinas. Posee metales pesados como: manganeso, disponen formando parches, entre rocas de mediano
hierro y boro, es un suelo muy erosionado y de muy tamaño muy meteorizadas (fig. 2). La densidad prome-
poco espesor, en el que la roca madre se encuentra entre dio de individuos (en la localidad Matamoros) es de 35
los 3 y 7 cm de la superficie. Este suelo es poroso, seco, individuos por m2, en la zona de mayor abundancia de
de escasa profundidad y bien drenado.
76
la especie en el año 2003. Esta cifra descendió en el de ellas germinan sobre la planta progenitora. Este pro-
2004 a 18 individuos por m2. El número de individuos ceso de dispersión quizás sea el causante del patrón
en las otras poblaciones es bajo. agregado observado en esta especie.
77
Esta cactácea es afectada, además, por algunas especies Agradecimientos
de insectos y caracoles terrestres del género Zachrycia.
Quiero agradecer a Raydon Almaguer Rosabal por la
Sin embargo, la causa fundamental de la degradación revisión del manuscrito y a Norelis Peña Peña por su
del hábitat es de origen antrópico por lo que la localidad ayuda en el trabajo de campo y con la fotografía.
Matamoros necesita una urgente protección, no sólo por
la presencia de esta especie, sino por la de otros Referencias
endémicos locales en peligro crítico como: Melocactus
holguinensis Areces y Mollugo deltoidea León. Bitton NL, Rose JN. 1912. Description of Coryphanta
cubensis. Torreya 12:15.
Consideraciones finales Fildó E. 1982. Logros en el cultivo de la Neobesseya cuben-
sis (Britton et Rose) Hester (Coryphanta cubensis). Rev.
La antropización de la zona, constituye la mayor ame- Jard. Bot. Nac. Univ. Hab. 3(1):153-158.
naza para la supervivencia de E. cubensis, debido a Hester JP. 1941. Desert Pl. Life 8:192
Hunt DR. 1978. Amplification of the genus Escobaria. Cact.
incendios, buldoceo del área, construcción de caminos,
Succ. J. Gr. Brit. 40(1): 13.
vertederos, reforestación con especies arbóreas y dis- Leiva O, González PA, Bécquer E, Hernández JA,
persión progresiva del marabú (Dichrostachys cinerea). Llamacho J, Matos J, Noa A, Regalado L, Sánchez C.
Sin embargo, con voluntad y alta conciencia conserva- 2004. Neobesseya cubensis. En: Lazcano J, Leiva AT,
cionista por parte de todos, podremos salvar esta Matamoros Y. (eds.). Memorias del Tercer Taller para la
pequeña gran joya del patrimonio florístico de Cuba y Conservación, Análisis y Manejo Planificado de Plantas
el Mundo: Escobaria cubensis, el Cactus Enano de Silvestres Cubanas, 16-18 enero 2003. IUCN/SSC
Holguín. Conservation Breeding Specialist Group, Apple Valley,
MN. p. 53
Shafer JA. 1912. Botanical Exploration in Santa Clara and
Oriente. J. New York Bot. Gard. 13:169-172.
78
Características ecológicas y poblacionales
de Melocactus nagyii y M. evae en Cuba
Eddy Martínez*, Orlando J. Reyes**, Nicasio Viña**, Leopoldo Viña**, Osvaldo Pacheco**,
Félix Acosta** y Hector Ferret**.
79
cian claramente de las radiales que miden entre 15 y 30 heliófila, que generalmente se encuentra en los
cm (Mészáros, 1976). calveros, sin vegetación acompañante que la cubra y
con la que tenga que competir. Ocasionalmente, esta
El cefalio es cilíndrico, ligeramente más alto que largo especie forma parte de un matorral xeromorfo costero y
(4.5-6.5 cm de altura por 4.5-6 cm de ancho). En las subcostero claro, donde se infiltra prácticamente toda la
plantas viejas se encuentra elongado. Las flores son luz. Además, algunos individuos se observaron forman-
rosado purpúreas de 14 a 16 mm de diámetro. El fruto do parte de un pastizal y de un bosque semideciduo
es claviforme rosado intenso en el ápice y blanco en la micrófilo secundario. El sistema radical es superficial,
base (Mészáros, 1976). en lugares rocosos las raíces usan las grietas para su
fijación.
Clima
80
expresan 26 0C o más. La humedad relativa media anual Melocactus evae Mészáros
varía entre 75 y 80 %; a las 07:00 horas es de 80 a 85
% y a las 13:00 horas es de 70 a 75 % (Montenegro, M. evae presenta un tallo columnar, delgado, alcanzan-
1991f, 1991g, 1991h). El viento predominante es la do los índividuos adultos entre 6 y 8 cm de diámetro. El
brisa marina de hasta 12 km/h (Montenegro, 1991i). tallo generalmente alcanza de 15 a 20 cm de alto pero
Debido a las altas temperaturas, baja humedad relativa, algunos individuos llegan a medir de 22 a 29 cm. Las
acción del viento y otros factores, la evaporación es espinas son ligeramente aciculares, flexibles, 2-4 cen-
muy elevada y fluctúa entre 1 700 y 2 000 mm trales de 20 a 25 mm de largo y 10 a 15 espinas radiales
(Montenegro, 1991j; Crespo, 1989). de unos 10 - 15 mm. El cefalio es cilíndrico, ligera-
mente aplanado (2.5-3.5 cm de alto y 3.0-4.5 cm de
Características de las poblaciones diámetro), con espinas rígidas, finas, rojo naranjas. Las
flores son rosado purpúreas de 7 a 9 mm de diámetro
En el tramo costero donde se encuentra esta especie (fig. 3) (Mészáros, 1976).
existen 32 subpoblaciones con diferentes densidades de
individuos. Se observa una tendencia a presentar de 1-4
y de 5-10 individuos por m2. Aquéllas que poseen de
50-99 individuos por 100 m2 son muy puntuales. Al
agrupar las densidades de población por superficie se
obtuvo que las poblaciones con una densidad de 1-4
individuos por m2 cubren una superficie de 119.75 ha,
las que presentan de 5-10 cubren un área de 75.66 ha y
las que tienen la densidad de 50-99 individuos por 100
m2 se extienden por una superficie de 11.64 ha. En total
las poblaciones de M. nagyii abarcan una superficie de
207.05 ha en su área de distribución conocida.
81
Nunca se encontró sobre suelo, ni dentro de la vege- La sequía se agudiza algunos años. Datos obtenidos de
tación. Siempre se observó en zonas en que la roca está un pluviómetro en Hatibonico (9 años) indican que
cubierta de una capa de piedras y cantos rodados. En durante los años 1991 y 1992 llovió sólo 12 días y el
algunos lugares, donde la roca no presenta dicha capa acumulado alcanzó 561.3 mm. Estas sequías extremas
de piedras, no se desarrollan estos cactus, por lo que a son repetitivas, pues desde diciembre de 1999 hasta
veces se halla la alternancia de zonas con una alta con- agosto del año 2000, las precipitaciones ocurrieron cua-
centración de esta planta mientras que en otras están tro veces, acumulando 101.3 mm. La mayor parte de los
totalmente ausentes. días con precipitaciones (40%), éstas son entre 10.1 y
30.0 mm, siguiéndole las que varían entre 5.1 y 10.0
En los monitongos propiamente dichos, esta especie se mm (22%), las demás fluctúan a ambos lados de esos
desarrolla en las solapas y en las partes donde, debido a valores. Los días con más de 100 mm de lluvia son
la capa presente, se produce concentración de piedras y pocos, pues de 292 lluvias muestreadas, sólo en ocho
cantos rodados, por lo que se forman cinturones de ocasiones cayeron más de ese valor. Las temperaturas
plantas. También se observan en las partes altas, donde son altas, Borhidi (1991) expone que en la Estación
se mantienen las piedras producto de la meteorización. Naval son de 28 0C, mientras otros autores (Rego, 1978;
Lapinel, 1989) expresan que son mayores de 26 0C. Las
Geología, geomorfología y suelos medias de las temperaturas máximas absolutas son de
36 0C o mayores (Lecha, 1989a). La humedad relativa
Esta especie crece estrictamente sobre la formación media anual a las 13:00 horas es menor de 55%, mien-
Camarones, la cual está constituida por conglomerados tras a las 07:00 horas es de 85 a 90% (Lecha, 1989b,
polimícticos de cantos subredondeados y redondeados, 1989c).
así como de areniscas polimícticas de grano grueso. En
la zona se presentan dos zonas bien diferenciables geo- Debido a la incidencia de todos esos factores, la evapo-
morfológicamente: los monitongos propiamente ración es muy elevada. Montenegro (1991j) refiere para
dichos, al norte y un área ligeramente ondulada al Sur. Playa Borrachos, una localidad aledaña, entre 1 900 y 2
La primera consiste en colinas con formas redondeadas, 100 mm, mientras Crespo (1989) expresa que en esta
generalmente desnudas y que varían entre 60 y 80 m zona se evaporan más de 2 400 mm.
snm en la base, hasta 183 m snm en la parte más eleva-
da, comúnmente fluctúan entre 120 y 160 m de altitud. Características de las poblaciones
La parte sur es ligeramente ondulada y conforma la
mayor porción de los territorios ocupados por M. evae, Las poblaciones de esta especie presentan la misma
la misma oscila desde menos de 20 m snm hasta 60 m densidad que las observadas en M. nagyii, así como
snm. también 11-49 individuos por m2. En total suman 78
poblaciones que se hallan fragmentadas. En sentido
Se presentan áreas con suelos pardos, de muy poco a general se encuentran en las cimas y laderas de
poco profundos; sólo en las depresiones ocupadas por pequeñas elevaciones donde la vegetación es escasa y
algunos arroyos secos, el suelo puede tener mayor prácticamente no existe cobertura vegetal.
desarrollo. En ocasiones se forma un mosaico con
zonas sin suelo y otras donde la roca desnuda tiene una Las poblaciones con una densidad de 1-4 individuos por
capa de piedras y cantos rodados producto del intem- m2 cubren en esta especie 100.38 ha, aquellas con 5-10
perismo de la misma. individuos por m2 cubren 76.70 ha, las que poseen de
11-49 individuos por m2 ocupan 23.76 ha y las que
Clima tienen de 50-99 individuos por m2 cubren una extensión
de 1.88 ha. En total las poblaciones de M. evae alcan-
El clima puede ser considerado como cálido semidesér- zan una superficie de 202.73 ha.
tico (Termo - hemierémico) con 9 a 10 meses secos
(Borhidi, 1991). Con relación a la lluvia, Borhidi Referencias
(1991) expone dos climogramas de la Estación Naval,
próxima al área, con 461 y 580 mm como promedio. Borhidi A. 1991. Phytogeography and Vegetation Ecology of
Izquierdo (1978, 1989b) y Díaz et al. (1989) reflejan Cuba. Akadémiai Kiado. Budapest.
esta zona con menos de 600 mm. Todos los autores Comisión Cubano-Húngara. 1972. Mapa geológico 1:100
(Izquierdo, 1978, 1989a; Montenegro, 1991b; Trusov et 000. Academia de Ciencias de Cuba y Academia Húngara
de Ciencias. p. 160.
al., 1989) exponen que durante el período seco
Crespo SE. 1989. Evaporación media anual. 1: 2 000 000.
(noviembre a abril) llueve menos de 200 mm. En: Nuevo Atlas Nacional de Cuba. Instituto de Geografía
82
de la Academia de Ciencias de Cuba, Instituto Cubano de de la Sierra Maestra. Empresa Geominera de Oriente.
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la Academia de Ciencias de Cuba, Instituto Cubano de En: Atlas de Santiago de Cuba (inédito). p. 33.
Geodesia y Cartografía. La Habana. p. VI.3.2. Montenegro U. 1991b. Precipitación media período poco llu-
Gagua G, Zarenko S, Izquierdo A. 1989. Precipitación vioso. 1:1 125 000. En: Atlas de Santiago de Cuba (inédi-
media anual. 1931-72. 1: 2 000 000. En: Nuevo Atlas to). p. 34.
Nacional de Cuba. Instituto de Geografía de la Academia Montenegro U. 1991c. Insolación media período lluvioso.
de Ciencias de Cuba, Instituto Cubano de Geodesia y 1:1 500 000. En: Atlas de Santiago de Cuba (inédito). p.
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Izquierdo A. 1978. Precipitación anual. 1: 4 000 000. En: Montenegro U. 1991d. Insolación media período poco llu-
Atlas de Cuba. Instituto Cubano de Geodesia y vioso. 1:1 500 000. En: Atlas de Santiago de Cuba (inédi-
Cartografía. La Habana. p. 33. to). p. 25.
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Cuba. Instituto de Geografía de la Academia de Ciencias Montenegro U. 1991f. Humedad relativa media anual. 1: 750
de Cuba, Instituto Cubano de Geodesia y Cartografía. La 000. En: Atlas de Santiago de Cuba (inédito). p. 28.
Habana. p. VI.3.3. Montenegro U. 1991g. Humedad relativa media anual a las
Izquierdo A. 1989b. Precipitación media anual. 1964-83. 1: 13:00 horas. 1:1 125 000. En: Atlas de Santiago de Cuba
2 000 000. En: Nuevo Atlas Nacional de Cuba. Instituto (inédito). p. 29.
de Geografía de la Academia de Ciencias de Cuba, Montenegro U. 1991h. Humedad relativa media anual a las
Instituto Cubano de Geodesia y Cartografía. La Habana. 07:00 horas. 1:1 125 000. En: Atlas de Santiago de Cuba
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000. En: Nuevo Atlas Nacional de Cuba. Instituto de En: Atlas de Santiago de Cuba (inédito). p. 30.
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tas anuales del aire. 1: 4 000 000. En: Nuevo Atlas En: Atlas de Cuba. Instituto Cubano de Geodesia y
Nacional de Cuba. Instituto de Geografía de la Academia Cartografía. La Habana. p. 32.
de Ciencias de Cuba, Instituto Cubano de Geodesia y Trusov II, Díaz LR, Izquierdo A. 1989. Precipitación media
Cartografía. La Habana. p. VI.3.1. anual en el período seco. 1931-72. 1: 2 000 000. En:
Lecha L. 1989b. Humedad relativa media anual a las 13:00 Nuevo Atlas Nacional de Cuba. Instituto de Geografía de
horas. 1: 4 000 000. En: Nuevo Atlas Nacional de Cuba. la Academia de Ciencias de Cuba, Instituto Cubano de
Instituto de Geografía de la Academia de Ciencias de Geodesia y Cartografía. La Habana. VI.3.2.
Cuba, Instituto Cubano de Geodesia y Cartografía. La
Habana. p.VI.4.1.
Lecha L. 1989c. Humedad relativa media anual a las 07:00
horas. 1: 4 000 000. En: Nuevo Atlas Nacional de Cuba.
Instituto de Geografía de la Academia de Ciencias de
Cuba, Instituto Cubano de Geodesia y Cartografía. La
Habana. p. VI.4.1.
Méndez J, Rodríguez R, Rodríguez E. 1994. Atlas de rocas
83
Apuntes para la historia de un botánico
cubano: Johannes Bisse. Su relación con la
familia Cactaceae
Lutgarda González Géigel
85
El autor del presente artículo, que además de su trabajo nuevo encontrado M. valentinii que se describe más
en la construcción del Jardín Botánico Nacional, ha abajo (Fig. 1).
tenido la oportunidad de obtener una colección repre-
sentativa de ejemplares con su origen de los melocactus Estas especies crecen muy separadas entre sí en
cubanos, tiene por primera vez la posibilidad de com- areales pequeños sobre suelos rocosos ultrabásicos o
parar ejemplares vivos, florecidos y fructificados en volcánicos pero en zonas de precipitaciones altas.
gran cantidad. Todo lo cual crea las bases para un estu- Las tres especies mencionadas son muy diferentes
dio de esta naturaleza. entre sí pero tienen algunos caracteres comunes: las
espinas del borde de las areolas son más o menos
León y Alain, Flora de Cuba tomo III [Alain, 1953] curvas y sus cuerpos aplanados, sus areolas poseen
conocen de Cuba 4 especies del género Melocactus: pocos pelos lanudos en el centro, el cefalio per-
Melocactus harlowii (Britton & Rose) León; M. acu- manece plano y los pétalos son en el ápice redondea-
nae León; M. matanzanus León y M. guitarti León. De dos. Las plantas no poseen ningún propágulo con
aquí se excluye el Melocactus havanensis (Pfeiff.) Miq. excepción de la nueva especie. Su distribución coin-
como 'species dubia'. cide con el material antiguo del Cretácico Superior
que se conoce en la isla tanto intrusivo como volcáni-
Con relación a su distribución podemos dividir esos co (Mapa 1) [Entre los manuscritos encontrados
Melocactus en dos grupos: los habitantes de las costas sobre este género no encontramos ningún mapa] lo
y las especies del interior. A este último grupo cual habla de la edad tan antigua de estos taxones.
pertenecen Melocactus matanzanus, M. guitartii y el
Fig. 1. Variación morfológica de las espinas entre las tres especies de Melocactus del interior [Esquema confec-
cionado por J. Bisse].
86
Los otros melocactus cubanos se encuentran en la costa 144 1841 - Cuba). Pfeiffer describió dicha planta como
sur de la provincia Oriente, donde existe un cinturón de una variedad de Melocactus communis (L.) Link et Otto
clima árido provocado por la sombra de viento de las a partir de una planta cultivada sin dudas en el Jardín
montañas en cuya vegetación observamos diferentes Botánico de Berlín. Su descripción demuestra clara-
cactus como: Pilocereus brooksianus (Britton & Rose) mente, que es un representante del grupo costero que
Knuth, Ritterocereus hystrix (Haw.) Beckg posee areolas con espinas rectas...pero solo hay un
[Stenocereus peruvianus (L.) Kiesling], Dendrocereus Melocactus en los alrededores de La Habana,
nudiflorus Britton & Rose, Leptocereus maxonii Britton Melocactus matanzanus que pertenece a los melocactus
& Rose, Consolea macracantha (Griseb.) Berger, del interior de la isla.
Opuntia dillenii (Ker-Gawl) Haw. y Cylindropuntia
hystrix (Griseb.) Areces que juegan un papel impor- En la costa norte entre Habana y Matanzas se encuentra
tante. una zona semiárida con sus cactus propios como
Pilocereus robinii León (Lem.) y Leptocereus wrightii
Los Melocactus se encuentran entre Pilón y el Cabo de León. Un Melocactus no se conoce de esa zona a pesar
Maisí, en colonias más o menos aisladas mayormente de que la misma fue visitada el siglo pasado por Britton
directamente en la costa. Ellos se distinguen por una y sus colaboradores en varias ocasiones. El único
serie de caracteres comunes: Melocactus que coincide con la descripción de Pfeiffer
es el descrito como Melocactus maestrensis [la autora
1) Todas las espinas de las areolas son rectas y se sepa- desconoce la existencia de un Melocactus con este
ran del cuerpo de la planta. nombre] al pie del Pico Turquino.
2) Poseen en las areolas jóvenes abundantes pelos algo- En ese tiempo en los 30 primeros años del siglo pasado
donosos blancos como la nieve. Linden viajó como colector de orquídeas a esa región y
posiblemente envió otras plantas interesantes a los jar-
3) Los cefalios se alargan con la edad y son más o dines europeos, así llegó en este tiempo Harrisia erio-
menos cilíndricos. phora (Pfeif.) Britton descrita como Cereus eriophorus
Pfeif., a las colecciones de Berlín. Por otra parte dió
4) Las flores poseen pétalos agudos. Pfeiffer (l.c.) dos cactus del centro de Cuba: Nopalea
auberi (Pfeiff.) Salm-Dyck y Nopalea dejecta Salm-
Los numerosos estudios de campo y las observaciones Dyck como autóctonos [Nopalea no es un género
comparativas en los ejemplares cultivados, arrojan que autóctono de Cuba su distribución es fundamental-
los Melocactus de las costas cubanas pueden separarse mente en México; en nuestro país se cultiva fundamen-
en 4 grupos vicariantes estrechamente relacionados talmente como ornamental]. Todo esto demuestra que
entre sí. La subdivisión se corresponde con una división Cuba y especialmente La Habana fueron estaciones de
natural de la costa sur de la provincia de Oriente forma- tránsito para la exportación de cactus para Europa
da por grandes bahías que por formarse en un pasado [Quizás Melocactus havanensis (Pfeif.) Miq. se basa en
geológico reciente se encuentran aún muy impresas y se un material llegado a Europa a través de Cuba].
caracterizan por una serie de géneros de las costas secas
que pertenecen a grupos vicariantes. Referencias
A las preguntas no aclaradas de la flora de cactus de Alain H. 1953. Flora de Cuba. III. Cont. Ocas. Mus. Hist.
Cuba, pertenece todavía la identificación del Nat. Col. De La Salle. 13.
Melocactus havanensis (Pfeif.) Miq. (Melocactus
havannensis Miq. (Nov. Act. Nat. Cur. XVIII. Suppl. I:
87
Estado actual de las cactáceas de la costa
Norte de Matanzas
Amalia Enríquez, Lenia Robledo, Wendy Ramírez
Plant communities of Bacunayagua, Punta Guano, coast from La flora de cada zona se caracteriza en función de los
Matanzas city to Punta Seboruco and Rincon Frances in the inventarios realizados a lo largo de transectos. En estos
North coast of Matanzas were studied with special emphasis inventarios se determinan las especies de cactus pre-
in cactus species. The following five cacti were found: sentes. En la caracterización se incluye además obser-
Selenicereus grandiflorus (L.) Britt. & Rose, Opuntia dillenii vaciones de campo efectuadas por los autores y datos de
(Ker-Gawl) Haw., Dendrocereus nudiflorus (Engelm.) Britt. investigaciones precedentes en la zona (Claro y
& Rose, Pilosocereus robinii (Lem.) Byl. & Rose and Rodríguez, 1989; Enríquez et al., 1997; Robledo et al.,
Harrisia eriophora (Pefeiff.) Britt. Census or samplings were 1986; Enríquez, 2000; Ramírez, 2003). Las plantas se
made in the populations of the last three species. The vegeta-
nombran según León (1946), León y Alaín (1951) y
tion in which cacti were found were characterized. Floristic
composition and physionomy of these vegetation are dam- Alaín (1953, 1956, 1964, 1974).
aged. Main threats for cacti are pointed out and conservation
actions are proposed. La vegetación en las diferentes zonas se caracteriza a
partir de observaciones en parcelas y transectos, tenien-
Introducción do en cuenta los criterios de Capote y Berazaín (1984).
89
Bacunayagua vegetación de costa rocosa, en general muy degradados
pero de alto valor científico por la existencia de
Esta zona comprende una porción del valle fluvial del Coccothrinax borhidiana O. Muñiz, una especie
río Bacunayagua, caracterizada por pendientes abruptas endémica local. El matorral xeromorfo costero se
de 30 a 40 m con fuerte erosión. Los suelos son poco encuentra en las áreas más secas de la costa abrasiva
profundos, del tipo rendzina negra y roja, cubiertos por con rocas carbonatadas, se desarrolla por lo general
matorrales y bosque semideciduo secundario. sobre el carso desnudo o casi totalmente desnudo con
una delgada capa de rendzina roja a pardo rojiza.
El bosque semideciduo mesófilo secundario está consti-
tuido por árboles con una altura promedio entre 10-15 Este matorral está constituido por un estrato arbustivo
metros, con estratos emergentes superiores a 20 metros denso de dos a tres metros de altura. Presenta árboles
formados por Roystonea regia (Kunth) O.F. Cook, emergentes de Ficus sp., Bursera simaruba, palmas del
Cecropia peltata L. y Bursera simaruba Jacq. Este género Coccothrinax y cactáceas. Los arbustos son fre-
bosque tiene elementos propios de la vegetación secun- cuentemente espinosos, micrófilos y nanófilos, entre las
daria producto de la actividad antrópica (Pisonia especies presentes se encuentran las siguientes:
aculeata L., Comocladia dentata Jacq., Bursera Maytenus buxifolia (A. Rich.) Griseb., Gymnanthes
simaruba, Cecropia peltata y Chyrsophyllun oliviforme lucida Sw., Eugenia maleolens, Eugenia axillaris (Sw.)
L.). Entre las especies que tipifican a este bosque se Willd., Capparis cynophallophora L., hay presencia de
encuentran: Erythroxylum aerolatum L., Allophyllus lianas y el estrato herbáceo es pobre (Enríquez et al.,
cominia (L.) Sw., Cedrela odorata Sw., Amyris balsa- 1997).
mifera L., Eugenia maleolens Poir. y Thichilia hirta L.
Características de las poblaciones de cactus según
El matorral xeromorfo costero se desarrolla en la llanu- Ramírez (2003)
ra cársica costera (Robledo et al., 1986). Se caracteriza Adultos/
Especie Abundancia
por especies de los géneros: Capparis, Erytroxylum, Juveniles
Phyllanthus, Jacquinia, Ficus, Eugenia, entre otros. En Dendrocereus nudiflorus Poco frecuente * Sí/No
las observaciones efectuadas en el año 2004 este mato- Harrisia eriophora Abundante ** Sí/Sí
rral se encuentra prácticamente destruido.
Opuntia dillenii Poco frecuente *** Sí/Sí
Selenicereus grandiflorus Abundante **** Sí/Sí
Características de las poblaciones de cactus
* presente en el 20% de los inventarios. En el censo realizado
Adultos/
Especie Abundancia en el 2004 solo se encontraron 31 individuos adultos.
Juveniles
** presente en el 20% de los individuos. En el censo realiza-
Opuntia dillenii Poco frecuente * Si/Sí do en el 2004 solo se encontraron 23 individuos adultos.
Selenicereus grandiflorus Abundante ** Si/Sí *** presente en el 20% de los inventarios. Persistente en la
vegetación secundaria.
* persistente en la vegetación secundaria, solo en matorrales **** presente en el 50% de los inventarios.
próximos a la costa.
** persistente en la vegetación secundaria.
Costa Norte desde la Bahía de Matanzas
Punta Guano hasta Punta Seboruco
Punta Guano es un área protegida que se encuentra en El área estudiada de la costa Norte desde la Bahía de
la costa Norte de Matanzas, al noroeste de este munici- Matanzas hasta Punta Seboruco tiene aproximadamente
pio. Consta de aproximadamente 8 ha, en una llanura 8.5 km² de extensión y se encuentra al Norte de la ciu-
cársica costera, aterrazada y suavemente inclinada dad de Matanzas. Se distribuye sobre dos terrazas del
hacia el Norte, con buen drenaje y presencia de carso pleistoceno, separadas por un acantilado vertical de 6 a
semidesnudo. La llanura está cubierta por rendzina roja 14 m. La primera terraza del Seboruco es abrasivo-acu-
poco profunda del grupo de los suelos húmicos mulativa, de 6-7m de alto, ocupa una estrecha llanura
casimórficos con un alto contenido de humus (CITMA, de 100-500 m de calizas biogénicas y calcarenitas de la
1998). Formación Jaimanitas que afloran parcialmente. La
porción de la terraza con carso parcialmente desnudo se
Las formaciones vegetales presentes en la zona son el localiza detrás del camellón costero, originalmente ocu-
matorral xeromorfo espinoso costero y el complejo de pado por el uveral, se encuentra cubierta de un matorral
xeromorfo costero denso de 2-3m de altura. La segunda
90
terraza de Yucayo es abrasiva y alcanza 15-25m de Rincón Francés
altura, formada por carso desnudo, cubierta de un Se encuentra en la península de Hicacos, Varadero. A
bosque siempreverde micrófilo bajo con emergentes 200 m de la linea de costa se desarrolla un matorral
que alcanzan 10m de altura (Claro y Rodríguez, 1989). xeromorfo costero denso sobre rocas cársicas que aflo-
ran. Se caracteriza por el predominio de arbustos entre
Las observaciones de campo efectuadas por Enríquez et 2 y 4 m de altura. Se presentan emergentes
al., (2004) permitieron comprobar que en esta zona las pertenecientes de Pilosocereus robinii y Dendrocereus
formaciones vegetales descritas por Claro y Rodríguez nudiflorus (fig. 1). En este matorral abundan las lianas,
(1989), se encuentran muy afectadas, quedando sola- entre las que se encuentran Smilax havanensis Jacq.,
mente restos de ellas. Esto es debido a la construcción Selenicereus grandiflorus y Stigmaphyllon sagraea-
de carreteras y edificaciones relacionadas con la num A. Juss. y son frecuentes las epífitas (Tillandsia).
explotación del petróleo, desmonte para carbón y otras El bosque siempreverde micrófilo, crece a unos 700 m
actividades. de la costa, presenta dos estratos arbóreos, uno domi-
nante de 2 a 4 m de altura y otro menos abundante de
Características de las poblaciones de cactus más de 8 m de altura y un estrato arbustivo inferior a 4
m. Se presentan algunas lianas y epífitas.
Adultos/
Especie Abundancia
Juveniles
Características de las poblaciones de cactus
Dendrocereus nudiflorus Raro * Sí/No
Adultos/
Harrisia eriophora Raro ** SíSí Especie Abundancia
Juveniles
Opuntia dillenii Poco frecuente *** Sí/Sí Dendrocereus nudiflorus Poco frecuente * Sí/No
Selenicereus grandiflorus Abundante Sí/Sí Opuntia dillenii Poco frecuente Sí/Sí
* Claro y Rodríguez (1989) lo refieren para 1 de los 56 inven- Pilosocereus robinii Abundante ** Sí/Sí
tarios. No observado en el censo del 2004. Selenicereus grandiflorus Abundante Sí/Sí
** Claro y Rodríguez (1989) lo refieren para 3 de los 56 * se estima hayan alrededor de 120 individuos en el área.
inventarios. No observado en el censo del 2004.
** se estima hayan 1000 individuos en el área.
*** persistente en la vegetación secundaria.
Fig. 1. Ejemplar de Dendrocereus nudiflorus conocido como el Patriarca en Rincón Francés, Reserva Ecológica Varahicacos.
91
Estado de las especies mina una fuerte amenaza para la especie, teniendo en
cuenta su restringida distribución en la región. Está pre-
De las cinco especies de cactus presentes en las locali- vista la utilización próximamente del área Rincón
dades estudiadas Dendrocereus nudiflorus, Piloso- Francés para la construcción de nuevos hoteles, lo que
cereus robinii y Harrisia eriophora se consideran en determinará la disminución considerable del área de
Peligro Crítico, al menos regionalmente, por la dismi- ocupación de la especie.
nución en los últimos 10 años de su área de distribución.
Harrisia eriophora (fig. 3) ha quedado limitada en la
Dendrocereus nudiflorus (fig. 1) sólo está presente en costa norte de Matanzas a la zona de Punta Guano. La
Rincón Francés, dentro de la Reserva Ecológica especie está sometida a fuertes amenazas por las afecta-
Varahicacos y en parcelas hoteleras, y en la zona de ciones referidas, debido a la explotación petrolífera.
Punta Guano. En ninguna de las poblaciones se obser-
van individuos juveniles aunque si se observa la forma-
ción de frutos y las semillas viables, lo cual pudiera
indicar algún problema con la dispersión. Sus pobla-
ciones están sometidas a un fuerte decline, fundamen-
talmente por los efectos de la explotación del petróleo y
el turismo. Se considera que el decline continuará pues
está prevista la utilización del área correspondiente a la
Reserva Ecológica Varahicacos para el incremento de
las parcelas hoteleras y el aumento de las construc-
ciones de carreteras y otras instalaciones en Punta
Guano para la explotación petrolera.
92
mación sobre las características, estado de conser- Claro A, Rodríguez L. 1989. Estudio Florístico de la veg-
vación de estas especies e importancia de las etación xerofítica del Norte de Matanzas. Rev. Jard. Bot.
especies. Nac. Univ. Hab. 10(2): 129-145.
Enríquez A. et al. 2004. Flora y vegetación de la costa norte
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Enríquez A, Cruz R, Robledo L. 1997. Evaluación del esta-
La flora y la vegetación de la costa norte de Matanzas, do de la especie Coccothrinax borhidiana en Punta
desde Bacunayagua hasta Rincón Francés, se encuentra Guano, costa Norte de Matanzas. (inédito).
muy afectada debido a las acciones encaminadas al Enríquez A. 2000. Flora y vegetación de la Reserva
Ecológica Varahicacos, Península de Hicacos, Varadero.
desarrollo de la explotación petrolífera y el turismo, las
Tesis en opción al Grado Científico de Máster en Ciencias
que se han intensificado notablemente en los últimos especialidad Botánica. Jardín Botánico Nacional,
diez años. Las poblaciones de: Dendrocereus nudi- Universidad de La Habana.
florus, Pilosocereus robinii y Harrisia eriophora están León H. 1946. Flora de Cuba I. Contr. Ocas. Mus. Hist. Nat.
sometidas a riesgos reales y potenciales que apoyan su Col. De La Salle. 8.
categorización en Peligro Crítico de extinción. León H, Alain H. 1951. Flora de Cuba II. Contr. Ocas. Mus.
Hist. Nat. Col. De La Salle. 10.
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"Punta Guano". Medidas para la conservación de la
especie Coccotrinax borhidiana Muñiz. Tesis en opción a
Alain H. 1953. Flora de Cuba III. Contr. Ocas. Mus. Hist.
título de Ingeniera Agrónoma. Facultad de Agronomía.
Nat. Col. De La Salle. 13.
Universidad de Matanzas.
Alain H. 1956. Flora de Cuba IV. Contr. Ocas. Mus. Hist.
Robledo L. et al. 1986. Valoración de las potencialidades de
Nat. Col. De La Salle. 16.
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5(2):27-75.
CITMA. 1998. Informe provincial del sistema de Áreas
Protegidas de Matanzas. Centro de Información del
CITMA. Matanzas.
93
La familia Cactaceae en la provincia Sancti
Spíritus, Cuba Central
Abel Hernández*, Sol P. Toledo**, Juan A. Marí*, Luis N. Hondal*, Víctor M. García*
Resumen 38" y 80º 06' 55" de longitud oeste. Tiene una extensión
territorial de 6 736.6 km². El territorio provincial se ca-
Se reportan 14 especies de cactus para la provincia Sancti racteriza por un relieve variado, con aproximadamente
Spíritus y se actualiza su distribución fitogeográfica y por 80 % de llanuras y el resto de montañas; tienen unos
municipios. Se informan tres nuevas localidades de Melocactus 237 km de costa, de ellas 6 km en la norte y 171 a la sur.
guitarti León. Se reporta el género Consolea en formaciones El macizo montañoso Guamuhaya, ocupa el 15 % del
vegetales no costeras de Cuba y un nuevo patrón de distribu-
territorio de la provincia con casi 1 000 km², la altura
ción para Opuntia stricta var. dillenii para el país. Se informan
además las especies de cactus amenazadas para la provincia. mayor es Pico Potrerillo con 931 msnm. El clima de la
provincia está influenciando por la orografía y las
Abstract costas al norte y al sur. La pluviosidad media anual
oscila entre 1 300 y 1 500 mm, excepto en las mon-
In this paper fourteen cactus species are reported to Sancti tañas que pueden llegar hasta los 1 800 mm, los
Spiritus province. Their phytogeographical and municipal dis- menores valores ocurren hacia ambas costas, siendo
tributions are updated. Three new localities of Melocactus menor en la sur. La temperatura promedio anual oscila
guitarti Leon, the occurrence of a non costal Consolea sp. and entre 24.0 y 26.0 ºC (Castañeda et al., 2000).
a new distribution pattern of Opuntia stricta var. dillenii are
reported. Desde el punto de vista fitogeográfico, según Borhidi y
Muñiz (1986), la provincia está ubicada en Cuba
Introducción Central, con cinco distritos fitogeográficos: Casildense
del sector Cuba Centro Occidental, Claraense y
La familia Cactaceae agrupa plantas de gran interés Saguense del sector Cuba Centro Oriental, y
botánico, de variadas formas y tamaños que crecen Trinidadense y Spirituense del sector Guamuhaya.
principalmente en lugares áridos y semiáridos. En la
provincia de Sancti Spíritus hasta el momento no se han Métodos
realizado estudios ecológicos que permitan evaluar sus
poblaciones. Sin embargo, existen numerosos trabajos La lista de especies referidas para la provincia se com-
que refieren estas plantas para diferentes localidades de piló tomando como base numerosas referencias
la provincia (Samek, 1973; Chiappy et al., 1985; (Samek, 1973; Chiappy et al., 1985; Montes et al.,
Montes et al., 1989; Valdés-Lafont y Capote, 1989; 1989; Valdés-Lafont y Capote, 1989; Bécquer, 1993;
Bécquer, 1993; Rodríguez y Gutiérrez, 1992). En este Rodríguez y Gutiérrez, 1992) y complementando con la
trabajo se actualiza la lista de cactus de la provincia información de campo obtenida por los autores. Las
Sancti Spíritus y se precisa su distribución en el territo- categorías de amenaza se definen según Borhidi y
rio. Muñiz, (1983) y IUCN-BGCI (1989).
Resultados y discusión
Materiales y métodos
Cactus de Sancti Spíritus y su distribución
Área de estudio
Para la provincia Sancti Spíritus se reportan 14 especies
La provincia Sancti Spíritus se halla ubicada entre los pertenecientes a 12 géneros (Tabla 1), incluyendo los
21º 32' 23" y 22º 27' 28" de latitud norte y los 78º 55' dos nuevos reportes: Consolea sp. y Selenicereus boek-
95
mannii. Los municipios con más especies son Sancti En la distribución se comprueba que sólo Selenicereus
Spíritus con 10, Trinidad con 8 y Fomento con 6. grandiflorus está presente en todos los substratos,
Leptocereus arboreus, fue reportada por Valdés-Lafont excepto sobre eluvio arcillo-arenoso carbonatado sobre
y Capote (1989) para la Sierra Jatibonico y por Chiappy caliza, donde tampoco crece Opuntia stricta. Por su
et al. (1985) para Caguanes, lo cual no ha sido compro- parte, solamente se desarrollan en un solo substrato:
bado por los autores. Dos especies, Opuntia stricta var. Dendrocereus nudiflorus, sobre eluvio arcillo-arenoso
dillenii y Selenicereus grandiflorus, crecen en todos los carbonatado sobre caliza; Leptocereus arboreus, sobre
municipios. calizas carsificadas y Pereskia zinniiflora, sobre eluvio
arcillo-arenoso compacto.
La presencia de Opuntia stricta var. dillenii en 6 locali-
dades no costeras es bastante contrastante si tenemos en Localidades de Melocactus guitarti en Sancti
cuenta que ha sido normalmente referida para las costas Spíritus
(Alain, 1953; Berazaín, 1979; Rodríguez y Gutiérrez,
1992; Capote y Berazaín, 1984) con la excepción de las La localidad tipo de Melocactus guitarti es Dagamal,
poblaciones que se desarrollan en los mogotes de Cuba municipio Jatibonico, en los límites de las provincias
Occidental (Capote y Berazaín, 1984). Sancti Spíritus y Ciego de Ávila. En esta localidad crece
sobre rocas efusivas y se colectó y describió por León
El distrito Saguense es el que presenta mayor número (1934). Areces (1976) señala la existencia de una nueva
de especies de cactus, con 9 especies (Tabla 2). colonia de Melocactus en las estribaciones de las Alturas
de Sancti Spíritus, de seguro refiriéndose a Piedra Gorda,
Tabla 1. Lista de los cactus de Sancti Spíritus y su distribución por municipios.
Municipios
Taxón
Sancti La
Trinidad Fomento Cabaiguán Taguasco Jatibonico Yaguajay
Spiritus Sierpe
Consolea sp. X
Dendrocereus nudiflorus
X
(Engelm.) Britton & Rose
Harrisia eriophora (Pfeiff.)
X X X X
Britton
Hylocereus undatus (Haw.)
X X X
Britton & Rose
Leptocereus arboreus Britton &
X X
Rose
Mammillaria prolifera (Mill.)
X
Haw.
Melocactus guitarti León X X X X
Opuntia stricta var. dillenii
X X X X X X X X
(Ker-Gawler) L.
Pereskia grandifolia Haw. X
Pereskia zinniiflora DC X X X
Pilosocereus brooksianus
(Britton & Rose) Byles & X X X X
Rowley
Rhipsalis baccifera (J.S.
X X X X
Mueller) Stearn
Selenicereus boekmannii (Otto)
X
Britton & Rose
Selenicereus grandiflorus (L.)
X X X X X X X X
Britton & Rose
96
Tabla 2. Distribución de las especies de cactus en los distritos fitogeográficos de Sancti Spíritus
Distritos fitogeográficos
Taxón
Casildense Trinidadense Spirituense Claraense Saguense
Consolea sp. X
Dendrocereus nudiflorus X
Harrisia eriophora X
Hylocereus undatus X X
Leptocereus arboreus X
Mammillaria prolifera X
Melocactus guitarti X
Opuntia stricta X X
Pereskia grandifolia X
Pereskia zinniiflora X
Pilosocereus brooksianus X X
Rhipsalis cassutha X X X
Selenicereus boekmannii X
Selenicereus grandiflorus X X X X
Nota: Las nuevas localidades se marcan con negritas. Esta área se emplea para el pastoreo de ganado vacuno,
siendo víctima de una degradación acelerada. Solo
En La Rana el relieve es llano, entre 160 y 168 m s.n.m., quedan arbustos aislados que se distribuyen en las
Los individuos de M. guitarti se ubican en afloramientos laderas de la cañada, los grandes espacios rocosos se
desnudos levemente sobresalientes de pendientes suaves, presentan desnudos. No obstante, el número de indivi-
con drenaje hacia una micropresa. Crecen sobre roca duos es alto (Tabla 4).
desnuda (fig. 1), o en asociación con Selaginella sp. y en
aquellas colonias más cercanas a la micropresa, aparece En Manaquitas el relieve se destaca por una geomor-
en manchas junto a Opuntia stricta var. dillenii. Otras fología colinosa de pendientes ligeras abruptas y en las
especies comunes en la zona son Brya ebenus DC., depresiones se acumula suelo de poco espesor de color
Jacquinea aculeata Druce, Pisonia aculeata L., Lantana pardo-rojizo, entre 100 y 130 msnm. El drenaje pluvial
camara L., Mimosa pudica L., Smilax havanensis Jacq. y se dirige hacia la cuenca de la presa Tuinucú y en oca-
Clitoria ternatea L., entre otras. siones el nivel de agua se encuentra solo a 20 metros de
las poblaciones estudiadas. Los individuos de M. gui-
97
tarti cercen sobre la roca desnuda y en asociación con
Selaginella sp. y Portulaca sp. formando parches dis-
persos; en otras donde no aparece M. guitarti está pre-
sente Opuntia stricta var. dillenii. En lugares adya-
centes, pero nunca junto a M. guitarti es frecuente
encontrar Agave sp. y Plumeria sp. El sistema radicular
de M. guitarti se introduce por las fisuras de la roca las
que acumulan por lo general un escaso humus y detri-
tus de la lixiviación de la superficie del afloramiento. El
cactus crece solo sobre suelo esquelético. Esta localidad
descubierta en octubre de 1991 es la de mayor número
de individuos (Tabla 4).
La población de Consolea sp. está en proceso de rege- En el área afloran rocas sedimentarias del Cretácico
neración, observándose abundantes ejemplares juve- Superior tardío y sus secuencias están representadas por
niles, habitando fundamentalmente al sol, pero en oca- areniscas calcáreas, gravelitas y calizas arenobiodetrífi-
siones a semisombra. En la expedición de 1991, se cas con influencia de material volcánico, perteneciente
encontraron tres ejemplares adultos de 2.5 m de altura a la Formación Isabel (Cretácico Superior).
(fig. 2), actualmente se observan sólo dos ejemplares
adultos, pues los restantes están secos por el ataque de Referencias
un barrenador que afectó las ramas, igual situación se
detectó en la población contigua de Opuntia stricta var. Alaín H. 1953. Flora de Cuba. III. Contr. Ocas. Mus. Hist.
dillenii. Nat. Col. de La Salle. 13.
98
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99
Cactáceas amenazadas de la provincia de
Camagüey, Cuba
Julio C. Rifá, Isidro E. Méndez, Rafael A. Risco
Centro de Estudios de Medio Ambiente y Educación Ambiental. Universidad Pedagógica "José Martí",
Camagüey
101
Harrisia eriophora Leptocereus carinatus
Nombre científico: Harrisia eriophora Britton Nombre científico: Leptocereus carinatus Areces
Nombre común: Jíjira, Pitahaya (Alain, 1953), Jijira Distribución geográfica y hábitat
(Roig, 1965), Tatúa (José Morales Leal, com. pers., Río
Máximo, 2005). Endemismo camagüeyano Areces (1993). Habita en el
Municipio Najasa, cerca de La Belén.
Distribución geográfica y hábitat
Especímenes consultados de Camagüey: NAJASA: Sierra del
Endemismo cubano (Alain, 1953). En Camagüey está Chorrillo, cerca de Belén, creciendo en lomerío cárcico, sobre
presente próxima a las zonas costeras. suelo esquelético, 200-250 m, 210 01' N - 700 42' W,
12.9.1990, Areces 5489 (MNHN, HAC, HAJB, NY).
Especímenes consultados de Camagüey: GÜÁIMARO:
Referencias en la literatura para el territorio camagüeyano:
Monte Grande, 1987, Pérez y Ávila 4608 (HAC-C). MINAS:
al E del Río Máximo, 18.4.1987, Ávila 3295 (HAC-C). Río Areces (1993).
Máximo, 9.9.1994, Barreto y Martínez 6830 (HAC-C).
SANTA CRUZ DEL SUR: Monte Caimanes (San José), Estado de conservación
1.4.1989, Barreto 5163 (HAC-C).
La especie fue descrita hace relativamente poco tiempo.
Referencias en la literatura para el territorio camagüeyano: No se tiene información referida al estado de las pobla-
Pérez et al. (1992) y Pérez et al. (1994). ciones con anterioridad.
Nombre científico: Leptocereus arboreus Britton & Rose. Distribución geográfica y hábitat
Distribución geográfica y hábitat Endemismo de Cuba Oriental, según Alain (1953), pero
desde la década del 80 existen registros de herbarios
Endemismo cubano (Alaín, 1953), referido para que confirman su presencia en Camagüey.
Camagüey por Borhidi y Muñiz (1983), pero no existen
colectas que lo confirmen, ni ha sido observada por Especímenes consultados de Camagüey: ESMERALDA:
botánicos contemporáneos. Es probable que los especí- Cayo Romano (cerca de la Trocha el Americano), 7.5.1986,
menes vistos por Borhidi fueran de L. carinatus Areces. Chappy y Enríquez 6479 (HAC-C). NAJASA: Monte Caja de
Agua, 20.3.1988, Peréz y Enríquez 4730 (HAC-C). Sierra del
Referencias en la literatura para el territorio camagüeyano: Chorrillo (Mogote El Martillo), 8.2.1986, Ávila y Enríquez
Borhidi y Muñiz (1983). 4023 (HAC-C). Sierra del Chorrillo (Mogote La Belén),
7.5.1986, Ávila y Enríquez 6479 (HAC-C).
Estado de conservación
Estado de conservación
Fue categorizada como Rara (R) por Borhidi y Muñiz
(1983) y la IUCN (1989) la consideró Vulnerable (V). No se dispone de información.
102
Leptocereus santamarinae Pereskia zinniiflora
Nombre científico: Leptocereus santamarinae Areces Nombre científico: Pereskia zinniiflora DC (fig. 1)
Estado de conservación
Méndez et al. (2002) propusieron la categoría de En La ocurrencia de eventos catastróficos, como incen-
Peligro Crítico (CR). dios, huracanes y penetraciones del mar también consti-
tuyen amenazas para la especie.
103
Gutiérrez (1984) la reporta como necesitada de protec- duos, aunque habita en áreas poco alteradas hasta ahora.
ción, Bisse (1988) aseguró que era muy escasa; la Méndez et al. (2002) propusieron la categoría de
IUCN (1994a) le otorgó la categoría de En Peligro (EN) Vulnerable (VU).
y Méndez et al. (2002) la consideraron Vulnerable
(VU). Selenicereus boeckmannii
Pilosocereus broocksianus Nombre científico: Selenicereus boeckmannii (Otto)
Britton & Rose
Nombre científico: Pilosocereus brooksianus Byles &
Rowley Nombre común: Piahaya (Alaín, 1953; Roig, 1965).
Nombre común: Jíjira (Alaín, 1953; Roig, 1965). Distribución geográfica y hábitat
Se tiene poca información sobre el estado de las pobla- Referencias en la literatura para el territorio camagüeyano:
ciones en Camagüey, pero se considera que estas son Alain (1953), Méndez y Risco (1999), Pérez et al. (1992) y
muy reducidas. Pérez et al. (1994).
Nombre científico: Pilosocereus millspaughii (Britton) La destrucción parcial o total de los bosques ha reduci-
Knuth do y fragmentado considerablemente la población. A
pesar de su relativa abundancia actual, de continuar la
Distribución geográfica y hábitat degradación de su hábitat, la especie se vería amenaza-
da en el futuro inmediato.
Distribuida en Bahamas y Cuba (León y Alaín, 1953).
Habita en la costa norte de Camagüey, municipio Esme- Selenicereus brevispinus
ralda.
Nombre científico: Selenicereus brevispinus Britton &
Especímenes consultados de Camagüey: ESMERALDA: Rose
Cayo Cruz, 24.2.1990, R. Risco 5288 (HAC-C).
Distribución geográfica y hábitat
Referencias en la literatura para el territorio camagüeyano:
Alain (1953) y Elenievski et al. (1988).
Endemismo cubano (Alaín, 1953). Habita en la provin-
cia Camagüey, municipios Esmeraldda (Cayo Romano,
Estado de conservación
Cayo Guajaba) y Nuevitas (Península de Nuevas
Grandes).
Existe muy poca información sobre el estado de las
poblaciones. Las que se conocen tienen pocos indivi-
104
Especímenes consultados de Camagüey: ESMERALDA: 5013 (HAC-C). SIERRA DE CUBITAS: Puerto Piloto,
Cayo Romano, 1912, Shafer 2811 (NY). 24.1.1986, Pérez y Enríquez S/N (HAC-C).
Referencias en la literatura para el territorio camagüeyano: Referencias en la literatura para el territorio camagüeyano:
Alain (1953), Borhidi y Muñiz (1983). Alain (1953), Barreto et al. (1992), Elenievski et al. (1988),
Méndez et al. (1986), Méndez y Risco (1999), Méndez et al.
Estado de conservación (1989), Méndez et al. (1990), Pérez et al. (1992) y Pérez et al.
(1994).
La alteración, fragmentación y destrucción del hábitat,
el manejo silvicultural y las construcciones civiles (car- Estado de conservación
reteras, caminos, trochas y asentamientos humanos)
figuran entre las principales amenazas que afectan la La destrucción parcial o total de los bosques ha reduci-
especie y esporádicamente los incendios, huracanes y do y fragmentado considerablemente la población en
penetraciones del mar. En los últimos años la introduc- los últimos dos siglos. No obstante su relativa abundan-
ción de especies de animales exóticos (monos) provo- cia actual, de continuar la tendencia antes anotada, se
can afectaciones considerables, fundamentalmente en vería amenazada en el futuro inmediato.
Cayo Guajaba.
Referencias
Fue categorizada por Borhidi & Muñiz (1983) como
planta Rara (R). La IUCN (1989, 1994a) y Méndez et Areces AE. (1992). Leptocereus santamarinae (Cactaceae), a
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24.
106
Las cactáceas cubanas de la provincia de
Holguín
Omar Leyva*, Pedro A. González** y Ernesto Mastrapa*
En este trabajo se compila información referente a la distribu- Nombre científico: Consolea nashii (Britton) A.
ción, hábitat y conservación de las especies de cactus cubanos Berger subsp. gibarensis Areces (fig. 1)
referidas para la provincia de Holguín. Se toman como base
las observaciones realizadas por los autores en el territorio de
Holguín y trabajos previos realizados por otros autores.
Abstract
Introducción
107
Gibara; Playa Pesquero, Rafael Freyre y Playa Samá, subcosteros de la provincia de Holguín, en las locali-
Banes. dades: Parque Roca Azul, Playa Yuraguanal, Loma del
Templo, Playa Corintia, Entrada a Gibara, Caserío
Mayabe y Entrada a Playa Pesquero.
Estado de conservación
Borhidi y Muñiz (1983) la categorizan como Rara. Se
han observado muchos individuos adultos (más de 55)
y pocos juveniles (9 individuos).
Hylocereus undatus
108
Melocactus holguinensis Estado de conservación
El estado de conservación de la especie no ha sido eva-
Nombre científico: Melocactus holguinensis Areces luado. Sus hábitats están muy antropizados se observan
(fig. 3) mayormente individuos adultos y de mal aspecto físico.
Nombre común: Cactus erizo
Fig. 3. Melocactus holguinensis en su hábitat natural. Fig. 4. Ejemplar de Opuntia stricta var. dillenii en el soto-
bosque de la vegetación subcostera (foto: González-Torres).
Distribución geográfica y hábitat
Esta especie es endémica de la provincia Holguín Pilosocereus brooksianus
(Areces, 1976). Se ha encontrado en las localidades:
Matamoros, La Cejita, los alrededores de la Presa Nombre científico: Pilosocereus brooksianus (Britton
"Gibara" y Cerro de Galano. Se desarrolla en matorrales & Rose) Knuth (fig. 5).
xeromorfos espinosos sobre serpentina. Nombre común: Jijira (Alain, 1953).
Estado de conservación
La especie se encuentra en Peligro Crítico (Leyva et al.,
2004) producto de la destrucción de sus hábitats y de la
pérdida de la calidad de los mismos. La construcción de
la presa Gibara eliminó muchos individuos, las otras
localidades han sido afectadas por construcciones
civiles o por la actividad forestal. En estas áreas se ha
eliminado la cobertura vegetal natural y posteriormente
se han reforestado con especies exóticas. Además, son
zonas en las que se practica el pastoreo y la explotación
del Yarey (Sabal, Copernicia).
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Distribución geográfica y hábitat Selenicereus boeckmannii
Este cactus cubano se encuentra distribuido en Cuba
Central y Cuba Oriental (Alain, 1953). En Holguín, se Nombre científico: Selenicereus boeckmanii Britton &
encuentra en matorrales xeromorfos espinosos sobre Rose (fig. 7).
serpentina en las localidades de La Cejita, Ceja de Nombre común: Pitahaya (Alain, 1953).
Melones y Cordillera de Galano. Distribución geográfica y hábitat
Esta especie se localiza en toda Cuba. Se desarrolla en
Estado de conservación bosques y maniguas. Además se encuentra en México y
Areces (1997) considera que la especie no está ame- La Española (Alain, 1953).
nazada. Sin embargo, sus hábitats, al menos en la
provincia, se encuentran muy antropizados. Se ha
observado que el número de individuos adultos es más
alto que el de juveniles.
Pilosocereus polygonus
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rrolla se encuentran muy antropizadas en la provincia. Leyva O, González PA, Bécquer E, Hernández JA,
No obstante sus poblaciones, donde existen, son Llamacho J, Matos J, Noa A, Regalado L, Sánchez C.
grandes. 2004. Neobesseya cubensis. En: Lazcano J, Leiva AT,
Matamoros Y. (eds.) Memorias del Tercer Taller para la
Conservación, Análisis y Manejo Planificado de Plantas
Referencias
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