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La conducta humana, constituye un presupuesto indispensable para la creación

formal de todas las figuras delictivas, por lo tanto existen dos subclases del
comportamiento humano:

 ACCIÓN
 OMISIÓN

LA ACCIÓN O CONDUCTA HUMANA

“La norma jurídico-penal pretende la regulación de conductas humanas y tiene


por base la conducta que intenta regular. Para ello tiene que partir de la
conducta tal como aparece en la realidad. De toda la gama de
comportamientos humanos que ocurren en la realidad, la norma selecciona una
parte que valora negativamente conminándola con una pena. Es, pues, la
conducta humana el punto de partida de toda reacción jurídico-penal y el objeto
al que se agregan determinados predicados (tipicidad, antijuricidad y
culpabilidad), que convierten esa conducta en punible”.1

Continúa diciendo el citado autor español “El Derecho Penal es un Derecho


penal de acto y no de autor. Solo el Derecho Penal basado en el acto cometido
puede ser controlado y limitado democráticamente. El Derecho penal de autor
se basa en determinadas cualidades de la persona de las que ésta, la mayoría
de las veces, no es responsable en absoluto y que, en todo caso, no pueden
precisarse o formulare con toda nitidez en los tipos penales”.2

Es menester hacer alusión que para el Doctor Rony Eulalio López Contreras
“los delitos, necesitan que la conducta o el comportamiento que provoque un
resultado o ponga en peligro un bien jurídico protegido, se realice a través de
un movimiento corporal humano, es decir que “no se toman en cuenta todos
aquellos actos que no provengan de un comportamiento humano,
prescindiendo también, los pensamientos, modos de vida o modo de ser de las
personas”.3

Es decir, que para tipificar un delito no sólo es necesaria la ideación del delito
que nace en la mente del sujeto, lo cual se conoce como Iter Críminis, sino
también es necesaria la etapa externa, es decir cuando el sujeto empieza a
realizar sus pensamientos y los exterioriza.

La acción es una conducta humana dirigida por la voluntad que por acción u
omisión transforma o modifica el mundo exterior.

Roxín indica en su libro de Derecho Penal que la acción es “una conducta


humana significativa en el mundo exterior que es dominada o al menos
dominable por su voluntad”.4

La dirección final de la acción se realiza en dos fases: una, externa; otra


interna.

“Interna: que sucede en la espera del pensamiento del autor, este se propone
anticipadamente la realización de un fin, sólo cuando el autor está seguro de
qué es lo que quiere puede plantearse el problema de cómo lo quiere. En esta
fase interna también que considerar los efectos concomitantes que van unidos
a los medios elegidos y a la consecución del fin que se propone; la
consideración de estos efectos concomitantes puede hacer que el autor vuelva
a plantearse la realización del fin y rechace algunos de los medios
seleccionados para su realización. Pero una vez que los admita como de
segura o probable producción, también esos efectos concomitantes pertenecen
a la acción. En la fase Externa, una vez propuesto el fin, seleccionados los
medios para su realización y ponderados los efectos concomitantes, el autor
procede a su realización en el mundo externo; pone en marcha, conforme a un
plan, el proceso causal, dominado por la finalidad, y procura alcanzar la meta
propuesta. La Valoración penal puede recaer sobre cualquiera de estas fases
de la acción, una vez que esta se ha realizado en el mundo externo. Puede
suceder que el fin principal sea irrelevante desde el punto de vista penal y que
lo importante sean los efectos concomitantes o lo medios seleccionados para
realizarlo.”5

Los Artículos del 11 al 17 del Código Penal regula que en ellos, la conducta
humana consiste, en hacer algo (en la realización de un movimiento corporal)
que infringe una ley prohibitiva, por ejemplo, en la comisión del homicidio se
infringe la prohibición de matar.
“El concepto de acción en cuanto a la fase interna y externa, coincide en sus
líneas generales con el de la teoría final de ala acción formulada por el Alemán
Hans Welzel, a principios de los años 30 y sobre la que construyo en años
posteriores, todo un sistema de la teoría general de delito. La teoría final de la
acción surgió para superar la teoría causal de la acción, dominante en la
Ciencia alejada del Derecho Penal, desde principios del siglo XX se encontró
su más acabada expresión en los tratados de Vonz Liszt y Mezger.”6

OMISIÓN

“Los delitos de omisión, son conductas negativas, es decir de no hacer, de


omitir. Aquí no nos encontramos frente a una norma prohibitiva, sino frente a
una norma preceptiva, es decir, no se trata de cualquier omisión ó de dejar de
hacer cualquier cosa, sino de dejar de hacer la acción esperada por el
ordenamiento jurídico penal, la infracción de esa norma preceptiva es en
esencia lo que constituye los delitos de omisión.”7

Para Santiago Mir Puig “los delitos de omisión son aquellos en que se ordena
actuar en determinado sentido que se reputa beneficioso y se castiga el no
hacerlo.”8

El comportamiento humano, socialmente relevante, puede presentar dos


aspectos diferentes: un hacer algo, conducta activa (acción) también
denominada comisión y un no hacer algo, conducta pasiva, también
denominada omisión.

En el derecho penal el delito omisivo aprarece de dos formas:

 Como delito de Omisión Pura o Propia.


 Como delito de Omisión Impropia o Comisión por Omisión.

Delitos de Omisión Pura o Propia: “También llamados delitos de Omisión de


mera actividad, en ellos se describe sólo un no hacer, con independencia de si
el mismo se sigue o no un resultado.”9
Se determina a través de la pasividad del sujeto a la realización de una
conducta que la norma penal le obliga a realizar. Esta clase de omisión se
encuentra descrita en la propia legislación, por lo que, únicamente se
sancionaran las conductas omisivas cuando lo sancione expresamente la ley,
como por ejemplo la omisión de auxilio estipulado en el artículo 156 del Código
Penal Guatemalteco, Negación de asistencia económica (art. 242 CPG),
Incumplimiento de Deberes (arts. 244 y 419 CPG).

“En cuanto conducta pasiva, consiste en no hacer lo que se espera que el


sujeto hiciese. Esta expectativa de actuación la impone el ordenamiento
jurídico, de modo que tales conductas omisivas vienen expresamente
tipificadas por la ley. En este caso se trata de un delito de mera conducta o de
mera actividad o de simple inactividad.”10

En conclusión puede establecerse que el delito de omisión propio se castiga la


simple infracción de un deber actuar, otro ejemplo será la omisión de denuncia.

Delito de Omisión Impropia o Comisión por Omisión

Esta clase de omisión se deriva de un comportamiento pasivo del deber de


actuar contraídos por obligaciones legales, contractuales o familiares. Esta
omisión tiene la particularidad de no estar descrita taxativamente en la ley
penal, como la omisión pura. La comisión por omisión, se caracteriza por que el
sujeto no actúa en un hecho que tiene obligación de actuar. Esta obligación de
actuar se deriva de un deber jurídico que se tiene por disposiciones legales en
general, por disposiciones de un contrato o por las relaciones familiares
existentes.

“Los delitos de omisión en que se ordena evitar un determinado resultado son


delitos de omisión impropia o, mejor de comisión por omisión.”11

Mediante un no hacer lo que se estaba obligado a realizar, se produce un


resultado del que el omitente responde como si lo hubiera producido mediante
una conducta activa, pudiendo tomar como ejemplo lo que establece el artículo
445 del Código Penal Guatemalteco.
Dicho de otra forma, si yo dejo de hacer algo que jurídicamente estoy obligado
a hacer, con el objeto de que dicha omisión produzca un resultado
determinado, que se encuadra prohibido dentro de un tipo comisivo,
responderé como que lo hubiere realizado.

“Lo más importante para esta clase de omisión (omisión impropia o comisión
por omisión), es la posición de garante del sujeto que omite y la consecuencia
jurídica por dicha omisión. Esta clase de omisión (por obligación legal, familiar
o contractual), se equipara exactamente a la acción (como si hubiera actuado y
no solo omitido).”12

Formas para establecer la posición de Garante en la Omisión impropia:


Para concretar la posición de garante, la legislación penal sólo establece el que
tiene el deber jurídico, de allí la importancia de la doctrina, para determinar
quien tiene el deber jurídico de evitar un acontecimiento y no lo hace.

a) Legal: Cuando por disposición de ley se establece la obligación de


proteger, cuidar y asistir a una determinada persona, pudiendo
determinar la obligación especial contenida en todas aquellas normas
administrativas que dispongan cualquier situación similar (en Hospitales,
Centros de Salud, Bomberos)
b) Contractual: La posición de garante se puede establecer a través de un
contrato, donde se pacte la protección, cuidado y responsabilidad
asumida con respecto alguna persona o grupos de personas. Ejemplo,
Salvavidas, Trabajadoras Domesticas, lo más importante es establecer
la relación laboral, donde el omitente se compromete a cuidar y proteger
a una persona. El contrato puede ser verbal o escrito.
c) Familiar: Cuando se identifique una estrecha vinculación familiar entre la
víctima con el omitente, se determinará la posición de garante
d) Relación cuasi-conyugal: Para un sector doctrinal, también se considera
como garantes a las parejas sin formalización alguna ( Relaciones de
noviazgo, cuasi-matrimonial) en este caso se necesita establecer la
vinculación y dependencia en el momento exacto de los
acontecimientos.
e) Pacto Voluntario: Cuando alguien asume voluntariamente el control,
protección y cuidado de alguna persona o grupo de personas. Ejemplo
las personas que se ofrecen a cuidar a un niño y omiten actuar cuando
éste se está ahogando.
f) El Actuar Precedente: Esta figura acontece cuando alguien realiza una
conducta previa peligrosa y no controla el efecto o la posterior protección
de un bien jurídico protegido. Ejemplo quien priva de libertad de alguien
y omite darle comida y se muere.

1
Amuchategui Requena, I. Griselda. Derecho Penal, 3ª. Edición, Editorial OXFORD, México, 2005 pág. 47
2
Muñoz Conde Francisco, y García Aran Mercedes, Derecho Penal parte General, 7ª. Edición. Revisada y
puesta al día. Ed. Tirant lo Blanch, Valencia, España, 2007 Pág. 209
3
López Contreras, Rony Eulalio, Curso de Derecho Penal, Parte General, pag. 269
4
Roxin, C, Derecho Penal, Parte General, tomo I, Fundamentos, la estructura de la teoría del delito,
Trad. Diego Manuel Luzón Peña y otros, Madrid, 1997, pag. 194
5
Muñoz Conde Francisco, Teoría del Delito, pág. 9.
6
Muñoz Conde Francisco, Ibid, pag. 10.
7
Jáuregui, Hugo Roberto, Apuntes de Teoría del Delito, Primera Edición, noviembre de 2005, Magna
Terra Editores, S.A., Pág. 42.
8
Mir Puig, Santiago, Derecho Penal, Parte General, 3ª. Edición corregida y puesta al Día, pág. 217.
9
Mir Puig, Santiago, Derecho Penal, Parte General, 3ª. Edición corregida y puesta al Día, pag. 217
10
Escobar Cárdenas, Fredy Enrique, Compilaciones de Derecho Penal, Parte General, Segunda Edición,
año 2011, pág. 118

11
Mir Puig, Santiago, Derecho Penal, Parte General, 3ª. Edición corregida y puesta al Día, pág. 217
12
López Contreras, Rony Eulalio, Curso de Derecho Penal, Parte General, pag. 164

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