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Hebraísmos y figuras idiomáticas en el Nuevo Testamento

Amén

Esta sección es muy importante y hay mucho que decir, por favor
ten paciencia y llega al final, vas a disfrutar mucho esta sección, y
mi anhelo es que traerá un entendimiento más profundo de muchos
pasajes de la Escritura.

Empecemos con la parte técnica definamos las 5 acepciones de


hebraísmo:

1) Palabras directas del hebreo incorporadas al lenguaje común y


especialmente a la vida religiosa, muchas de estas palabras las
usamos regularmente y muchas veces no sabemos lo que significan,
pero hoy acabaremos con el misterio o el mal uso de algunas
palabras:
 Aleluya: En hebreo se dice: Ajej lu Yah, y significa, "alaben
ustedes a Yah" (Yah es la forma corta del nombre de Dios Yahweh,
Yahuah o Yehová, en otra ocasión discutiremos el por qué hay tantas
variantes y discusión sobre la pronunciación del nombre del Eterno).
 Amén: Viene de Amun y es la raíz de Emunáh que se traduce
como fe, significa fidelidad, seguridad, establecido, confiable.
Cuando decimos Amén, estamos diciendo "lo creo",, "confío", "es
fiel", "está establecido por Dios".
 Edén: Es el nombre del lugar que diseñó el Creador para que
vivieran Adán y Eva, era un huerto, y realmente Edén significa
"deleite, delicia o delicadeza".
 Fariseo: Viene de la palabra hebrea "Parash", que significa
"apartado".
 Maná: es el alimento que cayó del cielo cuando el pueblo de
Israel estuvo en el desierto, y cuando los hijos de Israel vieron el pan
dijeron "maná" que literalmente significa ¿Qué es esto?
 Pascuas: viene de la palabra hebrea Pesaj, que es la fiesta que
conmemora la salida de Egipto, significa "Pasar al otro lado" o
"salto".
 Rabí: Rab en hebreo significa "grande, o maestro", el sufijo "i"
en hebreo es una letra yud, y añade a la palabra un "mío", Rabí, es
"mi grande" o "mi maestro".
 Sábado: Viene de la palabra hebrea Shabat, que significa
"reposo".
 Hosana: Viene de la palabra hebrea "Hoshia na", que significa
"Sálvanos Ya".

2) Los antroponímicos (nombres de persona) hebreos bíblicos son


numerosísimos. Además de los personajes bíblicos centrales por
todos conocidos y los terminados en la partícula -el -que significa
Dios- como Samuel (Sh'muel), Ismael (Ishmael), Gabriel, Rafael,
Daniel, por nombrar algunos, y los terminados con la partícula
-Yahu- que es una contracción del nombre del Eterno Yahuah o
Yahweh, como Yeremiyahu (Jeremias), Eliyahu (Elías), Matitiyahu
(Mateo), y muchos otros de uso popular como Miriam (María),
Yosef (José), Kefas (Pedro (Piedra), Shaul (Saulo), Yaavoc
(Santiago, de Jacobo), etc.

3) Fórmulas hebraicas incorporadas al español, al estilo por


ejemplo del superlativo “Rey de Reyes”, “Cantar de los Cantares”,
etc. o el consistente en repetir tres veces: "Santo, Santo, Santo es el
señor del Universo". También es común hablar de un fallo
“salomónico”, para dar idea de una sentencia justa, o "el benjamín",
al hablar del menor de los hermanos.

4) Palabras no hebraicas pero cuyas acepciones semánticas son


tomadas del hebreo o de la Biblia. Entre ellas, destacamos
ejemplos como:
 Pecado: Transgresión de la ley, no dar en el blanco.
 Bendecir: Inclinarse para dar un regalo.
 Santo: Apartado para un uso honroso
 Justo: Derecho, recto.
 Bienaventurado: Estable, guiado, feliz.
 Bautismo: inmersión en agua
 Impío: Sin yugo, sin ley.
 Y algunos términos como hablar del “pan” en el sentido
genérico de alimentos, etc.

5) Un semitismo es la traducción literal de una palabra o modismo


de los pueblos semitas, descendientes de Shem, hijo de Noé:
babilonios, asirios, arameos, árabes y hebreos. Una cantidad de tales
expresiones aparecen en el Nuevo Testamento.

Vamos a trabajar en el último inciso, los semitismos. En el español


tenemos dichos que sólo pueden ser entendidos en ciertos contextos
o sólo por ciertas culturas, por ejemplo si yo digo, "árbol que crece
torcido..." si eres mexicano inmediatamente responderás: "jamás su
rama endereza", si digo "te quieren dar atole con el dedo" y eres
francés, quizás infieras que alguien quiere meter el dedo en el atole
y dártelo a probar, obviamente un mexicano inmediatamente
entenderá que "alguien te dijo una mentira, porque evidentemente es
imposible su propuesta".
Si esto sucede en el español y particularmente en la cultura
mexicana, en la cultura hebrea del primer siglo sucedía lo mismo
cuando hablaban, muchas veces hacemos conclusiones erróneas de
un pasaje porque no entendemos que estamos frente a un hebraísmo
o semitismo y la mayoría de las veces podemos encontrar el sentido
correcto observando la gramática primero y después el contexto y te
voy a mostrar algunos ejemplos:

Shemá Yisrael (Oye Israel)

(Deuteronomio 6:4) “Oye, Israel, El Señor nuestro Dios, El Señor


es uno”, en hebreo trasliterado dice: "Shemá Ysrael, Yahweh
Eloheinu, Yahweh Ejad".

La expresión “oye”, en hebreo significa escuchar y


obedecer (Strong H8085), de hecho la palabra se traduce de ambas
formas según el contexto. Oír se interpreta como dirección, poner
atención o una acción (Hebreo=shemá). Por eso Santiago insiste en
que seamos hacedores y no solamente oidores (Stgo. 1:22). Cuando
Jesús decía, el que tenga oídos para oír ¡oiga! (Lucas 8:8), está
usando un hebraísmo, una llamada de atención, "el que tenga oídos,
obedezca".

El Apóstol Pablo dice que la fe viene por el oír y por el oír la


Palabra de Dios, asumiendo que para un rabio judío del primer siglo,
esta expresión significa lo mismo, tiene más sentido concluir que el
texto dice "la fe viene por el oír y por el obedecer la Palabra de
Dios.
Deuteronomio 11:13, “Si obedeciereis (Shema) cuidadosamente a
mis mandamientos que yo os prescribo hoy, amando a Jehová
vuestro Dios, ysirviéndole con todo vuestro corazón, y con toda
vuestra alma”.

Éxo 24:7 Y tomó el libro del pacto y lo leyó a oídos del pueblo, el
cual dijo:Haremos todas las cosas que Jehová ha dicho,
y obedeceremos (Shemá)”. En hebreo aquí en realidad dice: “Todo
lo que Dios ha dicho haremos y escucharemos”. Aquí los dos
verbos en realidad son sinónimos, escuchar es hacer, ser obediente.

Este hebraísmo es un patrón en toda la Escritura, Cuando Jesús


concluye el Sermón del Monte que es básicamente la interpretación
correcta de la ley de Dios dice en: Mat 7:24 "Cualquiera, pues, que
me oye estas palabras, y lashace, le compararé a un hombre
prudente, que edificó su casa sobre la roca".

Puedo seguir con ejemplos interminables de este simple concepto:


Hablando de la ley de Dios dice: Deu. 30:12 No está en el cielo,
para que digas: ¿Quién subirá por nosotros al cielo, y nos lo traerá y
nos lo hará oír para que locumplamos? Deu_30:13 Ni está al otro
lado del mar, para que digas: ¿Quién pasará por nosotros el mar,
para que nos lo traiga y nos lo haga oír, a fin de que lo cumplamos?

Isa. 30:9 Porque este pueblo es rebelde, hijos mentirosos, hijos


que no quisieron oír la ley de Jehová;

Heb. 4:2 Porque también a nosotros se nos ha anunciado la buena


nueva como a ellos; pero no les aprovechó el oír la palabra, por no
ir acompañada de fe en los que la oyeron.

Ahora trabajemos en un hebraísmo menos obvio y sobre uno de


los pasajes más controversiales de la historia del cristianismo.
En Mateo 16:18-19 Jesús dice:
18 Y yo también te digo que tú eres Pedro, y sobre esta roca
edificaré mi iglesia, y las puertas del infierno no prevalecerán contra
ella. 19 Y a ti te daré las llaves del reino de los cielos; y todo lo
que atares en la tierra será atado en el cielo; y todo lo
que desatares en la tierra será desatado en el cielo.

Escucho cristianos que "atan y desatan" lo que sea, y obviamente no


entienden lo que el Maestro estaba diciéndole a Pedro, Atar y desatar
es una frase que Jesús usa más de una vez y si revisamos cuándo lo
hace, podemos armonizar este semitismo en particular.

Mateo 18: 17-18


15 Por tanto, si tu hermano peca contra ti, ve y repréndele estando
tú y él solos; si te oyere, has ganado a tu hermano. 16 Más si no te
oyere, toma aún contigo a uno o dos, para que en boca de dos o tres
testigos conste toda palabra. 17 Si no los oyere a ellos, dilo a la
iglesia; y si no oyere a la iglesia, tenle por gentil y publicano. 18 De
cierto os digo que todo lo que atéis en la tierra, será atado en el
cielo; y todo lo que desatéis en la tierra, será desatado en el cielo.

Si estudiamos la Biblia "en contexto", entendemos que aquí Jesús se


refiere a 'pecados'. Esto es confirmado cuando leemos lo que
escribió Juan:

Juan 20:23 A quienes remitiereis los pecados, les son remitidos; y


a quienes se los retuviereis, les son retenidos

¿Cómo aplicamos estos versos? ¿Podemos nosotros los cristianos,


los pastores, los ministros o sacerdotes ir por ahí perdonando
pecados a la gente? Nosotros solamente podemos declarar lo que la
Biblia dice sobre aquellos que se arrepienten y se apartan de su
pecado. A quien se arrepiente se le declara 'perdonado' (desatado =
libre de culpa.) A quien no se arrepiente se le declara 'no perdonado'
(atado=pecador/ gentil/ publicano); el contexto es la disciplina y la
corrección en la congregación. Y por supuesto, este pasaje no
sustenta ninguna doctrina que promueva andar por la vida atando y
desatando demonios.

Atar y desatar es un hebraísmo que tiene que ver con autoridad, pero
esta autoridad está sustentada en la instrucción de Dios. Porque
nadie puede quitarle o añadirle nada a la Escritura o estaría
incurriendo en pecado.

Deuteronomio 4:2 No añadiréis a la palabra que yo os mando, ni


disminuiréis de ella, para que guardéis los mandamientos del
SEÑOR vuestro Dios que yo os ordene.
Deuteronomio 6:1 Estos, pues, son los mandamientos, estatutos, y
derechos que el SEÑOR vuestro Dios mandó que os enseñase que
hagáis en la tierra a la cual pasáis vosotros para heredarla.
Deu 6:2 Para que temas al SEÑOR tu Dios, guardando todos sus
estatutos y sus mandamientos que yo te mando, tú, y tu hijo, y el
hijo de tu hijo, todos los días de tu vida, y que tus días sean
prolongados.
Apo 22:19 Y si alguno disminuyere de las palabras del libro de esta
profecía, Dios quitará su parte del libro de la vida, y de la santa
Ciudad, y de las cosas que están escritas en este libro.

Cuando reprendemos a alguien lo hacemos bajo el autoridad de la


Palabra de Dios, no en nuestras opiniones o reglamentos personales.
La ley nos dice lo que es pecado (Rom 7:7).
Cuando el Maestro le dice a Pedro que el tiene las llaves del Reino,
no le está dando las llaves de la puerta del cielo. Necesitamos
armonizar esta frase con el resto de la Escritura, si buscamos
encontraremos el tesoro:

Apocalipsis 3:7 “Escribe al ángel de la iglesia en Filadelfia: Esto


dice el Santo, el Verdadero, el que tiene la llave de David, el que
abre y ninguno cierra, y cierra y ninguno abre"
Amós 9:11 En aquel día yo levantaré el Tabernáculo de David,
caído, y cerraré sus portillos, y levantaré sus ruinas, y lo edificaré
como en el tiempo pasado;
Hechos 15:16 Después de esto volveré Y reedificaré el tabernáculo
de David, que está caído; Y repararé sus ruinas, Y lo volveré a
levantar,
Hechos 15:17 Para que el resto de los hombres busque al Señor, Y
todos los gentiles, sobre los cuales es invocado mi nombre,
Hechos 15:18 Dice el Señor, que hace conocer todo esto desde
tiempos antiguos.

Lo que el Señor le está diciendo a Pedro no es que ahora él puede


inventar leyes nuevas o cambiar las establecidas por Dios, o
perdonar pecados de otros o atar al Diablo. Él le está diciendo que
él, junto con las otras piedras pequeñas, van a reconstruir sobre la
Roca que es Él, su congregación, su rebaño, y que en la autoridad de
la Palabra deben declarar lo que es pecado y declarar liberado al
arrepentido.

Ahora lee el pasaje de Hechos 5 y confirma que Pedro, hizo


exactamente lo que el Maestro le instruyó a hacer, cuando encontró
en la congregación una situación de pecado.
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