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GUÍA DE PRODUCTOS OBSERVABLES DE LAS Código : PP-G-02.

01
EXPERIENCIAS CURRICULARES EJE DEL MODELO Versión : 06
Fecha : 02/12/18
DE INVESTIGACIÓN Página :

FACULTAD DE HUMANDADES

ESCUELA ACADÉMICO PROFESIONAL DE


PSICOLOGIA
INFORME
ESTRÉS
Autor(es):

Castillo Tirado, Milagros


Cubas Rivera, Sady
Cumpa Reque, Jennifer
Gálvez Chicoma, Diana
Mego Guerrero, Tatiana Estefany

Asesor:

Cerna Díaz, Milagros

Chiclayo - Perú
(2018)
INTRODUCCION

No podemos ignorar el estrés o simplemente tolerarlo, el estrés forma parte de nuestra vida
cotidiana, las situaciones que nos estresan muchas veces no van a desaparecer, lo que
tenemos que hacer es aprender a identificarlo y a combatirlo o reducirlo a niveles más
tolerables. El estrés no siempre es malo, todos siempre tenemos un poco de estrés, pero su
exceso puede provocar un trastorno de ansiedad. Ya no es bueno cuando nos sobrepasa e
interfiere en varias áreas de nuestra vida cotidiana.

Nuestras emociones y formas de ser producen un impacto importante en el funcionamiento


de nuestro cuerpo, está claro que el estrés nos puede hacer enfermar porque produce un
gran impacto en muchos sistemas y aparatos de nuestro cuerpo (hormonales,
cardiovasculares, musculares, digestivos, etc.)
¿QUE ES EL ESTRÉS?

García, Gelpi, Cano y Romero (2009) definen estrés como una tensión provocada por situaciones
agobiantes que originan reacciones psicosomáticas o trastornos psicológicos a veces graves.
Asimismo, Cinfasalud, (2015) nos refiere que el estrés puede ser descrito como una situación de
sobrecarga o de presión que afecta a una persona y que depende tanto de las demandas de la
situación, como de los recursos de la persona para afrontarla.

Se define como la reacción fisiológica del organismo en el que entran en juego diversos
mecanismos de defensa para afrontar una situación que se percibe como amenazante o de
demanda incrementada. El estrés es una respuesta natural y necesaria para la supervivencia.
Cuando esta respuesta natural se da en exceso se produce una sobrecarga de tensión que
repercute en el organismo y provoca la aparición de enfermedades y anomalías patológicas que
impiden el normal desarrollo y funcionamiento del cuerpo humano.

La respuesta al estrés es nuestra particular forma de afrontar y adaptarnos a las diversas


situaciones y demandas que nos vamos encontrando, es una respuesta que aparece cuando
percibimos que nuestros recursos no son suficientes para afrontar los problemas.

Por lo tanto, el estrés: - Es una respuesta natural del organismo. Nos ha servido para sobrevivir.
- Permite que nos adaptemos a los cambios que se producen a nuestro alrededor.

- Provoca una activación general del organismo.

Además, viene determinado por:

• El estresor. Tipo de estímulo, problema o situación

• La evaluación del sujeto. Cómo lo percibimos subjetivamente, si nos parece muy grave,
incapacitante o que pueda tener graves consecuencias.

• La interacción entre el estresor y el sujeto.

TIPOS DE ESTRÉS

Hay autores que diferencian entre tipos de estrés, distinguiendo entre estrés positivo/bueno o
“Eustrés” y estrés negativo/malo o “Distrés”.

Eustrés:

 Provoca una adecuada activación, necesaria para culminar con éxito una prueba o
situación complicada. Es normal y deseable tener una cierta activación en algunas
situaciones: hablar en público, por ejemplo.
 Es adaptativo y estimulante, necesario para el desarrollo de la vida en bienestar.
 Es un tipo de estrés positivo. Sucede cuando hay un aumento de la actividad física, el
entusiasmo y la creatividad. Por ejemplo, practicar un deporte que te gusta o afrontar
algún reto o situación que consideras excitante.

Distrés:

 Es un estrés desagradable. Es un estrés que ocasiona un exceso de esfuerzo en relación


a la carga.
 Provoca una inadecuada, excesiva o desregulada activación psicofisiológica.
 Es dañino, nos provoca sufrimiento y desgaste personal.

FACTORES QUE PUEDEN PRODUCIR ESTRÉS

Estímulos Externos: problemas económicos, familiares, exceso de trabajo, temor, pérdida de un


ser querido, de un trabajo, una mudanza, etc.

Estímulos Internos: pertenecen al dominio psicofísico del individuo, como, por ejemplo, un
dolor intenso, una enfermedad, sentimientos de inferioridad, problemas sociológicos, entre
otros.

Para cada individuo la fuente que provocará la cadena de estrés es muy particular y difiere de
una persona a otra, pero podemos consensuar en que existen una serie de sucesos que estresan
a la mayoría de los seres humanos:

- Sucesos vitales intensos y extraordinarios: muerte de un familiar, divorcio, nacimiento de un


hijo, enfermedades o accidentes, mudanza, etc.

-Sucesos diarios de menor intensidad: atascamientos de tránsito, ruidos, discusiones con


compañeros o pareja, etc.

-Situaciones de tensión mantenida: enfermedad prolongada, mal ambiente laboral, disputas


conyugales permanentes, dificultades económicas sostenidas, etc.

Con otras palabras, nuestras experiencias estresoras provienen de tres fuentes básicas:

- Nuestro entorno. - Nuestro cuerpo. - Nuestros pensamientos.


1. Nuestro entorno

El entorno nos bombardea constantemente con demandas de adaptación, viéndonos obligados


a soportar el ruido, las aglomeraciones, las exigencias que representan las relaciones
interpersonales, los horarios rígidos, las normas de conducta y muchas otras amenazas, deberes
o responsabilidades.

Pregúntate a ti mismo ¿a qué actividades dedico más tiempo? ¿Cuánto tiempo hace que no
realizo una actividad que me agrade?

2. Nuestro cuerpo

La segunda fuente de estrés es fisiológica: cuando el cuerpo detecta una amenaza (tanto real
como imaginaria) se desencadenan unas respuestas fisiológicas para permitir, en un primer
momento, una respuesta básica y adaptativa de supervivencia de lucha o huida. El problema es
que cuando estamos permanentemente estresados estas respuestas ya no son adaptativas e
interfieren en nuestra vida cotidiana, me refiero, sobre todo, a las respuestas fisiológicas típicas
como: alteraciones en el patrón respiratorio, excesiva tensión muscular, palpitaciones, dolores
en el pecho, hormigueos en las extremidades, sofocos o escalofríos, cansancio, etc.

3. Nuestros pensamientos

El modo de interpretar y catalogar nuestras experiencias y el modo de ver el futuro pueden


servir tanto para relajarnos como para estresarnos. Hazte esta pregunta ¿dónde pasa tu cerebro
la mayoría del tiempo?

Como decía Ramón de Campoamor: «En este mundo traidor / nada es verdad ni mentira / todo
es según el color / del cristal con que se mira».

Está claro que cada persona, según su personalidad, estilos cognitivos, experiencias pasadas y
un sinfín más de factores, ve las situaciones y las interpreta de una manera peculiar.

Ejemplos prácticos:

Imaginaros que te levantas un día y te asomas por la ventana, el día está frío y gris, está
empezando a llover.

- Pienso: ¡Qué horror!! ¡No me gusta la lluvia! Seguro que hay atascos en la autovía y llegaré
tarde al trabajo, ¡vaya asco de día!
- Emoción: ansiedad, ya me empiezo a estresar para no llegar tarde, me siento desanimada.
Depresión

- Organismo: se empieza a activar y empiezan a aparecer los primeros síntomas fisiológicos de


estrés: activación general, alteración de los patrones respiratorios, tensión muscular, etc.

- Conducta: me acelero o, por el contrario, si puedo evitarlo lo hago, me invento una excusa y
no voy al trabajo ese día.

Si, por el contrario, soy una persona más optimista, con más recursos y más habilidades, la
secuencia sería algo parecido:

- Pensamientos: ¡qué bien! ¡Me encanta bailar! ¡A lo mejor conozco a alguien interesante!

- Emoción: alegría, ilusión

- Organismo: activación adaptativa

- Conducta: me arreglo, voy a la fiesta.

Muchas veces no hace falta siquiera que haya una situación real que nos estrese, sino que nos
estresamos solos sin ayuda de nadie. Estar pensando continuamente sobre nuestros problemas
produce tensión en el organismo, lo cual crea, a su vez, la sensación subjetiva de intranquilidad,
que provoca pensamientos todavía más ansiosos, cerrándose de esta manera el círculo.

¿CÓMO PODEMOS RECONOCER SI ESTAMOS ESTRESADOS?

Lo primero que vamos a hacer, por tanto, es estar atentos y auto observarnos a nosotros
mismos, ya que existen una serie de síntomas a corto y medio plazo que son indicadores de
estrés, los más comunes son los siguientes:

Síntomas Cognitivos: Síntomas Emocionales

 Pérdida de memoria.  Cambios de humor.


 Incapacidad para concentrarse.  Irritabilidad.
 Juicio Pobre.  Agitación, incapacidad para
 Ver solo lo negativo. relajarse.
 Pensamientos ansiosos y  Sentirse abrumado.
apresurados.  Sensación de soledad y aislamiento.
 Preocupación constante.  Depresión e infelicidad general.
Síntomas Físicos

 Dolores, por ejemplo, de cabeza.


 Diarrea o estreñimiento.
 Náuseas y mareos.
 Dolor de pecho, palpitaciones rápidas.
 Perdida o disminución de deseo sexual.
 Frecuentes enfermedades respiratorias.

Síntomas conductuales.

 Comer de más o de menos.


 Dormir de más o de menos.
 Aislarte del grupo social.
 Procrastinar o ser negligente con responsabilidades.
 Usar drogas, cigarros o alcohol para relajarse.
 Hábitos nerviosos (morderse las uñas).

¿CÓMO AFECTA A NUESTRO ORGANISMO EL EXCESO DE ESTRÉS?

Hoy día está ampliamente aceptado que el sistema nervioso central (SNC) desempeña un papel
clave en la integración de la respuesta a situaciones estresantes de cualquier naturaleza.
DIAGNÓSTICO DE LOS NIVELES DE ESTRÉS

Existen unos parámetros que determinan el nivel de estrés en el que se encuentra una persona:

Nivel cognitivo: la persona presenta inseguridad y tiene problemas para concentrarse; no


encuentra solución a sus problemas por pequeños que sean, y tiene la sensación de haber
perdido la memoria.

Nivel fisiológico: el estrés se puede presentar mediante síntomas físicos como dolores de
cabeza, tensión muscular, alteraciones del sueño, fatiga, enfermedades de la piel. El individuo
se siente mal, acude al médico, pero sus resultados son normales.

Nivel motor: la persona tiende a realizar acciones no habituales como llorar, comer
compulsivamente, fumar más de lo normal, aparecen tics nerviosos, etc. En definitiva, la persona
siente deseos de huir para evitar la situación de estrés.

DIAGNÓSTICO

Para diagnosticar el trastorno de estrés postraumático, es probable que el médico:

 Realice una exploración física para averiguar si existen problemas médicos que podrían
causar los síntomas
 Realice una evaluación psicológica que comprende un análisis de tus signos y síntomas,
y el episodio o los episodios que los causaron
 Use los criterios del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales DSM5

El diagnóstico del trastorno de estrés postraumático requiere la exposición a un acontecimiento


que implicó una amenaza real o posible de muerte, violencia o lesión grave. La exposición puede
suceder en una o más de las siguientes formas:

 Tú experimentaste el hecho traumático de manera directa


 Presenciaste en persona el hecho traumático que les ocurrió a otros
 Supiste que un familiar o amigo experimentó o fue amenazado por el evento traumático
 Estás reiteradamente expuesto a detalles explícitos de eventos traumáticos (por
ejemplo, si eres personal de servicio de primeros auxilios para eventos traumáticos)

Es posible que tengas trastorno de estrés postraumático si los problemas que padeciste tras esa
exposición continúan durante más de un mes y causan problemas significativos en tu capacidad
para desenvolverte en entornos tanto sociales como laborales y afectan tus relaciones de
manera negativa.
TRATAMIENTO DE ESTRÉS

¿En qué consiste el tratamiento del estrés?

El manejo del estrés consta de tratamiento farmacológico por parte de especialistas acreditados
para ello y de ayuda psicológica con terapias de tipo cognitivo conductual, como relajación
muscular, afrontamiento y detección de pensamiento.
Asimismo, Fernando Conde destacó que las medicinas deben recetarse junto a la terapia
o ayuda psicológica.
Los métodos cognitivos se basan en el entrenamiento del individuo en técnicas que mejoran su
capacidad de auto-observación y auto-corrección de pensamientos, conducta y de sus
emociones.
Las terapias de relajación enseñan a relajarse, disminuir la activación fisiológica, a soltar los
músculos, a respirar correctamente e imaginar.

En la actualidad existen diferentes tratamientos “no farmacológicos” y “farmacológicos”


eficaces en el abordaje del estrés y la ansiedad. La elección de los mismos estará determinada
en cada caso por las características y preferencias individuales. A continuación, describimos cada
uno de ellos:

TRATAMIENTOS NO FARMACOLÓGICOS:
 Hábitos saludables
Realizar ejercicio de forma regular, mantener una dieta equilibrada, dedicar tiempo al descanso
y dormir las horas necesarias te ayudará a mantener un buen estado de salud.
 Recomendaciones higiénico-dietéticas
Mantener una alimentación correcta es fundamental para prevenir y controlar el estrés. Los
expertos recomiendan seguir una dieta equilibrada, ingerir 5 piezas de fruta y verdura diarios y
realizar entre 4 ó 5 comidas al día, sin saltarse el desayuno, la principal ingesta de la jornada.
 Psicoterapia (terapia de conversación)
Este tipo de terapia suele emplearse en el abordaje de los síntomas del estrés y la ansiedad. El
paciente expone al psicoterapeuta sus inquietudes y el experto busca la forma de abordar su
ansiedad mediante la corrección de patrones de pensamientos negativos o erróneos.
 Terapia cognitivo-conductual (TCC)
Esta psicoterapia también tiene como objetivo modular la realidad distorsionada de los
afectados: reconduciendo sus comportamientos conductuales y ofreciendo herramientas que
les ayuden a manejar el estrés diario.
TRATAMIENTOS FARMACOLÓGICOS:
 Homeopatía (medicamentos homeopáticos)
La homeopatía es un método terapéutico para la prevención, alivio o tratamiento de
enfermedades utilizando medicamentos homeopáticos. Existen medicamentos homeopáticos
que se emplean para aliviar los trastornos emocionales y de ansiedad que pueden venir
acompañados de posibles trastornos del sueño.
 Fitoterapia (plantas medicinales)
La fitoterapia se define actualmente como la utilización de los productos de origen vegetal con
finalidad terapéutica, para prevenir, aliviar o curar un estado patológico, o con el objetivo de
mantener la salud., según la Sociedad Española de Fitoterapia (SEFIT). También se aplica en el
abordaje del estrés.
 Antidepresivos y ansiolíticos (benzodiacepinas)
Las benzodiacepinas constituyen un grupo de fármacos con efecto hipnótico, anti
convulsionante, ansiolítico y relajante muscular. Se usan, por tanto, para el tratamiento de
distintas patologías como la epilepsia, la ansiedad o en las contracturas musculares. En estos
casos debe existir un estricto control médico.

En caso de presentar alguno de los síntomas de estrés descritos, consulta con tu médico,
farmacéutico u otro profesional sanitario de confianza, cuál es el tratamiento más indicado para ti.
REFERENCIAS

Lazarus , R.S y Folkman, S. (1986). Estrés y procesos cognitivos. Barcelona: Martínez Roca.

Recuperado de: https://www.ijpsy.com/volumen10/num2/260/estrategias-de-afrontamiento-


del-estres-ES.pdf

Regueiro, A. (s.f.), Conceptos básicos: ¿qué es el estrés y cómo nos afecta? Especialista en
Psicología Clínica y de la Salud Servicio de Atención Psicológica de la Universidad de Málaga Nº
Col: AO/01472

Recuperado de: https://www.uma.es/media/files/tallerestr%C3%A9s.pdf

 https://cuidateplus.marca.com/enfermedades/psicologicas/estres.html
 https://www.cinfasalud.com/areas-de-salud/cuidado-diario/estilo-de-vida/estres/
 http://biblio3.url.edu.gt/Tesario/2014/05/43/Gonzalez-Mayra.pdf
 https://medlineplus.gov/spanish/ency/article/003211.htm
 https://www.mayoclinic.org/es-es/diseases-conditions/post-traumatic-stress-
disorder/diagnosis-treatment/drc-20355973
 https://www.webconsultas.com/mente-y-emociones/emociones-y-
autoayuda/sintomas-y-diagnostico-del-estres-3652

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