Vous êtes sur la page 1sur 4

MITO 7: No Puedo Cambiar. Así soy; o lo tomas, o lo dejas.

El cambio es más difícil que la resistencia al cambio. Si usted “no puede” cambiar, se debe a que no
quiere cambiar. Ha levantado barrera para el cambio; es más fácil ser orgulloso, estar amargado, temeroso o
crítico; vivir en negación; o culpar a la otra persona.
Esta es una mala excusa, ya que el cambio sí es posible. Si el cambio no fuera posible, un terapeuta no
tendría trabajo. No olvidemos que el cambio es la marca distintiva de la conversión cristiana. Cuando usted le
pidió a Cristo que entrara en su vida, fue inmediatamente transformado y hecho una nueva creación. Debido a
que usted y su cónyuge no son personas perfectas, el cambio es un proceso continuado; tiene que abordarse
con la ayuda del Espíritu Santo.
Nada cambiará si usted no está dispuesto: Cuando se produce un divorcio, con frecuencia se debe a que una
persona dice: “Yo no puedo cambiar.” Un buen terapeuta matrimonial finalmente confrontará a las personas
con su negación a cambiar. Sin embargo, esa confrontación puede producir una reacción nerviosa o hasta
generar una reacción de enojo. Las personas se enojan cuando son confrontadas porque sienten su
responsabilidad en la problemática. Se requiere que la persona entienda claramente esa necesidad de cambiar,
mucha oración para que Dios lo quebrante, confrontación con la Palabra de Dios, y tiempo.
Actualizar su protección contra virus: La protección de virus en la relación implica dos cosas: (1) Escanear los
sentimientos y pensamientos el uno del otro. “¿Cómo nos va? ¿Hay algún problema que no hayamos abordado?
¿Cuáles son las emociones y sentimientos más recurrentes en cada uno de nosotros? Y ¿qué indican esas
emociones recurrentes? ¿Necesitamos pasar más tiempo juntos? ¿Estamos satisfechos sexualmente? (2) El
segundo escaneo es espiritual. ¿Cuán sintonizados con Dios estamos? ¿Tenemos tiempo para la oración, la
lectura bíblica, la meditación espiritual, y momentos a solas con Dios para escucharlo y estar con Él?
Dale y Jennifer al principio de su matrimonio parecían ser una pareja feliz. A Jennifer le encantaba la
diversión pero estaba llena de temor y ansiedad porque su auto concepto dependía demasiado de Dale y su
seguridad del éxito que tenía en su empleo. Dale era extrovertido y su confianza social era fuerte pero tenía
inseguridad por ser poco masculino debido a su constitución delgada y su amor por las artes. A medida que pasó
el tiempo, las inseguridades de Dale y Jennifer comenzaron a plagar su matrimonio. Las inseguridades se
propagaban como los virus en las computadoras. Cuando ambos se decidieron a buscar consejería, ella ya había
desarrollado síntomas de ansiedad y depresión; mientras que él estaba a poco de tener una aventura amorosa
por la influencia de la pornografía y el flirteo con sus compañeras de oficina. Cuando la consejera preguntó a
Jennifer si estaba dispuesta a cambiar, ella contestó que sí lo estaba aunque no sabía cómo; pero cuando
preguntó a Dale, él respondió: “En este momento estoy cómodo con quién soy. No estoy haciendo nada de lo
que debiera avergonzarme.” Se puso en un plan negativo, y de rechazar la consejería.
Las personas así básicamente aceptan el mito: “No puedo cambiar. No cambiaré. No quiero cambiar. No
necesito cambiar.” Detrás de ese mito está la rebelión: una negativa a someterse al control divino. Su terca
resistencia obstaculiza la rendición total a Dios, abriendo la puerta a los problemas. El virus está dentro, y
comienza el proceso de infección.
El diablo no nos obliga, ¡pero la tentación es real!: La mayoría de las personas minimizan el hecho de que
tienen un enemigo formidable cuyo propósito es engañar y luego destruir. Santiago 1:14-15 dice que ceder a sus
deseos da a luz el pecado. El propósito de Satanás es revivir la naturaleza de pecado en usted con tanta
frecuencia como sea posible; él sabe que el pecado le hace daño a usted y hace daño a sus relaciones; él es muy
consciente de los malsanos deseos que usted tiene, y trata de pervertirlos.
En el caso de la primera pareja creada, Eva escogió creer una mentira; puso su propia voluntad por
encima de la voluntad de Dios. Pablo nos dice que Eva fue engañada, pero Adán comió con pleno conocimiento
de estar haciendo mal (2ª Cor. 11:3; 1ª Tim. 2:14). Puede usted ser engañado y pecar como Eva, o puede escoger
rebelarse contra los mandamientos de Dios como lo hizo Adán. Cualquiera de las maneras abre la puerta a todo
tipo de inseguridades y problemas, como cuestionar su relación y finalmente aceptar el divorcio.
¿Con cometer un solo pecado nos puede llevar al divorcio o hay algún pecado especial que lo provoca?
Los cristianos, a pesar de ser regenerados, siguen pecando; sin embargo, si son genuinos deben reconocer sus
pecados y buscar vivir en una dependencia de Dios tal que estén siendo renovados constantemente y dejen que
el Espíritu Santo guíe sus vidas. En cambio, quienes no reconocen sus pecados y no están dispuestos a cambiar,
dirigen sus vidas inevitablemente a la ruina espiritual.
Obstáculos para lograr el cambio: Hay actitudes y actos que bloquean el cambio. A continuación haremos una
lista que puede relevarnos áreas de necesidad en nuestras vidas: Negación de un problema, ensimismamiento,
orgullo y terquedad, temor al rechazo, falta de perdón, ira, prejuicio, inseguridad, juicio y crítica, negativa a
someterse a Dios, falta de compromiso con el cambio, etc…

Verdad 7: Yo puedo cambiar, pero requiere deseo, obediencia y poder.


Para construir un matrimonio que perdure, debe usted estar dispuesto a cambiar y a permitir a Dios
dirigir su vida. Él es la razón por la que el cambio es posible; por usted mismo, el cambio es un proceso difícil;
pero con la ayuda de Dios, puede lograrlo.
Admitir el problema: Si ha de cambiar, primero debe admitir que existe un problema. Cualquiera que sea la
razón que usted tenga para negarlo, suéltela y comience el trabajo de mejora. Identifique áreas que necesitan
cambio, y haga algo al respecto. La consejería ayuda a las personas a hacer cambios; consiga un terapeuta con
principios cristianos; o participe en un grupo que sea responsable ante otros.
Cambiar el corazón: Ore para que Dios cambie su corazón, pues usted necesita ser sensible a las cosas de Dios.
La manera de hacerlo es meterse en la Palabra, orar, y adorar a Dios. La experiencia en la consejería dicta que las
parejas que están pensando en el divorcio han fallado en algún lugar en su relación con Dios. En ese punto es
necesario un cambio de corazón. Pida a Dios que cambie su corazón; no le pida que le haga feliz. Pídale que cave
en su vida y que saque todos los obstáculos para el cambio. Ese proceso no siempre se sentirá cómodo; usted
estará emocionalmente cansado, y se enfrentará cara a cara con sus propios problemas. Pero afróntelos; no
huya.
Conocer la Palabra de Dios: Hay demasiados cristianos que nunca han leído mucho la Biblia. Cuando usted lee la
Biblia, Dios habla; y cuando Dios habla, la transformación del corazón se realiza. Y eso sucede porque la Palabra
de Dios es como “martillo que quebranta la piedra” (Jer. 23:29). El corazón humano que se endurece a lo largo
de una vida acostumbrada a vivir en el pecado, puede ser quebrado y transformado con el Poder de Dios.
Someterse a Dios: Cuando una persona casada no se somete a Dios, los problemas son el resultado.
Nuevamente, una larga vida acostumbrada a hacer las cosas a su manera es el principal obstáculo para
someterse a Dios. Parte fundamental del Plan de Dios es que usted llegue a comprender la importancia de la
sumisión a Él; y para lograrlo muchas veces será necesario pasar por lágrimas y mucho dolor, hasta que su
corazón sea domado. Someta su vida entera a Dios, y no solamente pedazos de ella. La mayoría de los cristianos
no crecen espiritualmente porque no hay sometimiento total, sino que nos aferramos a áreas concretas de
nuestra vida. Como se dijo antes, hemos invitado a Cristo a ocupar el asiento trasero de nuestro auto.
Reforzar esos cambios: El cambio no es fácil para la mayoría de nosotros. Cuando usted hace un cambio en la
dirección correcta, refuércelo. La conducta cambia con refuerzos positivos. El cambio normalmente es
progresivo. Si puede usted alentar a su cónyuge a lo largo del camino, hágalo, pues eso ayuda tremendamente.
Es muy necesaria la paciencia por parte de ambos cónyuges; y la paciencia es una virtud que no está valorada en
nuestra sociedad.
MITO 7: No Puedo Cambiar. Así soy; o lo tomas, o lo dejas.
El cambio es más difícil que la _____________ al cambio. Si usted “no puede” cambiar, se debe a que no
quiere cambiar. Ha levantado barrera para el cambio; es más fácil ser orgulloso, estar amargado, temeroso o
crítico; vivir en negación; o culpar a la otra persona.
Esta es una mala excusa, ya que el cambio sí es __________. Si el cambio no fuera posible, un terapeuta
no tendría trabajo. No olvidemos que el cambio es la marca distintiva de la _____________ cristiana. Cuando
usted le pidió a Cristo que entrara en su vida, fue inmediatamente transformado y hecho una nueva creación.
Debido a que usted y su cónyuge no son personas perfectas, el cambio es un ____________ continuado; tiene
que abordarse con la ayuda del Espíritu Santo.
Nada cambiará si usted no está dispuesto: Cuando se produce un divorcio, con frecuencia se debe a que una
persona dice: “Yo no puedo cambiar.” Un buen terapeuta matrimonial finalmente ______________ a las
personas con su negación a cambiar. Sin embargo, esa confrontación puede producir una reacción nerviosa o
hasta generar una reacción de ___________. Las personas se enojan cuando son confrontadas porque sienten
su responsabilidad en la problemática. Se requiere que la persona entienda claramente esa _____________ de
cambiar, mucha oración para que Dios lo quebrante, confrontación con la Palabra de Dios, y tiempo.
Actualizar su protección contra virus: La protección de virus en la relación implica dos cosas: (1) Escanear los
_______________ y pensamientos el uno del otro. “¿Cómo nos va? ¿Hay algún problema que no hayamos
_________? ¿Cuáles son las emociones y sentimientos más recurrentes en cada uno de nosotros? Y ¿qué indican
esas emociones recurrentes? ¿Necesitamos pasar más tiempo juntos? ¿Estamos satisfechos sexualmente? (2) El
segundo escaneo es ____________. ¿Cuán sintonizados con Dios estamos? ¿Tenemos tiempo para la oración, la
lectura bíblica, la meditación espiritual, y momentos a solas con Dios para escucharlo y estar con Él?
Dale y Jennifer al principio de su matrimonio parecían ser una pareja feliz. A Jennifer le encantaba la
diversión pero estaba llena de temor y __________ porque su auto concepto dependía demasiado de Dale y su
seguridad del éxito que tenía en su empleo. Dale era extrovertido y su confianza social era fuerte pero tenía
_______________ por ser poco masculino debido a su constitución delgada y su amor por las artes. A medida
que pasó el tiempo, las inseguridades de Dale y Jennifer comenzaron a plagar su matrimonio. Las inseguridades
se propagaban como los virus en las computadoras. Cuando ambos se decidieron a buscar _____________, ella
ya había desarrollado síntomas de ansiedad y depresión; mientras que él estaba a poco de tener una aventura
amorosa por la influencia de la pornografía y el flirteo con sus compañeras de oficina. Cuando la consejera
preguntó a Jennifer si estaba dispuesta a cambiar, ella contestó que sí lo estaba aunque no sabía cómo; pero
cuando preguntó a Dale, él respondió: “En este momento estoy ____________ con quién soy. No estoy
haciendo nada de lo que debiera avergonzarme.” Se puso en un plan negativo, y de rechazar la consejería.
Las personas así básicamente aceptan el mito: “No puedo cambiar. No cambiaré. No _____________
cambiar. No ___________ cambiar.” Detrás de ese mito está la rebelión: una negativa a someterse al control
divino. Su terca resistencia obstaculiza la rendición total a Dios, abriendo la puerta a los problemas. El virus está
dentro, y comienza el proceso de infección.
El diablo no nos obliga, ¡pero la tentación es real!: La mayoría de las personas minimizan el hecho de que
tienen un enemigo formidable cuyo propósito es engañar y luego destruir. Santiago 1:14-15 dice que ceder a sus
deseos da a luz el pecado. El propósito de Satanás es __________ la naturaleza de pecado en usted con tanta
frecuencia como sea posible; él sabe que el pecado le hace daño a usted y hace daño a sus ______________; él
es muy consciente de los malsanos deseos que usted tiene, y trata de pervertirlos.
En el caso de la primera pareja creada, Eva escogió creer una mentira; puso su propia voluntad por
encima de la voluntad de Dios. Pablo nos dice que Eva fue engañada, pero Adán comió con pleno conocimiento
de estar haciendo mal (2ª Cor. 11:3; 1ª Tim. 2:14). Puede usted ser engañado y pecar como Eva, o puede escoger
___________ contra los mandamientos de Dios como lo hizo Adán. Cualquiera de las maneras abre la
___________ a todo tipo de inseguridades y problemas, como cuestionar su relación y finalmente aceptar el
divorcio.
¿Con cometer un solo pecado nos puede llevar al divorcio o hay algún pecado especial que lo provoca?
Los cristianos, a pesar de ser regenerados, siguen ____________; sin embargo, si son genuinos deben reconocer
sus pecados y buscar vivir en una dependencia de Dios tal que estén siendo _____________ constantemente y
dejen que el Espíritu Santo guíe sus vidas. En cambio, quienes no reconocen sus pecados y no están dispuestos a
cambiar, dirigen sus vidas inevitablemente a la __________ espiritual.
Obstáculos para lograr el cambio: Hay actitudes y actos que bloquean el cambio. A continuación haremos una
lista que puede relevarnos áreas de necesidad en nuestras vidas: ____________ de un problema,
ensimismamiento, orgullo y terquedad, temor al rechazo, falta de __________, ira, prejuicio, inseguridad, juicio
y crítica, negativa a someterse a Dios, falta de compromiso con el cambio, etc…

Verdad 7: Yo puedo cambiar, pero requiere deseo, obediencia y poder.


Para construir un matrimonio que perdure, debe usted estar dispuesto a cambiar y a permitir a Dios
_____________ su vida. Él es la razón por la que el cambio es posible; por usted mismo, el cambio es un proceso
difícil; pero con la ayuda de Dios, puede lograrlo.
___________ el problema: Si ha de cambiar, primero debe admitir que existe un problema. Cualquiera que sea
la razón que usted tenga para negarlo, suéltela y comience el trabajo de mejora. Identifique áreas que necesitan
cambio, y haga algo al respecto. La consejería ayuda a las personas a hacer cambios; consiga un terapeuta con
principios cristianos; o participe en un grupo que sea responsable ante otros.
___________ el corazón: Ore para que Dios cambie su corazón, pues usted necesita ser sensible a las cosas de
Dios. La manera de hacerlo es meterse en la Palabra, orar, y adorar a Dios. La experiencia en la consejería dicta
que las parejas que están pensando en el divorcio han fallado en algún lugar en su relación con Dios. En ese
punto es necesario un cambio de corazón. Pida a Dios que cambie su corazón; no le pida que le haga feliz. Pídale
que cave en su vida y que saque todos los obstáculos para el cambio. Ese proceso no siempre se sentirá cómodo;
usted estará emocionalmente cansado, y se enfrentará cara a cara con sus propios problemas. Pero afróntelos;
no huya.
___________ la Palabra de Dios: Hay demasiados cristianos que nunca han leído mucho la Biblia. Cuando usted
lee la Biblia, Dios habla; y cuando Dios habla, la transformación del corazón se realiza. Y eso sucede porque la
Palabra de Dios es como “martillo que quebranta la piedra” (Jer. 23:29). El corazón humano que se endurece a lo
largo de una vida acostumbrada a vivir en el pecado, puede ser quebrado y transformado con el Poder de Dios.
____________ a Dios: Cuando una persona casada no se somete a Dios, los problemas son el resultado.
Nuevamente, una larga vida acostumbrada a hacer las cosas a su manera es el principal obstáculo para
someterse a Dios. Parte fundamental del Plan de Dios es que usted llegue a comprender la importancia de la
sumisión a Él; y para lograrlo muchas veces será necesario pasar por lágrimas y mucho dolor, hasta que su
corazón sea domado. Someta su vida entera a Dios, y no solamente pedazos de ella. La mayoría de los cristianos
no crecen espiritualmente porque no hay sometimiento total, sino que nos aferramos a áreas concretas de
nuestra vida. Como se dijo antes, hemos invitado a Cristo a ocupar el asiento trasero de nuestro auto.
______________ esos cambios: El cambio no es fácil para la mayoría de nosotros. Cuando usted hace un cambio
en la dirección correcta, refuércelo. La conducta cambia con refuerzos positivos. El cambio normalmente es
progresivo. Si puede usted alentar a su cónyuge a lo largo del camino, hágalo, pues eso ayuda tremendamente.
Es muy necesaria la paciencia por parte de ambos cónyuges; y la paciencia es una virtud que no está valorada en
nuestra sociedad.

Vous aimerez peut-être aussi