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COLOMBIANO
Derecho al Territorio.
A diferencia de las concepciones occidentales, según las cuales, la propiedad
sobre la tierra, otorga la titularidad legal para el ejercicio de los derechos de uso y
libre disposición, para los grupos indígenas la vinculación con su territorio es factor
esencial de su existencia como cultura autóctona, de allí la denominación de
pachamama, o madre generadora de alimento y por lo mismo de vida, que se le
da a la tierra. Esta concepción ha sido reconocida y amparada por varios
tratados internacionales: La Convención Americana de Derechos Humanos y
varios pronunciamientos de la Corte Interamericana reconocen “la estrecha
vinculación de los pueblos indígenas con sus tierras tradicionales y los recursos
naturales ligados a su cultura...”4. Por su parte, el Convenio 169 de 1989 de la
OIT, desarrolla de manera clara y contundente la protección al territorio de las
comunidades indígenas, indicando las pautas a seguir para su reparación en
caso en que fuere afectado. De igual manera la Declaración de la Naciones
Unidas sobre los derechos de los pueblos indígenas ordena en su artículo 25 que:
“Los pueblos tienen derecho a mantener y fortalecer su propia relación espiritual
con las tierras, territorios, aguas, mares costeros y otros recursos que
tradicionalmente han poseído u ocupado.
La Constitución colombiana de 1991, por su parte establece:
Artículo 63°. “Los bienes de uso público, las tierras de resguardo, son
inalienables, imprescriptibles e inembargables”.
Artículo 286°. “Son entidades territoriales los departamentos, los distritos, los
municipios y los territorios indígenas.
Artículo 329°. Los resguardos son de propiedad colectiva y no enajenable.
Debe precisarse que los resguardos son instituciones sociopolíticas, conformadas
por una o más comunidades indígenas, las cuales ejercen propiedad colectiva
sobre dicha tierra y dentro de ella, poseen autonomía para organizar y dirigir su
vida interna, así como para darse su propio sistema normativo. Los integrantes de
un resguardo no pueden enajenar, hipotecar, o arrendar los terrenos del
resguardo. La administración de los resguardos está a cargo de los respectivos
cabildos o autoridades tradicionales, quienes se orientan por sus usos y
costumbres.
La propiedad colectiva sobre los resguardos tiene el carácter de derecho
fundamental, según criterio de la Corte Constitucional, no sólo porque esos
territorios constituyen el principal medio de subsistencia para los indígenas, sino
porque ellos forman parte de su cosmovisión y religiosidad.
En otro importante pronunciamiento la Corte afirmó que: “Para el indígena, la
territorialidad no se limita únicamente a una ocupación y apropiación del bosque y
sus recursos, pues la trama de las relaciones sociales trasciende el nivel empírico
y lleva a que las técnicas y estrategias de manejo del medio ambiente no se
puedan entender sin los aspectos simbólicos a los que están asociadas y que se
articulan con otras dimensiones que la ciencia occidental no reconoce”
El desplazamiento.
De esta manera, la violencia a que han sido sometidos los grupos indígenas, ha
alterado la vida de estas comunidades, las cuales han quedado atrapadas en
medio del conflicto. Los actores de la violencia (grupos guerrilleros y
paramilitares), les exigen fidelidad a sus respectivos proyectos de izquierda y
derecha, y cualquiera que sea su actuación, es objeto de evaluación y castigo,
represalia que en muchos casos ha significado la pérdida de la vida. En otras
ocasiones, son las
mismas fuerzas del orden, las que los vinculan con los actores armados por
convivir con ellos, desconociendo que esta convivencia les fue impuesta contra su
voluntad.
A pesar de esta crítica situación, los grupos indígenas han optado por defender de
manera pacífica sus territorios, reclamando el respeto a su autonomía, autoridad e
integridad. Han defendido su derecho a permanecer neutrales frente a los
intereses en conflicto y a su posibilidad de disentir y construir alternativas diversas,
como es el caso de la Guardia Indígena del Cauca, a quienes les otorgaron el
premio nacional de Paz.
En otras ocasiones, se ha optado por el desplazamiento hacia el interior de sus
territorios hacia comunidades vecinas, generando zonas de refugio interno. En
casos más graves, el desplazamiento se dirige hacia las cabeceras municipales,
ciudades intermedias o grandes capitales, que es el fenómeno más común en los
últimos años, desplazamiento que termina confundiéndose en las calles con la
mendicidad.
Aproximadamente 70.000 de los desplazados internos registrados en Colombia
son indígenas.
RESPUESTAS Y RETOS
Aun en condiciones sociales, políticas y económicas tan adversas, los
pueblos indígenas de Colombia, con apoyo en la normatividad vigente, antes
revisada, han dado respuestas contundentes y ejemplarizantes, llenas de
esperanza en la construcción de un futuro alternativo donde la paz y la
autonomía sean compatibles. Algunas de esas respuestas son las
siguientes:
1. Las organizaciones indígenas, las cuales han contribuido a su
visibilización y al establecimiento de nuevas relaciones con las instituciones
del Estado. Se sabe de la existencia de más de 34 organizaciones regionales
y nacionales, entre ellas La Organización Nacional Indígena ONIC, El
Consejo Regional Indígena del Cauca CRIC, La Asociación de Cabildos
Indígenas del Norte del Cauca, la Organización Indí gena de Antioquia y 151
organizaciones de autoridades tradicionales, así como movimientos
políticos que han garantizado su participación en el Congreso de la
República.
El 9 y 10 de abril de 2010 se reunió en Bogotá el Consejo Nacional de
Mujeres Indígenas.
Lo particular de este encuentro, fue la presencia de los compañeros de la
liderezas indígenas, con la finalidad de lograr su compromiso y apoyo para
fortalecer las actividades del Consejo de Mujeres. Otro aspecto de reflexión,
fue la inclusión de este colectivo en la estructura general de la ONIC. Las
mujeres indígenas culminaron el Encuentro socializando un lema: “campaña
dulce, aire de vida”, en solidaridad con los pueblos en vía de extinción.
La consulta previa, es una instancia que gana reconocimiento día a día, como una
estrategia que obliga a las autoridades nacionales ha consultar cualquier decisión
que afecte a las comunidades, tal como lo regula el parágrafo del artículo 330 que
dice:
“La explotación de los recursos naturales en los territorios indígenas se hará sin
desmedro de la integridad cultural, social y económica de las comunidades
indígenas. En las decisiones que se adopten respecto de dicha explotación, el
Gobierno propiciará la participación de los representantes de las respectivas
comunidades”
Con este fundamento constitucional y con apoyo en el Convenio 169 la Corte
Constitucional, determinó que la participación de las comunidades indígenas en
los programas que se pretendan realizar en sus territorios, constituye un derecho
fundamental, llegando inclusive a suspender actividades de exploración y
explotación por carecer de la consulta previa, instrumento básico para preservar la
integridad étnica, social, económica y cultural de las comunidades indígenas y
para asegurar su subsistencia12. Esta tesis ha sido ratificada en sentencia del
presente año.
Las guardias indígenas, son una expresión de resistencia pacífica que pretende
detener el conflicto armado en territorio indígena, reivindicando su derecho a la
neutralidad y a la autonomía. En el 2009, las guardias indígenas del Cauca
(cuerpo de seguridad de 8000 indígenas armados con bastones de madera)
destruyeron ocho trincheras que había construido el ejército en sitios sagrados de
los paeces, zona de resguardo. Miguel Calambás, lider de este movimiento
manifestó: “Vamos a seguir en esta tarea de posicionarnos y de que en nuestros
territorios no hayan trincheras ni batallones de altas montañas”. Otro integrante del
Consejo Regional de Indígenas del Cauca CRIC explicaba que se trata de: “un
sitio de los nasas, un sitio sagrado donde se hacen todos los rituales de
armonización para lo de la Madre Tierra, ofrendas al sol, a la luna y por lo tanto,
ello no quieren que estos sitios sean ocupados por fuerzas extrañas…agregando
encontramos campos minados tanto por el Ejército como por la guerrilla, que
dejamos señalizados para que los pobladores tengan precaución al transitar por
esos sitios” 13Esta actitud despertó la solidaridad nacional con estas formas
pacíficas y auténticas.
Otras organizaciones, también debe destacarse como muy positiva, la iniciativa
de varias autoridades indígenas de conformar sus propias organizaciones para la
prestación de los servicios de salud, educativos y de ahorro y crédito, a través de
las EPS, centros etnoeducativos y cooperativas. Así por ejemplo, la EPS Mallama,
se conformó con la finalidad de dar servicios de salud de calidad, teniendo en
cuenta el saber y las prácticas médicas indígenas que contribuyan a la identidad
étnica y cultural de las comunidades.
Estas entidades son aprobados por la Superintendencia Nacional de Salud y se
obligan a garantizar el Plan Obligatorio de Salud del resto de colombianos, sólo
que en armonía con sus creencias y valores. En el mes anterior, esto es en mayo
de 2010, se desarrolló en Bogotá Colombia, unventon convocatoria a nivel de
Latinoamérica, con la asistencia de Méjico, Guatemala, Brasil, Perú. Bolivia, Costa
Rica, Panamá y Argentina, con el apoyo de las Agencias de Cooperación, de las
Secretaria de Educación y de las Universidades, con miras a analizar aquellos
proyectos etnoeducativos, tendientes a fortalecer la oferta educativa dirigida
exclusivamente a los integrantes de esas colectividades.
Con relación al tema de la salud, La Asamblea Nacional de Salud de los Pueblos
Indígenas, reunida el 15 de mayo de 2010, frente a la difícil situación por la que
atraviesa el sistema nacional de salud colombiano, proponen la legitimación y
consolidación de un sistema de salud Propia e Intercultural, en armonía con la
Constitución Nacional, la Declaración Universal de las N.U. sobre los pueblos
indígenas y el convenio 169 de la OIT.
5. Escuela de Derecho Propio. Como un hecho trascendental en el ejercicio de la
autonomía, en la consolidación de la identidad cultural, el mejoramiento de la
jurisdicción especial indígena, la apropiación colectiva de conocimientos y la
coordinación entre la justicia ordinaria y la jurisdicción especial indígena, el
resguardo de los Pastos, ubicado en el
Departamento de Nariño, ha puesto en funcionamiento la Escuela de Derecho
Propio Laureano Inampues, la cual hace parte del programa y acciones de
fortalecimiento de los sistemas de derecho propio de las comunidades indígenas
del país, adelantando por la Escuela Rodrigo Lara Bonilla en cumplimiento de los
mandatos constitucionales y legales.
Como resultado de esta iniciativa se han elaborado varias cartillas que se utilizan
como herramientas pedagógicas en el proceso de capacitación de sus integrantes.
Temas tan básicos como autonomía, territorio, gobierno y justicia propia,
legislación, educación, salud, consulta previa, son desarrollados con perspectiva
internacional, con fundamento constitucional, con los aportes jurisprudenciales y
desde la experiencia práctica del Pueblo
de los Pasto en el ejercicio de sus derechos. Esta Escuela cuenta con el respaldo
del Consejo Superior de la Judicatura y se ha convertido en un hito en el proceso
de construcción del Estado Social de Derecho que nos rige, caracterizado por la
diversidad, la interculturalidad, el pluralismo jurídico, social y étnico.
El uso de los tratados internacionales sobre los pueblos indígenas y la
jurisprudencia de la Corte Constitucional Colombiana. En efecto, llama la atención
la apropiación que existe entre las organizaciones indígenas colombianas del
derecho internacional, específicamente del Convenio 169 de 1989 referido a los
pueblos indígenas y tribales, de manera especial en los relacionado con la
obligación de la consulta previa, el respeto al
territorio, el derecho a la participación en los recursos del subsuelo, respeto a sus
formas de propiedad, protección al empleo en igualdad, con garantía de seguridad
social y derecho de asociación, el compromiso con la etnoeducación, así como el
impulso a los acuerdos de cooperación entre pueblos indígenas a través de las
fronteras. Otra herramienta fundamental es la sentencia T- 025 de 2004 proferida
por la Corte Constitucional, en la cual se hace un análisis de la situación en que se
encuentra la población desplazada, del amplio catálogo de derechos que les son
vulnerados, a pesar de que su respeto es una obligación del Estado colombiano,
circunstancias que la llevan a reconocer el evidente “estado de cosas
inconstitucional”. En su criterio, la población desplazada se encuentra en estado
de vulnerabilidad extrema, por el irrespeto sistemático al derecho a la vida digna, a
la integridad personal, a la igualdad, a la petición, al trabajo, a la salud, a la
seguridad social, a la educación, al mínimo vital y ala protección debida a las
personas de la tercera edad, a las mujeres cabeza de familia ya los niños. Como
respuesta a este “estado de cosas inconstitucional”, insta a las autoridades tomar
de manera urgente todas las medidas administrativas, financieras y políticas
tendientes a superar esta grave situación y ordena al Consejo Nacional para la
Atención Integral de la Población Desplazada por la Violencia, para que en el
marco de su competencia y en cumplimiento de sus deberes verifique la magnitud
de la situación , diseñe e implemente un plan de acción para superarla, señalando
plazo estrictos para el cumplimiento de las acciones establecidas. Ahora bien,
siendo el desplazamiento un fenómeno que afecta a amplios sectores de la
población colombiana, son los indígenas lo más afectados, debido a que a su
situación de pobreza, marginamiento y discriminación, se suma ahora, el
desarraigado de su entorno, de sus familia y de su cultura. ACNUR promueve
soluciones colaborativas e integrales al desplazamiento interno indígena,
prestando especial atención a los asuntos humanitarios en las comunidades
vulnerables.
Los derechos humanos son universales, civiles, políticos, sociales y culturales que
pertenecen a todos los seres humanos, incluyendo a los miembros de las
minorías. Los miembros de las minorías étnicas deben gozar de la realización de
todos los derechos humanos y libertades fundamentales en términos iguales junto
con los otros en la sociedad, sin discriminación de ningún tipo. Las minorías
étnicas, ambas los individuos pertenecientes a las minorías étnicas y las minorías
étnicas como grupos también gozan de ciertos derechos humanos
específicamente ligados a su estatus étnico, incluyendo su derecho a mantener y
disfrutar de su cultura, religión e idioma libres de discriminación.
EL MINISTERIO PÚBLICO
Y LOS DERECHOS DE LOS PUEBLOS INDIGENAS
ACTUACIONES ESPECÍFICAS