Académique Documents
Professionnel Documents
Culture Documents
DOCENTE:
Dr. José Luis Escamilla Rivera
ESTUDIANTE:
Luis Francisco Zamora Castillo
El poema A Darío y otros cómplices forma parte del poemario Lunario sentimental que fue
publicado en 1909 en Buenos Aires, Argentina. El poema comienza con un epígrafe Aut
insanit homo aut versus facit (el hombre es loco o hace versos). Además, está estructurado
en 16 estrofas de 4 versos de arte menor, es decir, cuatro estrofas tienen seis sílabas métricas
y 12 ocho sílabas métricas respectivamente.
En relación con la rima, es consonante en todas las estrofas. No obstante, la primera estrofa
junto con la sexta, onceava y decimosexta estrofa presentan rima alterna con esquema abab,
es decir, cuarteta. En cambio, las 12 restantes presentan rima abrazada con esquema abba, es
decir, redondilla. Finalmente, la musicalidad del poema se basa en el ritmo de las sílabas
métricas acentuadas. Las sílabas reiterativas que presentan este acento son la cuarta y séptima
sílabas métricas, así como la segunda y quinta sílabas métricas de las cuatro estrofas de rima
alterna. De este modo, existe un ritmo casi perfecto a lo largo del poema.
MOVIMIENTOS LITERARIOS
1
Jorge Luis Borges – Manifiesto ultraísta/anatomía de mi ultra – 1921
como el mito de Leda encarnado en el cisne, presencia de ninfas y, finalmente, la apropiación
irónica de la realidad como indicador de un esteticismo elevado.
Finalmente, la última corriente estético-literaria identificada en el poema es el
posmodernismo. El posmodernismo, al contrario de lo que se cree, no abandonó por completo
las bases modernistas que le antecedieron, sin embargo, su concepción del paisaje cambia.
En el modernismo, se buscó alejarse por completo de lo exótico del romanticismo y se
enfrascó, como sabemos, en un paisaje cosmopolita. No obstante, el posmodernismo rescató
el sentido del paisaje rural según las características propias de su desarrollo en Latinoamérica.
En el poema se distingue una alusión hacia lo alejado de la ciudad, como el cauce de un río,
el sauce de un bosque y la noche como tiempo y espacio.
TEMAS
En A Darío y otros cómplices los temas medulares que se presentan son el amor y la mujer.
Al comienzo del poema, se hace mención de que se padece dolor por el amor sentido hacia
una mujer. Luego, se hace una correspondencia metafórica entre la mujer y la luna, afirmando
que la gravedad de esta última arrastra la esperanza y la fortuna de ser correspondido. Desde
la tercera a la sexta estrofa, se describe a la mujer como una novia lejana de parecer blanco
como la luna y como cisne de entrañable ternura. Además, se manifiesta que la belleza de
ella es una cárcel de tul (tela) donde la libertad del poeta yace restringida.
En las estrofas siguientes, sigue describiendo el encanto claustral que desprende ella, así
como el brillo que desprende de entre el murmullo del agua y lo delicado de su esencia. De
la novena a la doceava estrofa, se describe a la mujer como efímera, al alma que cautiva su
pena ante una ninfa del bosque, la pasión que provoca el plateado de su piel y el fuego de
San Telmo que funge como faro en medio de la noches, pues este santo es venerado por los
marineros. Finalmente, de la treceava a la decimosexta estrofa, se infiere que la luna creciente
está en el mango de la espada que, en este caso, hace alusión a la espada del Cid Campeador.
Por otra parte, se dice sobre la fría confusión que representa la poesía de ella y, por el
contrario, la trémula luz que provoca quererla más. Por último, se vuelve hacer mención
acerca del dolor que provoca amar a una mujer distante e inalcanzable como la luna.
Es notorio que el tratamiento de los temas toma una dimensión nueva en la concepción
artística de Lugones. No existe una sensualidad o erotismo como tal en torno al concepto de
mujer, sino un manejo más intimista, enfocado a la propia necesidad del poeta de abrirse paso
por distintos caminos de experimentación estética.
INTERTEXTOS
En este apartado, haremos una contraposición entre Leopoldo Lugones y Amado Nervo en
relación con el tema de la luna.
A Darío y otros cómplices Paz Lunar
En el cuadro anterior podemos observar las dos concepciones acerca de la mujer que los
autores tratan. La mujer en Lugones es un ser de sentimientos encontrados, un lugar donde
la pena y el amor suelen convivir dejando efectos distintos según el momento en que estos
nacen. Por su parte, Darío ve en la mujer la ciencia exacta, un lugar de armonía y donde todas
las cosas hermosas florecen, es decir, el prototipo de mujer ideal, de amor platónico. Esto
derivado de que el modernismo atravesó diferentes etapas, estaciones donde los temas
cambian a través del tratamiento propio del sentir de cada autor.
En conclusión, Leopoldo Lugones en Lunario Sentimental (1909) presenta una marcada
transición hacia lo que después se conoció como Vanguardias. El uso constante de la
metáfora, los recursos de otras ciencias con fines retóricos y el tratamiento irónico que hace
un elemento clásico como la luna hace revelar un sentido de transgresión en Lugones. A
Darío y otros cómplices, título de la muestra, denota algo más que un título. Es un llamado a
sus contemporáneos modernistas a buscar otros caminos de expresión, de libertad y de
belleza. No sólo domina con total maestría el arte modernista y sus conocimientos sobre otras
disciplinas, sino que las supera y las lanza valientemente en un campo nuevo de
experimentación, donde el paisaje, lo femenino y lo íntimo se entrelazan en una estética que
responda a las nuevas contingencias de su tiempo.
BIBLIOGRAFÍA:
1. Nervo, A. Serenidad. (2010). 1st ed. [ebook] Madrid: Biblioteca Virtual Miguel de
Cervantes, p.31. Disponible en: http://www.cervantesvirtual.com/obra/serenidad-
19091912--0/ [Acceso 30 Mar. 2019].
ESTROFAS TEMAS
Habéis de saber
Que en cuitas de amor, AMOR
Por una mujer
Padezco dolor.
Esa mujer es la luna,
Que en azar de amable guerra, MUJER
Va arrastrando por la tierra
Mi esperanza y mi fortuna.
La novia eterna y lejana
A cuya nívea belleza NOVIA
Mi enamorada cabeza
Va blanqueando cana a cana.
Lunar blancura que opreso
Me tiene en dulce coyunda, BLANCURA
Y si a mi alma vagabunda
La consume beso a beso,
A noble cisne la iguala,
Ungiéndola su ternura CISNE
Con toda aquella blancura
Que se le convierte en ala.
En cárcel de tul,
Su excelsa beldad BELLEZA
Captó el ave azul
De mi libertad.
A su amante expectativa
Ofrece en claustral encanto, ENCANTO
Su agua triste como el llanto
La fuente consecutiva.
Brilla en lo hondo, entre el murmurio,
Como un infusorio abstracto, BRILLAR
Que mi más leve contacto
Dispersa en fútil mercurio.
A ella va, fugaz sardina,
Mi copla en su devaneo, COPLA
Frita en el chisporroteo
De agridulce mandolina.
Y mi alma, ante el flébil cauce,
Con la líquida cadena, ALMA
Deja cautivar su pena
Por la dríada del sauce.
Su plata sutil
Me dio la pasión PASIÓN
De un dardo febril
En el corazón.
Las guías de mi mostacho
Trazan su curva; en mi yelmo, FUEGO
Brilla el fuego de San Telmo
Que me erige por penacho.
Su creciente está en el puño
De mi tizona, en que riela CRECIENTE (lunar)
La calidad paralela
De algún ínclito don Nuño.
Desde el azul, su poesía
Me da en frialdad abstrusa, POESÍA
Como la neutra reclusa
De una pálida abadía
Y más y más me aquerencio
Con su luz remota y lenta, LUZ
Que las noches trasparenta
Como un alma del silencio.
Habéis de saber
Que en cuitas de amor, AMOR
Padezco dolor
Por esa mujer.