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De la antropología

a la cristología

Homenaje a Jean Zurcher

Versión en español
editada por:

Facultad Adventista de Teología


Collonges-sous-Salève - Francia
De la antropología
a la cristología

Homenaje a Jean Zurcher


De la antropología
a la cristología

Homenaje a Jean Zurcher

Facultad Adventista de Teología


Collonges-sous-Salève - Francia
Edita
SUMARIO

Prefacio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .7
Prefacio a la edición española . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .8
Traducción: Daniel Bosch Queralt
Diseño gráfico y maquetación: Esther Amigó Marset
1. Jean Rudolf Zurcher: biografía, Tania Lehmann-Zurcher . . .9

2. Jean Zurcher administrador, Carlos Puyol . . . . . . . . . . . . .15


Aula7activa-Aeguae
3. La debilidad de Dios, Georges Stéveny . . . . . . . . . . . . . . .21
Garcia i Fària, 57-59, 4º, 2ª
Fuerza y debilidad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .22
08019 Barcelona
Poder y humildad del Creador . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .27
Tel.: +34 933 032 646
La zarza ardiendo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .31
Fax: +34 933 032 693
La debilidad de Dios revelada en la infidelidad de Israel . .35
E-mail: info@aula7activa.org
La debilidad de Dios en Cristo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .41
Web: www.aula7activa.org
Las parábolas de Jesús hablan de la debilidad de Dios . . .48
La debilidad de Dios revelada por la infidelidad
de la iglesia. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .56
Conclusión . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .59

4. ¿El cristianismo es una religión del corazón?,


Richard Lehmann . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .63
El uso general del término corazón . . . . . . . . . . . . . . . . . . .64
El uso antropológico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .66
Todos los derechos reservados. Se permite la impresión de las publicaciones
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sin la autorización previa y por escrito de los titulares del copyright.
Los archivos informáticos de las publicaciones electrónicas no pueden Kenneth H. Wood . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .79
ser manipulados bajo ningún concepto. El desafío de la crítica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .81
Diálogo y cambio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .83
Aula7activa no se hace responsable de las opiniones expresadas en esta obra.
Los textos publicados expresan exclusivamente las opiniones de sus autores. 6. De la naturaleza a la función en la historia, la antropología
y la metafísica, Jean Flori . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .87
El esquema de la triple función:
© 1998, Facultad Adventista de Teología, Collonges-sous-Salève (Francia)
© 2005, Aula7activa/AEGUAE, en español para todo el mundo
la sociedad de los tres órdenes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .88
Depósito Legal: B-29990-2005 El hombre tridimensional . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .90

5
Dios uno y trino . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .98 PREFACIO
Conclusión . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .106

7. Reflexiones sobre el testimonio: mirando a Cristo,


el testigo fiel y verdadero, Ganoune Diop . . . . . . . . . . . . . . .109
Testimonio, discreción y militancia . . . . . . . . . . . . . . . . . .109 El Dr. Jean Zurcher ocupa un lugar destacado entre los primeros
Los testigos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .112 estudiosos que han colaborado en la madurez teológica que pre-
El testigo fiel . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .113 senta el adventismo actual. Estamos en deuda con él a causa
Revelaciones para nuestro tiempo . . . . . . . . . . . . . . . . . .117 de sus trabajos meticulosos.
No es frecuente que se tenga el privilegio de rendir homenaje
8. La individualidad del ser humano, V. Norskov Olsen . . . .119
a un hombre que ha estado tanto tiempo al servicio de la Iglesia.
9. Salud y teología en el corpus paulino, Roberto Badenas .125 Esta obra nos lo permite. Jean Zurcher, además de ser un maes-
La condición humana, rescatada y vulnerable . . . . . . . . .126 tro en el estudio de la Biblia, ha contribuido eficazmente a dirigir
Las vías de la curación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .131 la Iglesia Adventista europea y mundial mediante su cooperación
Las vías de prevención . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .134 con la Asociación General.
Hacia una teología paulina de la salud . . . . . . . . . . . . . . .140 Los estudios de Jean Zurcher son respetados por su claridad,
10. La transformación final: comentario sobre su precisión y su pertinencia. Sus escritos se han convertido en
1 Corintios 15:35-58, Roland Meyer . . . . . . . . . . . . . . . . . . .143 obras de referencia.
La planta procede del grano . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .144 Para mí es un placer participar en la celebración de su octo-
A cada semilla su propio cuerpo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .145 gésimo aniversario.
Todas las carnes no son idénticas . . . . . . . . . . . . . . . . . .146
Los distintos cuerpos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .147
El paso de la corruptibilidad a la incorruptibilidad . . . . . . .149
El cuerpo físico y el cuerpo espiritual . . . . . . . . . . . . . . . .152 Robert S. Folkenberg
Los dos Adán . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .155 Presidente de la Asociación General
La corrupción no hereda la incorruptibilidad . . . . . . . . . . .162 de la Iglesia Cristiana Adventista del Séptimo Día*
La muerte de la muerte . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .165

11. Bibliografía de Jean Zurcher, Tania Lehmann-Zurcher


y Guido Delameillieure . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .171
Libros . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .171
Folletos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .172
Obras colectivas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .172
Artículos en revistas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .173
Estudios mecanografiados . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 180

* Entre 1990-1999 (N. del E.).

6 7
PREFACIO A LA EDICIÓN Capítulo 1
ESPAÑOLA

¿Por qué tiene importancia la figura de Jean Zurcher para el cris-


JEAN RUDOLF ZURCHER: BIOGRAFÍA
tiano de habla hispana? Cómo se verá al leer su biografía, su con-
Tania Lehmann-Zurcher
tacto con España y América Latina fue más bien escaso. ¿Por qué
Bibliotecaria del campus universitario y
entonces publicar en español este volumen en homenje a su fi-
pedagógico del Salève
gura?
Porque personas como Jean Zurcher son las que han hecho, y
siguen haciendo, que la Palabra de Dios llegue a miles de cora-
zones, de conciencias y de mentes. Su trayectoria puede ayudar-
Mi padre, Jean Rudolf Zurcher, nació el 30 de septiembre de 1918
nos a comprender la necesidad de hablar de Dios y de meditar
en Cerlier, una pequeña ciudad suiza a orillas del lago de
acerca de su palabra y sus promesas.
Biel/Bienne, en la frontera lingüística del cantón de Berna. El oc-
No hace falta comulgar con sus ideas para reconocerle su va-
tavo de nueve hermanos, su padre, Frédérik, poseía una gran-
lía evangélica, igual ocurre con los textos del presente homenaje.
ja cerca del lago y viñedos en las laderas del Jolimont. Su ma-
Su importancia no radica tanto en que nos convenzan con sus ide-
dre, Marie, regentaba un comercio de granos en los bajos de la
as, como que nos convenzan con su espíritu evangelizador de que
casa familiar, sita en el centro de la calle principal, construida en
meditar acerca de Dios y de sus obras, y convencer al mundo de
1589 y catalogada actualmente como monumento histórico.
su valor y necesidad hoy, es una labor que no puede ni debe de-
En los años sombríos del fin de la Primera Guerra Mundial la
jar de realizarse.
familia Zurcher tampoco se libró de las desgracias. Frédérik, que
Jean Zurcher falleció el 28 de enero de 2003*, a los 84 años,
estaba prestando su servicio militar, contrajo la famosa gripe es-
tras una larga vida dedicada a la difusión del Evangelio.
pañola que causó millones de muertos en Europa. Desmovilizado
por razones de salud, aún muy débil, apenas regresó a casa tuvo
LOS EDITORES
que ver como su ganado era sacrificado a causa de la fiebre af-
Aula7activa
tosa. Agotado física y moralmente, e incapaz de continuar diri-
giendo la granja, liquidó los restos de sus bienes y, siguiendo los
consejos de su médico, se instaló con toda su familia en los Alpes
de la orilla norte del lago Lemann.
Para afrontar aquella situación crítica, Berthe, la segunda hija
del matrimonio, que por aquel entonces contaba veintiún años y
era funcionaria de correos en Chesiers-Villars, abandonó su em-
pleo, alquiló un chalet y abrió una pequeña casa de huéspedes.
* Este libro homenaje apareció en 1998 en su edición francesa (N. del E.). De este modo, con la cooperación de todos, la familia llegó a so-

8 9
DE LA ANTROPOLOGÍA A LA CRISTOLOGÍA JEAN RUDOLF ZURCHER: BIOGRAFÍA

brevivir. El 30 de marzo de 1930, cuando Jean tenía doce años, bajo conseguiría superar todas las lagunas escolares y en 1940
aconteció la muerte de su padre. Este fallecimiento fue una dura formó parte de la primera promoción de alumnos del Salève que
prueba para el joven, que estaba muy unido a su padre, a quien obtenían el bachillerato. Sin embargo, para él el descubrimiento
tenía la costumbre de acompañar a todas partes. más importante de su vida se produjo en octubre de 1934, con mo-
Marie, su madre, era una mujer piadosa. Leía la Biblia todos los tivo de la semana de oración, en la que encontró a Jesús, su
días. Por la mañana y por la noche reunía a sus hijos para orar y Salvador. Respondió a la llamada del Señor y se levantó para dar
se preocupaba de que sus hijos frecuentaran la escuela domini- testimonio público de que deseaba consagrarle su vida. Así pues,
cal, por lo que Berthe tomó el compromiso de acompañarlos al cul- paralelamente a los estudios secundarios, preparó el diploma de
to cada domingo. Madre e hija soñaban con que un día Jean y Adi, evangelista, que obtendría en 1941.
los dos benjamines, serían ordenados pastores. Por ese tiempo, En septiembre de 1936, cuando Jean estaba a la mesa, vio entrar
atraídos por el deporte y la vida al aire libre, ambos jóvenes dis- en el comedor de la escuela a una tímida y atractiva joven belga de
taban mucho de imaginar que Dios haría que todas las cosas con- 16 años. Se llamaba Anna Stéveny. Rápidamente deseó que se con-
tribuyeran al cumplimiento de los ruegos de su madre. virtiera en la mujer de su vida, pero le fue preciso esperar algunos
En 1934, Suiza, como el resto del mundo, estaba sumida en ple- años antes de poder contraer matrimonio con ella el 8 de agosto
na recesión. Con un paro elevado, para los jóvenes era imposible de 1941. Desde ese día Anna se convirtió en su colaboradora.
encontrar un empleo. En ese momento la vida de Jean tomó un Entre tanto, estalló la guerra. Jean, que había conseguido un
rumbo totalmente inesperado. Como cada año, un tal señor Tissot salvoconducto que le permitía cruzar libremente la frontera, con-
pasó por la casa de huéspedes para recaudar fondos para las mi- tinuó sus estudios en la Universidad de Ginebra a la vez que tam-
siones adventistas. Berthe, que era una mujer piadosa, genero- bién enseñaba en el Seminario. Las condiciones de vida eran ex-
sa y muy hospitalaria, no se conformaba con hacerle un donativo, tremamente difíciles, los peligros no eran escasos. Había que
sino que siempre le proponía que compartiera la mesa con la fa- tener en cuenta a los miembros de la Resistencia que se refu-
milia. Tras descubrir las dificultades de Jean para encontrar un giaban en el Salève y a los soldados alemanes que estaban por
puesto de aprendiz, el señor Tissot pronunció la frase que cam- todas partes. Cuando algunas familias judías se presentaban ago-
biaría la vida del joven: «Cerca de Ginebra conozco una escuela tadas en medio de la noche, Anna les daba cobijo y alimento has-
en la que este muchacho podría trabajar y seguir sus estudios se- ta que Jean podía pasarlos clandestinamente a Suiza. Por esa
cundarios». Tras la visita a Ulises Augsburger, presidente de la acción, en 1948 fue condecorado por la embajada de Países Bajos
Asociación de la Suiza de habla francesa, y más tarde a Alfred en reconocimiento por los servicios prestados durante la Segunda
Vaucher, profesor de teología en el Seminario Adventista del Salève, Guerra Mundial y fue nombrado subteniente de las Fuerzas
Jean fue admitido en la escuela. Combatientes francesas de 1942 a 1944. Sin embargo, sus ac-
A partir del inicio de curso en septiembre de 1934, Berthe acom- tividades no impidieron que en 1943 Jean ganara el premio de fi-
pañó a su hermano a la escuela y sufragó sus estudios. Pero Jean, losofía de la Universidad de Ginebra, que en 1944 se licenciara
trabajador y animoso, se comprometió a trabajar treinta horas se- en Historia de la Filosofía y que en 1945 recibiera el premio Jean-
manales en la imprenta del Seminario; de ese modo subvencio- Louis Claparède por su estudio L’éducation pour la paix (La edu-
naría una parte de su escolarización. A fuerza de voluntad y tra- cación para la paz).

10 11
DE LA ANTROPOLOGÍA A LA CRISTOLOGÍA JEAN RUDOLF ZURCHER: BIOGRAFÍA

En 1946 Jean y Anna fueron enviados en misión a Madagascar turaleza y su destino) supuso una etapa importante en la com-
juntamente con sus dos hijos Frédéric y Tania, para dirigir el se- prensión de la antropología y el campo filosófico de la teología.
minario adventista, situado en las cercanías de Tananarivo*. Para Por esa razón, la editorial Delachaux et Niestlé publicó su tesis en
llegar a su destino tuvieron que bordear todo el continente afri- su colección Bibliothèque Théologique. En 1954, con La philoso-
cano y el viaje duró seis meses. Apenas llegaron a su destino phie de Louis Lavelle (La filosofía de Louis Lavelle), obtuvo el pri-
estalló la rebelión. Acababan de vivir toda la Segunda Guerra mer premio de Filosofía de la Universidad de Ginebra.
Mundial en Francia y de pronto se encontraban inmersos en los De 1958 a 1960 enseñó francés y filosofía en el Atlantic Union
peligros de una guerra colonial en tierra de misión. Confiaron en College, en el estado de Massachussets (Estados Unidos). Su ex-
Dios y se quedaron en su puesto a pesar de las recomendaciones periencia americana lo enriqueció y regresó a Francia como di-
de las autoridades para que se refugiaran en la ciudad. En 1948 rector del Seminario Adventista del Salève, cargo que ocupó de
la familia aumentó con un tercer hijo, Donald. 1960 a 1970, años durante los cuales trabajó para que el Seminario
Durante doce años, Jean y Anna no escatimaron esfuerzos pa- alcanzara el rango universitario. En 1970 fue nombrado secreta-
ra desarrollar la escuela. Siguiendo los principios de educación rio general de la División Euroafricana, lo que le llevó a viajar a
inspirados por Ellen White, se esforzaron por dispensar a los alum- menudo por África, Europa oriental y occidental, Estados Unidos
nos una formación a la vez manual e intelectual. Los jóvenes tra- y Unión Soviética.
bajaban en una granja, un huerto y una carpintería, mientras las Por más que sus funciones administrativas le hayan tenido muy
muchachas lo hacían en un taller de bordados del que salían mag- ocupado, Jean Zurcher no es hombre que deje de escribir. Ha pu-
níficas mantelerías que compraba la alta sociedad de Tananarivo. blicado una enorme cantidad de artículos y estudios. ha sido miem-
A la vez que dirigía la escuela, Jean se esforzaba en desarrollar bro de la Ellen G. White State y del Comité de Investigación Bíblica
la obra en toda la Unión del Océano Índico, que comprendía las de la Asociación General entre 1970 y 1990. Presidió el Comité de
islas de Madagascar, La Reunión, Mauricio y Seychelles. En la ra- Investigación Bíblica de la División Euroafricana durante ese mis-
dio, presentaba programas educativos y bíblicos que permitían mo período. Por su contribución recibió en 1979 la Medalla al Mérito
el desarrollo de cursos bíblicos por correspondencia. En 1958, la de la Universidad Andrews y, en 1987, la Medalla de Distinción del
ciudad de Tananarivo le otorgó la Medalla del Trabajo. En reco- Departamento de Educación de la Asociación General.
nocimiento por su obra de educación, en 1997 la Asociación Aunque desde 1985 Jean Zurcher está jubilado, ello no le im-
General de la Iglesia Adventista decidió que la nueva universi- pide seguir trabajando. Aún hoy, a los ochenta años de edad, en-
dad francófona de teología en Madagascar se denominara Uni- seña Antropología Bíblica y Cristología como profesor emérito
versidad Adventista Zurcher. en la Facultad Adventista de Teología. Infatigable, lee, escribe e
En 1953, durante una excedencia de nueve meses entre dos investiga para profundizar aún más ese descubrimiento que hizo
estancias en misión de seis años cada una, Jean redactó y de- a los dieciséis años en el Seminario Adventista del Salève: «Lo
fendió su tesis doctoral de Filosofía en la Universidad de Ginebra. grande que es haber conocido personalmente al Mesías Jesús mi
Su estudio L’homme, sa nature et sa destinée (El hombre, su na- Señor» (Filipenses 3:8).
Desde ese día de 1934, el objetivo de su vida siempre ha sido
* Actual Antananarivo (N. del E.). compartir ese descubrimiento con pasión y convicción con aque-

12 13
DE LA ANTROPOLOGÍA A LA CRISTOLOGÍA

llos que quisieran escucharle, que han sido miles: sus antiguos Capítulo 2
alumnos en Madagascar, Estados Unidos y Collonges. Hoy se le-
vantarían todos para otorgarle una medalla a quien, con su com-
pañera de toda la vida, ha sabio mostrarles al único Salvador y JEAN ZURCHER ADMINISTRADOR
Señor Jesucristo. A Jean y Anna Zurcher les otorgan la más be-
lla medalla, la que lleva la mención: «Testigos de Jesucristo». Carlos Puyol
Secretario de la División Euroafricana
de la Iglesia Adventista

La notable contribución que como teólogo ha hecho Jean Zurcher


a la Iglesia Adventista no debería hacernos perder de vista sus
aportaciones como administrador en especial en su calidad de di-
rector de instituciones educativas o como secretario de la División
Euroafricana. De hecho, cuando revisamos su trayectoria al ser-
vicio de la Iglesia Adventista, observamos que ha dedicado la ma-
yor parte de su ministerio de treinta y siete años a desempeñar ta-
reas administrativas. Su labor docente y los aún más importantes
trabajos de reflexión teológica o filosófica fueron llevados a cabo
mientras se ocupaba de los «prosaicos» asuntos materiales de la
administración. Jean Zurcher jamás ha sido un intelectual desco-
nectado de las necesidades concretas de la Iglesia y nunca ha ha-
blado o escrito como un erudito que vive recluido en su torre de
marfil. Ha sido un hombre de acción, trabajando día a día por la
realización de los grandes objetivos de la Iglesia Adventista, que
ha enseñado y en los cuales ha creido. Recordar esa importante
faceta de su ministerio es también dar a su obra todo el relieve
que merece.
En 1946, dos años después de haberse licenciado en filosofía
contemporánea por la Universidad de Ginebra, Jean Zurcher ya
había adquirido la experiencia y la visión de un educador cristia-
no ejerciendo de profesor en Collonges. Junto con su esposa acep-
tó desplazarse a Madagascar para dirigir el Seminario Adventista
de Soamanandrariny, en las cercanías de Tananarivo, y el De-
partamento de Educación de la Unión del Océano Índico.

14 15
DE LA ANTROPOLOGÍA A LA CRISTOLOGÍA JEAN ZURCHER ADMINISTRADOR

La escuela, que había sido fundada en 1938, en ese momen- pueblo considera que donde está presente una mujer toda su fa-
to no contaba más que con un único edificio y una veintena de milia está representada. Una de las primeras tareas llevadas a ca-
alumnos, y su oferta docente era muy limitada. La Segunda Guerra bo por los Zurcher fue ocuparse de las jóvenes de la comunidad
Mundial había empobrecido todas las misiones cristianas en Áfri- adventista. El taller de bordado de la escuela tenía muy buena re-
ca. Durante seis años sólo se habían podido enviar escasos re- putación entre las familias acomodadas de la ciudad. Los huertos
cursos y por ello el desarrollo normal de la institución se vio trun- daban la posibilidad a los estudiantes para que hicieran un tra-
cado. En 1946, a la llegada de los Zurcher, las necesidades eran bajo manual y pudiesen sufragar parte de sus gastos de escola-
numerosas y los medios disponibles muy restringidos. Su traba- rización. En 1958 el colegio alcanzó la autonomía financiera, lo
jo se anunciaba difícil, desalentador, pero afrontaron el desafío y cual siempre es una ventaja en la administración de las escuelas:
se pusieron manos a la obra: «una obra mezclada, a menudo, con la explotación de la granja, la carpintería, la imprenta, los huer-
lágrimas.»1 tos y los pastos, juntamente con la matrícula de los alumnos, arro-
Su acción trajo frutos abundantes. En el boletín del Colegio jaba un balance positivo.
Adventista de Tananarivo, que la imprenta de la escuela publicó En un artículo de la Quarterly Review, Jean Zurcher anunció
en el año 1958, encontramos el balance de esa institución en el lo que consideraba la mayor de las victorias de la escuela mal-
momento inmediatamente anterior a la salida de los Zurcher: el gache: «la victoria sobre el pecado obtenida por la elite de nues-
personal docente se componía de 19 personas, se habían inscri- tra juventud».2 A la clausura del curso 1955-1956, fueron bauti-
to 531 alumnos durante el curso 1955-1956 y 68 de ellos habían zados 32 alumnos y padres de alumnos en una emotiva ceremonia.
aprobado los exámenes estatales. La escuela ofrecía un ciclo com- La influencia espiritual de la escuela de Tananarivo, principal ob-
pleto de enseñanza primaria que preparaba para el certificado de jetivo de toda institución educativa cristiana, se ejerció también
estudios primarios, un curso secundario que llevaba al bachillera- más allá de los alumnos internos mediante un curso bíblico por co-
to, formación profesional de carpintería, pedagogía (certificado de rrespondencia, que Jean Zurcher había organizado según el mo-
aptitud para la docencia) y una sección bíblica que daba acceso delo que había encontrado en Ciudad de El Cabo, en Suráfrica.
a los diplomas de evangelista e instructor evangélico. Además, Ese curso fue seguido por 7.000 personas y proporcionó un nú-
la escuela contaba con instalaciones secundarias, como un edifi- mero importante de candidatos al bautismo en todo el territorio de
cio administrativo, un auditorio y una capilla, aulas, un internado la Unión.
masculino, un internado femenino y un taller de carpintería. En 1960 Jean Zurcher se reencontró con la administración es-
Si estos datos muestran los aspectos cuantificables de la la- colar y se convirtió en director del Seminario Adventista del Salève,
bor administrativa realizada por Jean Zurcher en la dirección de la una institución que desde 1923 había sido el alma mater de ge-
escuela de Tananarivo, deberíamos señalar algunos otros que tam- neraciones de obreros que servían en Europa y en el África fran-
bién deben ser tenidos en cuenta. Es conocida la importancia de cófona. Durante los diez años que pasó en Collonges, logró el ni-
la mujer en la sociedad malgache: Madagascar tuvo reinas y ese vel universitario para el Seminario, introduciendo en el programa

1 ZURCHER, Jean, «Educational Work in Madagascar», Quarterly Review


2 ZURCHER, Jean, Op. cit., p. 3.
(enero 1957).

16 17
DE LA ANTROPOLOGÍA A LA CRISTOLOGÍA JEAN ZURCHER ADMINISTRADOR

de formación pastoral la licenciatura en teología. Creó un plan di- unión que pretendía unir Austria, Bélgica, Francia y Suiza. Pero,
rector de la institución para un total de 500 alumnos con el fin a pesar de los consejos dados, se creó la Unión Sureuropea, que
de establecer con antelación su posterior desarrollo y la raciona- englobaba Portugal, España, Italia, Grecia, Israel y la Misión de
lización de la propiedad. En colaboración con las escuelas ad- Cabo Verde, cuya sede estaba en Roma y que apenas sobrevivió
ventistas de Estados Unidos fundó la Adventist Colleges Abroad a su primer presidente.
(ACA), una organización que desde su fundación ha enviado a Jean Zurcher defendió la organización de uniones de iglesias,
Collonges más de 40 alumnos por curso para que aprendieran la una situación administrativa que la Asociación General siempre ha
lengua francesa. Collonges se convirtió en institución colabora- considerado provisional, pero que se corresponde bien con los
dora de la Universidad Andrews y se establecieron vínculos aca- límites de las antiguas naciones del continente europeo. Finalmente,
démicos definidos entre el Seminario y las diversas escuelas mi- luchó sin éxito por conservar los campos misioneros francófonos
sioneras de la División Euroafricana. Se llevó a cabo un reparto de África cuando la Asociación General creó la nueva División
de la oferta docente con esas instituciones y empezó una rela- de África y el Océano Índico.
ción de estrecha colaboración con vistas al desarrollo de dichos Para concluir este esbozo de la obra de Jean Zurcher, como ad-
centros y la coordinación más eficaz en la formación de los futu- ministrador de la Iglesia Adventista, es preciso señalar su influen-
ros pastores. Por lo que se refiere a la construcción y a la crea- cia en las uniones de Europa oriental, que en aquella época esta-
ción de infraestructuras, ese período fue el de la construcción de ban encerradas tras los muros del sistema comunista, impermeables
la capilla, el internado masculino (Les Horizons) y la instalación a toda influencia occidental. Jean Zurcher visitó varias veces esos
en Beau-Site del internado para los alumnos más jóvenes. países, trabajó en colaboración con los dirigentes adventistas lo-
En 1970, Jean Zurcher fue nombrado Secretario General de la cales, predicó en sus iglesias, se reunió con las autoridades polí-
División Sureuropea. En ese momento dio inicio a la última eta- ticas y, desde que ello fue posible, organizó encuentros pastorales
pa de su ministerio; en este caso, total y directamente adminis- y seminarios bíblicos.3
trativa. Los quince años que siguieron, hasta 1985, supusieron im- Era preciso tener una gran dosis de prudencia para no provo-
portantes negociaciones con la Asociación General de la Iglesia car la reacción de los gobernantes así como de la población ad-
Adventista respecto de la estructura administrativa de la Iglesia en ventista oprimida. Por una parte, era preciso despolitizar el testi-
Europa y África. Esos debates reclamaron de él, además de la sa- monio de la iglesia en la sociedad comunista pues, para Jean
biduría de un juicio maduro, la visión de futuro. Zurcher, un adventista sincero jamás se convierte en militante de
Algunas decisiones, como la fusión con la División Centroeuro- un partido ni una iglesia en un partido político a favor o en contra
pea que dio lugar a la actual División Euroafricana, recibieron el de un régimen.
apoyo de Jean Zurcher, quien veía en ello la ventaja de un refuerzo Los cristianos deben vivir su cristianismo en el seno de la so-
económico y administrativo de ambas divisiones. Por otra parte, ciedad en la cual el Señor quiere que sean la levadura que fer-
se opuso a la creación en Europa de grandes uniones interna- menta la masa. Esos propósitos ayudaron a nuestra Iglesia, de
cionales. Contrariamente a lo que sucede en Estados Unidos, la
geografía política europea es un mosaico de lenguas, culturas, tra-
3 Cf. ZURCHER, Jean, «URSS: rencontre pastorale en Union soviétique»,
diciones y nacionalismos seculares. Así se evitó la creación de una
Revue adventiste, febrero 1983, pp. 9-11.

18 19
DE LA ANTROPOLOGÍA A LA CRISTOLOGÍA

modo que pudo soportar una situación política cuyo fin ya se ve- Capítulo 3
ía cercano. Hablar del ministerio de Jean Zurcher y no dar fe de
esos principios que han guiado su carrera como administrador de
la Iglesia sería olvidar el sentido práctico que ha impregnado toda LA DEBILIDAD DE DIOS
su obra, tanto en el campo del pensamiento como en el de la ac-
ción. Georges Stéveny
Pastor retirado; profesor emérito de la
Facultad Adventista de Teología

Sin duda este título sorprenderá. ¿Dios no es todopoderoso? La


idea de la presencia de alguna debilidad en él parece totalmen-
te contradictoria. El hombre quiere un Dios omnipotente, capaz
de colmar todas sus necesidades. La mayoría de las grandes fi-
losofías clásicas dependen de esta idea. La teología también.
Las religiones hacen de Dios un ser trascendente, lejano, auto-
ritario y vengativo, y presentan al hombre como un ser menor,
ignorante y confinado en un temor que explotan. En un mundo
de violencia loca y sufrimiento ciego, de mal perverso, el cre-
yente desorientado se interroga y llora en silencio: «Dios mío, de
día te grito y no respondes; de noche, y no me haces caso»
(Salmos 22:3), mientras que los burladores se mofan de él co-
mo ya hicieron otras veces diciendo «¿Dónde está tu Dios?»
(Salmos 79:10; Joel 2:17).

«¿Qué idea tan extraña y estrecha nos hacemos algunas ve-


ces acerca de la Verdad de Dios? ¿Por qué presunción nos la
representamos como un espacio de luz cuyos límites han sido
fijados de una vez por todas por los propietarios del derecho di-
vino?
»¿Por qué obstinada fidelidad la quiero concebir inmutable y
fija, de modo que una sola variación al respecto que se produz-
ca en mi mente me parece un sacrilegio? […]
»Temerosos de que se escape, la encerramos, la guardamos
en la tumba, la rodeamos de guardias, hacemos rodar sobre ella

20 21
DE LA ANTROPOLOGÍA A LA CRISTOLOGÍA LA DEBILIDAD DE DIOS

la pesada losa que le impedirá huir y sobre esa piedra ponemos Después de los filósofos de la muerte de Dios, como Karl Marx,
el sello de la autoridad. Friederich Nietzsche y Jean-Paul Sartre, teólogos como William
»¡Cuántas precauciones, cautividades, defensas, amenazas, Hamilton, Thomas J. Altizer y Ennio Floris han levantado el grito
procesos y sentencias destinados a conservar para siempre ja- de guerra contra el cristianismo y han dejado de creer en lo so-
más, inviolado en su inmovilidad sagrada, el cuerpo –el cadá- brenatural para criticar las doctrinas bíblicas. Para ellos, decir que
ver– de Dios! Dios ha muerto significa que la idea habitual que nos hacemos de
»Pero Dios vive, resucita, se escapa a pesar del sello, la pie- Dios debe ser repensada de arriba a abajo.
dra y los guardias, y su Espíritu sopla en el campo ahí donde él ¿Cómo no ver el peligro de esas orientaciones? Quien mucho
quiere.»1 abarca, poco aprieta.

FUERZA Y DEBILIDAD «No obstante, el teólogo más conservador, el más fundamen-


talista, no podrá negar que intentan dar respuesta a un problema
Voltaire emitió una crítica que se convirtió en célebre: Dios creó al real: ¿cuál es el significado del mensaje del cristianismo en el
hombre a su imagen, pero el hombre se lo ha pagado con creces. mundo moderno? ¿Cómo hablar de Dios de manera inteligible
Por naturaleza e instinto el hombre proyecta en Dios todas sus as- para el hombre actual? Ya no podemos aferrarnos a las doctrinas
piraciones. Desea ser fuerte y su Dios posee la fuerza de modo del pasado, a las definiciones de los grandes concilios; ya no nos
absoluto. Desea dominar y su Dios es el dueño de todo. Desea podemos conformar con repetir lo que decían Tomás de Aquino,
imponer su visión de la justicia y su Dios es el juez inapelable. Calvino o Karl Barth: sería condenar al cristianismo a convertirse
Le empuja un deseo de venganza y su Dios es el gran vengador; en una reliquia, y a la Iglesia transformarse en un museo.»2
se venga de los crímenes de lesa majestad cometidos contra él a
fin de que su honor se vea a salvo. ¿Es ese el Dios de Abraham, Los éxitos de ventas que han alcanzado recientemente los dos
de Isaac y de Jacob? ¿Es ese el Dios de Jesucristo? libros de Jacques Duquesne3 prueban hasta qué punto este tema
Esta concepción medieval es incompatible con los Evangelios. No es una necesidad. Desgraciadamente, el hombre moderno ha per-
podemos confundir a Dios con un emperador o un faraón celestial. dido la confianza en la Biblia. Y, sin embargo, ¿quién puede ha-
A medida que vamos perdiendo la fe en el papel providencial de blarnos de Dios sino Dios mismo y Jesucristo, a quien él mismo
los tiranos, nuestra noción de la divinidad se democratiza. Nuestra nos dio? Quien sustituye la inspiración de la Biblia por su razón no
conciencia no encuentra justificación para un Todopoderoso capri- hace teología, sino filosofía. Por tanto, las ciencias y la filosofía
choso. Queremos entender y poder aprobar con los ojos bien abier- pueden ordenar el mundo de las tinieblas, pero no sacan de ellas.
tos. Aproximadamente catorce siglos después de Moisés, Jesús te-
Así las cosas, ha aparecido una teología atea. Siguiendo la nía que luchar contra tradiciones falaces: «Os han enseñado […]
ley del péndulo, el hombre pasa a menudo de un extremo al otro.
2 GOUNELLE, André, Foi vivante et mort de Dieu (Les cahiers du réveil),
Tournon: 1969, p. 95.
1 NOEL, Marie, Notes intimes, París: 1988, pp. 29 y 30; citado por DREE- 3 DUQUESNE, Jacques, Jesús, Desclée de Brouwer: 1994, y Le Dieu de
WERMANN, Eugen, Dieu en toute liberté, París: Albin Michel, 1997, p. 13. Jésus, 1997.

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DE LA ANTROPOLOGÍA A LA CRISTOLOGÍA LA DEBILIDAD DE DIOS

Pues yo os digo…» (Mateo 5:21, 22). Hace ya dos mil años que de coerción ciega, incompatible con las exigencias liberadoras que
Cristo habló. Urge volver a encontrar al Dios de Jesucristo más surgen del mensaje de Cristo. El moralismo convierte al hombre en
allá de las teorías que han construido los hombres. La tarea esen- esclavo y lo obliga a doblegarse ante la voluntad arbitraria de un Dios
cial de la teología, al inicio del tercer milenio, consiste en purificar posesivo, al que se debe temer sin poder amar.
la idea de Dios arrancando todas las máscaras que han ocultado Desde esta perspectiva, la «religión» se reviste de una conno-
su verdadero rostro; escuchando con autenticidad la Palabra de tación peyorativa y se convierte en obstáculo para la libertad. Dios
Dios y sin dar rienda suelta a las fantasías ni tomar nuestros an- se parece más a un juez implacable que a un padre amoroso.
helos por la realidad. Desde este punto de vista, Zundel escribe:
Dios jamás se deja asir como si de un objeto se tratara, y el pun-
to más sensible de esta inmensa problemática tiene relación con «Es preciso decirlo. Desgraciadamente, los emperadores cris-
su omnipotencia. El común de los mortales tiene de ella un con- tianos y los papas de la Edad Media hicieron lo mismo, y los re-
cepto abstracto que significa que Dios carece de limitaciones. Pero yes que les sucedieron siguieron sus pasos. Todos los empe-
eso no es lo que la Biblia enseña. Si Dios pudiese transformar el radores, todos los papas y todos los reyes anteriores a la
mal en bien, tendríamos derecho a preguntar porqué tarda tanto Revolución Francesa vieron en la religión un modo de conse-
en hacerlo. El asesinato de Abel ya no hubiese tenido que suce- guir la unidad de Europa, la unidad de Austria o la unidad de
der ni tampoco todos los horrores que inundan la historia. Si Dios Alemania. Todos los reyes, todos los emperadores y todos los
dispone de una omnipotencia absoluta, el hombre pierde su au- papas intentaron proteger la religión del “grupo” mediante las
tonomía a la vez que su responsabilidad. No somos más que tí- armas, la Inquisición y el verdugo, porque en ella vieron la úni-
teres en sus manos. ¡Allá él si todo funciona mal! ca manera de conseguir la armonía entre los pueblos».5
El teólogo suizo contemporáneo, y ferviente seguidor de la místi-
ca franciscana, Maurice Zundel, lo ha observado bien.4 Al manteni- Dios todopoderoso en el Antiguo Testamento
miento de la concepción patriarcal y paternalista de Dios han con-
tribuido, y aún contribuyen, tres actitudes mentales: el biblismo, el En el Antiguo Testamento Dios tiene multitud de nombres, entre ellos:
filosofismo y el moralismo. Se entiende por biblismo una lectura in- EHYEH, YHWH, ELOHIM, EL, YAH, YHWH-ELOHIM, YHWH SE-
genua del Antiguo Testamento con menosprecio de los principios fun- BAOT, ELOHIM-SEBAOT, EL HAI-SADDAI, ADONAI. El nombre más
damentales de la hermenéutica. El filosofismo consiste en hacer de conocido es YHWH. Aparece 6.499 veces. Es el nombre inefable que
Dios la causa primera; lo que significa que todo lo que sucede es su los judíos sustituyen por ADONAI. Mientras que YHWH revela la
voluntad absoluta. Por ello, su alegría es perfecta por el hecho de esencia de Dios, ELOHIM pone el acento sobre su poder. SADDAI
que nada puede turbarla, hasta tal punto que tanto la pena de los y EL SADDAI proceden de la raíz «vida» y caracterizan el gran de-
condenados como la felicidad de los salvados le deja indiferente. Por pósito de energía de la naturaleza, de fuerza de vida de la que todo
lo que al moralismo se refiere, Zundel lo entiende como una moral procede y a la que todo regresa. A menudo se traducen por «todo-

4 MARTÍNEZ DE PISÓN LIÉBANAS, Ramón, La fragilité de Dieu selon Maurice 5 ZUNDEL, Maurice, Je parlerai à ton cœur, 1990, citado por R. MARTÍNEZ
Zundel, Québec: Belarmin, 1996. DE PISÓN LIÉBANAS, Op. cit., p. 40.

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DE LA ANTROPOLOGÍA A LA CRISTOLOGÍA LA DEBILIDAD DE DIOS

poderoso», para subrayar la maravillosa potencia de Dios, pero no El texto de Pablo es significativo: «Seré un padre para vosotros
se puede ver en ellos el concepto filosófico de omnipotencia. y vosotros para mí hijos e hijas, dice el Señor soberano de todo» (2
En la práctica habitual, el nombre más utilizado es ADONAI, por Corintios 6:8). La perspectiva es escatológica. Un día Dios lo será
más que en el Antiguo Testamento sólo se encuentra 425 veces. todo en todos (1 Corintios 15:28). Para Dios todo es posible en el
Este nombre viene de ADON: señor, dueño. Expresa la soberanía sentido de que nunca se sabe hasta dónde puede llegar la acción
de Dios y, por ende, el sentimiento de dependencia de la criatura, del Espíritu cuando encuentra un órgano apropiado. Evidentemente,
la noción de que el hombre está al servicio de su Creador, que le esto es más cierto en el Apocalipsis. El Pantocrátor puede prome-
pertenece y le debe obediencia. A menudo se confunde sobera- ter porque posee la virtud de realizar sus promesas con el «rema-
nía con omnipotencia. Craso error, porque la soberanía se expli- nente» que le acoja. La actualización de la omnipotencia se pro-
ca más en el orden de la exigencia por parte de los demás, mien- yecta en el futuro. «No estéis turbados –dice Jesús–, me voy pero
tras que la omnipotencia recibe su explicación en el orden del volveré.» El reino de Dios viene. Es una certeza absoluta.
cumplimiento a favor de los demás. El soberano puede exigirlo to- Entre tanto, Dios es, en cierto modo, débil. Uno de los sentidos
do y la omnipotencia puede hacerlo todo. que toma ese adjetivo es el de «escasa resistencia» (Diccionario
Claus Westermann dice que, para responder a la pregunta: de la Real Academia Española) ante agentes externos. No se tra-
«¿Qué nos dice el Antiguo Testamento de Dios?», debemos evitar ta de ver una falta de poder, sino los límites impuestos a ese po-
dos escollos. A saber, dar primacía a cierta parte o cierto grupo der. En el presente estudio nos detendremos en algunos textos de
de textos, antes que tomar en consideración el conjunto, y resumir las Escrituras en los que los acontecimientos imponen al Señor un
en conceptos abstractos lo que se presenta como acontecimientos auténtico sufrimiento, una especie de debilidad. Pondremos en
explicados esencialmente por verbos.6 evidencia la inmensa humildad de Dios que respeta a sus criatu-
ras y a veces consiente en someterse por amor.
Dios todopoderoso en el Nuevo Testamento
PODER Y HUMILDAD DEL CREADOR
En el Nuevo testamento encontramos la palabra pantokratwr (pan-
tokrátór); una única vez en la pluma de Pablo, en 2 Corintios 6:18, La noción bíblica de creación es absolutamente única en la his-
y nueve veces en el Apocalipsis (1:8; 4:8; 11:17; 15:13; 16:7,14; toria del pensamiento humano. Es la única que no presenta dua-
19:6, 15; 21:22). Michaelis ve en ella un sentido antes más está- lismo alguno. La Biblia no presenta un Dios del bien y un Dios del
tico que dinámico y lo aplica a la soberanía, diciendo que tiene po- mal. Tampoco se presenta a Dios por un lado y por otro la mate-
ca relación con el concepto de la omnipotencia, aunque reconoce ria, eterna como él. La materia es creada; por lo tanto, está suje-
que es difícil darle un sentido preciso.7 ta. Todo procede del Dios único. Ese Dios proclama: «Yo soy el
Señor, y no hay otro: artífice de la luz, creador de las tinieblas, au-
6 tor de la paz, creador de las desgracias; yo, el Señor, hago todo
WESTERMANN, Claus, Dieu dans l’Ancien Testament, París: Le Cerf,
1982. esto» (Isaías 45:6-7).
7 MICHAELIS, W., «pantokratoj», Theological Dictionary of the New Testament
Porque Dios está en el origen de todas las cosas su promesa
(TDNT), editado por Gerhard Kittel, vol. 3, Grand Rapids, Michigan: Eerdmans, de estar en el fin de todo no está sujeta a caución. Lo que dice,
1975, pp. 914-915.

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DE LA ANTROPOLOGÍA A LA CRISTOLOGÍA LA DEBILIDAD DE DIOS

hace. Así entendemos el todopoderoso (pantokrátór) del Apocalipsis. rir al que ha creado una autonomía ontológica y funcional per-
Una buena teodicea está en función de una teología sana. La fecta.
esperanza cristiana está sólidamente fundada. Dios es único y ca- Pero, ipso facto, el bien contiene la posibilidad del mal. La vo-
da uno de nosotros es único para Dios. luntad del hombre puede suplantar por un tiempo a Dios. Una de-
No confundamos esta noción bíblica con lo que más arriba he- cisión humana, del mismo modo que correr una cortina es sufi-
mos llamado filosofismo. Es cierto que implica el hecho de que ciente para impedir que pase la luz del sol, es suficiente para frenar
tanto las tinieblas como la luz proceden de Dios. Pero, por una momentáneamente la voluntad del Altísimo.
parte, muestra que no es responsable del mal y, por otra, que lo «A nuestra semejanza.» Adán dispone del privilegio de alcan-
podrá aniquilar. zar la semejanza. Este texto contiene ya el germen de la extraor-
No es responsable por haber ofrecido la libertad a los hombres. dinaria promesa presentada por el apóstol Juan: «Mirad qué mag-
De hecho Dios creó a un creador. Ese es el sentido oculto del re- nífico regalo nos ha hecho el Padre: que nos llamemos hijos de
lato del Génesis (1:26): «Y dijo Dios: “Hagamos a un hombre a Dios; y además lo somos […] aunque todavía no se ve lo que va-
nuestra imagen y semejanza”». El verbo «hacer» evoca la diná- mos a ser, sabemos que cuando Jesús se manifieste y lo veamos
mica contenida en el verbo «crear», barah en hebreo, que jamás como es, seremos como él» (1 Juan 3:1-2).9
se emplea con otro sujeto distinto de Dios. «Que domine.» De hecho, el verbo está en plural: que domi-
Según Annick de Souzenelle,8 el nombre Adán procede de ed nen. Esto es, en Adán está contenida toda la humanidad. Se le
(vapor) y dam (sangre). Ahora bien, la transmutación del agua confiere el poder y la responsabilidad de reinar sobre todas las
en sangre para convertirse en Espíritu está en el centro del mis- cosas. ¿No es esta decisión una prueba de la humildad de Dios?
terio cristiano (1 Juan 5:6,7). Recordemos la magistral enseñan- Pues al confiar esta carga a su criatura Dios consiente en limi-
za de Pablo: «El primer hombre, Adán, fue un ser animado, el úl- tarse. El poder ofrecido es un poder del que Dios ya no dispo-
timo Adán es un espíritu de vida» (1 Corintios 15:45). El Adán que ne. Salvo que la humanidad tenga la sabiduría de actuar siempre
salió de las manos del Creador tenía un camino por recorrer y al- en perfecta armonía con su voluntad. Algo que por desgracia no
canzar su cumplimiento. sucedió.
«Hagamos a Adán a nuestra imagen.» La imagen es más que Cuando llegó la serpiente con sus promesas falaces, «la mu-
una simple representación del modelo. Contiene una especie de jer cayó en la cuenta de que el árbol tentaba el apetito, era una
proyección de su esencia. Es como el hijo en relación con su pa- delicia de ver y deseable para tener acierto. Tomó fruta del árbol,
dre. «Adán, hijo de Dios» (Lucas 3:38). Lleva su poder, lo que im- comió y se la alargó a su marido, que comió con ella» (Génesis
plica el poder procreador de Adán. Ese poder no es el que des- 3:6). Qué diferencia entre esta actitud y la de Jesús, que no du-
cribe el verbo bará, reservado a Dios, pero tendrá poder. El don dó en responder al tentador: «Al Señor tu Dios rendirás homena-
maravilloso del Creador, en virtud de su trascendencia, es confe-

9 Según la Nueva Biblia de Jerusalén: «Mirad qué amor nos ha tenido el Padre
para llamarnos hijos de Dios, pues ¡lo somos! […] y aún no se ha manifes-
8 SOUZENELLE, Annick de, Alliance de feu. Une lecture chrétienne du tex- tado todavía lo que seremos. Sabemos que, cuando se manifieste, sere-
te hébreu de la Genèse, París: Albin Michel, 1995, III, p. 356. mos semejantes a él, porque le veremos tal cual es.»

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DE LA ANTROPOLOGÍA A LA CRISTOLOGÍA LA DEBILIDAD DE DIOS

je y a él solo prestarás servicios.» Eva tomó, comió y dio a Adán, Cuando crea, Dios empuja a los seres sobre una curva inmen-
que también comió. Éste es el camino habitual de la humanidad. sa cuyo despliegue circular puede hacer que todo regrese a él. Un
Estaba llamada a dominar al animal y el animal la domina a ella; día, muy pronto, en la parusía del Señor, cuando todas las cosas
tanto el interno como el externo. El orden fue vuelto cabeza aba- habrán sido sometidas a Dios, Dios será todo en todos (1 Corintios
jo y la discordancia se instaló e invadió el mundo. Dios tuvo que 15:28). Será la consumación de todos los seres en Dios y, en-
expulsar al hombre de Edén. tonces, la debilidad de Dios desaparecerá.
Sin embargo, en el fondo de nuestro ser se despierta el deseo
confuso que tiende a la vida perfecta. Pero en lugar de buscar la LA ZARZA ARDIENDO
perfección de la vida en el acuerdo voluntario con el Principio del
cual dependemos, creemos encontrarla en la posesión y en el dis- La revelación de Dios a Moisés en la zarza ardiendo es sin du-
frute de las cosas visibles y en los tesoros del pensamiento y el da la teofanía más conocida. Sobre la visión de Dios, la Biblia pre-
arte, cuya posesión, mientras estemos separados de Dios, será senta dos series de textos aparentemente contradictorios. Algunos
efímera. niegan al hombre la posibilidad de ver a Dios, que se declara in-
El pecado, sustantivo que significa errar el blanco, constituye visible e inaccesible (Éxodo 33:20-33; Jueces 6:22; 13:22; Isaías
un poder formidable que aniquila los designios del Espíritu, le cie- 6:5; etc.). Cuando Dios desciende al encuentro con Moisés en
rra la vía de acceso a nosotros y paraliza a Dios. Las energías di- el monte Sinaí el pueblo debe permanecer apartado para no mo-
vinas, pervertidas por nosotros, se vuelven negativas. La huma- rir (Éxodo 19:21). Elías se cubre el rostro con su manto cuando
nidad pierde entonces el rumbo y la libertad, un don divino, se lo ve (1 Reyes 19:13). Según David, Dios hizo que las tinieblas
vuelve asesina. Cada uno de los seres humanos, con su propia fuesen su refugio (Salmos 18:12), y las tinieblas corresponden al
voluntad y autonomía, contribuye a impedir que el Señor reine. misterio por excelencia (Salmos 139:11-12). La nube tiene el mis-
Ese es el aspecto más profundo del misterio de la creación. El mo sentido. Oculta a Dios pero, al mismo tiempo, señala su pre-
hombre perdió el Paraíso y Dios debe reconquistar la tierra: una sencia.
situación trágica. La misma idea aparece en el Nuevo Testamento. Para Pablo,
Quien reúne en un solo ser la voluntad, el deseo y la libertad de- Dios habita en una luz inaccesible. Ningún hombre lo ha visto ni
be esperar que esta mezcla peligrosa explote a menudo. Pero, a puede verlo (1 Timoteo 6:16). Juan escribe así mismo que nadie
menos que creara un mundo rígido, el Creador no podía evitar el ha visto jamás a Dios (1 Juan 4:12; Juan 1:18). Pero el Hijo uni-
mal. Así pues, ¿crearlo era una insensatez? En absoluto. Porque génito ha hecho que lo conozcamos; es propio del Verbo que ex-
viene el día en el que «en sus consagrados se manifieste su glo- plique la naturaleza del Padre.
ria, y en todos los que creyeron, sus maravillas» (2 Tesalonicenses Así llegamos a otra serie de textos que afirman una cierta po-
1:10). El hombre habrá descubierto entonces el amor de Dios y ha- sibilidad de ver a Dios. Sin embargo, es preciso tener en cuenta
brá comprendido su sabiduría. Como David, cantará: «Te doy gra- que, en general, Dios se muestra por delegación gracias a la pre-
cias porque eres sublime y te distingues por tus hechos tremen- sencia de un ángel (Génesis 16:7-14; Isaías 63:9). Sin embargo,
dos» (Salmos 139:14; cf. Apocalipsis 15:3). Y con Isaías reconocerá: Jacob no duda en decir «He visto a Dios cara a cara y he queda-
«su consejo es admirable y es grande su destreza» (Isaías 28:29). do vivo» (Génesis 32:31) y al lugar en donde se le apareció Dios

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DE LA ANTROPOLOGÍA A LA CRISTOLOGÍA LA DEBILIDAD DE DIOS

lo llama Peniel, que quiere decir «frente a Dios». Moisés gozó «El Señor le dijo: “He visto la opresión de mi pueblo en Egipto,
de un privilegio excepcional: el Eterno le hablaba cara a cara, he oído sus quejas contra los opresores, me he fijado en sus su-
como un hombre habla a su amigo (Éxodo 33:11). frimientos”» (Éxodo 3:7).12 Conocer equivale a participar de. Si el
Esta relación sorprendente empezó en la montaña de Dios, en hombre juzga que Dios está demasiado alto, Dios no juzga al hom-
Horeb (Éxodo 3:1). André Lacocque, en su libro titulado Le deve- bre como demasiado bajo. Ve, escucha y desciende al sufrimien-
nir de Dieu,10 propone un interesante comentario para los capí- to de sus amados. Moisés había visto su pesada carga y había
tulos 1 al 4 del libro del Éxodo. Aquí se resumen algunas ideas huido (Éxodo 2:11-15). Dios la ve y no huye; se sitúa en medio de
que merecen nuestra atención. ella. Con un realismo desconcertante, Dios desciende para po-
El texto habla de una aparición hacia Moisés, con un dinamismo nerse en el centro de la zarza, en medio de la opresión de Israel.
difícil de plasmar en español. Dios no es estático. Es un momen- Por un lado está el faraón, soberano insensible e intransigente.
to privilegiado de la historia. El nombre zarza aparece 5 veces en Por otro lado está Yahvé, humilde y débil por amor a los suyos.
Éxodo 3:2-4. La tradición judía ha entendido siempre que la zarza, Y llegamos al núcleo de la explicación de André Lacocque, la
seneh en hebreo, como una explicación de la humildad de Dios. La idea que justifica el título de su libro. En Éxodo 3:12, ahí donde
literatura rabínica dice: «Es una marca de humildad admirable. Dios la mayoría de los traductores leen «Yo estaré contigo», él traduce
quiso escoger una zarza para presentarse a Moisés». «Yo llegaré a ser contigo, éste es el signo de que soy yo quien te
envía.»13 Una traducción que justifica inteligentemente con el
«Así pues, la zarza es un recordatorio de la pobreza de Israel. comentario del versículo 24.14 En hebreo, hayah no significa ser
Dios mismo se sitúa en esa pobreza. No actúa desde el exte- o estar en un sentido pasivo.
rior, sino del interior, “desde en medio de”. […] Dios quiere ma- «Llegaré a ser contigo» es la revelación del nombre divino.
nifestar su presencia “en el peligro” (Salmos 91:15) asumiendo
él mismo, para él mismo, ese peligro. Desde entonces entra en «Lejos de ser una fórmula de trascendencia divina en rela-
la situación actual del pueblo con el que tiene alianza. Las es- ción con el hombre, Dios explica en dos palabras toda la reve-
pinas que desgarran a Israel también desgarran a Dios.»11 lación bíblica de su amor-oblación. Expone su ser con su ser-
vidor. Llena el yo de Moisés y desde entonces el único sujeto
Prestemos atención a la relación existente entre la zarza y el de toda la acción es el Yo de Dios. La única víctima de las in-
verbo ver. Desde el inicio del relato nos apercibimos de que Dios comprensiones y las reacciones negativas, así como de las per-
vio a los hijos de Israel y conoció (2:25). Por lo tanto, Moisés, a su secuciones, sigue siendo el Yo divino.»15
vez, debe ver y conocer. Moisés va a participar del sufrimiento del
pueblo viendo el sufrimiento de Dios. Ya desde el principio se des-
calza, porque el pie calzado es símbolo de ocupación y posesión. 12 Según la Nueva Bíblia de Jerusalén: «Yahvé le dijo: “He visto la aflicción
La tierra que pisa está dedicada a un destino santo. Está tocada de mi pueblo en Egipto, he escuchado el clamor ante sus opresores y co-
por la gracia y purificada por el fuego divino. nozco sus sufrimientos.”»
13 LACOCQUE, André, Op. cit, p. 89.
10 14 Ibídem, pp. 100-106.
LACOCQUE, André, Le devenir de Dieu, París: Ed. Universitaires, 1967.
11 15 Ibídem, p. 90.
Ibídem, p. 79.

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DE LA ANTROPOLOGÍA A LA CRISTOLOGÍA LA DEBILIDAD DE DIOS

Dios se da, su historia se ve comprometida. Él, el vencedor, car- Hasta tal punto que el Señor deja escapar esta queja conmo-
gará con la derrota de su siervo y lo cubrirá de su victoria. vedora y sublime: «Pueblo mío, ¿qué te hice, en qué te moles-
«Llegar a ser con» explica, pues, la concretización de la mise- té? Respóndeme. Te saqué de Egipto, te redimí de la esclavi-
ricordia divina. tud, enviando por delante a Moisés, Aarón y María» (Miqueas
6:3-4).
«Dios llega a ser, es decir, se sitúa en la historia para con- El profeta ha oído sin duda los lamentos de los hombres.
ducirla hacia su objetivo, dándose al hombre y siendo una so- Ciertamente también ha percibido el suyo en su propio corazón.
la carne con él. […] Esta promesa es realizada de antemano Los profetas no dudan en mostrarse terriblemente realistas. Pero
pues Dios está en la zarza y habla. Pero su realización no se lo que es extraordinario, lo que parte de una inspiración sin par,
revela más que por medio de la fe, es decir, (puesto que la fe es también que por encima de todos los rumores y todos los la-
no es un concepto en la Biblia) por medio del compromiso exis- mentos de la tierra y de los hombres ha escuchado el lamento
tencial, total: “daréis culto a Dios en esta montaña”.»16 de Dios: «Pueblo mío, ¿qué te hice, en qué te molesté?»
Esta tristeza de Dios no puede menos que removernos has-
A partir de entonces Dios hace que la historia de su pueblo en ta lo más hondo, en lo mejor y más sagrado de nosotros mismos.
Egipto sea su propia historia; una historia que conocerá el fantásti- Esta pregunta, este lamento de Dios es también misericordiosa
co paso a través del mar de las pruebas: la historia de la salvación. y un llamamiento que puede darnos la salvación. ¿Es posible
que una fuente dé agua dulce y salada a la vez? ¿Hemos per-
«Dios da su vida a fin de que los hombres puedan vivir. Lo cibido este triste lamento de la debilidad en el silencio de la hu-
arriesga todo por su creación. Apuesta por ella. Dios se hace mildad, más allá del murmullo religioso y con el corazón abierto
hombre para los hombres pues ésta es la única condición en la hacia lo alto?
que entramos en comunión con él. Dios no tiene otra Palabra
para el hombre, no tiene otro don para hacerle que él mismo, LA DEBILIDAD DE DIOS REVELADA EN LA INFIDELIDAD
puesto que no hay nada más que él mismo. Se entrega al hom- DE ISRAEL
bre sin medida, sin saber de antemano, sin especular qué su-
cederá con su sacrificio.»17 Muchos libros del Antiguo Testamento serían susceptibles de ser
estudiados para poner en evidencia la debilidad de Dios frente a la
Es claro: la humildad de Dios jamás está separada de su po- infidelidad de su pueblo amado. Hemos escogido el libro del pro-
der. Pero el poder también implica humildad y debilidad. Esa es feta Oseas. Si exceptuamos el libro que lleva su nombre, poco se
la revelación de la zarza ardiente. La historia del pueblo está en conoce del profeta Oseas. Ni siquiera el libro mismo permite ela-
marcha, iluminada por las intervenciones maravillosas de Dios borar una biografía. Parece que ha sido compuesto a partir de la
y ensombrecida por las recriminaciones injustas de los hombres. yuxtaposición de fragmentos. Para encontrar cierto orden es in-
dispensable un estudio detenido. A pesar de todo, la idea que ge-
nera el mensaje transmitido aparece con claridad, como vamos a
16 Ibídem, p. 92.
17 describir.
Ibídem, p. 175.

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DE LA ANTROPOLOGÍA A LA CRISTOLOGÍA LA DEBILIDAD DE DIOS

El marco nacional un rey en la época de Samuel: «Airado te di un rey, y encoleriza-


do te lo quito» (Oseas 13:11; 1 Samuel 8:7; 10:19).
Probablemente, el ministerio de Oseas cubre el período que abar- Por su parte, el pueblo, desorientado y completamente perdido,
ca desde 750 a 730 a.C. Un período terriblemente turbulento. Tras no sabe de qué lado ponerse. Movido por la necesidad de poder qui-
el doloroso cisma que se produjo a la muerte de Salomón en 931 so un rey (Oseas 8:14; 12:1-2). Pero su prosperidad parece definiti-
a.C., el pueblo elegido se escinde en dos: al norte, con Samaria vamente en peligro. Oseas va a profetizar en este marco nacional.
como capital, el reino de Israel; al sur, con capital en Jerusalén, el
reino de Judá. El reino de Israel sobrevivirá dos siglos y medio; el El marco familiar
de Judá algo menos, cuatro. Fue una sucesión infernal de de-
sórdenes, guerras civiles e invasiones extranjeras. Un viaje in- Veamos el marco familiar. En vigilias de toda esta confusión en un
exorable hacia la muerte. Jesús dijo más tarde: «Todo reino divi- oscuro poblado de Israel, Oseas, hijo de Beeri, por orden de Yahvé
dido queda asolado» (Mateo 12:25). se casa con una prostituta. «Anda toma una mujer prostituta y ten
Cuando mueren Roboán y Jeroboán I, los protagonistas del cis- hijos bastardos, porque el país está prostituido, alejado del Señor»
ma, las crisis palaciegas crecen como una bola de nieve. Sin em- (Oseas 1:2). ¿Era una prostituta sagrada? La religión agrícola
bargo, un rey del norte, Jeroboán II ostentará el trono cuarenta y de los baales cananeos practicaba dicho culto pagano. ¿Nuestro
un años, de 793 a 753 a.C. (2 Reyes 14:28). Fue una especie de escritor se anticipa al futuro y en el primer día de su matrimonio
rey-sol que estuvo animado de un pensamiento lúcido al que asis- proyecta lo que le sucederá más tarde, o lo descubrió más tarde?
tía una gran habilidad. Realmente fue un gran siglo. Pero todo gran Dejemos la pregunta sin responder. Por lo demás, su importancia
siglo pasa factura, tanto más cuanto Jeroboán «hizo lo que el Señor respecto a nuestro tema es secundaria. Retengamos, sin embar-
reprueba» (2 Reyes 14:24). Los fastos corrompen, la gloria em- go, que el drama nacional se desarrollará de modo paralelo a la
briaga y el poder tiene sus vicios y sus envidias. Jeroboán murió tragedia familiar. Oseas esposo se convertirá en Oseas profeta.
en 753 a.C., en el apogeo de su reino. Pero el curso aparente de Escuchemos cómo nos cuenta su historia: «Me dijo el Señor:
los acontecimientos no engaña a todos. Por medio del profeta Oseas “Vete otra vez, ama a una mujer amante de otro y adúltera, como
Dios declara: «pondré fin al reino de Israel» (Oseas 1:4). ama el Señor a los israelitas, a pesar de que siguen a dioses aje-
Ese día se inicia una sucesión de golpes de estado en la anar- nos, golosos de tortas de uva”» (Oseas 3:1). Se trata de Gomer,
quía general. En veinte años Israel tiene seis reyes, de los cuales mencionada en el primer capítulo. El amor de Oseas es admirable;
cuatro son asesinados. Cada usurpador hacía limpieza en su en- es capaz de superar todos los temores y de resistir todas las infi-
torno. Huelga decir cómo. Para tomar el poder recurrían al ase- delidades. No es un amor ciego. Oseas conoce la frivolidad de su
sinato y para mantenerse en él a las alianzas imprudentes con los esposa. No ignora ninguna de sus locuras. Y, sin embargo, la ama.
paganos (Oseas 13:10). «Con la calentura del vino, los príncipes Su amor no está hecho de sentimientos ligeros, parecidos a las
dan la mano a los agitadores» (Oseas 7:5). Es irónico que Oseas briznas que revolotean sobre una llama. Cierto que el sentimien-
pregunte: «¿Dónde está tu rey para salvarte?» (Oseas 13:10). La to amoroso no carece de valor; es necesario para que dos seres
realeza no será de ninguna ayuda frente a las catástrofes que se se acerquen y venzan la timidez. Pero para calentar el hogar es
avecinan. En este punto se denuncia el error de haber optado por preciso mantener el fuego y alimentarlo con troncos gruesos. Los

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DE LA ANTROPOLOGÍA A LA CRISTOLOGÍA LA DEBILIDAD DE DIOS

troncos gruesos son el amor-ágape, capaz del perdón, de la re- numerosas estatuillas de Astarté; son testigos del culto que en ese
conciliación y la reunión; un amor que está dispuesto a darse una lugar se rendía a la fecundidad. Por su parte, en el Tabor, el mon-
y otra vez, más allá del olvido y el menosprecio, más allá de las te sagrado en el que se debía ejercer la justicia, los príncipes han
heridas y las lágrimas. guardado una mala conducta.
¿De dónde recibe Oseas un amor así? De Dios. Ese amor tie- Oseas llegará a excusar al pueblo porque su cólera se vuelve
ne sentido. El día en que Oseas lo descubre se convierte en pro- contra los más culpables. El clero y los profetas son responsables
feta, un hombre con los ojos abiertos, para quien el pasado y el a partes iguales. Han ocultado al pueblo un conocimiento que
futuro están contenidos en el presente eterno. Puede volver a pre- les habría salvado. «Perecerá mi pueblo, por falta de conocimiento»
sentar a Dios y hablar por él. La fragilidad de su destino le reve- (4:4-6). Dios está completamente olvidado. Por eso la segunda hi-
lará la debilidad de la alianza de Dios con su pueblo. Obsesionado ja del profeta se llamará Lo-Ruhama (Incompadecida) y el tercer
por sus dolorosos sinsabores, vislumbrará apenas el sufrimiento hijo recibirá el nombre de Lo-Ammi (No-pueblo-mío). La ruptura
que las infidelidades de Israel provocan en Dios. Sin embargo, entre Dios y su pueblo está consumada. La alianza se ha roto y la
desgarra las tinieblas y avanza hacia la luz, en nombre de un amor debilidad cede el paso a la firmeza.
loco y de una infinita ternura que aceptan nuestras insuficiencias. La situación parece inextricable. «No los dejan sus acciones
convertirse a su Dios, porque llevan dentro un espíritu de forni-
¿Y respecto al marco espiritual? cación y no conocen a su Señor» (Oseas 5:4). «¡Ay de ellos!, que
se me escaparon; ¡desgraciados!, por rebelarse contra mí. Yo
En lo que se refiere al marco espiritual, Israel se encuentra en la si- los redimiría, pero ellos me calumnian» (Oseas 7:13). Ya ni el mis-
tuación de una mujer adúltera y rechazada por su esposo. Entonces mo Dios puede hacer nada. En la historia hay acontecimientos ine-
se produce el golpe de efecto. Oseas buscará a Gomer y abre una ludibles y deudas sin pagar. Nos vanagloriamos de la prosperidad
puerta de esperanza para su pueblo: Dios se pregunta «¿qué ha- (12:9), pero no significa nada. La invasión es inevitable y ningún
ré?» (6:4). Más allá de los años tempestuosos, está dispuesto a per- rey será capaz de hacerle frente (13:10).
donar. Su amor es muy fuerte. «Por lo tanto, mira, voy a seducirla lle- Oseas profetiza: «Aunque fructifique entre carrizos, vendrá el
vándomela al desierto y hablándole al corazón. Allí le daré sus viñas, solano, viento del Señor, subiendo del desierto, y secará su fren-
y el Valle de la Desgracia será Paso de la Esperanza. Allí responderá te, agotará su manantial; se llevará sus tesoros, sus enseres pre-
como en su juventud, como cuando salió de Egipto» (2:16-17). ciosos. Samaria pagará la culpa de rebelarse contra su Dios: los
Sin embargo, «como bandidos al acecho se confabulan los pasarán a cuchillo, estrellarán a las criaturas, abrirán en canal a
sacerdotes; asesinan camino de Siquén, perpetran villanías. En las preñadas» (13:15; 14:1). Para los supervivientes el destino se-
la casa de Israel he visto algo espeluznante: allí se prostituye Efraín, rá la deportación o la ruina en un país desolado. La tormenta arran-
se contamina Israel» (Oseas 6:9-10). Sus propios dirigentes han cará a Israel del país que le había sido dado.
desviado al pueblo. «Escuchadlo, sacerdotes; atended, israelitas; ¿Es posible todavía esperar un despertar espiritual? ¿No es de-
casa real, oíd: Es contra vosotros la sentencia. Porque fuisteis masiado tarde? Oseas debe arrancar a su pueblo de las ilusiones
trampa en Mizpa, red tendida sobre el Tabor» (Oseas 5:1). Los que todavía lo acunan. Es un suplicio para el Señor. «¿Cómo
restos arqueológicos encontrados en Mizpa han sacado a la luz podré dejarte, Efraín; entregarte a ti, Israel? […] Me da un vuel-

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DE LA ANTROPOLOGÍA A LA CRISTOLOGÍA LA DEBILIDAD DE DIOS

sotros depende el don de su amor. Jamás se impone: esa es la


co el corazón, se me revuelven las entrañas. No cederé al ardor
debilidad de Dios.
de mi cólera, no volveré a destruir a Efraín; que soy Dios y no hom-
Así las cosas, en 722 a.C. Sargón II destruyó el reino de Israel.
bre, el Santo en medio de ti y no enemigo devastador» (11:8-9).
El llamamiento de Dios no fue escuchado por la mayoría. Sólo un
¡Dios jamás deja de amar!
pequeño remanente vibró. Esa es la angustia de Dios.

Conclusión
LA DEBILIDAD DE DIOS EN CRISTO

El profeta se ha atrevido a hacer que Dios hablara conmovido, co-


La encarnación
mo si temblara, con un corazón conturbado y cuya compasión vuel-
ve del revés el orden habitual de las cosas. Ese Dios no viene co-
Dios se manifiesta plenamente en Jesús, en su humanidad: «Quien
mo justiciero y vengativo. Eso es así no aunque sea Dios, sino
me ve a mí está viendo al Padre» (Juan 14:9). No hay nada lo bas-
porque es Dios. La naturaleza fundamental de Dios es a la vez jus-
tante opaco para que pueda impedir a Dios que se revele. Mediante
ticia y amor, amor y justicia. No puede cerrar los ojos al mal sin
la humanidad de Jesús también se hace real la presencia del hom-
que reniegue de sí mismo. No puede olvidar la misericordia sin
bre ante su Dios.
traicionarse. Su misericordia no es una excepción, una especie de
¿Cómo explicar en pocas palabras la quintaesencia de la his-
«torcedura» de la santidad: es su expresión misma. Dios es amor.
toria? El Creador del universo, que juega con las galaxias como
El mensaje central de Oseas está en esta revelación:
un niño con sus canicas y con las flores como lo hacen las abe-
• Sus indignaciones: porque no se rechaza un amor como ese.
jas, un día se hizo carne y anduvo con nosotros, junto a nosotros.
• Sus llamamientos: porque nadie que esté en su sano juicio
Así pues se convirtió en un bebé en un pesebre, minúsculo y to-
puede obstinarse en el rechazo.
talmente dependiente de los hombres, pobre, vulnerable, a mer-
• Sus esperanzas: porque nos preguntamos si el amor tendrá
ced de las corrientes de aire y forzado a huir de los soldados de
la última palabra.
Herodes.
«Conviértete, Israel, al Señor, tu Dios, que tropezaste en tu
El cielo se desgarró (Isaías 63:19). En Jesús, Dios entró en el
culpa. Preparad vuestro discurso y convertios al Señor, decidle:
transcurrir del tiempo.18 Se hizo carne. Poco importa qué carne.
“Perdona del todo nuestra culpa; acepta el don que te ofrece-
«En carne semejante a nuestra carne pecadora» (Romanos 8:3).
mos, el fruto de nuestros labios”» (Oseas 14:2-3). En el drama
Cualquiera que sea esa semejanza no es posible decir que Dios
de su experiencia Oseas ha descubierto al Dios verdadero. Por
creara a Adán «en carne semejante a nuestra carne pecadora».
eso es profeta. La palabra Dios podría ser poco más que un nom-
Detengámonos en esta conocida expresión griega én homoió-
bre vacío. Lo que le da sentido es la claridad de nuestra visión,
mati. Es frecuente encontrarla en la traducción griega del Antiguo
el contenido de nuestra adoración, la calidad de nuestra obe-
Testamento, la Septuaginta. Siempre tiene el mismo sentido, es-
diencia y la seriedad de nuestra reflexión. Dios ama con clarivi-
pecialmente claro en Éxodo 20:4. «No te harás escultura ni ima-
dencia y plenitud. Su mirada es incisiva, clara, aguda e impla-
gen alguna de lo que hay arriba en los cielos (oude pantos ho-
cable. Pero quiere la salvación, que ninguno perezca. Si bien
el ejercicio de su justicia es independiente de nosotros, de no- 18 Juan 1:14. En griego, egeneto significa «se hizo» y no «fue hecho».

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DE LA ANTROPOLOGÍA A LA CRISTOLOGÍA LA DEBILIDAD DE DIOS

moióma hosa en tói ouranoiané) abajo en la tierra o en las aguas Filipenses 2:7. «Sino que se despojó a sí mismo adoptando
debajo de la tierra» (Nueva Biblia de Jerusalén). (genomenos) la condición de esclavo, haciéndose semejante
J. Scheider escribe al respecto: «Éxodo 20:4 muestra que ho- (én homoiómati) a los hombres» (anthrópón). Dicho de un mo-
mióma significa “copia de otra cosa a la que es conforme”.»19 do simple: se hizo conforme a los hombres.
Pero olvida este sentido cuando estudia Romanos 8:3. Sin em- La comparación de todos estos textos pone de manifiesto que
bargo, no podemos sustraernos a ello. Estas son todas las refe- la expresión griega én homoiómati señala una distinción a la vez
rencias en el Nuevo Testamento en las que aparece homoió- que una conformidad en la naturaleza. Así, los pecados denun-
ma: Romanos 1:23; 5:14; 6:5; 8:3; Filipenses 2:7; Apocalipsis 9:7. ciados en Romanos 5:14 son distintos de la falta de Adán, pero de
Considerémoslas sucesivamente ayudándonos de la traducción la misma naturaleza. Está marcada, pues, por el pecado, que no
Cantera-Iglesias, una de las traducciones más fieles a los textos existía antes de la caída. Por esa razón Pablo escribe a los fili-
bíblicos en hebreo y griego. Dejaremos para el final de la enu- penses que Jesús tomó la forma de esclavo (doulos) encarnán-
meración los dos textos más importantes que se refieren al te- dose en la naturaleza de los seres humanos.
ma del presente trabajo. Pero Filipenses 2:8 nos obliga a respetar la distinción entre Jesús
Romanos 1:23. «Y cambiaron la gloria del Dios inmortal por y los otros seres humanos. Tal como escribí en otra ocasión:
una imagen (eikonos) representando (én homoiómati) un hom- «Querer definir absolutamente la naturaleza de Jesús tan solo con
bre mortal.» Dicho en pocas palabras: Hicieron iconos o ído- respecto a la de Adán, antes o después del pecado, es caer en
los conformes al hombre mortal. la trampa de una falsa alternativa. Jesús está separado del ser hu-
Romanos 5:14. «La muerte reinó incluso sobre los que no ha- mano pecador por una diferencia enorme y esencial, mientras que
bían pecado a semejanza (epi tói homoiómati) de la transgre- de Dios lo separa una diferencia ontológica.»20 Por ese motivo
sión (tés parabaséos) de Adán.» Dicho de otro modo: No co- Pablo tiene cuidado en escribir que Jesús fue considerado como
metieron una transgresión conforme a la de Adán. un hombre, pero schémati es decir, «en figura», con toda la dis-
Romanos 6:5. «Pues si por esa representación (tói homoiómati) tinción que ese término sugiere.
de su muerte (tou thanatou autou) estamos injertados en él (ei Otros textos muy densos nos hablan de la carne de Jesús.
gar sumfutoi geganomen) también lo estaremos por la resu- Siempre según Cantera-Iglesias: «Así pues, dado que los hijos
rrección». En una palabra: con una muerte conforme a la suya. comparten la carne y sangre, también él participó de ellas de mo-
Apocalipsis 9:7. «Por la forma, las langostas (ta homoiómata do parecido» (Hebreos 2:14). Estos son la traducción y el co-
tón akridón) parecían caballos» (homoioi hippois). Es evidente: mentario de Samuel Bénétreau:
las langostas tenían la forma de caballos.
Romanos 8:3. «Dios realizó enviando a su Hijo en carne (sar- «“Puesto que los hijos participan de la carne y la sangre él
kos) semejante (én homoiómati) a nuestra carne pecadora (ha- también participa de un modo semejante.” […] Si hacemos ca-
martias)». En palabras más claras: en una carne conforme a la so de lo que muchos sugieren, ¿deberemos ver en esta refe-
del pecado.

28 STÉVENY, Georges, À la découverte du Christ, Damarie-les-Lys: Vie et


19 SCHNEIDER, J.; «omoioj», TDNT, vol 5. p.191. Santé, 1991, pp. 288, 289.

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DE LA ANTROPOLOGÍA A LA CRISTOLOGÍA LA DEBILIDAD DE DIOS

rencia a la carne y a la sangre una connotación de debilidad y del pionero de su salvación mediante sufrimientos […] Y llegado
fragilidad? No podemos avanzar demasiado por este camino a su cumplimiento, se hizo causa de salvación eterna para todos
sin riesgo de caer en el sentido peyorativo que a veces reviste aquellos que le obedecen» (Hebreos 5:9).
el término carne. Como mínimo, debemos recordar que la exis- En algunas versiones en español, entre ellas la Nueva Biblia
tencia corporal está expuesta a la muerte, según señala el fin Española, se recurre al verbo consumar, carente de todo signifi-
del versículo 14.»21 cado hoy en día. Sin embargo, otras traducciones más modernas
de ese mismo texto se inclinan por el uso de perfeccionar.
Ciertamente, es de rigor que seamos prudentes. Pero si bien La idea parece clara. El hombre pecador está abocado a la muer-
existe la posibilidad de que vayamos demasiado lejos, también co- te (Romanos 3:23; 6:23). Jesús, a causa de su encarnación deli-
rremos el riesgo de quedarnos a las puertas de la revelación. berada, también está expuesto a la muerte. Para escapar a ella
Ampliemos la declaración de Hebreos 2:14 con una noción de la debe, por fuerza, vencer al pecado. Por eso fue tentado en todo
antropología paulina: «Quiero decir, hermanos, que esta carne y como nosotros pero jamás sucumbió (Hebreos 2:18; 4.15). El au-
hueso no pueden heredar el Reino de Dios ni lo ya corrompido he- tor de la epístola a los Hebreos concluyó que Jesús obtuvo una
redar la incorrupción» (1 Corintios 15:50). redención eterna para él y los que lo obedecen (Hebreos 9:12).23
¿Percibimos claramente la extraordinaria implicación de este Con la misma autoridad, Pablo escribe que Jesucristo, por no-
logion, ya sea judeoarameo palestinense22 o paulino? Revela que, sotros, se hizo «sabiduría, justicia, consagración y liberación» (1
habiendo participado de la carne y la sangre, Jesús se puso en si- Corintios 1:30). Entró en el tiempo pero salió de él mediante la re-
tuación de no poder heredar el reino de Dios. Sencillamente, es surrección. Una vez más, debilidad y potencia son inseparables.
desconcertante. Se entiende, entonces que el término ekenósen Puesto que, más allá de su generosa humillación, Dios lo elevó
de Filipenses 2:7 no es en absoluto exagerado. Con su encarna- con soberanía y le dio, en gracia (echarisato), un nombre que es-
ción, Cristo se despojó hasta tal punto de sí mismo que estaba tá por encima de todos los nombres (Filipenses 2:9). Sí, fue una
abocado a la muerte de un modo natural. Por eso tuvo que con- gracia de Dios.
quistar el derecho a la vida con una dolorosa obediencia (Hebreos
5:7-8). La crucifixión
«Así consumido se convirtió en causa de salvación eterna pa-
ra todos los que le obedecen a él» (Hebreos 5:9). El autor de la Desde su nacimiento, Jesús estuvo expuesto a los soldados de
epístola a los Hebreos dice así mismo: «De hecho convenía que Herodes. A lo largo de todo su ministerio toman el relevo los re-
Dios, proponiéndose conducir muchos hijos a la gloria, al pione- presentantes oficiales de Dios. Retengamos lo que es esencial
ro de su salvación lo consumara por el sufrimiento» (Hebreos centrando nuestra atención en sus últimos días. El pastor y psi-
2:10).Samuel Bénétreau traduce: «Convenía llevar al cumplimiento
23 Heuramenos (˜ur£menoj), aoristo 1.º, nominativo singular de eurisko en
la voz media. No obstante, «la idea dominante del medio es la de una
21 BÉNÉTREAU, Samuel, L’Épitre aux Hébreux, Vaux-sur-Seine: Edifac, 1989, noción que permanece en la esfera del sujeto. La acción sale del sujeto
t. 1, p.128. para regresar a él mismo o para ser ejercida sobre el objeto de su esfera»
22 Según sugiere J. Weiss. (ABEL, F. M., Grammaire du grec biblique, París: Gabalda, 1927, p. 224).

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DE LA ANTROPOLOGÍA A LA CRISTOLOGÍA LA DEBILIDAD DE DIOS

cólogo británico Leslie D. Weaterhead describe en estos términos Los sacerdotes no querían que sucediera durante la fiesta por-
al sumo sacerdote Caifás: que «podría armarse un tumulto en el pueblo» (Mateo 26:5). Pero
los acontecimientos no se sucedieron según estaba previsto. Judas
«Si alguien debe cargar con la culpa, ese es Caifás. En él ha- fue la causa. Él deseaba la fiesta y el tumulto pues esperaba que
bía un odio amargo e implacable; a la vez que una mente fría, podría forzar a su Maestro para que saliera del anonimato. Es del
mortal y malévola. En él encontramos los ojos brillantes como todo evidente que Judas amaba a Jesús y no quería su muerte.
el acero, de la serpiente que hace ya tiempo que se ha fijado en Su suicidio es la prueba. Lo que le perdió fue su sed de poder, exa-
su presa y, enroscando su cuerpo para estar en mejores con- cerbada por una falsa teología mesiánica. Quería que el reino de
diciones para apoderarse de ella, espera el momento propicio Dios se instaurara de inmediato y poder desempeñar en él un pa-
para abalanzarse.»24 pel relevante. En su debilidad, Jesús es desgarrado en la encru-
cijada de todas las corrupciones.
El autor es de la misma opinión. Esta lectura de los Evangelios nos facilita, de un modo incon-
Pilato no tenía «madera de héroe». Era un hombre sin valor ni testable, lo que se puede llamar la pista histórica que desemboca
coraje, un oportunista que temía enemistarse con el Sanedrín a en la cruz. Los hombres habían rechazado la revelación de Dios
causa de las protestas que éste enviaba a Roma contra el go- (Juan 17:6), la revelación de la verdad (Juan 18:37), y el llama-
bernador. Por Flavio Josefo y Filón sabemos que Pilato había re- miento al arrepentimiento (Mateo 4:17). Invadidos por el odio (Juan
cibido algunas amonestaciones que siguieron a las quejas de los 7:7), gritaron: «¡Crucifícalo!». Enceguecidos, prefirieron el opre-
judíos.25 A pesar de la valerosa intervención de su esposa y a des- sor al libertador (Juan 19:15). El drama supremo de Dios fue aban-
pecho de sus esfuerzos por salvar a Jesús, el romano termina por donar a Jesús a la muerte (Mateo 27:46) para no obstaculizar la
entregarlo a la muerte después de haberse lavado las manos. libertad ofrecida. Cuando el hombre muere, muere porque se se-
¿Qué diremos de Judas? ¿Que fue el engranaje indispensable para de Dios. Cuando Jesús muere, muere porque Dios lo aban-
para que la historia se desarrollara? ¿O quizá un instrumento pro- dona a la muerte. Su fidelidad no tiene otra alternativa. Dios sa-
videncial para la redención? Ante una contradicción tal del Espíritu lió de la luz inaccesible para acercarse a nosotros. Estaba en
de Dios, la pluma de quien escribe chirría cuando lo plasma sobre Jesucristo, reconciliando al mundo consigo mismo. Esa es la con-
el papel. La verdad es esta: «Satanás entró en Judas» (Juan 13:27). secuencia de su debilidad por amor de los hombres (Juan 3:16).
Es el «que tenía que perderse» (Juan 17:12). Jesús dijo de él: «¡Ay Esta cuestión requeriría un largo estudio porque, como bien ha
de ese que va a entregar a este Hombre!» (Mateo 26:24). Y, de- observado Jürgen Moltmann:
lante de Pilato, el Maestro denuncia toda la maniobra luciferina co-
mo un gran pecado (Juan 19:11). Cuando Judas dejó a Jesús pa- «La cruz es todo lo que de inconmensurable tiene la revela-
ra entregarle «era de noche» (Juan 13:30). El mundo no ha ción de Dios. Estamos demasiado habituados a ella. Hemos co-
conocido noche más oscura, más negra ni más glacial. ronado con rosas el escándalo de la cruz. […] Aquí encontra-
mos la noche del alejamiento de Dios, real, último e inexplicable.
24 Citado por KOHLER, Marc, Artisans et partisans de la croix, París: […] Aquí triunfan la muerte, el enemigo, la no-iglesia, el Estado
Delachaux et Niestlé, 1967, p. 27.
25 injusto, el blasfemo y los soldados. Aquí Satanás triunfa sobre
Cf. KOHLER, Marc, Op. cit., pp. 45, 141-144.

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DE LA ANTROPOLOGÍA A LA CRISTOLOGÍA LA DEBILIDAD DE DIOS

Dios. […] Si la fe en el Crucificado contradice todas las repre- son verdades que permanecen ocultas durante cierto tiempo,
sentaciones que de la justicia, la belleza y la moralidad se ha- pero que se revelan en el momento oportuno.
ce el hombre, la fe en el Dios crucificado contradice también to- Así, el misterio del Reino es anunciado por el profeta Daniel,
do lo que los hombres se representan bajo el nombre de Dios, particularmente en la visión de la estatua con los pies de barro co-
todo lo que desean y todo lo que pueden obtener.»26 cido. Los contemporáneos de Jesús esperaban un cumplimiento
inmediato. La montaña que reemplazaría al ídolo aniquilado de-
Es verdad que otra pista textual sobre la manera en que el Señor bía levantarse delante de ellos. Esperaban a un nuevo rey David,
supo recuperar la cruz en la historia de la salvación. Poco impor- poderoso y conquistador. Cuando creyeron haberlo encontrado en
ta que nuestro Dios deje que su debilidad aparezca en el Gólgota Jesús, quisieron obligarle a que asumiera la realeza. «Jesús, en-
con la abnegación más inaudita. Pero, ¿quién consentirá en abrir tonces, dándose cuenta de que iban a llevárselo para proclamar-
al fin los ojos ante el Calvario? lo rey, se retiró otra vez al monte, él solo» (Juan 6:15). El domin-
go de ramos tuvo lugar una nueva tentativa aún más audaz.
LAS PARÁBOLAS DE JESÚS HABLAN DE LA DEBILIDAD Entonces lloró sobre la ciudad diciendo: «No reconociste la opor-
DE DIOS tunidad que Dios te daba» (Lucas 19:44).
Jesús era consciente de esa ceguera a propósito de su verda-
En la Biblia, el término griego parabolé, sirve para traducir el he- dera misión y debía tomar mil precauciones para evitar la hostili-
breo masal, que significa «comparar». Los escritores del Antiguo dad, no exacerbar la cólera y ganar tiempo. La proclamación del
Testamento recurrían a menudo a las comparaciones para expli- Reino tenía ese precio: debía ser hecha por etapas. Jesús tenía
car sus ideas. Sin embargo, Jesús prefirió este género a cualquier que hablar, pues, de manera que aquellos que no habían recibido
otro para exponer las verdades del Reino. Se trata, pues, de his- ojos para ver ni orejas para oír no pudiesen entenderlo.
torias humanas con un contenido celestial. La tierra aparece co- Y añadimos con Adolphe Maillot:
mo la sombra o la proyección del cielo, y lo que contiene evoca lo
que ojo alguno vio ni oreja escuchó. «Parece que Cristo utilizó frecuentemente la parábola para
Lejos de ser un mensaje simplificado al nivel de los niños, la pa- conducir nuestros pensamientos hacia la idea de que Dios no
rábola trasciende las filosofías. Disimula a la vez que revela. era el Dios de los filósofos o de los santos, sino el Dios seme-
Presenta un aspecto enigmático. De ahí la protesta elevada por jante a los hombres. No es […] el Dios cuyos atributos, inmu-
los apóstoles: «¿Por qué razón les hablas en parábolas?» (Mateo tabilidad, impasibilidad, intemporalidad omnipotencia, omnis-
13:10). A lo que Jesús responde: «Vosotros podéis ya compren- ciencia, omnipresencia, etcétera, buscan todos los libros de
der los secretos del reinado de Dios; ellos, en cambio, no pueden» filosofía o teología. Es el Dios que actúa como los hombres, que
(Mateo 13:10). El que no ha abierto los ojos del corazón para re- quiere ser como los hombres. Es el Dios vivo que rechaza ser
cibir la luz y ver lo invisible (Efesios 1:18) jamás leerá las pará- un Dios muerto, inmóvil, a la vez que inaccesible; que rechaza
bolas más allá del primer nivel. Sin embargo, revelan misterios que ser un Dios de la imaginación y las religiones humanas.»27
27 MAILLOT, Alphonse, Les paraboles de Jésus aujourd’hui, Ginebra: Labor
26 MOLTMANN, Jürgen, Le Dieu crucifié, París: Le Cerf, 1990, pp. 46, 48. et Fides, 1973, pp. 10, 11.

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DE LA ANTROPOLOGÍA A LA CRISTOLOGÍA LA DEBILIDAD DE DIOS

Este método se insinúa ya en la parábola del sembrador (Mateo brador. Su método consiste también en «informar» al hombre, de
13). Esperaban un rey. Querían aclamar al Hijo de David, no a modo semejante a como se introducen los datos en un ordenador.
un sembrador. ¿Qué hay de más común en el campo que un sem- Pero el enemigo siembra sus virus, sus dudas y sus mentiras. Y el
brador? ¡Y qué sembrador! Esparce la simiente por todas partes, mal es tan grave que es preciso esperar a la época de la cosecha,
sin precaución: junto al camino, en los lugares pedregosos, en- al fin del mundo, para estar en condiciones de arrancar la cizaña.
tre las espinas, e incluso… en la buena tierra. No nos equivoquemos. La cizaña es, ante todo, el veneno que
El sembrador salió. El verbo está en aoristo, tiempo verbal en se instala en la intimidad del hombre y genera sus consecuencias
griego que describe un hecho acaecido. Es una alusión probable de sufrimiento y muerte. Debe ser reconocido en todas las falsas
a la encarnación. Jesús vino de Dios para completar la revelación doctrinas filosóficas o religiosas que extravían a los hombres. Son
(Hebreos 1:1-2). No se presenta como un doctor, sino como un las falsas doctrinas de los que no se aferran a las palabras de
sembrador. Cualquiera que sea la habilidad del sembrador, sus nuestro Señor Jesucristo (1 Timoteo 6:3). Desde ese punto de vis-
conocimientos no bastan para producir frutos. La reacción del sue- ta, es conveniente seguir el consejo de Pablo: «Tú mantén lo que
lo es imprescindible. La acción debe producirse libremente en el aprendiste y te convenció. […] Conoces la Santa Escritura. Ella
corazón de los hombres. No se trata de una revolución impues- puede instruirte acerca de la salvación por la fe en el Mesías Jesús»
ta. Ni tampoco de un crecimiento orquestado astutamente. Aquello (2 Timoteo 3:14-15). No se trata pues de retener a la vez el error
que permita el crecimiento de la semilla será, únicamente, el arre- y la verdad. No es el sentido de la parábola.
pentimiento, la transformación de todo el ser. Pero más allá de las ideas están los hombres: «El campo es
La parábola del sembrador pone en evidencia la debilidad o la el mundo; la buena semilla son los ciudadanos de Reino; la ciza-
fragilidad de la semilla, de la palabra. Los pájaros la devoran, el ña son los secuaces del Malo; el enemigo que la siembra es el dia-
sol la reseca y las espinas la ahogan. La Palabra de Dios no es- blo; la cosecha es el fin del mundo; los segadores, los ángeles»
tá investida per se de un fluido misterioso que la convierta en irre- (Mateo 13:38-39). La separación de las ideas es indispensable y
sistible. Si el oyente no acoge la acción del Espíritu Santo sigue se nos presenta como un deber sagrado: «No apaguéis el Espíritu,
siendo humana, incluso en boca de Jesús. no tengáis en poco los mensajes inspirados; pero examinadlo to-
Pero fuerte también. Este es el sentido de la parábola que só- do, retened lo que haya de bueno y manteneos lejos de toda cla-
lo Marcos recoge (Marcos 4:26-29), en la que se pone el acento se de mal» (1 Tesalonicenses 5:19-22). Por otra parte, el juicio de
en el hecho de que llegará la cosecha, con independencia de los los hombres sigue siendo competencia de Dios. La parábola de la
sembradores. Su misión es sembrar. El crecimiento no depende cizaña es una de las que presentan el cielo como una realidad de-
de ellos. Pues Dios actúa. Él acaba la obra que ha empezado en finitiva más allá de las sombras terrestres y humanas. El poder del
nosotros (Filipenses 1:6). Día y noche, la semilla germina y crece. enemigo contrasta con la debilidad de Dios.
Dios produce en nosotros el querer y el hacer (Filipenses 2:13). ¿Qué diremos de las conmovedoras parábolas que describen
Además de la debilidad unida a la fuerza de la simiente, Jesús de- el amor de Dios en el peligro, en las que se presenta como un pas-
nuncia la acción maléfica de un enemigo del sembrador, aquel que tor que ha perdido una oveja, o una mujer que pierde una dracma,
viene de noche mientras los demás duermen (Mateo 13:25) y siem- o un padre que ha perdido a su hijo? Cada vez que se encuentra lo
bra la cizaña entre el trigo. Así pues, el enemigo es también un sem- que había sido perdido estalla la alegría (cf. Lucas 15: 6-7; 9-10; 24-

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32). Al final de estos tres relatos se descubre una nueva faceta de tán estupefactos, todos los demás murmuran contra el dueño de la
la debilidad de Dios cuando el hijo mayor discute el derecho de su casa (Mateo 20:11). Y, sin embargo, esa justicia es irremplazable,
padre a mostrarse misericordioso ante el menor. Monta en cólera porque el célebre «salario» no es otra cosa que la gracia del Reino
y rechaza entrar en la fiesta. «El padre salió e intentó persuadirlo» de los cielos. Ese Reino no puede ser fragmentado. No hay elegi-
(Lucas 15:28). Intentar persuadir (parakaléo) significa insistir con dos de primera ni elegidos de segunda, y menos aún elegidos de
amabilidad, consolar. ¡Bravo por el padre! No se contenta con una última clase. La gracia es la vida. Así es la justicia divina, aun a des-
fórmula de cortesía, sino que presiona al mayor con ternura para pecho de las protestas de los amantes de las jerarquías.
que no se quede fuera y no se encierre en la fría tradición. La parábola del buen samaritano es insólita. Jesús escoge a un
Después del amor de Dios en peligro a causa de la frivolidad hu- enemigo declarado de los judíos para representar al enviado de
mana, veamos la justicia cuestionada por un hombre experto en fri- Dios. Mientras, los siervos oficiales y reconocidos de Dios… se
volidad, el fariseo Simón, quien invita a Jesús para que se siente apartan del herido, por temor a transgredir las leyes divinas que
a su mesa. De un modo inesperado aparece María, la pecadora, prohibían el contacto con un cadáver (Números 19:11; Levítico
que se deleita en su perdón hasta el punto de perder todo interés 21:1-4; Ezequiel 44:25-27).
por sus antiguos tesoros. Rompe su precioso vaso de alabastro, Luego Dios mismo entra en escena a través de un amigo impor-
lleno de un perfume de gran valor, sobre los pies de su Salvador. tuno (Lucas 1:1-13), más tarde a través de un juez injusto que no te-
Sus lágrimas se mezclan con el líquido aromático; con gran desa- me a Dios y no tiene respeto por las personas (Lucas 18:1-8). Tras
sosiego de Judas, que protesta contra el derroche, y de Simón, que las notas alegres de la historia de los tres amigos, nos sumergimos
empieza a dudar de la clarividencia del Maestro. ¿Cómo no ve que en la oscura noche. Es la historia de una viuda que reclama una jus-
María es una pecadora? De hecho, ahí donde el fariseo sólo ve ticia que no le llega. Jesús nos introduce así en las paradojas de la
el pecado, Jesús descubre el amor. El amor de María es propor- oración, y en particular de la oración no respondida. Esa viuda vive
cional al perdón que ha recibido en la alegría. en un estado de privación completa. Está privada de su esposo, des-
Quien quiera entrar en los misterios del Espíritu debe aprender pojada de su bien y no puede obtener justicia. Así personifica a los
a dar un giro completo a sus conceptos habituales. Las verdades escogidos (Lucas 18:7). ¿Ser un escogido es eso? ¿Es encontrarse
eternas tienen el sabor de su fuente. A título de ejemplo, tome- prisionero entre un juez insensible y un adversario sin piedad? Sí. Al
mos la parábola de los jornaleros de la viña. El propietario contra- menos durante cierto tiempo, el tiempo de la espera del Esposo. Esa
ta jornaleros al despuntar el alba, a las seis de la mañana. Puesto viuda representa a la iglesia, privada de su Señor, que no ha sido re-
que el tiempo apremia y quizá haya riesgo de tormenta, el propie- cibido. Sin embargo, no se cansa de esperarlo y rogarle que regre-
tario sale otra vez a la nueve de la mañana, luego al mediodía y a se. «Venga tu reino.» «Ven, Señor Jesús.»
las tres de la tarde. Finalmente, a las cinco de la tarde, recluta un Esa es la situación paradójica de los escogidos a causa del «re-
último grupo. Pero la noche cae de golpe, a las seis de la tarde. Los traso» de quien tiene paciencia (2 Pedro 3:9). Los escogidos no
últimos contratados no han trabajado más que una hora. Cuando piden únicamente lo que necesitan, por fidelidad y por amor, piden
llega el momento de pagar el jornal, el propietario ordena al capa- lo que es preciso pedir ante todo. Pero ese ruego supremo y ne-
taz que, empezando por los últimos en llegar, dé a cada uno un de- cesario queda sin respuesta hasta el fin del mundo. Si Dios espe-
nario. ¿Qué justicia es esa? Si los primeros en recibir el sueldo es- ra no es por indiferencia, sino para salvar al mayor número posible.

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DE LA ANTROPOLOGÍA A LA CRISTOLOGÍA LA DEBILIDAD DE DIOS

Pero ¡qué doloroso le resulta a Dios comportarse como alguien que te hice?» La respuesta dependía de los demás. Esta vez se la plan-
no tiene corazón y hace como si Dios no existiera mientras espera tea a sí mismo. Jamás había parecido más humano, más indeci-
con los escogidos,28 mientras sufre con ellos! Una vez más esta- so, más débil.
mos enfrentados a la tensión entre potencia y debilidad. Finalmente se decide: «Voy a mandar a mi hijo querido, segu-
Detengámonos ahora en las dudas de Dios ante sus labrado- ro que a él lo respetarán» (Lucas 20:13). Mientras escribe, quien
res (Lucas 20:9-16), aquellos a quienes ha confiado los suyos. La firma estas líneas siente que su corazón late a la vez de alegría
viña es la imagen clásica del pueblo de Israel. Los labradores son y espanto. El corazón late de alegría porque ese seguro prueba
los sacerdotes, los guardianes de la revelación y los guías de sus que Dios no deseaba la muerte de su Hijo. Asisto con alivio a la
hijos. «A su tiempo envió un criado a los labradores para que le caída de un gran muro de la teología medieval. Y el corazón late
entregasen su tanto de la cosecha de uva, pero los labradores lo de espanto porque su dolor, su tormento y su desconcierto fueron
apalearon y lo despidieron con las manos vacías. A continuación aún mayores de lo que sería imaginable. Y todo eso por amor ha-
mandó un segundo criado, pero también a este lo apalearon, lo in- cia mí.
sultaron y lo despidieron con las manos vacías. Entonces mandó «Pero los labradores, al verlo, razonaron entre ellos: “Este es
un tercero; pero también a este lo malhirieron y lo echaron.» La el heredero, lo matamos y será nuestra la herencia”. Lo empuja-
transposición es obligada. Jesús evoca el ministerio de los pro- ron fuera de la viña y lo mataron. Vamos a ver, ¿qué hará con ellos
fetas, llamados por Dios para que intervinieran en el tiempo de cri- el dueño de la viña? Irá, acabará con los labradores aquellos, y
sis de Israel. Desgraciadamente, Jerusalén es conocida como la dará la viña a otros. […] Los letrados y los sumos sacerdotes, dán-
ciudad que mata a los profetas. dose cuenta de que la parábola iba por ellos, intentaron echarle
Pero aquí el Maestro nos confía un gran secreto. Es el único mano en aquel mismo momento» (Lucas 20:14-16:19).
que conoce los sentimientos de su Padre (Juan 1:18). Nadie fue- Podríamos continuar hojeando los Evangelios. Las parábolas son
ra de él puede hablar de ellos realmente. Porque viene del Padre una mirada al cielo, rica en amor, justicia y poder. También son una
y su comunión con él es tal que vive como si siempre estuviera en mirada a la tierra, tan cargada de indiferencia y rebelión. Por esa ra-
el seno de Dios. Pero escuchémosle atentamente: «El dueño de zón, cuando el cielo visita la tierra, el poder vacila en debilidad.
la viña [Dios] se dijo entonces: “¿Qué hago?” Asegurémonos de
que esta pregunta no es expletiva. «¿Qué haré?» (Ti poiésó). Es «Jesús quiere hablarnos de Dios, darnos una teología. Aunque,
la indecisión de alguien que se ha quedado sin aliento y no sabe ya lo sabemos, cada vez que Jesús ha querido compartir su teo-
hacia dónde dirigirse. Los acontecimientos no se suceden como logía con nosotros se ha visto obligado a darnos una parábola
se había deseado. Las previsiones parecen falsas. Los planes que- y, finalmente, a comparar a Dios con una criatura humana. Un
dan por ejecutar. Surge la inquietud. ¿Qué hacer? Quien habla es sembrador, un propietario, una mujer pobre, un padre con dos hi-
Dios. Ya le hemos oído plantear esa pregunta: «Pueblo mío, ¿qué jos, un amigo que tiene sueño e, incluso, un juez que no creía
ni en Dios ni en el diablo. Y siempre, eso es cierto, procurando
que no fuera un calco servil.»29
28 El final de Lucas 18:7 se traduce a menudo como: «¿Los hará esperar?»
o «¿Les dará largas?» El texto griego makrothumei ep’autois se resuelve
29 MAILLOT, Alphonse, Op. cit., p. 128.
mejor con: «Espera con ellos».

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DE LA ANTROPOLOGÍA A LA CRISTOLOGÍA LA DEBILIDAD DE DIOS

LA DEBILIDAD DE DIOS REVELADA POR LA INFIDELIDAD «A los que yo amo los reprendo y los corrijo» (Apocalipsis 3:19).
DE LA IGLESIA Esta traducción debe ser corregida. Está inspirada por la concep-
ción medieval de Dios. De hecho, el texto inspirado no evoca un
En el cuarto apartado hemos podido ver hasta qué punto la infi- castigo, sino una pedagogía.30 Dios aparece como un padre que
delidad del pueblo de Israel pudo poner en jaque el poder del amor educa a su hijo. Si la corrección a veces es inevitable, siempre tie-
divino. En el quinto punto hemos recordado de qué trágica mane- ne un objetivo positivo.
ra Jesús fue rechazado por los suyos cuando Dios se lo envió. Es cierto que el verbo reprender (elegchó) es serio. Significa re-
¿Qué sucede ahora con Cristo y su esposa, la iglesia? Por des- prochar y corresponde bien a lo que precede. Es conocido que
gracia el cuadro no es menos sombrío. Basta con leer el Apocalipsis el peor modo de educar consiste en cerrar los ojos ante el mal. No
para convencerse. Al igual que sucedió con Israel, es un caso de es ese el caso de quien tiene ojos parecidos a una llama de fue-
prostitución. Echemos un vistazo a la enseñanza que contiene la go. Ve, habla y pone el dedo en la llaga. Pero para curarla. Desde
carta a la iglesia en Laodicea. este punto de vista, el verbo español reprender es magnífico por-
La decepción de Dios es evidente: «Conozco tus obras y no que implica una censura. Sin embargo, también significa volver
eres ni frío ni caliente» (Apocalipsis 3:15). También su severi- a prender. Cristo censura a su iglesia, la corrige, la educa como
dad: «Pero como estás tibio y no eres ni frío ni caliente, te escu- si se tratara de un hijo conflictivo, obstinado y, a veces, decep-
piré de mi boca» (Apocalipsis 3:16). Dios siente náuseas a cau- cionante, pero sin perder jamás la esperanza de ver cómo se en-
sa de los suyos. Afortunadamente, debemos matizar la traducción. mienda y crece.
En griego, el verbo «escupir» no está en futuro simple. Se trata de «Mira que estoy a la puerta llamando: si uno me oye y me abre,
una expresión que dice exactamente: «Estoy a punto de escupir- entraré en su casa y cenaremos juntos» (Apocalipsis 3:20). Se ha
te». La acción se presenta no como un acontecimiento que su- dicho que este versículo es tan bello, luminoso, limpio y conmo-
cederá necesariamente, sino como una posibilidad. vedor que no debería ser tocado. Digamos, sin embargo, que di-
Esta interpretación del texto viene reforzada por lo que le sigue. fícilmente encontraremos otra palabra de Cristo que exprese me-
«Te aconsejo que te compres oro acendrado a fuego, así serás ri- jor su respeto por la libertad humana, de la que ya sabemos hasta
co; y un vestido blanco, para ponértelo y que no se vea tu ver- qué punto condiciona el poder de Dios. Nada le preocupa más que
gonzosa desnudez, y colirio para untártelo en los ojos y ver» la salvación de los hombres. Por eso dio a su Hijo amado. Esa es
(Apocalipsis 3:18). Prestemos atención, ante todo, a la delicada la debilidad de su amor.
recomendación; no es el tono de un juez al límite de la pacien- En primer lugar, está a la puerta. Nosotros lo hemos puesto ahí
cia. Tampoco es una orden, sino un consejo. Si quisiéramos ver ya que no lo hemos recibido. Pero se queda en la puerta, en lugar
una cierta ironía en ello, estaríamos falseando el mensaje. La igle- de irse. El amor sabe esperar; es paciente. Nada lo obligaba a ve-
sia no sabe que es miserable, pobre, ciega y está desnuda. Debe nir y compartir nuestra existencia miserable. Sin embargo, no se
aprender a abrir los ojos. Quizá llegue a remplazar su pobreza por queda de brazos cruzados. Los abre en cruz. ¿Es preciso que real-
la riqueza, su desnudez por un vestido nupcial y su ceguera por
una visión clara. Dicho de otro modo, todo lo que le falta podría
30 El término griego es paideia, cuya raíz es pais (niño), y no kolasís, que pro-
ser colmado. A pesar de las apariencias, todo no está perdido.
cede de koptó (cortar).

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DE LA ANTROPOLOGÍA A LA CRISTOLOGÍA LA DEBILIDAD DE DIOS

mente Dios sea lo que es, un Dios de amor, y el hombre sea lo que contacto con nosotros mismos. Establece un vínculo con los de-
es, un indiferente? Es la desnudez total. más y nos permite traspasar sus límites y los nuestros y al-
A pesar de las náuseas, llama a la puerta. Ha venido para sal- canzarles en sus raíces eternas sin violar su intimidad. Él nos
var a los perdidos, pero jamás fuerza la puerta. Los especialistas hace uno en esa raíz común en la que su presencia se revela
en el crecimiento de la iglesia deberían recordarlo. El Evangelio no como la respiración de nuestra libertad y como la eternidad de
es una fuerza, y mucho menos un apremio. Se abre desde el in- todas nuestras ternuras.»32
terior. Por eso, Dios es débil; acepta que el hombre rechace abrir-
se y establecer una relación de amor. El hombre tiene un inmen- Haciéndonos plenamente hombres, plenamente hijos de Dios
so poder sobre Dios. En él reside el carácter sagrado de su destino. en la libertad reconquistada, adquirimos la plena participación de
Compromete el destino de Dios. Pero cuando abrimos, Dios en- la naturaleza divina. El hombre aún no es. El camino que va del
tra y cena, como hizo en casa de Marta. Nos considera importan- psuchikos (el hombre terrenal) al pneumatikos (el hombre espiri-
tes, con todo lo que le podemos ofrecer u oponer, con nuestras du- tual)33 es largo. El verdadero hombre sólo ha existido realmente
das y nuestras certezas,31 con nuestras caídas y nuestras victorias. en Jesucristo.34 Pero tenemos la posibilidad de tender con entu-
Podemos cenar con él como lo hizo María (Lucas 10:38-42), y siasmo hacia esa última realización. El hombre está llamado a con-
dejar que su dulce palabra penetre hasta lo más hondo de nuestra vertirse en encarnación de Dios. «El Mesías, la gloria esperada,
alma (Hebreos 4:12). Podemos cenar con él como lo hicieron los os pertenece» (Colosenses 1:27). Cristo, la revelación de Dios, es
apóstoles en el aposento alto. Y cenaremos con él en el banque- también la revelación del hombre.
te de las bodas del Cordero, cuando regrese en gloria (Apocalipsis
19:6-9). El que venza se sentará a su lado en el trono, como él ven- CONCLUSIÓN
ció y está sentado en el trono al lado de su Padre (Apocalipsis 3:21).
De todas las promesas que cierran las cartas a las iglesias, ésta Desde la Edad Media el pensamiento humano ha sufrido importan-
es la más inesperada. ¡Es vertiginosa! Nosotros, que tenemos una tes transformaciones. Parece que el comunismo no ha hecho mu-
debilidad que Pablo describió tan dramáticamente (Romanos 7:7- cha mella. En cambio, el evolucionismo se ha impuesto. La religión
25), ¿cómo podemos concebir que un día estaremos sentados con y la fe son percibidas cada vez más como una etapa infantil del des-
Cristo en el trono de Dios? Esto sobrepasa los sueños más auda- arrollo humano y deben pasar como nuestra adolescencia.
ces. Cuando la humanidad se libera de todo constreñimiento y to-
do límite se abre plenamente a la divinidad. «Después de Freud estábamos convencidos de que Dios no
Qué lejos estamos de un Dios sádico, decidido a que su hege- era más que la imagen interiorizada del padre humano; una ima-
monía triunfe a cualquier precio. gen que había huido al subconsciente y con el transcurso de los
años había sido revestida de las apariencias más diversas. El
«Dios es la libertad misma. Él es la Libertad. Él es nuestra li-
bertad. Él nos cura de nosotros mismos, nos enseña a estar en 32 ZUNDEL, Maurice, La crise de l’Église, p. 23; citado por R. MARTÍNEZ DE
PISÓN LIÉBANAS, Op. cit. p. 95.
33 Cf. 1 Corintios 15:45-49.
31 Cf. Juan 11:21-24. 34 STÉVENY, Georges; À la découverte du Christ, pp. 329-336.

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subconsciente humano siempre ha fabricado los dioses que ne- movimientos carismáticos, a la búsqueda de lo sobrenatural. El
cesitaba. Pero si lo tallamos en los tejidos del subconsciente, hombre se ha enajenado del verdadero Dios.
Dios carece de todo contenido trascendente. Es inconsistente, El psicoanalista Viktor Frankl ha demostrado que la neurosis in-
no tiene contenido ontológico. Aunque la idea de Dios ha per- dividual no es más que la expresión de una religión rechazada.38
mitido que los hombres soportaran la desgracia, no deja de ser Cuando está privado de Dios, el hombre no alcanza su verdade-
una ilusión.»35 ra medida. No tan solo permanece enajenado, sino que no puede
completarse. Para realizarse plenamente, el hombre necesita des-
Así se ha creído poder liberar al hombre de todos los tabúes. El cubrir al verdadero Dios liberador, el Dios débil aunque poderoso
hombre se constituye por medio de determinismos. ¡Basta ya de en amor, el Dios de Jesucristo.
buscar en Dios la clave del ser! Los más atrevidos hablan de la
muerte de Dios. Los más prudentes, en nombre de la honestidad, «¿Cuánto tiempo necesitaremos para deshacernos de ese
declaran a Dios intelectualmente superfluo, emocionalmente inútil ídolo que es, precisamente, la representación de Dios bajo la
y moralmente insoportable.36 En realidad, vivimos en un mundo forma de un poder que domina y hasta puede aplastar? ¿Cuánto
en el que a menudo Dios está ausente. Tal como escribe Roland tiempo necesitaremos aún para entender que Dios está desar-
de Pury: mado, que es débil, que cualquiera puede matarlo y, por lo de-
más, nunca dejará de esperarnos y amarnos?»39
«Dios se hace el muerto. Se hace el muerto en que nosotros
le hemos convertido. Ahí radica nuestra desgracia. Y es tan «En el mundo tendréis apreturas, pero, ánimo, que yo he ven-
amargo que no hay palabras para describirlo. Deja que las co- cido al mundo» (Juan 16:33). Pablo explica: «Y cuando el uni-
sas transcurran como si no existiera, como si no nos amase, verso le quede sometido, entonces el Hijo también se someterá al
porque no hemos querido que exista entre nosotros y para que que se lo sometió, y Dios lo será todo para todos» (1 Corintios
viéramos bien qué buen tiempo hace ahí donde no existe».37 15:28). Cuando se excava un túnel en la oscuridad se puede per-
der la esperanza de alcanzar a encontrar la luz. Sin embargo,
De aquí se sigue un verdadero desencanto, la perdida de sen- llega el momento en que el último golpe de pico rompe la noche.
tido, la neurosis del vacío y el absurdo. El hombre moderno se pa-
rece con frecuencia a una niña que llora. Su padre, inquieto, la in-
terroga y ella acaba respondiendo: «Papá, quiero algo, pero no sé
qué». Entonces se buscan sucedáneos. Para los materialistas
es la huida hacia la droga. Para los religiosos es la huida hacia los

35 NEUSCH, Marcel, prologando a FRANKL, E., Le Dieu inconscient, París:


Le Centurion, 1975, p. 6.
36 Cf. ROBINSON, J.A.T., Honest to God. 38 FRANKL, Viktor, Le Dieu inconscient. París: Le Centurion, 1975, p. 6.
37 PURY, Roland de, Ton Dieu règne, París: Delachaux et Niestlé, 1946, p. 39 ZUNDEL, Maurice, Ton visage, ma lumière, 1989, citado por R. MARTÍNEZ
119. DE PISÓN LIÉBANAS, Op. cit., p. 54.

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Capítulo 4

¿EL CRISTIANISMO ES UNA RELIGIÓN


DEL CORAZÓN?

Richard Lehmann
Presidente de la Asociación del Norte de Francia
y la Unión Franco-belga de la Iglesia Adventista;
profesor de la Facultad Adventista de Teología

El mundo cristiano conoce en nuestros días un «reavivamiento»


bíblico, carismático, litúrgico y místico. El reavivamiento litúrgico
tiende a poner el acento en el canto, en la música y en los valores
afectivos. Las multitudes rechazan el dogmatismo y los debates
teológicos y buscan más el calor humano y la fraternidad. En una
palabra, buscan vivir una religión «del corazón».
Reaparece el pietismo y todos se sienten llamados a «dar el co-
razón a Jesús», a «recibir a Jesús en el corazón» o incluso a «re-
cibir un corazón nuevo». Éstas y otras muchas fórmulas están car-
gadas de emoción.
La exégesis se vuelve «psicologizante» y la predicación popu-
lar tiende a conmover. Los valores viriles como el coraje, la valen-
tía o la voluntad se difuminan añadiéndoles caricias y sensibilidad.
Es cierto que los integrismos de cualquier clase han presionado
demasiado para que el péndulo se desplace hacia el amor, la aco-
gida, la tolerancia, la fe en el prójimo y los valores primeros del cris-
tianismo. Demasiados inocentes han sido crucificados en nombre
de Cristo. Pero debemos preguntarnos si la amenaza de una de-
riva meliflua y blanda, que conduce a un sincretismo afectivo,1 no

1 Véase el texto de la «Bendición de Toronto». Cf. GARCÍA, Marceline,


«Embrasse Nos cœurs: la froideur de l’accueil n’a pas étouffé la flamme de
l’Esprit», en Le Christianisme au XXe siècle, 635 (5-10 de abril, 1998), p. 5.

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DE LA ANTROPOLOGÍA A LA CRISTOLOGÍA ¿EL CRISTIANISMO ES UNA RELIGIÓN DEL CORAZÓN?

es un peso demasiado grande que grava el futuro del cristianismo. conoce (1 Reyes 8:39; Hechos 1:24). Es capaz de ver más allá de
Todo va bien «¡mientras nos amemos!». las apariencias (1 Samuel 16:7). El hombre no puede conocer las
Si la Biblia concede un lugar de honor al corazón mencionán- profundidades del corazón humano (Jeremías 17:9). Todo lo que
dolo en más de setecientas veces, es importante definir el conte- tiene relación con el comportamiento moral del individuo está
nido. Tocar la noción de corazón es elaborar una nueva religión, formulado con la ayuda del término corazón.
es desplazar realmente el núcleo del cristianismo.
¿Cómo puede la religión cristiana permanecer fiel a sus princi- La afectividad
pios? Sobre esta pregunta queremos abrir nuestra investigación
y, a través del uso del término corazón, intentaremos descubrir En muchos casos el uso del término corazón tiene que ver con los
qué religión o, más bien, qué espiritualidad intuyeron los autores estados afectivos elementales como el placer (Ecl. 2:10) y el dolor
sagrados. (Salmos 69:21); o más complejos, como las emociones: el miedo
(Deuterenomio 28:67), el terror (Levítico 26:36) y la angustia (Job
EL USO GENERAL DEL TÉRMINO CORAZÓN 2 7:11); y los sentimientos: el amor (Deuterenomio 6: 5), el odio (Levítico
19:17) y el orgullo (2 Crónicas 32:26). En último lugar, si conside-
El corazón, en su condición de órgano, no recibe ninguna mención ramos la pasión como «una inclinación que se exaspera, que sobre
en el Antiguo ni en el Nuevo Testamento. De hecho, la Biblia ente- todo se instala permanentemente y se convierte en el centro de
ra no conoce más que el uso metafórico del término. Nadie duda, todo»,4 podemos definir como tal la actitud descrita en el siguiente
sin embargo, de que los antiguos, que consumían carne y estaban texto: «Toda su actitud era siempre perversa» (Génesis 6:5).5
habituados a los sacrificios, conocían el órgano aunque ignorasen
su función. Pero el uso metafórico no precisa de un conocimiento El pensamiento
profundo de la fisiología para que la palabra tenga un sentido.
El término corazón sirve, generalmente, para designar lo que El uso del término corazón para describir estados afectivos es muy
está en el centro. Por ejemplo, Jonás fue arrojado al fondo (el secundario en el Antiguo Testamento. A juzgar por la proporción
corazón) del mar (Jonás 2:4). En un sentido moral, hace referen- en las apariciones,6 el contenido semántico del término es mucho
cia a los móviles, a las intenciones profundas y ocultas.3 Las in- más próximo a las actividades psicológicas e intelectuales. Según
tenciones humanas son tan poco perceptibles que sólo Dios las pone de manifiesto Georges Pidoux, «ahí estriba la diferencia fun-
damental entre las funciones que el Antiguo Testamento le atribuía
2 Puesto que el vocabulario del Nuevo Testamento es fiel en sus distintas
acepciones al contenido que le dio el Antiguo Testamento, nuestra inves- 4 MALAPRET, P., citado por CUVILLIER, A., Précis de philosophie, París: A.
tigación se centrará esencialmente en el Antiguo Testamento. Haremos las Colin, 1961, 9.ª ed., p. 419.
correcciones necesarias cuando tengamos que considerar el modo en que, 5 Según la Nueva Biblia Española: «La maldad del hombre cundía en la
en el ámbito de la antropología, las nociones veterotestamentarias han de- tierra y […] todos los pensamientos que ideaba su corazón eran puro mal
bido inscribirse en un vocabulario griego más amplio que el hebreo. de continuo». Según Cantera Iglesias: «Era mucha la malicia del hombre
3 Frecuentemente se hace una oposición entre el corazón y las partes visi- en la tierra y […] toda la traza de los pensamientos de su corazón no era
bles del cuerpo humano: la mano (Lamentaciones 3:41), las orejas (Ezequiel de continuo sino el mal».
3:10), la boca (Deuterenomio 30:14), los vestidos (Joel 2:13), etc. 6 Casi cuatrocientas referencias sobre unas setecientas cincuenta.

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DE LA ANTROPOLOGÍA A LA CRISTOLOGÍA ¿EL CRISTIANISMO ES UNA RELIGIÓN DEL CORAZÓN?

al corazón y las que le atribuimos hoy en día.»7 Afirma, con razón, Los términos corazón, alma y espíritu son, a menudo, sinóni-
que olvidar esta realidad falsea nuestra visión de las personas bí- mos. Sin embargo, cada uno de ellos posee un sentido específi-
blicas que, a causa de sus frecuentes referencias al corazón, nos co. Para distinguirlos conviene definir el punto de vista bajo el que
parecen más sentimentales que racionales.8 El corazón es la se- se sitúa el autor sagrado cuando emplea esos tres términos: sin-
de de las reflexiones (Salmos 77:7), la inteligencia (Job 12:23), la tético, analítico o existencial; puntos de vista perfectamente defi-
sabiduría (Salmos 90:12), el saber (Eclesiastés 1:17), la meditación nidos por Jean Zurcher en su tesis. El autor parte de tres catego-
(Zacarías 7:10) y la memoria (Proverbios 3:3). El Nuevo Testamento rías de unidad que se reducen a tres formas: elemental, total y
se inscribe en la misma línea (cf. Lucas 24:38, Romanos 1:21). viva.11 La unidad elemental es aquélla que concibe nuestra men-
te concibe necesariamente en el fondo de toda multiplicidad. Es
EL USO ANTROPOLÓGICO el producto del análisis. La unidad total es la que impone nuestra
mente para dar forma a toda multiplicidad. Es el resultado de la
El acento que el Antiguo Testamento pone sobre el pensamiento síntesis. La unidad viva o psicológica es aquella que fija el «yo»
no carece de consecuencias en la antropología. Mientras que noso- en su emergencia, es decir, la conciencia de la propia existencia.
tros distinguimos la potencialidad del acto, el proyecto de su cum- La llamaremos «unidad existencial».
plimiento, para el Antiguo Testamento «el hombre es aquello que Bajo cada uno de esos puntos de vista los términos que sirven
piensa su corazón» (Proverbios 23:7). El pensamiento o los sen- al antropólogo bíblico –la carne, el corazón, el alma y el espíritu–
timientos tienen, en el Antiguo Testamento, un pronunciado ca- cubren un campo semántico distinto. Tener en cuenta esos tres
rácter práctico y conducen, necesariamente, a la acción. Según puntos de vista evita muchas confusiones a la hora de interpre-
palabras de Jean Zurcher, «si la esencia del hombre es ser “un al- tar los enunciados bíblicos sobre el hombre.
ma viviente”, ésta no existirá verdaderamente más que en la me-
dida en la que se manifieste».9 Por esa razón el israelita aplica su El punto de vista analítico
corazón (Esdras 7:10), lo desvía (Deuterenomio 30:17) y lo con-
forta (Salmos 10:17). El corazón es tenido como la fuente íntima Corazón y carne. Entre los términos que la antropología bíbli-
de toda la actividad afectiva e intelectual del hombre. el acto vo- ca clásica retuvo, el corazón ocupa un lugar muy discreto y, a
luntario llega a ser hasta tal punto la manifestación del corazón, menudo, se limita a los términos «cuerpo», «alma» y «espíritu»,
que todo acto cometido es una emanación de la persona misma.10 tal como se recoge en Génesis 2:7. No obstante, el corazón per-
mite poner de relieve la riqueza de la vida interior del hombre.
7 PIDOUX, Georges, L’homme dans l’Ancien Testament, Neuchâtel (París): Lejos de ser una «máquina viva», a través del uso del término
Delachaux et Niestlé, 1953, p. 25. corazón, el hombre aparece como un ser dotado de sentimien-
8 PIDOUX, Georges, Op. cit., p. 26.
9 ZURCHER, Jean, L’homme, sa nature et sa destinée, Neuchâtel (París):
tos, pensamientos y voluntad personal. La carne es lo visible y
Delachaux et Niestlé, 1953, p. 181.
el corazón es lo profundo e íntimo (Job 10:13).
10 Cf. MOURLON BEERNAERT, Pierre, s. j., Cœur-Langue-Mains dans la

Bibla. Un langage sur l’homme (Cahiers Évangile 46), París: Le Cerf, 1983,
p. 8. «Designa toda la personalidad consciente, inteligente y libre del ser
11 Ibídem, p. 122.
humano.»

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DE LA ANTROPOLOGÍA A LA CRISTOLOGÍA ¿EL CRISTIANISMO ES UNA RELIGIÓN DEL CORAZÓN?

Corazón y alma. El término alma también sirve para explicar la plo de origen divino, el hombre es el único que posee cora-
interioridad. Tanto se puede decir «desde el fondo de mi al- zón. Los animales carecen de él. Porque sólo el hombre es ca-
ma» como «desde el fondo de mi corazón». Pero el término paz de disponer del espíritu, de la vida que esté en él. Para
alma tiene un sentido más amplio que corazón. El alma repre- Claude Tresmontant «la originalidad de la psicología bíblica
senta la realidad viva (1 Samuel 17:55) o muerta (Levítico 21:11; es que considera los pensamientos como “creados” por el hom-
Números 19:11-13) del ser, ya se trate de un ser humano o de bre, engendrados en su corazón mediante su libertad. El hom-
un animal. Caracteriza la vida individual en el sentido fisiológi- bre es el creador de sus pensamientos, es su autor responsa-
co (Génesis 35:18) a la vez que psicológico (1 Samuel 1:10).12 ble. “El corazón del hombre fabrica el mal desde su juventud.”
El alma puede conocer (Salmos 139:14), recordar (Lamen- (Génesis 8:21)»14 Pero el hombre no es propietario de su vida,
taciones 3:20) y querer (Salmos 119:129). Pero cuando se tra- el aliento que lo anima sigue siendo propiedad de Dios. «Les
ta de designar individuos en un sentido amplio, independiente retiras el aliento, y expiran, y vuelven a ser polvo; envías tu alien-
de toda vida interior, el término corazón es excluido como en el to, y los creas, y repueblas la faz de la tierra» (Salmos 104:29-
caso de una descendencia (Génesis 46:22) o el número de 30).15 Pero el hombre dispone de su corazón. Puede endure-
los emigrantes en Egipto (Génesis 46:26; cf. Hechos 2:41), en cerlo a la voz de Dios (Salmos 119:70). El espíritu es la
los que se enumeran almas y no corazones. potencialidad de vida; el corazón es su orientación.
Corazón y espíritu. El espíritu es universal e impersonal. El tér-
mino es sinónimo de vida. Émile David dice: «La única dife- Para concluir, diremos que los términos antropológicos consi-
rencia que existe entre el ruah de los animales y el del hom- derados desde un punto de vista analítico presentan al hombre de
bre es que los primeros lo reciben del principio universal que los distintos modos en que se da: empírico (la carne), personal (el
penetra la naturaleza entera (Génesis 1:24) mientras que el se- alma), vivo (el espíritu) y autónomo (el corazón). Según afirma
gundo recibe la vida de parte de Dios de un modo distinto y es- Georges Crespy, «la diversidad de las expresiones utilizadas no
pecial (Génesis 2:7)».13 Dios es quien dispone de él (Daniel significa una diferencia ontogénica entre las realidades que de-
5:23) y no es propiedad inalienable de los hombres (Eclesiastés signan, sino una coloración particular de la existencia en rela-
12:9) o los animales (Génesis 9:3). No es pues sorprendente ción con el término empleado.»16 Considerar que bajo cada uno
que se considere a una persona que da testimonio de una par- de los términos se encuentra una realidad ontológica sería un error
ticular vitalidad como depositaria de más espíritu que otra, o que pues explican maneras de ser, facetas bajo las que el hombre se
la anima un espíritu más poderoso. Quien está animado por el da a conocer.
EspÌritu de Dios dispone de medios extraordinarios. A la inver-
sa, un «ánimo abatido [sin fuerzas] seca los huesos» (Proverbios
17:22). Si todos los seres vivientes están animados por un so- 14 TRESMONTANT, Claude, Essai sur la pensée hébraïque, París: Le Cerf,
1962, 3.ª ed., p. 119.
12 15 Según NBJ: «Les retiras tu soplo y expiran, y retornan al polvo que son. Si
MOURLON DE BEERNAERT, Pierre, s. j.; Op. cit., p. 183.
13 DAVID, Émile, «Étude sur l’immortalité conditionnelle», citado por VAU- envías tu aliento, son creados, y renuevas la faz de la tierra».
16 CRESPY, Georges, «Le problème d’une anthropologie théologique», Étu-
CHER, Alfred, Le problème de l’immortalité, Dammarie-lès-Lys: S.D.T.,1957,
p. 86. des théologiques et religieuses, 1950, n.º 1-2, p. 23.

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DE LA ANTROPOLOGÍA A LA CRISTOLOGÍA ¿EL CRISTIANISMO ES UNA RELIGIÓN DEL CORAZÓN?

El punto de vista sintético El espíritu. Según el contexto, este término también puede ser
reemplazado por un pronombre personal (Génesis 45:27; Salmos
La consideración de este punto de vista está justificada por el he- 142:4; Proverbios 17:27).
cho de que, en el pensamiento veterotestamentario, la vida que El corazón. Como los precedentes, el término corazón puede
Dios da penetra de tal modo la totalidad del ser que cada una de representar a toda la persona hasta el punto de que la poética
sus dimensiones puede explicar el conjunto de la vida. hebrea lo usa en paralelo con los anteriores (Isaías 65:14):
La carne. Todos los elementos visibles del hombre permiten abar- «Mirad que mis siervos cantarán con corazón dichoso, mas voso-
carlo en su totalidad. Los ojos, la nariz, los brazos, las orejas, tros gritaréis con corazón triste, y con espíritu quebrantado
etcétera, no son únicamente partes del cuerpo (punto de vista gemiréis.»
analítico), sino que cada uno representa también la totalidad del
ser.17 Así, cuando Dios dice: «Ante mí se doblará toda rodilla, por El punto de vista existencial
mí jurará toda lengua» (Isaías 45:23) habla de toda la persona, y
no sólo de la rodilla o la lengua. Aunque la palabra carne sirve pa- El hombre puede ser percibido también bajo el ángulo de la exis-
ra explicar la dimensión material y frágil del ser humano, cuan- tencia. Entonces no aparece como un compendio y su naturale-
do según el texto hebreo Dios declara en Isaías 66: 23 que «to- za no es la suma de sus partes. Aunque pueda ser percibido en
da carne (kol-basar) se postrará» delante de él, no pretende que sus distintas facetas, no por ello deja de ser un ser único y vivo.
el culto que se le rinda en la tierra nueva sea tan sólo un culto for- Desde este punto de vista no se puede decir que el hombre
malista, sino que todo ser viviente le rendirá homenaje. Claude tenga un alma, un cuerpo, un espíritu y un corazón, sino que se
Tresmontant tiene razón cuando escribe que «tan cierto es de- dice que es cuerpo, alma, etcétera. Incluso cuando emplea una
cir que somos cuerpos como decir que somos almas. El hebreo, formulación dualista, Claude Tresmontant no se reprime y dice
para designar al ser humano viviente, también emplea los tér- que, para el Antiguo Testamento, el alma es «visible y sensible
minos alma (nefés) o carne (basar), que contemplan una única porque está en el mundo, ha asimilado los elementos de los cua-
realidad, el ser humano que vive en este mundo.»18 La totali- les se ha nutrido, los ha integrado y hacen que sea carne.»19
dad del ser está presente en todas sus partes. En el hombre se confunden todas las dimensiones de su ser.
El alma. El término sirve también para designar la totalidad de Pero aún hay más, porque «el hombre jamás es considerado
la persona. A menudo puede ser sustituido en el texto por un por él mismo, sino siempre en su situación ante Dios»20 y ante sus
pronombre personal. Así, los textos «Que mi suerte sea la de semejantes. Eso hace de él un ser moral y responsable, a cuya
los justos» (Números 23:10) y «Bendice alma mía al Señor» conciencia Dios llama sin cesar. Para comprender al hombre en
(Salmos 103:1) pueden traducirse perfectamente por «que la situación, la Biblia emplea preferentemente el término corazón a
suerte de mi alma sea la de los justos» y «que yo bendiga al causa de la relación que esa palabra mantiene con la vida volun-
Señor» sin que cambie su sentido. taria.

17 PIDOUX, Georges, Op. cit., pp. 23-25. 19 TRESMONTANT, Claude, Op. cit., pp. 97, 98.
18 Ibídem, p. 98. 20 ZURCHER, Jean, Op. cit., p. 180.

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DE LA ANTROPOLOGÍA A LA CRISTOLOGÍA ¿EL CRISTIANISMO ES UNA RELIGIÓN DEL CORAZÓN?

EL USO NEOTESTAMENTARIO 1:21), la fe (Romanos 10:10), la obediencia (Romanos 6:17), la vo-


luntad (2 Corintios 9:7) y la conciencia (1 Juan 3:20-21).
Antes de seguir adelante, es preciso, sin embargo, que considere- El corazón es: «el centro de todo el hombre, el principio inter-
mos brevemente las aportaciones del Nuevo Testamento. Los au- no, a la vez espiritual y animado, que hace del hombre una uni-
tores del Nuevo Testamento se enfrentan a una situación lingüísti- dad concreta, y del cual parten su actividad dinámica y su deter-
ca nueva. El vocabulario griego que emplean posee ya un sentido minación moral. Todo aquello que los griegos o helenistas llaman
que le es propio: es más extenso y, por lo tanto, a veces más pre- nouj (mente), logoj (razón), suneidesij (conciencia) y sumw (co-
ciso. Además, el pensamiento rabínico, fuertemente influido por la razón) está incluido en kardia.»23
filosofía griega, se elabora sobre una antropología dualista. El estudio comparativo de los términos antropológicos nos ha
A causa de las dimensiones de este trabajo, no se profundiza- convencido, no sólo de que el pensamiento del Nuevo Testamento
rá demasiado en el tema. Permítasenos remitir al lector al exce- se inscribe en la línea establecida en el Antiguo, sino que, ade-
lente estudio de W. David Stacy21 en el que se demuestra am- más, el término corazón, en su diversidad de usos, se refiere a
pliamente que, si bien aprovechaban la oportunidad que les ofrecía la realidad humana.24 El corazón es el hombre de carne, capaz de
un vocabulario nuevo, los autores del Nuevo Testamento perma- pensar, sentir y querer, y animado por el aliento divino. De ahí que
necían fieles al pensamiento veterotestamentario. la soteriología bíblica se base en esta realidad antropológica.
Podemos suscribir la conclusión del estudio de J. Behm, quien
declara: «El empleo neotestamentario del término corazón está en EL USO SOTERIOLÓGICO
consonancia con el uso veterotestamentario y se distingue del uso
griego. En comparación con la Septuaginta, se concentra con más En el Antiguo Testamento
fuerza sobre el corazón en su condición de órgano principal de
la vida psíquica y espiritual, el lugar en el hombre en el que Dios Aunque el término conciencia no se emplee en el Antiguo
da mayor testimonio de sí mismo».22 Testamento, ello no quiere decir que su noción no esté presente.
El corazón es comparable a un tesoro del que se sacan cosas A veces se sobreentiende, como sucede en Génesis 3:8, donde
buenas o malas (Mateo 12:35), es la fuente oculta de toda la vida vemos a Adán y Eva, víctima de sus remordimientos. Pero es más
(1 Corintios14:25; 2 Corintios 5:12) a la cual sólo Dios tiene acce- frecuente que se evoque por medio del término corazón. Job di-
so (Lucas 16:15). Es la sede del pensamiento (Mateo 9:4; 15:19). ce: «Mi corazón no reprocha ninguno de mis días» (Job 27:6).
En Hebreos 4:12, el autor pone unos junto a otros los sentimientos Un pueblo sin corazón es un pueblo sin conciencia (Jeremías
y los pensamientos del corazón. Mediante el uso del término co- 5:21-22). La conciencia se apoya en la memoria (Deuterenomio
razón (kardia [kardia]) se hace referencia a la inteligencia (Romanos 4:39). Dios también se propone escribir sus mandamientos en el co-

21 STACY, W. David, The Pauline View of Man in Relation to Its Judaic and 23 DELITZSCH, F., System der biblichen Psychologie, citado en: VIGOU-
Hellenistic Background, Londres: MacMillan, 1956. ROUX, F., Dictionnaire de la Bible, París: Letouzay et Ané, 1908, col. 825.
22 BEHM, J., «kardia», Theological Dictionary of the New Testament (TDNT), 24 Cf. LEHMANN, Richard, La notion de cœur dans la révélation biblique, te-

editado por KITTEL, Gerhard, Grand Rapids (Michigan): Eerdmans, 1975, sis de licenciatura, Collonges-sous-Salève: Facultad Adventista de Teología,
vol. 3, p. 611. 1964, p. 53-64.

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DE LA ANTROPOLOGÍA A LA CRISTOLOGÍA ¿EL CRISTIANISMO ES UNA RELIGIÓN DEL CORAZÓN?

razón humano (Jeremías 31:33) para que se hagan eco permanente néis según mis preceptos y que pongáis por obra mis manda-
de la voz divina. Dios solicita, presiona, suplica, amenaza, pero ja- mientos» (Ezequiel 36:26-27).
más obliga. Habla al corazón (Oseas 2:16), y así permite que el hom-
bre acceda a la libertad. El hombre dispone de libre albedrío y la in- Y por eso lo persigue diciendo:
terpelación divina hace que acceda a la libertad.25
Para el Antiguo Testamento, el hombre está marcado por el pe- «Dame, hijo mío, tu corazón» (Proverbios 23:26).
cado, tiene una inclinación natural a «endurecer su corazón» (2
Crónicas 36:12-13). En el jardín del Edén era libre en la medida El uso del término corazón permite que el israelita presente al
que seguía con placer la voluntad divina. Pero cuando pecó se de- hombre tal como se entiende a sí mismo: en una historia, como
finió a sí mismo como el valor último y se alienó definitivamente. un poder de acción, responsable de su destino ante un Dios que
Se encerró en un círculo del que no puede salir (Génesis 8:21; lo llama y lo solicita. Un hombre “según el corazón de Dios” es
Eclesiastés 9:3; Jeremías 17:9). mucha más inteligencia y discierne mejor (Jeremías 3:15), con-
Para acceder a la libertad, debe volver a encontrar y elegir unos duce mejor su vida según los oráculos de Dios, que un hombre
valores que le sobrepasan y le vienen de alguien mayor que él. En librado a los múltiples y diversos sentimientos que fluyen de su
la medida en que escoge sus propios valores está determinado fuero interno.
por su propia imagen. El sabio declara : «El que se fía de sí mis-
mo [su corazón] es un necio, el que procede con sensatez está a En el Nuevo Testamento
salvo» (Proverbios 28:26).
El mal tiene sus raíces en el engaño radical que consiste en que- El Nuevo Testamento se inscribe perfectamente en la línea marca-
rer definirse como el criterio para todos los valores. Con el pretexto da por el Antiguo. El reproche esencial que se le hace al hombre es
de la libertad el hombre se aliena y se convierte en esclavo de sus su indisposición para responder al llamamiento de Dios. Jesús se
deseos y sus pasiones, e incluso esclavo de sus conquistas. Por eso aflige por la dureza de corazón de sus oyentes (Marcos 3:5; 8:18).
la profecía al rey de Tiro: «Porque has equiparado tu corazón al co- El corazón humano está extraviado (Hebreos 3:10), es malo e in-
razón de Dios […] te precipitarán en la fosa» (Ezequiel 28:6-8). crédulo (Hebreos 3:12), incircunciso (Hechos 7:51). El día del juicio
Pero el amor de Dios no tiene fin. «Con amor eterno te amé, por manifestará la realidad del corazón (1 Corintios 4:5; Mateo 12:34;
eso prolongué mi lealtad» (Jeremías 31:3). Su proyecto perma- Romanos 2:5-8). Pero posee la capacidad de decisión para ir a fa-
nente es dar al hombre las referencias que lo liberen: vor del bien. Para ello basta con que responda al llamamiento de
Dios, la palabra eficaz que puede salvar al hombre de su encierro.
«Os daré un corazón nuevo y os infundiré un espíritu nue- Jesús interpela frecuentemente a aquellos que se dirigen a él: «Si
vo; arrancaré de vuestra carne el corazón de piedra y os daré quieres…» (Mateo 15:28; 19:21; Lucas 9:23). Y toda la predicación
un corazón de carne. Os infundiré mi espíritu y haré que cami- evangélica está basada en la capacidad de elección de los indivi-
duos ante la solicitud divina (Mateo 11:28-30; Hechos 2:37).
25 «La liberté, elle, c’est le fruit de l’activité consciente et voulue de l’homme» Porque «en la Biblia el corazón es el término que designa la
(La libertad es fruto de la actividad consciente y voluntaria del hombre).
fuente de la libertad y el pensamiento, el lugar en el que el hom-
LEHMANN, Richard, Op. cit., p. 159.

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DE LA ANTROPOLOGÍA A LA CRISTOLOGÍA ¿EL CRISTIANISMO ES UNA RELIGIÓN DEL CORAZÓN?

bre escoge para sí mismo lo que es y decide sus actos y sus pen- mente y la libertad».28 A partir de ese momento las elecciones
samientos. En los secretos del corazón se elaboran las primeras se hacen según la revelación divina y no en función de los inte-
decisiones, las opciones radicales que harán que un ser sea lo reses personales. El Espíritu de Dios esparce el amor en el cora-
que es, lo que quiere y lo que piensa.»26 O, según afirma Jean zón (Romanos 5:5).
Zurcher, «el hombre es un ser cuya existencia depende en todo
momento de la actividad mediante la cual se hace a sí mismo».27 Presencia
Así pues, el hombre aparece doblemente responsable. En pri- La obra del Espíritu es realmente importante. Mientras que en el
mer lugar, lo es en razón del uso que hace de su libertad creado- Antiguo Testamento y en la lengua griega el pneuma aparece la
ra; en segundo lugar, lo es por su cerrazón a las fuentes divinas. mayoría de las veces como exterior al hombre y arrebatando de
Quien responde favorablemente, conoce una metamorfosis com- modo irresistible al profeta, en el Nuevo Testamento es una pre-
pleta con una luz interior, una renovación de su corazón y una nue- sencia en el corazón del creyente. El «hombre espiritual», una for-
va presencia. mulación sin correspondencia en el Antiguo Testamento, es con-
ducido por el Espíritu que, «según A. Westphal, deja de ser una
Iluminación biela manejada por el brazo del Señor y se convierte en levadu-
Para hablar de la relación única que Dios mantiene con el cora- ra que penetra toda la masa y la transforma.»29 El creyente par-
zón del hombre, el Nuevo Testamento emplea un hápax: kardiog- ticipa de la divinidad a través de la presencia del Espíritu en su co-
nóstés (Hechos 15:8; 1:24). Dios «conoce el corazón» del hom- razón (1 Corintios 3:16; 2 Timoteo 1:14; Santiago 4:5). Esta
bre y lo ilumina revelándosele como su Padre (Gálatas 4:6). Ilumina presencia le permite acceder a la plena libertad (Efesios 3:17)
los ojos de su corazón para que conozca la auténtica esperanza,
el poder o la riqueza (Efesios 1:18-19); en una palabra la vida ver- CONCLUSIÓN
dadera. Transformado por la renovación de su inteligencia, el cre-
yente accede a los verdaderos valores y, por ende, a la verdade- Al final de nuestra investigación podemos afirmar que la teología
ra libertad (Romanos 12:1-3). no puede menospreciar la antropología. Dios quiere salvar al hom-
bre en su integridad, en todas las dimensiones de su existencia;
Corazón nuevo porque este, como si de un triángulo se tratara, no puede ser afec-
Lo que comúnmente se viene en llamar un «corazón nuevo» es, tado en una dimensión de su ser sin que los efectos alcancen a
de hecho, una vida nueva. Porque la vida, según la terminología las demás. El uso bíblico del término corazón determina una reli-
neotestamentaria, es «un don espiritual que requiere un acto es- gión que interpela al individuo en sus pensamientos, en sus afec-
piritual y libre por parte del hombre: una metanoia, una anakainó- tos y en sus relaciones con su cuerpo y con su prójimo.
sis, una renovación del “corazón”; es decir, una renovación de la La religión del corazón produce una revolución total en el indi-
viduo, en todo lo que constituye su humanidad. A diferencia del
pensamiento griego, que lo divide todo en categorías, jerarquiza
26 TRESMONTANT, Claude, Étude métaphysique biblique, París: J. Gabalda,
1955, p. 65. 28 TRESMONTANT, Claude, Op. cit., p. 72.
27 ZURCHER, Jean, Op. cit., p. 157. 29 Ibídem, Op. cit., p. 103.

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DE LA ANTROPOLOGÍA A LA CRISTOLOGÍA

los dones de la naturaleza humana, separa el alma del cuerpo co- Capítulo 5
mo si una pudiera existir sin el otro, la reflexión de los autores sa-
grados está dirigida a entender al hombre en su existencia única
(diríamos total, pero eso podría dejar entrever que la vida está JESÚS-DIOS EN UNA CARNE PARECIDA
hecha de una unión de fragmentos) en la que todo se sustenta A LA NUESTRA
mutuamente. Las interpelaciones de Dios están destinadas a sa-
car a los creyentes de las ilusiones que les acunan, haciéndoles Kenneth H. Wood
creer que lo religioso está separado de lo cotidiano, pues son se- Presidente del Ellen G. White Estate
res responsables, ante Dios y ante los hombres. Board of Trustees
Promover una religión del corazón es llamar a una vida de re-
flexión, fundada en la revelación bíblica, en la que se implican Desde mi más tierna infancia, a inicios de los años 20, mis padres
todas las dimensiones de la vida personal y social. El Nuevo me enseñaron que cuando el Hijo de Dios vino a este mundo su
Testamento es fiel al Antiguo, que anuncia la nueva religión en es- herencia física era la de todos los seres humanos. Sin poner el
tos términos: acento en sus ascendientes pecadores, como Rahab o David, su-
brayaban que Jesús, aun a pesar de las tendencias físicas que
«Meteré mi ley en su pecho la escribiré en su corazón, yo se- había heredado, había vivido una vida perfecta primero como ni-
ré su Dios y ellos serán mi pueblo; ya no tendrán que ense- ño, luego joven y finalmente adulto. Me enseñaron que compren-
ñarse unos a otros mutuamente, diciendo: “Tienes que conocer día mis tentaciones porque había sido tentado como yo, y me
al Señor”, porque todos, grandes y pequeños, me conocerán.» comunicaría la fuerza necesaria para vencer como él había ven-
(Jeremías 31:33-34). cido. Esas palabras causaron en mí una profunda impresión. Me
ayudaron a mirar a Jesús no sólo como mi Salvador, sino como
Todo viene de Dios, cuya presencia ineludible hace a los hom- un modelo. Con ellas aprendí a creer también que mediante su
bres libres y responsables. poder podía vivir una vida victoriosa.
En los años que siguieron aprendí que las enseñanzas de mis
padres con respecto a Jesús tenían una base sólida en la Biblia y
que Ellen White, la mensajera de Dios para el Remanente, había
clarificado esa verdad en numerosas declaraciones como las que
siguen:

«Los niños no deben perder de vista que el niño Jesús to-


mó sobre sí la naturaleza humana, que fue semejante a la car-
ne de pecado y que, al igual que Satanás tienta a todos los ni-
ños, él también fue tentado. Fue capaz de resistir a las
tentaciones de Satanás en virtud de su dependencia del po-

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DE LA ANTROPOLOGÍA A LA CRISTOLOGÍA JESÚS-DIOS EN UNA CARNE PARECIDA A LA NUESTRA

der divino de su Padre celestial. Se sometió a su voluntad y obe- Si bien los protestantes rechazan esta doctrina católica, la ma-
deció sus mandamientos.»1 yoría sostiene aún que hay una diferencia entre la humanidad de
«En un tiempo, Jesús tuvo la misma edad que vosotros. Cristo y la de la raza humana que vino a salvar. De manera so-
Conoció vuestras mismas condiciones y vuestros mismos pen- brenatural, dicen, no heredó el bagaje genético que tendría que
samientos en este período de vuestra vida. En este momento haber recibido de sus ancestros caídos en el pecado, por lo que
crucial no puede olvidarse de vosotros. Conoce vuestras ten- quedó exento de ciertas tendencias contra las que deben luchar
taciones.»2 los humanos en su conjunto.

Una de las principales razones por las que Cristo entró en la fa- EL DESAFÍO DE LA CRÍTICA
milia humana, y vivió una vida victoriosa desde su nacimiento has-
ta su madurez, fue establecer un ejemplo para aquellos a quienes Desde el principio, los adventistas sostenían que Jesús había to-
había venido a salvar. mado la naturaleza humana tal como la había encontrado después
de cuatro mil años de pecado. Por ese motivo, los predicadores y
«Jesús tomó la naturaleza humana y pasó por las diversas los teólogos de otras iglesias deformaron esa creencia y la usa-
fases de la infancia y la juventud con el fin de saber cómo sim- ron para apartar a las personas de la verdad del sábado y los men-
patizar con nosotros y para dar un ejemplo a todos los niños y sajes de los tres ángeles. Tomaron la doctrina del pecado original
jóvenes. Él sabe cuáles son sus tentaciones y sus debilidades.»3 como presupuesto de sus reflexiones y afirmaron que si Jesús hu-
biese tomado una «carne semejante a la del pecado» (Romanos
Durante mi estancia en el instituto y en la universidad, los pro- 8:3) también él habría sido un pecador, por lo que también él ha-
fesores y pastores adventistas continuaron enseñándome que bría necesitado un Salvador.
Jesús había tomado la misma carne que la de cualquier ser hu- A inicios de los años treinta, en la revista Moody Monthly apa-
mano: una carne afectada e influida por el pecado de Adán y Eva. reció un artículo que versaba sobre tres doctrinas adventistas, en-
Decían que los católicos no podían creerlo a causa de la doctri- tre los cuales se encontraba la naturaleza de Cristo. Francis D.
na del pecado original, que les obligaba a proteger a Jesús de la Nichol, el entonces redactor jefe de la Review and Herald, que en
carne de pecado. Así elaboraron el dogma de la inmaculada con- la actualidad se denomina Adventist Review, respondía a las acu-
cepción, según el cual María, la madre de Jesús, si bien fue con- saciones con una carta al director.
cebida naturalmente, ya desde el mismo instante de su concep- A propósito de la doctrina según la cual Cristo había «here-
ción estuvo libre de toda traza del pecado original. De ese modo, dado una naturaleza pecadora y caída» declaraba: «La creen-
puesto que era distinta de sus ancestros y del resto de la huma- cia delos adventistas del séptimo día sobre ese asunto está es-
nidad caída, podía ofrecer a su Hijo una carne semejante a la de tablecida definitivamente en Hebreos 2:14-18. Puesto que un
Adán antes del pecado. texto bíblico enseña que Cristo participó de nuestra naturaleza
de manera efectiva, nosotros también debemos enseñarlo.» Más
1 Youth’s instructor, 23 de agosto de 1894. tarde, en un artículo que comentaba la respuesta crítica a su afir-
2 Manuscript Releases, vol. 4, p. 235.
3 Youth’s Instructor, 1 de septiembre de 1873.
mación, escribió:

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DE LA ANTROPOLOGÍA A LA CRISTOLOGÍA JESÚS-DIOS EN UNA CARNE PARECIDA A LA NUESTRA

«Debemos admitir que si la declaración según la cual Cristo DIÁLOGO Y CAMBIO


heredó una “naturaleza pecadora y caída” no va acompañada
de precisión alguna, puede ser mal entendida y significar que El lector puede imaginar la sorpresa de quien suscribe estas lí-
Cristo fue un pecador por naturaleza, como nosotros. Eviden- neas cuando, en su condición de redactor de la Adventist Review
temente tal doctrina sería espantosa. Pero no compartimos una durante los años cincuenta, escuchó a ciertos dirigentes adven-
creencia así. Los adventistas enseñamos sin reservas que, si tistas que afirmaban que ese no era el punto de vista correcto, que
bien Cristo nació de una mujer, participó de la misma carne y la era apoyado sólo por una minoría excéntrica de la iglesia. Por aquel
misma sangre que nosotros y se hizo tan semejante a sus her- entonces se estaba produciendo un diálogo con algunos pastores
manos que pudo ser tentado en todo como nosotros, fue sin pe- evangélicos que estaban adscritos a una percepción de la natu-
cado, porque no conoció el pecado.» raleza humana que incluía el error de la inmortalidad del alma. Se
«La clave de toda la cuestión está ciertamente en la frase “sin dijo que nuestra posición sobre la naturaleza humana de Cristo
cometer pecado”. Creemos sin reserva en esta declaración las estaba en proceso de ser «esclarecida». Tras el final del diálogo,
Santas Escrituras. Cristo fue verdaderamente sin pecado. varios dirigentes de la iglesia que habían estado implicados en las
Creemos que aquél que era sin pecado fue hecho pecado por discusiones anunciaron que Cristo había tomado la naturaleza hu-
nosotros; condición indispensable para que fuera nuestro mana de Adán anterior a la caída; no la posterior. Se había pro-
Salvador. No hay nadie que sea capaz de usar un vocabulario ducido un giro. Su postura había cambiado de poslapsariana a
que escape a los malentendidos; así que cualquiera que sea el prelapsariana.
que emplee un adventista para describir la naturaleza que Cristo Ese cambio espectacular motivó a quien escribe el estudio de
heredó en el nivel humano, creemos implícitamente, tal como ya la cuestión con una intensidad rayana a la obsesión. Con toda la
hemos dicho, que Cristo fue sin pecado.»4 objetividad de que era capaz, examinó las Escrituras y leyó los es-
critos de Ellen White y las declaraciones de los pensadores ad-
La posición avanzada por Nichol representaba con precisión la ventistas que se habían publicado durante los últimos cien años.
fe que la Iglesia Adventista había compartido durante décadas También examinó los estudios y los libros de autores adventistas
como la de respetados biblistas no adventistas. Fue también la contemporáneos y otros teólogos no adventistas. El objetivo era
de Ellen White, quien escribió: «Al tomar sobre sí la naturaleza del comprender qué efecto podía tener este movimiento sobre: 1) el
hombre en su condición caída, Cristo no participó de su pecado en símbolo de la escalera de Jacob que recorre todo el espacio en-
lo más mínimo. […] Fue conmovido por el sentimiento de nuestras tre el cielo y la tierra; 2) la intención de Cristo al tomar la condición
debilidades y fue en todo tentado a nuestra semejanza. Y, sin em- humana; 3) las relaciones que existen entre su humanidad y su
bargo, no conoció pecado. […] No debemos tener dudas en cuan- cualidad de sumo sacerdote (Hebreos 2:10);6 4) la dificultad re-
to a la perfección impecable de la naturaleza humana de Cristo».5 lativa en un combate contra el adversario si hubiese tenido lugar
en una carne sin pecado o en una carne de pecado; 5) un senti-
4 Review and Herald, 12 de marzo de 1931. do más profundo a la vez de las experiencias de Getsemaní y
5 «Tentado en todo según nuestra semejanza», Mensajes selectos, tomo
1, traducción de un artículo aparecido en The Signs of the Times de 9 de
6 Cf. WHITE, Ellen, El discurso maestro de Jesucristo, p. 56.
junio de 1898.

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DE LA ANTROPOLOGÍA A LA CRISTOLOGÍA JESÚS-DIOS EN UNA CARNE PARECIDA A LA NUESTRA

del Calvario; 6) la doctrina de la justificación por la fe, y 7) el valor nían la posición histórica de la naturaleza caída en la humanidad
de la vida de Cristo como un ejemplo a seguir. de Jesús. Sin querer emitir aquí juicio alguno, parece que la ela-
El estudio se prolongó durante más de cuarenta años y dio sus boración de dichas tentativas se parece mucho a aquella de un
resultados. Puso de relieve la importancia de una visión correcta procurador de la República Francesa que un día declaró: «Si tie-
acerca de la naturaleza humana de Cristo, a la vez que también ne un expediente sólido, cíñase a los hechos. Si tiene un expe-
es necesario entender mejor dos declaraciones de Ellen White so- diente poco documentado, intente complicar la cuestión. Si su dos-
bre el modo en que las verdades sencillas pueden ser presenta- sier está vacío, seduzca al jurado.»
das de manera que creen confusión: ¿Es importante saber si Cristo tomó una naturaleza anterior o
posterior a la caída de Adán? Decididamente sí. Si creemos que
1. «Parece que los teólogos reconocidos encuentran placer Jesús tomó la naturaleza de Adán antes de su caída tenderemos
en hacer misterioso lo que es evidente. Revisten las ense- a pensar que tuvo ciertas ventajas de las que nosotros no goza-
ñanzas sencillas de la Palabra de Dios con sus oscuros ra- mos. Intentaremos excusar nuestros pecados. Estaremos inclina-
zonamientos y así arrojan confusión en la mente de aquellos dos a pensar que el ejemplo de Jesús es menos significativo para
que escuchan sus doctrinas.»7 nosotros. Empezaremos a dudar que pueda comprender realmente
2. «Muchas de las porciones de las Escrituras que los sabios nuestras tentaciones y sepa cómo hacer que para que podamos
declaran misteriosas o consideran sin importancia están re- «alcanzar misericordia y obtener la gracia de un auxilio oportu-
pletas de consuelo e instrucciones para aquel que ha asisti- no» (Hebreos 4:16). En la enseñanza bíblica de la justificación por
do a la escuela de Cristo. Una de las razones por las que nu- la fe pondremos el énfasis únicamente en la justificación e, inevi-
merosos teólogos entienden tan mal la palabra de Dios es tablemente, le robaremos a nuestro Salvador una parte de la glo-
que cierran los ojos a las verdades que no quieren poner en ria que recibe por haber llevado una vida perfecta y sin pecado,
práctica. La comprensión de las verdades de la Biblia depende a pesar de haber soportado las tentaciones de la naturaleza hu-
más de la sinceridad de corazón y la sed de justicia que de mana caída.
las capacidades intelectuales invertidas en la búsqueda.»8 Si, por otra parte, creemos que Cristo tomó una naturaleza hu-
mana posterior a la caída, podemos estar seguros de que la es-
Durante las últimas décadas, muchos autores han intentado de- calera de Jacob, un símbolo de Cristo, recorrió todo el camino que
mostrar que Cristo había tomado la naturaleza de Adán antes de va desde el cielo hasta la tierra. Su base se estableció firmemen-
la caída. Sus textos bíblicos aparecen muy sólidos a condición, te en la tierra, donde vivimos, y nos hizo capaces de mantener una
eso sí, de que se interpreten según las presuposiciones que se comunión constante con el cielo. Creemos que Cristo, en su com-
les aplican. Además, a menudo han empleado un acercamiento bate con Satanás, no tenía ventaja alguna sobre nosotros. Por
ad hominem y así han contribuido ampliamente a arrojar el des- más que fuese el Hijo de Dios, puso a un lado sus privilegios y pa-
crédito sobre profesores o pastores muy respetados que soste- ra vencer dependió únicamente de las Escrituras, la oración, el
Espíritu Santo y los ejércitos de los ángeles. Creemos que es nues-
tro ejemplo y, por su gracia divina, nosotros podemos vencer co-
7 Signs of the Times, 2 julio 1896.
8
mo él venció (Apocalipsis 3:21). Ello viene a apoyar nuestra con-
Counsels on Sabbath School Work, p. 38.

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DE LA ANTROPOLOGÍA A LA CRISTOLOGÍA

vicción según la cual la justicia que recibimos por la fe en Jesús Capítulo 6


incluye, a la vez, la justificación y la santificación.
Cuando nos detenemos a considerar los riesgos que Dios co-
rrió al dar a su Hijo unigénito para salvarnos, así como la glorio- DE LA NATURALEZA A LA FUNCIÓN
sa victoria de Cristo a pesar de que «tenía que parecerse en todo EN LA HISTORIA, LA ANTROPOLOGÍA
a sus hermanos» (Hebreos 2:17), nos sentimos empujados a ex- Y LA METAFÍSICA
clamar con las huestes celestiales: «Tú mereces, Señor y Dios
nuestro, recibir la gloria, el honor y la fuerza.» «¡El Cordero que Jean Flori
está degollado merece todo poderío y riqueza, saber y fuerza, ho- Director de Investigación en el
nor, gloria y alabanza!» (Apocalipsis 4:11; 5:12). No es de extra- Centre National de Recherche Scientifique (Francia)
ñar que Ellen White escribiese: «La humanidad del Hijo de Dios
es todo para nosotros. Es la cadena áurea que une nuestra alma
con Cristo, y mediante Cristo, con Dios.»9
«La ciudad de Dios que es tenida como una, en realidad es triple…»
«El Templo de Dios que es tenido como triple, es uno…»
«No hay otro Dios que Dios.»

Quien suscribe, historiador medievalista fruto del devenir de los


años, apela a la benevolencia del lector seguro de que sabrá per-
donar que por un momento se atreva a abandonar su especiali-
dad habitual y regrese a su primer amor, la teología. Estas líneas
pretenden ser un homenaje a Jean Zurcher, cuya contribución al
esclarecimiento de la antropología, que los avatares de la historia
se han esforzado en volver oscura, es de valor incalculable.
Permítasele al autor que tome como punto de partida de las re-
flexiones que siguen un texto fechado a inicios del siglo XI, en el
que Adalberón, obispo de Laon, establece los fundamentos ideo-
lógicos de la sociedad medieval. Los tres órdenes constituyeron
el origen de la sociedad del Antiguo Régimen, que perduró hasta
la Revolución Francesa. Dicho texto, elaborado como reacción an-
te los esquemas anteriores, puede servir de modelo metodológi-
co para unas tentativas de interpretación, que se esbozan aquí
9 «Escudriñad las Escrituras», Mensajes selectos, tomo 1, traducción de un
con el fin de convertirse en jalones para una investigación futura.
artículo aparecido en The Youth’s Instructor, 13 de octubre de 1898.

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DE LA ANTROPOLOGÍA A LA CRISTOLOGÍA DE LA NATURALEZA A LA FUNCIÓN EN LA HISTORIA, LA ANTROPOLOGÍA Y LA METAFÍSICA

EL ESQUEMA DE LA TRIPLE FUNCIÓN: LA SOCIEDAD pecial al primer orden.2 Finalmente, el tercer orden, el de los la-
DE LOS TRES ÓRDENES boratores, debía laborar, «hacer las labores», trabajar la tierra
para nutrir a los otros dos y estaba sometido a las directivas es-
A la concepción dualista tradicional de Occidente, que oponía dos pirituales del clero y a los requerimientos armados de los ca-
categorías de seres humanos distinguidos según su «naturale- balleros. Ese modelo haría fortuna. Tal como se ha dicho es el
za» (clérigos frente a laicos, vírgenes y célibes frente a personas origen de la sociedad del Antiguo Régimen: clero, nobleza y ter-
casadas, etc.), seguidora de una tradición vigente desde san cer estado.3
Agustín o incluso antes, algunos eclesiásticos de los siglos IX a A pesar de tener algunas imperfecciones, el esquema reflejaba
XI, entre los que se encontraban Heric de Auxerre, Aelfrico, Wulfstán mejor la realidad que el precedente, dualista, que oponía tan sólo
y, más concretamente, Gerardo de Cambray y Adalberón de Laon, dos estados, dos «naturalezas», y no dos funciones. Pero, a su vez,
elaboraron un nuevo esquema que ya no estaba basado en las no transcurrió mucho tiempo sin que se revelara insuficiente y no ap-
categorías «esenciales» referidas al estado (status) de los seres to para traducir la realidad. La causa fue la introducción de un ele-
humanos, sino en su función, en el papel que desempeñaban en mento de discordia que no entraba en el esquema elaborado en una
la sociedad cristiana, es decir, en la misión que les era asigna- época y una sociedad cristiana rudimentaria, rural y agrícola: los mer-
da por Dios. caderes, los artesanos, los profesores, los cambistas, etcétera, que
El texto de Adalberón es conocido y se puede traducir de este aparecieron a partir del siglo XII, con el resurgimiento del comercio,
modo: el auge de las ciudades y la importancia cada vez mayor del dine-
ro. A mediados del siglo XII Juan de Salisbury, en su Policraticus,4 se
«Así pues la ciudad de Dios que es tenida como una, en rea- da cuenta de ello y prefiere utilizar la imagen del cuerpo de la Iglesia:
lidad es triple. Unos rezan, otros luchan y otros trabajan. Los de su cabeza representando al clero, su brazo armado que son los
tres órdenes viven juntos y no sufrirían una separación.»1 caballeros, sus pies como metáfora de los artesanos, etcétera.
Además, la irrupción de las órdenes religiosas militares, templarios
Este esquema, que a la vez intenta recoger la unidad de la u hospitalarios, que eran monjes a la vez que guerreros, quiebra por
sociedad cristiana (asimilada entonces a la Iglesia) y la diversi- su misma base la organización de los tres órdenes ya que en su se-
dad delas «categorías» de seres humanos que la componen, no desaparecen todas las distinciones entre los que rezan y los
era un calco de la ideología política de la época –lo cual no nos
incumbe en este momento– y se basaba en la observación de
la sociedad. El clero, sacerdotes y monjes (oratores), estaba en- 2 Véanse al respecto las instituciones de paz, la Paz de Dios y la Tregua
cargado de instruir, dirigir e informar la sociedad, dándole un de Dios, que estaban destinadas a restringir las nefastas actividades gue-
sentido. El segundo orden, el de los milites, los que luchan, te- rreras de los milites. Sobre este asunto, véase FLORI, Jean, L’ideologie du
glaive. Préhistoire de la chevalerie, Ginebra: Droz, 1983.
nía la misión de proteger al conjunto de la sociedad y, en es- 3 Cf. DUBY, Georges, Les trois ordres ou l’imaginaire du féodalisme, París,
1978.
1 ADALBERÓN DE LAON, Carmen ad Rodbertum regem francorum, citado 4 JUAN DE SALISBURY, Policraticus, lib. VI, ed. C.I. Webb, Londres, 1909.
en ARTOLA, Miguel, ed.; Textos fundamentales para la historia, Madrid: sobre este punto, véase FLORI, Jean, «La chevalerie selon Jean de Salisbury»,
Alianza, 1992, 10.ª ed., p. 70. Revue d’histoire ecclésiastique, 77 (1982), 1/2, pp. 35-77.

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DE LA ANTROPOLOGÍA A LA CRISTOLOGÍA DE LA NATURALEZA A LA FUNCIÓN EN LA HISTORIA, LA ANTROPOLOGÍA Y LA METAFÍSICA

que combaten, que hasta entonces estuvieron radicalmente sepa- mo tipo de inadecuación de detalle, cuando finalmente se ha cam-
rados.5 biado el ángulo de visión o de problemática y se ha pasado de las
A pesar de esas lagunas, la concepción teológico-social de los «naturalezas» a las «funciones», se ha progresado de una con-
tres órdenes de la sociedad marcaba un progreso considerable so- cepción dualista hacia otra de carácter tricotomista.
bre el esquema dualista precedente. Dicho progreso, subrayémoslo, Cierto es, ya lo sabemos, que comparar no es razonar; cierto
es debido al paso del plano de la esencia al de la existencia o, me- es que aquí el problema es más delicado, porque conviene refe-
jor dicho, del plano de las «naturalezas» al de las «funciones», rirse en primer lugar al texto bíblico antes de elaborar un con-
de las manifestaciones tangibles del hombre en la sociedad cris- cepto antropológico compatible con la revelación. Además, tal co-
tiana. Desde entonces, como en todas las sociedades indoeuro- mo no he cesado de repetir insistentemente tanto en mis clases
peas según G. Dumézil (y yo me atrevería a decir: «como en todas como en mis escritos más antiguos, el texto de la Biblia no está
las sociedades organizadas»), aparecen tres funciones esenciales destinado a explicar, sino a enseñar; su misión no es informar, si-
que pueden ser caracterizadas como sigue: el pensamiento infor- no reformar; no pretende traducir la realidad inaccesible e inde-
mativo y director (el clero en la sociedad medieval), la acción coer- cible con palabras, sino que presenta esa realidad como un hecho
citiva y protectora (los guerreros) y la función de nutrición (los agri- para permitir que saquemos lecciones. El texto bíblico debe ser
cultores, a quienes más tarde se unirían los artesanos, etc.) respetado en su espÌritu, en su intencionalidad.6
Así, aun teniendo en cuenta las reservas mencionadas más arri- ¿Cuál es la doctrina bíblica al respecto? Enseguida nos vienen
ba, Adalberón tenía razón cuando decía que «la ciudad de Dios que a la memoria dos textos relacionados con la antropología: el «re-
es tenida como una, en realidad es triple». De hecho se manifiesta, lato de la creación», que se refiere a la creación del hombre7 y aquél
principalmente al menos, en tres planos, en tres ámbitos distintos. en el que Pablo exhorta a los tesalonicenses para que sean san-
tificados a fin de que su ser entero se conserve irreprensible para
EL HOMBRE TRIDIMENSIONAL el retorno de Cristo.8 ¿Cómo podemos interpretar estos textos y
cómo han sido interpretados a lo largo de la historia?
Cuando el historiador que ha sido un poco teólogo observa de
lejos el proceso de elaboración de las doctrinas antropológicas de El modelo dualista: cuerpo y alma
la iglesia cristiana, no puede por menos que sorprenderse ante la
similitud que existe entre dicho proceso y el que acabamos de evo- La iglesia cristiana, que muy pronto interpretó los textos bíblicos a
car con respecto a Adalberón. Aquí como ahí, incluso con el mis- través del prisma deformador de la filosofía platónica, en el nivel
de la naturaleza o la esencia vio al hombre como un compendio, la

5 Esta ruptura del esquema social fue causa de mala conciencia en los mis- 6 Cf. FLORI, Jean, Génese ou l’anti-mythe, Dammarie-lès-Lys: Vie et Santé
mos templarios, que en un principio dudaban de la legitimidad de su pro- 1980 (ed. esp.: Los orígenes, una desmitificación, Madrid: Safeliz, (1983).
pia existencia. Prueba de ello son la composición, anterior a 1129, de De 7 «Entonces el Señor Dios modeló al hombre de arcilla del suelo, sopló en
laude novæ militiæ por parte de Bernardo de Clairvaux y del Sermo ad mi- su nariz aliento de vida, y el hombre se convirtió en ser vivo.» (Génesis 2:7)
lites Templi, del maestro de la orden Hugo de Payns. Sobre este asunto, 8 «Que el Dios de la paz os consagre él mismo íntegramente y que vuestra
véase FLORI, Jean, L’éssor de la chevalerie, XIe-XIIe siècles, Ginebra: Droz, entera persona, alma y cuerpo, se conserve sin tacha para la venida de
1986, p. 208 y siguientes. nuestro Señor, Jesús el Mesías.» (1 Tesalonicenses 5:23)

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DE LA ANTROPOLOGÍA A LA CRISTOLOGÍA DE LA NATURALEZA A LA FUNCIÓN EN LA HISTORIA, LA ANTROPOLOGÍA Y LA METAFÍSICA

unión de dos «principios» radicalmente distintos: el alma, principio hasta su muerte, momento en el que dejará de existir. Así pues,
de vida, inmaterial y eterna, y el cuerpo, material y mortal. El gran cuando muere, no tenemos que preocuparnos de qué sucede con
mérito de Jean Zurcher es que ha desenmascarado y puesto de ma- los «elementos constitutivos» del hombre, precisamente porque no
nifiesto las dificultades insuperables que encuentra el esquema dua- hay elementos constitutivos. Cuando muere, el hombre desapare-
lista; en particular las que plantea la unión de una entidad material ce completamente10 hasta que resucita. Decir que el hombre cae
y perecedera con un «principio» que es inmaterial y eterno.9 Es in- en la inconsciencia es quedarnos cortos, ya que cesa su existencia.
útil abundar en el tema. Su mérito es, también, haber mostrado que Ahora bien, si nada subsiste de él cuando muere, si se nos per-
un esquema de ese tipo no es en absoluto bíblico. El texto relativo mite la comparación arriesgada, no sucede así en la «memoria de
a los orígenes no dice nada al respecto. No olvidemos, que para él Dios», tal como sucede con un documento, aunque sea de gran
su fin es más enseñar que explicar; simplemente enuncia que el tamaño y complejidad, almacenado en la memoria de un compu-
hombre fue creado por Dios, que antes de esa creación no era y, si tador. Dios puede recrearnos a voluntad, del mismo modo como
Dios no diera forma a la materia de la que está compuesto comu- basta «pinchar» sobre el icono de un texto para hacer que reapa-
nicándole el aliento de vida, no sería más que polvo, es decir, na- rezca, porque toda la información ha sido conservada en la me-
da o casi nada. La imagen ingenua e impactante que muestra a Dios moria del computador. Evidentemente, esta comparación es in-
soplando en la nariz de la estatua de arcilla o tierra que se conver- suficiente y trivial. No obstante, permite extrapolar porque está
tirá en el «alma viviente Adán», sin duda está destinada a mostrar, claro que la «memoria» de Dios es muy superior a la de un com-
precisamente, que sin la vida comunicada por Dios el hombre no es putador, por más que éste sea de quinta o sexta generación. El fu-
más que un conglomerado de moléculas carente de valor. turo se encargará de mostrarnos hasta qué punto la potencia de
Además, en ningún lugar de la Biblia se nos explica, ni siquiera nuestras máquinas es ridícula. Además, sabemos que el código
se nos sugiere, una oposición de tipo dualista entre un alma inma- genético de una persona es único y que un minúsculo fragmento
terial y eterna –y, llevando hasta el límite este razonamiento, ¿por de su piel basta para identificarla. Estos progresos tecnológicos,
qué no preexistente tal como creía Orígenes?–, que estaría conte- aún balbuceantes, son suficientes para intuir los métodos emplea-
nida o encerrada en el cuerpo como si de una prisión se tratara. Esta dos por Dios para «codificar» un individuo, a fin de que no se pier-
conclusión, que es lógica sobre la base de las premisas estableci- da nada de él después de su total desaparición. No es, pues, ne-
das, no es de la iglesia en su conjunto, sino de los herejes dualis- cesario que alguna parte de nuestro ser subsista para que, en el
tas. En el ámbito de la formación o, si se quiere, de la «naturaleza» momento de la resurrección, nuestra personalidad íntegra sea re-
del hombre (si es que el término naturaleza tiene algún sentido) es creada idéntica a sí misma, aunque felizmente despojada de las
preciso renunciar al esquema dualista. El hombre no es doble, no taras y defectos corregibles que tenía el código.
está formado por un cuerpo en el que Dios ha introducido un alma Algunos, por fidelidad al texto bíblico tomado literalmente, han
o un espíritu. Antes de la creación el hombre no es nada. Sólo se creído que podían proponer un esquema del tipo: cuerpo + espí-
convierte en hombre en el momento mismo en que Dios «anima» ritu = alma viviente. Quien escribe es de la opinión que en ese ca-
la estatua. A partir de ese momento es y es un «alma viviente»… so volvemos a tomar el camino equivocado. Por el momento, nos

9 ZURCHER, Jean, L’homme, sa nature et sa destinée, Neuchâtel:1953. 10 Cf. FLORI, Jean, Op. cit., p. 140 y siguientes.

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DE LA ANTROPOLOGÍA A LA CRISTOLOGÍA DE LA NATURALEZA A LA FUNCIÓN EN LA HISTORIA, LA ANTROPOLOGÍA Y LA METAFÍSICA

movemos en el nivel de la constitución «natural» del hombre. Un pensamiento, que tal zona alberga los reflejos, etcétera. Pero los
esquema de ese tipo implicaría que el hombre es un «conjunto», nombres alma y espíritu no hacen referencia a entidades físicas
cosa que no es. El hombre es UNO. Además, un esquema así pos- como sí sucede con las circunvoluciones del cerebro.
tula de algún modo la preexistencia de ambos elementos consti- Además, en el esquema tricotómico, las dificultades son del mis-
tutivos, lo cual nos lleva de nuevo a las anteriores dificultades. mo orden que en el caso del dualismo. ¿Cómo hacer cohabitar
Finalmente, ese esquema supone que es posible combinar uno una entidad física, material y perecedera con el alma o el espíri-
y otro elemento; y, como ya sabemos, sólo se pueden unir ele- tu, si entendemos dichos términos como entidades inmateriales?
mentos de la misma naturaleza. He aquí que volvemos a caer en ¿Qué sucede con esas entidades tras la muerte? ¿Qué eran an-
la funesta trampa de la noción de «naturaleza». tes de la creación del hombre, o antes de su nacimiento? ¿En qué
En pocas palabras: la fórmula cuerpo + espíritu = alma vivien- momento el alma (en el esquema dualista) o el espíritu (en el es-
te no es admisible. Del mismo modo que no podemos decir bom- quema tricotómico) entra en el hombre? Todas esas cuestiones
billa + corriente eléctrica = lámpara. De hecho la lámpara es el re- inevitables plantean problemas irresolubles.
sultado de la corriente eléctrica actuando en la bombilla. Del mismo
modo, el hombre, el ser viviente, es el resultado de la acción di- El hombre es uno pero tridimensional
vina en la materia que forma su cuerpo.
Por todo ello, el esquema dualista fracasa en el intento de ex- El panorama cambia si consideramos que los términos cuerpo, al-
plicar qué es el hombre en su naturaleza. Vayamos más lejos y ma y espíritu no designan entidades distintas, sino manifestacio-
evitemos a partir de ahora el término «naturaleza humana», que nes diversas de un único ser humano o, si se prefiere, sus «di-
precisamente supone la existencia de un modelo en el orden de mensiones», sus funciones. Henos otra vez ante el esquema
la esencia. Por otra parte, esa expresión no es nada más que una tridimensional de Adalberón de Laon.
pura abstracción que designa el conjunto de caracteres comu- Según la Biblia, el hombre –incluso su cuerpo– es templo del
nes a todos los hombres; no tiene existencia en sí misma. Espíritu Santo. La persona humana tiene vocación de ser habita-
da por Dios. Pablo dice que el ser humano entero debe, pues, con-
El modelo tricotómico: espíritu, alma y cuerpo servarse irreprensible: espíritu, alma y cuerpo. El hombre, por con-
siguiente, constituye en cierta manera, tal como decía Adalberón
¿Es mejor el esquema tricotómico? En todo caso es más confor- sobre la Iglesia, la «ciudad de Dios», el «templo de Dios».
me al lenguaje bíblico. En esta concepción, el ser humano es tri- Adán se convirtió en un alma viviente cuando Dios lo creó dan-
ple: espíritu, alma y cuerpo. Si nos quedamos en el plano de la do vida con su aliento a la materia con la que modeló su cuerpo.
«naturaleza» o la constitución del hombre, podríamos llegar a de- Desde entonces, como todos los seres humanos que le siguie-
cir que el cuerpo es la «sede» de las actividades físicas, el alma ron, se expresó en tres planos, tres ámbitos. Es UNO, pero se ma-
es la «sede» de las actividades psíquicas y el espíritu es la «se- nifiesta materialmente con una apariencia física, ¡ay!, degrada-
de» de las actividades mentales y espirituales. Pero aquí el tér- ble: el cuerpo (sóma). También se manifiesta en el plano de las
mino sede es engañoso, porque sugiere una entidad, un órgano sensaciones y los sentimientos mediante lo que se llama el psi-
específico. Actualmente sabemos que el cerebro es la sede del quismo (psyche), el alma (en ese sentido hablamos de un alma be-

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DE LA ANTROPOLOGÍA A LA CRISTOLOGÍA DE LA NATURALEZA A LA FUNCIÓN EN LA HISTORIA, LA ANTROPOLOGÍA Y LA METAFÍSICA

lla, de dolor en el alma, un vacío en el alma, etc.). En último lugar nados a morir en la hoguera? ¿Y los evaporados en una explosión
se manifiesta con pensamientos que pueden dirigirse hacia él mis- nuclear? Y así tantos otros… Del mismo modo, la expresión «librar
mo (introspección), hacia el mundo exterior (observación, estu- el alma a Dios» también es una figura retórica: Dios no colecciona
dio, ciencia, etc.) o elevarse hacia Dios (es la dimensión espiritual o almas y no tiene ninguna necesidad de ello. También es una figura
pneumática). Así, sin dejar de ser UNO, el ser humano se mani- retórica hablar del «sueño de los muertos». Esta frase expresa bien
fiesta en tres campos que se suelen llamar cuerpo, alma y espíri- la inconsciencia de los difuntos pero no va mucho más allá; porque
tu; tres dimensiones humanas y no tres partes o tres entidades. decir que los muertos «duermen» lleva a entender implícitamente
Mediante el cuerpo el hombre se expresa con gestos, actitudes, que están vivos y existen. Es mejor decir que «ya no son»; la ima-
acciones (caricias o golpes, por ejemplo). Su cuerpo traduce al gen bíblica del sonido que se desvanece parece más adecuada.
campo de la materia lo que es en lo más profundo de su ser. El «Entregar o librar el alma a Dios» explica la fe del hombre que, en el
cuerpo del hombre es la totalidad del hombre en el ámbito mate- momento de desaparecer, confía en su Creador al que cree capaz
rial. Los vegetales y los animales también tienen esta dimensión. de recrearlo cuando llegue la hora. Pero el valor de esta imagen es-
Con el alma, el psiquismo, el hombre se expresa en el ámbito tá falseado por la concepción que se ha convertido en tradicional de
de los sentimientos, de la afectividad, del amor, de las relaciones un alma que es una entidad en sí misma, que continúa su existen-
humanas, etcétera. Los animales también son capaces de expe- cia desencarnada después de la muerte, que precisamente es lo
rimentar sentimientos y están dotados de esta capacidad, que es- contrario de lo que la imagen pretende expresar. Porque en la Biblia
tá ausente en los vegetales. el alma es la vida. Cuando muere, el hombre pone su vida en las ma-
Con el espíritu, el hombre –y él sólo– puede elevarse en el cam- nos (una nueva metáfora) de Dios, quien a partir de ese momento
po del pensamiento y puede encontrarse con sus semejantes o, in- conserva su recuerdo. Por así decirlo, es «memorizado» como un
cluso, elevarse hasta Dios. Esta dimensión, que es una función y documento en el disco duro de un computador y está a listo para vol-
no una entidad, una parte o un órgano, evidentemente puede per- ver a la vida en cuerpo, alma y espíritu si Dios quiere reconstituirlo
derse por ausencia de uso; del mismo modo que puede debilitarse para la vida eterna. Figura retórica es también decir que «el espíri-
un músculo por falta de ejercicio, atrofiarse una memoria si no se tu (el aliento) regresa a Dios». De hecho, todo el hombre desapa-
utiliza o desaparecer una sensibilidad si no se escatiman esfuerzos rece del mundo sensible y no es más que virtualidad en la memo-
para paralizarla: los nazis, los torturadores y los terroristas son la la- ria de Dios. Ya no es. Ya no es nada. Sería mejor decir que el hombre,
mentable prueba de ello. La «conciencia» no es más que una for- puesto que no es más el sujeto de algo o nada, ya no se puede cons-
ma de esa capacidad. Algunos hombres han conseguido acallarla truir ninguna frase a su própositoque empiece con «él».
y haciéndolo suprimen su dimensión pneumática y se rebajan ellos Así concebido, el esquema da mejor cuenta de la realidad. El
mismos al nivel de los animales o incluso más bajo. hombre es UNO, se siente UNO y se manifiesta en los tres planos
La unidad del hombre «normal» es absoluta. En él no hay tres en- arriba mencionados.
tidades separables y a su muerte desaparece por completo, al me- Pero, este esquema no agota la realidad, como el esquema
nos provisionalmente. Decir que el cuerpo regresa al polvo no es de las tres funciones de la sociedad tampoco, aunque es muy su-
más que una figura retórica. ¿Qué sucede con los marinos que se perior al dualismo o incluso a la tricotomía de la naturaleza. Porque
ahogan o son devorados por los peces? ¿Qué pasa con los conde- podemos afinar el análisis y referenciar otros planos que la mis-

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DE LA ANTROPOLOGÍA A LA CRISTOLOGÍA DE LA NATURALEZA A LA FUNCIÓN EN LA HISTORIA, LA ANTROPOLOGÍA Y LA METAFÍSICA

ma Biblia sugiere: la voluntad de decisión (el corazón [kardia]), según nuestra opinión, que enfocando el debate sobre la natura-
la voluntad que actúa (los riñones), etcétera. Es preciso admitir sin leza de Cristo se habían orientado en una dirección equivocada.
vacilación que el esquema tridimensional es tan sólo aproximati- Porque hablar de dos naturalezas en una persona no es otra
vo; no agota una realidad pendiente de descubrir, probablemen- cosa que una distracción o, peor aún, pura palabrería, en la medida
te aún más compleja y diversa de lo que creemos. en que estaban, y estamos, totalmente incapacitados para definir
Ciñéndonos a lo esencial, podemos, no obstante, invertir la fór- qué es en sí misma una naturaleza. No se puede definir más que
mula de Adalberón y decir que esta «ciudad de Dios» que es teni- como referencia respecto a un grupo de personas que reúnen al-
da como triple en realidad es una y no soporta ser desmembrada. gunos caracteres comunes a todas ellas. Por «naturaleza humana»
Y sin embargo, durante siglos eso es lo que se ha venido haciendo. no entendemos una entidad, un «modelo», sino un conjunto de ca-
racteres que la experiencia ha permitido detectar en la mayoría de
DIOS UNO Y TRINO los seres vivos. La expresión «naturaleza humana» no es otra cosa
que una manera de designar los caracteres generales que se es-
Los animistas creían que todo es Dios; los panteístas creían que pera encontrar en todos los hombres, en la medida que han sido de-
Dios está en todas las cosas; los paganos, que hay un gran nú- tectados en la gran mayoría de ellos. Se trata pues, por así decirlo,
mero de dioses; y el cristianismo, siguiendo al judaísmo, del cual de una «media estadística». Ello nos lleva a interrogarnos sobre el
se considera heredero, afirma que no hay más que un Dios. Pero sentido de esta expresión cuando se la aplica a un ser como Jesús
apoyándose en textos bíblicos también afirma que Jesús es «el que, precisamente, según el testimonio de la Biblia, NO es un ser
Hijo de Dios», que está muy por encima de los profetas, que es como los demás y escapa a todo análisis fundado en la estadística.
«la Palabra de Dios», que era «antes que Abraham», que «Dios La expresión tiene aún menos sentido si se trata de un discurso so-
creó el mundo por su palabra» y que «se hizo carne» antes de re- bre Dios, que escapa (casi nos atreveríamos a decir que «por na-
gresar junto al «Padre» y enviar «el Espíritu Santo» al mundo.11 turaleza») a todas las categorías y evaluaciones de tipo experimental.
Enseguida se ve que en la Iglesia apareció muy deprisa el pro- En ese punto salimos de la experiencia y la «cuantificación» (aun in-
blema que plantea un «Dios único» revelado en «tres personas». consciente) que son las únicas que permiten la elaboración de un
Sin ningún lugar a dudas se corría el riesgo del politeísmo, y la modelo «estándar» designado por el término «naturaleza humana».
aparición de María y los santos en la obra de salvación no hizo Ello tiene sentido cuando nos referimos a nuestros semejantes pe-
más que aumentarlo. El islam se dio cuenta de ello. Mahoma con- ro carece de toda lógica cuando se aplica a «fenómenos» que, por
denó a los cristianos por «asociacionistas» y afirmó como doctri- su unicidad o su carácter extraordinario, escapan a la experiencia y
na fundamental de fe la declaración tan conocida: «Alá es el úni- al análisis de los «fenómenos» ordinarios y repetitivos; en pocas pa-
co Dios y no hay más Dios que Dios». labras, escapan al mundo de la experimentación.
Los debates de increíble complejidad que los protagonistas de Parece, pues, que hablar de «naturaleza humana» es peligroso.
la controversia cristológica iniciaron en los siglos IV y V muestran, Es mejor referirse a «los hombres, los seres humanos». Por otra
parte, por las razones que acabamos de mencionar, parece total-
11 Véanse entre innumerables referencias: Juan 1:34; Marcos 14:61; Mateo mente imposible que se pueda hablar de «naturaleza divina» sea
16:6; Hebreos 1:1; Juan 1:1-18; 8:56-59; 16:5-15; Romanos 8:3, 4; válido. Y el discurso sobre la «doble naturaleza humana y divina»
Colosenses 1:12-20, etc.

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DE LA ANTROPOLOGÍA A LA CRISTOLOGÍA DE LA NATURALEZA A LA FUNCIÓN EN LA HISTORIA, LA ANTROPOLOGÍA Y LA METAFÍSICA

de Jesús parece ya carente de todo sentido, por cuanto se trata de Para ilustrarlo, retomemos por un instante el relato de la crea-
un ser único, que no se presta ni a la observación, ni al análisis ción. Es evidente que el acto creador pone en juego fuerzas y le-
cuantitativo, ni a la experimentación. A la imposibilidad de definir yes que escapan ampliamente a los sabios más aventajados de
de una forma plausible qué es la «naturaleza» divina se añaden los la actualidad. El texto bíblico, que lo recoge en unas pocas líneas
problemas insolubles de la fusión en un solo ser de dos «natura- destinadas a ser entendidas por hombres de todas las épocas, to-
lezas» distintas. Aquí volvemos a caer en las trampas ya denun- dos los grados de inteligencia y con conocimientos científicos muy
ciadas sobre la unión del alma y el cuerpo en la antropología. diversos, no tiene, por supuesto, la función de dar un informe de
Así las cosas, el problema planteado por la unión en Jesús de qué sucedió realmente, por simplificado que éste sea. El texto
la «naturaleza humana» y la «naturaleza divina» es total y do- no tiene una naturaleza informativa. No está destinado a decirnos
blemente insoluble. Y salvamos las apariencias diciendo que ese cómo crea Dios, sino que afirma que Dios es el creador y da un
es «un misterio que nos sobrepasa». De hecho, si bien es muy relato que está destinado a enseñarnos aquéllo que debemos in-
cierto que esta cuestión nos sobrepasa, también es verdad que ferir con respecto a nuestra vida, nuestra relación con el Creador,
ha sido oscurecida hasta la opacidad por el hecho mismo de que nuestra relación con las demás criaturas, etcétera. Nadie hoy en
ha sido mal planteada y explicada con conceptos inadecuados y día caería en la petulancia de afirmar que el texto bíblico de la
categorías no aptas. creación puede servir de base para estudiar qué sucedió real-
¿Cómo salir de este callejón? mente. El texto revelado por Dios sobre un hecho (la creación) que
Quizá sea hora de recordar que la Biblia no es un libro de cien- escapa a nuestro entendimiento y que, por lo demás, no tuvo tes-
cia, ya sea antropológica o metafísica. Cuando la teología se pre- tigo presencial alguno, que a la vez escapa incluso a la defini-
senta como una ciencia capaz de mantener un discurso sobre Dios, ción de texto de género histórico, no puede tener la intención de
como si Dios fuese un objeto de saber, traiciona su misión de informarnos sobre esa realidad inaccesible. Su razón de ser es
hablar a los hombres de parte de Dios y hacer que su mensaje sea proporcionarnos las enseñanzas que de él se deducen.
audible y asequible, de modo que llegue a ser más eficaz. Su fun- La demostración de lo que acabamos de decir está en el propio
ción no es, en absoluto, tomar el dato revelado como punto de par- texto bíblico cuando, hablando de la creación del hombre, el tex-
tida para elaborar un discurso en el orden del saber. En otras pa- to afirma que «Dios hizo al hombre a su imagen», a la vez que afir-
labras, una vez más, la palabra revelada, la Biblia, no debe ser maba que por «hombre» se entiende «hombre y mujer».12 Nuestro
utilizada para «ascender» hacia su autor, en una especie de cu- objetivo debe ser la búsqueda del sentido práctico, moral y utilita-
riosidad aparentemente legítima pero vana. rio de esta expresión en lugar de tomar constantemente esa ima-
Es preciso, pues, establecer la premisa de que Dios, en su Ser, gen como un documento informativo que permite deducir a qué se
es, para siempre, inaccesible. Su «naturaleza» no nos es acce- parece Dios. Si hacemos eso, «desnaturalizamos» la intención,
sible. Carecemos de la inteligencia y los medios «técnicos» para queremos «hacer» a Dios a la imagen del hombre. Queremos «re-
abordar desde este ángulo el problema de la «naturaleza divina». presentar» a Dios, cosa que la Biblia prohíbe, porque un com-
Dicho de otro modo: ni el razonamiento ni el estudio de la Biblia portamiento así es blasfemo.
nos permiten alcanzar la realidad de aquello que escapa al mun-
do sensible, el de la experiencia, la experimentación y la historia. 12 Génesis 1:27.

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DE LA ANTROPOLOGÍA A LA CRISTOLOGÍA DE LA NATURALEZA A LA FUNCIÓN EN LA HISTORIA, LA ANTROPOLOGÍA Y LA METAFÍSICA

Extraigamos las necesarias lecciones de ambos ejemplos. Los Dios y, no obstante, acepta mostrarle «su gloria» «poniendo su
relatos de la creación del mundo y la creación del hombre no son mano delante de Moisés» cuando pasa para que pueda ver su glo-
documentos descriptivos de modo que el hombre pueda utilizar ria sin ver su «cara» y que sólo pueda ver «su espalda».13 Todo
los textos para obtener información sobre lo que sucedió realmente ello no impide que el mismo texto afirme que Moisés «hablaba ca-
en un proceso literalmente inaudito, que siendo inaccesible para ra a cara» con Dios, «como habla un hombre a su amigo»,14 mien-
nuestra inteligencia y nuestros medios científicos y de percepción tras que en otro texto Dios afirme que se reveló a Moisés de mo-
a las puertas del siglo XXI, lo sería tanto más en el pasado. Por otra do más completo que a otros profetas porque le hablaba «boca
parte, esos textos tuvieron, y tienen todavía, un valor teológico y a boca», «no en enigmas» y Moisés veía «la imagen del Eterno».15
moral, a condición de que de ellos no se haga un uso contradic- Es evidente que esas distintas afirmaciones carecen de sentido
torio; a condición de que se parta de ellos no para ascender has- alguno si se toman como informaciones sobre Dios y, en cambio,
ta el hecho inaccesible que en ningún modo pretenden describir, son altamente instructivas por lo que se refiere a nuestro propó-
sino que se descienda del hecho que narran para sacar las lec- sito, porque todas indican que Dios es «en sí» totalmente inac-
ciones que, precisamente, pretenden explicar. Ambos relatos fue- cesible a los sentidos humanos. El hombre no recibe de Dios más
ron compuestos de ese modo y adoptaron ese género literario que aquéllo que Dios consiente en mostrar de sí mismo; y enton-
no informativo para transmitirnos sus lecciones fácilmente a lo lar- ces no son más que imágenes y no la realidad última, que per-
go de la historia. Si actuamos así nunca correremos el riesgo de manece inaccesible. Lo que los textos traducen con imágenes –la
encorsetar el dato revelado con una imagen necesariamente in- «mano» de Dios, la «gloria» de Dios, «ver la espalda de Dios»,
exacta, que se supera rápidamente, porque depende de los co- etc.– es, en resumen, «la imagen del Eterno.»16 Por otra parte,
nocimientos científicos siempre transitorios del momento. El error esa imagen le estaba prohibida al hombre, precisamente para que
del cientificismo es haber actuado así en el pasado. este no se «fabrique» una imagen defectuosa de Dios. Dicho de
Lo que es verdadero para el acto creador que evoca el relato otro modo, esas imágenes, esas «representaciones» que Dios
bíblico sin describirlo y para darnos el sentido práctico y moral mismo da de sí mismo tampoco son informativas porque enton-
es igualmente verdadero para todo aquello que sobrepasa la ex- ces carecerían de utilidad. Se limitan a explicar algunos aspectos
periencia humana, propiamente indescriptible porque las palabras de sus modos de acción, algunas de sus funciones (soberano, in-
humanas se extraen del entorno humano. Así se ha dicho a me- accesible aunque cercano, compasivo, amante, pronto a sostener,
nudo del profetismo, ya que el profeta es admitido a la contem- a ayudar, a guiar, etc.), y no la esencia de Dios.
plación de lo indecible y debe traducir en palabras lo que ha «vis- ¿Qué significa desde esta perspectiva la noción de Dios Padre?
to» u «oído», lo que ha percibido con medios que escapan de la Tampoco en este caso se debería tomar esa expresión como in-
norma. Ese es también, evidentemente, el caso de todo lo que en formativa. Dios no engendra, crea: no copula ni tiene necesidad
el relato bíblico evoca a Dios, la «persona» de Dios o la «natura- de esposa. Sus «hijos» no son sus descendientes biológicos. En
leza» de Dios. Además, esa incapacidad del hombre para «per-
cibir» a Dios mismo está claramente puesta de manifiesto en la 13 Éxodo 33:17-23.
14 Éxodo 33:11.
Biblia. Un ejemplo de ello es el momento en que Yahvé respon-
15 Números 12:6-8.
de a Moisés que para un humano no es posible «ver» el rostro de 16 La cursiva es nuestra.

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DE LA ANTROPOLOGÍA A LA CRISTOLOGÍA DE LA NATURALEZA A LA FUNCIÓN EN LA HISTORIA, LA ANTROPOLOGÍA Y LA METAFÍSICA

cambio, el nombre Padre evoca la idea de creación, de anteriori- la historia, de manera tangible y visible. Es una «manifestación»
dad, de iniciación, de autoridad (no olvidemos que nos movemos de Dios, un modo de acción.
en el marco de una sociedad antigua), de fundamento de la ac- Es esa misma función la que explican los relatos que hacen
ción, de amor, etcétera. En otras palabras, aún aquí se trata de de Jesús mismo una de las manifestaciones de Dios en la histo-
función y no de naturaleza. ria anterior a la era cristiana, como por ejemplo la de uno de los
¿Qué significa desde esta perspectiva la noción de Jesús «Hijo tres hombres que visitaron a Abraham antes de la destrucción
de Dios»? La expresión traduce con toda claridad la filiación. Todos de Sodoma y Gomorra,19 o también la del «general del ejército del
los hombres son, en ese sentido, «hijos de Dios», tal como re- Señor» que se aparece bruscamente a Josué antes de la batalla
cuerda la Biblia. Además, Jesús subraya esa solidaridad total con de Jericó, quien es designado tres líneas más abajo por la pala-
los hombres llamándose a su vez, y muy a menudo, «Hijo del bra «Señor».20 También en estos casos se trata de explicar la ac-
hombre». La expresión subraya también la dependencia, la su- ción visible y tangible de Dios a favor de los hombres; acción que
misión y la amorosa obediencia total, aun a riesgo de perder la requiere que Dios se manifieste en la historia, entre los hombres,
propia vida, como ya había manifestado Isaac al aceptar ser ofre- por los hombres o como un hombre. Estas intervenciones, evi-
cido en sacrificio. Una vez más nos encontramos ante la noción dentemente, no agotan la noción de Dios; no son más que su
de función más que la de naturaleza. Y cuando la Biblia afirma expresión, uno de los modos de acción de Dios. Casi nos atre-
que Jesús es la Palabra de Dios encarnada, que en él Dios «se vemos a decir «una de sus dimensiones».
hizo hombre» para habitar entre los hombres, se trata una vez ¿Qué significa desde esta perspectiva la noción del EspÌritu
más de explicar el hecho de que Jesús adoptó el papel de «re- Santo, definido tradicionalmente como la «tercera persona de la
velación» de Dios a los hombres. En ese sentido, es también una trinidad»? Allí donde la noción de Espíritu aparece en la Biblia,
«imagen del Eterno». Esa es la razón por la que puede decirle a siempre se debe traducir ese término por la noción de comunica-
Felipe «quien me ve a mí, está viendo al Padre.»17 Evidentemente, ción, de acción invisible de Dios, en oposición a Jesús, quien al
esta declaración no significa que la apariencia física de Jesús sea contrario es el modo de acción visible, palpable, «encarnado».
la réplica exacta de la «persona» de Dios, sino que todo aquello Además esa idea es evocada por los términos hebreo (ruah) o grie-
que los hombres necesitan saber de parte de Dios les ha sido go (pneuma) incluso mejor que el término español espíritu. Esta
transmitido por Jesús. La expresión se une aquí a la declara- noción activa imágenes que ilustran la acción del Espíritu Santo,
ción preliminar de la epístola a los Hebreos: «En múltiples oca- el cual es comparado a una ligera brisa, un soplo, etcétera. El ob-
siones y de muchas maneras habló Dios antiguamente a nues- jetivo de esas imágenes así como el de las palabras empleadas
tros padres por los profetas. Ahora, en esta etapa final, nos ha es mostrar que en ese caso también se trata de una función, que
hablado por un Hijo».18 De nuevo se trata de una función y no de
una esencia. Jesús adopta la función de revelar a Dios. Por él 19 Génesis 18:1-19:1. El texto habla de tres hombres, de los cuales uno es
Dios habla a los hombres, y actúa en su favor en el mundo y en el Eterno y los otros son dos ángeles que continúan su camino hacia
Sodoma. Una sólida tradición patrística ve a Jesús en esta manifestación
del Eterno. Ellen White también hace el mismo comentario cuando refie-
17 Juan 14:9. re este episodio en Patriarcas y profetas.
18 Hebreos 1:1, 2. 20 Josué 5:13-6:2.

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DE LA ANTROPOLOGÍA A LA CRISTOLOGÍA DE LA NATURALEZA A LA FUNCIÓN EN LA HISTORIA, LA ANTROPOLOGÍA Y LA METAFÍSICA

permite que Dios se comunique de forma inmaterial, «de espíritu ralezas», da mejor cuenta de la realidad sin llegar a agotarla. Es
a espíritu», por medio de la conciencia, por ejemplo, o mediante posible concebir otros modos de acción distintos a esos tres, que
la revelación interior y la iluminación. En otras palabras: el Espíritu tan sólo traducen las principales manifestaciones del ser humano.
Santo expresa otra función reveladora de Dios. Más que de la ter- En el plano metafísico, es posible que las nociones tradiciona-
cera «persona divina», es mejor hablar de un tercer modo de ac- les de Padre, Hijo y Espíritu Santo sean igualmente susceptibles
ción de Dios: la dimensión espiritual. de ser consideradas como las traducciones de tres «funciones»
principales de Dios más que tratarse de tres personas o «natura-
CONCLUSIÓN lezas» divinas. La principal ventaja de una concepción como esa
es que a la vez está en perfecto acuerdo con la revelación bíbli-
Ya es hora de regresar al principio que nos ha servido de hilo con- ca, que no «fuerza» en modo alguno el significado de los textos
ductor de este artículo. En cada uno de los casos contemplados, relacionados y conserva al Dios de la Biblia su carácter total-
parece que se han clarificado las cosas sin sacrificar nada de una mente monoteísta. En esa concepción Dios es UNO, radicalmen-
realidad a veces inaccesible. Para ello hemos rechazado la posi- te único, incognoscible en su esencia, que se da a conocer cuán-
bilidad de entrar en el terreno resbaladizo y mal definido de las do, cómo y a quién quiere. Desde esa perspectiva, podemos afirmar
«naturalezas» o la esencia y nos hemos ceñido a las manifesta- tranquilamente un monoteísmo radical y adherirnos a la vez a la
ciones, a las funciones y a los modos de acción. mayoría de las doctrinas «bíblicas» y primitivas relacionadas con
En el ámbito histórico-sociológico, la sociedad cristiana, que en la revelación en Jesucristo, incluida la del concilio de Nicea que
tiempos de Adalberón se creía una, no está dividida en dos cate- afirma con fuerza que en Jesucristo Dios se hizo hombre para sal-
gorías de hombres de naturaleza distinta, por un lado los cléri- varnos: «Homo factus est».21
gos y por el otro los laicos. La sociedad se manifiesta en la reali- Al igual que en los tres esquemas funcionales que preceden,
dad tangible, la única perceptible, mediante tres funciones cumplidas probablemente éste tampoco llegue a estar completo, porque evi-
por hombres: los que rezan, los que luchan y los que trabajan. Era dentemente no engloba todos los potenciales de acción de Dios,
un progreso... Pero había otras funciones que Adalberón había pa- ilimitado en este ámbito como en todos los demás. Tal como está,
sado por alto: los mercaderes, los profesores, los banqueros y los dicho esquema tiene al menos la virtud de no introducirse en el te-
artesanos no estaban incluidos en su esquema, demasiado sim- rreno minado de las «naturalezas», un concepto que, por lo que
plista a pesar de sus cualidades. se refiere a Dios y pensándolo detenidamente, ha originado un
En el ámbito antropológico, el hombre, que era tenido como do- lenguaje casi blasfemo. También tiene el mérito de traducir de ma-
ble, compuesto de un alma inmortal incluida o encerrada en un nera bastante satisfactoria los tres principales modos de acción
cuerpo perecedero, debe ser considerado como un ser único, in- de Dios: la función creadora, de autoridad y de voluntad que ac-
divisible, del cual los términos cuerpo, espíritu y alma no designan túa (expresada por el término Padre); la función reveladora de co-
«partes» sino funciones; o mejor dicho manifestaciones, modos municación total y visible que interviene en la historia humana que
de acción, dimensiones mediante las cuales el hombre actúa so-
bre su medio exterior y se comunica con el prójimo. En ese caso
21 Texto en DUVAL, A. et al., Les conciles œcuméniques: les décrets, t. II, 1:
también el esquema funcional, preferible al esquema de «natu-
Nicée à Latran V, París: Le Cerf, 1994, p. 40 y siguientes.

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DE LA ANTROPOLOGÍA A LA CRISTOLOGÍA

llega hasta la identificación en la encarnación (que expresa el tér- Capítulo 7


mino Hijo); y la función de comunicación, de comunión invisible y
discreta y de infusión mediante la cual Dios se comunica íntima- REFLEXIONES SOBRE EL TESTIMONIO:
mente con sus criaturas, los hombres, dotados por él con esa di- MIRANDO A CRISTO,
mensión (expresada por el término Espíritu Santo cuando se tra- EL TESTIGO FIEL Y VERDADERO
ta de Dios y espíritu cuando se trata de la función humana
homóloga). Ganoune Diop
Dios es uno, único, y no hay otro. Profesor de Antiguo Testamento,
Si hay alguna afirmación que debiera reunir a todos los cre- Facultad Adventista de Teología
yentes de las religiones monoteístas, es ésta.
Este ensayo se inscribe en un marco de reflexión sobre un as-
pecto de la cristología del Nuevo Testamento, en particular en el
Apocalipsis, en el que la contribución de Jean Zurcher es indiscu-
tible. Nuestra reflexión se desarrollará en cuatro partes:

a) ¿Qué es el testimonio? Bajo esta rúbrica intentaremos com-


prender brevemente las relaciones que se establecen entre
testimonio, discreción y militancia.
b) ¿Quiénes son los testigos, qué los caracteriza y cuál es el
contenido de su testimonio?
c) ¿Qué podemos aprender de aquél que se designa a sí mis-
mo como el testigo fiel y verdadero?
d) ¿Cuáles son para nosotros en la actualidad las implicacio-
nes prácticas que pueden ayudarnos, caso de ser necesa-
rio, a reforzar nuestra perseverancia y la calidad de nuestro
testimonio?

TESTIMONIO, DISCRECIÓN Y MILITANCIA

En razón de la polisemia que es característica de todas las pala-


bras, nos referiremos en primer lugar al diccionario para definir
el sentido y luego observaremos los respectivos contextos en los
que se utilizan. María Moliner, en su Diccionario de uso del es-
pañol define así testimonio:

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DE LA ANTROPOLOGÍA A LA CRISTOLOGÍA REFLEXIONES SOBRE EL TESTIMONIO: MIRANDO A CRISTO, EL TESTIGO FIEL Y VERDADERO

• Cosa que sirve para dar seguridad de la existencia de cierto El estricto respeto de la dignidad y la libertad del ser humano,
hecho, la verdad de cierta noticia, etc. fundado en el hecho de que ha sido creado por Dios, evitará mu-
• Documento legal, por ejemplo extendido por un notario, en que chos escollos. Y al contrario, el menosprecio de este dato, fun-
se da fe de algo. damental en las relaciones humanas, alimenta integrismos y ego-
• Copia de un documento autorizada legalmente. centrismos que no contemplan su testimonio más que como una
ocasión de blandir su verdad o la de su grupo.
Cuando lo que se busca es el verbo militar, se encuentra lo si- La situación no es tan simple como parece. Por más que sea
guiente: preciso matizar las proposiciones que siguen, es indiscutible que
las sociedades occidentales en las que vivimos están seculariza-
• Servir en una milicia. das, en el sentido de que todos los marcos de vida social y co-
• Figurar activamente en un partido o agrupación formada para lectiva existen y funcionan como si no hubiera Dios.
la defensa de algo. Jean Louis Schlegel apunta que «en el campo de la cultura fun-
• Existir en un asunto cierta circunstancia particular, a favor o damental de nuestras sociedades se excluye la existencia de “una
en contra de determinado aspecto. autoridad invisible” o un garante metasocial, y en esa noción resi-
de, ante todo, su modernidad. La modernidad supone esta ruptura,
Es evidente que ninguno de estos aspectos puede dar cuenta este retroceso de la religión en los asuntos públicos, la gestión co-
del concepto de testimonio que estamos tratando aquí ni hacerle lectiva y la producción de cultura. Se tiende a confinar a la religión
justicia. Podemos llegar al mismo resultado por lo que se refiere en el ámbito de las convicciones privadas y se convierte en una dis-
a discreción, que evoca retención, reserva, miedo a molestar, ofen- ciplina particular o un campo especializado más que se encuentra
der o disgustar o de atentar contra la libertad ajena. entre todas las especializaciones surgidas en la era moderna.»1
Por lo tanto, en el uso de estos últimos términos puede apare- La sociedad ha basculado de un modelo teocéntrico a uno an-
cer ambigüedad. El término discreción puede ser considerado ba- tropocéntrico. Ello no quiere decir, sin embargo, que se descarte
jo un ángulo positivo si un sujeto desea el respeto ajeno. Pero tam- cualquier aspiración a la espiritualidad. Lo contrario es más cier-
bién puede tener connotaciones negativas si describe una falta de to. Baste con observar el retorno de la religiosidad.
convicción o el miedo a entrar en relación con otros por temor de Otro dato ineludible de la modernidad es que la comunicación
ser rechazado. En realidad, el testimonio se distingue de estos tér- no puede tomar otro camino que el diálogo entre individuos libres.
minos en el hecho de que no comparte el sentido de violencia o La violencia o la violación de las libertades y la conciencia son to-
miedo que pueden vehicular conceptos como militancia o discre- leradas cada vez menos en nuestras sociedades con vocación de-
ción. mocrática.
Se nos plantea la siguiente pregunta: ¿es posible tomar en con- Demonizar la sociedad de los hombres para invitarlos a esco-
sideración al sujeto humano, interlocutor potencial, bajo una re- ger el mundo religioso o arengar las masas cautivadas por el ar-
lación distinta que la violencia o el miedo? Éste es el reto lanzado dor de un predicador airado ya no son medios irresistibles que em-
al principio mismo del testimonio, de modo que no se desvíe de
su objetivo. 1 SCHLEGEL, Jean-Louis, Religions à la carte, París: Hachette, 1995, p. 11.

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DE LA ANTROPOLOGÍA A LA CRISTOLOGÍA REFLEXIONES SOBRE EL TESTIMONIO: MIRANDO A CRISTO, EL TESTIGO FIEL Y VERDADERO

pujen a las personas para que se unan a algún movimiento. Los - Afirma que lo que se ve no procede de lo visible; es decir, que
desafíos modernos requieren mucha más creatividad que todo las teorías de la evolución no pueden dar cuenta de toda la
eso. Aunque siga siendo la misma en sus fundamentos, la bús- realidad de la existencia.
queda de la humanidad es mucho más sofisticada. No sólo exi-
ge palabras verdaderas, sino también una vivencia genuina. En Esa fe se manifiesta en hombres y mujeres que fueron testigos
ese ámbito el testimonio tiene una oportunidad excelente. de Dios: Abel, Enoc, Noé, Abraham, Isaac, Jacob, José, Moisés,
Nuestras sociedades modernas o posmodernas tienen una me- Gedeón, Barac, Sansón, Jefté, David, Samuel y los profetas.
moria muy sensible a la violencia. De ahí la reticencia ante las re-
ligiones, las iglesias u otros grupos religiosos cuyos métodos a me- EL TESTIGO FIEL
nudo son percibidos, tal como muestra la historia, como vectores
de violencia. Y, sin embargo, a la luz de los textos bíblicos, los cris- Pongamos ahora nuestra vista en aquél a quien se designa como
tianos y los hombres de fe de todos los tiempos que siguieron a «el testigo fiel», para ver así como articula las tres nociones de
Abel, fueron víctimas de la violencia a causa de su testimonio. testimonio, militancia y discreción. La vida de Jesús es un cla-
mor persistente contra toda forma de violencia y contra todas las
LOS TESTIGOS formas de exclusión. No excluyó al traidor, sino que fue éste quien
le abandonó. Como modelo de testimonio, el suyo milita contra to-
Por lo que a los testigos se refiere, podríamos haber hablado de da militancia que hace gala del menosprecio de la dignidad y las
los discípulos escogidos como testigos de la resurrección, o in- libertades humanas.
cluso meditar sobre el recorrido de quien el Apocalipsis de Juan Sus milagros son de una discreción desconcertante. Sus pa-
designa como Antipas. rábolas, que a pesar de todo surgen a menudo en circunstancias
Ante todo desearíamos hablar de la lista impresionante de los polémicas, revisten tanta luz como zonas oscuras.
testigos mencionados en la epístola a los Hebreos. ¿Por qué jamás sacó provecho de su poder, su éxito y su pres-
La nube de testigos que registra la epístola a los Hebreos se ca- tigio para deslumbrar y subyugar a las masas, que estaban dis-
racteriza no por su poder de persuasión mediante la palabra, sino puestas y prontas a todo, y afirmar su poder liberador y protector?
por su fe y su esperanza. El testimonio está ligado indisolublemente Habría sido una manera de ceder a la violencia.
a la fe. La multitud maravillada no habría retrocedido anta la perspec-
En el contexto del capítulo 11, la fe reviste múltiples aspectos: tiva de un levantamiento contra el ocupante. Apenas podemos ima-
ginar las consecuencias que un acto así habría tenido en cuanto
- La fe es, ante todo, una relación con el futuro que se espera. a una guerra y su secuela de atrocidades se refiere.
- También es una relación con el ámbito de lo invisible. Las calamidades no hacen distinción. Los niños, las personas
- Engendra un buen testimonio en el testigo, lo cual se espera de él. de edad y las mujeres, todos ellos sujetos y objetos de ternura, se
- Es el instrumento que permite entender que el mundo fue for- ven reducidos a cuerpos mudos ante unos verdugos que unos
mado por la palabra de Dios. ideales oscuros han vuelto insensibles, unas máquinas de matar
- Reconoce al Creador. que no tienen entrañas capaces de conmoverse. Ahogan y re-

112 113
DE LA ANTROPOLOGÍA A LA CRISTOLOGÍA REFLEXIONES SOBRE EL TESTIMONIO: MIRANDO A CRISTO, EL TESTIGO FIEL Y VERDADERO

cluyen cualquier compasión. En la base del testimonio de Jesús Esta carta 2 es una de las declaraciones de amor más ex-
se encuentra otra deontología, otro sistema de valores. Su respe- traordinarias de la Biblia. Si bien es cierto que, como el libro de
to por la persona no le da autoridad para no tener en cuenta la res- Oseas, es un proceso, el amor inmenso de Dios brilla por to-
puesta libre del individuo. das partes. Lejos de rechazar a su pueblo, reacción espontánea
Además, lo que a menudo se designa como ausencia de Dios, y muy humana (pero no olvidemos que él no es humano), Dios
¿no sería quizá que rechaza interferir o, más aún, que se contiene hace lo imposible para recuperarlo, levantarlo e incluso elevar-
para no violar el espacio o la intimidad de los seres humanos? El Dios lo.
de la Biblia no considera sus derechos como una patente de corso. Esta carta describe la pasión de Jesús por su Iglesia. Es el
Su deseo apasionado de reconciliación y comunión con sus criatu- rey destronado, rechazado e inútil a los ojos de su Iglesia, que
ras no lo autoriza a ir más allá de los rigores del único amor posi- se engaña respecto de su propio estado: «Soy rico, tengo reser-
ble: aquél que es vivido en la libertad de elección y no en la toma de vas y nada me falta». Ha entrado en un proceso de apropiación
poder inquieta y febril de un sujeto falto de agradecimiento. Así bri- y autosuficiencia, y rechaza la gratuidad.
lla ante nuestros ojos el valor insospechado de la humanidad, crea- La iglesia de Laodicea ha sucumbido a una enfermedad perni-
da a la imagen de Dios y templo de su Espíritu de santidad. ciosa: la tibieza. Ésta es el triunfo de la autosuficiencia, la auto-
También se nos plantea la siguiente cuestión: ¿cómo hablar a satisfacción. Es el envejecimiento del amor, como en un matri-
la persona amada del amor que se le tiene sin ceder a la tentación monio en el que una pequeña nube se levanta y se convierte poco
de pasar por alto sus deseos, su libertad y su dignidad? ¿Cómo a poco en un muro de separación.3
hablar de amor sin el miedo paralizante de no ganar al otro, y sin El remedio está en Jesús. Después de haber hablado de oro,
la violencia que lo menosprecia? Ése es el arte del testimonio. de vestidos y colirio, el relato desarrolla el recorrido de la relación.
¿Cómo se comportó Jesús, que sin embargo es el Señor de los Con el amor como motivación de sus actos Jesús reprende y co-
mundos invisibles y está por encima de todo principado, sobera- rrige a los que ama. Llama a la puerta porque busca intimidad. De
nía y dominación? Tenia una causa que defender, por lo que fue este modo adopta el papel del mendigo que llama a la puerta. Este
un militante de la reintegración de los hombres y las mujeres a una gesto en este contexto indica la intensidad del deseo que lo mue-
humanidad según Dios. ve. Además, así no se le puede despojar verdaderamente, no po-
Su vida es un rechazo absoluto del posible aspecto militar de la demos deshacernos de él. El amante, el que suspira, también es
militancia. Antes que engendrarlas, sufrió todo tipo de violencias. el juez.
En eso también es testigo fiel del amor indefectible de Dios que Después de configurar la relación se pasa a la entronización.
triunfa sobre la muerte y sus cómplices. Así vemos cómo a lo largo del texto se traza un recorrido que va
desde la decadencia a la realeza. Nos maravilla pensar en ese rey,
Laodicea: carta del testigo fiel y verdadero menospreciado por sus súbditos ingratos, que aun así no sólo sue-

Nuestra reflexión sobre el testimonio puede enriquecerse con una


2 Apocalipsis
mirada a su relación con su Iglesia, recogida en una carta en la 3:14-22.
3 Véase AUZENET, Dominique, Lettre ouverte aux martyrs, París: 1984, p.
que se designa a sí mismo como «el testigo fiel».
44.

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DE LA ANTROPOLOGÍA A LA CRISTOLOGÍA REFLEXIONES SOBRE EL TESTIMONIO: MIRANDO A CRISTO, EL TESTIGO FIEL Y VERDADERO

ña con restablecer la relación, sino que además busca compartir REVELACIONES PARA NUESTRO TIEMPO
su realeza con sus súbditos antaño rebeldes.
Para afinar nuestra percepción y nuestro conocimiento de Cristo El objetivo del testimonio de los que siguen a Jesús es una vida
es preciso aún darnos cuenta de que en esta carta se utilizan centrada en la alabanza del Dios creador y salvador. El apóstol
varias imágenes para hablarnos de él: Pedro precisa que han sido arrancados a las tinieblas para pro-
clamar sus grandes acciones.4 Sin embargo, al igual que en los
• Es el Amén, aquel por medio de quien nos llegan las bendi- tribunales, las fuerzas hostiles al reino de Dios conspirarán para
ciones divinas. desacreditar el testimonio asociado a los valores que proclama
• Es el testigo fiel, el único que puede hablar del Padre. Jesús, el testigo fiel y verdadero. Esas fuerzas hostiles pueden lle-
• El principio de la creación, la referencia suprema del ser hu- gar a encontrar cómplices potenciales en los seres humanos. Y
mano, lo humano por excelencia, el pensamiento de Dios en ello no es otra cosa que la tentación de despreciarse, de subes-
lo que significa ser un humano. timarse, de centrarse sobre sí mismos y estar más preocupados
• El consumador hastiado. por la propia imagen que por la gloria de Dios…
• El juez amenazador. Los que siguen al Señor Jesús, quienes, según declara el li-
• El médico que diagnostica el estado de su paciente y le pres- bro del Apocalipsis, guardan los mandamientos de Dios y conser-
cribe la medicina apropiada a sus necesidades. van el testimonio de Jesús,5 antes que abogados, son testigos.
• El farmacéutico que provee el remedio. Están en pie en el banquillo de los testigos y no en el de los acu-
• La fuente de curación o, aún más, el que restaura a su pueblo sados. Por lo que se refiere a los cargos que se les imputan, ya
a la dignidad de estar vestido. hay otro que se encarga de defenderlos y disculparlos.
• El maestro amoroso. En el Evangelio de Juan, en el capítulo 9, el testimonio del cie-
• El mendigo de intimidad. go de nacimiento es una buena ilustración de cómo los discípulos
• El que suspira y se abre a una comunión, a una relación res- de Jesús no deben confundir los papeles. Incluso en nuestro tes-
taurada con su amada. timonio, nuestros ojos están fijados en Jesús, quien suscita nues-
• El rey destronado que restaura y entroniza a los que fueron tra fe y la lleva a su cumplimiento.6
rebeldes.
• El vencedor, elegido y entronizado junto al Padre.

Para entender bien el objetivo de esta carta debemos tener en


cuenta todas estas imágenes. El extraordinario amor de Jesús se
revela como una entidad patética que se encuentra en un estado
miserable, siguiendo el modelo de aquél que Dios había mostra-
do a su pueblo Efraín, descrito como una prostituta en el libro de
4 1 Pedro 2:9, 10.
Oseas.
5 Apocalipsis12:17.
6 Hebreos 12:2.

116 117
Capítulo 8

LA INDIVIDUALIDAD DEL SER HUMANO


V. Norskov Olsen
Ex rector de la Universidad de
Loma Linda (Estados Unidos)

«Cada ser humano, creado a la imagen de Dios, está dotado de


una facultad semejante a la del Creador: la individualidad, la fa-
cultad de pensar y hacer. […] La obra de la verdadera educación
consiste en desarrollar esta facultad, en educar a los jóvenes
para que sean pensadores, y no meros reflectores de los pensa-
mientos de otros hombres.»1
«Cada persona tiene una vida distinta de las demás y una ex-
periencia que difiere esencialmente de la suya.»2
Ellen White

La individualidad es una de las particularidades universales, uno


de los atributos significativos de la naturaleza. La individualidad es-
tá inscrita en el orden de la naturaleza. Por ejemplo, las hojas de un
árbol son todas distintas unas de otras. Aunque tengan una forma
idéntica, el trazado de los nervios de cada una de ellas es único.
La anatomía del ser humano atestigua la individualidad de la per-
sona. Las huellas digitales son un ejemplo claro: no son comunes
a ninguna otra persona. Ello ilustra el sentido del campo léxico in-
dividualidad: lo que es distinto, particular, independiente y único.
La dignidad, el carácter sagrado y único del individuo tienen un
origen divino que procede de la creación y están en el centro de
las enseñanzas teológicas y éticas de las Escrituras.

1 WHITE, Ellen, La educación, p. 15.


2 Ibídem, El Deseado de todas las gentes, p. 313.

119
DE LA ANTROPOLOGÍA A LA CRISTOLOGÍA LA INDIVIDUALIDAD DEL SER HUMANO

Francis A. Schaeffer ha insistido en el hecho de que la dignidad Todas las personas están dotadas de talentos particulares,
del hombre es inherente a la antropología bíblica: pero deben ser considerados a la luz de lo que dice el apóstol
Pablo: «Todo es vuestro; pero vosotros sois de Cristo, y Cristo de
«Debemos entender que la cuestión de la dignidad de la vi- Dios» (1 Corintios 3:23).
da humana no está en la periferia del pensamiento judeocris- La individualidad, con sus dones y su trabajo particulares, per-
tiano, sino que es casi su mismo centro; aunque no exactamente, tenece a Dios. El proyecto de Dios es atribuir «a cada uno su ta-
pues el centro es la existencia de Dios. Sin embargo, la digni- rea» (Marcos 13:34). El trabajo es una realidad fundamental o cen-
dad de la vida humana está ligada de modo innegable a la exis- tral de la existencia. El fin último del trabajo nos lleva directamente
tencia personal e infinita de Dios. El hombre y la mujer deben a la cuestión del sentido real de la vida misma. Ellen White escri-
una dignidad única como seres humanos al hecho de haber bió: «Cada uno tiene su lugar en el plan eterno del cielo. Cada uno
sido creados por un Dios personal e infinito.»3 ha de trabajar en cooperación con Cristo para la salvación de las
almas. Tan ciertamente como hay un lugar preparado para noso-
La encarnación de Cristo atestigua el valor inestimable que Dios tros en las mansiones celestiales, hay un lugar designado en la
otorga a cada ser humano. Las palabras de Juan 3:16 expresan tierra donde hemos de trabajar para Dios.»4
la verdad según la cual Dios ama a la persona individual. Los ac- La reforma protestante del siglo XVI tuvo un carácter religioso,
tos redentores de Cristo restauran la relación personal con el Dios pero también trajo consigo consecuencias sociales, políticas y eco-
creador. nómicas. Todo empezó con la fórmula de Martín Lutero que re-
La individualidad única de las personas está demostrada en sus velaba la doctrina del sacerdocio de los creyentes y anulaba la di-
dones específicos y sus capacidades. «Cada uno tiene el don par- cotomía entre clero y laicos. De ese modo se inauguró una nueva
ticular que Dios le ha dado; unos uno y otros otro» (1 Corintios era: cada uno debía servir a Dios según su posición en la vida,
7:7). Pablo pidió a Timoteo que reavivara el don de Dios que ha- cualquiera que fuera su condición. Cada uno debe cumplir con su
bía recibido (1 Timoteo 1:6). En el Antiguo Testamento, cuando se trabajo como si de una vocación o un llamamiento se tratara.
construyó el tabernáculo, Dios dijo lo siguiente: «A todos los ar- En el Nuevo Testamento los términos vocación y llamamiento
tesanos les he dado habilidad para que hagan todo lo que te he vienen de la misma raíz griega klesis y se utilizan de modo inter-
mandado» (Éxodo 31:6). cambiable (véase Efesios 4:1 en distintas versiones). Todas las
Cuando pensamos en el alcance de las capacidades específi- personas tiene un papel que desempeñar en la vida, pero para
cas de una persona podemos escuchar a Miguel Ángel. Mientras el cristiano se trata de una vocación. Al aceptar el evangelio, el
el gran artista estaba esculpiendo un bloque de mármol, alguien creyente se llena de fe y gracia. Mediante ellas sirve a Dios y su
le preguntó por qué trabajaba con tanto ahínco en aquél viejo blo- prójimo y responde entonces a una vocación o un llamamiento.
que de piedra. Respondió: «Porque bajo esta piedra hay un ángel Cuando vivía en Inglaterra, tuve la suerte de recibir una bandeja
que quiere salir». de cobre para ofrendas que había estado en una iglesia bombar-
deada en Kensington, cerca de Londres. En el centro se puede
3 SCHAEFFER, Francis A., A Christian Manifesto, Westchester, Illinois:
Crossway Books, 1981, p. 69. 4 WHITE, Ellen, Palabras de vida del gran maestro, p. 262.

120 121
DE LA ANTROPOLOGÍA A LA CRISTOLOGÍA LA INDIVIDUALIDAD DEL SER HUMANO

ver una inscripción: JHS, las iniciales de las tres palabras latinas las posibilidades que había en todo ser humano».6 La vida de Cristo
Jesus Homini Salvator, que significan «Jesús, Salvador del debería servir de ejemplo: «En la obra educativa de hoy se ne-
Hombre». En el borde están grabadas las palabras del rey David: cesita prestar el mismo interés personal y la misma atención al
«Todo es tuyo, y te ofrecemos lo que tu mano nos ha dado» (1 desarrollo individual».7
Crónicas 29:14). Los fieles que ponían el dinero semana tras se- Cuando los padres y los educadores concentran sus esfuerzos
mana en la bandeja recordaban así que eran los gestores de Dios. sobre el individuo deben tener en cuenta el siguiente consejo: «Tanto
De modo más pragmático, el trabajo pone a los hombres en re- los padres como el maestro deberían estudiar la forma de orientar
lación unos con otros, y así hace que el lugar de trabajo se con- el desarrollo del niño sin estorbarle mediante un control indebido.
vierta en una arena de demostración práctica del cristianismo. Tan malo es el exceso de órdenes como la falta de ellas. El es-
Nuestros ideales en el trabajo tienen una repercusión directa so- fuerzo por “quebrantar la voluntad” del niño es una equivocación te-
bre nuestra satisfacción personal y el bienestar de nuestra fami- rrible. No hay una mente que sea igual a otra. Aunque la fuerza pue-
lia, nuestros vecinos, la sociedad y la Iglesia. En la perspectiva de asegurar la sumisión aparente de algunos niños, el resultado, en
cristiana del trabajo, la prioridad del interés personal se confun- el caso de muchos, es una rebelión aún más decidida del corazón.»
de con el servicio y nuestro trabajo cotidiano encuentra su ver- La advertencia que sigue subraya el sentido de nuestra proposición:
dadera razón de ser y su significado profundo cuando integra los «Los que debilitan o destruyen la individualidad de otras perso-
valores y los intereses eternos. nas, emprenden una tarea que sólo puede dar malos resultados.»8
En la historia y la vida de la Iglesia cristiana, la educación ha El hecho de reconocer en cada individuo un carácter único y unos
desempeñado un papel importante. Los teólogos y reformadores talentos particulares no tiene importancia para la persona misma,
que marcaron a la Iglesia fueron grandes educadores. De la misma sino que también la tiene para los demás, porque el hombre no fue
manera, la mayoría de los movimientos cristianos contribuyeron de creado para vivir de modo aislado, sino para vivir en comunidad.
un modo u otro a la filosofía y al desarrollo de las ciencias de la edu- John Donne, un escritor del siglo XVII decía: «Ningún hombre es
cación. Sobre este asunto es pertinente citar algunas declaraciones una isla para él solo. Todos los hombres son parte de un continente,
de Ellen White que hacen referencia a la individualidad del hombre. una parte de un todo». El apóstol Pablo se expresa del mismo mo-
La primera verdad de la relación única de Dios con el ser hu- do cuando escribe: «Porque ninguno de nosotros vive para sí ni
mano es que «Dios conoce a cada cual por nombre y cuida de él ninguno muere para sí» (Romanos 14:7). La cooperación individual
como si no hubiera nadie más en el mundo por quien entregara y colectiva es esencial para el éxito en la vida de cada día. La na-
a su Hijo amado.»5 Del mismo modo, «en toda enseñanza verda- turaleza misma nos enseña que la ley de la dependencia y las in-
dera, es esencial el elemento personal. En su enseñanza, Cristo fluencias recíprocas debe ser reconocida y respetada.
trató individualmente con los hombres. […] Ni siquiera la muche- Existe cierta relación entre sinfonía y empatía. Mientras que la
dumbre que con tanta frecuencia seguía sus pasos era para Cristo primera habla de la armonía entre los instrumentos, la última ha-
una masa confusa de seres humanos. Hablaba directamente a ca- bla de la armonía o la fusión de los corazones sufrientes, angus-
da mente y se dirigía a cada corazón. […] Cristo se percataba de
6 WHITE, Ellen, La educación, p. 227.
5 7 Ibídem. Op. cit., p. 227.
WHITE, Ellen, «La oración por los enfermos: La confesión del pecado», en:
8 Ibídem. Op. cit., pp. 279, 280.
El ministerio de curación.

122 123
DE LA ANTROPOLOGÍA A LA CRISTOLOGÍA

tiados o necesitados. Hay una diferencia considerable entre un es- Capítulo 9


pejo y una ventana. Si una persona está en pie ante un espejo so-
lo se ve a si misma; si mira a través de una ventana ya no se ve a
sí misma, sino que ve un gran número de caras distintas. Quizá SALUD Y TEOLOGÍA
sea necesario que miremos más a menudo a través de la venta- EN EL CORPUS PAULINO
na que a un espejo y, de ese modo, podamos ver a los demás.
Para conocer el mayor de los éxitos de nuestra vida y para vi- Roberto Badenas
vir unas relaciones personales felices, el siguiente consejo está Decano de la Facultad Adventista de Teología
lleno de sabiduría: no construya ningún muro entre usted y los de-
más, porque nunca sabe qué está emparedando. Las palabras Las cuestiones prácticas ocupan un lugar considerable en las epís-
más extraordinarias jamás pronunciadas en materia de buenas re- tolas de Pablo.1 El presente trabajo versa sobre aquéllas que se
laciones humanas son las de Jesús: «Todo lo que querríais que refieren a la salud, un tema que nunca trata de modo sistemático
hicieran los demás por vosotros, hacedlo vosotros por ellos, por- pero que aparece esparcido aquí y allá como si de una filigrana
que eso significan la ley y los profetas» (Mateo 7:12). se tratase.
Podríamos plantearnos la siguiente pregunta: ¿la comunidad Ya que el autor carece de competencia en las ciencias médicas,
existe para los individuos o los individuos para la comunidad? La las observaciones aquí recogidas no son otras que las de un biblis-
verdad es que el equilibrio entre el bien del individuo y el de la co- ta. Se limitan a plantear cuestiones y proponer pistas de reflexión.
munidad (sociedad, Iglesia) sólo puede ser alcanzado mediante En comparación con el resto del Nuevo Testamento, sorprende
las buenas relaciones. La naturaleza intrínseca del hombre es constatar que las cuestiones relativas a la salud y la enfermedad
tal que no puede poner en práctica sus dones o sus talentos sin ocupan un lugar netamente menos importante para Pablo que pa-
la comunidad. Pero la comunidad no está sana si no se preservan ra los evangelistas o en los Hechos de los Apóstoles, que conce-
la dignidad y la individualidad del hombre. den mucho más espacio a los relatos de curación.2
En la historia bíblica de la creación Dios dice: «Hagamos» En realidad, Pablo nunca trata la salud en sus epístolas como
(Génesis 1:26). El verbo en primera persona del plural tiene un un sujeto en sí mismo. Su atención lleva siempre al hombre pe-
significado: Dios es uno y, sin embargo, también una trinidad en cador y sufriente en su relación con Dios y con su prójimo, pero
perfecta armonía. La fuerza creadora y matricial del universo flu- raramente se centra en la salud o la enfermedad mismas, como
ye de la unidad relacional divina. La relación divina es una rela- si sólo tuvieran sentido o interés en relación con los seres huma-
ción de agape (¢g¡ph, amor). El ser humano fue creado a imagen nos, sus sujetos.
de la trinidad. Ello quiere decir que del agape de la trinidad, como
en un triángulo, se desarrolla una relación tridimensional de aga- 1 Este artículo es una adaptación libre de un trabajo de investigación de
pe: de Dios hacia el hombre, del hombre hacia el hombre y del BADENAS, R., «Towards a philosophy of health in the Pauline epistles»,
hombre hacia Dios. Estas tres dimensiones son necesarias y for- Health 2000 and beyond, Silver Springs: General Conference of SDA, Health
man una unidad inseparable. El hombre está llamado a ejercer su and Temperance Department, 1993, pp. 63-72. Reproducido con autoriza-
ción de los propietarios del copyright.
individualidad en este triángulo relacional del agape. 2 Mateo 4:23; Marcos 1:32-34; Lucas 4:40; cf. Hechos 10:38.

124 125
DE LA ANTROPOLOGÍA A LA CRISTOLOGÍA SALUD Y TEOLOGÍA EN EL CORPUS PAULINO

Pablo utiliza nueve veces términos de la raíz griega hygiés3 (sa- te mundo para llevar nuestros pecados y nuestras enfermeda-
no), término clave para hablar de la salud, pero siempre lo hace des.5 Y, sin embargo, aquéllo que primero nos ofrece no es la sa-
en un sentido metafórico.4 No obstante, no se puede concluir que lud, sino la curación del pecado (Efesios 2:1-10). Si bien ambas
Pablo no se interesa por la salud. En todos sus escritos se plan- van en la misma dirección, la obra de salvación, que pasa por la
tean cuestiones relacionadas con la curación, pero se tratan en el cruz, se sitúa en un plano totalmente distinto al de la obra de
contexto general de su teología. En ese contexto, pues, debere- curación. Aquélla da acceso a una mayor calidad de vida: el po-
mos entenderlas. der del Evangelio da acceso a la vida eterna. En ese sentido, la
Varios puntos de la teología paulina arrojan luz sobre las cues- salud es un signo del amor de Dios y su proyecto final para la hu-
tiones relativas a la salud, en especial su antropología con una manidad, pero de momento constituye un bien que pertenece al
concepción holística del hombre y su noción del cuerpo como tem- mundo futuro.
plo del Espíritu Santo. Junto con ella destacan su hamartología,
con la doctrina de la caída universal de la humanidad en el peca- La realidad de la enfermedad
do; su soteriología, con el énfasis sobre la justificación por la fe y
la salvación únicamente por la gracia, y su cristología, con la im- Como buen heredero de la revelación bíblica que era, Pablo con-
portancia otorgada a la obra de Cristo a favor del nuevo hombre. cibe al ser humano como un todo. Si visión holística del hombre
afecta tanto a su visión del pecado como a la que tiene de la re-
LA CONDICIÓN HUMANA, RESCATADA Y VULNERABLE dención. Puesto que el pecado ha mancillado la naturaleza hu-
mana en su totalidad, el plan de Dios está dirigido al hombre en
Para Pablo, la gran lucha del creyente no es contra el sufrimien- su totalidad: espíritu, alma y cuerpo (1 Tesalonicenses 5:23). A los
to sino contra el pecado que retiene al hombre cautivo y lejos de ojos de Pablo, por tanto, las realidades físicas, corporales y bio-
Dios, en un mundo librado a él mismo donde reinan la enferme- lógicas no deben ser descuidadas. Al contrario, están involucra-
dad y la muerte. Para el apóstol, el bien supremo, y lo que es más das en el proceso de salvación (Filipenses 3:21) y participan,
urgente alcanzar, no es la salud, sino la salvación. Si Dios, en su con todo el resto de la persona, de la alianza entre Dios, que sal-
amor, perdona, libera, cura y renueva sin cesar a las mujeres y los va, y el creyente, que es hecho nueva criatura en Cristo.6 La vi-
hombres, es porque su proyecto es llevarlos un día a una realidad da del hombre nuevo apela a un equilibrio armónico entre todos
en la que ya no habrá pecado ni, por consiguiente, llanto y dolor. los componentes de la persona.
Cristo quiere la restauración definitiva de los hombres. Pablo Una antigua tradición que se apoya en concepciones antropo-
conoce bien los textos que afirman que el Mesías ha venido a es- lógicas extrabíblicas, dejaba entender que la enfermedad, el su-
frimiento o la ascesis corporal acercaban a Dios. Esa misma tra-
3
dición, menospreciando nuestro «envoltorio carnal» en beneficio
LUCK, U.; «ØgiÇj», Theological dictionary of the new Testament (TDNT); KIT-
TEL, Gerhard, ed.; Grand Rapids, Michigan: Eerdmans, Vol. 8, p. 308-313. de un «alma» para salvar, exaltaba las virtudes de la abstinencia
En griego, sano significa «en orden con el todo». Cf. HIPÓCRATES; Vict 10.
4 Todas las referencias se encuentran en las epístolas pastorales y se refie-

ren a la sana doctrina (1 Timoteo 1:4, 10; 2 Timoteo 1:13; 4:3; Tito 1:9, 13; 5 Isaías 52:4; 61:1, 2.
2:1, 2, 8). 6 Véanse 2 Corintios 5:17 y 1 Corintios 6:19.

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DE LA ANTROPOLOGÍA A LA CRISTOLOGÍA SALUD Y TEOLOGÍA EN EL CORPUS PAULINO

y la privación de todo tipo; hasta el punto de hacer creer, paradó- El problema del sufrimiento
jicamente, que Dios no amaba lo que había creado.
Contrariamente a esta idea, enraizada en las culturas antiguas, Su propia experiencia, su «espina en la carne» que el Señor se
Pablo comparte la posición de la Biblia, que enseña que el mal en niega a arrancar (2 Corintios 12:7-10), Así como su conocimien-
todas sus formas es extraño a la creación original de Dios y es una to de las Escrituras (el ejemplo de Job, entre otros) y su fe en Cristo
consecuencia del pecado. Al alejarse de Dios, los seres humanos (muerto bajo la tortura de la cruz) muestran a Pablo que ni siquiera
se degradaron y corrompieron en su cuerpo y su alma (Romanos los mejores hombres escapan al sufrimiento. Sus amados cola-
1:26, 27), llevando tras de sí el sufrimiento y la muerte (Romanos boradores, Epafrodito y Timoteo, conocieron el doloroso aguijón
1:24-32). Esta ley general se ve confirmada en numerosos ca- de la enfermedad (Filipenses 2:25-30; 1 Timoteo 5:23). El apóstol
sos particulares en los que el ser humano causa con sus actos su cree que Dios es capaz de curar, puesto que le pide la salud. No
propia decadencia (1 Corintios 11:30; 10:9, 10). obstante, está dispuesto a aceptar que el poder de Cristo se ma-
Por otra parte, en los medios rabínicos se había desarrollado nifieste en su situación de debilidad. Mientras espera la glorifica-
una doctrina de la retribución que en la práctica identificaba al pe- ción de su cuerpo (1 Corrintios 15:35-55), Pablo acepta los sufri-
cado con la enfermedad, y hacía de esta el resultado directo de mientos del tiempo presente porque no son comparables a la gloria
aquél. Así, «la úlcera y el edema son debidos a la inmoralidad y la venidera (Romanos 8:18-25).
licencia; la angina a la negligencia en el pago del diezmo; la lepra Pablo sabe bien que Jesús, por más que hubiera dedicado su
a la blasfemia, al crimen de sangre y al perjurio; la epilepsia y la vida a aliviar el sufrimiento humano, aceptó sufrir y morir en fa-
enfermedad de los niños a la infidelidad conyugal. Incluso los vor de la humanidad, por fidelidad a los designios divinos. Con-
pecados de los niños en el vientre de su madre pueden ser la cau- trariamente a las expectativas de su pueblo, Jesús fue el Mesías
sa de una enfermedad.»7 doliente (Lucas 24:13-26). Por nosotros sufrió en su cuerpo y en
Aun cuando Pablo reconoce un vínculo de causa-efecto entre su alma, probando así que aquello que nos separa de Dios es el
algunos pecados y enfermedades,8 su visión es otra. Como Jesús pecado y no el sufrimiento.
rechazó vincular la ceguera de un hombre a su propio pecado o Gracias a su comunión con Cristo, el Pablo enfermo o viejo no
al de sus padres,9 Pablo considera la enfermedad como un ele- se siente solo en su sufrimiento, porque su Señor compartió con
mento del lastre acarreado por la humanidad y no como un cas- nosotros las consecuencias de todas nuestras faltas (2 Corintios
tigo personal inexorable o sistemático.10 El sufrimiento está en- 4:7-18). Solidario con el Cristo doliente,11 Pablo comparte en cier-
vuelto en un halo de misterio que hace que el hombre tenga jamás to modo los sufrimientos de Cristo (2 Corintios 1:15) y es capaz
todos los datos. de aceptar su situación de enfermo sin caer en la desesperanza.
Sabe que él no es, necesariamente, el culpable de su enferme-
7 Levítico Rabá 27, 125d; Génsis Rabá 63, 39c; Pesiqta 112b (bar), etc.; cf.
STRACK, H. L., BILLERBECK, P., Kommentar zum Neuen Testament aus
11 Probablemente sea este el sentido que Pablo quiere dar a entender cuan-
Talmud und Midrasch, Munich: C. H. Bech, 1978, vol. II, pp. 527-529 y
193-197; OEPKE, A. «i®omai», TDNT, vol. 3, p. 201. do dice: «Voy completando en mi carne mortal lo que falta a las penalida-
8 1 Corintios 10:8-10; 11:30. des del Mesías» (Colosenses 1:24). No falta nada a la obra de reden-
9 Véase Juan 9 1-3. ción. Lo que está incompleto es nuestra experiencia y, por ende, la
10 1 Corintios. 12:28; 2 Corintios 12:8; Colosenses 4:14; 1 Timoteo 5:23. construcción de la Iglesia.

128 129
DE LA ANTROPOLOGÍA A LA CRISTOLOGÍA SALUD Y TEOLOGÍA EN EL CORPUS PAULINO

dad: ahora entiende que está enfermo porque vive en un mundo en el mundo venidero. Un día seremos transformados (1 Corintios
caído. Puesto que su naturaleza humana pecadora no le da de- 15:51-58).
recho ni a la curación ni a la vida eterna, su estado de debilidad le
permite realizar mejor que otros su dependencia de la gracia. Dios LAS VÍAS DE LA CURACIÓN
elige a menudo a los débiles para confundir a los fuertes (1 Corintios
1:27-29). La fe de Pablo lo hace capaz de someterse sin rebel- Tras haber puesto las bases de fe y confianza, a la vez que de pru-
día al Dios que le dice: «Te basta con mi gracia» (2 Corintios 12:9). dencia y humildad, podemos considerar algunas indicaciones so-
En lugar de escudriñar su vida de enfermo para encontrar el pe- bre salud que nos brinda la pluma de Pablo.
cado que lo ha llevado a ese estado, el apóstol se entrega a la vo-
luntad de Dios, con la seguridad de que se compadecerá de él y De la oración al milagro
le sostendrá.
Puesto que experimentó personalmente las bendiciones del apo- Pablo presenta la curación de los enfermos (híama)13 como una
yo de la iglesia de los gálatas en su propia enfermedad (Gálatas tarea importante en la misión de la iglesia. La menciona tres ve-
4:13-15), Pablo puede animar a los cristianos, por medio del ces en la lista de los dones dispensados por el Espíritu Santo
Evangelio, para que reconozcan a Cristo en todos aquellos que su- para edificar la iglesia y su misión.14
fren.12 Su sufrimiento interpela a los creyentes bienaventurados y Es legítimo preguntarse si en ese caso se trata de curaciones
los invita, por un lado, a la compasión y, por otro, a la humildad y sobrenaturales o del arte de cuidar enfermos mediante recur-
al arrepentimiento porque no son mejores que los demás (1 Corintios sos naturales o científicos. Téngase en cuenta que por tres
4:7-14) y no saben si estarán siempre a salvo de la enfermedad. veces en el contexto inmediato (1 Corintios 12:9, 28, 30), Pablo
La mirada del creyente sobre los enfermos no debe ser otra que distingue el don de curación del don de hacer milagros (ener-
la de la solidaridad. Los fuertes deben dar apoyo a los débiles gema dynameos)15 Parece, pues, que no identifica la curación
(Romanos 15:1, 2). Por todos los medios, el amor de Cristo los con el milagro, y que hiama se refiere a algo distinto que pue-
empuja a aliviar a los que sufren y a sostenerlos con sus oracio- de incluir la terapia.
nes (2 Corintios 11:28, 29). De todos modos, puesto que todos los verdaderos milagros son
Porque Jesús ha resucitado, el enfermo sabe que está desti- actos del poder creador divino y dependen únicamente de la vo-
nado a la curación definitiva y la enfermedad jamás es en sí mis- luntad de Dios, a los ojos de Pablo la curación sigue siendo un pri-
ma un signo del rechazo de Dios. A la luz del Evangelio, no debe vilegio exclusivamente divino. Así, sabe por experiencia que el re-
dramatizar su enfermedad: es provisional y limitada. Sabe que tras curso a la gracia divina, ya sea por medio de oraciones, no siempre
el sufrimiento viene la liberación. Aceptando humildemente su par- produce la curación deseada, ni siquiera en los creyentes más fie-
te de sufrimiento en un mundo doliente (2 Corintios 12:7), Pablo les (Filipenses 2:26; 2 Timoteo 4:20; 1 Corintios 12:8-10).
escoge la tensión entre la vida ideal prometida al creyente y la rea-
lidad actual, y por la fe acepta que esta tensión sólo se resolverá
13 Véase OEPKE, A.; «‡ama», TDNT, vol. 3, p. 201.
14 Véase 1 Corintios 12:9, 28, 30.
12 15 GRUNDMANN, W., «dunamai», TDNT, vol. 2, pp. 284-317.
Cf. Mateo 25:35-40.

130 131
DE LA ANTROPOLOGÍA A LA CRISTOLOGÍA SALUD Y TEOLOGÍA EN EL CORPUS PAULINO

De la terapia a la medicina era negativa.18 Para aquellos que consideraban que la curación
procedía siempre de Dios, que las competencias humanas tengan
El único consejo explícitamente médico que se encuentra en las acceso a cierto poder para curar resultaba muy difícil de aceptar.
epístolas se da a Timoteo, compañero y amigo del apóstol: «Deja Para muchos, la oración era la principal, y a menudo la única, in-
de beber agua sola, toma un poco de vino, por el estómago y tus tervención humana practicada en los procesos de curación. Incluso
indisposiciones» (1 Timoteo 5:23). Cualquiera que sea el sentido los nuevos creyentes, que habían reemplazado a Asclepio por
de esta orden en el caso específico de la enfermedad de Timoteo, Cristo y cuyas plegarias acompañaban habitualmente los reme-
se pueden deducir importantes implicaciones por lo que a una dios, contaban con el poder último de Dios. Así, el reconocimien-
teología de la salud se refiere: to del ministerio humano de curación a través del trabajo de un
médico abre una nueva vía para la teología de la salud.
a) Pablo no asocia la enfermedad de Timoteo a un problema es- Para el cristiano, la medicina pasa de la esfera de la religión y la
piritual. Éste, en cambio, tiene la responsabilidad cuidar su sa- magia a la esfera de la naturaleza y la ciencia. Dotándose de me-
lud con los mejores medios a su alcance, a fin de que pueda dios para combatir la enfermedad y buscar la salud con la media-
proporcionar un servicio mejor y un ministerio más eficaz. ción de la medicina y los remedios, el creyente deja de resignar-
b) Pablo no sitúa la curación de Timoteo en un ámbito milagro- se a su suerte y abandonarse a la fatalidad de un mundo caído.
so, sino terapéutico. Timoteo está enfermo. Necesita algunos Lucha contra los límites y las contradicciones de una condición hu-
cuidados y remedios. En este caso la curación y la gracia de- mana que a veces se vuelve inhumana por causa de su caída.
ben actuar a través de la naturaleza, mediante la ingestión re- Si curar significa ser mejor, transformar las condiciones y, por
gular de una bebida.16 ello, la calidad de vida, esta aspiración legítima del hombre, ya en
c) Mediante el consejo, Pablo desplaza la gestión de la salud la tierra, lo empuja a tender hacia lo que Dios prometió que lle-
del dominio exclusivo de la fe y con ello avala los cuidados garía a su plenitud más tarde. En ese sentido, el médico contri-
médicos para los cristianos y el uso de remedios necesa- buye, a su manera, al gran proyecto de rehabilitación del hom-
rios para ayudar a recobrar la salud. bre o, al menos, aporta un anticipo por precario, imperfecto y
vulnerable que sea. En el marco de este vasto proyecto divino,
La breve aunque elogiosa mención que Pablo hace de Lucas, la medicina, además de ser un arte y un conjunto de conocimien-
«el querido médico» (Colosenses 4:14) tiene una importancia fun- tos científicos, se convierte en un modo de tomar posición ante el
damental para nuestro tema.17 De hecho, si el mundo griego te- ser humano y hacerlo más apto para la vida, la reflexión sobre
nía en alta estima la profesión médica, no sucedía lo mismo en los su destino y el servicio a Dios y al prójimo.
medios judíos contemporáneos. El único doctor verdadero de Israel El combate del médico, situado en las frágiles fronteras de la exis-
era Dios (2 Corintios 16:12) y la actitud general hacia los médicos tencia, es tan sólo una batalla desigual que se plantea ante un ad-
versario al que no conseguirá desarmar completamente y siempre
16 Es difícil determinar a partir del texto bíblico únicamente si se trata de vi-
no o mosto. El término utilizado podía designar tanto uno como otro. Cf.
en la línea que separa la esperanza del desánimo. El médico y su
BACCHIOCCHI, S., Wine in the Bible; Berrien Springs: Biblical Perspectives, paciente se encuentran divididos entre su deseo de prolongar la vi-
1989, pp. 242-246.
17 Cf. Timoteo 4:11; Filemón 24. 18 Véanse 2 Crónicas 16:12, y FILÓN, De sacrificis Abelis et Caini, § 70, 123.

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DE LA ANTROPOLOGÍA A LA CRISTOLOGÍA SALUD Y TEOLOGÍA EN EL CORPUS PAULINO

da con sus innumerables posibilidades y la imposibilidad inevita- que al igual que en las carreras del estadio «cada contendiente se
ble de restaurar el equilibrio perdido, siempre amenazado, sabien- impone en todo una disciplina (enkratés)» (1 Corintios 9:25), él mis-
do que jamás lo conseguirán por completo. Sus esfuerzos serán mo intenta controlarse en todo, para guardar su equilibrio y cohe-
siempre vanos y sus éxitos parciales. Intentan ganar tiempo apla- rencia. Aunque Pablo piensa más en los efectos que su estilo de vi-
zando lo que, inexorablemente, llegará un día u otro con el inevita- da tiene sobre su vida espiritual, no ignora que la salud afecta al
ble fracaso de la muerte. El médico, siervo de la vida, siempre es- equilibrio integral de la persona. Por eso sitúa la moderación en el
tá limitado por las fronteras de su propia humanidad, enfrentada sin marco de la victoria del espíritu sobre la carne (Gálatas 5:16-23).
cesar a los confines del ser, entre la vida y la muerte, ahí donde el Es importante observar que Pablo nunca considera sus conse-
hombre mide su precariedad o su grandeza. Su vocación aparece jos más prácticos como una ocasión para adquirir méritos. Todas
como un ministerio instalado en la provisionalidad, al servicio de un sus buenas acciones dependen de la gracia. «Porque el favor de
tiempo de gracia, a la vez inútil y precioso a la luz de la eternidad. Dios se hizo visible, trayendo salvación para todos los hombres;
Cuanto más escucha el médico a Dios, más está al servicio de nos enseñó […] a vivir en este mundo con equilibrio (sófronós)»21
los demás y cercano a su prójimo. La salud hacia la cual tiende (Tito 2:11, 12).
en sus esfuerzos es un signo de la salvación que Dios nos ofre- Pablo no reduce la moderación a una lista de prohibiciones co-
ce en Jesús. Porque sólo Dios salva, sólo Cristo libera y sólo el mo en la tradición farisaica. Más bien recuerda su raíz espiritual,
Espíritu Santo vivifica nuestros cuerpos mortales (Romanos 8:11).19 porque es fruto del Espíritu (Gálatas 5:22). A sus ojos, un princi-
A través del trabajo de los que han recibido esa vocación, la Iglesia pio general de sentido común y moderación es mucho más útil que
responde al llamado del Señor para que ponga sus talentos que una lista de prohibiciones y prescripciones. «“Todo me está per-
ha confiado a cada uno al servicio del reino de Dios y su lucha mitido.” Sí, pero no todo aprovecha. Todo me está permitido, pe-
contra el mal. ro yo no me dejaré dominar por nada.» (1 Corintios 6:12).
El respeto por el cuerpo procede, mayormente, del hecho de
LAS VÍAS DE PREVENCIÓN ser una creación de Dios y el templo del Espíritu Santo por lo que
el creyente no se pertenece, pues ha sido rescatado por Cristo.
Aunque Pablo no nos deje más que un único consejo médico di- «Sabéis muy bien que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo,
recto en sus escritos, es mucho más explícito por lo que se refie- que está en vosotros porque Dios os lo ha dado. No os pertene-
re a la vida corporal ordinaria. céis, os han comprado pagando; glorificad a Dios con vuestro cuer-
po» (1 Corintios 6:19, 20).
Un estilo de vida temperante La invitación de Pablo a la sobriedad y la moderación, reco-
mendando un uso moderado de las cosas buenas y la abstinen-
La palabra clave que guía sus enseñanzas en la materia es enkra- cia de todo lo que es perjudicial se sitúa en esa perspectiva espi-
tés20 (Tito 1:8), es decir, moderación o autocontrol. Así Pablo dirá ritual. El cristiano, llamado a ser un hombre nuevo (Efésios 4:22-31),
evita la incontinencia porque ha recibido una vida nueva en Cristo
19 WIDMER, Gabriel, «Notes en marge de la vocation médicale», La maladie
(Les Cahiers protestants, Nouvelle série, 4/5), 1966, pp. 16, 17.
20 GRUNDMANN, W., «egkrateia», TNDT, vol. 2, pp. 339-342. 21 LUCK, V., «swfron», TDNT, vol. 7, p. 1097.

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DE LA ANTROPOLOGÍA A LA CRISTOLOGÍA SALUD Y TEOLOGÍA EN EL CORPUS PAULINO

(Romanos 13:11-14). Si Pablo es reticente a hablar del estilo de cambio, el lujurioso perjudica a su propio cuerpo». Y puesto que
vida es porque para él la salud integral constituye un aspecto del el cuerpo es «el templo del Espíritu Santo» y ha sido rescatado
equilibrio espiritual.22 pagando un gran precio, Pablo apremia a los creyentes para que
La exhortación más frecuente a la moderación en los escritos se comporten como administradores responsables de su cuerpo:
paulinos se refiere a la bebida.23 De la lectura de las epístolas «glorificad a Dios con vuestro cuerpo» (1 Corintios 6:18-20), «que
se desprende que el consumo de alcohol planteaba un problema sepa cada cual controlar su propio cuerpo sana y respetuosamente,
en las iglesias. En Corinto los excesos llegaban incluso al servicio sin dejarse arrastrar por la pasión, como los paganos que no co-
de comunión, durante el cual algunos se embriagaban (1 Corintios nocen a Dios» (1 Tesalonicenses 4:4, 5). La Iglesia está llamada
11:21). El apóstol reacciona vivamente contra ese abuso recor- a ser la esposa «sin mancha ni arruga», lista para encontrarse con
dando que los borrachos no heredarán el reino de Dios (1 Corintios su esposo y Señor (Efesios 5:27).
6:10) o indicando: «Tampoco os emborrachéis con vino, que es-
conde libertinaje» (Efesios 5:18). Sus insistencias van dirigidas , El lugar del ejercicio físico
sobre todo, a los ancianos y diáconos, quienes no deben «darse
al vino»24 (1 Timoteo 3:3, 8; Tito 1:7). Ni aun cuando los textos no Del hecho de que Pablo escribiera que «el ejercicio corporal es útil
nos permitan probar que Pablo proclamaba la abstinencia total, por poco tiempo» (Timoteo 4:8), algunos han llegado a la conclu-
una cosa sí es clara: exhortaba a los creyentes, en especial a sión de que los cristianos no deberían practicar otro deporte, gim-
los dirigentes de la iglesia, para que fueran sobrios. nasia o ejercicio físico que el exigido naturalmente por el trabajo.
La moderación que Pablo enseñaba se refiere también al ám- Pero esta es una lectura del texto muy discutible por las siguien-
bito de la sexualidad, en el que los excesos y desviaciones con- tes razones:
ducen a menudo a problemas no sólo morales, sino también físi-
cos. En el contexto actual con graves enfermedades de transmisión a) El texto no dice que el ejercicio corporal (sómatike gymnasia)
sexual la advertencia del apóstol resuena en nuestros oídos de sea condenable. Sencillamente lo considera menos útil que
un modo especial: «Tampoco seamos libertinos, como lo fueron la piedad, cosa con la que todo cristiano está de acuerdo.
algunos de ellos, y en un sólo día cayeron veintitrés mil» (1 b) Pablo no se opone al ejercicio físico como si fuera contrario
Corintios 10:8). a la vida espiritual, porque, en la misma frase, empieza por
Cuando Pablo recomienda evitar la inmoralidad, la razón evo- invitar a Timoteo para que se «ejercite» en la piedad. El ver-
cada revela por igual la ética y la integridad de la persona. Porque bo utilizado es gymnazo,25 exactamente el mismo que para
«cualquier perjuicio que uno cause queda fuera de uno mismo; en el ejercicio corporal. No se trata, pues, de ningún modo de
rechazar el ejercicio en sí, sino de una subordinación natural
22 Llega a decir que aquellos que no producen los frutos del Espíritu «no he- del entrenamiento físico a la búsqueda de la piedad.
redarán el reino de Dios» (Gálatas 5:21) y son llamados «enemigos de la
cruz» (Filipenses 3:18).
c) En otros pasajes Pablo hace gala de una actitud positiva fren-
23 Véase Romanos 14:21; 1 Corintios 11:21; Efésios 5:18; 1 Timoteo 3:8; Tito te a la disciplina corporal. Así, en Hebreos 12:11 afirma que
2:3.
24 Véase La expresión que cualifica el comportamiento deseado en los diri-
25 OEPKE, A., «gumnazo», TDNT, vol. 1, p. 775.
gentes (swfron) puede significar también la abstinencia total.

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DE LA ANTROPOLOGÍA A LA CRISTOLOGÍA SALUD Y TEOLOGÍA EN EL CORPUS PAULINO

produce en los que se ejercitan (gegymnasmenoís) un «fruto sacrificados a los ídolos (1 Corintios 6:1-20; 8:1-13; 10:1-11:1), las
apacible de honradez». Por eso mismo, invita a fortificar «los abstinencias debidas a influencias judaizantes (Gálatas 2:12; Colo-
brazos débiles, robusteced las rodillas vacilantes, plantad los senses 2:8-3:17) y las prácticas ascéticas procedentes del paga-
pies en sendas llanas para que la pierna coja no se disloque, nismo (1 Timoteo 1:13-15; Hebreos 9:10; 13:9).
sino se cure» o se reafirme (Hebreos 12:12, 13). Aun cuando Numerosos paganos creían que los alimentos sacrificados a los
la intención del autor sea de orden espiritual, el valor físico del dioses estaban habitados por un poder que se suponía era trans-
ejemplo dado no puede ser pasado por alto fácilmente. mitido a quienes los consumían (1 Corintios 8:4-13). Esos sacri-
d) Finalmente, Pablo dice de sí mismo que, para su propio be- ficios (eidólothyton)27 comprendían no sólo la carne, sino que in-
neficio espiritual, se somete a una disciplina física severa: cluían casi todo aquello que se consumía habitualmente. Partiendo
«¿No sabéis que en el estadio todos los corredores cubren de la perspectiva cristiana, según la cual no existe ningún dios fue-
la carrera, pero uno solo lleva el premio? Corred así, para ga- ra del de Jesucristo, Pablo considera que esos alimentos «sagra-
nar. Además, cada contendiente se impone en todo una dis- dos» no pueden comunicar poder sobrenatural alguno. Sin em-
ciplina; ellos para ganar una corona que se marchita; nosotros bargo, aconseja abstenerse de ellos a fin de no correr el riesgo de
una que no se marchita. Pues yo corro de esa manera, no sin escandalizar a un hermano, ya sea porque este aún cree que esos
rumbo fijo; boxeo de esa manera, no dando golpes al aire; na- alimentos retienen en su interior algún poder, ya sea porque al-
da de eso, mis directos van a mi cuerpo y lo obligo a que me guien podría confundirse a la hora de interpretar las intenciones
sirva, no sea que después de predicar a otros me descalifi- de quien come (1 Corintios 8:13; 10:23-31). Así pues, la razón
quen a mí» (1 Corintios 9:24-27). invocada para esta abstinencia no es ni teológica ni sanitaria, si-
no que es signo de ética y saber vivir fraternalmente.
Cuando ponemos todos estos elementos uno al lado de otro, y te- En el mundo helenístico contemporáneo de Pablo muchos ha-
niendo en cuenta que Pablo trabajaba con sus manos para ganarse bían visto la importancia del régimen alimenticio con respecto al
el sustento y desplegaba importantes esfuerzos físicos en sus cons- autocontrol, el equilibrio y para alcanzar iluminación espiritual. Son
tantes viajes, nos vemos obligados a concluir que el ejercicio físico, conocidas las prácticas ascéticas de los estoicos y los terapeutas
indispensable en toda vida sana, no está en tela de juicio y debió te- y es bien sabido que los pitagóricos eran vegetarianos estrictos.28
ner un lugar relativamente importante en la propia vida del apóstol. Parece que algunos conversos al cristianismo habían conser-
vado la noción del valor espiritual de algunos regímenes. En varias
Algunas cuestiones dietéticas ocasiones, Pablo intenta poner obstáculos a falsas doctrinas pro-
cedentes de fuentes externas a la Biblia que hacían referencia a
Las epístolas paulinas contienen varios pasajes que dan testi-
27 BÜCHSEL, F., «eidwloqutwn», TDNT, vol. 2, pp. 378, 379.
monio de controversias surgidas en la Iglesia a propósito de la ali- 28 Véase, a título de ejemplo, el siguiente consejo de Epicteto: «¿Quieres ga-
mentación.26 En apariencia, tienen, al menos, tres causas distin- nar un premio en los Juegos Olímpicos? Considera el entrenamiento re-
tas (aunque a menudo están entremezcladas): los alimentos querido y sus exigencias. Debes observar un régimen severo, nutrirte con
lo que no te gusta, abstenerte de manjares delicados, ejercitarte a las
26 Véanse Romanos 14:1-15:6; 1 Corintios 6; 8; 10; Gáltas 2:12; Colosenses horas prescritas, haga frío o calor, no beber nada frío y abstenerte del vi-
2:8-3:17; 1 Timoteo 4:1-5; Tito 1:13-15; Hebreos 9:10; 13:9. no» (Enchereidion 35).

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DE LA ANTROPOLOGÍA A LA CRISTOLOGÍA SALUD Y TEOLOGÍA EN EL CORPUS PAULINO

restricciones alimenticias.29 Junto con ello reclama la tolerancia y ración, siendo como es una especie de salto hacia la inte-
la comprensión en materia de alimentación.30 A menudo relativiza gridad del ser, incluye la liberación del pecado.
las cuestiones alimenticias.31 Finalmente, en algunos pasajes pa- 2) El plan de Dios quiere que el espíritu, el alma y el cuerpo se
rece que minimiza, o incluso anula, cualquier criterio de restricción conserven irreprochables cuando llegue el advenimiento del
alimenticia.32 Todas estas declaraciones de Pablo deben ser en- Señor. Pero es Dios quien lo hará (1 Tesalonicenses 5:23, 24).
tendidas en el marco de su fidelidad a las Escrituras y sus inquie- 3) Además, aunque Dios es el principal implicado en la obra de
tudes misioneras en favor del Evangelio (1 Corintios 9:16-23). la restauración, los cristianos también tienen una responsa-
Para el apóstol, al igual que para Jesús,33 el comportamiento bilidad en ese ministerio. «De todas formas, hagáis lo que ha-
ante la alimentación es más importante que los alimentos mismos. gáis, comer, beber o lo que sea, hacedlo todo para honra de
«Por esa razón», dice, «si un alimento pone en peligro a un her- Dios» (1 Corintios 10:31).
mano mío, nunca volveré a probar la carne, para no poner en
peligro a mi hermano» (1 Corintios 8:13). Las únicas restricciones Pablo no es «religiosamente neutro» con respecto a la gestión
alimenticias que Pablo propone explícitamente se refieren a la mo- de la salud. Para él todos nuestros actos tienen implicaciones es-
deración, la abstinencia en el uso del alcohol, la sabiduría y la pru- pirituales. «Porque ninguno de nosotros vive para sí ni ninguno
dencia ante los alimentos sacrificados a los ídolos y la adverten- muere para sí» (Romanos 14:7). Exhorta a sus lectores para que
cia con respecto a los alimentos que puedan escandalizar a otros. se vayan «transformando con la nueva mentalidad, para ser […]
Hay cosas que, aunque estén permitidas, no son necesariamen- capaces de distinguir lo que es voluntad de Dios, lo bueno, con-
te benéficas o edificantes (1 Corintios 10:23). «Dichoso el que exa- veniente y acabado» (Romanos 12:2).
mina las cosas y se forma un juicio» (Romanos 14:22). En la zona así delimitada Pablo reconoce distintos niveles de
madurez personal y subraya la importancia del crecimiento espi-
HACIA UNA TEOLOGÍA PAULINA DE LA SALUD ritual. En cualquier circunstancia apela a la tolerancia y al respe-
to por el prójimo.
Al final de este rápido recorrido por los escritos de Pablo, pode- El apóstol lo ha considerado acertadamente: Cristo es la fuen-
mos adelantar algunos criterios de base con respecto a su teolo- te de toda capacidad en la realidad vulnerable de nuestra vida so-
gía de la salud: bre la tierra. Quien está en Cristo participa de un poder que hace
posible la curación del ser entero. No obstante, la solución defi-
1) El cuerpo es el templo del Espíritu Santo (1 Corintios 6:19). nitiva al problema humano de la enfermedad y el sufrimiento no
Es llamado a ser santo (y no necesariamente sano). La cu- se dará hasta la restauración de todas las cosas. Mientras tanto,
«aunque nuestro exterior va decayendo, lo interior se renueva
29 Véanse Colosenses 2:16, 17, 23;1 Timoteo 4:1-4; Tito 1:13-15; Hebreos 13:9.
de día en día» (2 Corintios 4:16). El proyecto divino es un mundo
30 Véanse Romanos 14:1-23; Colosenses 2:16, 17; 1 Corintios 8. sin pecado, sin dolor y sin muerte. El Evangelio es creer en este
31 Véanse Romanos. 14:17, 22; 1 Corintios 6:13; 8; Colosenses 2:16; Hebreos Dios que nos ama, gocemos de salud o suframos enfermedad.
9:10; 13:9. Porque si Jesús curó a los enfermos, su voluntad última no es
32 Véanse 1 Corintios 10:25-30; Romanos 14:4; 1 Timoteo 4:1.
33 Véanse Marcos 7:1-23. sólo llevar a los seres humanos a la santidad gracias a su perdón,

141
DE LA ANTROPOLOGÍA A LA CRISTOLOGÍA

sino también a la salud gracias a su amor.34 Al reconciliarnos Capítulo 10


con Dios, Jesús no quiere solamente librarnos del pecado, sino
también de todas sus consecuencias.35 Actualmente tenemos la
esperanza de que ser salvos. Sólo en el mundo futuro nuestra LA TRANSFORMACIÓN FINAL:
vida será perfecta y sin fin. COMENTARIO SOBRE
1 CORINTIOS 15:35-58

Roland Meyer
Profesor de Teología Sistemática,
Facultad Adventista de Teología

Pablo, a causa de su inquietud pedagógica,1 se anticipa y plantea


dos preguntas que preocupan a los corintios:

Versículo 35:2 «Alguno preguntará: ¿Y cómo resucitan los muer-


tos?, ¿qué clase de cuerpo traerán?»

Es difícil saber con precisión si la cuestión planteada por Pablo


responde a una preocupación real de los corintios o si se trata
de una pura ficción.2 Es preciso que consideremos las cuestiones
planteadas en el versículo 35 en relación con toda la estructura de
1 Corintios 15. Pablo sólo aborda el problema de la resurrección
de los hombres relacionándola con la resurrección de Cristo.4
Reacciona enérgicamente a la pregunta que algunos se plantea-

1 Extracto de la tesis doctoral L’herméneutique paulinienne de la résurrection


d’après 1 Corinthiens 15, Universidad de Estrasburgo, 1987. Texto actuali-
zado por el autor para la presente obra.
2 Véase el desarrollo de DUNN, J. D. G., The theology of Paul the apostle,

Edimburgo: T&T Clark, 1998, p. 60.


3 Cf. MORISSETTE, «La condition du ressuscité», Bib 53 (1972), pp. 208-

228; véase también SIDER, R. J., «The pauline conception of the resu-
34 «Él enjugará las lágrimas de sus ojos, ya no habrá muerte ni luto ni llanto rrection body in 1 Corinthians 15: 35-53», NTS 57 (1974-1975), p. 429.
ni dolor, pues lo de antes ha pasado» (Apocalipsis 21:4). 4 Cf. USAMI, K., «How are the dead raised? (1 Corinthians 15: 35-58)», Bib
35 WHITE, Ellen, «La curación del alma», El ministerio de curación.
57 (1976), pp. 468-493.

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DE LA ANTROPOLOGÍA A LA CRISTOLOGÍA LA TRANSFORMACIÓN FINAL: COMENTARIO SOBRE 1 CORINTIOS 15:35-58

ban. «Al dudar de esa manera, los corintios olvidaban que la muer- antigua. Aunque la planta es completamente distinta del grano
te condiciona la vida.»5 arrojado en la tierra, ello no es óbice para que proceda de él. «El
El apóstol afirma que no hay continuidad: la muerte no es un grano no se pudre ni se disuelve por completo, por el procedimiento
mero paso a una vida idéntica a la primera. Se produce una re- mismo de disolución y destrucción surge un germen vivo. Ese ger-
creación y, por lo tanto, surge un nuevo cuerpo (vv. 42-48).6 Al ha- men producirá un organismo que no sólo será de la misma espe-
blar de esa novedad Pablo no responde a la cuestión diciendo que cie de la planta que lo produjo, sino que continuará la vida indivi-
el Jesús resucitado es idéntico a Jesús antes de la muerte. Insiste dual del ser del cual es el fruto.»11
sobre el ejemplo de la semilla; una semilla que no es idéntica a la Al comparar la muerte y la resurrección con la semilla y la plan-
planta que sale de ella: se siembra un cuerpo terrestre y se resu- ta, Pablo expresa la necesidad de pasar por la muerte para al-
cita un cuerpo espiritual.7 Sin duda, el lenguaje de los versículos canzar la vida. El cuerpo espiritual no puede aparecer si previa-
35 y 36 tiene la intención de poner de relieve el carácter perece- mente no ha desaparecido el cuerpo terrestre. 12 Cualquier
dero de nuestra vida,8 aunque el comentario tiene escasa impor- vivificación se produce a partir de una muerte. En esta respues-
tancia a la luz del significado propio de la resurrección.9 ta, Pablo tiene cuidado de no permitir que los corintios compren-
dan mal sus ideas. La resurrección no es una creación a partir de
LA PLANTA PROCEDE DEL GRANO elementos que no existían. Si tal fuera el caso, la muerte sería
vencedora porque se apropiaría para siempre de la vida del hom-
Versículo 36: «Necio,10 lo que tú siembras no cobra vida si an- bre y entonces Dios estaría obligado a «hacer» una nueva cria-
tes no muere.» tura. Aunque no haya identidad entre la vida anterior y la poste-
rior a la muerte, el nuevo cuerpo tiene el punto de partida en el
Pablo no tiene la más mínima intención de insistir en una even- cuerpo antiguo. La única manera de vencer a la muerte es salir
tual continuidad de la vida después de la muerte, sino en la com- de ella, pero no se puede salir si antes no se ha entrado. Se de-
pleta novedad de la planta recreada por Dios. Sin embargo, esa be entrar corporalmente para salir también corporalmente.
nueva criatura no estará totalmente desprovista de relación con la
A CADA SEMILLA SU PROPIO CUERPO
5 LÉON-DUFOUR, X., Face à la mort. Jésus et Paul, París: Le Seuil, 1979,
p. 215. Versículos 37 y 38: «Y, además, ¿qué siembras? No siembras
6 Cf. CONZELMANN, H., Théologie du Nouveau Testament, Ginebra: Labor
lo mismo que va a brotar después, siembras un simple grano
et Fides, 1969, p. 200.
7 Cf. LÉON-DUFOUR, X., Resurrection de Jésus et message pascal, París: de trigo, por ejemplo, o de alguna otra semilla. Es Dios quien le
Le Seuil, 1971, p. 169. da la forma que a él le pareció, a cada semilla la suya propia.»
8 Cf. SCHÜTZ, J. H., Paul and anatomy of apostolic authority, Cambridge:

University Press, 1975.


9 Cf. KASPER, W., Jésus le Christ, París: Le Cerf, 1976, p. 229. 11 MANGENOT, E., La résurrection de Jésus, París: Letouzey et Ané, 1910,
10 BERTRAM, G., «afrwn», Theological Dictionary of the New Testament p. 157.
IX (TDNT), editado por KITTEL, Gerhard, Grand Rapids, Michigan: 12 Cf. ALTERMATH, F., Du corps physique au corps spirituel: interprétation

Eerdmans, 1973, p. 231: «Pablo no pronuncia un juicio definitivo con su de 1 Corinthiens 15.35-39 par les auteurs des quatre premiers siècles,
afrwn. Es una figura retórica que facilita la comprensión.» Tubinga (Alemania): Mohr, 1977, p. 5-20.

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DE LA ANTROPOLOGÍA A LA CRISTOLOGÍA LA TRANSFORMACIÓN FINAL: COMENTARIO SOBRE 1 CORINTIOS 15:35-58

El kai (kai) marca la transición hacia la segunda pregunta. El fru- cada criatura una sarx distinta, también es capaz de transformar
to producido no tiene ningún parecido físico con la semilla. Eso no el cuerpo carnal del hombre en cuerpo espiritual.
permite afirmar que no hay puntos en común. Aunque el fruto no es E. B. Allo nos advierte de la paronomasia kthnwn... pthnwn.16 En la
la semilla, procede de la semilla. El swma (sóma) de los versículos explicación de Pablo hay una progresión. Cita en primer lugar al hom-
37 y 38 contempla el nuevo swma en la forma que tomará después bre, luego al ganado (kthnwn, ktenon), las aves (pthnwn, ptenon)17 y
de la muerte del antiguo. La nueva planta no tiene swma, es swma. finalmente los peces (icquwn, ichthyon). Estas cuatro clases repre-
De hecho, Dios podría sacar de cualquier semilla la planta que sentan a los seres terrestres creados por Dios y degenerados por el
desease (kaqoj hqelhsen, kathos ethelesen) y darle el cuerpo que pecado: los cuerpos terrestres en oposición a los cuerpos celestes.
quisiese. La expresión gumnon kokkon (gymnon kokkon) expresa La enumeración de las distintas clases de «carne» recuerda la
la completa desnudez, la impotencia de ser vestido con un nue- enumeración de Génesis 1 y 2.18
vo cuerpo sin el milagro de Dios.13 El grano desnudo en la tierra
sólo tiene valor si de él sale la vida, si de él sale el nuevo swma.14 Génesis 1 Génesis 2 1 Corintios 15
En el versículo 38 Pablo opone el poder de Dios, kaqwj hqelhsen, icquj / ichthys anqrwpoj / anthrópos anqrwpoj / anthrópos
que da un cuerpo a la desnudez del grano, gumnon kokkon, del ver- peteinon / peteinon qhrion / thérion kthnoj / kténos kthnoj / kténos
sículo 37. tetrapoda / tetrapoda
erpeta / erpeta peteinon / peteinon peteinon / peteinon pthna / kténa
TODAS LAS CARNES NO SON IDÉNTICAS qhria / théria qhrion / thérion
anqrwpoj / anthrópos v. 20 icquj / ichthys
Versículo 39: «Todas las carnes no son lo mismo; una cosa es
la carne del hombre, otra la del ganado, otra la carne de las aves «Pablo ilustra el poder creador de Dios en la obra de la nueva
y otra la de los peces.» creación al final de los tiempos a partir, precisamente, de su obra
creadora en el pasado.»19
El nuevo cuerpo es diferente del cuerpo terrestre como también
lo es la planta del grano.15 La palabra sarx (sarx, carne), designa LOS DISTINTOS CUERPOS
la sustancia que constituye un cuerpo. Si Dios es capaz de dar a
Versículo 40: «Hay también cuerpos celestes y cuerpos terres-
13 Cf. HERING, J., La première épître de saint Paul aux Corinthiens; Neuchâtel: tres, y una cosa es el resplandor de los celestres y otra el de los
Delachaux et Niestlé, 1959, p. 145, y GROSHEIDE, F. W., Commentary on terrestres.»
the First Epistle to the Corinthians, Grand Rapids, Michigan: Eerdmans,
1983, p. 381.
14 JEWETT, R., Paul anthropological terms: A study of their use in conflict set- 16 ALLO, E. B., Saint Paul, première épître aux Corinthiens, París: Gabalda,
tings; Leiden: Brill, 1971, p. 267: «Según la óptica de Pablo, el swma es 1934, p. 422.
la base necesaria de toda existencia. Sin él solo se es una semilla des- 17 Esta expresión se encuentra en PLATÓN, Fedra, 246e, y Las leyes, 823b;
nuda, enterrada en el suelo y aislada de Dios y los hombres.» SÓFOCLES, Filocteto, 955; ESQUILO, Las coéforas, 591; Prometeo, 1022.
15 Cf. JEREMIAS, J., «Flesh and blood cannot inherit the Kingdom of God (1 18 Tabla propuesta por ALTERMATH, F., Op. cit., p. 22.
Corintios 15:50)», NTS (1955-1956), pp. 151-159. 19 ALTERMATH, F., Op. cit., p. 22.

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DE LA ANTROPOLOGÍA A LA CRISTOLOGÍA LA TRANSFORMACIÓN FINAL: COMENTARIO SOBRE 1 CORINTIOS 15:35-58

Pablo insiste en la diversidad de los swmata (somata) que son Versículo 41: «Hay diferencia entre el resplandor del sol, el de
de dos clases. Si ese hecho es aceptado por todos, ¿por qué du- la luna y el de las estrellas, y tampoco las estrellas brillan todas
dar que Dios pueda revestir al hombre resucitado de un swma nue- lo mismo.»
vo? Los cuerpos celestes y los terrestres tienen un elemento en co-
mún, la doxa, pero esta es distinta en función de su propio carácter.20 Al citar los astros, Pablo precisa que incluso entre ellos se pre-
La oposición entre los cuerpos celestes y los cuerpos terrestres sentan diferencias. Aquí declara que los cuerpos de la misma cla-
plantea el problema de saber a qué hace alusión Pablo cuando se son diferentes entre sí. Los astros no difieren tan sólo de los
habla de los epouraniwn (epouranión). Para F. Godet, es seguro cuerpos terrestres, si no también unos de otros. Refuerza su ar-
que Pablo alude a los astros, al «gran espectáculo del cielo es- gumento para probar que el cuerpo resucitado será distinto al cuer-
trellado.»21 Esta interpretación es poco probable por el hecho de po mortal, aun siendo un cuerpo.
que precisamente en el versículo 41 se refiere a los astros y mar-
ca sus diferencias. El versículo 40 hace alusión a la diferencia que EL PASO DE LA CORRUPTIBILIDAD A LA INCORRUPTIBILIDAD
existe entre las categorías de seres terrestres y celestes. Para
marcar esta diferencia, emplea etera (etera) y no allh (allé). Etera Versículos 42 y 43: «Igual pasa en la resurrección de los muertos:
es empleado aquí para designar la diferencia general entre am- se siembra lo corruptible, resucita incorruptible; se siembra lo mi-
bos grupos de seres, mientras que allh marca las diferencias que serable, resucita glorioso; se siembra lo débil, resucita fuerte.»
se presentan entre los cuerpos terrestres entre sí. Por más que
sea difícil averiguar a qué se refiere Pablo exactamente, lo que su Outwj (outós) marca un paso importante en el razonamiento e
explicación pone de manifiesto es que hay dos tipos de cuerpos introduce, de ese modo, algo más que una simple comparación.
muy distintos. Un tipo totalmente exterior a la tierra y otro plena- El apóstol mostrará que existen cuerpos distintos al cuerpo de
mente terrestre. A partir de esta constatación no es difícil conce- carne que todos conocemos. Al hacerlo su objetivo es hacernos
bir otra diversidad de swmata (somata), los de aquéllos que han verosímil la existencia de un cuerpo resucitado, distinto a un cuer-
sido resucitados. po carnal. Las cuatro antítesis de los versículos 42b-44a insisti-
rán sobre las diferencias que se presentan entre ambos tipos de
cuerpo.22
20 MORISSETTE, R., Op. cit., p. 221, 222: «Los distintos swmata terrestres
se reconocen sobre todo por su sarx, la cual tienen en grados diversos (v.
39), mientras que los celestes, que ofrecen una variedad parecida, se 22 ALTERMATH, F., Op. cit., p. 25 precisa que «outwj apunta hacia la conti-
caracterizan, ante todo, por su doxa. Es evidente que el contraste entre los nuación del texto que, por una parte, retoma los antecedentes de la idea
swmata con exponente doxa prepara la antítesis de las líneas que siguen de diferencia entre el estado actual y la resurrección y, por otra, precisa
entre la humanidad ek thj coikaj (vv. 47a, 48a, 49a) marcada por la sarx cuál es esa diferencia en las cuatro antítesis de los versículos 42b-44a».
kai aima (v. 50b) y la humanidad ex ouranou vers. 47b) o epourania (vv. HERING, J., Op. cit., p. 146 dice que la idea expresada en los versículos
48b, 49b), marcada por la doxa (cf. v. 43a).» 39-41 «que ahora se utiliza es esta: hay muchas clases de matreria; no
21 GODET, F., Commentaire sur la première épître aux Corinthiens, Neuchâtel:
debemos representarlos los cuerpos de la resurrección como si fuesen de
Imprimerie Nouvelle, 1965, vol. 2, p. 403. Cf. BARRETT, C. K., The First la misma sustancia que los cuerpos biológicos de este eón. Sin embar-
Epistle to the Corinthians, Londres: Black, 1986, p. 371, que comparte la go, sería falso atribuir al apóstol la idea de que los cuerpos de resurrec-
misma opinión. ción se encuentran alineados exclusivamente con los “celestes”».

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DE LA ANTROPOLOGÍA A LA CRISTOLOGÍA LA TRANSFORMACIÓN FINAL: COMENTARIO SOBRE 1 CORINTIOS 15:35-58

fqora (fthora) afqarsia (aftharsia) v. 42 En el versículo 43, Pablo aborda las antítesis b) y c) expresa-
atimia (atimia) doxi (doxi) v. 43 das por atimia (atimia) – doxh (doxé) y asqenia (asthenia) –
asqeneia (asthemeia) dunamei (dynamei) v. 43 dunamei (dynamei). En Filipenses 3:21 el apóstol precisa la trans-
yucikon (psychíson) pneumatikon (pneumatikon) v. 44 formación de nuestro cuerpo de humillación en un cuerpo glorio-
so, como el de Cristo (to swma thj tapeinwsewj hmwn summor-
Senft23 precisa que «fqora, “la destrucción”, no es sólo la des- fon tw swmati thj doxhj auvtou [to soma tés tapeinóseós émón
composición del cuerpo en la tumba. El término califica ontológi- symmorfon tó sómati tés doxés autou]). En 1 Corintios 15:43a, se
camente todo lo que pertenece al mundo de abajo o, en lenguaje oponen dos términos: atimia y doxh, precedidos respectivamen-
apocalíptico, al mundo presente. La afqarsia (aftharsia), “la inco- te por sperietai (sperietai) y egeiretai (egeiretai), como en el ver-
rruptibilidad” o inmortalidad, es el mundo de arriba, o las realida- sículo 42. La superioridad del «segundo» cuerpo respecto del «pri-
des del mundo venidero». Aunque el sujeto de speiretai (speire- mero» está fuertemente acentuada.27 Dios desea para el hombre
tai) y egeiretai (egeiretai) no se mencione en el versículo 42, que su cuerpo ya no esté en la miseria (en atimia), sino en la
podemos pensar perfectamente que se trata del cuerpo.24 El pen- gloria (en doxh).28 Ni la afqarsia (v. 42) ni la doxh (v. 43), así co-
samiento principal es doble: sembrado-resucitado. Estas dos ex- mo tampoco la dunamij (v. 43) y el swma pneumatikon (v. 44), son
presiones indefinidas acentúan los términos fqora y afqarsia. estados adquiridos por el hombre. «El resultado de la intervención
«Ambas expresiones indican las circunstancias y no el modo.»25A permanente de la gloria es una situación creada y mantenida cons-
la vez que opone dos estados del cuerpo, Pablo opone dos pe- tantemente por la gloria que sólo puede ser comunicada por Dios
ríodos: presente (tiempo de la muerte) y futuro (tiempo de la re- y forma parte de la vida eterna.»29 Del mismo modo que el cuer-
surrección). Aunque el cuerpo es sembrado corruptible, es porque po presente se caracteriza por la debilidad, el cuerpo que será re-
la muerte, elemento muy presente, todavía puede actuar porque sucitado estará caracterizado por la fuerza.30 El Antiguo Testamento
Cristo no ha destruido ese último enemigo (v. 26). Egeiretai en af- revela que la doxa es en esencia un tributo de Dios.31 Pero
qarsia (egeiretai en aftharsia) anuncia esa victoria completa y de- Altermath32 señala que «también es objeto de esperanza para los
finitiva. Los creyentes, regenerados íntegramente, vivirán en un hombres: cuando la tierra esté llena de la gloria de Yahvé sabre-
organismo adaptado al nuevo mundo.26 mos que su soberanía se extiende sobre toda la tierra (Salmos
57:6, 12; 7:19)».
27 SIDER, R. J., Op. cit., p. 433: «El primer contraste especificado en el ver-
23 SENFT, C., La première épître de saint Paul aux Corinthiens, Neuchâtel: sículo 43 es, por consiguiente, la superioridad ética de la persona resuci-
Delachaux et Niestlé, 1979, p. 206. Véase también HARDER, G., «fqo- tada. Ya no es tentada por el pecado.»
ra», TDNT, vol. 9. p. 94. 28 Cf. CARREZ, M., De la souffrance à la gloire, Neuchâtel: Delachaux et
24 ALLO, E.-B., Op. cit., p. 423.
Niestlé, 1964, p. 66.
25 GROSHEIDE, F. W.,Op. cit., p. 384. 29 Ibídem.
26 Cf. MENOUD, Ph. H., Jésus-Christ et la foi, Neuchâtel: Delachaux et Niestlé, 30 HERING, J., Op. cit., p. 147. «La segunda antítesis, atimia = miseria – do-
1975, p. 324. Véase también DURRWELL, F.-X., La résurrection de Jésus, xa = gloria, precisa la oposición en el plano axiológico de ambos modos
mystère de salut, París: Le Cerf, 1982, p. 213: «El cuerpo espiritual for- de existencia.»
ma parte de la paradoja cristiana: el Espíritu triunfa sobre lo que parece 31 Cf. Salmos 138:5; 66:2; 79:9.
más alejado de la espiritualidad: en seres corporales.» 32 ALTERMAT, F., Op. cit., p. 30.

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DE LA ANTROPOLOGÍA A LA CRISTOLOGÍA LA TRANSFORMACIÓN FINAL: COMENTARIO SOBRE 1 CORINTIOS 15:35-58

Sin embargo, parece que la atimia no es un estado inicial. Pablo En la antropología paulina, swma (sóma) designa al Yo.36 La
precisa en Romanos 3:23 que «todos pecaron y están privados de Septuaginta emplea a veces swma (sóma) para traducir el hebreo
la presencia de Dios». Ello prueba que el estado en el que se basar. «De ahí se desprende una cierta afinidad entre swma y sarx
encuentra el hombre y todo su ser es un estado no original. Aunque (sarx), aunque no sean sinónimos. Para Pablo, el swma no de-
la criatura no haya poseído jamás la gloria de Dios en tanto que signa únicamente una parte del hombre, sino al hombre visto ba-
atributo divino, se produjo una degradación con respecto al esta- jo cierto aspecto.»37
do inicial del primer Adán. Esa degradación se suprimirá y se trans- El adjetivo yucikoj (psychikos) aparece seis veces en cuatro
formará (Romanos 8:30). Esa transformación se vuelve a precisar pasajes del Nuevo Testamento.38 En 1 Corintios 2:15; 14:44, 46
al final del versículo 43 (speiretai en asqeneia egeiretai en duna- y Judas 19 está en oposición con pneumatikoj (pneumatikos) y
mei [speiretai en astheneia egeiretai en dynamei]). (sofia) anwqen katercomenh ([sofia] anóthen katerchomené), «(sa-
Es frecuente encontrar el término asqeneia designando al hom- biduría) que viene de arriba». El término ysukh es ambiguo. «Por
bre. Clemente de Alejandría33 explicará su idea diciendo: «Puesto una parte puede denotar la verdadera vida que Dios ha dado, que
que el hombre […] es un animal débil se inclina fácilmente hacia pide y que durará por toda la eternidad. […] Por otra parte, yukh
lo peor y ayuda a los que le odian, lo que le acarrea males aún significa la vida física que es propia de cada uno.»39
mayores.» Filón34 usa la misma expresión: «Por otra parte, el de- Cuando habla del cuerpo físico, Pablo no quiere hablar de
miurgo, sabiendo que es superior en todos los órdenes de per- ningún modo del aspecto «sensual», «más bien del cuerpo ani-
fección y los seres engendrados, contrariamente a sus aires de mal, propiamente del cuerpo animado por el aliento vital de la
grandeza, tienen una naturaleza débil (fusikhn asqeneian [fysi- yukh (psyké); aliento que en sí mismo no tiene nada corrom-
kén astheneian]), no quiere que sus bendiciones y sus castigos pido pero cuya duración está limitada a la de la existencia te-
sean proporcionales a su poder, sino a las posibilidades que ve en rrestre.»40 De nuevo, el empleo de speiretai (speiretai) implica
los que deben tener su parte en uno u otro de sus atributos.» la desaparición de lo que se ha sembrado. Puesto que puede
Esa debilidad se opone a dunamij (dynamis), que caracteriza ser llamado a desaparecer, el swma (sóma) es sembrado yuci-
especialmente a Dios en la Septuaginta.35 En el Nuevo Testamento kon (psychikon). La oposición a ese swma yucikon no se hace
ese mismo poder tomará todo su significado en la persona de esperar. El apóstol la lleva a cabo en la segunda sección de la
Cristo. Por esa dunamij Dios resucitó a Jesús y por ese mismo po- frase: egeiretai swma pneumatikon (egeiretai sóma pneumati-
der nos resucitará. kon).

EL CUERPO FÍSICO Y EL CUERPO ESPIRITUAL


36 Cf. 1 Corintios 13:3; 7:4.
37 CONZELMANN, H., Op. cit., p. 189, para BULTMANN, R., Theologie des
Versículo 44: «Se siembra un cuerpo animal, resucita cuerpo
Neuen Testaments, Tubinga (Alemania): Mohr, 1961, p. 195. «Der Mensch
espiritual. Si hay cuerpo animal, lo hay también espiritual.» hat nicht ein swma, sondern er ist swma». (el ser humano no tiene un swma;
él es swma).
33 CLEMENTE DE ALEJANDRÍA, Extr. 73.3. 38 1 Corintios 12:14; 15:44, 46; Santiago 3:15; Judas 19.
34 FILÓN, Quod Deus sit immutabilis. 39 SCHWEIZER, E., «yukikoj», TDNT, vol. 9, p. 662.
35 Cf. GRUNDMANN, W., «dunamij», TDNT, vol. 2, p. 292. 40 BARTH, F., «La notion paulinienne de yuch», RthPh 44 (1911), p. 327.

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DE LA ANTROPOLOGÍA A LA CRISTOLOGÍA LA TRANSFORMACIÓN FINAL: COMENTARIO SOBRE 1 CORINTIOS 15:35-58

Al hablar del cuerpo espiritual,41 no debemos imaginar un cuer- destructible por la muerte, que será destruida por ese mismo es-
po inmaterial. Eso iría en contra del pensamiento paulino. Sostener píritu.46
un razonamiento como ese sería traicionar el pensamiento de
Pablo. El cuerpo no está dotado «de otra realidad que el cuerpo LOS DOS ADÁN
físico actual. No tiene nada en común con el cuerpo fantasma-
górico de los espectros o los aparecidos».42 El swma pneumatikon Versículo 45: «Así está escrito: “El primer hombre, Adán, fue un
también es un swma, un cuerpo, pero un cuerpo transformado por ser animado”, el último Adán es un espíritu de vida.»
el Espíritu. Para entender el misterio que escapa a nuestro mo-
do conceptual de considerar los seres, es necesario que nos ima- Esta cita de Génesis 2:7 está ampliada con dos palabras:47
ginemos la persona de Cristo. prwtoj (prótos) y Adam (Adam), Adán fue el «primer hombre», con
Cristo resucitado es un cuerpo y un espíritu. Pablo no admitió el que empezó la antigua humanidad. Cristo, «el último hombre»,
una noción puramente espiritual del cuerpo resucitado. 43 H. empezó la nueva humanidad escatológica.48 El contraste que Pablo
Conzelmann44 dirá que «pneuma no define un principio metafísico establece aquí entre Adán y Cristo es particularmente interesan-
del hombre, si no al yo vivo que tiene convicciones». Pneumatikoj te. Adán es el tipo del hombre que ha recibido el aliento de vida y,
no significa espiritual en el sentido de ausencia de corporeidad, por intervención divina, se ha convertido en alma viviente,49 mien-
sino más bien está en relación con el mundo divino del Espíritu. tras que Cristo se convirtió en el Espíritu que da la vida.50 El con-
Así, el cuerpo del resucitado ya no es víctima de la degenera- traste se sitúa entre la criatura vieja y la nueva, entre el hombre
ción y el mal, sino que, porque está en relación con el mundo di- receptor de un aliento de vida que hace de él un ser vivo y Cristo
vino, se convierte en inmortal. He aquí el milagro de la resurrec- dador de vida. «La última palabra de la historia del mundo no per-
ción. El swma yucikoj es investido de inmortalidad. La idea de tenece a Adán, figura del destino que representa de la humanidad
Pablo es precisa: la resurrección es corporal (v. 35). Puesto que pecadora y abocada a la muerte, sino a Cristo, figura central anti-
cada forma de vida tiene un cuerpo apropiado, también hay un típica de la humanidad renovada.»51 «Cuando vino a la tierra, Cristo
cuerpo para la vida eterna.45 La vida del Espíritu consistirá en la era inferior a los ángeles.52 En el momento de su resurrección
transformación particular de un cuerpo mortal en un cuerpo in- se convirtió en el arquetipo del nuevo hombre, el hombre escato-

46 Cf. LADD, G. E., A Theology of the New Testament, Londres: Lutterworth,


41 Cf. MEYER, R., Le retour à la vie, Damarie-lès-Lys: Vie et Santé, 1997, pp. 1977, p. 370.
109-111. 47 Septuaginta: Génesis 2:7, egeneto o anqrwpoj eij yuchn zwsan; 1 de
42 HERING, J., Op. cit., p. 147. Corintios 15:45, egeneto o prwtoj anqrwpoj Adam eij yuchn zwsan.
43 GEROGE, A. et. al.; «Les récits d’apparition aux Onze», La résurrection du 48 Cf. KIM, S., The Origin of Paul’s Gospel, Tubinga (Alemania): Mohr, 1981,

Christ et l’exégèse moderne, París: Le Cerf, 1969, p. 99. El autor subra- p. 266.
ya el hecho de que Pablo «insiste en el carácter espiritual de ese cuerpo, 49 Cf. GODET, F., Op. cit., p. 413: «La forma ginesqai eij, “convertirse en”,

porque quiere responder a las dificultades de sus lectores griegos.» no sólo designa el primer momento de la creación del hombre, sino que
44 CONZELMANN, H., Op. cit., p. 192. también incluye el desarrollo de ese acto divino hasta su culminación.»
45 Cf. HAMERTON-KELLY, R. G., Preexistence, Wisdom and the Son of Man: 50 Cf. DUNN, J. D. G., Christology in the Making, Londres: SCM, 1980, p. 107.

a Study of the Idea of Pre-existence in the New Testament, Cambridge: 51 BECKER, J., Paul, «L’Apôtre des nations», París: Le cerf, 1995, p. 466.

University Press, 1973, p. 132 y siguientes. 52 Cf. Hebreos 2 6-9; Gálatas 4:4; Romanos 8:3.

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DE LA ANTROPOLOGÍA A LA CRISTOLOGÍA LA TRANSFORMACIÓN FINAL: COMENTARIO SOBRE 1 CORINTIOS 15:35-58

lógico. La victoria de Cristo sobre la cruz fue la victoria de lo pneu- psíquico, sino un ser espiritual. «La nueva creación ya no es una
mático sobre lo natural. «El proceso vida-muerte, ligado a la an- nueva “primera creación”.»57
títesis carne-espíritu, define la vida cristiana. Tuvo lugar en el cuer-
po de Cristo y se reproduce en el cuerpo de cada uno de los Versículo 46: «No, no es primero lo espiritual, sino lo animal;
cristianos. Al resultado de ese proceso le damos el nombre de lo espiritual viene después.»
vida “espiritual”, vida en un cuerpo que ha vencido a la muerte.»53
El cristiano participa de la naturaleza de Cristo en el sentido de En el versículo 45 el apóstol se esfuerza por mostrar la existen-
que Cristo es la imagen de Dios y Señor, «primicias de los que es- cia de ambos hombres, a la vez idénticos y diferentes. Idénticos por-
tán muertos». El hombre es elevado al rango espiritual porque que ambos son hombres, y distintos por su situación. El primero es
Cristo es el pneuma zwopoioun (thóopoioun) que le concede esa psíquico, el segundo pneumático. En el versículo 46 recoge la con-
situación. Entonces será un espíritu con Cristo.54 Sin embargo, clusión lógica del versículo 45. Lo psíquico está en primer lugar. Y
Cristo es todavía el principio (arch [arché]) que el hombre jamás ello es variable tanto cronológica como cualitativamente. Junto con
podrá ser, aunque se transforme en espiritual. El hombre espiri- F. Altermath, pensamos que el versículo 46 se dirige más a los pro-
tual pertenece al orden escatológico, participa de Dios. El se- pios corintios que al pensamiento de Filón. De este modo suscribi-
gundo Adán es lo que no pudo ser el primero.55 mos las tesis defendidas por A. J. M. Wedderburn.58 F. Altermath59
Que Pablo describa a Cristo como el pneuma zwopoioun (pneu- resume así la posición de Filón con respecto a la creación del hom-
ma thóopoioun) no significa en modo alguno que Cristo resucita- bre tal como aparece en De opificio mundi:
do no tenía forma corporal definida, sino que insiste en la dife-
rencia de situación dándole a Cristo el nombre del «último Adán» a) Dios concibió la idea del hombre ya el primer día, junto con
o el «Adán que ha de venir». Este último Adán debe ser distinto las ideas de todo lo que iba a existir.
del primero si quiere transformarlo. Para Pablo, el segundo Adán b) Génesis 1:26 describe la realización de esa idea del hombre
es a la vez el último, y es así porque «la teología y la cristología el sexto día.
paulinas están tan profundamente impregnadas por la escatolo- c) Génesis 2:7 ilustra la creación del hombre sensible, empíri-
gía, que Pablo designa al “segundo Adán” como el “último Adán”.»56 co, formado a partir del barro, al que Dios dota de un aliento
Se produce una verdadera transformación. En su glorificación de vida que hace de él un «alma viviente». En este punto,
Cristo se convierte en «Espíritu de vida» y hace algo más que res- Filón opone ese hombre a la idea concebida en Génesis 1:26.
tablecer al hombre en su relación original con Dios: lo eleva del ni-
vel natural al pneumático. El hombre escatológico ya no es un ser Filón añade a esta lista los descendientes de ese hombre de
Génesis 2:7, que son inferiores al último porque deben su exis-
53 CERFAUX, L., Le Christ dans la théologie de saint Paul, París: Le Cerf, tencia a los hombres.
1954. 213 y siguientes.
54 Cf. 1 Corintios 6:17.
55 Cf. GUTHRIE, D., New Testament Theology, Downers Grove: Inter-Varsity 57 ALTERMATH, F., Op. cit., p. 41.
Press, 1981, p. 336. 58 WEDDERBURN, A. J. M., «Phylo’s ‘Heavenly Man’», NT 15 (1973), pp.
56 CULLMANN, O., Christologie du Nouveau Testament, Neuchâtel: Delachaux 301-326.
et Niestlé, 1968, p. 143. 59 ALTERMATH, F., Op. cit., p. 43.

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Filón introduce la distinción entre «hombre celeste» y «hombre Así pues, los corintios distinguían a los «hombres espirituales»
terrestre»: «Hay dos géneros de hombres, el hombre celeste y el de los «hombres psíquicos». Ellos mismos se consideraban «es-
hombre terrestre (ouranioj anqrwpoj o de guinoj, ouranios an- pirituales». Pablo combatirá esa idea retomando su terminología,
thrópos o de gyinos). El hombre celeste, siendo nacido a la ima- pero llamando «espiritual» al hombre escatológico y «psíquico»
gen de Dios, no tiene parte en una sustancia corruptible y seme- al hombre anterior a la resurrección. De ese modo probará que
jante a la tierra; el hombre terrestre surge de una materia dispersa su concepción antropológica no excluye en absoluto la idea del
(a la que da el nombre de terrón). El hombre celeste no ha sido cuerpo. El pensamiento gnóstico respecto de ambos tipos de hom-
moldeado, sino esculpido a la imagen de Dios y el hombre terrestre bre está bien reflejado por R. Jewett:64 «La idea gnóstica según
es un ser moldeado y no engendrado por el artesano.»60 Para Filón la cual el yucikoj anqwpoj (psychikos anthrópos) venía después
las nociones de «hombre celeste» y «hombre terrestre» se en- del pneumatikoj anqrwpoj (pneumatikos anthrópos), estaba fun-
tienden también como dos comportamientos.61 dada, probablemente, sobre el orden de los dos relatos de la crea-
El adjetivo yucikoj (psychikos) sólo aparece dos veces en el Nuevo ción recogidos en el Génesis e intentaba probar que la creación
Testamento.62 Eso permite pensar que ha sido empleado en una úni- original había sido corrompida por la creación del Adán psíquico,
ca ocasión, muy precisa. Pablo lo emplea frente a sus adversarios y cada una de las dos esferas, del espíritu divino y la materia co-
de Corinto. Los corintios tenían una concepción del hombre muy par- rrompida, correspondía a uno de los dos Adán. De esa oposición
ticular:63 «El hombre […] está compuesto de carne, alma y espíri- entre los dos Adán concluían que la salvación residía en el hecho
tu. Pero, reducido a sus principios últimos, su origen es doble: te- de encontrar la pertenencia a la esfera pneumática y romper to-
rreno y extraterreno. Tanto el cuerpo como el “alma” son el fruto de talmente con la esfera psíquica. En su condición de pneumáticos,
las fuerzas cósmicas, que han modelado el cuerpo a la imagen del estaban unidos al primer Adán espiritual, lo que significaba que
Hombre Divino primitivo y lo han animado con sus propias fuerzas eran divinos y trascendían las exigencias de la existencia terre-
psíquicas; son los apetitos y las pasiones del hombre natural, que na.»
provienen de cada una de las esferas cósmicas a las que se co- Pablo acepta la idea de los dos Adán, pero no los ve en los dos
rresponden y en su conjunto componen el alma astral del hombre, primeros capítulos del Génesis. Ambos relatos se refieren al pri-
su psyche. Mediante su cuerpo y su alma, el hombre forma parte in- mer Adán, que tan sólo era una yuchn zwsan (psychén thósan),
tegrante del mundo. […] En el interior del alma se encuentra el es- un alma viviente, y luego viene el segundo y último Adán, el pneu-
píritu o pneuma (también llamado “chispa”), que es la porción de la ma zwopoioun (pneuma thóopoioun), el Espíritu que da la vida. Su
sustancia divina procedente de más allá del mundo. Los arcontes razonamiento, en particular la afirmación hecha en el versículo 46,
crearon al hombre, precisamente, para que la retenga cautiva.» tenía el objetivo de invertir el razonamiento de sus adversarios y
hacerles tomar conciencia del hecho de que hay dos tipos de hom-
215
bre, pero que cronológicamente, el psíquico viene antes porque el
FILÓN DE ALEJANDRÍA, Leg. All., I, 31.
216 Ibídem, I, 34. espiritual es el hombre escatológico.
217 1 Corintios 2:14; 15:46.
218 JONAS, H., The Gnostic Religion, Boston: Beacon Paperback, 1963, p.

44, citado por MURPHY-O’CONNOR, J., L’existence chrétienne selon saint


64 JEWETT, R., Op. cit., p. 353.
Paul, París: Le Cerf, 1974, p. 31.

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DE LA ANTROPOLOGÍA A LA CRISTOLOGÍA LA TRANSFORMACIÓN FINAL: COMENTARIO SOBRE 1 CORINTIOS 15:35-58

Versículo 47: «El primer hombre (salió) del polvo de la tierra; Los dos Adán no son tan sólo individuos, sino que también sus ac-
el segundo (procede) del cielo.» titudes frente a la raza humana tienen repercusiones colectivas. En
este versículo Pablo no hace otra cosa que constatar ambos gru-
En el texto griego no aparece ningún verbo en este versículo. pos y precisa las condiciones de los hombres que pertenecen a un
Debemos mencionar que coikoj (choikos) no aparece en ninguna Adán u otro. En la teología paulina los celestes no son los conversos,
otra parte del griego bíblico, fuera de 1 Corintios 15:47, 48 y 49. sino aquéllos que, gracias a la resurrección de Cristo, cuentan ya con
De nuevo, aunque en otros términos, el apóstol defiende su pen- esa espiritualidad.
samiento insistiendo en el carácter perecedero de hombre que es Nuestra asimilación al Adán celeste evocada en el versículo 49
ek ghj (ek gés) es coikoj (choikos), está ligado a la decadencia nos acerca considerablemente a Dios. «Nos transformaremos a
y abocado a la desaparición. No es en absoluto el caso del hom- la imagen del cuerpo de Cristo resucitado.»67 Mientras que el ver-
bre ex ouranou (ex ouranou) que, este sí, es imperecedero porque sículo 48 distingue dos tipos de individuos, el versículo 49 implica
no depende de lo terreno, sino de lo celeste. Pablo aquí no entra que los creyentes, cuando resuciten, pasarán de un grupo a otro,
a debatir la naturaleza de los cuerpos, sino su procedencia y, por del primero al segundo y último.
consiguiente, su destino. F. Baudraz65 dirá que «los caracteres La oposición entre dos tiempos es muy clara: eforesamen (efo-
respectivos de Adán y Cristo se aplican a los hombres que de- resamen), «hemos llevado», foresomen (foresomen), «llevaremos».
penden de ellos». El apóstol desarrollará esta idea en los versículos El hombre vive en tensión entre ambos mundos. Por una parte es
48 y 49. El hombre espiritual es hecho conforme al hombre glo- heredero del primer Adán, por otra lo es del segundo. Vive en la
rioso, Cristo. El versículo 47 explica el versículo 45 reemplazan- certeza (presente) de una transformación (futura) de su estado
do o protoj (o protos) por o deuteroj anqrwpoj ([o deuteros anth- psíquico a un estado espiritual.
rópos] el segundo hombre). Aunque Pablo emplee la expresión Esa realidad escatológica es ya presente para el cristiano,
ex ouranou, «del cielo», no es con el fin de aludir a la parusía, si- que lleva potencialmente la eikwna tou epouraniou (eikóna tou
no por oposición a la tierra; ex ouranou equivale aquí a pneu- epouraniou) en el sentido que acepta la realidad del ser espiri-
matikoj, «espiritual».66 tual que caracteriza a la persona de Cristo, el hombre por ex-
celencia, ya que es semejante a Dios.68 «Al igual que todos los
Versículos 48 y 49: «El hombre de la tierra fue el modelo dones que comparten los cristianos, la eikwn (eikón) es un
de los hombres terrenos; el hombre del cielo es el modelo de aparch (aparché). Esto significa que es ahora, aunque esté por
los celestes; y lo mismo que hemos llevado en nuestro ser la venir. […] Su escatología está en marcha ahora mismo y su pre-
imagen del terreno, llevaremos también la imagen del ce- sencia tiene un fundamento escatológico.»69
leste.»

67 CERFAUX, L., La théologie de l’Église suivant saint Paul, París: Le Cerf,


65 BAUDRAZ, F., Les épîtres aux Corinthiens, Ginebra: Labor et Fides, 1965, 1965, p. 276.
68 Cf. VON ALLMEN, D., La famille de Dieu, la symbolique familiale dans el
p. 128.
66 Cf. SENF, C., Op. cit., p. 209 y CONZELMANN, H., Der erste Brief an die paulinisme, tesis, Gotinga (AlemaniaI): 1981, p. 309.
69 KITTEL, G., «eikwn», TDNT, vol. 2, p. 397.
Korinther, Gotinga (Alemania): Vandenhoeck, 1969, p. 342.

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DE LA ANTROPOLOGÍA A LA CRISTOLOGÍA LA TRANSFORMACIÓN FINAL: COMENTARIO SOBRE 1 CORINTIOS 15:35-58

LA CORRUPCIÓN NO HEREDA LA INCORRUPTIBILIDAD der pensar que el hombre creado al inicio de nuestro mundo no
es un ser incorruptible; lo que deja entender que su cuerpo era
Versículo 50: «Quiero decir, hermanos, que esta carne y hueso susceptible de corrupción en el momento en que aparece el pe-
no pueden heredar el reino de Dios ni lo ya corrompido heredar cado. Si esos cuerpos no pueden heredar el reino de Dios, se
la incorrupción.» deduce que los cuerpos capaces de heredar ese reino serán
cuerpos transformados, pero esa transformación se producirá
El apóstol explica una noción decisiva. La introduce con la fór- hacia una vida eterna en la que la noción de corrupción habrá
mula touto de fhmi (touto de fémi), «quiero decir». Esta declara- desaparecido definitivamente ya que la muerte habrá sido ven-
ción confirmará el versículo 49 y preparará el versículo 51. Para cida.75 La corporeidad no puede entrar tal cual está. Por consi-
J. Jeremias, las expresiones sarx kai aima (sarx kai aima) y guiente, deberá ser transformada por el Espíritu. «El elemento
fqora (fthora) se refieren a dos grupos de individuos bien delimi- corporal del hombre deberá participar en esa renovación pneu-
tados. La primera expresión se refiere a los vivos en la parusía, mática.»76
mientras que la segunda está relacionada con los muertos. Así,
«ni los vivos ni los muertos pueden heredar el reino de Dios.»70 Versículos 51 y 52: «Mirad, os revelo un secreto: no todos mo-
Seguimos la explicación de C. Senft71 quien, como J. Weiss, riremos, pero todos seremos transformados en un instante, en
piensa que la primera declaración cita un logion de la tradición un abrir y cerrar de ojos, al son de la trompeta final. Cuando re-
primitiva, mientras que la segunda declaración es una transpo- suene, los muertos resucitarán incorruptibles y nosotros sere-
sición que Pablo hace con sus propias palabras. Lo que aquí pre- mos transformados.»
tende recordar es que los elementos que nos componen, de na-
turaleza adánica –la carne y la sangre, corruptibles ambas– en El versículo 51 ha sido transmitido de varias maneras. De las
ningún caso pueden heredar el reino de Dios.72 Se impone una tres lecciones que presentan los documentos en la segunda par-
transformación.73 En ningún caso Pablo quiere hablar de nues- te del versículo 51, la segunda –«todos moriremos, pero no todos
tra propensión al mal utilizando el término «carne» del mismo seremos transformados»– y la tercera –«todos resucitaremos, pe-
modo en que lo utiliza en Romanos 8:12, 13, sino que sarx kai ro no todos seremos transformados»– caen fuera del pensamien-
aima significa nuestra naturaleza mortal en oposición a la noción to paulino. Ambas ideas son condenadas por el versículo 52 por-
pneumática desarrollada en el versículo 44.74 Ello nos lleva a po- que Pablo opone en ese versículo los vivos transformados y los
muertos que resucitarán. Nos queda la primera lección que dice
70 JEREMIAS, J., Op. cit., p. 154. que «no todos moriremos, pero todos seremos transformados.»
71 SENFT, C. Op. cit., p. 211, 212 Habrá creyentes que vivirán cuando se produzca la parusía, los
72 DUNN, J. D. G., Op. cit., p. 71, precisa: «“Body”, the more neutral term, can
cuales serán transformados, y habrá creyentes muertos que, esos
be transformed and raised again. “Flesh” cannot» («El cuerpo», el término
más neutro, puede ser transformado y vuelto a levantar. «La carne», no). sí, serán resucitados.
73 Cf. RIDDERBOS, H., Paul: An outline of His Theology, Grand Rapids,

Michigan: Eerdmans, 1990, p. 547.


74 ALLO, E.-B., Op. cit., p. 431, dice de sarx kai aima que «es como la per- 75 Cf. CARREZ, M., Op. cit., p. 115.
76 BENOIT, P., Exégèse et théologie, t. 4, París: Le Cerf, 1982, p. 121.
sonificación de la debilidad de nuestra naturaleza.

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DE LA ANTROPOLOGÍA A LA CRISTOLOGÍA LA TRANSFORMACIÓN FINAL: COMENTARIO SOBRE 1 CORINTIOS 15:35-58

Pablo revelará un secreto77 a los corintios. Podría tratarse de ca el momento preciso en el que intervendrá la doble operación
una alusión a revelaciones personales o a una indicación de Cristo de la resurrección de los muertos y el cambio de los vivos.
no recogida en las Escrituras.78 Pablo emplea idou (idou), «he La resurrección es, a la vez, el paso de un estado a otro. No se
aquí», antes de hacer alusión a ese musterion (pysterion) con la trata simplemente de un regreso a la vida, sino que está caracte-
intención de atraer atención de sus interlocutores y añadir impor- rizada por la incorruptibilidad. Está estrechamente ligada a la his-
tancia a sus palabras.79 Le ha sido revelado el secreto de la trans- toria y al tiempo. Pablo insiste en el hecho de que el paso de lo
formación súbita de los vivos.80 temporal a lo eterno se hará en un momento muy preciso. No da
Pablo no se sitúa entre los vivos cuando tenga lugar la parusía. ninguna indicación sobre la hora exacta de ese paso, sino que de-
Eso sería contrario a 1 Corintios 6:14, a 2 Corintios 5:8 y a clara que la trompeta del fin señalará que ya es hora de suprimir
Filipenses 3:11. dice «nosotros» «en nombre de todos los fieles.»81 la muerte, que en ese momento será destruida para siempre ja-
Pero insiste en el hecho de que, vivos o muertos, en la parusía, más. El paso de la corruptibilidad a la incorruptibilidad y la trans-
los creyentes serán cambiados. Para hablar de ese cambio em- formación en sí misma son acontecimientos que escapan a la
plea el término técnico allattesqai (allasttesthai). razón, que trascienden al pensamiento humano; tanto más cuan-
La transformación que se menciona en el versículo 52 no es to suceden fuera de la noción de tiempo.
progresiva. Llega súbitamente y en un momento muy preciso: en
atomw (atomó), «un momento indivisible», y riph ofqalmou (ripé LA MUERTE DE LA MUERTE
ofthalmon), literalmente «un abrir y cerrar de párpados, una mira-
da». El momento preciso de esa transformación será indicado por Versículos 53 y 54: «Porque esto corruptible tiene que vestirse
el instrumento utilizado por el hijo de Aarón para convocar al pue- de incorrupción y esto mortal tiene que vestirse de inmortalidad.
blo, para levantar el campamento o para anunciar las fiestas.82 Th Entonces, cuando esto corruptible se vista de incorrupción y es-
escath salpiggi (té eschaté salpingi) es, literalmente, «al trueno to mortal de inmortalidad, se cumplirá lo que está escrito: “Se
del fin». La trompeta era el instrumento tradicional que anunciaba aniquiló la muerte para siempre”.»
el cambio de mundo83 y caracterizaba el lenguaje apocalíptico del
pasaje. El segundo elemento de la frase –salpisei gar (salpisei Dei (dei), «es preciso». Para que la palabra escrita se realice,
gar)– se une perfectamente con lo que sigue. Esta expresión mar- «es preciso» que se realicen los cambios indicados en el versículo
52.84 No se utiliza el término «cuerpo», sino touto (touto), neutro,
que estaría en acuerdo con swma (sóma). To fqarton (ftharton)
77 SENFT, C., Op. cit., n.º 8, p. 212, insiste en el hecho de que el término se- y to qnhton (to thnéton) son sinónimos y parece que se aplican a
creto corresponde a un aspecto particular de los designios de Dios. los vivos antes que a los muertos, que resucitan incorruptibles.
78 Cf. AMIOT, F., Saint Paul: Épître aux Galates, Épîtres aux Thessaloniciens,
El término endusasqai (endysasthai) es una metáfora que im-
París: Beauchesnes, 1946, p. 331.
79 Cf. 2 Corintios 5:17; 6:2, 9; 7:11; 12:14; Gálatas 1:20. plica que el ser que antes era corruptible es el mismo que es he-
80 Cf. Romanos 11:25. Para musthrion, cf. 2:7; 4:1; 13:2; 14:2.
81 ALLO, E.-B., Op. cit., p. 432.
82 Cf. Números 10:2-10. 84 Cf. GROSHEIDE, F. W.; Commentary on the first Epistle to the Corinthians,
83 Cf. Mateo 24:31; Apocalipsis 8:2 y siguientes. p. 393.

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DE LA ANTROPOLOGÍA A LA CRISTOLOGÍA LA TRANSFORMACIÓN FINAL: COMENTARIO SOBRE 1 CORINTIOS 15:35-58

cho incorruptible.85 F. Godet,86 hablando de esta trasmutación, di- No quedará nada de la muerte, será destruida. Se trata de un
rá que «se trata de un único principio orgánico que se presenta proceso total y definitivo.89 Pablo emplea ese término tan sólo tres
sucesivamente bajo dos formas distintas.» veces90 y significa «naufragio total». El mismo término se utiliza
La noción de vestido se encuentra en la gnosis y particularmente en la Septuaginta, a propósito de Jonás y el pez (katapiein [ka-
en el Evangelio de Felipe:87 tapiein]) .91 La victoria se instala en el lugar de la muerte de ma-
nera definitiva, sin que exista el riesgo de un nuevo ataque de
«El agua viva (es) un cuerpo. Conviene que pongamos so- las Potencias del mal. La muerte, el último enemigo, habrá sido
bre nosotros al hombre vivo, como si de un vestido se tratara. destruida (katepoqh [katepothé).92
Por eso, cuando va a descender al agua del bautismo, el hom-
bre se desnuda, para que pueda vestirse con aquél.» Versículos 55 y 56: «”Muerte, ¿dónde está tu victoria?, ¿dónde
está, muerte, tu aguijón?” El aguijón de la muerte es el pecado,
Es probable que Pablo utilice una expresión del vocabulario y la fuerza del pecado, la ley.»
gnóstico y la aplique al acontecimiento escatológico de la resu-
rrección. Las exclamaciones están tomadas de Oseas 13:14. En la
El apóstol lleva su razonamiento hasta sus últimas consecuen- Septuaginta se lee adh (adé) en el lugar del segundo qanate (tha-
cias (v. 54). Esa transformación total del ser cumple la palabra que nate).93 En 1 Corintios 15:55, nikoj (nikos) reemplaza a dikh (di-
ya se encuentra en las Escrituras. No inventa nada y como si de- ké). En el pensamiento paulino, la muerte es totalmente inofensi-
seara probarlo cita, casi parafrasea, Isaías 25:8. va cuando es desprovista de su kentron (kentron), «aguijón». A
En la resurrección, Pablo contempla la victoria sobre la muerte. partir del momento en que es destruida, la muerte ya no puede
La muerte no experimentará la derrota completa hasta que aque- destruir. Es probable que el apóstol tuviera en mente un animal
llos que han muerto en Cristo resuciten. «La aniquilación del po- cuyo veneno mortal se transmite al hombre a través de su dardo.
der de la muerte no puede ser un acto distinto de la resurrección A partir del momento en que ese dardo es aniquilado el animal
de los muertos.»88 pierde todo su poder de destrucción.
La precisión de Pablo en el versículo 56 es interesante. Con el
término aguijón designa un fenómeno muy preciso: el pecado. Ello
implica que con la destrucción de la muerte el pecado también es
85 destruido por la eternidad.
Cf. ROBERTSON, A. y PLUMMER, A., A Critical and Exegetical Commentary
on the First Epistle of St. Paul to the Corinthians, Edimburgo: Clark, 1929,
p. 377. HERING, J., Op. cit., p. 151: «Endusasqai = “revestir” está bien es- 89 GOPPELT, L., «katarinw», TDNT, vol. 6, pp. 158, 159.
cogido para sugerir la idea de una nueva existencia corporal, que, sin em- 90 Cf. 1 Corintios 15:54; 2 Corintios 2:7; 5:4.
bargo, tendrá un vínculo con la antigua.» 91 Jonás 2:1.
86 GODET, F., Op. cit., p. 434. 92 Cf. GODET, F., Op. cit., p. 435, dice que el término victoria «designa el es-
87 Cf. KRASSER, R., «L’Évangile selon Philippe», RThPh 20 (1970), p. 12 y
tado de vigor perfecto que excluye toda posibilidad de degeneración ex-
siguientes, en particular el logion 101. terna, de lo que se deriva una duración eterna».
88 SCHNACKENBURG, R., Règne et Royaume de Dieu, París: Orantes, 1965, 93 Oseas 13:14 en la Septuaginta: pou hdikh sou qanate pou to kentron
p. 249. sou adh (¿Dónde está tu juicio, muerte? ¿Dónde está tu aguijón, Hades?).

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DE LA ANTROPOLOGÍA A LA CRISTOLOGÍA LA TRANSFORMACIÓN FINAL: COMENTARIO SOBRE 1 CORINTIOS 15:35-58

Puesto que el pecado es la transgresión de la ley, introduce la El participio de presente didonti (didonti) expresa un proceso que
muerte en la humanidad. «La función judicial o acusadora de la continúa sin cesar y nos garantiza una victoria plena y definitiva,
ley que marca el pecado del hombre, revelando su realidad pro- porque ha sido realizado en Cristo.
funda, multiplica el pecado y manifiesta que el hombre es carnal
y está vendido al pecado, […] de manera que Pablo puede decir Versículo 58: «Por consiguiente, queridos hermanos, estad fir-
que el poder del pecado es la ley (1 Corintios 15:56); sin ley el pe- mes e inconmovibles, trabajando cada vez más por el Señor,
cado está muerto, pero desde que la ley aparece en la vida del sabiendo que vuestras fatigas como cristianos no son inútiles.»
hombre, se convierte en una fuente de muerte, no por ella misma,
ciertamente, sino a causa del pecado (Romanos 7:7-13).»94 Al utilizar la expresión adelfoi mou agaphtoi (adelfoi mou aga-
pétoi), desea asegurarles que, a pesar de que a veces recurra a
Versículo 57: «¡Demos gracias a Dios que nos da esta victoria un lenguaje severo, también les ama.96 Edraioi ginesqe (edraioi
por medio de nuestro Señor, Jesús Mesías!» ginesthe) recuerda muy vivamente al inicio del capítulo, donde
Pablo introducía su exposición sobre la resurrección. Aquí dice
Esta acción de gracias es muy parecida a la de Romanos 7:25. «estad firmes». La exhortación que les hace el apóstol utilizando
Pablo reconoce en público al artífice de la victoria. La victoria de la expresión ametakhnitoi, ([ametakinétoi] «inconmovible»), es una
la muerte ya no existe. «Muerte, ¿dónde está tu victoria?» Ya no severa advertencia contra la filosofía griega que, tal como ha su-
existe porque ha sido destruida por la victoria cuyo artífice es Dios. cedido en otros casos, puede apartarlos totalmente de la creen-
Esta victoria es doble. Primero la gana Jesús, que probó a la hu- cia en la resurrección.97
manidad que el pecado no había alcanzado a su persona. Como El verbo perisseuein ([perissenein] «abundar»), significa rebo-
consecuencia de su vida sin pecado, Cristo resucita. La otra vic- sar por encima del borde.98 La misión que ahora se les confía es
toria, que, además, va pareja con la primera, es la transmutación abundar en la obra del Señor. Kurioj (Kyrios) está empleado aquí
de los creyentes, y no puede producirse más que gracias a la para hablar de la relación estrecha entre Cristo y el cristiano. La
primera victoria de Cristo. Pablo no piensa sólo en la victoria que expresión característica que describe esta relación, empleada por
Cristo obtuvo de una vez por todas, sino en aquélla que obtiene el apóstol en varias ocasiones, es en Kuriw (en Kyrió).99 Los co-
día a día en los fieles.
Jesucristo realiza lo que Adán no pudo realizar. La victoria de
Cristo es única porque es realizada por un único individuo y de
una vez por todas. Jesús viene a «dar sentido al despropósito 96 Cf. ROBERTSON, A. y PLUMMER, A., Op. cit., p. 379.
97 GASQUE, W. W. et al., Apostolic History and the Gospel: biblical and his-
de la muerte. Pablo contempla la victoria de Dios en su Hijo. La
torical essays presented to F. F. Bruce on his 60th birthday, Exeter: The
esperanza continúa animando al cristiano, pero desde ese mo- Paternoster Press, 1970, p. 237: «El presente de imperativo ginesqe es em-
mento se apoya en la certeza de que la muerte está vencida.»95 pleado para una acción de carácter universal.»
98 Cf. GODET, F., Op. cit., p. 441.

94 99 Cf. NEUFELD, V. H., The Earliest Christian Confessions, Leiden: Brill, 1963.
SIEGWALT, G., La Loi, chemin du salut, Neuchâtel: Delachaux et Niestlé,
1971, p. 130. Numerosos pasajes emplean en Kuriw: Filipenses 2:19; 2:24; 3:1; Efesios
95 LÉON-DUFOUR, X., Op. cit., p. 236. 1:15, etc.

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DE LA ANTROPOLOGÍA A LA CRISTOLOGÍA

rintios ya saben que su trabajo no es en vano. Estas últimas pa- Capítulo 11


labras resumen todo el capítulo. El trabajo es, de este modo, la
manifestación de una esperanza fundada en la realidad de la re-
surrección. BIBLIOGRAFÍA DE JEAN ZURCHER
Tania Lehmann-Zurcher y Guido Delameillieure
Directores de la Biblioteca y el Archivo del
Centro Universitario y Pedagógico del Salève

LIBROS

Ny Apokalypsy, Tananarive: Ed. I.A., 1951. Reedición en 1975.


L’Homme, sa nature et sa destinée (Bibliothèque théologique), Neuchâtel,
París: Delachaux et Niestlé, 1953.
La Perfection chrétienne, Dammarie-lès-Lys: Signes des Temps, 1965.
Christian Perfection, Washington, DC: Review and Herald, 1967.
The Nature and Destiny of Man, Nueva York: Philosophical Library, 1969.
*So Spoke Jesus, Washington, DC: Review and Herald, 1976.
*Le Christ de l’Apocalypse: son message a l’Église et au monde,
Dammarie-lès-Lys: Signes des Temps, 1980.
Christ of the Revelation, Nashville, Tenn.: Southern Publ. Ass., 1980.
*Ainsi parlait Jésus, Dammarie-lès-Lys: Signes des Temps, 1980.
*La Perfection chrétienne, Lausanne: Belles Rivière, 1993.
Le Christ manifesté en chair, Collonges-sous-Salève: Facultad Adventista
de Teología, 1995.
*La Perfection chrétienne, Dammarie-lès-Lys: Vie et Santé, 2.ª ed., 1997.
*Christ Manifested in Flesh, Haggerstown, MD: Review and Herald (1999),
*La perfección cristiana, Madrid: Safeliz, 1999.

* Estas obras han sido traducidas a numerosas lenguas.

170 171
DE LA ANTROPOLOGÍA A LA CRISTOLOGÍA BIBLIOGRAFÍA DE JEAN ZURCHER

FOLLETOS «Permanence of Existentialist Philosophy» en Cast the Net on the Right


Sicle: Seventh-day Adventist Face the «lsms», eds. R. Lehmann, J.
Jésus révolutionnaire, Tananarive: Presses I.A., 1973. Mahon, B. Schantzs, European Institute of World Mission: Newbold
Why Adventists Have Confidence in the Writings of Ellen G. White, College, Bracknell, Berks, 1993, pp. 33-42.
Washington, DC: Spirit of Prophecy Committee of the General «Une image nouvelle de l’homme chrétien» en Cheminer avec Dieu, ed.
Conference, 2 diciembre, 1974. R. Meyer, Lausanne: Belle Rivière, 1995, pp. 151-172.
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tie, Dammarie-lès-Lys: Signes des Temps, 17 mayo 1975.
Ellen G. White en Suisse (1885-1887), Union Suisse des Églises Adven- ARTÍCULOS EN REVISTAS
tistes, Gubelstrasse 23, Zúrich, 1985.
Adult Sabbath School Bible Study Guide (en inglés)
OBRAS COLECTIVAS Leçons de l’École du sabbat (en francés)
«The Witness of Jésus», vol. 340 (abril-junio 1980).
«Everything I Needed» en What Ellen White Has Meant to me, ed. H. E. «Le témoignage de Jésus», 2.º trimestre 1980.
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180 181
De la antropología a la cristología es el homenaje tributado a
Jean Zurcher en ocasión de su octogésimo aniversario. Dos
artículos evocan su vida y su obra. Una bibliografía exhausti-
va de sus publicaciones y escritos ofrece un panorama va-
riado de sus puntos de interés.
El resto de artículos está compuesto por otros tantos en-
sayos sobre temas que le han sido caros a Jean Zurcher, a
quien han proporcionado material para la docencia y la escri-
tura durante largos años. La variedad de estilos, extensiones
y grados de profundidad proporcionará al lector una luz digna
de interés sobre algunas de las cuestiones debatidas por el
cristianismo durante dos mil años: la naturaleza del hombre,
su cuerpo y su muerte; la misteriosa persona de Dios, y la iden-
tidad compleja de Jesús.

w w w. a u l a 7 a c t i v a . o r g

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