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TITULO: El Aborto

AUTOR: Alejandra Zúñiga Fajuri


Cada día mueren 1.500 mujeres por problemas asociados al embarazo o al parto, lo que
significa que cada minuto fallece una mujer a causa de su embarazo. Las muertes
maternas están estancadas desde hace 20 años, con más de 500.000 al año. La
mortalidad materna es la principal causa de muerte entre mujeres en edad fértil en los
países en desarrollo y la inmensa mayoría de estas muertes son evitables, lo que
evidencia que se trata de "la mayor desigualdad del mundo en materia sanitaria".
Las causas de estas muertes siguen siendo las mismas: hemorragias postparto,
infecciones, parto prolongado y, como sabemos, los abortos clandestinos que
constituyen un 30% de la tasa anual de mortalidad materna. Ello resulta especialmente
alarmante si se tiene en cuenta que se trata de uno de los factores más fáciles de
eliminar si se promueve la planificación familiar, se despenaliza la interrupción voluntaria
de la gestación y se democratiza el acceso al cuidado sanitario. Cerca de 200 mujeres
mueren al día en todo el mundo al someterse a un aborto sin las mínimas condiciones
de higiene4. La tendencia a la baja en el número de hijos por mujer, que se constata en
casi todo el planeta salvo en África subsahariana5, no ha evitado que aún hoy cerca del
50% de los embarazos sean no deseados, por lo que cada año se practican 20 millones
de abortos en condiciones insalubres, con métodos peligrosos o autoinducidos. Ello
significa que este año unas 80.000 mujeres morirán a consecuencia de este tipo de
abortos. Además, más de cinco millones ingresarán en un hospital, quedarán estériles
o sufrirán alteraciones durante el resto de su vida6 (aproximadamente 800.000
latinoamericanas son hospitalizadas anualmente debido a estas complicaciones).

TITULO: El Embarazo Precoz


AUTOR: Julián Pérez Porto
El embarazo precoz es aquel embarazo que se produce en niñas y adolescentes. A
partir de la pubertad, comienza el proceso de cambios físicos que convierte a la niña en
un adulto capaz de la reproducción sexual. Esto no quiere decir, sin embargo, que la
niña esté preparada para ser madre.
En concreto muchas son las consecuencias negativas que tiene que una pequeña de
esta edad quede en estado. Entre las mismas podríamos destacar, por ejemplo, un
brutal cambio emocional que la lleve a la depresión y también una ruptura de su vida
hasta ese momento. Y es que debe hacer frente no sólo a una carga de adulto, como
es tener un hijo, sino también a ver paralizados sus proyectos formativos, laborales o de
vida.
Todo ello a su vez trae consigo que a su vez el bebé que nace pueda estar sometido a
los problemas físicos y mentales de la madre lo que suponga al final que él tenga que
enfrentarse a sufrir patologías tales como ceguera, mal formación o diversos retrasos
psíquicos.
Según diversos estudios, el embarazo precoz es cada vez más frecuente. Se trata de
un problema de prioridad para la salud pública por el alto riesgo de mortalidad que suele
presentar. Los bebés de madres adolescentes, por lo general, presentan bajo peso al
nacer y suelen ser prematuros.
El embarazo precoz está vinculado a una cierta situación social, que combina la falta de
educación en materia de reproducción y comportamientos sexuales, la falta de
conciencia propia de la edad y otros factores, como puede ser la pobreza (que obliga a
vivir en situaciones de hacinamiento, por ejemplo). En muchas ocasiones, incluso, el
embarazo precoz está vinculado a violaciones.
Y todo ello sin olvidar otras causas que igualmente se encuentran entre las principales
originarias del llamado embarazo precoz. Así, entre las mismas se hallan también el
consumo de todo tipo drogas, una falta de modelos adecuados en la joven, violencia en
el seno de la familia y la influencia de vivir en un entorno donde es frecuente que las
mujeres queden embarazadas a edad muy temprana.
Es común que el embarazo precoz sea condenado a nivel social y familiar. La
adolescente embarazada es vista como “culpable” de una situación “indeseada”, por lo
que suele ser discriminada y no cuenta con el apoyo que necesita. Por eso, los
especialistas insisten en que la madre precoz debe contar con la asistencia de la familia
y ser acompañada en las visitas a los médicos y en los cuidados.
De todas formas, los médicos resaltan que es necesario trabajar en la prevención de los
embarazos precoces, con campañas de concienciación, educación sexual y el reparto
gratuito de métodos anticonceptivos.
En este caso podemos decir que se establecen tres modelos de prevención:
Primaria. Consiste en desarrollar todo tipo de medidas, fundamentalmente educativas y
sociales, para evitar que se produzca el embarazo precoz. Se encamina hacia el cambio
de comportamientos sexuales.
Secundaria. En este caso lo que se intenta es que una vez el embarazo ha tenido lugar
se limiten los problemas que él trae consigo, es decir, persigue la evolución satisfactoria
tanto de la madre como del bebé.

TITULO: Cáncer De Cuello De Cérvix


AUTOR: Juan Carlos Rodríguez
El cáncer de cuello uterino o cáncer de cérvix se inicia en las células que cubren el cuello
del útero. El cuello del útero se localiza en la parte inferior del útero, también llamada
matriz. En algunos casos se le denomina cérvix uterino. El cuerpo del útero es el lugar
donde se desarrolla el feto, el cual está ubicado en la parte superior. El cuello uterino es
el que conecta el cuerpo del útero con la vagina que es el canal por donde nace el bebé.
La parte del cuello uterino más próxima al cuerpo del útero se le denomina endocérvix.
La parte más cercana la vagina, es el exocérvix o también llamado ectocérvix. Los dos
tipos principales de células que cubren el cuello del útero son las células escamosas,
que están ubicadas en el exocérvix y las células glandulares que están en el endocérvix.
El punto en el que estos tipos de células se localizan se llama zona de transformación.
La ubicación exacta de la zona de transformación se modifica a medida que pasan los
años y al dar a luz. La gran mayoría de los cánceres de cuello uterino se desarrollan en
las células de la zona de transformación.
Estas células no se vuelven en cáncer de forma inesperada, sino que las células
normales del cuello uterino se transforman gradualmente en cambios precancerosos,
los cuales se llegan a convertir en cáncer. Los doctores por lo general usan varios
términos para especificar estos cambios precancerosos, incluyendo neoplasia
intraepitelial cervical, lesión intraepitelial escamosa y displasia. Estos cambios pueden
llegar a detectarse mediante la prueba de Papanicolaou y se pueden tratar para prevenir
el desarrollo de cáncer.
Dependiendo del origen del tumor existen dos tipos de cáncer de cuello uterino:
Carcinoma epidermoide: Se encuentra ubicado en el ectocérvix y el fondo de la vagina.
Este tipo de mal se da hasta en un 85% por ciento de los casos.
Adenocarcinoma: Se origina en las células que se encuentran situadas en el canal
cervical, en el interior del cuello del útero. Este tipo de mal aparece en el 15% por ciento
de las situaciones.
A pesar que los cánceres de cuello uterino se desarrollen de células con cambios
precancerosos, sólo algunas de las mujeres con precancerosa de cuello uterino llegarán
a sufrir cáncer. El cambio de pre-cáncer a cáncer a menudo toma varios años, aunque
bien podría ocurrir en menos de un año. En algunas mujeres, las células precancerosas
pueden mantenerse sin ningún cambio o incluso desaparecer sin tratamiento alguno.
Sin embargo, en algunas mujeres los precancerosa se convierten en cánceres
verdaderos. El tratamiento de todos los precancerosa podría prevenir casi todos los
cánceres verdaderos.

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