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control (la actividad de la administración pública y de los demás órganos del Poder Público
cuando ejercen materialmente función administrativa) tiene holgados poderes para
establecer en su decisión diversas circunstancias con la finalidad de conocer con mayor
amplitud los hechos que son narrados por el accionante, restablecer la situación lesionada o
para asegurar la efectiva ejecución de la sentencia. A continuación nos pasearemos por
algunas de estas especiales potestades, y revisaremos que ha señalado el máximo tribunal
del país, así como la Corte Primera de lo Contencioso Administrativo, al interpretar las
normas que regulan cada uno de estas facultades:
Artículo 135. A solicitud de parte y aún de oficio, la Corte podrá reducir los plazos
establecidos en las dos Secciones anteriores, si lo exige la urgencia del caso, y
procederá a sentenciar sin más trámites.
B. Poder Cautelar
Vale aclarar que la potestad del juez no radica en crear un nuevo procedimiento,
como lo ha venido haciendo la Sala Constitucional, sino que el juzgador debe
seleccionar para ventilar la acción propuesta algún procedimiento existente en la
ley o en otras leyes y que considere que sería apto para tramitar la acción que esta
conociendo.
Es así como dentro de los poderes probatorios del juez se encuentra, según lo
dispone el artículo 126 de la Ley de la Corte Suprema de Justicia la posibilidad que
tiene de declarar mediante un auto expreso el inicio de la fase probatoria; sin
embargo, tal situación se ha interpretado por la jurisprudencia en el sentido de
abrir de pleno derecho el referido lapso probatorio.
Esta potestad de disponer los efectos temporales de la sentencia por parte del
juez contencioso, se encuentra establecida, ya no en la Constitución sino en la
LOCSJ en el artículo 131, que señala lo siguiente:
F. Ejecución de la Sentencia.
En esta fase del proceso es donde el particular evidencia con más fuerza una
contención donde existe una gran desigualdad de su persona con respecto a su
contrincante,33 ya que en este punto nos encontramos con la barrera de dos
principios que protegen a la Administración y en los cuáles a menudo se escuda
para desentenderse de las condenas que le son impuestas por los jueces. Tales
principios son el de Legalidad Presupuestaria, establecido en el artículo 314
constitucional y el de Inembargabilidad de los bienes públicos, previsto en el
artículo 16 de la Ley de Hacienda Pública y también en el artículo 73 del decreto
con rango y fuerza de Ley Orgánica de la Procuraduría General de la República.
Además, el deber aquí comentado para los jueces, se encuentra de igual manera
reflejado en textos legales como lo es el caso de los artículos 21 del Código de
Procedimiento Civil y el artículo 2 de la Ley Orgánica del Poder Judicial, los cuáles
establecen:
“Artículo 21: Los Jueces cumplirán y harán cumplir las sentencias, autos y decretos
dictados en el ejercicio de sus atribuciones legales, haciendo uso de la fuerza
pública, si fuere necesario…”
Otro de los poderes especiales que posee el juez contencioso administrativo, que
lo separa tajantemente del juez civil, el cual es la posibilidad de analizar los
requisitos de admisibilidad del recurso o acción en cualquier estado y grado de la
causa.
Al respecto la Sala Político Administrativa en sentencia N° 02134 de fecha 09 de
octubre de 2001 con ponencia del magistrado Hadel Mostafá Paolini, caso:
Estación de Servicio La Güiria y otra, ha ratificando la jurisprudencia que de forma
reiterada ha sostenido el Tribunal Supremo que “…la revisión de las causales de
admisibilidad, (…), procede en cualquier estado y grado de la causa por ser dichas
causales de orden público. A tal efecto, puede el Juez revisar si una acción es
admisible en cualquier momento, aun culminada la sustanciación de la causa en el
momento de dictar sentencia definitiva.” Apunta la aludida sentencia que las
causales de admisibilidad del recurso de nulidad pueden ser consideradas en
cualquier estado y grado del proceso, en el caso de marras, incluso en la segunda
instancia, “…razón por la cual dicha revisión no precluye en ningún momento”