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CEREP a CUADERNOS ‘avances para discusion 8 América Latina: Los vicios del circulo La crisis econémica en América Latina Anibal Quijano jaand peprypee ez] 9p SOIpnysa op O01) euanbiislo septiembre 1984 mislead presentacion E1 trabajo de Anibal Quijano intenta analizar en forma condensada la crisis econémica latinoamericana, sus causas y manifestaciones. Sefiala en su trabajo el proceso de "transnacionalizacién segmentaria de 1a economia latinoamericana” como uno de Tos fenémenos responsables de 1a crisis y de la creciente dificultad que encuentran los pafses Jatinoamericanos en recuperarse de ella. Afiade el hecho de que la deuda externa de estos pafses ha sufrido un cambio en los iItimos afios, mis a114 del aumento a unos $350 millones. Se trata de un cambio de entidades acreedoras de cardcter pablico (Banco Mundial, Fondo Mone- tario, etc.) a una deuda que es mayormente con instituciones bancarias privadas. Esta re-estructuracién de la deuda ha Ilevado a tasas de interés més altas y a plazos de vencimiento més cortos lo cual ha esti- mulado la extracci6n por parte del sistema transnacional del excedente producido en la regién. Los ajustes a la crisis han sido muchos en la regién, y Quijano menciona los més importantes. Llama 1a atencién su sefialamiento de que el sector externo en Anérica Latina se convirtié nuevamente en el componente principal de la estrategia de desarrollo. En 1970, éste era apenas el 20% de la economia regional pero para 1980 ya era el 50%. Esto se debe en parte al proceso de transnacional izacin de Ja economia y en parte a las medidas neo-liberales y monetaristas que caracterizaron a muchos de los gobiernos de la region. En fin, sefiala Quijano que la crisis ha tratdo como consecuencia una impoFtante re-estructuraci6n sectorial y espacial de la economia Jatinoamericana y que el nuevo esquena de organizacién esta fundamen- tado sobre los requerimientos del sector transnacional. Una manifesta- cién de esto es 1a creciente extraccién de ganancias por parte de estas empresas que, en la década del 1970 al 1980 fue del doble del capital que ingresé a la region. Otra consecuencia es que los ajustes a la crisis en el nuevo es- quema de insercién en 1a economia global han recaido sobre los trabaja- dores. £1 proceso inflacionario, la creciente concentracién de la actividad econémica y de la riqueza y los ingresos, asi cono el desem- pleo creciente han sido los mecanismos de ajuste a la crisis que han caracterizado a la regién. Es interesante considerar la situacién de Puerto Rico. En muchos aspectos el panorama que describe Quijano no es distinto a lo que ocurre en nuestro pais. Por ejemplo, la re-estructuraci6n sectorial de 1a eco- nomfa en los Gltimos afios tienen similaridades con el proceso que des- cribe Quijano. Algunos sectores, aquellos ligados a 1a economia trans- nacional, han tenido un gran auge, mientras que el resto de la economia se desintegra. Por otro lado, la extraccién del excedente en la econo- mia puertorriquena ha tenido un crecimiento desmedido en los Gltimos afios. Es interesante que la cifra de pagos a factores de produccién del resto del mundo aumenté de un 21% del ingresg neto generado en la economia a un 49% en el perfodo entre 1974 y 1984.. En los peores afios de la crisis, las empresas transnacionales han tenido beneficios de una magnitud increfble. ane eI Por otro lado, es bueno seflalar que en Puerto Rico también se han manifestado reducciones importantes en los ingresos. De hecho, el in- greso familiar promedio en délares de 1954 es hoy més bajo que hace diez afios, y el Producto Bruto tuvo tasas negativas de crecimiento dos afios consecutivos, 1982 y 1983, reduciéndose en un total de cerca del 6%. { En términos reales la reduccién serfa adn mayor. Puerto Rico también ha experimentado una contraccién en flujos netos de capital en los Gltimos afios, reproduciéndose aqui la misma experiencia que en América Latina: as remesas de ganancias ‘exceden por mucho el flujo neto de capital. Un ajuste a la crisis que también se ha manifestado en Puerto Rico es la creciente concentracién en la distribucién de los ingresos y 1a riqueza. En Puerto Rico estas cifras no estén disponibles para el perfodo posterior al 1980, pero la tendencia hasta ese momento indicaba que, si se excluyen los pagos de transferencia, 1o que ha ocurrido es una ‘redistribucién masiva a favor del capital yen contra del trabajo Ya favor de los sectores de més altos ingresos. De hecho, una lectura de las recomendaciones que distintos sectores de 1a burguesta han estado haciendo recientemente en torno a las polfticas salariales y contribu~ tivas es que, ante el estancamiento econdmico, surge la necesidad de que el Estado redistribuya el ingreso y la riqueza a favor de estos sectores. De ahi las propuestas de congelar salartos, eliminar los salarios mini- mos para jévenes y determinadas industrias, eliminar las contribuciones sobre herencia, reducir los tipos méximos contributivos, reducir las contribuciones sobre ingresos corporativos y ofrecer un conjunto de nuevos incentiyos al capital. En fin, en una economfa con pocas perspectivas de crecimiento, 1a burguesta se defiende absorbiendo una proporcién mayor del excedente. En el caso de Puerto Rico parecerfa ser que no hay grandes contra- } dicciones entre esta burguesfa y las transnacionales, De hecho, 1a burgue- sia local se ha acomodado a un papel secundario en el proceso que le resulta rentable. De ahi que sectores de 1a burguesia local aboguen por polfticas con respecto a las transnacionales que parecerfan ser contradictorias con sus intereses, pero que en realidad no lo son. Por supuesto, en Puerto Rico las contradicciones de la crisis son I distintas en muchos aspectos a las manifestaciones en el resto de Anérica Latina, Nuestra condicién politica, por ejemplo. evita que tengamos pro- blemas de convertibilidad o falta de divisas, por lo cual.el_proceso_in- flacionario no Se da con 1a misma fuerza que en otros pafses latinoameri- canos. La manifestacién del proceso de endeudamiento se refleja no en pro= biemas de convertibilidad sino mas bien en la apropiacién de 1a riqueza nacional. £s bueno mencionar que en Puerto Rico, si la deuda se midiera en la misma forma que en los otros paises latinoamericanos, ésta serfa de alrededor de $22,000 millones, unos $7,000 per cépita, varias veces mayor que Chile, el pais con la deuda externa Patpcapitaind mas alta de América i latina. eReeers

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