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RESUMEN ABSTRACT
El mito relacionado con el desarrollo de las The myth related to the development of the
ciudades como una muestra del avance so- cities like a sample of the social advance of
cial de los pueblos queda al descubierto en the people stays to the overdraft in the
el análisis histórico y sociológico con que se historical and sociological analysis with
aborda este artículo. Los grandes problemas which this article is approached. The big
humanos quedan reducidos a un espacio, en human problems remain coming down to a
donde se ve claramente la agudización de space, where one sees clearly the increase of
los problemas sociales dentro de la ciudad; the social problems inside the city; this one
ésta viene a servirle a aquellas élites que la comes to serve to those elites that are
van transformando de acuerdo a sus necesi- transforming it in agreement to its needs and
dades y gustos, mientras que la mayoría de caprices, whereas the majority of its settlers
sus pobladores no disfrutan de todas las co- do not enjoy all the comforts that seemingly
modidades que aparentemente les puede the city can offer them.
ofrecer la ciudad.
The urban development of a city obeys poli-
El desarrollo urbano de una ciudad obedece cies of economic planning, which concerns
a políticas de planificación económica, que directly the government and to official enti-
atañe directamente al gobierno y a entida- ties which meet pressed for particular
des oficiales las cuales se ven presionadas monopolies, which interpose their individual
por prerrogativas particulares, que interpo- interests opposite to the real needs of the
nen sus intereses individuales frente a las whole population.
necesidades reales de toda una población.
Key words: City, neighborhood, urbanism,
Palabras clave: Ciudad, barrio, urbanismo, urbanization.
urbanización
* Este artículo pertenece a la investigación realizada por el autor sobre La ciudad de Bogotá a nivel
urbanístico, proyecto de investigación terminado Historia de la Avenida Caracas, desarrollado
para optar al título de Magíster en Historia en la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colom-
bia - UPTC.
** Docente investigador de la Universidad Católica de Colombia en la Facultad de arquitectura y en el
Departamento de humanidades. Magíster en Historia UPTC, Especialista en Filosofía Latinoame-
ricana de la Universidad INCCA en convenio con Las Villas Cuba. Especialista en Docencia Uni-
versitaria de la Universidad del Bosque, Licenciado en Ciencias Sociales Universidad Distrital
Francisco José de Caldas. 171
La ciudad un espacio de realidades sociales
Revista Republicana
No. 7 • Julio-Diciembre de 2009
INTRODUCCIÓN METODOLOGÍA
Las ciudades como espacios de riqueza ma- La investigación fue adelantada desde un
terial y cultural vienen dando respuesta a enfoque interdisciplinario que utilizó un es-
los requerimientos económicos, políticos y quema metodológico mixto, recurriendo
sociales que la modernidad exige; por eso principalmente a los métodos histórico y so-
se acomodan también urbanísticamente ciológico. A partir de ellos se definieron las
para acoplarse a todos los cambios que esto fuentes y las técnicas de la recolección de
implica. información. Se elaboró inicialmente un mar-
co de referencia y el respectivo estado del
Se encuentran zonas industriales, financie- arte, se avanzó en el análisis de la informa-
ras, comerciales, barrios obreros y sitios ex- ción, construcción del cuerpo del trabajo y
clusivos surcados por grandes avenidas que las conclusiones. A nivel sociológico se ana-
vinculan estos espacios de intercambio, di- liza el crecimiento de las ciudades y la re-
visión social del trabajo, de jerarquías y di- percusión de este fenómeno sobre sus
ferenciación social. habitantes.
1 MONCAYO, Víctor Manuel. Espacialidad y Estado: Formas y re–formas. Bogotá: Empresa Editorial
Universidad Nacional de Colombia, 1990, pág. 62 y ss.
2 LEZAMA, José Luis. Teoría Social, Espacio y Ciudad. México: Editorial El Colegio de México, 2005,
172 pág. 75.
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William Fernando Puentes G.
ese maremagno, de personas, de cosas, de intereses de todo género de mil elementos diversos, que,
sin embargo, de funcionar cada cual a su manera y de un modo independiente, al observarlos
detenidamente y filosóficamente se nota que están en relaciones constantes unos con otros” (Op.
cit., pág. 29). Tras realizar un examen filológico se decidió “a adoptar la palabra urbanización para
indicar cualquiera de los actos que tienda a agrupar la edificación y a regularizar su funciona-
miento en el grupo ya formado, sino también el conjunto de principios, doctrinas y reglas que
deben aplicarse para que la edificación y su agrupamiento, lejos de comprimir, desvirtuar y co-
rromper las facultades físicas, morales e intelectuales del hombre social, sirvan para fomentar su
desarrollo y vigor y para acrecentar el bienestar individual, cuya suma es la salud pública” (Op.
cit., pág 30).
En general, la idea existente todavía hoy en la bibliografía especializada es que la expresión urba-
nización se comenzó a emplear a finales del siglo XIX o incluso a principios del XX. Así lo afirma,
por ejemplo, J.P. THIRY: Théories sur le phénomene urbain, op. cit., en nota 3, pág. 14. El primer autor
extranjero que ha reconocido la precedencia de Cerdá ha sido F. Choay (op. cit. en nota anterior).
7 MEJIA PAVONY, Germán Rodrigo. Los años del cambio: Historia urbana de Bogotá 1820 -1910. Santafé
174 de Bogotá, 1998.
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William Fernando Puentes G.
El Diccionario del urbanismo define el barrio El arquitecto Alberto Saldarriaga afirma: “el
como “Fracción del territorio de una ciudad, barrio es, en la ciudad, un espacio delimi-
dotado de una fisonomía propia y caracteri- tado en el cual las personas construyen y
zada por las trazas distintivas que le confie- reconstruyen su cotidianidad. Una institu-
ren una cierta unidad y una individualidad. ción urbana establecida hace siglos como for-
Dentro de ciertos casos, el nombre del ba- ma de delimitación y caracterización de una
rrio puede ser dado a una división adminis- territorialidad y un sentido particular de re-
trativa, pero la mayoría de las veces, el barrio sidencia y de actividades ciudadanas”.10 Al
es independiente de todo límite administra- igual que para el urbanista Kevin Lynch, el
tivo. Se habla todavía de barrio para desig- barrio es una de las imágenes de los pobla-
nar la comunidad de los habitantes de una dores que les permitirían conformar un len-
parte de la ciudad”. 8 A nivel de Bogotá, para guaje común inteligible por todos sus
una mejor administración y vigilancia se habitantes.11
empezó a denominar barrio a sectores más
amplios de la ciudad, perdiendo el sentido Dentro de otras concepciones culturales el
de parroquia debido a la secularización de barrio es entendido como un lugar para la
la sociedad que iba imprimiendo el nuevo concurrencia y la comunicación, donde las
orden político y económico por el cual atra- calles, las esquinas, las tiendas y las puertas
vesaba esta. Al respecto Mejía señala: de las casas son centros de sociabilidad po-
pular y encuentro comunicativo.12 El barrio
“En este sentido, los barrios termina- es una unidad básica en la configuración de
ron por suplantar a las parroquias en la ciudad, es un complejo territorial que pre-
sus anteriores funciones administrati- senta en su interior diversidad en grupos
vas y de policía. Razones de esta trans- culturales, diferentes estructuras espaciales
formación fueron, primero, la extrema y diversidad en la mezcla de usos urbanos.13
densificación al interior de la ciudad, Pedro G. Buraglia escribe que la vivienda y
que obligó a subdividir las antiguas no el barrio fueron la principal preocupación
parroquias con el fin de asegurar un del movimiento moderno. Según este autor,
mayor control sobre las personas; se- en el lenguaje del urbanismo moderno el
gundo, la expansión en superficie, que barrio desaparece para adoptar la figura de
se tornó en elemento crítico para su- la urbanización o de conjunto residencial
sobre la base de unas relaciones sociales que Los barrios por lo general sufren cambios
liberan al hombre de los atavismos del lu- de naturaleza física por razones que in-
gar, de la familia y el supuesto de unos pa- cluyen el crecimiento demográfico de la
trones de consumo masivo que exigían o ciudad, su ampliación y los nuevos me-
justificaban la especialización funcional y la dios de transporte. Aparecen calles que
racionalización de las actividades. configuran manzanas ortogonales muy
cerradas con viviendas, edificios institu-
Una de las razones que confirman aún esta cionales, y oficinas de servicios. Se crean
situación es la tendencia de considerar la vi- también lugares dedicados al espacio pú-
vienda como un problema de condición so- blico, como: plazoletas, chorros, alamedas
cial, de estrato y tener como factor la y parques. Otros cambios se dan en la con-
rentabilidad, en la construcción de innume- figuración de las calles por la necesidad
rables conjuntos y urbanizaciones. de conectar los barrios con nuevas formas
de transporte.
El criterio funcional del barrio hasta el si-
glo XX era un discurso intelectual exclusivo En estos cambios físicos encontramos el uso
de los arquitectos y de los movimientos a de modelos arquitectónicos de diferentes ti-
favor de la higiene pública, las reformas en pos que determinarán cambios sociales. Hay
la vivienda y las mejoras urbanas.14 Entre cambios en la toponimia y una cierta mezcla
los nuevos planteamientos está el de la fi- social que rompe el orden colonial preexis-
losofía viviendista, la cual convierte la vi- tente. Los artesanos, tenderos, aguateros,
vienda en un problema autónomo que lavanderos, deshollinadores, carpinteros,
requiere ser tratado de manera indepen- sastres y otros invadieron la ciudad a lo lar-
diente al considerar el barrio una colección go del primer siglo de vida republicana; los
de viviendas, producidas en forma masiva. barrios coloniales se saturaron y permitie-
Esta filosofía es desarrollada con especial ron que surgieran otros.17
énfasis en América Latina durante las últi-
mas tres décadas y las del pensamiento El crecimiento urbano de la ciudad siguió
postmoderno que pretende reivindicar di- hasta finales del siglo XIX un patrón de am-
versas expresiones por lo local, el sentido pliación por adosamiento alrededor del cas-
de lo regional y de la identidad colectiva.15 co tradicional, comenzando a cambiar a
A pesar de las transformaciones, las estruc- principios del siglo XX,18 época en que se ini-
turas del barrio sobreviven, tanto en los ció el crecimiento de la mayoría de ciudades
espacios de la ciudad tradicional como en latinoamericanas. Con la aparición de los
las nuevas agrupaciones que se reúnen de barrios las ciudades se fueron extendiendo,
diversas formas para recuperar de nuevo los antiguos barrios fueron dejados por cons-
su antigua condición de barrio, proceso trucciones residenciales de estilo inglés,
debido a la mediación de los cambios so- adoptados gustosamente por los sectores
ciales como las migraciones y factores eco- aristocráticos y burgueses de la ciudad como
nómicos como la industrialización.16 signo de identidad social.19
1 4 DECLAN, Kennedy. “La ciudad interior”. Ver en Gulman Robert: La generación de las calles. Barce-
lona: Gustavo Pili S.A., 1978, pág. 259.
1 5 SERIE CIUDAD Y HÁBITAT. Documentos Barrio Taller. El Barrio: Fragmento de ciudad. Año 3, Doc.
No. 4, 1997, pág. 12.
1 6 Ibíd., pág. 11.
1 7 Ibíd., pág. 12.
1 8 SALDARRIAGA. Op. cit., pág. 133.
176 1 9 Ibíd, pág. 176.
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Otro factor a tener en cuenta fue la migración Como un reconocimiento a los cambios en la
de familias que habitaron el centro de la ciu- ciudad generados por la construcción de
dad, para el caso de Bogotá, las cuales a par- nuevos barrios se divide en las siguientes
tir del año 1950 comenzaron a desplazarse zonas: la zona cívico comercial, zonas resi-
hacia la periferia, dependiendo de su capaci- denciales centrales, zonas estrictamente re-
dad económica, un ejemplo la Bogotá de 1948. sidenciales, zonas industriales, zonas mixtas
y zonas de barrios obreros.23 Las zonas es-
Desde 1948 el viejo núcleo central de la ciu- trictamente residenciales se hallaban en los
dad se fue poblando de pensiones y residen- nuevos barrios situados por lo general al
cias de estudiantes de provincia, de puestos norte de la ciudad.
2 0 JIMÉNEZ MANTILLA, Luis Carlos. El Barrio: lugar entre la ciudad y la vivienda. Barrio taller. Serie
ciudad y Hábitat. Bogotá: Año 4, Doc. No. 5, 1988, pág. 68.
2 1 GIRALDO ISAZA, Fabio. Libro del Instituto Nacional de la Reforma Urbana y viviendas de interés social
INURBE: Estado Ciudad y Vivienda. Urbanismo y arquitectura de vivienda estatal en Colombia. 1918-
1990, Bogotá: Conciencias. 1994 -1995, pág. 13.
2 2 UNIVERSIDAD FRANCISCO JOSÉ DE CALDAS. Bogotá 450 años de los orígenes al deslumbramiento.
Bogotá: 1ª edición, 1988.
2 3 SANCLEMENTE, Álvaro. “Retos y realidades, zonas y barrios de Bogotá”. En: Guía de Bogotá, Rev.
Sucesos colombianos, No. 4. Bogotá, 1948, págs. 376-377. 177
La ciudad un espacio de realidades sociales
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Estas zonas formaron la ciudad moderna, que tuvo enmarcada en el tipo urbanístico de ciu-
hizo un marcado contraste con la ciudad an- dad damero, en retícula hipodérmica u otros
tigua por sus calles anchas y adornadas con términos, permitiendo una organización clara
árboles; además caracterizándose por la de la ciudad.26 Las calles anchas y empedra-
construcción de casas de diferentes estilos das se mantenían en los siglos XVII y XIX.
arquitectónicos, aisladas las unas de las otras Para 1910 las ciudades contaban con
con jardines en cada una de las manzanas. camellones anchos y empedrados y se co-
Se destacó la construcción de templos, cole- menzaba a hablar de avenidas.27 El desarro-
gios, entre otras obras civiles. llo de la calle muestra una homogeneidad
en la parte física hasta comienzos del siglo
Quedando la mayoría de ciudades demar- XX. Época en que para la construcción de las
cadas por dos lugares bien delimitados: la nuevas calles se incluyeron conceptos, como
ciudad de la élite con sus barrios residen- el de park way y avenidas jardín, cuya in-
ciales, vías planificadas, y la ciudad del po- tención era proponer cambios radicales: un
bre con sus barriadas sin planificación, sistema vial de forma radial, con calles y
producto de los grandes asentamientos y avenidas las cuales tendrían un ancho espa-
de los barrios piratas.24 En los asentamien- cio verde en el medio y con árboles en los
tos populares la forma urbana proviene en costados. Se utilizó el nombre dado en in-
gran medida de la urbanización pirata cu- glés a este sistema de vías “park ways”. Las
yos trazados han sido hechos por improvi- avenidas debían tener hileras de árboles a
sados proyectistas, más preocupados en cada lado y las calles secundarias una sola
ofrecer cantidad de lotes que venden con hilera pero en el centro de ellas. El espacio
premura, llegando incluso al caso de ven- público fue clasificado de acuerdo a la loca-
der el mismo lote varias veces, sin conside- lización y dimensión. Para las calles se pro-
rar los asuntos de la topografía y el ponía un perfil urbano proporcional a la
ambiente y mucho menos la composición del sección. Estas se clasifican según sus anchos
espacio público.25 Los cambios sociales, la en cuatro categorías especiales: de lujo, ram-
política, los factores de seguridad y desa- blas o park ways con 36 metros, arterias de
rrollo, han intervenido en la transformación 22 metros, secundarias de 18 metros y calles
de los barrios. de acceso de 15 metros.28
LEZAMA, José Luis. Teoría Social, Espacio y SERIE CIUDAD Y HÁBITAT. “Barrio Taller.
Ciudad. Editorial El Colegio De México. El Barrio: Fragmento de ciudad II”: Docu-
México, 2005. pág. 75 mentos, Año 5, Doc. No. 6, 1999
LYNCH, Kevin. La imagen de la ciudad. Méxi- SALDARRIAGA ROA, Alberto. DAPD. Al-
co: Gustavo Gilli. 1985. caldía de Bogotá, 2000. Bogotá, Siglo XX. Ur-
banismo, arquitectura, vida urbana
MEJÍA PAVONY, Germán Rodrigo. Los años
del cambio: Historia urbana de Bogotá 1820-1910. SANCLEMENTE, Álvaro. “Retos y realida-
Santafé de Bogotá, 1998. des, zonas y barrios de Bogotá”. En: Guía de
Bogotá, Rev. Sucesos colombianos, No. 4. Bogo-
MERLIN, Pierre y CHOWY, Françoise. Dic- tá, 1948.
cionario de Urbanismo, Press Universitaires
de France. 1988 TOSCHI, M. La ciudad. Turín, U.T.E.T. 1966.
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