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Línea de Investigación Derecho y Familia Revista Republicana • ISSN: 1909 - 4450

No. 7, Julio - Diciembre de 2009, pp. 171-182


William Fernando Puentes G.

LA CIUDAD UN ESPACIO DE REALIDADES


SOCIALES*
William Fernando Puentes González**
Universidad Católica de Colombia

RESUMEN ABSTRACT

El mito relacionado con el desarrollo de las The myth related to the development of the
ciudades como una muestra del avance so- cities like a sample of the social advance of
cial de los pueblos queda al descubierto en the people stays to the overdraft in the
el análisis histórico y sociológico con que se historical and sociological analysis with
aborda este artículo. Los grandes problemas which this article is approached. The big
humanos quedan reducidos a un espacio, en human problems remain coming down to a
donde se ve claramente la agudización de space, where one sees clearly the increase of
los problemas sociales dentro de la ciudad; the social problems inside the city; this one
ésta viene a servirle a aquellas élites que la comes to serve to those elites that are
van transformando de acuerdo a sus necesi- transforming it in agreement to its needs and
dades y gustos, mientras que la mayoría de caprices, whereas the majority of its settlers
sus pobladores no disfrutan de todas las co- do not enjoy all the comforts that seemingly
modidades que aparentemente les puede the city can offer them.
ofrecer la ciudad.
The urban development of a city obeys poli-
El desarrollo urbano de una ciudad obedece cies of economic planning, which concerns
a políticas de planificación económica, que directly the government and to official enti-
atañe directamente al gobierno y a entida- ties which meet pressed for particular
des oficiales las cuales se ven presionadas monopolies, which interpose their individual
por prerrogativas particulares, que interpo- interests opposite to the real needs of the
nen sus intereses individuales frente a las whole population.
necesidades reales de toda una población.
Key words: City, neighborhood, urbanism,
Palabras clave: Ciudad, barrio, urbanismo, urbanization.
urbanización

Fecha de recepción: 23 de octubre de 2009. Fecha de aceptación: 24 de noviembre de 2009.

* Este artículo pertenece a la investigación realizada por el autor sobre La ciudad de Bogotá a nivel
urbanístico, proyecto de investigación terminado Historia de la Avenida Caracas, desarrollado
para optar al título de Magíster en Historia en la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colom-
bia - UPTC.
** Docente investigador de la Universidad Católica de Colombia en la Facultad de arquitectura y en el
Departamento de humanidades. Magíster en Historia UPTC, Especialista en Filosofía Latinoame-
ricana de la Universidad INCCA en convenio con Las Villas Cuba. Especialista en Docencia Uni-
versitaria de la Universidad del Bosque, Licenciado en Ciencias Sociales Universidad Distrital
Francisco José de Caldas. 171
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INTRODUCCIÓN METODOLOGÍA

Las ciudades como espacios de riqueza ma- La investigación fue adelantada desde un
terial y cultural vienen dando respuesta a enfoque interdisciplinario que utilizó un es-
los requerimientos económicos, políticos y quema metodológico mixto, recurriendo
sociales que la modernidad exige; por eso principalmente a los métodos histórico y so-
se acomodan también urbanísticamente ciológico. A partir de ellos se definieron las
para acoplarse a todos los cambios que esto fuentes y las técnicas de la recolección de
implica. información. Se elaboró inicialmente un mar-
co de referencia y el respectivo estado del
Se encuentran zonas industriales, financie- arte, se avanzó en el análisis de la informa-
ras, comerciales, barrios obreros y sitios ex- ción, construcción del cuerpo del trabajo y
clusivos surcados por grandes avenidas que las conclusiones. A nivel sociológico se ana-
vinculan estos espacios de intercambio, di- liza el crecimiento de las ciudades y la re-
visión social del trabajo, de jerarquías y di- percusión de este fenómeno sobre sus
ferenciación social. habitantes.

Los conflictos de naturaleza social origina-


do a partir de las múltiples relaciones ocu- LA CIUDAD UN ESPACIO
rridas en la ciudad han contribuido a DE REALIDADES SOCIALES
perfilar la estructura y los idearios urbanos.
Una economía basada en el trabajo asala- La ciudad moderna constituye una realidad
riado en sectores bien o medianamente de- social diferente a los fenómenos urbanos de
sarrollados, pero con presencia de un alto la antigüedad y el medioevo. El desarrollo
índice de desempleo y subempleo, con au- del capitalismo convierte a la ciudad en
sencia de programas sociales y políticos que escenario principal de los procesos de apro-
resuelvan necesidades materiales y caren- piación de la riqueza y reproducción (bioló-
cias intelectuales, otorga al ambiente urba- gica e intelectual) de la fuerza de trabajo. El
no latinoamericano unas características que espacio urbano en el capitalismo, por las con-
han contribuido a su delineamiento social y tradicciones propias del sistema económico,
urbanístico. pero por dinámicas culturales propias del
ámbito citadino, soporta y genera contradic-
ciones, que al lado de los requerimientos
EL PROBLEMA DE INVESTIGACIÓN económicos, políticos y sociales de los sec-
tores hegemónicos, configuran unas realida-
Se resume en las preguntas: ¿Qué intereses des sociales diversas y complejas.1
y necesidades sociales han determinado o
incidido en el crecimiento urbanístico de las Mientras que en la antigüedad (Grecia y
ciudades de América Latina? ¿Son los inte- Roma) se habla de una urbe ruralizada, en la
reses de sus élites y no las necesidades y modernidad la ciudad genera su propia di-
derechos de la población en general los que námica y depende fundamentalmente de sus
han dinamizado los procesos de avance ur- propios esfuerzos y lógicas económicas y
banístico de las ciudades de la región? políticas.2

1 MONCAYO, Víctor Manuel. Espacialidad y Estado: Formas y re–formas. Bogotá: Empresa Editorial
Universidad Nacional de Colombia, 1990, pág. 62 y ss.
2 LEZAMA, José Luis. Teoría Social, Espacio y Ciudad. México: Editorial El Colegio de México, 2005,
172 pág. 75.
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1. La ciudad población que alberga en su seno una gran


variedad de trabajadores especializados no
Desde el punto de vista sociológico Richard agrícolas, sometida a una élite no sólo eco-
Mejergil considera la ciudad como un lugar nómica, sino cultural e intelectual. Así mis-
privilegiado de comunicación, porque da mo, la ciudad tampoco es un simple
lugar a una riqueza de intercambios socio- contenedor de fenómenos humanos porque
cultural, que viene a ser una característica
destacada con respecto a lo urbano. Así la …grande o pequeña, la ciudad es mu-
ciudad aparece como un elemento esencial cho más que la suma de sus casas, de
del sistema económico por su posición de in- sus monumentos y sus calles, mucho más
tercambio, división del trabajo, de innova- también que un centro económico, co-
ción y de interrelación social que la hace mercial o industrial. Como proyección
particularmente atractiva para el comercio y espacial de las relaciones sociales, apa-
la industria, característica de la ciudad mo- rece atravesada y estructurada por el
derna latinoamericana para la primera mi- haz de líneas fronterizas que separan
tad del siglo XX. El paso al capitalismo lo profano de lo sagrado, el trabajo del
conlleva a esta dinámica de interrelación de ocio, lo público de lo privado; los hom-
actividades sociales y económicas que per- bres de las mujeres; la familia de todo
mite la unión de sectores urbanos con otras lo que le es ajeno. Y proporciona una
ciudades y países, obligando a la creación admirable clave de lectura.5
de vías de comunicación. Toschi3, propone
la ciudad como un agregado complejo y or- A esta nueva realidad espacial se le denomi-
gánico de edificios, viviendas y vías, ejerci- nó urbanización, 6 definición que borrará
tando una función de centro coordinador fronteras entre ciudad y urbano, mostrán-
para una región más o menos vasta, donde dolas como una misma realidad, en donde
la población, las construcciones y los espa- el sentido ciudad no pierde sus tres pilares
cios sociales se desarrollan diferenciados por fundamentales clásicos que son el de la urbe,
las funciones y por las formas, coordinados que es el sentido material, el de civitas re-
unilateralmente en función del grupo social ferente a comunidad humana, como un
con mayor poder; por eso las vías, calles, ba- complejo orgánico de grupos sociales e ins-
rrios, tienen un objeto claro y es privilegiar tituciones integrados entre sí y el de la polis
ese grupo social en sus espacios de trabajo, en un sentido totalmente político.
vivienda y recreación; es así como se desa-
rrollan la mayoría de ciudades latinoameri- Cuando se habla de la ciudad, de lo urbano,
canas. Kinggley4 complementa cuando afirma se alude de manera indistinta a todos estos
que la ciudad es una comunidad de conside- aspectos, cuyo estudio es el objeto de la cien-
rable magnitud y de elevada densidad de cia urbana. Algunos pueden ser objeto de la

3 TOSCHI, M. La ciudad. Turín, U.T.E.T. 1966, pág.4.2


4 DAVIS, Kingaley. La urbanización de la población humana. Madrid: Alianza editores. 21967, pág. 39.
5 BRAUDEL, Fernando. El Mediterráneo. El espacio y la historia, págs. 176-177. En este sentido, Marx
sustenta un principio análogo: “De por sí, la existencia de la ciudad es ya algo aparte de la mera
aglomeración de casa, independientemente unas de otras. El todo, en este caso, no es simplemente
la suma de las partes. Es hasta cierto punto, un organismo dotado de autonomía”. Carlos Marx,
Grundrisse, 1857-1858. Vol. 1, México: Fondo de Cultura Económica, 1985, pág. 341.
6 La expresión “urbanización” fue utilizada por primera vez por el ingeniero español Ildefonso
Cerdá en su Teoría General de la Urbanización y aplicación de sus principios y doctrinas a la reforma y
ensanche de Barcelona (Madrid, 1867, reimpresión al cuidado de Fabián Estapé, Barcelona, Inst
Estudios Fiscales, 1967, 3 vols. ), el primer tratado de urbanismo de la Europa moderna. Cerdá, al
comenzar a escribir su tratado, se enfrentó en primer lugar con “la necesidad de dar un nombre a 173
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investigación de sociólogos, antropólogos o ejemplo, o en otro nivel el feudalismo o el


psicólogos, como ocurre con los que están capitalismo, entre otros), sin por ello perder
aludidos por el concepto de civitas; otros las características anteriores: por el contra-
deberán ser estudiados por juristas, admi- rio, éstas son potencializadas en beneficio de
nistradores, politólogos, economistas; los tales sistemas; sexto, porque su capacidad de
incluidos en el concepto de polis; lo específi- dar origen a órdenes cosmogónicos es arti-
co del geógrafo sería, por el contrario, la ficial, esto es, sin relación necesaria con los
primera acepción, la de urbe, en el sentido ritmos y fenómenos de la naturaleza.7
físico, material, morfológico, como paisaje
urbano opuesto al paisaje rural. Pero tenien- Las ciudades latinoamericanas a mediados
do en cuenta la visión y características de del siglo XX de alguna forma reúnen los seis
ciudad que propone Mejía: aspectos mencionados anteriormente en su
dinámica hacia el capitalismo, desarrollan-
La ciudad es un espacio singular, primero, do el comercio y la naciente industria donde
porque congrega en un sitio reducido a una la división del trabajo se hace evidente a tra-
cantidad variable pero siempre significativa vés del poder de una clase dominante que
de seres humanos; segundo, porque la efi- va adecuando la ciudad a su cosmogonía.
ciencia en dicha congregación surge de la
división del trabajo y de las relaciones de 2. El barrio
poder que necesariamente se dan a su inte-
rior; tercero, porque su capacidad de repro- Definir el barrio es una tarea que aún se en-
ducirse en el tiempo está dada en los ritmos, cuentra en proceso de investigación. La pa-
prácticas y representaciones que, al atrave- labra barrio viene del árabe barri que según
sar las relaciones sociales y su institucio- el Diccionario de la Lengua Española signi-
nalidad, orientan y determinan el lugar de fica lo exterior, lo propio de las afueras, el
cada uno frente a la totalidad de los otros; arrabal. Cada una de las partes en que se
cuarto, porque la ciudad se conjura en el cen- dividen los pueblos grandes o sus distritos.
tro articulador de seres humanos, bienes, Sin embargo, son varios los conceptos que
ideas y creencias; quinto, porque histórica- permiten definirlo: la topografía, sus funcio-
mente puede constituirse por sí misma en un nes, la arquitectura, cultura y economía, en-
sistema (la ciudad-estado, la ciudad-repúbli- tre otros. Entender el concepto de barrio y
ca) o quedar inscrita en un sistema más am- sus dinámicas particulares en el marco de
plio (la monarquía o el Estado-Nacional, por cada contexto social constituye una empresa

ese maremagno, de personas, de cosas, de intereses de todo género de mil elementos diversos, que,
sin embargo, de funcionar cada cual a su manera y de un modo independiente, al observarlos
detenidamente y filosóficamente se nota que están en relaciones constantes unos con otros” (Op.
cit., pág. 29). Tras realizar un examen filológico se decidió “a adoptar la palabra urbanización para
indicar cualquiera de los actos que tienda a agrupar la edificación y a regularizar su funciona-
miento en el grupo ya formado, sino también el conjunto de principios, doctrinas y reglas que
deben aplicarse para que la edificación y su agrupamiento, lejos de comprimir, desvirtuar y co-
rromper las facultades físicas, morales e intelectuales del hombre social, sirvan para fomentar su
desarrollo y vigor y para acrecentar el bienestar individual, cuya suma es la salud pública” (Op.
cit., pág 30).
En general, la idea existente todavía hoy en la bibliografía especializada es que la expresión urba-
nización se comenzó a emplear a finales del siglo XIX o incluso a principios del XX. Así lo afirma,
por ejemplo, J.P. THIRY: Théories sur le phénomene urbain, op. cit., en nota 3, pág. 14. El primer autor
extranjero que ha reconocido la precedencia de Cerdá ha sido F. Choay (op. cit. en nota anterior).
7 MEJIA PAVONY, Germán Rodrigo. Los años del cambio: Historia urbana de Bogotá 1820 -1910. Santafé
174 de Bogotá, 1998.
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académica compleja y un trabajo teórico aún perar la emergencia sanitaria crónica


en construcción. De todos modos, reflexio- en que estaba inmersa la capital desde
nando en torno al concepto mismo de de los años 1870; y, tercero, el surgimien-
barrio, se le puede señalar inicialmente como to de las urbanizaciones y los barrios
un territorio de la ciudad, identificado por obreros, que comenzaron a ser el
su especialidad y sus límites con diferentes resultado sobre el espacio de las dife-
connotaciones tanto en lo económico como rencias de clase que el tránsito al capi-
en lo social y lo cultural. talismo traía consigo”.9

El Diccionario del urbanismo define el barrio El arquitecto Alberto Saldarriaga afirma: “el
como “Fracción del territorio de una ciudad, barrio es, en la ciudad, un espacio delimi-
dotado de una fisonomía propia y caracteri- tado en el cual las personas construyen y
zada por las trazas distintivas que le confie- reconstruyen su cotidianidad. Una institu-
ren una cierta unidad y una individualidad. ción urbana establecida hace siglos como for-
Dentro de ciertos casos, el nombre del ba- ma de delimitación y caracterización de una
rrio puede ser dado a una división adminis- territorialidad y un sentido particular de re-
trativa, pero la mayoría de las veces, el barrio sidencia y de actividades ciudadanas”.10 Al
es independiente de todo límite administra- igual que para el urbanista Kevin Lynch, el
tivo. Se habla todavía de barrio para desig- barrio es una de las imágenes de los pobla-
nar la comunidad de los habitantes de una dores que les permitirían conformar un len-
parte de la ciudad”. 8 A nivel de Bogotá, para guaje común inteligible por todos sus
una mejor administración y vigilancia se habitantes.11
empezó a denominar barrio a sectores más
amplios de la ciudad, perdiendo el sentido Dentro de otras concepciones culturales el
de parroquia debido a la secularización de barrio es entendido como un lugar para la
la sociedad que iba imprimiendo el nuevo concurrencia y la comunicación, donde las
orden político y económico por el cual atra- calles, las esquinas, las tiendas y las puertas
vesaba esta. Al respecto Mejía señala: de las casas son centros de sociabilidad po-
pular y encuentro comunicativo.12 El barrio
“En este sentido, los barrios termina- es una unidad básica en la configuración de
ron por suplantar a las parroquias en la ciudad, es un complejo territorial que pre-
sus anteriores funciones administrati- senta en su interior diversidad en grupos
vas y de policía. Razones de esta trans- culturales, diferentes estructuras espaciales
formación fueron, primero, la extrema y diversidad en la mezcla de usos urbanos.13
densificación al interior de la ciudad, Pedro G. Buraglia escribe que la vivienda y
que obligó a subdividir las antiguas no el barrio fueron la principal preocupación
parroquias con el fin de asegurar un del movimiento moderno. Según este autor,
mayor control sobre las personas; se- en el lenguaje del urbanismo moderno el
gundo, la expansión en superficie, que barrio desaparece para adoptar la figura de
se tornó en elemento crítico para su- la urbanización o de conjunto residencial

8 MERLÍN, Pierre y CHOWY, Françoise. Diccionario de Urbanismo, Press Universitaires de France.


Paris, 1988.
9 MEJÍA PAVONY. Op. cit., pág. 305.
1 0 SALDARRIAGA ROA, Alberto. DAPD Alcaldía de Bogotá, 2000. Bogotá, Siglo XX. Urbanismo,
arquitectura, vida urbana, pág. 277.
1 1 LYNCH, Kevin. La imagen de la ciudad. México: Gustavo Gilli. 1985. Capítulo 3.
1 2 FRANCO SILVA, Francisco. Ver a Riaño, Pilar. “Descifrando la cultura popular”. Cinep. Contro-
versia No. 116, págs. 44-45.
1 3 FRANCO SILVA. Op. cit., pág. 43. 175
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sobre la base de unas relaciones sociales que Los barrios por lo general sufren cambios
liberan al hombre de los atavismos del lu- de naturaleza física por razones que in-
gar, de la familia y el supuesto de unos pa- cluyen el crecimiento demográfico de la
trones de consumo masivo que exigían o ciudad, su ampliación y los nuevos me-
justificaban la especialización funcional y la dios de transporte. Aparecen calles que
racionalización de las actividades. configuran manzanas ortogonales muy
cerradas con viviendas, edificios institu-
Una de las razones que confirman aún esta cionales, y oficinas de servicios. Se crean
situación es la tendencia de considerar la vi- también lugares dedicados al espacio pú-
vienda como un problema de condición so- blico, como: plazoletas, chorros, alamedas
cial, de estrato y tener como factor la y parques. Otros cambios se dan en la con-
rentabilidad, en la construcción de innume- figuración de las calles por la necesidad
rables conjuntos y urbanizaciones. de conectar los barrios con nuevas formas
de transporte.
El criterio funcional del barrio hasta el si-
glo XX era un discurso intelectual exclusivo En estos cambios físicos encontramos el uso
de los arquitectos y de los movimientos a de modelos arquitectónicos de diferentes ti-
favor de la higiene pública, las reformas en pos que determinarán cambios sociales. Hay
la vivienda y las mejoras urbanas.14 Entre cambios en la toponimia y una cierta mezcla
los nuevos planteamientos está el de la fi- social que rompe el orden colonial preexis-
losofía viviendista, la cual convierte la vi- tente. Los artesanos, tenderos, aguateros,
vienda en un problema autónomo que lavanderos, deshollinadores, carpinteros,
requiere ser tratado de manera indepen- sastres y otros invadieron la ciudad a lo lar-
diente al considerar el barrio una colección go del primer siglo de vida republicana; los
de viviendas, producidas en forma masiva. barrios coloniales se saturaron y permitie-
Esta filosofía es desarrollada con especial ron que surgieran otros.17
énfasis en América Latina durante las últi-
mas tres décadas y las del pensamiento El crecimiento urbano de la ciudad siguió
postmoderno que pretende reivindicar di- hasta finales del siglo XIX un patrón de am-
versas expresiones por lo local, el sentido pliación por adosamiento alrededor del cas-
de lo regional y de la identidad colectiva.15 co tradicional, comenzando a cambiar a
A pesar de las transformaciones, las estruc- principios del siglo XX,18 época en que se ini-
turas del barrio sobreviven, tanto en los ció el crecimiento de la mayoría de ciudades
espacios de la ciudad tradicional como en latinoamericanas. Con la aparición de los
las nuevas agrupaciones que se reúnen de barrios las ciudades se fueron extendiendo,
diversas formas para recuperar de nuevo los antiguos barrios fueron dejados por cons-
su antigua condición de barrio, proceso trucciones residenciales de estilo inglés,
debido a la mediación de los cambios so- adoptados gustosamente por los sectores
ciales como las migraciones y factores eco- aristocráticos y burgueses de la ciudad como
nómicos como la industrialización.16 signo de identidad social.19

1 4 DECLAN, Kennedy. “La ciudad interior”. Ver en Gulman Robert: La generación de las calles. Barce-
lona: Gustavo Pili S.A., 1978, pág. 259.
1 5 SERIE CIUDAD Y HÁBITAT. Documentos Barrio Taller. El Barrio: Fragmento de ciudad. Año 3, Doc.
No. 4, 1997, pág. 12.
1 6 Ibíd., pág. 11.
1 7 Ibíd., pág. 12.
1 8 SALDARRIAGA. Op. cit., pág. 133.
176 1 9 Ibíd, pág. 176.
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A mediados de siglo se presenta un gran de comercio y de comerciantes, de artesa-


dinamismo, su expansión se aceleró, y la ciu- nos venidos a menos, de empleados banca-
dad combinó formas explosivas y de rios y oficinistas, y de bufetes de abogados,
compactación, configurándose una ciudad en ingenieros y contabilistas. Pero también del
forma de arco. En este periodo se inició una torrente aluvión de campesinos desplazados
nueva concepción del urbanismo introdu- por la violencia, que no estaban, por supues-
ciendo el ordenamiento de unidades más to, preparados para habitar la pesadilla viva
amplias al barrio. El sector es la nueva uni- del mundo urbano, y este tampoco estaba
dad de planeamiento dentro del concepto del preparado para recibirlos. La calle los des-
ensanche aplicado por el arquitecto Karl plazó hacia las casonas de San Victorino, Las
Brunner.20 Además se produjo un doble su- Cruces, Belén, Egipto y la Perseverancia o a
ceso: el de compactación del cuerpo central las invasiones de tierras sobre los cerros
de la ciudad lineal y el de arco. En la perife- orientales, en los Laches, El Pesebre y el
ria se construyeron viviendas en serie con Policarpa Salavarrieta.22
destino a familias de ingresos medios21 y al-
tos, al otro costado viviendas populares; la En sectores exclusivos de la ciudad se permi-
ciudad se divide más por clases. tió la construcción de lujosos chalets y de pro-
piedades horizontales suntuosas, donde
3. La expansión de la ciudad en el siglo XX parecía que no vivía nadie por la tranquilidad
del lugar, pero donde residió una clase reser-
El origen de la tierra en la que se construye- vada y casi invisible. Por sus alrededores se
ron los barrios de élite en la mayoría de ca- extendieron espaciosas avenidas decoradas
sos proviene de grandes haciendas. Se con árboles ornamentales y mullidas alfombras
muestra un patrón definido de precios rela- de céspedes. Además Jairo Mercado nos co-
tivamente altos en las cercanías del centro menta en una de sus crónicas que rodeando
de la ciudad en ambas direcciones; norte y estas mansiones a veces ostentosamente inso-
sur. El descenso del nivel de precios es mu- lentes, se agrupan los barrios de la clase me-
cho más agudo hacia el sur, las regiones más dia, con sus casas más sencillas en unidades
pobres de las ciudades que hacia el norte. cerradas y sus carros adquiridos a crédito.

Otro factor a tener en cuenta fue la migración Como un reconocimiento a los cambios en la
de familias que habitaron el centro de la ciu- ciudad generados por la construcción de
dad, para el caso de Bogotá, las cuales a par- nuevos barrios se divide en las siguientes
tir del año 1950 comenzaron a desplazarse zonas: la zona cívico comercial, zonas resi-
hacia la periferia, dependiendo de su capaci- denciales centrales, zonas estrictamente re-
dad económica, un ejemplo la Bogotá de 1948. sidenciales, zonas industriales, zonas mixtas
y zonas de barrios obreros.23 Las zonas es-
Desde 1948 el viejo núcleo central de la ciu- trictamente residenciales se hallaban en los
dad se fue poblando de pensiones y residen- nuevos barrios situados por lo general al
cias de estudiantes de provincia, de puestos norte de la ciudad.

2 0 JIMÉNEZ MANTILLA, Luis Carlos. El Barrio: lugar entre la ciudad y la vivienda. Barrio taller. Serie
ciudad y Hábitat. Bogotá: Año 4, Doc. No. 5, 1988, pág. 68.
2 1 GIRALDO ISAZA, Fabio. Libro del Instituto Nacional de la Reforma Urbana y viviendas de interés social
INURBE: Estado Ciudad y Vivienda. Urbanismo y arquitectura de vivienda estatal en Colombia. 1918-
1990, Bogotá: Conciencias. 1994 -1995, pág. 13.
2 2 UNIVERSIDAD FRANCISCO JOSÉ DE CALDAS. Bogotá 450 años de los orígenes al deslumbramiento.
Bogotá: 1ª edición, 1988.
2 3 SANCLEMENTE, Álvaro. “Retos y realidades, zonas y barrios de Bogotá”. En: Guía de Bogotá, Rev.
Sucesos colombianos, No. 4. Bogotá, 1948, págs. 376-377. 177
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Estas zonas formaron la ciudad moderna, que tuvo enmarcada en el tipo urbanístico de ciu-
hizo un marcado contraste con la ciudad an- dad damero, en retícula hipodérmica u otros
tigua por sus calles anchas y adornadas con términos, permitiendo una organización clara
árboles; además caracterizándose por la de la ciudad.26 Las calles anchas y empedra-
construcción de casas de diferentes estilos das se mantenían en los siglos XVII y XIX.
arquitectónicos, aisladas las unas de las otras Para 1910 las ciudades contaban con
con jardines en cada una de las manzanas. camellones anchos y empedrados y se co-
Se destacó la construcción de templos, cole- menzaba a hablar de avenidas.27 El desarro-
gios, entre otras obras civiles. llo de la calle muestra una homogeneidad
en la parte física hasta comienzos del siglo
Quedando la mayoría de ciudades demar- XX. Época en que para la construcción de las
cadas por dos lugares bien delimitados: la nuevas calles se incluyeron conceptos, como
ciudad de la élite con sus barrios residen- el de park way y avenidas jardín, cuya in-
ciales, vías planificadas, y la ciudad del po- tención era proponer cambios radicales: un
bre con sus barriadas sin planificación, sistema vial de forma radial, con calles y
producto de los grandes asentamientos y avenidas las cuales tendrían un ancho espa-
de los barrios piratas.24 En los asentamien- cio verde en el medio y con árboles en los
tos populares la forma urbana proviene en costados. Se utilizó el nombre dado en in-
gran medida de la urbanización pirata cu- glés a este sistema de vías “park ways”. Las
yos trazados han sido hechos por improvi- avenidas debían tener hileras de árboles a
sados proyectistas, más preocupados en cada lado y las calles secundarias una sola
ofrecer cantidad de lotes que venden con hilera pero en el centro de ellas. El espacio
premura, llegando incluso al caso de ven- público fue clasificado de acuerdo a la loca-
der el mismo lote varias veces, sin conside- lización y dimensión. Para las calles se pro-
rar los asuntos de la topografía y el ponía un perfil urbano proporcional a la
ambiente y mucho menos la composición del sección. Estas se clasifican según sus anchos
espacio público.25 Los cambios sociales, la en cuatro categorías especiales: de lujo, ram-
política, los factores de seguridad y desa- blas o park ways con 36 metros, arterias de
rrollo, han intervenido en la transformación 22 metros, secundarias de 18 metros y calles
de los barrios. de acceso de 15 metros.28

Al estudiar la evolución y la conformación Se tuvieron en cuenta diferentes aspectos


física de las calles, es notorio el cambio que sectoriales de los planes modernos que de-
han tenido; a medida que va creciendo la terminarían cambios en las vías. Estos in-
ciudad, su expansión rompe el principio ur- cluían el aprovisionamiento de agua, el
banístico llamado tablero de ajedrez, carac- alcantarillado y un plan de recolección de
terizado por calles rectas y perpendiculares. residuos sólidos. De esta manera y por pri-
La traza de las ciudades latinoamericanas mera vez se introdujo una visión planifica-
fundadas en el transcurso del siglo XVI es- dora de los servicios públicos.

2 4 SALDARRIAGA. Op. cit., pág. 25.


2 5 “La Calle, lo ajeno, lo público y lo imaginado”. En: Barrio Taller, Serie Ciudad y Hábitat. Bogotá,
año 3, Doc. No. 4, 1997, pág. 72.
2 6 CORRADINE ANGULO, Alberto. La arquitectura colonial. Nueva Historia de Colombia. Tomo II.
Bogotá: Editorial Planeta. 1989, pág. 219.
2 7 Las calles de Bogotá fueron anchas, los historiadores así lo sostienen. La calle ancha es desahogo,
es libertad, es aceleración, es aire y luz, es valorización y valorización significa mayor valor catastral,
mayor renta y mayor impuesto. En: Revista Proa. Vol. 1. Año 1. Febrero 5 de 1948, pág. 17.
178 2 8 SALDARRIAGA. Op. cit., pág. 93.
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4. Lo novedoso: la avenida coches, a quienes buscan reposo, recreo, re-


fresco o sociabilidad.
El espacio público, como elemento que or-
dena la ciudad, constituye un referente en la 5. El urbanismo y la superación del caos
construcción de las identidades de sus habi-
tantes, recreando la historia colectiva de la Brunner define urbanismo cuando lo expre-
ciudad y confrontando las identidades con sa como el arte, medio de cultura y refor-
sus continuas transformaciones.29 La creación ma para dignificar las edificaciones con
de los espacios libres de carácter público for- conceptos humanistas y sociales,32 no como
ma parte de la historia de las ciudades: “el antiguamente que las construcciones tenían
Ágora y el Teatro Griego o los grandes es- un carácter individual, poco funcional, no
pacios de la Roma Imperial son clara mues- se ajustaban a su ubicación y casi siempre
tra de la intención de las sociedades por en perjuicio de la comunidad. El urbanismo
construir escenarios de expresión de ideales se levanta sobre tres pilares del caos mo-
compartidos; escenarios en los cuales cada derno a los cuales se debe dar solución como
individuo reivindica su pertenencia a un gru- ciencia que estudia los distintos aspectos del
po, a una sociedad o a una nación.”30 desarrollo y planificación de la ciudad, así:

La avenida a nivel moderno no obedece 1. Caos fisiológico: que no distingue en-


siempre a necesidades del tránsito o circula- tre las diferentes categorías de uso del
ción, sino más bien a anhelos de intercalar territorio urbano, los residenciales mez-
en la estructura de la ciudad elementos fes- clándolos con la industria, con talleres
tivos y de amplitud con fines estéticos o de o galpones de vía férrea.33
representación urbana, como bulevares, ram-
blas, park way, alamedas o avenidas jardín, 2. Caos estructural: referente a la toleran-
entre otras, pretendiendo crear avenidas cia como la discrepancia más absurda en-
monumentales cuyo trazado por lo general tre la categoría, la línea de edificios, el
corresponde a un ancho de 40 a 50 metros, a número de pisos, la altura total, profun-
través de sectores cuyo carácter, en general, das áreas edificadas y otras densamente
es que sean de clase alta, manteniendo los despobladas y las diferentes construccio-
siguientes componentes: un perfil longitu- nes en una misma calle o cuadra.34
dinal y uno transversal, subdividiendo cal-
zadas, veredas peatonales, bandejas de 3. Caos estético: es admitir de forma
césped, su arquitectura reunida en una ur- anárquica referente a los estilos en que
banización entre calzada y calzada dividien- se construyen las casas vecinas; que de-
do la vía por donde pasen vehículos.31 Como claró la arquitectura como un arte li-
un park way o paseo, debía diseñarse, no bre no solamente a prueba de no ser
sólo como mera unión de parques, sino pen- sometida la idoneidad del ejecutor,
sando expresamente en el gozo que propor- sino por el contrario abierto a la
cionan a quienes pasean, cabalgan o conducen extemporación de una persona cual-

2 9 MUSEO DE DESARROLLO URBANO. ALCALDÍA DE BOGOTÁ. Bogotá, Exposición espacio pú-


blico por la ciudad. 2001, pág. 49.
3 0 CASTRO JARAMILLO, Lorenzo. Taller del espacio público, Departamento Administrativo de
Planeación Distrital. Bogotá D.C.: Panamericana formas e impresos S.A., diciembre de 2000, pág. 9.
3 1 BRUNNER, Kart. Manual de urbanismo. Tomo II. Bogotá: Ediciones del Concejo de Bogotá, 1940, pág.
240.
3 2 Ibíd., pág. 201.
3 3 Ibíd., pág. 242.
3 4 Ibíd., pág. 243. 179
La ciudad un espacio de realidades sociales
Revista Republicana
No. 7 • Julio-Diciembre de 2009

quiera35. Aunque el estilo inglés de las - Determinar el trazado de carreteras prin-


casas mantiene individualmente un ex- cipales, de vías para automóviles y de
quisito diseño urbano, la gran variedad exclusivo tránsito urbano, las avenidas
de otros estilos, edificaciones y construc- jardín y otras de menor importancia.
ciones simbolizan ese caos estético ur-
banístico en muchas zonas. Por eso las - Regularizar los lechos de los ríos y de-
urbanizaciones han considerado terminar las áreas precisas de canaliza-
sociológicamente el concepto de estética ción, desvíos y futuras represas.
sobre el tamaño, adecuación y construc-
ción, que hacen urgente legislar sobre - Determinar las zonas para explotación
conceptos urbanísticos; mientras tanto se de canteras y chircales.
deberá llegar a acuerdos con los vecinos
para que mínimo el encerramiento de - Zonificar las áreas industriales, residen-
estas construcciones sea armonioso y si- ciales, comerciales, agrícolas, ciudades
métrico, donde se guarde una estética, satélites, parques y zonas deportivas o
sobre todo frente a las grandes aveni- de recreación.
das, parques, monumentos: esto es, la
humanización de lo urbano. - Reglamentar la urbanización y sus cons-
trucciones.
El urbanismo en zonas densamente pobladas
debe ver más allá de la simple urbanización y Germán Mejía plantea que lo urbano, que
debe proceder al planeamiento regional, en- consiste ante todo en relaciones sociales fi-
focando todo el territorio posible poblacional jadas y entretejidas en un lugar construido,
futuro, de preferencia las zonas de tradición adquiere significado completo cuando se lee
entre la ciudad y el campo, o sea donde posi- desde los ritmos que dichas relaciones ge-
blemente se ensanche la ciudad. Este neran y a su vez siguen.36
planeamiento urbano debe abarcar, conside-
rando los postulados de Brunner y otros gran- En síntesis, la tarea del urbanismo es de orien-
des urbanistas, los siguientes aspectos: tar las políticas de extensión urbana y regio-
nal, de planificación del desarrollo de la ciudad
- Completar los datos estadísticos, levan- a nivel de sus obras de infraestructura, orga-
tamientos topográficos y mapas actua- nización y uso del suelo. Asunto fundamental
lizados de la ciudad. en el marco de las políticas económicas y de
desarrollo. Al urbanismo le corresponde la
- Determinar el trazado de la red ferro- iniciativa, la asesoría, la técnica, el estudio y la
viaria de las líneas principales de las discusión de propuestas y programas, pero las
zonas urbanas y su ensanche en las zo- determinaciones de éstos le corresponden a
nas rurales. las instancias de poder competentes.

3 5 Ibíd., pág. 244.


3 6 MEJÍA, Óp. cit., pág. 18. Hace referencia al ritmo como asociación de movimiento a la forma, al
organismo o al mecanismo, en la condición primaria de todo comportamiento activo (…) los ritmos
y los valores son creadores de un tiempo y un espacio especialmente humanos, liberados a la
velocidad de cada civilización, velocidad dada justamente por su capacidad de englobar los días
y las distancias en redes artificiales más o menos ceñidas (…) puede comprenderse ahora el valor
de la forma humana como un instrumento de integración territorial: el juego complejo y contradic-
torio de ritmos que impone, pero también conjuga, superpone, asimila, excluye o anula. Ritmos
biológicos, ritmos técnicos-productivos, ritmos de grupos sociales, ritmos administrativos, rituales
y estéticos. Tomado de Oscar Saldarriaga, “ciudad, territorio y memoria. Para pensar una historia
180 urbana”. Bogotá, Universidad Javeriana, V. 19. No. 31, 1990, pág. 14.
Línea de Investigación Derecho y Familia
William Fernando Puentes G.

CONCLUSIONES electricidad, teléfono, vías pavimenta-


das, sino por la arquitectura de sus
- La ciudad aparece como un espacio esen- construcciones, el valor de la tierra, en
cial del sistema económico, por su posi- general la disposición de equipamiento
ción comercial, industrial y financiera, a urbano (amplias avenidas, parques,
través de un intercambio de bienes ma- zonas comerciales, separadas de las
teriales e inmateriales, como es la fuerza residenciales); es decir, en el barrio se
de trabajo de sus habitantes entretejidos plasma la continuidad y linaje de sus
con elementos culturales, que van mos- habitantes.
trando un sinnúmero de relaciones so-
ciales, necesidades y conflictos. - La ciudad no disminuye los problemas
sociales sino, por el contrario, los ubi-
- La ciudad, sin importar espacios y tiem- ca en un solo espacio; hambre, analfa-
pos, se viene sustentando en sus tres pi- betismo, miseria, pobreza, carencia de
lares clásicos. El primero es el de la urbe servicios públicos domiciliarios. La
haciendo alusión a aquellos espacios ur- urbe moderna es por excelencia un es-
banos, su desarrollo y formas sociocul- pacio de conflictos, pero también de in-
turales; el segundo es el de civitas certidumbres.
referente a todas las relaciones sociales
que se dan dentro de un espacio llama-
do ciudad, y el tercero el de la polis, que BIBLIOGRAFÍA
mantiene un sentido netamente político,
en donde las elites organizan la ciudad BRAUDEL, Fernand. Las estructuras de lo co-
a su antojo, acomodándola a sus necesi- tidiano: lo posible y lo imposible. Madrid:
dades económicas y sociales. Alianza Editorial, 1984.

- La ciudad expresa su urbe, civitas y BRUNNER, Kart. Manual de urbanismo. Tomo


polis a través de relaciones de poder re- II. Ediciones del Concejo de Bogotá. Bogo-
presentadas en sus espacios excluyentes tá. 1940.
y elitistas, sustentadas en políticas que
expresan necesidades económicas y no CASTRO JARAMILLO, Lorenzo. Taller del
sociales. Históricamente sin importar el espacio público, Departamento administrati-
apelativo de ciudad estado, ciudad re- vo de planeación Distrital. Bogotá D.C.: Pa-
publicana, feudo, ciudad industrial, etc., namericana formas e impresos S.A., 2000.
se nota el beneficio que otorga vivir en
la ciudad a las elites, en contra de la CORRADINE ANGULO, Alberto. La arqui-
mayoría de sus pobladores, que no dis- tectura colonial. Nueva Historia de Colombia.
frutan de todas las ventajas que se su- Tomo II. Bogotá: Editorial Planeta, 1989.
pone tiene la ciudad. Por el contrario,
son excluidas de estos ambientes. DAVIS, Kingaley. La urbanización de la po-
blación humana. Alianza editores, Madrid:
- En la ciudad el concepto de barrio o 1967.
urbanización delimita territorial y so-
cialmente la ciudad, en esa medida DECLAN, Kennedy. “La ciudad interior”. Ver
constituye una realidad que discrimi- en Gulman Robert: La generación de las calles. Bar-
na. El barrio permite dibujar diversas celona: Gustavo Pili S.A., 1978, pág. 259.
fisonomías, de acuerdo al estatus o con-
dición social de sus habitantes, tanto FRANCO SILVA, Francisco. Ver a Riaño,
en lo más elemental: dotación de ser- Pilar. “Descifrando la cultura popular” .
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