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UNIVERSIDAD TECNOLÓGICA DE MÉXICO

CAMPUS ONLINE

MATERIA: PENSAMIENTO EDUCATIVO

ENTREGABLE 2: ENSAYO SOBRE EDUCACIÓN EN EL SIGLO XXI

PROFESOR: MGE. GABRIELA CARMONA CARRANZA

ALUMNO: ERIC SALVADOR PIOQUINTO


(19618975)

PACHUCA HIDALGO A 24 DE FEBRERO 2019


INTRODUCCIÓN

La educación es un fenómeno que nos concierne a todos desde que nacemos. Los
primeros cuidados maternos, las relaciones sociales que se producen en el seno
familiar o con los grupos de amigos, la asistencia a la escuela, etc., son experiencias
educativas, entre otras muchas, que van configurado de alguna forma concreta
nuestro modo de ser. La educación es un fenómeno que todos conocemos y que
hemos vivido porque es consustancial al desarrollo del sujeto, de tal forma que sin su
concurso no podríamos hablar del ser humano. Todas las mujeres y los hombres
tienen derecho a la educación. Articulado y protegido por la Declaración Universal de
Derechos Humanos y reconocido como uno de los cinco derechos culturales básicos,
el derecho a la educación proporciona a los individuos y las sociedades las
capacidades y conocimientos críticos necesarios para convertirse en ciudadanos
empoderados, capaces de adaptarse al cambio y contribuir a su sociedad, economía y
cultura.

La educación se puede definir como un proceso de transmisión de conocimientos y


contenidos destinado a desarrollar todas las potencialidades de un individuo, o como
la instrucción por medio de la acción docente. Educación proviene del sustantivo latino
educativo, Onís, derivado de educare. Educare ‘educar’, ‘criar’, ‘alimentar’ se formó
mediante el prefijo ex- ‘fuera’ y el verbo ducere ‘guiar’, ‘conducir’, originado en el
indoeuropeo deuk-. llegando a la definición etimológica de "conducir hacia fuera"

La educación es esencial para un desarrollo humano, inclusivo y sostenible promovido


por sociedades del conocimiento capaces de enfrentar los desafíos del futuro con
estrategias innovadoras. Una población educada tiene efectos positivos sobre otras
áreas clave del desarrollo: social, salud y cultural. Además, la educación juega un rol
clave a la hora de promover la inclusión social, la tolerancia y el respeto a la
diversidad. Se ha demostrado que los procesos educativos garantizan la construcción
y transmisión de valores y actitudes comunes, favorecen la integración y participación
de todos, y en particular de las comunidades marginadas, y generan espacios de
interacción y conectividad social positivos. Finalmente, cabe resaltar que los
programas escolares están muy influenciados por su contexto cultural: desde las
metodologías pedagógicas hasta los libros de texto, las referencias culturales y
sociales permean tanto el contenido como las formas de aprendizaje. Por ello, la
educación, y en particular los materiales pedagógicos y las metodologías sensibles a
la cultura, ofrecen una iniciación vital a la cultura y la sociedad de un individuo.
DESARROLLO

El siglo xxi se caracteriza por el avance y expansión de la digitalización y el control de


la información a nivel global. También a esta época se le conoce como la era de la
información (quien la controla y quien accede a ella tendrá las mejores oportunidades).

Sin embargo, a comienzos del siglo xxi, la digitalización experimentó un enorme


cambio que dio lugar a nuevos dispositivos de almacenamiento de datos y una mayor
intensidad en la expansión de la telefonía móvil (iniciada en los años 1980 del
siglo xx en Europa y Estados Unidos). En el campo de la tecnología, también destacó
el conocido como apagón analógico, dada la aparición en 2005 de la televisión digital
terrestre, la masificación de dispositivos móviles y el bajo coste de acceder a internet.

Aplicar el modelo por competencias en la educación mexicana implica un cambio en la


manera de enseñar de los profesores y en la de aprender de los alumnos. El objetivo
es que la educación sea integral y de calidad para conseguir que los estudiantes
aprendan valores que los formen como ciudadanos pero que también les enseñen a
obtener conocimientos y desarrollen habilidades para un desempeño productivo y
competitivo en el mercado laboral. Por otro lado, los profesores deben dominar el
enfoque centrado en el aprendizaje para que el alumno obtenga el beneficio de
aprender en el proceso enseñanza-aprendizaje. Si el gobierno, empresarios, escuela,
profesores y alumnos realizan su tarea mejorará la calidad académica y a largo plazo
propiciará desarrollo económico y social del país

Los pronósticos acerca de la importancia creciente que asumirá la función de aprender


a aprender en la educación del futuro se basan en dos de las características más
importantes de la sociedad moderna: la significativa velocidad que ha adquirido la
producción de conocimientos y la posibilidad de acceder a un enorme volumen de
información. A diferencia del pasado, los conocimientos e informaciones adquiridos en
el período de formación inicial en las escuelas o universidades no permitirán a las
personas desempeñarse por un largo período de su vida activa. La obsolescencia será
cada vez más rápida, obligando a procesos de reconversión profesional permanente a
lo largo de toda la vida. Pero además de la significativa velocidad en la producción de
conocimientos, también existe ahora la posibilidad de acceder a una cantidad enorme
de informaciones y de datos que nos obligan a seleccionar, organizar y procesar la
información para poder utilizarla.
En estas condiciones, y para decirlo rápidamente, la educación ya no podrá estar
dirigida a la transmisión de conocimientos y de informaciones sino a desarrollar la
capacidad de producirlos y de utilizarlos. Este cambio de objetivos está en la base de
las actuales tendencias pedagógicas, que ponen el acento en los fenómenos meta-
curriculares Existe la necesidad de distinguir dos tipos de conocimientos: los de orden
inferior y los de orden superior. Los primeros son los conocimientos sobre
determinadas áreas de la realidad. Los segundos son conocimientos sobre el
conocimiento. El concepto de «metacurrículo» se refiere, precisamente, al
conocimiento de orden superior: conocimientos acerca de cómo obtener
conocimientos, acerca de cómo pensar correctamente, acerca de nociones tales como
hipótesis y prueba, etc.

Si el objetivo de la educación consiste en transmitir estos conocimientos de orden


superior, el papel de los docentes no puede seguir siendo el mismo que en el pasado.
Su función se resume, desde este punto de vista, en la tarea de enseñar el oficio de
aprender, lo cual se contrapone al actual modelo de funcionamiento de la relación
entre profesor y alumno, donde el alumno no aprende las operaciones cognitivas
destinadas a producir más conocimiento sino las operaciones que permiten triunfar en
el proceso escolar. En el modelo actual, el oficio de alumno está basado en una dosis
muy alta de instrumentalismo, dirigido a obtener los mejores resultados posibles de
acuerdo a los criterios de evaluación, muchas veces implícitos, de los profesores.

Los pronósticos acerca de la importancia creciente que asumirá la función de aprender


a aprender en la educación del futuro se basan en dos de las características más
importantes de la sociedad moderna: la significativa velocidad que ha adquirido la
producción de conocimientos y la posibilidad de acceder a un enorme volumen de
información. A diferencia del pasado, los conocimientos e informaciones adquiridos en
el período de formación inicial en las escuelas o universidades no permitirán a las
personas desempeñarse por un largo período de su vida activa. La obsolescencia será
cada vez más rápida, obligando a procesos de reconversión profesional permanente a
lo largo de toda la vida. Pero además de la significativa velocidad en la producción de
conocimientos, también existe ahora la posibilidad de acceder a una cantidad enorme
de informaciones y de datos que nos obligan a seleccionar, organizar y procesar la
información para poder utilizarl «El aprendizaje a lo largo de toda la vida es tan antiguo
como la propia humanidad. Lo moderno es la reflexión crítica y el debate en torno a
él». En este sentido, en la primera década del siglo XXI han cristalizado diversas
iniciativas internacionales, cuyo interés se ha centrado en las competencias básicas: la
Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OECD-OCDE) y la
Oficina Estadística Federal de Suiza impulsaron el mencionado proyecto DeSeCo
(definición y selección de competencias, 2003); 4 Eurydice reunió (2002) información
acerca de las competencias; la Comisión Europea presentó una propuesta (2004) para
el reconocimiento de las competencias clave; la UNESCO realizó un informe sobre las
habilidades para la vida en una educación para todos (2002); el estudio PISA también
dio a conocer un informe sobre resolución de problemas para el mundo del mañana
(2004); la universidad de Helsinki, partícipe del proyecto LEARN (“Life as Learning”) ha
organizado varios estudios sobre aprender a aprender... Una de las ocho
competencias básicas que la Comisión Europea (2004) propuso es la de Aprender a
aprender que, en cierto sentido, subyace a todas las demás. Definir esta competencia
resulta complejo, debido a la cantidad de matices en los que se puede poner la
atención y al carácter transversal de la misma. Así, la Comisión Europea define en el
Marco de Referencia Europea la competencia para “aprender a aprender” como: “La
habilidad para iniciar el aprendizaje y persistir en él, para organizar su propio
aprendizaje y gestionar el tiempo y la información eficazmente, ya sea individualmente
o en grupos. Esta competencia conlleva ser consciente del propio proceso de
aprendizaje y de las necesidades de aprendizaje de cada estudiante, determinar las
oportunidades disponibles y ser capaz de superar los obstáculos con el fin de culminar
el aprendizaje con éxito. Dicha competencia significa adquirir, procesar y asimilar
nuevos conocimientos y capacidades, así como buscar orientaciones y hacer uso de
ellas. El hecho de “aprender a aprender” hace que los alumnos y alumnas se apoyen
en experiencias vitales y de aprendizaje anteriores con el fin de utilizar y aplicar los
nuevos conocimientos y capacidades en muy diversos contextos, como los de la vida
privada y profesional y la educación y formación. La competencia para Aprender a
aprender tiene un carácter integral. Esto significa que incluye las distintas fases del
proceso de aprendizaje: La planificación de las tareas en función de unos objetivos, el
contexto de aprendizaje y la valoración de las propias capacidades y de los recursos
disponibles. El desarrollo del proceso de ejecución de las tareas y la gestión de las
estrategias y técnicas, de los tiempos y del método empleado. Finalmente, la reflexión
sobre el producto logrado, las dificultades encontradas y las posibilidades de aplicar lo
aprendido en otras situacionese

El Modelo Educativo para el Siglo XXI: Formación y desarrollo de competencias


profesionales se sustenta en las tres dimensiones esenciales del proceso educativo:
La DIMENSIÓN FILOSÓFICA: Que se centra en la reflexión trascendental del hombre,
la realidad, el conocimiento y la educación como componentes que permiten al ser
humano –en su etapa de formación académica– identificarse como persona,
ciudadano y profesional capaz de participar, con actitud ética, en la construcción de
una sociedad democrática, equitativa y justa.

La DIMENSIÓN ACADÉMICA: Que asume los referentes teóricos de la construcción


del conocimiento, del aprendizaje significativo y colaborativo, de la mediación y la
evaluación efectiva y de la práctica de las habilidades adquiridas, que se inscriben en
dos perspectivas psicopedagógicas: sociocultural y estructuralista.

La DIMENSIÓN ORGANIZACIONAL: Que tiene como conectores esenciales la visión


y la misión del Sistema, y en cuyo campo, la gestión por procesos y la administración
educativa despliegan una perspectiva de excelencia sustentada en el alto desempeño
y en el liderazgo transformacional.
I. Dimensión Filosófica

La educación que se imparte en el SNIT tiene como fundamento una filosofía en la que
el desarrollo integral del ser humano constituye el eje central. Consecuentemente,
todos los procesos formativos giran en torno de este propósito, con el fin de que el
futuro profesional egresado del Sistema participe en la sociedad desplegando todas
sus potencialidades intelectuales, físicas y culturales que le permitan incidir, de
manera ética y significativa, en el desarrollo de la comunidad en la que ejercerá su
actividad productiva.

Principios filosóficos 1. El ser humano como persona es un fin en sí mismo, inmanente


en tanto mantiene su esencia humana; tiene identidad propia, única e irrepetible; es
autónomo y al mismo tiempo interdependiente; es un ser histórico, creador de su
cultura, consciente de sí y del Universo; es digno, libre y por tanto responsable de sus
actos. Es un ser en constante evolución y búsqueda del conocimiento, la justicia, la
felicidad y autorrealización, capaz de transformar su entorno y trascender por sus
acciones.

2. El ser humano como ciudadano, creador de cultura y símbolos, moldea su identidad


y participa en el compromiso colectivo de construir y preservar una sociedad
democrática, justa y equitativa. En consecuencia, erige un estado de derecho, actúa
en el marco de la legalidad, la ética y el respeto a los demás y al medio; tiene un
profundo sentido de identidad y pertenencia nacional y asume su responsabilidad de
impulsar un desarrollo sustentable que respete las raíces multiculturales. 24 Modelo
Educativo para el Siglo XXI: Formación y Desarrollo de Competencias Profesionales

3. El ser humano, como sujeto de aprendizaje, pensante y crítico, percibe la


educación como un proceso de socialización que contribuye a su formación para la
vida, que lo orienta en el ser, el pensar y el hacer con actitud analítica, reflexiva y ética
en y ante la sociedad; que potencia y perfecciona sus capacidades intelectuales,
físicas, emocionales y culturales, y lo impulsa a adquirir y desarrollar un cúmulo de
competencias profesionales que le permiten afrontar y resolver los problemas de su
entorno, realizando procesos mentales y acciones de elevada precisión y complejidad.

4. La educación es un medio instrumental que, estructurado en modelos de


enseñanza-aprendizaje, posibilita la adquisición, construcción, trasmisión e incremento
de los bienes materiales e inmateriales que constituyen la cultura y el conocimiento
humano, trasmutando lo deseable en posible y lo posible en real, mediante procesos
conceptuales y prácticos que contribuyen a la formación y el desarrollo del individuo, a
la socialización y, por tanto, a la transformación de la sociedad.

5. La educación despliega un proceso conceptual y práctico continuo de enseñanza-


aprendizaje que activa y desarrolla de manera integral todas las capacidades del ser
humano –físicas, mentales, emotivas y espirituales–, orientando sus aptitudes y
actitudes para aprender a ser, aprender a pensar, aprender a hacer, aprender a
aprender y aprender a convivir como individuo autorreflexivo, ciudadano consciente y
solidario, y profesional responsable que participa en el desarrollo sustentable y en la
solución de problemas reales, con la finalidad de vivir en plenitud.

6. La educación sitúa, forma y desarrolla integralmente a la persona; es decir, le


imbuye el sentido y la certidumbre de buscar el equilibrio entre los planos físico,
mental y espiritual, al tiempo que estimula sus capacidades e inteligencias, infunde en
su conciencia la percepción axiológica de su realidad y armoniza su ser con el medio y
el Universo.

7. La educación tiene como objetivo primordial contribuir a la formación del individuo,


infundiéndole el deseo de tener una vida de calidad para sí mismo y para los demás,
de conformidad con su entorno, dotándole de la 25 I. Dimensión Filosófica plena
conciencia de sus derechos y obligaciones en la convivencia social y la capacidad de
discernir el valor de las necesidades, las implicaciones éticas de sus acciones, la
búsqueda del autoconocimiento y el ejercicio de la libertad. En este contexto, la
satisfacción de las necesidades humanas – materiales, intelectuales, emotivas y
espirituales– robustece la voluntad, fortalece la libertad y es un aliciente para
experimentar una vida plena y productiva.

8. El desarrollo del conocimiento científico, tecnológico y humanístico se entiende


como un proceso dialéctico, histórico y en permanente transformación, que responde a
necesidades y demandas de diversa índole. A este respecto, la educación –al
contribuir a la formación y desarrollo de las potencialidades y capacidades del ser
humano– privilegia la autorreflexión para resolver contradicciones de conciencia en
cuanto a la construcción social del conocimiento, el sentido ético de su aplicación y
utilidad, así como de su trascendencia en la búsqueda del bienestar humano.
9. En la educación se debe estimular la reflexión sobre el uso racional de los productos
y procesos científico-tecnológicos y su impacto en el ambiente –con la premisa de
conservar y mantener el planeta en óptimas condiciones para la vida–, en el entorno
cultural y en la reconfiguración de las nuevas relaciones socio-laborales que se
deriven de las condiciones generadas por estos avances.

b) Visión y Misión En el contexto de este marco referencial, el Sistema Nacional de


Institutos Tecnológicos asume su función social educativa-formativa con el inalienable
y permanente compromiso de aplicar en todas y cada una de sus acciones los
elevados conceptos filosóficos ya mencionados, y convertirlos en el código distintivo
de su comunidad. Sobre todo en razón de su naturaleza y vocación, que suponen una
acción sistémica y una cobertura total, con oportunidades iguales para todos los
jóvenes que requieran servicios de educación superior tecnológica en el país y con
equidad de género. 26 Modelo Educativo para el Siglo XXI: Formación y Desarrollo de
Competencias Profesionales Por ello, y con la finalidad de propiciar e impulsar el
desarrollo educativo, tecnológico, económico, social y cultural, comunitario, regional y
nacional, el SNIT despliega sus funciones sustantivas de docencia, investigación y
vinculación, así como la adjetiva de extensión, por todo el territorio mexicano –y
particularmente en regiones de condiciones sociales y económicas adversas, con las
aspiraciones de:
• Consolidar su presencia y su actividad como uno de los motores esenciales para el
desarrollo sostenido, sustentable y equitativo de la nación, y contribuir de manera
significativa y permanente al mejoramiento de la calidad de vida de la sociedad
mexicana.
• Fortalecer su posicionamiento estratégico-adaptativo en el entorno educativo
nacional como un Sistema valorado por su apertura, flexibilidad, pertinencia, equidad y
calidad, así como por su extensa cobertura, su participación activa en redes de
cooperación, movilidad e intercambio académico y el reconocimiento nacional e
internacional de sus egresados.
• Afirmar su prestigio como un sistema de educación superior tecnológica reconocido
por su liderazgo en la formación de profesionales con un sólido bagaje de
conocimientos, identificados por su capacidad crítica de dar solución a problemas
reales, y con el inquebrantable compromiso de impulsar el desarrollo local, regional y
nacional de manera sostenida, sustentable y equitativa.
• Optimar la integración de sus instituciones al entorno, de manera congruente,
induciendo en éstas una mayor capacidad propositiva y de respuesta ante los retos
impuestos por la multiculturalidad y las necesidades específicas de desarrollo regional.
• Hacer de cada una de sus instituciones un núcleo de identificación con la sociedad
del entorno y simultáneamente, un participante destacado en la sociedad de la
información y del conocimiento, como un detonante del saber universal, con amplia
tolerancia, entendimiento razonado, accionar incluyente y respeto absoluto por la
diversidad cultural, para contribuir a la construcción de una comunidad global con altos
valores humanistas. 27 I. Dimensión Filosófica
• Reafirmar la presencia de cada una de sus instituciones como: – centros formativos
de profesionales que contribuyen a impulsar el desarrollo local, regional y nacional; –
espacios generadores de conocimiento, tecnología y modelos empresariales que
activan y fortalecen la vinculación con y entre los sectores productivo, científico y
académico; participantes activos en la difusión de la cultura nacional e internacional,
que informan de manera continua y puntual de sus proyectos, programas y resultados,
en un marco de transparencia y rendición de cuentas. En congruencia con estas
aspiraciones institucionales, el Sistema Nacional de Institutos Tecnológicos define y
asume su visión con el compromiso histórico y social propio de su naturaleza,
vocación y acción,

II. Dimensión Académica


En la dimensión académica se representan y expresan las características de la
formación y el desarrollo de competencias profesionales en licenciatura, desde la
perspectiva de tres planos esenciales, y un ámbito dedicado a la formación de capital
humano para la investigación, que se atiende en el posgrado. a) El plano social,
corresponde al contexto resultante de la dinámica mundial que define las relaciones
entre los diferentes actores que construyen y participan en la realidad económica,
social, cultural y política. Tales condiciones generan necesidades específicas respecto
de la demanda laboral, por lo que el SNIT ha desarrollado un enfoque educativo
basado en la formación y desarrollo de competencias profesionales para responder a
ello. b) El plano psicopedagógico, en el cual se caracterizan y determinan el proceso
de aprendizaje, los contenidos, la relación y las estrategias didácticas y la evaluación,
a la vez que se sustenta y orienta la dinámica académica. c) El plano curricular, en el
cual se delinean, por una parte, los planes y los programas de estudio como
estructuras que articulan las relaciones lógico epistemológicas entre los contenidos,
las necesidades y exigencias sociales y el plano psicopedagógico; y, por otra, la
interconexión y el quehacer de las academias, en cuanto agentes que instituyen, dan
vida y activan los dos planos anteriores. d) La formación de capital humano para la
investigación se describe en tres enfoques: la formación de capital humano de alto
nivel, la concepción del aprendizaje y la práctica educativa
La evaluación La evaluación es un proceso integral, continuo y sistemático que
recaba, analiza y emplea información cualitativa y cuantitativa para dar cuenta de la
formación y desarrollo de competencias profesionales, así como para determinar las
actividades de enseñanza y de aprendizaje en correspondencia con las estrategias
didácticas. Se lleva a cabo en diferentes momentos, con distintas intenciones y
utilizando diversas estrategias, con base en criterios y evidencias previamente
definidos; es decir, a partir de establecer las evidencias de las competencias, se
diseñan y organizan las estrategias de enseñanza y aprendizaje. Los criterios y
sistema de evaluación deben ser dados a conocer a los estudiantes al inicio del curso.
Las estrategias de evaluación incluyen métodos, técnicas e instrumentos que se
aplican según la determinación de las evidencias de las competencias por 48 Modelo
Educativo para el Siglo XXI: Formación y Desarrollo de Competencias Profesionales
desarrollar. Un punto que debe considerarse al aplicar las evaluaciones es evitar la
sanción, la exclusión y la descalificación, para impulsar un óptimo proceso educativo-
formativo y una adecuada relación didáctica entre estudiantes y docentes. Formas de
evaluación En el proceso didáctico hay al menos dos formas de evaluación: • Por su
finalidad y el momento en que se aplica, puede ser: i) Diagnóstica: es la que permite
conocer el estado inicial de desempeño de los estudiantes. Su propósito es identificar
competencias previas para definir qué acciones realizar, en el interés de desarrollar un
proceso educativo-formativo más eficaz. Se aplica al inicio del curso, de una unidad o
tema. ii) Formativa: es la que permite indagar si los estudiantes están desarrollando y
alcanzando las competencias de manera óptima, razón por la que identifica los
avances y logros, y valora las carencias y el error como oportunidades de aprendizaje.
Su objetivo es definir estrategias para mejorar el desempeño de los estudiantes y del
docente. Se realiza durante el curso, para que las medidas de perfeccionamiento se
apliquen oportunamente. iii) Sumativa: sirve para conocer y valorar el grado de
ejecución alcanzado en la aplicación de las competencias establecidas en el curso. Su
propósito es asignar calificaciones y tomar decisiones de acreditación. Los criterios
para la evaluación sumativa se dan a conocer a los estudiantes al inicio del curso. •
Por la forma en que se lleva a cabo y quién la realiza, puede ser: i) Autoevaluación: es
la que se autoaplica el estudiante (o sujeto) cuando desea conocer y valorar sus
propios conocimientos y competencias. ii) Coevaluación: es la que se aplican de
manera recíproca dos o más estudiantes (o sujetos) para conocer y valorar sus
competencias; por eso también se le llama evaluación de pares. 49 II. Dimensión
Académica iii) Heteroevaluación: es aquella que realiza una persona acerca del
desempeño, trabajo o actuación de otra. Habitualmente, es la que aplica el docente a
los estudiantes. La heteroevaluación puede involucrar a actores externos a la actividad
en el aula, pues supone un ejercicio de apertura del trabajo docente para fomentar la
participación interdisciplinaria, el enriquecimiento del proceso educativo-formativo y la
vinculación con el contexto.

. Planes y programas de estudio En el SNIT, cada plan de estudios es una estructura


enfocada a desarrollar competencias genéricas y específicas, cuyos componentes son
los programas de estudio, los cuales guardan entre sí una relación lógico-
epistemológica en correspondencia con las competencias establecidas en el perfil
profesional.

III. Dimensión Organizacional


La Dimensión organizacional se vincula a la Dimensión filosófica y se constituye en el
espacio en el cual se definen y articulan los procesos que, al ejecutarse, aseguran el
logro de las expectativas de la Dimensión académica. La implantación de procesos
facilita la consolidación del enfoque de formación y desarrollo de competencias
profesionales, así como de diseño e innovación curricular. En esta dimensión, además,
se enlaza de manera indisoluble lo deseable –expresado en la visión– con lo posible –
el compromiso de lograrla– al cobrar realidad operativa la gestión organizacional, lo
que vigorizará la aplicación del Modelo Educativo para el Siglo XXI: Formación y
desarrollo de competencias profesionales.

La configuración de esta dimensión la integran cuatro planos: Gestión educativa para


el alto desempeño, Gestión por procesos, Liderazgo transformacional y Coordinación y
organización del posgrado. Su concepción deriva del estado del arte de las teorías
organizacionales, de los principios de calidad imperantes en las nuevas relaciones
globalizadoras y de los modernos enfoques sociales del humanismo –que consideran
al ser humano como el origen y destino de todos los esfuerzos y recursos de las
instituciones educativas–, por lo que éstas justifican su existencia en la medida en que
contribuyen al mejoramiento de la calidad de vida de las personas y de la sociedad

Política educativa federal. Deriva de los anhelos y postulados sociales contenidos en


el Artículo 3° Constitucional y se sustenta en la Ley General de Educación y en la Ley
de Planeación

Transformar la escuela en una organización en que todos aprenden, un gran desafío


de la Reforma Educativa La Reforma Educativa que hoy se lleva a cabo en nuestro
país, pretende armonizar la formación de nuestros niños y jóvenes con los cambios
profundos que afectan a la sociedad en los umbrales del siglo XXI. Es una Reforma
que persigue, además, afectar paulatina y en forma global todas las dimensiones de la
educación, la gestión de los servicios educativos, los insumos de tanto materiales
educativos (bibliotecas, informática educativa) como de infraestructura escolar, el
financiamiento del sector, así como el mejoramiento sostenido de las condiciones de
trabajo de los docentes, principales artífices y protagonistas de la Reforma. Algunas de
las demandas que la sociedad le hace hoy a la educación chilena, están planteadas en
el documento del Ministerio de Educación “La Reforma en Marcha: buena educación
para todos” (1998, pp. 20-21), y son las siguientes: a) formación ética (valórica) y
nuevas competencias para vivir en una sociedad cambiante; b) igualdad de
oportunidades en educación como política de equidad; c) la formación de la
ciudadanía para la democracia; d) una formación de calidad para participar en el
desarrollo económico y la competitividad del país en un mundo cada vez más
globalizado. Si bien se reconoce hoy que la escuela no es el centro único de
educación, ya que existe un verdadero espectro de instituciones y organizaciones que
buscan prestar un servicio educativo, sigue siendo el principal centro al que concurren
los niños y niñas de nuestro país. Al hablar de escuela lo hacemos en términos
genéricos, ya que existen diversidad de tipos y modalidades de educación, que se
imparten en organizaciones educativas con otras denominaciones. La escuela tiene
como objetivo primordial: el que todos los niños aprendan. Pero en la escuela no sólo
aprenden los niños y jóvenes. En la escuela aprenden todos. Aprenden las familias,
aprenden los profesores, aprenden los directivos, aprenden los supervisores,
aprenden los paradocentes, administrativos y personal auxiliar, incluso los padres,
sostenedores y autoridades educacionales, es decir, aprendemos todos. De ahí que, la
escuela debería también ser vista como una organización de aprendizaje. Uno de los
grandes desafíos de la escuela en el marco de la Reforma Educativa, es transformarse
para que de una organización que enseña, pase a ser una organización que aprende,
en otras palabras, que innova, se desarrolla, se adapta y responde creativamente a las
demandas internas y externas. 8 Transformar la escuela en una organización que
aprende supone, por una parte, que la escuela concentre sus esfuerzos en lograr que
todos sus alumnos aprendan; y, además, que todos los que trabajan en ella aprendan
a través de la reflexión, revisión y retroalimentación continua de su quehacer. A través
del aprendizaje la organización adquiere la habilidad colectiva para aprender y crecer
con el objeto de alcanzar metas y expandir la capacidad de crear el futuro. Necesidad
de cambiar la escuela tradicional-actual por otra más moderna y futurista La escuela,
realidad social inventada, se encuentra muy cuestionada en la actualidad por la forma
en que entrega el servicio educativo. La escuela tradicional donde un profesor enseña
a un alumno promedio (método frontal de enseñanza), enfrenta una cantidad de
problemas y limita la posibilidad de ofrecer una educación de buena calidad que sea
adecuada a las exigencias y nuevas demandas que se le hace. La escuela necesita
cambiar para responder positivamente a las necesidades del nuevo escenario en que
vivimos y al desarrollo de los estudiantes, estimulando en cada uno de ellos, la
autonomía intelectual, social y moral que les permita responsabilizarse de su propio
desarrollo a lo largo de toda su vida. Los planteamientos anteriores requieren por tanto
una transformación de la escuela actual, que es tradicional, dependiente, rígida y
centrada en la enseñanza, transformándola en una organización de aprendizaje que
mire y proyecte la educación hacia el futuro. En esta visión, la escuela moderna se
plantea como una organización con un gran sentido de misión, más autónoma, flexible,
focalizada más en el aprendizaje que en la enseñanza, donde los profesores
proporcionan información y son estimuladores de los procesos de construcción de
conocimiento de sus alumnos, verificando permanentemente la calidad de los
procesos en los cuales los alumnos se involucran y comprometen durante un tiempo
en la escuela; donde sus directivos tienen un estilo de gestión que favorece la
participación de la comunidad educativa, desarrollan un trabajo en equipo con los
distintos actores del proceso educativo y no escatiman esfuerzos para que la escuela
disponga de una amplia y variada gama de recursos y medios para el aprendizaje.
(Véase el cuadro que se presenta a continuación, en que se compara ambos tipos de
escuelas). Sin embargo, la verdadera educación se logrará en una escuela en la
medida en que en ella se cultiven valores. La escuela que pretenda desentenderse de
los valores se despersonaliza. Si se opone a la realización de éstos, no sólo renuncia
a los valores sino que esta renunciando a lo que entendemos debe ser una escuela. A
la escuela le corresponde una tarea formativa, desarrollada a través de los profesores,
cuya labor no debe reducirse a proporcionar información axiológica o a contribuir a que
el alumno autodescubra sus propios valores o sepa discernir los valores de los
antivalores, sino que ha de proponer valores, motivar opciones y estimular
compromisos con aquello que conduce a la plena realización. Es importante que la
escuela moderna fortalezca comportamientos fundamentales, actitudes y valores
deseables, para que los niños y jóvenes sepan interactuar en la sociedad actual y
futura. El desafío de la gestión escolar en
CONCLUSIONES

Durante el presente trabajo ensayo he aprendido lo complejo que es la educación, la


cual es tan antigua como el mismo hombre, interrelacionarse con sus similares y con
la naturaleza, en un mundo tan cambiante donde el avanece tecnológico y el acceso
a la información ha crecido en este siglo xxi, es importante reconocer que la educación
debe avanzar a la par con la culturalidad del hombre, actualmente lamentablemente
no en todo el mundo se ensena de la misma manera y no todas las regiones a nivel
global tienen acceso a la educación. Plantenado a lo que nos concierne modelo
educativo en el siglo xxi, se le da relevancia a la simbiosis entre alumno y maestro ya
que el maestro, profesor o catedrático debe tomar un papel activo para aprender a
ensenar propiciando una mejora en el proceso de dar información el alumno por su
parte deja de ser un ser estatico el cual solo recibe la información sino pasa a un nivel
donde se insta a aprender de diferente maneras
El modelo académico para el Siglo XXI la formación y desarrollo de competencias
profesionales se sustenta en las tres dimensiones esenciales del proceso educativo:
La DIMENSIÓN FILOSÓFICA: la realidad, el conocimiento y la educación como
componentes que permiten al ser. La DIMENSIÓN ACADÉMICA: Que asume los
referentes teóricos de la construcción del conocimiento, del aprendizaje significativo y
colaborativo, de la mediación y la evaluación efectiva y de la práctica de las
habilidades adquiridas, que se inscriben en dos perspectivas psicopedagógicas:
sociocultural y estructuralista. La DIMENSIÓN ORGANIZACIONAL: Que tiene como
conectores esenciales la visión y la misión del Sistema, y en cuyo campo, la gestión
por procesos y la administración educativa despliegan una perspectiva de excelencia
sustentada en el alto desempeño y en el liderazgo transformacional.

Referencias:
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