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La formación inicial de los docentes

Fortalecimiento de las Instituciones Formadoras de Docentes:

Normales.

La autonomia en las normales

Feliciano May Reyes

Quiero iniciar esta breve charla

Revisando qué es y para qué sirve la autonomía de las universidades

Andrés Bernasconi nos dice que la noción elemental de que la autonomía existe
principalmente es para proteger la libertad académica y por lo tanto merece
protección porque es esencial para que la universidad entregue a la sociedad el
servicio que es descubrir y comunicar el conocimiento de las ciencias, las artes y
las humanidades.

En este sentido la sociedad necesita de una institución que tenga a su cargo


generar conocimiento, diseminarlo y aplicarlo a la solución de problemas, ya que
el progreso social depende de ello.

De quién hay que cuidar es libertad de cátedra,

Inicialmente de la independencia del poder de la Iglesia, y en nuestros tiempos,


del poder de los gobiernos y del interés del dinero, de los mercados, tal que le
permita cumplir su misión institucional, que exige una relación libre y
desinteresada respecto de la verdad, objeto propio de su quehacer y justificación
de su existencia social (Clark).

La autonomía universitaria es la que brinda la posibilidad de ejercer la reflexión y


la crítica, para que la universidad sea el espacio libre en el que se produzca y
trasmita el conocimiento.
Pero ella sólo puede desempeñar su rol propio si se da la condición de libertad de
investigación y de enseñanza que le permite aportar a la sociedad lo que le es
propio.

las universidades que albergan a esos individuos y les proporcionan sus medios
de producción, cultivo, transmisión y aplicación del saber.

Dada la vinculación entre autonomía y libertad académica, tenemos que la


autonomía, en último término, es la defensa de los profesores, quienes hacen la
búsqueda de la verdad y su transmisión, y de los estudiantes, en la medida en que
participan de estas actividades. La autonomía, como privilegio de la organización,
existe para bien de sus miembros académicos, no para otro fin.

Una primera pregunta sería,

En las normales existe libertad de académica para la reflexión, la crítica, la


investigación, la generación de conocimiento la difusión.

En una universidad en que no hay investigación, cultivo del saber y transmisión de


conocimiento no hay uso para la libertad académica y, por lo tanto, tampoco base
para la autonomía

La institución en donde no se investiga no puede, entonces, reivindicar la misma


autonomía que otra donde la libertad académica es de hecho conducente a la
labor de descubrimiento y comunicación del saber de los académicos, aunque aún
el estudio y la enseñanza de “conocimiento de manual” tiene algo de labor
intelectual que conviene proteger a través de una esfera de libertad personal y de
autonomía organizacional.

Ahora pasemos al tema de la autonomía organizacional

La pregunta sería como se legitima la autoridad el gobierno

Concede a las casas de estudio el derecho de autogobernarse, de construir un


gobierno propio y normas que regulen los juegos de poder de sus actores, así
como tener una vida política interna estructurada. La autonomía, además,
constituye un elemento de identidad y de convocatoria a la unidad de los
universitarios

La autonomía es la que da cobertura para que la universidad determine su orden


jurídico4 y para establecer su organización, funcionamiento y ti- pos de autoridad;
y por tanto, para que la autoridad y la comunidad tomen decisiones libremente
sobre el desarrollo institucional y sobre los modos de vinculación con el marco
social que rodea a la universidad.

El principio de la autonomía institucional puede ser definido como el grado


necesario independencia de interferencia externa que la universidad necesita con
respecto a su organización interna, su gobierno, la distribución de sus recursos
financieros, la generación de ingresos de fuentes no públicas, el reclutamiento de
su personal, las fijación de las condiciones de estudio y, finalmente, la libertad de
conducir enseñanza e investigación. (IAU, s/p, traducción de A.B.)

De esta forma, la autonomía concierne al gobierno de la universidad, a su

forma de organización, a sus finanzas, a su personal, a las reglas y

procedimientos de incorporación, al avance y graduación de los estudiantes y,

desde luego, a la libertad de investigación y enseñanza.

en razón de la protección de la libertad académica la universidad puede reclamar


para sí la autonomía normativa, de gobierno, administrativa, económica y
académica. La autonomía, entonces, viene a ser como un escudo jurídico que
salvaguarda la condición de independencia bajo la cual se deben desarrollar las
actividades de la universidad relacionadas con el conocimiento (Bernasconi 2013)

cabe comentar que la tendencia actual es la presencia de otros actores en este


tema

Historia
Desde el inicio de la historia del normalismo, el gobierno en turno ha
definido el rumbo de la educación, pero a partir de 1989, nos señala Navarete-
cazales (2015), es cuando se dio una de las Reformas más importantes y
trascendentes para el país, La Reforma de Modernización Educativa, la cual
marca el periodo en el que México entraba a una etapa de aparente desarrollo
socioeconómico producto del proceso de modernización de sus estructuras
básicas. “Por consiguiente el país adoptaría los dogmas de la doctrina económica
neoliberal y del neoconsevadurismo como orientación intelectual y moral.” (p. 29).

El por qué decimos que la Reforma de modernización marca un cambio


coyuntural, es por el hecho, que desde sus orígenes el normalismo buscaba
responder a las necesidades sociales y a las políticas plateadas por el Estado,
aunque no siempre con éxito.

Ahora imaginemos lo que significa el hecho que señala Figueroa (2000) que
a partir de 1994, México se integrara al Tratado de Libre Comercio de América del
norte, “con la firma de este tratado, el Sistema Educativo Nacional va a diseñar
una política educativa que contemple el contexto del nuevo orden mundial, que los
países más desarrollados imponían al resto” (p. 29)

En este sentido si la relación entre las demandas y las políticas en la


historia del normalismo es de desencuentro, por consiguiente, qué le depara al
normalismo ahora que las políticas son definidas desde el exterior, en este sentido
como dijera Figueroa (2000) si consideramos que la política educativa es una
respuesta a las exigencias [sociales y educativas] esto no parece suceder en las
escuelas normales, la formación de profesores de educación básica es identificada
históricamente como tarea de estado y como uno de los campos más atendidos en
la política educativa. ( p. 30)

Por lo anterior es necesario considerar esta relación entre las políticas


educativas y en este caso, los cambios que se proponen en las escuelas
normales, pues en caso de no ser sensibles a la respuesta que demanda la
sociedad, estas pueden generar mayor tensión entre los distintos actores
educativos.9
Y esto queda de manifiesto en la Reforma de 1997, la cual incorpora un
programa para la transformación y fortalecimiento académico de las escuelas
normales, pues a diferencia de las reformas anteriores, que sólo tenia que ver con
lo curricular, ahora podemos observar la incorporación de las políticas propias de
la educación superior inscritas en el contexto de la globalización, aunque hay que
señalar que existe una desvinculación de las escuelas normales con las demás
instituciones que conforman el sistema de educación superior (Cardeña, 2012)

Ahora bien, las normales se advierten diversas exigencias que la


modernidad y la postmodernidad hacen de las instituciones de educación superior
tal es el caso del modelo de calidad total impuesta en las normales que operó a
partir de 1994 y cuyo objetivo fue hacer eficiente la administración de las escuelas.
Las tendencias de globalización, como son los procesos de internacionalización
llevan a que las instituciones de educación superior estén atentas a esos cambios
y que las normales también giren en esa lógica a pesar de su retraso histórico
(Cardeña 2012)

Si ahora a las normales se les ha inscrito dentro de la educación superior y


se les exige cumplir con los mismas funciones y estantadres, llama la atención que
mientras a partir de 2004 se iniciaron diversas estrategias para inducir la
operatividad de la reforma integral de la educación básica, la actualización de los
docentes en formación en las escuelas normales había quedado rezagada como
lo denuncio el subsecretario de educación superior de la secretaria de educación
publica Dr. Rodolfo Tuiran, que las escuelas normales se encontraban en un
rezago educativo en cuanto a materia de presupuesto, infraestructura,
especialización y capacitación continua de su profesorado. (Cardeña, 2012)

Ahora tenemos que en 2010 se presentó el programa de transformación de


las escuelas normales que pretendía consolidar a estas escuelas como
instituciones de educación superior a través de su impacto en la formación de
profesionales de al educación básica.

En este sentido, si a las normales a partir de 1997, se les ha considerado


Instituciones de Educación Susperior, supeditadas a la misma polìtica educativa y
con las misma exigencia de las universidades, llama la atención que no haya una
correspondencia en cuanto al nivel de desarrollo de las normales.

Muy pobablemente la razón tenga que ver porque carecen de poder de


decisión sobre su vida académica, sobre la forma de organización mas eficiente, ni
sobre la contratación personal especializado, como sería el caso de investigadores
de alto nivel, no puede modificar ni ajustar sus planes y programas a la lògica
que demanda el aprendizaje centrado en el alumno, ni que decir de la
infraestructura y personalidad jurídica.

Por consiguiente, la propuesta es que las normales deben reflexionar su


papel en la sociedad y la forma de legitimar nuestra autonomia entendiendo las
transformaciones del estado y la sociedad, que nos permita contar con una
nueva personalidad juridica, con sus propios recursos económicos, que le permita
culplir con los nuevos estandares de mundialización que ha definido la política
educativa.

Referencias

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