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(Herrera. M. 2013)
Ya es evidente a través de los párrafos y las páginas, que la décima costumbrista como acción
del hoy; así mismo es importante recordar una vez más que sus orígenes se dan como medio
criollos e indígenas toman esta práctica cultural de origen español (décima espinela) y en el
persistencia de la memoria desde un nuevo marco social donde la resistencia simbólica juega
1993) .
El poeta de Callejas es uno, de tantos decimeros, que hoy mantienen viva la identidad de los
pueblos del Atlántico a través de la décima; pero la décima del poeta posee en su trasfondo
no sólo intenciones identitarias, sino que también unos componentes éticos y políticos de
muerte que se han impuesto a través de las armas, los olvidos impuestos, lo silencios
marcados por las dinámicas violentas del conflicto y sus intereses políticos.
empleado el maestro, que muy seguramente no ha ni siquiera pisado estas tierras, pero que a
partir de esta experiencia memorial de la décima, puede llegar a ser interpelado política y
éticamente frente a lo que sucede en nuestro país, recordando que “la pedagogía de la
memoria se asume como una educación de la razón crítica, donde se redimensiona la acción
El mundo está en una tensión, entre la memoria y el olvido, antagonismo que es coexistente
y necesario, sin olvido, ya que ambas categorías se comprenden desde la tensión misma; este
antagonismo que es una opción subjetiva y/o comunitaria, a su vez se encuentra en otra
mecanismo y una estrategia para dominar, para silenciar y opacar la inhumanidad de los
diversos conflictos humanos y sociales, cuando es impuesto a los otros y otras, cuando por
medio del olvido se trunca la posibilidad y la libertad de decir, de recordar de los sujetos y
los colectivos, desdibujando los rostros de las víctimas, y borrando las secuelas de la
imposición del olvido y del silencio, por ejemplo, J.B. Metz, filósofo y teólogo alemán
evidencia junto con J. Habermas la dinámica social de una amnesia cultural que se ha venido
luz del quiebre de la humanidad llamado Segunda Guerra Mundial y la Shoá como su
manifestación más cruel, los seres humanos seamos capaces de consolidar una cultura de la
Pero... ¿qué tiene que ver Colombia y en específico el Alto Sinú con el olvido, la necesidad
de memoria y en específico con los planteamientos de Metz del párrafo anterior? Mucho,
estas tácticas de olvido, esa amnesia cultural a la que se refiere Metz (y otros teóricos) que
de los grupos armados ilegales y también del estado, el olvido y el silencio es un asesinato
muerte, sin ser esa su significación inicial1; pasó de ser un río que brindaba esperanza, vida,
1
Hay que resaltar que el río Sinú para el departamento de Córdoba, no solo representa su mayor canal
fluvial, sino también para las comunidades indígenas, especialmente para las comunidades Zenues que
alimento e identidad, a ser convertido, por la voluntad de los grupos armados ilegales (tanto
agua; el río parecía ser cómplice de la violencia. Era normal ver cuerpos o restos humanos
flotando en sus corrientes, la escena se repetía (y aún hoy se repiten con el Clan del Golfo y
las Autodefensas Gaitanistas) casi todos los días, familias llorando y buscando en las orillas
o entre los manglares los cuerpos de sus seres queridos que horas o días antes habían
desaparecido.
Pero no solo el río fue un instrumento para imponer el silencio y el olvido, el paramilitarismo
los sujetos; prácticas como las masacres, los descuartizamientos, las amenazas sistemáticas,
el asesinato de líderes comunitarios, la violencia sexual, la mal llamada limpieza social entre
muchas otras prácticas llevaron a los sinuanos a olvidar y callar; evidentemente frente a la
afectando con ello la identidad cultural de los sujetos y a su vez el arraigo cultural de un
pueblo, causando en las nuevas generaciones un sin sentido frente a la sinuanidad y frente a
habitaron estas tierras, simbolizo el origen de la vida: “el río Sinú no es solo un río, es un espacio geográfico
de referencia que indica el origen de nuestras raíces, cuando Onamá, hija de Zispata lloró un amor imposible
que le dio origen al río y con ello vida al territorio, a los manglares y a la caña flecha. Su origen representa
vida y represento así mismo la furia y el castigo de los dioses” (Cantero, 2000).
la identidad con el espacio, con las tradiciones, con la labor campesina y la cultura misma,
abriendo paso para que los jóvenes le apostarán a los proyectos ofrecidos por los grupos
armados “Los jóvenes de esta región se dejaron llevar por el dinero fácil, que se podía
las filas del paramilitarismo, un camuflado, un fusil eran garantía de respeto, de protección
para la familia y de ingresos fijos, que no eran posibles de adquirir con la labor campesina”
desplazamiento social, económico y “legal”2 por parte del Estado colombiano a las
comunidades indígenas que habitaban la región del Alto Sinú donde actualmente se encuentra
sistemática a la comunidad Embera- katia. Lo anterior puede hacer visible que el conflicto
grupos ilegales, sino de maquinación de todos los actores armados y sectores económicos y
origen del dinero no solo del narcotráfico, sino también de la actividad ganadera legal, de la
agricultura a gran escala, quienes en su argumento del abandono del estado, tuvieron que
2
“EL mega proyecto de la represa de Urrá tuvo un impacto social y ecológico incalculable, el desplazamiento
legalizado que genero el estado colombiano con los territorios de las comunidades Emberacatias que
habitaban las tierras que fueron inundadas para la construcción de la represa, tuvo un impacto social y de
desplazamiento en el casco urbano de Tierralta, ya que no se ofreció ningún asentamiento alternativo para
consolidar las comunidades, solo fueron llevadas a la cabecera municipal y allí los indígenas perdieron la
posibilidad de constituir comunidad, generando disgregación al interior de los indígenas” (Negrette y
Andrade, 1999)
optar por proteger sus intereses, como ellos lo manifiestan; eso sin contar con el apoyo
Como es evidente, la tensión de la memoria y el olvido está presente en el plano regional del
Alto Sinú, esta tensión que se ha desarrollado en medio del conflicto armado, con todos sus
armados, sino también de las víctimas, los victimarios, los grupos económicos, los
movimientos sociales entre muchos otros desde los cuales se evidencian las diversas causas
Son esas prácticas de olvido impuesto en esta región, las que hacen necesaria la reflexión en
consecuencia, no solo con una dimensión cultural necesaria, sino a la vez como un legítimo
derecho individual y colectivo reconocido jurídicamente y por ello tratado como cualquier
otro derecho fundamental” (Ortega, 2016), especialmente para las víctimas de esta
Es por ello que este tercer capítulo será dedicado a la reflexión pedagógica y educativa,
décima costumbrista, que no solo aborda la posibilidad pedagógica de memoria del conflicto
texto que nos abre todo un abanico de posibilidades para pensar y reflexionar una pedagogía
en clave de memoria; es por ello que en este apartado se quiere retomar la categoría de
que el Poeta de Callejas hace de la décima y de las memorias que vehiculiza a través de sus
narraciones.
memoria, categoría que no hace referencia a un sujeto en particular, sino que se trasciende a
la recuperación sino también siendo actor de esas memorias que están en disputa dentro del
otros, generando participación y una tarea organizada de carácter colectivo (Jelin, 2000,
48), lo cual se puede ver directamente relacionado con la figura del decimero de la costa
caribe, no solo del Poeta, sino de todos aquellos que movilizan memorias, no solo del
conflicto armado, sino todo tipo de memorias que hacen parte de la identidad cultural de un
pueblo, de una región, en este caso concreto de la región del Alto Sinú.
Es por ello que el Poeta de Callejas, en su obra (concebida esta como no solo sus décimas y
la cual se hace referencia es evidente en la práctica cultural del Alto Sinú, no solo con la
décima costumbrista, sino también con los festivales, las piquerías, los fandangos, la
tradición oral, la herencia cultural Zenú, aportes que son usados por emprendedores como el
poeta de Callejas y otros decimeros para generar ruptura a las dinámicas de olvido.
Pero no basta con ser un emprendedor creativo, sino que a ello se añade un importante
elemento, retomado por Jelin del filósofo Tzvetan Todorov (2005) y que tiene que ver con el
uso político de la memoria, a los usos y abusos de la memoria dentro de los procesos sociales
y las luchas que se pueden desencadenar frente a la circulación de las memorias y las
de las memorias, elemento ético y político que se debe tener presente en una propuesta
pedagógica sobre la memoria y que debe marcar una pauta en el uso político y educativo de
la memoria, este tiene que ver con la pregunta sobre las intencionalidades del porqué y para
que recordamos, pero así mismo por qué y para que generamos procesos formativos desde la
memoria.
ejemplar (Todorov, 2005), la cual hoy toma vigencia en los procesos de posconflicto por los
cuales se encuentra el país en este momento y que es un compromiso social, ético y político
los escenarios que fueron testigos y víctimas del conflicto armado en nuestro país.
El uso ejemplar, en cambio, permite usar el pasado en vistas de presente, usar las lecciones
de las injusticias vividas para combatir las presentes” (Todorov, 1998,31). Es evidente que
el suceso (que es necesario pero no suficiente en los procesos educativos sociales), por el
Por lo anterior es importante tener claras estas dos categorías de memoria literal y memoria
ejemplar ya que ellas marcan un derrotero y unas apuestas claras frente a lo que se pretende
en una memoria literal que polarice y genere procesos de rencor o abrir el espacio formativo
en perspectiva de una memoria ejemplar que sea dinámica, que salga de la historicidad, para
que nos evidencie las dinámicas sociales que llevaron a que sucedieran los hechos violentos,
abriendo con ello el espacio de una memoria que llegue al presente para transformar y
intencionalidades pedagógicas y sociales debe tener presente que en primer lugar un agente
está comprometido de manera directa o indirecta con los procesos de enseñanza, que se
pueden dar en diversos escenarios, tanto formales como informales, tanto escolares o
quienes no están, a colocar rostro a quienes han sido olvidados, generando una “memoria
En segundo lugar es importante tener en cuenta que el criterio fundamental de estos agentes
memoria ejemplar (...) que ayude a superar el dolor causado por el recuerdo y lograr
marginalizarlo para que no invada la vida; por el otro (...) aprender de él, derivar del pasado
las lecciones que puedan convertirse en principios de acción para el presente, para su
piense y plantee nuevas maneras de recuperar la memoria, pero sobre todo nuevas formas,
estrategias y metodologías para que dicha memoria recuperada sea realmente ejemplar y
adecuada del recuerdo (a través de técnicas específicas para ello como la biografía, el estudio
de casos etc.) pero también en la adecuada interpretación y uso de la memoria para que esta
llegue a ser ejemplar y no quede sesgada, sino por el contrario para que esos recuerdos sean
manera de actuar una creatividad que hace de este ejercicio subjetivo y colectivo de
recuperación de la memoria, un ejercicio pedagógico; así mismo lo que hace que una acción
de memoria sea educativa, es que su intención sea totalmente ejemplar, es decir que lleve a
lleve a los sujetos a recuperar su humanidad y permita tejer encuentros con los otros para
buscar nuevas formas de ser y estar en el mundo, haciendo de estos procesos de memoria
algo tangible, real, creativo, proyectivo y educativo para que esas realidades de muerte no se
repitan.
Lógicas de una pedagogía de la memoria y la mediación de la décima costumbrista
de la memoria genere sus proyectos a partir de una manera determinada de ser y estar en el
mundo, por ello es importante que esta acción educativa esté pensada desde una racionalidad
dinamismos desde otras lógicas; una racionalidad diferente a la científica o fáctica, una
racionalidad que entre en dialogo con los fenómenos sociales y que pueda interpretarlos
desde diversos horizontes de comprensión, entendiendo que los tejidos sociales y los sujetos
son poseedores de experiencias y que cada uno desde su realidad habla y comprende el
mundo. Una racionalidad que opte por lo humano, que sea antropocéntrica y que no pierda
extremistas.
anamnética, reflexión del filósofo y teólogo alemán Johannes Baptist Metz3 y articulada con
3
En este píe de página se desarrollara una corta contextualización para el lector, sobre la obra del filósofo y
teólogo alemán Johannes Baptist Metz (Welluck- Alemania 1928), pensador de la Nueva teología política
una racionalidad narrativa que encuentra su mayor fundamento en la obra del filósofo Paul
Ricoeur; cada uno desde su esquina de comprensión tienen elementos vitales dentro de las
la memoria que posee diversas entradas y mediaciones y que en el caso de este trabajo es la
décima costumbrista.
Para contestar la pregunta anterior, es necesario remitirse a esta categoría, que más que un
Durante siglos se han generado diversas maneras de pensar, diversas formas de comprender
innumerables las cantidades de métodos, sistemas y formas por medio de las cuales se ha
Pero hoy en día, en muchos aspectos, estas lógicas y racionalidades no han sido suficientes
para entender los fenómenos que rodean a la humanidad, y más que entenderlos, para
transformarlos. Es por eso que en este trabajo y en la teoría del mismo Metz, se ha querido
(antecedente de la teología de la liberación) quien desarrolla un trabajo interesante sobre la memoria a partir
de la categoría Racionalidad Anamnética, la cual articula con la Shoa judía y lo sucedido en la Segunda Guerra
Mundial. En dicho trabajo sobre la racionalidad anamnética entra en diálogo con filósofos como Paul Ricoeur
y Jurgen Habermas y plantea la necesidad de dar un giro en la humanidad, comprendiendo la realidad de
sufrimiento de la humanidad y buscando en la memoria un doble propósito, el primero la comprensión de las
causas del sufrimiento humano (memoria passionis) y la segunda la re significación de esas causas para la
transformación de ese sufrimiento devolviendo a la persona su dignidad y su lugar en la historia (memoria
resurrectionis). Retomo la obra de Metz en este apartado ya que su pensamiento ha sido referente para mi
reflexión sobre la memoria a partir de mi tesis de pregrado.
retomar una racionalidad y lógica que en el mundo occidental en muchas ocasiones se
mundo:
2008)
La racionalidad anamnética, propia de los pueblos y las civilizaciones con una herencia
cultural, religiosa y social de tradición oral, narrativa y testimonial, puede ser un camino
alterno y una esquina de comprensión desde la cual plantear procesos pedagógicos en torno
a la memoria; vale la pena resaltar que esta racionalidad anamnética es una dinámica propia
trova paisa, en la música campesina y carranga, en los cantos de vaquería de los llanos
orientales, en los mitos, leyendas y cuentos; es evidente que la herencia cultural de Colombia
está edificada desde una racionalidad anamnética y narrativa que encuentra en la música y
y memoria. Esta razón anamnética es resistente contra el olvido, también contra el olvido
del olvido que anida en toda pura historificación del pasado. La razón anamnética concibe
(Metz, 2000), siendo una racionalidad que opta por los vencidos y no por los vencedores, que
opta desde el dolor y sufrimiento humano para comprender sus más hondas raíces, generando
¿Por qué racionalidad y por qué anamnética? la razón es una unidad, pero las maneras de
aplicar dicha razón dentro de una realidad o un contexto son diversas, es necesario aclarar
nuestra sociedad, es necesario y urgente plantear una nueva manera de pensar y de aplicar la
no sólo de pensamiento, sino también una manera de analizar la sociedad desde los
violencia.
juicios analíticos y de valor, pero muy pocas veces de generar ideas a partir de las
sufrimiento y el recuerdo del mismo, el que puede ayudar a generar juicios teóricos e
con un espíritu praxiológico, le permite a los tejidos sociales y a los individuos tomar
decir moviliza a que el ejercicio de memoria pase de ser un recuerdo tangible a través de la
y la capacidad que posee de interpretar y leer las realidades que le rodean; es anamnética
porque nace del recuerdo del sufrimiento pasado y presente y desde la necesidad imperativa
memoria del sufrimiento de la humanidad, de las víctimas y de los silenciados, la que nos
Más que una categoría, más que un concepto teórico e inspirador, la racionalidad anamnética
es una actitud y una acción (praxis) humana y política (pública) de asumir y contrarrestar la
acción del olvido impuesto, exige del individuo una conciencia de transformación y
fundamental del espíritu humano en virtud del cual puede entenderse el mundo de una nueva
Del mismo modo la racionalidad anamnética le permite al hombre superar esa visión
historiográfica de los vencedores, nos permite superar esa historia darwinista en la cual sólo
tienen espacio los más fuertes, ayuda al hombre a volver la mirada a los vencidos y ultrajados.
Esta racionalidad basada en la memoria, concibe una historia en la cual por causa del
sufrimiento toda la humanidad es perdedora, ya que de una u otra forma la muerte le ha
En esta lógica de la memoria como razón, el débil y sufriente tiene un espacio vital, en el
cual no sólo hace memoria sino desde el cual también actúa, superando cualquier modelo
quiere devolverle su lugar a los olvidados, a los campesinos, a los indígenas, a los humildes,
a los secuestrados, a los desaparecidos; desde esta lógica y desde esta práctica se quiere
generar una experiencia de dignificación humana, el paso del olvido impuesto a la memoria,
de la muerte a la vida.
mutua, la narración y la memoria, e insiste y parte la realidad humana de que la vida debe ser
vivida y debe ser narrada, es decir que el presente del pasado es la narración, que permiten
no solo a quien escribe, sino también a quien lee, acercarse a lo vivido por otros en un
4
Es importante resaltar que esta articulación entre Ricoeur y Metz no es distantes, por el contrario tienen
elementos y perspectivas del pensamiento similares, en primer lugar porque ambos autores son teólogos y
filósofos lo cual los ha llevado a pensar en la necesidad e importancia de la narración y la memoria; en
segundo lugar ambos viven la experiencia de la II Guerra Mundial, y en sus obras hay elementos sobre lo
político y religioso con reflexiones muy similares pese a ser presbíteros de iglesias distintas, pero de
herencia judeo- cristiana, la cual como se explicaba en el apartado de la Racionalidad anamnética, son una
herencia fundamentada en la experiencia memorial del pasado y en su narración, lo cual lleva a su vez a un
compromiso público y político puntual. Ello sin dejar a un lado toda la reflexión hermenéutica de ambos
autores.
momento y espacio del tiempo diferente; esta lógica de vivir, recordar y narrar es lo que se
Así como en el apartado anterior, desde Metz se puntualizó sobre la necesidad de una
traer el pasado al hoy, pero ello requiere de la narración verbal, escrita o simbólica para que
se materialice y sea comprendido por los otros. La función del texto (en cualquiera de sus
que día tras día se construyen desde las diferentes historias humanas.
puede ser limitada a una simple construcción literaria del pasado, o a la creación de un texto
de ficción inspirado en la propia experiencia humana; hay que tener claro que la narrativa,
comunicación, siempre está el emisor, quien hace memoria y texto y al frente encontramos
Por ello esta relación va más allá del ejercicio de emisión y recepción del texto, ya que autor
del texto confluyen disputas, complementos y otras aristas de las memorias allí expresadas.
desde la propuesta del filósofo francés, teniendo como referente el tema de la identidad
narrativa y de inteligencia narrativa, ambas desarrolladas desde el interés de Ricoeur por
evidenciar que las lógicas humanas están mediadas por la narración y que esa experiencia
narrativa nos lleva a configurarnos con una identidad que se constituye a través de las
narraciones y memorias que los otros constituyen también (sí mismo como otro); en el caso
puntual de la propuesta que se hace a través de la obra del Poeta de Callejas y la décima
costumbrista es evidente que para los pobladores de la región del Alto Sinú las décimas del
poeta son en esencia identidad no solo cultural (por lo que representa la décima costumbrista
en este aspecto) sino también es identidad histórica, ya que habla de la vida misma del Alto
Sinú, trayendo al presente lo vivido por sus ancestros y evidencia en sus líneas las lógicas,
Es por lo anterior que se debe considerar importante para una pedagogía de la memoria en
anamnética, que permita ver el pasado no solo desde el dolor y el sufrimiento, sino también
desde la comprensión de la las lógicas sociales, humanas y políticas que permitieron que la
muerte se hiciera presente; pero así mismo es importante considerar que paralelo a este
proceso de reconstrucción y análisis del pasado, se debe caminar en una lógica y racionalidad
narrativa, que permita a los sujetos recrear, traer al presente y hacer tangibles esos recuerdos,
partir del dolor que producen, sino también a través de la posibilidad de transformación, de
de la posibilidad de cambio, que sean motivación para otros sujetos , para otras comunidades,
en este sentido se debe generar un proceso marcado éticamente por la esperanza, por el
empoderamiento de las víctimas y de todos aquellos que son destinatarios de estos procesos
En párrafos anteriores se destacan dos elementos vitales e importantes que son claves en el
momento de pensar una pedagogía de la memoria, entendida esta desde el ámbito social, ya
que es necesario hablar de una pedagogía de la memoria desde los escenarios educativos,
como lo es la escuela (elemento que vale la pena explorar, pero que en esta propuesta no se
en contextos sociales; estos dos elementos son propuestos como actitudes, caminos de
Ahora bien hay un elemento que es necesario involucrar en esta propuesta reflexiva y que
debe ser el pretexto y escenario de reflexión para hacer más pedagógico, comprensible y
cercano este tema a las personas del común; del elemento al que se quiere hacer referencia
directa son las manifestaciones culturales, expresadas en la música, el arte, los géneros
literarios y tradiciones orales y todas aquellas expresiones que se han generado al interior de
las comunidades y que son propias de su herencia identitaria y cultural. Es necesario que la
pedagogía de la memoria dialogue con los elementos culturales propios de las comunidades
con las cuales trabaja, para evidenciar reflexiones en torno a los fenómenos sociales y
humanos que allí emergen y paralelo a ello acciones pedagógicas y sociales que contribuyan
En este caso seguirá centrada la atención en la décima costumbrista del Alto Sinú, pero así
mismo este ejercicio reflexivo se puede desarrollar con otras tradiciones orales como la trova
paisa, la décima cimarrona de la costa pacífica colombiana o los cantos de vaquería del
oriente del país; de aquí la invitación a que es necesario en esta etapa que socialmente se ha
denominado postconflicto, tener en cuenta en general la clave cultural como elemento vital
en los procesos de reconstrucción del tejido social, ya que la mediación que estas prácticas
en general sea comprendida sin ningún tipo de límite o frontera, por el contrario la práctica
la décima, teniendo como referente los capítulos anteriores, en los cuales desde un marco
contextual y desde una mirada hermenéutica no solo se evidencio el proceso histórico de está
practica cultural, sino que también de manera puntual se revelaron las intenciones y mensajes
para quien quiere aprender a componer, sino también para escucharla y ser espectador, se
puede afirmar entonces que este ejercicio de la décima costumbrista se presta para ser
trabajado desde la intención de la composición pero también desde la realidad del espectador,
en ambos casos situaciones que puede ser utilizada para fines formativos y pedagógicos.
anterior de este trabajo, juega un papel fundamental, por ello es importante tener claro que
en el caso de la propuesta del poeta de callejas su propósito es mantener en primer lugar viva
la identidad sinuana, pese a su extinción dentro de las nuevas generaciones, como punto de
partida para la recuperación de las esperanzas que permitan superar el conflicto. Una segunda
intención del mensaje de la décima costumbrista del poeta, radica en la memoria del
conflicto, no solo del armado sino también del conflicto humano cotidiano con los otros, con
su entorno con los fenómenos que día tras día se presentan la interacción cotidiana; es que
donde se hace presente aquella afirmación de Paul Ricoeur: “hay que repensar de otro modo
esa relación demasiado rudimentaria y demasiado directa entre historia y vida, de manera
tal que la ficción contribuya a hacer de la vida, en el sentido biológico de la palabra, una
vida humana”.
la obra del poeta, es importante aclarar por qué se contempla a la décima como una mediación
por maestro como aquel agente social que desarrolla una acción educativa, considerando que
Jesús Martín Barbero, como se evidencio en el capítulo uno cuando se hablaba de la cultura
y las acciones culturales desde el texto del medio a las mediaciones y Daniel Prieto Castillo
acción pedagógica, especialmente cuando todo lo que el hombre emprende está mediado;
por ello hay que entender que en general la acción comunicativa de los seres humanos es la
ve truncado.
Por ello al proponer la décima costumbrista (que al darse de manera oral, debe ser entendida
como acción comunicativa) como una mediación para generar procesos de pedagogía de la
en clave educativa la dinámica de interlocución de los seres humanos que participan de ella,
resaltando la preocupación por el otro, proponiendo con ello que la décima costumbrista y la
realidad, el autor en su momento quiso decir algo a través del uso de la palabra, pero así
mismo el texto perdura en el tiempo y la significación del lector es nueva y diferente, por ello
resulta importante no solo realizar un ejercicio interpretativo del texto en su momento, sino
también en el presente del lector, ello permitirá por ejemplo redescubrir y reinterpretar el
décima.
En esta dinámica de la décima costumbrista, es importante resaltar que han surgido diferentes
propuestas por parte de los decimeros y los maestros del departamento de Córdoba y de
Sucre, las cuales han querido tener como propósito fundamental en primer lugar mantener la
decimeros, que tiene como objetivo no solo formar jóvenes decimeros en la creación de
versos, sino que también ofrecer la formación para comprender, conocer e identificarse con
ético y político puntual, real y necesario en medio de las dinámicas sociales impuestas por la
para quienes lo escuchan, permitiéndole tanto al autor, como al espectador afirmarse como
comunidades (Herrera 2013) que resulten alternativas y que propicien la creación de nuevas
humanización y hospitalidad con quienes sufren, para con ello no solo recuperarlas desde la
mediaciones, que pueden ser utilizadas como estrategias para: en primer lugar traer al
presente el sufrimiento del pasado que por las dinámicas del conflicto armado han sido
narrativo (en nuestro caso la décima costumbrista, pero que tiene infinidad de posibilidades)
De acuerdo a lo anterior es conveniente evidenciar y caer en la cuenta que para esta reflexión
mediaciones que pueden ofrecer la cultura y las prácticas culturales que se desarrollan en el
contexto son diversas; el hecho que la acción educativa está inmersa en un contexto social
emergen y que pueden ser un amplio campo de acción en el cual generar procesos de memoria
Por otro lado y gracias al acercamiento de la obra del Poeta de Callejas es importante resaltar
que ella es un elemento contracultural que hace ruptura con las dinámicas del estatus quo y
de la cultura de violencia que hemos naturalizado; las posibilidades pedagógicas a las cuales
hago referencia son síntesis de muchos de los elementos que hasta el momento se ha dicho
gráfica:
Las anteriores posibilidades que posee la décima costumbrista, y en particular el estilo del
poeta de callejas, nos permiten ver que la acción pedagógica encaminada en perspectiva de
memoria es posible no solo desde un estatus académico y epistémico, sino que existe la
sociales (por ello la insistencia de que esta experiencia se puede llevar a cabo con cualquier
urgente una pedagogía de la memoria que no nos permita olvidar, que interpele nuestra
indiferencia, que critique nuestra comodidad de naturalizar los hechos y que nos imponga la
investigación de múltiples verdades de nuestra historia, que nos invite a transformar y que
nos enseñe a replantearnos el proyecto de humanidad, que nos exija rigor, respeto y sobre
todo compromiso ético con el abordaje, estudio y enseñanza de nuestras historias recientes”
“La décima costumbrista danza sobre el río Sinú, ella trae de la mano el pasado y el
presente y se sienta en la orilla del río de Onomá a esperar ser escuchada, tocando mentes,
corazones e invitando a volver atrás no como una nostalgia del pasado, sino para tomar
impulso y con lo que fuimos llegar hoy a cambiar y transformar la danza de la muerte que
El Poeta de Callejas
Me permito escribir estas reflexiones finales en primera persona, y lo hago, porque más allá
de ser una reflexión académica, la experiencia que pude vivir como ser humano a través del
conocimiento de la realidad del Alto Sinú, y el acercamiento que tuve con la décima
con la sabiduría popular, tan valedera como el conocimiento constituido en la academia, pero
que a su vez contiene el valor agregado de nacer y desarrollarse desde las entrañas del
sufrimiento humano, sin perder de vista que la misión de esta sabiduría popular es la de
Inicio estas conclusiones de esta manera, ya que el primer cuestionado e interpelado fui yo,
la décima costumbrista, las acciones cotidianas del poeta, las dinámicas culturales del Alto
debe desbordar las dinámicas rutinarias de la escuela, que se hace pedagogía en lo cotidiano,
desde que siempre se tenga clara una intención formativa en lo que se hace, se dice o
Del mismo modo en este acercamiento y experiencia, el primer formado y educado fui yo,
pude tomar conciencia que contamos con prácticas culturales que por su historia, por sus
y sociales, son radiografía de la realidad que se esconde tras las esquinas y que son poco
nos cuestionan e interpelan, que nos forman y nos permiten ver más allá de lo que nuestros
ojos pueden captar, prácticas culturales con un compromiso de transformación política, que
disputan principios, valores y apuestas políticas respetando a los sujetos y a las comunidades.
Teniendo en cuenta lo anterior, es necesario pensar que hay un binomio de
de la formación política de los sujetos, pero la pedagogía reafirma las intenciones políticas y
de identidad que la cultura posee. Es decir que la cultura puede ser considerada y reflexionada
como una mediación pedagógica y la pedagogía desde su acción refuerza y repotencia las
intencionalidades que posee implícitamente la cultura, ya que ambas tanto pedagogía como
Esto lleva entonces a pensar particularmente en la décima costumbrista como una práctica
cultural que rememora la identidad Sinuana, pero también como una mediación pedagógica
ya que en ese rememorar identitario e histórico invita a la relectura actual del contexto y con
práctica política, entendida esta como un espacio de reflexión- acción para la transformación
(Ortega, 2016).
pedagogía
Practica
de la
Cultura
memoria
intencionalidad
política
De manera particular, en el caso de la décima costumbrista y la figura del poeta de callejas, como
representación general de la décima y de los decimeros de la región, es necesario evidenciar que ellos
son un ejemplo puntual de lo que Jelin denomina “emprendedores de la memoria”, que su creatividad
historia, sino también en sus dinámicas sociales y las maneras en las cuales ha sobrevivido al conflicto
armado, que aún sigue vigente por la presencia de grupos de extrema derecha.
Por último es importante evidenciar que es posible y necesario pensar en una pedagogía de la memoria
articulada desde la pedagogía crítica y la pedagogía de la alteridad (Ortega, 2016), la cual nos permita
hacer memoria, hacer lectura crítica y re significación de estas memorias, siempre en función de la
humanización del otro; pero a estas pedagogías es necesario articularlas con pretextos culturales de
las comunidades, como lo fue en este caso a partir de la décima costumbrista del Alto Sinú, ya que
está permite llevar estas intencionalidades pedagógicas a la comprensión de las comunidades, por
decirlo de alguna manera, esta mediación cultural permite una apropiación, comprensión y acción
aquellos sujetos que la pongan en práctica tomar conciencia del pasado (inclusive de conocer otras
memorias del conflicto), reconocer las causas del conflicto y el sufrimiento humano ( a partir de una
creativas que trasformen las dinámicas sociales preexistente de muerte, por nuevas maneras de vivir,
especialmente cuando estamos hablando de un post-conflicto con uno solo de los actores armados
(FARC-EP), lo cual lleva a pensar ¿cómo generar procesos de pedagogía de la memoria en medio
del conflicto armado y territorial que persiste con los grupos armados de extrema derecha, como las
Autodefensas Gaitanistas de Colombia o el clan del golfo? Adema ¿de que manera persistir en la
escuela y las políticas públicas educativas y culturales son insuficientes? Evidentemente que para esta
pregunta puntual seguirá siendo las prácticas de los movimientos sociales o de maestros y maestras
que entran en su práctica pedagógica en dialogo con la realidad la respuesta inicial, en donde se
Implícita a las preguntas anteriores, hay otros cuestionamientos importantes que tienen que ver con
las víctimas del conflicto, con aquellos que realmente vivieron la experiencia de muerte, y esto me
memoria con las víctimas, del cómo construir redes de apoyo a partir de estas dinámicas de memoria
movilizadora, del ¿qué políticas deben ser diseñadas y como iniciar un proceso de reflexión al
respecto con los primeros interesados que son las víctimas mismas?... y así la lista se podría hacer
más larga, lo cierto es que hay elementos, dinámicas y movimientos que se están produciendo desde
los escenarios de la violencia, agenciado inclusive por las mismas víctimas, que permiten la
experiencia con el Alto Sinú, las comunidades deben pensar y repensar sus dinámicas de memoria y
movilización, por sus particularidades, por sus propias necesidades, por sus realidades y memorias
allí emergentes.
Quizás la política pública sobre memoria, es permitir y apoyar para que las propias comunidades
constituyan sus caminos de re significación y reconciliación, desde sus propios escenarios, desde sus
propias dinámicas, quizás el estado, la sociedad civil debe promover comunidades referentes, en
donde cada una de ellas puedan consolidar sus propios procesos a través de la cultura, la educación,
la formación política.