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Ex integrante del grupo Julio Chuqui Aguirre confirma que Martin le encargó la organización de la
reunión ante la tumba del oficial en el cementerio El Ángel.
Nacido el 20 de julio de 1951, el capitán José Colina Gaige, como su padre, fue del
arma de Infantería, y perteneció a la 79ª Promoción Teniente Coronel Juan Bautista
Zubiaga, la misma que integro el ex comandante general del Ejército y actual
congresista, general Edwin Donayre Gotzch.
En la primera mitad de los años 80, José Colina se infiltró en Sendero Luminoso y
se internó en la provincia huanuqueña de Ambo, de profusa actividad terrorista. El
oficial consiguió engañar a los subversivos como falso antropólogo ganado por la
"lucha armada".
http://www.expreso.com.pe/informe/capitan-colina-heroe-anonimo/
José Pablo nació el 20 de julio de 1951, en Lima. Estudió en el colegio Hermanos Maristas de San
Isidro. Con el tiempo se inspiró en su padre, el General EP (R) Juan Colina Wenzel, para ingresar a la
Escuela Militar de Chorrillos, donde egresó con el grado de subteniente en 1975. José integró la
promoción “Juan Bautista Zubiaga”.
En recompensa a sus notables capacidades, fue becado por la Escuela de las Américas para seguir,
durante un año, cursos de comando, supervivencia y operaciones especiales (sabotaje, contra
sabotaje, paracaidismo e infiltración) en Fort Gwlick, USA. En aquella capacitación también fueron
preparados los combatientes que, años más tarde, viajaron a la guerra de Vietnam.
Misión especial
El coronel convocó a oficiales que habían seguido cursos en el extranjero y, una vez que los tuvo en
su despacho, los fue llamando como un profesor que pasa la lista de asistencia entre sus alumnos
de clase.
“Señores -reiteró Noel- todos los días, comunidades enteras son masacradas y nuestros hombres
caen en diferentes emboscadas del enemigo invisible y cobarde. Tenemos que conocer al monstruo
desde adentro. Ustedes están aptos para eso y mucho más”. Afirmación muy explícita, si se tiene
en cuenta la mentalidad del desaparecido militar.
Luego de varias reuniones se escogió a Colina, quien logró pasar su primera prueba de fuego en
“falso Paquisha”, operación relámpago que culminó con el desalojo de tropas extranjeras del
territorio nacional. El elegido sabía que convertirse en un infiltrado en la organización genocida del
“presidente Gonzalo” no era un juego de aventureros, había que prepararse.
José Pablo fue aislado de su propia familia durante meses en una vivienda del sector Oasis, Villa El
Salvador, donde llegó vestido humildemente. A los días se ubicó en la avenida Pachacútec como
“llantero” y se rodeó de un nuevo círculo de amigos, la mayoría de ellos eran provincianos en
extrema pobreza.
La nueva identidad de Colina era José Sánchez Oliver, quien, más adelante, participó en protestas y
declaró que la única solución era la “lucha armada”.
Alguien le comentó que en la Universidad de San Marcos había camaradas que reclutaban gente
para el “Ejército Guerrillero Popular”. Llegó al punto de encuentro y de allí un estudiante lo mandó
al parque Universitario, donde se entrevistó con un sujeto que vivía en Europa y fue miembro de la
Sociedad Americanista, cuya sede está en París.
Por su parte, Colina le contó una historia ficticia, donde aseguró que su progenitora había sido
francesa, por eso dominaba aquel idioma, pero que quedó huérfano desde muy pequeño.
Analistas del SIE sostienen que las características físicas del individuo con quien se entrevistó era
nada menos que Antonio Díaz Martínez, miembro de la cúpula senderista. Colina viajó solo a
Ayacucho después de unos días. Un miembro de su promoción recuerda que una tarde se encontró
con él, en el jirón Canana, y que pese a los cambios en su aspecto físico, lo reconoció. Cuando lo
observó bien, se acercó y le dio dos palmadas en la espalda. José Pablo lo miró con extrañeza y le
dijo: “qué le pasa, usted me está confundiendo”. A su colega de armas no le quedó otra opción que
retirarse.
Descubre infiltrados
En Andahuaylas (Apurímac) fue el inicio del fenómeno terrorista y escenario de constantes matanzas
de campesinos. Aquella localidad era el centro de operaciones de Julio César Mezzich. En 1982,
cuando el capitán Colina viajó a esa región, conocida como “senderista”, los actos sangrientos
habían aumentado y en la compañía de infantería Independencia N° 4 venían produciéndose robos
sistemáticos de armamento y municiones, aumentando la preocupación en los altos mandos.
Según fuentes del SIE, el capitán Colina, confundido entre los pasajeros de un bus interprovincial,
llegó a Andahuaylas y apenas descendió del vehículo se acercó a un ciego -quien era agente G2- y al
entregarle una dádiva le dio un mensaje. Luego ingresó al mercado con la mirada atenta y los
parpados entreabiertos, echó una rápida ojeada y se dirigió a hacer compras.
Poco a poco retornaron los pobladores a sus hogares, quienes posteriormente con apoyo del
Ejército organizaron Comités de Defensa Civil Antisubversivos (DECA).
Posteriormente, informó sobre la criminal “célula sur”, que venía cometiendo ataques a comisarías
y asesinatos selectivos en Arequipa, Cusco y Puno. Dicha banda asesina había sido creada en marzo
de 1981 por Neri Alejandrina Chávez Díaz, (a) “Dina”, quien fue detenida a los primeros días de
diciembre del mismo año en Arequipa, pero fugó en vísperas de Navidad.
En esa ocasión, Colina dejó un mensaje con un potencial bélico, donde precisó el número de
terroristas que conformaba la banda bajo la almohada de la cama del hotel de Huamanga, lugar que
fue su refugio.
Aporte vital
La contribución del Capitán Colina fue invalorable. Hizo posible la ubicación de “células” sediciosas
en Canarie, Machente, Chungui, Uripa, Vilcashuamán, Umaro y Cocharcas, que eran parte del
denominado Comité Zonal Ayacucho que tenía amedrentadas las provincias de Cangallo y Víctor
Fajardo.
Así mismo, dio las pautas para el establecimiento de bases antisubversivas en lugares claves como
Rumi Huasi, San José de Ticllas, que dio protección a los poblados de Atampaeo, Cochapampi,
Santiago de Pischa y Santa Rosa. Igualmente, en Qasanqay, San Juan de Trigopampa, Huancasancos,
entre otros.
Su presencia en Sendero Luminoso y sobre todo su estrecha vinculación con Osmán Morote
Barrionuevo descartó la teoría de “la conspiración extranjera” lanzada alegremente el 9 de
septiembre de 1982 por Valentín Paniagua que era presidente de la Cámara de Diputados.
“Golpe de hacha”
El Capitán EP Colina llegó a ser “mando” senderista, tuvo que cometer acciones de sabotaje
(voladuras de puentes y postes de alta tensión, saqueos, etc.) así como proselitismo difundiendo el
“pensamiento Gonzalo”.
http://www.expreso.com.pe//cinformeapitan-colina-heroe-anonimo/
https://www.pressreader.com/peru/diario-expreso-
peru/20171029/281509341442243
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