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ESTILO DE VIDA DEL CIELO HOY

“Vi volar por en medio del cielo a otro ángel, que tenía el evangelio eterno para
predicarlo a los moradores de la tierra, a toda nación, tribu, lengua y pueblo, diciendo
a gran voz: Temed a Dios, y dadle honra, porque la hora de su juicio ha llegado; y
adorad a aquel que hizo el cielo y la tierra, el mar y las fuentes de las aguas.
Otro ángel le siguió, diciendo: Ha caído, ha caído Babilonia, la gran ciudad,
porque ha hecho beber a todas las naciones del vino del furor de su fornicación.
Y el tercer ángel los siguió, diciendo a gran voz: Si alguno adora a la bestia y a
su imagen y recibe la marca en su frente o en su mano, él también beberá del vino de
la ira de Dios, que ha sido vaciado puro en el cáliz de su ira; y será atormentado con
fuego y azufre delante de los santos ángeles y del Cordero. Y el humo de su tormento
sube por los siglos de los siglos. Y no tienen reposo de día ni de noche los que adoran a
la bestia y a su imagen, ni nadie que reciba la marca de su nombre.
Aquí está la paciencia de los santos, los que guardan los mandamientos de Dios
y la fe de Jesús” (Apoc. 14:6-12).

INTRODUCCIÓN
Muchas veces habremos leído citas del espíritu de profecía en las que dice que hay
una estrecha relación entre el mensaje de salud y el mensaje de los tres ángeles de
Apocalipsis 14, y más concretamente con el mensaje del tercer ángel. Que el mensaje del
tercer ángel está íntimamente unido a la obra de la reforma pro salud. Que la proclamación
del mensaje del tercer ángel, los mandamientos de Dios y el testimonio de Jesús, es la
preocupación de nuestra obra. Que el mensaje ha de ser proclamado con un fuerte clamor, y
a de ir a todo el mundo.

He aquí algunas de ellas:


“Me fue mostrado que la reforma pro salud es una parte del mensaje del tercer
ángel y está tan íntimamente relacionada con él, como lo están la mano y el brazo con
el cuerpo. Vi que nosotros, como pueblo, deberíamos de realizar un avance decisivo en
esta gran obra. Los ministros y el pueblo deberían actuar concertadamente. El pueblo
de Dios no está preparado para el fuerte clamor del tercer ángel. Tienen una obra que
hacer por ellos mismos que no debieran dejar que Dios haga en su lugar. El ha
dispuesto que sean ellos quien la efectúen. Se trata de una obra individual; nadie
puede hacerla en lugar de otro” Testimonios para la Iglesia, vol. 1, pág. 486.

“La obra que acompaña al mensaje del tercer ángel consiste en explicar las
leyes naturales y exhortar a que se obedezcan… El Señor desea que este tema se
presente ante el público de tal manera que las mentes de la gente se interesen
profundamente en su investigación; porque es imposible que los hombres y las
mujeres aprecien la verdad sagrada mientras son víctimas del poder de los hábitos
pecaminosos que destruyen la salud y debilitan el cerebro.
Los que aprecian la luz que Dios les ha dado acerca de las reformas de la salud,
poseen una ayuda importante en la obra de ser santificados por la verdad, y de llegar
a ser aptos para heredar la inmortalidad” Consejos sobre Salud, págs. 21, 22.

“Me fue otra vez mostrado que la reforma pro salud es una rama de la gran
obra es para equipar a la gente para la venida del Señor. Está tan íntimamente
conectada con el mensaje del tercer ángel como la mano al cuerpo. Los hombres y
mujeres no pueden violar la ley natural por sus indulgentes y depravados apetitos y
pasiones sin violar la ley de Dios” Testimonios para la Iglesia, vol. 3, pág. 161.

“Combinad la obra médico misionera con la proclamación del mensaje del


tercer ángel. Haced esfuerzos regulares organizados para elevar a los miembros de
iglesia del nivel en el que han vivido por años. Enviad a las iglesias a obreros que
vivan los principios de la reforma de la salud. Dejad que aquellos que son enviados
vean la necesidad de la negación del apetito, o ellos serán una trampa para la iglesia.
Ved si el aliento de vida no viene entonces a la iglesia” Testimonios para la Iglesia, vol.
6, pág. 267.

“Cuando nos acercamos al tiempo del fin, deberíamos elevarnos más alto y
todavía más alto en la cuestión de la reforma de la salud y temperancia cristiana,
presentándola de la manera más decidida y positiva. Deberíamos procurar educar a la
gente, no solamente por nuestras palabras sino por nuestra práctica” (T.I. Vol. 6, pág.
112).

Estas y otras citas similares muestran la importante relación entre la obra de salud y
el mensaje de los ángeles de Apocalipsis 14. Hace un tiempo que estoy profundizando en
que el mensaje de los tres ángeles presenta un programa que enseña los principios básicos
para la salud del cuerpo y de la mente y un estilo de vida para poder gozar del cielo.

Apocalipsis 14 envía un mensaje especial para la gente que vive en la tierra en


el tiempo del fin. El capítulo empieza describiendo a los 144.000, aquellos que fueron
“redimidos de entre los hombres, siendo primicias para Dios y el Cordero”, y finaliza
retratando la segunda venida de Cristo. En medio yace el mensaje de los tres ángeles
volando “por medio del cielo, teniendo el evangelio eterno para predicar a aquellos
que moran en la tierra, a toda nación, tribu, lengua y pueblo” Los ángeles hablan en
voz alta, indicando que este mensaje es significativo para cada persona en la tierra en
los últimos días.

Por causa de que el último propósito en la educación de la salud es “preparar a


un pueblo para la venida del Señor”, los mensajes de los tres ángeles forman una
estructura ideal para enseñar la salud.

Este programa provee una atmósfera de motivación poderosa a la educación de la


salud. Hechos y filosofía son libremente mezclados. La gran importancia está colocada en
el aprendizaje para vivir un estilo de vida santificado aquí en la tierra, en preparación para
el cielo. También enfatiza el hecho del carácter.
El objetivo de la reforma pro salud es aclarar la mente para discernir la verdad y
preparar el cuerpo para servir a Dios con mayor eficacia.

“Se requiere la salud del cuerpo y de la mente para hacer la obra que está ante
nosotros; es tan esencial para una experiencia religiosa saludable... como lo es la mano
o el pie para el cuerpo humano” (Testimonios para la Iglesia, tomo 1, pág. 619).

“La obra de la reforma pro salud es el medio del Señor para disminuir el
sufrimiento en el mundo y para purificar a su iglesia” CSRA, pág. 549.

De las citas que hemos mencionado extraemos varios motivos o razones por las que
se nos ha dado el mensaje de la reforma pro salud.

Es un mensaje actual
Es un mensaje individual
Es un mensaje para la iglesia
Es un mensaje para todo el mundo
Es un mensaje de preparación
Es un mensaje de restauración
Es un mensaje de bienestar
Es un mensaje integral
Es un mensaje de salvación

Es un mensaje para este momento. Recordemos: “Vi volar por en medio del
cielo a otro ángel que tenía el evangelio eterno para predicarlo a los moradores de la
tierra, a toda nación, tribu, lengua y pueblo, diciendo a gran voz: Temed a Dios, y
dadle gloria, porque la hora de su juicio ha llegado; y adorad a aquel que hizo el cielo
y la tierra, el mar y las fuentes de las aguas” Apocalipsis 14:6-7. Y Elena White dice:
“Me fue mostrado que la reforma pro salud es una parte del mensaje del tercer ángel,
y está tan estrechamente relacionada con él como el brazo y la mano lo están con el
cuerpo humano” CSRA, pág. 36.

(Añadir más respecto a esto)

Es un mensaje para cada uno de nosotros, es decir, individual. Es fundamental


para nuestra preparación individual. Y su importancia está colocada en el aprendizaje para
vivir un estilo de vida santificado aquí en la tierra, en preparación para el cielo. También
enfatiza el hecho de la restauración de la imagen y del carácter de Dios en nosotros. La
aceptación personal del mensaje de salud y la práctica en la vida diaria nos dará energía y
plenitud de vida, nos ayudará a prevenir enfermedades, y nos aliviará de muchos males,
tendremos menos sufrimiento en tiempo de enfermedades, sabremos cómo afrontarlas y
aliviarlas con remedios naturales, y desearemos que estas bendiciones puedan disfrutarlas
los demás, por lo tanto las compartiremos.
Es un mensaje para servir a la iglesia y purificarla. Es fundamental la
preparación del pueblo de Dios para el acontecimiento de máxima importancia, como es el
retorno de Cristo, nuestro amado Salvador.

Es evidente que la iglesia es responsable de impartir instrucción referente a la salud


física al igual que la espiritual, y ofrecer consejos en cuanto al alimento para el cuerpo así
como el alimento para el alma. La posición de los adventistas es que la iglesia está dentro
del área de la preocupación bíblica para la salvación del hombre cuando ésta ofrece
consejos respecto al cuidado del cuerpo.

La palabra “salvación” significa “curación”. Esto significa curación del cuerpo, la


mente y es espíritu. Estos tres no pueden ser separados porque el hombre es un ser
completo y cada parte del hombre afecta a los otros componentes del mismo. Virtualmente
cada ley de la salud física también se aplica en algún grado a la salud mental y espiritual. Al
mismo tiempo, cada ley espiritual se aplica también a la salud física y mental.

Es un mensaje para ayudar al mundo. Recordemos: “La reforma pro salud es


el medio que el Señor utiliza para aminorar el sufrimiento en nuestro mundo y
purificar a su iglesia” Ev., pág. 195; CSRA, pág. 43. Este mensaje es muy importante y
positivo. Es la forma de poder servir al mundo mientras estamos esperando esa venida,
aliviando el sufrimiento del mundo, ayudándoles a obtener calidad y cantidad de vida y una
futura restauración total.

Se nos ha dado este mensaje para que los adventistas vivamos más que la demás
gente.
Para que tengamos un mayor discernimiento de las cosas espirituales.
Para que se pueda restaurar la imagen y el carácter de Dios en nosotros.
Para que gocemos los años que nos han sido dados.
Para que podamos rendir a Dios un servicio más fructífero y largo.
Para que podamos ayudar a otros a encontrar los beneficios de una buena salud.

(Añadir más respecto a esto)

Es un mensaje positivo y eficaz, (Jn. 10:10) porque otorga una calidad de vida
plena y abundante. Un estilo de vida saludable contribuye al disfrute de una vida
abundante. La experiencia cristiana victoriosa incluye un cambio total en el estilo de vida
que vigorizará la naturaleza física y mental, para vivir con calidad y con cantidad de vida,
porque abarca el ser entero.
Porque nos ayuda para que nuestras percepciones mentales sean más agudas a fin de
percibir mejor la verdad.
Nos ha sido dado para que con una mente clara y fuerte podamos vencer las
tentaciones de Satanás y poder desarrollar crecimiento espiritual.

(Añadir algo más respecto a este asunto)

Es la cuña de entrada para alcanzar a la gente. La promoción del estilo de vida


saludable, acorde con las pautas que se nos han revelado, preparará a las personas para que
reciban el mensaje espiritual. Jesús nos da ejemplo de cómo sanaba y satisfacía las
necesidades físicas de la gente, y muchos estaban entonces abiertos a recibir curación para
sus almas y seguirle. Las personas “razonarán que si tenemos ideas tan seguras con
respecto a la salud y la temperancia, debe haber algo en nuestra experiencia religiosa
que vale la pena ser investigado” Ev., pág. 375.
Por nuestra buena salud, seremos un testimonio positivo a favor de la iglesia
remanente y la gente se unirá a ella por querer recibir las mismas bendiciones de una buena
salud.
Añadir más cosas

¿Qué contiene este mensaje de salud?


Este mensaje pro salud promociona un estilo de vida. Un estilo de vida que abarca
el ser entero.
El mensaje de salud revelado por Dios no es un tratado filosófico para discusiones
meramente intelectuales, sino más bien un estilo de vida práctica de beneficios
demostrables y tangibles para el que los adopta.
Es más que un mero vegetarianismo (aunque lo incluye). Es más que mera nutrición
o dieta (aunque, la incluye también). Es un concepto total que abarca todo un programa
para el bienestar, el cual incluye entre otras cosas ejercicio e higiene mental.
Se preocupa por la prevención de la enfermedad, no solamente su cura.
Abarca el cómo preservar la salud, así como también, cómo recuperarla.

Y ¿Qué es Estilo de vida?


Estilo de vida es la suma de los hábitos diarios de una persona que pueden dar como
resultado salud, enfermedad, tanto física como mental y espiritual.
De acuerdo a lo que nos ha sido transmitido por el espíritu de profecía, este mensaje
de privilegio y bendición inestimables abarca el estilo completo de vida de la persona;
hábitos de higiene, hábitos de salud ambiental, estilo de tratamiento y curación de las
enfermedades, y hábitos de salud personal como alimentación, actividad física, recreación,
postura, respiración, uso del agua, temperancia, descanso, estrategias para enfrentar el
estrés y confianza en el poder divino, etc.

Hábitos desde el ámbito de la prevención de la salud. Elena White enfatizó la


importancia de los hábitos. Importancia de los hábitos en un régimen alimenticio natural,
nutritivo, variado consistente de cereales, frutas frescas y dulces, legumbres y frutos
oleaginosos como la base para obtener la mejor y mayor energía física y mental (MC., pág.
228). También enfatizó la preparación y presentación sencilla pero al mismo tiempo
atractiva de los alimentos. Puntualizó el consumo de frutas y verduras como parte del
régimen alimenticio diario ideal, como componentes importantes de una dieta por un
período de tiempo para prevenir la enfermedad, y como tratamiento para el enfermo (MC.,
pág. 180; CSRA., pág. 382).

Desde el punto de vista de la salud curativa, Elena White, dice que la salud es la
recompensa de la obediencia a las leyes naturales y espirituales de Dios, y la enfermedad es
el resultado de la desobediencia a las mismas leyes (DTG., pág. 764).
El enfermo debe buscar la causa, corregirla, y asumir un papel de cuidado activo
mediante el uso racional del agua, aire, ejercicio, sol, descanso, temperancia, régimen
adecuado, y confianza en el poder de Dios (MC., pág. 89).

Teniendo en cuenta que el mensaje de la reforma pro salud es una parte del mensaje
del tercer ángel y que la finalidad de ambos es la preparación para el traslado, dado que aún
estamos en este mundo y que toda la tierra está hoy aún lejos de estar llena de su gloria,
cabe preguntarse si quizás es que no nos lo tomamos en serio, que algo está fallando. Si
quizás es que todavía no queremos prepararnos para estar en la tierra nuevo. Si quizás no
nos damos cuenta que en el estado que estamos no podemos ser trasladados. ¿Existe
relación definida entre la salud del cuerpo y de la mente, y el discernimiento espiritual? ¿Es
posible que la intemperancia esté siendo un impedimento para que se derrame el Espíritu
Santo? Este asunto es serio ya que además de ser impedidos nosotros de todas las
bendiciones, estamos siendo impedimento para otros de tener discernimiento para aceptar
este mensaje de salud y de aceptar el evangelio completo.

“Vi volar por en medio del cielo a otro ángel, que tenía un evangelio eterno
para predicarlo a los que habitan en la tierra, a toda nación, tribu, lengua y pueblo”,
diciendo a gran voz. Temed a Dios, y dadle gloria, porque la hora de su juicio ha
llegado; y adorad a aquel que hizo el cielo y la tierra, el mar y las fuentes de las aguas”
Apoc. 14:6-7.
El evangelio eterno empieza con el reconocimiento de que somos creados por Dios
a su imagen.
Dios creó a los humanos a su semejanza, con la habilidad para crecer y desarrollar
cada capacidad, física, mental y espiritual.

Desde el Edén, la decadencia y muerte prematura ha ido desarrollándose. El pecado


ha borrado casi la imagen de Dios en los humanos. Sin embargo, Dios ha preparado una vía
de escape. El plan de la salvación fue diseñado para restaurar la imagen de Dios en el
hombre.

Los cristianos no deberíamos conformarnos con guardar los niveles mínimos de


salud, sino que deberíamos ir siempre en crecimiento en los niveles del desarrollo de
nuestro cuerpo, mente y espíritu.

Cristo vino para restaurar no sólo una parte de lo que Adán perdió, sino todos los
aspectos de su naturaleza original. Trató de restaurar no sólo nuestra visión espiritual
oscurecida, sino también nuestra capacidad mental disminuida y nuestros poderes físicos
debilitados.

Después de advertirnos de que temamos a Dios, el primer ángel nos instruye para
que le demos gloria.
¿Cómo le damos gloria a Dios?

Pablo nos dice en su carta a los corintios que nuestro cuerpo es templo del Espíritu
santo, el cual está en nosotros, el cual tenemos de Dios en nuestro cuerpo y que no somos
nuestros. Porque hemos sido comprados por precio; y que glorifiquemos, pues, a Dios en
nuestro cuerpo y en nuestro espíritu, los cuales son de Dios.1 Cor. 6:19-20.

Nuestro cuerpo es “templo del Espíritu Santo”, y nuestra mente es el único canal por
medio del cual Dios puede comunicarse con nosotros. Si todo lo que es destructivo para
nuestra relación con Dios obstaculiza nuestro cuerpo y nuestra mente, entonces ¿cómo es
posible experimentar la vitalidad espiritual?, ¿cómo podemos crecer alguna vez en nuestra
vida espiritual si el Espíritu Santo no encuentra un lugar donde morar en nuestro cuerpo, y
si Dios no nos puede alcanzar a través de nuestra mente?

Un cuerpo enfermo y una mente deprimida, minan nuestra habilidad para responder
a Dios, y por eso sufren mucho nuestra vitalidad y crecimiento espiritual.

La santificación completa del cuerpo, alma y espíritu, por su gracia, es necesaria


para aquellos que esperan la venida de Cristo. Este tipo de vidas da gloria a Dios.

El don más imponente que Dios dio a los seres creados a su imagen fue la habilidad
para pensar y hacer elecciones por sí mismos.
La habilidad para elegir, para distinguir entre lo correcto y lo erróneo, es en gran
parte una función del cerebro.

“…El cerebro es la capital del cuerpo, el asiento de todos los poderes nerviosos
y acciones mentales… Mediante los nervios del cerebro, las impresiones mentales son
llevadas a todos los nervios del cuerpo… y ellos controlan la acción vital de cada parte
del sistema” Mi vida hoy, pág. 148.

La función más elevada del cerebro, es ser el lugar de morada, a través de su


Espíritu, de Jesús mismo. Dentro del centro más elevado del cerebro está un
misterioso lugar en el cual Cristo desea morar. Aunque esto no puede ser apuntado
con el dedo anatómicamente, es un lugar físico, donde Jesús está fuera y llama para
que lo invitemos a entrar.

“Y otro ángel le siguió diciendo: “Ha caído, ha caído Babilonia, la gran ciudad,
porque ha hecho beber a todas las naciones del vino del furor de su fornicación”
(Apoc. 14:8)

El segundo ángel proclama las buenas noticias, “Ha caído Babilonia”.


¡Cuán confortante debería ser saber que el enemigo ha sido derrotado y que el
pecado ha sido dominado! Cuando Cristo en la cruz gritó “se ha consumado”, Él estaba
anunciando que Satanás había sido vencido. Desafortunadamente, la mayoría de la gente
elige estar en Babilonia, y muchos no saben que sirven a un enemigo derrotado. Dios es
forzado a dar un mensaje especial, “Salid de ella pueblo mío, no participéis de sus pecados,
y no recibáis sus plagas”.

La confusión de babilonia empezó en el edén cuando Eva y Adán eligieron seguir


sus propias inclinaciones personales en lugar de la voluntad de Dios.
La confusión ha seguido, y cada vez más, con las filosofías de Satanás de egoísmo y
demás.
La confusión de Satanás se puede ver en el pensamiento moderno de dejarse llevar
por sentimientos, pensando que si algo me hace sentir bien, es bueno, y que lo que cuenta
es mi persona. El mandamiento de amar a mis prójimo como a mí mismo es un recuerdo de
que deberíamos valorarnos a nosotros mismos para amar a los demás. Y debemos recordar,
sin embargo que el valor individual es medido por el amor incondicional de Dios que llevo
a Jesús a morir por los pecadores.

“Y un tercer ángel los siguió, diciendo a gran voz: Si alguno adora a la bestia y
a su imagen, y recibe la marca en su frente o en su mano…” Apoc. 14:9-11.

La falsa adoración de “la bestia y su imagen” y los resultados de recibir su “marca”


están pintados gráficamente para animarnos a rechazar la falsa adoración. La aproximación
positiva del mensaje del tercer ángel es buscar la comprensión de la verdadera adoración.

La verdadera adoración de Dios puede ser colocada bajo tres encabezamientos (1)
Comunión con Dios, (2) uso de nuestros cuerpos en adoración, y (3) la adoración en acción
(adoración práctica).

Comunión con Dios. Mostramos nuestro amor y respeto a Dios por nuestra
comunión constante con Él.

El uso de nuestros cuerpos en la adoración. Una manera de servir a Dios es vivir


vidas santas con el cuerpo que Él nos ha dado. Solamente de esta manera “somos
transformados para la renovación de nuestra mente así podemos probar que esto es bueno y
aceptable y perfecta voluntad de Dios” Rom. 12:2.

Adoración en acción. Jesús en Mat. 25, nos dice que en su gloriosa venida, Él se
sentará en su trono y separará a las ovejas de los cabritos… y que a los verdaderos
adoradores les dirá: “venid benditos de mi Padre… y que cualquier cosa que hayamos
hechos a los que lo necesitaban es como habiéndosela hecho a Él.
Adoramos a Dios mostrando preocupación por aquellos que más lo necesitan.

La primera promesa dada a los hijos de Israel después de cruzar el mar Rojo en su
camino a Canaan fue un mensaje de salud: “Si oyes atentamente la voz de Yavé tu Dios, y
haces lo recto delante de sus ojos, y das oído a sus mandamientos, y guardas todos sus
estatutos, ninguna enfermedad de las que envié a los egipcios te enviaré a ti; porque yo soy
tu sanador" Éx. 15:26.

El primer mensaje dado por Dios a la iglesia adventista después de su organización


en mayo de 1863, fue un mensaje de salud. Clarificaba que Dios deseaba ser glorificado por
la vida y salud de su pueblo. La salud, sin embargo, es dependiente del seguimiento de las
leyes que Dios ha escrito en nuestros cuerpos, las leyes de la salud.

Dios deseaba que sus hijos fueran exaltados “sobre todas las naciones de la tierra”.
El mensaje de los tres ángeles supone más que salud física, pues parece evidente
estudiándolos, que Dios está llamando a su pueblo a una vida más elevada. A menos que
nosotros entreguemos nuestras vidas cada día a Él, nuestra comida, vestido, reposo,
ejercicio, y otros hábitos, no estamos verdaderamente preparados para que su Santo Espíritu
nos llene. Lo que nosotros hacemos momento a momento tiene poco significado en sí
mismo, pero puede tener inmensa importancia como una medida de nuestra voluntad de
darle a Dios el control completo de nuestras vidas.

Dios quiere traer de vuelta a la humanidad a la perfección en la cual fue creada.

Cuando nuestro organismo está sano expresamos vitalidad, alegría, sentimientos


positivos, mientras que en una situación de enfermedad expresamos dolor, tristeza,
angustia.

La Biblia nos asegura que Dios cuida no sólo de nuestra salud espiritual o salvación
sino también de nuestro bienestar físico: “Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas
las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma” 2 Jn. 3. Jesús dijo: “Yo he venido
para que tengan vida y para que la tengan en abundancia” Jn. 10:10.

“Una vida pura, saludable, es lo más favorable para la perfección del carácter
cristiano y el desarrollo de las facultades de la mente y el cuerpo” My Life Today, pág. 125.

“Cualquier cosa que disminuya la fuerza física, debilita la mente y la vuelve menos
capaz de discernir entre lo bueno y lo malo. Nos volvemos menos capaces de encoger lo
bueno y tenemos menos fuerza de voluntad para hacer lo que sabemos que es recto”
Reflejemos a Jesús, pág. 132.

Vemos a través de las páginas de la Biblia y en la vida de Cristo, que la


medicina que proporciona es una medicina para el ser completo, que es una medicina
que libera; que hace caer las cadenas que entorpecen la vida de las personas. Que
libera, en cuanto sea posible, a los hombres del sufrimiento, de la soledad, de la
angustia, de sus remordimientos, de sus rebeldías y de toda esclavitud que
compromete su salud física, psíquica y espiritual.

Las leyes divinas para la salud son:

La dieta Ideal
El ejercicio
El agua
La luz solar
La Temperancia
El aire
El descanso
La confianza en el poder divino
Cuando llevemos el estilo de vida que el cielo quiere, no será para demostrar
que somos mejores que los demás, sino para que el Señor tenga más fácil acceso a
nuestra mente para que nos ayude a restaurar el carácter a la semejanza de Cristo.

Si nuestra vida tiene el sentido que le da Dios y cumple el propósito por el cual
nos fue otorgada, entonces estaremos atentos para conservar la salud tanto física,
moral como espiritual en las mejores condiciones, para que Dios en todo momento
pueda morar en nuestro cuerpo y se pueda comunicar con nosotros continuamente Él
nos permita vivir.

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