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LECTURA N°5
¿Qué significa “esculpir nuestro propio cerebro”? Mejor aclaremos este concepto
ante aclaremos este concepto antes de seguir. Para ello es necesario que pasemos
ahora al mismo cerebro en cuanto a neuronas, sinapsis, redes neuronales y
funciones. Sabemos que nacemos con muchas más neuronas de las que
acabaremos teniendo cuando nuestro cerebro se haya desarrollado totalmente.
Además, durante la ontogenia tiene lugar la reducción de las sinapsis o conexiones
entre las neuronas, especialmente entre aquellas cuyas conexiones son
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Curso: Psicología de la Felicidad
De tal manera que ya sabemos que nacemos con una estructura cerebral provisional
y que es la utilización que hagamos de este programa lo que va a ir esculpiendo su
forma. Pero ¿ya interviene en este proceso escultor mi voluntad, mi libertad? No del
todo. El desarrollo del cerebro está regulado por los genes, que interactúan con las
experiencias de la vida, especialmente durante la infancia temprana. La organización
y la capacidad funcional del cerebro humano dependen de un juego extraordinario y
una secuencia de desarrollo y de experiencias ambientales que influyen en la
expresión del genoma.
Podemos considerar que existen tres tipos de procesos en el desarrollo del cerebro:
1-El proceso determinado por los genes, 2-El proceso que necesita de experiencias
específicas para llevarse a cabo, y 3-El proceso que depende totalmente de las
experiencias. En el primer caso, los genes determinan las conexiones sinápticas con
las que nacemos y cuáles de ellas sobreviven a los primeros años y cuales no está
regulado por el ambiente, es decir, por la información que recibe el cerebro. En el
segundo caso, ciertos procesos del desarrollo cerebral necesitan de una
estimulación ambiental específica. La naturaleza de estos estímulos ambientales
está genéticamente determinada. Si estos estímulos no tienen lugar, por ejemplo, el
niño no es estimulado por sus cuidadores (cogerles, hablarles, respuesta con la
mirada, etc) ello dará lugar a la eliminación de determinadas conexiones sinápticas
genéticamente establecidas y, con ello, a permanentes déficits cognitivos.
Finalmente, otro fenómeno consiste en que nuevas conexiones pueden formarse si
se reciben determinados estímulos ambientales. Así, el cerebro no solo codifica
información y controla las respuestas conductuales, sino que también es cambiado o
modificado estructuralmente por la experiencia.
Sin embargo, la última revolución en la neurociencia nos dice que el cerebro, tanto
en su estructura como en su actividad, no es algo fijo que no se puede modificar sino
que, por el contrario, es muy moldeable, lo que se denomina neuroplasticidad. En
otras palabras, ahora sabemos que el cerebro no es “hard-wired” sino que es “soft-
wired” por las experiencias que vamos teniendo a lo largo de nuestra vida, más allá
de la infancia. Así, el cerebro está cambiando continuamente. La plasticidad
neuronal o neuroplasticidad es la capacidad que tiene el cerebro para formar nuevas
conexiones nerviosas, a lo largo de toda la vida, en respuesta a la información
nueva, a la estimulación sensorial, al desarrollo, a la disfunción o al daño. La
neuroplasticidad es conocida como la “renovación del cableado cerebral”.
La principal forma en que nuestro cerebro se desarrolla a lo largo de toda nuestra
vida es por la generación de conexiones sinápticas. Cada segundo se producen
miles de nuevas conexiones sinápticas, formando nuevas redes neuronales o
fortaleciendo otras ya existentes. La capacidad para crear nuevas neuronas puede
incrementarse mediante el esfuerzo mental. Las nuevas neuronas van a parar a las
zonas del cerebro que más utilizamos.
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Curso: Psicología de la Felicidad
Sabemos que la corteza prefrontal es la parte del cerebro que se desarrolla más
tardíamente (más o menos completa su maduración a los 25 años, de ahí el
concepto de mayoría de edad). Es desde ella desde la que vemos y nos
comportamos en el mundo, hacemos planes y proyectos, y entendemos nuestra
vida.
¿Puedo autoprogramar mi cerebro para ser feliz? ¿Puedo esculpir mi propio cerebro,
si me lo propongo, para que su funcionamiento me produzca la sensación de
felicidad? Sí, es posible. Tan solo necesito utilizar mi corteza prefrontal para
desarrollar nuevas redes neuronales y eliminar o amortiguar otras con la finalidad de
que las primeras aumenten mi felicidad y las segundas dejen de impedírmela.
Fuente:https://www.researchgate.net/profile/Manuela_Martinez2/publication/279846380_Del_cerebro_
Preprogramado_a_la_capacidad_de_esculpir_nuestro_propio_cerebro_la_Autoprogramacin_cerebral
_como_clave_de_la_Neurofelicidad/links/559b9eb508ae5d8f39382be2.pdf