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Se llama Imperio Romano a la etapa de la historia romana, en la que Roma fue gobernada por
emperadores. Estos implantaron el gobierno absoluto, concentrando en una persona todos los
poderes: político, administrativos, religiosos y militares.
Esta etapa se inició en el año 29 a.C. con el gobierno de Augusto (Octavio) y concluyó con Rómulo
Augústulo en el año 476 d.C.
El territorio del Imperio Romano abarcaba tres continentes: sur y oeste de Europa, el oeste de Asia
y el norte de África. Dentro de sus límites quedaron: Britania, Galia, España, Suiza, los países
situados al sur del rio Danubio, Italia, Grecia, Turquía, Asia Menor y el norte de África.
LA CRISIS DEL SIGLO III Y EL BAJO IMPERIO.
La crisis del siglo III
A partir de finales del siglo II la paz y la prosperidad económica empiezan a desquebrajarse. Durante
el siglo III el imperio romano vivió una grave crisis política, militar y económica:
Las dificultades hicieron saltar por los aires el ya conflictivo sistema de elección de los
emperadores. El ejército y la guardia pretoriana se creían con el derecho a imponer a sus jefes
como emperador, lo que ocasionó numerosos conflictos civiles que generaron el caos.
Además, las fronteras del Rin y el Danubio fueron objeto de frecuentes ataques de pueblos
germánicos que penetraban en el imperio saqueando y destruyendo ciudades poniendo de
manifiesto la debilidad militar del mismo.
Los problemas políticos y de seguridad, junto con la evidente crisis del sistema
esclavistageneraron numerosos problemas económicos: inflación y caos monetario (los
emperadores acuñaban moneda de mala calidad para hacer frente a los gastos), quiebra del
comercio (producido por la inseguridad), mayor presión fiscal y decadencia de las
ciudades (que fueron muchas de ellas poco a poco abandonadas, especialmente en occidente).
A finales del siglo III se produce una cierta recuperación.En el 284 Diocleciano implanta la
llamada tetrarquía, intentando contener la desintegración del Imperio. La tretarquía repartía el
imperio entre cuatro gobernantes. Además se fortificaron las ciudades, se fortaleció el ejército
(reforma militar, fiscal y monetaria), hubo una reorganización administrativa en diócesis (12) y
provincias (unas 100) y se transladó la capital a Nicomedia.
La tretarquía no sobrevivió a Dicleciano. Cuando este dejó el poder, la lucha por el mismo
desenvocó en una guerra civil que dió la victoria a Constantino. En 323 se convirtió en soberano
único. Antes había en 313 (Edicto de Milán) había reconocido el cristianismo y le había dado una
posición de religión dominante. Continuó las reformas de Diocleciano y trasladó la capital a Bizancio
(Constantinopla) a orillas del Bósforo.
Teodosio el Grande, de origen hispano, consagró la división del Imperio en dos: el de Occidente,
con capital en Roma, y el de Oriente con capital en Constantinopla. Además este emperador convirtió
en religión oficial el cristianismo (Edicto de Tesalónica, año 380). La presión de los pueblos
bárbaros fue cada vez mayor sobre las fronteras. El empuje de los hunos obligó a los Visigodos
y otros pueblos a refugiarse en el imperio. En 406 varios pueblos entran por la frontera del Rin. Los
bárbaros dejaron sentir su presencia por todas las provincias, se asentaban, pactaban con la Iglesia,
con el ejército y con los propios provinciales. Roma había desaparecido como centro del poder. En
476 Odoacro, caudillo germano, depone al último emperador de Occidente, Rómulo Augústulo. El
imperio de Oriente resistió a las invasiones y se mantuvo hasta 1453 (Bizancio).