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LICENCIATURA EN SEGURIDAD PÚBLICA.

ASIGNATURA:
TEORIA DEL DELITO.
GRUPO:
SP-STED-1901-B1-002

ALUMNO:
OCTAVIO GUZMÁN VILLANUEVA.

MATRICULA:
ES172005784

ACTIVIDAD:
ASIGNACION A CARGO DEL DOCENTE.
.

ASESORA:
LIC. ALINE WITRADO GASPAR DE ALBA.

FECHA DE ENTREGA:
24 DE MARZO DEL AÑO 2019.
INTRODUCCION:
La acción preventiva de la policía es el conjunto de acciones que pueden llevar a cabo en un
espíritu de preservación y asistencia, a fin de evitar, por una parte, que ciertas personas
caigan o reincidan en la delincuencia, y por otra, que ciertas personas se conviertan en
víctimas de infracciones.

Para la sociedad es mucho más provechoso, y menos gravoso, prevenir los hechos delictivos
que reprimirlos después de su comisión. Una vez cometidos, con frecuencia suponen efectos
irreparables para la víctima generan una costosa actividad administrativa como la
administración de justicia y penitenciaria y suponen generalmente un alto coste social y
personal, tanto para la víctima como la muerte de sus seres queridos, lesión, daño patrimonial
y psicológico, como para el autor y para la sociedad misma, que ve resentida su tranquilidad y
que finalmente casi siempre ha de sufragar, mediante impuestos, toda la actividad posterior a
la comisión del delito.
LA ÉTICA POLICIAL ENFOCADA A LA PREVENCIÓN DEL DELITO.

El comportamiento de los funcionarios policiales está sometido a diversas situaciones que


pueden atentar contra la ética. Esto se observa cuando actúan de forma contraria a la
honestidad, lealtad, decoro, equidad, y cuando no garantizan el bienestar de la sociedad.
Esas actitudes antiéticas, muestran una gestión pública lenta, con pérdida de la confianza en
sus actuaciones y, por supuesto, ineficiente. Dentro del actual marco legal y del imperio de la
Ley en el que se fundamenta el estado de derecho, la Policía constituye uno de los elementos
esenciales y, sobre todo, valedor de los derechos que inspiran este modelo de convivencia.
Por lo tanto, como elemento clave del marco de convivencia que socialmente vivimos, la
confianza hacía la institución se constituye como una condición indispensable para las
relaciones policía-ciudadano.

La base de la actuación del funcionario, dentro de una ética en si misma como agente activo,
estimula a los ciudadanos a participar en la gestión y contribuir así en la búsqueda del bien
común. La participación del ciudadano dentro de una lógica moral en la búsqueda de
soluciones, desde un punto de vista ético, motiva a éste a formar parte del sistema
implicándose al sentir que es necesario para conseguir las mayores cotas de bienestar
posible. Se siente protagonista en su propia vida social, por su puesto en la de los demás,
importante y generador de futuro en su entorno capaz y valorado.
La policía debe tener una actuación responsable y comprometida ante la sociedad, su familia
y ellos mismos, desarrollando con responsabilidad el servicio público encomendado.

Los funcionarios policiales deben ser un eslabón más de la sociedad, y utilizar el poder del
que disponen, por ser los ejecutores de la delegación de la autoridad, y su aplicación en pos
de conseguir una sociedad más justa y equilibrada. La sociedad ha puesto en manos de la
Policía enormes recursos que, hacen más si cabe, que la responsabilidad social de ésta sea
mayor. La contribución de ésta a la sociedad debe ser el de que la calidad de vida del
ciudadano alcance mayores cotas de bienestar y, sobre todo, de justicia. Para ello la
institución policial posee un enorme poder el cual exige una concienciación, madurez y
responsabilidad igual o más grande si cabe.
El policía es un funcionario al servicio de todos los ciudadanos y no solamente necesita unos
conocimientos profesionales y excelentes aptitudes en el desarrollo de su trabajo, necesita
asumir normas estrictas para evitar desviaciones, torturas y abusos de poder que pongan al
policía ante el escarnio colectivo.

CONCLUSIONES:

Los deberes del policía se enmarcan en lo que se llama Código deontológico, que es un
conjunto de principios que guían la conducta de los servidores de la seguridad pública. El
policía los ejerce como virtudes propias de su función poniéndolos en práctica en su diario
quehacer guiado por su deseo de ser útil a la sociedad a la que se ha comprometido a servir
y auxiliar.

La Policía tiene como objetivo conseguir la mejor calidad del sistema asistencial y de
seguridad público, así como la mayor eficiencia en el uso de los recursos públicos que la
sociedad pone a su disposición para el ejercicio de nuestra función.

La policía es una institución clave en la prevención del delito, el mantenimiento del orden pú
blico y la investigación y combate del crimen. El éxito de cualquier reforma en el ámbito pen
al depende, en gran medida, de contar con organizaciones policíacas modernas, altamente
profesionalizadas, capacitadas y respetuosas de la legalidad y los derechos fundamentales
de los ciudadanos.

Referencias
Federal, P. (s.f.). Doctrina de la Policia Federal. Obtenido de
https://www.gob.mx/cms/uploads/attachment/file/329525/Doctrina_Policial.pdf

Fernandez, J. A. (s.f.). LA SEGURIDAD PÚBLICA EN MÉXICO. Obtenido de


https://archivos.juridicas.unam.mx/www/bjv/libros/1/419/12.pdf

UNAM. (s.f.). Codigo de la Etica Policial. Obtenido de


https://archivos.juridicas.unam.mx/www/bjv/libros/7/3388/11.pdf

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