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Universidad Nacional de Colombia

Miguel Angel Restrepo Cifuentes – Oscar Mauricio Torres

Ceremonias de manumisión como manifestación de luchas e identidades

Dentro de la concepción de Republica para Bolívar siempre estuvo la idea de dar la


libertad a la población esclava históricamente explotada durante la colonia por
medio de diversas leyes, que durante la década de 1820 fueron aplicadas de
manera compleja y gradual, debido en gran parte a la escasez de recursos para su
aplicación y a la resistencia de las elites blancas a ceder parte de sus privilegios en
favor de la libertad de los esclavos. Desde el Congreso de Angostura de 1819 se
expone la intención de abolir la esclavitud, pero es a partir de la ley del 21 de julio
de 1821 que la manumisión se convierte en una política de estado.

Ley 21 de julio de 1821. Durante las sesiones que se celebraron en Villa del
Rosario durante 1821 con motivo de la nueva Constitución de Cúcuta, surge en la
escena política el abogado y humanista José Félix Restrepo, quien se declaró
convencido de la importancia de dar la manumisión a los esclavos como medio para
alcanzar la prosperidad en la sociedad republicana que se estaba formando, pues
para él “no puede existir un gobierno republicano verdaderamente justo y
filantrópico, si no trata de aliviar en todas las clases a la humanidad degradada y
afligida”1. El discurso que José Félix expuso ante el congreso es en esencia una
apología a la libertad de los esclavos y constituye la base ideológica de la ley 21 de
julio de 1821.

Entre los principales puntos expuestos por José Félix Restrepo estaba el de rescatar
la ley de libertad de vientres promulgada desde 1814 por la Republica de Antioquia
con el nombre de libertad de partos, a partir de la cual todo hijo de madre esclava
nacería libre “desde el día de promulgación de esta ley en las capitales de
provincia2”. La ley de vientres tenia por objetivo abolir parcialmente la esclavitud,
pero sin destruir económicamente a los propietarios, por lo que se decidió que los

1
Congreso de la Republica, “Ley 21 de julio de 1821”. Rosário Cúcuta, 1821.
2
Ibidem. Articulo 1
amos tendrían la obligación de “educar, vestir y alimentar a los hijos de éstas [...]
pero ellos en recompensa deberán indemnizar a los amos de sus madres los gastos
impedidos en sus crianzas, con sus obras y servicios, que les prestarán hasta la
edad de 18 años cumplidos”3.

De igual manera, la ley del 21 de julio crea las Juntas de Manumisión, llamadas
“Juntas de amigos de la humanidad” mediante las cuales se recaudaban fondos
para pagar a los esclavistas el valor de los esclavos que se fueran a manumitir de
acuerdo con una serie de requisitos que definían a quienes se les podía otorgar la
libertad y expedir las escrituras de libertad. Las juntas estaban compuestas “del
primer juez del lugar, del yicario foráneo eclesiástico, si lo hubiere, y por su falta, del
cura, de dos vecinos y un tesorero de responsabilidad, los que nombrará el
gobernador de la provincia”4.

Las fiestas de manumisión son una herencia de la Francia revolucionaria, que


inmediatamente después de decretar la abolición de la esclavitud en 1794,
institucionalizó una serie de ceremonias para conmemorar el nacimiento de una
nueva sociedad edificada en torno a la libertad, la igualdad y la fraternidad. Las
ceremonias de manumisión celebradas tanto en Francia como en la Gran Colombia
poseían el mismo simbolismo, se desarrollaban en un espacio abierto, con gran
afluencia de personas, se sembraban arboles de la libertad, se investía a los nuevos
libres con el gorro frigio y especialmente se proclamaban discursos con alto
contenido patriótico, que como lo veremos más adelante, tenían la intención de
exaltar el espíritu nacionalista en el pueblo, para que fueran mas fieles a la causa
republicana.

De acuerdo con la ley, las manumisiones deberían realizarse durante los días 25,
26 y 27 de diciembre días en los cuales, según la ley fundamental de la unión de los
pueblos de Colombia de 1821 se debía celebrar el aniversario de la emancipación
e independencia absoluta de los pueblos de Colombia, la unión en una sola
República, el establecimiento de la constitución y los grandes triunfos e inmortales

3
Ibidem. Articulo 2
4
Ibidem. Articulo 9
victorias con que se han conquistado y asegurado esos bienes, pero a medida que
pasaron los años, algunas provincias ajustaron la ceremonia con sus fiestas más
representativas, por ejemplo, la provincia de Cartagena celebraba las
manumisiones el 11 de noviembre, día en el que conmemoran la fecha de 1811 en
la cual la ciudad declaró su independencia absoluta de España, constituyéndose en
el primer territorio independiente de Colombia, de igual forma en Bogotá se
celebraba el 20 de julio, día de 1810, en el que se dio el grito de independencia. Las
ceremonias se desarrollaban con gran solemnidad y esplendor, en contraste con la
manumisión colonial que era de carácter notarial, de forma privada entre el esclavo
y el propietario sin espectáculos ni manifestaciones públicas.

El espacio utilizado para desarrollar las ceremonias eran las plazas públicas que
tanto en el periodo colonial como en el republicano tenían una gran importancia para
el avance económico de la región, debido en gran parte a que eran y aun siguen
siendo lugares de actividad y movilidad social y centros de comercio de mercancías
y bienes. La organización y estructura de las plazas centrales tenían varios
elementos que se marcaron en toda Latinoamérica y permanecen vigentes hasta
hoy día. El elemento que generalmente más se destaca por su tamaño es la iglesia,
debido a su importancia en la jerarquía social de la vida colonial y post- colonial de
Latinoamérica.
Al lado de la iglesia generalmente se encuentra sus sedes administrativas, muchas
veces escuelas o colegios de propiedad clerical y el claustro que ocupa toda la
manzana, en las otras se ubicaban las instituciones estatales, como la alcaldía o la
sede del virrey, así como posiblemente alguna barraca o sede militar. Estos
elementos son los que se encuentran en la cima de la sociedad del siglo XIX. Cabe
mencionar que las dimensiones que ocupan tanto la catedral primada y su
administración, como el palacio de Liévano si bien hoy son equivalentes a los otros
edificios, en la época republicana los otros costados estaban compuestos de
estructuras, viviendas y negocios que ocupaban parte de la manzana hasta la
construcción de la casa de Nariño y el palacio de justicia.

En lugar de este último construido a principios del siglo XX, se encontraban varias
viviendas y negocios de algunas familias de renombre y también más notablemente
un batallón, además en el centro de la plaza se ubicaba, en lugar de una fuente
como era tradición, una picota, una columna usada para exhibir y castigar
criminales. Estos elementos en su conjunto nos permiten evidenciar que la sociedad
republicana giraba en torno a tres estamentos: el clero, el gobierno central y el poder
militar.

2. Aspectos de una identidad nacional

Aunque la sociedad del siglo XIX estaba muy marcada por la diferencia racial, las
ceremonias de manumisión tenían el claro objetivo de evocar la nacionalidad, pues
se exalta la característica de pasar de ser esclavo a ser colombiano, se pretende
evocar un sentido de pertenencia y de nacionalismo basados en la igualdad de
todos los ciudadanos ante la ley. Así mismo, las fiestas de manumisión sirvieron
para que el gobierno republicano divulgara sus principales políticas publicas y
exaltara el discurso que mostraba las bondades de la causa independentista.

Para el nuevo gobierno republicano la educación tenía un gran valor pues


“erradicaría la ignorancia colonial y prepararía a los colombianos para convertirse
en ciudadanos cabales5”, por lo cual el vicepresidente Santander propuso la
implementación de la educación pública basada en el Método Lancasteriano que
consistía principalmente en enseñar a grandes grupos de estudiantes, hasta 1000
niños, por cuenta de un solo maestro y la ayuda de tutores escolares para el servicio
de los niños menos adelantados.

En la ceremonia de manumisión que se llevó a cabo el 26 de diciembre de 1822 en


Bogotá, se fundó una escuela Lancasteriana en la Parroquia de las Nieves,
“después de la función religiosa se instaló la escuela lancasteriana de la parroquia
de las Nieves de esta capital (…) pronunciaron discursos patéticos demostrando la
utilidad de la enseñanza de la juventud escitandola a aprovecharse de las
ventajosas ocasiones que la Republica les ofrece”6. Este acto fue tan emotivo, que
un numeroso concurso de espectadores, compuesto de lo más notable de la capital,
“derramó lágrimas de satisfacción y gozo al presenciar los progresos que hacía la
educación a la sombra de la independencia y de la libertad7”

Durante las ceremonias también se desarrollaban desfiles militares que evocaban


la gloria del ejército liberador y la figura de Bolívar, que algunas veces fue llamado
“Padre Colombia”, como líder de esta fuerza que se opuso a un tirano de otras
tierras. En la ceremonias de manumisión de 1823 llevadas a cabo del 24 al 28 de
diciembre, los cuerpos militares en cabeza de sus comandantes se pasearon por
las calles entonando canciones patrióticas y enumerando las principales victorias
del ejercito libertador, se distribuyeron fondos a los militares inválidos e hicieron un
simulacro de guerra para finalizar los festejos. “En todos estos días el pueblo de la
capital ha logrado divertirse con libertad, sin que haya dado motivo de disgusto,
pues no se ha visto desorden ni desgracia la más pequeña”8. Durante esta fiesta se
la reapertura de la Biblioteca Nacional con un fondo total de 10.000 a 12.000 textos.

5
Helg, Aline. “Libertad e igualdad em el Caribe Colombiano” 1770-1835. Medellín. Fondo editorial
Universidad Eafit, 2010.
6
Gaceta de Colombia LXIV. “fiestas nacionales”
7
Martínez, Fredy Enrique La fiesta de la Libertad. Celebraciones cívicas y manumisión de esclavos en la Gran
Colombia. Pag 19
Tal y como se evidencia en el Cuaderno de Carmen Caicedo9, múltiples fueron las
manifestaciones artísticas que surgieron como consecuencia de la independencia.
La contradanza se impuso como el principal estilo musical utilizado en las piezas
que se ejecutaban en las batallas. Se posee evidencia que las piezas “La
Libertadora” (compuesta para Bolívar) y “La Vencedora” fueron ejecutadas en la
batalla de Boyacá para avivar el espíritu de lucha. Fue tal la importancia de estas
piezas, que “La Vencedora” tuvo el estatus de himno nacional durante los primeros
años de la Republica. La contradanza junto con el bambuco, fueron parte importante
de las fiestas de manumisión, en torno a estos géneros se desarrollaban las
expresiones artísticas que celebraban la libertad. Se sabe que Santander ejecutaba
el tiple y la guitarra y que le gustaba cantar el bambuco el aguacerito.

Puede que desde una perspectiva histórica se perciba un motivo meramente de


control de la población, sin embargo, la política estatal de aglutinamiento se
manifiesta en el discurso que se usaba, llegaba a cumplir su objetivo de unir a toda
la población bajo la idea de una república y un poder centralizado. Otro de los
símbolos que eran usados en las ceremonias era el poner sobre los esclavos
manumitidos el gorro frigio, que desde las revoluciones francesas y la
independencia estadounidense se ha convertido en un símbolo de republicanismo
y de libertad.

3. Manifestación de la división social por cuestiones de raza en las ceremonias


de manumisión.

Son varios los detalles de las fiestas de manumisión que nos permiten evidenciar
que en la sociedad republicana se mantenían las barreras raciales y que las
premisas de igualdad, fraternidad y libertad sobre las que se pretendía edificar la
Republica fueron un mito. En primer lugar, los espacios destinados para ejecutar las

8
Gaceta de Colombia N.º 116, “fiestas nacionales” (Bogotá) 4 de enero de 1824
9
Nacida en 1818, hija de Domingo Caicedo. Escribió un cuaderno de catorce páginas, de a seis pentagramas,
es la fuente mas antigua conservada hasta ahora de la música de la época de la Independencia.
danzas estaban reservados de acuerdo con un orden social; mientras que la elite
bailaba en el centro de las plazas, el resto de la población o bien debía conformarse
con mirarlos o tenían que irse a los costados de las plazas para poder bailar.
Además, en varios números de la Gaceta de Colombia, publicados entre 1821 y
1828, se evidencia que hubo mayor interés en exaltar las bondades de los notables
criollos y de anotar la asistencia de políticos distinguidos, que en registrar el hecho
de la liberación de los esclavos y su nueva vida como ciudadano libre

De igual forma, las fiestas de manumisión fueron un medio para impedir que la
población negra se uniera para exigir la restitución de sus derechos. Según Aline
Helg, en las fiestas de manumisión “subyacía también la intención de enseñarle a
los miles de esclavizados que si eran obedientes, leales y sumisos podían recibir la
libertad y que la protesta y la rebelión, como en el pasado, no cabían en una
sociedad republicana.10

Incluso de manera posterior en el siglo XIX se puede observar como para la vista
de muchos extranjeros parecía contradictorio que en un republica existiera un orden
social en el que importaba la raza:

“Ha querido elevarse aquí un edificio sin base, un edificio de libertad con
materiales españoles. Qué esperar de una república en donde todo hombre
llama amo a todo individuo más blanco o mejor vestido que él. «Sí mi amo»
es la respuesta que se recibe a todas las órdenes que se dan”11

Aun cuando parece que la ley de manumisión significaba un avance para que la
sociedad republicana se distanciara de las luchas por cuestiones raciales que
habían caracterizado al periodo colonial, para la historiadora Aline Helg la ley de
manumisión no introdujo ningún cambio para los esclavizados, la sociedad
republicana permaneció desigual por causa de la resistencia de la elite blanca a
ceder privilegios, como cargos políticos y administrativos, en favor de los pardos,

10
Helg, Aline. “Libertad e igualdad em el Caribe Colombiano” 1770-1835. Medellín. Fondo editorial
Universidad Eafit, 2010. Pag 380
11
Colmenares, G. (1968). Partidos políticos y clases sociales. Bogotá: Tercer mundo. Pag 8
por el miedo de Bolívar hacia una presunta “pardocracia” y por la falta de recursos
que impedían la correcta implementación de las leyes.

Para manumitidos y población negra libre, el acceso a la libertad representó,


según lo dice este autor, “el ingreso a una nueva dialéctica de la dominación y la
dependencia” nunca esta libertad incluyó el reconocimiento social del negro en las
dinámicas propias de la sociedad, ya que sus antiguos propietarios siguieron
percibiéndoles como individuos inferiores continuando las relaciones de carácter
paternalista entre antiguos propietarios y negros libres12.

Bibliografía.
Fuentes Primarias.

Gaceta de Colombia, Ediciones desde 1823 a 1828.


https://catalog.hathitrust.org/Record/000528934?fbclid=IwAR3lNAt1wKu7HWJSlT7
VytX1xj2fmtWc-h0TNvzVnH-8nT0SG3UkB9Kmnnc

Restrepo, José Félix. “Discursos y proyectos de ley sobre la manumisión de


esclavos”. Medellín, editorial Bedout, 1961.

Congreso de la Republica, “Ley 21 de julio de 1821”. Rosario Cúcuta, 1821.


http://www.bdigital.unal.edu.co/21/34/leyes_de_1821.pdf

Fuentes secundarias.

Helg Aline, Libertad e igualdad en el Caribe Colombiano 1770-1835. Medellín,


Fondo editorial Universidad Eafit, 2010.

Martínez, Fredy Enrique La fiesta de la Libertad. Celebraciones cívicas y


manumisión de esclavos en la Gran Colombia Revista Colombiana de Educación,
núm. 59, julio-diciembre, 2010, pp. 246-263 Universidad Pedagógica Nacional
Bogotá, Colombia

12
Martínez, Fredy Enrique La fiesta de la Libertad. Celebraciones cívicas y manumisión de esclavos en la
Gran Colombia. Pag 16
Jaramillo, Dulcey. “Manumisión, ritualidad y fiesta liberal en la provincia de
Cartagena durante el siglo XIX”. Universidad del Atlántico, 2004.

Jaramillo, Jaime. “Ensayos sobre historial social”. Ediciones Uniandes, Bogotá,


1989. Tomo I.

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