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Conclusiones

En el trabajo realizado a partir de los textos de Odi Gonzales y Roxana Miranda Rupailaf que
se enmarcan en el estudio de textos poéticos latinoamericanos cercanos al indigenismo se
pudo establecer un parámetro para determinar el alcance de la descolonización en la poética
latinoamericana actual. Ambos textos autotraducidos a sus idiomas indígenas pertinentes se
consideran excepcionales en la producción literaria local y forman parte de diversas
antologías, tanto chilenas como peruanas, ubicándose dentro del panorama como un eslabón
importante no solo en la lucha por la recuperación de la memoria ancestral sino también como
expresión estética de los procesos históricos vividos en Latinoamérica.

La poética que se analizó es consecuencia de un proceso multifocal que tiene su génesis en


la colonización occidental llevada a cabo en el siglo XV con la llegada de los españoles a
Latinoamérica y que se ha extendido durante siglos en prácticas epistemológicas que
asentaron los procesos de aculturación, con una bandera de lucha específica: la
evangelización de los pueblos originarios de america latina. Un brazo importante de los
procesos colonizadores y de implantanción de esta matriz fue la inclusión de una religión
occidental, desafectada del contexto local, y aplicada a través de medios diversos en el
inconsciente y consciente colectivo de américa.

La inculturación de esta religión, en el caso de Chile y Perú la religión católica, llevó a los
pueblos originarios a modificar sus bases culturales, al mezclar su población con la población
española, dando como resultado una cultura heterogénea en términos de Cornejo Polar, que
está en constante conflicto con sus ejes fundadores.

El sujeto que forma parte de esta heterogeneidad y que transita en los ejes indígeno-
occidentales correspondientes a discurso y representación en el mecanismo de Cornejo Polar,
utiliza los mismos mecanismos des-identificadores para, actualmente, derribar la matriz
epistemológica imperante. La heterogeneidad, en constante movimiento y conflicto, necesita
de los procesos descolonizadores para subsistir.

La liberación en términos descolonizadores que propone Mignolo y todos los teóricos detrás,
requiere que la sociedad construya edificaciones simbólicas y representacionales
discordantes con la matriz occidental, sin embargo, este andamiaje descolonizante debe
subsumirse en la cotidianeidad en la que la colonización está asumida como realidad
indiscutible. Y es justamente en este cruce en que encontramos la poesía indígena actual.

Bilingues, los poetas crean un universo donde el sujeto heterogéneo con sus conflictos de
identidad, migra transitando entre los dos ejes, el indígena y el occidental, en busca de la
descolonización estética, de la imagen y del lenguaje, para utilizarlos como medio liberador
en términos de su propia matriz epistemológica.

Seducción de los venenos de la poeta chilena Roxana Miranda Rupailaf y el montaje


Vírgenes urbanas, en el que el poeta peruano Odi Gonzales contribuyó con la producción
poética, son en si mismos textos concluyentes.

Autotraducidos al mapuzungun el primero y al Kichwa el segundo y basando la elección de


este corpus justamente en sus puntos comunes heterogéneos de origen, los textos develan
símbolos y figuras imaginarias femeninas sagradas propias de la cultura Judeo-cristiana, las
que son desacralizadas en la escritura, subvirtiéndolas o simplemente integrándole a ellas la
componente sensual que ha sido tabú en la cultura occidental religiosa imperante.

A partir del análisis del estado del arte pudimos establecer el estatuto que tiene estos textos
respecto del resto de la literatura “canónica”, ubicándolos sin duda en un margen difuso que
los hace heterogéneos por su contenido descolonizador. Dificultada la tarea de incluir una
taxonomía clara que los agrupase, los poetas de origen indígena han sido si no marginados,
al menos invisibilizados por la crítica tradicional, integrando su producción literaria más
eficazmente recién a mediados del siglo XX, en donde se visualiza el comienzo del proceso
descolonizador en sus poéticas.

En particular en este trabajo se recogen estos dos poemarios publicados entre el 2008 y 2015,
que tienen su coincidencia en los mecanismos estéticos utilizados como medio de
resignificación cultural.

El objetivo general de esta tesis fue desarrollar una reflexión en torno a la descolonización
de las identidades culturales, desmontadas a partir de un imaginario religioso occidental
desacralizado. Lo que se logró a partir del análisis en tres capítulos de los poemarios
anteriormente mencionados .
El primer capítulo nos llevó a identificar y analizar la forma en que ambos poetas, en las
obras analizadas, desacralizaron el imaginario religioso occidental y el rol que cumplen las
figuras femeninas en este proceso. En este capítulo pudimos observar como la poética se
organizaba a partir de los símbolos universales recogidos bajo la lupa de los estudios de
Gilbert Durand, que analiza el imaginario como evolución arquetípica, en el texto Las
estructuras antropológicas del imaginario, pero situándolos en lugares de enunciación que
permitían en cada uno de los autores ejecutar un discurso desde la descolonización.

Identificar las figuras occidentales en los poemarios fue útil para determinar el alcance
occidental de la matriz cultural y epistémica con que cuenta el sujeto lírico. En ambo casos
el sujeto transitó sobre el eje occidental desde la subversión, subsumiendo los íconos judeo-
cristianos al discurso subyaciente descolonizador.

La relevancia de que en ambos casos las figuras occidentales señaladas correspondieran al


imaginario femenino fue clave en el reconocimiento de la inversión desacralizadora de la
matriz, ya que la mujer en términos occidentales ha sido puesta en segundo plano, siendo
invisibilizada y reducida a la dualidad de santa o pecadora .Esta dualidad inmovilizadora es
clave para comprender que los autores, por esta razón, situan estas representaciones como
sujetos que si se movilizan y transitan, por lo tanto, que fuesen justamente estos símbolos los
relevados por ambos autores sirvió como punto de partida en el análisis y confirmó,
finalmente, que la idea de utilizar los íconos del imaginario occidental se debía a una
necesidad de subvertir, desacralizar y desmontarlos con fines descolonizadores.

El capítulo dos tuvo como centro de acción analizar identidades culturales heterogéneas en
conflicto, identificando sus cualidades y evidenciando los elementos de descolonización,
utilizando los conceptos de W. Mignolo y Antonio Cornejo Polar de Descolonialización y
Heterogeneidad.

En este capítulo desmontamos los mecanismos estéticos, ubicando referencias contextuales


que nos llevaron a analizar el discurso en su plano histórico y local.
El proceso de heterogeneidad se da cuando dos identidades se enfrentan, y en este capítulo
ambos autores dan cuenta de la dicotomía occidental/indígena. Queda de manifiesto también
el carácter violento del proceso de colonización, estableciendo mecanismos expresivos
estéticos que promueven la denuncia inclusive.

En el caso de Odi Gonzales esta denuncia se hace directamente, referenciando casos


concretos de violencia sistémica como el caso de la violencia de la época de sendero luminoso
en el poema virgen arcabucera, o la violencia sistémica de la que fue víctima Melita Campos
al ser evangelizada a la fuerza.

La fuerza poética que Gonzales le imprime a la figura de la virgen como madre de los
vencidos, indica claramente la misión descolonizadora. Se observa un escenario, a diferencia
de Miranda Rupailaf, más parecido a la distopía, con elementos apocalípticos y de
resignación en torno a la inculturación occidental, sin embargo, no es menos claro el mensaje
descolonizador en sus estructuras estéticas, ya que si bien el sujeto lírico asume una
arrolladora realidad heterogénea, la matriz cultural indígena termina ganando por sobre todo,
lo que queda claro hacia el final del poemario con la frase “cusco florecerá”.

En el caso de la maquinaria estética de Roxana miranda Rupailaf, su proceso se vive de


manera más intimista, con menos referencias contextuales de denuncia pero con claro énfasis
en el descubrimiento de su lengua de origen, relevando la necesidad de recuperar la memoria
ancestral del pueblo a través de la reivindicación de la lengua.

Roxana Miranda Rupailaf construye un entramado poético que se mueve sobre los dos ejes
occidental e indígena, utilizando en su segundo apartado, serpientes de tierra, metáforas
referentes a la cosmovisión mapuche, sus escenarios y sus elementos culturales, poniendo de
manifiesto su transición descolonizante.

La poética de Miranda Rupailaf se remite a procesos que son, en una primera lectura, íntimos.
Estos responden a una metamorfosis que la sujeto lírico asume como personal pero, al
encarnar una sujeto que se auto representa en términos bíblicos como una Eva más, también
representa a todo un género que ha sido oprimido y que, al pertenecer a un pueblo originario,
ha duplicado su condición de minoría invisibilizada. Por lo tanto, su proceso de mutación es
a la vez individual y colectivo, representando fielmente el proceso de heterogeneidad que
como sujeto adscribe en su discurso descolonizador.

Y por último el tercer capítulo tuvo como objetivo contrastar ambos textos , identificar y
definir las funciones de los conceptos de Utopía y Distopía utilizando el registro de Flores
Galindo en el campo de la utopía andina. En ambos poemarios encontramos la visión de un
pueblo, que dibuja una matriz cultural determinada, con sus definiciones históricas y
mitológicas.

En el caso de Odi Gonzales las poéticas del desbarrancamiento de la utopía andina, utopía
que forma parte del acervo mitológico del pueblo indígena Kichwa, confirman que la
representación y el discurso determinan el sujeto. La heterogeneidad como consecuencia de
las dinámicas colonizadoras, en este caso, pareciera construir un espacio distópico y, como
dijimos anteriormente, casi escatológico y apocalíptico. En este capítulo confirmamos que
los mecanismos identificados tanto de representación como de discurso dan como resultado
una visión distópica y de resignación, ubicando el discurso de Odi Gonzales en el plano mas
pesimista. Las vírgenes, analizadas en términos subvertidos y desacralizados, hacen el cierre
del discurso en el último poema, el que deja en claro el carácter oscuro de la consecuencia
colinizadora.

En este sentido el texto de Odi Gonzales no parece querer anunciar una vuelta positiva a la
utopía andina, muy por el contrario, parece más bien querer constatar la caída del modelo y
evidenciar la estética contemporánea globalizada que hizo apropiación cultural de la matriz
epistemológica andina, modificando para siempre su identidad.

En el caso de Miranda Rupailaf, sin embargo, la necesidad e una vuelta a la utopía mapuche
es esencial. Su transición de serpiente bíblica a serpiente mitológica que queda claro en el
último apartado, serpientes de agua, es la clave para comprender esta poética del retorno.

En el poemario de Miranda Rupailaf la mujer-sujeto que comenzó como hija de serpiente


malvada y Eva multitudinaria transita íntimamente, como queda claro en el capítulo dos, para
transformarse en mujer mapuche hija de Kai Kai vilu y Tren Tren vilú. La vuelta al azul es
evidente y el paraíso del wallmapu es la vuelta al comienzo. Como el ouroboros que cierra
su ciclo engullendo su propia cola haciendo su tránsito infinito, el ciclo de vuelta de la sujeto
lírico en Seducción de los venenos se hace tangible, infinito y ancestral. La utopía mapuche
funciona como lugar seguro para la recuperación de la memoria, vehiculado por los recursos
lingüísticos.

En conclusión, los poemarios analizados permitieron demostrar que, en los textos analizados,
las figuras femeninas desacralizadas promueven la descolonización de las identidades
culturales, dando por resultado la búsqueda de una identidad mapuche utópica, en el caso de
Miranda Rupailaf, y, la aceptación de una identidad heterogénea distópica, en el caso de Odi
Gonzales.

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