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El sherrif Grayson Hunter no se ha

sentido como si perteneciera a un lugar en


mucho tiempo. Una vez amó La H Rota, su
hogar ancestral y a Shane Cortez con todo lo
que tenía. Ahora intenta permanecer tan lejos
del hombre y del rancho como sea posible,
hasta que un accidente los junta.

Shane Cortez ha sido el capataz de La H


Rota durante casi veinte años, ha vivido en el
rancho incluso desde antes. A causa de un
pasado escabroso que le hizo huír de su hogar y
buscar regufio en La H Rota, se ha mantenido
alejado de la única cosa que siempre le ha
resultado querida... Grayson.Ahora Shane ha
soltado a los demonios que le han perseguido
durante tanto tiempo. Y desea a Gray. Tendrán
que arreglar lo que está roto para hacer una
vida juntos.
Capítulo 1

« M aldita tira de hule rota». Shane Cortez


apartó de su rostro el cabello negro esparcido
en todas direcciones y una vez más consideró subir las
ventanillas y encender el aire acondicionado del maltratado
y viejo camión del rancho, pero la temperatura era
demasiado agradable fuera. Definitivamente iba a tener que
conseguir algunos de esos coleteros elásticos que usaban
las mujeres. Su pelo era malditamente grueso. Esta tira de
hule era la tercera que se había roto de golpe esta semana.

Envolvió las largas y pesadas hebras de nuevo detrás


de las patillas de sus gafas de sol, y bajó las ventanillas
sólo a la mitad, esperando que esto ayudara a que su
cabello no volara sobre sus ojos y aún así mantener la
temperatura fresca. Estaba casi en casa, ciertamente
podría tratar con ambos luego. Allí podría trenzar su cabello
antes de que descargara los suministros. «Si solo pudiera
encontrar una maldita tira de hule que no se rompiera».

Shane condujo por el camino de la H. Rota hasta la


parte posterior de la casa, deslizándose entre su camión y
la cerca trasera de la gran casa colonial blanca, del rancho.
Apenas había estacionado el camión antes de que viera a
Kaitlyn Hunter correr hacia él, su cabello rojo rayado de
gris volando ferozmente detrás de ella.

Su estómago se anudó con el miedo. Aunque la señora


todavía era muy vivaz para su edad ─a su marido, Ted, le
gustaba fastidiar diciendo que era la parte irlandesa que
había en ella─, Shane no podía recordar haber visto esa
melena pelirroja suelta, nada más que una vez en los

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veintiséis años que llevaba trabajando en la H Rota: la
mañana que el hijo de los Hunters, Gray, había sido herido
en la línea del deber mientras estaba en una incursión de
drogas con el resto del equipo SWAT1 de San Antonio.

«¡Oh, Dios! Grayson». Shane contuvo la respiración,


intentando hacer su mejor esfuerzo para mantener la
náusea a raya, aún cuando abrió la puerta rápidamente y
saltó fuera del camión. ─¿Qué es Kaitlyn? ¿Qué está mal?

Ella avanzó hasta parar a sólo unos pies de él, su


pequeño cuerpo temblaba. ─¡Shane, de prisa! ¡Es Ted!
¡Creo que está teniendo un ataque cardíaco!

«¡Maldición, maldición, maldición!» Shane corrió a


toda velocidad hacia la casa del rancho, su corazón
golpeando. «Ted no podía estar muriendose». «¡No
podía!» Diablos, el hombre sólo estaba a principios de sus
sesenta y siempre había tenido muy buena salud. ─Kaitlyn,
¿llamaste a Grayson?

─¡Oh, no! No lo pensé. Estaba a punto de conseguir mi


auto cuando llegaste, Shane. ─Kaitlyn apenas podía
articular palabra, su voz vacilando.

Shane llegó a la cocina y se detuvo inmóvil en sus


pisadas.

Ted estaba sentado a la mesa de la cocina, su cabeza


descansando en sus brazos. Su cabello gris entró en sus
ojos cuando levantó la cabeza de repente. Aunque estaba
pálido y su cara un poco contraída de dolor, no se estaba

(1) SWAT son las siglas de Special Weapons and Tactics (armas y tácticas especiales), y
originalmente de Special Weapons Attack Team (equipo de ataque y armas
especiales). El término SWAT hace referencia a las unidades especializadas en
intervenciones especiales de gran peligro de diversos cuerpos policiales de Estados
Unidos.

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muriendo, destruyendo la horrible imagen que Shane había
conjurado.

─¿Ted? ─Shane frunció el entrecejo y se apresuró a


poner una mano en el hombro del hombre más viejo.

─Shane. ¿Conseguiste todo lo que necesitamos de la


tienda de provisiones? ─La voz de Ted simplemente estaba
un poco forzada.

Él cabeceó. ─¿Estás bien? Kaitlyn me ha dicho que no


estás sintiéndote demasiado bien.

─Bien hijo, Katy tiene razón. Tengo que decir que he


estado mejor. ¿Crees que puedas llevarme al hospital?

─Por supuesto. ─Shane agarró a Ted por debajo de un


brazo y lo ayudó a levantarse. El hecho de que estaba
deseando ir al hospital sin tener que ser arrastrado, dando
puntapiés y gritando decía mucho de lo mal que debía estar
sintiéndose.

Lo llevó casi cargado hasta su Chevy2, más nuevo y


situado aproximadamente a tres yardas 3 de distancia del
camión azul del rancho. Cuando aseguró a Ted y Kaitlyn en
la parte de atrás de la cabina del quad color plata y se puso
detrás del volante, calculó cuál era el hospital más cercano.
No estaba listo para perder a su... bien, «Ted era como un
padre para él». El hombre más viejo y Kaitlyn habían
alojado a Shane cuando tenía dieciséis años; ellos eran su
familia. Hablando de eso...

Cuando salió de la entrada para autos, Shane buscó a


través de su consola central, esperando que fuera allí

(2) Chevrolet, marca de automóviles de origen norteamericano, subsidiaria de la


Corporación General Motors Chevy, es su seudónimo comercial.
(3) 1 yardas = 0,9144 metros. 3 yardas unos 2,7 metros

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donde había dejado su teléfono celular. Se lo dio a Kaitlyn
con una breve palabra sobre llamar a su hijo, entonces
rápidamente miró hacia atrás para ver a Ted.
Increíblemente, Ted era el más tranquilo de los tres.

La pequeña mano de Kaitlyn estaba caliente y no lo


bastante firme cuando tomó el teléfono de Shane. Después
de unos segundos, dejó salir un sonido apenado.

─¡Demonios, Shane, no puedo usar esta cosa! ¿Hay un


truco en esto?

Shane ofreció su mano de nuevo. ─Déjame verlo.


Marcaré a Gray y tú puedas hablar con él. ─El teléfono tocó
su palma pero fue apartado apresuradamente antes de que
pudiera cerrar sus dedos alrededor del celular.

─No tiene sentido, Katy. Querida, el muchacho está


manejando. No puede estar marcando un teléfono. Yo lo
haré.

Shane sonrió abiertamente, sintiéndose mucho mejor


sobre la situación. Si Ted todavía podía permanecer
tranquilo y tomar el cargo, no debía estar tan mal como
ellos temían.

El trayecto en coche al hospital fue largo e intenso,


pero finalmente llegaron. El doctor de la sala de
emergencias ingresó a Ted y empezó inmediatamente con
los exámenes pertinentes. Ahora todo lo que había que
hacer era esperar. Odiaba esperar.

Kaitlyn había entrado en la sala de exámenes con su


marido y dejó a Shane hacer las llamadas apropiadas y
rellenar el papeleo de admisiones. Ted había dejado un
mensaje con uno de los delegados de Gray, pero Shane no
había visto ninguna señal del hombre. En algún momento
durante la espera interminable, Kaitlyn vino a decirle que

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Ted había tenido efectivamente un ataque cardíaco, pero
ella no sabía nada más. Los doctores todavía estaban
examinándolo.

Shane ya había llamado a la H Rota para dejarles


saber a los trabajadores del rancho qué estaba pasando así
como encargarles que descargaran el camión. Había mirado
fuera de la ventana un par de veces y había ojeado una
revista. Estaba haciendo lo que podía para pasar el tiempo
sin preocuparse, pero nada estaba ayudando mucho.
Estaba a punto de subir y buscar una taza de café cuando
una mano tocó su hombro.

─¿Shane?

Él miró en los ojos color del césped fresco recién


cortado y tragó el nudo de su garganta. «¿Por qué, después
de todos estos años, el hombre aún lo afectaba de este
modo?» Se puso de pie y extendió su mano, esperando
como el infierno que el temblor de sus dedos pasara como
nervios debido a que Ted estaba en el hospital.

─Hola, Grayson.

Era una cosa tonta, y ridícula para decir, considerando


que su padre estaba en el hospital, posiblemente muriendo,
pero la primera cosa que Gray notó era que el largo cabello
negro de Shane estaba más largo. Deseaba poder deslizar
sus dedos a través de esa melena gloriosa y borrar la
mirada preocupada de la cara regia de Shane. El hombre se
parecía a los cuadros de los nativos americanos que se
veían en los libros de historia después de que fueron
obligados a ir hacia las reservas, derrotados y heridos, pero
todavía orgullosos.

Shane soltó su mano. «¡Demonios!» No se había dado


cuenta de que todavía tenía agarrada la mano del hombre.

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«¿Qué había en Shane que siempre lo tenía haciendo un
completo y absoluto idiota de él?»

Gray aclaró su garganta y se sentó al lado de una silla


que Shane había dejado vacante, intentando recobrar la
compostura.Cerca de Shane, siempre estaba desorientando,
pero recibir un mensaje de que su padre estaba en el
hospital con un sospechoso ataque cardíaco, no estaba
ayudando a sus nervios. ─¿Has oído decir algo de la
condición de papá? ¿Va a estar bien?

Shane se encogió de hombros y se sentó a su lado.


─Tu madre me contó que el doctor había dicho que tuvo un
ataque cardíaco, pero ella no sabía mucho más de eso.
Todavía le están haciendo exámenes.

Gray cabeceó, no muy seguro de qué decir. No había


sido el mejor hijo del mundo, pero amaba a su papá.
─Necesito ir más a la H Rota.

─Es triste que tuviera que pasar algo como esto para
hacerte comprenderlo.

Gray no estaba seguro de si Shane quiso criticarlo,


pero no obstante estaba allí, en su voz. ─¿Qué jodidos se
supone que significa eso?

Shane levantó una ceja arrogante.

«¡Bastardo presumido!» ─¿Realmente quieres discutir


ahora mismo, Grayson?

─¡Tú lo empezaste, Cortez! «In-jodido-creíble». ─No


era como que ya no se sintiera culpable por no visitar a su
gente tanto como debía, pero ahora la razón de que se
mantuviera lejos estaba echándole mierda sobre eso.

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Shane suspiró y deslizó sus manos bajo su cara
morena. ─Mira, tienes razón. Lo siento. Estoy angustiado
por tu papá.

«¿Qué?» « ¿Y él no lo estaba?» Quiso pegarle a Shane,


pero no lo hizo. Había crecido con el hombre y sabía que
Shane quería de verdad a los Hunters más viejos. Además,
Gray podría estar agraviado, pero no iba a permitir a Shane
ver eso. Claro, el hombre siempre estaba bajo su piel, así
que era muy discutible. Gray suspiró y descansó su cabeza
en sus manos, intentando relajarse. ─También estoy
angustiado. Puede que no fuera al rancho a menudo, pero
él todavía es mi papá.

─¿Shane? ¡Oh! ¡Gray!

Gray vio a su mamá trotar hacia ellos, sonriendo. Se


puso de pie y sostuvo sus brazos abiertos. ─Hola, Mamá.
¿Cómo está él?

Ella lo apretó fuerte, y ahuecó una mano detrás de su


cuello, empujándolo hacia abajo para besar su mejilla.
─Primero van a hacerle un angiograma para ver qué tan
grave es el daño a los vasos sanguíneos del corazón.
Entonces sabrán si necesita la cirugía de bypass. Si no está
tan mal, podrán arreglarlo cuando hagan la angioplastia en
lugar de hacer el bypass. Pondrán unos pequeños tubos allí
para abrir los vasos sanguíneos.

─¡Oh, Dios! ─Él sabía que sonaba más horroroso de lo


que probablemente era, pero no podría evitar su inicial
sobresaltada reacción.

Shane parecía tan inquebrantable como siempre, y eso


lo molestaba terriblemente. El hombre era una jodida
piedra. «¡Espera!» «¿Eso es un poco de humedad en sus
ojos?» Shane lo miró con cara ilegible, y pestañeó.

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─Realmente eso no es un gran problema estos días,
Grayson. Él estará bien.

─Sí, lo sé. ─Él miró a su madre otra vez─. ¿Cuándo


van a hacer el procedimiento?

─El doctor va a recogerlo en aproximadamente dos


horas. ¿Muchachos queréis verlo antes de que empiecen a
prepararlo? La enfermera dijo que estaría bien, pero sólo
unos minutos.

Gray agarró su mano, dándole golpecitos, entonces


tiró de ella para conseguir que se moviera. ─Claro que
queremos, mamá.

Cuando entraron a la sala del paciente, su papá sonrió.


«Dios, él lucía como el infierno». Gray hizo su mejor
esfuerzo para devolverle la sonrisa y fue al lado de la cama.
Tomando la mano de su padre, lo apretó antes de dejarla.
─Hey, Pap.

─Hey, niño. ─Ted miró al otro lado de Gray y divisó a


Shane, inclinando hacia abajo su cabeza saludando─. Shane.

─Ted. ─Shane inclinó su barbilla ligeramente, su rostro


más duro que nunca.

─Dado que tengo a ambos aquí, muchachos, ─él


agarró la mano de Gray, luego la de Shane─, quiero que
ustedes dirijan la H Rota. Quiero que ustedes dos... ambos,
mis muchachos.

─Papá, tú no te estás muriendo, así que déjalo.

Shane le frunció el ceño. ─Permite al hombre hablar,


Grayson.

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«¡Oh, buen señor!» «¿No le molestaba a Shane tener
al viejo hombre hablando como si estuviera a punto de
morirse?» «A él seguro como el infierno que lo hacía».
Gray exhaló un gran suspiro y cerró su boca antes de que
dijera algo de lo que pudiera arrepentirse.

Ted agarró sus manos. ─Ahora, escucha. No estoy


esperando morirme, hijo. Pero quiero estar seguro de que
las cosas sean atendidas en caso de que algo pase. Gray…

─¿Papá?

─Quiero que ayudes a Shane el próximo par de


semanas. Ahora, sé que tienes responsabilidades como
alguacil, pero me gustaría que hicieras tiempo si Shane te
necesita.

Gray cabeceó. Él ya había arreglado su horario, pero


estaba esperando como el infierno que Shane no lo
necesitara. Trabajar con Shane, viéndolo todo el día, todos
los días, lo mataría probablemente, aun cuando solo fuera
por una o dos semanas. Aún así, estaría allí para prestar
una mano si tenía que hacerlo. Diablos, preocuparse por
eso probablemente no serviría para nada, dado que Shane
dirigía a la H Rota solo, de todos modos. El hombre se
había encargado de alguna manera de todo el material
administrativo, incluyendo pagar facturas y tomar las
decisiones necesarias en el rancho, desde hacía años
mientras su padre apenas manejaba unas cosas aquí y allá.

─Lo haré, Papá. Ya me he tomado unos días. Mis


alguaciles pueden ocuparse de las cosas durante algún
tiempo.

Ted sonrió. ─Bien, bien. ─Él apretó sus manos de


nuevo─. ¿Ustedes dos cuidarán de Katy?

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Gray tomó una respiración profunda. Odiaba la
condena y la tristeza, sobre todo en esta situación, con
respecto de alguien a quien amaba.

Shane lo miró a través de la cama. Había un ligero


arco en una de esas cejas orgullosas. Entonces el hombre
miró a su papá otra vez. ─Claro, nosotros lo haremos, Ted.
Pero vas a estar fuera en casi nada de tiempo y podrás
hacerlo tú mismo.

─Seguro, también lo espero, Shane.

─Shane está en lo cierto, papá. Apuesto a que estarás


en casa dentro de una semana.

La enfermera caminó dentro del cuarto. ─Bien,


señores. Voy a tener que sacarlos fuera de aquí. Tenemos
que tener listo al señor Hunter. ─Ella los condujo hacia la
puerta─. Señora Hunter, puede quedarse por unos minutos
más.

─Te veo luego, papá. Te amo. ─Gray se inclinó y besó


la mejilla de su padre.

El hombre viejo le dio unos golpecitos en el hombro.


─Te amo, también, Gray.

Shane parecía más allá de Gray. ─Voy a ir por algo de


comer. Kaitlyn, ¿quieres algo?

─No, dulzura, estoy bien. Ve y llévate a Gray contigo.


Y hazlo comer algo, Shane. Así sabré que consiguió al
menos una buena comida hoy.

Shane miró a Ted de nuevo, su cara ilegible, o lo


habría sido para la mayoría de las personas, pero Gray
conocía al hombre. Sabía que la ligera inclinación de cabeza

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decía todo lo que Shane no diría en alto, que él también
amaba a su papá. ─Ted.

Al parecer, su papá lo comprendió también. Se rió


entre dientes y extendió una mano a Shane. Cuando Shane
la tomó, Ted lo acercó y dio golpecitos a su hombro, así
como había hecho con Gray. ─¡Te amo, también,
muchacho! Ahora ustedes, coman algo bueno por mí,
también, porque tengo el presentimiento de que van a
decirme que tengo que cuidar mi dieta después de esto.

Gray oyó que la enfermera se reía entre dientes


cuando ellos salieron.

─Usted mejor créalo, señor Hunter.

Shane y él volvieron al área de espera antes de que


Shane dejara caer una bomba sobre él. ─Probablemente
necesitaré que ayudes la próxima semana. Tuve que dejar
ir a uno de los peones y otro está fuera de vacaciones.

Gray cerró sus ojos por unos segundos, entonces los


abrió y asintió. «¡Bien, hijo de perra! » ¿Eso simplemente
no lo imaginaba?

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Capítulo 2

S hane estaba bastante seguro de que Gray no


quería ir a comer con él, pero había estado de
acuerdo de todos modos. Ahora, el otro hombre estaba
sentado en silencio en el camión al lado de él, mirando
fijamente fuera de la ventana lateral, con su sombrero de
vaquero color canela jalado ladeado sobre sus ojos. «¿Qué
había pasado con el fácil compañerismo que habían
tenido entre ellos?»

Hace mucho tiempo no había nadie con quien Shane


se hubiera sentido más cómodo que con Gray, ni siquiera
con Ted y Kaitlyn. Gray había sido la sombra de Shane
hasta que tuvo casi dieciocho. Entonces, poco después,
Gray se había levantado y se había ido para montar en el
circuito de rodeo. ¡Oh hombre!, eso había asustado de
muerte a Shane. Kaitlyn y Ted, también estuvieron
preocupados por ese asunto. Pero Shane también había
estado orgulloso. Gray realmente se había hecho un
nombre montando toros, él podría haber seguido en el
circuito profesional si hubiera querido. En cambio el
muchacho había ido a la universidad con sus ganancias.
Después se unió al Departamento de Policía de San Antonio.
Detrás de una carrera corta con el equipo SWAT, Gray
había regresado a casa y había trabajado para convertirse
en alguacil, con el resultado de haber sido el hombre más
joven en ser votado alguacil en la historia de su condado.

Shane metió el camión en el aparcamiento del


restaurante, encontró un lugar e hizo una pausa antes de
apagar el motor. ─¿Este está bien? ¿O quieres ir a otro
lugar?

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Gray abrió la puerta y salió. ─No, este está bien.
─Cerró la puerta y partió hacia la entrada.

Shane suspiró, apagó el encendido y se unió a él. La


actitud de Gray apestaba, y lo había hecho desde que había
dejado la casa hace once años. Pero, maldición si su trasero
no lucía bien en esos pantalones de uniforme caquis cuando
caminó enojado a través del aparcamiento. Shane gimió y
agitó su cabeza cuando siguió ese trasero dentro del
restaurante.

Una vez que ellos se sentaron en una cabina, una


camarera tomó su orden y trajo los tés con hielo. A causa
de todo, Gray apenas dijo una palabra. Ni siquiera lo miró.

Shane había tenido bastante. No tenía ninguna idea


por qué el hombre era tan hostil hacia él, pero esto lo
molestó, e iban a hablar sobre esto. Gray era demasiado
importante para él. Siempre lo había sido.

Lo que Shane realmente quería... bien, no importaba


lo que quería. Gray podría no ser ya un niño, pero todavía
era demasiado joven para él. «¡Y Gray merecía alguien
mejor, pero, maldición, ellos no iban a continuar de esta
manera!» Extrañaba al viejo Gray; cualquier cosa que
estuviera molestando al hombre también estaba
manteniéndolo fuera de la H Rota, fuera de sus padres y
fuera de Shane.

Apenas había abierto su boca para preguntarle a Gray,


cuando Sherry Ann, la joven hija del vecino de los Hunters,
se deslizó en el asiento al lado de él. Su coleta rubia casi le
pegó en la cara cuando ella se deslizó cerca. «¡Maldición!
¡No de nuevo!» La muchacha se lanzaba prácticamente
sobre él cada vez que lo veía.

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─¡Eh, Shane! ¿Qué te trae al pueblo? ─Ella frunció
ligeramente sus labios y apretó los brazos a sus lados,
causando que sus pechos parecieran como si pudieran
derramarse fuera de la blusa azul de bajo corte en
cualquier momento.

─Una emergencia familiar, Sherry Ann. ─Él se deslizó


más cerca a la pared y le dio una mirada que esperaba
transmitiera que quería que ella se marchara.

Ella lo ignoró y se deslizó más cerca de él. ─Nada


demasiado malo, espero. ─Tremendamente audaz, ella
extendió la mano y enrolló su dedo alrededor de una hebra
de su cabello, jugando con él─. Nunca había visto tu cabello
suelto. Deberías llevarlo así más a menudo. Es muy sexy.
─La brujilla realmente movió sus pestañas hacia él─. Si no
tienes nada que hacer el sábado, me gustaría compensarte
por salvarme el otro día.

«¡Buen Señor, la muchacha tenía valor!» Shane trató


de no gemir. Desde que Sherry Ann había llegado a la
pubertad, ella había estado viniendo a él e intentando
seducirlo, pero en los últimos meses, parecía como si ella
hubiera redoblado sus esfuerzos. Daba un paso
descaradamente hacia él cada vez que lo veía, sin tener en
cuenta cuántas veces él la rechazara.

Shane cepilló su cabello sobre su hombro, quitando las


hebras eficazmente de sus dedos, deseó una vez más tener
algo con que sujetarlo hacia atrás y se apretó contra la
pared. ─Sherry Ann, te he dicho muchas veces, y te lo digo
otra vez, que soy demasiado viejo para ti.

Gray se aclaró la garganta. «¿Él estaba mirando con


fiereza a la muchacha?» «No, lo más probable es que él
estuviera recordándole simplemente sus modales».

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Ella lo miró, y se sobresaltó. ─Oh, hola, alguacil
Hunter.

Gray inclinó su cabeza, ─Sherry Ann. ─Al parecer, le


recordó sus propios modales. Él pareció comprender que su
sombrero de vaquero todavía estaba en su cabeza, se lo
sacó, y lo puso en el asiento al lado de él, entonces, deslizó
una mano a través de su corto cabello castaño oscuro─.
¿Shane te salvó?

Ella miró a Shane otra vez, agarrando su cabello de


nuevo. ─Sip. Metí mi auto en una zanja, pero Shane me
rescató. Él me llevó para que yo no tuviera que caminar el
resto de todo el camino a casa.

Shane hizo todo lo que pudo para evitar rodar sus ojos.
Ella sólo estaba a una milla de su casa. La caminata no la
habría matado. «¿Tenía que hacer entender a la
muchacha que él no la quería?» «Le había dicho
rápidamente que no estaba interesado... varias veces».

Los luminosos ojos verdes de Gray se estrecharon en


Shane, entonces él miró a Sherry Ann otra vez. «¿Gray la
veía con fiereza de nuevo?» Shane dio tirones a su cabello
fuera de su mano, sin cuidar lo que pareciera. «¡Suficiente,
es suficiente!»

Los ojos de Gray se ensancharon y se encontraron con


los suyos; una sonrisa torcida en la esquina de sus labios
antes de que se inclinara adelante hacia la muchacha.
─Querida, yo odio ser rudo y echarte, pero tengo algunos
negocios que discutir con Shane.

Ella apoyó sus brazos en la mesa, prestando su


atención a Gray, y expuso su hendidura un poco más.
─¡Oh! ¿Un negocio policíaco? ¿Qué hizo Shane?

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Shane gimió alto. ─¡Shane no hizo nada! ─Él hizo una
mueca de dolor. «¡Buen Señor! No sólo eso había salido lo
bastante mordaz, pero realmente se había referido a sí
mismo en tercera persona».

Gray se rió, presumiendo el hoyuelo en su mejilla


izquierda. ─Realmente no hizo nada, pero en verdad
necesito hablar con él en privado, si no te importa.

Ella suspiró dramáticamente. ─Bien, de acuerdo.


Piensa sobre este fin de semana, ¿bien, Shane? ─Ella besó
su mejilla y se levantó.

Antes de que Shane se quejara de su progreso y le


dijera que él no iba a verla este fin de semana, ni cualquier
otro, ella los dejó.

─¿Qué diablos fue eso?

Él examinó la sonrisa burlona en la cara de Gray.


«Dios, ¿cuánto tiempo había pasado desde que él había
visto sonreír así a Gray?» El apuesto joven había crecido
para convertirse en un hombre aun más apuesto. Shane le
devolvió la sonrisa, después se puso serio. ─La muchacha
es una molestia. Ella se me sigue ofreciendo. No importa
cuán a menudo y de cuántas maneras la rechazé, maldición,
ella sólo no toma un no por respuesta. Juro que parece
como si me tropezara por todas partes con ella. Me llama al
rancho, y el otro día, incluso a mi teléfono móvil.

Gray dejó de sonreír. ─¿Ella está acechándote?

«¿Qué?» «¿Acechando?» Shane pestañeó. ─No seas


ridículo, ella es simplemente una niña. Podrá ser un dolor
en el trasero, pero es inofensiva. Sólo necesita una buena
nalgada. ─No era que Shane fuera a ofrecerse a dársela. No
había duda de que la pícara probablemente lo disfrutaría─.

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Realmente, siento compasión por ella. Es una pena que su
mamá se muriera tan joven. No creo que su papá le preste
alguna atención. Él compra su afecto con ropa y cosas
elegantes, e incluso le consiguió ese automóvil. La chica
está claramente hambrienta de atención.

Gray frunció el entrecejo. ─No sé, Shane. Ella debe


tener ahora alrededor de diecisiete, ya no es una niña. Si le
has dicho que no y ella sigue molestándote... eso no es
correcto. ¿Estás seguro de que se lo has aclarado?

─¿Diciéndole, 'Sherry Ann, soy demasiado viejo para ti.


Tienes que detener este coqueteo, porque no voy a salir
contigo', ¿no está claro?

─Sí, eso es bastante obvio. ─Esos bonitos labios se


fruncieron un poco más, moviéndose hacia abajo en las
esquinas─. Y ella continúa importunándote. ─Realmente no
era una pregunta, pero Shane asintió de todas maneras.

Gray agitó su cabeza. ─Shane, eso suena como un


comportamiento bastante obsesivo. Tiene que ser detenido.

─Estoy más preocupado porque la chica vaya a tirar


esa mierda con algún otro y entre en algo que no pueda
manejar. He estado pensando en serio sobre hacer que tu
madre tenga una charla con ella. La única razón por la que
no lo he hecho yo mismo, es que al venir de mí, ella pueda
tomarlo como un estímulo.

Gray tomó un sorbo de su té, todavía horrendo. Puso


su vaso boca abajo. ─Quizá deberías ir a hablar con su
padre.

Shane resopló. ─Infiernos, el hombre intentaría


casarla conmigo sólo para sacársela de encima. Realmente
no le importa lo que la chica haga con tal de que no lo
moleste.

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Gray lo miró a los ojos. ─En serio, jefe, debes hacer
algo sobre eso. Eso es acoso.

Shane pestañeó, enmudecido. Todos los pensamientos


sobre Sherry Ann volaron de su mente; Gray no lo había
llamado ‘jefe’ en años. «¡Dios, él había extrañado eso!»
Como siempre, si hubiera venido de alguien más, Shane
habría estado molesto como el infierno, pero de Gray no
significaba un insulto; nunca lo hacía. Era un término de
respeto de un Gray de cuatro años y, después, un término
cariñoso. El muchacho había caminado derecho hacia
Shane, esos ojos verdes asomados en él atemorizados, y
había preguntado, ─¿Eres el jefe de la guerra o el jefe de la
paz? ¿Yo puedo ser un valiente? ¿Tú me enseñarás cómo?

─¿Cuál es el problema? ─La cabeza de Gray se


enderezó un poco.

Shane salió de su ensueño. ─Nada.

Ellos compartieron un momento embarazoso, ambos


mirando fijamente al otro, entonces los ojos de Gray
centellearon. ─Tú sabes, hablando de matrimonio, ¿por qué
no has encontrado a una buena muchacha y te has
establecido?

Shane se rió entre dientes, aliviado por no sólo haber


roto el silencio, sino por tener a Gray fastidiándolo. ─¿Por
qué no lo has hecho tú? Hey, puedo matar dos pájaros de
un tiro. Podrías resolver mi problema y conseguirte una
muchacha, invitando a Sherry Ann a salir. Ella está mucho
más cerca de tu edad que de la mía.

Gray se apoyó hacia adelante, con ojos


repentinamente serios. ─Sí, pero creo que los dos sabemos
que ella no es mi tipo... a causa del hecho de que no tiene
una polla. ¿O lo habías olvidado?

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Capítulo 3

E ra justo después de medianoche cuando Gray


llegó a la casa de sus padres. Después de
averiguar que su papá sería sometido a un bypass doble
por la mañana, Gray había llamado a su oficina para
avisarles a todos dónde podían localizarlo. Entonces él
había ido a la casa que había alquilado fuera en el pueblo,
se había cambiado su uniforme por pantalones vaqueros y
una camiseta negra, empacado un poco de ropa, y se había
dirigido al rancho. Su madre había decidido quedarse en el
hospital. Así que aquí estaba, pasando a través de la verja
delantera bajo el arco de hierro forjado donde se leía, ‘La H
Rota’

El sucio camino de arena gruesa era largo y se


extendía alrededor de la parte trasera de la casa principal
del rancho, más allá de las brillantes columnas blancas en
el frente que estaban iluminadas con luces; sin embargo, la
luz del porche estaba apagada. Gray fue a la parte de atrás,
notando que la luz del porche trasero también estaba
apagada. «Maldición, había amado este lugar cuando
era un niño». Muy mal que esto ya no se sintiera como el
hogar. No había estado cómodo aquí desde ese día en el
viejo estanque hacía doce años. El día en que su mundo
había cambiado.

Gray resopló y estacionó su camioneta. Fue hace


mucho tiempo. Casi nunca pensaba sobre eso hoy en día.
De acuerdo, ésa era una mentira; él pensaba acerca de ese
día cada vez que veía a Shane, cada vez que él iba a pescar,
cosa qué él ya nunca hacía, o siempre que la H Rota era
mencionada. Realmente era tiempo de superarlo. Después

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de todo, Shane no había pestañeado cuando Gray le
recordó que era gay. Creía que estaba avanzando. Quizá él
y Shane podrían construir una amistad parecida a la que
habían tenido en ese entonces. Quizá Shane había crecido
para aceptar la orientación sexual de Gray. Esperaba que
así fuera.

Gray agarró su bolso del lado del pasajero de su


camioneta y cerró la puerta. Aunque las luces estaban
apagadas en la casa grande, la luz del porche delantera
estaba encendida en la cabaña de tres habitaciones de
Shane dónde el capataz vivía normalmente. «¿Debía ir allí,
y permitir a Shane saber que él estaba aquí?» Maldición,
él quería... y eso lo irritaba mucho. «¿Por qué Shane le
importaba tanto todavía? ¿Por qué estaba viendo como
una gran cosa que pudieran ser de nuevo por lo menos
amigos?» Shane había dejado sus sentimientos bastante
claros hace tiempo, pero «¿qué sobre hoy?» Ellos se habían
llevado hoy realmente bien.

«Bien, ¡joder!» Gray arrojó su bolsa sobre su hombro y


se dirigió a la cabaña del capataz. Quizá si él lo dejara y
Shane le dijera que se largara, él podría sacar su cabeza de
las nubes. «¡O quizá él era simplemente un idiota!»

Caminó al porche y golpeó a la puerta. Tuvo un


recuerdo lejano de cuando él era un niño: En ese entonces,
sólo habría entrado.

─¡Está abierto! ─El bramido de Shane era apagado.

Gray dio la vuelta al tirador de la puerta y entró en la


sala. Lucía simplemente igual a como la recordaba: el
mismo suelo de dura madera, el mismo revestimiento de
madera en las paredes, el mismo mobiliario de viejo cuero
marrón… El manto sobre la chimenea de piedra tenía unos

22
nuevos cuadros, pero aparte de eso, no parecía haber
cambiado mucho. A Gray siempre le había gustado este
cuarto con toda la madera; siempre se sentía doméstico,
vivo, rústico y varonil. Era un cuarto cómodo.

Notó que Shane casi había llenado los estantes de la


chimenea. Al hombre siempre le había gustado leer, pero
raramente lo hacía cuando Gray vivía en la H Rota. Siempre
había habido mucho que hacer. Más de una vez, Shane
había echo a un lado el libro para llevarlo a montar, pescar,
o cazar, o lo que fuera que Gray hubiera querido hacer.

─¿Grayson? ¿Eres tú?

─Sí. ¿Dónde estás?

─En la cocina.

Gray dejó caer su bolsa en el sofá, cruzó el abierto


comedor y entró a la cocina. Echó una mirada alrededor,
observando que se habían puesto al día los aparatos de la
cocina y armarios, de limpio acero y roble oscuro. Entonces
su mirada aterrizó en Shane, o más bien en el trasero de
Shane.

Su hombre de ensueño estaba sobre sus rodillas y una


mano. Su otra mano estaba extendida entre el refrigerador
y un armario. Su cara estaba apartada de Gray y su largo
cabello caía en forma de cascada sobre un hombro. Aparte
de un par de pantalones de dormir rojos a cuadros, no
llevaba puesto nada más. Una línea larga y lisa de una
musculosa espalda bronceada, proporcionaba una buena
vista sobre ese lindo trasero encerrado en cuadros.
«¡Incluso los condenados pies del hombre eran sexys!»

Gray suprimió un gemido y se movió más cerca para


poder ver.

23
La hermosa cara de Shane se golpeó contra el armario.
Sus grandes ojos castaños se encontraron con los de Gray
y sus cejas se fruncieron en concentración.

─¿Qué estás haciendo?

Shane suspiró ruidosamente. ─¡Juro por Dios y todo lo


que es santo que es una jodida conspiración! ¡Las tiras de
hule se han escapado para fastidiarme!

Lo dijo con tal convicción que Gray soltó una carcajada.


Él se asomó por debajo, en la tres pulgadas de espacio
entre la nevera y el armario. A poco más que la anchura de
un dedo desde la mano extendida de Shane, estaba la
rebelde tira de hule. ─¿Uh, jefe? Yo realmente odio
preguntar, pero ¿considerarías quizás conseguir una escoba
o algo con una asa larga?

Shane gimió y se levantó. ─¡Listillo! ─Fue a la


despensa, su cabello largo cubriendo su espalda fuerte y
cayendo justo sobre ese magnífico trasero, y sacó una
escoba, entonces apuntó con un dedo a Gray─. ¡No te
atrevas a reírte! Ha sido un largo día; mi cerebro está
cansado. ─Él deslizó fuera la ofensiva tira y apartó la
escoba, entonces se apoyó contra el armario y empezó a
trenzar su cabello─. ¿No has ido todavía a la casa grande?

─Nop. Vi tu luz encendida y pensé en dejarte saber


que estaba aquí para que no me dispares por entrar
ilegalmente.

Shane rodó sus ojos. ─Yo estaba esperándote.


Recuérdame mañana buscar en la oficina de tu papá más
tiras de hule. Esta es la última que tengo; la condenada
cosa se escapa volando directamente de mi mano.
─Terminó la trenza y envolvió la tira alrededor una vez, dos,
tres veces, entonces estuvo terminada.

24
Gray veía fijamente; él no podía evitarlo. Y para hacer
las cosas mucho peor, estaba poniéndose duro.

Decir que Shane tenía un bello cuerpo era una


subestimación. El hombre era magnífico. Era
aproximadamente tan alto como Gray, aproximadamente
seis pies 4 , pero donde Gray era más pesadamente
musculoso, Shane tenía el cuerpo de un atleta, o como
Gray solía pensar, de un guerrero indio. Su pecho luciría
muy bien con una garra de oso pintada, o con una coraza
de hueso puesta sobre él.

Shane atrapó su mirada. Alzó una ceja. Entonces con


una voz suave y ronca él dijo, ─Ven aquí.

Gray pestañeó, cogido fuera de guardia. ─¿Ah?

Shane cruzó sus brazos sobre su pecho, y continuó


apoyándose contra el armario. Su cara era ilegible. ─Dije,
ven aquí.

Gray se movió despacio. Sus pies se sentían como si


pesaran una tonelada. «¿Qué quería Shane?» Cuando él
estuvo a aproximadamente dos pies de distancia, Shane se
empujó fuera del armario y cerró el espacio entre ellos.
Gray podía jurar que sentía mariposas en su estómago.

Tenía miedo de respirar, miedo de que Shane se


alejara asustado de que él no lo hiciera. «¿Qué iba a
hacer?» Estaba de pie allí mirando, esperando, y tragó el
nudo de su garganta. Había pasado mucho tiempo desde
que Gray memorizó cada pulgada de la cara frente a él,
esas altas mejillas, la recta y larga nariz y las espesas
pestañas negras cubriendo esos hermosos ojos castaños,
pero maldición si su polla no se endurecía completamente

(4) 1 pie = 0,3048 metros, seis pies equivalen a 1.82 metros.

25
al verlo tan cerca. Los oscuros ojos de Shane lo miraron
fijamente durante varios segundos. Entonces, sus
sensuales labios se levantaron tan ligeramente que si Gray
no hubiera estado mirando fijamente su boca, él se lo
habría perdido.

Shane estiró su mano detrás del cuello de Gray, lo jaló


hacia adelante... y lo besó.

El cerebro de Gray hizo cortocircuito. Las mariposas en


su intestino empezaron a dar vueltas y hacer acrobacias, y
todo lo que él podía hacer era estar de pie allí... helado.
«¿Qué diablos estaba pasando? A Shane no le gustaba él
de esa manera.» «Diablos, más al punto, Shane no era
gay. Él lo había descubierto de la manera difícil cuando
Shane lo había rechazado hace todos esos años.»

Finalmente, Shane rompió su beso, jalando la camisa


de Gray sobre su cabeza y dejándola caer al suelo. Un dedo
se deslizó bajo el torso de Gray, empezando entre sus
tersos pectorales y acabando en su ombligo. Shane
zambulló ese serpenteante dedo dentro del hueco, entonces
siguió el sendero de vello, empezando debajo de su
ombligo, hasta que golpeó la cima del bajo cinturón de los
pantalones vaqueros de Gray.

Gray observó a Shane mirarlo, esos ojos castaños


prácticamente chamuscaban su cuerpo cuando siguieron la
línea hacia abajo. Entonces, antes de que Gray incluso
comprendiera lo que estaba haciendo, Shane se agachó y
trazó el mismo camino con su lengua.

No podía respirar, su respiración se movió a tirones en


su garganta y se negó a salir. «¿Esto realmente estaba
pasando?» ─Shane...

26
─Relájate. ─Shane subió y lo besó de nuevo, esta vez
trazando un curso húmedo y pellizcando a lo largo de su
cuello y espalda, dejando la piel de gallina en su estela.
Cuando llegó a la clavícula de Gray, estiró su mano hacia
abajo y desabrochó los pantalones vaqueros de este.

«¡Oh, Dios!» Las pelotas de Gray tiraron más fuerte, su


polla daba tirones con la anticipación. Cuando estaba
ardiendo, una mano callosa se deslizó dentro y encontró su
polla, sus caderas empujaron hacia adelante, prácticamente
rogando. Shane apretó y frotó a través del delgado algodón
de sus bóxers. Su polla empezó a gotear. Shane gimió y lo
apretó de nuevo cuando su boca rodeó el pezón de Gray.

─¡Joder! ─Él acercó más a Shane, acunando su cabeza


contra su pecho con una mano, acariciando su espalda con
la otra. Si sólo pudiera conseguir hacer esto una vez, él iba
a asir la oportunidad y finalmente jugar con esa gloriosa y
sedosa melena negra. Cogió el fin de la trenza de Shane,
jaló la tira fuera y lo desenredó. «¿Cuántas veces había
soñado con peinar con sus dedos ese cabello?» Alzando
varias hebras, él las dejó caer de nuevo.

Shane suspiró suavemente y movió su boca bajo el


pecho de Gray. Cuando alcanzó su polla, él enganchó sus
dedos pulgares a través del cinturón de los pantalones
vaqueros y los empujó junto con los boxers de Gray abajo,
en un rápido movimiento.

La polla de Gray surgió libre, parada erguida,


sintiéndose increíblemente sensible en el aire fresco. Estaba
tan jodidamente duro que dolía. Quería la boca de Shane,
sus manos, algo... algo en su polla. ─¡Mierda santa!

La lengua de Shane dio un golpecito encima de la


punta, y después sumergió la polla en el calor húmedo de
su boca. Gray gimió, sus dedos apretando el grueso cabello

27
negro. Shane también gimió, entonces se puso de pie,
haciendo que Gray lamentara la pérdida de esos bonitos
labios.

─Al dormitorio, Grayson. ─Shane se apoyó hacia


adelante y rozó un rápido beso contra él─. Ahora.

La mente de Gray protestó, diciéndole que hiciera un


descanso, para salir mientras pudiera antes de que hiciera
algo que ambos probablemente lamentarían. Su polla tenía
otras ideas, le dijo que mantuviera su boca cerrada y
llevara su trasero al dormitorio. Naturalmente, su polla
ganó la discusión.

Él se sentó al final de la gran cama de caoba de cuatro


postes de Shane y de un tirón sacó sus zapatos de lona,
luego sus calcetines. Cuando estuvo completamente
desnudo, Shane estaba de nuevo con él. El otro hombre
caminó derecho a él, poniéndose de pie entre sus piernas
extendidas. Esos calurosos ojos castaños miraron de arriba
abajo.

─Muy lindo. ─Shane se inclinó hacia adelante,


descansando sus manos en los hombros de Gray y dio un
golpecito con la lengua en sus labios.

Él se derritió, se abrió en seguida y dejó entrar a


Shane. Sus manos abrazaron la tensa cintura del otro
hombre, sus dedos bajando poco a poco el cinturón. El
besar era genial, pero él se estaba muriendo por conseguir
sostener la polla de Shane. Se reclinó, separando sus bocas,
para desatar el cordón y tiró los pantalones fuera el resto
del camino. ─¡Oh, Dios, sí!

La polla de Shane quedó libre. Por alguna extraña


razón Gray siempre había pensado que Shane no estaría
circuncidado, pero le alegraba ver que estaba equivocado;
le gustaba muchísimo la vista de una polla circuncidada.

28
Era larga, tenía un tinte rojo profundo así como una vena
muy pronunciada bajo su longitud. La cabeza era linda y
gruesa. Su boca se hacía agua sólo con mirarlo.
Preguntarse sobre cómo sabría, era una de las cosas que lo
habían vuelto loco durante años. Ahora él envolvió la base
de esa gruesa polla con su mano, se movió hacia adelante,
y cerró sus labios alrededor de ella.

Amaba chupar una polla; siempre había sido una de


sus cosas favoritas para hacer y era condenadamente
bueno en eso. Pero el hecho de que era la polla de Shane lo
hacía más agradable aún. Él se deslizó todo el camino abajo,
tomando el ancho eje profundamente en su boca, luego de
nuevo arriba. En la siguiente bajada, tragó cuando la
cabeza se alojó en la parte de atrás de su garganta.

Los dedos de Shane se flexionaron en sus hombros y


un ronco y sexy gemido llenó el aire. Estiró la mano hacia
abajo e inclinó la barbilla de Gray, esos ojos castaños
medio cerrados y llenos de lujuria. ─Maldición, luces bien
con tus labios envueltos alrededor de mi polla, pero no
quiero que hagas esto ahora mismo. Deslízate sobre la
cama, Grayson.

Gray pensó discutir, pero no había modo de que le


diera a Shane una razón para provocar un alto en su
diversión. No sabía lo que le había entrado al hombre, pero
no era el momento de ‘mirar el diente a un caballo
regalado’, por así decirlo. Lo quería demasiado y tendría
sólo el recuerdo de esto para siempre, así que le dio a la
dulce polla una última buena succión y se apartó.

─Oh, maldición, eres bueno en eso. ─Shane dio


palmaditas en la pierna de Gray y señaló con su propia
barbilla hacia la cabecera de cama─. Ven, sube en medio de
la cama.

29
Gray se deslizó de espaldas como él había dicho y
miró cómo Shane se arrastró sobre la cama después de él.
«¡Maldición, el hombre era hermoso!» Se movía tan
airosamente, siempre lo hacía, pero mirarlo moverse
desnudo por la cama, era algo más. Shane se parecía a un
tigre que se acerca furtivamente a su presa y el vientre de
Gray se tensó por la vista. El largo cabello oscuro de su
amante se separó a cada lado de su cabeza y se arrastró
sobre las piernas de Gray, haciendo cosquillas de una
manera sensual. La polla de Gray goteó más fluido. «¡Joder,
quería a Shane tan urgentemente!»

Shane alcanzó la polla de Gray y se detuvo, todavía en


sus manos y rodillas, su cabello ahora rozando las caderas
del hombre. Se levantó lo bastante para tirar su cabello
hacia atrás sobre su hombro, fuera de su rostro, sostuvo la
mirada de Gray y despacio lamió las gotas fuera de la polla
de Gray. ─Mmmm...

Los ojos de Gray se cerraron apretados y arqueó su


espalda fuera de la cama. ─¡Oh, jodida mierda, Shane!

La mano de Shane empujó su estómago. ─Acuéstate y


relájate, amor.

«Sí, correcto. ¡Relajarse era un poco difícil de hacer


cuando el hombre de sus sueños…» ─¡Oh, Dios!

La boca caliente de Shane rodeó su polla. Los ojos de


Gray se abrieron rápidamente y su cuello se alzó; él tenía
que mirar. Shane trabajó en su polla entrando y saliendo,
yendo más profundo cada vez, esas morenas mejillas
ahuecadas hacia afuera cuando él subía. Su mano agarró la
base de la polla de Gray y se movió una y otra vez con los
labios de Shane bombeando de arriba abajo. Era la cosa
más caliente que Gray hubiera visto alguna vez en su vida.
Diablos, era la cosa más caliente que él había sentido

30
alguna vez en su vida. Sus pelotas tiraron firmes. Estaba
tan malditamente cerca de correrse, era casi cómico.
Normalmente tenía gran vitalidad y buen control de la
eyaculación, pero Shane lo tenía tan excitado que estaba
listo para volar en menos de cinco minutos. Gimió, y sonó
como un lloriqueo.

Cruzó brevemente por su mente que Shane parecía


saber lo que estaba haciendo, pero entonces ya no pudo
pensar, sólo sintió; dejó caer su cabeza hacia atrás y cerró
sus ojos de nuevo, se concentró fuertemente en no
correrse. No estaba funcionando; se sentía increíble y sabía
que era Shane. Era todo demasiado. ─Shane... Detente.

El aire fresco golpeó su húmeda polla cuando esa


maravillosa boca se retiró. La cama se movió.

─¿Cerca?

Gray asintió, entonces levantó sus parpados. «¡Oh,


mierda!» Los labios de Shane estaban rojos e hinchados de
chuparlo. Él también se había sentado y ese magnífico
cabello estaba cayendo sobre sus hombros y bajo su pecho
de nuevo. Los abdominales de su amante se encorvaron
ligeramente cuando respiró y su polla todavía estaba erecta,
arqueándose hacia su oscuro vientre. Era…

─... El cajón de arriba de la mesa de noche. ─Shane


besó dentro de su muslo y se colocó sobre sus pies de
nuevo.

Gray estaba totalmente dividido; no tenía ninguna


idea lo que Shane estaba diciendo. «¿Qué estaba en el
cajón de arriba?»

31
Shane le sonrió abiertamente, a sabiendas. ─Allí vas
de nuevo, pensando demasiado. Hay condones y lubricante
en el cajón de arriba. Consíguelos, Grayson.

«¿El lubricante? ¿Los condones?» Gray pestañeó. Sí,


él podía hacer eso. Se movió apresuradamente arriba de la
cama y abrió el cajón. Efectivamente, había un tubo de KY5
y varios paquetes laminados. Rasgó uno fuera de la fila,
agarró el lubricante y cerró el cajón. En alguna parte de
atrás de su mente una pequeña voz estaba preguntando
una vez más por qué Shane estaba haciendo esto. Shane
no era gay... «¿Lo era?» Gray mismo había estado con
mujeres cuando era más joven, intentando convencerse de
que no prefería a los hombres, pero ahora él no podía
imaginarse yendo hacia una hembra. Por eso él no podía
deducir cómo un hombre hetero simplemente podía de
repente decidir…

─Estás haciéndolo de nuevo. ─Shane se apretó cerca


detrás de él y tomó el KY y el condón de su mano. Un brazo
se movió alrededor del pecho de Gray y los besos siguieron
desde el cuello de Gray hasta su hombro.

¡Oh! Ese duro cuerpo alineado contra el suyo era el


cielo. Se meneó, frotando esa sólida polla contra su espalda
más baja. ─¿Haciendo qué?

─Sobre analizando. ─Shane lo soltó y se reclinó.

Gray empezó a protestar, pero oyó la lámina rasgarse


y se dio la vuelta para ver a Shane enrollándolo. Los ojos
castaños atraparon los suyos una vez que el condón estaba
en su lugar. ─¿Esto está bien? ─Por primera vez, Shane
parecía inseguro de sí mismo.

(5) Lubricante de la marca JHONSONS.

32
Bien, eso era interesante. Pero ahora no era el
momento para las preguntas. Gray estiró su mano y
acarició uno de esos altos pómulos y sonrió afectadamente.
─Si estás preguntando que si puedes joderme en el trasero,
entonces, sí, está bien.

Shane se inclinó y mordió el labio inferior de Gray.


─No seas brusco, Grayson. ─Pero él estaba sonriendo y
empujó a Gray hacia adelante, sin darle ninguna alternativa
más que sostenerse con sus manos. Que al parecer era lo
que él había pensado, porque tocó el muslo de Gray, luego
la tapa del lubricante hizo un ruido explosivo al abrirse─.
Levanta.

─Bastardo mandón ─Gray masculló.

Shane lo golpeó con fuerza en el trasero. ─¿Qué fue


eso? ─El tubo de KY aterrizó en la cama al lado de Gray y
los diestros dedos de Shane rozaron bajo su pliegue y sobre
su ano.

─Nada.

Gray jadeó cuado un dedo presionó contundente en su


interior. Shane lo introdujo más profundo, buscando y
rozando con su largo dedo la próstata de Gray. «¡Maldita
sea! » Gray bajó los codos, apoyando su frente en la cama
entre sus brazos.

Shane gruñó detrás de él, entonces su melena le hizo


cosquillas en la parte posterior de las piernas a Gray,
cuando se inclinó y apretó los labios hasta la base de la
columna vertebral de Gray. ─Tú has hecho esto antes,
¿verdad?

¡Mierda! ¿Cuándo fue la última vez que había hecho


esto? Gray asintió, moviendo la espalda, con ganas de más.

33
Él lo consiguió, también, cuando Shane empezó a mover su
dedo dentro y fuera. Apenas logró pronunciar las palabras.
─Sí. ¿Y tú?

Un segundo dedo se unió al primero y otro beso


aterrizó sobre su espalda. ─Shh...

Estaba tan condenadamente caliente que ese segundo


dedo incluso no había picado. Nunca se había sentido más
listo en su vida. ─Shane, por favor. ¡Ahora!

Los dedos salieron y el calor sedoso de la polla de


Shane apretó contra él, frotando alrededor de su agujero.
La otra mano de Shane le acariciaba la espalda. ─Empuja
hacia afuera.

Gray lo hizo, a sabiendas de que haría las cosas más


fáciles, pero cómo él…

¡Oh! La enorme cabeza de la polla de Shane se


empujaba en su interior y ardía un poco. No de una mala
manera, pero definitivamente había sentido eso. Poco a
poco, Shane se deslizó hasta el fondo, sus muslos
moviéndose contra Gray. ─¿Estás bien?

Joder, sí. Estaba más que bien. Se sentía tan sublime


que casi no podía conseguir que su mente se uniera. Su
cuerpo se había adaptado ya a la invasión y, ¡maldita sea!
¿Había estado alguna vez tan necesitado? La gruesa cabeza
de la polla de Shane rozó su glándula de nuevo... así no iba
a durar mucho tiempo. No, en absoluto.

«¿Cómo demonios Shane podía parecer tan


tranquilo?» ─¡Sí, oh, Dios, sí! ¿Te moverías jodidamente
ya?

«¡Mierda santa, se movió!» La mano en la cadera de


Gray cogiéndolo, agarrando firmemente cuando impuso un

34
ritmo firme, empujando fácilmente dentro y fuera. La polla
de Shane frotó en el lugar correcto cada vez. «Cada.
Maldito. Golpe».

«¡Oh, era bueno! ¡Tan extremadamente bueno!» Las


manos de Gray dieron puñetazos a la colcha y se mordió su
labio inferior. Estaba lloriqueando, pero no podía importarle
menos. ¡La polla de Shane se sentía jodidamente
maravillosa! «Si sólo pudiera ver a su amante». El sonido
de Shane gimiendo y jadeando, el calor del cuerpo de
Shane contra su... era demasiado. ¡Gray tenía una
sobrecarga sensorial! Sus pelotas tiraron increíblemente
firmes y su espina empezó a picar realmente.

La mano de Shane dejó su espalda y asió la polla de


Gray, apretando, bombeando.

─¡Oh, joder, jefe! ─Gray se meció de un lado a otro


entre la mano en su polla y el falo en su trasero.

Una mano de Shane sujetó a Gray, la otra se movió


más rápidamente al mismo ritmo que el chasquido de sus
caderas. ─Eso es, Grayson. ¡Córrete para mí!

Él lo hizo. Su agujero apretó a Shane rítmicamente


cuando él disparó su carga sobre los dedos de Shane y la
colcha. Y, «joder», sus ojos no podían enfocar, se había
corrido tan duro. Se sentía malditamente bien, su cuerpo
realmente temblaba. Vibrando. Diablos todavía estaba
arrojando chorros.

Shane se puso tieso de repente detrás de él y dejó


salir un gemido bajo y áspero. ¡Era sexy como el infierno!
Entonces cayó encima de la espalda de Gray, su cabello
colgando sobre sus lados cuando lo besó justo debajo de
sus omoplatos. Salió poco a poco y se extendió al lado de
Gray antes de extender la mano y acercarlo a su cuerpo, en

35
forma de cuchara. Su brazo serpenteó alrededor de la
cintura de Gray, una mano presionando fuerte contra el
estómago de este.

Gray se quedo allí, deslumbrado y confundido, pero


tan relajado que no podría mover sus miembros si su vida
dependiera de eso. «¿Qué diablos había sucedido
exactamente?» «¿Y cómo iba a afectarlos en este
momento?» Él había querido que ellos dos fueran de nuevo
amigos. «¿Shane iba a perder los nervios con él una vez
que recobrara su respiración?» «¿Él ya estaba
arrepintiéndose de lo que ellos habían hecho?» «¿Qué
si…»

─Déjalo y ve a dormir.

─¿Ah?

─Prácticamente puedo oír tu cerebro dando vueltas,


Grayson. Duerme. ─Sus labios rozaron el hombro de Gray.

«¡Joder!» Él trataría con las consecuencias cuando


despertara. ─Buenas noches, Jefe.

─Buenas noches, amor.

Gray suspiró. «Muy mal que Shane realmente no


hubiera querido decir eso.»

Gray estaba acostado en la oscuridad, pestañeando,


intentando despertar totalmente. «¿Qué, en el santo
infierno, había hecho?» No estuvo mucho tiempo sobre las

36
cubiertas, pero su espalda estaba todavía acurrucada
contra el frente de Shane.

¡Chico, cuando la jodía, la jodía pero bien! «¡No lo


arruinaste un poco en un momento para él, oh no!» ¡Sólo
se metió derecho, primero de cabeza! Exactamente del
mismo modo que lo había hecho cuando tenía diecisiete
años. «¿Qué diablos el Jefe iba a decir sobre esto?» No
importa que Shane lo hubiera empezado realmente. De
algún modo esto iba a ser la culpa de Gray; sólo lo sabía.
«Joder ¡Eres un tonto, tonto, tonto!»

Gray salió fuera del abrazo de Shane, esperando como


el infierno que todavía durmiera como muerto. Shane rodó
sobre su espalda, por suerte parecía dormido. «Dios, él era
magnifico», incluso con su cabello sobre todo el lugar. Sus
deliciosos labios estaban ligeramente abiertos, y sus
exquisitas pestañas negras descansaban contra sus mejillas.

Gray cerró sus ojos. Él siempre había amado a Shane


y lo había extrañado increíblemente. Ayer, Shane había
parecido bastante deseoso para aceptarlo de vuelta en su
vida; ¿Gray había destruido eso? Esperaba que no; él
estaría dispuesto, aunque renuentemente, a conformarse
con una relación platónica sólo por estar cerca al hombre.

Reunió su ropa y se vistió en la sala, luego recogió su


bolsa y salió. Una vez que llegó a la casa grande, dejó las
luces apagadas y fue directo a su cuarto que lucía
exactamente del modo que lo había dejado hacía once años.
Había estado aquí una o dos veces durante esos años, pero
esta era la primera vez que realmente dormiría de nuevo
aquí desde entonces.

Gray dejó caer su bolsa en una silla cerca de la puerta,


luego se desvistió y se arrastró bajo las cubiertas. Rodó y
miró al cuadro en su mesa de noche, capaz de distinguir la

37
imagen con la luz de luna filtrándose a través de sus
persianas. Su papá, Shane, y él estaban todos sonriendo. Él
tenía su brazo alrededor del hombro de Shane, y su papá
estaba en el otro lado del hombre. Su mamá había sacado
la foto en la celebración del Cuatro de julio un año antes de
que Gray se fuera.

Él trazó un dedo bajo el vidrio sobre la sonrisa en la


cara de Shane, luego en la de su papá. Había sido un gran
día, ellos cuatro eran una gran familia feliz. Si tuviera
suerte, todos ellos posarían para un cuadro similar el
próximo Cuatro de julio.

38
Capítulo 4

E l teléfono despertó a Shane. Se dio vuelta y miró


el reloj mientras tomaba el teléfono. 6:02 A.m.

─¿Aló?

─Shane, cariño, soy tía Tara.

Se sentó, tratando de despertar completamente. ¿Por


qué la hermana de Ted lo estaba llamando?

─Hola, tía Tara.

Shane miró alrededor de su cuarto, acaloradas


imágenes de la noche anterior volvieron a él. «¿Dónde
estaba Grayson?»

─Escucha, cariño, Kaitlyn me llamó anoche para


contarme lo de Ted y me preguntaba si podría ir al hospital
contigo. Intenté llamar a Grayson, pero no me respondió
nadie. Puedo ir hasta la H rota y juntarme contigo; es solo
que no quiero manejar todo el camino a San Francisco por
mí misma.

─Claro, eso estaría bien. Grayson está aquí también,


irá al hospital con nosotros.

─¡Ah, Bien! Muy bien Shane, déjame prepararme y te


veré en unos 40 minutos.

─Está bien, tía Tara, nos vemos entonces.

─Gracias, cariño.

39
Shane colgó el teléfono y se recostó contra la cabecera.
Él siempre dormía profundamente, pero como para no
sentir a Gray salir de la cama… tenía que haber estado
realmente fuera de él. Pero, no era sorprendente; ayer
había sido uno de los días más largos, y aún así uno de los
mejores de su vida.

Cuidadosamente, esperó unos minutos para que el


arrepentimiento apareciese, pero nunca lo hizo. Estar con
Gray se sentía… correcto. No lo había planeado, pero
cuando el joven lo miró con tal intensidad, él no había sido
capaz de evitarlo. Cuando Shane había echado un vistazo a
esa hermosa cara y a esos brillantes ojos verdes
concentrados hambrientamente en él, supo exactamente lo
que Gray sentía. Estaba escrito por toda su cara, el deseo,
la lujuria… el amor. De repente, el por qué se había ido y
por qué se había mantenido al margen había quedado
bastante claro.

Casi tan notable, Shane descubrió que él mismo ya no


temía a sus propios sentimientos. En ese momento antes
de llamar a Grayson para que viniese, todo había echo ‘clic’.
Grayson aún merecía a alguien mejor, pero él admitía que
era un hombre egoísta. Hacer el amor a Grayson había sido
como nada que hubiera experimentado nunca. Solo estar
cerca del hombre más joven le hacía sentir bien. De hecho,
Grayson más o menos siempre había sido una salvación
para él. Más de una vez esos brillantes ojos verdes lo
hicieron seguir adelante y le mostraron lo que la vida debía
ser: alegría, amor, entusiasmo y más. El hecho de que él
había visto crecer a Grayson siempre había sido un
problema. Trece años parecían ser una brecha insalvable en
ese entonces, pero ahora no parecía ser una gran cosa.

Shane lo deseaba. Siempre lo había deseado, de


distintas maneras, por supuesto, pero siempre amaba tener

40
al chico alrededor. Gray había pasado de ser el protegido
de Shane a su amigo… y ahora su amante.

Salió de la cama y comprobó la casa. «Vacía». Miró


por la ventana y vio que la camioneta de Gray aún estaba
ahí. «Bien». El hombre debía haber ido a la casa grande.
No tenía idea de por qué Gray había dejado su cama, pero
no iba a dejar que pusiera distancia entre ellos de nuevo.
No esta vez. Ellos no habían terminado, pero si Gray creía
lo contrario, él tenía otra creencia en camino.
Desafortunadamente, conocía al testarudo tipo lo suficiente
para entender que él tendría mucho trabajo que hacer.
Tenía muchas ganas de aclarar las cosas a su amante.

Shane se alistó y revisó el reloj por última vez. 6:27.


Cerró la puerta detrás de él y se dirigió a la casa grande.
Aún estaba todo silencioso en el rancho; los peones no
llegarían hasta dentro de otros treinta minutos, justo a
tiempo para darles las órdenes del día e irse al hospital.

Sonrió. Tenía algún tiempo con Grayson todo para él.


La cirugía de Ted era a las 10:00 A.m. Tendrían el tiempo
suficiente para comer algo e ir al hospital antes de que
prepararan a Ted para su operación. Después de que Shane
y Grayson hablaron con el doctor la noche anterior, se
sentían mejor acerca de la intervención, pero sabía que no
era el único que no estaba dispuesto a no ver a Ted antes
de ella. El hombre había estado presente en la vida de
Shane durante mucho más tiempo que su propio padre.

Una ligera brisa movió algunos mechones de su


cabello hacia su cara. «Mierda». De alguna manera él
había perdido el último maldito elástico. Pensó que Grayson
lo había dejado en la encimera, pero naturalmente él no
podía encontrar la condenada cosa. «Infiernos, quizás iría
a la barbería una vez que Ted saliese de la operación y

41
se asegurase de que el hombre estaba bien». Entró a la
casa y caminó rápidamente a la oficina de Ted, agarró un
puñado de elásticos del cajón superior, después los guardó
todos menos uno en el bolsillo delantero de sus vaqueros
antes de subir la escalera principal para encontrar a Gray.
Mientras subía las escaleras, peinó su cabello con los dedos
y lo separó en tres secciones.

Cuando llegó arriba, escuchó la ducha e imaginó a


Gray desnudo y mojado. Oh, sí, la mañana iba mejorando
por momentos. La trenza de Shane rápidamente tomó
forma mientras abría la puerta del baño con su cadera justo
cuando se cortó el agua. Se apoyó en el marco de la puerta
y esperó.

No tomó mucho tiempo. Gray corrió la cortina y salió


de ella buscando su toalla. Maldición, pero había crecido
hasta convertirse en un atractivo hombre. Infiernos, anoche
se le había hecho muy difícil no derretirse a los pies del
hombre y apenas tuvo oportunidad de verlo bien. Ahora, en
cambio, la tranquila vista de ese brillante cuerpo levantó la
polla de Shane en un instante. Amplios hombros se
estrechaban hasta las delgadas caderas y muslos
musculosos. El trasero de Gray hacía parecer al David de
Miguel Ángel simplemente aburrido. Como Shane, Gray
tenía muy poco vello corporal, solo un poco en sus brazos y
piernas y un oscuro camino que corría por su tonificado
vientre que llevaba a su polla. Tenía unas pocas cicatrices
por aquí y por allá de sus días en el circuito de rodeo y la
cicatriz de bala en su deltoides derecho, pero eran
cicatrices de batalla y servían para realzar su belleza.

Gray pasó la toalla por su oscuro cabello y sus ojos


verdes encontraron los de Shane en el espejo.

─Jefe.

42
─Grayson. ─agachó su cabeza─ Tu tía Tara vendrá al
hospital con nosotros.

Grayson asintió y miró hacia otro lado.

¡Bueno, infiernos! Él sabía que Grayson iba a estar


espinoso, pero no estaba seguro de por qué exactamente
estaría así. Incluso si fuese aprensivo en cuanto a lo que
sentía hacia él, tenía que haber algo más preocupándolo
para que se hubiese marchado antes de que él despertase.

─No tenías que irte.

─Pensé que querrías que lo hiciera ─Gray se dobló


para secar sus piernas, presumiendo ese atractivo trasero.
Shane apenas pudo retener un gemido. El hombre parecía
ser del todo inconsciente del efecto de su atractivo y el
espectáculo que le estaba dando. De hecho él parecía…
inseguro.

─¿Me estás diciendo que no lo lamentas?

─No tengo nada de lo que arrepentirme por lo de


anoche.

Una oscura ceja se levantó.

─¿Nada?

─No. ¿Por qué tendría? ─Shane levantó una ceja.

Gray sacudió su cabeza, tomó la pila de ropa de la


encimera y se empezó a vestir. Estuvo en silencio durante
varios minutos mientras se ponía un jersey blanco, boxers
rojos y vaqueros. Peinó su cabello y cepilló sus dientes.
Durante todo el tiempo había una fina tensión que muchos
no habrían notado. Pero Shane lo conocía y sentía ansiedad
en su estómago.

43
Finalmente Gray se dio vuelta y lo enfrentó, con la
espalda apoyada en la encimera, brazos cruzados frente a
su pecho, cejo fruncido.

─A ti no te gusta… Quiero decir, tú nunca… ─Tomó un


profundo aliento y lo dejó salir─ No eres gay.

«¿Qué?» Shane estaba impresionado.

─¿No lo soy?

«¿Cómo no lo sabía Gray?» Shane se empujó del


marco de la puerta y se paró frente al hombre más joven.
Él levantó la mano y calmó el surco con el pulgar y
encontró esos preocupados ojos verdes.

─No entiendo por qué pensabas eso. ─Pasó la parte


trasera de sus dedos por una suave mejilla. Grayson se
apoyó en su toque, cerrando los ojos por un segundo antes
de alejarse bruscamente.

Shane lo dejó retirarse, presintiendo su necesidad de


espacio, su necesidad de analizar. Gray siempre había sido
de esa manera. Superficialmente, parecía impulsivo, pero
Shane lo conocía mejor. Todo lo que Gray hacía era bien
pensado. Sonrió cariñosamente.

─Ahí estás de nuevo, ponderando las cosas antes de


actuar.

─Me confundes, Shane.

─También me confundes, así que estamos a la par.

─¿Eres gay?

─Lo he sido desde que puedo recordar.

44
─¿Por qué nunca me lo habías dicho? Siempre creí…
Deberías habérmelo dicho.

El hombre iba a poner la línea en cada T y poner el


punto en todas las íes, tanto si Shane quisiese como si no.
Suspiró.

─Porque cuando fuiste lo suficientemente mayor como


para discutir ese tipo de tema, ya te habías ido.

Gray tomó un par de zapatillas blancas y bajó la tapa


del asiento del baño, entonces se sentó y se las colocó.
Shane no sabía qué estaba pensando pero lo que fuera,
sabía que su futuro dependía de ello.

─¿Qué hacemos ahora?, ─susurró Gray.

─Lo tomamos un día a la vez.

Gray apoyó sus codos en sus rodillas y se quedó


inmóvil durante varios minutos. Finalmente, miró a Shane.

─Necesito que seas mi amigo, Shane. No puedo perder


eso de nuevo.

El estómago de Shane se tranquilizó; esto era


prometedor. Él podía manejar eso, pero no se engañaba a
sí mismo pensando que sería fácil. Nada con Gray lo era,
pero era un buen comienzo. No iba a presionar ahora, no
hasta que supiese que Ted iba a estar bien y las cosas
volvieran a lo normal.

Pasó los dedos por el cabello castaño oscuro de Gray.


Había solo un indicio de caoba con esa luz, pero cuando el
sol le daba, parecía tan rojo como el fiero cabello de Kaitlyn.

─Siempre fui tu amigo, Grayson. Fuiste tú quien se


alejó de mí. Tú fuiste quien se fue y no volvió.

45
El sonido de la puerta trasera cerrándose fue seguido
por una voz femenina.

─¿Chicos? ¿Dónde están?

Shane suspiró. Maldito sentido de la oportunidad el de


tía Tara.

Gray parecía casi aliviado por la interrupción. Se paró


y golpeó a Shane en el hombro.

─Vamos al hospital.

Gray echó su cabeza hacia atrás y cerró los ojos,


medio escuchando a la tía Tara parloteando con su mamá y
Shane. El movimiento de la camioneta y el zumbido del
motor eran casi relajantes. Hoy había sido un día
emocionalmente agotador. Aunque la cirugía de su padre
había ido bien y él se estaba recuperando, Gray mentiría si
dijera que no se había preocupado. Él había llegado a ver a
su papá en la UCI cardíaca después de la operación, pero
Ted aún estaba dormido. Entonces, por unos buenos treinta
minutos, discutió con su mamá acerca de que ella se
quedara en el hospital. Finalmente, el doctor le había dicho
que no se podía quedar en la habitación de Ted, agregando
que papá no estaría alerta hasta la mañana. Solo así ella
consintió en irse a casa y tener una buena noche de sueño.
«¡Maldición, la mujer era terca!»

Luego estaban él y Shane; las cosas entre ellos aún


estaban tensas. En realidad, no habían llegado a ningún
acuerdo antes de que su tía Tara llegara al rancho, y no

46
habían estado ni dos minutos solos desde entonces. No
tenía idea de dónde estaba con Shane y se sentía casi
traicionado por no haber sabido que Shane era gay. «¿Por
qué durante todos esos años Shane le había hecho creer
que estaría disgustado por un avance de su parte?»
«¿Realmente lo había hecho?» «¿Lo había él
malinterpretado?» Si era honesto consigo mismo, él no
recordaba muy bien los detalles reales, solo los
sentimientos de rechazo y pérdida.

─Shane, cariño, ¿qué es eso en…?

El camión dio un volantazo. Ambas mujeres


contuvieron el aliento mientras Shane escupía un
improperio.

Los ojos de Gray se abrieron de golpe; instintivamente,


agarró el volante para volver al camino.

Shane golpeó su mano.

─¡Lo tengo!

Gray frunció el ceño y volvió a su asiento después de


ver que Shane realmente tenía todo bajo control.

─¿Qué demonios fue eso?

─Nada ─Shane refunfuñó─. Todo el mundo, lo siento.

Kaitlyn se inclinó hacia adelante.

─Shane, ¿estás cansado? ¿Por qué no te detienes y


dejas que Gray conduzca el resto del camino?

La mandíbula de Shane se tensó.

─Estoy bien, Kaitlyn. Simplemente no lo vi.

47
«¿Ver qué?» Gray miró por la ventana trasera y vio
una vaca muerta en el camino, unas treinta yardas atrás.

─Infiernos, Shane, yo la puedo ver desde acá ¿Te


estás quedando dormido?

Los hombros de Shane estaban rígidos y… «¿Estaba


bizqueando?»

─No, no me estoy quedando dormido, estoy muy


despierto.

«Estaba bizqueando.»

Gray revisó el camino que les quedaba y se dio cuenta


de que estaban a solo media milla de casa.

─Necesitas que te revisen la vista.

Un músculo en la mandíbula de Shane empezó a


palpitar.

«Mierda. Eso no había salido bien.»

─Lo que quiero decir es que, es probable que necesites


lentes ahora que eres mayor. Mucha gente…

Shane volvió su cabeza y lo miró duramente, una ceja


levantada y los ojos entrecerrados.

─¿Quieres conducir?

Su tono dejaba claro que la mejor respuesta era no,


entonces volvió su atención al camino.

Gray suspiró y sacudió su cabeza.

─No.

48
Estaban casi en casa. No tenía sentido empezar una
discusión ahora.

Su madre, Dios la bendiga, distendió la situación. Le


dio unas palmaditas a Shane en el hombro y se echó a reír.

─Bueno, yo la vi bien hasta que estábamos justo


encima de ella. Menos mal que no estaba conduciendo,
probablemente la hubiese golpeado. Esa no era una de
nuestras vacas, ¿o lo era, Shane?

─No, señora, esa era Jersey. Nosotros solo tenemos


Hereford y Red Angus6.

Gray apenas contuvo un bufido. Sinceramente, podría


haber sido menos obvia. Su madre sabía malditamente bien
el tipo de ganado que la H rota criaba, y la mujer tenía ojos
de halcón. No había manera en que pudiese confundir esas
razas, pero estaba agradecido por la distracción de todas
maneras. Por alguna razón, su vista era una cuestión
delicada para Shane, pero alguien tendría que mencionarlo
de nuevo. Shane de verdad necesitaba que le revisaran sus
ojos. Esa vaca había estado muy visible, justo en medio del
camino. Obviamente, Shane no era el único con problemas
para verla; después de todo, alguien la había golpeado.

Llegaron a la entrada y Shane aparcó la camioneta.


Salió y abrió la puerta para tía Tara, y Gray hizo lo mismo
con su madre. Las mujeres entraron rápidamente en la
casa, dejándolos solos en la grava. Gray se apoyó en la
camioneta con sus brazos doblados frente a su pecho.

─Entonces, ¿quieres decirme qué fue todo eso?

Los ojos de Shane le tiraban dagas.

(6) Razas bovinas.

49
─No. Quiero llevar mi decrépito trasero a casa e irme a
dormir.

Dio la vuelta y se alejó furioso, dejando a Gray


mirándolo.

«¡¿Qué carajo?!»

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Capítulo 5

S hane hizo todo el camino hasta la puerta principal


y puso la llave en la cerradura antes de que su
cerebro decidiera anular a su orgullo. Su vista
estaba empeorando, pero de hecho él había estado perdido
en sus pensamientos y no prestando atención a la
conducción o hubiese visto a esa maldita vaca antes. Aún
así, maldito si ese comentario sobre la edad no le había
sacado de quicio.

«Está bien». Tomó aliento profundamente y lo dejó


salir despacio. Estaba agotado y al borde después de ver a
las personas que amaba sufrir durante todo el día. Ted se
veía tan viejo e indefenso, para nada como el hombre
robusto que conocía. En la sala de recuperación quirúrgica,
había estado inconsciente y conectado a un respirador
mientras Kaitlyn se había quedado a su lado, sosteniendo
su mano con lágrimas en sus ojos, y describía la habitación
y sus ocupantes al hombre inconsciente. Ella había sido
fuerte por el bienestar de todos, pero su preocupación se
notaba claramente.

Envejecer, definitivamente, apestaba. Ver a Ted,


Kaitlyn y Tara le había recordado a Shane su propia
mortalidad. Él podía fácilmente imaginarse a Gray y a él en
la misma situación, ya que la diferencia de edad era casi la
misma que la de Kaitlyn y Ted. Nunca querría que Gray
pasase por lo que su madre tuvo que soportar hoy. Shane
había determinado que iba a poner todo detrás de él y se
comprometió a cuidar mejor de sí mismo de lo que Ted
había hecho. Y entonces Gray le recordó que estaba
envejeciendo.

Shane golpeó su cabeza contra la puerta. Dos veces.


«¡Maldición!»

51
─¡Grayson! ─sabía que Gray no se había movido, pero
se giró de la puerta para verlo.

Efectivamente, el otro hombre aún estaba donde


Shane lo había dejado, mirando a Shane y pareciendo
confundido como el infierno.

─¿Sí?

─Ven dentro… por favor.

Gray asintió y caminó hacia él.

Shane dejó salir el aliento que no se había dado


cuenta que estaba conteniendo, giró hacia la puerta y la
abrió de par en par. Necesitaba desesperadamente una
cerveza. Cruzó la sala, prendió la lámpara cerca del sofá y
continuó hasta la cocina. Tomando dos botellas de la
nevera, tiró la tapa de la suya al mostrador y tomó un largo
trago. Apoyado en el mostrador, tomó otro trago, vaciando
la mitad de la botella, entonces escuchó el ‘clic’ de la puerta
frontal al cerrarse.

Gray apareció en la cocina unos segundos después.


Shane le tendió la botella sin abrir y tomó otro trago de la
suya. Gray abrió la suya y tiró la tapa junto a la de Shane
sobre el mostrador. Giró una de las sillas del mostrador y
se sentó a horcajadas antes de tomar otro trago, luego con
la botella colgando entre sus dedos y con sus brazos
apoyados en el respaldo de la silla miró a Shane.

Shane dejó escapar un suspiro, dejó su cerveza y se


alzó para sentarse frente a Gray. Bebió un poco más de
cerveza mientras ordenaba sus pensamientos. Era tiempo
de discutir qué era lo que había entre ellos. Maldición,
durante todo el día no habían podido robar unos preciosos
segundos para hablar y, probablemente, esa era la razón
por la que estaba tan condenadamente de mal genio.

52
─Lo siento, no debí haber contestado tan mal. Tenía
mi mente en otras cosas y solo estaba prestando atención a
medias al camino. Pero tienes razón, necesito que
examinen mis ojos. ─Se pellizcó el puente de la nariz.

Gray levantó una ceja y tomó otro trago.

─Yo… ─«¿él qué?» «¿No quería ser muy viejo para


Gray?» Eso es a lo que todo se reducía, después de todo.
Se estaba adelantando─. Tenemos que hablar sobre anoche.

─Sí, supongo que lo tenemos que hacer, pero


realmente no quiero.

─No se va a ir si lo ignoras.

Gray soltó un bufido.

─No me digas, jefe. He intentado ignorar lo que siento


durante casi doce años y seguro como el infierno que no ha
desaparecido.

«¿Doce años? ¿De qué estaba hablando Gray?»

─Bueno, entonces, creo que es hora de que lo enfrente.


Habla.

Gray apoyó la barbilla en el respaldo de la silla, giró la


botella de cerveza, y agitó el líquido. Se mantuvo en
silencio durante unos momentos y entonces miró a Shane
con las cejas unidas.

─¿Por qué?

─¿Por qué, qué?

─Por qué, todo. ¿Por qué anoche? ¿Por qué o qué pasó
hace once años? ¿Por qué me dejaste ir? ─La voz de Gray
pareció temblar ligeramente con la última pregunta. Engulló

53
su cerveza, aparentando claramente de que no había sido
así.

«¡Wow!»

─Está bien, estoy perdido; dijiste que esperabas que


yo hiciera algo para que te quedaras. No entiendo, Grayson.
¿Qué se supone que podía hacer?

Gray suspiró.

─No me deseabas y me empujaste lejos hace todos


esos años. Entonces, ¿por qué de pronto decidiste que sí
me deseas? ¿Qué ha cambiado?

─Siempre te he deseado. Al principio era porque te


amaba. Luego, a medida que creciste, se convirtió en
lujuria también. No ha pasado ningún día en que no te
quisiera cerca.

Gray se puso de pie, bebió lo último de su cerveza,


después la dejó sobre la mesa con un golpe antes de sacar
otra de la nevera. Una vez que volvió a tomar asiento, miró
a Shane duramente.

─El verano que cumplí diecisiete, fuimos a pescar


juntos, ¿recuerdas?

Shane sacudió su cabeza.

─Siempre íbamos a pescar juntos.

─No, esta vez fue diferente. Estuvimos hablando. Te


estaba contando acerca de mi ruptura con, ¡oh, mierda!,
¿cuál era su nombre?, la rubita, ¿Christy? Sí, eso era,
Christy. Yo seguí tratando de decirte por qué iba de novia
en novia, pero tú no me escuchabas. Seguías
interrumpiéndome. Así que intenté besarte y tú…

54
«¡Oh, joder!» Shane dejó caer la cabeza en sus manos.
Ahora lo recordaba perfectamente. Gray seguía intentando
decirle que era gay, y Shane seguía intentando no
escucharlo. Pensaba que de alguna manera lo había
influenciado. Le había molestado muchísimo el intento de
Gray de besarlo… porque él lo había deseado tanto. Incluso
llegó a pensar que lo había manipulado para hacerlo, sin
mencionar que Gray era malditamente muy joven para
saber qué diablos quería en ese momento. Con el tiempo,
Shane se había medio convencido de que nunca había
pasado, que todo había sido una quimera.

Shane dejó caer las manos y miró hacia arriba.

─E ignoré eso también. ¿Por eso te fuiste?

─Sí.

─Lo siento. Nunca quise herirte. Yo… eras tan joven,


Grayson.

La boca de Gray se abrió un poco, luego apretó su


mandíbula y miró a Shane.

─¿Eso es cierto? De eso se trató también el pequeño


episodio en la camioneta. ¿Crees ser muy viejo para mí?
¡Bien, jódete, Shane!

Gray se levantó y se fue pisoteando por la puerta


trasera, cerrando con un portazo.

Shane quería seguirlo, pero se obligó a quedarse


donde estaba. La mejor manera de lidiar con Gray siempre
había sido dejarlo resolver las cosas por sí mismo. O bien,
dejaba de estar enojado, o se enojaba aún más. De una u
otra manera, él finalmente volvería. Al menos, antes
siempre lo había hecho… Bien, eso era así, pero no creía

55
que Gray hubiera cambiado tanto. Shane suspiró. «¿Qué
demonios se suponía que iba a hacer ahora?»

Terminó su cerveza, abrió otra, y aparcó su viejo


cansado trasero en el sofá.

«¡Hijo de puta!» Había pasado todos esos años lejos


por nada. Tiempo perdido, cuando lo podría haber pasado
con Shane. «¡Maldito Shane, de todas maneras!» Gray
bebió un trago de cerveza y luego miró la botella. Estaba
considerando seriamente lanzarla al otro lado del patio,
pero entonces tendría que ir a recogerla, sin mencionar que
tendría que defenderse de las preguntas de su mamá y su
tía. Resopló y volvió la botella boca abajo, dejando salir el
líquido al suelo. De pronto no tenía ganas de beber. Tenía
miedo de que si seguía, no pararía, y beber nunca resolvía
nada, especialmente cuando lo hacías para ahogar tus
penas o tus arrepentimientos, o cualquier otra mierda.

Él bajó del porche y se dirigió a los barriles en el


establo. Aquí no había ningún servicio de basura así que o
quemabas tu basura o reciclabas. Vidrios en un barril,
aluminio en otro, papel y perecederos en el ‘barril de
quemar’ y plásticos en otro. «¡Qué dolor en el culo!»
Cuando era niño, nunca le importó salir a quemar la basura,
eso había sido divertido, pero tan seguro como el infierno
odiaba tener que ordenar toda la mierda. Encontró el barril
del vidrio y tiró la botella dentro de él, satisfecho con el
sonido de tintineo y rotura cuando se rompió.

Se acercó a la cerca, escuchando los sonidos de la


noche, tomando todo. Aún con el sol bajo estaba caluroso,
pero había una brisa agradable, así que era aguantable. De
alguna manera, él de verdad extrañó el rancho. Había
extrañado la tranquilidad, las estrellas, el sonido de bichos
y grillos en la noche. Probablemente los zancudos lo iban a

56
secar, pero no le importaba. Necesitaba escapar;
necesitaba pensar.

Subió con cuidado por el alambre de púas a lo largo de


la cerca y siguió su camino. Con la luz de la luna
iluminando su camino, podía ver perfectamente. De verdad
era una tierra preciosa. No tenía ninguna dirección en
mente, o eso era lo que trataba de decirse a sí mismo.
Odiaba admitirlo, pero incluso cuando estaba participando
en el circuito de rodeo y estando en San Antonio, él había
sentido nostalgia por todo esto. Shane y sus padres no
habían sido las únicas cosas que extrañó.

«¡Maldición!» «¿Por qué Shane lo había dejado ir


por algo tan estúpido?» «¿Cómo pudo el hombre pensar
que era muy viejo o que la edad importaba?» «Mierda»,
Shane ni siquiera supo por qué se había ido. Todo este
tiempo, él llevó consigo dolor y rechazo, y Shane ni siquiera
tuvo ninguna maldita idea. «¿Qué significa eso?»
Aparentemente, para Shane él no valía la pena como para
molestarse.

Gray suspiró cuando el estanque llegó a su vista. Él no


había estado ahí desde ese día y, obviamente, el evento
por completo era solo un mal recuerdo para él.

─¡Joder!

Algo se movió en el pasto y se alejó. Debió haber


traído un arma, pero de ninguna manera volvería por ella
ahora. Que se condenen las serpientes y los coyotes. En el
estado de ánimo que estaba las atacaría y las haría trizas
con sus manos desnudas si cualquiera decidía molestarlo.

Gray se sentó en el suelo y acercó sus rodillas al


pecho mientras veía el agua alumbrada por la luna. Estaba
tan sereno aquí que era difícil de creer que este era el lugar

57
donde había tomado una decisión que había alterado gran
parte de su vida. No es que todo hubiera sido malo. Él
nunca hubiese ido y montado toros si todo eso no hubiese
pasado y estaba malditamente seguro de que no se hubiera
convertido en un representante de la ley.

Él no podía arrepentirse de esas cosas, le ayudaron a


convertirse en quien era hoy. De verdad había descubierto
quién era mientras montaba en el circuito y había hecho
algunos amigos. También, como el dicho decía, sembró un
poco de avena silvestre 7 . Y, por supuesto, ganó dinero
suficiente para poder pagarse la universidad y tener un
título en justicia criminal. Sus padres, con mucho gusto,
hubiesen pagado por su educación, pero él quería hacerlo a
su manera. Había probado con la policía en San Antonio,
después, ellos lo llevaron a la academia. Había pasado
cuatro años allí, entonces él regresó a su casa, se postuló
para sheriff y, zas, el resto es historia. Todavía no estaba
seguro de por qué había vuelto en lugar de quedarse en
San Antonio. No, eso no era cierto, había vuelto para estar
cerca de Shane. No es que lo hubiese admitido en el
momento, pero en alguna parte de su mente siempre
mantuvo la esperanza de que Shane lo perdonara y quizás
algún día llegara a amarlo.

Gray bufó y se acostó en el pasto, mirando las


estrellas y escuchando la brisa mover el agua. Ese era su
problema, por supuesto; a pesar de sus años como vaquero
y después como oficial, él aún era un jodido romántico sin
remedio. «¿Cuán patético era eso?» Incluso ese puto día,
sentado a solo unas yardas de donde está ahora, él de
alguna manera se había auto-convencido de que Shane se
sentía de la misma manera que él.

(7) Se refiere a que fue promiscuo en sus relaciones sexuales.

58
«Acababa de atrapar un pez y había empezado a
enrollar cuando una mano de Shane había caído en su
hombro y la otra había intentado agarrar la caña de pescar.

«─¡Rápido! ¡Lo vas a perder! ¡Enróllalo, Grayson!

─¡Lo hago! ─rió y siguió enrollando, luego tiró la caña


hacía atrás, pero aún así perdió el pez; pero Shane y él
empezaron a reírse cuando Gray dio un paso atrás, perdió
pie y cayó al barro.

Shane rió tan fuerte que el hombre casi perdió su


propia caña de pescar cuando picaron en la olvidada caña
que estaba en la orilla. Ambos trataron de tomar la caña
antes de que esta desapareciese en el agua. Al final, Shane
perdió su pez también.

Volvieron a la orilla y se acostaron en el pasto, lado a


lado, aún riéndose. Después quedaron en silencio, intentó
decirle a Shane que era gay, pero Shane seguía intentando
cambiar el tema. Gray estaba muy frustrado y bastante
seguro de que Shane sabía que era lo que Gray quería
decirle, pero lo dejó ir.

El jefe y él pasaron la mayor parte de la tarde sin decir


una palabra, solo pescando.»

Era divertido cómo Shane siempre había sido una de


las pocas personas con las que Gray podía simplemente
relajarse, sin sentirse violento o incómodo. Con el jefe, era
más como un silencio amigable, como si supieran lo que el
otro estaba pensando así que no era necesario decir nada.

«Finalmente Shane se sentó y trajo una Coca-Cola


para ambos del refrigerador que habían traído con ellos. De
alguna u otra manera cuando sus manos se habían tocado
mientras Shane le pasaba la bebida, Gray había decidido
besarlo.»

59
«¿Por qué había hecho eso?» Gray se sentó de un
tirón, mirando ciegamente el agua. Él lo pensó bien por un
minuto, intentando recordar cosas de ese día que siempre
intentaba olvidar. «¿Por qué había sentido que besar a
Shane sería una buena idea?» Cerró sus ojos,
escudriñando sus recuerdos. Él casi podía imaginar la cara
de Shane así como estaba ese día. ¡Shane se había
inclinado hacia él primero! De hecho, el jefe había lamido
sus labios y ladeó la cabeza ligeramente. Las manos de
Gray habían tocado el pecho de Shane, acariciando
brevemente, antes de que Shane cubriera sus manos con
las suyas. Por un segundo, Gray había pensado que Shane
las estaba sosteniendo ahí para saborear la sensación,
luego empujó a Gray lejos, con una cara de absoluto horror.

Los ojos de Gray se abrieron de golpe ¿Cómo se había


olvidado de eso? Había pasado por alto completamente el
hecho de que Shane más o menos había hecho el primer
movimiento. En su lugar, se había obsesionado con lo que
había pensado que era un rechazo.

«Shane murmuró una disculpa mientras se echaba


hacia atrás. Pero Gray no se quedó allí, se sentía como un
idiota. No pudo sacar la mirada de horror en la cara de
Shane de su cabeza. Salió corriendo de regreso a la casa
grande y se encerró en su habitación en la que tomó la
decisión de irse tan pronto se graduara y cumpliera años.

En la cena, Shane siempre cenaba con los Hunter,


Shane le preguntó si quería ir a pescar al día siguiente.
Gray se molestó de nuevo porque Shane ya había puesto
los hechos detrás de él. El jefe estaba actuando como
siempre lo había hecho, como su amigo, su protector.»

─¡Mierda!

60
¿Qué pasaba si la expresión horrorizada de Shane se
debía al disgusto consigo mismo en lugar de a la ira contra
él? Gray se arrojó de nuevo en la hierba, mirando las
estrellas, pero en realidad no las veía. «¡Eso era!» «Tenía
que serlo». Ahora las cosas estaban empezando a tener
más sentido. Él se pasó las manos por la cara, simplemente
para relajarse un poco al recordar una escena de su
infancia.

«Él tenía siete años, sentado en el hombro de Shane


mientras caminaban arriba y abajo por los pasillos del
establo en una subasta de ganado. El jefe tenía diecinueve
o veinte años y tenía ambas manos puestas firmemente
alrededor de sus tobillos, mientras sus manos estaban
envueltas alrededor de la frente de Shane. En uno de los
puestos de venta, había una hermosa Tobiano Paint
8
marrón. Gray se enamoró completamente. Tenía que tener
ese caballo. Tocó la cabeza de Shane y apuntó.

─¡Ahí, jefe! ¡Ese mismo! Quiero ese. ¡Voy a llamarlo


Trueno! Ese es el caballo perfecto para un guerrero.

Shane se echó a reír y fue a la plaza para ver mejor.


Se acercó demasiado y el caballo se alejó. Shane dio un
paso atrás, también.

─No sé, Grayson. No creo que este caballo este


domado. ¿Por qué no miramos a nuestro alrededor un poco
más?

─No.

─Oh, vamos Grayson. Además de eso, se trata de una


yegua. No puedes nombrar a un caballo hembra Trueno.
Trueno es un nombre más apropiado para un semental o un
castrado.

(8) Raza de caballo.

61
Gray sacudió la cabeza con tanta fuerza que Shane le
apretó las manos alrededor de los tobillos del niño y se
movió para compensar los movimientos.

Papá se unió a ellos rápidamente.

─¿Qué pasa, Shane?

Shane señaló a la yegua.

Gray también lo hizo.

─Esa, papá.

Ted parecía resignado.

─Ya pregunté por esa, Gray. Tiene dos años y apenas


está domada.

Gray golpeó la cabeza de Shane de nuevo y se inclinó,


lo que obligó a Shane a sujetarlo, para que Gray no se
cayera de sus hombros.

─Esa. Tiene que ser esa, jefe.

Shane se volvió hacia Ted.

─Yo terminaré de domar el caballo si me dices cómo.


Sé que puedo hacerlo.

Ted le frunció el ceño a su hijo y luego miró a Shane

─No sé, Shane.

─Solo necesito que alguien me guíe, Ted. Sabes que si


digo que lo hago, lo haré.

Ted miró una vez más a Gray y suspiró.

62
─Katy tendrá mi cabeza si te lastimas, Shane
─mientras se alejaba sacudía la cabeza murmurando─.
Estropearás a ese niño.»

Y eso había sido. Gray tuvo su primer caballo y Shane


domó su primer caballo.

Se levantó del suelo y se sacudió el polvo. ¿Por qué no


lo había visto antes? Papá había tenido razón; Shane
siempre había actuado como su protector y lo había
estropeado, también. Viendo su relación desde esa
perspectiva, Gray no tenía problema en ver por qué
cualquier cosa parecida a la intimidad podría haber sido un
problema para Shane. Por supuesto, no era solo la
diferencia de edad. Gray siempre había sentido la
responsabilidad de Shane, aunque autoimpuesta, pero aún
así… Shane lo había deseado, probablemente por un tiempo.
Gray ya no tenía dudas sobre eso. Conocía a Shane lo
suficiente para saber que ese día en el estanque lo más
seguro es que pensara que se estaba aprovechando del
adolescente que Gray había sido.

De alguna manera el pensamiento de que Shane


cuidaba de él, que le importaba lo suficiente como para
protegerlo incluso de sí mismo, lo hacía sentir mucho mejor
con la situación. Irónicamente, lo que Shane nunca
entendió es que de la única persona de la que Gray nunca
quiso o necesitó protección era de Shane.

Gray trotó de vuelta a la casa de Shane, haciendo una


parada en los establos para ver a Trueno, luego a la casa
grande para tomar su ropa para el día siguiente. Él no iba a
dejar que lo que pensaba que Shane sentía lo hiciese irse
esta vez, y tampoco dejaría que sus propias inseguridades
lo hiciesen. Shane era suyo, siempre lo había sido, y se iba
a asegurar de que Shane se diera cuenta también.

63
Capítulo 6

A lgo lo molestó.

Shane abrió los ojos de repente, sus legañosos ojos


abiertos para encontrarse a Gray quitándole las botas
mientras se apoyaba en el sofá. Después de que Gray tiró
su segunda bota al suelo, Shane se sentó y bostezó.

─No quería despertarte, jefe. ─Gray se sentó en el


borde del sofá.

─Está bien. ─Shane miró el reloj, las dos de la mañana.


Un par de horas después de que Gray saliera hecho una
furia─. ¿Ya quieres hablar? ─Shane se pasó la mano por la
cabeza y giró a un lado y al otro, haciendo que su columna
crujiera.

Gray asintió. ─Cuando me apartaste, pensé que te


daba asco. Creía que no querías tener nada más que ver
conmigo después de que intentara besarte. Estaba
avergonzado, y supongo que permití que eso nublara mi
percepción.

Shane sonrió. ¡Ese era su trabajo! Siempre tan


responsable. Nunca había sido de los que no admiten
cuando se han equivocado, pero Shane no lo dejaría pensar
que la responsabilidad era solo suya. Si había que culpar a
alguien, entonces Shane también aceptaría su parte.
Probablemente mayor que la de Gray, la verdad sea dicha.
─También es culpa mía, Grayson. Podría haber hecho
muchas cosas de otro modo. Debería haber hecho que te
sentaras y exigirte decir qué iba mal. Tuve muchas

64
oportunidades de hacerlo antes de que te fueras, pero
admito que pensé que estabas pasando por una fase o que
de algún modo yo proyecté mis sentimientos y deseos en ti.

Gray cerró los ojos por poco tiempo, con una pequeña
sonrisa serena en su rostro, y asintió. Después de unos
momentos de silencio, dijo: ─No eres viejo.

Shane quería arrastrarse a través del sofá y besar la


sonrisa de su boca. En su lugar, se encontró
devolviéndosela. Eso fue todo lo que necesitó, escuchar que
Gray admitía que entendía por qué Shane había hecho y
dicho esas cosas, lo hizo sentirse mejor sobre ello.
─¿Tregua?

Esos ojos verdes se abrieron de repente,


prácticamente bailando. ─Tregua. ¿Hacia dónde vamos
desde aquí?

─¿A dónde quieres ir desde aquí?

La sonrisa que Gray le dio debería haberle dado una


pista, pero Shane estaba tan contento de ver esa particular
mirada encendida por primera vez en años, que no lo vio
venir.

─Cama.

─¿Perdona? ─No había manera de que fuera tan


simple. Gray nunca hacía las cosas de forma fácil. Seguro
que el hombre más joven había sopesado las consecuencias
antes de actuar, pero todavía hacía las cosas a su manera.
Lo que no era necesariamente la manera en que los demás
querían que fueran hechas, incluyéndolo a él.

─Cama.

─¿Cama? ¿Como en sexo o como en dormir?

65
─Ambos, realmente. ─Gray se levantó y extendió la
mano para Shane.

Shane la tomó, dejando que Gray lo levantara. Estaba


confundido. Había estado seguro de que Gray quería
tomarse las cosas despacio, y se resignó a ello. Pero
maldición si el hombre no lo asombraba.

Se quedaron allí durante algunos segundos, mirándose


a los ojos, entonces Gray se inclinó hacia delante y lo besó.
No fue un beso profundo o demasiado largo, pero Shane
estaba seguro de que nunca había tenido uno igual. De
algún modo, la atmósfera cambió y todo se sintió… correcto.
─De acuerdo, vamos. ─Estaba sorprendido, pero no era
estúpido; no había manera de que rechazara esa oferta.

La sonrisa que Gray le dio fue deslumbrante. ─Me


siento abochornado por haber estado fuera. Cerraré la
puerta mientras tú vas a abrir la ducha. Ya fui a recoger
mis cosas y le dejé a mamá y a tía Tara una nota diciendo
que nos encontraríamos con ellas en el hospital mañana
alrededor de las nueve.

─¿Vas a dormir aquí?

Gray le guiñó un ojo. ─Contaba con ello.

Maldición, esa mirada era suficiente para darle al


hombre un caso de hormonas alborotadas. Shane le dijo
silenciosamente a su lívido que se callara y le devolvió la
sonrisa a Gray.

─Vuelvo ahora mismo… viejo. ─Gray entró


rápidamente en la cocina, riendo entre dientes tras él.

Shane gruñó y agarró sus botas. «¡Pequeño estúpido!»


Debería haberlo sabido mejor antes de confesar sus
inseguridades a Gray. Ahora debería endurecerse

66
continuamente para las bromas y comentarios sobre la
edad.

Tiró su calzado junto al armario, continuó hasta el


baño y abrió la ducha. No pasó mucho tiempo hasta que
escuchó a Gray titubear por la habitación.

Shane desplegó un par de toallas, se desnudó y se


metió bajo el agua. Inclinó la cabeza hacia el surtidor, y
estaba alcanzando el bote de champú cuando una pequeña
corriente de aire lo detuvo, seguido por el ruido de la
puerta de la ducha. Dos brazos lo rodearon rápidamente
por detrás. Shane apartó la cara del agua y se inclinó
contra el fuerte cuerpo de Gray, el cual se ajustaba contra
él como si hubiera nacido para ello.

La dura polla de Gray se presionaba contra su culo y la


barbilla descansaba en su hombro. Shane pasó sus brazos
por encima de su cabeza y entrelazó sus brazos alrededor
del cuello de Gray. Su propia polla se endureció con la
cercanía del hombre. El conocimiento de que era el objeto
de su lujuria por él, y que tenía todo el tiempo del mundo
para explorar, fue una sensación embriagadora. Echó la
cabeza atrás y acercó a Gray, después giró la cabeza para
besarlo. Gray se abrió, gimiendo cuando sus lenguas se
tocaron.

Gray recorrió el pecho de Shane con sus manos. Este


cerró sus ojos y se relajó. Las manos de su amante se
sentían muy bien, eran unas manos fuertes, grandes y
callosas, como las suyas. Acarició el pecho de Shane y su
estómago, nunca lo bastante cerca de donde éste las quería.

Justo cuando los dedos de Gray rozaron la punta de la


totalmente erecta polla de Shane, paró de frotar y pasó la
mano por encima del hombro de Shane, agarrando algo del

67
estante delante de ellos. Un tapón se abrió y el olor a
vainilla los rodeó. «Champú».

Gray besó su hombro y empezó a enjabonar su cabello.


Masajeó el cuero cabelludo de Shane, sus dedos
prolongándolo. ─Amo tu cabello, jefe. ─Los labios de Gray
encontraron su hombro de nuevo, entonces continuó
enjabonando hacia el cabello de Shane.

Shane no pudo evitar que se le escapara un gemido.


Gray tenía magníficas manos, suaves y firmes al mismo
tiempo. Incluso con una erección, era relajante. Casi podía
dormirse allí.

─Cierra los ojos e inclina la cabeza hacia atrás. ─Gray


apartó el rociador de la pared y aclaró el cabello de Shane,
entonces lo volvió a dejar en su sitio antes de coger la
esponja de malla y el gel de ducha─. Gírate. ─Gray tiró de
su brazo.

Shane se quedó allí, con los ojos cerrados y


simplemente disfrutando el sentir las manos de Gray en su
cuerpo. La esponja pasó por sus hombros, pectorales y
estómago. La palma de Gray siguió, explorando,
aprendiendo.

─Tienes un cuerpo fantástico, Shane. Siempre lo has


tenido. He estado esperando hacer esto tanto tiempo.
Recorrer todo tu cuerpo con mis manos, tocarte.

«Oh, maldición, qué confesión». Shane gimió,


inclinándose más hacia las caricias. Gray le hacía sentir
como un dios. Enjabonadas manos bajaron por su vientre,
parando para rodear su ombligo, entonces jugueteó con los
rizos oscuros encima de su polla. ─Oh…

La adoración en esa voz hizo que Shane abriera los


ojos. Gray estaba mirando, aparentemente fascinado, sus

68
manos vagabundeando nerviosamente por el torso de
Shane. Arrastró un dedo hacia arriba de la ‘más-dura-que-
un-clavo’ polla de Shane, después hacia abajo antes de
encerrarla en su puño.

El estómago de Shane se apretó, y le costaba respirar.

Los ojos de Gray volaron a los suyos, hermosos ojos


llenos de asombro. Sostuvo a Shane en su mano, sin
acariciarlo, sin apretarlo, sólo sosteniéndolo. Su otra mano
descansaba en el corazón de Shane. Seguramente Gray
sería capaz de sentir cuán duro estaba golpeando su
corazón.

Shane levantó los dedos, recorriendo la cara de Gray.


A veces era difícil ver al pequeño chico que tanto había
adorado en esta cara de adulto delante de él. Casi podía
olvidar quién era Gray si no fuera por sus ojos. Esos verdes,
verdes ojos. Shane rozó con su dedo los párpados de su
amante, a lo largo de la perfecta y recta nariz, bajando por
el plano, apenas hundido mentón, y pasó su dedo por el
labio superior de Gray.

Gray jadeó, atrayendo la mirada de Shane. Se inclinó


en su mano, haciendo que Shane ahuecara su mejilla.
Cuando habló, su voz era un susurro, casi una pregunta y
estaba llena de asombro. ─Crees que no eres lo bastante
bueno para mí.

Shane se tensó. ─Nadie es lo bastante bueno para ti,


Grayson. ─Le dio un beso en los labios─. Nunca nadie lo ha
sido.

Gray gimió y se empujó entre sus brazos, presionando


su fuerte y duro cuerpo contra el de Shane, después devoró
su boca, empujando pequeños sonidos de necesidad dentro.
La mano en la polla de Shane lo acarició. Gray se echó
atrás, mordiendo la carne de Shane entre el cuello y el

69
hombro. Justo así, pasaron de una lenta exploración
amorosa, a una caliente pasión.

Shane se estremeció. ─¡Jesús! Salgamos de la ducha


antes de que nos caigamos.

Gray continuó besando y mordiendo sus hombros y


pecho. ─Sí, jefe. Sí. Te deseo.

─Cualquier cosa que desees, amor. ─Shane se apartó


lo suficiente de Gray para quitarse el jabón que les quedaba
y cerró el agua.

Gray abrió la puerta de la ducha y agarró las toallas,


secándose rápidamente, entonces ayudó a Shane a secar
su cabello y cuerpo. Shane sonrió y se lo permitió,
observando la gran polla de Gray que se inclinaba con cada
movimiento que hacía y la flexión de esos grandes
músculos de los muslos cuando Gray se inclinaba.
─Suficiente. Vamos. Probablemente necesitaremos otra
ducha después de que nos mojemos otra vez.

Gray se rió entre dientes, colocó su hombro en el


abdomen de Shane al modo bombero y se levantó,
cargando a Shane a la habitación. Shane se sacudió,
intentando decidir si reír o protestar. Pero antes de que
pudiera hacer alguna de las dos cosas, Gray lo tiró a la
cama e inmediatamente se lanzó encima de él, dejándolo
sin respiración.

Finalmente, Gray se sentó, a horcajadas sobre las


caderas de Shane y se inclinó hacia la mesilla de noche.
Sacó el lubricante y los condones, dejándolo todo sobre la
cama antes de contemplar a Shane. ─¿Necesitaremos los
condones? Tengo el resultado de las pruebas, de menos de
un mes en casa, y no he estado con nadie en unos seis
meses o así.

70
Shane cerró sus ojos, tomando una respiración
profunda. Eso significaba… ─Grayson, si hacemos esto, será
sólo nosotros… siempre. ¿Lo entiendes? ¿Estás de acuerdo
con eso?

Gray sonrió. ─¿Estás intentando decirme que somos


un nosotros? ¿Una pareja?

─No te estoy diciendo nada. Estoy preguntando. ‘Habla


ahora o calla para siempre’, una pregunta de ese tipo.

Los labios de Gray hicieron un gesto de complicidad.


─¡Sí quiero! ─Recogió los condones de la cama y los tiró.
Golpearon el suelo de madera con un sonido suave. Le
sonrió salvajemente a Shane─. Supongo que eso quiere
decir que estás limpio.

Shane asintió, incapaz de evitar sonreír también.


─Debería de haber un documento en el archivador de mi
oficina en el apartado de ‘cosas médicas’.

Gray lo besó, largo y duro. Cuando se alzó para


respirar, levantó sus cejas. ─¿No estarás esperando
realmente que me levante y mire, verdad? ─Lo miró con el
ceño fruncido y los labios apretados.

Shane se rió entre dientes. Había visto esa mirada, la


de ‘no quiero’, alguna que otra vez a lo largo de los años
desde que Gray tenía cuatro. Sólo para llevar la contraria,
debería hacer que Gray fuera a comprobarlo, pero eso sería
como tirar piedras sobre su propio tejado9. Estiró la mano y
la envolvió alrededor de la parte de atrás del cuello de Gray,
atrayéndolo hacia él. Mientras lo hacía, la caliente y dura
polla de Gray dejó un húmedo rastro en su estómago. «Oh,

(9) La frase es: cutting off his nose to spite his face. Es una frase hecha que quiere decir
eso más o menos, aunque también podría significar algo como ‘salir del fuego para
caer en las brasas’

71
maldición». Sacudió sus propias caderas, moliendo su polla
contra el firme vientre de Gray.

Gray jadeó y mordisqueó su mandíbula antes de


alzarse de nuevo. Agarrando el lubricante, derramó un poco
en su mano, entonces lo lanzó a un lado. Agarró la polla de
Shane, se deslizó hacia arriba, haciendo que su polla se
sacudiera con el contacto.

Gray lo soltó, entonces usó sus dedos para alcanzarse


por detrás y deslizarlos para arriba.

Los ojos de Shane se ensancharon, mirando el amado


rostro sobre él. No había esperado eso. Pensó que Gray iba
a tomarlo esa vez. No era que fuera a quejarse; siempre
había preferido estar ‘encima’ de sus compañeros, pero
nunca le habría negado nada a su amante. ─¿Grayson?

─¿Sí? ─Gray se inclinó hacia delante, posicionándose


sobre la polla de Shane, y entonces, lentamente, se hundió
en ella.

Shane gimió y deseó durar mientras ese calor lo


rodeaba, lo acogía. ─¡Oh, Dios!

Gray se mordió el labio de abajo, sus ojos cerrados, el


gozo reflejado en su rostro. Finalmente, después de un
largo momento, abrió los párpados. El culo de Gray
descansaba sobre las caderas de Shane. ─¿Has dicho algo?

«¿Lo hizo?» No podía recordarlo. Sacudió su cabeza y


agarró las caderas de Gray, animándolo a que continuara, a
que se moviera. Lo que fuera podría esperar hasta que su
cerebro volviera a trabajar, porque justo ahora, todo en lo
que podía pensar era en el ceñido agarre del agujero de
Gray apretándolo. Levantó su parte trasera y empujó a
Gray abajo.

72
Gray gimió y se estiró encima de él, besando su
mandíbula, entonces los hizo rodar de modo que Shane se
quedó arriba. Shane no perdió tiempo; tenía sus rodillas
bajo él mientras Gray elevaba las suyas. La gruesa polla
roja estaba allí entre ellos, tan dura como se podía pedir,
suplicando ser acariciada. Shane agarró el palpitante eje,
bombeándolo a un ritmo constante, mirando la cara de su
amante.

Gray estaba extendido bajo él, viéndose como un


ángel vicioso, esa lujuria llenaba los vidriosos ojos verdes.
Se empujó hacia Shane, casi lloriqueando, y contrajo sus
músculos alrededor de la polla de Shane. ─Por favor, jefe.
Muévete. Fóllame.

Lo hizo. No podría haber parado después de una


súplica como esa. Shane usó una mano para sostenerse
sobre Gray y la otra para deslizarla por la polla de este.

Gray gimió y se retorció, suplicándole y moviéndose.


─¡Oh, Dios, sí! ¡Más duro!

Shane estaba feliz y complaciente. Se impulsó dentro


de Gray más y más duro, deleitándose con la sensación de
ese firme culo apretándolo. Sus bolas golpearon contra
Gray al principio, pero después se apretaron. Cada
movimiento parecía de algún modo nuevo. No físicamente,
por supuesto, había hecho esto incontables veces pero,
saber que su compañero era Gray, ‘su Grayson’, lo hizo
indescriptiblemente mejor.

─Ahora. ¡Oh! Ahora, Shane. ¡Ahora, ahora, ahora! ─La


espalda de Gray se arqueó y se alzó de la cama, su boca
abierta en un jadeo. Las vibraciones en la caliente carne de
Gray se incrementaron, y se volvieron más y más intensas
hasta que finalmente se corrió, así. Semen salpicado sobre
los abdominales cincelados de Gray, mezclándose con el

73
trazo de vello oscuro que se dirigía a su ingle incluso
cuando llevó a Shane hacia el éxtasis. Las caderas de
Shane embistieron una vez más; se corrió, por primera vez
sin un condón, dentro del culo de su amante, entonces
colapsó encima de Gray, sabiendo que este podía manejar
su peso. Los brazos de su amante lo rodearon, abrazándolo
como si nunca lo fuera a dejar marcharse. Lo que estaba
más que bien para él.

Shane besó el hombro de Gray, restregando su cara


contra el pecho del otro hombre, entonces rodó,
escabulléndose del húmedo cuerpo de Gray cuando lo hizo.
Alzándose, acurrucó la cabeza del hombre más joven contra
su propio pecho. Amaba el modo en que sentía a Gray en
sus brazos. Infiernos, quizás era viejo. Pero mientras a
Gray no le importaran los trece años que había entre ellos
dos, no dejaría que le preocupara.

─Buenas noches, viejo.

Shane sonrió contra el cabello marrón oscuro, besó la


cabeza de Gray y pellizcó su brazo. ─Buenas noches,
¡pequeño estúpido!

74
Capítulo 7

-¡M e veo como un idiota!

Gray sonrió y se inclinó sobre el hombro de Shane,


mirando en el espejo del escritorio del ayudante
optometrista. ─No lo creo, jefe. Creo que te hace ver…
distinguido, incluso sexy.

Shane resopló. ─Distinguido sólo es una manera


elaborada para decir viejo.

Gray rió y se levantó. ─¡Me rindo!

La asistente, en cuya etiqueta decía ‘Rosy’, le guiñó un


ojo a Gray. ─Estoy de acuerdo con él, sr. Cortez. Creo que
le hacen muy atractivo.

Shane hizo rodar sus ojos a ambos mientras todavía


examinaba su reflejo. ─Bien, supongo que de todos modos
no importa. Puedo ver y eso es lo que cuenta.

─Correcto. De modo que acostúmbrate a ellas, porque


voy a decirles a mis ayudantes que te paren y te acosen
cada vez que te vean conduciendo sin ellas. ─Y lo haría,
también. «Sería un maldito si dejaba que la vanidad de
Shane lo matara».

Shane lo miró a través del espejo. ─¡No te atreverías!

Gray se encogió de hombros y alzó una ceja. No


quería meterse en eso ahora. Necesitaban comer algo, y
después volver al hospital. Pero ya que estaban en el
centro comercial, quizás deberían comprarle a su padre

75
algún regalo de recuperación. Golpeó a Shane en el hombro
con su codo. ─Vamos, viejo, tenemos sitios a los que ir,
estómagos que llenar y gente a la que ver.

Shane frunció el ceño a su reflejo en el espejo una vez


más, entonces se levantó, mascullando algo que sonaba
sospechosamente como, ‘pequeño estúpido’. Le agradeció a
Rosy, cogió el estuche de las gafas que le ofrecía y se giró
y empujó a Gray por la puerta.

Una vez que salieron de la tienda LensCrafters10 hacia


el centro comercial, Gray se inclinó y le susurró a Shane en
la oreja. ─Realmente te ves caliente con esas gafas, jefe.
Te hacen ver realmente inteligente.

Shane golpeó a Gray en el hombro. ─Yo soy realmente


inteligente

Gray sonrió. Tenía mucha razón. Por lo que Gray sabía,


Shane había tomado todas las clases avanzadas en el
instituto y se graduó como el mejor de su clase con un año
de antelación. Rechazó una beca académica completa en la
Universidad de Texas para poder reemplazar al anciano
capataz de ‘La H. Rota’. Shane había tenido cabeza para los
negocios y el rancho había prosperado con su
administración. Gray nunca había conocido a nadie que
pudiera calcular mentalmente más rápido que Shane, y
como adolescente, Gray se había aprovechado de ello. Su
filosofía había sido: ‘¿quién necesitaba una calculadora
cuando tenía a Shane?’. Desafortunadamente, a Shane no
le había costado descubrir por qué Gray lo seguía con los
deberes de álgebra en la mano. Sí, el jefe había parado eso
demasiado rápido.

Gray se inclinó de nuevo de modo que sólo Shane


pudiera oírle. ─Sip, lo sé, ¿pero sabes que tengo una cosa

(10) Imagino que es el nombre de la óptica.

76
por los tipos inteligentes y sexys? ¿Tienes alguna idea de lo
que me gustaría hacerle a esas gafas?

Una sonrisa pasó por los labios de Shane, y alzó una


ceja. ─¿Con ellas en mi cara o fuera?

─Bien, ¿qué gracia tendría hacerlo sin ellas puestas?

Los pasos de Shane eran tambaleantes, y se aclaró la


garganta. ─Compórtate. ¡Buen Señor!, no tenía ni idea de
que fueras tan pervertido además de un oficial de la ley.
─Chasqueó la lengua.

Gray hubiera seguido tomándole el pelo, pero sus


pantalones estaban un poco ajustados en el área de la
bragueta, y realmente no quería caminar por el centro
comercial con una erección.

─Además, prefiero que me lo muestres a que me lo


digas. ─Shane le guiñó un ojo, su mano rozando la de Gray
brevemente.

Gray gruñó. Sí, realmente gruñó. «Maldito Shane», la


polla de Gray no se ablandaría después de ese pequeño
comentario.

─¿Problemas, Grayson?

─Sólo uno. ─Sonrió, mostrando sus dientes y agitando


sus pestañas.

Shane sacudió la cabeza, sonriendo de oreja a oreja.


─Pero tendrás que limpiarlas después.

─¿Huh? ¿Limpiar qué?

─Mis gafas.

Gray gimió. ─Oh, Dios…

77
Oyó un ruido de taconeo acercándose rápidamente
detrás de ellos. Entonces una mano se apoyó en su hombro
y en el de Shane por detrás. Espantó el deseo sexual, y se
giró para encontrar a Jamie Killian.

─¡Continúa caminando! Ve, ve ,ve… ─Jamie llevaba


unos pantalones cortos caquis, justo por encima de las
rodillas, una camiseta blanca de Kenny Chesney, una gorra
beige y un par de sandalias, de ahí el sonido de taconeo.
Miró en la dirección de la que venía, entonces les dio a
ambos, Shane y Gray, un pequeño codazo para que
volvieran a moverse.

Shane rió y le obligó a caminar hacia delante. ─Hey,


Jamie. ¿Qué estás haciendo aquí?

─Comprar unos regalos de cumpleaños. ¿Y ustedes?


─La frente de Jamie se arrugó cuando se apretó entre
ellos─. Ya saben, no creí verlos a los dos alguna vez juntos.
─Se encogió de hombros y miró a Gray─. ¿Cómo está tu
padre?

Gray miró tras ellos para ver si podía descubrir de


quién se escondía Jamie. ─Ayer le hicieron un doble bypass,
pero lo está haciendo bien. Fuimos a verle esta mañana en
la CCU 11 Todavía estaba un poco fuera de él después de
que le sacaran el respirador, de modo que vinimos a hacer
algunas compras y conseguir algo de comida, después
volveremos.

─Fantástico, estoy feliz de escuchar eso. Me gusta tu


padre. Es un buen tipo. ¿Necesitas algo? Pedí que llevaran
algunas flores al hospital esta mañana.

─Gracias, Jamie.

(11) Critical Care Unit. En España equivaldría a la UCI es decir Unidad de Cuidados
Intensivos.

78
─De nada. No sabía si a tu padre le gustaban mucho
las flores, pero sé que a tu madre le gustarán. Y como
mínimo sabrá que pensamos en él. ─Jamie miró
furtivamente por encima de su hombro.

Shane también miró, entonces sacudió la cabeza,


sonriendo. ─¿Para quién vas a comprar un regalo de
cumpleaños? Y ¿de quién te escondes?

─Ethan. Oh, hey, eso me recuerda, Gray. ¿Vendrás a


jugar al póker el próximo martes por la noche?

Gray se encogió de hombros y miró a Shane. Jamie


también. Entonces sus ojos fueron de Gray a Shane de
nuevo, obviamente sumando dos más dos y saliendo con la
respuesta correcta. Una enorme sonrisa apareció en su cara
y se rió entre dientes.

─Shane, por supuesto, es bienvenido a unirse. Estaba


planeando tomar pastel y helado, ya que es el cumpleaños
de Ethan el próximo día, pero no llevéis regalos. Me hizo
prometer que no haría una fiesta de cumpleaños. Sólo
consigan alguna cerveza y cosas para picar o algo.

Shane sonrió. ─Nos gustaría ir.

─¡Bien! ─Jamie palmeó a Shane en la espalda─.


Tendrás que empezar a venir a nuestros juegos semanales
de póker. Por ahora sólo somos Ethan, Gray, John, Royal y
yo. A veces Bill y a veces uno de nuestros tres trabajadores,
pero siempre hay sitio para uno más.

Gray rió entre dientes por el entusiasmo de Jamie.


─Vamos, suéltalo. ¿De quién diablos te estás escondiendo?

─Julia. Me hizo ir a Victoria’s Secret. ─Jamie se


estremeció exageradamente─. Dios, no sé qué era peor, la
señora con enormes tetas y demasiado perfumada

79
flirteando conmigo, el escalofriante motero calvo
mirándome lascivamente mientras esperaba a su novia o
las tres adolescentes preguntándome si prefería tangas o
bikinis. ─Se estremeció de nuevo haciendo sonidos de
naúseas.

Gray y Shane se partieron de risa.

─Sí, ustedes dos rían, ¡pero ustedes no lo han


experimentado! Quiero decir, fue bastante malo que ella
me hiciera ir en primer lugar, pero entonces me hizo
esperar mientras se probaba un sujetador y me dejó fuera
del probador. ¡Estaba absolutamente asustado!

Shane paró de reírse por lo bajo el suficiente tiempo


para preguntar: ─¿De modo que te fuiste lo más rápido que
pudiste mientras estaba en el probador?

─¡Apuesta tu culo a que lo hice!

─¡James Wyatt Killian!

Jamie hizo un gesto de dolor cuando la voz de su


hermana los alcanzó. Gray y Shane rieron aún más fuerte.

Julia fue pisando fuerte hacia ellos y agarró a Jamie


por la oreja. Jamie hizo un chirrido y miró a Gray
suplicantemente. ─¡Detenla por asalto! ─Shane
prácticamente tenía lágrimas en sus ojos para entonces y
Gray no pudo aguantar la respiración, ¡estaba tan
entretenido!

─No puede arrestarme. ¡No lleva uniforme y está fuera


de su jurisdicción! ─Julia sonrió a Shane─. Hola, sr. Cortez.
─Ella miró a Gray─. Ni siquiera pienses en arrestarme, Gray.

80
Apuntó a Jamie con un dedo y tiró más fuerte de su
oreja. ─¡No puedo creerme que me hicieras esto! ¡Me has
abandonado!

─Bueno, tú me abandonaste primero. Ese motero


calvo me movió las cejas, ¡y la chica de las enormes tetas
trató de meterme mano! ─Jamie no estaba exactamente
lloriqueando, pero era algo muy parecido.

Julia suspiró pesadamente y sacudió su cabeza,


liberando finalmente a su hermano pequeño. ─Adiós, Gray.
Adiós, sr. Cortez.

Shane y Gray se despidieron al unísono, ambos


agarrándose el vientre.

─Su nombre es Shane, y no es mucho más mayor que


tú, ─refunfuñó Jamie.

Julia hizo rodar sus ojos y lo empujó por la espalda.


─Adiós a todos.

Gray y Shane se miraron el uno al otro y su risa


explotó cuando Julia empujó a su más grande, pero joven
hermano, dirigiéndole de vuelta a la tienda de lencería.

─¡Oh, hombre! ¡Estoy tan contento de no tener una


hermana!

Shane asintió. ─Las hermanas pueden ser pesadas, te


concedo eso.

Gray se puso serio. Shane nunca hablaba de su familia.


En todos los años que Gray lo conocía, nunca los había
mencionado. Todo lo que Gray sabía era que a Shane lo
habían echado de casa cuando tenía dieciséis años y acabó
en Texas. ─¿Tienes una hermana?

La sonrisa de Shane se desvaneció. ─Solía.

81
Gray no había pensado demasiado en el pasado de
Shane. Nunca le había importado. Pero ahora… todavía no
importaba, pero Gray era curioso. ─¿Sí?

─Sí. Vamos, vayamos a encontrar algo para tu padre y


agarrar algo para comer.

Gray titubeó un momento, debatiéndose si debía


seguir preguntando. «¿Qué sería lo peor que Shane podría
hacer?» «¿Enfadarse y no hablarle?» Tenía la certeza de
que podría besar al hombre hasta que dejara de estar
enfurruñado. ─¿Cómo se llama?

─Sarah.

─¿Es mayor, o más joven que tú?

─Más joven. ─La voz de Shane era cada vez más


cortada cuando respondía.

Sabía que estaba empujando su suerte, pero Gray no


podía evitarlo. ─¿Tienes algún hermano?

─No. Éramos sólo Sarah y yo.

─Por qué no has seguido en contacto con…

─Gray. ─Shane dejó de mirarlo, su cara dura y


distante─. No quiero hablar sobre ello. Sarah se siente de la
misma manera que mis padres sobre mí. Déjalo.

Gray suspiró. Claramente no era el momento de saber


por qué los padres de Shane habían echado a su único y
mayor hijo, pero tendría que ser paciente. Shane no se iría
a ningún sitio ni él tampoco. Agarró la mano de Shane y la
apretó, después la soltó. ─Lo siento, jefe.

Shane asintió. Después de unos segundos más, sonrió.


─Está bien. Tengo una fantástica familia ahora. De hecho,

82
tenemos que darnos prisa, de modo que podamos verlos en
el hospital.

Shane ni siquiera había conseguido meter su llave en


la cerradura cuando la mano de Gray ahuecó su culo,
entonces se deslizó y agarró su polla a través de sus
pantalones vaqueros. ─Espera hasta que estemos en la
casa.

Toda su amonestación fue una queja, entonces Gray


apartó su cabello, que Gray había destrenzado después de
dejar el centro comercial. ─Date prisa.

Tan pronto como abrió la puerta, Gray lo llevó dentro


y cerró. La espalda de Shane golpeó la puerta con un ruido
sordo cuando la boca de Gray se estrelló contra la suya. El
beso fue duro, rudo. Las manos de Gray estaban por todas
partes, el pecho de Shane, cintura, entrepierna, entonces
agarró el culo de Shane a dos manos y lo atrajo contra él.
Sus pollas se presionaron la una con la otra y Gray gruñó
en su boca.

Shane se relajó y se dejó llevar por la pasión. Gray lo


necesitaba, y él se lo daría, justo como siempre había
hecho cuando Gray había deseado algo.

Gray se apartó, sus verdes ojos vidriosos. ─Dios, jefe,


te he estado deseando todo el día. Viéndote en esos
apretados pantalones…, tu cabello balanceándose por
encima de este buen culo…, esas gafas ─Gray gimió,
sonando caliente como el infierno, y se zambulló de nuevo
en el beso. Pronto su boca se movió abajo por el cuello de

83
Shane, mordisqueando y lamiendo, parando de succionar
de vez en cuando.

Shane no se había dado cuenta de que Gray había


desabrochado sus pantalones hasta que una de las grandes
manos de su amante los bajaron junto con su ropa interior.
Lo siguiente que supo, era que la otra mano de Gray estaba
alrededor de su palpitante polla. Shane se animó en ese
apretado puño, haciendo algunos gemidos propios. ─¿Qué
deseas? Cualquier cosa que desees, amor…

─Deseo chuparte. Para sentirte en mi boca. ─Gray se


arrodilló delante de él.

Shane gimió, sus caderas contra Gray. Esos brillantes


ojos verdes lo atraparon cuando Gray guió la polla de
Shane dentro de su boca. «Oh, ¡Jesús!» La polla de Shane
dio un tirón con la vista. Sus dedos se flexionaron, doliendo
por agarrar ese hermoso cabello oscuro, pero se contuvo y
colocó las palmas contra la puerta cuando Gray empezó a
balancearse, tomando su polla cada vez más profundo.
Maldición, era bueno en esto. Sin naúseas, sin juegos, solo
iba a por ello, y el hombre podía ir muy abajo.

Gray gimió alrededor de su polla, entonces agarró las


manos de Shane, guiándolas hasta su cara y alzándose
para tomar aire. ─Tócame. Folla mi boca, ─susurró Gray
contra la cadera de Shane antes de capturar su polla en su
mojada y caliente boca de nuevo. Liberó las manos y
agarró la polla de Shane con una mano, mientras con la
otra empujaba sus pantalones más abajo y ahuecaba sus
bolas.

Los dedos de Shane se enredaron en el cabello de


Gray. Observó cómo este se lo tragaba, su amante hacía
pequeños sonidos necesitados mientras se lo tragaba
entero. Increíble, el hombre estaba obviamente disfrutando

84
casi tanto como él. La apagada luz del sol que entraba a
través de la ventana, se reflejaba en el oscuro cabello de
Gray, haciendo que el rojo destacara. Su amante estaba
masculinamente hermoso y crecido. «Oh, Dios, sí, ese era
su Gray».

Shane agarró la cabeza de Gray y a un ritmo


constante folló su boca, sus caderas empujando todo el
camino de su polla hasta la parte de atrás de la garganta
de Gray. A este no pareció importarle mucho; de hecho,
parecía que le gustaba. Sus potentes gemidos y gruñidos se
volvieron más fuertes. Una mano dio un tirón a sus propias
bolas, la otra liberó las de Shane para apretar la base de su
polla. La espalda de Gray se arqueó ligeramente y sus
gemidos se hicieron más bajos e interminables, pero no
dejó de chupar a Shane.

«¡Dios Santo!» Gray ya se había corrido haciéndole la


mamada. ─¡Ah, joder! ─A Shane le alcanzó su propio
clímax por su columna y se derramó en él. Arqueó su
espalda contra la puerta, agarrando la cabeza de Gray más
apretada, y disparó su semen hacia abajo de esa fuerte
garganta. Y, maldición, si Gray no se lo tragó todo.

Shane se hundió contra la puerta. Sus rodillas estaban


tan débiles que estaba sorprendido de que todavía lo
sostuvieran. Se sentía sin huesos y… maravilloso, de la
misma manera en que él y Gray hacían el amor. Su amante
tenía una boca como la de nadie más y le agradecía a Dios
por ello. Por Dios, con labios como esos, el hombre sería el
responsable de sacarle el cerebro a Shane uno de esos días.
¡Pero vaya manera de dejarse ir!

Gray se dejó caer de espaldas, jadeando, sus brazos


muy extendidos y sus ojos cerrados.

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Shane se deslizó abajo por la puerta, sin elegancia,
sobre su culo. ─¿Grayson? ─Le dio un golpecito con el pie al
hombre.

Gray giró la cabeza, los párpados levantados, una


suave sonrisa en sus labios. ─¿Sí?

─Si hubiera sabido que la vista de mí con gafas te


hacía esto… las habría conseguido hace años.

86
Capítulo 6

-¿Q ué quieres cenar esta noche?

Shane lanzó el último suministro de la valla en la parte


de atrás de la camioneta12 y se sacó uno de sus guantes
con los dientes. Con cuidado de atrapar el móvil entre su
hombro y su oreja, sacudió su sombrero de cowboy de paja
antes de usar su antebrazo para secarse el sudor de la
frente. ─No me importa. Sorpréndeme. Eso o puedes venir
aquí y comemos en la casa grande.

─Bien, entonces, mejor prepárate para contestar a las


preguntas sobre por qué estoy allí y no durmiendo en mi
propia cama.

Era cierto. Y no quería contestar a esas preguntas. No


ahora, y no durante un tiempo. ─De acuerdo, seré fácil.
Sólo deja las hamburguesas. Estoy cansado de ellas─. Cayó
sudor bajo sus gafas, haciéndole parpadear antes de que le
llegara al ojo. Maldición, hacía calor hoy. Se sacó el otro
guante y se quitó las gafas.

─Sí, sé exactamente cuán fácil eres. ─Shane pudo


escuchar la sonrisita en la voz de Gray─. ¿Qué estás
haciendo, jefe? Pareces distraído.

─Preparando las cosas para sacar el pastizal del sur.


Estamos reemplazando la valla.

(12) En el original es flan bed, que es algo así como una cama baja o un lugar para llevar
cosas.

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Gray rió, continuando con su paciente falta de
sinceridad. ─Oh, maldición, lo siento mucho. Volvía al
trabajo y me olvidé de eso.

Shane resopló, sonriendo ante el humor de la voz de


Gray. ─Sí, debiste, todo bien. Siempre puedo darle el día
libre a alguien y esperar a que puedas venir a ayudar.

─Uh…

Shane rió. ─Estás salvado. La valla no puede esperarte.


Tenía que estar hecho antes de que se pusiera el sol. Los
postes de madera están completamente podridos en
algunos lugares, y el alambre de púas no tenía soporte.
Definitivamente ha visto días mejores.

─Bien, infiernos, Shane, la cosa sólo tiene veinte años.

Shane se rió y se volvió a poner las gafas. ─Bien, con


suerte durará más esta vez. Hace como un par de semanas,
antes de todas estas malditas cosas, tu padre y yo
discutimos sobre los postes de la valla en la cena. A Ted le
gustaba cómo se veía la madera, señor, ese hombre tiene
determinación, pero a mí me gustaba la durabilidad del
metal.

─¿Sí? ¿Y quién ganó la discusión?

─Recogí los suplementos, completos con los nuevos


postes de metal, el día que Ted fue al hospital.

Gray rió, entonces se puso serio. ─¿Cómo está hoy?

─Débil y cascarrabias como el infierno sobre no ser


capaz de hacer mucho. Y preguntándome por qué no había
estado en las cenas toda la semana.

─Hmm. ¿Qué le dijiste?

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─Que había estado haciendo que su único hijo me
alimentara después de follarle hasta el cerebro.

Gray rió. ─En serio, jefe, deberíamos comer antes de


la diversión y los juegos. ─Shane había ido a la casa de
Gray en la ciudad cada noche, desde que su amante había
vuelto a trabajar. Las dos semanas anteriores a eso, Gray
había pasado todo su tiempo en ‘La H. Rota’ o en el hospital,
de modo que se habían visto diariamente durante tres
semanas hasta ahora.

Un ruido fuerte sobresaltó a Shane, haciendo que se


diera cuenta de que no estaba sólo. Por suerte, no había
estado hablando lo suficientemente alto como para que le
escucharan. ─Hey, escucha. Tengo trabajo que hacer. Te
veré esta noche, ¿de acuerdo?

─Te veo esta noche, jefe. Haré hamburguesas.

Shane gruñó. Gray rió de nuevo, entonces colgó.


Shane rió y cerró su móvil, devolviéndolo a su cinturón.

Troy, uno de sus trabajadores más jóvenes, había


estacado los postes que Shane había lanzado en la
camioneta. Dejó salir un suspiro. ─Bien, jefe, ¿quieres
conducir?

─Claro. Llama a los hombres y mira si necesitamos


algo más antes de que volvamos al pastizal del sur. No
quiero tener que hacer otro viaje todo el camino de vuelta
si no es necesario. Veré si Kaitlyn ha hecho los sándwiches
y la limonada. Considero que todos podemos descansar un
poco antes de reemplazar el resto de la maldita valla.

─Lo haré, jefe. ─Troy sacó su móvil y marcó.

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Shane agarró su propio móvil cuando empezó a sonar.
Miró quién llamaba, medio esperando que fuera Gray de
nuevo. «La casa grande».

─Kaitlyn cariño, debes haberme leído la mente. Iba a


darte un toque. ¿Está nuestra comida lista para llevar?

─Shane, cariño, la comida está lista, pero no es por


eso por lo que llamo. Te necesito aquí. Jim Kauffman vino y
está diciendo sandeces sobre ti. Ted está echando humo.
Estoy asustada de que si no vienes, vaya a disparar al
hombre. ¡Caramba!, hijo, estoy cerca de golpear al hombre
yo misma.

«¿Qué?» No le había hecho nada al hombre. Infiernos,


no había visto al hombre en meses, a pesar del hecho de
que era su vecino más cercano. ─¿Está diciendo cosas
sobre mí?

─Sí, Shane, cariño. Sólo date prisa, ¿vale? Ted está


gritando y eso no puede ser bueno para él.

Shane frunció el ceño. ─Está bien, Kaitlyn, voy de


camino. ─Le frunció el ceño a su móvil un momento cuando
acabó la llamada, entonces miró a Troy que le estaba
esperando detrás de la camioneta.

─¿Bien, jefe? ¿La señora Hunter tiene nuestra comida


preparada? Los chicos dicen que no necesitamos nada más.

Shane asintió distraidamente; necesitaba irse. Kaitlyn


tenía razón sobre que Ted no debería irritarse,
especialmente tan pronto después que salió del hospital.
─Sí, está listo. Escucha Troy, Kaitlyn me necesita en la casa
para algo. ¿Por qué no vuelves con los suplementos, y yo
llevaré la comida cuando acabe?

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─¡Entendido! ─Troy inclinó su sombrero y saltó de la
parte trasera de la camioneta y entró en la cabina antes de
quitárselo.

Shane fue rápidamente a la casa a zancadas. Debatió


si llamar a Gray pero decidió no hacerlo. Sólo vería qué
pasaba y trataría con ello. Seguramente sería algo estúpido,
como que su ganado estaba comiéndose la hierba a través
de la valla o alguna otra cosa ridícula. No era necesario
involucrar al sheriff. Pero Gray era un hombre ocupado y
Shane lo vería esa noche cuando acabara las tareas de la
tarde.

Abrió la puerta trasera y escuchó los gritos


inmediatamente; venían de la oficina de Ted. Miró por la
cocina cuando pasó. Kaitlyn no estaba a la vista, pero vio el
gran refrigerador donde solía empacar la comida de los
hombres lista para llevar. Se dirigió hacia las voces.

Kaitlyn salió de la oficina cuando se acercaba y agarró


su brazo, empujándolo a su lado. ─Jim dijo que quería
hablar con Ted, entonces nos dijo basura sobre que tú
habías dejado embarazada a Sherry Ann.

─¡¿Qué?! ─Shane no podía haber estado más aturdido


si Kaitlyn le hubiera dado un puñetazo en el intestino.

Las voces en la habitación pararon completamente al


sonido del asombro de Shane.

Kaitlyn se estremeció. ─Exactamente. Ted y yo le


dijimos que era mentira, pero eso sólo lo enfadó más.
Sherry Ann es…

─Shane, ¿hijo? ¿Estás ahí fuera?

─Sí, señor. ─Se inclinó y besó la mejilla de Kaitlyn─.


No te preocupes. Se lo aclararé al hombre y lo sacaré de

91
aquí. ─Tomó una fuerte respiración para calmarse.
Enfadarse no ayudaría a tranquilizar a Ted.

Kaitlyn asintió y le palmeó el brazo. ─Ve. Voy a acabar


de preparar la comida de los trabajadores.

Shane entró en la oficina y tres pares de ojos se


clavaron en él. Shane miró el sofá de cuero donde Sherry
Ann estaba sentada, sus manos recatadamente en su
regazo.

Ella encontró su mirada y la apartó rápidamente.

Shane frunció el ceño y apretó sus dientes.


«¡Maldición!» «¿Qué se pensaba la chica que ganaría con
todo esto?» No estaba muy preocupado por sus acusaciones.
Nunca había tocado a la chica, y ella, seguro como el
infierno no podría probar lo contrario, pero no se tomó bien
que ambos vinieran a molestar a Ted. ─¿De qué demonios
va esto?

Ted gruñó detrás del escritorio, entonces señaló con


un dedo a Jim Kauffman, que estaba de pie en la esquina
del escritorio de Ted. ─Este… ‘caballero’ ─Ted soltó la
última palabra con sarcasmo─. Vino demandando que te
cases con su hija. ─La cara de Ted enrojeció de enfado─.
Dice…

─Sí, señor, lo escuché. Kaitlyn me lo dijo. ─Shane se


acercó a Ted, dejó su mano en su hombro, y lo apretó
gentilmente, deseando que el hombre se calmara─. No es
verdad. Sherry Ann y yo apenas nos conocemos, y dudo
que haya necesidad de discutir la diferencia de edad; es
bastante obvio. ─Shane miró a Kauffman a los ojos,
retándolo a discutir. Encaró a la chica─. Sherry Ann, ¿De
qué va todo esto? ¿Es por qué te dije que no saldría
contigo?

92
Kauffman se encrespó cuando miró a Shane. ─¿Estás
llamando mentirosa a mi hija?

Shane ignoró al hombre y se movió a un lado de modo


que pudo captar la mirada de Sherry Ann de nuevo.
─Tienes que decirle la verdad a tu padre.

Ella se miró las manos.

Kauffman se acercó al escritorio, clavando su dedo en


el pecho de Shane. ─¡Eres una penosa excusa de hombre!
Tratando de evadir tu responsabilidad

─¿Tú estás llamando a mi chico mentiroso? ─Ted se


tensó, empezando a levantarse pero Shane presionó su
hombro, manteniéndole en su silla, entonces palmeó su
espalda.

─Ted, esto no tiene sentido. No deberías enfadarte así.


─Miró la enfurecida cara de Kauffman─. Sr. Kauffman, debo
pedirle que se marche.

─¡Sandeces! ¿Eso es por lo que te fuiste de casa?


¿Dejaste embarazada a otra chica hace tantos años?

Shane apretó sus dientes y se mordió la contestación.


No iba a enfadarse, podía sentir a Ted tensarse de nuevo
bajo su mano. ─Sr. Kauffman, voy a repetirle esto a usted.
Puede irse por usted mismo o felizmente lo escoltaré fuera
de ‘La H. Rota’.

Kauffman se abalanzó contra Shane por encima del


escritorio. Shane se preparó para coger el puño del hombre,
pero una lenta llamada en la puerta los detuvo a ambos.

─Yo no haría eso si fuera usted, Sr. Kauffman.

93
«Gray». Shane apenas contuvo una sonrisa. Le lanzó
una mirada pasando a Kauffman, entonces le devolvió la
mirada, sin confiar lo bastante en el hombre para apartar la
atención mucho rato.

Gray se paró en el marco, con sus largas piernas


abiertas. Un brazo a su lado; el otro en su cadera, encima
de su pistola. No llevaba el uniforme, el curtido sombrero
de cowboy bajo en su cara, ocultando sus ojos. ─¿Cuál es
el problema?

Kauffman parpadeó y se giró para encarar a Gray.


─Esto no es asunto suyo, Sheriff.

Ted empezó a decir algo, pero Gray le miró y alzó una


mano. ─Bien, sr. Kauffman, por lo que sé, soy parte de
esta familia. De modo que explíqueme qué le tiene tan
furioso que siente la necesidad de venir y empezar a
discutir con mi padre, que acaba de salir del hospital.

Kauffman apuntó a Shane sin mirarlo. ─Dejó


embarazada a mi Sherry Ann y se rehúsa a
responsabilizarse.

Gray frunció los labios. Se volvió a poner el sombrero


y sus ojos verdes se encontraron con los de Shane. Alzó
una ceja, entonces volvió a mirar a Kauffman. ─¿Shane?

Casi gruñó. Shane conocía esa mirada; ─alto y claro,


─decía─ te lo dije.

─¿Grayson?

─¿Has tocado a la hija de este hombre de un modo


familiar?

─Con seguridad no. Y ya se lo he dicho.

94
─Ya ha acabado aquí, Sr. Kauffman. Creo que usted y
Sherry Ann necesitan irse.

Kauffman se burló, viéndose como un toro enfurecido.


─¡No he acabado! Sherry Ann tiene dieciséis, es menor de
edad. Levantaré cargos de relaciones sexuales con una
menor.

Ted se levantó. ─¡Suficiente! ¡Sal de mi casa ahora


mismo!

Shane empujó al hombre mayor de nuevo abajo.


─Shh… No conseguirá nada porque no es verdad. No tiene
sentido que te enfades por esto, Ted.

─Que todo el mundo pare de gritar. Todos estamos en


la misma habitación. ─Gray se apartó de la pared─. Sr.
Kauffman, ¿tiene alguna prueba de que Shane y su hija
tuvieron sexo?

─¡No necesito pruebas! ¡Sherry Ann dijo que él es el


padre de su bebé! Tú eres el Sheriff, es tu deber arrestarlo.

─Consígame una prueba, y lo haré. Ahora, está


enfadando a mis padres y a Shane. Le pido una vez más
que se marchen.

Kauffman infló su pecho.

Gray lentamente sacudió la cabeza. ─Sr. Kauffman, si


tengo que pedirlo otra vez, voy a arrestarlo por entrar en
una propiedad privada.

Kauffman se quedó allí unos segundos más,


obviamente tratando de decidir qué hacer. Finalmente,
Sherry Ann, notablemente silenciosa durante todo el
intercambio, se levantó y fue hacia su padre.

─Vamos, papá. Vayámonos.

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Jim Kauffman giró hacia Shane, con los ojos furiosos.
─¡Tendrás noticias de mi abogado! ─Después él y su hija se
fueron rápidamente.

Shane, Gray y Ted permanecieron en silencio hasta


que escucharon la puerta principal cerrarse de golpe.

─Jefe, te dije que la chica era un problema. No te


molestaste en decirle a su padre el modo en que ella iba
detrás de ti, ¿verdad?

Shane sintió que se le formaba una sonrisa. Le


gustaba ver a Gray levantarse y encargarse de todo. ─No.
No me habría creído.

Gray aceptó la verdad de eso asintiendo. ─Tienes


razón, no lo habría hecho, pero deberías sacar el tema. Y
muy pronto, debería añadir. Si hubieras tenido una charla
íntima con él, el fiasco se habría evitado. Como no pusiste
una orden de alejamiento contra ella, no puedo hacer nada.
¿Vas a escucharme y poner una orden ahora? Mejor espera
a que no decida que si ella no puede tenerte, nadie pueda,
y te dispare en el culo.

Shane gruñó. ─Escucha, la niña sólo está confundida.


Se aclarará, ya verás. Sólo está tratando de llamar la
atención, es todo. ─Sabía malditamente bien cómo dolía
que los padres de uno le dieran la espalda a los niños, y
eso era esencialmente lo que Kauffman le había hecho a
Sherry Ann. La niña sólo estaba intentando que su padre se
dé cuenta de que existe, de la forma en la que puede.
Seguramente confesará en un día o algo así y le dirá que
era una mentira.

Ted miró a Shane. ─¿Esa chica te ha estado dando


problemas, chico?

96
─Lo ha estado molestando, papá. ─Gray se sentó en el
sofá.

Shane se movió a la silla delante del escritorio de Ted


y se sentó. ─Es inofensiva.

Ted alzó una ceja. ─¿Mentir y decir que la has preñado


es inofensivo?

La radio de Gray sonó, interrumpiendo su discusión.


─¡Mierda! ─informó al despacho que estaba de camino,
entonces enfocó su atención de nuevo en Shane─. Vamos a
tener una larga charla sobre esto, jefe. Sé que lo lamentas
por ella, pero este comportamiento debe ser tratado. Sólo
Dios sabe qué hará después. ─Se levantó─. Papá, ¿estás
bien?

Justo a tiempo, Kaitlyn entró bulliciosa, directamente a


su marido. ─Lo estará.

─Bien.

Su madre sonrió. ─Gracias por venir, cariño.

─Gracias por llamarme, mamá. Estoy contento de no


haber estado muy lejos. Si vuelve, espero que me lo dejes
saber. Odiaría que Shane tuviera que hacer todo el trabajo
de patear culos él sólo. No sería justo. ─Le guiñó un ojo a
Shane y sonrió de oreja a oreja.

Shane hizo rodar sus ojos. ─Lo tenía todo bajo control.

Gray resopló. ─Ya veo. Muy impresionante tu


autocontrol. Yo habría estado escupiéndome a mí mismo.

─Bien, sé que eso no es verdad.

97
Kaitlyn dejó de acariciar los hombros de Ted lo
suficiente para dar una palmada en el brazo de Shane.
─Todos sabemos que no es verdad, Shane.

Gray y Shane compartieron una sonrisa, entonces


Gray frunció el ceño. ─Ahora tienes a ambos con que tratar,
Sherry Ann y él. Ese hombre es malicioso como el infierno;
no lo dejará pasar. No tengo duda de que intentará
arrastrarte a través de la suciedad, jefe. Va a desenterrar
cosas que probablemente prefieras que no desentierre.

El estómago de Shane se revolvió un poco.


Sospechaba que Gray también iba a ser puesto a prueba.

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Capítulo 9

S hane estaba en pie fuera de la casa grande más


nervioso de lo que había estado nunca en su vida.
Se sentó en el balancín del porche de atrás y dejó su
cabeza entre sus manos, quitándose el sombrero. Todavía
faltaba una hora para que Gray saliera del trabajo.

Quería ir a la casa de al lado y estrangular a Sherry


Ann. Podía entender una parte de por qué la chica estaba
haciendo eso, pero Gray tenía razón: Kauffman no era el
tipo de hombre que dejaba pasar un insulto. En este caso,
el honor de su hija, o la carencia del mismo, estaba atado
al suyo propio.

Shane suspiró; tenía parte de culpa por no parar antes


los sin sentidos de Sherry Ann. No había considerado
realmente las ramificaciones de la tenacidad de Kauffman y
su terquedad hasta que Gray se lo había dicho. Si hurgaba
en los lugares correctos, no sería difícil para el hombre
descubrir su sexualidad. Había sido muy cuidadoso
escondiéndolo, pero no era como si nadie más lo supiera.

No estaba preocupado por lo que la mayoría de la


gente pensara de él, pero los Hunters eran su familia.
Merecían saberlo y debían escucharlo de él, no de los
rumores del pueblo. Dios, no quería hacer esto.

La puerta de atrás se abrió. ─¿Shane? Cariño, ¿estás


bien? ─Kaitlyn se inclinó y recogió el sombrero de Shane,
entonces se sentó en el balancín a su lado.

99
Shane giró su cabeza para mirarla y ella le pasó su
sombrero. ─Gracias. ─Se lo puso de nuevo y se recostó en
el balancín.

─De nada. ¿Cuál es el problema, Shane? Y no me


digas que nada. Te conozco desde hace tiempo y ¡caray!,
sé bien cuando algo te preocupa. ─Extendió la mano y le
acarició la espalda─. ¿Es este sin sentido con Sherry Ann?
Cariño, no te preocupes por eso. Todos sabemos que no
has tenido nada que ver con esa pequeña niña. La niña
necesita que la den unos azotes en el culo.

Shane asintió y cerró los ojos. Seguro que ella lo haría,


y en ese punto Shane estaba considerando estar primero
en la cola de voluntarios de administrárselo. Kaitlyn era
como una madre para él, siempre intentando cuidarlo. Le
trataba malditamente cerca del modo en que trataba a
Gray. Abrió sus ojos y tomó su mano, apretándola
ligeramente. ─Kaitlyn, yo… gracias. Gracias por ser la
madre que la mía nunca fue. Nunca podré pagarte todo lo
que has hecho por mí durante estos años. No importa lo
que pase, quiero que lo sepas y que sepas que te quiero.

Kaitlyn enmarcó su rostro con sus manos, bajándolo


para besarle la frente. ─Yo también te quiero, cariño. Nada
cambiará eso. Eres como un hijo para mí; lo has sido
durante mucho, mucho tiempo. Acogerte nunca fue una
dificultad, lo sabes. Siempre has sido muy apreciado y nos
lo has devuelto una y otra vez. Intenta no enfadarte mucho
por esto. Saldrá bien, lo prometo.

Esperaba cono el infierno que ella tuviera razón y se


sintiera de la misma manera después de que les contara lo
que necesitaba decir. ─¿Ted todavía está levantado?

─Está en la oficina. ¿Cenarás con nosotros esta noche?

100
Shane se levantó, llevando a Kaitlyn consigo. ─Ya
tengo planes para cenar esta noche, pero me gustaría
hablar con los dos primero.

Kaitlyn le dio una mirada especulativa, abrió su boca


para decir algo, entonces la cerró. ─Entremos, entonces.
─Lo siguió dentro de la casa. Cuando alcanzaron la oficina,
Shane sentía la repentina urgencia de huir.

─Ted, Shane tiene algo que quiere hablar con nosotros.


─Kaitlyn dejó su mano, fue al sillón y se sentó.

─Oh, bien, también hay algo de lo que me gustaría


hablar con él. ─Ted lo miró a través de algunos papeles en
su escritorio y sonrió a Shane.

Shane tragó duro y tomó una profunda respiración. Se


sacó el sombrero, girándolo en círculos en su mano una y
otra vez.

Ted miró las manos de Shane y frunció el ceño,


entonces se encontró con sus ojos. ─Supongo que esto es
bastante serio. Siéntate, hijo. No tienes que decirme que
dejaste embarazada a la hija de Kauffman ¿verdad?

─¡No! Oh, buen Señor, ¡No!

Ted sonrió. ─Bien, ya lo pensé, pero te ves como si


fueras a un funeral.

Shane caminó por la oficina y se sentó junto a Kaitlyn.

─Yo… Gray tenía razón cuando dijo que Kauffman


probablemente excavaría muchas cosas sobre mí. Y les
debo mucho a los dos como para no dejarles saber lo que
seguramente encontrará. «Maldición, ¡esto apesta!» ─Su
estómago era un revoltijo y no sería capaz de comer una

101
maldita cosa esa noche. Tuvo la repentina urgencia de
vomitar.

Kaitlyn palmeó su rodilla dándole valor.

Ted asintió. ─¿Esto tiene algo que ver con que dejaras
Nuevo México solo a los dieciséis y acabaras en Texas?

Shane asintió. ─Un poco.

─Bien, no puedo decirte que no me lo he preguntado


estos años, pero seré honesto, hijo, dudo que puedas
decirme algo que me haga pensar menos de ti. Te he visto
crecer, chico, sé qué tipo de hombre eres. Si te fuiste, fue
hace mucho tiempo y…

─¡Soy gay! ─«Bien, ¡Mierda!» Sólo lo soltó, «¿no?»

Ted se sentó unos segundos, frunciendo el ceño, con


las cejas juntas.

Kaitlyn jadeó, se llevó las manos al pecho y se recostó


en el sillón. ─¡Oh, Dios!

Shane sintió lágrimas quemando sus ojos. No podía


mirar a ninguno de los Hunters. Ellos no lo entenderían y lo
rechazarían. Peor, ya no lo querrían más.

Kaitlyn tomó una respiración profunda y dejó caer su


cabeza en sus manos. ─¡Oh, Dios, cariño! ¡Me asustaste!
Pensé que ibas a decirnos que asesinaste a alguien.

─¡¿Qué?! ─La boca de Shane se abrió.

Ted gruñó. ─Ahora, Katy, ¿cómo en el mundo


pensarías eso?

Su mujer se puso colorada. ─Bien, ¿qué pensaste tú


que iba a decir?

102
─Pensé que había robado un coche o algo.

Shane no pudo evitarlo; sólo los observó, mirando de


uno a otro. No sabía si sentirse insultado o aliviado. «¿Ellos
pensaban que era un criminal fugitivo?» «¿Eso
significaba que no les importaba que fuera gay?»

Kaitlyn lo rodeó con sus brazos, abrazándolo


estrechamente. ─Cariño, te ves como si hubieras visto un
fantasma. Di algo.

─¿No les importa?

Ted rió entre dientes. ─Infiernos, hijo, ¡Lo hemos


sabido durante años!

Shane estaba horrorizado. ─¿Lo sabían?

Kaitlyn asintió. ─Por supuesto, cariño. ¿Es por eso por


lo que dejaste tu casa tan joven?

Incluso después de todo este tiempo en mitad de una


de las conversaciones más duras que había tenido, Shane
aún sentía el enfado en él. Apretó su mandíbula y asintió,
esperando como el infierno que la respuesta fuera
suficiente.

Ted se levantó de la silla y rodeó lentamente el


escritorio hacia el sillón. Se sentó al otro lado de Shane y
pasó un brazo por encima de su hombro. –Lo suponíamos.
No tienes que hablar de ello. Nada ha cambiado, hijo. Te
queremos y te apoyamos, como siempre.

Shane tragó duro. ─¿Cuánto hace que lo saben? «¿Se


atrevería a preguntar cómo lo sabían?»

103
─Desde que eras un adolescente, cariño. Nunca lo
dijiste, de modo que nosotros tampoco. ─Kaitlyn se estiró
sobre él, agarrando la mano de Ted.

Shane sintió una lágrima caer y deslizó un dedo bajo


sus gafas para capturarla. Se sentía como si le hubieran
quitado un enorme peso del pecho. Ted y Kaitlyn se
abrazaron y también a él.

Kaitlyn besó su mejilla. ─¿Te había dicho que me


gustan las gafas?

Shane sonrió y sacudió la cabeza. ─No, pero gracias.

─¿Entonces cuándo lo conoceremos, chico?

─¿Huh? ─Shane apartó su cabeza para mirar a Ted.

─Estás viendo a alguien, ¿no? Por eso no estás


comiendo en casa y el por qué de que nos dijeras que no te
esperáramos levantado, ¿no?

«¡Oh, mierda!» ¿Cómo infiernos contestaría a eso sin


hablarles sobre Gray? Shane silenciosamente gimió. Oh,
hombre, había resuelto un problema sólo para darse cuenta
de que tenía otro. No tenía ni idea de cómo reaccionarían
sobre él viéndose con Gray. ¿Pensarían que estaba
aprovechándose de él? Probablemente no, no eran ese tipo
de personas. Ellos realmente se preocupaban por él, pero
estaba tan cansado emocionalmente por lo confesado hoy.
¿Y qué pasa si eso les hace saber que Gray es gay? ¿Cómo
le afectaría eso en la comunidad? ¿En el trabajo? Shane no
se preocupaba mucho sobre lo que los demás pensaran de
él o cómo lo trataran, pero Gray… No quería comprobarlo,
no ahora, y no era él quien debía decirlo antes que Gray. O,
como mínimo, deberían ser los dos, quienes se lo dijeran a
sus padres juntos.

104
Ted rió. ─Bien, infiernos, chico, no tienes que traerlo a
casa. Te ves como un adolescente intentando evitar traer a
tu cita para que conozca a tu familia.

Shane rió. ─No es eso. Es sólo… bien, hablaré con él,


para ver si quiere venir a cenar una noche.

Kaitlyn sonrió. ─Bien. Echamos de menos no tenerte


para cenar. Ya es bastante malo que Gray no venga muy a
menudo. Aunque señalaré que has llegado demasiado tarde.
Deberías haber hecho esto años atrás, cuando la mayoría
de los niños traen a sus novias o novios a casa para
conocer a sus padres. ─Kaitlyn se levantó─. Voy a empezar
la cena. ─Se quedó delante de Shane y le palmeó la
cabeza─. Te queremos, cariño. No debes estar asustado de
contarnos estas cosas; ya deberías saberlo.

Shane se levantó y la abrazó apretadamente, calor


subiendo por su pecho. ─Yo también te quiero… mamá.

Cuando se apartó, Kaitlyn tenía lágrimas en sus ojos.


─¡Me gusta eso! Puedes llamarme así cuando quieras.
Siempre contestaré, ¿me escuchas? ─le pellizcó la mejilla,
sonriéndole y dejando la habitación.

Ted dejó el sillón y palmeó a Shane en la espalda.


─¡Sal de aquí, chico! Ve con tu cita.

Shane sonrió y volvió a ponerse el sombrero en la


cabeza. ─Sí, señor. ─Se giró para irse, pero la voz de Ted lo
detuvo─. Hijo, si Kauffman empieza algo más, quiero
saberlo. Ya he hablado con nuestro abogado, y está
trabajando en ello, pero tomará tiempo. Si no hay nada
más podemos demandarlos por calumnia.

─Sólo quiero que se larguen.

105
Ted asintió. ─Imagino que también podemos hacer eso.
─Estuvo en silencio un momento, entonces sonrió─. Y,
Shane.

Shane encaró a Ted.

─Estoy feliz de que finalmente encontraras a alguien lo


bastante importante para que te haga salir de ‘La H. Rota’
una y otra vez.

«Sólo espero que todavía te sientas de la misma


manera, cuando descubras que ese alguien es tu hijo.»

Gray acababa de llenar la jarra de té con agua, cuando


escuchó que se abría la puerta. Sonrió y sacó dos vasos.
─Justo a tiempo; las hamburguesas están casi hechas.

Shane gruñó desde el salón. ─Si hablas en serio, te


golpearé, ¡después saldré de aquí rápidamente!

Gray rió mientras llenaba su vaso y el de Shane con té


helado. ─Nah, por supuesto que no hablo en serio, en
realidad tenemos perritos calientes.

El gruñido de Shane estaba más cerca esta vez, casi


detrás de él, de hecho. ─Voy a golpearte.

─Estoy bromeando, jefe. Pedí pizza. Llegué tarde a


casa y… ─Gray se balanceó y se detuvo.

Shane estaba de pie un poco dentro de la cocina con


un par de pantalones vaqueros bajos holgados y un suéter
con cuello. La ropa era bonita, pero eso no era lo que captó

106
la atención de Gray. El cabello de Shane estaba suelto y
colgaba por su espalda, ligeramente húmedo por cómo se
veía.

─¡Maldición! Yo… tú… ¡Maldición! ─Gray sin palabras le


pasó el té. Su polla ya había empezado a llenarse. Después
de que Shane tomara el refrigerio, Gray se reajustó la
bragueta.

Los labios de Shane se alzaron. ─Hmmm, deben ser


mis gafas sexys otra vez. Gracias por el té.

Gray miró la montura dorada metálica e infiernos si su


polla no se endureció más. Suspiró y sacudió la cabeza. ─Sí,
son bastante calientes, pero estaba babeando por tu
cabello. ─Inclinó ligeramente la cabeza, alrededor, cuatro
asientos en medio de la cocina─. Siéntate. Traeré algunos
platos y servilletas.

Shane lo hizo y movió su nariz, oliendo. ─Mmm…


pepperoni, hamburguesa, salsa y jalapeños. Lo recuerdas.
─tomó otro olorcillo del aire, entonces se echó atrás─.
Rompí la goma del cabello de camino a la puerta y no
quería volver a por otra. Pensarás que debería haber
aprendido a llevar una en el camión.

Gray rió, agarrando dos platos y algunas toallas de


papel del rollo que había junto al fregadero, después abrió
la puerta del horno y movió algunos trozos de pizza. ─No es
que me queje, pero si no siguieras intentando sujetarlo con
las gomas después de estirarlas hasta su límite, no las
romperías. ─Le pasó a Shane un plato y observó al hombre
atacando.

─Sí, pero si no lo pongo lo suficientemente apretado,


mi cabello se sale. ¿Entonces cuál sería el punto? ─Shane
tomó un mordisco─. Mmm…

107
Gray masticó un trozo. ─¿Cómo fueron las cosas
después de que me fuera hoy? Kauffman no volvió,
¿verdad?

Shane se encogió de hombros y acabó de morder su


pizza. ─No; las cosas han ido bien. Me fui justo después de
ti para volver al pastizal del sur y poner la nueva valla.
─Paró para morder otro trozo─. Ya sabes, no lo entiendo,
¿qué es lo que cree Sherry Ann que ganará con esto? ¿Ella
cree que si me atrapa así, yo, mágicamente caería de
rodillas de amor por ella y me casaría?

─No lo sé, jefe. Todo esto es muy raro.

Shane gruñó su acuerdo.

─Obviamente tiene problemas si se inventa esta


historia para vengarse de ti. Y quiero que pidas una orden
de alejamiento contra ambos, Kauffman y ella. Ella necesita
estar un infierno lejos de ti y yo quiero mantenerlo a él a
distancia también. ─Levantó sus ojos para permitirle a
Shane saber lo que quería decir─. ¿Tú crees que realmente
está embarazada?

─¿Quién sabe? Pero si lo está, seguro como el infierno


que no es mío.

Gray resopló. ─Es bastante posible que ella esté


realmente embarazada y no quiera decir quién es el padre.

Shane se encogió de hombros. ─Quizá, pero no veo


cómo apuntarme a mí va a ayudar. Todavía pienso que está
intentando llamar la atención de su padre, si bien es cierto
que de una manera extrema. ¿Crees que debería intentar
hablar con ella, ver qué infiernos piensa que está haciendo?

Gray empezó a sacudir su cabeza antes de que Shane


acabara de hablar. ─No. Quédate tan lejos de ella como

108
puedas. No necesito a gente diciéndome que los han visto
juntos y ella gritando violación o algo así. Esta chica
obviamente tiene problemas, no me extrañaría. Por no
mencionar que agitarías las cosas confrontándote con ella.
En este punto, ellos tienen que probar que ella está, uno,
embarazada y, dos, si lo está, que tú eres el padre. Y no
pueden. Definitivamente no tienen una evidencia de ADN
de ninguna actividad sexual, y si está embarazada, es
demasiado pronto para conseguir ADN del feto.

─Sí, de acuerdo. Me mantendré lejos de ellos, pero no


hay ninguna necesidad de una orden de alejamiento.

Gray gruñó.

─Estoy cansado de hablar de los Kauffman, dejémoslo.


Aparte, necesito discutir otra cosa.

Gray frunció el ceño, dejándole saber que el tema de


la orden de alejamiento no estaba cerrado. ─¿Oh?

Shane asintió. ─Sí, pero no ahora. Come.

Estudió a Shane unos minutos, intentando decidir si


empujar o no. Shane no se veía visiblemente enfadado, de
modo que decidió que fuera lo que fuera, podía esperar. Se
sentaron en silencio, tomándose cuatro trozos de pizza.
Finalmente, Gray apartó un poco la mesa y se inclinó hacia
atrás, relajado. ─¿Te quedarás esta noche?

Shane asintió. ─Lo haré si pones la alarma a las cinco.

─Mientras no esperes que me levante tan pronto.

Shane rió entre dientes y se apartó de la mesa


también. ─Vago.

Gray asintió. ─Sip, es por eso por lo que me hice


agente de la ley en lugar de ranchero. Nada de despertarse

109
con los gallos para mí. No es natural estar despierto antes
de que el sol se alce. ─Agarró su plato y alcanzó el de
Shane─. ¿Ya estás?

─Sí, gracias. Realmente estaba cansado de


hamburguesas.

─Yo también, y habría hecho algo pero esta última


llamada tomó más tiempo de lo que pensé, de modo que no
volví a mi oficina hasta después de que acabara mi turno. Y
estoy libre este fin de semana. ─Puso los platos en el
fregadero y volvió con Shane. Cayó sobre sus rodillas
delante de su amante, colocando sus manos en los muslos
del hombre─. Prepararé algo para mañana. Quizá podemos
hacer algo como pescar o ir a San Antonio a ver una
película.

Shane se movió en la silla, separando sus piernas.


Miró abajo a Gray y sonrió. ─Podríamos hacer eso. La
semana que viene voy a una subasta de ganado. ¿Quieres
venir conmigo? Si eres especialmente amable, te compraré
un caballo. Sólo tendrás que domarlo.

─Seguro. ¿Tendré que montar sobre tus hombros


como cuando era un niño?

─Te daré algo que montar…

Gray pasó su mano arriba y abajo de la tela de los


muslos de Shane. Su mirada bajó al gran cuerpo del
hombre, quedándose finalmente en el bulto en sus
pantalones. La vista hizo que su propia polla se levantara y
se hiciera notar. Desabrochó y bajó la cremallera de los
pantalones vaqueros de Shane, apartando los lados. ─Mmm,
y que buena monta será. ─Enganchó sus dedos bajo la
pretina de los pantalones y la ropa interior de Shane.

110
Shane elevó sus caderas sólo un poco, permitiendo
que Gray los bajara hasta medio muslo. La gran y hermosa
polla que daba tanto placer se liberó. Todavía no estaba
dura, pero estaba en ello. La mano de Shane bajó por la
mejilla de Gray, su pulgar acariciando arriba y abajo el
pómulo.

Gray miró dentro de los ojos marrones, tomándose un


minuto para absorber la belleza de esa amada cara.
«Maldición, esas gafas realmente eran sexys. Quizá
Shane le dejara…»

─¿Qué estás pensando? ─sonrió Shane


socarronamente.

─¿Por qué?

─De repente tienes ese brillo pícaro en tus ojos.

Gray inspeccionó el regazo de Shane, notando ahora la


enteramente erecta polla. La tocó y apretó gentilmente,
haciendo a Shane sisear. ─Sólo pensaba en esas gafas.

─No.

─Ni siquiera sabes qué quiero hacer. ¿Por favor?


─Barrió con su lengua arriba y abajo del eje por la
prominente vena.

Shane gimió y rápidamente acercó el culo al borde de


la silla. ─No te correrás en mis gafas, pervertido.

Gray giró su lengua alrededor de la gorda cabeza,


succionándola más profundo en su boca. Su propia polla
era como una marca dentro de sus pantalones de uniforme.
Se los quitó cuando engulló a Shane más profundo en su
garganta, entonces subió. ─Vamos, jefe. ¿Nunca has visto
porno? El tipo con gafas siempre consigue…

111
Shane agarró su polla y golpeó con la cabeza los labios
de Gray. Obedientemente, abrió su boca de nuevo y se
tragó a Shane, olvidando todo lo que estaba diciendo. Él iba
a correrse en esas gafas y esa hermosa cara, pero discutiría
su caso más tarde.

Cuando las manos de Shane rodearon su cabeza,


juraría que su propia polla goteó copiosamente. Oh,
hombre, amaba eso. Era algo que lo encendía, tener las
manos de Shane en su cabeza mientras Gray le chupaba.
La idea de que Shane estaba tan desesperado por él que no
quería que parara, que necesitaba sostener su cabeza allí,
era un gran encendedor. Siempre había amado chupar una
polla, tenía una pequeña fijación oral, la verdad sea dicha,
pero el hecho de que fuera Shane…

Nunca había sido capaz de apartarse de que le


cogieran la cabeza, bien, excepto por la primera vez que lo
hizo, pero con el jefe se estaba convirtiendo en una norma.
De hecho, si Shane empezaba a empujar, era hombre
muerto. La idea de que pudiera hacer a Shane perder el
control cada vez. Ahora, si pudiera conseguir que el hombre
hablara sucio, sería la gloria.

Empezó a acariciarse él mismo mientras inclinaba su


cabeza arriba y abajo de la polla de Shane, chupando cada
vez que su cabeza subía. Shane gimió, sus manos
acariciando la cabeza de Gray, entonces empezó a moverse,
hacia arriba empujando la cabeza de Gray abajo. Shane ya
sabía que Gray podía no sólo tomarlo, sino que amaba que
hiciera eso. Gray se abrió, relajando los músculos de su
garganta. Se sentó sobre sus tobillos y usó su mano para
empujar la polla de Shane debajo de modo que pudiera
tener un ángulo mejor, permitiendo que el pene de Shane
se deslizara más abajo. Podía sentir la sangre llenando su
propia polla y el pre-semen en la punta. Sus bolas estaban
apretadas, tan cerca de vaciarse.

112
El sonido de la ruda respiración de Shane y los
resbaladizos sonidos de su propia saliva y de la succión de
su boca sonaron fuertes en la silenciosa habitación. ─Oh,
maldición, Grayson. Eso es. Tómalo todo.

El ronco susurro fue todo lo que Gray necesitó.


Disparó duro, gruñendo alrededor de la polla de Shane. El
semen chorreó fuera, derramándose en sus dedos y
salpicando el suelo. Todo el tiempo que continuó chupando,
nunca paró en su búsqueda del placer de Shane.

Shane se sacudió en su boca unos momentos,


entonces se tensó. Sus dedos se doblaron en el cabello de
Gray y jadeó algo que sonó como. ─Grayson, amor, ahora,
─y se corrió. El sabor salado penetró en la boca de Gray y
bajó por su garganta cuando tragó.

Gray se cayó un poco, tratando de recuperarse de su


propio orgasmo, pero mantuvo la polla de Shane dentro de
su boca. Chupó y lamió, rehusándose a dejarlo ir,
disfrutando del peso de la blanda polla de Shane en su boca.

Shane rió entre dientes y acarició su mejilla. ─Casi me


hace cosquillas.

─Ummm…

Shane rió. ─Eso hace cosquillas.

Gray sonrió, dejando que Shane saliera de su boca. Lo


besó en el muslo, y descansó la cabeza en su rodilla.

─Realmente amas hacer eso, ¿no? ─Shane pasó sus


dedos por el cabello de Gray.

Él asintió. ─Sí, lo amo. Especialmente contigo.

Shane cogió su cabeza en sus grandes y bronceadas


manos y alzó a Gray, impulsándolo en sus rodillas. Una vez

113
que Gray estaba a su nivel, Shane se inclinó y lo besó, su
lengua acariciando suavemente, explorando. No era un
profundo o apasionado beso, era suave, dulce y vago, con
solo insinuaciones de lenguas, pero decía mucho. Shane se
apartó, su mirada pasando por la cara de Gray, una suave
sonrisa en sus labios. ─Hoy les dije a tus padres que soy
gay.

─¿Sí?

─Sí. Dijeron que ya lo sabían. ─Shane frunció el ceño


ante el recuerdo.

Gray sonrió. ─Bien, infiernos, jefe, te conocen desde


que tienes dieciséis. Si ni siquiera tuvieran el
presentimiento, me lo preguntarían. Estoy seguro de que
también saben sobre mí.

─Bien, tú no sabías que lo era.

─Sí, pero yo tenía razones para pensar de otro modo.

Shane se encogió de hombros. ─No te mencioné. No


debí preocuparme. ─Sabía que tratarían con ello. Tenía una
familia fantástica. Diablos, se lo habría dicho años atrás si
no hubiera estado preocupado de lo que Shane pensara.
Irónicamente, decírselo ahora no era un gran problema ya
que sabía que no tendría que tratar con la censura de
Shane.

Shane sacudió la cabeza. ─No es mi lugar. Tienes que


decírselo. ─Sus cejas se juntaron.

Gray suavizó las líneas. ─¿Estás preocupado de lo que


pensarán? ¿Sobre nosotros juntos, quiero decir?

Shane asintió.

─¿Quieres que se lo diga? Puedo hacerlo mañana.

114
─¡No!

Gray empezó. ─De acuerdo.

─Lo siento, sólo necesito un poco más de tiempo. Ellos


necesitan un poco más de tiempo. Han tenido mucho con lo
que tratar últimamente, como con el ataque al corazón de
Ted, después los Kauffman y su acusación ‘lame-culos’,
más tarde yo diciéndoles que soy gay. Quizá deberíamos
esperar un poco.

Gray no pensaba que fuera una gran cosa, pero


obviamente significaba algo para Shane, de modo que
podía aguantarse para decírselo a sus padres. ─Sí,
podemos esperar tanto como quieras, pero no creo que
importe. Bien, estarán un poco sorprendidos al principio,
pero nos quieren. Estarán felices.

Shane se inclinó y lo besó de nuevo. Sólo un suave


roce de labios. ─Dios, espero que tengas razón.

115
Capítulo 10

Q uizá podía hacer justo lo que hacía cuando era un


niño, abrir la puerta de atrás y gritar: ‘¡Estoy en
casa de Shane!’ Antes, en aquellos días, nadie hubiera ni
levantado una ceja. Habría sido mucho más simple si les
pudiera decir la verdad, pero le había prometido a Shane
que le daría tiempo.

Gray exhaló profundamente. Para cuando rodeó la


segunda de las cuatro curvas de camino a ‘La H Rota’,
todavía no había decidido qué les iba a decir a sus padres,
o más bien cómo no decírselos hasta que Shane estuviera
listo para hacerlo.

Gray no estaba seguro de por qué exactamente, pero


tenía la sensación de que Shane tenía cosas con las que
tratar por sí mismo.

Alrededor de la tercera curva, notó jinetes en el borde


de la propiedad de ‘La H Rota’. Cuando se acercó, se dio
cuenta de que eran Shane con Mac, uno de los trabajadores
más viejos del rancho. Mac había trabajado en ‘La H Rota’
desde que Gray era un niño. El hombre solía quedarse en
las barracas, pero se casó casi a los cincuenta y se mudó a
su propia casa en la ciudad. Era un tipo amable, más cerca
de la edad de Shane que la de Gray.

Shane lo vio y lo saludó con la mano. Le devolvió el


saludo, paró a un lado de la sucia carretera, apagó el motor
y esperó.

Shane y Mac cambiaron de dirección hacia la valla,


viniendo para encontrarse con él.

116
Gray saltó fuera, dirigiéndose a los dos hombres.
─¡Hey, jefe! ¡Hey, Mac!

─¡Hey Sheriff! ─sonrió Mac.

─Grayson. ─Shane se tocó la parte superior de su


sombrero de paja de cowboy.

Gray paró junto a la valla, acariciando a Kokopelli, el


negro caballo castrado de Shane, en la estrella blanca de su
nariz. ─¿Qué estás haciendo tan lejos?

Mac sonrió. ─Tan poco como es posible. Ejem, quiero


decir, estamos montando por la valla.

Shane se encogió de hombros, sonriendo. ─Has salido


pronto del trabajo.

Gray asintió. ─Claro. Salí una hora antes de lo que


esperaba. Ya había empacado una bolsa antes de irme, de
modo que he venido directamente. ¿Cómo está papá hoy?

Mac dejó salir un largo silbido. ─¡Cascarrabias como el


infierno!

Gray rió. ─En ese caso, no tengo prisa. ¿Qué tal tú,
Mac? ¿Haces un trato conmigo? ¿Llevas mi camioneta al
rancho y me dejas conducir a Dixie a cambio?

El rostro de Mac se encendió, entonces miró a Shane.

Shane asintió. ─Claro, ve. Puedes irte a casa cuando


llegues.

─Gracias, Shane. ─Mac bajó de la yegua castaña y


saltó la valla.

Gray le pasó las llaves de su camioneta. ─Sólo


apárcala junto a la casa grande y deja las llaves dentro.

117
Mac cogió el anillo de llaves en el aire y sonrió. ─¡Lo
haré! Hasta luego, Shane. ¡Hasta luego, Gray!

Gray saltó entre el alambre de púas, casi golpeando su


curtido sombrero, luego montó. Miró a Shane. ─Vamos.

Mac dio un bocinazo y los saludó mientras se iba.

─¿Cuánto ha pasado desde que te subiste a un


caballo?

─Un año. ¿Por qué?

Shane sonrió. ─Bueno, ya que de alguna manera te las


has arreglado para estar lejos mientras deberías haber
estado aquí ayudando las últimas dos semanas, solo estaba
intentando hacerme una idea de cuán escocido vas a estar
después.

Gray resopló. ─He estado apartado de los caballos, de


modo que he podido estar cerca de la casita del capataz y
montarle en su lugar. Además, es como montar en bici. ─Le
dio a Shane una caliente mirada.

Shane rió entre dientes, girando noventa grados el


negro caballo de modo que estuviera en dirección a la casa
grande. ─Sé amable y masajearé tus muslos y tu culo esta
noche.

─Cuento con ello. Y quizá después podamos… ─Su


mirada fue abajo y de vuelta a los ojos de Shane, o más
bien a sus gafas.

─No. ─Shane empezó a mover a Koko otra vez.

Gray giró a Dixie y lo alcanzó. ─Ni siquiera sabes qué


iba a decir.

─¿Tiene algo qué ver con mis gafas?

118
«¡Maldición!». Gray gruñó. ─Bien.

Shane sonrió. ─¿Tienes alguna otra perversión sobre


la que necesite saber?

─¿Es una pregunta tramposa? ─Gray estudió a Shane


durante un minuto. Maldición, el hombre se veía bien en un
caballo.

─¿Por qué sería una pregunta tramposa?

─Porque siempre he tenido algo con tu cabello. «Cómo


se sentiría esa larga melena alrededor de su…»

Shane rió. ─Oh, no.

─¿No? ─Gray sonrió tan extensamente que le dolió la


cara. Dios, esto era divertido.

─No, no vas a eyacular con mi cabello. ─Shane todavía


estaba riendo.

─Qué tal usarlo para envolverlo alrededor de mi polla


mientras yo…

Shane sacudió su cabeza y resopló ruidosamente. ─No.


Uf, no tenía ni idea de que tuvieras todos estos fetiches.

─Qué puedo decir, jefe, me inspiras. ─Y él lo hacía,


también. Gray nunca se había considerado pervertido. Pero,
hombre, seguro que quería probar algunas cosas con Shane.
Miró fijamente las esposas en su cinturón. Gray se
estremeció, su polla endureciéndose.

─¿Por qué fue eso? ¿Ese pequeño gemido?

«¿Gemido?» «¿Había gemido?» ─Sólo estaba


pensando en ti esposándome a la cama.

119
Shane se giró, encontrándose con sus ojos, tan serio
como podía estar. ─Ahora, eso podría hacerlo. ─Esa intensa
mirada hizo que la polla de Gray se endureciera más. Barrió
con la mirada el cuerpo de Shane.

Shane se ajustó a sí mismo, mirándolo. ─¿Lo has


hecho alguna vez? ¿Dejar que alguien te ate?

─Nop. Nunca he confiado lo suficiente en alguien. ─Y


era verdad; la idea de hacer eso con algún otro amante le
asustaba como el infierno.

Shane gimió. ─¡Maldición! ─Se volvió a cambiar la


polla de posición─. Cambia ya el tema. ¿Cómo ha ido el
trabajo?

«Buena idea». Gray se movió en la montura haciendo


que Dixie se moviera un poco a un lado. ─El trabajo fue
bien. Lento, como siempre. No es que me queje. Apesta
que te disparen, como cuando estaba en la policía de San
Antonio.

La mandíbula de Shane se tensó. ─Sí, definitivamente


mejor.

Darse cuenta de que Shane había estado preocupado


por él debería hacerle sentirse mejor, pero no lo hizo.
Nunca había considerado que su trabajo asustara a Shane,
pero supuso que debería haberlo hecho. No quería pensar
en la idea de Shane estando inquieto por él. Shane había
estado allí con los padres de Gray el día en que le
dispararon. Sólo había sido una herida superficial, pero los
tres habían estado en la puerta de su apartamento cuando
se enteraron. Debían haber salido del rancho
inmediatamente para haber llegado allí tan rápidamente
como lo hicieron.

─Es mejor que montar toros, también.

120
─Nunca dijiste nada. Nunca me dijiste que te
preocupaba.

─No hablabas conmigo en ese momento. ─Shane le


dirigió una mirada llena de significado, entonces
abruptamente sonrió─. Solía tener naúseas cuando te veía
montar.

─¿Me viste en el circuito? ─No podía recordar haber


visto a Shane en el rodeo. Por supuesto, si Shane había
estado en las gradas y permaneció apartado, no lo habría
hecho.

─Varias veces. Estuve allí la noche en que te caíste de


aquel toro y te golpeaste con la puerta, quedando
inconsciente. ─Shane se sentó rígido en la montura, su
mandíbula volvió a tensarse─. Me gustas siendo Sheriff.

«¡Maldición!» Esa había sido una jodida noche.


Después, Gray había pensado que había visto a Shane
quedarse con él en el hospital, pero se convenció a sí
mismo de que era una alucinación debida a su contusión.
─Siento haberte preocupado, jefe. ─Un poco más bajo,
añadió─. Gracias por sentarte conmigo toda la noche.

Los ojos de Shane se dispararon hacia él, sorprendido.

─Pensaba que estaba imaginando cosas.

Shane asintió una vez, su postura todavía rígida, pero


relajándose lentamente.

Era momento de cambiar de nuevo de tema, pero


primero... ─A mí también me gusta ser Sheriff.

Shane sonrió. Sus ojos rastrillando a Gray, luego se


levantaron. La mirada era tan intensa que si Gray no lo
conociera mejor, habría pensado que Shane podía ver a

121
través de su uniforme. Shanne se movió en la montura y
apartó la mirada.

─Entonces, ¿qué les voy a decir a mis padres?

─Esta mañana les dije que vendrías a ayudar con las


tareas. También le dije a tu madre que ambos cenaríamos
con ellos.

─Lo sé, ¿pero no se van a preguntar por qué me


quedo a dormir en tu casa?

─Nop. Les dije que te llevaría a mi casa, de modo que


no estuvieras entrando y saliendo molestándolos.

─¿Eso funcionó?

─Sip, porque entonces recordé algo que tenía que


hacer y salí rápidamente, antes de que pudieran
asegurarme que no los molestarías.

Gray rió. Bien, esa era una manera de manejarlo.


Todavía pensaba que sería más fácil sólo decírselo. De ese
modo, dejarían de fastidiar a Shane con que querían
conocer a su novio, y todo sería más abierto, pero no iba a
presionarlo.

─Vamos. Necesito ducharme antes de cenar. Y si nos


damos prisa, quizá tenga bastante tiempo para esposarte a
la cama antes de que tengamos que ir a cenar. ─Shane y
Koko despegaron al galope.

Gray no pudo contener las lágrimas y rió, y le dio un


golpe con el talón a su caballo. Demasiado para sus muslos
y parte de atrás que no estaban escocidas; su polla había
decidido salir de caza.

122
─De verdad, cariño, no nos molestarás si te quedas
aquí. ─Kaitlyn besó a Gray cuando le pasó un plato de
galletas.

─Está bien, mamá. Mañana voy a despertarme a


primera hora con Shane para alimentar a los animales y
otras cosas. Quizá ir a pescar. ─Gray besó a su madre y
abrió la puerta de la cocina.

Shane cogió una galleta de chocolate del plato que


Gray sostenía de camino a la puerta. Gray refunfuñó
juguetonamente y atrajo el plato más cerca de su cuerpo.
─Conseguí estas para mí.

─No seas glotón, o no te llevaré mañana a pescar.


─Shane le dio un mordisco a la galleta, asegurándose de
hacer ‘Mmm’ ruidosamente.

Kaitlyn rió entre dientes. ─¿Debería prepararte tu


propio plato de cosas ricas, Shane?

Besó a Kaitlyn en la mejilla. ─Nop, estoy bien. Gracias


por la cena. Llama si necesitas cualquier cosa.

─Lo haré. ─Le devolvió el beso a Shane y susurró─.


Estoy tan contenta de que los dos estén juntos otra vez.

Shane sintió una puñalada de culpa pero se las arregló


para sonreír y hacer un guiño. ─Yo también. ─Se metió el
resto de la galleta en la boca y se dirigió al porche, dejando
que Gray lo siguiera─. Buenas noches, Kaitlyn.

─Buenas noches, Shane. Mañana prepararé el


desayuno a las seis, por si están interesados, chicos.

─Aquí estaremos, mamá. Buenas noches.

─Buenas noches, Gray.

123
La puerta de atrás se cerró y Gray lo alcanzó a mitad
de camino. ─Parecían felices de tenernos a los dos para
cenar.

─Sí, lo estaban. Ha pasado mucho tiempo desde que


ambos estuviéramos allí, con excepción de Acción de
Gracias y Navidad. Te echaban de menos, y probablemente
eres la mejor medicina para tu padre. Se veía mejor esta
noche. Más color en su cara, ¿lo has notado?

Gray se movió junto a él, ofreciéndole una galleta. ─Sí,


lo hice.

Shane la aceptó, metiéndosela en la boca mientras


abría la puerta principal de su casa. Gray lo pasó, metiendo
otra galleta en su propia boca, viéndose feliz y
despreocupado.

Shane sonrió, cerró y aseguró la puerta. Acabó su


galleta y siguió a Gray a la cocina. Después de que Gray
pusiera las galletas en el bote que tenía para ello en la
encimera, Shane cogió el plato y lo llevó al fregadero.
Enroscó ambos brazos alrededor del cuello de Gray y besó
su mentón. ─Ve al dormitorio, desnúdate y estaré allí.

Los labios de Gray se movieron a un lado. Abrió su


boca para decir algo, pero Shane lo silenció con un dedo en
sus labios.

─Shh. Ve.

Los ojos de Gray se entrecerraron, luego se giró y fue


al dormitorio tan rápido que Shane no pudo evitar reír.

Tan pronto como Gray estuvo fuera de vista y se


oyeron susurros en el dormitorio que indicaban que estaba
desnudándose, Shane fue al armario junto a la puerta
principal. Desafortunadamente, tuvieron que apresurarse

124
para cenar y no consiguieron jugar antes, pero estaba muy
seguro que había algo de tela allí.

Nunca había pensado mucho en atar a nadie, pero


después de que Grayson lo hubo mencionado esta tarde, la
idea había echado raíces y se rehusaba a irse. Una
oportunidad de adorar ese magnífico cuerpo sin Grey
devolviéndole las caricias y volviéndolo loco con esas
increíbles manos y boca que eran muy atractivas. Durante
toda la cena, permaneció allí sentado, conversando y
comiendo alternativamente mientras imaginaba a Gray
desnudo y esposado a su cama. Pasó un infierno de tiempo
sin alcanzar debajo de la mesa y reposicionando su dureza
durante la cena. Su polla estaba dura como una roca de
sólo pensar en atar a Gray.

Shane hurgó en los trastos, una silla de césped, un


bate de béisbol, una tienda... buen dolor que necesitara ir
al armario. «¡Aha!» Sacó un rollo de cuerda de nylon. Esto
funcionaría mucho mejor que las esposas. Volvió a poner lo
demás dentro, cerró la puerta y se dirigió al dormitorio.

Gray estaba extendido desnudo en la gran cama de


cuatro postes, sus largas piernas ligeramente separadas y
sus manos detrás de su cabeza. Su polla estaba dura,
arqueada ligeramente sobre su definido estómago. Sus
abdominales y músculos pectorales se estremecieron,
flexionándose cuando vio a Shane. La propia polla de Shane
estaba totalmente erecta. Se desabrochó y bajó la
cremallera de sus pantalones vaqueros, dándose más
espacio.

Gray sonrió, examinándolo de cerca. Cuando notó la


cuerda, los ojos le brillaron. ─Pensé que ibas a usar mis
esposas, jefe.

Shane sacudió su cabeza, acercándose a la cama. ─Te


harán daño en las muñecas. Además de este modo también

125
puedo atar tus piernas. ─Tiró el rollo en la cama junto a
Gray y abrió el cajón de la mesilla de noche, buscando una
navaja de bolsillo. Sacó el lubricante y lo tiró junto a la
cuerda y continuó escarbando. Finalmente, encontró lo que
estaba buscando; Gray se lo había dado una Navidad como
regalo.

─¿También vas a atar mis piernas? ─Gray frunció las


cejas y su cuerpo se tensó un poco.

Shane se sentó en el borde de la cama y pasó sus


dedos sobre el estómago de Gray, sintiendo los músculos
saltar bajo sus atenciones. Captó la mirada de Gray. ─No,
si no quieres que lo haga.

Gray pensó un minuto en ello. Su cuerpo pareció


soltarse y se alzó para alcanzar a Shane; lo acercó,
presionando sus labios juntos, tratando de tranquilizarlo.
Pero Gray giró las tablas y asumió su beso. Su lengua
acarició y lavó dentro de la boca de Shane, empujándola
dentro y fuera. Shane gimió y se apartó. La idea era
complacer a Gray, no quedar absorto. ─¿Puedo atarte,
Grayson?

Gray asintió, sus ojos entrecerrados y provocadores.


Alcanzó a Shane de nuevo. ─Primero ven aquí, jefe.

Shane sacudió la cabeza y desvió las manos de su


amante. ─Estírate y separa tus brazos y piernas de modo
que pueda atarlas a los postes.

Gray masculló algo que sonaba como ‘tacaño’ pero


hizo lo que Shane le ordenó.

Shane hizo un trabajo rápido cortando la cuerda en


cuatro secciones iguales y asegurando las extremidades de
Gray a la gran estructura de madera de la cama. Las ató
sin apretar, de modo que Gray pudiera liberarse si
realmente quería, y de modo que la cuerda no cortara su

126
piel. Quería a Gray en éxtasis, no dolorido. Dio un paso
atrás, mirando su trabajo manual y casi se traga su lengua.

Su cachondo Sheriff ya estaba jadeando, un pequeño


brillo de sudor sobre su cuerpo, y su piel estaba pálida
contra el edredón azul oscuro. Sus ojos ahora estaban
cerrados, su labio inferior atrapado entre sus dientes. Esos
músculos firmes del estómago flexionados y sus caderas
alzadas en la cama, haciendo que su polla estuviera
inclinada. Un brillo de humedad apareció en su estómago y
la punta de su polla. Abrió sus ojos, encontrando los de
Shane.

Maldición, el hombre era magnífico. Se sacó sus gafas


y las colocó en la mesilla de noche. No las necesitaba para
tan cerca y sólo se interpondrían en el camino. Entonces,
lentamente, se desprendió de sus ropas mientras Gray
observaba cada movimiento. La auto-conciencia era
imposible cuando Gray se lamió los labios mientras se
enfocaba en los movimientos de Shane. Una vez estuvo
completamente desnudo, alcanzó la trenza y la atrajo.
Sabía que Gray amaba su cabello. Liberando la goma, la
deshizo, dejando que cayera alrededor de su cuerpo.

Gray gimió, sus caderas moviéndose en el colchón de


nuevo. ─Oh, Dios, Shane. Por favor levántate aquí y
tócame.

«¿Cómo podía negarse a una petición tan dulce?» No


podía. Shane gateó en la cama, sentándose de rodillas
entre las separadas piernas de Gray. Viendo su polla, pasó
sus manos por el tenso estómago y muslos de Gray, sin
tocar en ningún momento la goteante polla.

Gray le gruñó. ─¡Eres malo!

─Shh...Yo estoy haciendo esto, no tú. Se supone que


debes sentir y dejarme disfrutar el trabajo.

127
─Entonces hazlo. Tócame, maldición.

Shane estiró su cabello hacia delante, entretejiéndolo


alrededor de la polla de Gray y dejando que se deslizara
fuera de nuevo. ─¿Así? ─Su cabello casi le hizo cosquillas
cuando tocó su propio cuerpo. Se preguntaba cómo se
sentiría alrededor del pene de Gray.

Gray gimió, sus caderas empujando hacia arriba,


alzando el aire. Shane repitió su acción, esta vez
envolviendo su cabello con su mano firmemente alrededor
de la polla de Gray. Bombeó algunas veces, luego lo dejó ir.
Apartó su cabello y lo pasó por los testículos de Gray,
provocándolo con él.

Gray jadeó, sus brazos y abdominales flexionados


cuando intentó agarrar a Shane, que se inclinó de modo
que sus ojos estuvieran al mismo nivel de las rojas y
apretadas bolas. Moviendo su cabello a un lado, lo mantuvo
fuera de su cara, pero cubriendo el muslo de Gray. Lamió la
línea desde la base de la polla de Gray hasta sus bolas,
luego volvió a subir.

Las piernas de su amante se tensaron y otro bajo


gemido llenó el aire. Shane sonrió y cerró su boca sobre los
testículos de Gray, chupando ligeramente. Estaban tan
cerca de su cuerpo que Shane no tuvo problema en
meterse las dos en la boca. Inhaló la almizclada esencia de
la carne de Gray mientras rozaba su cara ligeramente
contra el otro muslo del hombre. Su propia polla estaba
ahora doliendo de necesidad, pero no había manera de que
parara.

Deslizó su lengua bajo las bolas de Gray, rozando el


agujero fruncido que encontró allí.

Gray gimió con necesidad y alzó sus caderas, dándole


a Shane mejor acceso. ─¡Oh, joder!

128
Shane continuó lamiendo y pinchando con su lengua lo
mejor que podía con Gray atado. Pensó en liberar una de
las piernas de Gray para poder lamerle el agujero mejor,
pero no quería parar el tiempo necesario para hacerlo.
Lamiendo la rosa abertura, se aseguró de conseguir
mojarlo completamente y dejarlo resbaladizo. Cuando
estuvo satisfecho de que había bastante humedad, deslizó
un dedo dentro.

Gray jadeó e inmediatamente empezó a embestir y


simultáneamente a empujarse abajo, intentando tener más
del dedo de Shane. Estaba tan adorable en su completo
abandono que Shane tenía su propia polla vibrando ansiosa
contra la cama.

Shane agarró las caderas de Gray, alzándolas al


mismo tiempo. Usó su otra mano para guiar la polla de
Gray dentro de su boca.

─Oh, Dios. Oh. Más... ─Gray jadeó pesadamente, su


cuerpo retorciéndose.

Shane se lo tragó todo, chupando mientras follaba a


Gray con su dedo. Lo empujó duro, buscando la glándula de
la próstata. Cuando la encontró, Gray gritó y bombeó más
duro dentro de su boca, casi asfixiándolo. Pero Shane no se
preocupó; quería a su Gray suplicando y loco de lujuria.

La polla de Shane dejó ir pre-semen. La presionó


contra la cama, sus caderas corcoveando sólo un poco.
Trabajó en Gray más rápido. Suaves sonidos de absorción
llenaron el dormitorio.

Gray estiró los agarres de sus muñecas, deslizando


sus manos fuera, y agarró a Shane, alzándolo, sacando el
dedo de Shane. La boca de Shane liberó la polla de Gray
con un sonoro ‘pop’. Las caderas de Gray golpearon las de

129
Shane. El beso fue fiero, todo dientes, labios y lengua.
Habría dolido si Shane no estuviera tan excitado.

─Fóllame. ─Gray suplicó.

Shane agarró la navaja de bolsillo de la mesilla de


noche donde la dejó y se movió al final de la cama para
liberar las piernas de Gray. No había manera de que se
tomara el tiempo para desatarlo, Gray estaba tan
desesperado como él. Necesitaba a Gray tanto como Gray
lo necesitaba a él.

Cuando Shane cortó las cuerdas una a una, Gray dobló


sus rodillas, exponiéndose completamente. Shane paró sólo
un minuto para apreciar la vista mientras cerraba la navaja
y la lanzaba a un lado.

Aparentemente se tomó demasiado tiempo, porque


Gray se sentó y agarró firmemente la polla de Shane,
apretando. ─Ahora, jefe. Por favor.

Era embriagador saber que había reducido a Gray a


frases de una palabra. Su sheriff ahora no estaba sobre
analizando cada pequeño detalle. Shane empujó dentro del
toque de su amante, sintiendo que su estómago se
apretaba y sus bolas se tensaban. No quería correrse así,
quería estar dentro de Gray cuando se liberara. Apartó la
mano de Gray de su polla y empujó al joven hombre de
espaldas en la cama.

─Aquí. ─Gray le pasó el lubricante. Lo deslizó sobre


sus dedos y el agujero de Gray, luego empujó dentro dos
dedos.

Gray gimió y se empujó contra él, moliendo su culo


contra los dedos de Shane.

Shane se inclinó, capturando la empapada polla dentro


de su boca y chupando hasta que deslizó un tercer dedo

130
dentro del culo de Gray, y luego el cuarto. Se apartó y miró
abajo hacia Gray empalado en sus cuatro dedos. ¡La vista
era podridamente caliente!

No podía esperar más. Sacando sus dedos, Shane


empujó las piernas de Gray arriba y alineó su polla con el
ano de Gray, luego empujó dentro con una embestida dura.
El sudor bajó por su frente y su cabello y se pegó a él, pero
estaba más allá de preocuparse mientras follaba a Gray con
todo lo que tenía. La única cosa que importaba era el placer
de Gray y el suyo propio.

Gray jadeó, sus ojos ensanchados cuando miraron los


de Shane. Alcanzó y agarró algo del cabello de Shane,
despegándolo del sudoroso pecho de este y envolviéndolo
alrededor de su propia polla. Empezó a acariciarse, el
cabello de Shane entre su mano y su polla. En segundos,
los músculos de Gray se comprimieron en el eje de Shane y
su cuerpo se tensó. Sus ojos se cerraron para después
abrirse de golpe, decidido a que Shane se corriera. ─Jefe...

La mirada estaba tan llena de pasión y lujuria que


empujó a Shane por encima del borde.

Una vez que su cerebro empezó a trabajar de nuevo


se apartó de su amante. Inclinando su cabeza atrás, tomó
algunas respiraciones profundas y necesarias, absorbiendo
la esencia del sexo, la esencia de los dos juntos. De repente,
una sección de su cabello tocó su cuerpo; una mota mojada,
grumosa golpeó su muslo. Sobresaltado, miró abajo al
blanco desorden en su cabello y escuchó una risa
entrecortada. Miró los divertidos ojos verdes de Gray.

─Tus gafas son las siguientes.

131
Capítulo 11

-¿Q ué tipo de cerveza? ¿Tenemos que elegir cuál


llevar? ─Shane lo golpeó ligeramente en la
cadera con el borde de su tarjeta del carro de la compra.

─Sí. Agarra algunas Coronas para mí y conseguiremos


algunas limas. Luego coge cualquier cosa que quieras. John,
Ethan y McCabe beberán lo que sea, y Jamie realmente no
bebe, de modo que lo que quieras estará bien. Sólo coge
muchas. ─Gray llevó su mano hacia la unidad de
refrigeración donde estaban las cervezas, sólo prestándole
la mitad de su atención a su amante. Continuó mirando
pasillo abajo, frunciendo el ceño a la mujer mayor que
mantenía el cuello estirado alrededor y miraba pasillo abajo
después de empujar su carrito pasándolos. Era la Sra.
Murphy, la bibliotecaria del pueblo, si no estaba equivocado.

La gente estaba actuando raro, y Gray estaba seguro


de que no era su imaginación. Estaba bastante seguro de
que era a Shane a quien miraban. Shane no pareció notarlo,
pero a Gray no le gustó. Sherry Ann o su padre debieron
haber hablado de más.

Gray casualmente caminó al final del pasillo mientras


Shane ponía los paquetes de cerveza en su carro. Miró por
la esquina.

Los ojos de la sra. Murphy se abrieron cómicamente


tras sus grandes y redondas gafas de plástico cuando lo vio,
y luego se apresuró en su camino. Su corto, suave y sedoso
cabello gris volaba con cada paso. ¿Qué hacía ese viejo
murciélago? Intentando conseguir detalles que chismorrear
sin duda. «¡Maldita Sherry Ann! ¿Qué pensaba que

132
podría ganar esa chica?» Seguramente se dio cuenta de
que sus acciones no harían a Shane suyo. Entonces otra
vez, quizá sólo estaba resentida porque Shane la había
rechazado demasiadas veces.

─¿Grayson? ─El tono de voz de Shane le decía que no


era la primera vez que lo llamaba.

─¿Sí? ─Gray se giró hacia Shane, que sostenía un


paquete de Budweiser.

─Sí, esas están bien. Sólo coge esas y las Coronas,


luego cojamos algunas limas y muchas patatas fritas. No
necesitaremos nada más ya que Jamie está haciendo la
salsa casera.

Encontraron el resto de cosas que llevarían a la noche


de póker y pagaron. Gray observó más gente actuando
furtivamente, intentando claramente aparentar que no
estaban mirando, pero decidió ignorarlos. La gente podía
pensar lo que quisieran por ahora. La verdad saldría a la luz
tarde o temprano.

Decidió no dejar que le molestara hasta que estaba en


el lado del pasajero de la camioneta de Shane con sus ojos
cerrados y la cabeza inclinada. Pensaba que la gente se
daría cuenta de que Shane no podría posiblemente ser
culpable de tener sexo con Sherry Ann, muchísimo menos
embarazarla. La mayoría de esta gente había conocido al
hombre durante veinte años, después de todo. Gray suspiró.
Amaba estar de vuelta en casa, de verdad lo hacía, y
amaba ser capaz de ayudar a la gente con la que creció,
pero a veces la estrechez de mentes realmente lo
molestaban.

Una suave caricia pasó por la mejilla de Gray,


haciendo que abriera los ojos y girara la cabeza. Ni siquiera
había notado que Shane ya había encendido la camioneta.

133
Shane sonrió y se inclinó, rozando un beso en los
labios de Gray. ─Gracias, pero para.

─¿Parar qué? ¿Qué me agradeces? ─¿Se había perdido


algo?

─Gracias por preocuparte por mí y mi reputación y por


darle a la Sra. Murphy la mirada diabólica. Pero deja de
pensar en ello. Sabías que pasaría. ─Shane tocó con su
frente la de Gray, acariciando arriba y abajo.

─Entonces lo notaste.

─Lo hice. Como dije, era de esperar. Sólo piensa que


esta misma gente que está mirándome por debajo de sus
narices ahora, le dirá a todo el mundo que quiera escuchar
que ellos sabían que no era verdad, cuando Sherry Ann
descubra el pastel.

Gray asintió y acercó más a Shane, ahuecando su


mejilla, acariciándolo con el pulgar. ─Lo sé, pero es
frustrante.

─Sí, pero no quiero que te arruine la tarde. Siempre te


preocupas demasiado y amo eso de ti. Eso es parte de lo
que te hace ser un fantástico Sheriff, también. Muchos
hombre de la ley son tan cínicos, pero tú te las has
arreglado para salir adelante

─Intento duramente no serlo. No juzgo a la gente, no


hasta que tengo todos los hechos. Tú me enseñaste eso.

─No, amor, eso es sólo el tipo de hombre que eres. La


gente puede ser enseñada de una manera pero actuar de
otra. La vida nos hace quien somos y colorea nuestras
percepciones, pero es quien eres por dentro lo que cuenta.
Y preocuparte por otros y ser justo es exactamente quién
eres. ─Shane lo miró con una expresión amorosa durante

134
unos segundos, luego presionó sus labios contra los de
Gray. Su lengua acariciando a Gray, buscando una entrada.

Gray la abrió en un gemido, devolviendo felizmente el


beso. Deslizó sus manos por la parte de atrás del cuello de
Shane, abrazándolo más estrechamente. Amaba la
sensación de Shane contra él, el calor, la fuerza.
Finalmente estaba empezando a acostumbrarse a que el
hombre lo besara. No estaba seguro de que el sentimiento
de ‘esto es demasiado bueno para ser real’ lo dejara alguna
vez, pero como mínimo estaba superando la reacción de ‘oh,
Dios mío, este es Shane’.

Desafortunadamente, justo cuando estaba pegado a


ese abrazo, Shane se apartó. ─Tenemos que irnos. Si no lo
hacemos, algo me dice que no llegaremos a la noche de
póker.

Era reacio a liberar a Shane, pero su amante tenía


razón, incluso pensó que quizá acababa de ver el coche de
la Sra. Murphy pasar, pero debía estar equivocado. ─De
acuerdo, jefe. Vamos a jugar al póker, beber cerveza, pasar
el tiempo con nuestros amigos y divertirnos. ─Alzó sus
cejas─. Luego iremos a casa y tendremos incluso más
diversión.

Shane sonrió y puso en marcha la camioneta.


─Secundo eso.

─Me retiro. ─McCabe se apartó de la mesa y miró a


John, que se había quedado dormido en el sofá hacía una
hora─. Creo que me voy a casa, si puedo levantar a John,
por supuesto.

135
Shane miró al hombre dormido, luego de vuelta a
McCabe. ─Vete, Gray y yo podemos dejarlo en nuestro
camino de vuelta.

Jamie miró por encima de sus cartas, sacudió su


cabeza y las dejó en la mesa. ─Yo también estoy fuera. No
te preocupes por el hermano mayor. Si no está despierto
para cuando Shane y Gray se vayan, lo llevaré a casa por la
mañana.

McCabe se encogió de hombros. ─¿Seguro?

─Sip. ─Jamie se estiró.

─Todo bien, entonces. Hasta luego a todos. ─McCabe


acarició a Fred, el pastor alemán de Jamie, que estaba
estirado junto a la mesa, y se fue, un coro de adioses lo
siguieron por la puerta.

Jamie salió de la mesa. ─Voy por más cerveza a la


cocina. ¿Quién quiere algo?

Shane le dio una rápida mirada a Gray, intentando


decidir cuánto había tenido Gray. Shane no había bebido
mucho, pero si Gray iba a ser el que conducía, no podía
tomarse otra.

Su compañero debió leerle la mente. Le guiñó a Shane,


luego se giró hacia Jamie. ─Ya estoy completo. Pero tomaré
algo de agua o té.

Jamie asintió y miró a Shane. ─¿Quieres otra?

Shane se tomó el último sorbo de su lata y la levantó.


─Sí, tomaré una más.

Gray tomó la lata vacía de Shane y se levantó.


─Ayudaré. Estoy fuera de esta mano también. ─Recogió las
botellas vacías y latas de la mesa de póker y se dirigió a la
cocina. Shane no pudo evitar seguir el fantástico culo con la

136
mirada cuando Gray se fue. El hombre era como su propio
imán personal. «Tan pronto como llegaran a casa…»

Jamie agarró la botella vacía de Ethan. ─¿Otra,


cowboy?

Ethan contempló sus cartas. ─¿Huh? Oh. Sí. Una


corona con sal y lima. Gracias, bebé.

Jamie siguió a Gray, dejando a Shane y Ethan jugar.

Shane inspeccionó sus cartas una vez más, luego miró


a Ethan. ─Tu apuesta.

─Voy.

Shane tiró sus cartas boca arriba. ─Dos ases.

Ethan giró las suyas. ─Color.

Shane empujó todas las fichas en medio de la mesa


hacia Ethan y recogió las cartas. ─¿Puedo preguntarte algo?

Ethan miró arriba de su montón de fichas. ─Sí, ¿qué


pasa?

─¿Cuán malo fue cuando todos descubrieron que eras


gay?

Ethan se encogió de hombros. ─¿A parte de que me


dispararan? No demasiado terrible. Para ser honesto,
estaba muy sorprendido de cómo a la gente no parecía
importarle. Ahora, concedo que hay algunos que no me
hablaron más, pero la mayoría de la gente parece ser la
misma. ¿Por qué?

Shane se encogió de hombros y barajó las cartas. ─Me


preguntó que hará Grayson con su carrera si sale del clóset.
─Ese pensamiento había estado en su mente todo el tiempo
desde que Gray dijo que deberían decírselo a sus padres.

137
Ethan lo contempló durante un minuto. ─No lo sé,
Shane. Es un pueblo pequeño. Me gustaría decir que no
importaría, pero no puedo. Quién sabe qué hay en la
cabeza de la gente. Si sólo fuera yo, no hubiera hecho
nunca ningún tipo de declaración pública. Sólo lo dejaría
estar y viviría mi vida del modo que quiero dejando que la
gente sacara sus propias conclusiones. Por supuesto,
amando a Jamie no tuve otra opción, ya que todo el mundo
sabía lo suyo. Era una apuesta segura que todos iban a
saber sobre mí ya que vivíamos juntos. ─Ethan sonrió─.
¿Gray se presentará a las elecciones este año?

─Sí.

Ethan asintió. ─Mi consejo, por si te importa; si


sientes que debes hacerlo público, y no te estoy empujando
a hacerlo, porque Dios sabe, Jamie desfilaría si le dejara, es
que guardes silencio hasta después de la elección. De ese
modo la gente tendrá otros cuatro años para ver que no
habrá diferencia en como hace su trabajo.

Shane suspiró. Ethan había confirmado exactamente lo


que estaba pensando. ─Ya ha sido Sheriff durante cuatro
años.

Ethan asintió. ─Y tú y yo sabemos que la gente


olvidará eso. Si no ‘sale’ antes de ser elegido, eso le dará
cuatro años más de tiempo, en los que la gente lo
observará activamente porque saben que es gay. No hará
diferencia la próxima vez, pero por ahora...

Shane también sabía eso. Joder, sólo le había


preguntado a Ethan porque quería que alguien confirmara
sus sensaciones. No para barrerlo debajo de la alfombra
como Gray pensaba. Por todo lo que le concernía, su vida
personal era cosa suya y al infierno con todos los demás.
No le importaba esconderlo, pero nunca tuvo en cuenta el
hecho de que realmente nunca había tenido una cita. Y

138
cuando lo había hecho, siempre había sido fuera de la
ciudad. Pero tenía miedo por los Hunters, que conocieran
su relación con su hijo por miedo a su reacción, pero
también estaba asustado de lo que significaría para Gray.
Quería protegerlo lo mejor que pudiera.

─Oh, ¡Dios mío! ¡Chúpalo! ─Gray blasfemó desde la


cocina.

─¡No! ─Jamie gritó.

Gray gruñó. ─Chupa la cabeza antes de que caiga al


suelo.

─No, ¡no me gusta el sabor! ─Las protestas de Jamie


sonaron más fuertes─. ¡Para de empujar mi cabeza!

Los ojos de Shane se dispararon hacia la cocina, luego


hacia Ethan, quien estaba mirando en la dirección del jaleo,
una ceja alzada y una sonrisita en sus labios. Se apartó de
la mesa y bajó la cabeza, indicándole silenciosamente a
Shane que lo siguiera.

Shane se levantó. Sabía que no era posible lo que


parecía y aparentemente por la sonrisa de Ethan, el otro
hombre sentía lo mismo, pero ¿qué infiernos podían estar
haciendo?

Jamie y Gray estaban en medio de la cocina. Una


espumosa botella de cerveza estaba en una de las manos
de Jamie, una lata cerrada en la otra. Jamie sostenía la
botella lejos de él, intentando evitar que la espuma bajara
por la botella y su mano.

Mientras tanto, Gray tenía un vaso de té en una mano,


y la otra en la parte de atrás del cuello de Jamie,
empujándolo hacia la espumosa botella. ─Supongo que
estaba equivocado. Quizá tenías que poner la sal antes que
la lima. La lima bloquea en cierto modo la sal.

139
La cerveza empezó a salpicar el suelo, Gray y Jamie
rápidamente apartaron sus pies del camino.

Shane luchó por aguantar la risa, pero cuando Ethan


se carcajeó junto a él, perdió.

Gray miró arriba y sonrió, encogiéndose de hombros.


─¿Quién sabía que iba a hacer tanta espuma?

140
Capítulo 12

G ay, tumbado en la cama, miraba el reloj. 3:00


a.m.

Cuando él y Shane volvieron a casa de la noche de


póker, Shane había besado su mejilla, gateando
directamente dentro de la cama, se acurrucó contra él y
estaba roncando minutos después. Desafortunadamente,
Gray no podía quedarse dormido. Su mente estaba
trabajando horas extras. Había algo en la mente de Shane,
no había duda, y quería saber qué era.

Después de dejar ‘La Estrella de Hojalata’, Shane


había estado extrañamente callado. No es que le diera a
Gray un tratamiento de silencio o algo así, pero parecía
excesivamente preocupado. Shane casi siempre podía
persuadirlo para hacer el amor antes de dormir, pero no le
dio a Gray la oportunidad de iniciar nada.

«¿Había hecho algo para irritar a Shane?» No lo


creía. Shane era muy bueno en decirle por qué estaba
enfadado con él. Una cosa cierta sobre su jefe, es que era
un hombre directo en su mayor parte. Aún más, sus
acciones anteriores en la cama no indicaban enfado. Pero
¿qué era eso? No le gustaba ver a Shane preocupado.

Un brazo lo envolvió por detrás, sacándolo de sus


pensamientos. Shane, en posición de cuchara, inclinó su
duro cuerpo contra el suyo. Gray sonrió y meneó su trasero
en la parte de delante de Shane.

─Ummm... ─La respiración de Shane cosquilleaba en


su oreja.

141
─Umm es correcto. ¿Estás despierto?

─Un poco.

─Ahh...

La cabeza de Shane se deslizó mirándolo


confusamente. ─¿Qué pasa?

Gray rodó sobre su espalda, para poder ver a Shane.


─No puedo dormir.

Shane se las arregló para arquear una ceja, pero


todavía se veía realmente somnoliento. ─¿Por qué no? ¿Qué
pasa?

Rió entre dientes. Una cosa que decir sobre Shane, el


hombre lo conocía bien. Por supuesto, al revés también era
cierto, habían pasado muchos años juntos cuando habían
sido jóvenes. ─Pareces preocupado esta noche. ¿Algo te
preocupa?

Shane suspiró y cerró sus ojos. Gray pensó que se


había vuelto a dormir cuando abrió los ojos, viéndose un
poco más alerta. ─Sólo un poco preocupado sobre qué
significaría para tu carrera ‘salir’. Es por lo que he evitado
que se lo digas a tus padres. Bueno, parcialmente. Los
quiero mucho y no quiero que piensen que he tomado
ventaja sobre ti.

Gray lo besó. No era un beso apasionado, sino gentil.


─Estoy aquí para ti, ─tocó sus labios─. Sabes que mis
padres no pensarán eso. Te quieren, también, sólo eres uno
más de ellos. Y por mi carrera... ─Se encogió de hombros─.
No importa, jefe. No estoy avergonzado de ti, y no quiero
esconderte. Eres parte de mi vida.

Shane cerró sus ojos de nuevo, descansando su frente


en el hombro de Gray. Se quedó allí algunos segundos,

142
luego besó la piel de Gray y se apartó. ─El hecho de que
tus padres me vean como un hijo es parte de mi
preocupación. Te he conocido casi toda tu vida, y estoy
contento de que no estés avergonzado de mí, pero no
quiero ser la razón por la que pierdas un trabajo que
disfrutas, o el amor y el respeto de tus padres.

─Te preocupas demasiado, jefe.

Shane parpadeó, con una sonrisa en su rostro. ─Como


el viejo dicho ‘le dijo la sartén al cazo’, ¿no?13

Gray sonrió, moviendo un hombro. ─Estás equivocado,


no me preocupo; identifico el problema, lo analizo, y luego
aparezco con la solución.

Shane alzó una ceja, todavía sonriendo.

Gray rió entre dientes. ─De acuerdo, bien. Me


preocupo. A veces.

La sonrisa de Shane se oscureció y se convirtió en


sombría. ─Me sentiría mejor si mantenemos el secreto un
poco más.

─Si eso es lo que quieres, jefe; sólo debes saber que


no es necesario. No voy a hacer publicidad, pero no me
preocupa quien lo sepa.

─Sí, eso es lo que quiero, Grayson. Sólo, consigamos


que te reelijan otra vez y trataremos con ello después.
─Cubrió la boca de Gray con la suya, su lengua trazando
lentamente los labios de Gray, para luego empujarse dentro.

─De acuerdo. ─Gray entretejió sus brazos alrededor


del cuello de Shane y lo bajó de encima de él. Se sentía

(13) Es una frase hecha, en el original dice: the pot calling the kettle black, literalmente
sería la olla a la tetera, pero en español hay un dicho que significa lo mismo, que es:
“Le dijo la sartén al cazo: apártate que me tiznas”, y hace referencia a que Shane
piensa que Gray se preocupa todavía más que él por las cosas.

143
mucho mejor ahora. Quizá si pudiera librarse de su dureza,
finalmente podría dormir. Se apartó y deslizó una mano
entre sus cuerpos─. ¿Vas a follarme ahora, viejo?

Como respuesta le dió un mordisco en la mandíbula, e


hizo un ruido sordo. ─Te voy a mostrar lo viejo.

Shane se deslizó para tumbarse junto a él. Su mano


fue bajo el cobertor y envolvió la erección de Gray. En un
momento, Shane lo tenía más duro que una roca y
sujetándola en su mano, suplicando liberación.

Gray se movió de lado, alcanzó y envolvió la polla de


Shane en su mano. Se agitó en su mano y la cabeza ya
estaba húmeda con pre-semen.

Shane gimió y empujó, todavía bombeando la polla de


Gray. ─Oh, sí, justo así Grayson. ─Descansó su cabeza en
su brazo y miró a Gray a los ojos.

Gray se inclinó, capturando los labios de Shane y


follando su boca con la lengua mientras continuaba
haciéndole una paja.

Sus movimientos se volvieron frenéticos, sus manos y


caderas moviéndose velozmente. Gray empujaba gemido
tras gemido dentro de la boca de Shane, y este
correspondió. Sus movimientos se volvieron descuidados y
entrecortados.

Shane gruñó y dejó de besarlo, su boca abriéndose


contra la de Gray. Pronto, el semen roció la mano de Gray.

Gray también culminó, sus bolas acercándose a su


cuerpo, mientras se vaciaban en la palma de Shane y las
sábanas.

144
Después de unos minutos Gray se llevó su propia
mano a la boca, lamiéndola. Amaba el modo en que sabía
Shane, salado y ligeramente ácido.

Shane gruñó, bajo y profundo. ─Maldición, ¡eso es


increíblemente sexy!

─¿Sí?

─Sí.

─Mmm, bien ¿qué tal esto? ¿También es sexy? ─Gray


se deslizó bajo el cobertor y se metió la polla medio dura
en la boca.

─¡Mierda!

Lamió y chupó a Shane, hasta que la polla de este


estuvo completamente floja. Luego limpió el semen de los
dedos de Shane meticulosamente antes de deslizarse de
nuevo en la cama.

Shane lo atrajo hacia la mancha húmeda, y lo besó.


─Sabes como nosotros.

Gray sonrió contra su boca, se apartó y tiró de Shane


hacia la maldita área. ─¿Es algo bueno?

─Definitivamente es algo bueno. Es realmente caliente,


pero te has ganado el sitio húmedo por llamarme viejo.
─Shane se acercó, luego devolvió a Gray al centro de la
cama.

─Hijo, ¿puedo verte en la oficina, por favor?

145
Gray miró desde la mesa, para encontrar a su padre
de pie en la puerta del comedor. ─Claro, papá. ─Colocó el
último tenedor en la mesa.

Ted se giró y se fue sin otra palabra.

«Vaaale...» ¿Sobre qué iba esto? Frunció el ceño. Su


padre no parecía enfadado, pero por sus abruptas maneras,
era evidente que algo no iba bien.

Shane entró silbando en la habitación, cargando


algunos vasos de té, que colocó en la mesa. Cuando vio a
Gray, dejó de silbar. ─¿Qué va mal?

─No sé qué va mal. Papá me acaba de pedir que vaya


a su oficina.

Shane arqueó una ceja y se acercó más a Gray. Sus


hombros un poco caídos. ─Crees que él…

Gray rápidamente le dio un gran abrazo y sonrió. ─No


creo nada, jefe. No estaba molesto, si es de eso de lo que
tienes miedo, de modo que relájate. Ve a acabar de ayudar
a mamá a preparar la cena y te haré saber qué dijo cuando
vuelva.

Shane asintió, su cara todavía preocupada. Gray


recorrió la mejilla de Shane con el dorso de sus nudillos,
intentando relajarlo, luego se inclinó y lo besó.

Los ojos de Shane se abrieron y literalmente saltó


lejos, mirando rápidamente alrededor de la habitación
antes de fruncirle el ceño a Gray. Este rió entre dientes y se
fue.

Bajó por el vestíbulo hacia la oficina de su padre,


donde encontró la puerta abierta y a él, sentado en el
escritorio, relajado en su silla. Gray sintió un poco de su
ansiedad irse.

146
─Cierra la puerta, hijo.

Gray lo hizo y se inclinó en una de las dos sillas de


cuero que estaban delante del gran escritorio de roble de
su padre. ─¿Qué pasa, papá?

─Es sobre ‘La H Rota’. Sobre mi testamento y el de tu


madre.

Gray resistió la urgencia de gruñir. Aunque podía ver


que era importante para sus padres esto después de la
cercana llamada que había tenido su padre con la muerte,
no quería pensar en ninguno de sus padres muriendo. Por
supuesto, él tenía su propio testamento en orden y lo
aseguró doblemente después del disparo en la línea de
servicio. Todo lo que tenía iría a Shane y a sus padres.

Gray caminó alrededor de la silla donde estaba


inclinado y se sentó. ─Papá, ¿tenemos que hacer esto? No
quiero nada. Cualquier cosa que quieras que tenga está
bien. Prefiero tenerlos a ti y a mamá que cualquier
propiedad o joya, o lo que sea.

─Estoy contento de escuchar eso, Gray, y no planeo


caer redondo pronto. Pero tu madre y yo hemos querido
hacer esto desde hace mucho tiempo. Y parece que ahora
es el momento adecuado. ─Ted cruzó sus brazos encima de
su estómago y sonrió. Después, preguntó─: ¿Están Shane y
tú involucrados? ─Era más una afirmación que una
pregunta, y no sonaba enfadado o sorprendido.

Gray, por otro lado, estaba atónito. «¿Cómo habían


pasado de estar hablando de la última voluntad de sus
padres, a hacerlo acerca de Shane y él?» Sabía que sus
padres eran avispados pero, maldición, esto era
increíblemente perceptivo de su parte. Realmente creía que
tendría un poco más de tiempo para que Shane se

147
acostumbrara a la idea de que sus padres supieran sobre
ellos. Se aclaró la garganta. ─Sí, señor.

Ted sonrió, asintiendo lentamente. ─Bien, puedo decir


por ese asunto, que tu madre y yo, estamos bien sobre no
tener nietos, pero esto hace las cosas más fáciles.

─No te estoy siguiendo, papá. No estás enfadado, lo


que es sorprendente, pero de un buen modo. No esperaba
que te enfadaras, pero ¿no estás como mínimo
sorprendido?

«¡Maldición!» Tan pronto como las palabras salieron


de su boca, Gray podría haberse golpeado a sí mismo.
¡Aquí estaba sobreanalizando las cosas otra vez! ¿Quién se
preocupaba si su padre no estaba sorprendido de que fuera
gay o de que tuviera de pareja a Shane? ¡Debería estar
feliz! Tenía la sensación de que si Shane estuviera aquí con
él, lo abría golpeado en la cabeza por mirar ‘dentro de la
boca de un caballo regalado’.

Ted rió entre dientes. ─He sabido, o debería decir,


sospechado, que eras gay desde que eras un adolescente,
incluso cuando ibas de novia en novia.

─¿Estás diciendo que lo sabías antes que yo… er, lo


admitiera para mí mismo?

─Sí, hijo. Seré un montón de cosas, pero nunca nadie


podrá acusarme de no conocer a mis chicos.

«¿Chicos?» Gray alzó una ceja. Sabía que sus padres


pensaban en Shane como en un hijo, ¿pero su padre estaba
diciendo que pensaba que Gray y Shane tuvieron algo
incluso antes? Eso enfadaría a Shane. ─Papá, no estabamos
involucrados. Sólo…

148
Ted alzó una mano. ─Lo sé, lo sé. Sólo quiero decir
que he sabido durante mucho tiempo que tú y Shane eran
gays. Eso es todo. Para de examinarlo todo, Grayson.

«Okay, okay, eso es bueno». ─¿Cómo lo supiste?


«¿Cómo si importara?» ─Gray se dio otra bofetada mental.

─Hijo, ¿realmente importa? Sólo no puedes evitarlo,


¿puedes, chico? ─su padre rió entre dientes─. Lo sé porque
tendría que haber sido ciego y estúpido para no notar cómo
solías mirar a Shane... y cómo solía mirarte él a ti.

Gray no tenía argumentos para rebatir eso. Podía


imaginar lo que su padre había leído en su cara todos esos
años. ─Pero salí con chicas...

─Claro, una tras otra, y ninguna de ellas significó nada


para ti, sólo Shane captó tu atención. ─Ted alzó una ceja─.
Incluso sé por qué dejaste la casa.

─¿Lo sabes?

─Bueno, no los detalles exactos, pero puedo suponerlo.


Asumo que diste un paso hacia Shane y te rechazó, o algo
parecido. Era claro que pasaría por el modo en que lo
seguías alrededor. No era necesario ser un genio para verlo
venir.

Su mandíbula cayó abierta. «Maldición, ¿había sido


realmente tan transparente?» Se estremeció en su silla.

─No puedo decir que estoy feliz de que te fueras, pero


de algún modo, supongo que era inevitable. Shane quizá no
tenga mi sangre, pero conozco a ese chico tan bien como a
ti. ¿Por qué te habría rechazado si no es por la única razón
de que eres mi hijo?

─Papá, he seguido a Shane alrededor y agarrado cada


palabra de Shane desde que era un niño pequeño.

149
─Sí, pero las cosas cambian cuando te vuelves, oh,
¿sobre catorce o así, no? Era diferente.

«¡Santa mierda!» Gray se sentó allí estupefacto. ─Si


sabías por qué quería irme, ¿por qué no dijiste nada?

─¿Cómo podría haberte detenido? Necesitabas irte,


pero sabía que volverías. Esperaba que cuando lo hicieras,
tú y Shane...

─¿Huh? ─Saber que sus padres sabían sobre él y


Shane era una cosa. Darse cuenta de que realmente los
querían juntos era otra─. Papá, ¡esto es irreal! Nadie quiere
que su hijo sea gay.

─Tienes razón, no lo quieren. Pero eso no les hace


querer menos a sus hijos o no querer lo mejor para ellos.

─Pero precisamente es eso, papá, lo hacen. El padre


de Jamie Killian…

─Era un imbécil que nunca amó a su hijo en primer


lugar. ─Ted sacudió su cabeza tristemente.

─De acuerdo, ese es el peor caso, papá, pero todavía...


muchas familias repudian a sus niños.

─No unos padres que realmente aman a sus hijos. Mi


punto es, si no la vida que llevas, te he elegido a ti... bueno,
no, eso no es lo que quería decir. ─La frente de Ted se
arrugó pensando─. Estoy muy orgulloso de ti, hijo. Lo que
quiero decir, hubiera querido que te casaras y además
tuvieras niños además de lo que ya has conseguido, pero
por ninguna otra razón que porque sería más fácil para ti,
muchos menos dolores de cabeza. Siempre habrá gente
que tendrá problemas contigo por la persona que eliges
amar. No es justo, pero así es la vida. Pero puedo
prometerte esto, tu madre y yo nunca seremos una de esas
personas. Sólo queremos que seas feliz. Y, también

150
queremos que Shane sea feliz, de modo que si los dos son
felices juntos, bien entonces...

«¡Hijo de puta! ¿Eso no lo golpeaba todo?» Los ojos


de Gray empezaron a aguarse. Pestañeó para alejar las
lágrimas y sonrió a su papá. ─Te amo, Papá.

Su padre le devolvió la sonrisa, sus propios ojos


acuosos. Se tocó los ojos con el dorso de la mano. ─De
acuerdo, ahora que esto está fuera del camino. Tengo otras
cosas que quiero hablar contigo.

Gray rió entre dientes y se secó sus propios ojos.


─¿No es por esto por lo que me llamaste aquí?

─Nop. Quería saber si tenías problemas con que divida


el rancho entre tú y Shane si algo nos pasa a mí y a tu
madre.

Gray pensó en ello. Sólo era un lugar, no importaba


cuánto lo amara, no podría reemplazar a sus padres. Sabía
que probablemente debería sentirse un poco despreciado,
pero no. Sería justo que Shane tuviera la mitad del rancho.
Infiernos, para ser honesto... ─Papá, no merezco la mitad.
No he estado aquí para ocuparme de las cosas. Shane es el
que ha puesto su sudor, sangre y lágrimas en este lugar,

Ted apartó las palabras con la mano. ─¡Tonterías! Eres


mi hijo, y quizá no has estado aquí, pero habrías venido a
ayudar si te hubiéramos necesitado.

─Sí, lo habría hecho.

─Bien, entonces está arreglado. ¿No tienes problemas


en compartir con Shane?

─¡No hay manera! ‘La H Rota’, tú, mamá y Shane son


míos. ─Y Gray realmente lo creía. Incluso si algo
inconcebible pasara y él y Shane se separaban, Shane

151
siempre sería parte de su familia. Tenía tanto derecho como
él.

─De acuerdo, ahora las malas noticias. No quiero que


se lo digas a Shane. Sólo discutirá e insistirá en que lo
ponga todo a tu nombre.

Gray empezó a reír tan fuerte que no podía respirar.


¡Era verdad! Shane tendría un ataque cuando lo
descubriera. Una vez que paró de reírse, asintió. ─De
acuerdo, lo mantendré en secreto por ahora pero, papá, no
puedo no decírselo nunca. Deberías dejárselo saber.

Ted rió entre dientes y sacudió su cabeza. ─¡Oh, no!


No se lo voy a decir; es como si me diera una paliza por
quitarte la mitad. Ese chico siempre ha sido sobre protector
por lo que a ti concierne. Tú se lo dirás; sé que no te dará
un tortazo a ti. Mi parte está hecha; ahora es tu turno.

Gray sonrió de oreja a oreja y se volvió a recostar en


la silla. Si había alguna vez una prueba de que Shane
realmente lo amaba, era esa de que siempre hacía lo que
creía mejor para Gray. Había sido y todavía era molesto a
veces, pero el corazón del hombre estaba en el lugar
correcto. ─Demasiado, honestamente es la verdad de Dios.
Y por esa razón, voy a pedirte un favor.

─¿Qué es, hijo? Suena serio.

─Bueno, no es mucho para mí, sino para Shane. Él no


quiere que todo el mundo sepa que somos amantes. Está
asustado de que acabaría con mis oportunidades de volver
a ser sheriff.

─Sabes que tiene razón, ¿no? Puede significar


perfectamente que no seas reelegido.

─Lo sé, y para ser perfectamente honesto, no me


preocupa. Amo lo que hago, pero no me avergüenzo de

152
quién soy, y estoy malditamente seguro que no me
avergüenzo de Shane. Sin embargo, necesitaré tiempo para
convencer a Shane de que él es más importante para mí
que si soy reelegido o no. ─Se encogió de hombros─.
Shane piensa que deberíamos mantener silencio hasta
después de estas elecciones y tratar con ello después. De
modo que voy a intentar hacer eso... por él.

Ted sonrió, se levantó de su silla y rodeó el escritorio.


─Te amo, Grayson, y estoy muy orgulloso de ti. Eres un
infierno de hombre.

Gray parpadeó para alejar más lágrimas, luego se


levantó y atrajo a su padre a un gran abrazo. ─¡Lo mismo
digo, papá!

Ted palmeó su espalda, se sorbió un poco los mocos, y


se alejó. Se rozó los ojos y sonrió a Gray. ─Vamos, la cena
ya está casi lista y tengo que tomarle el pelo a Shane sobre
corromper a mi chico bebé.

Gray rió entre dientes. ─De acuerdo, sólo asegúrate


que le dices que todavía no vas a gritarlo a los cuatro
vientos.

─No, no todavía... No hasta después de que seas


reelegido. ¡Luego se lo diré a todo el mundo!

Gray rió. Realmente tenía los mejores padres del


mundo.

153
Capítulo 13

-N o me puedo creer que después de lo que


hiciste tengas el valor de aparecer por el
pueblo, Cortez.

Shane no se molestó en alzar la mirada del congelador.


Conocía la voz y se rehusaba a meterse en eso con el
hombre. Había venido al pueblo a recoger algunos
alimentos para Kaitlyn y él mismo, y eso era lo que iba a
hacer. Agarró un par de platos precocinados, los puso en el
carrito y se alejó. Con algo de suerte, Kauffman lo captaría
y le dejaría ir.

Kauffman empujó su hombro derecho. ─¡Estoy


hablando contigo, Cortez!

«O no». Supuso que debería haberlo sabido mejor.


Shane suspiró y se giró. ─Kauffman, no tengo nada que
decirte. Por qué no me dejas hacer la compra, y
amablemente sacaré mi cara del público. ─Shane se giró y
empezó a empujar su carro de nuevo.

Kauffman gruñó y lo empujó de nuevo, esta vez en


mitad de la espalda.

Shane paró y se giró una vez más. No iba a meterse


en una pelea con ese hombre cuando toda la terrible
experiencia era culpa de Kauffman. Si hubiera prestado
más atención a su hija, no habría sentido la necesidad de
mentir escandalosamente para conseguir su atención. Pero
Shane estaría maldito si añadía leña al fuego. ─¿Al menos
sabes si Sherry Ann está embarazada? ¿Ya lo has
comprobado?

154
─¿Estás llamando mentirosa a mi hija de nuevo?

Shane se encogió de hombros. Infiernos, sólo, lo


estaba haciendo. ─Bien, está mintiendo sobre haber tenido
algún tipo de relación conmigo, de modo que…

Con un gruñido de enfado, Kauffman llevó su puño


atrás y apuntó a la cara de Shane.

Shane se alejó de su alcance. Su atención estaba


enfocada únicamente en Kauffman mientras el hombre se
preparaba para cargar contra él, por lo que se perdió
completamente a McCabe llegando desde detrás de
Kauffman y agarrándolo de la muñeca, parando su
trayectoria.

─¡Quieto, ahí! No creo que quieras hacer eso.


─McCabe se agachó cuando Kauffman se giró e intentó
golpearlo a él también.

Kauffman gruñó e intentó golpear a McCabe durante


varios segundos, antes de darse cuenta de que no iba a
acertar un golpe. ─¡Jódete, McCabe! ¡Esto no es asunto
tuyo! ─Giró, todavía echando humo y giró hacia Shane de
nuevo, señalando con el dedo en dirección a Shane─.
Realmente tienes algo de valor, ¡tú, patético pedazo de
mierda! He escuchado los rumores que la sra. Murphy está
esparciendo. Te aseguro que no me los creo. Sé que sólo
estás intentando salir de esta. Estarás jugando la carta ‘soy
gay’, sigue adelante. ¡Me aseguraré de persuadir al sheriff
de hacer lo que es correcto! ─Kauffman se giró y se alejó.

«¡Ah, mierda! Genial, justo lo que necesitaba.»

─Bien, lo tengo cubierto, pero gracias, de todos modos.


Es bueno saber que todavía tengo algunos amigos.
Supongo, con todos los rumores volando, que los amigos lo
tendrán difícil para acercarse en un tiempo.

155
McCabe hizo una mueca. ─Probablemente. Odio decirlo,
pero ese hombre no va a parar hasta que te tire a través
del barro y a Gray contigo. Me sorprende que todavía no
hayas oído nada del abogado de ese hombre.

─Infiernos, ¡le doy la bienvenida! Si mete a los


abogados, mi problema estará resuelto prácticamente
inmediatamente. Sabes que lo primero que hará un
abogado es hacerle a Sherry Ann un test de embarazo.
Infiernos, Ted ya tiene a nuestro abogado en ello, pero
sabes cuán largas son estas malditas cosas.

McCabe sacudió su cabeza. ─Sí, te escucho. Hazme


saber si puedo hacer algo para ayudar. Mientras tanto, voy
a ir a rescatar mis paletas14.

Shane rió entre dientes sin humor. ─Hasta luego,


hombre. ─Volvió a la compra pero no podía apartar su
mente de la sensación de una catástrofe inminente. Sí,
probablemente estaba siendo melodramático, pero esta
discusión con Kauffman y los rumores que ya circulaban por
el pueblo no eran cosas buenas. La pregunta era, ¿cuán
malo era y cómo podía empeorar?

─¿Shane? ─Gray entró en el salón de la casita de su


amante.

─En la cocina.

Shane estaba haciendo un sándwich. Se giró desde la


encimera y ladeó su cabeza hacia Gray. ─¿Qué estás

(14) Se refiere a helados de sos que se venden sobre un palo.

156
haciendo aquí? ─Miró el reloj de la cocina, viéndose incluso
más intrigado─. ¿Pensé te quedarías en casa esta noche?

─Bueno, no he sabido nada de ti durante todo el día,


de modo que pensé en pasar y ver cómo estabas. ─Fue a la
nevera y sacó una botella de agua y se inclinó contra la
encimera junto a Shane.

─Estaba ocupado.

─Siempre estás ocupado. ¿Cómo es que hoy es


diferente?

Shane lo miró por el lado de su ojo. ─¿Qué tienes en


mente, Grayson?

Gray suspiró. No sabía qué había pensado para llevar


a cabo ese baile alrededor del tema. Supuso que sólo
quería que Shane saliera y le dijera qué había pasado en la
tienda, pero ahora no había esperanza para ello. Conocía
esa mirada. Shane sabía que estaba al tanto de lo que
había pasado. ─Recibí una llamada de Ethan hoy.

Shane mordió su sándwich y sacudió la cabeza.


─Figúrate. En un pueblo lleno de chismosos, nuestros
amigos son los peores.

─No son chismosos cuando son hechos. ─Gray frunció


el ceño─. ¿No me lo ibas a decir?

Shane rió entre dientes. ─¿Importa?

─¡Infiernos, sí, importa! ¡Escuché que ese Kauffman te


asaltó! Deberías haber levantado cargos. ¿Cómo se verá si
no lo haces?

Shane sacudió su cabeza, caminó hacia la nevera y


sacó una coca. ─No me asaltó, y no estoy presentando
cargos.

157
Gray resopló. ─Sí hizo más que tocarte, es
considerado asalto. Escuché que te empujó más de una vez,
jefe.

Shane abrió la tapa de su bebida y tomó un trago.


─No voy a presentar cargos, sólo añadiría leña al fuego, de
modo que dejémoslo así. Tu padre ha hablado con sus
abogados, entonces ¿por qué no dejamos que ellos lo
manejen?

Gray apretó sus dientes. No podía obligar a Shane a


presentar cargos, pero maldición, Kauffman necesitaba ser
puesto en su lugar. Ya era culpable de difamación personal,
por acusar falsamente a Shane de embarazar a su hija, y
de abuso verbal. ¿Ahora hacía algo físico y Shane lo
ignoraba? No si él podía evitarlo. ─Shane.

Shane golpeó su bebida contra la encimera, el líquido


salió, y apuntó con su dedo a Gray. ─No... no uses ese tono
conmigo. He dicho no, ¡ahora, se ha acabado!

Gray golpeó su propia bebida contra la encimera,


haciendo que se derramara agua de arriba. ─Necesitas que
te recuerde que parte de esta situación en la que nos
encontramos es porque intentaste ignorar las travesuras de
Sherry Ann en primer lugar. ¿Tienes alguna idea de qué
pasará cuando falles en presentar cargos? La gente asumirá
que tuviste una aventura con Sherry Ann y que ahora está
preñada.

Demasiado para morderse la lengua. Gray lo sabía


mejor, pero no pudo detenerse. La actitud de Shane lo
había puesto en el borde. Era exactamente lo mismo que
Shane utilizó para regañarlo cuando era niño. Nunca gritó o
alzó la voz, pero ese tono no admitía protesta. Cuando
Gray era joven siempre había funcionado; nunca había
soñado con contestarle. ¿Pero ahora? ¡Mejor que Shane lo
tratara como a un igual!

158
La mandíbula de Shane prácticamente cayó. ─¡Y qué!
Me importa una mierda lo que piense todo el mundo.

Gray se pasó sus manos por el cabello y exhaló


exageradamente. ─Mira, a mí tampoco me importa, pero
necesitas hacer lo que es correcto. No puedes permitir que
Kauffman vaya por ahí molestándote.

─No planeo permitir que me moleste, pero no veo


razón para empeorar las cosas cazándolo. Todo esto
acabará pronto.

─Shane, si dejas que la gente se vaya con cosas como


esta una vez, seguirán haciéndolas. ¿Qué pasará la próxima
vez que intente forzarte con una escopeta? ¡Jesús, Shane!

─No seas ridículo. El hombre no va a venir detrás de


mí con una escopeta.

─¿Cómo lo sabes? No está pensando racionalmente, o


se habría dado cuenta de lo que está haciendo su hija en
primer lugar. ¿Qué si hace algo que no pueda deshacer?

Shane mordió otra vez el sándwich. ─He acabado con


esta conversación. No presentaré cargos, y es el final de
todo. ─Alzó una ceja a Gray, claramente retándolo a
discutir más.

Gray pasó sus manos por su cara. Bien, si Shane


quería dejarlo, lo dejarían. Pero no se había dicho nada de
que Gray no pudiera hacer que los abogados de Shane
pidieran una orden de alejamiento contra Kauffman.
Infiernos, Shane no tenía que saberlo. La única razón por la
que no había llegado tan lejos era porque no quería actuar
a espaldas de Shane. ¡Pero esta negativa a encarar los
hechos eran tonterías! Sabía malditamente bien que una
orden de protección no pararía a Kauffman si tenía en
mente causar más problemas, pero como mínimo, Gray
podría encerrar su culo en la cárcel por acercarse

159
demasiado. Tomó una respiración profunda. ─Voy a buscar
algo de ropa para mañana, luego volveré. ─Se inclinó para
besar la mejilla de Shane.

Shane lo paró con una mano en medio del pecho.

─¿Qué...?

Shane sacudió su cabeza. ─¿Por qué no te quedas en


casa? No hay necesidad de que te quedes conmigo.

─¿Qué?

Shane cerró sus ojos brevemente, luego los volvió a


abrir. ─Grayson, creo…

─¡Jódete, jefe! Sé exactamente qué vas a hacer, y te


digo que no va a funcionar.

─Hemos tomado las cosas demasiado rápido. Creo que


deberíamos retroceder un poco.

Gray apretó su mandíbula. Sabía malditamente bien lo


que estaba haciendo Shane. ─Ethan me dijo que Kauffman
amenazó con decirle a todos que somos amantes para
arruinar mis oportunidades de ser reelegido, de modo que
déjalo estar. Volveré. ─Se giró para salir, antes de decir
algo de lo que se arrepintiera.

─No vuelvas, Grayson. No te quiero aquí. ─Parecía que


Shane quería decir exactamente eso, incluso si su voz
ondeó un poco al final.

Gray se detuvo, de espaldas a Shane. Ahora estaba


más que enfadado; estaba positivamente enfurecido. Gray
salió rápido sin otra palabra, pero consiguió su punto a
través del ruidoso estrépito de la puerta principal cuando
salió.

160
Capítulo 14

¡M ierda! ¿Qué había hecho? Era lo correcto,


sabía que lo era pero, maldición, se sentía mal.
Juraría que la mitad de su pecho se había roto cuando vio a
Gray salir por la puerta. Shane agarró el resto de su
sándwich y lo tiró a la basura. Su apetito había
desaparecido.

─¡Joder! ─Fue a su habitación y se tiró en la cama. No


había tenido otra elección. Tenía que pensar en Gray
porque Kauffman, sin duda iba a hablar sobre ello, pero si
nadie los veía a Gray y a él juntos, entonces nadie creería a
Kauffman. Las oportunidades de Gray de mantener su
puesto no se verían afectadas. No debería importar, pero
nadie en un área conservadora iba a reelegir a un sheriff
gay. ¡Esto era Texas no San Francisco! «¡Joder, joder,
joder!»

Necesitaba desesperadamente golpear algo. Era


infantil y sin sentido, pero sí, aplastar la cara de Kauffman
bajo su puño se sentiría bien justo ahora. ¡O darle una
paliza a Sherry Ann! «¡Nunca golpear a una chica, mi
culo!» Esa era una pequeña niña que necesitaba una buena
zurra. No es que él alguna vez fuera a hacerlo, pero se
sentía bien imaginándolo.

Se dio la vuelta. «¿Por qué tenía que ser todo tan


complicado?» «¿Por qué no podía sólo amar a Gray y
disfrutar de su vida?» El Señor sabía que Gray era su
propia debilidad, pero maldición si Kauffman de algún modo
lo percibía. «Si fuera un hombre de lágrimas, estaría…»

161
Shane se sacó las gafas y se secó la mejilla. No ayudó,
pensó; las malditas cosas no paraban de venir. Bien, al
menos no había nadie que le viera lloriqueando. Colocó las
gafas en la mesilla de noche y se volvió a estirar. Cerrando
sus ojos, intentó imaginar a Gray la primera noche que
hicieron el amor, y cómo su mayor preocupación entonces
había sido convencer a Gray para tener una relación. Lo
superó e incluso se lo había confesado a los Hunter;
infiernos, tenía su bendición. Finalmente, exhausto, dejó
que el sueño se lo llevara.

Shane extendió la mano para alcanzar a Gray sólo


para encontrar su mano vacía. Abrió sus ojos. Todavía
estaba oscuro y todavía llevaba puesta la ropa y las botas.
«Cierto, había enviado a Gray a casa, más o menos
rompiendo su relación». Gruñó y rodó sobre su espalda.
Su cabeza latiendo en protesta. Fantástico, tenía un dolor
de cabeza infernal además de estar tieso por dormir con su
ropa. Debería levantarse y tomar algo, pero con total
honestidad se merecía sufrir.

«¿En qué diablos había estado pensando?» Había


echado a Gray, la mejor cosa que le había pasado alguna
vez. ¿Y para qué? ¿De modo que pudiera ser reemplazado
en la vida de Gray por algún otro estúpido? Porque sabía
que eso sería lo que pasaría. Gray era gay; no había otra
manera de verlo. Tendría otra relación con algún hombre
en algún momento, y sería del conocimiento público. Los
oficiales públicos generalmente no mantenían secretos
mucho tiempo. Alguien, finalmente, sospecharía lo
suficiente para descubrir la verdad. Si no Kauffman,
entonces alguien más. Shane era un tonto por pensar en
intentar proteger a Gray de eso. Gray no era del tipo de
difundir su sexualidad, pero tampoco negaría quien era.

Shane se sentó y pasó sus pies por el borde de la


cama. Su cráneo palpitó. Se sentía como si un caballo le

162
hubiera golpeado en la cabeza. Descansó su cabeza en sus
manos unos segundos, luego con esfuerzo logró salir de la
cama y entrar en el baño a buscar una aspirina.

Shane miró el espejo y gimió. Se veía como si hubiera


estado llorando hasta dormirse, su cabello era un enredo,
tenía bolsas bajo los ojos y manchas de lágrimas en las
mejillas. «Por Dios, era lamentable». Tiró de la goma para
sacarla de su cabello ─¡Ouch! ─desenmarañó su cabello y lo
cepilló. Se hizo una trenza, se lavó los dientes y la cara, y
se alivió antes de salir del baño. Miró el reloj. 10:34 p.m. Si
se iba ahora, podía llegar a casa de Gray en media hora.
Con algo de suerte. Gray estaría levantado.

Tenía que darle a Gray algo de crédito. Si había algo


que su Gray no era, era idiota. Gray siempre había pensado
las cosas antes de actuar. Tenía que haber sabido que
saldría15 en algún momento.

Shane recuperó sus gafas de la mesilla de noche y se


las puso. Tenía que haber algo en los viejos dichos sobre
dormir con problemas, porque ahora lo veía todo más claro.
Había estado haciendo las cosas de la manera equivocada.
En lugar de malgastar energía en el hecho de que él y Gray
eran una pareja, debería haber intentado ayudar al hombre
a ser reelegido a pesar de todo.

No, no le gustaba ni un poco levantarse sin Gray. Se


había acostumbrado a tenerlo acurrucado contra él cada
mañana, ya fuera aquí o en casa de él.

Shane salió del cuarto y entró en el vestíbulo. Estaba


bastante oscuro. «¿No había dejado la luz de la cocina
encendida?» La única iluminación en la casa era la luz de la
luna entrando por la ventana. Shane se movió en el

(15) Se refiere a su homosexualidad.

163
silencioso salón, los talones de las botas dando taconazos
en el suelo de baldosas, entonces paró en seco.

Gray, encogido en una manta, estaba dormido en el


sofá. «¡Volvió!»

Shane fue al sofá, pasando por encima de la bolsa a


los pies, y se sentó junto a Gray. Había bastante luz para
que pudiera distinguir los cincelados planos del rostro de
Gray, con sólo el principio de la sombra de las cinco. El
hombre debía estar verdaderamente cansado si no se había
despertado con el sonido de las botas, o sus movimientos
en el sofá.

Se inclinó y besó la mejilla sin afeitar.

Los ojos de Gray se abrieron. Sonrió cuando se


encontraron con él. Shane pensó que era absolutamente
irresistible. ─Hey, jefe.

─Hola, amor. ─Shane pasó el dorso de la mano por la


mejilla del joven hombre─. Lo siento, Grayson.

Gray asintió.

─Tengo que dejar de intentar protegerte. Tengo que


confiar en que sabes lo que es lo mejor para ti. Sólo es que
es tan difícil para mí romper las viejas costumbres. He
pasado casi media vida cuidándote, asegurándome de que
no salieras herido.

Gray lo atrajo y lo besó. ─Sólo deja de protegerme de


ti. Si hay una cosa de la que no necesito ni quiero
protección, es de ti.

Shane acarició la mejilla de Gray, luego se levantó.


─Lo intentaré; eso es todo lo que puedo prometer. Después
de todos estos años, es algún tipo de instinto, ¿sabes?

164
Gray lo atrajo encima de él, abrazándolo y enterrando
su cabeza en la garganta de Shane. ─Eso es todo lo que
pido. ─Gray mordió dónde el cuello de Shane se unía a su
hombro. Su polla estaba haciendo acto de presencia bajo la
cadera de Shane.

Oh, hombre, esa maldita boca le estaba poniendo la


carne de gallina. Con un mordisco especialmente erótico,
arqueó su cuello dándole a Gray mejor acceso y golpeó el
respaldo del sofá. Shane tembló y deslizó sus manos bajo
la manta, encontrando el pecho desnudo de Gray. ─Vamos
a la cama. Soy demasiado viejo para enrollarme en el sofá.

─Mmm. De acuerdo, viejo, lidera el camino. ─Gray le


dio a su cuello un último mordisco, apretó su culo y lo soltó.

Shane gruñó y se levantó. ─¡Te voy a mostrar lo viejo


que soy!

─Hey, sólo estoy repitiendo lo que dijiste. ─Gray se


sentó, apartó la manta y tomó la mano de Shane─. Además,
me gusta cuando demuestras que no eres demasiado viejo
para ciertas cosas. ─Se levantó, su polla erecta
sobresaliendo como si se burlara, suplicando ser tocada.

Shane tomó aire. Maldición, el hombre tenía razón.


Shane alcanzó la polla de Gray al mismo tiempo que Gray
fue a por su trenza. Gray rió entre dientes y procedió a
quitar la goma y a dispersar su cabello.

Shane apretó y acarició ligeramente, sacando un


gemido de su amante. Dios, amaba la sensación de
Grayson en su mano, caliente, duro y suave. Envolvió su
mano libre alrededor de la parte de atrás del cuello de Gray
y lo acercó más. Amaba que Gray estuviera tan cerca de su
estatura. Hacía las cosas más convenientes: su boca estaba
justo allí, y su polla alineada perfectamente.

165
Lamió el labio inferior de Gray, luego se deslizó dentro
de la húmeda cavidad, su mano todavía deslizándose sobre
el eje de Gray. Este le devolvió el beso, encontrando su
lengua, caricia tras caricia, cuando todo el cabello de Shane
fue liberado de la trenza. Gray chupó el labio inferior de
Shane dentro de su boca y empezó a masajear su cabellera.
Atrajo algunas hebras de cabello de Shane, y las dejó caer.
Retrocedió, sus manos todavía enredadas en la masa negra.
─Amo tu cabello, jefe. Quiero sentirlo sobre mi pecho
mientras me follas.

Shane gimió. Si no iban ahora al dormitorio, no iban a


hacerlo. Liberó la polla de Gray y agarró su mano, tirando
de él por el vestíbulo hacia la habitación. Tan pronto como
estuvieron allí, Gray empezó con la camiseta de Shane.
─Desnúdate, jefe. ¿Qué diablos estás haciendo con todas
estas ropas, de todos modos?

Shane rió entre dientes y movió sus brazos de modo


que Gray le quitara la camiseta. ─Estaba yendo a buscarte.

─¿Tienes que estar completamente vestido para ir al


salón? ─Gray desató los pantalones de Shane y trabajó sus
dedos en la cintura de los apretados pantalones vaqueros y
ropa interior. Los apartó de las caderas de Shane, luego fue
a sus rodillas para trabajar con la ropa el resto del camino
hacia abajo.

─Me dormí con la ropa después de que te fueras. A


parte de eso, pensaba que habías ido a casa. ─Tomó aire.

La boca de Gray engulló su polla incluso mientras sus


dedos seguían quitando hábilmente la ropa de Shane. Gray
gimió alrededor de su pene, enviando temblores por la
columna de Shane. Gray se apartó. ─Levanta tu pie, jefe.
Necesito quitarte las botas.

166
«¡Malditas botas!» Shane agarró firmemente el
hombro de Gray e hizo lo que le pidió.

Gray tiró de una bota, luego de la otra. Se veía


magnífico con el cabello despeinado en sus ojos, decidido
en su tarea. Una vez hubo quitado los calcetines de Shane,
se deshizo de los pantalones. Sonriendo a Shane, un brillo
malicioso en sus ojos, tomó la polla del hombre en su boca
de nuevo. Mientras aguantaba la mirada de Shane, trabajó
en su polla dentro y fuera de su boca lentamente,
deliciosamente.

Las bolas de Shane se tensaron con la vista; se le


escapó un gemido. Se sentía bien, muy bien, pero no
quería correrse así. Necesitaba que Gray tuviera un
orgasmo con él. Acariciando la cara de su amante, se alejó,
haciendo que su polla se deslizara de la boca de Gray. ─En
la cama, Grayson.

Gray lo estudió, pero agradecidamente no protestó. Se


metió en la cama y se tumbó, enfocado en Shane todo el
tiempo. Separó sus brazos y sus piernas.

Shane se arrastró encima de ese delicioso cuerpo,


sabiendo cómo la sensación de su melena, cosquilleando las
piernas de Gray, lo volvía salvaje. Se sentó a horcajadas en
los muslos de Gray, luego se arrancó las gafas. Se las pasó
a Gray.

Gray se estiró para ponerlas en la mesilla de noche,


luego suspiró y se volvió a colocar, tirando su cabeza en la
almohada.

Shane sonrió y se deslizó abajo hacia la ingle de su


amante. Apartó más las piernas de este, y empujó con el
hombro para estar entre ellas.

167
La cabeza de Gray se separó de la almohada para
observarlo.

Shane sopló aire caliente por la piel de sus bolas y


lamió un lado, luego el otro.

─Oh, Dios, jefe. ─Gray lo agarró─. Pon tus piernas


alrededor. Por favor.

Shane metió un testículo en su boca, chupando


suavemente. Amaba la sensación del hombre en su boca, el
modo en que podía hacer que Gray suplicara por él, hacer
que se retorciera de placer. Era fantástico que este gran,
fuerte, duro hombre de la ley, expusiera tanta
vulnerabilidad a él. Era entregarle poder.

─Por favor, Shane. Déjame chuparte a ti también.

Sonaba como un buen plan para él. Quería saborear a


Gray, y Gray a él, de modo que era una situación de ganar-
ganar. Shane giró su cuerpo.

Gray se deslizó sobre su costado, inclinando su rodilla


hacia arriba y apoyando su pie en la cama, abriéndose más.
Los músculos de su estómago se ondearon con el
movimiento, y su gruesa polla se golpeó contra su
estómago.

Shane admiró la vista unos segundos, fascinado por el


cuerpo de su amante.

La sensación de caliente respiración fue la única


advertencia antes de que Gray se metiera su polla en la
garganta de una sola vez.

Shane se estremeció en la boca de Gray, los músculos


de su culo apretándose. Descansó su mejilla contra la
caliente y gruesa polla delante de él un momento. Se sentía

168
divina. Una mancha de pre-semen en su mejilla le dejó
saber que Gray estaba disfrutando él mismo.

─Mmm...

La vibración hizo que la columna de Shane


cosquilleara. Deslizó su cara y lamió la cabeza de la polla
de Gray, girando la lengua alrededor de ella antes de
metérsela dentro de su boca. Chupó ligeramente,
saboreando el ácido pre-semen.

Las caderas de Gray se agitaron ligeramente, pero no


dejó de chupar la polla de Shane. Su cabeza subía y bajaba,
atrayendo a Shane profundamente, luego chupando duro
de camino a fuera. «¡Dios, el hombre sabía chupar su
polla!»

Shane intentó ignorar el placer y concentrarse en su


amante, pero su resolución duró sólo unos segundos. Gray
era demasiado bueno en eso y la sensación de la polla de
este en su propia boca, lo tenía casi frenético. Agarró las
caderas de Gray y las sostuvo para tomar su polla más
profundamente.

Gray gimió alrededor de su polla y le devolvió el favor.

Trabajaron el uno en el otro duro y rápido durante


varios minutos, hasta que Gray finalmente se corrió,
bañando la parte baja de la garganta de Shane con salado
semen. Eso fue todo lo que le tomó para enviar a Shane
sobre el borde hacia la dicha, también. Bombeó sus caderas
mientras se aferraba al culo de Gray, manteniendo a su
amante en el lugar mientras se corría.

Gray tragó cada gota de su semen.

Finalmente, ambos se tumbaron uno junto al otro.


Todavía estaba agarrando el culo de Gray y este estaba

169
hociqueando su cadera. Shane besó el muslo de Gray y se
sentó.

Gray lo encontró a medio camino, sus manos yendo


inmediatamente al cabello de Shane. Se besaron larga y
lentamente, casi vagamente. Shane se estiró, llevando a
Gray con él. Su amante continuó jugando con su cabello,
envolviéndolo en sus dedos.

A veces se levantaba por la noche con la cara de Gray


enterrada en su cabello y sus dedos enredados en él. Antes
de Gray, nunca dormía con su cabello suelto, pero incluso
cuando iba a la cama con una trenza, se levantaba con ella
enrollada en la mano de Gray o sus dedos. Sonrió y besó la
nariz de Grayson. «¿Cómo podía haber pensado alguna
vez dejar al hombre y lo que tenían juntos?»

─¿Estás seguro de que esto es lo que quieres?

Gray sonrió y cubrió su rostro con el cabello de Shane,


inhalando profundamente. Dejó que se deslizara por su
mejilla, luego se enfocó en los ojos de Shane. ─Amo mi
trabajo, pero te amo más a ti.

170
Capítulo 15

G ray puso el intermitente, girando a la derecha


hacia su calle. Gracias a Dios su día había
acabado. Había tenido un infierno de tiempo
concentrándose en su trabajo hoy, a pesar del fantástico
sexo de reconciliación. Ciertamente había sido suave, pero
también necesitaba dormir. Afortunadamente, había estado
en la oficina haciendo papeleo en lugar de fuera, en el
campo. Quería ir a casa a ‘La H Rota’. Gracioso era cómo
había empezado a pensar de nuevo en el rancho como en
su hogar.

Estacionó en doble fila y salió. Había algo, parecía un


trozo de papel, abrió la puerta principal del bungaló de
Craftsman, de dos habitaciones y dos baños, que había
alquilado.

Cerró para ver un sobre con su nombre y apellidos


escritos en él. Gray usó su llave para abrir la puerta y
agarró el sobre de camino adentro. Tan pronto como abrió
la puerta su teléfono sonó. Cerró y aseguró la puerta detrás
de él antes de contestar su teléfono. ─Hunter.

─¿Todavía vas a venir a cenar, o quieres que nos


encontremos en algún sitio?

Gray sonrió y partió el sobre abriéndolo. ─Hey, jefe.


Allí estaré. Necesito cambiarme de ropa y coger mi nuevo
uniforme para mañana, después estaré en camino. ─Gray
sacó una carta escrita a máquina, mirando rápidamente
abajo donde vio la firma de su casera. Eso era raro,
normalmente lo llamaba para decirle las cosas.

171
─Todo bien, entonces, no te entretendré. Tu madre
dijo que te dijera que hoy está horneando un pastel de
manzana. Ya sabes, como que vengas a cenar. Kaitlyn
siempre hornea cosas cuando lo haces. Cuando sólo somos
Ted y yo, no tenemos helado de postre, ni siquiera helado
casero. Estás mimado.

Gray rió entre dientes. ─Si yo estoy mimado, es más


culpa tuya que de mamá. ─Ojeó la carta mientras se dirigía
al dormitorio.

«Querido Sheriff Hunter,

Siento informarte que su contrato de


alquiler no será renovado. Tiene hasta el
próximo jueves para sacar sus cosas de esta
propiedad.

Lois Wagner»

─¿Qué infiernos? ─No podía ser cierto. Gray giró la


carta. No había más explicaciones, ni nada más.

─Grayson, ¿qué va mal?

─Mi casera no me renueva el contrato de alquiler.

─¿Por qué? ─Shane prácticamente gruñó.

─No tengo ni idea; no dice una razón. Sólo: ‘saca tu


mierda para la próxima semana’. Okay, voy a pasarme por
su casa de camino al rancho. Te dejaré saber qué pasa
cuando esté allí.

─¿Puede hacer eso? ¿No hay un período específico de


tiempo que tiene que darte?

─Sí, notificación escrita y un período de gracia, creo.


Tengo que revisar mi contrato de alquiler para estar seguro.
Todo correcto, voy a dejarte. Te veo en una hora, jefe.

172
─Conduce con cuidado, Grayson.

Gray colgó y tiró su teléfono y la carta a su cama.


«¿Qué estaba pasando?» Nunca se había retrasado con el
alquiler, obviamente no era un alborotador y no hacía
fiestas ruidosas. «¿Quizá tenía un comprador para el
lugar?» No, no podía ser eso, tenía que tener su permiso
para permitir que la gente viniera a ver el lugar. Se encogió
de hombros y fue a darse una ducha.

Una vez que estuvo limpio y vestido, recogió


rápidamente sus cosas para el día siguiente y salió por la
puerta, media hora después. Llegó a la casa de la sra.
Wagner para encontrar dos coches aparcados delante.
«¡Maldición!» Tenía compañía. «¿Debería volver?» Sería
grosero pasar si tenía invitados, pero de nuevo, la seca
nota también había sido descortés.

Gray aparcó en la curva, paseó arriba y llamó a la


puerta principal. Se oían risas femeninas detrás de la
puerta.

La sra. Wagner apareció en la puerta abierta con una


ancha sonrisa en su rostro, que se oscureció tan pronto
como lo vio. ─Sheriff Hunter.

Gray miró detrás de la sra. Wagner y notó a la sra.


Murphy, la bibliotecaria y cazadora de chismes, y la sra.
Nelly, la directora del instituto. Ambas se le quedaron
mirando, con el ceño fruncido. La sra. Murphy realmente le
sacudió la cabeza. Bien, invitados que explicaban la seca
carta de su casera. Aparentemente tenía un problema con
que fuera gay. Gray le dirigió a la sra. Murphy una mirada
helada, luego miró a la sra. Wagner de nuevo.

Levantó la nota. ─Supongo que la presencia de la sra.


Murphy explica esto.

173
Las mujeres como mínimo tuvieron el buen sentido de
darse cuenta de que era una discriminación.
Inmediatamente lo miró protestando. ─Oh, no, eso no es
todo. Es sólo…

─Está todo correcto, sra. Wagner. He descubierto que


ya no quiero relacionarme con usted, tampoco. Tendré
todas mis cosas fuera esta semana, espero que me
devuelva cada penique del depósito. ─Gray giró y se fue sin
otra palabra.

El viaje hacia el rancho, sólo era de diez minutos


conduciendo, pero Gray se la arregló para hacerlo en veinte.
Aparcó en ‘La H Rota’ ya no tan excitado de estar allí como
cuando había salido del trabajo. Shane iba a darle la vuelta
al haber sido echado de su alquiler. Oh, bien, no había
esperanza. Mejor acabar con ello. Apagó el motor y salió.

Shane lo estaba esperando en el porche de atrás de la


casa grande. Sentado en el balancín en un par de
pantalones cortos, una camiseta azul y unos zapatos de
tenis blancos. Su cabello recogido en una trenza sobre su
hombro y bajando por su pecho hacia su cintura.

Gray sonrió. «¿Cuándo fue la última vez que había


visto a Shane en pantalones cortos?» El hombre seguro
que tenía las piernas para ello, largas, sin grasa,
musculosas y oscuras.

─¿Por qué sonríes?

─Estaba pensando que tienes buenas piernas. ─Gray


subió al porche y se dejó caer junto a Shane.

Shane miró las desnudas piernas de Gray y sus


pantalones vaqueros cortos. ─Tus piernas se ven bastante
bien también, pero necesitas un bronceado. ─Intentó no
sonreír pero falló miserablemente.

174
Gray se mofó. ─Apuesto a que he estado más en el sol
con mis piernas descubiertas que tú este año.

─Probablemente. Creo que deberías sacarme al sol.


Quizá en el lago. Tenemos un barco, ya sabes.

Gray sonrió pensando en el Bayliner de veinte pies que


sus padres habían comprado hacía algunos años. Nunca
había estado en él. ─¿Estás intentando decirme que no te
llevo a ningún sitio?

Shane se encogió de hombros. ─Sólo pensaba que


quizá te apetecería hacer esquí acuático un fin de semana.
─Miró a Gray─. Entonces, ¿qué pasa con tu casera? ¿Por
qué te quiere fuera? ─Shane empujó el porche con un pie,
haciendo que se balancearan.

Gray gruñó. Aparentemente su aplazamiento había


acabado. ─¿Por qué crees? ¿Imaginas quién estaba allí
cuando fui a hablar con ella?

Las cejas de Shane se juntaron. ─¿Quién?

─La Sra. ‘Memetoentodo’ Murphy.

─No puede hacer eso, Grayson. No puede negarse a


renovarte el contrato de alquiler porque seas gay. Eso es
discriminación y es ilegal.

Gray sonrió sin humor y pasó un dedo por la arruga en


la frente de Shane, suavizando las líneas. ─Sé eso, jefe,
pero tú y yo sabemos que puede. Probando que la razón
por la que quiere que me vaya es casi intolerante. Nunca lo
admitirá. Y no voy a gastarme el dinero en llevarla al
juzgado y probarlo cuando, de todos modos, no quiero
pagar el alquiler a un intolerante.

Shane frunció el ceño más. ─No pareces muy


enfadado.

175
Se encogió de hombros. ─No lo estoy. Sabía que era
una posibilidad. Además, tampoco es como si pasara
mucho tiempo allí. Mejor encuentro algo más pequeño y
barato. Y últimamente no estoy allí prácticamente nada.

Shane puso una mano en su nuca y lo atrajo. Besó a


Gray en la frente. ─Eres fantástico. No sé cómo puedes
estar tan calmado con esto. Todavía me saca de quicio
cuando la gente actúa así.

Gray casi se traga la lengua. Había estado esperando


un sermón de Shane de cómo esto era culpa suya, incluso
aunque ciertamente no lo era. ─He sabido desde hace
tiempo que esta vida no iba a ser un camino fácil de
recorrer, pero así es como es, de modo que trato con ello.
Mientras nadie me etiquete por a quien amo, que por lo que
sabemos no está fuera del reino de las posibilidades,
entonces estoy feliz.

─Estás absolutamente en lo correcto, por supuesto,


pero todavía estoy sorprendido.

─Es gracioso como la gente muestra sus verdaderos


colores cuando descubre que eres gay, ¿huh?

─Sí. ─Shane gruñó.

─Gracias.

─¿Por qué?

─Gracias por no tener un ataque de nervios.

Shane tenía una extraña mirada en su cara, después


se fue, casi como si nunca hubiera estado allí. Golpeó el
hombro de Gray. ─Lo estoy intentando. No es fácil, estoy
intentando evitar la urgencia de golpear a tu casera. ─Sus
ojos brillaron.

Gray rió entre dientes y lo empujó. ─¡Chiflado!

176
Shane rió. ─En serio, no me gusta. Pero estoy
intentado mirar el lado bueno. Ahora necesitas un nuevo
lugar, ¿verdad?

─Correcto.

─Múdate conmigo.

Los ojos de Gray se abrieron. ─¿Qué?

─Me has escuchado; múdate a mi casa. Ven a vivir


conmigo. ─Shane alzó una ceja.

Le encantaría, de todos modos estaba allí todo el


tiempo, pero... ─Sería como volver con mis padres.

Shane resopló. ─No soy tu padre. Te estarías


mudando con tu amante, tu... pareja, no tus padres.

Pareja, le gustaba eso. ─Lo sé, pero viviría de mis


padres. No es justo.

─¿Cómo crees? ─Shane apuntó a la casa pequeña─.


Esta es mi casa. Viene con el trabajo. Pago por mi propia
comida y mi electricidad. Puedes pagar la mitad de la
comida, la electricidad y el mantenimiento.

Gray agarró a Shane, besándolo duro.

Shane sonrió y le devolvió el beso. ─¿Eso significa que


te mudas conmigo?

─¡Infiernos, sí!

─¡Shane!

177
Shane gruñó ante la llamada. ¿Quién sabía que Gray
tendría tanta mierda? Dejó la última prenda de ropa de
Gray encima de su cama y salió para ver qué gritaba Jamie
o quizá fuese John, sonaban muy parecido. ─¿Qué?

Jamie sostenía un extremo de un golpeado y viejo


escritorio de madera; John sostenía el otro. ─¿Dónde
quieres que pongamos esto? ─preguntó Jamie.

Shane miró la camioneta donde Gray estaba pasando


cajas a Ethan y McCabe. ─¿La mole de madera?

Gray alzó la mirada y frunció el ceño. ─Me gusta ese


escritorio.

─Es mierda. ¿Qué tal si te compramos uno nuevo?


─Shane volvió a mirar el escritorio. Era un viejo escritorio
de cubierta enrollable que había visto mejores días. Parecía
que había sido construido con madera real, pero durante
los años había sido pintado varias veces, por cómo se veía.
La capa de arriba era blanca pero donde el blanco estaba
desconchado, era rojo y también había un poco de verde.

Gray le gruñó amenazadoramente ─Es una antigüedad.

─Más como una reliquia. ─Shane suspiró. Había estado


de acuerdo en cederle a Gray la habitación contigua para
que la utilizase como su oficina. Las otras dos habitaciones
de la casita eran, por supuesto, su propia oficina, y su… no,
el dormitorio de ellos─. Okay, bien. Pero tendrás que
quitarle la pintura a esa cosa y darle un acabado. ─Se giró
hacia Jamie y John, luego sacudió su cabeza hacia la puerta
principal y salió del camino─. Métanlo en el último
dormitorio.

Dejó pasar a los dos hombres y los siguió dentro,


pasando por la cocina. Agarró seis botellas de agua de la
nevera y las llevó al porche. Colocándolas bajo el borde del
porche de madera, abrió una botella.

178
McCabe colocó una caja, parecía que de libros, en el
porche detrás de Shane y se sentó junto a él. Agarró una
botella, la levantó hacia Shane e inclinó su cabeza.
─Gracias.

─De nada. Gracias a ti por ayudarnos a mover toda


esta, er…

─¿Mierda? ─Gray se dejó caer en el otro lado de Shane


con una risa y se estiró en el porche─. Pásame agua, viejo.

Shane tiró un poco de su propia agua en el estómago


de Gray.

─¡Ahh! ¡Maldición, está fría! ─Gray se sentó y le


arrebató la botella a Shane, intentando mojarlo con ella.

Shane agarró sus muñecas justo cuando Gray


inclinaba la botella. ─¡Tú, pequeña mierda!

Gray sonrió. ─Tú empezaste ─. Se relajó, luego de


repente empujó la botella, poniéndola vertical y mojándolos
a ambos.

Shane tomó aire. ─¡Ugh! ─Estaba tan acalorado de


mover muebles que el agua fría era un impacto para su
sistema.

Gray se congeló, sus ojos abiertos, mirando a Shane,


una sonrisita tirando de sus labios.

Shane miró a su derecha, intentando no parecer que


obviamente estaba verificando las otras botellas de agua.
Cuando miró atrás, la mirada de Gray estaba pegada
también a las otras botellas. Shane se lanzó hacia una
mientras Gray prácticamente se tiraba sobre él, aferrándola
con su mano cuando envolvió la botella.

179
McCabe rugió riendo y elegantemente salió del camino,
rescatando dos de las otras botellas antes de que ellos las
vaciaran.

Gray liberó su mano y peleó por otra botella.

Shane quitó el tapón de la que tenía en su mano y


vació el contenido en la espalda de Gray.

─¡Ah! ¡Mierda! ─Gray le devolvió el favor y tiró agua


sobre la cabeza de Shane.

Shane echó chispas unos segundos, explotó riéndose


de sí mismo. No podía recordar la última vez que se había
divertido tanto. Él y Gray solían hacer cosas como esa todo
el tiempo años atrás, cuando Gray era un niño. Shane
había estado a principios de sus veinte en aquel momento.

Gray se inclinó contra él, sus brazos apoyados en los


hombros de Shane, su frente contra la del hombre, riendo
con él. Cuando finalmente pararon de reír socarronamente
como un par de hienas, encontraron que el resto de sus
amigos estaban juntos alrededor del porche bebiendo su
propia agua, con excepción de Ethan, que robaba tragos de
la botella de Jamie.

Gray se levantó, sacudiéndose el agua. ─Voy a ir a


conseguir más botellas. Te conseguiré una también, Ethan.

Ethan sacudió su cabeza, agarró el agua de Jamie otra


vez y se tomó otro trago. ─Nah, estoy bien.

John que estaba junto a Jamie e Ethan, caminó por el


porche y se sentó junto a McCabe. ─¿Ya es seguro?

Shane se encogió de hombros. ─Depende.

─John alzó una ceja, sonriendo de oreja a oreja. ─¿de?

180
─De si Grayson decide comportarse cuando vuelva, o
no. ─Shane miró por encima de su hombro justo cuando
Gray volvía con dos botellas.

Gray alzó una en sus manos, riendo. ¡Me estoy


comportando! ¿Quién quiere una?

Shane extendió su mano. Gray alzó una ceja, le pasó


una y se sentó al otro lado de John.

Shane rió. ─¡Gallina!

Gray puso sus pulgares bajo sus brazos, moviéndolos


y cloqueando. Los otros rieron.

Shane sacudió su cabeza y tomó un trago. La puerta


de atrás de la casa grande dio un portazo llamando la
atención de todo el mundo. Kaitlyn venía a través del patio
con una cesta de picnic y una bandeja que parecía que
contenía una jarra de limonada, algunos platos de papel y
vasos. Qué cariñosa era.

Shane se acercó por el patio para ayudarla. Alrededor


de una yarda del aparcamiento de grava entre su casa y la
casa principal del rancho, algo lo golpeó en el costado.
─¡Oof!

Le tomó unos segundos descubrir que Gray lo había


derrumbado. Estaba riendo antes de golpear el suelo igual
que Gray. Ambos cayeron en un enredo de brazos y piernas,
rodando por el césped.

Kaitlyn rió también, y continuó hacia el porche.

Gray finalmente llevaba la delantera acabando encima


del pecho de Shane. Sujetó los brazos de Shane junto a su
cabeza y se sentó, sonriendo a Shane. Todavía estaba
riendo y sin aliento. ─Hey, jefe.

─Hey, Grayson.

181
Gray finalmente tomó aire. Se sentó unos minutos,
jadeando ligeramente, mirando a Shane. ─Gracias por dejar
que me mude contigo.

Shane se sintió bien hasta en los dedos de sus pies.


Miró en esos felices ojos verdes y vio su futuro. Sonrió.
─Gracias por estar de acuerdo. Aunque tiene precio.

─¿Sí? ─Una de las cejas de Gray se alzó─. ¿Qué precio


es ese?

─Nunca podrás mudarte fuera. Estarás atrapado aquí,


atrapado conmigo.

Los ojos de Gray se pusieron serios, su sonrisa se


ensombreció, se inclinó y besó los labios de Shane. ─Ese es
un precio que estoy más que deseoso de pagar. ─Gray se
levantó y extendió una mano.

Shane aceptó la ayuda de Gray y se levantó delante


de él. ─Bien. Voy a hacer que lo mantengas. ─Entonces
antes de que Gray pudiera evadirlo, bajó su hombro, lo
plantó contra el estómago de Gray echándoselo al hombro,
luego se dirigió a los establos. ─Pero todavía vas a pasar
por el agua.

182
Capítulo 16

G ray apretó el botón de mute en el mando de la


tele y suspiró. No conseguía que mejorara más
que esto. Parecía que no era capaz de conseguir que se
sentara el tiempo suficiente para que se relajaran juntos. El
hombre estaba constantemente en marcha desde que Gray
se mudó. Estaba en la oficina, en el teléfono o trabajando
en el rancho. Era casi como si tramara algo, pero Gray no
podía imaginar qué.

Gray reposó su cabeza en el hombro de Shane. ─Esto


es bueno.

Shane enterró su cara contra el lado de Gray. ─¿Esto,


ver la tele, o esto, acurrucarnos juntos en el sofá?

─Todo esto. Bueno, excepto por el hecho de que los


anuncios son malditamente ruidosos.

─Sí, lo son. Dime otra vez por qué estamos viendo.


Polis. ¿No estás cansado de esto en el trabajo?

─Nah, ya no veo este tipo de acción. Nuestro pueblo


es bastante pequeño y también está la policía de la ciudad.
Más que nada rescato gatos y esas cosas.

Shane rió. ─¿Rescatar gatos? ¿Ese no es trabajo de


bomberos?

─Bueno, ya que sólo tenemos un departamento de


voluntarios de bomberos, nop. Yo atiendo las llamadas de
rescate de gatos.

183
─¿Entonces, realmente has rescatado gatos de un
árbol?

─Nah. Pero ayudé a Mavis Barnes a sacar a su cabra


del fango el pasado verano.

Shane sacudió la cabeza, golpeando la de Gray con su


mandíbula; se le escapó una risita. ─No quiero saber. Sólo
puedo imaginarte a ti y a los otros ayudantes ayudando a la
vieja loca de Mavis a sacar sus cabras del fango. ─Shane
besó su mejilla y hociqueó su cuello─. ¿Echas de menos la
acción? ¿Algunas veces desearías estar de regreso en San
Antonio?

«¿Lo hacía?» Gray estuvo en silencio unos segundos


mientras pensaba en ello, luego sacudió su cabeza. ─No.
No realmente. Me gustaba la acción, sí, pero esto es más
gratificante. Aquí consigo ayudar a gente que conozco,
gente con la que crecí. No tengo que ver los problemas de
drogas y la mierda de las bandas de la ciudad. Es como ser
el Sheriff de un pequeño pueblo, ¿sabes? Tengo la mayoría
de la mierda jurisdiccional, los ocasionales disturbios
domésticos y el papeleo y basura, pero la mayor parte es
como Andy Gryffith de Mayberry16. Me gusta eso.

Shane sonrió contra su cuello. ─Sólo que tú te ves un


infierno mejor que el viejo Andy. ─Mordió la oreja de Gray─.
Realmente, puedo ver eso. El condado es prácticamente
rural: granjas y ranchos. Estoy seguro de que ser una ex-
estrella del rodeo también ayuda. La gente responde ante
este tipo de éxito.

Sí, lo hacían. Sus victorias habían hecho mucho para


allanar el camino con la población. Algo de ello podía ser
porque era de la localidad, y su familia tenía uno de los

(16) El show de Andy Griffith era una serie de la tele de 1960, donde Andy griffith era el
Sheriff de la ficticia Mayberry, en carolina del norte.

184
ranchos más grandes del área, pero más que nada, fue la
monta de toros lo que lo hizo un héroe local, incluso
aunque nunca había sido profesional.

─¿Sabes cuál es la mejor ventaja de estar aquí en


lugar de en San Antonio?

─¿Qué?

Gray acarició los muslos de Shane, masajeándolos.


─Tú.

Shane apretó sus brazos alrededor de la cintura de


Gray, tirando de la espalda de éste contra su pecho. Cruzó
sus piernas sobre los muslos de Gray y volvieron a
recostarse contra el sofá. ─No soy un premio, Grayson,
pero me alegra que lo pienses. ─Mordisqueó la nuca de
Gray.

Gray movió su cuerpo ligeramente, estudiando a


Shane. ─Eres un premio para mí, jefe...

Shane pasó una mano por el cabello de Gray y besó su


sien. Sus ojos sostuvieron los de Gray unos segundos, la
mirada en ellos no le decía nada y todo al mismo tiempo.
Entonces Shane mordió su cuello.

─¡Dios! ─Gray se estremeció. No podía decidir si


amaba la sensación de tener la piel de gallina o la odiaba.
Luego la mano de Shane bajó de su cintura a ahuecar su
polla.

─Dios, jefe.

Shane lamió la línea del cuello de Gray. Inclinó la


mandíbula de Gray y movió su rostro, luego cerró sus
labios juntos.

De un modo u otro Gray acabó tumbado en el sofá con


Shane encima de él. Su amante continuó besando su

185
garganta, moviéndose hacia abajo a su pecho mientras lo
despojaba de sus ropas. Shane no paró de besar y
mordisquear, adorándolo con su boca, gimiendo cuando se
deslizó hacia abajo del cuerpo de Gray. Una vez que Shane
lo tuvo desnudo de cintura para arriba, se sentó y se sacó
su propia camiseta. Los músculos del lustroso pecho se
flexionaron, haciendo que los dedos de Gray dolieran por
tocarlo. Gray se extendió hacia él, pero Shane agarró su
mano y la llevó a sus labios, besando en el dorso.

─No ─Sostuvo la mirada de Gray por un momento,


luego dejó ir su mano. Desabrochó los pantalones de Gray
y los sacó junto a la ropa interior.

La polla de Gray saltó libre, capturando toda la


atención de Shane. ─Tan hermoso, Grayson. ─Se colocó
entre sus piernas. Shane acarició su polla unas pocas veces,
luego sacó su lengua, haciéndola girar una y otra vez
alrededor del ombligo de Gray.

El estómago de Gray se apretó. Alcanzó la trenza de


Gray y empezó a deshacerla.

Shane le pasó sus gafas, luego volvió a besar y lamer


el estómago de Gray.

─¿He mencionado cuánto amo estas gafas?

Shane sonrió contra su estómago. ─No. ─Lo hizo sonar


definitivo, sin dejar ninguna duda de que estaba
contestando a una pregunta que Gray ya había hecho, en
lugar de la que acababa de decir.

Gray suspiró y alcanzó por encima de su cabeza,


poniendo las gafas al final de la mesa contra el brazo del
sofá. ─Eres tan malo conmigo.

Shane rió entre dientes y mordisqueó su cadera.


─Creo que sobrevivirás. ─Agarrando la polla de Gray, la

186
guió hacia su boca y tomó la cabeza dentro, chupando
ligeramente.

Okay, quizá Shane no era tan malo después de todo.


─Sí, creo que lo haré.

Shane rió. ─Eso pensaba. ─Lamió todo el camino hacia


abajo del eje de Gray hasta sus bolas antes de moverse
más abajo y colocar su hombro entre los muslos de su
amante, separándolos más. Su lengua circuló el agujero de
Gray y empujó contra él.

Gray inhaló profundamente. ─¡Jesús, Shane! ─Sus


ojos cerrados en un gemido, sintiéndose sin huesos. El
rimming17 era excitante, pero también relajante. Suspiró y
se estiró, poniéndose más cómodo. No tenía prisa para que
Shane parara.

─Mmm... ─ La lengua de Shane siguió girando sobre


su ano, rodeando y empujando. Una de las manos de
Shane subió para tirar de sus bolas; la otra empujó su
pierna más arriba, abriendolo más. Shane estaba gimiendo
suavemente contra él con cada lamida. De repente, se
sentó.

Los ojos de Gray se abrieron.

Shane se alzó y se quitó sus propios pantalones, luego


agarró la mano de Gray y empezó a tirar. ─Vamos.

Gray gruñó, pero se levantó y siguió a su amante a su


dormitorio.

─No tenemos lubricante allí. ─Shane empujó la puerta


abierta del dormitorio.

─Nota para mí mismo: acumular lubricante en el salón.

(17) Rimming, bordear, se refiere a sexo oral-anal, en el que los labios, y legua, rodean
el ano y perineo, a diferencia del beso negro que solo es un beso en el ano.

187
Shane paró cuando alcanzó la cama y se giró hacia
Gray, deslizándolo contra él. Sus duras pollas se
acurrucaron una contra la otra. Los calientes brazos de
Shane azotaron la espalda de Gray. ─Bien, pero tú se lo
explicarás a tu madre cuando venga de visita y lo
encuentre.

Gray se encogió de hombros. ─Eso está mal, Shane.


No puedes mencionar a mi madre cuando estoy desnudo y
duro y... ¡puaj! Eso es asqueroso.

Shane metió su labio inferior en su boca, chupándolo.


Agarró el culo de Gray con ambas manos y movió sus
pollas juntas. ─No se siente como que te haya afectado
nada. ─Lamió los pezones de Gray. Hmm... Shane estaba
espantosamente oral esta noche. No es que Gray se
quejara, por supuesto.

Dejó caer su frente en el hombro de Shane y jugó con


su largo cabello negro, acariciándolo contra su cara. Amaba
el modo en que la melena de Shane siempre olía a luz del
sol y vainilla. Colocando su dedo en cada lado de la cara de
Shane, atrajo los labios de Shane a los suyos, lo besó,
luego finalmente se apartó y examinó los profundos ojos
marrones que le devolvían la mirada. ─Te amo, jefe.

Shane lo miró varios segundos. «¿Estaba llorando?»


Gimió y giró a Gray hasta que la parte de atrás de las
piernas de este, estaban contra la cama. ─Acuéstate amor.

Gray se recostó en la cama y alcanzó a Shane. Colocó


sus manos alrededor de sus caderas y empezó a tirar de él,
intentando conseguir esa magnífica polla en su boca,
cuando Shane se movió atrás.

─No. No esta noche. ─Shane caminó alrededor de la


cama a la mesilla de noche, abrió el cajón y sacó el
lubricante, colocándolo en la cama. Gateando junto a Gray,

188
se sentó a horcajadas en sus caderas y se inclinó para
robar un beso. Su sedoso cabello flotaba a su alrededor,
acariciando los lados de Gray, su pecho. Shane envolvió el
cabello alrededor de la polla de su amante, levantándolo,
dejando que las hebras oscuras acariciaran su eje.

─¡Oh! ─Gray se sacudió en su mano─. ¡Jefe!


¡Maldición!

Shane lo acarició hasta que Gray se retorció,


suplicando correrse, luego de repente paró. Agarró el
lubricante y lo derramó en sus dedos. Sin embargo, en
lugar de ponerlos dentro de Gray, se inclinó y lo extendió
en su propio ano.

Gray jadeó. ─¿Qué estás haciendo? ─Estaba cautivado.


Era como un sueño tener a Shane inclinado sobre él, los
labios a un beso de distancia, su cabello cubriéndolos a
ambos en una oscura cortina. Nunca pensó estar encima de
Shane. No le importaba estar encima, pero prefería estar
abajo.

Los ojos de Shane se cerraron en aparente dicha.


─¿Qué parece que estoy haciendo?

─¿Por qué? ─Nunca había pensado que a Shane le


gustara ser follado. El hombre era tan, tan... Jefe, sólo no
era del tipo que se pusiera vulnerable delante de otros. Y
definitivamente le gustaría verlo estando debajo y
vulnerable. Gray apartó la humedad de sus ojos.

Esos ojos marrones se abrieron, desenfocados.

─Te quiero dentro de mí.

─¿Por qué?

Los labios de Shane se movieron, luego sonrió.


─Suenas como un disco rayado.

189
─¿Alguna vez has…?

Shane asintió. ─Shh... ¿Nunca te cansas de analizarlo


todo? ─Extendió la mano y agarró el lubricante otra vez,
derramando más en sus dedos. Todo el tiempo que se
preparó miraba dentro de los ojos de Gray.

Gray observó, su estómago en su garganta. No podía


decidir si estar nervioso o excitado; estaba experimentando
ambas cosas. Tenía la sensación de que Shane nunca había
hecho esto antes. Sabía que Shane lo amaba, pero el hecho
de que se abriera a él y a nadie más, era una cosa
embriagadora.

La resbalosa mano de Shane se envolvió alrededor de


la polla de Gray y estiró dos veces, luego posicionó la
cabeza contra su ano. Presionó hacia abajo y lo tomó
dentro, un poco cada vez. Su expresión estaba centrada,
intensa.

Gray extendió su mano y acarició su rostro. ─Relájate.

Shane tomó una profunda respiración y asintió, luego


se deslizó todo el camino hasta que su culo descansó contra
las caderas de Gray. Las oscuras pestañas hacían sombras
contra su mejilla mientras su cuerpo se abría y aceptaba a
Gray.

─Shane. ─La sensación de calor y el modo en que el


pasaje de Shane lo apretaba era indescriptiblemente
maravilloso. Gray agarró un mechón de cabello y lo acercó.
Sostuvo a Shane apretadamente contra él y lo besó
fieramente, hasta que ambos se separaron para respirar.
No quería dejarlo ir, nunca, y eso estaba bien, porque
Shane no parecía tener prisa en dejarlo ir tampoco.

─Sabes lo que significas para mí, ¿sí? ─La boca de


Shane se curvó tiernamente.

190
Gray asintió; no confiaba en que su voz no se
quebrara.

─Nunca lo olvides. Sin importar que, ¿de acuerdo?

Otra vez, Gray asintió.

Shane se sentó y empezó a moverse, lentamente al


principio, luego más rápido, y todavía más rápido.

Gray estaba en tan incoherente dicha, que estaba


balbuceando. Cerró sus ojos fuertemente, apretando en
puños las sábanas. Eso estaba tomando toda su
concentración para mantenerse quieto. Quería tan
desesperadamente embestir, pero no se atrevía. Juraría
que Shane nunca había hecho esto antes, y estaría maldito
si hería a su jefe. Se sacudió con el esfuerzo de mantenerse
quieto.

Shane desenredó las manos de Gray de las sábanas


mientras seguía montando su polla. Colocó una en su
propio eje. ─Tócame, Grayson.

Las bolas de Gray se apretaron con la exigencia, y su


estómago se estremeció. Acarició la polla de Shane e
intentó no tener un orgasmo, pero era inútil. Sacudió su
cabeza, todavía trabajando con el pene de su amante.
─¡Yo... tú... corro!

─¡Eso es, amor! ─Shane se tensó encima de él, su


polla palpitando en la mano de Gray. Caliente semen
salpicó el estómago de Gray incluso cuando se dejó ir
profundamente dentro del cuerpo de Shane.

Después de lo que pareció una eternidad, pero que


probablemente no fueron más que unos segundos, la suave
respiración de Shane cosquilleó su oreja y empezó a roncar
silenciosamente. Gray se estiró allí, rodeado de la masa de

191
grueso, oscuro cabello y el bienvenido peso de su amante,
sin prisa por moverse.

No le gustaba el hecho de que Shane hubiera


trabajado tan duro últimamente y que no se hubieran visto
mucho, pero si así era como Shane se disculpaba... «Nah,
ni siquiera esto merecía que Shane se agotara a sí
mismo». Acarició la masa de hermoso cabello negro y besó
la bronceada frente. ─Buenas noches, jefe.

192
Capítulo 17

-¡V amos jefe! ─El ayudante Jameson corría en


la acera, sonriendo por encima de su
hombro a Gray.

─Darren, ¿a dónde vamos? ─Gray suspiró. Todavía no


estaba seguro de cómo Darren lo había convencido para
tomarse un café después del trabajo. Probablemente tenía
que ver con el modo en que el chico se rehusaba a tomar
un no por respuesta. Todo lo que Gray realmente quería
hacer era ir a casa con Shane, quizá ver algo en la tele, y
luego dormir. Estaba exhausto. Tan exhausto, de hecho,
que ni se dio cuenta de que Darren ya había entrado en la
puerta situada al lado de la cafetería en lugar de en el café,
hasta que escuchó voces que gritaron─: ¡Sorpresa!

Gray dio un paso atrás sorprendido. «¿Qué?» Había


serpentinas rojas, blancas y azules por todos lados, y
posters proclamando ‘Hunter para Sheriff’. Casi parecía que
todo el mundo que conocía estaba allí. Sus ayudantes, sus
padres, sus amigos, algunos líderes de la comunidad. Gray
miró alrededor. Dónde estaba...

─Para de fruncir el ceño; la gente va a pensar que no


aprecias el esfuerzo que han hecho, ─una suave voz vino
desde detrás.

─¡Shane! ─Gray se giró.

Su amante estaba justo detrás de él, una enorme


sonrisa en su rostro. Gray apenas suprimió la urgencia de
gemir. Maldición, el hombre era un sueño húmedo andante.
Vestía una bonita camiseta roja, con botones en el cuello,

193
corta y arremangada, unos pantalones vaqueros azules,
botas negras, sus gafas, y lo mejor de todo, su cabello
estaba suelto, libremente en lugar de su acostumbrada
trenza.

Gray no pudo evitarlo, atrajo a Shane a un abrazo.


Ahora todas las llamadas y la reciente distracción de Shane
tenían sentido. ─Tú has hecho esto, ¿no?

Shane le devolvió el abrazo y se encogió de hombros.


─Tenía que ayudar. Tan bueno como eres y tanto como te
queremos, necesitabas una pequeña campaña para
conseguir ser reelegido.

─Habría encontrado tiempo para ello.

─Bueno, ahora todo lo que tienes que hacer es ir por


ahí y besar bebés. Nosotros haremos el resto.

Gray echó su cabeza atrás y rió. La gente venía hacia


él hablando de esto y lo otro. Acabó alejado de Shane y con
interminables preguntas, sugerencias y comentarios de la
multitud. Tenía que haber cerca de cien personas allí.
Shane, que parecía ser ahora su nuevo manager de
reelección, había pensado en casi todo. Por lo que podía
decir que todo lo que tenía que hacer era salir de allí y
hacerse ver.

Bebió mucho ponche, comió algunas galletas, habló de


política, compartió algunas bromas y estrechó algunas
manos. Incluso le habían dado algún cheque como
donación de campaña. Era increíblemente alentador ver
todo ese apoyo y ánimo de la gente que claramente quería
que él permaneciera siendo su sheriff durante otros cuatro
años.

Después de un par de horas, Gray finalmente tuvo


oportunidad de respirar. Estaba relajado en la mesa de
refrigerios con Ethan y Jamie cuando alzó la mirada y notó

194
a McCabe inclinado contra una pared, pretendiendo no
mirar a John.

Jamie se inclinó y susurró: ─Raro, ¿no?

Gray asintió. ─Sí. No puedo entenderlo. Juraría que


McCabe era hetero.

─Yo también. ─Jamie frunció el ceño.

«Hmm». Miró alrededor de la sala.

─Por allí. ─Ethan apuntó. La mirada de Gray siguió el


dedo de Ethan y captó una vista de largo cabello negro.

Shane estaba en una esquina solo, su espalda hacia la


sala y su teléfono en su oreja.

─¿Soy tan obvio? ─Gray no apartó su atención de la


poderosa figura de Shane.

Ethan rió. ─Sí. ─Golpeó a Gray en la espalda─. Has


actuado amablemente y has hecho campaña durante casi
dos horas. Ve a conseguir a tu hombre.

Gray tiró su taza de papel vacía en la papelera y se


dirigió hacia Shane, sólo parando una vez para saludar a
sus padres. A medio camino de cruzar la sala, Shane se dio
la vuelta.

La mandíbula de Shane estaba colocada con una dura


línea, sus cejas juntas. ─No lo sé Sarah. Te llamaré.
─Murmuró en respuesta a algo dicho al otro lado del
teléfono.

Gray parpadeó. «¿Sarah?» Gray sacudió su cabeza


interrogante. La familia de Shane no había hablado con él
en veintiséis años y ahora uno de ellos se revelaba desde
algún sitio. «¿Qué diablos? ¿Dónde estaba esa gente
cuando Shane tenía dieciséis años?»

195
A pesar de su carrera en la ley, Gray no había invadido
la obvia necesidad de privacidad de Shane investigando, de
modo que no conocía las circunstancias exactas de cómo
Shane llegó a ‘La H Rota’; todo lo que sabía era que su
padre había ido un día al pueblo y cuando volvió trajo a
Shane con él. Había escuchado una vez a su padre decirle a
alguien que encontró a Shane, que el chico no había
comido en cuatro días. Ted le había dado trabajo ese
mismo día y Shane había estado en el rancho desde
entonces. Incluso tenía una habitación en la casa grande
hasta que se convirtió en capataz y se mudó a la casita,
porque Kaitlyn Hunter no era de ‘dejar al chico irse a vivir a
las barracas con esos viejos cowboys y nadie para que
cuidara de él’.

Quizá Gray era muy protector con Shane después de


todo, porque tuvo una repentina urgencia de agarrar
violentamente el teléfono de Shane, darle a su hermana un
poco de lo que pensaba que se merecía, y luego colgarle.
Todo bien, quizá estaba sobre reaccionando. Ni siquiera
sabía lo que la hermana de Shane, quizá sus padres
también, querían ahora.

Shane apoyó su cabeza en el cabecero y dejó que sus


pestañas cubrieran sus ojos. Estaba contento de haber
montado la fiesta con los Hunter, de modo que ahora todo
lo que tenía que hacer era volver con Gray. Había trabajado
muy duro planeando la campaña para Gray, y parecía que
había sido un gran éxito. Durante los días de hacer planes y
hablar con la gente, se dio cuenta de que quizá la
sexualidad de Gray no era una cosa tan grande como
pensaba al principio. La gente realmente vino a él para
ofrecerse voluntaria para ayudar en las reelecciones. Y por
lo que podía decir, la mayoría de la gente ya había

196
escuchado los rumores sobre él y Grayson. Finalmente
estaba empezando a creer que probablemente no había
arruinado las oportunidades de Gray de ser Sheriff de
nuevo, después de todo.

─Hey, ¿Jefe? ─La camioneta giró en la curva.

─¿Sí? ─Mantuvo sus ojos cerrados. Maldición, estaba


cansado.

─¿Quién estaba al teléfono?

Shane abrió sus ojos e inclinó su cabeza. Miró a Gray.


─Mi hermana.

─¿Qué quería?

─Que fuera a casa. Mi padre está muriéndose. Parece


que quiere verme.

─¿Vamos a ir?

─No. «Que se jodan». ─Shane miró por la ventana al


creciente crepúsculo. De repente, sintió cada uno de sus
cuarenta y dos años. Aparentemente, sus padres habían
sabido dónde estaba durante años. Probablemente habían
contactado cuando Ted lo había matriculado en la escuela y
le dieron permiso para que sus informes académicos y de
salud fueran liberados. Su hermana había llamado al rancho
y uno de los hombres le había dado el número de móvil de
Shane.

Gray se quedó en silencio unos segundos mientras la


camioneta giraba en otra curva. ─¿Qué pasa si quiere
disculparse, Shane?

─Entonces ese es su problema, no el mío. Si


realmente lo sentía nunca me habría echado en primer
lugar.

197
─Hmm... ─Gray parecía pensar en ello─. El hombre
está muriéndose. La gente comete errores.

─Un error es marcar un número equivocado o tirarte


café en el regazo. Echar a tu único hijo de su casa porque
es gay no es un error. Es odioso y cruel y... No quiero
hablar sobre ello, Grayson. ─No quería que Gray conociera
todos los sórdidos detalles. Le había dicho a su hermana
que no volvería a Nuevo Méjico y que no quería saber nada
de ella o del resto de su familia de nuevo. Los había dejado
atrás, donde ellos pertenecían, y se había ido hacía mucho
tiempo.

Shane se pellizcó el puente de la nariz con el índice y


el pulgar. Su vida estaba aquí, con Gray y con los Hunter.
Ted y Kaitlyn eran más familia para él que la carne y la
sangre lo hubieran sido una vez. Ellos lo querían, y él los
quería.

─Shane…

─¡No tienes ni una jodida pista, Grayson, de modo que


quédate fuera de esto! ─Shane hizo una mueca. No quería
ser tan cortante, pero realmente no quería hablar sobre ello.
Había pasado ese periodo de su vida y se rehusaba a mirar
atrás. Ciertamente no ahora, cuando no necesitaba otro
recordatorio de que Grayson era demasiado malditamente
bueno para su gusto.

Gray giró en otra curva, la última de camino al rancho.


Cuando habló su voz era suave, calmante. ─No sé todo lo
que te pasó, jefe, pero te conozco. Sé que si no vas, te
lamentarás por ello más tarde. Sin nada más, ve,
muéstrales en qué te has convertido sin ellos. Ve a
mostrarles que no los necesitabas para hacer de ti mismo
una buena persona. Infiernos, ve de modo que puedas
regañar al viejo bastardo una última vez mientras esté aquí
para escucharte.

198
Maldición, ¡le dolía la cabeza! ─Estoy trabajando en tu
campaña y estoy demasiado ocupado para ir. Estoy
haciendo un maldito trabajo para conseguir que tengas la
oportunidad de permanecer en la oficina. De hecho, he
estado dejándome el culo para conseguir lo que quieres.

Gray se dirigió a la casa y aparcó. Se giró y puso su


mano en el hombro de Shane. ─No necesito que me
consigas lo que quiero. No tienes que intentar conseguirme
cada deseo que tenga. Además, ya tengo todo lo que
posiblemente podría desear, con la excepción de la felicidad
de mi pareja.

─¡Soy feliz! ─Shane apartó la mano de Gray y salió de


la camioneta. No necesitaba que Gray lo adulara. Era su
trabajo preocuparse de las cosas, no al revés. Lo último
que quería hacer era cargar a Gray con más cosas de las
que ya tenía. Subió los escalones del porche y metió la
llave en la puerta antes de que Gray lo alcanzara.

─Sí, suenas malditamente feliz. ─Shane juraría que


escuchó los dientes de Gray apretarse juntos.

Shane abrió la puerta. ─Si sólo te callas sobre la


maldita familia, estaré feliz.

Gray levantó las manos.

Shane suspiró. ─Mira, lo siento. He estado muy


ocupado y estoy exhausto. Quería darte la mejor campaña
que pudiera y mi familia no tiene nada que ver con esto o
con nosotros, ¿vale?

─Prefiero que descanses y seas feliz antes que ser


sheriff. Puedo hacer otras cosas, lo sabes. Puedo trabajar
aquí, para ti, por ejemplo. O puedo conseguir un trabajo en
una comisaría pequeña por aquí.

199
Shane asintió. Sabía todo eso, pero todavía tenía que
hacer todo lo que pudiera por Gray. Había puesto todo su
esfuerzo en ello, pero ahora parecía más importante porque
él era la razón por la que Gray quizá no conseguiría ser
reelegido, en primer lugar.

Gray lo atrajo más cerca, besando su frente. ─Vamos,


jefe. Vamos a la ducha, luego a la cama. Te sentirás mucho
mejor después de eso.

Dejó que Gray lo llevara al cuarto de baño. ─Se


supone que soy yo quien tiene que cuidar de ti.

Gray encendió la luz del baño. ─¿Quién lo dice, jefe?

─Yo.

Gray fue al baño y encendió el agua. ─¿Alguna vez se


te ha ocurrido que quizá me gusta cuidarte de vez en
cuando?

─No.

Gray sonrió, salió y empezó a desnudarlo. Cuando


tuvo a Shane desnudo, empezó con su propia ropa. ─Bien,
lo hago. Sólo tienes que tragártelo como un hombre y
dejarme. ─Gray se quitó la última prenda de ropa y empujó
a Shane hacia la ducha.

─No quiero que se me moje el cabello, cuesta mucho


que se seque.

Gray rebuscó en los cajones del tocador y sacó una


goma elástica. Gray, bendito sea, había comprado una
tonelada de esas cosas y las escondió por toda la casa.
Shane rompía rápidamente las malditas cosas, y ahora
siempre tenía una a mano.

200
Gray apartó el cabello de Shane y enterró su rostro en
él, inhalando fuertemente. ─Gracias por dejarlo suelto por
mí.

Shane sonrió. ─Lo notaste.

Gray lo abrazó fuertemente, su rostro todavía


enterrado en la melena de Shane. ─Por supuesto, que lo
noté. Lo dejaste suelto por mí, ¿verdad? ─Empujó sus
caderas contra el culo de Shane, quien podía sentir que ya
estaba duro. Gray respiró de nuevo profundamente, separó
el cabello de Shane y lo trenzó.

Shane gimió, empujando su culo contra la erección de


Gray. Su propia polla palpitando desde el instante en que
su amante había empezado a desnudarlo. ─Uh huh. ─Dejó
que Gray lo animase, justo como siempre hacía─.
¿Grayson?

Gray envolvió la goma elástica alrededor del final de


su trenza y se apartó. Comprobó el agua e inclinó su
cabeza a un lado, indicándole que podía entrar. ─¿Qué?

─Te quiero.

─Me tienes. Entra.

Shane entró en el húmedo compartimiento y se giró,


esperando a que Gray se uniera a él. Tan pronto como este
cerró la puerta de la ducha, se movió hacia los brazos de
Shane, quien lo acercó más, llevando sus bocas juntas.
Besó a Gray, luego se separó un poco. ─Gracias.

─¿Por qué?

Shane cerró los ojos y apoyó su frente en la de Gray.


─Por ser tú, amor.

201
Gray dejó salir un pequeño gemido y presionó sus
labios contra los de Shane. Su mano alcanzó y acarició la
polla de Shane, apretando y tirando ligeramente.

Shane gimió dentro de su boca e intentó devolver el


favor.

Gray sacudió su cabeza, rompiendo el beso. ─Sólo


siente.

─Pero…

─Shh… ─Gray se deslizó de rodillas y lo chupó. Agarró


las caderas de Shane con ambas manos y lo acercó más. Lo
succionó sin piedad, con un ritmo rápido.

En meros segundos, las caderas de Shane golpearon


de un lado al otro, follando la ansiosa boca de Gray. Sus
dedos enredados en el cabello de Gray, sabiendo que este
amaba cuando hacía eso. Observó su polla desaparecer
dentro de la caliente y húmeda cavidad una y otra vez,
maravillándose con la erótica vista. Esos ojos ‘más-verdes-
que-la-hierba’ lo miraban, mientras, de repente, enterró la
nariz en su pubis. Shane se perdió. Se corrió con un
profundo gemido, vertiéndose sin fin bajo la garganta de su
amante.

Gray lo sostuvo entre sus labios hasta que Shane


estuvo flácido, luego se levantó. Gray lo besó y luego lo
giró. ─Vamos a lavarte y a meterte en la cama. ─Su voz
era sexy, un poco ronca.

Shane intentó protestar, y se giró hacia Gray, pero él


no lo permitió.

─Déjame cuidarte. Todavía no te has corrido.

Gray rió y empezó a enjabonarlo. ─¿Te lo perdiste,


jefe? Me corrí justo después de ti. Relájate y déjame hacer

202
algo por ti al menos por una vez. ─Besó la nuca del cuello
de Shane y murmuró suavemente contra la piel─: Te amo,
Shane.

Shane asintió, muy cerca de las lágrimas; era todo lo


que podía hacer. Maldición, era un tonto, pero finalmente
todo había caído en su lugar. No importaba que sus padres
lo hubieran echado, no podía lamentarlo porque debido a
sus acciones, había conseguido a Gray. Sólo por eso no
podía mantener su enfado más tiempo.

Ahora sólo tenía que conseguir preparar sus nervios


para contarle a Gray toda la historia de su pasado.

203
Capítulo 18

S hane cerró la puerta trasera silenciosamente


detrás de él y llevó su taza de café a la baranda
del porche trasero. No había sido capaz de dormir y no
quería despertar a Gray, de modo que se vistió con unos
pantalones de franela para dormir, se puso las gafas y fue a
hacer café. Irónicamente, Grayson era el que perdía sueño
pensando, no él.

Deslizó una pierna y se sentó en la baranda de madera.


Su trenza estaba en el camino bajo él, de modo que la
atrajo por encima de su hombro para que quedara sobre su
pecho, luego se inclinó sobre el poste. No era el lugar más
cómodo, porque su culo no cabía en la baranda, pero era
mejor que sentarse en el suelo, ya que Gray había quitado
todas las sillas de césped del porche delantero.

Soplaba una suave brisa. Se sentía realmente bien con


sus pies y pecho desnudos, creando la correcta atmósfera y
temperatura. Texas no era nada sin un caliente verano,
incluso de noche, de modo que la brisa era más que
apreciada.

Shane tomó un sorbo de café y miró el silencioso


pasto sur. La hierba Johnsons oscilaba a la luz de la luna y
los grillos cantaban. Era hermoso estar aquí fuera por la
noche; podía ver las estrellas brillantes encima del cielo
negro sin fin. Este era su hogar, y lo había sido durante
veinticinco años. No volvería a Nuevo Méjico. No había
nada para él allí ahora. No pertenecía allí y esa gente no
significaba ya nada para él.

Tomando otro trago, cerró sus ojos y descansó su


cabeza en el poste. Su familia había sabido cómo

204
encontrarlo, pero en todo el tiempo que había vivido aquí,
no habían intentado ni una vez contactar con él. Hasta
ahora, eso es. Ahora querían algo de él.

Su padre estaba muriendo, había dicho Sarah. La cosa


era, el hombre de su pasado no era su padre. No. Su padre
estaba dormido en la gran casa blanca a treinta pies de allí.

Gracioso como las cosas en la vida tendían a hacer un


círculo. Pensó que lo había acabado al creer que no era
suficientemente bueno para Gray, pero aquí estaba otra vez.
El recuerdo de cómo consiguió llegar aquí y por lo que
había pasado, lo dejó sintiéndose inadecuado de nuevo.
Sabía qué pensaba Gray, y sabía que Grayson ciertamente
no dejaría de amarlo cuando supiera toda la historia, pero
incluso allí estaba esa pequeña sombra de duda. Pensar en
su familia biológica siempre le hacía eso... hacerle dudar de
sí mismo.

Shane tomó un último trago de su taza, luego tiró el


resto del contenido en la hierba. Colocó la taza detrás de la
baranda, los ojos todavía cerrados, disfrutando de la
sensación del viento en su rostro. Quizá era un bastardo de
corazón frío, no lo sabía y no se preocupaba. Puso el dolor
tras él... bueno casi todo. Después de decírselo a Gray,
estaría hecho, y finalmente, irrevocablemente acabado.

Algo golpeó la espalda de Shane, sacándolo de sus


pensamientos y forzándolo a abrir sus ojos. Oyó un crujido,
como si alguien estuviera moviéndose por los alrededores
de la casa. Se sentó quieto, escuchando. Ahí estaba de
nuevo, crujidos como si alguien caminara por la hierba.
Debía ser algún trabajador dando un paseo, pensó, aunque
normalmente no venían aquí.

Sólo la valla del pasto sur estaba cerca del porche


trasero de la casa de Shane. Todas las otras construcciones,
establos, granero, y esas cosas, estaban a la derecha de su

205
casita y de la casa grande, dándoles a él y a los Hunter un
poco de privacidad de las operaciones del ‘día-a-día’ del
rancho.

Shane giró su cabeza y la enderezó lentamente. No


quería sobresaltar a cualquiera de sus trabajadores que
estuviera por allí.

─Bueno, infiernos, Cortez, estás haciendo esto fácil.

Shane se sobresaltó por la voz. Su furia lo golpeó.


«¿Qué diablos estaba haciendo ese hombre en su
propiedad a esas horas de la noche?» Giró en el porche,
para encarar al hombre cuando estuvo a la luz.

«Kauffman». El padre de Sherry Ann apareció


claramente entre la valla y el porche de Shane. Tenía una
escopeta apuntando hacia Shane.

El estómago de Shane cayó a sus pies. «Fantástico,


sólo fantástico. Figúrate, estaba pensando en los asuntos
de su familia y se había dado cuenta de cuán bendecido
era, pero ahora probablemente iba a morir. Bueno,
¡jódete! Tenía mucho por lo que vivir».

Tenía que evitar que Kauffman le disparara, de otro


modo Gray lo escucharía e iría a investigar. ¿Qué si el
hombre hería a Gray? No podía arriesgarse. No podía
arriesgar a su guerrero. ─¿Qué estás haciendo aquí,
Kauffman?

─¿Qué diablos crees que estoy haciendo aquí, Cortez?


¿Creías que podías salirte con la tuya usando a mi hija y
tratándola como basura? ─Kauffman movió la escopeta,
puntualizando cada palabra.

206
Shane levantó las manos en el universal gesto de:
‘Estoy desarmado, no me dispares’. ─Kauffman, te juro que
no le he hecho nada a Sherry Ann.

─Está embarazada, ¡maldito! El test dio positivo.


─Kauffman se acercó más, su arma casi en medio del
desnudo pecho de Shane.

Shane miró alrededor usando sólo sus ojos,


manteniendo su cuerpo y cabeza quietos. Buscaba algo,
cualquier cosa que lo sacara de esta situación de una pieza.
Necesitaba tiempo. ─No es mío. ─Shane dio un paso al lado,
poniendo el poste delante de él. No era mucha cobertura,
pero era mejor que nada.

─Sherry Ann dice que lo es. ─El hombre se movió con


Shane.

─¿Qué resolverás matándome? Por qué no bajas el


arma y podremos hablar sobre esto. ─Algo se movió en la
vista periférica de Shane al final de la casa. «Gray».

Tenía que mantener la atención de Kauffman centrada


en él; no se atrevía a pensar qué pasaría si no lo hacía.
Alzó la voz un poco, no un grito, pero más fuerte. ─Sabes
que acabarás en la cárcel. Si Grayson no sale de la casa y
te mata después de que me dispares, acabarás en prisión.
No le harás a Sherry Ann ningún bien si estás entre rejas.

─¿Papá? ─Sherry Ann vino corriendo por el mismo


lado de la casita que su padre, la dirección opuesta de Gray.

Kauffman abruptamente apartó de repente su atención


y el arma de Shane.

Todo de algún modo se ralentizó. La atención de


Shane se fue a Kauffman mientras saltó por encima de la
baranda y corrió hacia el hombre. Los ojos fijos en el arma,
en la lejanía notó el jadeo horrorizado de Sherry Ann y a

207
Gray corriendo. A posteriori, probablemente parecería algo
estúpido que hacer, pero en todo lo que podía pensar
entonces era en que tenía que alejar ese arma de Kauffman.

Cuando estaba a punto de caer sobre el hombre,


Kauffman lo notó y trató de alzar la escopeta de nuevo.

─¡Papá! ¡No! ─Sherry Ann corrió hacia su padre con


los brazos extendidos.

En un instante, el tiempo pareció volver a su velocidad


normal.

Shane agarró el cañón del arma y lo alejó.

─¡No hagas un jodido movimiento, Kauffman! ─Gray


estaba a unos cinco pies de distancia─. ¡Pon tus manos en
la cabeza! ─Tenía los pies y el pecho desnudo, sus
pantalones vaqueros puestos pero desabrochados. Su
cabello de punta, pero en ese momento Shane no pudo
concebir una imagen mejor.

Shane giró la escopeta, apuntando a Kauffman


mientras iba para atrás.

Sherry Ann se había detenido a medio camino de su


padre.

Kauffman giró lentamente hacia Gray, mientras ponía


las manos encima de su cabeza.

Ella sacudió su cabeza, gimoteando. ─No. No. Todo es


culpa mía.

Kauffman se giró para mirar a Shane pero no hizo


ningún otro movimiento. ─No, cariño, no lo es. Es culpa de
él.

208
─No, Papá. Shane no ha hecho nada. No estoy
embarazada. Intenté que saliera conmigo, pero no quiso.
Lo siento.

─¡¿Qué?! ─Kauffman bajó sus manos y giró hacia su


hija.

─¡Las manos detrás de tu cabeza, Kauffman! ─Gray


gritó, acercándose más.

Kauffman puso sus manos detrás, sus hombros


hundidos en clara incredulidad. ─¿Qué? ¿Por qué dirías una
cosa así? Estás mintiendo ahora, ¿no? ¡Estás intentando
protegerle! ¿Qué con el resultado del test de embarazo?

Sherry Ann cayó al suelo y gritó. ─¡Y-Yo cogí una


muestra de orina de mi amiga Kelly! ¡Lo siento!

El hombre mayor se volvió hacia Shane sacudiendo su


cabeza, moviendo su boca silenciosamente. El hombre se
veía derrotado.

Shane se sintió como el infierno, incluso aunque era


culpa del hombre. Si hubiera prestado más atención a su
hija, mostrándole más cariño, nada de esta mierda habría
sucedido. Pero como mínimo quería a su niña lo suficiente
para matar por ella. Qué decía eso, Shane no lo sabía. Y
luego, estaban las consecuencias de sus acciones de esta
noche; ¿qué iba a conseguir demostrando su amor tan
tarde? Quizá…

─No, jefe. ¡Absolutamente no! Ni siquiera me lo pidas.


Va a la cárcel.

Shane asintió. Gray tenía razón. Parecía que después


de todo el corazón del hombre estaba en su sitio, pero
necesitaba aprender a usar su cabeza. Shane miró a Sherry
Ann, todavía lloriqueando fuertemente en el suelo. Al
menos, que Kauffman fuera a la cárcel sería una buena

209
lección para ella. Quizá como su padre iba a descubrir,
pensaría mejor antes de actuar la próxima vez.

Gray cerró la puerta después de despedir a sus padres.


Cuando sus ayudantes aparecieron, todo el jaleo había
levantado a sus padres. Estos, habían abrazado, besado y
llorado sobre Shane, luego se giraron e hicieron lo mismo
con él. Amaba a ambos, pero, maldición, estaba contento
cuando finalmente volvieron a la cama. Sus ayudantes
tardaron una hora en llevar a Sherry Ann a casa de un
amigo y a Kauffman a la cárcel.

Necesitaba a Shane.

Apoyando su cabeza en la puerta, pensó en lo que


había pasado. Cómo se movió para encontrar la cama vacía
y a Kauffman gritando fuera de la ventana. Lo que decían lo
despertó del todo y golpeó el suelo al correr. Dejó ir una
profunda respiración.

Una mano se puso en su hombro, girándolo. Deslizó


sus brazos alrededor de Shane y enterró su rostro en la
curva del cuello de su amante. Inhaló, dejando que la
esencia especiada única de Shane invadiera sus sentidos.
Se quedaron allí un buen rato, sólo abrazándose el uno al
otro.

Después de unos minutos, Shane habló. ─Gracias,


amor.

─De nada. ─Se inclinó para un beso, pero Shane se


alejó. Gray frunció el ceño.

210
Shane sonrió y dirigió a Gray al sofá. ─Necesito
contarte algo. ─Se sentó y encaró a Gray, la cara seria, casi
sombrío.

Gray intentó tragar el nudo en su garganta ─¿Es algo


que no me va a gustar?

Shane bajó su cabeza una vez, su mandíbula apretada.


─Probablemente. Quiero contarte cómo acabé aquí en ‘La H
Rota’. Ni siquiera tus padres conocen toda la historia. ─Pasó
su mano por su cara, un gesto claro de que estaba nervioso.

Gray alcanzó a Shane y lo atrajo más cerca, pero


Shane sacudió la cabeza.

─Sólo déjame explicártelo, entonces podrás decidir si


todavía me quieres o no.

Gray parpadeó, completamente estupefacto. «¿Shane


estaba asustado de que lo que fuera que iba a decir
pudiera cambiar el modo en que Gray se sentía con él?»
Eso nunca iba a pasar, pero estaba claro que ahora no le
iba a dar la oportunidad de intentar convencer a Shane de
lo contrario. Eso tomaría demasiado tiempo, y cuanto más
pronto Shane dijera lo que necesitaba decir, más pronto
podría abrazarlo, asegurándose de que todavía estaba allí.
Todavía a salvo y de una pieza. Asintió. ─Adelante.

─Mis padres son completamente Apaches. Son, o eran


activos en el concilio tribal, pero no vivíamos en la reserva.
Mi padre era profesor de la universidad y mi madre
enseñaba matemáticas en el instituto.

Tenía sentido, ya que Shane tenía un alto IQ.


Probablemente debido a que sus padres hicieron que
estudiara y le dieran información, Gray pensó, apenas
moviéndose hacia su amante de nuevo.

211
─Soy el mayor y Sarah es dos años más joven que yo.
Éramos como la típica familia de clase media, pero con las
costumbres Apaches. Todo era genial hasta que cumplí los
quince y admití realmente ante mí mismo que era gay. Lo
había sabido antes, pero intenté ser normal. O lo que
siempre me habían enseñado que era normal. Me las
arreglé para apartarlo. ─Shane resopló─. Era el primero de
la clase académicamente y el segundo quarterback. Incluso
fui uno de los dos estudiantes de primer año que consiguió
una ‘A’ en varias organizaciones tribales jóvenes. Podías
decir que era considerado el perfecto hijo hasta que mis
padres me pillaron una noche en el sofá con otro tipo.

─Y te echaron. ─Gray sabía lo que iba a venir, pero


todavía le dolía.

Shane sonrió sin humor y sacudió su cabeza. ─¡Oh,


no! Eso probablemente hubiera sido demasiado fácil. No me
echaron del todo; de hecho, no hicieron nada. Los Apaches
apreciaban a sus hijos, ya ves, por lo que no se sentían
bien echándome. ¿Qué habrían dicho sus amigos y familia?

»No, sólo me ignoraron cuando… no, me decían que no


tenía ningún valor, que era una desilusión. ─Shane miró al
espacio. La mirada en su cara era angustiada─. Pasé de ser
el chico de oro al elefante en el cuarto. No venían a mis
partidos de fútbol, no se preocuparon de mis notas. Sólo
me hablaban si estaba en su camino y querían que me
mudara. Silenciosamente me apartaron de mi familia y mi
casa. ─Miró a Gray, sus ojos de nuevo enfocados, y se
encogió de hombros─. No podía soportar estar allí más
tiempo, de modo que me fui.

«¡Joder!» Era un cruel e inmerecido castigo. ─Creía


que las culturas ‘Nativo-Americanas’ eran más abiertas a la
homosexualidad.

212
Shane se volvió a encoger de hombros. ─Algunas. Nos
llaman ‘dos espíritus’ o ‘Berdache’. Pero no los Apache o,
más específicamente, no nuestra tribu en concreto. ─Shane
rió. El sonido era ronco y doloroso de escuchar─. Joder, mis
padres ni siquiera admitieron que era gay. Quién sabe lo
que finalmente le dijeron a la gente. ─Sus labios temblaron
ligeramente.

Viendo que eso rompía su corazón, Gray extendió sus


brazos. Tenía que calmarse el mismo tanto como Shane.

Shane sacudió su cabeza. ─Espera, hay más. ─Shane


cerró sus ojos y respiró profundamente─. Llené una bolsa
de viaje con ropa y algo de comida de nuestra despensa y
empecé a caminar. No tenía ni idea de a dónde iba; sólo
que tenía que irme. No viajé muy lejos al principio. Me
quedé en el área, esperando que vinieran a por mí. Pensé
que, como mínimo, me denunciarían como desaparecido.
Después de un par de días, cuando fue obvio que no me
querían de vuelta, empecé a hacer autostop.

La voz de Shane se quebró un poco. ─Acabé en


Amarillo antes de empezar a dar mamadas para que me
llevaran, o a cambio de comida. No estoy orgulloso de
cómo me las arreglé para llegar aquí, pero era todo lo que
tenía en el momento. Al último conductor, el que me trajo
aquí, me rehusé a darle más que una mamada. Estaba tan
cansado y débil por el hambre que el tipo se las arregló
para abrir la puerta y empujarme mientras el coche todavía
estaba en marcha. Aterricé en la dirección contraria del
tráfico y tu padre casi me atropella. ─Las lágrimas se
deslizaron de los párpados y bajaron por sus mejillas,
cayendo en sus pantalones de pijama─. Así es como lo
conocí. Ted paró y me ayudó a entrar en la camioneta.
Intentó llevarme al hospital, pero yo no quería ir. De modo
que me alimentó en ‘Cena’s Betty’. ─Sonrió brevemente─.
Ted se las arregló para que le dijera que estaba sin casa,

213
de modo que me ofreció un trabajo y me llevó a casa, a
Kaitlyn... Bueno, ya sabes el resto.

Shane intentó alejarse durante medio instante, luego


envolvió sus brazos y piernas alrededor de Gray, colocando
su cabeza en el pecho de este.

Gray tragó el nudo en su garganta y sus lágrimas, y


acarició la espalda de Shane. Podía sentir la humedad
deslizándose por las mejillas y bajar a su estómago,
entonces los hombros de Shane empezaron a sacudirse.
Gray besó su nuca y continuó acariciándolo. Sus propias
lágrimas bajaron por el hombro de Shane, pero sólo lo
sostuvo más apretadamente. Como oficial en San Antonio,
había visto y escuchado mierda como esa todo el tiempo,
pero de algún modo, saber que era su jefe quien la había
experimentado, quien la había sufrido, realmente se pasaba
de la raya. Entonces decidió que los padres de Shane no se
lo merecían sin importar lo que desearan, no obligaría a
Shane a volver a Nuevo Méjico.

Shane tomó una temblorosa respiración y se agarró a


él. ─La peor parte de todo es que realmente esperaba que
intentaran buscarme. Cuando no lo hicieron, me sentí tan
decepcionado como me dijeron que ellos lo estaban de mí.

─¡No eres una decepción!

─Lo sé. ¿Sabes cuándo finalmente me di cuenta?

Gray se apartó, mirando esos rojos, acuosos y


marrones ojos. ─¿Cuándo?

Shane sonrió y tocó su mejilla. ─El día después de


llegar aquí, cuando te conocí. Me miraste con esos grandes
ojos verdes llenos de sobrecogimiento y me preguntaste…
─Gray le devolvió la sonrisa, sus lágrimas cayendo
rápidamente ahora. La cara de Shane borrosa en su visión,

214
pero acabó la frase─: ¿Eres un jefe de guerra o un jefe de
paz?

Shane limpió una lágrima del rostro de Gray con su


pulgar y sorbió, recomponiéndose visiblemente. ─Me
miraste con esa pregunta en tus ojos, ese respeto, que me
di cuenta que posiblemente no podía ser inútil. Desde ese
día, supe que era alguien que significaba algo, que tenía un
lugar en el mundo porque tú me admirabas.

─Y todavía lo hago. No hay muchos hombres que


merezcan tanto respeto como tú.

Shane tembló. ─Estaba medio asustado de que


después de que conocieras la verdad estuvieras
avergonzado.

Gray se inclinó hacia arriba para parar el fluir de las


lágrimas y sacudió su cabeza. «Dios, qué par estaban
hechos. Llorando y agarrándose el uno al otro como un
par de chicas cuando acababan de encarar a un tipo con
una escopeta tan tranquilos». Casi rió. ─Saber cómo
llegaste aquí y por lo que pasaste, sólo hace que te ame
más. ¿Y sabes qué?

─¿Qué?

─Finalmente tengo una respuesta para esa pregunta.

Shane frunció el ceño. ─¿Qué pregunta?

─Qué tipo de jefe eres.

Shane sonrió y alzó una ceja. ─¿Sí? ¿Qué tipo de jefe


soy?

─Tú eres mi jefe.

215
Epilogo

G ray atizó el fuego una vez más, consiguiendo que


estuviera más caliente y rico. Tres días antes de
Navidad y estaba más frío que ‘una bruja parada fuera’. Se
sentó en la gran manta roja de franela, se estiró delante de
la larga chimenea de piedra y extendió sus piernas.
Moviendo sus dedos dentro de los calcetines gruesos,
descansó sus manos detrás de la cabeza. «Vacaciones ahí
voy». Oh, ¡Sí! Esto era vida, incluso aunque no fuera a
ningún sitio. Sólo estar en ‘La H. Rota’ era tan buen
descanso como un tipo pudiera pedir. Había sido reelegido
sheriff, Kauffman había sido sentenciado a un año en el
penal, Sherry Ann se había ido a vivir con su tía y su tío, y
casi todos los que criticaban a Shane por dejar preñada a
Sherry Ann, habían hecho lo que se esperaba y clamaban
que sabían que no podía ser verdad. La vida era buena.

Tenía casi todo lo que necesitaba para echarse una


fantástica siesta: fuego en la chimenea, canciones de
Navidad sonando silenciosamente de fondo, sus suéteres
favoritos puestos. Qué pena que no hubiera pensado en
hacerse chocolate caliente con toneladas de malvaviscos
antes de estirarse. Una siesta siempre era mejor con el
estómago lleno.

Estaba a punto de dormirse cuando la puerta de atrás


se golpeó. Gray giró su cabeza, arqueando su cuello
ligeramente para mirar la puerta de la cocina.

Shane venía pisando fuerte al salón, viéndose más


loco que el infierno. Se congeló de repente en la puerta
entre la cocina y el salón, sorprendido, pero feliz mirando a

216
Gray tumbado. Su expresión se iluminó un poco. Incluso
había un atisbo de sonrisa. ─¿Qué estás haciendo aquí?

─Vivo aquí.

Shane se quitó su grueso abrigo de lana y lo tiró al


sofá, luego se quitó los guantes y los lanzó encima del
mismo. Sus manos fueron a sus caderas. ─Quiero decir,
¿qué estás haciendo en casa? ─Miró el reloj de la repisa─.
Sólo son las tres. ─Se movió alrededor y se quedó a los
pies de Gray de modo que este tenía que romperse el cuello
para mirarlo, y sonrió, sus ojos brillando. Gray casi podía
ver el último rastro de mal humor irse─. Sabes, pagué
mucho dinero para que fueras reelegido y sé malditamente
bien que pago mis impuestos. De modo que ¿por qué está
mi sheriff holgazaneando en pijama en mi salón, en lugar
de fuera, cazando tipos malos?

Gray rió. ─Tu sheriff está de vacaciones desde las dos


de la tarde.

─¿En serio?

─Sí. ─Gray se sentó y golpeó el suelo a su lado.

Shane sonrió. ─Pensaba que tus vacaciones


empezaban mañana. ─Se tiró en la manta y se sacó una
bota, luego la otra.

Gray se encogió de hombros. ─Decidí empezar antes.


Tus impuestos me permiten hacerlo.

Shane rió. ─Oh, lo hacen, ¿no?

─Sip, seguro que lo hacen. ─Tocó el lugar junto a él de


nuevo y se estiró─. Pero esa es otra historia. ¿Qué
consiguió enfadarte, viejo?

217
Shane se deslizó en la manta de franela y se acomodó
hasta que estuvo estirado junto a Gray. ─Tu papá. ─Shane
se giró, apoyándose en su codo para mirar a Gray.

─¿Sí? ¿Qué ha hecho?

─Me ha dejado la mitad de ‘La H. Rota’.

Gray asintió ausentemente, pasando su dedo por el


magnífico, aunque cubierto pecho. El hombre tenía
demasiada ropa puesta. ─Sí, lo hizo, ¿y qué? ─Se alzó de
modo que pudiera desabrochar la camisa de Shane─. «Oh,
sí, aquí vamos... exquisita piel desnuda».

Shane apartó la mano de Gray. ─¿Lo sabías?

«¡Mierda!» ─Uh, sí. ─Empujó la mano de Shane y


desabrochó otro botón.

Shane volvió a detener su mano, esta vez agarrándola


con la suya.

─Oh, vamos, ¡jefe! ─Gray se giró sobre su espalda. No


quería hacer esto ahora. Estaba de vacaciones, ¡maldición!

─¿Grayson? ─Shane arqueó una ceja.

─Shane, ¿realmente importa? Piensa en ello de esta


manera. De una manera o de otra, consigues la mitad de
‘La H Rota’ cuando se vayan. Eres mi pareja, mi amor. Lo
que es mío es tuyo. ¿Honestamente crees que no lo pondría
a tu nombre también?

Shane abrió la boca y la volvió a cerrar.

»Entonces, ¿por qué no les dejas hacer esto por ti?


Sabes que te quieren. Sólo di ‘gracias’ y trata con ello. Los
harás felices. De todos modos, con algo de suerte, no se
irán en mucho tiempo. ─Esperó a que Shane discutiera,
pero todo lo que este hizo fue sonreír.

218
─Ok.

─¿Ok? ─Gray era escéptico con su aparentemente fácil


aceptación.

Shane asintió firmemente. ─Ok. Voy a agradecérselo


ahora. ─Empezó a levantarse.

Gray agarró su brazo. ─¡Espera! ¿No puedes


agradecérselo más tarde?

─Pensaba que querías que les dejara saber que


aprecio lo que han hecho. ─Sus ojos brillaron.

Gray tiró de Shane abajo y rodó encima de él,


sentándose a horcajadas en sus caderas y empezó a
trabajar en su camiseta de nuevo. ─Más tarde. ─Gray liberó
el último botón y abrió el material. «¡Oh, sí! ¡Más piel!» Su
polla se animó con la vista.

Gray se apoyó en sus manos y capturó un pezón en su


boca, acariciando su creciente erección contra la de Shane.
«¡Ooh, bebé!» No era el único consiguiendo cosas. Shane
estaba también bastante duro.

Shane sonrió y agarró su culo, apretándolo. ─¿Qué


tienes en mente?

Alzó la cabeza. ─¿Un sesenta y ocho?

Una de esas cejas marrones se alzó.

─Me haces una mamada y te deberé una. ─Gray


revoloteó sus pestañas desvergonzadamente.

Shane se carcajeó. ─Ok, pero quiero la mía justo


después.

─Trato. Vamos a ello, viejo. ─Gray se alzó y se quitó


su suéter, se bajó los pantalones y se quitó su camiseta por

219
la cabeza. Volvió con Shane y agarró la polla de su amante,
acariciando, acariciando, acariciando.

─Umm, ven aquí. ─La mirada de Shane pasó por él;


lamió sus labios sugestivamente.

Gray se colocó sobre Shane de rodillas. Se inclinó, una


mano en su polla y rozó los labios de Shane con la otra.

Shane lamió la cabeza, luego se abrió más, tomando


la polla de Gray hasta la mitad, luego chupó fuertemente.

─Oh, joder, eso se siente bien. ─Los ojos de Shane lo


miraron. Había un brillo en sus gafas por el fuego, pero
Gray podía distinguir esos maravillosos ojos marrones muy
bien. «¿Había algo más bueno que la vista del Jefe
chupándolo?»

Shane sostuvo su mirada y continuó chupando un


momento antes de cerrar sus ojos y empezar a trabajar
seriamente la polla de Gray. Apretó las mejillas del culo de
Gray, presionándolo más adelante y, con sonidos sexys, lo
animó a follar su boca.

Las sensaciones recorrieron a Gray, haciéndolo gemir.


Bajó sus párpados y movió sus caderas, enterrándose en la
boca de su amante más rápido, mientras sostenía la base
de la polla de Shane. La mano de Shane se deslizó por su
grieta y encontró las bolas de Gray, apretando ligeramente.

Gray se tensó, sus testículos llamando su atención. La


saliva bajando por su eje a la mano de Shane. Este apretó,
aumentándo el placer de Gray.

Shane gimió.

Gray miró abajo, observando su polla, brillante con


saliva, deslizándose dentro y fuera de la boca de Shane.

220
Había una gota de algo en las lentes de Shane. Sudor,
saliva, o...

─¡Oh, joder! ─Gray se irguió, sacando su polla de la


boca de Shane y liberando la polla de Shane. Bombeó
rápidamente su propia polla, sus ojos enfocados
intensamente en los de Shane a través de esas lentes. Bajó
su eje, todavía bombeando vigorosamente y se corrió... en
las gafas de Shane. Cayó sobre una mano, la otra todavía
envolviendo su erección. Oh, maldición, eso había sido
increíble. Sólo la idea de derramarse en las gafas de Shane
le había hecho correrse.

Shane limpió la mancha de semen de su mejilla con su


dedo y lo metió en su boca. Luego se congeló con el dedo
entre sus labios, y parpadeó. Frunció la boca un instante
cuando aparentemente notó las manchas blancas en sus
gafas. Esos marrones ojos se centraron en Gray, sus labios
moviéndose. ─Tú pequeña mierda.

Fin

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Pervi

Carolina / Eliana/ Pervi / Verónica

May/Lou/ Gaby

Gaby
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