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La crisis del sistema capitalista: A diferencia del marxismo, la piensa como una crisis de
reformulación. A mediados de 70s. Se termina el desarrollo expansivo del capitalismo con la
crisis del petróleo. El capital especulativo financiero va a estar por sobre el capital de
inversión industrial.
Crisis del estado de Bienestar: Aquel estado interventor, garante del orden social, del
empleo, y protector jerarquizador de la fuerza de trabajo .
Crisis del proyecto político ideológico alternativo al sist. Capitalista: a raíz de la
anterior se enfrentan a crisis teórica, política e ideológica comunismo, socialismo,
nacionalismo.
Crisis de los sujetos sociales-históricos: Crisis del sujeto social y político que iba a
protagonizar el cambio social (clase obrera) y la consecuente irrupción de su crecimiento
cuantitativo.
Crisis de la sociedad del trabajo: Crisis de un modelo sociocultural de una sociedad
basada en el constante aumento de las fuerzas productivas.
Crisis de las formas burguesas de lo político y la política: A partir de la conjugación de
las anteriores, hay crisis en las formas clásicas burguesas de lo político. Es decir en sus
formas de actuación, representación y persuasión. Aquí aparece el neoliberalismo como
una alternativa.
Reconversión y revolución tecnológica: Quiebre de las lógicas productivas.
Reformulación de tipos, categorías y niveles de trabajo. Reemplazo del hombre por
máquinas.
Globalización del sistema financiero más allá de los estados.
Instrumentación cultural: La concentración de los medios masivos de comunicación abre
la posibilidad de la manipulación de las masas. Alcance mundial, globalizante y
hegemonizante.
*algo que no se pone en crisis es la industria cultural del capitalismo. Esto va a definir al
sujeto posmoderno que se caracteriza por el consumo burgués.
La modernidad remite al proyecto de la razón ilustrada del S XVIII que nace contra la
tradición impuesta y se vuelve verdad incuestionable.
Centralidad en la razón con base científico técnica dejando atrás las explicaciones
teológicas. Es un proceso de racionalización organizada en distintas esferas del saber.
Normativa: Ética.
Moral: Política.
Expresiva: Arte.
FAJARDO FAJARDO
Todas estas crisis que vimos con Casullo, FFajardo las va a relacionar con el Neobarroco
de la siguiente manera. Retomando a Calabrese quien interpreta que el barroco rompe con
el orden establecido por el clasicismo, FFajardo va a establecer relaciones con la
posmodernidad con quien devienen inestabilidades del carácter de “orden” y porque no
“Progreso” que establece el racionalismo en la modernidad. Es en esta actualidad
posmoderna donde desde el punto de vista estético el arte atraviesa un fenómeno
neobarroco.
El arte posmoderno retoma aspectos propios del barroco, como la mezcla de estilos o la
ruptura del orden y la armonía. Está atravesado por la consolidación del sistema
capitalista. De esta manera serializa el arte, moldea la producción, profundiza la estética de
la repetición entendiendo lo público como homogéneo y estático.
En cuanto a las producciones artísticas, el autor las caracteriza con particulares a partir del
concepto de “monstruosidad” que posee características como la espectacularidad (que está
más allá de lo normal), lo misterioso y enigmático, lo irregular y la desmesura.
Esta tensión se traduce a la idea de centro y periferia sobretodo en el caso del arte
latinoamericano ya que la mirada internacional (centro y europea) no espera de la periferia
(Latinoamérica) que compita en el discurso de la forma sino que ilustre el compromiso con
la realidad a través de una mayor referencialidad del contexto.
Dicha dicotomía podría ser superada mediante un Arte crítico, en donde nada es pura
forma, o puro contenido. Y en el contexto de la saturación icónica de la imagen (que es
la estetización de lo real en superabundancia de imágenes) el rol del arte crítico consiste
en desafiar el código liso de imágenes planas sin fondo ni trasfondo.
Las políticas de identidad, según Yúdice, surgen de concebir a la cultura como un campo
de lucha y de disputa simbólica (que se abre en los procesos de democratización, en un
contexto de neoliberalismo) donde a través de estas políticas de identidad se reconocen y
se visibilizan a sectores relegados, discriminados para poder dotarlos de visibilidad frente a
la visión dominante.
Si bien los dota de visibilidad también posee el defecto de simplificar la identidad mediante
la representación.
En este sentido el arte crítico debería trabajar más en la subjetivación que en la
representación.
GRUNER
El Siluetazo puede ser entendido como una obra que integra las dimensiones estética y
política. En cuanto a lo político se entienden que su contenido denuncia el genocidio y la
desaparición durante la última dictadura militar, mientras que en lo estético, al cambiar los
soportes, convoca a los espectadores a accionar colectivamente realizando una
intervención urbana en un espacio extra-artístico.
RANCIERE
Según el autor existe una tensión entre lo visual y lo verbal, latente en el sistema de
información. Esto último constituye un sentido común a partir de una comunidad de datos
sensibles, palabras, formas visibles, entendidas como datos comunes, como maneras
comunes de percibir y de ser afectado. Esto se realiza partiendo de la palabra y utilizando a
la imagen como elemento de prueba, es decir, enfrentando dos tipos de representación. (la
imagen y la palabra).
Así, el autor explica que el sistema de información no funciona por exceso de imágenes,
sino por la selección de seres hablantes y razonantes, que son capaces de descifrar la
información. La política que se esconde detrás de esto, es que intenta enseñarnos que no
cualquiera puede ser capaz de ver y hablar.
Pero además, ésta “des-oculta” la verdad, es decir, que por un lado muestra, exhibe algo, y
por otro sostiene algo que permanece oculto. Se crea entonces una dialéctica (o lucha)
entre lo oculto y lo desoculto que Heidegger relaciona con los conceptos de “mundo y
tierra”.
Este enigma de lo oculto en la obra de arte hace que la misma (el ente que ahora es obra)
“abra un mundo” fundado de manera original, que es la verdad y que aparece por primera
vez en la obra. Para explicar mejor el término de mundo, utiliza el ejemplo de la obra
arquitectónica del mundo griego: el Partenón. El mismo está vinculado a la vida del pueblo
helénico, ahora trasladado a una dimensión alegórica, la obra del templo abre un mundo, es
decir, que es al mismo tiempo arquitectura, monumento arquitectónico y “mundo griego”.
Entonces, la auténtica obra de arte, es la que pone en manifiesto que un nuevo arraigo ha
acontecido en la relación del hombre con su hacer. En este sentido nos dice que todo gran
artista da testimonio de su tiempo, de su época y su comprensión como creador. El artista
expresa a través de la obra lo que ha vivenciado individualmente, pero su obra es una
expresión del mundo. En este sentido la auténtica obra de arte no es una mera
expresión individual.
El concepto tierra está relacionado con el ocultamiento, así como la obra muestra el mundo,
nos oculta la tierra. La tierra es lo que los griegos denominaron physis (naturaleza: proceso
por el cual aparecen las cosas), que es lo que hace que los entes están ahí, o sea, son una
constante manifestación que nunca termina de darse.
Es en la constante lucha entre tierra y mundo (lo que desaparece y aparece), donde la
verdad acontece: La “aparición” señala la “desaparición”, o resalta el ocultamiento y
viceversa. En este sentido, el arte no puede ser “superado” por la religión y la filosofía como
sostenía Hegel, porque el arte “funda la verdad”.
En base a lo mencionado, se puede concluir que hay arte si la obra que se nos presenta
cumple con las condiciones de ser alegoría, ser símbolo, abrir un mundo y ser apertura
de la verdad.
GRUNER
(El arte y la otra comunicación + El cine de Lucrecia Martel)
Gruner explica que para él, una hipótesis de lo que sería una buena comunicación, depende
de que haya en su propio núcleo, espacio para un secreto.
JIMENEZ
Cual es para Jiménez el futuro del arte a partir de esas nociones que él recupera
Olivera.La cuestión de los públicos de arte. La noción de público de arte y su relación
con el museo. La recepción contemplativa y la recepción productiva. La idea de
Jimenez desarrolla que son tantas las nociones de público como las nociones de obra. No
existe una noción de público; lo que existen son públicos.
Sobre la noción de público de arte desarrolla que lo mínimo exigible al público de arte es la
conciencia de que eso que se le enfrenta es una obra de arte. Los rotundos cambios del
arte contemporáneo hacen que ese mínimo sea mucho para muchos. (ready made). De la
misma manera en un plano de conciencia mayor se requiere “comprensión o interpretación”
de la obra, a través de contar con competencias particulares.
Tradicionalmente el “público de arte” es “público de museo”. Siendo inherente al museo el
ser público.
Las exigencias del arte contemporáneo hacen que un vasto sector del público quede atrás,
relegado por un tipo de receptor formado y desprejuiciado, advertido de la nueva situación.
En un contexto de precariedad informativa y editorial sobre la difusión del arte
latinoamericano. Donde también hay un retroceso de la crítica de arte en el medio editorial
que se vuelve evidente con el protagonismo de quienes pasaron a ocupar su lugar: Los
periodistas de arte.
En las ferias de arte son todos eventuales compradores. Como el turismo cultural el público
de las ferias quiere evadirse del aburrimiento de la rutina cotidiana consumiendo arte.
Espera un acceso facilitado al placer estético. (de allí que abunden obras “gastronómicas”).
El espectador casual (receptor de las intervenciones urbanas) es tan variado como quienes
pasean por la ciudad. A diferencia de los otros públicos, debe decidir in situ si acepta el
papel de espectador. Para atraparlo el artista intentará despertar su curiosidad proponiendo
participar de un juego o de un enigma a resolver.
DANTO
Las posiciones de Danto y Diky
El fin del arte según Danto
El arte pos-histórico
Los indiscernibles y la transfiguración
La obra de arte como signo y las nuevas experiencias del espectador
Segun Danto no hay fin del arte sino fin de la historia del arte. A partir del “agotamiento de la
pintura” (tradicional) los artistas pueden continuar pintar del modo que quieran, y bajo el
imperativo que deseen, solo que esos imperativos no se basaran más en la historia.
De esta manera Danto entiende lo contemporáneo como lo poshistórico. Y reconoce que
hay una transfiguración de objetos cotidianos en objetos artísticos. Si algo distingue al arte
poshistórico es que sus principales ambiciones no son estéticas.
---Ejemplo del reloj, hay dos relojes iguales uno es obra de arte y el otro mero objeto. son
indiscernibles.--- La definición de un objeto no puede apoyarse en el reconocimiento
perceptual.
La transfiguración de la cosa en obra se da por la interpretación por parte del
espectador de esa intencionalidad del artista.
Danto entiende el mundo del arte como una atmósfera histórico-teórica que rodea la
producción artística. Para que la transfiguración se de es condición necesaria una teoría del
arte porque sino es improbable sea vista como arte.
Estas obras en otro momento de la historia no hubieran sido posibles, en este sentido la
obra de arte es un signo, es decir un lugar articulador de sentidos.
Dickie
El mundo del arte o la institución arte
La doble artefactualidad
Las dos versiones de la teoría estética de diky
De esta manera ser obra de arte es el resultado de un determinado trato por parte del
colectivo de agentes e instituciones que componen los subsistemas del mundo del arte. Ser
obra de arte no reside en el objeto sino en los vínculos que se establezcan con el entorno
dentro del cual circula.
El marco de referencia indispensable para que se den las obras de arte está compuesto por
el artista o productor, la obra de arte o producto, y el público o los receptores de arte
El comportamiento artístico como toda actividad institucional está guiado por dos reglas.
Dos son, en última instancia, las que determinan la producción artística: crear un artefacto y
que éste sea de los que se presentan a un público.
Ambos autores establecen que el contexto cultural y el resultado de las relaciones del
entorno son las que posibilitan el arte. Ser obra no está en el objeto sino que es el resultado
del entorno en el cual el objeto se encuentra.
Esto permite una dinámica histórica en el sistema artístico donde los componentes del
mismo no están aislados unos de otros sino que se implican y necesitan mutuamente.
El público ocupa también un lugar central en éstas teorías, no se refieren a ellos como un
grupo de personas o meros espectadores, sino que se señala la necesidad de un público
parado para reconocer aquello como arte.
Por lo tanto el arte contemporáneo implicó una transformación en el hacer arte, en las
instituciones del arte y en el público del arte. (También la ruptura con el paradigma de lo
bello - Gyldenfeldt)