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Fritura:
Es el proceso de cocción total de un alimento en un medio graso a temperatura elevada
(160°C-200°C), dando como resultado, un producto dorado y crujiente.
Si bien los fritos constituyen una forma muy común, rápida y sabrosa de tomar los alimentos,
pueden resultar muy peligrosos para la salud, si se consumen a diario.
Por el contrario, si las frituras sólo forman parte de manera ocasional ennuestra dieta, no
representan ningún riesgo.
Entre los factores que favorecen las alteraciones del aceite durante el proceso de fritura se
encuentran:
Altas temperaturas
Exposición al oxígeno del aire
Acción de la luz
Mayor superficie de contacto aceite-aire
Largo tiempo de proceso
Presencia de agua desprendida por el alimento
Contaminación por especies químicas provenientes del alimento
Presencia de contaminantes metálicos
Presencia de partículas requemadas en el medio
Utilizar aceite de oliva, puesto que resiste mucho mejor las altas
temperaturas, es más estable (se descompone de forma más
lenta), e impregna menos al alimento convirtiéndolo en menos
calórico.
No mezclar aceite nuevo con el ya usado, ni el aceite de oliva con los de semillas ya
que tiene diferentes puntos de humo. Se puede producir sustancias irritantes y tóxicas
al quemarse uno con el otro.
No sobrecalentar el aceite, es decir no pasar los 170-180º. Si está sobrecalentado, su
color se oscurece y humea generando sustancias irritantes y potencialmente tóxicas.
Desechar el aceite quemado.
Secar los alimentos a freír, ya que el agua propicia la descomposición del aceite.
Filtrar siempre el aceite luego de cada fritura para eliminar restos alimenticios
quemados que favorecen la descomposición de los aceites
Cambiar el aceite frecuentemente, no usarlo en más de dos o tres ocasiones.
Evitar la fritura de carnes, puesto que sus humos son mutágenos (generan mutaciones
cancerosas en las células).
Escurrir el exceso de aceite del aliento frito con papel absorbente.
Como hemos mencionado anteriormente, si las frituras son consumidas muy ocasionalmente,
no suponen un riesgo. Diferentes estudios han demostrado que estar expuestos a ellas de
forma diaria, ya sea en la realización o en el consumo de las mismas, conlleva a un alto riesgo
a padecer ciertos tipos de cáncer.