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¿Cómo evitarla?
Cuando en una tubería que transporta agua la presión interior comienza a caer por
debajo de la presión atmosférica se inicia el vacío. A medida que desciende la
presión, el vacío aumenta, aunque el agua sigue líquida. Es a partir de un
determinado valor de vacío cuando el agua cambia de estado y se transforma en
vapor.
Un líquido puede pasar a vapor debido a dos circunstancias, o bien porque aumente
su temperatura o bien porque disminuya su presión. En el caso del agua, y para una
temperatura de 10ºC, considerada como la temperatura media del agua en los
bombeos, el cambio de estado se produce cuando la presión absoluta es de 9 mm de
columna de mercurio, lo que equivale a:
Si, por ejemplo, una válvula en una conducción opera con una escasa abertura y un
alto caudal provoca una alta pérdida de presión debido al rozamiento de la
corriente líquida con el obturador de la válvula. Al mismo tiempo se produce un
notable incremento de la velocidad del fluido, consecuencia directa de la
disminución del área de paso ya que:
Q=S·v
En las fotografías siguientes observamos los daños por cavitación en las partes
metálicas de las válvulas.
En la imagen anterior se muestran los daños producidos en el obturador de una
válvula de compuerta que no se cerró completamente. En la pequeña sección de
paso el agua alcanzaba grandes velocidades. Tras varios meses de uso la
cavitación generada causó dos grandes perforaciones en el disco metálico.
Obviamente el problema de la cavitación no tiene ninguna importancia cuando se
trata de válvulas de abrir y cerrar, siempre y cuando se utilicen para abrir y para
cerrar completamente, no para regular. Sin embargo puede convertirse en una
cuestión fundamental cuando se trata de válvulas reguladoras y más si trabajan con
altas reducciones de presión y con caudales elevados.
Las casas fabricantes de válvulas suelen dar información detallada sobre los riesgos
de cavitación según las condiciones de uso de la válvula. En el gráfico siguiente
observamos una información con la zona de daños por cavitación que proporciona
un fabricante para un modelo de válvula, teniendo en cuenta el diferencial de
presiones aguas arriba y aguas abajo.
Si en una conducción a presión van a existir grandes diferencias entre los caudales
circulantes, normalmente se coloca en paralelo con la válvula reductora de presión
principal una segunda válvula de menor tamaño que trabajará cuando los caudales
sean bajos, tal y como se muestra en la figura.
La cavitación también aparece en los bombeos. Si una bomba centrífuga opera con
una aspiración excesiva, la presión a la entrada puede disminuir hasta llegar a
alcanzar la tensión de vapor del agua. Se desprenderían entonces burbujas de vapor
que, cuando la presión se recupera, explotarían violentamente ocasionando graves
daños en los mecanismos de la bomba.
Para que una bomba funcione sin cavitación debe de cumplirse la relación
siguiente, en la que se añade 0,5 metros por seguridad:
Una vez que la instalación está en funcionamiento las bolsas de aire se desplazan
por la tubería y se acumulan en las zonas más elevadas y a lo largo de accesorios y
derivaciones.
Las bolsas de aire y el aire disuelto en el agua pueden ocasionar entre otros
inconvenientes cavitación en los accesorios a causa del estrechamiento que se
produce en la sección del tubo y el consiguiente aumento de velocidad del fluido.
Las bolsas de aire reducen el caudal que circula por la tubería perdiendo eficiencia el
sistema debido a las altas pérdidas de carga generadas. En algunas ocasiones incluso se
puede detener la circulación del flujo por falta de presión (riegos por gravedad)
Una vez que la instalación está en funcionamiento las bolsas de aire se desplazan
por la tubería y se acumulan en las zonas más elevadas y a lo largo de accesorios y
derivaciones.
Las bolsas de aire y el aire disuelto en el agua pueden ocasionar los siguientes
problemas en las conducciones:
Se componen de una boya o flotador que es empujado por el agua de la tubería que
llega a la válvula. Durante la operación normal del sistema, pequeñas cantidades de
aire van entrando y se van acumulando en la parte inferior de la válvula lo cual hace
descender el flotador saliendo el aire al exterior. El peso del flotador es superior a la
fuerza que produce la presión sobre el orificio de salida.
Ventosas trifuncionales
Llamadas también de doble propósito, de doble efecto o de doble orificio.
Son una combinación de las anteriores, de manera que combinan en un solo cuerpo
o en dos, las funciones descritas para los tipos anteriores. Se denominan
trifuncionales porque son capaces de realizar las tres funciones ya vistas, y que son:
Ventosa trifuncional y esquema de cada una de las tres funciones (catálogo Irua)
Ventosas anti-ariete
También llamadas anti-ariete de efecto dinámico, son válvulas de gran capacidad de
aireación que, durante el llenado de la tubería o tras la fase de depresión de un
transitorio, cuando regresa la onda de sobrepresión, permiten la salida de grandes
masas de aire de la tubería y posteriormente la salida de agua, realizando a
continuación un cierre gradual para aminorar los efectos de la presión. Como la
válvula continúa descargando agua después de haber extraído todo el aire de la
tubería, se evita el cambio de velocidad repentino y por tanto se atenúa el golpe de
presión, no produciéndose un golpe de ariete inducido.
Estas ventosas tienen también una capacidad de admisión de aire mucho mayor
que las ventosas convencionales utilizadas para el llenado y vaciado de tuberías.
Ventosa anti-ariete de efecto dinámico. Cuando la tubería se encuentra vacía están
cerradas actuando sólo en el caso de golpes de presión tanto positiva como negativa
(catálogo Regaber)
Se debe instalar una ventosa donde la tubería suba por encima del nivel del suelo,
como en el caso de instalación de válvulas de control. Si la tubería aguas abajo de la
válvula asciende, con un purgador será suficiente; en el caso de que descienda se
necesitará una ventosa trifuncional para garantizar el correcto drenaje de la tubería.
Con el fin de evacuar el aire que entra en el sistema debido a las bombas, se debe
instalar una ventosa de gran orificio a la salida de los grupos de bombeo y antes de
la válvula de retención.
A fin de evitar la influencia negativa del aire sobre la exactitud de los elementos de
medida y para evitar daños mecánicos, se recomienda instalar una ventosa
trifuncional antes del contador.
En los sistemas de filtrado el aire se acumula en las partes altas de los colectores,
para evacuarlos se necesita una ventosa trifuncional.
A la salida de depósitos
Vimos en la primera parte "El aire en las tuberías: un problema que a veces es parte
de la solución" los diferentes tipos de ventosas que existen, para qué casos
determinados se utilizaban y en qué puntos de la instalación se debían de instalar.
En esta segunda parte veremos cómo seleccionar la ventosa adecuada según el tipo
de trabajo que vaya a realizar y, para ello, nos apoyaremos en los gráficos de
selección que proporcionan los fabricantes.
Empecemos por las más sencillas, los purgadores.
a) Purgadores
Los purgadores se utilizan para evacuar pequeñas cantidades de aire que transporta
disuelto el agua. Para dimensionar estos dispositivos se deberá de tener en cuenta
los cambios de presión y temperatura del agua en la conducción, ya que son los que
ocasionan la liberación del aire. La cantidad máxima de aire disuelto en el agua a
presión atmosférica (m3 de aire en m3 de agua) es el denominado Coeficiente de
Bunsen (CB), y los valores de cantidad disuelta de aire según la temperatura vienen
dados en la tabla siguiente:
QAIRE = CB * QAGUA * Δp
Para obtener una eficaz eliminación del aire con este tipo de ventosas realmente es
más importante conocer la localización de las mismas que su tamaño; incluso llega
a ser más eficiente instalar más purgadores de pequeño tamaño que menos de gran
tamaño.
Supongamos una conducción por la que circulará un caudal máximo de 156 l/s a una
presión de trabajo de 4 bar, y, en la parte final, la presión desciende a 2,5 bar. Vamos a
determinar el tamaño del purgador o de los purgadores que se deberían de instalar
considerando una temperatura media del agua de 10ºC.
El caudal de agua es de QAGUA = 156 l/s = 9,36 m3/min
Aplicamos directamente la fórmula vista más arriba.
La ecuación que determina el caudal del aire que circulará a través de un orificio es:
(*) La presión diferencial de diseño es la presión a la que el orificio queda obturado por el
flotador produciéndose el cierre dinámico de la ventosa para evitar la salida de agua una
vez expulsado el aire. Es un dato a suministrar por el fabricante.
En tuberías de impulsión, se opta por el caudal que impulsa la bomba, el cual se
considera como caudal de salida del aire –recordemos que se trata de vaciar el aire
de la conducción que es empujado por el agua-. Dicho caudal se lleva a las curvas de
descarga de la válvula ventosa y se elige aquélla que nos dé un valor próximo a 3 o
3,5 mca de presión diferencial de diseño, dependiendo del fabricante.
En tuberías por gravedad, el caudal de llenado viene determinado por la presión
máxima por golpe de ariete que pueda soportar la instalación. Normalmente se
toma como presión máxima un 0,75 de la presión nominal de la tubería o bien la
presión nominal. El caudal de llenado, suponiendo que el agua se detenga de forma
repentina al final de la conducción –como ocurre en muchas instalaciones de riego-
, vendrá determinado por la siguiente fórmula:
Donde,
c) Ventosas trifuncionales
Como son una combinación de los dos tipos anteriores, para el dimensionado de las
ventosas trifuncionales se aplica todo lo explicado.
Si vamos al gráfico de nuevo, nos valdría una válvula de 1 1/2 pulgadas (ver línea
verde en gráfica de depresión). Como se trata de una ventosa trifuncional debemos
seleccionar el mayor valor; por tanto instalaremos una válvula ventosa de 3
pulgadas.
Algunos fabricantes dan unas guías rápidas para la selección de válvulas ventosas
de sus catálogos. No obstante se recomienda siempre consultar con la casa
fabricante para tener la garantía suficiente de que se han elegido correctamente las
válvulas.
Comentar por último que algunos fabricantes de ventosas realizan las gráficas de
admisión-expulsión de aire para sus catálogos comerciales mediante métodos
teóricos, ya que los ensayos son a menudo complicados y caros de realizar. Esto
entraña un riesgo de desviación respecto a las curvas reales ya que se suelen utilizar
para la elaboración de las curvas teóricas unos coeficientes de restricción
demasiado optimistas, lo que se traduce finalmente en válvulas que no ofrecen
realmente las capacidades que muestran en los catálogos y que podrían dar lugar a
bloqueos durante su funcionamiento (cierre de la ventosa) antes de que hubiesen
completado la total evacuación o admisión del aire de las tuberías donde van
instaladas. Además, para aumentar más la confusión, para la designación de una
ventosa se utiliza en unas ocasiones el diámetro del orificio de entrada o salida (que
sería la terminología apropiada) y en otras se emplea el diámetro de conexión con la
tubería. Esto podría llevar a errores, ya que ventosas con iguales diámetros de brida
pueden tener diámetros de orificio de admisión-expulsión muy diferentes y
distintas capacidades por tanto.
En España la norma de ensayo de las válvulas ventosa es la UNE-EN 1074-4:2001
“Válvulas para el suministro de agua. Requisitos de aptitud al uso y ensayos de
verificación. Parte 4: Purgadoras y ventosas”
Instalación