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Sintomas y signos
En la práctica nefrológica diaria nos encontramos con diferentes síntomas y signos por los
cuales acuden nuestros pacientes a consulta. (Cuadro 135.1.)
Hematuria
Proteinuria
Edema
Oligoanuria
Poliuria
Trastornos de la micción
Dolor lumbar
Hipertensión arterial
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ciertas enfermedades sistémicas pueden asociarse a Nefropatías (Lupus Eritematoso
Sistémico, Púrpura de Shonlein Henoch, Síndrome Hemolítico Urémico, etc.) En
ocasiones el diagnóstico de estas condiciones se establece a partir del compromiso renal.
La mayoría de la Nefropatías evolucionan solapadamente y no muestran alteraciones
groseras en el aspecto de la orina ni en la diuresis, aun en presencia de una enfermedad
renal avanzada.
Comúnmente el nefrólogo es consultado por signos y síntomas que pueden obedecer a
enfermedades del riñón, de las vías urinarias o que no correspondan a ninguna de éstas.
Hematuria
Para establecer el diagnóstico de este signo es preciso excluir las falsas hematurias, ya que
la apariencia de sangre en la orina puede ser producida por coluria o por pigmentos
derivados de alimentos o de medicamentos.
La hematuria puede ser microscópica o macroscópica pudiendo aparecer de color rojo,
levemente rojizo o marrón oscuro. La presencia de coágulos orienta a una enfermedad
urológica, aunque la ausencia no la descarta. Es importante establecer el diagnóstico
topográfico de la hematuria, así; si la hematuria es inicial podemos inferir que la lesión esta
a nivel de la uretra distal; si es terminal a nivel de la vejiga o uretra proximal y si es total la
localización es en riñón o vías urinarias altas. Posteriormente se hace necesario en las
hematurias totales precisar si se trata de una hematuria glomerular o no glomerular pues los
estudios que deben realizarse a posterior difieren. Sospechamos una hematuria de origen
glomerular cuando la misma se asocia a hipertensión arterial, edemas y se constata la
presencia de proteinuria, cilindruria, deformidad de los hematíes, en particular cuando hay
mas de un 10% de acantocitos en la muestra de orina estudiada con microscopio de
contraste de fases. La hematuria de origen no glomerular se acompaña en ocasiones de
coágulos, dolor lumbar y/o abdominal lo que nos hace sospechar la presencia de una litiasis
o coágulos produciendo el típico cólico renal.
Las causas más frecuentes de hematuria glomerular en nuestro medio son en primer lugar la
glomérulonefritis post-infecciosa en particular la post-estreptocócica y la nefropatía por IgA
o enfermedad de Berger y la causa más frecuente de hematuria no glomerular es la
hipercalciuria idiopática.
Proteinuria
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Para evaluar una proteinuria es de gran utilidad la relación proteína/creatinina (mg/dl) en
muestra no cronometrada de orina. Los valores normales son menores de 0,2; los valores
mayores son patológicos; la relación mayor de 1 es de rango nefrotico.
Edema
Oligoanuria
Un niño o un adolescente euvolémico con función renal normal excreta entre 1,5 a 3
ml/kg/hora.
La oliguria es la emisión de volúmenes de orina inferiores a 12 ml/m2/hora en niños
mayores y menor de 0,5-0,8 ml/kg/h en neonatos y lactantes. Por lo general representa una
respuesta fisiológica compensadora ante un balance hídrico negativo. En enfermedades
glomerulares, con capacidad funcional tubular conservada, se observa oliguria por aumento
de la reabsorción de sodio y agua, esto puede ocurrir sin reducción de la velocidad de
filtración glomerular como en el síndrome nefrótico primario o idiopático o con moderada
reducción como en la glomérulonefritis aguda. En ambos casos la fracción excretada de
sodio filtrado es del 1%.
Poliuria
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Solutos endógenos, Ej. Diabetes Mellitus
Solutos exógenos, Ej. Manitol, glucosa hipertónica o solución salina.
IV.-Combinación de mecanismos (resistencia a la hormona antidiurética y osmótico)
Corrección de uropatía obstructiva.
Insuficiencia renal crónica.
Trastornos de la micción
Dolor lumbar
Hipertensión arterial
El 80% de las hipertensiones arteriales en los niños son causadas por enfermedades renales.
Los mecanismos involucrados en la génesis de hipertensión arterial de causa renal son:
a) Retención de sal y agua con expansión del volumen sanguíneo, es el caso de la fase
inicial de las glomérulonefritis aguda donde existe un aumento de la reabsorción debido a
una reducción moderada de la velocidad de filtración glomerular.
b) En la insuficiencia renal crónica (IRC) la hipertensión arterial generalmente se produce
por expansión del volumen circulatorio, clasificándose dentro de las hipertensiones
volumen dependiente, no obstante habría que valorar la enfermedad de base como seria el
caso de algunas glomerulopatias o en la hipoplasia renal segmentaría que estarían dentro de
las hipertensiones renino-dependiente.
c) La hipertensión renovascular se produce como consecuencia de la reducción del flujo
sanguíneo renal que provocaría el estimulo para la producción de renina.
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fueron reajustados y basados no sólo en edad y sexo, sino también en la talla para
determinada edad, lo que permite una clasificación de la PA de acuerdo al tamaño corporal,
siendo la clasificación de la siguiente manera:
Normal alta. Igual o >90 p., pero menos del 95 percentil para edad y sexo
Percentil Talla
Presión Arterial Edad (años) Niños Niñas
p5 p25 p75 p95 p5 p25 p75 p95
3 104 107 111 113 104 105 108 110
6 109 112 115 117 108 110 112 114
Sistólica 10 114 117 121 123 116 117 112 114
13 121 124 128 130 121 123 126 128
16 129 132 136 138 125 127 130 132
3 63 64 66 67 65 65 67 68
6 72 73 75 76 71 72 73 75
Diastólica 10 77 79 80 82 77 77 79 80
13 79 81 83 84 80 81 82 84
16 83 84 86 87 83 83 85 86
SÍNDROMES RENALES
Algunos síntomas y signos que hemos analizados pueden presentarse juntos constituyendo
síndromes que son expresión de enfermedades distintas en cuanto a etiología,
histopatología, pronóstico y tratamiento.
Dentro de estos síndromes renales tenemos:
I. Síndrome nefrítico agudo: es expresión de enfermedades que tienen origen en el
glomérulo, se sustenta el diagnóstico en los siguientes pilares; edema, oliguria,
hipertensión arterial, hematuria micro o macroscópica y proteinuria de ligera a
moderada. Con este síndrome se presentan diversas glomerulopatias, algunas
primarias como las glomérulonefritis agudas y la glomérulonefritis rápidamente
progresiva y otras secundarias como la nefritis lúpica, la glomerulopatía de la
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púrpura anafilactoide entre otras. El signo más característico de este síndrome es la
hematuria.
II. Síndrome nefrótico: es un síndrome clínico humoral, expresión de enfermedades
glomerulares primarias o secundarias, se caracteriza por edema generalizado que
llega a la anasarca, los cuales son de fácil godet, oliguria, proteinuria de rango
nefrótico, hipoproteinemia, hipoalbuminemia e hipercolesterolemia. Cualquiera que
sea la etiología, el hecho fundamental es la proteinuria, que se debe a un aumento de
la permeabilidad del capilar glomerular y a la saturación de la capacidad de
reabsorción tubular.
III. Síndrome tubular: es expresión de enfermedades congénitas o adquiridas que
afectan a una o varias de las funciones tubulares, se manifiesta clínicamente por
poliuria debido a la perdida de la capacidad de concentración urinaria, detención del
crecimiento, raquitismo, nefrocalcinosis y litiasis renal, además acidosis metabólica
por reducción de la reabsorción de bicarbonato o de los mecanismos de
acidificación urinaria. Otras tubulopatías pueden presentar glucosuria,
hiperfosfaturia e hiperaminoaciduria.
IV. Síndrome tubulointersticial: es expresión de enfermedades congénitas o
adquiridas clasificadas como nefritis tubulointersticiales donde el daño esta a nivel
tubulointersticial por lo que casi siempre reducen la capacidad de concentración
urinaria manifestándose por poliuria, anemia, detención del crecimiento e
insuficiencia renal.
V. Síndrome de insuficiencia renal aguda o crónica: puede expresarse desde el
punto de vista clínico por oliguria o poliuria, anemia, astenia, hipertensión arterial,
retención de azoados, acidosis metabólica, hiperpotasemia, hipocalcemia e
hiperfosfatemia.
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