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Radiación electromagnética,
ondas producidas por
la oscilacióno la aceleración de
una carga eléctrica. Las ondas
electromagnéticas tienen
componentes eléctricos y
magnéticos. La radiación
electromagnética se puede
ordenar en un espectro que se
extiende desde ondas
de frecuencias muy elevadas
(longitudes de onda pequeñas)
hasta frecuencias muy bajas
Concepto: Radiación electromagnética, ondas
( longitudes de onda altas). La
producidas por la oscilación o la aceleración
luz visible es sólo una pequeña
de una carga eléctrica. Las ondas
parte del espectro
electromagnéticas tienen componentes
electromagnético. Por orden
eléctricos y magnéticos.
decreciente de frecuencias (o
creciente de longitudes de
onda), el espectro electromagnético está compuesto por rayos gamma, rayos X duros y
blandos, radiación ultravioleta, luz visible, rayos infrarrojos, microondas y ondas de radio. Los
rayos gamma y los rayos X duros tienen una longitud de onda de entre 0,005 y 0,5 nanómetros
(un nanómetro, o nm, es una millonésima de milímetro). Los rayos X blandos se solapan con la
radiación ultravioleta en longitudes de onda próximas a los 50 nm. La región ultravioleta, a su
vez, da paso a la luz visible, que va aproximadamente desde 400 hasta 800 nm. Los rayos
infrarrojos o ‘radiación de calor’ (véase Transferencia de calor) se solapan con las frecuencias
de radio de microondas, entre los 100.000 y 400.000 nm. Desde esta longitud de onda hasta
unos 15.000 m, el espectro está ocupado por las diferentes ondas de radio; más allá de la zona
de radio, el espectro entra en las bajas frecuencias, cuyas longitudes de onda llegan a medirse
en decenas de miles de kilómetros.
PROPIEDADES
Las ondas electromagnéticas no necesitan un medio material para propagarse. Así, estas ondas
pueden atravesar el espacio interplanetario e interestelar y llegar a la Tierra desde el Sol y las
estrellas. Independientemente de su frecuencia y longitud de onda, todas las ondas
electromagnéticas se desplazan en el vacío a una velocidad c = 299.792 km/s. Todas las
radiaciones del espectro electromagnético presentan las propiedades típicas del movimiento
ondulatorio, como la difracción y la interferencia. Las longitudes de onda van desde
billonésimas de metro hasta muchos kilómetros. La longitud de onda (λ) y la frecuencia (f) de
las ondas electromagnéticas, relacionadas mediante la expresión λ•f = c, son importantes para
determinar su energía, su visibilidad, su poder de penetración y otras características.
TEORÍA
El físico británico James Clerk Maxwell estableció la teoría de las ondas electromagnéticas en
una serie de artículos publicados en la década de 1860. Maxwell analizó matemáticamente la
teoría de los campos electromagnéticos y afirmó que la luz visible era una onda
electromagnética. Los físicos sabían desde principios del siglo XIX que la luz se propaga como
una onda transversal (una onda en la que las vibraciones son perpendiculares a la dirección de
avance del frente de ondas). Sin embargo, suponían que las ondas de luz requerían algún
medio material para transmitirse, por lo que postulaban la existencia de una sustancia difusa,
llamada éter, que constituía el medio no observable. La teoría de Maxwell hacía innecesaria
esa suposición, pero el concepto de éter no se abandonó inmediatamente, porque encajaba
con el concepto newtoniano de un marco absoluto de referencia espaciotemporal. Un famoso
experimento realizado por el físico estadounidense Albert Abraham Michelson y el químico de
la misma nacionalidad Edward Williams Morley a finales del siglo XIX socavó el concepto del
éter, y fue muy importante en el desarrollo de la teoría de la relatividad. De este trabajo
concluyó que la velocidad de la radiación electromagnética en el vacío es una cantidad
invariante, que no depende de la velocidad de la fuente de radiación o del observador.
CUANTOS DE RADIACIÓN
No obstante, a principios del siglo XX los físicos se dieron cuenta de que la teoría ondulatoria
no explicaba todas las propiedades de la radiación. En 1900, el físico alemán Max
Planck demostró que la emisión y absorción de radiación se produce en unidades finitas de
energía denominadas ‘cuantos’. En 1904, Albert Einstein consiguió explicar algunos resultados
experimentales sorprendentes en relación con el efecto fotoeléctrico externo postulando que
la radiación electromagnética puede comportarse como un chorro de partículas. Hay otros
fenómenos de la interacción entre radiación y materia que sólo la teoría cuántica explica. Así,
los físicos modernos se vieron obligados a reconocer que la radiación electromagnética se
comporta unas veces como partículas y otras como ondas. El concepto paralelo que implica
que la materia también puede presentar características ondulatorias además de corpusculares
fue desarrollado en 1925 por el físico francés Louis de Broglie.
Todas estas radiaciones parten del Sol y llegan en primer lugar al límite
superior de la atmósfera. Ahora bien, este valor medio esconde una
distribución muy desigual de la radiación entre las diferentes latitudes,
desigualdades que responden a la forma en que el sistema Tierra-atmósfera
intercepta la radiación solar.
Constante solar
Espectro de la radiación recibida del Sol en la atmósfera exterior. La constante solar está
representada por la integral (el área debajo) de la curva.
La constante solar es la cantidad de energía recibida en forma de radiación solar por unidad de
tiempo y unidad de superficie, medida en la parte externa de la atmósfera terrestre en un
plano perpendicular a los rayos del Sol. El valor obtenido de las mediciones de satélites y
aceptado actualmente es de 1361 W·m⁻², ligeramente menor que el que todavía podemos
encontrar en muchas referencias1
La constante solar se puede expresar en /. Para ello hay que recordar 1 julio = 0,24 calorías, 1
minuto = 60 s y 1 m2 = 104 cm2
Una unidad muy utilizada para medir la energía que llega a la parte superior de la atmósfera en
un día es:
Así un lugar a 30º N de latitud recibe el 21 de junio, el día del solsticio de
verano una insolación de 1004,7 langleys/día y el 21 de diciembre, día del solsticio de
invierno sólo 480,4 langleys/día.
Por otra parte se puede calcular la insolación anual en la parte alta de la atmósfera a diferentes
latitudes. Para el polo la insolación anual es 133,2 kilolangleys/año mientras en el ecuador
asciende a 320,9 kilolangleys/año donde el klangley=1000 langleys.
Radiación solar absorbida σ0∙(1α)∙π∙r2
Radiación terrestre emitida σ∙T4∙4∙π∙r2
T......Temperatura de la Tierra. Se mide en ºK
α......Albedo terrestre (≈ 0.3)
σ0....cte. Solar (1360 W/m2 = 1.95 cal/cm2∙min)
σ......cte. de StefanBoltzmann (5.67∙108 W/m2/K4)
AU...Unidad astronómica
Si se igualan ambas ecuaciones y se despeja el valor de T, se obtendría como resultado que la t
la Tierra debería ser de 18 ºC.
(ºK = ºC + 273)
Albedo
Nieve reciente 86
Nubes brillantes 78
Nubes (promedio) 50
Desiertos terrestres 21
Bosques (promedio) 8
Ceniza volcánica 7
Océanos 5 a 10
Luna 7
Mercurio 6
Venus (atmósfera) 70
Júpiter 41
Saturno 42
Urano 45
Neptuno 55
Meteoroides 7
Fobos 6
Deimos 6
Cometa Halley 4
Extrasolares
Un albedo alto enfría el planeta, porque la luz (radiación) absorbida y aprovechada para
calentarlo es mínima. Por el contrario, un albedo bajo calienta el planeta, porque la mayor
parte de la luz es absorbida por el mismo.
La presencia de agua en la Tierra crea una interesante realimentación negativa para el albedo,
ya que las bajas temperaturas incrementan la cantidad de hielo sobre su superficie, lo que hace
más blanco al planeta y aumenta su albedo, lo que a su vez enfría más el planeta, lo que crea
nuevas cantidades de hielo; de esta manera, teóricamente al menos, podría llegarse al punto
en que la Tierra entera se convertiría en una bola de nieve.
Albedo terrestre
Ejemplo albedos
Albedo
Superficie
Típico
Bosque de coníferas
0,08,4 0,09 a 0,15
(Verano)
Cualquier albedo en luz visible cae dentro de un rango de alrededor de 0,9 para la nieve fresca
a cerca de 0,04 para el carbón vegetal, una de las sustancias más oscuras. Las cavidades
profundamente sombreadas pueden lograr un albedo efectivo acercándose al cero de un
cuerpo negro. Cuando se ve desde la distancia, la superficie del océano tiene un bajo albedo, al
igual que la mayoría de los bosques, mientras que las áreas desérticas tienen algunos de los
albedos más altos entre las formas de relieve. La mayoría de las áreas de tierra están en un
rango del albedo de 0,1 a 0,4. 7 El albedo promedio de la Tierra es aproximadamente 0.3. Esto
es mucho más alto que para el océano principalmente debido a la contribución de las nubes.
2003-2004 albedo anual medio de cielo despejado y cielo total
proporción de iluminación difusa. Por lo tanto, el albedo real (también llamado albedo de cielo
azul) puede ser dado como:
Las variaciones del albedo global son un hecho natural producido continuamente a lo largo de
la historia geológica, debido a variaciones de origen exogénico y endogénico (deriva
continental y los cambios en la distribución de mares y continentes).
Estas actividades provocan un aumento peligroso de los gases de invernadero, por consiguiente
una disminución del albedo y un calentamiento global.
Una caída tan pequeña como de un 0,01 en el albedo de la tierra tendría una influencia en el
clima mayor que el efecto de doblar la cantidad de dióxido de carbono en la atmósfera.
Física nuclear
En física nuclear, el albedo es la capacidad, por parte de una sustancia, de reflejar neutrones.
Se mide por el cociente entre el número de neutrones reflejados y el número total de
neutrones incidentes.
La palabra albedo proviene del latín “albus“, que significa luz blanca o color pálido.
Aunque también puede referirse a la propiedad de iluminación del suelo y su atmósfera.
Esta última acepción será la que nos interese y, por tanto, la que desarrollemos a lo largo
del artículo.
La Tierra refleja parte de la radiación que recibe del Sol a través de tres actores
principales: la atmósfera, las nubes y la superficie terrestre. La radiación reflejada por esta
superficie terrestre es el albedo. Así pues, podemos decir que el albedo es la cantidad de
radiación solar que es devuelta a la atmósfera tras chocar con la superficie terrestre.
La variación de albedo, es decir, la distinta cantidad de luz que es reflejada o absorbida
se debe al color de la superficie que recibe los rayos. Dicha variación da lugar a dos
efectos principales: el refrigerante o de enfriamiento (cuando la luz es reflejada) y el de
calentamiento (cuando la luz es absorbida). Además, el albedo puede alterarse de forma
natural, con la presencia de catástrofes, como los incendios forestales, los huracanes o las
plagas.
Variación de albedo
Fuente:CMC
De esta forma, los colores claros reflejan más la luz y, por tanto, producen el efecto de
enfriamiento. Mientras que los colores oscuros absorben más luz y, por ello, producen el
efecto de calentamiento. Por ejemplo, las zonas cercanas a los polos tienen un albedo
alto, porque el hielo y la nieve reflejan la radiación solar. Sin embargo, los bosques tienen
un albedo bajo, porque el color oscuro de las copas de sus árboles hace que la radiación
sea absorbida, contribuyendo al calentamiento global.
Se llama espectro visible a la región del espectro electromagnético que el ojo humano es capaz
de percibir. A la radiación electromagnética en este rango de longitudes de onda se le llama luz
visible o simplemente luz. No hay límites exactos en el espectro visible: el ojo humano típico
responderá a longitudes de onda de 390 a 750 nm, aunque algunas personas pueden ser
capaces de percibir longitudes de onda desde 380 hasta 780 nm. Los arcoíris son un ejemplo
de refracción del espectro visible. El espectro visible:
Generalidades
El arcoíris es una manifestación natural del espectro visible solar.
La correspondiente longitud de onda en el agua y en otros medios está reducida por un factor
igual al índice de refracción. En términos de frecuencia, ésta corresponde a una banda en el
campo de valores entre 450 y 750 nm. Un ojo adaptado a la luz generalmente tiene como
máxima sensibilidad un valor de 555 nm, en la región verde del espectro visible. El espectro, sin
embargo, no contiene todos los colores que los ojos humanos y el cerebro puedan
distinguir; marrón, rosado y magenta están ausentes, por ejemplo, porque necesitan la mezcla
de múltiples longitudes de onda.
La longitud de onda visible al ojo también pasa a través de una ventana óptica, la región del
espectro electromagnético pasa muy atenuada a través de la atmósfera terrestre (a pesar de
que la luz azul es más dispersa que la luz roja, que es la razón del color del cielo). La respuesta
del ojo humano está definida por una prueba subjetiva, pero las ventanas atmosféricas están
definidas por medidas físicas. A la ventana visible se le llama así porque ésta superpone la
respuesta humana visible al espectro; la ventana infrarroja está ligada a la ventana de
respuesta humana y la longitud de onda media infrarroja, la longitud de onda infrarroja lejana
están muy lejos de la región de respuesta humana.
Los ojos de muchas especies perciben longitudes de onda diferentes de las del espectro visible
del ojo humano. Por ejemplo, muchos insectos, tales como las abejas pueden ver la
luz ultravioleta que es útil para encontrar el néctar en las flores. Por esta razón, los éxitos
reproductivos de las especies de plantas cuyos ciclos de vida están vinculados con la
polinización de los insectos, dependen de que produzcan emisión ultravioleta, más bien que
del colorido aparente a los ojos humanos.
Historia
Trabajo de Newton sobre Óptica.
En el siglo XIII, Roger Bacon teorizó que los arcoíris se producían por un proceso similar al paso
de la luz a través de un vaso de agua. 1
La primera explicación del espectro visible viene de Isaac Newton, quien escribió en
su Opticks sus estudios sobre la dispersión y agrupación de la luz blanca mediante el uso de
prismas. Newton usó por primera vez la palabra espectro (del latín, "apariencia" o "aparición")
en 1671 al describir sus experimentos en óptica. Newton observó que cuando un estrecho haz
de luz solar incide sobre un prisma de vidriotriangular con un ángulo, una parte se refleja y otra
pasa a través del vidrio, mostrando diferentes bandas de colores. La hipótesis de Newton era
que la luz estaba hecha por corpúsculos (partículas) de diferentes colores y que la diferencia en
los colores era debido a la diferencia de velocidades de cada uno de ellos, de modo que en un
medio transparente, la luz roja era más veloz que la luz violeta. El resultado es que la luz roja
se doblaba (refractaba) menos que la luz violeta cuando pasaban a través del prisma, creando
el espectro de colores.
Newton dividió el espectro en siete colores: rojo, naranja, amarillo, verde, azul, añil (= índigo) y
violeta, inspirado por una creencia procedente de los sofistas de la antigua Grecia que decían
que había una conexión entre los colores, las notas musicales, los días de la semana y los
objetos conocidos del sistema solar.23 Este esquema de siete colores ha recibido críticas como
la de Isaac Asimov, sugiriendo que el añil debería dejar de ser tomado como un color entre el
azul y el violeta. Sin embargo, se debe tomar en cuenta que en el idioma inglés, el
término blue es amplio e incluye varias longitudes de onda que van del dark blue al sky
blue o light blue, mientras que en español y otros idiomas, azul y celeste están diferenciados.
Además el añil o índigo era un tinte común de su tiempo, con el que se teñían los trajes y su
tono bien azulado no se encuentra normalmente entre el azul y el violeta, sino entre el azul y el
azul verde, lo que significa que es común que se malinterpreten los descubrimientos de
Newton y que el término blue sea una referencia a los tonos azul claros. Una equivalencia más
real de los 7 colores sería la siguiente:
cœruleus / blue
cian, celeste o turquesa
(blew)
Johann Wolfgang von Goethe en su Teoría de los colores, sostuvo que el espectro continuo era
un fenómeno compuesto. Mientras que Newton redujo a haces de luz para aislar el fenómeno,
Goethe observaba que con una apertura más amplia no había en el espectro bordes amarillos
ni del azul-cían con blanco entre ellos y el espectro solo aparecía cuando esos bordes eran muy
cercanos al solapamiento.
Ahora se acepta generalmente que la luz está
compuesta de fotones (que tienen algunas de las
propiedades de una onda y algunas de partícula) y que rojo 618-780 nm
toda la luz viaja a la misma velocidad en el vacío
(velocidad de la luz). La velocidad de la luz en un anaranjado 581-618 nm
material es menor a la misma en el vacío y la
proporción de velocidad es conocida como el Índice de amarillo 570-581 nm
refracción de un material. En algunos materiales,
verde 497-570 nm
conocidos como no dispersivos, la velocidad de
diferentes frecuencias (correspondientes a los
cian 476-497 nm
diferentes colores) no varía y así el índice refractario es
constante. Sin embargo, en otros materiales azul 427-476 nm
(dispersos), el índice de refracción (y así su velocidad)
depende de la frecuencia acorde con una relación de violeta 380-427 nm
dispersión. Los arcoíris son un ejemplo ideal de
refracción natural del espectro visible.
Los colores del arcoíris en el espectro visible incluye todos esos colores que pueden ser
producidos por la luz visible de una sola longitud de onda (violeta, azul, celeste, verde,
amarillo, naranja y rojo), los colores del espectro puro o monocromáticos. El espectro visible no
agota los colores que el hombre es capaz de distinguir. Colores sin saturar como el rosa, o
variaciones del púrpura como el magenta no pueden reproducirse con una sola longitud de
onda. El violeta monocromático aparece por un efecto de activación por "segundo armónico"
en los receptores rojos del ojo humano ante la luz azul de alta frecuencia.
A pesar que el espectro es continuo no hay cantidades vacías entre uno y otro color, los rangos
anteriores podrían ser usados como una aproximación.
Espectroscopia
Radiación electromagnética
La luz que vemos con nuestros ojos está generalmente formada por una
superposición de luz azul (longitud de onda de 450 nm), luz amarilla (longitud
de onda de 550 nm) y luz roja (longitud de onda de 650 nm). Los astrónomos
frecuentemente separan estos colores, o componentes espectrales, y los
estudian por separado. Filtros de alta calidad permiten recibir luz con
longitudes de onda en un rango de unos 100 nm centrados en un color dado.
Mediante el uso de elementos dispersores, originalmente prismas, es posible
separar la radiación en distintas longitudes de onda, en intervalos menores que
0.1nm. El análisis de las componentes espectrales de la luz es de
extraordinaria relevancia en \astronomia, ya que los átomos que representan a
los distintos elementos químicos tienen la particularidad de emitir luz en
longitudes de onda muy precisas: asi el hidrógeno, por ejemplo, emite luz en
varias longitudes de onda definidas como son 656.1 nm (rojo), 486.0 nm
(azul), 396.9 nm (ultravioleta cercano), 121.5 nm (ultravioleta lejano), entre
otras. Esta emisión se denomina emisión de líneas espectrales y cada elemento
tiene sus propias líneas que lo caracterizan. La identificación de estas líneas
en astronomía es la base de la espectroscopía que nos permite conocer la
composición química de los astros con tan solo estudiar su luz. El estudio de
la forma de las líneas nos permite conocer el estado de temperatura, densidad
y movimiento del objeto bajo estudio.
Los neutrinos son partículas sin carga ni masa que proporcionan información
distinta de los astros que la aportada por la radiación electromagnética. Su
bajo grado de absorción por la materia les permite viajar directamente del
centro de las estrellas, donde son producidos en reacciones nucleares. Dada la
dificultad que hay para detectar estas partículas, la astronomía de neutrinos
está apenas en sus albores.
Rayos ultravioleta (UV): Radiación de menor energía que los rayos X. Proviene
principalmente del sol.
Radiación visible: Radiación de menor energía que los rayos ultravioleta. Recoge
el rango de frecuencias que se pueden percibir con la vista, desde el color rojo hasta el
violeta.
Ondas de luz
La atmósfera terrestre
La luz en la atmósfera
En el vacío, la luz viaja en línea recta y sin nada que la perturbe. Al penetrar
en la atmósfera, la luz puede incidir sobre un grano de polvo o en una
molécula. En cada uno de estos casos pasan cosas distintas: Los granos de
polvo y las gotitas de agua son de tamaño mucho mayor que la longitud de
onda de la luz visible, por lo tanto actúan como "espejos" que reflejan la luz
incidente en diferentes direcciones, sin cambiarle el color. La moléculas son
más chicas que la longitud de onda de la luz visible. Cuando una onda
luminosa choca con una molécula, ésta puede absorber la luz, y luego la
emite en cualquier otra dirección. Este fenómeno se llama dispersión. Pero
las moléculas son mucho más eficientes para dispersar la luz de longitud de
onda corta (azul) que la luz de longitud de onda larga (rojo). Este proceso fue
estudiado por el físico Lord John Rayleigh hacia 1870, por eso se lo conoce
como "dispersión Rayleigh".
El cielo azul
El color azul del cielo se debe a la dispersión Rayleigh. Cuando la luz del Sol
atraviesa la atmósfera para llegar hasta nosotros, la mayor parte de la luz
roja, anaranjada y amarilla (longitudes de onda largas) pasa sin ser casi
afectada. Sin embargo, buena parte de la luz de longitudes de onda más
cortas es dispersada por las moléculas gaseosas del aire. A cualquier parte
del cielo que miremos, estaremos viendo algo de esa luz dispersada, que es
azul, y por eso el cielo es de ese color. En cambio, la luz que nos llega
directamente del Sol perdió parte de su color azul, por eso el Sol se ve
amarillento.
En el espacio
A medida que el Sol está más cerca del horizonte, la luz debe atravesar una
porción de atmósfera cada vez mayor para llegar a nosotros (recordemos que
la atmósfera es muy delgada comparada con el radio terrestre). El color del
Sol va cambiando primero a anaranjado, luego a rojo. Esto se debe a que se
van dispersando cada vez más las longitudes de onda cortas (azul, verde), y
sólo nos llega la luz más roja.
El cielo alrededor del sol poniente puede tomar colores muy variados. Cuando
el aire contiene gran cantidad de partículas de polvo o gotitas de agua, éstas
reflejan luz blanca en todas direcciones. Sobre esta luz actúa la dispersión
Rayleigh, eliminando las longitudes de onda más cortas. Por eso el cielo se ve
rojizo.
AMANECER
Los rayos del Sol llegan casi paralelos a la superficie. Cada rayo atraviesa una
gruesa capa de gases atmosféricos. Estos filtran la radiación solar, y solo dejan
pasar luz roja. El color rojo del cielo se intensifica si hay mucha humedad en el
aire o se avecinan lluvias.
CIELO AZUL
La reflexión de la luz en la atmósfera hace que el cielo sea azul de día. De todas
las longitudes de onda de la luz, las que más se desvían al chocar contra la
atmósfera son la azul y la violeta. Esta desviación hace que lleguen de forma
dispersa, como si vinieran de todo el cielo. De ahí el color de este.
ARCO IRIS
Se produce cuando llueve y aparece un rayo de Sol que atraviesa las gotas de
lluvia. Estas descomponen la luz blanca en los siete colores básicos que la
forman. Normalmente se pueden ver un arco iris primario y uno secundario,
mucho más difuso que el primero.
NUBES
El color blando de la parte superior de las nubes se debe a que reflejan la luz del
Sol. En cambio, en la parte baja, el tono de las nubes es de sombra atenuada por
la luz que las atraviesa. Las nubes grises tienen ese color porque ocultan la luz
del Sol, ya que por arriba también son blancas.
RAYOS DE LUZ
Para que se vean estos rayos de luz tan espectaculares es necesario que la
atmósfera esté cargada de gotas microscópicas de agua o de partículas de
polvo. El mismo fenómeno se puede observar a veces en las ventanas, cuando
entra luz en una habitación cerrada.
RAYOS Y TRUENOS
Durante una tormenta, el cielo puede iluminarse repentinamente por los rayos.
Se trata de descargas eléctricas súbitas entre nubes de lluvia o entre estas y la
Tierra, debidas a la acumulación de electricidad estática. Los rayos producen un
fuerte ruido, denominado trueno, que se escucha un poco más tarde.
ANOCHECER
La luz rojiza del atardecer se debe a que de las longitudes de onda que
componen la luz blanca, la correspondiente al rojo es la última en desaparecer
cuando el Sol se oculta. Como en el caso del amanecer, el efecto se intensifica
cuando la atmósfera tiene humedad o polvo en suspensión.
NOCHE NUBLADA
En la ciudad es muy raro que el cielo nocturno sea completamente negro. Sobre
todo en las grandes ciudades y especialmente en las noche nubladas. La
atmósfera refleja las luces urbanas y se tiñe de un color rojizo. Sólo en las
noches más despejadas, el cielo está oscuro.
NOCHE DESPEJADA
Fuera de las grandes aglomeraciones urbanas, el cielo no refleja luces y es
mucho más oscuro. Sólo está manchado por alguna nube. Pero tampoco es
absolutamente negro debido al brillo de las estrellas.
LA LUNA
La visión del satélite cambia cada noche y, además, su aspecto revela el estado
de la atmósfera. En las noches despejadas, la Luna se ve nítidamente. En las
noches húmedas, sus bordes se difuminan e incluso, en ocasiones, aparece un
halo alrededor, que avisa de lluvias.
NUBES LUMINOSAS
Estas nubes, que aparecen sólo algunas noches, se originan por la formación de
cristales de hielo en la estratopausa. La luz del Sol las ilumina mucho tiempo
después del anochecer.
AURORAS
Son los fenómenos más bellos observables en la atmósfera. Se deben a la
llegada de partículas cargadas procedentes del Sol. Las luces se originan
cuando estas partículas chocan con la ionosfera, y se ven sólo desde las zonas
polares.
LUZ ZODIACAL
La luz zodiacal es una banda débil de luz, de forma casi triangular, que puede
apreciarse en el cielo nocturno extendiéndose a lo largo del plano de la eclíptica
donde se encuentran las constelaciones del Zodíaco. Cubre el cielo por
completo aunque sólo es apreciable sobre el plano de la eclíptica y es
responsable del 60% de la luz natural en una noche sin Luna. Está causada por
la dispersión de la luz solar en partículas de polvo que se encuentran a lo largo
de todo el Sistema Solar.
7) La radiación en la superficie terrestre
Quizá alguna vez nos hemos preguntado que tipo de radiación nos llega a la
Tierra, a este respecto es sabido que la entrada fundamental de radiación en el
planeta es la radiación emitida por el Sol, en el interior del cual tiene lugar un
proceso continuo de conversión del hidrógeno en helio, que libera enormes
cantidades de calor. Este calor escapa desde el interior del Sol hasta su
superficie y de ésta hacia la Tierra.
Todas estas radiaciones parten del Sol y llegan en primer lugar al límite
superior de la atmósfera. Ahora bien, este valor medio esconde una
distribución muy desigual de la radiación entre las diferentes latitudes,
desigualdades que responden a la forma en que el sistema Tierra-atmósfera
intercepta la radiación solar.
Constante solar
Espectro de la radiación recibida del Sol en la atmósfera exterior. La constante solar está
representada por la integral (el área debajo) de la curva.
La constante solar es la cantidad de energía recibida en forma de radiación solar por unidad de
tiempo y unidad de superficie, medida en la parte externa de la atmósfera terrestre en un
plano perpendicular a los rayos del Sol. El valor obtenido de las mediciones de satélites y
aceptado actualmente es de 1361 W·m⁻², ligeramente menor que el que todavía podemos
encontrar en muchas referencias1
La constante solar se puede expresar en . Para ello hay que recordar 1 julio =
Una unidad muy utilizada para medir la energía que llega a la parte superior de la atmósfera en
un día es:
Por otra parte se puede calcular la insolación anual en la parte alta de la atmósfera a diferentes
latitudes. Para el polo la insolación anual es 133,2 kilolangleys/año mientras en el ecuador
asciende a 320,9 kilolangleys/año donde el klangley=1000 langleys.
La nieve, por su color blanco, es por tanto la superficie que más luz
refleja (hasta un 86% de la que recibe) produciendo así un enfriamiento. Esa
cantidad de radiación ultravioleta reflejada es la que daña nuestra piel si no
llevamos la protección adecuada. En este caso, no solo recibimos la radiación
procedente directamente del Sol, sino también la reflejada por la nieve.
Además, cada 300 metros que subimos de altitud, aumenta un 4% el nivel de
radiación ultravioleta.