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Chávez Hernández Leonardo Daniel

Seminario de Tanatología

Análisis “Como Curar un Corazón Roto”


Se puede comenzar hablando sobre el título de este libro, es muy interesante y
llamativo ya que pareciera que va dedicado a los corazones rotos por desamor, más
sin embargo no es del todo cierto, se dirige a todo corazón roto en general, es un
libro que va dirigido tanto al tanatólogo, como al psicoterapeuta y de la misma
manera está hecho a modo de que pueda ser leído por una persona común que
está viviendo un duelo.
Es un libro fácil de comprender, con un lenguaje cotidiano que permitirá a toda la
población el comprender más a fondo los temas del duelo, la pérdida, las etapas del
duelo, el dolor, la tristeza, la soledad, etc.
Más que ser un simple libro, como la menciona la misma Gaby Pérez, es una guía,
una lámpara que se encargara de alumbrar el oscuro y complicado camino al que
se enfrentan las personas al perder a alguien, y no solamente a alguien, sino algún
objeto, alguna función o capacidad, un trabajo, una parte del cuerpo, etc.
Es otra ventaja más de este libro, no solo se enfrasca en pérdidas comunes o las
más frecuentes sino que abraca hasta las más pequeñas, no minimiza dolor alguno
y no le quita importancia a ninguna perdida en absoluto, incluye temas de los cuales
se pueden rescatar el cómo abordar esta temática con un amigo, con la pareja, con
los hijos, más en especial con los niños, dedica un capítulo completo a cómo
explicar y transmitir la pérdida a estos pequeños.
Un capítulo completo se enfoca en especial a la comprensión de que es la pérdida
y el duelo, habla sobre los sentimientos que se presentan, los pensamientos mas
recurrentes, las recomendaciones de que se debe y que no se debe hacer en estas
situaciones, tanto como terapeuta como persona que atraviesa un duelo. Desglosa
las 5 etapas del duelo mencionada por Elizabeth Kubler-Ross, la negación, la ira, la
negociación, la depresión y la aceptación, menciona como es que se presenta cada
una de ellas y como afectan a la persona, menciona que no es malo vivirlas, y aun
más, no es malo recaer en alguna de ellas, sino que es parte de un proceso en el
cuál el individuo debe vivir para poder avanzar a la tan anhelada última fase, la
aceptación.
Un tema que se aborda no solo en un capítulo, sino en todo el libro es el de los
introyectos o las creencias y no es mencionado como tal, sino que se habla de romer
las creencias que limitan o rodean a la muerte y que retrasan el crecimiento y el
entendimiento de la misma. Estos se deben ir corrigiendo desde pequeños y aún
hasta las edades ulteriores ya que en muchas ocasiones estas dirigen la forma en
que las personas viven y transmiten su duelo.
Ya en las últimas partes del libro se puede hablar sobre la última etapa, el cerrar
ciclos, el aprender a ser feliz, el aceptar la nueva que tal y como lo menciona la
Chávez Hernández Leonardo Daniel
Seminario de Tanatología

autora, nunca jamás volverá a ser la misma, sino que ya ha cambiado total y
radicalmente y puedes ser mucho mejor si se acepta de una manera.
Uno de los sentimientos que más llaman la atención y que se abordan en este libro,
es el sentimiento de culpa, este se presenta en algunas de las etapas del duelo y
es de los principales encargados de regresarnos a etapas anteriores, estos son
ocasionados por las expectativas que otros tienen sobre la persona que está
viviendo el duelo creadas a partir de él mismo, del deber ser, del estar bien o superar
para complacer a otros, pero de la misma manera en el libro se menciona que cada
quien vive el duelo de diferente manera y a su propio ritmo, nadie puede acelerar o
retrasar el duelo del otro, eso depende de cada individuo.
Un tema más que llamó mi atención es el del llanto, en como en nuestra sociedad
es tomado como signo de debilidad o de resignación, en este libro se enseña a
cambiar esa perspectiva para aceptar al llanto y a algunas otras manifestaciones de
las emociones como algo sano, se habla sobre liberar, sobre expresar y no reprimir
nada en absoluto, esto es lo que permitirá el crecimiento de las personas y la
“sanación del alma”, como menciona la autora, el llorar no es malo, al contrario,
limpia el alma y permite exteriorizar ese mal que aflige nuestros corazones.
Este libro es muy recomendable, tanto como para profesionistas dedicados al
estudio de las pérdidas, los duelos, etc. Así como para las personas que atraviesan
un duelo, ya que les permitirá entender y atravesar el proceso de una mejor manera
aprovechando la más mínima emoción y permitiéndolos aprender sobre sí mismos.

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