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Todas las prácticas que impartimos tienen dos elementos que llamamos “parar” y
“ver”. “Parar” implica cultivar una conciencia centrada, calmar la mente y prestar
atención a una cosa a la vez. “Ver”, el cultivo de una conciencia expansiva, amplia, que
nos lleva a entender la naturaleza misma de la experiencia, permitiéndote relacionarte
con la vida desde una perspectiva más fluida, amplia y estable.
Los dos aspectos son importantes. El primero es como mirar de cerca los detalles de
una flor con el zoom de una cámara fotográfica y apreciar y prestar una atención
cariñosa a su belleza. La segunda es como ver la misma flor con una lente gran
angular, dentro del contexto de un gran paisaje, para ver los detalles de la experiencia
dentro de una perspectiva más amplia.
Te animamos a leer el siguiente articulo: La meditación y la gestión del dolor
Aunque cada vez hay más gente que practica la meditación, lo cierto es que en occidente todavía
existen muchas personas que relacionan la palabra meditación con aspectos religiosos, con gurús
o con prácticas sectarias. Pero meditar no es otra cosa que un ejercicio intelectual. Si nos
atenemos al significado etimológico de la palabra, meditación se refiere a una práctica de naturaleza
intelectual a través del cual se potencia la atención y la consciencia en el momento presente.
Qué objetivos tiene meditar
Aunque cada persona puede buscar en la meditación un objetivo diferente, algunos de los más
comunes son:
o
o Misticismo: desarrollar la consciencia de unidad con el todo.
o Descanso mental: acallar la mente y liberarla de las preocupaciones diarias.
o Creatividad: limpiar la mente para hacerla más creativa.
o Felicidad: estimular las zonas del cerebro asignadas a la felicidad.
o Salud: estimular el sistema inmune y los mecanismos de autocuración.
o Relax: liberar el estrés y la ansiedad y permanecer en un estado de bienestar.
o Concentración: potenciar el estado de concentración y memoria.
o Intelecto: incrementar las capacidades intelectuales.
Los puntos clave de la meditación
Sea cual sea el motivo por el que una persona decide empezar a meditar, lo cierto es que la
consecuencia es siempre la misma: un estado mental y físico de serenidad, paz interior,
concentración y creatividad, que se caracteriza por unos rasgos concretos que van en este orden:
o
o Enfoque de la mente en un solo objeto (respiración, ondas de sonido, luz, etc).
o Estado de concentración absoluta en el que el bullicio de la mente se detiene.
o Estado de paz en el que la mente se libera de sus propios pensamientos.
Beneficios de la meditación
La práctica de la meditación tiene unos efectos fisiológicos muy concretos en el organismo, que
además han sido demostrados por la ciencia, lo cual siempre parece dar cierta seguridad en nuestra
civilización, a pesar de que otras muchas disciplinas maravillosas no encuentren su hueco en el
método científico y eso no las convierte en menos eficaces.
Pero bueno, a los amantes de las pruebas científicas les gustará saber que cada vez existen más
estudios clínicos y científicos que demuestran el efecto de la meditación en distintas áreas del
cerebro:
o
o Potencia la salud mental y física
o Aumenta el cociente intelectual
o Desarrolla la inteligencia emocional y la empatía
o Mejora la memoria
o Alivia el estrés, la ansiedad y la depresión
o Reduce la presión sanguínea
o Aumenta la felicidad (literalmente)
Algunos datos curiosos sobre la meditación
A la hora de hacer un estudio científico sobre los efectos de la meditación, lo que se hace es medir
la actividad cerebral a través de un encefalograma. Los estudios demuestran que, según se avanza
en la profundidad de la meditación, nuestro cerebro pasa por distintas etapas:
o
1. Ondas beta: concentración
2. Ondas alfa: relajación, creatividad
3. Ondas theta (meditación profunda): solución de problemas
4. Ondas delta (meditación avanzada): sueño profundo sin dormir
Gracias a esta actividad cerebral, existen algunos estudios que vale la pena revisar para comprobar
los efectos de la práctica meditativa:
o
o Un estudio de la Universidad de Yale concluyó que las personas que practican la meditación a lo largo
de su vida desarrollan una red neuronal con la que tienen mayor consciencia de sí mismos y del
presente y menos ensoñaciones.
o Otro estudio de la Universidad de Wisconsin concluyó que Matthieu Richards, monje budista, es el
hombre más feliz de la tierra, gracias a que la meditación agranda las áreas del cerebro reservadas a
la felicidad.
o La Universidad de Harvard determinó que la meditación reduce la hipertensión arterial y estimula el
sistema inmunológico.
Técnicas para alcanzar ese estado “divino” de la meditación
Existen diversas técnicas para alcanzar un estado elevado de la consciencia que, dependiendo de
cada persona, pueden resultar más o menos sencillas. Lo que para unos puede inducir a un estado
de concentración rápido, a otros requiere un esfuerzo y una fuerza de voluntad salvaje.
Si todavía no has descubierto cuál es la que mejor se adecúa a tus gustos o necesidades, te hacemos
un breve resumen de algunas de las técnicas de meditación más utilizadas:
o
o Respiración
Es una técnica de concentración que utiliza un objeto, una vela, un color, etc, de manera que la atención
debe centrarse en ese objeto hasta que poco a poco la mente se va calmando y llegando al estado
meditativo.
o El sonido
Todas las civilizaciones han recurrido a las ondas de sonido para inducir a estados de concentración,
espirituales o místicos. Campanas, cánticos, mantras, etc… repeticiones de sonidos concretos que
inducen fácilmente al estado meditativo.
Consejos para meditar
Si deseas iniciarte en la práctica de meditación, te ofrecemos algunos consejos para que esta
disciplina te resulte más sencilla:
o
o Un buen momento para meditar es nada más levantarse o antes de acostarse, aunque meditar es una
práctica que puede realizarse en cualquier momento del día.
o Acondiciona una sala en tu casa, en el jardín o en algún espacio donde dispongas de cierta amplitud e
intimidad. Procura que sea un espacio limpio, con pocas cosas, aireado, que te inspire calma y
serenidad.
o Se puede meditar en cualquier postura, pero la postura de loto es la más indicada por la colocación de
la columna vertebral. Si te resulta incómoda o no puedes mantener la espalda recta, puedes ayudarte de
cojines o mantas. Si de todas formas sigues notando incomodidad, utiliza cualquier postura que te
resulte agradable.
o Procura llevar una ropa cómoda, ligera y que te permita respirar libremente, sin opresión.
o Mientras te aplicas en prestar atención a la técnica que hayas elegido, por tu mente cruzarán un sinfín
de pensamientos, sobre todo al principio. No quieras evitarlos. Deja que pasen, como la corriente de
un río, obsérvalos y déjalos ir. Lo importante es que no retengas ninguno, que no te identifiques con
ninguno. Que observes los pensamientos como en una pantalla mental de cine sin hacer juicios. Si vas
tras uno sin darte cuenta, simplemente regresa al estado de concentración. No te culpes por hacerlo; en
eso precisamente consiste el ejercicio.
o Para notar los beneficios de la meditación es necesario un compromiso diario, una rutina, una
disciplina a través de la cual la meditación se convierta en una prioridad.
o El sonido es una de las maneras más sencillas para entrar en el estado meditativo. Si la respiración o
cualquier otro método te resulta incómodo, molesto, aburrido o te requiere demasiada fuerza de
voluntad, prueba a poner un CD con música que te inspire y te induzca a la concentración, como por
ejemplo los cuencos tibetanos. Otra fórmula es recitar mantras. Puedes comenzar con el famoso “Om”.
Es muy sencillo y transporta fácilmente a un estado de concentración, meditación y unión.
Al igual que ocurre con todas las cosas, te aconsejamos que no desistas si no consigues
resultados inmediatos. Es más, lo preferible es que no busques ningún tipo de resultado. Que la
satisfacción sea, en sí, la propia práctica, el momento de calma, la voluntad de cambio y
compromiso con un@ mism@. Investiga las diferentes técnicas que existen para meditar,
ejercicios, prácticas, sonidos, o cualquier herramienta que te permita liberarte de la marabunta de
pensamientos y preocupaciones diarias, hasta que des con tu fórmula magistral. ¡No desistas!
Si quieres conocer más sobre meditación, puedes ver los distintos tipos de meditación, acercarte
al mindfulness, o dejarte llevar por una serie de meditaciones guiadas, de distinta duración y para
diferentes propósitos.