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El concepto del "deber" implica dos supuestos: 1) cualquier ser humano puede pensar desde el
deber ser de las cosas y, notoriamente, sustraer dicho deber ser a cualquier circunstancia
particular que, si bien puede ser atenuante, nunca soslaya el carácter exigible del deber
(universalidad), y 2) todos los seres humanos están compelidos a actuar conforme a este
conocimiento (igualdad).
Existen numerosas objeciones a cada uno de estos supuestos y, sin embargo, cualquiera
reconoce la importancia y utilidad de entender y cumplir con el deber. En otras palabras, sentimos
que al reflexionar de esta manera hacemos algo único a cada individuo y exclusivo del género
humano.
Por tanto, las sociedades humanas en todo tiempo han prestado atención al problema de la ética
aplicada, con la convicción de que su resolución permitirá, en lo individual y lo colectivo por igual,
una vida plena, feliz, buena. No obstante, dicha solución nunca es definitiva y cada nueva idea
se agrega al cuerpo general de la teoría ética. Aún más, las ideas conforman sistemas y los
sistemas éticos tienden a manifestarse como leyes, normas, paradigmas, modelos y guías del
actuar humano en todos los sectores de actividad (política, economía, cultura, medio ambiente,
etc.).
• Imitar las conductas de los hombres reconocidos como "buenos" (ética descriptiva).
• Regular la conducta conforme a reglas de comportamiento establecidas (ética
prescriptiva).
• Considerar y satisfacer el propio deseo o placer (ética naturalista).
• Seguir exclusivamente los dictados de la moral (ética no-naturalista).
• Examinar las normas y seguir sólo aquellas que sean racionalmente correctas y
verdaderas (ética cognitivista).
• Hacer caso a las emociones y otras fuerzas irracionales (ética no-cognitivista).
• Reflexionar sobre nuestras intenciones y motivos y actuar sólo si estos son buenos (ética
de móviles).
• Comportarse de manera que seamos cada vez más perfectos y plenos (ética de fines).
• Actuar con miras al bien que realizaremos en otros o en nosotros mismos (ética de bienes).
• Cumplir con nuestros objetivos y actuar conforme conviene a nuestros intereses (ética
utilitaria).
• Descubrir el bien, fin o valor supremo de nuestra existencia y orientar nuestra conducta
en consonancia (ética material).
• Dirigir nuestra voluntad con perspectivas igualitarias y universales (ética formal).
• Ponernos en el lugar del otro y dialogar sobre qué debemos hacer, procurando incluir a
todos los posibles afectados por nuestra actividad vital (ética procedimental).
• Discutir en comunidad sobre los fines, los bienes y las virtudes vividas colectivamente en
un contexto concreto (ética sustancialista).
• Hacer el mayor bien posible a la mayor cantidad de personas (ética teleológica).
• Dilucidar primero a qué estamos obligados y cumplir con ello (ética de las obligaciones
civiles).
• Optar solo por aquella conducta que esté plenamente identificada con nuestras
convicciones, intensiones y cosmovisión o religión (ética de la intensión).
• Decidir y actuar solamente si aceptamos plenamente los efectos de nuestra decisión o
acción (ética de la responsabilidad).
Estas teorías, esquemáticamente expuestas, dejan constancia de lo que no es la Ética de
Mínimos y Máximos, que abordaremos en seguida.
Pero antes es importante señalar que las teorías se contraponen unas a otras en el orden que
se presentaron. Esto es, la ética prescriptiva y la descriptiva abordan aspectos mutuamente
excluyentes, y así sucesivamente con la ética naturalista y la no-naturalista, etc. Sin embargo,
las categorías contrarias no implican fenómenos morales distintos; es decir, una misma conducta
puede analizarse desde todas las teorías. Ejemplo: (Descriptivo) Paquito cuidó a su madre
convaleciente y nunca más hizo travesuras que la molestaran; (Prescriptivo) Honrarás a tu padre
y a tu madre; ambos casos, versan sobre la piedad filial, es decir, la conducta del buen hijo.
La ética de máximos considera la felicidad que procura una cierta conducta o fenómeno tanto
para el individuo como para su colectividad, por esto se equipara con una ética de lo bueno.
Conlleva, igual que la ética de bienes, un ideal de vida buena o bien vivir, pero no se impone su
observancia, pues la coacción y la coerción son males en sí mismos para los coactados. En
cambio, reviste atractivos sugerentes que procuran convencer de cuán deseable es aquello que
se preconiza como bueno (retomando en cierta medida la ética de la intensión). También implica
una jerarquía de bienes, distinguiendo entre bienes inferiores y superiores de acuerdo con la
maximización de la felicidad—y en esto se parece a la ética teleológica.
Sin embargo, no debemos confundir la ética de máximos con otras teorías éticas. Su objeto es
un estado racional de bienestar que, por consiguiente, admite una pluralidad de definiciones
racionales, personales o colectivas, de felicidad (Cortina & Martínez Navarro, 2001, pág. 117).
La ética de mínimos propone, por su parte, como criterio de valoración del fenómeno moral la
justicia, es decir, es una teoría de lo justo.
En su vertiente rawliana, la justicia es una generalización del contrato social que incorpora los
planteamientos previos de Locke, Rousseau y Kant, adecuándolos a las sociedades
contemporáneas.
Así, la justicia es una posición de equidad, a partir de la cual los individuos se obligan en acuerdos
sucesivos, sin el riesgo de perder ni alienar sus derechos elementales, pudiendo en cambio
incrementar su participación en los bienes sociales mediante la adquisición de mayores
responsabilidades (Rawls, 1971, pág. 207). Por tanto, la ética de mínimos de hecho postula la
equidad distributiva, que no debemos confundir con igualdad distributiva, la cual es repudiada
por Rawls como algo indeseable porque aniquila el incentivo a ser uno mismo.
No está de más precisar que el contenido de tal justicia es objetivo (ética cognitivista) y emerge
a partir de una relación universal e igualitaria (ética formal), que corresponde a las razones y
deseos de gobernados y gobernantes por igual (ética de la responsabilidad).
Por tanto, la ética de máximos y mínimos reconcilia juicios subjetivos y juicios universales
(objetivos).
De un total de 27,208 habitantes, 52.13% resultaron mujeres, de las cuales una mayoría tiene
menos de 54 años (INEGI, 2010). Sin embargo, la tasa de mortalidad infantil ascendió a 19.39%;
y la tasa de fecundidad se encontraba en 3.07 hijos, ambos datos de 2005. Esto supone un
terrible retraso en materia de salud materno-infantil y una explotación directa de la mujer, que ve
truncadas sus posibilidades de educación e independencia económica, a pesar de ser el grupo
mayoritario de la población local.
Por tanto, para promover la convivencia justa entre hombres y mujeres, habría que atender con
prioridad las necesidades reproductivas femeninas y educar sexualmente a todos, a fin de que
gocen iguales condiciones para interactuar con e integrarse a la población masculina.
Respecto a tomar decisiones de manera democrática, resalta el hecho que el nuevo
ayuntamiento se encuentra dirigido por Ana Rosa Bueno Macías (Garibaldi, 2018), por lo que la
cuestión de género parece avanzar en lo estrictamente local, aunque a nivel estatal siga siendo
materia pendiente, toda vez que sólo 13 de los 46 municipios de Guanajuato son presididos por
una mujer (Flores, 2018). Aún así, valdría la pena analizar si las cueramarénses gozan de poder
adquisitivo y de decisión cuantitativamente equivalente al de sus "pares" masculinos.
Reflexionar sobre la participación ciudadana justa requiere considerar los importantes pendientes
en materia de Transparencia y Rendición de Cuentas que el municipio de Cuerámaro presenta.
Según el dictamen oficial, la administración pública de Cuerámaro sólo había cumplido el 4.3%
de sus obligaciones de transparencia a la fecha de corte (IACIP, 2017). Toda vez que la
información pública es el detonador e insumo principal de la participación ciudadana, no se puede
decir que esta sea plena y que una mayoría de habitantes tome parte en la vida pública de su
municipio.
Lo anterior se puede evaluar a partir de una batería de indicadores que aborden la escolaridad
de la Población Económicamente Activa, las redes empresariales, la cantidad de investigadores
y patentes, la productividad laboral, el índice de informalidad laboral, el acceso a internet de
banda ancha y la suficiencia vial, con base en los datos estadísticos estatales (SEIEG, s.f.).
Indicador Valor
23.28% de la población municipal tiene por lo menos un grado de
Escolaridad PEA
educación media superior
Redes
En Cuerámaro se registras 0 (cero) redes empresariales
empresariales
Cuerámaro tiene un índice de productividad (0.48) menor a la media
Productividad
estatal (0.64)
Informalidad 94% de la población del municipio trabaja informalmente
13.913 viviendas de cada 100 en el municipio tiene servicio de internet
Acceso a internet
de banda ancha
El índice de Engel sobre la capacidad de la red vial ubica a Cuerámaro
Suficiencia vial
(8.092) por encima de la media estatal (7.7).
Los datos anteriores indican que a pesar de la infraestructura social, el municipio de Cuerámaro
no está integrado en la economía estatal. Esto supone que los jóvenes viajen fuera del municipio
para completar sus estudios superiores, ocasionando un alto costo ecológico por el consumo de
recursos en transporte público o privado. De igual manera, la falta de trabajo formal aumenta la
presión sobre los recursos naturales, mientras que la baja productividad es reflejo de actividades
económicas desarticuladas, como la agricultura y la ganadería extensivas, que demandan el
desmonte de grandes extensiones de tierra e impactan el ecosistema local. Finalmente, el
limitado acceso a Internet es un indicador seguro de la escaza penetración de ideas y acciones
que dependen mayoritariamente de las redes sociales para su difusión, tal como los Objetivos
de Desarrollo Sustentable de la ONU y el voluntariado para la protección y remediación del daño
ecológico.
Propuesta para una democratización de las decisiones que afecten el ámbito local: Celebración
del día ciudadano mensual, en la plaza principal del municipio, en que el Ayuntamiento expone
las decisiones administrativas pendientes en la agenda pública local, manifestando de manera
clara y concisa los temas, los afectados y las alternativas de solución, con intervenciones del
público presente y un proceso consultivo al final del evento, que será considerado durante la
Sesión de Ayuntamiento que defina la política pública a seguir en cada caso.
Estas propuestas rescatan y aplican el espíritu bolivariano que busca una mayor autonomía e
independencia para los pueblos de América Latina.
BIBLIOGRAFÍA
CONEVAL. (2017). Medición de la pobreza. Índice de rezago social 2000-2015. Consejo
Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social: CDMX.
IACIP. (24 de nov de 2017). Dictámen técnico de la segunda fase de verificación diagnóstica
sobre el cumplimiento de las obligaciones de transparencia a cargo del sujeto obligado.
Recuperado el 16 de oct de 2018, de Dirección de asuntos jurídicos para el Instituto de
Acceso a la Información Pública para el Estado de Guanajuato: http://iacip-
gto.org.mx/IPO/DJ/33_d/Cueramaro.pdf