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Barkley's model of self-regulation applied to attention deficit hyperactivity


disorder: A review

Article  in  Revista de neurologia · March 2005


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Mateu Servera
University of the Balearic Islands
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Examining the internal, external, and diagnostic validity of Sluggish Cognitive Tempo View project

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REVISIÓN

Modelo de autorregulación de Barkley aplicado al trastorno


por déficit de atención con hiperactividad: una revisión
M. Servera-Barceló

BARKLEY’S MODEL OF SELF-REGULATION APPLIED TO ATTENTION


DEFICIT HYPERACTIVITY DISORDER: A REVIEW
Summary. Aim. The aim of this study was to carry out a review of Barkley’s model of self-regulation and executive functions
(EF) applied to attention deficit hyperactivity disorder (ADHD). Development and conclusions. Our starting point was the
discrepancy between the description and the explanation of the disorder; that is to say, on the one hand important advances
have been made from the applied point of view, but on the other hand we still do not have an overall explanation of the problem.
The causes of ADHD are then reviewed as regards both specific aetiological factors and the wider reaching explanatory models.
In this latter case, as antecedents and contributions prior to the model of self-regulation, we examine Douglas’s attentional
model and three models based on the concept of behavioural inhibition: Quay’s neurobehavioural, Schachar’s competitive, and
Sergeant and van deer Meere’s energetic models. Barkley’s model was initially based on ‘behavioural inhibition’, but eventually
the limitations that were detected and new lines of research led him to advance towards self-regulation. The main components
of the model are reviewed: behavioural inhibition processes, the very concept of self-regulation/self-control, the EF involved,
and motor control. The model is applied to the behaviour and characteristics of children with ADHD, and its implications in the
fields of evaluation and treatment are discussed. Finally, we outline some of its main controversies and, in the conclusions, its
strong and weak points are highlighted. [REV NEUROL 2005; 40: 358-68]
Key words. ADHD. Behavioural inhibition. Executive functions. Self-regulation.

INTRODUCCIÓN puesta ha funcionado razonablemente bien: se han generado


El trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH), múltiples recursos para la evaluación y el tratamiento del TDAH
probablemente, y dejando al margen las discapacidades psíqui- [2]. Sin embargo, no hay que confundir el progreso tecnológico
cas, sea el trastorno psicopatológico de mayor impacto en el des- o aplicado con el progreso científico. Tal como apuntó Barkley
arrollo y en la vida del niño, su familia y su entorno en general. [3], la mayoría de la investigación basada en la naturaleza del
Tras más de cien años desde la primera descripción del síndrome TDAH es exploratoria o descriptiva y, en todo caso, ateórica. La
hipercinético por parte de Sir George Still, nos encontramos con verdad es que podemos distinguir claramente dos estrategias
infinidad de trabajos sobre el tema, desde todas las ópticas posi- para entender y explicar el TDAH, en absoluto opuestas, pero
bles; sin embargo, persisten dificultades, lagunas y polémicas. con diferente desarrollo: los estudios etiológicos y los modelos
Barkley [1] propuso la siguiente definición del trastorno, en la teóricos. Ha habido muchas más propuestas centradas en los fac-
que se intuye la discrepancia entre el fenómeno y su compren- tores etiológicos que en modelos estructurados, aunque hoy en
sión: ‘El TDAH es un trastorno del desarrollo caracterizado por día tengamos conciencia de que el TDAH es una dimensión psi-
unos niveles evolutivamente inapropiados de problemas atencio- copatológica compleja y difícil de reducir a un número limitado
nales, sobreactividad e impulsividad. Normalmente surgen ya en de factores. Por otra parte, los modelos de los años setenta,
la primera infancia, son de naturaleza relativamente crónica y no ochenta y noventa, aun intentando abarcar dicha complejidad,
pueden explicarse por ningún déficit neurológico importante ni también presentaban limitaciones. La publicación en 1997 de la
por otros de tipo sensorial, motor o del habla, sin que tampoco se obra ADHD and the nature of self-control, de Russell A. Barkley
detecte retraso mental o trastornos emocionales graves. Estas [4], supuso, a nuestro juicio, un cambio importante en esta situa-
dificultades guardan una gran relación con una dificultad para ción; como veremos a continuación, no tanto porque dé una
seguir las «conductas gobernadas por reglas» (CGR) y con pro- solución definitiva al tema, cosa harto difícil obviamente, sino
blemas para mantener una forma de trabajo consistente a lo lar- porque realiza un claro esfuerzo integrador entre las dos vías de
go de períodos de tiempo más o menos largos’. investigación mencionadas y consigue un marco global en donde
Al menos en los últimos veinte años, ha existido un consen- la conceptualización, la explicación, la evaluación y el trata-
so implícito para diagnosticar el TDAH en función de los déficit miento del TDAH van de la mano. Desde luego, también ha
en dos dimensiones del funcionamiento cognitivo y conductual: generado cierta polémica, y le quedan bastantes aspectos que
la inatención y la sobreactividad motora/impulsividad. Desde el desarrollar, pero actualmente es el marco de trabajo fundamental
punto de vista aplicado, aun con sus claras limitaciones, la pro- para cualquier experto en TDAH. Antes de pasar al modelo de
Barkley, revisaremos someramente tanto algunos factores etioló-
gicos como otros modelos previos de los que el autor se nutre.
Aceptado: 25.10.04.
Departamento de Psicología. Institut Universitari d’Investigacions en Cièn-
cies de la Salut (IUNICS). Universitat de les Illes Balears. Palma de Ma- CAUSAS DEL TDAH EN FUNCIÓN
llorca, Baleares, España.
DE FACTORES ETIOLÓGICOS
Correspondencia: Dr. Mateu Servera. Dpto. de Psicología. Universitat de
les Illes Balears. Campus UIB. Ctra. Valldemossa, km 7,5. E-07122 Palma Por lo que respecta a la investigación etiológica del TDAH, no
de Mallorca. E-mail: mateus@uib.es hay duda de que ha supuesto un avance importante, pero mati-
© 2005, REVISTA DE NEUROLOGÍA zable. Dejamos de lado, de entrada, los factores ambientales,

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MODELO DE AUTORREGULACIÓN Y TDAH

como componentes alimenticios, toxinas o estilos educativos, una novedad, ya que, desde hacía años, estos niños, aparte de
ya que, aun pudiéndose considerar en el mejor de los casos hiperactivos, se catalogaban como extremadamente distraíbles,
moduladores, no presentan evidencia causal [3]. Otra cosa es el sin capacidad de focalización o selectividad atencional. Pero los
caso de la genética y la neurofisiología. Por ejemplo, tal y como trabajos de Douglas no destacaban este tipo de problemas, sino
revisa Barkley [3], los estudios con antecedentes familiares, los que surgían en tareas de rendimiento continuo en ausencia
gemelos monocigóticos y dicigóticos y niños adoptados han de reforzadores externos inmediatos. Estas tareas miden funda-
demostrado a menudo la alta heredabilidad del TDAH; pero, mentalmente dos aspectos: la capacidad de atención sostenida
¿estamos actualmente en condiciones de hablar de un gen en –detectar los estímulos que contituyen el objetivos durante lar-
concreto? El gen tipo 2 dopamina y el DAT1 –gen transportador gos períodos de tiempo– y la impulsividad o control motor –res-
de dopamina– mostraron a principios de los noventa cierta ponder sólo ante los estímulos objetivos–. Esta variable, la aten-
implicación, finalmente no contrastada [5]. Más recientemente, ción sostenida/vigilancia, ocupará siempre un lugar central en
otros genes relacionados con la dopamina, el DRD4 [6] y el el modelo de Douglas, pero existen otros elementos destacados.
DRD5 [7], han mostrado relaciones más interesantes, aunque En conclusión, la autora atribuye el origen del TDAH a la pre-
los resultados no pueden considerarse como definitivos. sencia de cuatro predisposiciones básicas en el niño (en princi-
Por otra parte, los estudios neurofisiológicos han aportado pio de naturaleza constitucional, pero moduladas por factores
resultados de gran interés, aunque tampoco definitivos. Hoy día ambientales):
sabemos que, en contra de lo que pueda parecer por su compor- – Un rechazo o muy poco interés por dedicar atención y es-
tamiento, los niños con TDAH presentan una hipoactivación fuerzo a tareas complejas.
cortical generalizada. También presentan, al menos en un por- – Una tendencia hacia la búsqueda de estimulación y/o grati-
centaje significativo de casos, una disminución del volumen ficación inmediata.
estructural del córtex prefrontal derecho, el núcleo estriado, el – Poca capacidad para inhibir respuestas impulsivas.
cuerpo calloso y el cerebelo derecho, y en las mismas zonas, – Poca capacidad para regular la activación en la resolución
con cierta asiduidad, se ha detectado una menor actividad eléc- de problemas.
trica, un menor flujo sanguíneo y una alteración en la disponibi-
lidad de dopamina y noradrenalina. No obstante, también hay Este patrón comportamental y de procesamiento de la informa-
que reconocer que en bastantes casos las técnicas de explora- ción que caracteriza el funcionamiento del niño provoca a la lar-
ción a través de la neuroimagen no detectan ningún tipo de pro- ga deficiencias secundarias, en general de orden cognitivo, y
blema relevante en niños con TDAH, y que gran parte de las que se agrupan en tres grandes áreas: déficit en el desarrollo de
evidencias de disfunción bioquímica se deben a datos indirectos esquemas y estrategias –déficit en la resolución de problemas–,
(buena respuesta a psicofármacos). déficit en motivación intrínseca asociada a pobre rendimiento
Aunque la investigación etiológica en el ámbito biológico –expectativa de fracaso e incapacidad– y, por último, déficit
parece configurar un perfil predisponente y/o peculiar del metacognitivos –incapacidad para planificar y controlar la ac-
TDAH, el trastorno admite análisis más complejos desde el ción propia–. Al final, normalmente ya en la preadolescencia, el
punto de vista neuroconductual. Esta vía es la que han seguido proceso culmina en continuas experiencias de fracaso, tanto en
la mayoría de los modelos explicativos científicos y, por su- el ámbito educativo como en el social. Estos fracasos ayudan a
puesto, el de autorregulación que nos ocupa. Por eso, antes de perpetuar el patrón de las predisposiciones básicas y cierran una
entrar en él, revisaremos sus antecedentes, entre, por un lado, el espiral de mutua influencia, en donde, aunque pueden darse
modelo atencional de Douglas y, por otro, los centrados en el diversas formas, prevalece fundamentalmente un déficit de hi-
déficit de inhibición conductual. poactivación cortical (búsqueda de sensaciones, precipitación,
incapacidad para mantener la atención, etc.).
Aunque es evidente que el modelo atencional de Douglas
CAUSAS DEL TDAH A TRAVÉS es uno de los más potentes e influyentes, en los mismos años
DE MODELOS EXPLICATIVOS ochenta surgieron ya algunas dudas [11-13]. Entre otras cues-
Modelo atencional de Douglas tiones, destaca que en el modelo de Douglas se da prioridad a
Virginia Douglas [8-10], desde el Instituto McGill de Canadá, los problemas de atención e impulsividad sobre la hiperactivi-
revolucionó lo que hasta ese momento se definía como síndro- dad, cuando los tres constructos presentan parecidas caracte-
me reactivo hipercinético e impulsó el término TDAH, que uti- rísticas multidimensionales y de especificidad situacional.
lizamos hoy día. El punto de partida de su modelo fueron sus Por otra parte, el modelo parte de unas ‘predisposiciones bási-
trabajos con muestras de niños afectados de problemas de hi- cas’ de difícil validación experimental, así como también lo
peractividad, conducta y aprendizaje, a los que se aplicaba una son aspectos de la interrelación que mantienen con las otras
amplia batería de pruebas de evaluación; entre ellas, destacaban predisposiciones secundarias y los resultados finales. Tam-
especialmente las tareas de laboratorio provenientes del campo bién se argumenta un problema de reificación, puesto que
de la psicología del procesamiento de la información. El mode- estos resultados finales son bastante similares a las predispo-
lo se gestó en aproximadamente veinte años y pasó por diferen- siciones que supuestamente desencadenan el trastorno. Por
tes etapas; pero, en síntesis, lo más relevante desde el principio otra parte, los problemas de desinhibición conductual (impul-
es que se relegaba a un segundo plano a la sobreactividad moto- sividad e hiperactividad) no podían considerarse en muchos
ra, por aparecer como una variable inespecífica y muy afectada casos tan secundarios como se desprende del modelo atencio-
por variables madurativas y situacionales. En cambio, y muy nal. En el mejor de los casos, este modelo se ajustaría al sub-
especialmente para los niños conocidos como ‘hiperactivos’, la tipo de TDA sin hiperactividad, una categoría diagnóstica dis-
variable que resultó crítica frente a otros trastornos y muestras cutible que, además, sería frecuentemente menos grave que el
normales fueron los problemas atencionales. Ello no suponía TDAH combinado.

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M. SERVERA-BARCELÓ

Modelo de desinhibición conductual de Barkley En cuanto al segundo tipo de déficit, Barkley entiende que
A finales de los años ochenta es cuando surge una visión ‘heré- la anormal respuesta en el TDAH a los estímulos y consecuen-
tica’ –tal como la califica su impulsor, Russell A. Barkley [1], tes del medio hay que buscarla, tras descartar que se trate de un
del TDAH–. Se trata de una alternativa al modelo atencional problema de detección sensorial o discapacidad, en:
que, en su primera época, se basa fundamentalmente en el fenó- – Un déficit en el efecto de los estímulos reforzadores.
meno de la ‘desinhibición conductual’. Para empezar, propone – Un efecto inusualmente rápido de habituación o de saciedad
una reconceptualización de los dos elementos definitorios del a estos estímulos.
TDAH: la inatención y la impulsividad. La naturaleza multidi- – Un déficit en la manera habitual con la que los programas de
mensional y compleja de ambas dimensiones nos ha llevado a refuerzo (p. ej., los parciales) mantienen la conducta de los
una casi imposibilidad integradora de los datos de investiga- individuos.
ción, a menudo contradictorios. Para afrontar la respuesta, Bar-
kley [1] da un salto en el tiempo y recupera el análisis conduc- Varios estudios neuropsicofisiológicos han apoyado estas posi-
tual que Skinner [14] aplicó sobre la atención y la impulsividad bilidades. Por ejemplo, Zentall [18] encontró datos a favor de
y, básicamente, está de acuerdo con el psicólogo conductista en umbrales de activación más elevados en los niños con TDAH;
que estamos ante un problema de ‘control de estímulos’: la por tanto, cuando decrece el nivel de estimulación ambiental,
inatención se puede conceptualizar como la baja relación que se las conductas inatentas e hiperactivas serían un sistema de com-
da entre un estímulo y la conducta que previsiblemente debería pensación para mantener en su nivel óptimo de activación al
desencadenar, mientras que la impulsividad refleja, por un lado, SNC. Haenlein y Caul [13] encontraron datos favorables a que
una incapacidad para demorar reforzadores y, por otro, precipi- los umbrales de reforzamiento en las áreas corticales implicadas
tación en la consideración de las condiciones estimulares pre- en este tipo de aprendizaje pueden ser demasiado altos, de
sentes. Este enfoque inicial le vale no pocas críticas a Barkley modo que el mismo tipo o la misma cantidad de reforzadores
–véase la polémica en sendas réplicas y contrarréplicas que se positivos tiene efectos más débiles para los niños hiperactivos
dan Douglas y el autor en la compilación de Bloomingdale y que para los niños normales. Por último, Quay [19] mostró que
Swanson [15]–, aunque él deje claro que la perspectiva skinne- el TDAH puede deberse a una disminución de la actividad del
riana le sirve únicamente para representar la conducta prototípi- sistema de inhibición conductual –véase más adelante–, de
ca en el TDAH, pero no para explicarla; es decir, lo que se modo que el castigo o su amenaza no consigue inhibir o regular
observa es que multitud de eventos que normalmente incitan las conductas como en los demás niños.
conductas previsibles en la mayoría de los individuos, en aque- Por tanto, y como conclusión a esta primera época del
llos que padecen TDAH no lo hacen. Pero la cuestión es: ¿por modelo de Barkley, el TDAH se explica por déficit en las CGR
qué no lo hacen? Barkley [1] responde a ello dentro de un mar- y por una relativa insensibilidad a los estímulos ambientales.
co neuroconductual, y expone que lo genuino del comporta- Estos déficit tienen referentes neurofisiológicos y, en su conjun-
miento de los niños con TDAH son dos tipos de déficit: to, tanto la parte más conductual como la más biológica, encaja-
– Una incapacidad para generar CGR. rían en un modelo de trastorno por desinhibición conductual,
– Una respuesta anormal a las consecuencias del medio. que sería el punto clave en la investigación sobre el TDAH. Es
evidente, llegados a este punto, que el modelo de Barkley quería
Para analizar el primer déficit, Barkley [1] se apoya todavía en profundizar en esta línea, pero no se trataba de un camino total-
otro concepto clave de Skinner [16]: la distinción entre las con- mente novedoso. Al menos otros tres modelos han servido de
ductas moldeadas por las contingencias (contingency-shaped base a la progresión del modelo de autorregulación, todos ellos
behaviors) y las CGR (rule-governed behaviors). Las primeras centrados en analizar los problemas del TDAH a partir de un
son las típicas derivadas del paradigma del condicionamiento déficit en inhibición conductual: el modelo neuroconductual de
operante –se ejecutan en presencia de estímulos discriminativos Quay, el modelo competitivo de Schachar y el modelo energéti-
y/o reforzadores que se intuyen inmediatos–; en cambio, las se- co de Sergeant y van deer Meere.
gundas se adentran en el campo del autocontrol – véase Hayes
[17] para una extensa revisión de este concepto–. Las CGR son Otros modelos basados en la desinhibición conductual
aquellas en las que los objetivos y consecuentes de la conducta Herbert Quay se basó en el modelo neuropsicológico de la ansie-
dependen de estímulos verbales –por tanto, no se presentan en dad de Jeffrey Gray para explicar el origen de la desinhibición en
el ambiente–. Expresan el control de la conducta por parte del el TDAH. El modelo de Gray [20] definió dos estructuras cere-
lenguaje, lo que evolutivamente ocurriría primero a partir de la brales, los sistemas de inhibición conductual (SIC) y los de acti-
influencia del adulto y después, tras un proceso de maduración vación (SAC), para explicar la respuesta emocional. De modo
e interiorización, sería el propio niño quien lo asumiría. Por tan- simplificado, el SAC está formado por el denominado sistema de
to, en una CGR se asume la presencia de un proceso de ‘cumpli- recompensa de Olds, en especial por el área septal, el haz medial
miento’; se da una norma y, acto seguido o relativamente en del cerebro anterior y el hipotálamo lateral. Por su parte, el SIC
poco tiempo, debe darse la conducta, así como de ‘seguimien- engloba principalmente estructuras del área medial septal, el
to’: el niño debe ser capaz de autogenerar la norma para mante- hipocampo, el córtex y el núcleo caudado frontal orbital. De
ner la conducta en el tiempo en ausencia de control externo. acuerdo con su propuesta, tanto los aprendizajes por reforza-
Como expuso Zentall [18] en el caso de los niños con TDAH, miento positivo –conductas que se recompensan– como negativo
estamos más bien ante un problema de control clínico que de –conductas de escape o evitación de consecuencias aversivas–
cumplimiento; por eso, a menudo los padres y los maestros se son regulados por el SAC: los estímulos que causan estas con-
quejan de que si están continuamente encima del niño éste rea- ductas reforzadas incrementan la actividad de este sistema. Por
liza sus tareas; pero que, a la mínima que ceda algo este control, el contrario, los estímulos que causan condiciones de castigo
el niño deja de hacerlas. –conductas aprendidas por las que el sujeto recibe consecuen-

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MODELO DE AUTORREGULACIÓN Y TDAH

cias aversivas– o de extinción –conductas por las que el sujeto objetivos aparecen con mucha frecuencia y hacen trabajar funda-
deja de ser recompensado–, incrementan la actividad del SIC. El mentalmente al sistema de arousal– y las de vigilancia –los estí-
modelo se completa con el sistema fight-flight (de ataque-huida), mulos objetivos aparecen con baja frecuencia y hacen trabajar
que es el que se activa ante estímulos amenazantes novedosos o fundamentalmente al sistema de activación–. Para van deer Mee-
sorprendentes. Quay extiende la propuesta de Gray al TDAH y re [26], conocer la naturaleza del déficit atencional con estas
afirma que la impulsividad típica del trastorno se debe a una acti- tareas no depende tanto del rendimiento final como de su decre-
vidad disminuida del SIC. Entre las distintas hipótesis que deri- mento a través del tiempo: en el rendimiento influyen múltiples
van del modelo, la que ha obtenido más evidencias es la que pre- factores, pero la aparición de una función de decremento se atri-
dice que los niños con TDAH serán menos sensibles a los estí- buye a los sistemas mencionados. Los datos empíricos han mos-
mulos aversivos, especialmente en paradigmas de evitación pasi- trado, por un lado, que en las tareas de rendimiento continuo los
va [21]. Otras predicciones del modelo indican que estos niños sujetos con TDAH suelen rendir peor que los normales, pero no
presentarán mayor resistencia a la extinción tras períodos de muestran una función de decremento claramente diferencial; es
refuerzo continuo y menor tras condiciones de refuerzo parcial decir, no parece que el sistema de arousal (la alerta atencional)
–al revés de lo que ocurre normalmente–; que tendrán menor sea el deteriorado. Por otro lado, en cambio, en las tareas de vigi-
capacidad de inhibición de respuesta en paradigmas de evitación lancia sí que se observa, además de un peor rendimiento, un
pasiva –donde, precisamente, las consecuencias aversivas se evi- decremento anormal (más rápido y más acusado) en los niños
tan con el no responder–; que mostrarán esa misma incapacidad con TDAH. Por tanto, el déficit estaría en el sistema de activa-
de inhibición tanto ante los estímulos novedosos como ante estí- ción, es decir, en los problemas de regulación, especialmente de
mulos condicionados aversivos, y, finalmente, que mostrarán un inhibición de la respuesta motora. Además, el sistema de esfuer-
incremento en sus tasas de respuesta en programas de reforza- zo no parece realizar bien su función: aun cuando se dan condi-
miento fijos, ya sea de razón o de intervalo, cuando prácticamen- ciones específicas de refuerzo externo, los niños con TDAH no
te todos los hacen en programas variables. Aunque no todas las consiguen normalizar del todo su curva de decremento.
hipótesis han obtenido igual apoyo [21,22], no hay duda que se El modelo de Barkley [3] es deudor de los tres modelos de
trata de un modelo de gran valor para la comprensión del TDAH. inhibición conductual revisados, pero no considera que den una
Por su parte, Schachar et al [23] han intentado explicar los solución completa a la conceptualización del TDAH. Diferentes
déficit de inhibición conductual asociados al TDAH a través del razones, que a continuación expondremos, le empujan hacia la
modelo competitivo de Logan. Según éste, los estímulos am- necesidad de definir un modelo integrador de mayor calado.
bientales compiten a la hora de desencadenar señales de activa-
ción o inhibición de respuesta cortical, y tiende a prevalecer y
permanecer la primera señal que gana. Utilizando el paradigma MODELO DE AUTORREGULACIÓN DE BARKLEY
de la señal de stop –tareas atencionales en las que una señal pre- Razones para un nuevo modelo
establecida de stop determina la acción del sujeto: sin la señal En resumen, según Barkley, podríamos considerar que existen
debe responder ante determinados estímulos objetivos, pero cinco razones que justifican un modelo de más amplio espectro
cuando aparece, debe dejar de responder o cambiar la respues- para explicar el TDAH:
ta–, se ha observado que la respuesta de inhibición de los suje- 1. El déficit atencional ocupa un lugar central, sin que real-
tos con TDAH es más lenta y más deficitaria [24,25]. mente se haya conseguido definir su naturaleza y sus impli-
Por último, Sergeant y van deer Meere han explicado el défi- caciones. Se han propuesto elementos de filtrado atencional,
cit en la inhibición de respuesta del TDAH con su modelo ener- de selección, de focalización, más tarde de mantenimiento
gético, en el marco de la teoría del procesamiento de la informa- y, finalmente, con el modelo energético, de procesamiento
ción [26-28]. El modelo se basa en una distinción inicial entre de la información, sin que se llegue a definir un marco satis-
dos términos: arousal y activación cortical. Aunque ambos res- factorio. Por ejemplo, en el caso del modelo energético, se
ponden a un concepto unitario de los estados de vigilancia, aler- propone de manera muy interesante una distinción entre las
ta y respuesta del SNC, el arousal hace referencia al efecto de funciones de alerta y respuesta atencional, pero la prepon-
alerta de los sistemas sensoriales, mientras que la activación derancia de la segunda sobre la primera, que de hecho esta-
hace referencia al control de la preparación de la respuesta moto- ría ligada a procesos de autocontrol, se intenta circunscribir
ra. El arousal se localiza en el área limbicofrontal, bajo la al sistema sensorial de procesamiento de la información,
influencia primordial de los neurotransmisores noradrenalina y cuando son otras las zonas corticales más implicadas en los
serotonina, mientras que el sistema de activación se localiza en mecanismos de autorregulación.
los ganglios basales, bajo la influencia fundamental de la dopa- 2. Un modelo explicativo del TDAH debe poder ligar las dos
mina y la acetilcolina. La optimización de ambos sistemas de- dimensiones clínicas básicas del trastorno: la ‘hiperac-
pende de un tercero, llamado de esfuerzo –con el hipocampo co- tiva/impulsiva’ y la ‘inatencional’. Se necesita encontrar la
mo área central–, que es el encargado de detectar si se dan pro- estructura subyacente que pueda dar cuenta de esta sintoma-
blemas de funcionamiento y, de acuerdo con la presencia o no de tología.
factores motivacionales, les asigna mayor o menor capacidad de 3. Un modelo explicativo del TDAH también debe ligar las
trabajo. El modelo energético se ha propuesto determinar dónde dos dimensiones anteriormente mencionadas con las fun-
se originan los problemas de los sujetos con TDAH: ¿es en el ciones ejecutivas (FE) y metacognitivas deterioradas en el
procesamiento inicial de la información (el mecanismo de arou- TDAH. Barkley [3] expone en el tercer capítulo de su obra
sal)?, ¿es en el posterior control de respuesta (el mecanismo de gran cantidad de evidencias que incluso hacen pensar que
activación)?, ¿o es en los dos? Los trabajos del grupo de Ser- los problemas en tales funciones son primarias en el TDAH
geant bajo el paradigma de la atención sostenida han utilizado y conceptualizables bajo la denominación común de ‘pro-
dos tipos de tareas: las de rendimiento continuo –los estímulos blemas de autorregulación’.

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M. SERVERA-BARCELÓ

4. En el marco anteriormente expuesto, un modelo explicativo último elemento de la inhibición conductual es el control de
del TDAH deberá armonizar aspectos de la psicología evo- interferencia. En el momento que el niño es capaz de introducir
lutiva y de la psicopatología del desarrollo con los déficit períodos de demora para la toma de decisiones, es especialmen-
en la autorregulación. No hay excesivas dudas de que el te importante que los proteja de las interrupciones e interferen-
TDAH implica un retraso en los procesos de maduración; cias que pueden derivar tanto de estímulos ambientales como
sin embargo, rara vez este factor evolutivo se ha especifica- interioceptivos. Esta propuesta es bastante coincidente con la
do y ha pasado a formar parte del modelo explicativo del teoría del córtex prefrontal de Fuster [32], sólo que en el caso de
trastorno. Barkley, como veremos más adelante, se produce una relación
5. Un modelo explicativo del TDAH debe tener una perspecti- directa entre los procesos de inhibición conductual y algunas
va científica: no sólo debe integrar lo ya conocido sobre el FE que desemboca en un trastorno de la autorregulación.
trastorno –que es lo que fundamentalmente se ha intentado
hasta el momento–, sino que debe ser capaz de generar Concepto de autorregulación en Barkley
hipótesis y predicciones del fenómeno. Debe ser capaz de Barkley [4] define la autorregulación –o autocontrol; para él,
poner en marcha líneas de investigación novedosas, a partir términos sinónimos– como cualquier respuesta o cadena de res-
de las proposiciones que dependen de él. puestas del individuo que altera la probabilidad de que ocurra
una respuesta que normalmente sigue a un evento, y que ade-
Por estas razones, además de por la propia inercia de años de más altera a largo plazo la probabilidad de sus consecuencias
investigación de vanguardia plasmada en diferentes revisiones asociadas. Entre sus implicaciones cabe destacar que en la auto-
del propio Barkley [1,3,4,29,30], el modelo evolucionó hacia rregulación la conducta se centra más en el individuo que en el
una clara potenciación del concepto de ‘autorregulación’. En evento, se altera la probabilidad de que ocurra de modo subsi-
esta línea, Barkley ha enhebrado una propuesta en donde tie- guiente al evento, se trabaja para resultados a largo plazo –a
nen cabida aspectos etiopatogénicos, así como algunos de los veces frente a ganancias inmediatas–, se desarrolla una capaci-
elementos comunes de los modelos previos, pero con nuevas dad para la organización temporal de las consecuencias de la
incorporaciones: la teoría del lenguaje humano de Bronowski conducta, para ‘conjeturar el futuro’ [3]. En realidad el factor
[31], la teoría del córtex prefrontal de Fuster [32,33], la teoría del tiempo, como veremos más adelante, se establece como la
de la memoria de trabajo o de representación de Goldman- clave de la autorregulación; en los procedimientos de respuesta
Rakic [34] y la teoría de los marcadores somáticos de Damasio automatizados, dicha demora no se da o es circunstancial; sin
[35]. En realidad, como afirma el propio autor, el modelo de embargo, la demora entre el estímulo y la conducta de respon-
autorregulación es ‘una teoría de las funciones de lóbulo pre- der es el espacio de acción de las FE de control.
frontal o, en su caso, del sistema de las FE’ [3]. El modelo se
basa en el análisis de las interrelaciones entre la inhibición Funciones ejecutivas en la autorregulación
conductual, las FE y la autorregulación. Estos constructos psi- Las FE hacen referencia a aquellas acciones autodirigidas del
cológicos coinciden en que tienen su base neurológica en el individuo que usa para autorregularse. Las cuatro FE del mode-
córtex prefrontal y se definen e interrelacionan del modo que lo de Barkley son:
se explica a continuación. – La memoria de trabajo no verbal.
– La memoria de trabajo verbal (o el habla internalizada).
Procesos de inhibición conductual – El autocontrol de la activación, la motivación y el afecto.
La inhibición conductual incluye tres procesos interrelacionados: – La reconstitución.
– La capacidad para inhibir respuestas prepotentes.
– La capacidad para detener patrones de respuesta habituales En conjunto, comparten el mismo propósito: internalizar con-
y permitir una demora en la toma de decisión. ductas para anticipar cambios en el futuro y, de este modo,
– La capacidad para proteger este período de demora y las maximizar a largo plazo los beneficios del individuo. Desde el
respuestas autodirigidas que acontecen en él de las interrup- punto de vista evolutivo, las cuatro funciones suponen la priva-
ciones que derivan de eventos y respuestas competitivas tización (‘maduración’) de patrones de conducta manifiestos: la
(control de interferencia). memoria de trabajo no verbal interioriza las actividades senso-
riomotoras, la memoria de trabajo verbal, el habla, el autocon-
La respuesta prepotente es aquella asociada a procesos de re- trol de la activación/motivación/afecto, la emoción y la motiva-
fuerzo inmediato. El niño con TDAH tiene especiales proble- ción, y, finalmente, la reconstitución representa la internali-
mas para inhibir tanto las respuestas asociadas a refuerzo positi- zación del juego. La organización de la conducta a través de
vo –por las que obtiene una recompensa– como negativo –por estas FE conlleva la puesta en funcionamiento de las CGR o,
las que evita un estímulo o actividad desagradable–. El desarro- como ahora prefiere llamarlas Barkley, conductas propositivas e
llo de la autorregulación empieza tanto con la inhibición de las intencionales orientadas a la consecución de un objetivo. De
respuestas prepotentes como de los patrones de respuesta habi- modo más específico, dichas funciones se definen de la siguien-
tuales, que llega un momento en el que se muestran ineficaces. te manera: la memoria de trabajo no verbal es la capacidad para
Cuando el niño es capaz de ejercer control motor sobre sus mantener internamente representada información on line que se
acciones, de establecer períodos de demora en los que evalúa la utilizará para controlar la emisión de respuestas contingentes a
conveniencia o no de una u otra conducta, madura la autorregu- un evento. Expresa una sensibilidad encubierta hacia uno mis-
lación. La situación paradigmática se da en el conflicto de mo, de modo que no sólo se refiere a la representación sensorial
valencias entre una situación que provee inmediatamente de un de los eventos, sino a todo el proceso de respuesta-resultado y
determinado tipo y cantidad de refuerzo, frente a otra que lo su efecto sobre nosotros mismos. La memoria de trabajo verbal
hará incluso en mayor medida, pero a medio o largo plazo. El se define a partir del concepto vygotskyano de la internaliza-

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ción del habla, que ha formado parte de la práctica totalidad de Componentes del ‘control motor’
los modelos explicativos de las FE desde la clásica de Luria El control motor se refiere al conjunto de conductas que se
hasta el momento. Hace referencia al proceso por el cual la ponen en marcha para alcanzar el objetivo en un proceso de
acción se pone al servicio del pensamiento a través del lengua- autorregulación. Evidentemente, hace referencia a la imple-
je. En este sentido, la internalización del habla sería uno de los mentación de las acciones concretas que se necesitan, pero va
principales indicadores de que el niño está ‘madurando’. Por su más allá:
parte, el autocontrol de la activación, el afecto y la motivación 1. Incorpora el concepto de ‘fluencia’, es decir, la capacidad
es una función que deriva de la teoría de los marcadores somáti- para generar conductas novedosas y creativas en el momen-
cos de Damasio. Estos marcadores son los tonos afectivo y to en que se necesitan.
emocional presentes en la acción cognitiva dirigida a un objeti- 2. Incorpora el concepto de ‘sintaxis’, es decir, la capacidad pa-
vo. En un proceso de autorregulación, donde la mayoría de las ra reconstruir y representar internamente la información del
conductas se realizan en ausencia de estímulos reforzadores medio.
externos, es el propio sujeto quien debe activar dichos tonos,
por otra parte considerados básicos en la activación y manteni- Ambos conceptos guardan una especial relación con la función
miento de las conductas orientadas hacia un objetivo. La capa- de reconstitución y dotan a la acción del individuo de la flexibi-
cidad para activar cargas afectivas asociadas a las memorias de lidad necesaria para acomodar su plan a las contingencias habi-
trabajo es un elemento imprescindible para la autorregulación. tuales que suceden en todo proceso conductual orientado hacia
Por último, la reconstitución es un término de Bronowski [31], un objetivo a largo plazo.
que hace referencia a la capacidad del lenguaje para representar
objetos, acciones y propiedades que existen en el medio. Más Aplicación del modelo de autorregulación
específicamente, Barkley entiende que se expresa por un proce- a los déficit en el TDAH
so de análisis y otro de síntesis; es decir, por la habilidad para Expuesto el modelo de autorregulación, la cuestión es: ¿cómo
separar las secuencias conductuales en sus unidades (la organi- afecta al patrón disfuncional típico del TDAH? En la figura apa-
zación de la estrategia) y por la capacidad para combinar distin- rece la caracterización del trastorno en función de los déficit
tos elementos de distintas secuencias para construir otras nue- que lo definen según el modelo:
vas (la creación de la estrategia). 1. Apelando a la psicopatología evolutiva del trastorno, los
Los trabajos empíricos de Barkley [4] para analizar y obtener problemas empezarían con un estado de desinhibición con-
apoyos a su modelo le han permitido relacionar la inhibición ductual: incapacidad de inhibir respuestas prepotentes, de
conductual y al menos tres de las FE con regiones de los lóbulos cambiar patrones habituales y un débil control de las inter-
prefrontales: los procesos de inhibición conductual se localizan ferencias.
en las regiones orbitofrontales y sus conexiones con el estriado. 2. Este estado afectaría al desarrollo de determinadas funcio-
Más específicamente, el control de la interferencia se ha locali- nes cognitivas superiores. Como se ha explicado antes,
zado en la región prefrontal anterior derecha, y la inhibición de podría darse un grado diferente de afectación de dichas fun-
las respuestas prepotentes/los períodos de demora, en la región ciones, pero todavía no se ha delimitado perfectamente a
orbitoprefrontal. Por su parte, las memorias de trabajo (verbal y través de qué mecanismo. La cuestión es que el niño con
no verbal) estarían asociadas a las regiones dorsolaterales, y el TDAH presenta una débil memoria de trabajo, un retraso –y
autocontrol de la activación/motivación/afecto, a las regiones mal funcionamiento– en la internalización del habla, una
ventrales mediales. Barkley [3] ha manifestado su convicción de inmadurez en el control del afecto, la motivación y la activa-
que tales funciones están interrelacionadas, pero son indepen- ción y una reconstitución dañada.
dientes; es su acción conjunta la que produce la normal autorre- 3. El patrón del TDAH se completaría con una reducción en la
gulación humana, pero cada una puede funcionar por sí misma. capacidad de control motor, ‘fluencia’ y ‘sintaxis’; en otras
Por tanto, déficit específicos en una u otra función producirán palabras, estaríamos ante niños, y adultos, con importantes
daños relativamente diferenciados en el proceso de autorregula- dificultades para desarrollar conductas orientadas hacia un
ción. Otra particularidad clave del modelo de Barkley es que objetivo, con reducida capacidad de persistencia, de control
hipotetiza una posible vía de maduración y desarrollo de la inhi- de su conducta y su activación emocional, muy insensibles
bición conductual, las FE y la autorregulación, a través de distin- al feedback de proceso y resultado, muy afectados por as-
tos estadios. Lo primero en desarrollarse sería la capacidad de pectos irrelevantes de las tareas, muy poco organizados y
inhibición conductual, aunque bastante en paralelo con las fun- todavía menos creativos.
ciones de memoria de trabajo no verbal. Seguidamente, vendría
la progresiva internalización del afecto y la motivación, estre- Evidentemente, el modelo, como veremos al final, tiene implica-
chamente relacionada con la internalización del habla. Final- ciones muy relevantes tanto para la comprensión del TDAH
mente, el último paso sería la internalización del juego, la re- como para su tratamiento, pero antes debemos detenernos en un
constitución. En cualquier caso, como explica Barkley [3], aun- último aspecto teórico que resulta particularmente interesante.
que la configuración de los estadios sea meramente hipotética, lo El déficit en atención sostenida, con independencia de algunos
importante es que el modelo enfatiza la comprensión del TDAH problemas metodológicos de las tareas de rendimiento continuo
a través de la conducta encubierta, privada y autodirigida, y esta- y/o vigilancia, parece suficientemente documentado en el
blece una estructura jerárquica en donde las FE dependen de la TDAH; pero, ¿cómo se explica dentro del modelo de autorregu-
inhibición conductual, y la interacción entre ambas da lugar a la lación? El análisis deriva de un cambio conceptual en el objeto
autorregulación y al control motor. Precisamente el control de la medición de las tareas de atención sostenida. Tanto en las
motor es el último elemento del modelo y, relativamente, el más de ejecución continua tipo CPT (test de ejecución continua de
aplicado. Conners) [36], como en las de vigilancia tipo CSAT (tarea de

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atención sostenida en la infancia,


de Servera y Llabrés) [37], la de-
tección de estímulos y la inhibición
de respuestas se plantea en tareas
monótonas, repetitivas y en ausen-
cia de reforzamiento externo. Si lo
que se pretende es una evaluación
del potencial atencional puro debe-
rían diseñarse también tareas mo-
deladas por las contingencias, con
reforzamiento externo e inmediato.
Un individuo con un mecanismo
neuroatencional afectado debería
mostrar poca variación en sus pro-
blemas de ejecución tanto en un
tipo de tarea como en otro; pero,
como expone Barkley [3], en el
TDAH las tareas atencionales mo-
deladas por las contingencias ape-
nas se han utilizado, precisamente
porque se sabe que en tales condi-
ciones su rendimiento suele mejo-
rar mucho. Por tanto, lo que tradi-
cionalmente se ha llamado ‘déficit
en atención sostenida’, en realidad
parece referirse a un déficit en la
‘persistencia dirigida hacia un
objetivo’ o, en términos más neuro-
cognitivos, en una incapacidad para
ejercer control sobre la propia con-
ducta a través de la información
representada internamente. Según
el modelo de autorregulación, ello
se explica a través de la interacción
entre el SIC y el sistema de control
de interferencia. Un control de in-
terferencia débil perjudica la per-
sistencia de la acción hacia un ob-
jetivo, ya que el sujeto se muestra
sensible en exceso, ya sea a la esti-
mulación interna (cansancio, abu-
rrimiento, etc.) o a la externa (cual-
quier estímulo presente en la situa-
ción). En dicha acción, el individuo Figura. Las características del TDAH a partir del modelo de autorregulación de Barkley.
debe mantener por sí mismo los
objetivos en mente, y ‘renovarlos’
cada cierto tiempo cuando se apercibe de que el cansancio o la mínima, y de ahí que los sujetos con TDAH no muestren tantos
monotonía le ganan –en un trabajo conjunto de las memorias de problemas como en las otras.
trabajo, verbal y no verbal–; pero, además, debe proveerse inter-
namente de fuentes de apoyo y autorrefuerzo, ya que debe traba- Implicaciones del modelo de autorregulación
jar en ausencia de motivación externa. Entrando ya en lo que serían las implicaciones del modelo de
En definitiva, el déficit en atención sostenida no sería sino la autocontrol para la comprensión y el tratamiento del TDAH, hay
expresión de los problemas en la generación y mantenimiento que empezar por reseñar una característica general que marca
de conductas orientadas hacia un objetivo en el marco de los todo este proceso, y que no está exenta de polémica. Según el
déficit en autorregulación. Por eso, como expone Barkley [3,4], modelo, el TDAH es más un trastorno de la ejecución que un
la mayoría de los trabajos de neuroimagen y neuropsicológicos trastorno de habilidad o capacidad. Dicho en otras palabras: el
encuentran los referentes fisiológicos de los problemas que pre- problema no es que estos niños no sepan qué hacer y cómo
sentan los sujetos con TDAH al realizar tareas de atención sos- hacerlo; lo que ocurre es que no saben cuándo y dónde hacerlo.
tenida en el córtex prefrontal, claramente implicado en aspectos Por eso, estamos ante niños con un nivel intelectual y de proce-
de autocontrol y de FE. La actividad de esta parte del córtex en samiento de la información, en general, dentro de los paráme-
tareas de atención sostenida moldeadas por las contingencias es tros normales. También su aprendizaje (académico, social o com-

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portamental) avanza, aunque mucho más lentamente, en la di- función controladora del habla y la falta del reloj cognitivo,
rección esperada. La cuestión es que sin una guía externa que la solución pasa porque estén disponibles a menudo los ele-
marque el momento y el lugar donde es pertinente poner en mentos controladores de la acción de modo externo: guías,
práctica las habilidades adquiridas, no lo hacen, o lo hacen de un grabaciones, pósters, notas, etc. Las tareas que queremos que
modo muy desorganizado. En este marco, el factor ‘tiempo’ haga el niño y el ambiente donde se mueve deben adaptarse
ocupa un lugar central. Probablemente, la capacidad cognitiva a esta externalización: controlar los distractores y hacer so-
más disminuida de los niños con TDAH sea el ‘reloj cognitivo’: bresalir las instrucciones y su secuenciación.
la imposibilidad de prescindir del aquí y ahora. Al no tener pre- 6. La externalización de la información no tendrá mucho éxito
sentes los efectos que produjeron sus conductas en el pasado y si no se acompaña de la externalización de las fuertes de
no tener capacidad de predicción de los que pueden acontecer en motivación y refuerzo. Dado que esa función cognitiva se ha
el futuro, tienen muy disminuida su conciencia de responsabili- deteriorado claramente en el TDAH, el tratamiento debe
dad. O se les hace evidente la consecuencia de sus actos en el incorporar programas de manejo de reforzadores, tanto
mismo momento en que éstos se producen, o ya será difícil que sociales como de tareas o materiales. En este sentido, los
la asuman. Además, el niño con TDAH calcula mal el esfuerzo y programas operantes de economías de fichas o los contratos
la dedicación que requieren las tareas de procesamiento secuen- conductuales se han mostrado eficaces. Normalmente, de-
cial. Por tanto, no se trata, como hemos comentado, que no ben mantenerse durante períodos más largos de lo que sería
sepan qué hacer, sino que carecen de la mínima capacidad orga- habitual, pero también hay que tener presente que con el
nizativa, de planificación y de control de su actuación. crecimiento y la maduración del niño con TDAH, podrán
Bajo estas premisas, el tratamiento del TDAH, según Bar- retirarse e incorporarse contingencias más naturales. Aun-
kley [3], debe regirse por las siguientes características: que difícilmente, al contrario de lo que pasa con otros niños,
1. Intervenciones en el ‘punto de ejecución’ (point of perfor- se podrá prescindir casi nunca de fuentes externas de refor-
mance). Los tratamientos más eficaces son los que tienen zamiento para mantener las conductas deseadas.
lugar en los ambientes naturales, donde se desea corregir la 7. El tratamiento del TDAH que deriva del modelo de autorre-
conducta del niño con TDAH. Por eso, los tratamientos de gulación es el habitual en síndromes crónicos: paquetes de
ámbito clínico en los que se ha usado, por ejemplo, terapia intervención multimodales, con distintos profesionales, con
de juego, counseling (psicoterapia de apoyo) del niño, neuro- formación de coterapeutas (padres y educadores), adaptados
rrealimentación, etc., no han tenido muy buenos resultados. a los casos particulares (compartiendo una raíz común) y
2. Las intervenciones más eficaces en el ámbito natural deri- con el objetivo, más que de ‘curar’, de reducir el impacto de
van de programas de modificación de conducta; es decir, sus efectos secundarios: trastornos de conductas, fracaso
tratamientos que alteran las condiciones ambientales esti- escolar, problemas de adaptación social, de autoestima, etc.
mulares para provocar cambios en el comportamiento del
niño (tanto para promover conductas deseadas como para Es indudable que el modelo de autorregulación de Barkley ha
controlas las indeseadas). Se trata de ‘tratamientos sintomá- encontrado bastantes evidencias favorables a estas premisas
ticos’, muy útiles en el ámbito familiar y escolar, pero que, conceptuales y de tratamiento del TDAH, pero no podemos
según Barkley, ni modifican los déficit de autorregulación, dejar de lado que también ha despertado controversias y polé-
ni suelen ofrecer mantenimiento y generalización más allá micas que nos gustaría remarcar.
de su radio de acción.
3. El tratamiento de elección para tratar los déficit en inhibi- Controversias en el modelo de autorregulación
ción y autorregulación son los fármacos psicoestimulantes, Para empezar, el concepto mismo de ‘autorregulación’ es ya
especialmente el metilfenidato. Su acción activadora corti- motivo de reflexión. La perspectiva neurofisiológica que adopta
cal genérica y su efecto sobre la disponibilidad de dopamina Barkley le lleva a equipararlo con el término de ‘autocontrol’;
en determinadas zonas cerebrales implicadas en dichos défi- pero ello es discutible. Desde el punto de vista psicológico, un
cit produce mejoras evidentes entre el 70 y el 90% de los autor clásico en este campo, Frederik Kanfer [38], propuso una
niños con TDAH. definición de la autorregulación a partir de la armonización de
4. El uso de las técnicas cognitivoconductuales típicas, entrena- las relaciones entre variables externas al sujeto (α), variables
miento en autoinstrucciones y solución de problemas, que- intrapersonales (β) y variables biológicas (γ). Cuando las varia-
daría en entredicho. Tal y como comenta Barkley [29] en bles β entran en conflicto con las α o γ, se inicia un proceso de
una revisión sobre el tema, en general, han dado resultados autorregulación, que no implica aversión ni competencia direc-
discutibles, probablemente por dos razones: ta entre conductas: es un intento por satisfacer un objetivo pro-
– Demasiado énfasis en la falta de capacidades cuando la pio. En cambio, el autocontrol es un caso particular de autorre-
cuestión es más de ejecución. gulación en el que hay competencia entre conductas y aversión:
– Demasiado énfasis en entrenar precisamente las funciones el conflicto deriva de una demanda externa que no casa con los
más deterioradas del niño con TDAH (donde resulta más intereses del sujeto. Por tanto, se da un proceso de ‘resistencia a
difícil sacarle partido). la tentación’ –dejar de hacer conductas de alta frecuencia y muy
5. En cambio, un elemento de gran utilidad –y en cierta medida agradables para el individuo– y/o un proceso de ‘resistencia al
contrapuesto a lo que se pretende con las técnicas cognitivo- dolor’ –empezar a emitir conductas hasta ahora poco frecuentes
conductuales–, tanto para las tareas cotidianas de casa, como y con un componente aversivo–. Barkley expone situaciones y
muy especialmente para las tareas escolares, es la externali- características del TDAH a veces más del tipo de ‘autorregula-
zación de la información. Como se ha visto anteriormente, si ción’ –cuando habla de la falta de planificación y control– y a
algunos de los principales problemas en el TDAH son la fal- veces más del tipo de ‘autocontrol’ –cuando habla de insensibi-
ta de representación interna de la información, la falta de la lidad a estímulos aversivos y rigidez en el patrón de conducta–;

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pero, tal vez sería conveniente aclarar el tema, tanto desde el tratamiento del TDAH con estas técnicas; por otra parte, por el
punto de vista clínico –¿es diferente el grado de afectación de hecho de que, ya hace tiempo, uno de los autores claves en este
los sujetos con TDAH en situaciones de autorregulación y de tipo de intervenciones, Meichenbaum [43], remarcase que a
autocontrol?–, como neuroconductual –¿están implicadas es- menudo se aplican de modo inadecuado: se enseñan al niño
tructuras corticales diferentes en los procesos de autorregula- como si fuesen ‘prótesis’ cognitivas, meras habilidades; pero,
ción y en los de autocontrol?–. realmente, tanto las autoinstrucciones como la resolución de
Entrando en lo que serían cuestiones más prácticas, el mode- problemas comportan siempre un entrenamiento metacognitivo:
lo tampoco termina de definir si entiende el TDAH como un úni- tan importante es saber qué hacer y cómo hacerlo –el déficit en
co trastorno o si tendrían cabida subtipos diferentes. Su foco de la habilidad al que aludía Barkley–, como cuándo y dónde –el
interés es el TDAH del subtipo combinado, que, aunque sea componente metacognitivo de Meichenbaum– [44]. En este
implícitamente, también incluye al subtipo ‘hiperactivo/impulsi- marco, las técnicas cognitivoconductuales, al menos en lo que al
vo’ –sería una forma inicial del trastorno–; pero, ¿qué ocurre con tratamiento de los déficit en reconstitución se refiere, podrían
el subtipo de predominio atencional? La reinterpretación de los ocupar un lugar más relevante de lo que en principio les concede
problemas de atención sostenida dentro del paradigma de ‘persis- el modelo. En esta línea, a modo de ejemplo, cabe destacar los
tencia hacia un objetivo’, mucho más conductual, parece indicar trabajos del grupo de Miranda que, por una parte, han obtenido
que estaríamos ante trastornos de distinta naturaleza; pero no se mejoras en el tratamiento de niños con TDAH mediante progra-
aclara explícitamente. El papel de la atención en el TDAH es mas cognitivoconductuales como el Stop and Think [45], y, por
todavía objeto de un intenso debate; por ejemplo, recientemente, otra parte, también lo han conseguido en programas del mismo
Etchepareborda [39] ha revisado el tema apoyando la posibilidad estilo pero integrados en el ámbito escolar [46]. En estos traba-
de que pudieran darse dos tipos de TDAH en función del tipo de jos, las autoinstrucciones y la solución de problemas se comple-
alteración atencional: una estaría acompañada por problemas de mentan con técnicas de autocontrol (autoobservación, autoeva-
impulsividad y se reflejaría más en tareas de atención sostenida y luación y autorrefuerzo) y con otras de carácter más conductual.
otra, más independiente, reflejaría más un problema de selectivi-
dad atencional. En cualquier caso, el modelo de Barkley no ha
abordado todavía todas las posibilidades en este ámbito. CONCLUSIONES
Tampoco se ha aclarado qué efecto clínico tendrían los dis- De forma breve, vamos a resumir lo que a nuestro juicio son los
tintos déficit asociados a la inhibición conductual y las FE; es puntos fuertes y débiles del modelo de autorregulación de Bar-
decir, el modelo considera que, de modo conjunto, configuran kley, partiendo de dos premisas que se desprenden claramente
el proceso de autorregulación, pero, a la vez, les concede un de la revisión realizada:
funcionamiento independiente: ¿podrían definirse distintos sub- – Se trata del modelo explicativo del TDAH de mayor valor
tipos clínicos de TDAH en función de un mayor o menor dete- heurístico, con gran diversidad de líneas de trabajo abiertas
rioro en una u otra función? Sin duda, si este camino fuese via- y con datos empíricos fundamentales para la comprensión
ble, podría provocar cambios drásticos en la conceptualización, del trastorno.
la evaluación y el tratamiento del trastorno. En este sentido, Pis- – Los puntos débiles los entendemos más como aspectos en
toia et al [40] han expuesto recientemente las posibilidades del vías de desarrollo, y no como limitaciones.
abordaje psicopedagógico del TDAH a través de un modelo de
entrenamiento de las FE muy en la línea del modelo de autorre- Entre los puntos fuertes hemos podido comprobar:
gulación. La cuestión es que, de momento, se trataría de un 1. La capacidad del modelo para armonizar las líneas experi-
entrenamiento más bien global y, según se deriva del modelo, mentales más potentes en el estudio del comportamiento
debería ser más específico y ligado al proceso de evaluación de humano: los principios de aprendizaje y condicionamiento,
dichas funciones. la neuropsicología y la neurofisiología.
Por otra parte, Barkley, como hemos visto anteriormente, 2. Desarrolla una vía integradora para lo que son las manifes-
concede un valor meramente ‘sintomático’ a los programas con- taciones clínicas del trastorno: inatención, hiperactividad e
ductuales para tratar el TDAH y un mayor peso a la medicación impulsividad, que tradicionalmente ha resultado muy com-
psicoestimulante, que, sin embargo, también es claramente ‘sin- plicada.
tomática’, ya que cuando se retira casi siempre reaparecen los 3. Conceptualiza el TDAH en función de los procesos de auto-
problemas típicos del TDAH. Además, recientemente, una me- rregulación, inhibición conductual y FE con utilizando un
dicación no estimulante, la atomoxetina, está obteniendo una efi- entramado cognitivo, comportamental y psicofisiológico con
cacia relativamente comparable [41], lo cual indicaría que una un amplio soporte empírico. Cabe resaltar aquí que construc-
de las hipótesis bioquímicas más sólidas para explicar el TDAH, tos más difusos provenientes de la filosofía del pensamiento
el déficit dopaminérgico, no sería la única posibilidad (Bieder- y el lenguaje, como el de ‘reconstitución’, encuentran aco-
man [42] es el autor clave del modelo noradrenérgico para expli- modo en vías explicativas comportamentales y neurológicas.
car el TDAH). Por otra parte, la presunta eficacia que se concede 4. Relacionado con el poder heurístico que le hemos atribuido,
a los programas de modificación de conducta es matizable: pre- es un modelo claramente científico, que propone hipótesis
cisamente la anormal respuesta de los niños con TDAH a las sujetas al principio de falsabilidad. Entre otros paradigmas
contingencias del medio (p. ej., efecto de saciedad más acusado, de investigación, hemos comprobado esta característica en
menor respuesta a estímulos aversivos, etc.) podría ser un pro- el campo conductual (respuesta diferencial de los sujetos
blema que llegase a condicionar su eficacia. En otro orden de con TDAH a condiciones estimulares), cognitivo (trabajos
cosas, la opinión crítica vertida sobre las técnicas cognitivocon- con tareas atencionales y de procesamiento de la informa-
ductuales, aunque apoyada en algunos resultados empíricos, ción) y fisiológico (estudios de funcionamiento bioquímico,
también resulta polémica; por una parte, por la larga tradición de neuropsicológico, etc.).

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5. La característica anterior no ha sido incompatible con el cognitivas implicadas en el TDAH que propone: en algunos
desarrollo de vías tecnológicas: propuestas concretas acer- casos parece bastante más fácil (control motor, persistencia
ca de cómo debe evaluarse, diagnosticarse y tratarse el hacia un objetivo, etc.), pero en otros parece mucho más com-
TDAH como trastorno de la autorregulación que se supone plicado (reconstitución, fluencia, sintaxis, etc.).
que es.
En definitiva, y a modo de resumen, el modelo de autorregula-
Los puntos débiles, es decir, en proceso de trabajo, derivan en ción tiene algunas dificultades para pasar del estado molar al
gran parte de las controversias que anteriormente hemos trata- estado molecular: gran parte de su estructura teórica ha recibido
do. De ellas realzaríamos o añadiríamos estas cuestiones: apoyo como tal; pero, sin duda, le quedan bastantes aspectos
1. El uso que hace del término ‘autorregulación’ como sinóni- específicos por definir. En este sentido, como ya hemos explica-
mo de ‘autocontrol’, dejando de lado algunos elementos do anteriormente, sus propuestas de evaluación no se han desa-
diferenciales que, al menos desde el punto de vista psicoló- rrollado del todo y sus propuestas de tratamiento en algunos
gico –y tal vez neuropsicológico–, parecen relevantes. casos resultan polémicas.
2. Las dificultades para imbricar la propuesta teórica con los No obstante, no sólo cabe esperar un mayor esfuerzo por
aspectos clínicos –¿qué tipos propios de TDAH derivan del parte de los investigadores, sino que en nuestra opinión tam-
modelo de autorregulación de modo diferencial a como hoy bién empieza a ser hora que se note un cambio por parte de los
se contemplan en los manuales psiquiátricos?–. psicopatólogos y los clínicos. En este sentido, sería deseable
3. Las dificultades del modelo para desarrollarse, como es su que las próximas revisiones de los manuales de diagnóstico
intención, en el campo de la Psicopatología evolutiva. He- y/o tratamiento psiquiátrico incorporasen, si no todos, al me-
mos visto que posee propuestas de gran interés, pero todavía nos sí algunos de los aspectos teóricos que aquí hemos revisa-
parece lejana una descripción empírica del proceso evoluti- do. En otras palabras, expresamos nuestro deseo que el TDAH
vo del trastorno, con las diferencias en inhibición, autorre- deje de ser un mero listado de síntomas con un vago apoyo fac-
gulación y FE bien delimitadas por edad, estadios de de- torial, para pasar a incorporar aquellas características neuro-
sarrollo, etc. comportamentales que han recibido el apoyo de los trabajos
4. Muy relacionado con lo anterior, el modelo tiene dificultades empíricos desarrollados en gran parte dentro del modelo de
para una evaluación específica de todas las funciones neuro- autorregulación.

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MODELO DE AUTORREGULACIÓN DE BARKLEY MODELO DE AUTO-REGULAÇÃO DE BARKLEY


APLICADO AL TRASTORNO POR DÉFICIT DE APLICADO À PERTURBAÇÃO POR DÉFICE DE
ATENCIÓN CON HIPERACTIVIDAD: UNA REVISIÓN ATENÇÃO E HIPERACTIVIDADE: UMA REVISÃO
Resumen. Objetivo. Llevar a cabo una revisión del modelo de auto- Resumo. Objectivo. Realizar uma revisão do modelo de auto-
rregulación y funciones ejecutivas (FE) de Barkley aplicado al tras- regulação e funções executivas (FE) de Barkley aplicado à pertur-
torno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH). Desarrollo bação por défice de atenção e hiperactividade (PDAH). Desenvol-
y conclusiones. Se parte de la discrepancia entre la descripción y la vimento e conclusões. Parte-se da discrepância entre a descrição
explicación del trastorno; es decir, por una parte, se han dado im- e a explicação da perturbação; ou seja, por um lado, deram-se
portantes avances desde el punto de vista aplicado; pero, por otra, avanços importantes desde o ponto de vista aplicado, mas por
seguimos sin una explicación global del problema. A continuación, outro continuamos sem uma explicação global para o problema. A
se revisan las causas del TDAH, tanto desde los factores etiológicos seguir, revêem-se as causas da PDAH desde os factores etiológi-
específicos como los modelos explicativos más amplios. En este últi- cos específicos até aos modelos explicativos mais amplos. Neste
mo caso, se revisan como antecedentes, y como aportaciones pre- último caso, revêem-se como antecedentes, e como causas prévias
vias al modelo de autorregulación, el modelo atencional de Douglas ao modelo de auto-regulação, o modelo de atenção de Douglas e
y tres modelos basados en el concepto de desinhibición conductual: três modelos baseados no conceito de desinibição do comporta-
el neuroconductual de Quay, el competitivo de Schachar y el ener- mento: o neurocomportamental de Quay, o competitivo de Scha-
gético de Sergeant y van deer Meere. El propio modelo de Barkley, char e o energético de Sergeant e van deer Meere. O próprio
inicialmente, se basó en la ‘inhibición conductual’, pero, finalmen- modelo de Barkley, inicialmente baseou-se na ‘inibição do com-
te, las limitaciones detectadas y nuevas líneas de investigación le portamento’, mas finalmente as limitações detectadas e as novas
llevaron a evolucionar hacia la autorregulación. Se revisan los linhas de investigação levaram à evolução até à auto-regulação.
principales componentes del modelo: los procesos de inhibición Faz-se a revisão com os principais componentes do modelo: os
conductual, el propio concepto de autorregulación/autocontrol, las processos de inibição de conduta, o próprio conceito de auto-re-
FE implicadas y el ‘control motor’. Se aplica el modelo a la conduc- gulação/auto-controlo, as FE implicadas e o ‘controlo motor’.
ta y a las características del niño con TDAH y se discuten sus impli- Aplica-se o modelo à conduta e às características da criança com
caciones, tanto en el ámbito de la evaluación como en el del trata- PDAH e discutem-se as suas implicações tanto no âmbito da ava-
miento. Finalmente, se exponen algunas de sus principales controver- liação como no tratamento. Finalmente, expõem-se algumas das
sias y se destacan, en las conclusiones, sus puntos fuertes y débiles. suas principais controvérsias e destacam-se, nas conclusões, os
[REV NEUROL 2005; 40: 358-68] seus pontos fortes e fracos. [REV NEUROL 2005; 40: 358-68]
Palabras clave. Autorregulación. Funciones ejecutivas. Inhibición Palavras chave. Auto-regulação. Funções executivas. Inibição de
conductual. TDAH. conduta. PDAH.

368 REV NEUROL 2005; 40 (6): 358-368

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