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… La Dichosa Tercera
Edad
José Ángel Maldonado
Diciembre 2015
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Contenido
................................................................................................................ 2
.......................................................................................................... 3
La tercera edad............................................................................................................... 4
Desarrollo sostenible y la tercera edad ................................................................... 6
Nuestra realidad ............................................................................................................. 7
La sabiduría de Oriente ................................................................................................ 7
Cómo envejecer con actitud y dignidad .................................................................. 9
............................................................................................................................ 11
Reconocer a las personas mayores como un recurso indispensable en la
sociedad ......................................................................................................................... 11
El enfoque del envejecimiento productivo ........................................................... 14
La conformación de redes sociales y el rol activo de las personas
mayores en nuevas áreas ocupacionales ........................................................ 17
Transferencias intergeneracionales e intercambios entre las personas
mayores y el resto de la familia ............................................................................... 18
El aporte de la mujer mayor en el ámbito familiar: el rol de cuidador
primario ........................................................................................................................ 19
La capacidad productiva de las personas mayores como un recurso
esencial para el desarrollo de la sociedad ....................................................... 20
................................................................................................................. 23
1
A alguien, en el Congreso Nacional de Honduras, se le ocurrió promover un
beneficio para las personas que, de alguna forma, habían llegado a la tercera
edad (60 años), proponiendo una legislación tendiente a la concesión de
descuentos en ciertos servicios como transporte, recreación, médicos, etc. y en los
restaurantes y similares.
Tal legislación surgió como un reconocimiento por haber llegado a una edad, a la
que pocos logran arribar, pues se van quedando en el camino, por diversas
causas y a las cuales no me quiero referir.
Pero ahora viene lo bueno. Cuando un adulto mayor (eufemismo de viejo) reclama
ese beneficio legal, especialmente en los negocios de comidas rápidas (y
restaurantes chinos); hay que ver la cara de enojo, furia y con deseos de matar,
que ponen los dueños o encargados de los negocios a los cuales les es obligatorio
aplicar (no conceder como así lo anuncian en avisos dentro del mismo negocio)
el correspondiente descuento.
Preguntarán ¿cuál fue mi reacción? Simple, le hice ver a las personas que me
“atendieron” que el descuento se aplica sobre el consumo personal y que lo que
solicité era para mi propio consumo (dado el tamaño ínfimo de las piezas
solicitadas). Pero, imposible hacerles entrar en razón. Ante tal tozudez, les pedí
que no me concedieran ningún tipo de descuento, que me cobraran normal pues
no quería ser culpable de provocar la quiebra de uno de esos negocios, por
concederme lo que legalmente me correspondía. No quiero imaginarme al dueño
de esos negocios en la calle pidiendo limosna por mi culpa (o la de todos los de la
tercera edad).
Eso sí, congéneres de la tercera edad, si quieren hacerse la feliz idea de que
todavía son jóvenes, simplemente vayan a cualquiera de esos centros de comidas
rápidas, donde no les aplicarán el descuento, porque ahí se les tratará como si
todavía no tienen arrugas ni pintan canas, etc., es más, los que ahora nos niegan
ese derecho jamás van a llegar a la tercera edad.
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La longevidad es una aspiración de muchos seres humanos, pero a medida que
pasan los años y la vejez se acercan, se vuelve en algo poco deseado. La mayoría
de las definiciones del envejecimiento destacan sólo sus aspectos negativos, ya
que resaltan la vulnerabilidad, la propensión a las enfermedades, la progresiva
marginación y el inevitable acercamiento de la muerte.
La vejez es una etapa del ciclo de vida, en el cuál se ve un desarrollo sobre todo
físico y cognitivo en declinamiento, aunque socialmente los ancianos han sido
estereotipados de manera errónea, lo cual, algunas veces, no permite verlos con
objetividad y entender su diversidad, e incluso pueden originar actitudes y políticas
que desalientan la participación activa de los ancianos en el trabajo y en las
actividades recreativa.
El aspecto físico cambia; Las canas, la piel vieja, el cambio de postura y las
arrugas se deben al uso de ciertos músculos, pérdida de tejido adiposo
subcutáneo y, en parte, a la reducción de elasticidad de la piel.
Los sentidos (oído, vista, gusto y olfato) por lo general pierden eficiencia con la
edad.
Con los años disminuye el peso muscular, por tanto también la fuerza y la
resistencia. Se alteran la estructura y la composición de las células musculares
debido a la perdida de tejido muscular, salvo que se compense a un aumento de
grasa tisular.
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Hemos mencionado un panorama general acerca de los cambios en esta etapa de
la vida, por consecuencia de esto, el anciano en la sociedad se ve muchas veces
inútil, torpe (por lo general urbanamente, aunque no en todos los casos),
ruralmente hablando puede ser un sabio, una persona admirada y respetada por
su núcleo social.
El anciano también comienza a ver cómo gran parte de amigos y hermanos, van
muriendo, aunque existe un lazo fuerte con estas personas; el anciano a veces ya
no cuenta con pareja, sus hijos viven lejos, o son abandonados por su familia.
Las relaciones son muy importantes para los ancianos, la familia es aún la fuente
primaria de apoyo emocional. Con frecuencia las relaciones entre hermanos se
vuelven más estrechas al final de la vida que a comienzos de la edad adulta. En
particular, las hermanas hacen el esfuerzo de mantener esos lazos. Cuando la
expectativa de vida crece, lo mismo sucede con la longevidad potencial del
matrimonio.
Los matrimonios que subsisten hasta el final de la edad adulta tardía tienden a ser
relativamente satisfactorios, pero las dificultades surgen en los aspectos de
personalidad, salud y cambio en los roles, que pueden requerir ajustes de ambas
partes.
La tercera edad
El término tercera edad surge para no usar en forma despectiva las palabras
vejez o ancianidad. Este término se refiere al adulto mayor, es decir mujeres y
hombres que superan los 60 años, que en Honduras excedemos el medio millón
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de personas (proyecciones según datos del censo de 2011). Incluso se podría
usar el término cuarta edad para aquellos mayores de 85 años (78,589) grupo
considerable.
La tercera edad es una etapa evolutiva del ser humano que tiene varias
dimensiones. Es un fenómeno biológico porque afecta la salud física y mental y
tiene una parte sociológica y económica porque se ha alargado las posibilidades
de vida y se debe buscar la sobrevivencia de esas personas. También es un
fenómeno psicológico, ya que se producen cambios en el funcionamiento cognitivo
y emocional.
Una persona de edad avanzada también puede sentir una pérdida de control
sobre su vida debido a problemas con la vista, pérdida de la audición y otros
cambios físicos, así como presiones externas como, por ejemplo, recursos
financieros limitados. Estos y otros asuntos suelen dejar emociones negativas
como la tristeza, la ansiedad, la soledad y la baja autoestima, que a su vez
conducen al aislamiento social y la apatía.
En algunas ocasiones, los adultos mayores creen que los más jóvenes no los
comprenden e incluso les faltan al respeto, por eso es importante que las nuevas
generaciones tengan una actitud cariñosa, respetuosa y protectora hacia ellos,
porque así les daremos un trato familiar más digno.
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Desarrollo sostenible y la tercera edad
"Los países con una población envejeciente necesitan respuestas con políticas
públicas que apoyen a su población mayor con el fin de eliminar los factores que
obstaculizan su plena participación en la sociedad al tiempo de proteger sus
derechos y su dignidad".
Reconocer la edad como uno de los temas transversales que deben ser
tomados en cuenta en todos los objetivos y metas;
Crear un marco basado en los derechos universales;
Erradicar la pobreza en todas sus formas para todas las personas;
No dejar atrás a nadie combatiendo la desigualdad y la exclusión, y
eliminando los obstáculos que comprometen la plena participación de las
personas en la sociedad independientemente de su edad, condición de
discapacidad o género;
Promover el desarrollo inclusivo, el trabajo digno, la protección social y
garantizar el acceso a todos los servicios básicos;
Mejorar la atención en salud, abordando la cobertura universal, el acceso y
asequibilidad, y asumir la carga de las enfermedades no transmisibles;
Promover una mejor rendición de cuentas de los compromisos estatales
asumidos a través de una "revolución de datos desglosados” para medir y
monitorear los progresos en términos de edad, el género y discapacidad
para identificar las brechas dentro y entre los grupos poblacionales.
1
Hace referencia a las etapas de la vida: Niñez, adolescencia, juventud, adultez, adulto
mayor o tercera edad.
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Las personas mayores son una prioridad débil en el esfuerzo de desarrollo
de la sociedad. Si bien no son capaces de contribuir a este, tampoco
pueden beneficiarse del mismo. De esta forma, son vistas como meritorias
de iniciativas especiales en el contexto de la escasez de recursos.
Las personas mayores son un impedimento para el desarrollo, por su
condición de dependencia económica. Son percibidas como una fuga ante
la escasez de recursos, precisamente por ser portadoras de creencias y
valores tradicionales considerados resistentes a los cambios compatibles
con la modernización y el crecimiento económico.
Las personas mayores son concebidas como un recurso en el proceso de
desarrollo y como una fuerza de trabajo de reserva.
Las personas mayores son vistas como víctimas potenciales de la
modernización, ya que su estatus desciende con el desarrollo (Montes de
Oca, 1994).
Nuestra realidad
Todavía, en nuestro país, no hay preocupación por este grupo, prueba de ello es
que la ley referente al tema, DECRETO No.199-2006 LEY INTEGRAL DE
PROTECCIÓN AL ADULTO MAYOR Y JUBILADOS no se aplica en la gran
proporción de su contexto.
La sabiduría de Oriente
A diferencia de nuestra cultura, en la oriental los adultos mayores gozan de gran
respeto y admiración. En Oriente se asocia la vejez con una fuente de experiencia
y sabiduría, y existe toda una tradición de respeto y culto por la ancianidad.
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ancianos consiguen un merecido descanso después de una vida de trabajo y
dedicación a sus hijos.
Japón es el país que más respeto y veneración tiene por sus ancianos. Los
japoneses muestran un gran respeto por sus mayores como constructores de la
sociedad sobre todo después de la Segunda Guerra Mundial. Se trata de un día
cargado de significado y mensaje para las nuevas generaciones, a las que se les
transmite la importancia del respeto a los adultos mayores, en vez del rechazo
típico que sufre la tercera edad en las sociedades occidentales.
De hecho cuentan con un día festivo, denominado “Día del Respeto a los adultos
mayores” (Keirō No Hi - 敬老なしこんにちは). Esa veneración no suele ser muy
habitual en los países occidentales mientras que para los japoneses es una
festividad muy importante en su cultura. Ese día se pretende honrar a los ancianos
japoneses y sensibilizar a la población sobre todo a los más jóvenes sobre la
importancia de la experiencia de estas personas, que han servido a la sociedad
durante muchos años. Desde el año de 1966, esta festividad se venía celebrando
el 15 de septiembre pero, desde el año 2003, se festeja el tercer lunes de
septiembre.
Los chinos, al igual que otros pueblos del sudeste de Asia, creen en la
inmortalidad del alma, respetan no sólo a sus ancianos que aún viven, sino
también a sus ancestros fallecidos. Por eso, cuando uno se encuentra entre un
grupo de japoneses, chinos o coreanos hay que saludar primero a la persona
mayor.
La mayoría de los adultos mayores, al no trabajar, necesitan del apoyo del Estado
para gozar de una buena calidad de vida. En nuestra nación subdesarrollada,
dicho apoyo es precario y por eso la vejez suele ser sinónimo de penurias. No hay
que olvidar que con la vejez aparecen enfermedades y trastornos físicos como la
artrosis, la osteoporosis y el mal de Alzheimer, entre otros no menos graves.
Los adultos mayores se topan, en muchas ocasiones, con una realidad que no les
gusta, que les oprime y que les afecta psicológicamente. Y es que al llegar a la
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Tercera Edad, deben hacer frente al hecho de que pierden el papel que
desempeñaban en la sociedad pues dejan de trabajar, no tienen las mismas
cualidades físicas y mentales que tenían cuando eran jóvenes y que se pueden
encontrar un poco perdidos a la hora de afrontar ese presente.
Por todo ello, se hace necesario que hagan caso a una serie de consejos sencillos
pero muy útiles para afrontar esa nueva etapa vital. Entre los más importantes se
encuentran los siguientes:
Esto hace que la noción de vejez también se use para nombrar a los achaques y
las actitudes propias de la edad de los viejos. Por ejemplo:
Sería ideal poder caminar varios kilómetros al día sin quejarse de lumbago en la
espalda o comer lo que se antoje sin miedo a la acidez estomacal. También sería
estupendo recordar dónde está cada cosa, o fieles detalles de los eventos de la
juventud como si hubiesen ocurrido ayer. A todo ello llamo "envejecer con dignidad
y actitud".
No está mal que una persona se someta a algunas cirugías estéticas, en últimas,
es cuestión de gustos y dinero, pero al fin y al cabo lo exterior es solo el reflejo de
un cuerpo interno sano. Es decir, nada gana una persona que al año se hace
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cinco aplicaciones de Botox en la cara y una liposucción, cuando no cuida lo que
come, no se ejercita, no cuida el tiempo que duerme y tampoco la cantidad de
agua que consume. Así podría ser eternamente esclava de los quirófanos y los
centros de belleza y jamás tendrá una salud física adecuada. En cambio, debería
dedicar más tiempo a su familia y a sí mismo.
Como ve, es inevitable envejecer, a no ser que partamos de este mundo antes de
llegar a los 60 años. Por lo demás, debe dar por hecho que llegará a esa etapa,
por lo tanto, debe procurar aprovechar su tiempo vital de la mejor manera posible
y cuidar de todo lo que puede venir con la edad. Pero si ya se encuentra en esa
etapa de la vida, acá algunos aspectos que le darán una perspectiva más positiva
sobre estos maravillosos años dorados:
Tiempo
Durante la vejez, tiene más tiempo para hacer lo que le guste; caminar, dormir, ver
televisión, trabajar en el jardín, pasear e incluso viajar junto a su compañero o
incluso sus hijos y nietos. ¿Por qué no disfrutar de esos pequeños placeres de la
vida?
Sabiduría
Muchos aprendizajes han obtenido a lo largo de los años, mismos que seguro va a
compartir con todo aquel que desee escucharle. Puede hablar sobre temas de
amor y desamor, así como compartir tu sabiduría laboral o las recetas de cocina
que por años ha guardado solo para usted.
Libertad económica
Un negocio propio
Quizá no desee estar en casa tanto tiempo "ocioso", así que si cuenta con algo de
dinero ahorrado, un buen plan es poner su propio negocio. Por pequeño que sea,
le dará un ingreso y tiempo para distraerse, incluso le ayudará a conocer gente. Es
solo cuestión de arriesgarse un poco.
Estudiar
Este es un buen momento para estudiar lo que siempre quiso y no pudo, o alguna
otra cosa que le llame la atención: desde clases de baile, hasta pintura, ¡lo que
quiera!
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Leer
Nunca es tarde para leer, es posible que descubra que no es tan aburrido como
parecía cuando estaba en la escuela.
Es muy probable que el mayor error de los seres humanos sea considerar que la
mal llamada vejez es una temporada de improductividad para las personas. Lo
anterior es un grave error, ya que es en realidad la época de la vida donde se
puede disfrutar a plenitud del tiempo y de los seres queridos, así como el amoroso
encuentro consigo mismo. ¡Siempre es posible envejecer con estilo!
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En la perspectiva global, todas las regiones del mundo envejecen. Cada día hay
más personas mayores2 en la sociedad y con una alta expectativa de años por
vivir.
Ahora bien, la imagen que la sociedad tiene de las personas mayores, de la vejez
como fenómeno social y del envejecimiento como proceso y estado demográfico,
está asociada de forma casi automática a elementos negativos. Culturalmente, ha
prevalecido una visión de la vejez que tiende a identificar a las personas mayores
como un grupo poblacional supuestamente homogéneo caracterizado por la
inactividad, improductividad y dependencia; condicionando de este modo el rol
social de los adultos mayores.
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La edad cronológica sigue utilizándose ampliamente para delimitar a los diferentes
grupos de personas que existen en la sociedad. De este modo, la Asamblea Mundial
del Envejecimiento (iniciativa de la ONU) establece la definición de persona mayor,
adulto mayor o anciano a toda persona mayor de 60 años de edad.
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Esta clasificación se aplica a un conjunto de sujetos, que además se basan en la edad
como carácter diferenciador, interpretándolos como las personas que tienen la misma
edad.
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consecuencias alarmistas que tendrá el acelerado envejecimiento de las
poblaciones en cuestiones de salud, previsión social, modificaciones de la fuerza
de trabajo en el mercado laboral, en fin, aspectos que relacionan al conjunto de
las personas de avanzada edad con el espacio de la carga presupuestaria y
social, el retiro, las pérdidas y la ruptura de vínculos sociales.
No obstante, la esperanza de vida cada vez más alta y las mejores condiciones
físicas y mentales de los adultos mayores para continuar trabajando, el retiro
obligatorio del mercado laboral a una edad temprana, la crisis de solvencia
económica que han atravesado en las últimas décadas las instituciones que
brindan servicios a las personas mayores, entre otros factores, han dado cuenta
de un grupo importante de la población que habiendo alcanzado los 60 o 65 años,
umbral de edad que establece arbitrariamente el cese de la vida laboral y el inicio
de la vejez, continúan o desean continuar realizando una variedad de actividades
productivas y contribuyendo significativamente al desarrollo y bienestar de la
familia y la sociedad.
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La gerontología (del griego Geron, viejo y logos, tratado) es la ciencia que se dedica a
estudiar los diversos aspectos de la vejez y el envejecimiento de una población, tales
como el psicológico, social, económico y hasta cultural.
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Por lo dicho anteriormente, es preciso reconocer la variabilidad y diversidad de
intereses, características y experiencias del curso de la vida que influyen en la
forma en que se envejece. Estas consideraciones son fundamentales sí se
pretende mejorar la calidad de vida de las personas mayores dado que, el
respeto a sus derechos y el reconocimiento de sus contribuciones son claves
para alcanzar una vejez plena.
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El envejecimiento productivo apunta a la contribución social de las personas
mayores y a la satisfacción de necesidades sociales relevantes5. Por lo tanto,
contribuir es la esencia de este enfoque y la clave para comprender el concepto
de productividad desde este paradigma.
Así pues, las dimensiones del envejecimiento productivo son numerosas entre las
personas mayores, pudiendo especificar cuatro grandes grupos de aportes:
5
Es importante tener en cuenta que, existen otras posturas acerca del envejecimiento
productivo que sostienen que productivo es toda aquella actividad que resulta significativa
para el individuo. Por lo tanto, defienden que cualquier tipo de ejercicio físico o de
estimulación intelectual debe ser considerado productivo por su potencial para contribuir
a la salud física y mental. Sobre este enfoque se puede consultar a Harry Moody (2001).
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es importante porque implica una tarea que requiere dedicación, responsabilidad
y compromiso social, que sirve a las personas a sentirse útiles, además de
generar satisfacción por la colaboración prestada en sí misma. Además, en este
tipo de tareas, las personas mayores pueden elegir los tiempos y las formas de
prestar un servicio voluntario.
El trabajo remunerado
Se agrupan todas las actividades que las personas mayores realizan a tiempo
total, parcial, a largo plazo o esporádicas a cambio de un ingreso.
En muchos casos, el trabajo que realizan los adultos mayores jubilados es una
continuación del que han venido realizando durante gran parte de su vida laboral,
optando por dedicar menos cantidad de horas diarias a su labor. En otros casos,
los adultos reorientan su vida laboral luego de la jubilación, desarrollando nuevos
oficios, micro emprendimientos o “trabajos puentes” (Doeringer, P., Sum, A. y
Terkla, D., 2002) en los cuales generalmente se tienen en cuenta las experiencias
previas y saberes adquiridos a lo largo de la vida productiva. Asimismo, el trabajo
remunerado entre las personas mayores puede tratarse de una actividad
generada por cuenta propia, es decir un autoempleo, o un empleo para terceros.
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Otros se dedican, como el autor de este material, a promover la Educación
Abierta6, contribuyendo a una educación universitaria abierta, innovadora, con
gran cantidad de recursos digitales, online.
Así pues, las redes sociales en las estrategias ocupacionales de las personas
mayores permiten distinguir dos tipos de vínculos: formales e informales, y un
conjunto de transferencias o intercambios de orden material, emocional y de
servicios, que se presentan de forma interconectada.
Mientras que las redes informales están centradas en las relaciones que las
personas mayores establecen con su entorno más cercano, integrado por los
familiares, amigos, ex compañeros de trabajo y vecinos del barrio y reúne un
componente afectivo esencial.
A través de los diferentes intercambios, las redes de apoyo social cobran un valor
significativo en la calidad de vida de las personas mayores en la medida en que
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La educación abierta pretende modificar sustancialmente la forma en que los profesores
y estudiantes interactúan con el conocimiento en un ambiente no presencial, está
constituida por recursos educativos abiertos tales como materiales de cursos con licencias
abiertas, libros de textos, juegos, software y otros materiales que apoyan la enseñanza y
el aprendizaje y además se basa en tecnologías abiertas que facilitan un aprendizaje de
manera flexible y ayudan a compartir prácticas de enseñanza que facultan a los
educadores a beneficiarse de las mejores ideas de otros compañeros.
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puedan brindar la oportunidad de continuar participando activamente en tareas
productivas, además de constituirse en un elemento de seguridad, protección y
bienestar personal. En este sentido, es importante que los adultos mayores no
sólo sean reconocidos como receptores de ayudas y servicios sino también como
proveedores de apoyos materiales, afectivos e instrumentales, basados en la
experiencia y la sabiduría que han adquirido a lo largo de la vida, desempeñando
un papel protagónico en el fortalecimiento de los vínculos intergeneracionales al
interior de la familia y la comunidad.
Carmen Triadó Tur (2005) plantea que el ser abuelo es una parte importante del
ciclo de vida para muchos adultos, tanto como experiencia personal como por su
impacto en otras personas. La autora señala que, el papel de los abuelos como
cuidadores de nietos depende de diversos factores como por ejemplo, que ambos
padres trabajen fuera de casa, que los abuelos vivan en el mismo hogar que los
nietos, que se trate de una familia monoparental, que los padres estén ausentes,
entre otros. Actualmente, la incorporación de las personas mayores al hogar de
alguno de sus hijos adultos es una de las situaciones más frecuentes donde
juega un papel fundamental el factor económico. De este modo, el anciano
convive con sus nietos, donde es más evidente la asunción de manera
voluntaria o no de su rol de cuidador de los niños constituyéndose en muchos
casos en una estrategia de supervivencia familiar.
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Por otra parte, el alargamiento de la esperanza de vida ha permitido que muchas
familias cuenten hoy con por lo menos un bisabuelo. Es decir que la longevidad
está influyendo en el crecimiento de familias multigeneracionales conformadas
por cuatro y hasta cinco generaciones. Al respecto, Pinazo Hernandis (2005)
platea que la imagen social del bisabuelo es la que antaño correspondía al
abuelo ya que en muchos casos se encuentran saludables y en plena actividad.
Laura Bottini (2009) agrega "estas bisabuelas están bien cuidadas por ellas
mismas. Se sienten útiles, independientes. Las abuelas de hoy están súper
ocupadas, entonces las 'bis' cumplen perfectamente este rol, y es muy lindo ese
intercambio intergeneracional".
Así pues, la mayoría de las mujeres mayores han estado condicionadas por un
acceso desigual en la estructura de oportunidades es decir que, muchas de ellas
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no han tenido posibilidades reales de educación formal y las que han podido
desempeñarse en trabajos extra domésticos lo han hecho en tareas socialmente
consideradas femeninas (secretarías, maestras, enfermeras etc.) abandonando
su participación económica una vez contraído matrimonio o por razones de
maternidad. Ellas se han concentrado en realizar tareas de reproducción
cotidiana, ideológica y cultural de sus hogares, realizando actividades domésticas
y cuidando primero a los hijos y luego a los nietos. De este modo, la función de
ama de casa es tan tradicionalmente femenina como el cuidado de los nietos y el
de los familiares enfermos.
7
Este término refiere al conjunto de prejuicios y denominaciones que se aplican a los
adultos mayores solo por su edad. El concepto “ageism” fue propuesto por el
gerontólogo norteamericano Robert Butler y luego traducido al español como
“viejismo” por Leopoldo Salvarezza (1998).
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propios adultos mayores que restringen sus deseos de llegar a una vejez activa,
productiva y de realización del potencial humano.
21
sociedad tiene derecho a la seguridad social y a obtener, mediante el esfuerzo
nacional y la cooperación internacional, habida cuenta de la organización y los
recursos de cada Estado, la satisfacción de los derechos económicos, sociales y
culturales indispensables a su dignidad y al libre desarrollo de su personalidad.
Con respecto a los derechos sobre el trabajo remunerado en la tercera edad es
necesario remitirse a las Recomendaciones sobre los trabajadores de edad
(162/80) adoptadas por la Conferencia General de la Organización Internacional
del Trabajo (OIT) convocada en Ginebra, el 23 de junio de 1980. Dichas
Recomendaciones apuntan a: la igualdad de oportunidad y trato, protección,
preparación y acceso al retiro laboral.
22
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