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REVISTA IBEROAMERICANA

DE RELACIONES LABORALES

TRABAJO
Revista Trabajo Organigrafa
DIRECCIÓN CONSEJO CIENTÍFICO ASESOR
Agustin Galán García,
Philippe C. Schmitter,
Universidad de Huelva (España)
Profesor Emérito del Instituto Europeo de Florencia (Italia).
Hugo Barretto Ghione,
EDITORES
Profesor de la Universidad de la República de Uruguay (Uruguay)
Mónica Ortega Moreno,
Universidad de Huelva (España) Antonio Baylos Grau,
Profesor de la Universidad de Castilla-La Mancha (España)
Marcial Sánchez Mosquera,
Universidad de Sevilla (España) Sayonara Grillo Coutinho Leonardo da Silva,
Universidad Federal de Río de Janeiro (Brasil)

EDITORES ASOCIADOS: Pere J. Beneyto Calatayud,


Universidad de Valencia (España)
Pablo Gutiérrez González,
Universidad de Sevilla (España) José Babiano Mora,
Fundación 1º de Mayo de Comisiones Obreras (España)
Leonardo Wandelli,
UNIBRASIL Curitiba (Brasil) Carlos Arenas Posadas,
Historiador y Fundador de la Revista Trabajo (España)
Juan Manuel Moreno,
Universidad de Sevilla (España)

CONSEJO DE REDACCIÓN
Pedro Antonio García López,
Decano Facultad Ciencias del Trabajo, Universidad de Granada
Pilar Marín Mateos,
Decana de la Facultad de Ciencias del Trabajo, Universidad de Huelva
Ana Rosa del Águila Obra,
Decana de la Facultad de Estudios Sociales y del Trabajo, Universidad de Málaga. 
Alejandro Díaz Moreno,
Decano de la Facultad de Ciencias del Trabajo, Universidad de Sevilla.
Mª de los Reyes Martínez Barroso,
Decana de la Facultad de Ciencias del Trabajo, Universidad de León.
Ramón Borjabad Bellido,
Director de la Escuela Universitaria de Relaciones Laborales, Universitat de Lleida.
Ana Isabel Pérez Campos,
Vicedecana de Relaciones Laborales Universidad Rey Juan Carlos.
Nuestra revista tiene una considerable trayectoria que se remonta a 1996, que han servido para su asentamiento
como referencia del estudio de las relaciones laborales en nuestro país. Precisamente, después de veinte años,
la revista que edita la Universidad de Huelva y que pertenece a la Asociación Estatal de Centros Universitarios de
Relaciones Laborales y Ciencias del Trabajo, ha decido dar un paso más e internacionalizarse, con una apuesta
preferente por el espacio conformado por los 22 países que componen el espacio iberoamericano.
Fueron la propia Asociación Estatal de Centros Universitarios de Relaciones Laborales y Ciencias del Tra-
bajo, la Facultad de Ciencias del Trabajo de Sevilla y los departamentos de Economía e Historia Económica de la
Universidad de Sevilla, y de Economía de la Universidad de Huelva los organizadores del I Congreso Iberoameri-
cano de Relaciones Laborales y Recursos Humanos, celebrado en Sevilla en enero de 2016.
Con una temática amplia, los sistemas de relaciones laborales desde el siglo XIX hasta la actualidad, y con una
orientación siempre clara a favor de la interdisciplinariedad y la colaboración metodológica de diferentes disciplinas,
el congreso recibió una gran participación por parte de investigadores europeos y latinoamericanos. Las inscripcio-
nes superaron las cien y se debatieron más de 60 comunicaciones.
Los buenos resultados de participación, así como la cantidad y calidad de las aportaciones, confirmaron la inten-
ción de generar instrumentos estables de cara a la cooperación y publicación de textos científicos que analicen las
relaciones de trabajo, de un modo interdisciplinar, en el ámbito iberoamericano y desde el ámbito iberoamericano,
con un claro acento interdisciplinar. La cooperación y complementariedad disciplinar ha sido y es una de las señas
de identidad de nuestra Asociación y de nuestras facultades y centros que imparten el grado en Relaciones Labo-
rales y Recursos Humanos.
De este modo, la revista inaugura una nueva etapa con un cambio de nombre, Trabajo Revista Iberoamerica-
na de Relaciones Laborales. Labour Issues Iberoamerican Journal of Industrial Relations. El título indica la nueva
época de internacionalización, siempre mirando el espacio iberoamericano, en el que se incorporan, igualmente,
el inglés y el portugués como lenguas de escritura. Este número que inicia la nueva etapa recoge, entre otros, una
selección de las comunicaciones presentadas al congreso.
Además de dos aportaciones italianas que versan sobre el impacto de gobernanza económica sobre el sistema
de negociación colectiva y los nuevos modelos locales de relaciones laborales, se pueden encontrar contribuciones
sobre el derecho del trabajo y de los trabajadores del sector público en Brasil, un estudio comparativo de género
entre zonas de Yucatán (México) y Andalucía (España), además de un estudio histórico sobre el cambio en el
modelo de relaciones laborales durante la transición española y un estudio, también radicado en España, sobre la
renta mínima de inserción.
Queremos desde estas líneas volver a remarcar el carácter abierto, plural e interdisciplinar de estas líneas y,
sobre todo, insistir en la idea de que la revista es un instrumento al servicio de los investigadores sociales del trabajo
en el espacio iberoamericano, aunque está abierta a cualquier otra colaboración internacional que encaje con los
objetivos de análisis del mundo del trabajo siguen presente desde el inicio de nuestra trayectoria en 1996.
La revista Trabajo. Revista Iberoamericana de Relaciones Laborales / Labour Issues. Iberoamerican Journal of
Industrial Relations se suma con estas cuatro contribuciones al debate promovido por la Organización Internacional
del Trabajo (OIT) acerca del futuro del trabajo en el marco de la celebración de su centenario.

Desde el inicio de la industrialización, el trabajo remunerado ha sido el medio de subsistencia de la mayor parte
de la población. Los proyectos de vida personal y familiar, la salud o las relaciones interpersonales han aparecido
supeditados en buena medida al empleo y su calidad. En el futuro, la cantidad y calidad del trabajo determinará
cuestiones claves como la lucha contra la pobreza, la desigualdad o los conflictos sociales y políticos. El debate
promovido por la OIT se desarrolla en torno a cuatro conversaciones claves:
Trabajo y sociedad
Trabajo decente para todos
Organización del trabajo y la producción
La gobernanza del trabajo

En Iberoamérica los cambios (la crisis o las crisis suscitadas) operados en todos los órdenes, tecnológicos,
económicos, institucionales, no solamente comprometen la creación de trabajo suficiente, sino también y, muy
fundamentalmente, la calidad del empleo. Los problemas de crecimiento económico, la hipertrofia de la economía
financiera sobre la productiva, el impacto de la nueva tecnología y su escasa incidencia sobre el aumento de la pro-
ductividad, los problemas demográficos, migratorios y medioambientales, el aumento de la desigualdad, no hacen
sino desafiar abiertamente la generación de empleo decente para todos.

La última crisis europea y la problemática recuperación y la crisis que se cierne ahora sobre América Latina y el
Caribe ha situado, una vez más en la historia, al desempleo como problema central. En este número, nos hacemos
eco de este debate en el espacio iberoamericano en perspectiva comparada. Se aporta, para ello, un apartado es-
pecial de la conversación Trabajo y sociedad que ha tenido la amabilidad y el acierto de coordinar el Profesor Doctor
Marco Supervielle Milburn de la Universidad de la República (Uruguay).

REVISTA IBEROAMERICANA DE RELACIONES LABORALES 5 TRABAJO


TRABAJO 6
Las empresas recuperadas por sus trabajadores en Argentina como forma
socioproductiva

JULIÁN REBÓN*

TRABAJO REVISTA IBEROAMERICANA


DE RELACIONES LABORALES
Labour Issues.
Iberoamerican Journal of Industrial Relations

ISSN 1699-3225
VOL. 35, (2017)
pp. 7-22

REVISTA IBEROAMERICANA DE RELACIONES LABORALES 7 TRABAJO


Fecha recepción: Fecha aceptación:
2017-04-05 2017-11-24
Fecha revisión: Fecha publicación:
2017-04-08 2017-12-05

Palabras clave Keywords


Trabajo; Cooperativa; Empresa recuperada; Labor; Cooperative; Recuperated enterpri-
Argentina se; Argentina

Resumen Abstract
Las empresas recuperadas por sus trabaja- Recuperated enterprises by their workers
dores son una realidad emergente de la Argen- are a reality emerging from the Argentina of
tina de inicios del siglo XXI. Representan una the beginning of twenty-first century. They re-
forma original de acción por parte de los traba- present an original form of action of labor force
jadores en el campo de la lucha contra el des- in on order to fight against unemployment. In
empleo. A través de ella, asalariados de empre- these processes workers of capitalist compa-
sas en crisis avanzan sobre la dirección de la nies in crisis take over the direction of produc-
producción ¿Cuáles han sido los mecanismos tion. What are the constituent mechanisms of
constituyentes del proceso en las distintas eta- the process in the different stages of its deve-
pas de su desenvolvimiento? ¿Cuál es la lógica lopment? What is the socio-productive logic of
socioproductiva de las unidades productivas the resulting productive units? What dynamics
resultantes? ¿Qué dinámica de cambio social of social change do they possess? This essay
tienden a configurar? El presente trabajo se proposes, from a panoramic perspective, a se-
propone a partir de una perspectiva panorámi- ries of hypotheses regarding this set of ques-
ca plantear una serie de hipótesis en relación tions. The paper is based on a set of own stu-
a este conjunto de interrogantes. El artículo se dies as well as from other researchers that will
basa en la sistematización de diversas fuen- serve as base material to illustrate and discuss
tes de datos y de investigaciones propias y de the proposed questions.
otros equipos de investigación como material
de base para ejemplificar y discutir los interro-
gantes propuestos.

* Universidad de Buenos Aires

TRABAJO 8 [1699-3225 (2017) 35, 7-22]


El presente ensayo procura plantear una serie de hipótesis en relación a este conjunto
LAS EMPRESAS RECUPERADAS POR SUS TRABAJADORES EN
de interrogantes partiendo de una perspectiva panorámica. Nos proponemos sistemati-
ARGENTINA COMO FORMA SOCIOPRODUCTIVA
zar avances investigativos sobre el proceso con el objeto de reconstruir sus principales
tendencias. En primer lugar apelamos a los resultados de una amplia serie de proyectos
de investigación que hemos conducido sobre la temática1. En segundo lugar, dialogamos
y recuperamos los avances investigativos desarrollados por otros colegas. Establecer
tendencias generales sobre las ER no es una tarea sencilla dada las dificultades que pre-
sentan las fuentes disponibles. Por un lado, la investigación existente ha estado anclada
en estudios de caso, muchas veces sugerentes en el aporte de mecanismos del proceso
pero por su mismo diseño escasamente generalizables. Por otra parte, las encuestas a
trabajadores y los relevamientos a empresas permiten ciertas caracterizaciones generales
1. Introducción pero con no pocos problemas. Por una parte porque algunos de dichos relevamientos se
limitan a ciertos distritos, como las encuestas realizadas a los trabajadores de la Ciudad
Las empresas recuperadas por sus trabajadores (ER) representan una realidad emer-
de Buenos Aires (Rebón, 2007) o los relevamientos del Observatorio social de Empresas
gente de la Argentina del siglo XXI. La resistencia de los trabajadores al cierre de unidades
Recuperadas y Autogestión (OSERA) del Instituto de Investigaciones Gino Germani de
empresariales, configur��������������������������������������������������������������
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como resultante nuevas formas socioproductivas que heteroge-
la Universidad de Buenos Aires (IIGG-UBA) (Salgado, 2012; OSERA, 2013). En otros
nizaron las prácticas laborales con base en procesos productivos signados por el trabajo porque los diseños de muestreo empleados no son representativos (Rebón, 2007), o el
asociado y autogestionado. En un país con extensa y significativa historia de organización registro se limita ciertas empresas por problemas de accesibilidad y subregistro como
de los trabajadores se desarrolla un nuevo repertorio de acción para defender las fuentes en el caso de los realizados por el Programa Facultad Abierta (PFA) de la UBA (2011).
de trabajo. En este trabajo hemos utilizado distintas fuentes primarias y secundarias – entre ellas
Las ER no representan una singularidad de la sociedad Argentina, prácticamente en encuestas, relevamientos a empresas y entrevistas- con el objeto de alcanzar una mejor
simultáneo tiene�����������������������������������������������������������������������
n lugar experiencias en la misma dirección en Brasil y Uruguay por nom- sustentación de las hipótesis propuestas. No obstante, la falta de datos sistemáticos de
brar los países con más desarrollo. Incluso existieron algunas difusiones posteriores en calidad en muchos de los temas abordados hace que lo aquí planteado constituyan sólo
países de Europa y Estados Unidos como respuesta a situaciones de crisis. Sin lugar a hipótesis de trabajo a ser contrastadas en futuras investigaciones. Nuestro enfoque teó-
dudas, el proceso Argentino se destaca en el marco regional por su magnitud y tendencia rico, parte de una perspectiva heterodoxa que integra diferentes autores en función del
al crecimiento –en claro contraste con la experiencia de Brasil-, así como por su carácter objeto de estudio. Con relación a la sociogénesis de las ER podemos destacar la tipología
movimientista y de recurrencia a la acción directa con fuerte impacto público, que contras- de conflicto obrero de Beverly Silver (2006), los estudios de Charles Tilly (2008) sobre las
ta con el proceso más institucional vinculado a la acción sindical en Uruguay y la baja con- performances de la acción colectiva y la investigación de Edward P. Thompson (1979)
sobre la economía moral de la multitud. Respecto al análisis socio-productivo el enfoque
flictividad y aislamiento de las experiencias en Brasil (Rieiro, 2016). Estas características
utilizado se inspira en el esquema analítico de Erik O. Wright (2010, 2013) acerca de las
hicieron al caso argentino el foco de interés a nivel internacional por parte de los analistas,
formas productivas interpenetradas, presentando el mismo algunas adaptaciones en fun-
cientistas y activistas preocupados por estos procesos como mecanismo de enfrentar el
ción del caso específico y la escala de análisis (unidad productiva) de este trabajo.
desempleo y la exclusión en la sociedad contemporánea, llegando a ser planteada como
alternativa socioproductiva al neoliberalismo. En los debates iniciales, primó la discusión
sobre la dinámica de la acción colectiva, sobre la posibilidad de sobrevivencia del proceso
y su impacto en el cambio social (Rebón, 2007). Hoy a tres lustros de su difusión inicial es 1. Nos referimos a los proyectos UBACYT de la Universidad de Buenos Aires, “Sociogéne-
sis y desarrollo del proceso de recuperación de empresas”, “Transformaciones emergentes de la
pertinente un análisis más detenido de su desarrollo ¿Cuáles han sido los mecanismos
recuperación de empresas por sus trabajadores” y “La cultura de la recuperación de empresas”;
constituyentes del proceso en las distintas etapas de su desenvolvimiento? ¿Cuál es la así como a los proyectos de la Secretaría de Política Universitaria del Ministerio de Educación,
lógica socioproductiva de las unidades productivas resultantes? ¿Qué dinámica de cam- “Programa de fortalecimiento socio-institucional para empresas recuperadas” y “Talleres para el
bio social tienden a configurar? Fortalecimiento de la Autogestión en Cooperativas de Trabajo”.

REVISTA IBEROAMERICANA DE RELACIONES LABORALES 9 TRABAJO


El texto se organiza del siguiente modo. En el primer apartado, proponemos una presencia de estas unidades productivas en 20 de los 24 distritos del país. A pesar de que
definición de las ER dando cuenta de sus distintas etapas y mecanismos constituyentes. en ocasiones se las denomina fábricas recuperadas el término empresas ajusta mejor al
A continuación discutimos la unidad productiva emergente de la acción colectiva, caracte- proceso dado que si bien hay mayoría de industrias, también con el paso del tiempo se
rizamos su lógica socio productiva –la dimensión social de las relaciones de producción- extendió significativamente a los servicios. Las principales ramas son la metalúrgica, la
marcando hipótesis acerca de las tensiones y dinámicas que se desarrollan. Finalmente, gráfica, la textil, la gastronómica y la industria de la carne.
planteamos una serie de reflexiones en torno a las vinculaciones entre trabajo y sociedad
que plantea el proceso, así como acerca de su dinámica de cambio.
TABLA 1- FRECUENCIA PORCENTUAL DE RAMA DE LA PRODUCCIÓN DE LAS EMPRESAS
RECUPERADAS

2. Sociogénesis y desarrollo. Rama Empresas recuperadas


Las ER nos refieren a unidades socioproductivas gestionadas por sus trabajadores
Metalúrgicas 20
cuyo origen se encuentra en la reconversión de empresas capitalistas. Más allá de las
heterogeneidades que estas presentan tres aspectos se destacan en su configuración: Alimentación 14

Una situación crítica de la empresa capitalista previa, en el cual se desarrolla un proce- Gráficas 10
so de vulneración de la relación salarial por el capital, a través de mecanismos tales como
despidos generalizados y no pago de salarios (Salgado, 2012). Textiles 8

Un proceso de resistencia colectiva de los trabajadores a la vulneración de la relación Gastronomía 7


laboral y desaparición de la unidad productiva. Este adquiere diferentes intensidades. Si
Industria de la Carne 7
bien en ocasiones suele referirse a las recuperadas como “tomadas”, esto no es homo-
logable. Los relevamientos disponibles nos indican que en una porción significativa pero Construcción 5
minoritaria de conflictos, al menos 4 de cada 10 casos, se utiliza la toma de la unidad pro-
Salud 3
ductiva como forma de evitar el vaciamiento y reiniciar la producción (Fajn 2003, Rebón
2007; PFA, 2011). Otras ramas industria 14
Como resultante del proceso de resistencia se produce una reconversión organizativa Otras servicios 13
de la empresa a partir de una gestión asociada y colectiva por parte de trabajadores de
la empresa fallida. En prácticamente la totalidad de casos, la nueva empresa adopta la Total 100
figura jurídica de Cooperativa de Trabajo.
Fuente: Elaboración propia con base a datos del PFA (2016).
La secuencia típica del proceso de recuperación está marcada por los siguientes hitos:
crisis de la unidad productiva - acción colectiva de resistencia de los trabajadores - con- Con relación a la historia del proceso podemos delimitar cuatro grandes etapas según las
formación como cooperativa de trabajo y búsqueda de reconocimiento formal de la tenen- características que este asume: inicio, difusión, estabilización y resistencia.
cia - reinicio de la producción (Rebón 2007).
La primera etapa, representa el inicio del ciclo de recuperaciones a partir de una se-
Respecto a las características de las ER podemos señalar que se trata de un fenómeno rie de experiencias pioneras emergidas a fines de los ´90, en el contexto de un agudo
relativamente limitado en cuanto a su magnitud económica, pero que atraviesa distintas proceso de desindustrialización del país como consecuencia de la apertura comercial y
ramas y territorios del país. Según datos del PFA (2016), a principios del año 2016 eran el atraso cambiario dominante. En el marco del modelo de acumulación, surgido de las
367 las ER ocupando a 15.948 trabajadores. Se trata de empresas pequeñas y medianas reformas nutridas por el ideario neoliberal a principios de la década, que privilegió la valo-
–no micro empresas- con un promedio de 43 trabajadores por establecimiento. Aunque rización financiera y los servicios se produjo un marcado deterioro de las condiciones de
la mitad de las empresas se concentran en el Área Metropolitana de Buenos Aires, existe la clase trabajadora y una desestructuración de su base industrial (Basualdo, 2006). En

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este contexto se desarrollaron unos pocos casos de fábricas recuperadas a un ritmo lento no surge espontáneamente de sus trabajadores, será de la articulación con cuadros “pro-
y en condiciones de relativo aislamiento entre sí. Algunas de estas fábricas representarán motores” ajenos –por lo general- a los colectivos laborales. Estos cuadros proveerán a los
emblemas para el surgimiento del movimiento de ER. Entre ellas destaca la metalúrgica trabajadores de la estrategia de avanzar sobre la producción y de recursos políticos que la
IMPA  (Industrias Metalúrgicas y Plásticas Argentina). viabilicen. Al enfrentar uno de los efectos centrales del proceso expropiatorio que asumía
La segunda etapa, se desarrolla en el marco del agotamiento del modelo económico la crisis capitalista, estos trabajadores serán acreedores de la solidaridad de otras iden-
emergente las reformas neoliberales. A fines de 2001, eclosionó una crisis general que tidades que resistían el mismo proceso en otras dimensiones y localizaciones sociales,
conmovió a la sociedad Argentina. Esta profunda dislocación social y alteración la econo- como asambleas vecinales y movimientos de desocupados. En el contexto de una baja
mía y política del país (Pucciarrelli y Strauss, 2011) fue el marco propicio para la difusión legitimidad de las instituciones estatales y de los políticos, la lucha con alta legitimidad de
de la recuperación de empresas. los trabajadores no encontrará una represión sistemática por parte del Estado, abriéndose
espacios de institucionalización y de apoyo (Rebón, 2007).
Por un lado, en términos económico-laborales dicho período se encontró signado por
el crecimiento del cierre y la quiebra de unidades productivas, y de los niveles de des- La acción colectiva de recuperar las empresas asume en el contexto de la crisis gene-
empleo y precarización (Dalle, 2016); así como por el debilitamiento de los mecanismos ral la forma de movimiento social (Tilly, 2008). Articulados en diversas organizaciones, los
compensatorios a los despidos –indemnizaciones-. De este modo, las alternativas de los trabajadores establecerán campañas de acción. Estas se concentran en la lucha contra
trabajadores para enfrentar el desempleo se ven acotadas, tornando menos “costosa” la el capitalista y/o el poder judicial por la tenencia de la unidad productiva, solicitando el
incursión en formas de acción no convencionales. En general se trató de trabajadores apoyo y legitimación por parte del poder ejecutivo y legislativo local, o enfrentándolo
formales o registrados, muchas veces con gran antigüedad, entre los cuales la pérdida del abiertamente en los casos que este se opone. En la medida que se avance en la tenencia
empleo significó la imposibilidad de encontrar una alternativa equivalente en el mercado de la unidad productiva el eje de demanda y potencialmente de conflicto vira básicamente
laboral. El trabajo como elemento identitario jugó un rol clave como noción legitimizante hacia el Estado en el pedido de apoyo económico y demandas genéricas para el conjunto
(Thompson, 1979) para enfrentar el cierre empresarial.2 Fue la defensa de la fuente labo- de ER o cooperativas de trabajo (Rebón: 2007).
ral en condiciones de cierre generalizado el elemento que estableció como justa y legítima A la etapa de difusión del proceso en el marco de la crisis, le sucederá una etapa pos-
la alteración de las relaciones de propiedad, incluso a través de la toma, para defender la crisis signada por su estabilización. Esto se produce en un contexto histórico signado por
condición de trabajador (Fernández Álvarez,  2007; Rebón y Salgado, 2010). una significativa recuperación económica y la reconstrucción de la autoridad política, mar-
Por otro lado, situándonos en el plano político-cultural, la crisis general desencade- cada por la consolidación de un nuevo ciclo de gobierno de corte reformista perteneciente
na un inédito proceso de movilización y protesta social en el marco de una aguda crisis al Frente para la Victoria –fuerza de centroizquierda con eje en el Partido Justicialista–.
política que provoca incluso la renuncia de cuatro presidentes en unas pocas semanas Nos referimos al ciclo político denominado popularmente como “kirchnerismo” por el ape-
(Schuster, 2011). En una sociedad signada por una fuerte cultura del trabajo, desobedecer llido de su fundador que va a prolongarse desde 2003 hasta fines de 2015 cumpliendo tres
al desempleo representó una tarea que prontamente alcanzó amplia repercusión pública mandatos presidenciales, uno de Néstor Kirchner y dos de su esposa, Cristina Fernández
y legitimidad social. En un contexto de profunda dislocación social, la resistencia a la de Kirchner. Este ciclo político se caracteriza por una política reformista que establece en
mercantilización por parte de los trabajadores -a ser tratados como meras mercancías- se diversos ámbitos puntos de ruptura con las tendencias del periodo previo signado por la
articula con muchas otras resistencias asumiendo formas de heterogéneas alianzas so- reestructuración neoliberal, la valorización financiera y el empeoramiento de los indicado-
ciales (Rebón, 2007). Las recuperaciones nos refieren a una ejemplificación clásica de un res sociales (Kulfas, 2016; Dalle, 2016). En este nuevo marco las recuperaciones van a
conflicto “Polanyiano” que articula diferentes actores en la resistencia a las desestructura- continuar pero a un ritmo menor. Cómo se puede observar en el gráfico 1, si bien el pico
ción de condiciones de vida producto de la mercantilización (Silver, 2006; Burawoy, 2008). de la frecuencia anual de nuevas recuperaciones se concentra en torno al año 2002, epi-
El contexto de crisis proveerá a los trabajadores de promotores y aliados. La recuperación centro de la crisis, las recuperaciones continúan a un nivel significativo pese a la recupe-
ración económica y el descenso de los niveles de desempleo. Mientras para el año 2002
2. Históricamente en la Argentina, el trabajo como elemento identitario ha tenido una fuerte re-
levancia social y política. Representa tanto un modo de obtener medios de vida, como de brindar estimamos una tasa de crecimiento del 83%, esta se encuentra para el último año de la
pertenencia y reconocimiento social, orientar la vida y proyectar el futuro. El orgullo por trabajar y serie en el 5%. De este modo, si el origen del proceso se encuentra en la crisis general de
por ser trabajador son dos expresiones de esta cultura (Danani y Grassi, 2009). principio de siglo, su historia se prolonga más allá de esta.

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GRÁFICO 1: FRECUENCIA PORCENTUAL DE EMPRESAS RECUPERADAS POR AÑO DE INICIO DE GRÁFICO 2: DISTRIBUCIÓN PORCENTUAL DEL CONOCIMIENTO DEL PROCESO DE RECUPERACIÓN
RECUPERACIÓN Y VARIACIÓN PORCENTUAL ANUAL DEL PIB. (ARGENTINA, 1996-2015) DE EMPRESAS Y DE LA VALORACIÓN DEL MISMO. AMBA. AÑO 2012.

Fuente: Elaboración propia con base a datos del PFA (2016) para empresas recuperadas e Insti-
Fuente: Encuesta Instituto de Investigaciones Gino Germani y CEDESAL. n: 599.
tuto Nacional de Estadísticas y Censo para PIB.

La instalación de las ER como modelo de acción en la caja de herramienta de Esta valoración se vincula básicamente a la importancia de la cultura del trabajo
los trabajadores, su conocimiento y valoración como forma de enfrentar el cierre en la sociedad Argentina, a la existencia de un principio de legitimación que se ha
laboral fue el factor clave que promovió que la expansión en la nueva situación. conceptualizado como economía moral del trabajo. Es la actualización y radica-
Dicho conocimiento se extiende al conjunto de la población. Como podemos ob- lización de este principio lograda durante la crisis general pero que perdura más
servar en el gráfico 2, una encuesta estadísticamente representativa de la pobla- allá de esta, la fuente de legitimación para que el derecho al trabajo en determi-
ción del principal centro urbano del país -la Metrópolis de Buenos Aires- que reali- nadas condiciones pueda relativizar al derecho a la propiedad (Rebón, Kasparian,
zamos en 2012, registró que a pesar de las ER representa un fenómeno acotado Hernández, 2015).
el 73% de la población conocía su existencia, predominando ampliamente entre Ésta expansión fue posible también, porque si bien el desempleo descendió,
los encuestados su valoración positiva - 93%-. Esta valoración se extiende incluso continuó alcanzando niveles significativos –alrededor del 7% para los últimos años
a sus aristas más disruptivas y extra-institucionales, entre ellas la forma emblemá- del “kirchnerismo” frente al 22% del peor momento de la crisis- . Otro elemento
tica de acción colectiva del proceso: la toma u ocupación de la unidad productiva. que favoreció la expansión fueron las condiciones políticas. En lo atinente al go-
El 84% de la población consideraba justo que trabajadores de una fábrica que está bierno nacional, existió desde 2003 una política relativamente favorable a las ER.
por cerrar la ocupen para ponerla a producir.3 En primer lugar, se desarrollaron una serie de programas específicos de apoyo,
no obstante estos fueron planificados más como una forma de inclusión social y
3. Se trata de una encuesta domiciliaria representativa de la población mayor de 18 años del
laboral que como política de desarrollo económico. Tampoco las políticas públicas
Área Metropolitana de Buenos Aires realizada por nuestro equipo de investigación en el ámbito
del Instituto de Investigaciones Gino Germani de la Universidad de Buenos Aires y el CEDESAL alcanzaron la relevancia que tuvieron en la vecina República de Uruguay donde
en agosto del año 2012. Se trabajó con un cuestionario semiestructurado. La muestra fue de 599 contaron con un fondo público muy significativo para su financiamiento (Rieiro,
casos con un margen de error ±4% y un nivel de confianza del 95%. 2016). En segundo lugar, el proceso fue legitimado abiertamente por el poder eje-

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cutivo, que incluso apoyó una reforma de la Ley de Concursos y Quiebras a pedido nuevas recuperaciones. No obstante, hay un conjunto de elementos que dificultan
de organizaciones de empresas recuperadas. Dicha reforma que fue promulgada una expansión. Entre estos, un marco político más hostil al proceso, graficado por
en 2011 habilita una nueva vía de institucionalización del proceso, estableciendo ejemplo en el veto del gobierno de Macri a la ley de expropiación del hotel Bauen;
que ante la quiebra de una empresa los trabajadores conformados en cooperati- y las condiciones macroeconómicas negativas para la recuperación productiva.
vas utilicen las acreencias laborales para su compra. También las dificultades que las ER preexistentes presentan y visibilizan pública-
Este conjunto de condiciones (existencia como repertorio de acción, desempleo mente en sus luchas pueden transformarse en un factor disuasivo para nuevas
estructural y condiciones políticas favorables) promovió que la crisis de unidades recuperaciones.
productivas -elemento intrínseco del capitalismo- diera lugar a nuevas recupera- En suma, la historia del ciclo de recuperaciones nos muestra que dicha modalidad
ciones aunque hayan cambiado las condiciones de origen. En tanto y en cuanto de acción se ha convertido en un repertorio de acción colectiva de los trabajadores para
la crisis de unidades productivas es condición de posibilidad de las ER, a partir de enfrentar el cierre de unidades productivas. Esta se convirtió en una práctica habitual de
su generalización en 2001-2002 la evolución de las recuperaciones guarda una la clase trabajadora estable para enfrentar la vulneración de la relación salarial. Así la ac-
relativa correspondencia con el ciclo económico. Como puede observarse en el ción colectiva se traducirá en una nueva realidad productiva en el país. Adentrémonos a
ya mencionado gráfico 1, dicha evolución tiende a comportarse a partir de 2001 continuación con mayor detenimiento en las principales características socio productivas
inversamente a la evolución de PIB. de las empresas resultantes.
Por otra parte, la recomposición económica potenció la consolidación de las
ER preexistentes. El fuerte crecimiento económico y expansión del mercado in-
terno de los primeros años poscrisis constituyó un aliciente para su crecimiento y 3. La forma socio-productiva
continuidad.4 Un estudio exploratorio realizado por nuestro equipo para el período
A continuación discutimos y problematizamos la forma socio-productiva en sus princi-
2003-2007 con datos del OSERA IIGG encontró que la tasa anual de cierre de las
pales dimensiones. De modo sintético proponemos cuatro tesis para caracterizar a las ER
ER (4,5%) en la Ciudad de Buenos Aires fue a lo largo del período menor a la de
en lo atinente a la propiedad, la lógica de la producción, la dimensión política y los clivajes
las empresas del país (7,2%) (Rebón y Salgado: 2010). Un ejercicio similar que
de organización del conflicto.
realizamos con datos del PFA para el país en el período 2003-2015 nos indica una
tasa de cierre algo superior al 1%, no obstante el bajo valor probablemente nos
1. Las empresas recuperadas expresan una forma de propiedad social de extensibili-
esté señalando un marcado subregistro de la disolución de las empresas en este
dad limitada, baja profundidad y bajo nivel de inclusividad.
relevamiento.
Las ER alteran las relaciones de propiedad, constituyendo procesos de transición des-
Finalmente, a partir de 2016 con la asunción del gobierno de centro-derecha de
de la propiedad privada de la unidad productiva por el capital hacia formas de propiedad
la Alianza Cambiemos encabezado por Mauricio Macri, se abre una nueva etapa
social ejercidas por los trabajadores asociados. Son estos en tanto colectivo quienes tien-
en el ciclo de la recuperación de empresas signada por la resistencia a un nuevo
den a conformar una relación de apropiación con la unidad productiva. En la medida que
proceso de reestructuración de inspiración neoliberal (Ferrer, 2016). Si bien dado
la comunidad o asociación de trabajadores tienda a ser titular del derecho de usufructo,
el poco tiempo transcurrido y el carecer de datos sistemáticos dificultan una ca-
disposición y goce de los medios productivos nos encontramos ante una forma de pro-
racterización conclusiva de la etapa, el marcado cambio de políticas produce sin
piedad social (Wright, 2013). Pero esta forma de propiedad social presenta diferentes
lugar a dudas un significativo impacto. En primer lugar el fuerte ajuste de tarifas
limitaciones.
públicas, la apertura de las importaciones y el marcado debilitamiento del mercado
interno dificultan la sobrevivencia de las ER existentes y promueven la revitaliza- En las fábricas recuperadas encontramos que tiende generalmente a primar una forma
ción de las organizaciones que las agrupan y su movilización con otros actores de propiedad social de extensión específica, intensidad limitada e inclusividad baja.
que resisten el ajuste. Por otra parte, el aumento del cierre empresas promueve
La extensividad de la propiedad social (conjunto de bienes involucrados) está limitada
4. Un elemento clave en el éxito de estas empresas es que en la mayoría de los casos las coo- en aquellos casos más abarcativos, al conjunto de una unidad productiva específica, a
perativas nacientes no heredaron las deudas de las empresas fallidas. sus bienes muebles, marcas y edificios. En los casos menos extensos sólo a los bienes

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muebles de la unidad productiva en cuestión. En la mayoría se trata de medios de pro- en ocasiones encontramos casos de larga trayectoria que presentan obstáculos legales y
ducción de pequeña y mediana magnitud dado el tamaño de la mayoría de las unidades políticos para avanzar hacia otras formas de tenencia. Un caso emblemático en este senti-
productivas. Como ya señalamos, las empresas no son micro-empresas pero tampoco en do es el Hotel Bauen de la Ciudad de Buenos Aires. Este posee la particularidad de que el
su mayoría grandes empresas aunque algunas revisten esta condición o posean grandes edificio (de alto valor inmobiliario) no forma parte de la quiebra de la empresa. A pesar de la
inmuebles. Se trata por lo general de empresas pequeñas y medianas, o grandes empre- importante lucha de los trabajadores, el proceso se encuentra con serio riesgo de desalojo,
sas que cuando fueron recuperadas partían de procesos de achicamiento (Rebón, 2007; potenciado al momento de finalizar la escritura de este artículo por el veto presidencial a
Fajn 2003; PFA, 2014). su expropiación. En general encontramos que los obstáculos políticos a la formalización de
Por otra parte, predomina una baja intensidad de la disposición de la unidad producti- la tenencia se han potenciado en los últimos años, en especial a partir de la asunción del
va, a pesar del paso de los años en la mayoría de las empresas se registran dificultades nuevo gobierno a fines de 2015, siendo de esperar mayores dificultades a futuro.
para el acceso a su propiedad. Más allá de la heterogeneidad de formas, postulamos que es limitada la intensidad de
Existen distintas formas de acceso a la tenencia de derecho como las leyes de declara- la propiedad porque los trabajadores, en la mayoría de los casos, acceden a formas de
ción de utilidad pública y expropiación por parte del Estado, las autorizaciones judiciales a control y posesión de marcas, maquinarias y de los inmuebles, pero no logran la propie-
funcionar, el alquiler a los antiguos dueños o terceros, o incluso en algunos casos la com- dad plena de la unidad productiva. Estamos en presencia más de una posesión social que
pra directa a través de la adjudicación por la justicia a partir del uso por los trabajadores de una propiedad plena.
de sus acreencias laborales. Las leyes de expropiación ha sido la forma más utilizada, un Finalmente, la inclusividad nos está refiriendo a una baja escala de agregación del con-
relevamiento nacional de PFA (2011) a 2010 indicaba que el 63% de las empresas revestía junto social que se apropia del bien. Nos referimos a colectivos de trabajadores, en gene-
esta condición, frente a sólo un 8% de la autorización judicial, un porcentaje equivalente ral pequeños o medianos, que se asocian a partir de poner en común su trabajo utilizando
alquilaba las instalaciones, y un exiguo 2% había comprado la unidad en el proceso de y disponiendo dentro los límites anteriormente marcados de las unidades productivas.
quiebra. Para 2013 un relevamiento del OSERA señalaba que en la Ciudad de Buenos Ai- Todos los trabajadores tienen el derecho igualitario, al menos en principio, a participar en
res las expropiaciones alcanzaban a la mitad de los casos. Esta forma de acceso consiste las decisiones colectivas con respecto al bien. La naturaleza de la asociación –basada en
básicamente que el Estado –en la casi totalidad a nivel provincial- declara de utilidad pública el trabajo- hace que no se desarrolle al interior de la unidad productiva la escisión entre
los bienes muebles, marca e inmuebles –esto último no siempre está contemplado- y se lo propietarios y productores, la escisión plena entre subjetividad y objetividad característica
entrega en comodato a los trabajadores conformados en cooperativas. Las leyes de expro- según Marx (1992) de la producción capitalista. De este modo, no prima el consumo pro-
piación suelen disponer una vez que las empresas son pagadas a la quiebra o antiguos ductivo de fuerza de trabajo asalariada, la característica distintiva de la producción capi-
propietarios un proceso de titularización a nombre de la cooperativa que en condiciones, talista. Estas características no sólo se vinculan con los orígenes de las experiencias que
por lo general favorables, tiene que pagar el bien en un lapso de tiempo. En la práctica la instauran relaciones igualitarias entre los trabajadores que las conforman, sino también
mayoría de las empresas expropiadas no han concluido la transferencia de la titularidad de con la forma jurídica cooperativa de trabajo, la cual establece la propiedad conjunta de los
los bienes por falta de vocación o fondos por parte del Estado (Entrevista a dirigente de ER, medios de producción sobre la base de la asociación de trabajadores, limitando la contra-
8/2015). Además, en los últimos años el ritmo de las expropiaciones ha disminuido marca- tación de trabajadores bajo relación de dependencia. Además, esta propiedad conjunta
damente. Si bien no existen datos sistemáticos, tampoco la reforma de la ley de quiebras implica que las posesiones de la cooperativa no son divisibles entre individuos, sino que
ha producido una generalización de la compra de unidades productiva a través del uso de pertenecen al colectivo de trabajadores.5 Por otra parte, qué el ámbito de referencia de la
las acreencias de los trabajadores. (PFA, 2014, Entrevista a dirigente de ER, 8/2015). propiedad este limitado sólo al colectivo de trabajadores implica que excluyen del mismo
Por otra parte, una porción de las ER permanece tomadas. En el relevamiento nacional al resto del conjunto social o sociedad. Frente a otros no pertenecientes a la comunidad
de PFA de 2010 se registraba apenas un 5% en esta condición, en 2014 este programa re-
5. Una interesante línea de investigación se abre aquí en torno a en qué medida esta apropiación
gistraba que el 16% de las recuperadas entre 2010 y 2013 estaban tomadas. En el releva-
social coexiste híbridamente en la práctica con mecanismos de apropiación privada. Temas como el
miento del OSERA para la Ciudad de Buenos Aires en 2013 la cifra de tenencia de hecho desarrollo de mecanismos irregulares de compensación a la hora de los retiros o de venta de bienes
se elevaba al 20%. Los procesos más nuevos tienen más probabilidad de encontrarse en que pongan en cuestión la indivisibilidad de la propiedad, entre muchos otros, merecen ser investiga-
esta condición dado que esto suele formar parte del ciclo de recuperación. Pero también dos para calibrar con nitidez como propiedad privada y social se combinan en cada caso.

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no necesariamente se comportan diferentemente a propietarios privados, entablando re- 2. Las empresas recuperadas están orientadas por el consumo pero el propósito in-
laciones de competencia y exclusión que maximicen el disfrute de su propiedad (Rebón mediato de la producción es el valor de cambio.
y Salgado, 2010). Las ER nacen como estrategia de los obreros para defender su inserción ocupacional.
El tipo de propiedad estructura un conjunto de relaciones sociales que vuelven más Representan una estrategia particular de defensa obrera, en donde los trabajadores tie-
probable la emergencia cierta clase de procesos. El carácter de propiedad social es fa- nen que dejar de ser asalariados para poder continuar como trabajadores. Nacen como
vorable al desarrollo de igualación entre los cooperativistas –por ejemplo ejemplificado alternativa al desempleo más que al capital (Quijano, 2002). Trabajar asociada y auto-
en repartos relativamente equivalentes de retribuciones a la participación económica-. gestivamente fue una solución adaptativa más que una preferencia ideológica. La figura
Al mismo tiempo el carácter limitado de su inclusividad hace que esta igualación no ne- jurídica cooperativa adoptada fue elegida en función de que de las figuras disponibles es
cesariamente sea trascendente al colectivo laboral. Dicho de otro modo, al interior prima la que más ajusta a las características del proceso (Palomino et al., 2003). Si bien con el
lo social pero en su relación con el exterior esto mismo puede desarrollarse como socio- paso del tiempo los trabajadores pueden desarrollar valoración por la autogestión y vin-
centrismo (Piaget, 1988), como interés semejante al de cualquier propietario privado. El cular su experiencia a la lucha por un cambio social más amplio, la defensa laboral tiende
principio de comunidad, y las solidaridades emergentes, no necesariamente trascienden en todo momento a ser la meta dominante (Rebón, 2007; Salgado, 2012). La empresa
al colectivo laboral (Itzigsohn y Rebón, 2015). Como algunos estudios sugieren, en la am- resultante es estructurada por esta lógica originaria. El criterio dominante es el de pre-
pliación de la cooperativa podemos encontrar ejemplificaciones de esta tendencia. Como servar la fuente de trabajo como un modo de poder realizar la reproducción social como
muestra el trabajo de Rodrigo Salgado (2012) para la Ciudad de Buenos Aires, en ocasio- trabajadores. De este modo, las ER tienden a no estar orientadas por la acumulación eco-
nómica como lógica, maximizar y reinvertir ganancias como la empresa capitalista o por
nes la ampliación se realiza a partir de incorporar a otros trabajadores como no iguales
lógicas de acumulación política como las empresas estatistas.6 Están fundadas en el con-
reconfigurando la línea de escisión - entre trabajadores y propietarios- ya sea a partir de
sumo de los trabajadores y de sus familias -por esta razón suelen ser los familiares uno
asalariar temporal o estructuralmente trabajadores configurando un mecanismo de des-
de los destinatarios de los nuevos puestos laborales cuando las empresas se amplían-.
igualación e incluso potencialmente de explotación. No obstante, su propia investigación
Están orientadas, en lo que los teóricos de la economía social y solidaria señalan como
marca que este mecanismo no es generalizado, al momento del estudio se encontraba
reproducción –simple o ampliada- de la vida (Coraggio, 2008). Al no estar orientadas por
ausente en la mayoría de las empresas y representaba sólo un 10% del total de los tra-
la ganancia, hace que aun cuando no existe “ganancia” o excedente una vez retribuido
bajadores. María V. Deux Marxi (2014) estudió una cooperativa alimenticia que accedía
el trabajo para las ER sea rentable la producción en tanto se preserve las condiciones de
al consumo de fuerza de trabajo asalariada mediante dos mecanismos. Por una parte, el
trabajo de los asociados. En qué medida estas experiencias son exitosas en función de
uso de una empresa tercerizadora para contratar personal. Por la otra, la creación de una
su lógica estructurante es un campo en el cual se requiere más investigación. Si bien en
sociedad comercial que produce por cuenta y orden de la cooperativa.
general han logrado preservar los puestos de trabajo e incluso crear nuevos y los niveles
La falta de extensividad de los bienes de referencia -una unidad productiva que pro- de mortandad empresarial son relativamente bajos se presentan dificultades en la repro-
duce un conjunto espec��������������������������������������������������������������
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fico de medios de producción o de vida- hace que los trabaja- ducción de la identidad social como trabajadores. Por una parte, bajo la legislación actual
dores requieran necesariamente para realizar su reproducción de establecer relaciones los trabajadores al recuperar la empresa pasan a formar parte del régimen de previsión
de intercambio con otras unidades productivas. La posibilidad del autoconsumo como social de los autónomos lo cual implica una serie de perjuicio en sus derechos sociales
fin no es posible. En el contexto particular de una sociedad capitalista hace que este como jubilación futura, obra social y salario familiar, entre otros. Por otra parte, el único es-
intercambio asuma una forma dominantemente mercantil y que los trabajadores se vean tudio sistemático con el que contamos muestra que el desenvolvimiento de las empresas
compelidos a maximizar sus procedimientos productivos con el objeto de competir en es marcadamente heterogéneo. En el seguimiento Longitudinal de las ER de Ciudad de
el mercado. Por último, la falta de intensidad de la propiedad –el predominio de tenen- Buenos Aires entre 2003 y 2006 encontramos tres tipos de trayectorias. Un primer cuarto
cias precarias- tiende a convertirse en un obstáculo para la continuidad productiva y la de las empresas había fracasado o se encontraba en graves problemas para asegurar
capitalización de la empresa. En los casos más precarios porque es difícil consolidar
6. En ocasiones las lógicas de acumulación política vinculadas a distintos grupos políticos de
un proceso e invertir cuando el destino es incierto, pero sobre todo en la mayoría de diversa índole puede convertirse en dominantes en algunas ER. Por lo general, la identificación con
las situaciones por que el acceso al crédito en una sociedad capitalista depende de la esta lógica es nítida a nivel de las conducciones, en los trabajadores de base esta tiende a ser acep-
titularidad jurídica de bienes. tada en tanto logre viabilizar la lógica de preservación de las condiciones de trabajo (Rebón: 2007).

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la continuidad productiva, no alcanzando a reproducir al colectivo laboral. Otra mitad de Por otra parte, si siguen exclusivamente la lógica de la acumulación en función
las cooperativas alcanzaba a equiparar los ingresos de la rama, mantener e incluso crear de la competencia en el mercado, pueden sacrificar sus condiciones de trabajo
puestos de trabajo, pero con problemas y vulnerabilidades de diverso tipo. Por último, en o la de otros trabajadores para poder realizarla. Dicho en otras palabras los tra-
los restantes casos se alcanzaba una reproducción social ampliada en la cual los socios bajadores deben abordar creativamente esta tensión en los distintos momentos
habían incorporado nuevo trabajadores y alcanzado ingresos superiores a los de la rama del ciclo de la empresa. Una de las alternativas practicadas es la construcción de
en condiciones relativamente sostenibles (Rebón y Salgado, 2010). articulaciones sociales que limiten o regulen el carácter mercantil del proceso. Las
A pesar de estar orientadas por el consumo, al ser unidades productivas en relaciones de reciprocidad con otros actores y las relaciones de redistribución con
condiciones de mercado su propósito inmediato de su producción es principal y el Estado son estrategias que se usan en esta dirección. Las redes con otras uni-
necesariamente la producción de valores de cambio. Por supuesto que el valor dades productivas, cooperativas o incluso pymes, les permiten en algunos casos
de cambio sea la lógica central no implica la inexistencia de producción de meros establecer relaciones de intercambio no mercantiles, pero sobretodo relaciones
valores de usos o que las empresas no estén vinculadas a otros actores a tra- de cooperación que le permitan competir con mayor peso en el mercado a partir
vés de relaciones de reciprocidad expresadas en un conjunto de articulaciones de reducir costos a través de estrategias comunes de comercialización o compras
no mercantiles con el entorno social como la práctica de donaciones, prestamos, (Itzigsohn y Rebón, 2015). El vínculo con el Estado es clave también a través de
creación de bachilleratos populares, centros culturales y escuelas de oficio, entre relaciones de redistribución –subsidios por ejemplo- o de compra preferencial o
otras (Kasparian, 2013). Pero del intercambio mercantil depende principalmente la simplemente compra estatal que permitan fortalecer márgenes de autonomía del
viabilidad productiva. Para competir exitosamente en el mercado deben maximizar mercado (Kasparian, 2017; Deux Marxi, 2014; Fernández Álvarez, 2012). Por otra
el proceso productivo, ordenar el mismo por una racionalidad instrumental que le parte, si buscar márgenes de autonomía del mercado es una de las estrategias
permita competir en costos y calidad.7 Ante el desafío de la competencia los tra- para resolver la tensión, corresponde destacar que en algunas situaciones estas
bajadores requieren reinvertir el excedente para capitalizarse caso contrario en el empresas caen en la situación opuesta –la dependencia de un capitalista en la
mediano plazo la empresa tenderá a la crisis productiva por falta de inversión en comercialización- por carencia de recursos para producir o de canales de comer-
reemplazo de maquinaria u obsolescencia tecnológica por ejemplo. Esto se vuelve cialización o insuficiente conocimiento. Por ejemplo, esto ocurre cuando se desa-
un problema agudo en las ER, dado que en muchos casos se trata de empresas rrolla como forma central en el denominado trabajo a façon donde los trabajadores
que ya parten de situaciones de atraso tecnológico. En este sentido, la lógica del prestan la mano de obra y maquinaria para un capitalista que brinda los insumos,
valor de cambio invita a la lógica de la acumulación como orientación del proceso. llegando incluso a supervisar la producción. (Balladares, 2012).
Si los trabajadores se orientan por una lógica exclusivamente de consumo y no
3. Las empresas recuperadas expresan nuevos niveles de autodeterminación en la
reinvierten en la producción, la viabilidad de la unidad productiva puede entrar en
función de dirección.
crisis. El origen del proceso promueve este riesgo. La situación de carencia ori-
ginaria hace que cuando se consiga un primer excedente o ingreso la tendencia Con relación a la dimensión política de las relaciones de producción al interior de la em-
espontanea sea a la satisfacción de necesidades inmediatas de los trabajadores y presa, la recuperación constituye un proceso de democratización de la función de dirección
no a la planificación de inversiones a futuro.8 frente a la empresa capitalista originaria. El poder social, es decir aquel emergente a partir de
la movilización colectiva y la asociación voluntaria (Wrigth: 2013), tiende a dominar el espacio
7. Esto no implica que deban producir al mismo costo que las empresas capitalistas. Además de
productivo. Con mayor o menor grado se practica la autogestión, las decisiones significativas
no requerir de la ganancia como motor, disminuyen drásticamente los costos de supervisión y control
laboral. Sin embargo, suelen tener costos más altos en otros rubros como en el acceso al crédito. son producto directa o indirectamente de un proceso colectivo de toma de decisiones.
8. Un referente de una empresa gráfica nos relató que cuando les empezó a ir bien luego de la Los trabajadores se asocian, se agrupan voluntariamente, como cooperativa de traba-
recuperación decidieron aumentar los salarios y reducir la jornada de trabajo. Tiempo después sufrie-
jo. Lo hacen en el marco de una sociedad capitalista, donde sus decisiones son constre-
ron una fuerte disminución de la demanda y se quedaron prácticamente sin capital de trabajo. De ahí
en más aprendieron la necesidad de ahorrar e invertir, hoy han logrado modernizar la planta y se han ñidas por la “coerción sorda” de las relaciones de producción por la imperiosa necesidad
convertido en uno de los casos más exitosos en términos económicos (Entrevista a informante clave de trabajar para obtener condiciones de vida (Marx, 2002). Los trabajadores con su acción
de empresa grafica recuperada, 8-2015). colectiva de recuperar la empresa, con mayor o menor conciencia de lo que hacen, cons-

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tituyen espacios de autodeterminación en el proceso productivo que tienden a ser incom- de los representados ya enunciados mucho tiempo atrás por Robert Mitchels (2008) en su
patibles con la producción capitalista. En las ER la soberanía final reside en la decisión tesis sobre la ley de hierro de las oligarquías. A su vez, las formas de gerenciamiento im-
igualitaria de los asociados, donde cada trabajador asociado tiene derecho al voto. Todos plican los diversos tipos de problemas entre principal y agente existentes en las grandes
los años las cooperativas están obligadas estatutariamente a reunirse en asamblea para firmas capitalistas (autonomización del mandatario del mandante) (Wright, 2013), proba-
aprobar el balance y los socios tienen el derecho a participar en la elección de las auto- blemente exacerbado por el menor conocimiento de los trabajadores con respecto a los
ridades. También, habitualmente, se realizan asambleas para los temas centrales. Como capitalistas de las diversas tareas involucradas en la gestión empresarial. Una limitación
las ER, en su inmensa mayoría, son resultantes de acción colectiva contenciosa, desde el muy significativa del carácter democratizador, emerge en la medida que la empresa en
inicio la asamblea es además un modo permanente de toma y legitimación de decisiones. su ampliación se incorpore a nuevos trabajadores sin derecho a voz y voto –asalariados-
Por lo general, las asambleas están muy presentes en la primera etapa de la recupera- en el colectivo laboral. Acá el universo de la democracia, el quienes tienen derechos a
ción en la lucha por la tenencia, estas tienden a espaciarse luego cuando se ingresa más participar de la toma de decisiones, se restringe. En otras ocasiones, aun cuando se los
plenamente al momento productivo. Pero esta forma tiende a permear el conjunto de las incorpore plenamente a los nuevos trabajadores los niveles de cohesión y cierre del grupo
experiencias y el peso que tiene en cada caso es variable, según diferentes elementos prexistente –los socios fundadores- frente a la falta de cohesión, organización de los nue-
como tamaño de empresa o vinculación con ciertos movimientos que las promueven. Por vos, como señala la vieja tesis de Norbert Elias (2006) de los mecanismos constituyentes
otra parte el funcionamiento cotidiano está delegado en el órgano político-administrativo, de la desigualdad, puede limitar en la práctica a la democratización como se demuestra
el consejo de administración y en la práctica en los principales referentes de estos. Con en el estudio desarrollado por Rodrigo Salgado (2012).
la institucionalización de las empresas la delegación tiende a aumentar con respecto al Ninguno de los problemas referidos es irresoluble ni particular a las ER. En el fondo
momento fundante (Rebón y Salgado, 2010). Con el desenvolvimiento del proceso cobra la recuperación representa democratización económica y como tal tiene las dificultades
relevancia la gestión de cuadros como forma operante en la cual el colectivo laboral asu- propias de la democracia para funcionar.
me la función de dirección (Vieitez y Dal Ri, 2001). Un referente o un conjunto de referen-
tes concentran las decisiones cotidianas. En algunos casos, las dificultades en la gestión 4. La recuperación desestructura el antagonismo de clase en la producción y configu-
productiva o de algunas áreas, por ejemplo la comercialización, llevan en algunos a la ra una conflictividad más horizontal y múltiple, en el marco de una politización de la
cooperativa a introducir formas de gerenciamiento, de “expertos” que toman decisiones función de dirección.
organizativas en representación de la empresa. Esta forma se ve favorecida cuando en el Los elementos señalados anteriormente en torno a las dimensiones productivas cam-
proceso de recuperaci����������������������������������������������������������������������
ón el colectivo laboral ����������������������������������������������
ha perdido a los cuadros administrativos, téc- bian significativamente los ejes del conflicto con relación a las empresas capitalistas de
nicos y de dirección existentes en la empresa fallida. La falta de conocimiento, o la creen- origen. Con la recuperación se produce un fuerte proceso de colectivización e igualación
cia de esta falta es un aliciente para este tipo de articulaciones. Las situaciones de crisis social que tiende a disolver o atenuar las jerarquías prexistentes en el espacio productivo
productivas también alientan el gerenciamiento (Entrevista a dirigente de ER, 8/2015). (Wyczickier, 2009). La más destacada es que el clivaje organizador del conflicto al inte-
rior de la unidad productiva deja de estar estructurado por la relación entre capitalistas y
Todas estas situaciones engendran tensiones y conflictos potenciales que son en prin-
trabajadores, por la desaparición de este de la unidad productiva. Se descomponen los
cipio expresión de problemas clásicos de la sociología política.9 La asamblea como for-
agrupamientos clasistas como tendencia a la organización del conflicto por las condi-
ma de democracia directa tiene la dificultad de mantener altos niveles de participación e
ciones de trabajo. Con el fin o desplazamiento de este eje de desigualación el conflicto
involucramiento de todos a lo largo del tiempo, así como dificultades potenciales en los
tiende a asumir formas más horizontales y múltiples. Se destaca una mayor horizontali-
tiempos que lleva tomar las decisiones o en la conservación de las mismas. Además en
dad por que los agrupamientos que se configuran originalmente o sobreviven de la forma
ella no todos tienen el mismo peso y capacidad a la hora de imponer sus puntos de vista,
social preexistente tienden a ser menos jerárquicos y a no implicar relaciones de clase.
aquellos con mayores recursos políticos tendrán mayor capacidad de hacer valer sus pun-
Dirigentes y dirigidos, socios fundadores y nuevos socios, trabajadores calificados y no
tos de vista. Por otra parte, la delegación en el consejo de administración implica los pro-
calificados, manuales y no manuales, socios y no socios son algunos de los múltiples ejes
blemas clásicos de las dificultades de representación y los riesgos de la autonomización
de desigualación y configuración de agrupamientos que emergen (Bialakowsky, 2004;
9. Puede consultarse un balance crítico de los mecanismos de toma de decisiones en las coope- Salgado, 2012; Kasparian 2017). Estos ejes no se desarrollan necesariamente, y tienden
rativas realizado por los propios trabajadores en Julián Rebón et. al (2017). muchas veces a tener fronteras difusas y transitorias. Rara vez se articulan sistemáticamen-

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te configurando un clivaje sólido de agrupamiento que pueda dar lugar embrionariamente a
4. Observaciones finales
relaciones de explotación o de acaparamientos de oportunidades y, de este modo, a la rein-
troducción del clivaje clasista. Estos clivajes múltiples en torno a la apropiación de los recur- En el amanecer del siglo XXI, en Argentina la difusión de las ER nutrió el repertorio de
sos productivos que organizan el conflicto se superponen y articulan a clivajes actitudinales acción colectiva de los trabajadores para enfrentar el cierre de las unidades productivas.
o culturales que aparece recurrentemente en los relatos sobre las conflictos y tensiones en En un país en que el trabajo representa un valor clave de su configuración cultural, en
las fábricas recuperadas. Por ejemplo, la reiterada tensión relatada en diversos estudios el contexto de una crisis sin precedentes, anidaron las condiciones para una respuesta
entre trabajadores comprometidos con la cooperativa y trabajadores con bajo compromiso colectiva al cierre de unidades productivas. La dislocación social producto de la crisis del
e indisciplina, más teñidos por el viejo habitus de asalariado a los cuales solo les interesa modelo económico surgido de las reestructuraciones neoliberales de los ‘90 constituyó el
llevarse el retiro (Dicapua, et. al 2011; Rebón, 2007). O por el recurrente relato, sobre la falta marco para la innovación en el campo productivo, articulando de nuevo modo trabajo y
de actitud al trabajo de los “pibes” o trabajadores jóvenes frente a los antiguos trabajadores propiedad, democracia y producción, individuo y colectivo, empresa y entorno social.
socializados en la disciplina del trabajo asalariado estable (Hudson, 2011). Estos procesos afirman a nivel cultural el derecho al trabajo incluso relativizando par-
Finalmente, la recuperación politiza la función de dirección en un doble sentido. Por cialmente el derecho a la propiedad, atacando la mercantilización sin límites, corazón
una parte, porque la unidad productiva tiende a politizarse, dado que la producción se espiritual del neoliberalismo. Legitiman la alteración de las relaciones de propiedad cuan-
vincula de un modo nuevo a la dimensión política. El trabajo en una ER es producir bie- do el capital vulnera la relación salarial. Los trabajadores para preservar su identidad
nes pero también participar, negociar y confrontar con movimientos, partidos políticos y el social, alteran su categoría ocupacional, convirtiéndose en cooperativistas. De este modo
Estado (Fernández Álvarez, 2012). Es intervenir en el eje exógeno del conflicto, la lucha reafirman y reactualizan la cultura del trabajo en la sociedad argentina. El trabajo como
por la tenencia de la unidad productiva y por condiciones favorables para la producción. referente identitario nutre nuevas formas productivas, heterogenizando el campo laboral.
La función de la dirección involucra por lo tanto a una dimensión política que supera lo Estas empresas, a pesar de los sueños de muchos activistas, representan en la pers-
estrictamente productivo al interior de la empresa. Por otra parte, la característica de- pectiva de los trabajadores una alternativa al desempleo más que al capital. En los hechos
mocratizadora del proceso hace que la función de dirección sea objeto de discusión por configuraron más un proceso intersticial de cambio socioproductivo –transformación de
parte del colectivo. La recuperación politiza la función de dirección promueve y legitima su las empresas que involucra- que una estrategia de cambio social a nivel sistémico. Con
puesta en discusión y debate por parte del colectivo laboral. Los distintos clivajes y tensio- su acción defensiva los trabajadores conforman empresas más democráticas e igualita-
nes emergentes se expresan en torno a la conducción de la cooperativa promoviendo la rias que las precedentes. En estas el colectivo forjado en la resistencia se transforma en
configuración de agrupamientos políticos en torno a la misma. Estos no necesariamente sujeto productivo.
se articulan a través de proyectos políticos de más amplio alcance a nivel societal aunque
Como realidad productiva, el análisis precedente nos permite a definir a las ER como
en ocasiones puedan hacerlo. Por lo general se articulan a partir de cierta orientación so-
una forma híbrida cuyo carácter social es no capitalista. Dicho de otro modo no están es-
bre el proyecto político-productivo, y suelen estar encarnados en liderazgos personales.10
tructuradas sobre la base del consumo productivo de fuerza de trabajo asalariado. Repre-
(Kasparian, 2017; Deux Marxi, 2014). Por esta razón, la construcción de una hegemonía
sentan una forma de producción asociada de los trabajadores, nacida de una reconversión
político-productiva al interior de la cooperativa por parte de un grupo es un elemento clave
sui generis de empresas capitalistas. Su estructura se define por la dominancia del poder
para el ordenamiento y procesamiento de los conflictos. La viabilidad productivo-política
social al interior de la unidad productiva en condiciones de competencia en el mercado.
de la cooperativa depende de sobremanera de esta hegemonía. Las crisis productivas y
El poder social es limitado y tensionado en su articulación con el mercado capitalista. De
crisis políticas están muy asociadas en este tipo de emprendimientos, unas favorecen la
esta manera, el proceso no es incompatible con el capitalismo a escala societal, más aun
emergencia de las otras. Por supuesto dependiendo de qué tipo de proyecto sea hegemó-
se desarrolla en su marco. Las tensiones señaladas en el presente trabajo, pueden gene-
nico, la unidad productiva avanzará en la potenciación del poder social o no, en la conso-
rar desplazamientos del punto de equilibrio hacia formas de capitalismo social, trabajado-
lidación de los procesos de igualación o en la consolidación de nuevas y viejas formas de
res asociados asalariando otros trabajadores. También hipotéticamente, aunque el actual
estratificación del colectivo laboral.
contexto político lo dificulte, a combinaciones de poder social con estatismo, articulación
10 Dada la escala de la mayoría de las cooperativas y la importancia en su entramado social del colectivo asociado con el Estado, o incluso producir avances en el poder social hacia la
de relaciones de amistad y parentesco, la dimensión personal posee un rol significativo. esfera de la circulación. Que estos desplazamientos se desarrollen o no dependen de un

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conjunto heterogéneo de elementos endógenos y exógenos –condiciones de contorno-,
no de una consecuencia necesaria e intrínseca de la forma productiva. Por ejemplo, la ya
mencionada incorporación de fuerza de trabajo asalariado como recurso permanente de
producción encuentra una serie de obstáculos para desarrollarse. Entre estos podemos
nombrar obstáculos jurídicos (es ilegal para una cooperativa de trabajo asalariar por más
de 6 meses a un trabajador), pero también culturales (referencia identitaria como traba-
jadores y rechazo a convertirse en patrones) y políticos como la existencia de relaciones
con movimientos y actores que deslegitiman esta práctica. Dicho de otro modo lejos de
una reducción estructuralista, el avance en una dirección u otra depende de múltiples
procesos y dimensiones, y por supuesto, en ese marco de la acción y la elección –más
o menos consciente- de los actores. En los hechos el proceso mismo nace de una crisis
generalizada, que acotaba los márgenes de acción para los trabajadores, estos lejos de
reducirse a las prácticas socialmente prescriptas, al desobedecer al desempleo innovaron
abriendo el nuevo campo acción del cual dimos cuenta en el presente trabajo.

REVISTA IBEROAMERICANA DE RELACIONES LABORALES 19 TRABAJO


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REVISTA IBEROAMERICANA DE RELACIONES LABORALES 21 TRABAJO


TRABAJO 22
¿Culturas laborales hibridas? Los significados del trabajo para los
emigrantes que regresan de estados unidos

DR. ALFREDO HUALDE ALFARO*


JOSÉ ISRAEL IBARRA**

TRABAJO REVISTA IBEROAMERICANA


DE RELACIONES LABORALES
Labour Issues.
Iberoamerican Journal of Industrial Relations

ISSN 1699-3225
VOL. 35, (2017)
pp. 23-34

REVISTA IBEROAMERICANA DE RELACIONES LABORALES 23 TRABAJO


Fecha recepción: Fecha aceptación:
2017-04-08 2017-12-05
Fecha revisión: Fecha publicación:
2017-06-26 2017-12-05

Palabras clave Keywords


Cosa juzgada; Migrantes Deportados; Culturas la- Migrants deportees; Labor Cultures; Labor Mar-
borales; Mercados de trabajo; Significados. kets; Meanings

Resumen Abstract
Este artículo trata de desarrollar una reflexión de This article tries to develop an exploratory reflec-
tipo exploratorio acerca de la manera en que los re- tion about the way Mexican returnees / deportees liv-
tornados/deportados mexicanos que vivían en Esta- ing in the United States experience their reintegration
dos Unidos experimentan su reinserción en el mer- into the Mexican labor market. The reflection is given
cado de trabajo mexicano y los significados que para in the framework of the proposals on labor culture that
ellos tiene el trabajo. La reflexión se da en el marco have been elaborated in the last decades in Mexico.
de las propuestas sobre cultura laboral que se han To this end, the interviews obtained in Tijuana, a bor-
elaborado en las últimas décadas en México. Para der city with the United States and Guadalajara, capi-
ello se retoman los relatos obtenidos en entrevistas tal of the state of Jalisco, are taken up again. The in-
realizadas en Tijuana, ciudad fronteriza con Estados terviews reflect the meanings that these workers give
Unidos y Guadalajara, capital del estado de Jalisco. to their working lives in both the United States and
Las entrevistas reflejan los significados que estos tra- Mexico. This makes it possible to detect the differenc-
bajadores confieren a su vida laboral tanto en Esta- es between labor cultures in each of the labor markets
dos Unidos como en México. Ello permite detectar las and the tensions that this provokes in the experiences
diferencias entre las culturas laborales en cada uno of those who worked sometimes for decades outside
de los mercados de trabajo y las tensiones que ello their country and return to a labor market with differ-
provoca en la experiencias de quienes trabajaron, a ent labor conditions and practices. As a consequence,
veces durante décadas, fuera de su país y “regresan” the hypothesis of the making of hybrid labor cultures
a un mercado de trabajo con otros hábitos, prácticas y is raised.
condiciones laborales. Se plantea la hipótesis de que
se podrían estar conformando en algunos mercados
de trabajo una suerte de culturas laborales híbridas.

* Colegio de la Frontera Norte - México


** Colegio de la Frontera Norte - México

TRABAJO 24 [1699-3225 (2017) 35, 23-34]


se construyó un modelo paternalista de inspiración cristiana. Finalmente, conviene su-
¿CULTURAS LABORALES HIBRIDAS? LOS SIGNIFICADOS DEL
brayar que los millones de Pymes en la industria y los servicios sólo compartían algu-
TRABAJO PARA LOS EMIGRANTES QUE REGRESAN DE ESTADOS
nos rasgos del modelo, pero el modelo hegemónico marcaba fuertemente aunque de
UNIDOS manera desigual los pactos y negociaciones entre Estado, empresarios y sindicatos .
Al modelo corporativo se le atribuyen rasgos de cultura laboral tanto en el ámbito
de la negociación de las condiciones de trabajo como en la construcción de hábitos de
comportamiento, valores y creencias que, supuestamente, caracterizaban el mundo
del trabajo en México. Sin embargo, la conformación de culturas laborales en México
no deriva exclusivamente de un modelo de relaciones laborales por muy fuerte y efi-
ciente que este haya sido. Se pueden detectar culturas del trabajo asociadas a deter-
minados gremios como los artesanos (Mercado, 2007) o los cañeros (García, 2016b ),
a ciertas actividades y profesiones (maestros, trabajadores de calzado), a formas de
1. Introducción: El modelo de relaciones industriales mexicano y organización comunitaria frecuentemente ligadas a etnias indígenas y a espacios tras-
sus transformaciones. nacionales y multiétnicos (García, 2016a). Estas culturas laborales han sobrevivido y
se han transformado durante siglos, pero otras han surgido más recientemente como
Las relaciones laborales en México se explicaron durante muchos años en torno
las culturas organizacionales que se desarrollan en las grandes empresas trasnacio-
a la organización corporativa surgida después de la fase armada de la revolución
nales de la industria automotriz (Covarrubias, 2016; Sandoval y Díaz, 2016). Mención
Mexicana. A partir de los años 30 del siglo XX se va sedimentando un entramado de
aparte merece un campo de “empleos” y “actividades remuneradas” derivados de la
relaciones en las cuales el Partido Revolucionario Institucional (PRI) es el eje que
producción y el tráfico de drogas en las empresas/carteles del crimen organizado en
aglutina un conjunto de pactos y normas en el que participan organizaciones obreras
donde se da una división del trabajo similar a otras empresas u organizaciones.
y campesinas (Middlebrook, 1995; Hualde, 1999). Este modelo puede ser visto como
una combinación original de formas de relación verticales con una estructura clien- A partir de los años ochenta los mercados de trabajo en México experimentan gran-
telar que, como se decía en los documentos de la época, trataban de preservar “el des transformaciones ligadas al fin del modelo de sustitución de importaciones. La
equilibrio” de los factores de producción. Al abrigo de este modelo surgieron líderes crisis de la deuda y las políticas de ajuste emprendidas por los gobiernos mexicanos
legendarios como Fidel Velázquez cuya larga vida al frente de la Confederación de en función de las exigencias del Fondo Monetario Internacional propiciaron las priva-
Trabajadores de México simboliza, entre otras cosas, la estabilidad del modelo a lo tizaciones de las empresas públicas, la contención salarial, un crecimiento notable de
largo de décadas. La Ley Federal del Trabajo es el soporte normativo más fuerte del la economía informal y un aumento de la migración hacia Estados Unidos, en un prin-
modelo y las Juntas de Conciliación de Arbitraje -a punto de desaparecer- eran tribu- cipio desde zonas rurales y posteriormente desde las ciudades. Las relaciones labo-
nales especializados donde se dirimían los conflictos laborales1. rales se caracterizan con frecuencia a partir de entonces por una flexibilidad unilateral
que produce una degradación de las condiciones de trabajo, la intensificación de los
Sin entrar a analizar en este momento las virtudes y defectos del modelo mexicano
fenómenos de precarización y subempleo (Guadarrama et al, 2014), la proliferación
de relaciones laborales, es necesario insistir en su persistencia y su influencia. Ahora
de la subcontratación y la debilidad creciente de los sindicatos. Los salarios promedio
bien, también es importante aclarar que el modelo corporativo se anclaba fundamen-
se han estancado y el salario mínimo no es suficiente para mantener un nivel de vida
talmente en los sectores productivos nacionalizados de industrias como los ferroca-
digno. En el seno del mercado de trabajo las desigualdades son muy fuertes y en
rriles (privatizados y casi desaparecidos a partir de los años 90), en la paraestatal pe-
general la sociedad mexicana se caracteriza por altos niveles de desigualdad y una
trolera Pemex, en las empresas mineras o en sindicatos ligados a los funcionarios del
precariedad muy extendida (Hualde, Guadarrama y López, 2015).
sector salud (IMSS; ISSSTE), a los sindicatos universitarios y a los de maestros. En
contraste en algunas regiones, como el poderoso estado industrial de Nuevo León, La firma del Tratado de Libre Comercio en 1994 favoreció el crecimiento y la inversión
en determinadas regiones del centro y del norte del país en tanto que exacerbó el atraso y
la desigualdad en estados campesinos como Guerrero, Michoacán, Zacatecas, Chiapas,
1. Para una revisión y crítica de las teorías del corporativismo Melgoza (1998)

REVISTA IBEROAMERICANA DE RELACIONES LABORALES 25 TRABAJO


Oaxaca y ciertas zonas de Jalisco2. Ello incrementó y fue estabilizando una migración en Tijuana, ciudad fronteriza con Estados Unidos y Guadalajara, capital del estado de Ja-
añeja a Estados Unidos, país que se convirtió en los hechos en un segundo mercado la- lisco, como parte de un proyecto colectivo financiado por el Consejo Nacional de Ciencia
boral para México. Por ejemplo, la ciudad de los Angeles albergaba en 2007 a 2.7 millones y Tecnología3.
de personas nacidas en Mèxico (Alarcón et al, 2012)
En Guadalajara se llevaron a cabo en el año 2016, 13 entrevistas, 10 a personas retor-
Los flujos migratorios hacia el norte crecieron hasta la primera década del siglo XXI. A nadas y 3 a deportados de los cuales 12 hombres y una mujer. En Tijuana se entrevistó
partir del año 2005 se inicia una tendencia que modifica de manera notable los volúmenes entre los años 2015 y 2016 como parte del trabajo de campo de una tesis de maestría
y sentido de los flujos migratorios. Por un lado, se registra un regreso importante de varios (Ibarra, 2016) a 14 emigrantes, 11 hombres y tres mujeres deportados entre 2007 y 2015
millones de migrantes a México y, por otro lado, el flujo migratorio hacia Estados Unidos que cumplieran con la condición de estar trabajando en el momento de la entrevista y ha-
cae sustancialmente. Las causas de este cambio, que continúa hasta el día de hoy, son ber residido en Tijuana al menos un año. Además en ambas ciudades se entrevistaron a
diversas y están interrelacionadas. En primer lugar las políticas de Estados Unidos de grupos de apoyo de la sociedad civil, a representantes de organizaciones empresariales
control de la frontera norte desde la década de los noventa dificulta, encarece el cruce y gerentes de call center.
fronterizo y aumenta los riesgos de la migración; a ello hay que sumar una agresiva políti-
ca de deportaciones durante la administración del Presidente Obama con efectos directos El regreso de los migrantes mexicanos ya ha ocasionado cambios en varias ciudades
e indirectos por el temor que causa entre grupos importantes de migrantes la amenaza de y regiones de México pero la amenaza del presidente Trump de expulsar a otros 2 o 3
la deportación; un factor “coyuntural” importante fue la crisis económica de los años 2008- millones de personas forma parte de las transformaciones que el mercado de trabajo
y 2009 que afectó profundamente a sectores como la construcción donde tradicional- mexicano experimentará en los próximos años.
mente se emplean los migrantes mexicanos (Levine, 2014; Ordaz y Li, 2016). Finalmente Para desarrollar la temática propuesta reseñamos de manera sintética los debates en
entre los regresos “voluntarios” se detectan causas de tipo familiar y demográfico como el torno a la subjetividad y a la cultura laboral que se han dado en México desde los años
envejecimiento de una parte de la población migrante e incluso una mejora relativa de las 80 aproximadamente. En la segunda sección describimos con más detalles los flujos de
oportunidades de trabajo en México (Escobar, 2012). migración y retorno entre México y Estados Unidos y el tipo de ocupaciones y condiciones
El regreso de la migración mexicana ha planteado situaciones inéditas y nuevos pro- de trabajo de los migrantes mexicanos en el mercado de trabajo de Estados Unidos. En
blemas. Por un lado, un cierto rechazo de la población autóctona que cataloga a los la tercera sección exponemos y analizamos las entrevistas y finalmente se desarrollan las
deportados como delincuentes y drogadictos (Velasco y Albiker, 2016; Padilla, 2012). conclusiones.
Por otro lado, dificultades para quienes regresan para reintegrarse en función de circuns-
En los relatos quedan reflejados los significados del trabajo y el empleo en México para
tancias particulares y características sociodemográficas. Se ha documentado por ejemplo
los trabajadores que regresan en relación con su experiencia reciente en el país del norte.
que los hijos de migrantes en edad escolar se topan con dificultades burocráticas (con-
Estos elementos permiten entender ciertas características de las culturas laborales de
validación de títulos), shocks de tipo cultural y rechazo por parte de sus condiscípulos en
ambos países aunque sería necesario ampliar el campo de investigación y reflexión para
contextos donde los profesores no tienen los recursos materiales ni cognitivos para lidiar
obtener una idea completa del tema.
con este tipo de problemas (Zúñiga, 2013) Los adultos, hombres y mujeres, o ciertos jó-
venes regresan con una experiencia y un bagaje cultural que en ocasiones choca con los
hábitos de vida y trabajo de México.
2. El significado del trabajo en México: cultura laboral y estereotipos
Este artículo trata de desarrollar una reflexión de tipo exploratorio acerca de la manera
en que experimentan los retornados/deportados su reinserción en el mercado de trabajo Los estudios sobre cultura del trabajo en México datan aproximadamente de principios
mexicano en el marco de las reflexiones sobre cultura laboral que se han elaborado en los de los años 80 del siglo XX tras “el derrumbe de las teorías sociales estructuralistas sobre
últimos años. Para ello se retoman los relatos obtenidos a partir de entrevistas realizadas el desarrollo del trabajo y las concepciones evolucionistas del movimiento obrero” (Gua-
darrama, 1998: 15)
2. Entre 1995 y 2016 la Población Económicamente Activa en el Sector Agrícola descendió de
casi 8 millones de personas a algo menos de 7 millones. En la primera fecha representaba el 23% de 3. El proyecto se denomina “Trayectorias migratorias, laborales y educativas de las y los migran-
la Pea y actualmente es alrededor del 13% (ENOE, 2017) tes internacionales de retorno en México”.

TRABAJO 26 [1699-3225 (2017) 35, 23-34]


Las primeras investigaciones se centraron especialmente en la caracterización de han cuestionado. Al respecto Reygadas (2002) enumera una serie de observaciones
la cultura obrera a la que se identificaba con los espacios concretos de existencia de muy pertinentes que resumimos a continuación:
los trabajadores en el trabajo, la comunidad y la organización sindical (Sariego, 1987,
cit. por Guadarrama, 1998: 25). Según Guadarrama esta última interpretación sobre la a) El estudio de las culturas nacionales del trabajo presenta varias dificultades En
cultura obrera prevaleció hasta finales de los años ochenta, asociada con los estudios primer lugar, es prácticamente inevitable recurrir a estereotipos.
que privilegiaban la base material productiva, a partir de la cual los obreros construían b) Las culturas nacionales del trabajo están en constante cambio
su propia visión del trabajo y la sociedad (Guadarrama, op. Cit: 27).
c) No existen culturas nacionales puras, hoy menos que nunca
Sin embargo, como menciona Reygadas (1998), antes de que las disciplinas relacio-
d) Ninguna cultura nacional del trabajo constituye un todo coherente e integrado
nadas con el trabajo se ocuparan del tema, ya se encontraban referencias importantes
acerca de las concepciones de los mexicanos sobre el trabajo en las obras de aquellos e) Todo el análisis de esta problemática se hace desde una cultura nacional particular
pensadores como Octavio Paz y Samuel Ramos preocupados por reflexionar sobre la f) La evaluación de las culturas nacionales del trabajo se puede realizar desde distin-
identidad del mexicano.
tos parámetros.
De manera sintética, de acuerdo con el análisis de Reygadas, hay varios estereotipos
Y cuando se refiere a la cultura nacional señala que “no se trata de una identidad
destacables en dichas obras:
esencial, sino de una construcción social que es resultado de un proceso histórico, que no
a) En primer lugar la idea de la incapacidad del mexicano para llevar a cabo tra- está exenta de contradicciones internas y que puede experimentar modificaciones cuando
bajos donde se exijan objetivos de productividad. Según estos autores, esta los agentes productivos entran en contacto con personas formadas en otras tradiciones
incapacidad idiosincrática sería uno de los obstáculos importantes para la mo- nacionales” (Reygadas, 2002: 99).
dernización de México. Sin embargo los estudios acerca de la cultura del trabajo en México no se circunscri-
b) En relación con lo anterior se subrayan asimismo hábitos de conducta como la ben a las problemáticas relacionadas con las culturas nacionales, sino que están per-
indisciplina o el desorden contrarios a las exigencias del trabajo. meados por dilemas y debates basados en discusiones que se dan en el ámbito inter-
nacional. Uno de los dilemas importantes es la relación entre las condiciones materiales
c) Durante los años sesenta y setenta se detecta un relato que cuestiona los este-
del trabajo y la producción de la cultura. Algunos autores consideran que los trabajado-
reotipos anteriores afirmando que las actitudes de los obreros en el trabajo refle-
res “llevan” a sus lugares de trabajo una serie de valores, creencias y representaciones
jarían rechazo y resistencia a las condiciones de trabajo y no desgano o desidia
adquiridas en instancias de socialización como la familia, el espacio geográfico (rural o
(Reygadas, 1998: 135).
urbano), en la escuela y que esa matriz cultural se traduce en determinadas prácticas
Estos estereotipos perviven en algunos análisis posteriores pero con matices sig- laborales. En cambio en otros trabajos se da por hecho que las condiciones materiales
nificativos pues se reconoce que los cambios adoptados por determinadas empresas del trabajo y el empleo como los salarios o las prestaciones, características de la ocupa-
pueden alentar la creatividad y que la fuerza laboral mexicana tienen potencialidad para ción o el empleo y prestigio en la jerarquía social, el nivel educativo asociado al empleo
incorporar esos cambios que tienen como objetivo aumentar la productividad. Otros son los factores de creación de culturas laborales. Una última posición en este debate
analistas insisten en la propensión a la corrupción, el sentido de clan y no el de equipo, indica que más bien las interacciones irían en ambos sentidos, pero no de una manera
pero también mencionan como aspectos positivos la valoración de las relaciones per- coherente, lineal, sincrónica en el tiempo sino más bien por medio de complejos proce-
sonales, la actitud flexible y adaptativa así como la creatividad, el ingenio, un sentido sos entre ambos ámbitos de interacción (Reygadas, 2002).
estético que puede predisponer a la alta calidad, la actitud lúdica ante el trabajo y la Desde el punto de vista de las temáticas abordadas, se puede afirmar que en la
disposición para producir de manera diversificada (Rodríguez y Ramírez, 1992, cit. por
medida en que la sociología del trabajo y los estudios laborales en general se fueron
Reygadas, 1998: 141).
consolidando en México, una de las primeras preocupaciones de los estudiosos fue
De alguna manera estas concepciones, sobre todo las enunciadas al principio, remi- caracterizar a la cultura obrera sobre todo en relación con los temas sindicales y orga-
ten a visiones esencialistas de las denominadas culturas nacionales que otros autores nizativos, las reivindicaciones y luchas en las empresas. Sin embargo, con la evolución

REVISTA IBEROAMERICANA DE RELACIONES LABORALES 27 TRABAJO


de los procesos de trabajo tanto en México como a escala internacional, han surgido
2. El empleo de los migrantes mexicanos en Estados Unidos
nuevas temáticas relacionadas con ocupaciones, regiones, sectores de actividad y, cada
vez con más fuerza, análisis de género vistos a partir de la subjetividad de los trabaja- Hasta los años sesenta del siglo pasado una gran mayoría de los trabajadores mexi-
dores (Guadarrama y Torres, 2007). Desde los años 80 se ha documentado, por medio canos que migraban a Estados Unidos provenían de las zonas rurales de México (Zaca-
de estudios de caso, el cambio en las empresas del automóvil con la introducción de los tecas, Guanajuato, Jalisco, San Luis Potosi y Michoacán principalmente) y se asentaban
modelos sociotécnicos japoneses o estadunidenses o una mezcla de ambos (Sandoval y en las regiones agrícolas de Estados Unidos trabajando como peones sobre todo en Ca-
Díaz, 2016). Si durante mucho tiempo se resaltó la explotación o la faceta reivindicativa, lifornia. Este patrón relativamente bien definido cambió en la medida en que la migración
en estos estudios se documentan los cambios que tienden a impulsar el trabajo en equipo, mexicana se masificó, su perfil se volvió más urbano y más feminizado y su destino en
el involucramiento y la búsqueda del consenso por parte de los gerentes. En este tipo de Estados Unidos abarcó otros estados además de California, Texas e Illinois (la ciudad de
empresas desde hace décadas se han probado técnicas japonesas, métodos de calidad, Chicago principalmente). Los mexicanos empezaron a ocuparse en la manufactura, en
certificaciones diversas, métodos de producción esbelta y todo el conjunto de propuestas la construcción y en los servicios, sobre todo servicios personales (jardineros, cuidando
características de las grandes empresas del automóvil a escala internacional. En contras- niños las mujeres) y en los restaurantes aunque la agricultura siguió siendo importante
te con los sectores “modernos” y más formales también ha surgido una literatura creciente (Canales, 2002; Alarcon et al,2016). El tipo de empleos dependía en parte del tejido pro-
ductivo del lugar donde se establecían. No es casual que muchos mexicanos residentes
acerca de los denominados “trabajos atípicos” en los servicios, más cercanos al sector in-
en Los Angeles se emplearan en restaurantes o en fábricas de ropa (Alarcón et al, 2016:
formal (Pacheco et al 2011; Maza, 2011), así como empleos intermedios en sectores mo-
dernos como los call center o de profesionales como los músicos (Hualde, Guadarrama 90 y ss)
y López, 2015). El trabajo, el empleo y las culturales laborales en el fondo son un reflejo Levine (2015) con datos del Departamento del Trabajo de los Estados Unidos, des-
de las grandes desigualdades y de la heterogeneidad prevaleciente en el mercado en un cribe la subcategorías ocupacionales en las que se empleaban los mexicanos en Estados
contexto de precariedad muy extendida. Unidos:
Por otro lado, el fenómeno migratorio ha sido abordado en México profusamente con “9.8% de los mexicanos se ocupaban en puestos de profesionistas y ocupaciones
el objetivo de obtener datos sobre las características de los migrantes, la distribución re- afines. Un porcentaje similar, 9.5%, trabajan en la manufactura y 11.3% se emplea-
gional por origen (regiones mexicanas) y destino (Estados Unidos) y el carácter circular ba en recursos naturales, trabajos de construcción y extracción; en estos dos rubros
o de otra índole de dichos flujos. Una parte menor de estos trabajos han caracterizado hay algunos puestos bien remunerados, para trabajadores altamente calificados y
los empleos que los migrantes mexicanos desempeñan en Estados Unidos. En los úl- con mucha experiencia, pero la mayoría son puestos de bajos salarios y baja califi-
timos años se observa un interés creciente por el tema del retorno dada la relevancia cación. El 10.8% tenía puestos de oficinistas y apoyo administrativo. En esta cate-
cuantitativa del fenómeno y los cambios sociales y laborales derivados de dicho proceso goría hay muchos rubros en los que predominan las mujeres y los salarios tienden a
(CONAPO, 2015; Rivera, 2015; Hualde, Ibarra y París, en prensa). Los estudios del retor- ser bajos. Lo mismo sucede en el área de ventas que absorbió 9.5% de los trabaja-
no van adoptando una perspectiva compleja en la cual este fenómeno se conceptualiza dores mexicanos. El 9.9 y 9.1%, respectivamente, trabajaba preparando y sirviendo
como una etapa más de un ciclo migratorio que produce transformaciones constantes en alimentos o limpiando y manteniendo edificios y jardines” (Levine, 2015: 18).
las percepciones del migrante y le exige nuevas adaptaciones incluso a su llegada a su
“país de origen”. Como dice Rivera (2015:61) : “la reinserción social implica un proceso Las tendencias de intensificación de la presencia de mexicanos en sectores y activida-
de readaptación, de ajuste de expectativas y de negociación constante de códigos rela- des cada vez más diversos se interrumpieron de forma abrupta con la crisis económica
cionales y culturales, los que se han reelaborado a partir de la experiencia de vida como de 2008-2009. En el periodo 2009-2010, medio millón de mexicanos quedaron desem-
migrantes” (Rivera, 2015: 61). pleados y la recuperación posterior no había permitido, cinco años más tarde, recuperar
niveles de ingreso y empleo anteriores a la crisis (Mestries, 2013).
En esta idea del ciclo migratorio para entender cómo experimentan los migrantes de
retorno su reinserción laboral es indispensable conocer algunos rasgos del empleo de la De todos modos, la mayor parte de los autores que se ocupan de la migración mexica-
migración mexicana en Estados Unidos como parte de un pasado inmediato que, en oca- na destacan la poca calificación de los trabajadores mexicanos y las remuneraciones me-
siones, ha durado varias décadas. nores tanto en relación con la población nativa de Estados Unidos como con otros grupos

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de migrantes. La interpretación más común es que los migrantes mexicanos llevan a cabo ba a despegar la industria maquiladora y la ciudad fronteriza de Tijuana se modernizaba.
aquellos trabajos que los estadunidenses no están interesados en desarrollar. Sin embar- En estos procesos los lazos personales eran importantes en una coyuntura económica
go los análisis macro, por definición, no entran a analizar los cambios que experimentan favorable de crecimiento y expansión del mercado de trabajo.
los individuos a lo largo de la trayectoria laboral. Precisamente las investigaciones que
Estas nuevas oleadas de migrantes plantean nuevos problemas y preguntas. En este
adoptan metodologías longitudinales matizan estas visiones de precarización generaliza-
artículo, con base en las entrevistas con los migrantes que regresan distinguimos cuatro
da y las sitúan en contextos específicos.
temáticas que reflejan rasgos de la cultura laboral, pero sobre todo, revelan la manera
en que los deportados experimentan a partir de su experiencia laboral, las diferencias
Hagan et al (2014) critican la noción de que necesariamente los trabajadores con baja
y similitudes entre los dos países. Anticipamos que, si bien estos juicios revelan ciertas
escolaridad y escasa capacitación formal carezcan de conocimientos y habilidades. Re-
coincidencias, también reflejan la heterogeneidad de las percepciones.
saltan por el contrario que a lo largo de su trayectoria aprovechan habilidades adquiridas
en la familia, en el trabajo de manera informal, ya sea aprendiendo de los compañeros o En las valoraciones acerca de los procesos y los ambientes de trabajo se distinguen
acumulando experiencia en tareas diversas. Por medio de una encuesta y de entrevistas varias subtemáticas:
en profundidad documentan estas trayectorias relativamente ascendentes a su regreso a
En primer lugar lo que se dice acerca de los hábitos y las prácticas de trabajo. Aun-
la ciudad de León (Guanajuato) en el centro del país. La adquisición de habilidades so-
que la mayoría de los testimonios mencionan aspectos como la puntualidad y la organi-
ciales (social skills) y habilidades tácitas en general permite a algunos de estos migran-
zación en Estados Unidos como algo sobresaliente, sin embargo llama la atención que
tes mejorar su posición laboral al retorno, pero, agregramos nosotros, significa asimismo
uno de los testimonios destaca justamente que los americanos son flojos y hay que estar
transformaciones en la cultura laboral.
“arriándolos” De todos modos la organización y los procesos de capacitación formal es
para muchos de los entrevistados lo que les permite hacer carrera en las empresas e ir
mejorando su ingreso. Curiosamente, la capacitación y el aprendizaje se dan incluso en
3. El retorno y la reinserción laboral en México: lugares insospechados como los centros de detención.
percepciones y significados Un segundo aspecto a tomar en cuenta es la tecnología y los instrumentos de trabajo.
Varios testimonios destacan la utilización de determinadas herramientas en Estados Uni-
Los emigrantes mexicanos que regresan lo hacen en diferentes circunstancias. El he-
dos que en México no existen o no se utilizan frecuentemente. Esto se da especialmente
cho decisivo que marca muchas de sus trayectorias es si regresan expulsados de Estados
en oficios relacionados con la construcción donde además se describe una organización
Unidos ya sea mediante un proceso legal de deportación (removed), devueltos a México
del trabajo en la cual se utilizan equipos y formas de colaboración que modifican los hábi-
por la patrulla fronteriza (returned) o porque deciden que ya no quieren residir en Estados
tos y las concepciones del trabajo individual.
Unidos. En el caso de los deportados el proceso legal, su reclusión en algunos casos en
las cárceles norteamericanas y su regreso a un país diferente, resulta un evento traumá- El tercer aspecto se relaciona con la existencia de un sistema de protección social (wel-
tico por la ruptura que representa en sus biografías, sobre todo para quienes residieron fare) que en Estados Unidos tiene una presencia tangible incluso para los trabajadores
durante varias décadas en Estados Unidos, Los testimonios de los migrantes de regreso migrante ilegales y que en México brilla su ausencia
reflejan el choque cultural, plasmado en la visión de un mercado de trabajo y de un con- El cuarto aspecto se desprende de la experiencia de aquellos migrantes que en su vida
junto de convenciones laborales que en cierto sentido les son extrañas. laboral fundaron empresas en Estados Unidos y lo hacen también en México. Este tipo de
La experiencia de los procesos de deportación masiva o de regreso a las ciudades migrantes destacan de manera unánime las dificultades con que se topan para abrir un
mexicanas de la frontera o de otros estados ya se había dado en etapas históricas ante- negocio en México en contraste con las facilidades que percibieron en Estados Unidos.
riores. Hubo una importante ola de deportados durante la gran recesión del 29. También Finalmente los testimonios abundan en juicios acerca de las diferencias entre las dos
fue muy significativo el regreso en los años sesenta de los trabajadores agrícolas tras sociedades: condiciones materiales, percepciones acerca de la solidaridad, la corrupción.
la conclusión del Programa de Braceros. Chávez (2016) documenta las maneras en las En los juicios generales es donde se percibe un mayor contraste de opiniones. Examina-
cuales estos trabajadores lograron transformarse en trabajadores urbanos como taxistas remos en primer lugar la experiencia de aquellos migrantes que fueron empresarios tanto
o mecánicos, paleteros (vendedores de helados) o taqueros en el periodo que comenza- en Estados Unidos como en México

REVISTA IBEROAMERICANA DE RELACIONES LABORALES 29 TRABAJO


México no es país para emprendedores por empresas de Hollywood (Warner Brothers, Paramount) pero fue deportado por una
serie de delitos encadenados: posesión de arma cuando era joven, incumplimiento de
Arturo es un migrante de 59 años que vivió en Estados Unidos desde los 13 hasta tres
informes a la policía por medio de un sistema automático, entrada ilegal y una infracción
años antes de la entrevista. Su periplo migratorio en Estados Unidos le llevó a trabajar en la
de tráfico. A pesar de haber vivido prácticamente toda su vida en Estados Unidos nunca
construcción y posteriormente fundó varias empresas relacionadas con la jardinería, corte de
arregló sus papeles. Tanto en Estados Unidos como en Tijuana ha tenido su propio nego-
hierba etc. En una trayectoria personal y laboral accidentada, sin embargo llegó a ganar 50
cio de tatuajes pero al igual que Arturo encuentra muy burocrático y complicado abrir un
dólares por hora. Su visión del mercado laboral en los Estados Unidos le lleva a describirlo
negocio. Sin embargo en el plano de las relaciones sociales resalta la dificultad de lograr
como un sistema que le permitió ir ascendiendo dentro de un oficio a medida que se capacita-
ayuda en Estados Unidos frente a los apoyos que tuvo en Tijuana para encontrar trabajo
ba y adquiría experiencia laboral. Incluso puede llegar a cargos de jefatura con personal bajo
y alojamiento tras ser deportado. Después de cinco años en esta ciudad se siente muy
su jurisdicción. Considera asimismo que el mercado laboral de los Estados Unidos le brindó
satisfecho en la ciudad (“me encanta Tijuana”) ha viajado por todo México y Sudamérica
la oportunidad de crear sus propias empresas de manera legal y fácil aunque refiere que
y ha recibido premios por sus tatuajes.
sus propios trabajadores le robaban a sus clientes en una especie de competencia desleal.
Una vez deportado, se emplea de manera muy precaria en la ciudad de Tijuana en traba-
Los flojos son los gringos
jos relacionados con la mecánica, pero señala que las personas se aprovechan de su trabajo
y le pagan mucho menos que un salario justo. Finalmente Leonardo que abrió después de ser deportado una tienda de “segunda”
(en este caso venta de ropa usada traída de Estados Unidos) coincide en las dificultades
En relación con lo anterior dice que en los Estados Unidos hay un sistema que apoya a las para abrir negocios por trámites burocráticos. De su experiencia en Estados Unidos re-
personas adultas para que trabajen porque el gobierno no quiere que las personas adultas toma en su establecimiento de Tijuana, los sistemas de devolución al cliente en caso de
sean una carga. En cambio en México no hay mecanismos para que trabajen y pueden con- que no esté satisfecho, y lo que denomina un esquema de “clonación” de trabajadores,
vertirse en una carga o quedar en un estado de suma precariedad. Propone que el gobierno es decir la adquisición por parte de éstos de hábitos de conducta similares a los suyos
mexicano debería utilizar las cualificaciones de los adultos mayores para que trabajen en previa inducción y capacitación. Este tipo de organización de la empresa da cuenta del
jardinería u otras áreas gubernamentales. aprendizaje adquirido en Estados Unidos y aplicado en su nuevo entorno laboral y remite
También se refiere a las diferencias en la protección social entre ambos países El seguro a una cultura laboral donde es importante la colaboración y el consenso entre los trabaja-
social (ligado al trabajo) de los Estados Unidos le permite acumular dinero que después podrá dores y el patrón. Sin embargo, una percepción que rompe con los estereotipos es la que
retirar, a diferencia del Seguro Popular que le brindaría servicio médico únicamente. concierte a los trabajadores de Estados Unidos pues considera que son flojos y siempre
hay que estar “arriándoles”.
Así pues el testimonio anterior se refiere a las normas y regulaciones de ambos mer-
cados en cuatro aspectos:
El retorno como trauma
- Las posibilidades de progresar como asalariado mediante canales de ascenso don-
En las entrevistas relatadas el punto en común es la dificultad de crear empresas en
de la capacitación juega un papel importante en Estados Unidos.
México, por problemas burocráticos o trabajar en condiciones de legalidad cuando una
- Las regulaciones que facilitan en Estados Unidos la creación de empresas.
parte importante de la sociedad mexicana está inmersa en la violencia y en la corrupción.
- Los estímulos de protección al empleo en Estados unidos para los trabajadores adultos. Los engaños, de todo tipo, atraviesan las experiencias de algunos de estos deportados,
- La mejor protección social en lo que se refiere a los sistemas de ahorro para el retiro. pero, en algunos casos, la solidaridad al sur de la frontera contrasta con el individualismo
de Estados Unidos. Lo que no aparece con tanta frecuencia es el estereotipo del mexica-
El tatuador satisfecho no indolente acuñado por pensadores citados al principio.
Una visión más equilibrada de las ventajas y desventajas de ambos países la propor- En Guadalajara, una de las ciudades con un mayor número de retornados, se entrevistó
ciona Carlos, un tatuador de 40 años que regresó de Estados Unidos tras haber vivido a un conjunto de personas que habían regresado de Estados Unidos como deportados (ver
prácticamente toda su vida en Los Angeles, California. Con grado escolar de preparatoria ejemplo anterior) y otros como retornados “voluntarios”. Entre los retornados (no deporta-
aprendió el oficio trabajando con otros tatuadores experimentados. Llegó a ser empleado dos) a Guadalajara también se encuentran referencias similares a los temas enunciados.

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El caso de Manlio ejemplifica la trayectoria de un migrante con una gran capacidad de go pos allá hacían muchos eventos, por lo que no hay aquí. Allá el patrón nos felicitaba y
aprendizaje. En Guadalajara terminó el bachiller y estudió inglés por su cuenta. Al llegar nos hacía fiestas en grande, en grande, no, en su terreno de él”.
a Florida donde vivía su hermano entro rápidamente en grandes compañías de construc-
Y agrega sobre la disciplina:
ción industrial donde se certificó sucesivamente en una serie de tareas de alta especiali-
zación. Sin embargo no era empleado sino que formaba parte de un grupo independiente “Pues sí fíjate. Sí, más bien, me enseñó a trabajar duro y macizo. Porque en realidad,
que era contratado por proyectos de larga duración por las grandes empresas. Llego a aquí no me obligaban a trabajar mis papás, trabajaba si quería, y si no, pos no”.
percibir 32 dólares la hora por los conocimientos requeridos pero por el riesgo que entraña Con una corta experiencia en Estados Unidos, Esteban, soltero de 24 años, estudió
trabajar a grandes alturas. sin terminar una licenciatura en cultura física. Aunque tiene intenciones de continuar
Regresó a México convencido por su esposa para invertir en un negocio de venta de estudiando trabaja como chofer de taxi y vive con sus padres de 43 y 47 años, ambos de
medicamentos “ilegal” pero tolerado por la policía hasta que las autoridades decidieron Guadalajara. Cruzó cuatro veces con visa de turista. En Estados Unidos aprendió “la for-
intervenir extorsionando a los vendedores. Manlio sufrió todos los avatares de la corrup- ma en la que se trabaja allá”, “hay un poco más de entrega allá hacia el trabajo que aquí”.
ción incluyendo el secuestro de su padre. Se divorció, perdió su dinero, tuvo problemas Hace una diferencia la concepción de trabajo entre EU y México, para él en México hay
psicológicos y trabajaba de taxista en el momento de ser entrevistado. En Guadalajara mexicanos holgazanes, y en Estados Unidos no, dada el nivel mayor de individualización
buscó en dos empresas similares a las que conocía en Estados Unidos, pero le dijeron y presión laboral. En este caso la diferencia con el estereotipo mencionado al principio es
que estaba sobrecualificado: la diferencia de comportamiento de los trabajadores mexicanos en México y en Estados
Unidos. Desde este punto de vista no habría una esencia inmutable relacionada con el
“ tu capacidad es mucha para ésta empresa, entonces busquen gente que puedan es-
tar taponeando, le dije, yo no vengo con la intención de ser el super intendente ni nadie, trabajo sino una capacidad de adaptación a distintos entornos.
nada más, pues trabajar y superarme, no?..” La disciplina y la presión en el trabajo son también los aspectos que resalta Leandro,
Manlio se expresa con acritud de este tipo de actitudes que lo lleva a pensar que en de 28 años. A los 6 meses de nacido sus padres se lo llevaron a Estados Unidos (EU).
México las contrataciones se basan en “palancas” y amistades y no en la preparación de Desde el kindergarten estudio en Los Angeles donde cursó una carrera técnica allá. Es
las personas. En Estados Unidos, es diferente: divorciado con dos hijos, uno de 7 y otro de 8, estadounidenses ambos, así como su pa-
reja, la madre de sus hijos.
“En México, te decepcionas de tantas irregularidades que hay, porque allá (En Estados
Unidos) , te dan el valor de lo que tú sabes hacer, te dan el valor real y te lo pagan, tal A los 13 empieza a trabajar en un restaurant como ayudante de mesero en el que
cual; aquí no, aquí te ponen los tapones que existan para que no sobresalgas, allá lo que permanece durante cuatro años. Ganaba aproximadamente unos 13 dólares la hora, al
puede, en su caso perjudicarte, es estar en un grupo mexicano, porque los mexicanos no mismo tiempo estudiaba en la mañana y trabajaba en la tarde. Después trabajó durante
dejamos de ser mexicanos…” cinco años en una compañía de cable, “Time Warner Cable”, como instalador de cable,
teléfono e internet con un salario de 40 dólares la hora. En esa época se encontraba en
La disciplina como adaptación los últimos años de estudiar en el bachillerato (High School).

La idea de una movilidad basada en méritos en Estados Unidos frente a las rencillas De sus trabajos en EU siente que utiliza la habilidad que adquirió para el servicio al
y las envidias en México la expresa también Sonia que fue a Estados Unidos porque se cliente. También piensa que aprendió a trabajar bajo presión y mantener el buen trato a
casó con un migrante mexicano que toda su vida había vivido en San Francisco. Trabajó los clientes incluso en situaciones de reclamos a gritos o momentos de tensión similares
como empacadora de hierbas en una empresa en Estados Unidos y de vuelta a Guadala- Menciona que la cultura estadounidense impone más disciplina que en México. Desde
jara era empleada de una empresa de limpieza. el trato “en las calles, en respecto a la ley, en la forma a la moral”. También dice que no es
“Pues, el ambiente que convivimos (En Estados Unidos), porque ahí sí era mucha lo mismo dejar de trabajar dos o tres días en EU que en México, “allá tienes que a huevo
amistad, ahí sí había amistad y amigos. La verdad, ya ves que aquí no, aquí es mucha estar chambeando porque sí no, no o sea, te mueres de hambre güey, y aquí, no sé, vas
envidia, allá mientras tú le eches ganas…aquí hay envidia. Allá no, allá aunque tú le eches con tú tía o algo, no sobra un taco güey”. Para Luis la gente en EU no es tan social como
ganas, y si subes de puesto, al contrario, todos te felicitan y no andan con envidias. Y lue- aquí, allá andan todos más cuidándose el uno del otro.

REVISTA IBEROAMERICANA DE RELACIONES LABORALES 31 TRABAJO


Asimismo, varios de los entrevistados se refieren a distintos mecanismos propios del
4. Reflexiones finales
Estado del Bienestar que operan en Estados Unidos, ayudas a los desempleados, apoyos
Las percepciones y valoraciones de los trabajadores entrevistados arrojan un balance a las madres con hijos pequeños que son vividos como una carencia cuando se trasladan
significativo de las diferentes maneras en las que los individuos que regresan a México a México.
experimentan ensu reinserción laboral en comparación con la experiencia que tuvieron
En suma, algunos de los añejos estereotipos en relación con la cultura laboral cobran
en los mercados de Estados Unidos. Aunque los estereotipos clásicos de “la cultura na-
un sentido distinto ligado a entornos culturales específicos, el allá (Estados Unidos) y el
cional mexicana” no aparecen tal cual en sus relatos sin embargo algunas percepciones
acá (México) donde se establece un contraste permanente en los relatos. Sin embargo
se relacionan con algunos de esos estereotipos aunque a veces de manera contradictoria.
una nueva cultura laboral con rasgos híbridos podría ir emergiendo si el fenómeno resulta
En primer lugar una constatación importante aunque pueda parecer obvia es que el este-
cada vez más masivo como parece que va ocurrir.
reotipo del mexicano incapaz de desarrollar empleos con exigencias de productividad lo
desmienten los millones de migrantes que desde hace décadas se emplean en el mercado
de trabajo de Estados Unidos. Sin embargo algunos de los relatos reseñados mencionan
“los holgazanes de México”, aunque otros señalan que los flojos son los estadunidenses.
Sin embargo como prueba de las interacciones, adaptaciones y transformaciones cultu-
rales se pueden citar los “aprendizajes” de estos migrantes en Estados Unidos: “trabajar
duro”, “trabajar bajo presión”, puntualidad, disciplina, son algunos de los requisitos que
identifican en el mercado de trabajo en donde se emplearon antes de su regreso. Por el
contrario atribuyen a los ambientes laborales en México la inexistencia de normas claras
de contratación y/o el incumplimiento de las mismas, las envidias en los centros de trabajo
y la corrupción. Sin embargo eso no obsta para que varios de los entrevistados conside-
ren que la solidaridad es más evidente en la sociedad mexicana. Podría pensarse que las
referencias a la indisciplina son similares a los estereotipos multicitados. Sin embargo,
el matiz importante es que la supuesta indisciplina no constituye un rasgo identitario del
mexicano sino una práctica laboral y un rasgo cultural derivado de los ambientes de tra-
bajo donde ellos se desenvolvieron.
Son significativos, como ya se relató, los aprendizajes de los emprendedores que, de
alguna manera, “importan” a México formas organizativas que contribuyen probablemen-
te a crear una cultura laboral emergente con rasgos híbridos, de mayor racionalidad,
atención al cliente, consenso entre trabajadores que tienen rasgos en común con las
culturas laborales que tratan de poner en práctica los grandes corporativos. También es
interesante la referencia de uno de los entrevistados a las prácticas de trabajo en equipo
altamente especializado que es contratado en proyectos de larga duración (2 años) en
empresas de la construcción.
A pesar de que se trata de migrantes que aparentemente se encuentran en empleos de
escasa calificación en Estados Unidos, los juicios acerca de las condiciones materiales,
de las posibilidades de hacer carrera en Estados Unidos y del papel de la capacitación
en aquel país son positivos y a veces sorprendentes por el énfasis en las posibilidades de
consumo que ofrecería aquel país incluso para los migrantes.

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TRABAJO 34 [1699-3225 (2017) 35, 23-34]


El futuro del trabajo en Colombia de cara al posacuerdo Gobierno-Frac

CARLOS JULIO DÍAZ LOTERO*


JUAN CARLOS CELIS OSPINA**

TRABAJO REVISTA IBEROAMERICANA


DE RELACIONES LABORALES
Labour Issues.
Iberoamerican Journal of Industrial Relations

ISSN 1699-3225
VOL. 35, (2017)
pp. 35-52

REVISTA IBEROAMERICANA DE RELACIONES LABORALES 35 TRABAJO


Fecha recepción: Fecha aceptación:
2017-06-05 2017-11-14
Fecha revisión: Fecha publicación:
2017-06-26 2017-12-05

Palabras clave Keywords


Trabajo decente; Conflicto armado; Posacuerdo; Sindica- Labor; inequality; gender; region; Andalusia; Yucatan
lismo; Mercado laboral; Negociación colectiva.
Abstract
In Colombia there is a high deficit by persisting high rates
Resumen of unemployment and informality, low income, high exclusion
En Colombia existe un alto déficit por persistir altas ta- from the system of social security, low Union density and col-
sas de desempleo e informalidad, bajos ingresos, alta exclu- lective bargaining coverage. All this is due to the neoliberal
sión del sistema de seguridad social, baja densidad sindical model of development, primary export, which gives advan-
y cobertura de la negociación colectiva. Todo esto debido al tages to the financial sector, which contributes little to em-
modelo de desarrollo neoliberal, primario exportador, que da ployment with rights and violence that has weakened the
ventajas al sector financiero, que aporta poco al empleo con leadership and organizational processes of workers. With
derechos y una violencia que ha debilitado el liderazgo y los the agreement of the end of the armed conflict of november
procesos organizativos de los trabajadores. of 2016 between the Government of Colombia and the guer-
Con el Acuerdo del fin del conflicto armado de noviembre rilla of the Farc-EP it opens an opportunity to reconstruct the
del 2016 entre el Gobierno de Colombia y la guerrilla de las unionism and to the world of the work according to the guide-
Farc-EP abre una oportunidad para reconstruir al sindicalis- lines of the proposal of decent work of the ILO, as it contains
mo y al mundo del trabajo según los lineamientos de la pro- points of collective reparation, historical truth, guarantees for
puesta de trabajo decente de la OIT, pues contiene puntos the exercise of freedom of association, decent work in the
de reparación colectiva, verdad histórica, garantías para el rural sector, and the strengthening of labor inspection. This
ejercicio de la libertad sindical, trabajo decente en el sector could be complemented by a reorientation of the development
rural, y el fortalecimiento de la inspección del trabajo. Lo que model that gives greater importance to knowledge and value
podría complementarse con una reorientación del modelo added, with an emphasis on the real sector, to ensure more
de desarrollo que dé mayor importancia al conocimiento y la employment and better income.
agregación de valor, con énfasis en el sector real, para garan-
tizar más ocupación y mejores ingresos.

* Escuela Nacional Sindical - Colombia


** Universidad Nacional de Colombia

TRABAJO 36 [1699-3225 (2017) 35, 35-52]


EL FUTURO DEL TRABAJO EN COLOMBIA DE CARA AL 2. Tendencias y contexto
POSACUERDO GOBIERNO-FRAC económico-laboral del país

En los últimos 25 años, Colombia ha fundamentado su crecimiento en las finanzas, los


servicios y el comercio; pero su sector manufacturero es débil, pues tan solo equivale al
12% del PIB y está orientado a bienes de consumo poco durables, como bebidas, alimen-
tos, textil-confección, autopartes, química, etc.

Los sectores que han jalonado el crecimiento en los últimos años tienen poca participa-
ción en la ocupación: el minero-energético, con el 0,6% de los ocupados; y el financiero,
con el 1,5%. Por otra parte, en los sectores donde más ocupación existe, que son los
servicios (con el 19,2% de los ocupados, y comercio, con el 28%) tienen tasas de informa-
1. Presentación
lidad del 48% y el 78% respectivamente.
El pasado 24 de noviembre de 2016, el Gobierno Nacional y la guerrilla de las Fuer-
La financiarizacion de la economía colombiana se ratifica con los resultados del 2016,
zas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (Farc-EP) firmaron el
que, según el Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas (Dane), solo creció
acuerdo del Teatro Colón que sella las negociaciones sostenidas por casi cinco años en
el 2%. Pero la rama con mayor crecimiento fue precisamente la intermediación financiera
La Habana, Cuba, y que abren un nuevo horizonte para la vida nacional en lo político,
con el 11,1%. La industria solo lo hizo en el 3%, pero fue jalonada por los productos de la
lo social y, por lo que a este artículo corresponde, en lo laboral. Por lo mismo, al tratar
refinación de petróleo, que crecieron el 23,2%, cuando entró en pleno funcionamiento la
de dar una imagen prospectiva del trabajo en Colombia, lo hacemos teniendo en mente
Refinería de Cartagena (Reficar). Consistente con este comportamiento de la economía,
las posibilidades que dicho acuerdo ofrece para concretar una agenda de acuerdo con
los medios informaron que los bancos fueron los que más ganaron al cierre del mes de
los lineamientos de la propuesta de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) for- octubre del 2016, con casi $10 billones de utilidades, 17,8% más que en el mismo periodo
mulada en 1999. del año 2015.
Siguiendo el anterior derrotero, en lo relativo a oportunidades, o sea, cuando habla-
Estas razones explican por qué las tasas de crecimiento del PIB en el pasado
mos de derecho al trabajo, se precisa que estas son para que los hombres y las mujeres
reciente se han visto acompañadas de altas tasas de desempleo e informalidad, al
puedan conseguir un trabajo decente y productivo en condiciones de libertad, equidad,
tiempo que se presentan una serie de indicadores de precariedad del trabajo, en tér-
seguridad y dignidad humana (Anker et al., 2002).
minos de ingresos, profunda desigualdad y escasa cobertura de la seguridad social.
A partir de esta conceptualización podemos afirmar que en Colombia existe un alto Todo esto se acentúa en el campo, pero también se afecta aún más con la violencia
déficit de trabajo decente, ya que persisten altas tasas de desempleo e informalidad, contra el sindicalismo, las limitaciones de las libertades sindicales y la debilidad de
bajos ingresos, alta exclusión del sistema de seguridad social, trabajo infantil, bajas las instituciones que regulan los conflictos socio-laborales, tal y como a continuación
densidad sindical y cobertura de la negociación colectiva, y todo lo anterior con un telón lo presentamos
de fondo conformado por una cultura y una violencia anti-sindical, acompañadas de una
gran debilidad institucional. Por ello, en este artículo ubicamos el contexto económico-
laboral colombiano, y luego nos remitimos a la posible relación entre el desarrollo de la
1.1 Desempleo
concepción de trabajo decente y la construcción de paz. De esta forma podremos avan- La tasa más alta de desempleo para Latinoamérica en 2016 la registró Brasil con
zar en la formulación, a modo de conclusiones, de lo que podría ser el futuro del trabajo 11,3%, seguida por Colombia con 9,6%, por encima de la tasa promedio para la desocu-
en Colombia, en el escenario del posacuerdo. pación en la región que fue de 8,1%.

REVISTA IBEROAMERICANA DE RELACIONES LABORALES 37 TRABAJO


TABLA 1. TASA MÁS ALTA DE DESEMPLEO PARA LATINOAMÉRICA EN 2016 GRÁFICA1. TASA DESEMPLEO VS. PIB

País Tasa de desempleo 2016 Comportamiento último año

Brasil 11,30 Subió 2,9

Colombia 9,60 Subió 0,4

Costa Rica 9,50 Bajó 0,1

Argentina 9,30 Subió 1,4

Paraguay 8,30 Subió 0,7

Promedio región 8,10 Subió 1,5

Uruguay 8,00 Subió 0,6

Venezuela 7,50 Subió 0,2

Honduras 7,40 Subió 0,1 Fuente: Dane

Chile 6,60 Subió 0,2 En Colombia se ha vuelto costumbre hacer cambios metodológicos para reducir la
pobreza o el desempleo, sin que dichos cambios se verifiquen en la vida real. Precisa-
Rep. Dominicana 5,70 Bajó 0,3
mente, desde enero del año 2000 hubo un cambio en la metodología del Dane para medir
Panamá 5,50 Subió 0,4 la ocupación-desocupación, que buscaba dicho propósito. En la metodología anterior se
consideraban ocupadas las siguientes personas: a) quienes durante la semana de refe-
Ecuador 5,40 Subió 1,2 rencia ejercían una actividad remunerada de al menos una hora; b) también se incluían los
familiares que, sin remuneración, laboraban al menos 15 horas en la semana; c) aquellas
Perú 4,40 Subió 0,4 personas que, aunque no habían trabajado la semana de referencia, tenían un trabajo.
Por otra parte, se consideraban desocupadas las personas que: a) durante la semana de
México 4,00 Bajó 0,4
referencia no tenían empleo, pero lo estaban buscando activamente o estaban esperando
los resultados de algún trámite anterior para acceder a un trabajo; b) en la semana de re-
Fuente: OIT, Panorama laboral 2016: América Latina y el Caribe
ferencia no habían hecho ninguna diligencia para buscar trabajo, pero que en las últimas
52 semanas (un año) lo habían buscado, y aún se mostraban interesadas en trabajar; c)
Colombia viene registrando tasas de desempleo superiores al promedio latinoame-
quienes, aunque se encontraban buscando un empleo, no tuviesen disponibilidad para
ricano, muy a pesar de que las tasas de crecimiento del PIB han sido igualmente altas
aceptar uno de forma inmediata.
comparadas regionalmente. Esto obedece fundamentalmente a que los sectores más di-
námicos, minero-energético y financiero, tienen una baja participación en la ocupación, Por su lado, la nueva metodología hizo un cambio en la población ocupada, al consi-
mientras que el sector manufacturero, que participa con el 12% de la ocupación, y el agro, derar que los trabajadores familiares sin remuneración, solo requerían trabajar una hora
con el 16%, están por fuera de las preocupaciones de la política pública y prácticamente a la semana (en lugar de 15) para ser considerados como ocupados. En cuanto a los
languidecen. desocupados, se redujo la disponibilidad para iniciar un trabajo de 52 semanas a cuatro

TRABAJO 38 [1699-3225 (2017) 35, 35-52]


semanas de búsqueda. Estas modificaciones condujeron a una disminución de la tasa de Esto significa que al 58% de los ocupados no los cobija la legislación laboral, porque
desempleo, pues la nueva metodología incluyó como ocupados a un grupo que antes se ella solo aplica a los asalariados. Dentro de los asalariados en el sector privado hay aproxi-
consideraban desocupados, y excluyó a un grupo de población que era clasificado como madamente 3.700.000 trabajadores con relaciones laborales en condiciones de ilegalidad,
desocupado: ahora se considera como población inactiva. intermediados por cooperativas, fundaciones, sociedades por acciones simplificadas e, in-
cluso, por medio de falsos sindicatos que usan la figura de los contratos sindicales.
El Estado, a su vez, tiene una nómina paralela, vinculada ilegalmente mediante con-
2.2 Informalidad y precariedad
tratos de prestación de servicios, que constituye más de 1.500.000 trabajadores; mucho
La población ocupada en el trimestre móvil octubre-diciembre del 2016 el 42% era asa- más de los servidores que tienen vinculo legal y reglamentario. Esto se desprende de un
lariado (obrero, tanto los empleados particulares -38%- como los empleados del gobierno informe que reveló el Ministerio de Trabajo hace algunos años, en el que, además, conclu-
-4%-), mientras que el 58% estaba en las categorías no asalariada como se desprende ye que por cada 100 empleados de planta, hay 132 en nómina paralelas; mientras tanto,
de la tabla que sigue. en las entidades territoriales esto es más alarmantes, pues, por cada 100 empleados de
planta, hay 216 contratados con orden de prestación de servicios (Portafolio.com, 2011).

TABLA 2. COMPORTAMIENTO DEL EMPLEO 2016 Esta elevada informalidad y precariedad laboral en el Estado se corresponde con una
estructura empresarial igualmente precaria. De acuerdo con el Dane y con la Confederación
Colombiana de Cámaras de Comercio (Confecámaras), el 94,7% de las empresas colom-
Concepto Oct-Dic %
bianas son microempresas (que tienen hasta 10 trabajadores); el 4,9%, pequeñas y media-
nas empresas; y solo el 0,4% son grandes empresas. De manera simultánea, la granes em-
Ocupados: total nacional 22.873 presas generan el 72% de la riqueza del país y el 33% del empleo. Así las cosas, las micro,
pequeñas y medianas empresas contribuyen con el 28% de la riqueza y el 67% del empleo.
Obrero, empleado particular 8.714 38
Esto significa que las empresas donde se crea el 67% del empleo son de baja renta-
bilidad, lo que no permite garantizar buenas remuneraciones y el respeto pleno de los
Obrero, empleado del gobierno 859 4
derechos laborales.

Empleado doméstico 685 3 TABLA 3. EMPLEO SEGÚN SECTOR

Trabajador por cuenta propia 9.953 44 Nº


Trimestre I-2016 % Empleo (%) PIB (%)
empresas
Patrón o empleador 856 4
Microempresas 94,7 2.394.294
Trabajador familiar sin remuneración 932 4 67 28
Pequeñas y medianas
4,9 123.886
Trabajador sin remuneración en empresas de otros empresas
115 1
hogares
Grandes 0,4 10.113 33 72
Jornalero a peón 704 3

Otro 20 0 Total 2.528.293

Fuente: Dane y Confecámaras


Fuente: Dane, Encuesta Continua de Hogares-Gran Encuesta Integrada de Hogares

REVISTA IBEROAMERICANA DE RELACIONES LABORALES 39 TRABAJO


Con datos del 2015, el Banco Mundial señala que Colombia es el segundo país más
1.3 Ingresos y desigualdad
desigual de América Latina y el séptimo a nivel global, lo que significa que los mecanis-
El 82,8% de los ocupados y el 75,7% de los asalariados devengan dos salarios míni- mos redistributivos de la economía y las políticas públicas no funcionan adecuadamente.
mos o menos. Dado que el costo de la canasta mínima vital para una familia de ingresos
bajos se calcula hoy por encima de dos salarios mínimos legales, podemos afirmar que
TABLA 5. LOS PAÍSES MÁS DESIGUALES DE AMÉRICA LATINA (SEGÚN COEFICIENTE DE GINI)
la mayoría de los ocupados y sus familias no tienen la capacidad de acceder a esta. Por
ingresos, más del 82% de los trabajadores son pobres.
País Coeficiente de Gini
TABLA 4. PORCENTAJE DE OCUPADOS Y ASALARIADOS POR RANGOS DE SALARIO MÍNI-
MO MENSUAL LEGAL VIGENTE (SMMLV)

SMMLV 2014 2015 Honduras 53,7

Menos de 1 48,3 47,10


Colombia 53,5

Brasil 52,9
Total ocupados Entre 1 y 2 34,3 35,7

Guatemala 52,4

Más de 2 17,4 17,2

Panamá 51,7

Menos de 1 23,6 22,9


Chile 50,5

Fuente: Banco Mundial, 2015


Total asalariados Entre 1 y 2 51,5 52,8
Las causas de esta desigualdad las ha señalado el mismo Banco Mundial, al consi-
derar las bajas tasas de sindicalización y de negociación colectiva. (Inter Press Service,
2014) Adicional a esta situación, podemos señalar como responsables complementarios
Más de 2 29,4 24,2 un sistema tributario que soporta cada vez más los ingresos públicos en la tributación in-
directa, y en un gasto publico que favorece al capital financiero, pues subordina la deuda
pública a lógicas especulativas, y orienta subsidios a los sectores ricos, como se hizo
Fuente: Dane
evidente con el programa Agro Ingreso Seguro.

TRABAJO 40 [1699-3225 (2017) 35, 35-52]


De los asesinatos contra sindicalistas más del 30% se registraron en el sector de
1.4 Seguridad social
la agricultura, siendo la mayoría asociados al Sindicato Nacional de Trabajadores de
Los niveles de exclusión de la seguridad social de la población ocupada en Co- la Industria Agropecuaria (Sintrainagro) y a algunos sindicatos que hacen parte de la
lombia se corresponden con la precaria estructura laboral señalada. La tasa de ocu- Federación Nacional Sindical Unitaria Agropecuaria (Fensuagro).
pación de 2015 fue de 59%, representando a un total de 22.017.000 ocupados en
el país; de estos, un alto porcentaje de trabajadores se encontraba en la catego- La violencia no solo incidió en la pérdida de vidas y en la instauración del terror,
ría cuenta propia (42,4%) y trabajadores sin remuneración (4,6%), con un total de sino también en el debilitamiento y extinción de sindicatos rurales; y con ello, se
9.345.000 y 1.021.000 ocupados respectivamente. Además, solo el 48,7% del total multiplicaron la pérdida de garantías y derechos. La violencia también limitó el sur-
de ocupados era asalariado, mientras que el 51,3% no lo eran, según el Dane. gimiento y fortalecimiento del sindicalismo en el sector rural. Alrededor de 120 sin-
dicatos de estos sectores son hoy sujetos de reparación colectiva, porque han sido
Por otro lado, los avances en la seguridad social y en especial en la salud laboral
víctimas por lo menos de un hecho violatorio.
son casi inexistentes; de cada 100 ocupados en el país, 64, en promedio, carecían
de protección social. Del total de ocupados a nivel nacional, solo el 40,8% era co- En Colombia vivir y trabajar en las zonas rurales significa tener menos acceso a
tizante/aportante a la salud, el 38% cotizaba a pensiones, el 37,5% estaba afiliado los bienes públicos y recibir menos protección por parte del Estado y sus institucio-
a una caja de compensación familiar, el 36,3% cotizaba a cesantías y, tan solo un nes. Por ejemplo, un campesino dedicado a actividades agrícolas, ganadería y pes-
43,9%, estaba afiliado a riesgos laborales. ca, devenga en promedio el 76,16% de un salario mínimo y, para 2015, tan solo el
16,3% de la población ocupada en las zonas rurales cotizaba a pensiones. En otras
palabras, la exclusión del sistema de seguridad social es la norma y la marginaliza-
1.5 Sector rural ción que sufren los pobladores rurales. Su estado real de ciudadanía es tan débil

El sector rural colombiano no solo ha sido el gran olvidado de la política pública que, en muchos sentidos, no pasa de su capacidad para votar en las elecciones
colombiana, sino también el escenario donde se ha desarrollado el conflicto armado, locales (ENS, 2016).
que durante 52 años ha golpeado a nuestro país. El sector rural se caracteriza por la alta informalidad del trabajo; a tal punto que,
La ausencia de Estado y la guerra son factores que explican los graves problemas de la población ocupada en el subsector agropecuario, solo el 10,6% son asala-
que afronta el sector rural colombiano: riados y, en todo el sector, el 22%. Por otra parte, los asalariados en la agricultura
están fundamentalmente en los cultivos de agro-exportación, donde existen condi-
1. Alta concentración de la propiedad sobre la tierra e inequidad en el acceso a ciones muy difíciles para el ejercicio de los derechos de libertad sindical.
otros recursos naturales, en especial el agua.
El proceso de paz con las Farc-EP ha favorecido en el último año al sector rural,
2. Precariedad en los derechos de propiedad de la tierra.
pues la disminución de la violencia ha dinamizado a la agricultura y a otras activida-
3. El enorme conflicto entre la vocación agroecológica y el uso real (ganadería des rurales; por lo tanto, el posacuerdo podría ser la mejor oportunidad para soste-
extensiva) de la tierra rural. ner el crecimiento a partir del sector agrícola, olvidado durante décadas.
4. La alta informalidad y precariedad laboral de los trabajadores del campo.

5. La violencia que ha exterminado, o llevado a un grado de debilidad extrema, a 1.6 Violencia antisindical
los movimientos organizados de campesinos, indígenas, negritudes y sindicatos.
Una de las razones que debilitaron a los movimientos políticos de izquierda, so-
Según el Sistema de Información en Derechos Humanos de la Escuela Nacional ciales y sindicales del país fue la violencia. En el caso particular del sindicalismo
Sindical (Sinderh), entre el 1 de enero de 1977 y el 31 de diciembre del 2016 se en 1977, desde cuando la Escuela Nacional Sindical (ENS) tiene información de las
registraron 3.111 homicidios y 14.238 hechos de violencia contra trabajadores sin- violaciones a la vida, libertad e integridad de sindicalistas, la tasa de sindicalización
dicalizados. ha descendido del 17% de la población ocupada a el 4,5% en el día de hoy.

REVISTA IBEROAMERICANA DE RELACIONES LABORALES 41 TRABAJO


TABLA 6. VIOLACIONES A LA VIDA, LIBERTAD E INTEGRIDAD COMETIDAS CONTRA Pero, lo más grave de todo es que los niveles de impunidad de todas estas violaciones
SINDICALISTAS EN COLOMBIA, 1977-2016
son del orden del 95%, en promedio. De allí que el nuevo escenario que se configura con
los acuerdos que pusieron fin al conflicto armado con las Farc-EP y los que se inician con
Tipo de violación Nº de casos % el Ejercito de Liberación Nacional (ELN) son una oportunidad para superar esta tragedia
humanitaria y la impunidad que reina, y reclamar además políticas de reparación colec-
tiva. Es así como estos procesos podrían convertirse en una posibilidad para lograr la
Amenazas 6.972 48,66
inserción del sindicalismo en el sistema político (Celis, Valero y Toro, 2015).

Homicidios 3.111 21,71


2.7 Libertades sindicales
La tasa promedio de sindicalización en Colombia es muy baja: 4,5% de los ocupados;
Desplazamiento forzado 1.897 13,24 y la cobertura de la negociación colectiva no supera el 6%. La tasa de sindicalización en
el sector público es cercana al 50%, pero en el sector privado es del 1,5%.

Detención arbitraria 742 5,18


TABLA 7. TASA DE SINDICALIZACIÓN EN COLOMBIA

Hostigamiento 638 4,45 Año Nº de afiliados Tasa de sindicalización


1947 165.595 4,7
1965 700.000 13,4
Atentado con o sin lesiones 380 2,65
1974 835.200 12,5
1984 873.442 9,3
Desaparición forzada 236 1,65
1996 898.683 6,0
2002 867.374 5,4
Secuestro 176 1,23
2005 852.937 4,8
2008 829.164 4,7
Tortura 104 0,73
2009 810.134 4,4
2010 831.647 4,3
Allanamiento ilegal 69 0,48
2011 830.732 4,0
2012 945.985 4,4
Homicidio de familiar 3 0,02
2014 972.545 4,5
2015 1.006.678 4,5
Total general 14.328 100
2016 1.020.106 4,5

Fuente: ENS, Sistema de Información de Derechos Humanos (Sinderh) Fuente: ENS, Sistema de Información Laboral y Sindical (Sislab), subsistema Censo Sindical

TRABAJO 42 [1699-3225 (2017) 35, 35-52]


TABLA 8. NÚMERO DE SINDICATOS ACTIVOS Y AFILIADOS POR SECCIÓN CLASIFICACIÓN ECONÓMICA A 2016

Sección clasificación económica Nº sindicatos % Nº afiliados %

Administración pública y defensa; seguridad social de afiliación obligatoria 1.038 19,04 120.515 11,81

Comercio al por mayor y al por menor; reparación de vehículos automotores, motocicletas,


808 14,82 86.314 8,46
efectos personales y enseres domésticos

Industrias manufactureras 629 11,54 120.099 11,77

Servicios sociales y de salud 631 11,58 111.766 10,96

Agricultura, ganadería, caza y silvicultura 505 9,26 91.150 8,94

Transporte, almacenamiento y comunicaciones 534 9,80 82.421 8,08

Educación 268 4,92 270.654 26,53

Otras actividades de servicios comunitarios, sociales y personales 232 4,26 18.197 1,78

Actividades inmobiliarias, empresariales y de alquiler 150 2,75 15.155 1,49

Construcción 124 2,27 7.921 0,78

Actividades no bien especificadas 202 3,71 7.173 0,70

Suministro de electricidad, gas y agua 88 1,61 30.135 2,95

Intermediación financiera 73 1,34 27.242 2,67

Explotación de minas y canteras 72 1,32 18.796 1,84

Hoteles y restaurantes 49 0,90 10.188 1,00

Pesca 35 0,64 1.672 0,16

Hogares privados con servicio domestico 13 0,24 708 0,07

Total 5.451 100 1.020.106 100

Fuente: ENS, Sistema de Información Laboral y Sindical (Sislab), subsistema Censo Sindical

REVISTA IBEROAMERICANA DE RELACIONES LABORALES 43 TRABAJO


TABLA 9. NÚMERO DE SINDICATOS ACTIVOS Y AFILIADOS, POR NATURALEZA
SINDICATO A 2016
Sección clasificación económica Nº sindicatos % Nº afiliados %

Naturaleza sindicato Nº sindicatos % Nº afiliados % Agricultura, ganadería, caza y silvicultura 505 9,26 91.150 8,94

Privado 3.949 72,45 528.415 51,80 Transporte, almacenamiento y comunicaciones 534 9,80 82.421 8,08

Estatal 1.502 27,55 491.691 48,20 Educación 268 4,92 270.654 26,53

Otras actividades de servicios comunitarios,


TOTAL 5.451 100 1.020.106 100 232 4,26 18.197 1,78
sociales y personales

Fuente: ENS, Sistema de información Sindical y Laboral (Sislab), subsistema Censo Sindical Actividades inmobiliarias, empresariales y
150 2,75 15.155 1,49
de alquiler
Los pocos avances en sindicalización y negociación colectiva desde el 2013 se han
presentado en el sector público desde que se reglamentó la ley 411 de 1997, que a su vez Construcción 124 2,27 7.921 0,78
ratificó el convenio 151 de la OIT; mientras tanto, en el sector privado la situación se ha
estancado, cuando no retrocedido. Actividades no bien especificadas 202 3,71 7.173 0,70

TABLA 10. NÚMERO DE SINDICATOS ACTIVOS Y AFILIADOS, POR SECCIÓN


CLASIFICACIÓN ECONÓMICA A 2016 Suministro de electricidad, gas y agua 88 1,61 30.135 2,95

Sección clasificación económica Nº sindicatos % Nº afiliados % Intermediación financiera 73 1,34 27.242 2,67

Explotación de minas y canteras 72 1,32 18.796 1,84


Administración pública y defensa; seguridad
1.038 19,04 120.515 11,81
social de afiliación obligatoria
Hoteles y restaurantes 49 0,90 10.188 1,00
Comercio al por mayor y al por menor;
reparación de vehículos automotores,
808 14,82 86.314 8,46 Pesca 35 0,64 1.672 0,16
motocicletas, efectos personales y enseres
domésticos
Hogares privados con servicio doméstico 13 0,24 708 0,07
Industrias manufactureras 629 11,54 120.099 11,77

Total 5.451 100 1.020.106 100


Servicios sociales y de salud 631 11,58 111.766 10,96
Fuente: ENS, Sistema de Información Sindical y Laboral (Sislab), subsistema Censo sindical

TRABAJO 44 [1699-3225 (2017) 35, 35-52]


Los 5.451 sindicatos existentes hacia 2016 denotan la debilidad del movimiento colectiva que aplica a los particulares: el pacto colectivo, el contrato sindical y la
sindical, pues corresponde a sindicatos con un promedio de 187 afiliados, que se pro- convención colectiva. De estas la única que se ejerce con cierto nivel de autonomía
yectan con escasa capacidad de negoción e incidencia sobre el desenvolvimiento de y libertad por parte de los trabajadores es la convención colectiva. El pacto colectivo
las relaciones laborales, y mucha menor solvencia en la gestión de las empresas y las se realiza con trabajadores no sindicalizados que no tienen ninguna capacidad de
políticas económicas y sociolaborales en los niveles locales, regionales y nacionales. negociación, y los contratos sindicales es una de las formas de intermediación labo-
En la legislación laboral colombiana existen tres modalidades de contratación ral ilegal que usan las empresas para precarizar el trabajo.

TABLA 11. CONVENCIONES, PACTOS Y COBERTURA DE LA CONTRATACIÓN COLECTIVA, 2006-2015

Convención colectiva Pacto colectivo Contrato sindical Total


Año
Nº casos Trab. benef. Nº casos Trab. benef. Nº casos Trab. benef. Nº casos Trab. benef.

2006 448 52.790 76 17.632 12 2.486 536 72.908

2007 291 62.230 206 50.470 22 4.928 519 117.628

2008 282 69.654 217 49.042 40 9.040 539 127.736

2009 373 92.131 209 47.234 46 10.396 628 149.761

2010 251 61.750 225 50.624 50 11.300 526 123.674

2011 353 93.192 170 38.420 164 37.064 687 168.676

2012 322 83.688 216 48.816 708 159.782 1.246 292.286

2013 459 75.211 208 21.424 964 49.164 1.631 145.799

2014 348 77.243 251 86.717 2.066 105.366 2.665 269.326

2015 500 108.000 216 100.875 1.975 100.725 2.691 309.600

El dato de trabajadores beneficiados entre 2007 y 2013 corresponde al promedio de los traba- bajo entregaba datos completos. Los datos de beneficiarios en el 2014 y 2015, para convenciones
jadores beneficiarios de la negociación colectiva entre 2004 y 2006, cuando el Ministerio de Tra- colectivas y pactos colectivos, fueron suministrados por el Ministerio para el 77% de los casos.

REVISTA IBEROAMERICANA DE RELACIONES LABORALES 45 TRABAJO


Según los informes del Ministerio de Trabajo al Congreso de la República 2013-2014 y TABLA 12. ACCIONES COLECTIVAS SINDICALES Y LABORALES POR TIPO DE ACCIÓN,
2014-2015B
2014-2015, en el año 2014 se firmaron en el país alrededor de 2.066 contratos sindicales;
sin embargo, debido a la fecha de entrega de la información por parte del Ministerio, aún
no se ha consolidado el ingreso total de estos. Tipo de acción 2014 % 2015 % Variación
Fuente: ENS, Sistema de Información Sindical y Laboral (Sislab), subsistema Dinámica
de la Contratación Colectiva, con datos del Ministerio de Trabajo. Cese de Actividades 65 17,6 41 10,9 -36,9
Desde el 2010, cuando se prohibió a las Cooperativas de Trabajo Asociado hacer inter-
mediación laboral, hubo un crecimiento exagerado de los contratos sindicales, que pasa-
Huelga (contractual) 25 6,8 23 6,1 -8,0
ron de unos 50 a casi 2.000 al día de hoy. Los pactos colectivos mantienen su dinámica,
mientras que la convención colectiva se encuentra estancada.
Esta es una de las razones que explican por qué Colombia es uno de los países con Paro (conflicto colectivo) 40 10,8 18 4,8 -55,0
indicadores de desigualdad tan altos.
De otro lado la dinámica de la conflictividad sindical responde positivamente a los leves Jornadas o Manifestaciones 299 82,4 315 84,0 5,4
pasajes de la antidemocracia de la guerra y a los anuncios de un proceso firme de cons-
trucción de paz.
Mitin o Plantón 110 29,7 126 33,6 14,5

GRÁFICA 2. TENDENCIA DE LAS PROTESTAS LABORALES Y SINDICALES, 1991-2015


Marcha 88 23,8 68 18,1 -22,7

Jornada de protesta 21 5,7 53 14,1 152,4

Bloqueo de vías 63 17,0 45 12,0 -28,6

Toma de instalaciones 15 4,1 14 3,7 -6,6

Huelga de hambre 1 0,3 9 2,4 800,0

Ocupación de empresa 1 0,3 0 0,0 -100,0

Otras Acciones 6 1,6 19 5,1 216,6

Total 370 100,0 375 100,0 1,4

Fuente: ENS, Sistema de Información Sindical y Laboral (Sislab), subsistema Dinámica sindical. Fuente: ENS, Sistema de Información Sindical y Laboral (Sislab), subsistema Dinámica sindical.

TRABAJO 46 [1699-3225 (2017) 35, 35-52]


TABLA 13. ACCIONES COLECTIVAS SINDICALES Y LABORALES SEGÚN MOTIVO, 2014-2015

2014 2015 Total


Motivo de la acción
Casos % Casos % Casos %
Negociación de convenio colectivo laboral
Convención colectiva 28 7,6 16 4,3 44 5,9
Solidaridad
Solidaridad 9 2,4 6 1,6 15 2,0
Reestructuración o reconversión
Cambios administrativos 13 3,5 12 3,2 25 3,4
Cambio de empleador 5 1,4 - 0,0 5 0,7
Cambios tecnológicos 5 1,4 5 1,3 10 1,3
Violación al convenio colectivo
Violación al convenio colectivo 9 2,4 6 1,6 15 2,0
Violación DDHH, vida, libertad e integridad
Violación DDHH, vida, libertad e
16 4,3 29 7,7 45 6,0
integridad
Políticas generales o de Estado
Política laboral 77 20,8 51 13,6 128 17,2
Política económica 52 14,1 31 8,3 83 11,1
Política social 43 11,6 76 20,3 119 16,0
Política ambiental 7 1,9 5 1,3 12 1,6
Despidos
Despidos 16 4,3 24 6,4 40 5,4
Flexibilización o tercerización
Flexibilización o tercerización 5 1,4 9 2,4 14 1,9
Negociación al salario mínimo
Negociación al salario mínimo 0 0,0 1 0,3 1 0,1
Incumplimiento de obligaciones del empleador
Salarios 59 15,9 42 11,2 101 13,6
Seguridad social integral 2 0,5 5 1,3 7 0,9
Salud ocupacional 4 1,1 1 0,3 5 0,7
Derechos y garantías sindicales 2 0,5 4 1,1 6 0,8
Discriminación laboral 6 1,6 6 1,6 12 1,6
Motivo- empresa-
Cierre de empresa 7 1,9 10 2,7 17 2,3
Privatización de empresa 1 0,3 3 0,8 4 0,5
Otros motivos
Otros motivos de movilización 4 1,1 32 8,5 36 4,8
Total 370 100,0 375 100,0 745 100
Fuente: ENS, Sistema de Información Sindical y Laboral (Sislab), subsistema Dinámica sindical

REVISTA IBEROAMERICANA DE RELACIONES LABORALES 47 TRABAJO


TABLA 14. ACCIONES COLECTIVAS SINDICALES Y LABORALES SEGÚN COBERTURA TE- TABLA 15. ACCIONES COLECTIVAS SINDICALES Y LABORALES SEGÚN ENTIDAD HACIA LA
RRITORIAL, 2014-2015 QUE SE DIRIGE LA ACCIÓN, 2014-2015

2014 2015 Total


2014 2015 Total Entidad hacia la que
Cobertura territorial de se dirige la acción Casos % Casos % Casos %
la acción
Casos % Casos % Casos %

Gobierno central 129 34,8 161 42,9 290 38,9

Local 313 84,6 315 84,0 628 84,3

Gobierno municipal 105 28,4 91 24,3 196 26,3

Nacional 38 10,3 35 9,3 73 9,8


Empresa estatal 65 17,6 48 12,8 113 15,2

Zonal 6 1,6 3 0,8 9 1,2 Empresa privada 50 13,5 53 14,1 103 13,8

Gobierno
20 5,4 19 5,1 39 5,2
Regional 6 1,6 2 0,5 8 1,1 departamental

Partidos 0 0 1 0,3 1 0,1

Departamental 5 1,4 14 3,7 19 2,6

Entidad internacional 0 0 1 0,3 1 0,1

Internacional 2 0,5 6 1,6 8 1,1


Otras empresas 1 0,3 1 0,3 2 0,3

Total 370 100 375 100,0 745 100,0


Total 370 100 375 100,0 745 100,0

Fuente: ENS, Sistema de Información Sindical y Laboral (Sislab), subsistema Dinámica sindical Fuente: ENS, Sistema de Información Sindical y Laboral (Sislab), subsistema Dinámica sindical

TRABAJO 48 [1699-3225 (2017) 35, 35-52]


Al hacer una lectura del gráfico y de las tablas 12 a 15, los indicadores de la conflictividad
1.8 Debilidad institucional de la regulación socio-laboral
laboral ratifican la debilidad estructural del sindicalismo, pues su acción es defensiva de las
conquistas convencionales, políticas generales o de Estado, defensa del derecho a la vida, Una de las recomendaciones realizadas a través del informe público presentado por la
entre otras (tabla 13), a la vez que el actor principal hacia el que se protesta es el Estado en Oficina de Comercio y Asuntos Laborales del Departamento del Trabajo de los Estados Uni-
sus distintos niveles (tabla 15) a través de paros (tabla 12), pues los trabajadores estatales dos el pasado 11 de enero de 2017, con ocasión a la queja presentada en mayo de 2016 por
no han podido avanzar en cuanto a la legislación del derecho a huelga, que solo es recono- parte de la American Federation of Labor and Congress of Industrial Organizations (AFL-
cida para el sector privado, donde el sindicalismo muestra ser débil (tabla 12). Además, las CIO), la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), la Unión Sindical Obrera (USO) y Sintrai-
acciones se concentran en el plano local (tabla 14). Por último, como muestra la tabla 16 se nagro, por violaciones al capítulo laboral 17 del Tratado de Libre Comercio entre Colombia y
han incrementado las acciones de los trabajadores no sindicalizados y de otras organizacio- Estados Unidos, fue precisamente mejorar el sistema de inspección laboral y de recaudo de
nes sociales que convocan a protesta laboral. Pese a lo cual, como lo testimonia el gráfico multas, para que los empleadores que violen el código laboral sean sancionados.
2, se han mejorado las condiciones para la protesta laboral tras los ocho años del gobierno La inspección laboral no funciona. Incluso, con datos del mismo Ministerio, las inves-
de Álvaro Uribe (2002-2010). Con las oportunidades que tiene el sindicalismo de incluirse tigaciones han caído, los procesos son extensos y las pocas sanciones que se imponen
en el sistema político con el posacuerdo entre el Gobierno y las Farc-EP, se podría superar mediante multas no se recaudan.
la configuración de las relaciones laborales (que caracterizábamos en otro artículo) en los
En Colombia violar la legislación laboral y de seguridad social es un negocio: lo más
siguientes términos: “configuración de diversidad de relaciones laborales que, para lo que
común es que no se sanciona al empleador; pero, cuando se hace este no la paga; y,
interesa al propósito de este artículo, se instalan en un contexto de reproducción de la discre-
además, si la paga, el costo es menor que la ganancia obtenida con la violación de la ley.
cionalidad del empresariado en las relaciones laborales, dada la baja afiliación sindical que
se ha profundizado con los procesos de desindustrialización, privatización, flexibilización y Si indagamos por la efectividad del Ministerio de Trabajo en hacer cumplir las leyes y en
violencia antisindical” (Celis, Toro y Valero, 2015: 202). sancionar cuando estas no se cumplen, vemos que hubo una caída en el número de san-
ciones impuestas entre 2013 y 2014. De acuerdo con la Organización para la Cooperación
y el Desarrollo Económicos (OECD, 2016: 127) para 2013, el Ministerio impuso un total de
TABLA 16. ACCIONES COLECTIVAS SINDICALES Y LABORALES SEGÚN ORGANIZA-
CIÓN RESPONSABLE O CONVOCANTE, 2014-2015 3.153 sanciones por varias violaciones a las leyes laborales; para 2014, el número de san-
ciones bajó en un 56,3% (1.376) y aunque el monto ejecutoriado ($26.476.183.837) para
Organización responsable o 2014 2015 Total ese último año fue mayor que en 2013, en él se incluyen sanciones interpuestas en años
convocante Casos % Casos % Casos % anteriores. Este declive relativo siguió en 2015 si tomamos en cuenta solo las sanciones
ejecutoriadas (1.290); pero si tomamos todas las sanciones interpuestas por los inspectores
Sindicato 150 40,5 130 34,7 280 37,6 se llega a la suma de 3.535 para todo el año, o sea más del doble de las sanciones que co-
rrespondían a 2014 (Mintrabajo, 2016). Todavía queda pendiente una de las reformas pro-
Otros 185 50,0 93 24,8 278 37,3
metidas numerosas veces por el Ministerio: trasladar la recolección de las sanciones ejecu-
Trabajadores no toriadas a manos de la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales de Colombia (Dian),
16 4,3 139 37,1 155 20,8
sindicalizados
dada la ineficacia del Servicio de Aprendizaje Nacional (Sena), aun después de la reforma
Central sindical o
5 1,4 2 0,5 7 0,9 hecha en 2014 para administrar de manera distinta la ejecución de las multas interpuestas.
confederación
Para el 2014, a pesar del monto significativo de sanciones interpuestas
Comando nacional unitario 6 1,6 4 1,1 10 1,3
($79.397.985.163), sólo el 37% quedó ejecutoriada ($26.476.183.837) y no sabemos el
Federación rama o monto total actualmente recaudado y distribuido entre las tres entidades respectivas (Min-
8 - 7 1,9 15 2,0
subdirectiva
trabajo, 2016: 36s).
Total 370 100,0 375 100,0 745 100,0
El acceso a la justicia laboral es otra dificultad, pues los jueces no tienen el enfoque
constitucional necesario para tratarlos ni manejan con fluidez el derecho internacional; a
Fuente: ENS, Sistema de Información Sindical y Laboral (Sislab), subsistema Dinámica sindical ello se le suma que los procesos que llevan a cabo son paquidérmicos.

REVISTA IBEROAMERICANA DE RELACIONES LABORALES 49 TRABAJO


debe avanzar en los procesos de recuperación de la memoria histórica y construir
3. Trabajo decente y la construcción de paz
una narrativa de la violencia antisindical desde su mirada, como uno de los ejes de
La agenda del movimiento sindical colombiano en los últimos años ha girado de mane- esta comisión, y presentar acciones ante la Jurisdicción Especial de Paz que se tra-
ra principal en varios ejes que podríamos resumir así: mitó en el Congreso en desarrollo de los acuerdos con las Farc-EP.

1. Creación de empleo y alza general de salarios; En garantías para el ejercicio de la libertad sindical se puede aprovechar el punto
2 de los Acuerdos sobre fomento y garantías de participación de las organizaciones
2. Defensa de la libertad sindical y crecimiento de las organizaciones sindicales;
sociales y la necesidad de reformar las normas y políticas para construir movimiento
3. Formalización laboral para acabar la tercerización ilegal; y social y brindar garantías para la movilización y la protesta, muy necesarias teniendo
4. La reparación colectiva y superación de la violencia y la impunidad. en cuenta el gran crecimiento de la protesta por razones laborales y la respuesta del
Estado penalizando la acción sindical. En este campo sin duda se abrirán debates
Estos ejes, sin duda, resultan vitales para la construcción del Trabajo Decente en sobre la derogatoria de la Ley de Seguridad ciudadana y el Código de Policía.
el país, y absolutamente relevantes en su aporte a la construcción de la paz. Los acuerdos de La Habana, en los puntos 1 y 4 incluyen aspectos económicos
Ahora que nos encontramos en proceso de implementación de los acuerdos que como el de acceso a tierras mediante un fondo de tres millones de hectáreas, la
dieron fin al conflicto armado con las Farc-EP y en el inicio de conversaciones con el actualización catastral, la financiación de planes de desarrollo con enfoque territo-
ELN, el principal reto de todos los actores sociales y políticos del país (empresarios, rial, crédito, infraestructura, bienes públicos y la sustitución de cultivos ilícitos. Este
instituciones públicas, partidos políticos y movimientos sociales) será el de apoyar impulso modernizador del campo que traerá la implementación de los acuerdos en
el cumplimiento de los acuerdos y complementar sus faltantes con las agendas de- el tema rural, debe igualmente modernizar las relaciones laborales, garantizar la
mocráticas de las diversas organizaciones sociales y políticas para avanzar en la vigencia del Código Sustantivo del Trabajo, la afiliación a la seguridad social, los
construcción del Estado social y democrático de derecho. procesos organizativos de los trabajadores, y la presencia de la institucionalidad
pública laboral (jueces laborales e inspectores del trabajo).
Los acuerdos de La Habana, y los que se suscriban con el ELN ayudarán a mo-
dernizar y democratizar el país. En el mundo del trabajo la modernización y demo- En el caso de los agricultores independientes debe garantizarse el acceso a tierra
cratización pasa por la generación de empleo, la legalidad laboral y las garantías suficiente (30 hectáreas por lo menos) para mejorar la rentabilidad de los cultivos
para el ejercicio de las libertades sindicales. y por tanto sus ingresos. A los trabajadores no asalariados hay que hacerlos bene-
ficiarios de los pisos de protección social según la recomendación 202 de la OIT y
apoyar sus procesos organizativos para que puedan tramitar sus reivindicaciones
3.1 La agenda laboral y sindical en los acuerdos de paz por medio del dialogo social.
La agenda laboral y sindical para el logro del Trabajo Decente en el marco de los
acuerdos con las Farc-EP tiene grandes posibilidades en reparación colectiva, ver-
dad histórica, garantías para el ejercicio de la libertad sindical, trabajo decente en el
3.2 Una política industrial y agropecuaria para más empleos y
sector rural y el fortalecimiento de la inspección del trabajo. mejores ingresos
En los acuerdos con las Farc-EP, la reparación colectiva es un tema central en el Para resolver los problemas de desempleo, informalidad, precariedad laboral y
punto sobre los derechos de las víctimas, y por otra parte el movimiento sindical ha baja capacidad de compra de los salarios deberíamos retomar hoy, con más fuerza
logrado, en el marco de la Ley de Víctimas, que se establezca, por medio del Decre- que nunca, un programa para transformar nuestra economía primario-exportadora
to 624 del 18 de abril de 2016, una Comisión de Concertación para definir la política en una basada en el desarrollo de la industria manufacturera y una agricultura orien-
de reparación colectiva para el sindicalismo. tada al consumo interno. Solo si existe seguridad económica podrá aclimatarse una
paz estable y duradera.
En este mismo punto se acordó crear una Comisión para el Esclarecimiento de la
Verdad, la Convivencia y la No Repetición, y de justicia transicional. El sindicalismo Aprovechando el entorno internacional de retroceso del libre comercio, así como

TRABAJO 50 [1699-3225 (2017) 35, 35-52]


las propuestas de sectores empresariales solicitando una política industrial, es po- 2. La coyuntura internacional de cuestionamiento al libre comercio y las voces de
sible un cambio en la vocación económica del país a través de un gran pacto na- sectores políticos y empresariales reclamando una política industrial es una
cional sobre un nuevo modelo de desarrollo que garantice el trabajo decente como oportunidad para revisar el modelo de desarrollo primario exportador y espe-
fundamento de una paz estable y duradera. Esto toda vez que el sindicalismo y sus culativo y retomar las estrategias de integración regional.
aliados sociales y políticos sean capaz de tomar la iniciativa y transformar la corre-
3. Para reconstruirse el sindicalismo debe aprovechar los puntos de los acuer-
lación de fuerzas sociopolíticas a favor de elementos de una nueva política como los
dos con las Farc-EP que hemos señalado para hacer propuestas que garanti-
siguientes:
cen el ejercicio de las libertades sindicales y ciudadanas.
1. Protección y fomento de las industrias básicas de procesamiento de los re-
4. El transitado de la guerra a la paz podría cambiar la correlación de fuerzas
cursos naturales que tiene el país, para superar la dependencia colonial que
para revertir la oleada neoliberal que nos ha sumido en la pobreza y la des-
tenemos, ya que mientras más procesadas salgan nuestras exportaciones
igualdad.
vamos a tener mejores precios. Así mismo se debe fomentar la industria de
máquinas herramientas y de bienes de capital. La nación debe tener una in- Si lo logramos con seguridad que estaremos construyendo el edificio de una paz
dustria abastecedora de tractores e implementos agrícolas para el campo. estable y duradera, una de cuyas columnas debe ser el Trabajo Decente para todos
los trabajadores colombianos.
2. Modernización de la infraestructura, no solo con mejores carreteras sino tam-
bién con ferrocarriles, para aumentar la eficiencia y productividad de la indus-
tria y el agro.
3. Aranceles de protección a las industrias nacientes como lo indica la teoría
económica y la realidad histórica de la forma como lograron su desarrollo los
Estados Unidos y Europa. Arancel que debe ir variando en la medida que di-
cha industria mejore su productividad.
4. Modernización tecnológica de la agricultura y de la infraestructura de trans-
porte. La protección de la agricultura significa créditos a bajo costo, el esta-
blecimiento de precios de garantía o paritarios y protección arancelaria, espe-
cialmente contra las importaciones subsidiadas que provienen de los países
industrializados.
5. Propiciar que la ganadería se vuelva intensiva y de establo, para mejorar la
calidad de la carne, la productividad y aumentar la producción de carne y le-
che, y mejorar el consumo alimenticio de los colombianos.

4. Conclusiones
A partir de la información y el análisis acá presentado nos permitimos concluir
cuatro tendencias que se posibilitan en el posacuerdo.
1. El fin del conflicto armado con las Farc-EP y el nuevo escenario de delibera-
ción democrática sin armas que se configura en el país es una oportunidad
para reconstruir al sindicalismo en dos líneas: aumentar su densidad y reducir
su alta fragmentación

REVISTA IBEROAMERICANA DE RELACIONES LABORALES 51 TRABAJO


5. Bibliografía
Anker, R., et al. (2002): Measuring decent work with statistical indicators. Disponible en:
http://www.ilo.org/wcmsp5/groups/public/---dgreports/---integration/documents/publi-
cation/wcms_079089.pdf

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Portafolio.com, diciembre 23 de 2011. Disponible en:

http://www.portafolio.co/economia/finanzas/nominas-paralelas-empresas-desbordan-
planta-141988, consultado el 30 de marzo de 2017.

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ponible en: http://www.ipsnoticias.net/2014/04/fmi-y-banco-mundial-se-baten-contra-
la-desigualdad/, consultado el 31 de marzo de 2011.

Celis Ospina, Juan Carlos, Rodrigo Javier Toro Zuleta y Edgar Augusto Valero Julio (2015):
Sindicalismo colombiano: entre la exclusión del sistema político, el paternalismo y la
conflictividad en las relaciones laborales, en Celis Ospina, Juan Carlos, Reconfigura-
ción de las relaciones entre Estado, sindicatos y partidos en América Latina. Medellín:
Ediciones Escuela Nacional Sindical.

Escuela Nacional Sindical (ENS) (2016): Informe nacional de trabajo decente 2016. ���
Me-
dellín: Ediciones Escuela Nacional Sincial.

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views of Labour Market & Social Policies: Colombia 2016. París: OECD Publishing.

Ministerio de Trabajo (Mintrabajo) (2016): Respuesta a Derecho de Petición de la Escuela


Nacional Sindical (ENS) del 31 de marzo de 2016. Bogotá: Mimeo.

TRABAJO 52 [1699-3225 (2017) 35, 35-52]


Políticas activas de empleo en España: Debate político en el marco de las
nuevas formas de organización social (2003-2013)

Mº BELÉN GARCIA PALMA*

TRABAJO REVISTA IBEROAMERICANA


DE RELACIONES LABORALES
Labour Issues.
Iberoamerican Journal of Industrial Relations

ISSN 1699-3225
VOL. 35, (2017)
pp. 53-64

REVISTA IBEROAMERICANA DE RELACIONES LABORALES 53 TRABAJO


Fecha recepción: Fecha aceptación:
2017-09-27 2017-11-02
Fecha revisión: Fecha publicación:
2017-10-15 2017-12-05

Palabras clave Keywords


Políticas Activas de Empleo; debate polí- Active Employment Policies; political discus-
tico; desempleo; nuevas formas de organiza- sion; unemployment; new forms of work orga-
ción social. nization.

Resumen Abstract
El presente trabajo se encuadra en una in- This paper is part of a research concerning
vestigación relativa al discurso político y nor- the political and normative discourse of Active
mativo de las Políticas Activas de Empleo en Employment Policies in Spain. The period con-
España. El periodo contemplado es 2003-2013, templated is 2003-2013, since Law 56/2003, of
dado que la Ley 56/2003, de 16 de diciembre, December 16, on Employment, marked a new
de Empleo, marcó una nueva etapa en la re- stage in the regulation of these policies. The
gulación de estas políticas. El método de in- methodology of this research is qualitative and
vestigación es cualitativo y se ha realizado un a “Content Analysis” has been done, being the
“Análisis de Contenido”, siendo el corpus tex- hermeneutic unit the transcripts of the political
tual las transcripciones de la actividad política activity of the Cortes Generales, in the period
de las Cortes Generales, en el periodo contem- considered. This research has identified the
plado. La investigación ha permitido identificar basic elements of five dimensions of the forms
los elementos básicos de cinco dimensiones de of social organization contemplated in the dis-
las formas de organización social, contempla- cussion and regulation of Active Employment
das en el debate y regulación de las Políticas Policies: 1. Space (labour market); 2. The fra-
Activas de Empleo: 1. El espacio (mercado de mework (Welfare State and Socio-Labour Po-
trabajo); 2. El marco (Estado de Bienestar y Po- licies); 3. The social (new forms of work orga-
líticas Sociolaborales); 3. Lo social (nuevas for- nization); 4. Politics (Employment Policies) and
mas de organización del trabajo); 4. La Política 5. Discourse (social institutionalization of unem-
(Políticas de Empleo) y 5. El discurso (institu- ployment).
cionalización social del desempleo).

* Universidad de Murcia. mbelengp@um.es

TRABAJO 54 [1699-3225 (2017) 35, 53-64


mativos, la cuantía destinada a las mismas, la modificación en la distribución del gasto,
POLÍTICAS ACTIVAS DE EMPLEO EN ESPAÑA: DEBATE POLÍTICO
los cambios de gobierno y los programas políticos, así como de la evolución económica.
EN EL MARCO DE LAS NUEVAS FORMAS DE ORGANIZACIÓN
SOCIAL (2003-2013) El presente trabajo se encuadra en una investigación relativa al discurso político y
normativo de las Políticas Activas de Empleo en España. El periodo contemplado en la
investigación es 2003-2013, dado que la Ley 56/2003, de 16 de diciembre, de Empleo,
marcó una nueva etapa en la regulación de las mismas. Se trata de analizar y reconstruir,
a partir del discurso político y normativo, la definición política de las distintas dimensiones
de la organización social a las que están vinculadas las Políticas Activas de Empleo y que
han podido condicionar su configuración y resultados.

1. Introducción y objeto de la investigación. 2. Las dimensiones de la organización social como elementos


Existe una división tradicional entre las Políticas de Empleo, calificadas “de segundo configuradores de las políticas activas de empleo.
orden”, que intervienen en el mercado de trabajo: políticas activas y políticas pasivas.
El mercado de trabajo es una realidad social y, como tal, no nos es dada en su tota-
En palabras de Ramos (2004) y refiriéndose a las Políticas Activas de Empleo, conside-
lidad. Es una compleja construcción social, que sólo podemos conocer a través de sus
ran que han de ser contextualizadas en el cruce entre políticas económicas, laborales
manifestaciones. De ahí, la posibilidad de las distintas concepciones y teorías sobre el
y sociales, para situarlas en sus justos términos, reconociendo la escasa capacidad de
mismo y su dinámica de funcionamiento.
las políticas activas para solventar el complejo problema del desempleo, (p. 397). De
ahí que sea necesario complementar, la aplicación más generalizada de la perspectiva Una de esas manifestaciones clave del mercado de trabajo es el desempleo y la preca-
económica o jurídica para la evaluación de las Políticas Activas de Empleo, con otras riedad laboral, lo que a su vez, es definido como problema social por las manifestaciones
perspectivas y paradigmas de conocimiento del ámbito social, ya que, operan en una o efectos que tiene sobre las personas y sus elevados costes no sólo personales, sino
realidad social muy compleja. también económico y sociales. La definición de este problema social que se manifiesta
sobre la oferta del mercado de trabajo justifica la intervención de los poderes públicos a
Las Políticas Activas de Empleo han sido analizadas, generalmente, desde el ámbito
través de las políticas de empleo de segundo orden.
económico y jurídico, si bien, en los últimos años se han elaborado algunos trabajos
que profundizan en el análisis sociológico discursivo de las políticas activas genera- Ahora bien, como advierten Subirats, J., Knoepfel, P., Larrue, C. y Varone, F. (2008),
do, principalmente, desde la Unión Europea y manifestado en términos prácticos en la cuando la definición política de un problema público es multicausal y muestra un alto
Estrategia Europea de Empleo. Algunos trabajos en esta línea son los elaborados por grado de complejidad, entonces los objetivos del programa de actuación son poco claros
Santos Ortega, A. Montalbá Ocaña, C. y Moldes Farelo, R. (2004); Martínez López, A. y los instrumentos son de tipo incitativo o persuasivo, siendo las políticas de empleo un
(2008 y 2011), Sanz de Miguel, P. (2013) o Fernández Rodríguez, C. y Serrano Pascual, ejemplo de ello. Por tanto, es manifiesto que los objetivos y resultados de la política de
A. (2014). empleo están irremediablemente mediatizados por multitud de factores que operan en el
entorno socioeconómico en el que tienen lugar, el cual las personas, en su interacción con
Este trabajo, parte de la motivación de continuar el análisis aplicando las herramien-
el mismo, también construyen.
tas que ofrece la perspectiva sociológica, ya que las políticas de empleo siguen respon-
diendo, principalmente, a tradiciones históricas e institucionales propias de cada país, La consideración analítica del entorno socioeconómico en el que actúan las Políticas
así como a problemas específicos de cada contexto (Sanz de Miguel, 2013, p.513). En Activas de Empleo puede contemplarse a través de las distintas dimensiones o esferas
materia de Políticas de Empleo, España se caracteriza tradicionalmente por una mayor que se dan en las formas de organización social, entendiendo por éstas las estructuras
proporción de recursos destinados a las Políticas Pasivas frente a las Activas. A esto sociales que rigen en los distintos ámbitos sociales y que imprimen su carácter y funciona-
cabe añadir que las Políticas Activas se han caracterizado por una importante irregula- miento. La revisión teórica para la consideración del entorno socioeconómico vinculado a
ridad en su desarrollo derivada de su menor tradición en su desarrollo, los cambios nor- las Políticas Activas de Empleo, lleva a identificar, al menos, cinco dimensiones básicas:

REVISTA IBEROAMERICANA DE RELACIONES LABORALES 55 TRABAJO


• el espacio, es decir el mercado de trabajo como lugar en el que intervienen estas Desde el punto de vista del marco, cabe recordar que el Estado de Bienestar tiene
políticas; como objetivo intervenir en la economía para mantener el pleno empleo y ser capaz de
• el marco en el que se originan y desarrollan que no es otro que el Estado de Bien- resolver contingencias individuales a través de mecanismos colectivos (Casilda y Tortosa,
estar y las Políticas Sociolaborales; 1996). En Europa han convivido distintos modelos de Bienestar, tanto liberales, como
socialdemócratas o mediterráneos como el de España. Todos ellos han confluido en la
• lo social, entendiendo por tal aquella realidad material que da soporte al trabajo, al
Unión Europea que marca las políticas comunes en materia económica y social, partien-
mercado de trabajo, y que envuelve a las Políticas Activas de Empleo;
do de realidades diferenciadas. Pero a esta diversidad se añade otra complejidad, y es la
• la política como instrumento de los poderes públicos para el ejercicio de su gobierno,
crisis de la década de los 70, que marca un punto de inflexión en el contexto socioeconó-
• y el discurso, como construcción simbólica que comunica y da sentido a una reali- mico global, momento en el que empieza a escribirse un nuevo episodio de la actividad
dad construida. productiva y de la organización del trabajo, determinando el deterioro del modelo de bien-
estar imperante y el advenimiento de un periodo de incertidumbre o riesgos, que aún hoy
Desde el punto de vista del espacio o mercado de trabajo, el grueso de las aportacio-
permanece y al que ha contribuido la crisis económica de los últimos años.
nes teóricas se puede englobar en cuatro corrientes principales. Las dos primeras, de
mayor tradición económica, son la escuela neoclásica y el enfoque keynesiano. Por otro Desde la dimensión identificada como lo social, el desarrollo de las nuevas formas de
lado, y con gran desarrollo desde la Sociología, nos encontramos la corriente crítica o organización del trabajo y el paradigma de la flexibilidad, asociado a la innovación tecnoló-
marxista y la corriente institucionalista. No es objeto ni procede por extensión, desarro- gica, la globalización económica y la división internacional del trabajo entre otros elementos,
llar cada de una estas corrientes, pero si conviene detenerse en dos aportaciones teó- ha producido efectos notables en el empleo a través de la desregulación y la flexibilidad en
ricas que sin duda envuelven la conceptualización más reciente de las Políticas Activas el uso de la mano de obra. Aumentan las dificultades para acceder a un empleo estable y
de Empleo. desarrollar una carrera profesional; se genera diversidad y segmentación del mercado de
trabajo; se produce una modificación del Derecho del Trabajo, una flexibilización del marco
Por un lado, el modelo neoclásico ampliado (Palacio y Álvarez, 2004) o dicho de otro
de relaciones laborales y una pérdida de capacidad de los trabajadores para incidir en és-
modo, la Teoría del Capital Humano. Desde este planteamiento, en el que G. S. Becker
tas. En definitiva, es la crisis del empleo (Miguélez, 2004), el empleo pasa a ser considerado
es uno de sus principales teóricos, la oferta de trabajo no es homogénea, existen diferen-
un bien escaso (Olea, 2001) y de la sociedad del trabajo se pasa a otro modelo de sociedad
cias de cualificación que explicarían la diferente demanda de perfiles de trabajadores, así
“del conocimiento” (Drucker, P.F., 1969), “postindustrial” (Bell, D., 1976), “red” (Castell, M.,
como las respectivas posibilidades de obtener y mantener un empleo, poniendo el énfasis 1997), “líquida” (Bauman, Z., 2006) o “del riesgo” (Beck, U., 1998).
en el individuo y en el esfuerzo e inversión que haya realizado para adquirir un determi-
El escenario político de las Políticas Activas de Empleo ha estado marcado por varias
nado nivel de cualificación o empleabilidad, incluyendo en ésta también cualquier otra
circunstancias. Una básica y fundamental ha sido la integración europea y la integración de
variable con valor desde el punto de vista de la demanda del mercado de trabajo.
estas políticas en la Estrategia Europea de Empleo y, posteriormente, en la Estrategia Eu-
Por otro lado, y con cierta presencia en el debate europeo en torno a las Políticas Ac- ropa 2020, que promueve desde sus instituciones un modelo común de políticas de empleo
tivas de Empleo, el grupo de investigación liderado por G. Schmid1, propone la teoría de que enfatiza las políticas activas para realidades naciones diversas. Esta situación, añadida
los mercados de trabajo transicionales. Se parte del reconocimiento de que dado el nivel a los cambios en el contexto socioeconómico es lo que promueve un nuevo marco regu-
de desarrollo tecnológico alcanzado el pleno empleo es imposible, ya que no se necesita lador de estas políticas en España, a través de la Ley 56/2003, de Empleo, sustituyendo
tanto “factor trabajo” para producir. Por lo tanto, lo que se prevé es la institucionalización a la Ley Básica 51/1980, de Empleo, más de veinte años después de su entrada en vigor.
de los puentes de empleo, facilitando las transiciones entre relaciones de empleo cam- Posteriormente, el contexto socioeconómico volverá a jugar un papel fundamental con la
biantes ante los cambios de circunstancias durante el ciclo vital y facilitarlas, favoreciendo crudeza de la crisis económica en cuyo marco se aprueban el Real Decreto-Ley 3/2011 y el
el mantenimiento de la empleabilidad y salvaguardando la protección social. Su repercu- Real Decreto-Ley 14/2011 que introducen respectivamente, una nueva reforma sobre estas
sión adquirió forma en el concepto de flexiguridad. políticas, así como la consideración de una serie de medidas complementarias.

1. Labour Market Policy and Employment Researach Unit del WBZ - Centro de Investigación Finalmente, se puede contemplar una dimensión discursiva en el contexto de desarro-
en Ciencias Sociales de Berlín. llo de las Políticas Activas de Empleo y que, a su vez, estaría conectado con las anterio-

TRABAJO 56 [1699-3225 (2017) 35, 53-64


res dimensiones. Este discurso estaría configurado desde varios elementos. En primer reubicación de incidentes, etc. Para agilizar este procedimiento de análisis, se ha emplea-
lugar, por el predominio de los planteamiento neoliberales a partir de la década de los 80 do el programa ATLAS.ti.
que sitúa el problema del desempleo en el plano microeconómico (tal y como se aludía
El contexto natural en el que tiene lugar el debate y configuración de la regulación de
anteriormente al hacer referencia a la Teoría del Capital Humano). De este modo, se
las Políticas Activas de Empleo es las Cortes Generales y las distintas intervenciones de
abandona la idea del pleno empleo, se otorga la primacía a lo individual y se considera a
las formaciones políticas en la dinámica de funcionamiento del Congreso de los Diputados
los ciudadanos, y no a los Estados, como los responsables de integrarse en la sociedad y
y del Senado. Con estos criterios, el material empírico objeto de análisis incluye las trans-
no depender de los sistemas de bienestar (Cardona y Cabeza, 2014). Como apunta Sanz
cripciones de la actividad política vinculadas a:
de Miguel (2013), el discurso desarrollado en la Estrategia Europea de Empleo se puede
identificar con el tipo liberal. Los individuos han de activarse, actualizar sus cualificaciones Tramitación parlamentaria de legislación sobre Políticas Activas de Empleo y textos
y recurrir a las Políticas Activas de Empleo con las que los Estados acompañan para su normativos resultantes.
favorecer su inserción laboral y su integración social (Martínez, 2011). Para Barbier (2000) Debates sobre el estado de la nación en el periodo contemplado (2003-2013).
la activación es un concepto de mayor alcance que se ha extendido gradualmente trans-
El material de análisis para la investigación ha constando de 38 documentos relativos
formando los sistemas nacionales de protección social.
al decenio 2003-2013, disponibles en boletines oficiales del Congreso de los Diputados
y del Estado (Diario de Sesiones del Congreso de los Diputados y el Senado y el Boletín
3. Metodología Oficial del Estado).
Finalmente, en el proceso de análisis se han obtenido un total de 105 códigos3, para
Para Flick (2007), entre los rasgos de la investigación cualitativa se encuentra la cons-
3.210 citas (fragmentos) seleccionados y codificados, que se convierten en los datos cua-
trucción de la realidad como base, esto es, la realidad estudiada mediante investigación
litativos a través de los cuales se procede al análisis.
cualitativa no es una realidad dada, sino que los diferentes actores la construyen con sus
visiones, sus discursos y su interacción en los distintos fenómenos. En este proceso, se TABLA 1. RESUMEN DEL Nº DE CÓDIGOS UTILIZADOS Y CITAS CODIFICADAS POR TIPO DE DEBATE
producen textos, que se convierten en el material empírico, plasmando las visiones del
Nº Nº
sujeto, las interacciones y las reconstrucciones de las estructuras latentes de significado. % %
códigos citas
Esta presentación de la investigación cualitativa, permite justificar su elección e idoneidad Ley 56/2003 de Empleo 82 78,1 1609 50,1
para un objeto de investigación como el propuesto en este trabajo. Real Decreto-Ley 3/2011 de Reforma de las Políticas
79 75,2 442 13,8
Activas de Empleo
De manera más concreta, se ha optado opta por una utilización prioritaria de las téc-
Real Decreto-Ley 14/2011 de Medidas
nicas cualitativas mediante la utilización del “Análisis de contenido”. Este puede enten- 35 33,3 113 3,5
Complementarias en Materia de Políticas de Empleo
derse como un conjunto de procedimientos que dan como resultado la producción de un
Real Decreto 1542/2011 Estrategia Española de Empleo 63 60,0 240 7,5
“meta-texto” analítico en el que se representa el corpus textual de manera transformada
Debates Estado de La Nación 2003-2013 74 70,5 806 25,1
en base a unas reglas definidas y teóricamente justificadas por el investigador (Navarro y
TOTAL 105 3210
Díaz, 2007). Sin embargo, el análisis de contenido ha seguido también su propio camino
de desarrollo metodológico2 que ha diversificado sus estrategias posibles de aplicación. En el análisis se han considerado los criterios de Andreu (2002), incorporando un aná-
lisis temático, que hace considerar la presencia de determinadas categorías o conceptos,
El análisis de contenido se basa en el proceso de codificación: selección del mate-
así como su frecuencia y orden de aparición. Y un análisis semántico, permitiendo inda-
rial de análisis; establecimiento de las unidades de registro o incidentes; codificación y
gar sobre las relaciones entre los temas tratados en el texto. De este modo, los códigos
categorización; interpretación e inferencia. Este proceso es arduo e implica, en fases
resultantes se han agrupado en función de los temas y dimensiones fijados previamente.
sucesivas, una relación inicial de códigos o categorías, revisión de la misma, revisión y

2. Puede consultarse el recorrido histórico del Análisis de Contenido (2002): Las técnicas de
Análisis de Contenido: Una revisión actualizada. Sevilla. Documentos de Trabajo: Serie Sociología, 3. No se incluye la relación completa de los mismos dada su extensión. En el desarrollo de
Fundación de Estudios Andaluces, pp.34. análisis se destacarán los empleados en la redacción este artículo.

REVISTA IBEROAMERICANA DE RELACIONES LABORALES 57 TRABAJO


TABLA 2. DIMENSIONES Y TEMAS EMPLEADOS EN EL ANÁLISIS TEMÁTICO Y SEMÁNTICO R. Decreto-Ley 3/2011 de Reforma de las Políticas
Dimensiones Temas Activas de Empleo
Mercado de trabajo VII Legislatura 2008-2011 R. Decreto-Ley 14/2011 de Medidas Complementarias
El espacio Gobierno: PSOE en materia de Políticas Activas de Empleo
Desempleo/Empleo
Contexto socioeconómico: muy R. Decreto 1542/2011, Estrategia Española de Empleo
El marco Bienestar y Política Social
desfavorable Debate del Estado de la Nación 2009
Flexibilidad
Debate del Estado de la Nación 2010
Lo social Modo producción/organización del trabajo
Debate del Estado de la Nación 2011
Marco laboral/RRLL
X Legislatura 2011-2016
Política de Empleo/Políticas Activas de Empleo
La política Gobierno: PP
Sistema Nacional Empleo/Servicio Públicos de Empleo Debate del Estado de la Nación 2013
Contexto socioeconómico: muy des-
Activación/Empleabilidad
El discurso favorable
Unión Europea/Integración geográfica
Por otra parte, Navarro y Díaz (2007) orientan sobre las estrategias de análisis en el aná-
lisis de contenido. Uno de los criterios básicos (intensión/extensión) permite emplear una 4.2. Caracterización del debate
estrategia intensiva, tratando de integrar en el análisis, potencialmente, todos los elementos
El debate analizado relativo a las Políticas Activas de Empleo ha sido rico y ello ha
presentes en el texto, reconstruyendo sus relaciones sistemáticas en el mismo (P. 189).
permitido generar los 105 códigos en el análisis. Esta relación de códigos permite identifi-
car los temas tratados y su intensidad, entre lo que se pueden destacar la Calidad de los
4. Resultados servicios de empleo o los retos de las políticas de empleo y, por ende, los omitidos. Así
como otras pautas y dinámicas dadas en el mismo, como el ámbito territorial o el disenso
4.1.Caracterización del contexto político.
Durante el periodo contemplado, 2003-2013, tienen lugar cuatro legislaturas, si bien El debate se caracteriza por la notoriedad de la Ley 56/2003 de Empleo en el mismo por
dos de modo incompleto. Del mismo modo, dos estarían bajo gobierno del Partido Popu- varias razones. En primer lugar, por su mayor amplitud en la tramitación y por tanto, tener un
lar y las dos centrales del periodo bajo gobierno el Partido Socialista. Tan relevante como mayor número de documentos asociados para el análisis; en segundo lugar, por ser un de-
esto es la evolución del contexto socioeconómico, con la crisis económica que se eviden- bate monográfico sobre las políticas de empleo, después de muchos años en los que no se
cia a partir de 2008 y que sin duda está presente en el debate analizado. Se trata por tan- había tratado estas políticas y, en tercer lugar, por desarrollarse en un contexto en el que no
to, de un periodo que, por su amplitud, es también desigual, lo que enriquece el análisis, había una situación socioeconómica de carácter excepcional o urgente que lo condicionara
permitiendo observar el grado de la posible influencia de las variables contextuales. en exceso. De este modo, aglutina el 50,1% de las citas codificadas (Tabla 1).
También ha resultado relevante por su contenido específico, el Real Decreto-Ley 3/2011
TABLA 3. CONTEXTUALIZACIÓN DE LOS DEBATES ANALIZADOS EN CADA LEGISLATURA relativo a la reforma de las Políticas Activas de Empleo y el Real Decreto 1542/2011 por
al que se aprueba la Estrategia Española de Empleo, con un elevado número de códigos
Legislatura Debates
empleados y citas codificadas.
VII Legislatura 2000-2004
Ley 56/2003 de Empleo Por su parte, los distintos documentos vinculados a los debates del estado de la na-
Gobierno: PP
Debate del Estado de la Nación 2003 ción, aunque con menor presencia cuantitativa en cuanto a códigos y citas empleadas
Contexto socioeconómico: favorable
derivadas de su carácter general y no específico sobre la temática objeto de análisis, sin
VII Legislatura 2004-2008 Debate del Estado de la Nación 2005 embargo, han permitido contextualizar otros elementos relevantes vinculados a las Polí-
Gobierno: PSOE Debate del Estado de la Nación 2006 ticas Activas de Empleo y enriquecer el análisis. Asimismo, la presencia cuantitativa de
Contexto socioeconómico: favorable Debate del Estado de la Nación 2007 todos ellos, ha resultado equilibrada, lo que refleja la idoneidad de su consideración.

TRABAJO 58 [1699-3225 (2017) 35, 53-64


Los conceptos de pluralidad vs. unidad del mercado de trabajo, no dejan de ser con-
4.3. Análisis: Políticas Activas de Empleo en el marco de
ceptos creados argumentalmente. Sin embargo, quienes se han postulado por la “plurali-
las dimensiones de la organización social.
dad” de los mismos han sido hábiles en apelar a las “realidades”, a la vez que vinculaban
la “unidad” a pura “ideología”.
4.3.1. El espacio: mercado de trabajo e intervención pública.
Si se apela al carácter “ideológico” del concepto, quienes se posicionan en la unidad
En este apartado, se describe la dimensión que se ha identificado como el espacio en
del mismo, la respuesta deriva en la negación de la mayor y afirman el carácter “técnico”
el que operan las PAE, que no es otro que el mercado de trabajo. Si algo ha caracterizado
del concepto.
el debate y la concepción del mercado de trabajo que se ha tenido presente al definir el
marco regulador de las PAE ha sido la territorialidad. Esta cuestión se ha situado en un Otras de las cuestiones que aparecen reflejadas es la valoración negativa sobre el fun-
binomio relativo a la existencia en el territorio de una pluralidad de mercados de trabajo cionamiento del mercado de trabajo y la escasa calidad del empleo que ofrece, por lo que
vs. unidad del mercado de trabajo. La pluralidad de los mercados de trabajo está asociada éste se sitúa como un gran reto tanto para las PAE como para el resto de políticas económi-
a variables de tipo socioeconómico, es decir, al reconocimiento a la diversidad de realida- cas y laborales. Así mismo, se considera que es un mercado de trabajo segmentado, si bien,
des sociolaborales de las diferentes de las Comunidades Autónomas. la segmentación se reduce prácticamente a la variable temporalidad en la contratación.

Tenemos una heterogeneidad brutal en nuestro mercado laboral. Tenemos comu- En relación al desempleo y sus causas, estás se circunscriben, desde el punto de vista
nidades autónomas con pleno empleo y dificultades para atender las demandas de del debate político, a dos causas principales. Por un lado, se reconocen las dificultades de
empleo de las empresas, y comunidades autónomas con el 20 porciento de paro. acceso al empleo por pertenecer a determinados colectivos. Por otro lado, las dificultades
de acceder a un empleo pueden venir derivadas una escasa cualificación.
(LE; PSOE; 21/10).
Este funcionamiento del mercado de trabajo, sesgado en su eficiencia por colectivos,
De este modo, cada CCAA tendría una configuración distinta del espacio laboral, una
niveles de cualificación y grandes dosis de precariedad laboral y desempleo genera la
demanda y una oferta distinta en base a un tejido productivo y a las características de su
promoción de nuevas formas de empleo, con gran implicación en esta labor de las PAE.
capital humano, unas disfunciones o problemáticas distintas, etc.
En este sentido al autoempleo, el emprendimiento y la economía social representan nue-
Lo relevante desde el punto de vista del debate político es que el reconocimiento de vas fórmulas de empleo que adquieren un nivel de aceptación importante en el debate.
esta pluralidad de mercados de trabajo implica una “mayor complejidad de la gestión” de Las debilidades del mercado de trabajo más tradicional para ofrecer oportunidades labo-
las políticas de empleo y, para salvar dicha complejidad, se necesitan “políticas que estén rales, hace que las miradas se dirijan hacia estas fórmulas de empleo más flexibles desde
pegadas al terreno” si quieren representar herramientas eficaces de intervención. Por tan- el punto de vista del marco laboral, para la generación de oportunidades económicas y
to, las PAE más eficientes serán aquellas que bajo un principio de flexibilidad se diseñen laborales. De ahí que tomen notoriedad, especialmente, cuando la crisis se mantiene casi
de forma más adaptada a los diversos mercados de trabajo, por parte de quienes tienen inalterable, en 2011. La postura política hacia estos ámbitos es siempre positiva o, al me-
un conocimiento más cercano a la realidad y una capacidad política de llevarlo a cabo, es nos, ausente de crítica en el debate político.
decir, los gobiernos autonómicos. Desde este planteamiento, la “unidad” vendría dada por
El consenso implícito, sobre la necesidad de fomentar estos ámbitos como fórmulas
la uniformidad en la atención a la oferta de empleo que se realiza a través de las Políticas
de empleo alternativas a las más tradicionales por cuenta ajena, genera una “postureo”
Activas de Empleo, esto es, todos los usuarios han de tener los mismos derechos en la
o posicionamiento político relativamente sencillo para los políticos, en función de si se
prestación del servicio.
encuentran en el Gobierno o en la oposición. Quienes detentan el poder siempre pueden
Nosotros creemos que la mejor respuesta se da por quién está más cercano a la alegar “lo que han hecho” para la promoción del empleo en estos ámbitos, mientras que
realidad sobre la que se tiene que actuar, que será más eficaz y eficiente para la quienes se encuentran en la oposición, las críticas siempre pueden argumentar el “no es
utilización de los recursos. (LE; PNV; 24/31). suficiente, hay que hacer más”.
Sin embargo, es manifiesto que dado el plano político en el que se sitúa el debate, los En un real decreto que, además, en sus objetivos habla, por ejemplo, de que hay
mercados de trabajo están asociados al ámbito del ejercicio del poder. Por tanto, desde ese que incentivar el emprendimiento, cosa en la que todos coincidimos, y después no
punto de vista, cabe reconocer una unidad del mercado de trabajo asociada al poder estatal. desarrolla absolutamente nada. (RPAE; PP; 27/29).

REVISTA IBEROAMERICANA DE RELACIONES LABORALES 59 TRABAJO


No obstante, lo más relevante es el “papel social” que se le otorga a estas fórmulas factores asociados a las formas de organización de la producción y el trabajo, se haya
en la economía y en la creación de empleo, a pesar de que en España no haya existido identificado como lo social.
tradicionalmente una cultura que fomente la actividad emprendedora y empresarial.
El debate analizado resalta los cambios producidos en el contexto social y productivo,
esto es, vinculados a la organización productiva y laboral. Las repercusiones sociales del
4.3.2. El marco: Estado de Bienestar y Políticas Sociolaborales. entorno productivo y laboral siempre son de gran envergadura y, por ende, objeto de la
política sociolaboral en general y de la política de empleo en particular. En este sentido,
En esta segunda dimensión, que se ha identificado como el marco, viene a represen- una de las cuestiones que ha aflorado en el debate con cierta intensidad ha sido la conve-
tar la conexión de las PAE en lo que ha sido el desarrollo de los Estados de Bienestar y niencia de un nuevo modelo productivo para el país.
las Políticas Sociolaborales que han integrando la libertad individual con la necesidad de
cierta justicia social. El bienestar social, pivota en la práctica sobre un eje principal que es Éramos muy conscientes de la necesidad de modernizar nuestro modelo productivo,
el mercado de trabajo, cuya relación de cada una de las personas con el mismo, define el de la necesidad de hacerlo más sostenible y competitivo, porque nuestra economía
estatus de ciudadano y lo hace garante de diversos derechos sociales. De este modo, el mantenía una serie de debilidades que comprometían nuestra capacidad de
bienestar social, tiene una vinculación directa con el empleo. crecimiento y nuestras posibilidades de futuro. (DEN09; PSOE; 41/3).

El bienestar no se crea con más gasto público. La sociedad del bienestar no se ali- La relación de este nuevo modelo productivo con la regulación de las PAE es dada
menta de utopías, se hace realidad con más empleo. (DEN03; PP; 32/8). por sus implicaciones en materia del capital humano necesario. Así, se valora que las
acciones a desarrollar en materia de PAE han de contribuir al cambio de modelo produc-
Las PAE, como políticas dirigidas al aumento de la ocupación y la disminución del des-
tivo siendo ésta, además, una de las razones que justifica durante el periodo la reforma
empleo, integran el principio de cohesión social, convirtiéndose en un eje de actuación de
de las mismas. Esta discusión representa una de las escasas ocasiones en las que se
las mismas.
consideran factores de carácter más estructural y vinculados, en mayor medida, a la
Creemos –aunque usted lo ha mencionado- que en esta ley de empleo debieran demanda de trabajo.
recogerse muchos más aspectos de la política social que son fundamentales para
Aunque las referencias a este nuevo modelo productivo suelen ser en términos ge-
las personas con problemas. (LE; Mixto; 20/10).
nerales, del mismo se destaca el impacto de las nuevas tecnologías para su desarrollo,
El debate pone de manifiesto que la imbricación de la Política Social en las PAE se mientras que el factor organización del trabajo está prácticamente ausente en el mismo.
ha configurado, principalmente, a través de la identificación de los colectivos más vulne-
Otra de las cuestiones clave considerada en el debate ha sido la globalización, en su
rables en el mercado de trabajo. Estas políticas, han incorporado en su marco regulador
dimensión económica. Ésta
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adquiere
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cierta notoriedad en el debate durante todo el perio-
esta atención preferente a determinados colectivos. El interés político, mostrado en el
do considerado. Las lecturas que se realizan sobre el impacto de la globalización, tienen
debate en esta cuestión, se ha reflejado en la defensa de la participación institucional de
connotaciones tanto positivas como negativas.
representantes de estos colectivos en los propios órganos del Sistema Nacional de Em-
pleo y en el desarrollo de determinadas medidas. No obstante, la globalización, en general, produce “temor” y representa una fuente
constante de retos para el país. La globalización ha generado la integración geopo-
En el transcurso del periodo, y a pesar de cierta amplitud en la identificación de colec-
lítica de las zonas geográficas mundiales, y en el caso de España, su integración en
tivos más vulnerables, unos colectivos adquieren mayor notoriedad en el debate y regula-
la Unión Europea es parte del proceso de integración en un mundo globalizado. Por
ción de las PAE que otros, destacando el colectivo de personas con discapacidad.
tanto, son recurrentes las referencias a la Unión Europea cuando se habla de globa-
lización.
4.3.3. Lo social: Nuevas formas de organización del trabajo.
La globalización será lo que queramos: una oportunidad o un quebradero de ca-
Desde la llegada de la Sociedad Moderna, la realidad social ha estado marcada por beza. Será una oportunidad si somos capaces de movernos, de reformar nuestras
la manera en que ésta, de forma colectiva, ha organizado la producción de bienes y estructuras productivas, de adaptar nuestro marco legal a las nuevas necesidades,
servicios para satisfacer sus necesidades. De ahí que esta dimensión, relacionada con de corregir nuestro modelo educativo. (DEN07; PP; 40/16).

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Estos elementos confluyen en el marco regulador de las mismas, ya que está implícito Un elemento clave de esta reforma es el establecimiento de la Estrategia Española de
que estas políticas han estar en contingencia con el nuevo contexto para mantener su Empleo que representa como marco normativo para la coordinación y ejecución de las
utilidad. Además, durante los años de crisis económica hacen que adquieran mayor pre- Políticas Activas de Empleo en el conjunto del Estado que ha de contribuir a fomentar el
sencia y profundidad en el debate político. empleo de la población activa (EEE, p.1). Como “estrategia” implica diversas medidas y la
participación de diversos actores, y se vinculada a la Estrategia Europea de Empleo. Así,
se pone cierto énfasis en el término “estrategia”, acentuando que ésta representa la suma
4.3.4. La política: consolidación de las Políticas Activas de Empleo de los esfuerzos de todos los actores posibles en materia de PAE.
Uno de los efectos más significativos que introduce la Estrategia Española de Em-
Esta cuarta dimensión representa, por su especificidad, la de mayor extensión o pre-
pleo, es la flexibilidad de las Políticas Activas de Empleo. Esta flexibilidad es un eje de
sencia y aglutina las discusiones producidas de forma específica sobre los aspectos de
orientación para su desarrollo que las dota de capacidad de adaptación a los mercados
las Políticas de Empleo, en general, y de las PAE, en particular.
de trabajo de cada territorio. Esta flexibilidad es un eje de orientación para su desarrollo
Esta dimensión política viene determinada, según se desprende del debate analizado, que las dota de capacidad de adaptación a los mercados de trabajo de cada territorio:
por el cambio político e institucional. Éste tiene dos elementos principales, el desarrollo Los diez ámbitos de Políticas Activas de Empleo conforman un marco flexible, y permiten
del Estados de las Autonomías con la respectiva descentralización política, y la integra- adaptar el diseño de las acciones y medidas por parte de las Comunidades Autónomas
ción en la Unión Europea. a las necesidades de cada una de ellas (EEE; p.33).

La tramitación de la Ley 56/2003, de Empleo, se encuentra muy mediatizada por el No obstante, la incorporación de la territorialidad y la flexibilidad de las PAE requería
conflicto político-institucional, entendiendo por éste un intenso debate que manifiesta pos- necesariamente de otro mecanismo de coordinación distinto al puramente administrativo
turas enfrentadas respecto a la asunción de competencias en estas políticas. No obstan- y que se va a establecer, desde el punto de vista del usuario o beneficiario, en el Catálo-
te, pierde intensidad en las sucesivas reformas de las PAE conformen éstas integran las go de Servicios. Un concepto que ha resultado muy significativo, y que se va a relacionar
competencias de las CCAA, a través del reconocimiento de la pluralidad de los mercados muy directamente con la calidad de los servicios de empleo.
de trabajo que anteriormente se exponía. Tal es la intensidad del debate en torno al papel Otro de los aspectos que resultan de elevada consideración política en el debate, y que
que los gobiernos autonómicos han de jugar en las PAE, que en el proceso de tramitación reflejan la marcada orientación hacia la oferta del mercado del trabajo de las PAE, es la
se presentan un elevado número de enmiendas cuya motivación es salvaguardar las com- atención individualizada y la personalización de los servicios a través de los itinerarios indi-
petencias de las comunidades autónomas. viduales de inserción. Éstos suponen la “personalización” de las PAE, ya que el itinerario ha
de desarrollarse considerando las características personales y profesionales del demandan-
El núcleo de la cuestión es el siguiente: una ley como esta, que no permitirá a las
te de empleo. Además, tienen una elevada implicación en la “activación” del desempleado.
comunidades autónomas legislar sobre servicios públicos de empleo de carácter autonó-
Los itinerarios individualizados de empleo materializan el vínculo entre la personalización de
mico ni sobre políticas activas de empleo, ¿va a ser una buena ley para los objetivos de
los servicios, el catálogo de servicios y la calidad de los servicios de empleo. Los itinerarios
pleno empleo y de calidad de trabajo? Creo que no. CiU; 21/17).
materializan otro componente importante para la aplicación de estas políticas, los compro-
Respecto a las PAE, se reconoce su moderada implantación en España, hasta que misos. Los compromisos pivotan en torno a los itinerarios individuales de inserción, donde
con la nueva Ley de Empleo 56/2003 se promueve una concepción y desarrollo más ambas partes, Servicios Públicos de Empleo y desempleados, asumen unos compromisos
amplio de las mismas forzado, en gran medida, por nuestra integración en la Unión para con el otro y así son concebidos en el debate. La prestación del servicio personalizado
Europea. debe completarse con la determinación de un Itinerario Individual y Personalizado de Em-
pleo, plasmado en un Acuerdo Personal de Empleo. (EEE, p.26).
Sin embargo, un cúmulo de circunstancias, entre las que se consideran la necesidad
de mejorar la eficacia de estas políticas, el impacto de la coordenada temporal con la Una de las fases relevantes en el desarrollo de cualquier política pública es su eva-
llegada de la crisis económica, la escasa evaluación de estas políticas, entre otras, dan luación. El debate analizado muestra lo deficitaria que es la evaluación de las PAE y, en
lugar a una reforma de las PAE a través de la aprobación del Real Decreto-Ley 3/2011 de especial, en sus fases intermedias, es decir, el seguimiento. Con respecto al seguimiento
una manera relativamente rápida, respecto a lo que había sido la tónica anterior. de las Políticas Activas de Empleo, es recogido en el Real Decreto-ley 3/2011 y en la

REVISTA IBEROAMERICANA DE RELACIONES LABORALES 61 TRABAJO


posterior Estrategia Española de Empleo, aunque sin apenas concreción y nula presen- europeo; también un medio o instrumento para alcanzar otros objetivos; una fuente de fi-
cia en el debate. nanciación… Y todo ello, acompañado por manifestaciones con connotaciones positivas
Cualquier proceso de evaluación requiere el establecimiento previo de un método de dicha integración.
evaluativo, unos agentes evaluadores, la selección de contenidos a evaluar y los mo- Enlazado con este papel que supone la integración en el ámbito europeo y la marca-
mentos de la evaluación, entre otros aspectos. Pero la evaluación de estas políticas no ción de sus instituciones, se hacen significativas referencias a lo que se pueden iden-
se incorpora, con algo más de concreción, hasta la Estrategia Española de Empleo. No tificar como buenas prácticas internacionales, que implica la referencia a otros países,
obstante, se sigue mostrando como una evaluación deficiente, más si cabe, para atender básicamente de la Unión Europea, como modelos ejemplarizantes en materia de PAE.
las diversas finalidades que se pretende cubrir: evaluar para medir resultados, evaluar
El discurso político en el debate desarrollado en torno a las PAE tiene un rasgo muy
para adaptar a nuevas realidades o evaluar el propio Sistema Nacional de Empleo.
característico que es la fijación de retos. Las múltiples referencias a esta cuestión hace
En este recorrido que sigue el debate de las PAE, se genera cierta discusión sobre que se pueden identificar, por un lado, los retos establecidos como objetivos, referidos por
cuál es el papel de las mismas. En ocasiones estas políticas son vistas como instrumen- ejemplo a la contribución del pleno empleo, al ajuste de la oferta y demanda del mercado
tos para la “generación de empleo”, mientras que en otras, se matiza que son políticas de trabajo, a la generación de oportunidades laborales, a la activación frente al desem-
“de acompañamiento” pero no de creación de empleo. pleo… y en definitiva a “dar resultados”. Estos objetivos, están muy condicionado por el
Incluso en ocasiones se va más allá y a pesar del debate, de los esfuerzos negocia- contexto socioeconómico, por lo que han evolucionan en la misma dirección que lo hace
dores, de las reformas de estas políticas buscando su mayor efectividad, de los esfuer- éste, lo que muestra también cierta sensibilidad o vulnerabilidad de estos instrumentos.
zos financieros en determinados momentos y, sobretodo, de la evolución seguida por el Por otro lado, se encontrarían los retos de las PAE como principios de actuación, es de-
contexto socioeconómico, hay una cuestión de carácter fundamental que está presente cir, aquellos preceptos que orientan sobre el modo de desarrollar y aplicar estas políticas.
en el debate, el alcance real de las PAE. La presencia en el discurso de afirmaciones Entre éstos se encuentran la orientación al pleno empleo, la eficiencia, la personalización
que “matizan” o relativizan los efectos de las Políticas de Activas de Empleo, manifiestan en la prestación de servicios, la flexibilidad en el diseño y aplicación, su enmarcación en
cierta incapacidad de los propios instrumentos políticos. la política económica, la igualdad y no discriminación o la colaboración público-privada.
La presencia de este discurso, desde el punto de vista de la responsabilidad política, Se identifican otros dos elementos que se muestran claves en el debate político sobre
resulta desconcertante y susceptible de diversas interpretaciones. Esa relativa confianza las PAE y que caracterizan su discurso. En primer lugar, la calidad de los Servicios de
en los efectos de estas políticas se enlaza, generalmente, con dos aspectos. Por un lado, Empleo, haciendo referencia a aquella concepción política de cómo han de ser los Servi-
y desde un rol más tradicional de oposición, sería efecto de una mala formulación y re- cios de Empleo, por tanto, alude a su cualidad, a qué debe hacer e incluso a la concep-
gulación de estas políticas. Pero, por otro lado, sería consecuencia del papel residual de ción de sus usuarios. A pesar de la reiteración al referirse a la calidad de los Servicios de
estas políticas en la realidad socioeconómica. Es en esta argumentación, donde se hace Empleo, los criterios que representarían esa calidad son menos diversos. No obstante,
evidente una incapacidad o impotencia reconocida por propios políticos. se pueden señalar el carácter público y gratuito del servicio, garantizando la igualdad en
el acceso al mismo; la necesidad de una configuración de los mismos dinámica capaz
de adaptarse a las necesidades del mercado laboral, o la capacidad de ofrecer servicios
4.3.5. El discurso: justificación de las PAE.
tanto para empresarios como para trabajadores. La calidad se pone de manifiesto, en
En esta última dimensión, se trata de identificar aquellos elementos discursivos que, última instancia, en una prestación del servicio especializado y eficaz, por lo que requiere
desde el debate político, se proyecta sobre las PAE. de una suficiente dotación de recursos humanos y materiales.

Sin duda, el contexto geopolítico, nuestra pertenecía a la Unión Europea, resulta fun- En esa reforma no vemos por ningún lado que se inste al Gobierno a que mantenga
damental en el discurso sobre las PAE. El ámbito de la Unión Europea es una fuente de el compromiso financiero suficiente con el servicio público de empleo, de manera
condicionamiento que, además, representa muchas realidades: compromisos asumidos que se pueda reforzar, tanto desde el punto de vista de los recursos humanos
para el desarrollo de las estrategias políticas definidas desde sus instituciones; marco como los materiales, ese servicio y poder así cumplir los objetivos que se marcan.
de referencia en el que compararse y evaluarse; la integración en un mercado de trabajo (RPAE; Mixto; 27/24).

TRABAJO 62 [1699-3225 (2017) 35, 53-64


El segundo elemento notorio es la personalización de los servicios, cuyo planteamien- valoración de estos procesos de cambios, aunque muy forzada por el proceso de
to irrumpe en el discurso sobre la ejecución de las PAE. Con la reforma del marco regula- integración geopolítica. También cabe advertir, que su incorporación en el debate
dor, en el Real Decreto-Ley 3/2011, se refuerza el enfoque personalizado de las mismas no implica un adecuado tratamiento en el diseño de las PAE.
cuyo desarrollo, mediante entrevistas de diagnóstico, promueve una aplicación persona-
• La política: imposición vs. negociación. Las Políticas Activas de Empleo han
lizada de los servicios e instrumentos de estas políticas. Es una cuestión significativa en
seguido, durante el decenio contemplado, una intensa dinámica de cambio de-
el debate, además, con un importante consenso y así se refleja en el marco regulador.
rivada del contexto político, social y económico; de la integración europea y el
desarrollo del Estado de las Autonomías; de su modernización y reforma en base
a las directrices europeas; de la situación de crisis socioeconómica y las elevadas
5. Conclusiones
tasas de desempleo, entre otros factores. De este modo, las PAE se han desarro-
El análisis del discurso en el debate político, considerado de forma temática en las llado en un juego de equilibrios entre las imposiciones externas, derivadas de las
cinco dimensiones descritas, permite acercarse a su definición política. directrices europeas y de la realidad socioeconómica que ha provocado un defi-
ciente funcionamiento del mercado de trabajo, y de grandes esfuerzos negocia-
• El espacio: pluralidad de mercados de trabajo y nuevas formas de empleo.
dores en clave interna del país. En este sentido, se ha dado una motivación algo
El mercado de trabajo es considerado desde un punto de vista estrictamente polí-
anárquica para establecer un adecuado marco regulador adecuado de las PAE.
tico, esto es, asociado al ejercicio del poder público, lo que se pone de manifiesto
en el énfasis territorial del mismo. No se considera un verdadero análisis del mer- • El discurso: retos políticos y calidad de los servicios de empleo. En este
cado laboral y, ciertamente, este análisis no ha de ser tanto una cuestión política caso, la valoración es la propia identificación de los elementos más significativos.
como técnica. Sin embargo, sin la adecuada consideración política, éste no lograr En este sentido destacan dos. En primer lugar, la definición de los retos estable-
cumplir su cometido. Se reconoce un mal funcionamiento de nuestro mercado de cidos en el desarrollo de estas políticas, como la proyección de los objetivos polí-
trabajo. Sin embargo, se muestra una visión reduccionista sobre las causas del ticos a lograr con las mismas. Sin embargo, un adecuado establecimiento de los
desempleo. Esto deja fuera de su consideración otros determinantes que afectan retos políticos, ha de tener su materialización en medidas o acciones concretas
a la oferta y demanda de trabajo y orienta, con cierta facilidad, al establecimiento capaces de llevarlos a la práctica. En segundo lugar, la calidad de los servicios de
de medidas vinculadas a estos colectivos o al desarrollo de acciones formativas empleo, por representar una manifestación visible para los usuarios de esas po-
como acciones de PAE. Por otro lado, se manifiesta un elevado consenso político líticas. Bajo este planteamiento, las PAE han evolucionado hacia cierto carácter
sobre nuevas fórmulas de empleo, y así se traduce en la regulación de las PAE. paternalista, que realiza un seguimiento más intenso de los desempleados, que
En definitiva, un análisis más amplio sobre nuestro mercado de trabajo podría de las políticas en sí mismas.
implicar también una visión más amplia de la capacidad de intervención a través Tanto los conceptos como el discurso parecen que la política tiende a la fragmentación
de estas políticas. de los problemas sobre los que tiene que intervenir. Es una actuación o intervención in-
• El marco: diversidad social y bienestar social “a la carta”. La cuestión clave tensiva, frente a una más extensiva o estructural que podría considerar, por ejemplo, una
a valorar en esta dimensión es si las Políticas Activas de Empleo han promovido mayor integración de las PAE con la política social o con las políticas demográficas. La
una adecuada integración con la Política Social. Todo parece indicar, que hay pérdida del poder de actuación de los poderes públicos en un contexto global, justifica
cierta integración, en tanto en cuanto se incorpora el tratamiento especial a deter- una actuación política sobre “necesidades visibles”, más alejada de intervenciones en
minados colectivos que pueden tener más difícil su inclusión laboral, sin embargo, elementos más estructurales.
es una integración parcelada y deficiente desde un punto de vista más estructural
de lo que es la inclusión sociolaboral como eje vertebrador del bienestar social.
• Lo social: sobrevivir a la globalización. La sociedad está sometida a cambios
estructurales que, en gran parte, derivan de los cambios en las formas de orga-
nización productiva y laboral. Resulta ineludible su consideración en el diseño
de las Políticas Activas para la efectividad de las mismas. El debate refleja cierta

REVISTA IBEROAMERICANA DE RELACIONES LABORALES 63 TRABAJO


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TRABAJO 64 [1699-3225 (2017) 35, 53-64


La autoevaluación como mecanismo docente de mejora del aprendizaje

GREGORIO SÁNCHEZ MARÍN*


ANTONIO JOSÉ CARRASCO HERNÁNDEZ**
MARÍA ENCARNACIÓN LUCAS PÉREZ***

TRABAJO REVISTA IBEROAMERICANA


DE RELACIONES LABORALES
Labour Issues.
Iberoamerican Journal of Industrial Relations

ISSN 1699-3225
VOL. 35, (2017)
pp. 65-76
Fecha recepción: Fecha aceptación:
2017-09-13 2017-11-02
Fecha revisión: Fecha publicación:
2017-10-14 2017-12-05

Palabras clave Keywords


Nuevas tecnologías; SAKAI; autoevalua- New technologies; SAKAI; self-evaluation;
ción; aprendizaje activo; adquisición autónoma active learning; knowledge acquisition auto-
de conocimientos nomy

Resumen Abstract
Este trabajo tiene como objetivo principal el This paper aims to design and implement
diseño y puesta en práctica de la metodología the self-assessment methodology, based on
de la autoevaluación, a partir de las herramien- the tools available in the Virtual Classroom of
tas disponibles en el Aula Virtual de la Universi- the University of Murcia, in several subjects
dad de Murcia, en varias materias/asignaturas related to Business Management and Human
vinculadas con la Dirección de Empresas y la Resource Management. This initiative seeks to
Gestión de Recursos Humanos. Con esta inicia- promote autonomous student learning in order
tiva se trata de potenciar el aprendizaje autóno- to boost competences related to responsibility,
mo del estudiante para, por un lado, fomentar flexibility and autonomy in learning and, on the
la adquisición de competencias relacionadas other hand, to intensify competences related to
con la responsabilidad, la flexibilidad y la auto- ICTs. Using a sample of the Degree of Labor
nomía en el aprendizaje y, por otro, intensificar Relations and Human Resource Management’s
la adquisición de competencias relacionadas students, results generally show a positive and
con las TICs. En general, se ha comprobado en significant correlation between their average
el Grado de Relaciones Laborales y Recursos marks in the self-assessment tests and the final
Humanos, que existe correlación positiva y sig- mark obtained in their subject.
nificativa entre la nota media obtenida por los
alumnos en la autoevaluación y la calificación
final de la asignatura.

* Universidad de Murcia
** Universidad de Murcia. antonioc@um.es
*** Universidad de Murcia. me.lucas@um.es

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En esta línea, el presente trabajo tiene como objetivo profundizar en el conocimiento acer-
LA AUTOEVALUACIÓN COMO MECANISMO DOCENTE DE
ca de cómo la metodología de autoevaluación puede influir en los resultados de aprendizaje
MEJORA DEL APRENDIZAJE
del estudiante. Más concretamente, se analiza, por un lado, si existe una correlación positiva
entre los resultados de aprendizaje y el uso de la autoevaluación y, por otro, si las tasas de
desempeño y éxito en las asignaturas aumentan al segmentar la clase entre los estudiantes
que voluntariamente han utilizado la autoevaluación y aquellos que no la han usado. El trabajo
se ha realizado sobre una muestra de 312 estudiantes del Grado de Relaciones Laborales y
Recursos Humanos de la Universidad de Murcia, matriculados en diferentes asignaturas del
área de Organización de Empresas.
En primer lugar, se lleva a cabo una revisión de la literatura y se formulan las hipótesis del
1. Introducción. estudio. A continuación, se explica la metodología utilizada y se exponen los resultados. Por
La adaptación de la enseñanza universitaria al Espacio Europeo de Educación Superior último, se presentan las conclusiones del estudio y se discuten sus principales implicaciones.
ha implicado un cambio profundo de la dinámica de las clases. El aprendizaje se ha vuelto
más individualizado, centrado en el alumno y en sus necesidades (Sung et al., 2005) y se le
2. Revisión de la literatura y formulación de hipótesis.
considera una parte activa y responsable de su propio aprendizaje (Zabala y Arnau, 2007).
Los profesores universitarios son conscientes de estos cambios. El aprendizaje ya no Los sistemas y procedimientos de evaluación implantados en las asignaturas de Grado y
consiste en un simple sistema de aprendizaje memorístico para la adquisición de unos co- Posgrado universitarios se han adaptado a las exigencias del Espacio Europeo de Educación
nocimientos, sino que el sistema es más complejo y se asienta en la adquisición de compe- Superior. Tradicionalmente, la evaluación del aprendizaje ha recaído en la figura del docente
y se la ha entendido como una herramienta de control de los resultados. Sin embargo, aun-
tencias (Barca et al., 2014). El estudiante debe adquirir las competencias requeridas en la
que la participación del docente sigue siendo imprescindible e importante y el control de los
titulación durante su periodo universitario y debe aprender a actualizar las mismas o adquirir
resultados necesario, ni son ni deben ser los únicos elementos existentes en el proceso de
nuevas durante su posterior actividad profesional. El alumno debe ser formado para ser
aprendizaje (Martínez-Figueira et al., 2013). Frente al sistema tradicional de evaluación, se
autónomo y responsable de su aprendizaje.
pueden introducir sistemas de autoevaluación y sistemas de evaluación por pares (Sung et
Análogamente a estos cambios, se ha unido el desarrollo de las tecnologías de la in- al., 2005). Ambos tipos de evaluación enfatizan la participación activa de los estudiantes en
formación y comunicación (TICs) en la enseñanza universitaria (Kim y Bonk, 2006). Este el proceso de evaluación y el desarrollo de competencias como la autonomía, la responsabili-
mayor uso de herramientas tecnológicas ha incrementado el número de estudios al respec- dad, la flexibilidad, la comunicación o la utilización de las TICs (Greeno et al., 1996; McCaslin
to, como por ejemplo, los que se han centrado en analizar los factores que afectan a las y Hickey, 2001).
actitudes de los alumnos hacia estas nuevas herramientas (Lee et al., 2007; Liaw y Huang,
En la autoevaluación el estudiante juzga y evalúa su aprendizaje, mientras que en la eva-
2013; Wang, 2003) y los que examinan las estrategias de enseñanza y aprendizaje en re-
luación por pares evalúa y juzga el aprendizaje de sus compañeros. En ambas herramientas
lación con el uso de nuevas tecnologías de la información (Lowerison et al., 2006). En este
se persigue que la evaluación sea parte del proceso de desarrollo de las competencias, tanto
sentido, Leidner y Jarvenpaa (1995) afirman que los estudiantes aprenden mejor cuando
para el estudiante como para el profesor y no sólo un mecanismo de control de resultados
descubren cosas por sí mismos y cuando controlan el ritmo del aprendizaje.
(Álvarez, 2009; Bordas y Cabrera, 2001; Cebrián, 2012).
La autoevaluación está dentro de las metodologías que potencian el aprendizaje activo
Centrándonos en la autoevaluación, ésta entiende al estudiante como agente activo de su
del alumno y el desarrollo en el mismo de competencias como la responsabilidad, la flexi-
propio aprendizaje quién, a través de su propio autoaprendizaje potencia el desarrollo de ciertas
bilidad y la autonomía del estudiante universitario (Sung et al., 2005). La autoevaluación es
competencias a la vez que mejora sus resultados. Para ello, el docente debe apoyarse en la
una metodología innovadora que busca que el estudiante se responsabilice de su propio
herramienta de la autoevaluación y confiar en la capacidad del alumno para evaluarse (Chi-
proceso de aprendizaje y de sus resultados. El uso de la autoevaluación exige un grado de
ca, 2011; Raposo et al., 2012), así como aprender de los errores y aciertos en el proceso de
confianza del profesor hacia el estudiante, en un escenario en el que los criterios de apren-
aprendizaje para mejorar las pruebas de autoevaluación (Bordas y Cabrera, 2001). Los roles
dizaje están claramente diseñados y comunicados (Bordas y Cabrera, 2001).

REVISTA IBEROAMERICANA DE RELACIONES LABORALES 67 TRABAJO


desempeñados por profesores y estudiantes en los sistemas de autoevaluación cambian. Así, el al., 2011) y sobre la satisfacción de los estudiantes (Valentín et al., 2013). A la vista de estos
estudiante toma conciencia de su aprendizaje y de los resultados alcanzados con sus acciones resultados se espera:
y el docente se convierte en facilitador del proceso de enseñanza-aprendizaje, en un guía que
H1: La autoevaluación tiene un efecto positivo en los resultados de aprendizaje del es-
orienta al estudiante en su proceso de aprendizaje (Bordas y Cabrera, 2001).
tudiante.
Tradicionalmente, las actividades de autoevaluación se han hecho en el aula con lápiz y
H2: La autoevaluación tiene un efecto positivo en las tasas de éxito y rendimiento de las
papel, mediante pruebas planificadas. Ejecutadas así, el uso de métodos de autoevaluación
asignaturas.
ajustados a tiempos de clase en el aula puede ser suficiente a efectos de control de resultados
para el estudiante y el profesor, pero puede presentar algunas limitaciones para potenciar el
objetivo de aprendizaje en la autoevaluación (Sung et al., 2005). Para ello, las universidades 3. Metodología.
han desarrollado entornos virtuales como SAKAI, desde los que facilitar a la comunidad uni-
versitaria, principalmente alumnos y profesores, diferentes recursos desde los que obtener 3.1. Población y muestra
información y/o conocimientos.
Para recoger la información se utilizaron dos plataformas informáticas de la Universidad de
La implantación y desarrollo de los entornos virtuales en las universidades se ha visto po-
Murcia: la aplicación Encuestas (https://encuestas.um.es/encuestas/) –relacionada con la sa-
sibilitado por el desarrollo de las tecnologías de la información y su implantación en la pobla-
tisfacción de los estudiantes- y la plataforma SAKAI (https://aulavirtual.um.es/) –para la infor-
ción en general. En nuestro país, un 87% de la población, siempre refiriéndonos a población
mación relativa a la autoevaluación-. La población objeto de análisis está constituida por los
adulta, posee algún tipo de smartphone, tablet u ordenador portátil (Informe Ditrendia, 2015).
estudiantes del Grado de Relaciones Laborales y Recursos Humanos, que en el curso 2016/17
Con el entorno virtual SAKAI, las posibilidades de alcanzar los objetivos de la autoevaluación
está formada por 1034 estudiantes. La muestra seleccionada ha estado formada por 312 estu-
–control y aprendizaje- se incrementan para docentes y estudiantes.
diantes de tres asignaturas, Administración de Empresas, Organización del Trabajo y Gestión
En este sentido, Capper (2001) resume las potencialidades de los entornos virtuales como de Recursos Humanos, pertenecientes al área de Organización de Empresas. De esta muestra
SAKAI en cinco grandes categorías: (1) en cualquier momento, los participantes pueden ac- se ha obtenido una tasa de respuesta de 70,27%, con un error muestral es 4,24 para un nivel
ceder al programa de aprendizaje en el momento que deseen; (2) en cualquier lugar, ya que
de significación de 0,05.
no tienen que reunirse en persona; (3) interacción asincrónica, si se precisa de ayuda o se
quieren contrastar opiniones relativas al aprendizaje, se pueden generar interacciones conci- La recogida de información y el plan de trabajo se ha ajustado al siguiente calendario:
sas con profesores y/o otros estudiantes, discusiones distendidas y la oportunidad de elaborar
• Fase 1 (septiembre-octubre 2016): Se fijan los objetivos que se pretenden conseguir, la
mejores respuestas; (4) colaboración en grupo, los chat y foros crean nuevas oportunidades
metodología a aplicar y las tareas/actividades específicas a realizar, llevando a cabo un
para que los grupos trabajen juntos creando conversaciones electrónicas compartidas y dis-
diagnóstico inicial de cada una de las asignaturas en las que se va a aplicar la técnica
cusiones; (5) nuevos enfoques educativos, que permiten la viabilidad económica a muchas
de la autoevaluación.
nuevas opciones y estrategias de aprendizaje. En definitiva, las herramientas como SAKAI
posibilitan el desarrollo de herramientas como la autoevaluación, además de dar un trato más • Fase 2 (octubre 2016-mayo 2017): Se explica a los grupos de estudiantes de las asig-
individualizado a los alumnos, ofreciendo infinitas posibilidades a las que el alumno puede naturas, la metodología que se empleará en clase y les entregarán un cronograma de
recurrir en caso de necesidad con la aplicación (Motiwalla, 2007). las tareas que deben realizar. Una vez fijado el cronograma, se elaboran materiales de
Los resultados derivados del uso de estas plataformas en investigaciones precedentes autoevaluación (basados en preguntas tipo test) para cada bloque temático y su implan-
muestran que se potencia el éxito de las herramientas incluidas en estas plataformas, la au- tación/aplicación por medio del Aula Virtual.
toevaluación, donde existe una clara relación entre la participación activa en la plataforma • Fase 3 (mayo-junio 2017): Finalizado el curso, se recogen los datos y analizan los re-
durante el curso y el resultado conseguido en el examen, por lo que una participación activa sultados de las asignaturas. Las asignaturas de primer cuatrimestre recogen datos en
por medio de las plataformas y el esfuerzo hecho por los alumnos de utilizar de forma inten- diciembre, al finalizar la entrega de actividades. Posteriormente, hace una puesta en
siva esta herramienta tiene consecuencias positivas sobre los resultados académicos (Irimia- común de resultados, valoración de puntos fuertes y débiles y posibles mejoras futuras
Diéguez et al., 2014; López-Pérez et al., 2011), sobre el nivel de absentismo (López-Pérez et en la aplicación de la metodología de la autoevaluación del estudiante.

TRABAJO 68 [1699-3225 (2017) 35, 65-76


3.2. Medidas 4.1. Asignatura Administración de Empresas
Satisfacción. La satisfacción del estudiante con la asignatura fue medida con 5 indica- Los resultados, recogidos en la tabla 1, indican que las pruebas de autoevaluación mejoran
dores, a partir de una escala Likert de 5 puntos, recogida en la Unidad de Calidad de la las calificaciones de los estudiantes del grupo 1 de Administración de Empresas. Concretamen-
Universidad de Murcia. En este caso se trataba de conocer si el alumno estaba satisfecho te, como se puede comprobar por su nivel de correlación (0,410), existe una asociación positiva
con la clase y la contribución de la asignatura a su desarrollo educativo y profesional. y significativa entre ambas variables. Además, si se distingue por agrupaciones, se comprueba
Resultados de aprendizaje y de la autoevaluación. Se ha utilizado la calificación final que el alumnado obtiene una mayor calificación cuando supera las pruebas de autoevaluación
del examen y la calificación media de las actividades de autoevaluación, respectivamente. que cuando las suspende (6,84 frente a 5,10, respectivamente). En cambio no se han obteni-
En ambas variables se han utilizados escalas continuas. do resultados significativos relativos a que el alumnado obtenga una calificación final superior
cuando realiza una o más pruebas de autoevaluación que cuando no hace ninguna o realiza
Participación en la autoevaluación. Se ha empleado una escala continua que oscila
una minoría. Por tanto, se confirma parcialmente la hipótesis 1.
entre 0 y 100% para calcular el porcentaje de actividades realizadas sobre todas las pro-
puestas en autoevaluación. TABLA 1. ADMINISTRACIÓN DE EMPRESAS. PRIMER CURSO, GRUPO 1
Tasa de éxito y de rendimiento. La tasa de éxito mide porcentaje de alumnos que su-
peran la asignatura por el total de alumnos presentados y evaluados en la asignatura. La Asociación entre nota media de pruebas de autoevaluación y calificación final del alumno
tasa de rendimiento mide el porcentaje de alumnos que superan la asignatura por el total N r de Pearson Significación
de alumnos matriculados en la asignatura. Ambos indicadores se ha calculado mediante
Correlación bivariada 70 0,410 0,001
escala continua que oscila entre 0 y 100%, y los valores se han segmentado entre el gru-
po de estudiantes que participan en la autoevaluación y el que no participa. Diferencia de calificación entre alumnos que han hecho alguna vs.
ninguna prueba
N Calificación final t de Student
3.3. Análisis estadísticos (%) (desviación típica) (significación)
Una o más pruebas de 66 6,50
Se ha estimado en cada uno de los grupos y asignatura, en primer lugar, la correlación autoevaluación (94,3) (1,94) 1,318
bivariada entre la nota media de las pruebas de autoevaluación y calificación final de los Ninguna prueba de 4 5,18 (0,192)
alumnos. A continuación, se han realizado dos contraste de medias mediante la t-Student: autoevaluación (5,7) (2,13)
un primer contraste en el que se compara la calificación entre alumnos que han participa- Diferencia de calificación entre alumnos que han hecho mayoría vs. minoría de pruebas
do en la autoevaluación y los que no han participado y un segundo centrado en estudian-
N Calificación final t de Student
tes que han participado en la autoevaluación, en el que se compara la calificación entre (%) (desviación típica) (significación)
alumnos que han realizado mayoritariamente las actividades de autoevaluación frente a
Mayoría de pruebas de 60 6,55
los que han tenido una participación minoritaria. autoevaluación (2 o 3) (85,7) (1,98) 1,362
Minoría de pruebas de 10 5,654.4 (0,178)
4. Resultados. autoevaluación (0 o 1) (14,3) (1,70)
A continuación, se presentan los resultados obtenidos, agrupados por las asignaturas Diferencia de calificación entre alumnos que han aprobado vs. suspendido las pruebas
de Administración de Empresas, Gestión de Recursos Humanos y Organización del Tra-
N Calificación final t de Student
bajo. Del mismo modo, se separan por grupos en los que se ha puesto en práctica las he- (%) (desviación típica) (significación)
rramientas de autoevaluación, excepto en la asignatura de Organización del Trabajo que Aprobado en las pruebas 53 6,84
no se ha separado por grupos para tener un número mínimo de alumnos en la modalidad de autoevaluación (80,3) (1,75) 3,092
de no autoevaluación, ya que tuvo muy buena acogida la herramienta entre los alumnos, Suspenso en las pruebas 13 5,10 (0,003)
por lo que se analiza la modalidad presencial en el aula y la modalidad virtual. de autoevaluación (19,7) (2,09)

REVISTA IBEROAMERICANA DE RELACIONES LABORALES 69 TRABAJO


Los resultados para el grupo 2 (tabla 2) confirman completamente la hipótesis 1. En Finalmente, los resultados para el grupo 3 (tabla 3) vuelven a confirmar la hipótesis 1.
primer lugar, se aprecia, que existe un grado de asociación significativo entre autoevalua- En primer lugar, se aprecia, que existe un grado de asociación significativo entre ambas
ción y resultados. En segundo lugar, cuando se analizan las diferencias por grupos, se variables. En segundo lugar, cuando se analizan las diferencias por grupos, se observa que
observa que el alumno obtiene una calificación final significativamente superior cuando el alumno obtiene una calificación final significativamente superior sólo bajo la condición de
realiza una o más pruebas de autoevaluación que cuando no hace ninguna o realiza una realizar pruebas de autoevaluación o no realizarlas (6,50 vs. 5,04), ya que no se obtienen di-
minoría (6,56 vs. 5,30 y 6,82 vs. 5,61) y cuando aprueba las pruebas de autoevaluación ferencias significativas cuando se agrupa en función de la realización de mayoría o minoría
que cuando las suspende (7,06 vs. 5,70). de pruebas. Finalmente, tampoco se observan diferencias significativas en las calificaciones
finales entre los alumnos que aprueban y suspenden las pruebas de autoevaluación.
TABLA 2. ADMINISTRACIÓN DE EMPRESAS. PRIMER CURSO, GRUPO 2
TABLA 3. ADMINISTRACIÓN DE EMPRESAS. PRIMER CURSO, GRUPO 3.
Asociación entre nota media de pruebas de autoevaluación y calificación final del alumno
Asociación entre nota media de pruebas de autoevaluación y calificación final del alumno
N r de Pearson Significación N r de Pearson Significación
Correlación bivariada 49 0,253 0,080
Correlación bivariada 46 0,353 0,016 Diferencia de calificación entre alumnos que han hecho alguna vs. ninguna prueba
N Calificación final t de Student
Diferencia de calificación entre alumnos que han hecho alguna vs. ninguna prueba
(%) (desviación típica) (significación)
N Calificación final t de Student
Una o más pruebas de 49 6,50
(%) (desviación típica) (significación)
autoevaluación (53,3) (1,71)
Una o más pruebas de 46 6,56 3,550
autoevaluación (77,7) (2,00) 2,373 (0,001)
Ninguna prueba de 43 5,04
Ninguna prueba de 23 5,30 (0,021) autoevaluación (46,7) (2,17)
autoevaluación (33,3) (2,19)
Diferencia de calificación entre alumnos que han hecho mayoría vs. minoría de pruebas
Diferencia de calificación entre alumnos que han hecho mayoría vs.minoría de pruebas
N Calificación final t de Student
N Calificación final t de Student (%) (desviación típica) (significación)
(%) (desviación típica) (significación)
Mayoría de pruebas de 5 6,48
Mayoría de pruebas de 30 6,82 autoevaluación (2 o 3) (5,4) (1,98) 0,735
autoevaluación (2 o 3) (43,5) (2,07) 2,415
Minoría de pruebas de 87 5,78 (0,464)
Minoría de pruebas de 39 5,61 (0,018)
autoevaluación (0 o 1) (94,6) (2,07)
autoevaluación (0 o 1) (56,5) (2,06)
Diferencia de calificación entre alumnos que han aprobado vs. suspendido las pruebas
Diferencia de calificación entre alumnos que han aprobado vs. suspendido las pruebas
N Calificación final t de Student
N Calificación final t de Student (%) (desviación típica) (significación)
(%) (desviación típica) (significación)
Aprobado en las pruebas 27 6,75
Aprobado en las pruebas 29 7,06 de autoevaluación (55,1) (1,62)
de autoevaluación (63,1) (1,93) 2,325 1,140
(0,025) (0,260)
Suspenso en las pruebas 17 5,70 Suspenso en las pruebas 22 6,19
de autoevaluación (36,9) (1,88) de autoevaluación (44,9) (1,81)

TRABAJO 70 [1699-3225 (2017) 35, 65-76


Los resultados para el grupo 3 (tabla 5) también confirman lo formulado en la hipótesis
4.2. Asignatura gestión de recursos humanos
1. Se aprecia, en primer lugar, que existe un significativo grado de asociación entre ambas
Los resultados del grupo 2 de Gestión de Recursos Humanos también confirman la hi- variables (0,399) y, en segundo lugar, cuando se analizan las diferencias por grupos, se
pótesis 1, poniendo de manifiesto que la realización de pruebas de autoevaluación contri- observa que el alumno obtiene una calificación final significativamente superior cuando
buye a la mejora de las calificaciones finales de los alumnos. En primer lugar, se observa realiza una o más pruebas de autoevaluación que cuando no hace ninguna o realiza una
que existe un alto grado de asociación entre la nota media de las pruebas de autoevalua- minoría (5,90 vs. 3,24 y 5,91 vs. 4,63) y cuando aprueba las pruebas de autoevaluación
ción y la calificación final que obtiene el alumno en la asignatura, como demuestra la alta que cuando las suspende (6,03 vs. 5,06).
correlación entre ambas (0,638). Y, en segundo lugar, cuando se analizan las diferencias
por grupos, se observa que el alumno obtiene una calificación final significativamente su-
TABLA 5. GESTIÓN DE RECURSOS HUMANOS. SEGUNDO CURSO, GRUPO 3.
perior cuando realiza una o más pruebas de autoevaluación que cuando no hace ninguna
o realiza una minoría (4,67 vs. 3,59 y 4,94 vs. 3,59) y cuando aprueba las pruebas de Asociación entre nota media de pruebas de autoevaluación y calificación final del alumno
autoevaluación que cuando las suspende (5,84 vs. 3,83).
N r de Pearson Significación
TABLA 4. GESTIÓN DE RECURSOS HUMANOS. SEGUNDO CURSO, GRUPO 2.
Correlación bivariada 27 0,399 0,002
Asociación entre nota media de pruebas de autoevaluación y calificación final del alumno
Diferencia de calificación entre alumnos que han hecho alguna vs. ninguna prueba
N r de Pearson Significación
N Calificación final t de Student
Correlación bivariada 57 0,638 0,000
(%) (desviación típica) (significación)
Diferencia de calificación entre alumnos que han hecho alguna vs. ninguna prueba
Una o más pruebas de 27 5,90
N Calificación final t de Student autoevaluación (44,7) (2,00) 3,185
(%) (desviación típica) (significación)
Ninguna prueba de 31 3,24 (0,002)
Una o más pruebas de 57 4,67 autoevaluación (55,3) (2,08)
autoevaluación (77,03) (1,71) 2,912
(0,006) Diferencia de calificación entre alumnos que han hecho mayoría vs. minoría de pruebas
Ninguna prueba de 17 3,59
autoevaluación (22,97) (1,21) N Calificación final t de Student
Diferencia de calificación entre alumnos que han hecho mayoría vs. minoría de pruebas (%) (desviación típica) (significación)
N Calificación final t de Student Mayoría de pruebas de 43 5,91
(%) (desviación típica) (significación) autoevaluación (2 o 3) (74,1) (2,10) 1.953
Mayoría de pruebas de 46 4,94 Minoría de pruebas de 15 4,63 (0,050)
autoevaluación (2 o 3) (62,16) (1,69) 3,931 autoevaluación (0 o 1) (25,9) (2,30)
Minoría de pruebas de 28 3,59 (0,000)
autoevaluación (0 o 1) (37,84) (1,24) Diferencia de calificación entre alumnos que han aprobado vs. suspendido las pruebas
Diferencia de calificación entre alumnos que han aprobado vs. suspendido las pruebas N Calificación final t de Student
N Calificación final t de Student (%) (desviación típica) (significación)
(%) (desviación típica) (significación)
Aprobado en las pruebas 22 5,84 Aprobado en las pruebas 15 6,03
de autoevaluación (38,60) (1,47) de autoevaluación (55,5) (1,93)
5,467 1,971
(0,000) (0,043)
Suspenso en las pruebas 35 3,83 Suspenso en las pruebas 12 5,06
de autoevaluación (61,40) (1,36) de autoevaluación (44,5) (2.46)

REVISTA IBEROAMERICANA DE RELACIONES LABORALES 71 TRABAJO


4.3. Asignatura organización del trabajo Diferencia de calificación entre alumnos que han hecho alguna vs. ninguna
prueba virtual
En la asignatura de Organización del Trabajo se han realizado dos actividades de au- N Calificación final t de Student
toevaluación presenciales, en horas de clase, a la vez que nueve actividades de autoeva- (%) (desviación típica) (significación)
luación mediante la plataforma virtual SAKAI. Los resultados de las pruebas estadísticas, Una o más pruebas de 159 5,37
autoevaluación (88,33) (2,45) 4,677
mostrados en la tabla 6, confirman claramente la hipótesis 1, poniendo de manifiesto que
Ninguna prueba de 21 2,42 (0,001)
tanto la realización de pruebas de autoevaluación presenciales como virtuales contribuye
autoevaluación (11,66) (1,70)
a la mejora de las calificaciones finales. Específicamente se aprecia, en primer lugar, que
existe una relación significativa entre la calificación obtenida en el examen de la asignatura Diferencia de calificación entre alumnos que han hecho mayoría vs. minoría de
pruebas presenciales
y la realización de las pruebas de autoevaluación. Esta relación es mayor en las pruebas
N Calificación final t de Student
de autoevaluación virtuales (0.555) que en la de autoevaluación presencial (0.408), lo que (%) (desviación típica) (significación)
respalda en los argumentos dados en la literatura. En segundo lugar, cuando se analizan
Mayoría de pruebas de 125 5,68
las diferencias por grupos, se observa que el alumno obtiene una calificación del examen autoevaluación (2 pruebas) (85,6) (2,35) 3,285
es significativamente superior cuando realiza una o más pruebas de autoevaluación que (0,003)
Minoría de pruebas de 21 3,79
cuando no hace ninguna, o cuando realiza una mayoría de pruebas de autoevaluación autoevaluación (1 prueba) (14,4) (2,46)
que cuando realiza una minoría, respectivamente (autoevaluación presencial: 5,43 vs. Diferencia de calificación entre alumnos que han hecho mayoría vs. minoría de
3,46 y 5,68 vs. 3,79; autoevaluación virtual: 5,37 vs. 2,42 y 5,82 vs. 3,30). Por último, la pruebas virtuales
calificación del examen es significativamente superior cuando aprueba las pruebas de N Calificación final t de Student
autoevaluación que cuando las suspende (autoevaluación presencial: 5,99 vs. 3,58; au- (%) (desviación típica) (significación)
toevaluación virtual: 6,21 vs. 4,09).
Mayoría de pruebas de 134 5,82
autoevaluación (5 a 9 pruebas) (84,3) (2,30)
TABLA 6. ORGANIZACIÓN DEL TRABAJO. PRIMER CURSO, GRUPOS 1, 2 Y 3 4,288
(0,000)
Asociación entre nota media de pruebas de autoevaluación presenciales y Minoría de pruebas de 25 3,30
calificación final del alumno* autoevaluación (1 a 4 pruebas) (15,7) (1,35)

N r de Pearson Significación Diferencia de calificación entre alumnos que han aprobado vs. suspendido las
pruebas presenciales
Correlación bivariada 180 0,408 0,000
N Calificación final t de Student
Asociación entre nota media de pruebas de autoevaluación virtuales y (%) (desviación típica) (significación)
calificación final del alumno*
Aprobado en las pruebas 124 5,99
N r de Pearson Significación de autoevaluación (64,4) (2,25) 6,767
Correlación bivariada 180 0,555 0,000 Suspenso en las pruebas 56 3,58 (0,000)
Diferencia de calificación entre alumnos que han hecho alguna vs. ninguna de autoevaluación (35,6) (2,20)
prueba presencial Diferencia de calificación entre alumnos que han aprobado vs. suspendido las
pruebas virtuales
N Calificación final t de Student
(%) (desviación típica) (significación) N Calificación final t de Student
(%) (desviación típica) (significación)
Una o más pruebas de 146 5,43 Aprobado en las pruebas 97 6,21
autoevaluación (81,11) (2,45) de autoevaluación (53,9) (2,34)
3,454 6,280
(0,002) Suspenso en las pruebas 83 4,09 (0,000)
Ninguna prueba de 34 3,46
autoevaluación (18,88) (2,28) de autoevaluación (46,1) (2,17)

TRABAJO 72 [1699-3225 (2017) 35, 65-76


Adicionalmente, se han comprobado para esta asignatura las tasas de rendimiento y TABLA 7. ORGANIZACIÓN DEL TRABAJO. TASAS DE ÉXITO Y RENDIMIENTO
éxito (ver tabla 8). Así, la asignatura tiene 304 matriculados, de los que 180 estudiantes
Autoevaluación Presencial Autoevaluación Virtual
se han presentado en la convocatoria de junio, superando el examen 111 estudiantes. El Global
NO SI NO SI
número de alumnos que se han presentado frente al número de alumnos matriculados,
304 112 192 119 185
tasa de rendimiento, es del 59,21%, mientras que el número de alumnos que han supera- Matriculados [N(%)]
(100%) (36,84%) (63,16%) (39,14%) (60,86%)
do el examen frente al número de alumnos que se han presentado, tasa de éxito, es del
180 34 146 159
61,67%. Presentados [N(%)] 21 (11,67%)
(100%) (18,89%) (81,11%) (88,33%)
Para examinar el efecto de la autoevaluación presencial en el rendimiento académico 104 108
Aprobados [N(%)] 111 (100%) 7 (6,37%) 3 (2,70%)
de la asignatura se ha distinguido entre los alumnos que han seguido la autoevaluación (93,69%) (97,30%)
presencial frente a los que no la han seguido (ver tabla 8). Así existen 192 estudiantes
Tasas de rendimiento 59,21% 30,36% 76,04% 17,65% 85,95%
que han seguido la autoevaluación presencial y 112 alumnos que no han seguido la
autoevaluación. Dentro de los 192 alumnos matriculados que han seguido la autoeva-
luación, 146 alumnos se presentaron al examen y 104 alumnos lo superaron. En el gru- Tasa de éxito 61,67% 20,59% 71,23% 14,29% 67,92%

po de alumnos que no siguieron la autoevaluación presencial (112 estudiantes), 34 se


presentaron al examen y sólo 7 lo superaron. La tasa de rendimiento y éxito del grupo 5. Conclusiones
de estudiantes que han seguido la autoevaluación es 76,04% y 71,23%, muy superior
El Espacio Europeo de Educación Superior ha creado un sistema universitario homolo-
a la del grupo de estudiantes que no han seguido la autoevaluación, 30,36% y 20,59%,
gable entre países de la Unión Europea, a la vez que profundos cambios en los sistemas
respectivamente.
docentes, reorientados a la enseñanza basada en competencias. Así, los sistemas de
Para examinar el efecto de la autoevaluación virtual, en el rendimiento académico de evaluación se han rediseñado y adaptado a un aprendizaje más centrado en el alumno y
en sus necesidades, en donde al estudiante se le considera parte activa y responsable de
la asignatura, se ha distinguido entre los alumnos que han seguido la autoevaluación
su propio aprendizaje.
presencial frente a los que no la han seguido (ver tabla 8), así existen 185 estudiantes
que han seguido la autoevaluación presencial y 119 alumnos que no han seguido la Los sistemas de evaluación, se han desplazado del eje tradicional centrado únicamen-
te en el docente, a otros modelos en donde gana peso el estudiante, ya sea con sistemas
autoevaluación. Dentro de los 185 alumnos matriculados que han seguido la autoeva-
basados en su autoevaluación, evaluación propia del estudiante, o con sistemas basados
luación, 159 alumnos se presentaron al examen y 108 alumnos lo superaron. En el gru-
en la evaluación por pares, evaluación del estudiante a otros estudiantes. La finalidad es
po de alumnos que no siguieron la autoevaluación presencial (119 estudiantes), 21 se
crear un sistema de evaluación continua, mejorado y más eficiente, en el que el objetivo
presentaron al examen y sólo 3 lo superaron. La tasa de rendimiento y éxito del grupo de la evaluación no sea sólo el control de los resultados de aprendizaje, sino también la
de estudiantes que han seguido la autoevaluación es 85,95% y 67,92%, muy superior de propiciar la mejora del aprendizaje en sí mismo.
a la del grupo de estudiantes que no han seguido la autoevaluación, 17,65% y 14,29%,
En este trabajo, nos hemos centrado en los sistemas de evaluación basados en la au-
respectivamente. toevaluación como alternativa a los sistemas de evaluación tradicionales. Nuestro objetivo
es analizar el impacto de la autoevaluación en los resultados de aprendizaje y satisfacción
A la vista de los resultados de la tabla 7, se observan que, primero, las tasas de ren-
de los estudiantes. Este estudio postula que uno de los elementos clave en la implanta-
dimiento y éxito de la asignatura mejoran al aplicar herramientas de autoevaluación, y ción de la autoevaluación ha sido la disponibilidad de un entorno virtual (SAKAI) adecuado
segundo, la autoevaluación virtual da mejores resultados en la asignatura que la autoeva- a las necesidades del aprendizaje en Grado y Posgrado, que posibilita la introducción de
luación presencial, respecto a las tasas de rendimiento, pero no así respecto a las tasas cambios en los sistemas de aprendizaje, y la introducción de herramientas como la au-
de éxito. Se confirma, por lo tanto, la hipótesis 2. toevaluación.

REVISTA IBEROAMERICANA DE RELACIONES LABORALES 73 TRABAJO


Los hallazgos encontrados muestran que existe una correlación positiva entre los resulta- diante. . En segundo lugar, también mayoritariamente existen diferencias significativas en
dos del aprendizaje y el uso de la autoevaluación. En la tabla 8 se muestra una síntesis de los la nota final de la asignatura (en 5 de los 6 grupos analizados), a favor de los estudiantes
resultados obtenidos en relación con las hipótesis formulada. Para cada asignatura (en colum- que alguna prueba frente a los que realizan ninguna. Nuestros hallazgos refuerzan los de
nas), aparecen los diferentes resultados obtenidos (en filas), tanto de las correlaciones entre Irimia et al. (2014) y López, (2011), respecto a que la participación activa en la plataforma
nota media de las autoevaluaciones y nota media final obtenida, como de las comparaciones virtual durante el curso, reflejada en la realización de las actividades de autoevaluación,
de notas medias finales entre alumnos que realizan alguna vs. ninguna prueba de evaluación, se vincula con unos resultados mejores en el examen, y con una mayor (Valentín et al.,
entre alumnos que realizan la mayoría vs. minoría de pruebas de autoevaluación y los alum- 2013). Comparando a los estudiantes que participan en la autoevaluación, en función de
su nivel de participación, se encuentra que mayoritariamente existen diferencias signifi-
nos que, en media, aprueban vs. suspenden las pruebas de autoevaluación.
cativas en la nota final de la asignatura (en 5 de los 6 grupos analizados), a favor de los
estudiantes que realizan más pruebas de autoevaluación en relación con los que realizan
TABLA 8. SÍNTESIS DE HALLAZGOS Y ACEPTACIÓN VS. RECHAZO DE HIPÓTESIS
menor número de ellas. Finalmente, también las evidencias nos indican (en 5 de los 6 gru-
Gestión de pos analizados) que los estudiantes que aprueban las pruebas de autoevaluación durante
Administración Organización
Recursos el curso obtienen una mejor nota final en la asignatura.
de Empresas del Trabajo
Humanos
Desde el punto de vista de las materias, se han obtenido evidencias más contundentes
G1 G2 G3 G4 G5 Global
en la asignatura de Gestión de Recursos Humanos y Organización del Trabajo que en la
de Administración de Empresas. Esto podría deberse a que, en primer curso y primer cua-
Correlación positiva trimestre, los alumnos estas más desorientados respecto al proceso de aprendizaje en la
notas autoevaluación y SI - SI SI SI SI
final (H1) universidad. En el caso de Gestión de Recursos Humanos, al tratarse de una asignatura
que se imparte en segundo curso del grado, y Organización del Trabajo que se imparte en
primer curso y segundo cuatrimestre, puede que dichas pruebas sean percibidas como de
Mejor nota final de
mayor ayuda para el desarrollo de su aprendizaje
quienes realizan alguna
NO SI SI SI SI SI
vs. ninguna prueba de Por otro lado, de nuestros hallazgos también se desprende que los objetivos de la au-
autoevaluación (H1)
toevaluación se alcanzan mejor con la modalidad virtual, frente a la presencial, dejando al
alumno mayor autonomía en casa, y no restringiendo la actividad presencial a la duración
Mejor nota final de
quienes realizan mayoría de una clase. Estos hallazgos refuerzan las afirmaciones de Sung et al. (2005) al respec-
SI NO SI SI SI SI
vs. minoría de pruebas to, reconociendo las limitaciones de las actividades de autoevaluación en el aula con lápiz
de autoevaluación (H1) y papel y durante el tiempo de clase. Con el entorno virtual SAKAI, según Capper (2001),
se permite que el alumno pueda acceder a las actividades de autoevaluación en cualquier
Mejor nota final de
momento, en cualquier lugar, y disponer de tiempo para interactuar con materiales de la
los aprobados vs.
SI NO SI SI SI SI asignatura, otros compañeros y/o profesores de forma asincrónica. Estas ventajas del
suspensos en pruebas
de autoevaluación (H1) entorno SAKAI favorecen, respecto a las del aula, el logro de los objetivos de la autoeva-
luación, ya sea para tener un control de los resultados de aprendizaje como mejorar el
Mejores tasas de
rendimiento y éxito propio aprendizaje del estudiante. Adicionalmente,
de quién realizan/ - - - - - SI
Adicionalmente, también se ha demostrado que e-l rendimiento académico de la asig-
aprueban pruebas de
autoevaluación (H2) natura mejora con la implantación de los sistemas de autoevaluación, tanto en la tasa de
rendimiento como en las tasas de éxito. Los estudiantes que utilizan la herramienta de
Se puede concluir, en primer lugar, que existe una correlación positiva y significativa la autoevaluación, se implican más con la asignatura, y esa mayor implicación, les lleva
entre la nota de las autoevaluaciones y la nota final de la asignatura obtenida por el estu- a presentarse más y aprobar el examen. Lo que refuerza las afirmaciones de Bordas y

TRABAJO 74 [1699-3225 (2017) 35, 65-76


Cabrera (2001) que señalan que el estudiante que utiliza herramientas de autoevaluación,
toma conciencia de su aprendizaje y de los resultados alcanzados con sus acciones, al
ser partícipe de un aprendizaje activo.
En definitiva, de los resultados de este estudio se desprende claramente una recomen-
dación a las instituciones universitarias en el sentido de promover este tipo de herramien-
tas docentes en todas las asignaturas como elementos dinamizadores del aprendizaje
del estudiante y rendimiento académico de las titulaciones. Aunque este trabajo supo-
ne un primer paso importante para el conocimiento de los efectos de la autoevaluación,
futuros estudios deberán profundizar en la optimización de las diversas modalidades y
herramientas virtuales y presenciales a través de las cuales pueda llevarse a cabo una
autoevaluación lo más efectiva y satisfactoria posible, tanto desde el punto de vista del
estudiante como desde la perspectiva del profesorado en pos de mejorar los procesos de
enseñanza-aprendizaje en el ámbito de la educación universitaria.

REVISTA IBEROAMERICANA DE RELACIONES LABORALES 75 TRABAJO


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TRABAJO 76 [1699-3225 (2017) 35, 65-76


El trabajo de cuidar: una aproximación a los hombres cuidadores de
personas con Alzheimer en la ciudad de Sevilla.

ANGÉLICA GUTIÉRREZ GONZÁLEZ*


Mª CARMEN GONZÁLEZ CAMACHO**

TRABAJO REVISTA IBEROAMERICANA


DE RELACIONES LABORALES
Labour Issues.
Iberoamerican Journal of Industrial Relations

ISSN 1699-3225
VOL. 35, (2017)
pp. 77-90

REVISTA IBEROAMERICANA DE RELACIONES LABORALES 77 TRABAJO


Fecha recepción: Fecha aceptación:
2017-06-10 2017-09-24
Fecha revisión: Fecha publicación:
2017-08-04 2017-12-05

Palabras clave Keywords


Hombres cuidadores, no trabajo, trabajo in- Men caregivers, not work, invisible work,
visible, cuidados, Alzheimer, género. care, Alzheimer’s, gender.

Resumen Abstract
En este artículo se presentan los resultados This article presents the results of a research
de una investigación centrada en el análisis de centered on the analysis of cases of male car-
casos de hombres cuidadores que atienden a egivers who care for people with Alzheimer’s
personas con Enfermedad de Alzheimer (EA), disease (AD), mainly their wifes, approaching
mayoritariamente sus cónyuges, indagando the strategies they carry out for, the incidence
en las estrategias que llevan a cabo para ello, of the family support and the use of external
la incidencia del apoyo familiar y el uso de re- (remunerated) resources, in relation to how
cursos externos, en relación también a cómo they assume and play their role as caregivers
asumen e interpretan su rol como cuidadores and the acceptance/negation/re-organization of
y la aceptación/negación/reorganización de las the family dynamics, in the context of the city
dinámicas familiares que ello trae consigo, en of Seville. This research is theoretically based
el contexto de la ciudad de Sevilla. Esta inves- on concepts and arguments such as non work,
tigación se apoya teóricamente en conceptos y the sexual division of work and the invisibility of
argumentaciones como el no trabajo, la división care, and methodologically in ethnography and
sexual del trabajo y la invisibilidad de los cuida- case study, offering a different perspective on
dos, y metodológicamente en la etnografía y el the work of caring, traditionally associated with
estudio de casos, ofreciendo una mirada distin- women.
ta sobre el trabajo de cuidar, tradicionalmente
asociado a las mujeres.

* Técnico de Proyectos en ONG. Diplomada en Trabajo Social. Licenciada en Antropología


Social y Cultural. Doctoranda en Ciencias Sociales. Responsable de Proyectos en Autismo Sevilla,
ONG. Avenida del Deporte s/n, 41020 Sevilla. 687473677. angelicagutierrez@autismosevilla.org
** Profesora Colaboradora Doctora. Licenciada en Ciencias Económicas y Empresariales. Doc-
tora en Economía. Facultad de Económicas y Empresariales. Universidad de Sevilla. Avenida de
Ramón y Cajal, s/n, 41005 Sevilla. 637874149. carmengc@us.es

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do las responsables de la crianza de los niños y niñas, el cuidado de los ancianos y
EL TRABAJO DE CUIDAR: UNA APROXIMACIÓN A LOS HOMBRES
en general, la producción de bienes y servicios domésticos” (Comas, 1995:47). Sin
CUIDADORES DE PERSONAS CON ALZHEIMER EN LA CIUDAD
embargo, existen otras instituciones que prestan esa asistencia personal y para las
DE SEVILLA. cuales la preparación de los profesionales y los salarios son cuestiones materiales
de primera magnitud, y así son reconocidas socialmente.
3. El trabajo de cuidar forma parte de manera innegable de la división sexual del
trabajo. “Debido a su papel en la reproducción de la vida, se asume implícitamen-
te que las mujeres poseen determinadas capacidades y habilidades para cuidar,
ocultando que el aprendizaje es un componente básico para la asunción de estas
tareas” (Comas, 1995:131).

1. Introducción. El cuidado y la asistencia han resultado invisibles también en el campo académico y en


La atención y el cuidado de las personas constituyen tareas fundamentales, tanto para la investigación social, los cuales se han centrado en la esfera pública, relegando a la es-
lograr el bienestar de las mismas, como por su contribución para la reproducción social. El fera privada a una posición irrelevante. Desde el siglo XVIII, con la asociación progresiva
cuidado de los niños y niñas durante el período de crianza, o la provisión de atenciones a entre trabajo y mercado se produce una desvalorización económica del trabajo domésti-
las personas de edad en momentos de enfermedad o especial vulnerabilidad y durante el co, desempeñado mayoritariamente por mujeres, lo que trae consigo una consideración
proceso de muerte, son actividades con gran carga afectiva, restringidas en muchas oca- de “dependencia” de éstas con respecto al cabeza de familia (Carrasco, 2006: 42). Esta
siones al ámbito del parentesco y que connotan conductas vinculadas a lo natural e instin- desvalorización contrasta sin embargo, con la percepción inicial por parte de todo el es-
tivo. Estas connotaciones dificultan la identificación del componente cultural del apoyo y pectro ideológico del papel crucial del trabajo doméstico en el mantenimiento del nivel de
del cuidado, así como su importancia social y su valor económico (Comas, 1995:129). No vida en sociedades sin estado de bienestar.
obstante y a pesar de esa relevancia, estas tareas son invisibles socialmente, ya que se El feminismo, como corriente intelectual, crítica y transformadora de la realidad
sitúan fuera de los intereses del mercado y de la lógica de la optimización del beneficio: el social inicia en ese momento distintos debates sobre los modelos de división sexual
trabajo entendido como “trabajo productivo” con una “posición central en el sistema eco- del trabajo, las identidades de género y los derechos de las mujeres, cuestionando
nómico, ya que en esta estructura se manifiestan con mayor nitidez las relaciones socia- claramente el status quo. El trabajo de los cuidados, sin embargo, no es tomado en
les de producción que establecen los individuos entre sí y con los medios de producción consideración, lo que hace que su conceptualización sea relativamente reciente. Esto
y dichas relaciones toman cuerpo en las unidades de producción donde se ejecutan los convierte al trabajo doméstico (en el cual se incluían las actividades de atención y
procesos de trabajo” (Palenzuela, 1995:3) y ni siquiera son concebidas como “trabajo”. cuidado) en un objeto de estudio escasamente legitimado, aunque suscita cada vez
Existen tres razones básicas que parecen explicar la invisibilidad de estas actividades mayor interés por parte de los especialistas en políticas de bienestar. Tras la II Guerra
(Comas, 1995:129-130): Mundial se conforman una serie de políticas sociales que van constituyendo lo que
se conoce como Estado de Bienestar, lo que consolida a su vez el modelo familiar de
1. La principal institución implicada es la familia, lo que dificulta la catalogación de es-
“cabeza de familia-proveedor de dinero” y “mujer-ama de casa”. De esta forma, se fra-
tas tareas como trabajos, y provoca su naturalización. Todo el tiempo, la dedicación
gua el subsidio de desempleo, enfermedad, pensiones y jubilación para los varones,
y el coste social y económico de llevar a cabo estas actividades se subsume en la
en tanto que las mujeres pasan a estar protegidas como esposas, madres o hijas de
relación de parentesco y sus requerimientos emocionales y morales.
aquellos (Carrasco, 2011:41). Esta cuestión, sin embargo, viene siendo enmendada
2. Cuando la atención y el cuidado se realizan dentro de las relaciones familiares, desde hace aproximadamente unas tres décadas, por las aportaciones desde la pers-
su prestación no es reconocida como “trabajo”, por su componente afectivo y su pectiva feminista con bases teóricas en el marxismo revisado, “si bien las distintas dis-
carácter de deber moral. “La casa y la vida familiar se perciben como el mundo de ciplinas han sido poco permeables a los cambios conceptuales y no los han integrado
las mujeres. La vinculación de las mujeres a la vida doméstica implica que se les como elemento relevante en sus respectivos cuadros analíticos” (Carrasco, 2006: 48).
atribuya la realización de las tareas relacionadas con el crecimiento humano, sien- Se produce un cambio, entonces, a partir de una serie de publicaciones a lo largo de

REVISTA IBEROAMERICANA DE RELACIONES LABORALES 79 TRABAJO


los años 70 del siglo XX, centradas principalmente en la necesidad de relacionar el mente le es asignado social y culturalmente este trabajo. Es más, en la construcción
trabajo de cuidados con el tiempo dedicado a ello, en un nuevo escenario de análisis: de la identidad femenina y en la definición de actividades y funciones sociales de las
la vida cotidiana. Los escritos de Agnes Heller (1977), Laura Balbo (1980), Franca mujeres, uno de los aspectos más relevantes es su dedicación a los demás (Comas,
Bimbi (1985) y Chiara Saraceno (1994) suponen unas de las primeras expediciones 1995:128). “El cuidar de los demás es un componente básico en la construcción so-
en este campo de estudio, aún por descubrir (Carrasco, 2011:32). En concreto, el caso cial del género, con importantes consecuencias para la identidad y la actividad de las
de la socióloga Agnes Heller es aquí de vital importancia, pues su propuesta es tras- mujeres” (Comas, 1995:129). A fin de abordar la problemática desde una perspectiva
cender el concepto de “trabajo doméstico” en el ámbito de la prestación de cuidados diferente, la de los varones cuidadores, este análisis ha tratado de relacionar varios
para hablar de “espacio de reproducción de la vida humana” (Carrasco, 2008:51). aspectos para la comprensión profunda del trabajo de cuidados.
La relación entre el trabajo de cuidados y las políticas de bienestar es innegable, En primer lugar, la consideración del concepto “trabajo” y sus distintas vertientes:
en el sentido de que la mayor parte de las críticas que se realizan a las segundas productivo y reproductivo, diferencias entre ambos, concepciones ideológicas y repre-
tienen que ver con la importancia que se concede al primero. La creación y puesta en sentaciones de los mismos, como una pequeña aproximación.
marcha de nuevos servicios de atención a personas para afrontar las nuevas necesi-
En segundo lugar, se hará referencia a la división sexual del trabajo y su influencia
dades parecen ser la respuesta más común por parte de los estados europeos, lo cual
en la provisión de cuidados a personas en situación de dependencia, a través de un
es continuamente cuestionado desde la perspectiva feminista con base marxista, que
recorrido desde sus antecedentes en la disciplina antropológica.
critica “la pervivencia de una organización socio-productiva donde la producción de
mercancías tiene mayor valor económico y prestigio social que la calidad de vida de En tercer lugar, nos centraremos en el trabajo de cuidados entendido como trabajo
las personas” (Carrasco, 2006:53). Esta hegemonía mercantil constituye el principal social, su consideración doméstica y su percepción como asunto relacionado con la
escollo en la provisión de los cuidados y su consecuencia inmediata es que la división moralidad y la afectividad, ajenas al ámbito público.
sexual del trabajo se mantiene como norma hegemónica (Carrasco, 2006:55). Y en cuarto y último lugar, ajustaremos el foco del análisis hacia las características
En el ámbito español, estas “nuevas” necesidades sociales están fuertemente rela- concretas de la EA, que conllevan etiquetas y clasificaciones claramente distintas a
cionadas con dos aspectos: el aumento de la esperanza de vida y el consiguiente en- otras situaciones de dependencia. Este será el sustento teórico en el que se apoyará
vejecimiento de la población, según muestran estudios como el de Rodríguez Cabrero la elaboración de la parte práctica, con la aplicación de diferentes técnicas que apoyen
(2004). Y no son tan relevantes (al menos para nosotras) otros servicios dirigidos por o refuten las hipótesis que plantearemos a continuación.
ejemplo al apoyo en la crianza de niños y niñas, principalmente por la disminución de
la tasa de natalidad. Es por ello que, a lo largo de las siguientes páginas, se compar-
ten los resultados de una investigación centrada en el caso concreto de la provisión de 2. Definición del Problema de Investigación.
cuidados a personas con Enfermedad de Alzheimer (en adelante, EA) por parte de sus La investigación de la cual presentamos aquí los resultados ha pretendido indagar en
familias, con una peculiaridad. El padecimiento de EA por parte de uno de los miem- las transformaciones socioculturales que están teniendo lugar en el seno de los cuidadores
bros de la organización familiar y la provisión de los cuidados necesarios implica en de personas dependientes. Dadas las magnitudes del tema y los innumerables trabajos
todos los casos una reorganización de las dinámicas de atención y cuidado. También existentes se centró el interés en dos aspectos importantes al respecto de los cuidados.
trae consigo implicaciones de tipo moral y afectivo en un contexto general de cambio Por una parte, se quería analizar el ámbito de los varones cuidadores y las peculiaridades
de los modelos de familia y la redistribución de los roles asociados a varones y muje- que entrañan los cuidados provistos por estas personas, habida cuenta de que la mayoría
res. En este contexto de cambio y reasignación de roles, se ha tratado de confrontar de los estudios realizados se centran en las mujeres cuidadoras; “las tareas domésticas
las diferentes experiencias de cuidado y los distintos modelos, centrándonos en los en el hogar se basan en nuestro sistema cultural y los modelos de género vigentes en
casos en los que los cuidadores de personas con EA son varones y residentes en la él”. (Rodríguez Ruano, 2010:12). Por otra parte interesaba profundizar en el tema de la
ciudad de Sevilla. “escasez de implicación del sector público en la minusvaloración de este tipo de trabajo
Como se ha visto con anterioridad, la mayor parte de los estudios en el campo del que es imprescindible para la sociedad y que refuerza la implicación femenina pero no la
trabajo de cuidados recogen la “perspectiva de un género”, el femenino, al que cierta- masculina a través del cuidador informal” (Díaz Valero, 2009:3).

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De este modo, al centrar el foco de interés en el primer aspecto, la escasez de co- 5. Otro aspecto a tratar es la vinculación de todo lo anterior con la actuación de las
lectivo masculino encargado de los cuidados de personas dependientes, la prioridad ha instituciones públicas, en las que parece haberse instalado un cierto desinterés por
sido el análisis de las distintas estrategias que éstos llevan a cabo para hacer frente a la actuar ante tales circunstancias, en la medida en que este trabajo social es enten-
problemática de cuidar a otras personas (familiares, generalmente cónyuges), junto con dido como un trabajo de segunda categoría, no productivo sino reproductivo, que
el análisis de un contexto cultural concreto, el cual asigna este tipo de labores a mujeres, se articula además con la idea previa de la “responsabilidad moral” ante este tipo
constatado mediante la bibliografía analizada, en la que se observa que en este tipo de de circunstancias, suponiendo un gran ahorro en políticas de intervención social
trabajos prima mucho más el sector femenino. Las causas de esta cuestión parecen ser para los estados.
las siguientes: 6. Ante la acuciante situación de crisis económica, son muchos los casos en los que
1. El entorno sociocultural de países mediterráneos, y en concreto de España, tiende a las familias experimentan un “relevo” de esa responsabilidad familiar en otras
asignar culturalmente a las mujeres el encargo de cuidar de las personas dependien- personas, generalmente mujeres inmigrantes, que encuentran aquí una posible
tes en las familias, lo que conforma una imagen de las mujeres que se reproduce con salida profesional ante sus penosas circunstancias laborales en un país con bas-
fuerza, a pesar de los intentos de determinadas políticas públicas y la introducción de tantes dificultades de acceso a la vida laboral. En la mayoría de los casos, se
términos como la corresponsabilidad, para promover un cambio en la representación trata de trabajos escasamente remunerados, con mayor o menor grado de pro-
de las mujeres. tección en los contratos (en caso de que los haya) y con un reconocimiento social
prácticamente nulo.
2. La “lealtad” familiar hacia los miembros dependientes se encuentra muy vigente
en estos países, los cuales asumen como una obligación moral el cuidado de las Se observa entonces, con todo lo anterior, que esta aproximación al trabajo de cuidar
personas dependientes, descartando, en mayor o menor medida, la posibilidad de a personas con dependencia parece tener una gran relevancia y acoge numerosos as-
recibir apoyos de la administración para llevar a cabo esa tarea. pectos que son importantes socialmente. Esos cuidados que son imprescindibles en la
sociedad quedan, sin embargo, postergados a la familia, con escasos apoyos públicos,
3. La provisión de cuidados es un trabajo social que se enmarca en el ámbito do-
con un nulo reconocimiento social y en la mayoría de los casos, asignados culturalmente
méstico de la vida social, el cual no cuenta con reconocimiento ya que no se trata
a las mujeres. En este punto, el objetivo básico de este trabajo será indagar en el “porqué”
de una labor de carácter comercial o que implique un coste económico reconoci-
de estas situaciones, desde una nueva mirada, la de los varones cuidadores que asumen
do. No obstante, los cuidados suponen unos costes económicos directos e indi-
el cuidado de sus familiares dependientes, asumiendo previamente que no es posible dar
rectos que afrontan las familias, pero además esos costes tienen otros aspectos
cuenta de una cuestión tan amplia tan sólo desde la perspectiva de las mujeres cuida-
no menos importantes: reducción de la calidad de vida del grupo familiar, más
doras, pues esto implica sólo la mitad de los individuos que participan en la vida social, y
concretamente de la persona cuidadora principal; costes emocionales y renun-
que la incorporación de la figura de los varones, no sólo completa el análisis, sino que lo
cias personales y mayor riesgo de contraer enfermedades de tipo psicosocial
lleva más allá. Si lo que se pretende es el cambio de representación de las mujeres en la
(depresiones, pérdida de identidad personal, sensaciones de cansancio vital y
asignación social de sus funciones, una de las mejores maneras de llevarlo a cabo es dar
falta de apoyo social percibido).
cuenta de aquellas situaciones en las que actúan los varones en funciones típicamente
4. Tal como se ha comentado, la mayoría de los estudios sobre esta cuestión se cen- feminizadas, lo que se espera suponga una mejora para ambos sexos en lo que se refiere
tran en el papel de las mujeres cuidadoras y sus estrategias de afrontamiento ante al afrontamiento del trabajo de cuidar. Se abordarán todos estos aspectos con el fin de
estas situaciones, pero ¿qué ocurre en el caso de los varones? ¿Son sus estrate- visualizar este colectivo de varones cuidadores de personas dependientes, concretamen-
gias diferentes a las de las mujeres cuidadoras? ¿Son los hombres cuidadores más te que padecen Enfermedad de Alzheimer (EA), por las características de la misma y sus
o menos vulnerables? ¿Se dejan ayudar por otros en la tarea del cuidado o, por el consecuencias sobre la persona afectada y por consiguiente, para la persona cuidadora,
contrario, asumen esa responsabilidad en solitario? ¿De qué manera influye y qué pero también por la percepción social de la propia enfermedad en el imaginario colectivo.
consecuencias trae consigo que socialmente la provisión de cuidados sea consi- Se pretende analizar todo el entramado de relaciones entre los numerosos aspectos y dar
derada una actividad femenina y que, sin embargo en los casos que se analizarán, cuenta de las distintas estrategias de afrontamiento, con el fin de poder obtener una visión
sea una labor llevada a cabo por un hombre? lo más completa posible con respecto a esta problemática.

REVISTA IBEROAMERICANA DE RELACIONES LABORALES 81 TRABAJO


embargo, el análisis marxista resulta incompleto (Comas, 1995:34) pues los criterios de
3. Marco Teórico.
división social son diversos y no se limitan a la clase social, sino que incluyen también la
A continuación se da cuenta de la base teórica en la que se ha sustentado este estudio, edad, el sexo y el grupo étnico. Estos dos últimos elementos, junto con la clase social, “se
yendo desde un análisis en sentido amplio del concepto de trabajo, representaciones e consideran los tres principios fundamentales (sexo, grupo étnico y clase) que actúan sobre
ideologías sobre el mismo para, a continuación, hacer referencia a la división sexual del cada individuo tendiendo a generar en él, cada uno de ellos autónomamente, una identi-
trabajo y su influencia en la provisión de cuidados, para ir acotando la aproximación a los dad globalizadora [...] hecho por el cual la identidad posee esos tres componentes básicos
mismos, en el caso de personas con EA, tal como se ha adelantado en la introducción. y estructurales” (Moreno, 1991:418). Además de esos tres principios, en las sociedades
y momentos históricos concretos, “cada una de estas relaciones sociales estructurales
genera un sistema de identidades colectivas también estructurales: identidades de sexo
3.1. El trabajo y el no–trabajo: conceptos y representaciones. – género, identidades étnicas e identidades productivas o de clase; éstas poseen conte-
nidos culturales, materiales e ideáticos que se encuentran en continua modificación a las
Cuando se habla de “trabajo”, este concepto incluye las actividades que se desarrollan,
cuales denominamos culturas de género, culturas étnicas y culturas del trabajo” (Moreno,
así como las relaciones sociales en las que se enmarcan dichas tareas y las representa-
1992:21). Pero estos tres principios no son universales, sino que cada sociedad seleccio-
ciones y saberes que se invierten en la producción de bienes y servicios, y la reproducción
na los elementos que componen cada uno de ellos, sus significados. Son conceptos muy
social del mismo proceso. La realización de estos trabajos, implica “organización, roles y útiles a nivel analítico, pero que no son más que representaciones ideológicas a través de
normas, esfuerzo, utilización de técnicas que son aprendidas y la distribución del tiempo las cuales se proyecta la realidad (Comas, 1995:41). Son, por tanto, interpretaciones de
para llevarlos a cabo” (Comas, 1995:33). Puede entonces definirse el trabajo como “con- la realidad que forman parte de la cosmovisión y cuyo poder reside en su invisibilidad, por
junto de acciones intencionales y no instintivas, individuales o colectivas, encadenadas cuanto se trata de categorías fuertemente naturalizadas.
y ordenadas, que relacionan la fuerza de trabajo con los medios de producción y con los
Tal y como se ha venido explicando, con el desarrollo de la sociedad industrial se “ins-
instrumentos de trabajo, al objeto de conseguir un resultado final que responda a una ne-
titucionalizan las relaciones de producción y de esta forma, el ámbito laboral y el ámbito
cesidad social” (Palenzuela, 1995:4).
familiar pasan a estar físicamente separados” (Comas, 1995:50). Pero este cambio no es
La importancia del trabajo en la vida social, como universal cultural en cualquier forma en absoluto algo banal, sino que supone una base nueva para la organización de la socie-
de organización, se debe a la eficacia del conjunto de construcciones ideáticas sobre el dad, en tanto que las sociedades preindustriales no conciben dicha separación. Familia y
trabajo, que han elaborado las diferentes tradiciones. De esta forma, el trabajo cuenta trabajo se construyen en locus distintos, y también se modifican ideológicamente, siendo
con una doble dimensión: material e ideática. Si bien ha existido una “evolución” de las pensadas como entidades separadas y sin conexión. La primera queda desprovista “de sus
bases ideológicas que han sustentado el concepto de trabajo desde el mundo clásico, componentes materiales y se restringe a lo afectivo y emocional, en asociación a los nuevos
desde las influencias del trabajo en la Grecia y Roma clásicas hasta los comienzos de la valores como la privacidad y la individualidad, y cuyo sujeto de referencia son las mujeres,
sociedad industrial y el sistema pre-capitalista y capitalista (Roca i Girona, 2006: 2-3), esta mientras que los varones se encargan del mantenimiento material y participan en la vida po-
investigación se ha centrado en las condiciones a partir de la emergencia de la doctrina lítica” (Comas, 1995:51). Y el segundo, desde la post-modernidad “adquiere un componente
del liberalismo económico. En este momento, la ideología del trabajo se descarga de todo netamente individual, al asociarlo con el concepto de realización personal [...] y ostenta el
componente religioso, deja de ser una condena de Dios, una necesidad para la salvación privilegio de ser, entre las relaciones sociales, la más esencial” (Roca i Girona, 2006:6).
del alma y la gloria divina, según la tradición judeo-cristiana (Palenzuela, 1995:6), y ra-
cionaliza el “interés propio”, enfatizando el esfuerzo personal y otorgando legitimidad a la
propiedad privada por el trabajo. Esto coincide con la publicación de “La ética protestante 3.2. La división sexual del trabajo y su tratamiento desde la disciplina
y el espíritu del capitalismo” de M. Weber y también con el marco teórico elaborado por antropológica.
autores como A. Smith o D. Ricardo. A partir de entonces, “el trabajo se convierte en fuen-
te de todo valor”, lo que sirve a K. Marx para elaborar su “Contribución a la crítica de la Como se ha visto en el apartado anterior, la división del trabajo “es resultado de un
economía política”, obra en la que hace uso de conceptos como alienación o explotación determinado estado de las fuerzas productivas y de las relaciones sociales que le son
que surgen en la conflictividad de clase y que tienen su locus en el lugar de trabajo. Sin inherentes; no es la división del trabajo lo que explica la subordinación de las mujeres,

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sino que es la desigualdad entre hombres y mujeres lo que se incorpora como factor es- primeras obras en las que se demuestra la variabilidad de los comportamientos adscri-
tructurante en las relaciones de producción y en la división del trabajo” (Comas, 1995:35). tos a los sexos, es decir, la construcción cultural del género. A partir de esta publicación,
Las aportaciones de la disciplina antropológica al análisis de la división sexual del trabajo “empieza a modificarse la idea de que las diferencias entre hombres y mujeres respon-
son muy extensas ya desde sus comienzos. La búsqueda e identificación de elementos den a sus evidentes diferencias físicas [...]. Margaret Mead consiguió con ello arrojar du-
válidos para la investigación en este campo, se ha visto claramente influenciada por los das sobre las bases biológicas de los atributos psicológicos e introducía la importancia
feminismos como movimientos sociales de liberación, desde propuestas rupturistas pero de la educación como modeladora de los distintos comportamientos de cada sexo. Se
también desde visiones más adaptativas (Rodríguez Ruano, 2011:7). Pero su vinculación mostraba así que los componentes culturales son más básicos que los biológicos en la
a esta perspectiva ha ido mucho más allá, convirtiéndose en un compromiso político para construcción de lo que cada sociedad entiende por feminidad o masculinidad” (Comas,
la transformación y el cambio social. Así, se ha tratado en varios artículos el modo en el 1995:18-19). Su visión está muy influenciada por aspectos funcionalistas, lo que se tra-
cual la sociedad tiende a la naturalización de las tareas llevadas a cabo por las mujeres, duce en su concepto de roles de género. Sin embargo, esta mirada está ampliamente
ubicadas prioritariamente en el terreno doméstico, y cómo esto mismo perpetúa y repro- superada, si bien, parece relevante por el papel que desempeña en su momento y la
duce esta responsabilidad femenina, entendida como parte esencial de lo que significa trascendencia de sus investigaciones. De este modo, y a causa de la gran cantidad de
ser mujer: “El conjunto de cualidades y características psicológicas y físicas que una so- datos recogidos en las etnografías y su revisión para detectar rasgos androcéntricos, es
ciedad asigna a hombres y a mujeres constituye los estereotipos de género. Éstos fijan un en la década de los sesenta cuando una serie de antropólogas pondrán en marcha lo
modelo de qué es ser hombre y qué es ser mujer que son legitimados socialmente dando que pasará a denominarse Antropología de la Mujer (Comas, 1995:19). La introducción
una visión tópica construida y estableciendo un sistema desigual de relaciones entre am- del concepto de género en los análisis sociales trae consigo una serie de rupturas epis-
bos sexos y a la vez, de cada uno de ellos con el mundo” (Antón, 2011:6). temológicas relacionadas con las formas en las que se había entendido la posición de
Sus inicios pueden situarse ya en el siglo XIX, el momento en el que se desarrolla la las mujeres en las distintas sociedades humanas, introduciendo la idea de variabilidad.
modernidad y surge la nueva ideología burguesa, la cual se caracteriza por enfatizar una Ser mujer o ser varón es una construcción cultural, por lo que sus definiciones varían
serie de valores que son considerados nuevos y diferentes: la santidad del hogar, la sub- de cultura en cultura, relevando entonces las categorías únicas varón /mujer. Además,
ordinación de las esposas a sus padres y luego a sus maridos, y el papel principal de las el propio concepto configura una idea relacional: el género como construcción social de
mujeres como educadoras y transmisoras de estos valores. En este momento, se produce las diferencias sexuales que alude a las distinciones entre femenino y masculino, y a las
también una exaltación de la maternidad, como instinto natural de las mujeres y sublima- relaciones entre ellos. Los análisis de género proponen la necesidad de estudiar las re-
ción de su existencia. Desde este momento se crea el concepto de ama de casa, y se laciones entre mujeres y hombres, dado que las diferencias se traducen en desigualdad
naturalizan sus funciones pues se corresponden con el mero objeto de ser mujer (Sacks, en la mayoría de las sociedades.
1979:250). También resultan relevantes las aportaciones de Frederick Engels, quien en Una cuestión clave para esta investigación es que en todas las sociedades, los adultos
1884 publica su obra El origen de la familia, la propiedad privada y el estado, en la que se han visto en la necesidad de realizar tres actividades esenciales:
va a señalar tres tipos de estructuras básicas: la económica, la política y el sistema de
1. El trabajo productivo de carácter social, colectivo, mediante el cual se producen
parentesco. Este autor indica que la desigualdad entre hombres y mujeres está ligada a
los bienes que constituyen la riqueza social. La forma en la cual este trabajo es
la aparición de la propiedad privada, iniciando la dicotomía producción/reproducción, idea
organizado depende de las condiciones históricas de cada sociedad. Posee tiempo
que es retomada con posterioridad por otras autoras (Rosaldo, 1974:169).
determinado, determinadas horas al día, y una cantidad de años concreta.
Durante los años 60 del siglo XX surge en la Antropología estadounidense, como
2. El trabajo doméstico de carácter individual, mediante el que se satisfacen las nece-
reacción a las corrientes evolucionistas y difusionistas, el Particularismo Histórico, que
sidades cotidianas, como la alimentación, la higiene, la salud, etc. Se lleva a cabo
enfatiza una visión singular e idiográfica de la cultura, al mismo tiempo que reconoce
todos los días de la vida de una persona (Bodoque, Roca, y Comas D› Argemir,
el papel histórico de la misma. Con esta influencia, unida a corrientes psicologicistas y
2016)
un claro interés por el comportamiento de los individuos, aparece la figura de Margaret
Mead. Esta autora es considerada la representante más influyente de la Escuela de 3. La crianza de los hijos mediante la cual se inculcan y transmiten los usos y costum-
Cultura y Personalidad. En 1935, publica Sexo y temperamento en Samoa, una de las bres propios de la comunidad (Antón, 2011:13).

REVISTA IBEROAMERICANA DE RELACIONES LABORALES 83 TRABAJO


La utilización de dicotomías explicativas se convierte en una constante ya a partir de les y actitudes diferenciadas para hombres y mujeres, asignadas en función de su sexo
los años 70 del siglo XX, y un ejemplo de ello es la propuesta de Rosaldo respecto de la biológico. Existe por tanto una ideología de género, priorizando que el hombre trabaje
diferenciación público/privado. Se trata de un modelo explicativo que vincula el papel de fuera del hogar y la mujer, mayoritariamente, quede al cargo de la reproducción, si bien la
las mujeres al ámbito privado y doméstico, una esfera de la vida social que contiene me- participación de la mujer en el mercado laboral ha ido en aumento. “Gran parte del trabajo
nor consideración y reconocimiento social que la esfera pública, dominada por los varones de las mujeres es extensión de la procreación; no separar el cuerpo de la mujer del traba-
y en la que desempeñan su autoridad (Rosaldo, 1974:169). Ortner, por su parte, retoma jo de reproducción ha derivado en la consideración de éste como un hecho natural y no
el par conceptual de Lévi-Strauss, naturaleza/cultura para tratar de explicar la subordina- social” (Lagarde, 2005:116). El cuidado y el valor del afecto como proceso cultural y social
ción de las mujeres, entendiendo que esta ocurre de manera universal. De este modo, su de segregación de las mujeres a los trabajos de cuidados está directamente relacionado
propuesta teórica se basa en la percepción de las mujeres como seres más cercanos a la con la separación de las esferas de la producción y la reproducción y por tanto la mayor
naturaleza, como consecuencia lógica de su capacidad biológica reproductiva. Igualmen- exclusión de éstas del mercado de trabajo. “Lo ideal es que la sociedad reconozca y va-
te, las mujeres limitan sus funciones sociales precisamente por ese mismo hecho, mien- lore la importancia que tiene el cuidado sin reforzar sus tareas como algo que únicamente
tras que los varones son percibidos como más cercanos a la cultura. Lo más relevante las mujeres pueden y deben hacer” (Antón, 2011:39).
de sus aportaciones es la construcción simbólica del género y cómo esto se articula con Estas son las bases subjetivas de la división sexual del trabajo que se traducen en ele-
otros sistemas sociales más amplios (Ortner, 1974:16). Esta autora se inspira en el es- mentos objetivables en el marco de los sistemas de género. La participación femenina por
tructuralismo de Lévi-Strauss, que haciendo uso de las dicotomías explicativas, relaciona excelencia ha ocurrido y ocurre tradicionalmente en el ámbito privado de la reproducción
la percepción de desigualdad con ideas y sistemas simbólicos (Comas, 1995:22). Por su y de la vida familiar, consecuentemente las áreas de ocupación de las mujeres se desen-
parte, Sacks retoma la obra de Engels para realizar una crítica actualizada de sus análisis vuelven alrededor del hogar: la educación de los hijos, temas de salud y bienestar social.
y asume que la desigualdad entre sexos puede situarse en las relaciones de producción/ Las mujeres han sido impulsadas a interesarse por temas relacionados con el hogar, a
reproducción. Desde este punto de partida, la autora reconoce que es la exclusión de causa principalmente de la educación que han recibido. El papel de los hombres, por el
las mujeres del trabajo social público la cuestión que determina dicha desigualdad y su contrario, comprende la vida pública, dominada por los negocios, la economía, la indus-
propuesta de solución para ello es la inclusión de los varones en el ámbito reproductivo tria, la política, etc. Como se ha visto, las actividades del ámbito público son históricamen-
(Sacks, 1979:247), cuestión clave para el desarrollo de esta investigación. te masculinas, a pesar de que aparentemente no tienen género. La estructura societaria
En los tres casos, se realiza un análisis de las relaciones de poder en torno a los se- fomenta la participación masculina en la vida pública y desanima a las mujeres a dejar el
xos, ubicando el mismo en diferentes áreas de la vida social tomadas de manera analíti- hogar. Además, la valorización y el reconocimiento social de esas actividades se realizan
ca, lo que supone ya un gran avance en este tipo de estudios. No obstante, todas estas de manera desigual, fomentando entonces la desigualdad entre géneros en función de
perspectivas, como se comentaba con anterioridad, han sido en mayor o menor medida sus actividades: “el establecimiento de desigualdades a partir de asignaciones simbólicas
superadas, revisitadas, criticadas y reconstruidas, aunque este estudio pretende ponerlas desvalorizadas para con las mujeres” (Comas, 1995:97).
en valor, fundamentalmente por tratarse de los antecedentes inmediatos de este tema de
estudio en la disciplina antropológica, pero también teniendo en cuenta que su contextua-
3.3. El Cuidado de Personas Vulnerables.
lización es vital para conocer el pensamiento sobre este asunto en ese momento histórico
y observar sus posibles variaciones. “El esquema conceptual no nos permite llegar a la
Los cuidados a personas dependientes, desde la crianza de niños y niñas hasta los
interpretación última que explique la subordinación de las mujeres en relación a la división
cuidados dispensados a personas enfermas, con alguna discapacidad o en la vejez, de-
del trabajo, pero se trata de un buen punto de partida para examinar los componentes
ben ser entendidos como una actividad clave dentro del funcionamiento de la sociedad,
culturales y simbólicos que intervienen en la construcción social del género” (Comas,
por su capacidad para transmitir valores y formas de comportamiento y, en general, sus
1995:25).
aportaciones a la tarea de reproducción social, como ya se ha explicado con anterioridad.
Desde la Antropología, entonces, se analizan las relaciones de género y los roles este- Pero, ¿qué entendemos con cuidado? La conceptualización es un problema clave en el
reotipados como un hecho cultural construido ideológicamente a partir de las diferencias desarrollo de los distintos estudios sociológicos, pues “no existe concreción en el signi-
biológicas mediante las cuales se atribuyen cultural y socialmente aptitudes, roles socia- ficado dando lugar a una imagen parcial y fragmentada de los cuidados en la sociedad”

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(Thomas, 2011:145). Se trata de un término que se presenta de manera genérica, en la La literatura sobre cuidados se centra en dos corrientes principales, basadas en los
mayoría de los casos, si bien es específico y circunscrito a un lugar determinado. Carol aspectos relacionales del cuidado y en las comparaciones entre prestaciones y servicios
Thomas realiza una deconstrucción del concepto basándose en “siete dimensiones de asociados a los cuidados (Daly, M. y Lewis, J., 2011:225). En todos los casos, el cuidado
los cuidados que son características y representativas de los trabajos feministas y de la ha sido aplicado específicamente a las mujeres y al intento de conceptualizar una carac-
corriente dominante en el campo de la política social” (Thomas, 2011:146). Esas siete terística definitoria de la condición vital femenina. Así, los cuidados “suponen una respon-
dimensiones son las siguientes: sabilidad social absolutamente generizada y naturalizada que se produce a partir de la
articulación del sistema de género, sistema de parentesco y de edad, afectando más a
1. La identidad social de la persona cuidadora, en la que el género es el identificador las mujeres adultas, y apoyándose en una caracterización social diferente de los trabajos
social clave. realizados por hombres y mujeres y en una separación cultural de lo racional que queda
2. La identidad social de la persona receptora de cuidados, definida principalmente ligado a los hombres, y lo emocional, asociado a las mujeres” (Esteban, 2003:31). La
por su pertenencia al grupo familiar y su variable más significativa es la situación tarea de cuidar es un arte, que requiere un tiempo, dedicación, conlleva una ética y una
de dependencia. estética, presupone un conocimiento teórico y práctico y sobre todo un marco específico
donde ésta pueda llevarse a cabo. Debe contemplar los aspectos socioculturales, los
3. Las relaciones interpersonales entre la persona cuidadora y la receptora de cuida-
valores, las creencias, los modos de vida, las distintas concepciones de salud y enferme-
dos, relación que se define por los lazos de parentesco y el grado de familiaridad.
dad, en suma... la diversidad cultural debe de formar parte de cualquier paradigma que
4. La naturaleza de los cuidados, su contenido social primario, definido principalmente intente abordar al ser humano desde la prestación del cuidado (Valle Racero, 2000:22). Y
como un estado de actividad, pero también como un estado afectivo. es también un compromiso, que tiene que ver con la responsabilidad (atribuida por otros
5. El dominio social en el cual se localiza la relación de cuidados, lo que hace refe- o por uno mismo), la solidaridad, y que conecta de manera directa con nuestros aspectos
rencia a la división público/privado en el marco de la división social del trabajo en emocionales: el cariño, la comprensión, la sensibilidad, el respeto, el reconocimiento...
la sociedad capitalista. Según donde se ubiquen, la conceptualización cambia y El tema del cuidado plantea de manera directa el interrogante acerca de la posición de
tiende a ser específica de un dominio concreto. las mujeres y su igualdad en distintos ámbitos de la sociedad, pero principalmente en la
6. El carácter económico de la relación de cuidados, es decir, si la relación tiene vín- esfera de la familia y el trabajo. Existen rasgos comunes a todas las mujeres que tienen
culo normativo o vínculo monetario, si bien en la mayoría de los casos viene deter- responsabilidades familiares y de cuidado, pero estas no son un grupo homogéneo, pues
minada por el primero. sus responsabilidades dependerán de la clase social a la que pertenezcan, la edad, el es-
tado civil o el lugar de residencia. En los hogares más pobres las mujeres tienen mayores
7. El marco institucional en el que se prestan los cuidados, es decir, su localización física.
dificultades para acceder al mercado de trabajo. En un análisis desde la perspectiva de la
Teniendo en cuenta las dimensiones presentadas, “es posible construir diversos con- equidad, se trata de que disminuya la desigual e injusta división sexual del trabajo en el
ceptos de cuidados combinando diferentes variables de cada una de ellas” (Thomas, interior de los hogares con el propósito de promover la equiparación de oportunidades de
2011:151). En este punto, cabe preguntarse entonces: ¿es posible construir un concepto mujeres y varones de distintas generaciones y status sociales.
único de cuidado que resulte útil para todos los fines? ¿Cuál sería el rango epistemoló- De este modo, la noción de cuidados se ha vuelto clave para el análisis y la investi-
gico de ese concepto unificado? Desde el punto de vista del trabajo teórico, parece que gación con perspectiva de género sobre las políticas de protección social y los planes
habría que analizar las formas de cuidados y la adscripción de género en relación a otras de conciliación de la vida laboral y familiar. Teniendo todo esto en cuenta, el cuidado se
categorías teóricas, ya que por sí mismo el concepto de cuidados resulta problemático, ya trata de un concepto que se puede concebir como una actividad femenina generalmente
que no hay una definición única y coherente; además de esta cuestión, está la dimensión no remunerada, sin reconocimiento ni valoración social. El cuidado designa la acción de
epistemológica del término y el escaso desarrollo de la reflexión teórica al respecto. “Esto ayudar a una persona dependiente en el desarrollo y bienestar de su vida cotidiana. Eng-
obliga a tratar el concepto de cuidados como una categoría empírica, pero no teórica” loba por tanto, hacerse cargo del cuidado material que implica un “trabajo “ que conlleva
(Thomas, 2011:174). Y por ello “se hace necesario relacionar el concepto de cuidados “un coste económico” y del cuidado psicológico que implica un “vínculo afectivo, emotivo
como categoría de análisis en relación, en general, al Estado de Bienestar y en particular, y sentimental”, y que puede ser realizada de forma honoraria o benéfica por parientes,
con las políticas de protección social” (Daly, M. y Lewis, J., 2011:225). en el marco de la familia o fuera de ella. La especificidad del trabajo de cuidado es la de

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estar basado en lo relacional. En el marco de la familia, su carácter a la vez obligatorio y cuidados dirigidos a personas mayores que ya no se valen por sí mismas, han quedado
desinteresado, le otorga una dimensión moral y emocional. Se realiza cara a cara, entre en manos de familiares y parientes con escaso apoyo externo “dando por sentado que
dos personas y gana lazos de proximidad, en una situación de dependencia, pues una es las mujeres deberían asumir de un modo natural esa tarea como parte de su trabajo
tributaria de la otra para su bienestar y mantenimiento. Lo que unifica la noción de cuidado doméstico” (Federici, 2011:392).
es que se trata de una tarea esencialmente realizada por mujeres. La identidad de género
En esta coyuntura y teniendo en cuenta el aumento de la esperanza de vida, no es
de las mujeres es construida a través de su capacidad para cuidar. La posición de las mu-
extraño que aumente la incidencia de enfermedades asociadas al deterioro cognitivo y
jeres en la familia, sus oportunidades en el mercado de trabajo, su relación con parientes
casos de demencias. Este es el caso de la Enfermedad de Alzheimer. La Enfermedad
son definidos en términos de su potencialidad de brindar cuidados y de la realización de
de Alzheimer, EA, es una dolencia que se sitúa en el espectro de los trastornos cogniti-
su capacidad de cuidar. “Cuidado y feminidad son dos caras de la misma moneda y están
vos, desde su estado leve hasta el avanzado. Se trata de una enfermedad crónica, que
mutuamente relacionados” (Álvarez, 2008:8).
se manifiesta como deterioro cognitivo y trastornos de conducta, y se caracteriza por
El aumento de la esperanza de vida y el consiguiente “aumento del número de per- una pérdida progresiva de la memoria y otras capacidades mentales, como la orienta-
sonas mayores que pueden padecer enfermedades que los hacen dependientes de su ción en el tiempo y el espacio, dificultades en la comunicación y comprensión de la rea-
entorno” (Narro-Gil, 2011:4), así como el descenso de la natalidad y otros factores como lidad. La persona afectada deja de saber hacer cosas simples y habituales en su vida
la incorporación de las mujeres al mercado de trabajo extra-doméstico, ha sido analizado diaria y, con el tiempo, puede llegar a no reconocer a las personas de su entorno, lo que
por numerosos autores y desde distintas perspectivas. En este contexto, las demandas de le provoca una clara dependencia con respecto a terceros. Su origen es desconocido,
tipo material, sanitario, social, económico y humano no dejan de aumentar, lo que obliga pues no hay datos concluyentes al respecto, por lo que suele hablarse de “factores de
en muchos casos a una reorganización de las dinámicas familiares y de la asignación de riesgo”, aunque uno de los rasgos más relevantes es que la EA no afecta en exclusiva
roles entre hombres y mujeres. Es por ello que se requiere delimitar aún más el campo de a la persona enferma, sino que su impacto es a nivel familiar, con especial atención a
trabajo, por lo que el análisis se centrará en los casos de varones cuidadores y esa nueva la persona cuidadora principal. En los últimos años se han producido avances impor-
organización familiar exigida cuando quien enferma no es el varón, sino la mujer. Pero se tantes en el diagnóstico y tratamiento de las demencias, pero “para alcanzar la mejora
ha de seguir concretando. de la calidad de vida de los pacientes y sus familiares, es fundamental disponer de una
adecuada información y soporte profesional y humano” (Juliano, 1998:18).

3.4. La Enfermedad de Alzheimer: características básicas y el papel A pesar de las complicaciones de la EA, son muchas las familias que asumen los
de las familias. cuidados de estas personas en sus domicilios, con la sobrecarga que ello conlleva. La
distribución del cuidado ha asumido distintas formas en función del momento histórico,
El trabajo de cuidados en las personas mayores ha pasado a ocupar en los últimos social, cultural y económico. Estos factores han determinado que en la distribución
años un lugar central en el interés público de todos los países de la OCDE, como de la responsabilidad social del cuidado haya tenido participación distintos actores
“reacción a una tendencia que ha puesto en crisis muchas formas tradicionales de asis- sociales como el Estado, el mercado, las familias o formas comunitarias, si bien parte
tencia” (Federici, 2011:390). La crisis actual en el cuidado de personas mayores no es significativa de esta carga ha recaído y recae en las familias, es decir, en las mujeres
nueva, sino que es permanente en la sociedad capitalista, a causa de la devaluación de las familias. Esto trae consecuencias relevantes para la condición de las mujeres en
del trabajo reproductivo y también debido a que, “lejos de valorar a las personas mayo- la sociedad, pues cuando las mujeres de las familias son las principales proveedoras
res como depositarias de la memoria y las experiencias colectivas, se las considera ya del bienestar, estas deben bien excluirse del mercado laboral o bien enfrentar mayo-
no productivas” (Federici, 2011:391). Es por esto, que el cuidado de las personas ma- res dificultades que sus compañeros masculinos para conciliar trabajo productivo y
yores supone una mayor devaluación, social y cultural, respecto por ejemplo al cuidado reproductivo. Se debate entonces el compartir las responsabilidades de cuidado entre
de niños y niñas. Como ya se ha visto en páginas anteriores, “el trabajo reproductivo diversas instituciones, el Estado, la familia, el mercado y las organizaciones comuni-
no está considerado como un trabajo, pero a diferencia de lo que ocurre con la repro- tarias, poniendo en evidencia la importancia de la re-conceptualización de los roles
ducción de la fuerza de trabajo cuyo producto tiene un valor reconocido, se considera masculinos y femeninos en la familia para comprender los cambios en el papel de las
que absorbe valor pero no lo produce” (Federici, 2011:392). Como consecuencia, los mujeres, como proveedoras de los servicios a las personas. Parece urgente de este

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modo la necesidad de pensar y prever esa demanda de nuevos servicios, que surgen otro en un nuevo sistema de significados (Guber, 2001). En este proceso, que se inició
a partir de cambios importantes en la estructura social (Álvarez, 2008:12). a finales del año 2012, se ha hecho uso de la observación participante en diferentes
entornos localizados en torno a tres entidades que atienden a personas con EA y sus
Para fomentar la corresponsabilidad y conseguir una sociedad más igualitaria se
familiares: la Asociación Sevillana de Lucha contra el Alzheimer (ASLA), la Asociación
entiende como fundamental realizar el estudio de los varones que desempeñan este
de Familiares con EA Alzheimer Santa Elena (ASE) y la Unidad de Estancia Diurna
tipo de tareas, pues la mayoría de los estudios analizan el papel de las mujeres como
“San Ramón”, dependiente de la Diputación de Sevilla (antiguo Centro Psiquiátrico de
cuidadoras. Si bien esto es así en la mayor parte de los casos, sacar a la palestra los
Miraflores). En ellas, se seleccionaron los casos a analizar, informando previamente a
casos de varones cuidadores completa el análisis de los cuidados, además de incluir a
los sujetos de la realización de la investigación, quienes manifestaron explícitamente
la otra mitad de los miembros de la sociedad en un problema que afecta a todos, rom-
su interés. “Los fenómenos socioculturales no pueden estudiarse de manera externa,
piendo así la espiral que reproduce miméticamente el estereotipo de mujer cuidadora y
pues cada acto […] cobra sentido […] en los significados que le atribuyen los actores.
de varón cuyo espacio “natural” sea el ámbito público.
El único medio para acceder a esos significados […] es la vivencia, la posibilidad de
Estos cuatro elementos que se han analizado, el trabajo y el no-trabajo, la división experimentar en carne propia esos sentidos, como sucede en la socialización. […] El
sexual del trabajo, la tarea de cuidar y el envejecimiento y la EA, son cuatro aspec- investigador procede entonces a la inmersión subjetiva, pues sólo comprende desde
tos que, tal como se ha visto por separado, tienen numerosos puntos en común. La adentro” (Guber, 2001:60). Es por esto que se ha producido una inmersión en las ac-
articulación de los mismos será diferente y dará como resultado distintos modos de tividades que se proporcionan por parte de estas tres entidades, a fin de establecer
afrontamiento por parte de las personas que ejerzan esa responsabilidad, hombres y relaciones significativas que permitan ofrecer respuestas a nuestras preguntas.
mujeres. La finalidad de este trabajo será, por tanto, observar los elementos comunes,
El paso siguiente fue realizar entrevistas en profundidad, que trataron de recabar la
analizar sus distintas formas de relación, y lo más importante, conocer los modos de
información en forma de narrativas y que han servido para conocer las experiencias de
afrontamiento elegidos por las personas que compartan sus experiencias sobre el cui-
los distintos agentes encargados de los cuidados: cuidadores varones respecto de sus
dado, destacando los casos en los cuales el cuidado se realice por parte de varones
mujeres; profesionales en ámbito público y en ámbito privado; y también las personas
hacia sus esposas.
que son cuidadas. En concreto, se realizaron veinte entrevistas a hombres de naciona-
Se tiene en cuenta, ya para concluir, que el número de varones en esta situación es lidad española, residentes en la ciudad de Sevilla, con una franja de edad que se sitúa
sustancialmente inferior, pero se entiende que si se pretende lograr una igualdad real entre los 63 y los 75 años. Todos ellos son cuidadores principales de sus esposas, las
entre sexos en lo que se refiere a las tareas reproductivas, que tendría su consecuente cuales están diagnosticadas con EA, en diferentes estados de afectación. Casi en la
impacto en las tareas productivas, la perspectiva a seguir debe ser la corresponsabili- totalidad de los casos cuentan con estudios básicos, si bien hay un licenciado en arqui-
dad, la asunción igualitaria de los cuidados a personas por parte de ambos sexos. Todo tectura y un médico. Todos los casos llevaban más de un año prestando esta atención a
ello asumiendo que no se trata de un problema de “presencia” de cuidadores varones, sus cónyuges. El objetivo principal de estas entrevistas era observar las estrategias de
sino de su representación simbólica en el sistema cultural, lo que complica aún más su afrontamiento que ponen en práctica y analizar el nivel de apoyos externos en el desa-
estudio, además de despertar también un mayor interés y curiosidad. rrollo de los cuidados, así como el papel del resto de los miembros de la familia en los
mismos. Ello asumiendo que “el sentido de la vida social se expresa particularmente a
través de discursos que emergen constantemente en la vida diaria, de manera informal
4. Metodología. por comentarios, anécdotas, términos de trato y conversaciones” (Guber, 2001:75).

Una vez introducido el objeto de investigación y habiendo realizado un aproximación


a los planteamientos del marco teórico, se expone a continuación la metodología utili- 5. Resultados.
zada para el acercamiento a la realidad de los hombres cuidadores. En esta empresa,
se ha hecho uso de la metodología etnográfica. A través de la mirada insólita se ha pre- “En la vida hay muchos acontecimientos que trastocan toda nuestra existencia futu-
tendido abordar la realidad de los hombres cuidadores, sus experiencias, pensamien- ra. Uno de ellos y, que nadie espera, es que te comuniquen que una persona cercana y
tos, expectativas y miedos, en un proceso holista que implica llegar a comprender al significativa para ti tiene Alzheimer. El Alzheimer afecta de manera muy importante a la

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capacidad de expresión del enfermo. Con los primeros síntomas y a medida que avan- no puedo hacer nada de eso porque no puedo dejar solo a Juan. Me siento culpable
za la enfermedad surgen dificultades para recordar, para hablar, para comunicarse. porque a veces me gustaría que no estuviera enfermo y poder llevar la vida de antes,
Nos cuesta entender y que nos entiendan. Ponernos en la piel del enfermo de Alzhei- pero si esto es voluntad de Dios, tengo que aceptarlo”, (Carlos, 73 años, cuidador
mer nos permitirá comprender mejor algunas de sus reacciones y aprender a controlar principal de Pilar). La comprensión del rol de cuidador viene de la percepción del com-
nuestras palabras y gestos para que no nos hagan decir lo que no queremos decir. promiso como algo que va más allá: “De todas formas, aunque parezca raro, lo voy
Una palabra, un gesto o una mirada pueden ayudar a que la relación con el enfermo llevando... tengo mis momentos, claro, pero nunca pensé que iba a estar en esta situa-
sea más fácil. Podremos expresar los sentimientos, sin necesidad de palabras, para ción... A veces la añoro, mucho... nos reíamos mucho juntos, hemos sido muy felices,
transmitir nuestra solidaridad y nuestro afecto”(Manuel, 69 años, cuidador principal de pero precisamente por eso tengo que estar con ella, igual que ella haría conmigo si me
Amparo). hubiera pasado a mí”, (Manuel, 74 años, cuidador principal de Rocío). Esta concepción
religiosa del compromiso impregna también la idea de que esta situación de enferme-
Para explicar cómo se desarrolla el trabajo de cuidar, sus características e implica-
dad es una “prueba divina” que se debe aceptar con resignación y entereza. “Cuando
ciones en el transcurso de esta investigación se han tenido en cuenta varias premisas
yo me casé no sabía que tendría que enfrentarme a esta situación, pero el compromiso
como son:
es esto, estar a las duras y a las maduras”, (Antonio José, 71 años, cuidador principal
• El grado de participación masculina en las tareas de cuidados es minoritaria res- de Concepción). “Esto es lo que ha mandado Dios, con lo que habrá que aceptarlo”.
pecto a las femeninas, habiendo seleccionado los veinte casos analizados aquí (José María, 68 años, cuidador principal de Carmen). En las propias personas afecta-
entre más de doscientos. das con EA, también se detectan esas percepciones sobre los géneros propias de la
generación que estamos analizando: “Yo estoy muy torpe desde hace unos meses y a
• La relevancia de los estilos de crianza y de la educación imperante en los países
veces se me olvidan las cosas, pero todos ellos me apoyan y me ayudan, sobre todo
occidentales, y como persisten estas particularidades a lo largo del tiempo. Aún
mi marido. Para él tiene que ser difícil, porque siempre me he encargado yo de todo y
con el paso de las décadas, y con la creación de ayudas e instituciones para
ahora fíjate... antes no eran las cosas como ahora, antes los hombres no hacían nunca
conciliar esta práctica con la vida familiar, sigue persistiendo la figura de la mujer
según qué cosas, y sin embargo ahora yo veo a mis hijas, con sus maridos y las cosas
como elemento fundamental que lleva a cabo el trabajo de cuidar. Efectivamen-
son diferentes... Yo creo que él lo lleva bien, pero ya te digo, que ha tenido que apren-
te, se aprecian diferencias en los estilos de cuidados cuando se trata de una
der algunas cosas porque nunca había frito un huevo. Menos mal que mis hijas están
mujer y cuando se trata de un hombre.
muy pendientes de nosotros...” (Rosario, 74 años, enferma de EA diagnosticada hace
• Los discursos sobre la práctica del cuidado, originados en los medios de comu- 6 meses). También encontramos negación e incapacidad para afrontar la situación ge-
nicación, en las familias, instituciones, etc. vinculan en todo momento a la mujer nerada tras el diagnóstico, si bien esta actitud suele tener una duración limitada en el
con este trabajo, lo cual reproduce socialmente la asignación de ese rol de cui- tiempo: “Estoy solo, con una carga tan pesada, que siempre llevo una tensión en mis
dadora. Esto se evidencia claramente en las familias de los casos analizados, las hombros, un dolor en la parte baja de la espalda y un vacío en el corazón. Me siento
cuales proveen mayor apoyo cuando se trata de hombres cuidando de mujeres. culpable porque he pedido a Dios que se la lleve… estoy seguro de que ella me habría
cuidado con mucho esmero si fuera yo el enfermo y la situación hubiera sido al revés”,
• El nivel socioeconómico de las parejas analizadas es un aspecto fundamental a
(Antonio, 74 años, cuidador principal de Adela).
tener en cuenta en el análisis de los cuidados en lo que se refiere a la contrata-
ción de apoyo externo. Ello supone una gran diferencia en el afrontamiento de la Con respecto a la incidencia del apoyo familiar, en función del caso se pasa de la
experiencia de cuidado y en la gestión de la sobrecarga que puede conllevar la ocultación de la información (o no revelación explícita de la enfermedad) a la familia
atención a personas con EA. extensa y el apoyo puntual de los descendientes: “Mis hijos nos ayudan, y mi vida aho-
ra es Amparo y estar con ella. Al resto de la familia no le hemos contado nada o casi
Se ha tratado entonces de indagar en las estrategias que llevan a cabo los hombres nada todavía, porque no queremos que se lo digan a ella. Para mí es muy importante
cuidadores, en relación también a cómo asumen e interpretan su rol como cuidadores como se siente ella y, aunque a veces se le va la cabeza y no sabe lo que dice, tiene
y la aceptación/negación/reorganización de las dinámicas familiares que ello trae con- momentos de lucidez, que no quiero que nadie le amargue contándole cosas sobre
sigo. “Yo antes salía, iba a tomar el aperitivo, a dar una vuelta con mis amigos... ahora su enfermedad [...] Yo haré lo que hago todo el tiempo que pueda, pero no quiero

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que nada ni nadie la moleste, para saber lo que hay ya estamos los que tenemos que
estar”, (Alfonso, 76 años de edad, cuidador principal de Asunción); al apoyo intenso
y continuado de las hijas de la pareja: “Mis hijos se están adaptando [... la chica es la
que mejor lo ha entendido y la que más nos ayuda, ella trabaja mucho pero siempre
que puede se pasa a vernos. Los chicos son diferentes para estas cosas, también
vienen pero menos, tienen sus trabajos, sus familias...”, (Ignacio, 72 años, cuidador
principal de Remedios). Estas diferencias de género en el apoyo familiar para los cui-
dados se evidencian también en los profesionales que hemos entrevistado, reflejando
claramente la percepción de las mujeres como más aptas para el cuidado: “La mujer
está acostumbrada, en esa franja de edad, a ser la cuidadora y muchas de ellas ahora
están cuidando a su marido pero antes han cuidado a sus hijos, a sus padres, a sus
suegros, por lo que el rol por excelencia de cuidadora es para la mujer. Se les hace a
ellos mucho más cuesta arriba”, (Manuel, 54 años, neuropsicólogo).
Por último es interesante abordar la contratación o el uso de recursos externos para
el afrontamiento del cuidado, ya que como se ha comentado con anterioridad el nivel
socioeconómico se ha manifestado como un aspecto fundamental en esta investiga-
ción, estando no sólo presente en las narrativas de los propios protagonistas, sino
también en los profesionales entrevistados: “En general vienen a los talleres motivados
para aprender y ponerse al día lo antes posible. Sí que es verdad que suelen tener a
personas contratadas en casa para la limpieza y esas cosas, pero creo que eso tiene
más que ver con el nivel socioeconómico. Si tienes dinero, los problemas son menos
problemas”, (Isabel, 39 años, auxiliar de ayuda a domicilio).
Con todo lo anterior y ya para concluir, esta aproximación a los hombres cuidadores
de personas con EA ha evidenciado que la participación de los mismos en el trabajo de
cuidar es aún minoritaria. Que según la educación y socialización recibida se adquieren
distintos valores que hacen que ambos sexos actúen de manera diversa y asuman pa-
peles muy diferenciados en el afrontamiento de los cuidados, tal como refleja la mues-
tra con la que hemos trabajado. Es significativo además el papel que asumen otros
miembros de la familia, sobre todo en el caso de las hijas: haciendo uso de esa idea de
responsabilidad femenina estas mujeres pueden interferir en la prestación de los cuida-
dos, guiando y organizando los mismos, e incluso reprochando que no se lleven a cabo
como ellas indican. De este modo, puede parecer que sólo ellas están capacitadas
para realizar esa tarea, incidiendo y reforzando la supuesta incapacidad del hombre
para desempeñar el cuidado, además de continuar con la reproducción social de esa
idea de cuidadoras mujeres más capacitadas. Igualmente el factor socioeconómico se
revela como un aspecto crucial a la hora de enfrentar la enfermedad y la necesidad de
cuidados, siendo esta la única cuestión que parece no ir asociada al género.

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TRABAJO 90 [1699-3225 (2017) 35, 77-90]


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