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Medicina/Grupo 2
Managua, 21 de Marzo del 2019.
INTRODUCCIÓN
Las infecciones de transmisión sexual (ITS) son un grupo de patologías infecciosas que se
pueden adquirir si se mantienen relaciones sexuales con alguien que las padece. En general
se transmiten durante el coito, pero también pueden propagarse a través de otro tipo de
relaciones. El contagio se produce cuando dos personas ponen en contacto una membrana
mucosa infectada con otra sana. También puede llegar si alguna herida en la piel del receptor
toma contacto con la membrana mucosa infectada.
Las principales vías de transmisión son las mucosas de la boca, los órganos genitales y el
ano, debido a que sus tejidos cuentan con las condiciones ideales, de humedad y calor, para
que la infección se desarrolle y se transfiera. El riesgo de contraer una de estas infecciones
aumenta si no se utiliza un método de prevención. En la actualidad, el preservativo es el único
anticonceptivo que las previene, por lo que, si no se conoce la historia sexual de la persona
con la que se mantienen relaciones, la ausencia de riesgo de contagio, siempre que haya un
contacto vaginal, anal u oral, pasa de forma ineludible por el uso del condón.
A diferencia de otras infecciones, las ITS, una vez padecidas, no generan inmunidad y
además no se cuenta con vacunas con las que hacerles frente, por lo que la misma infección
de transmisión sexual puede afectar de manera repetida a un paciente.
OBJETIVOS
El diagnostico clásico de este protozoo se realiza por la observación directa del exudado
vaginal en un microscopio óptico, es la más utilizada por ser rápida y económica, aunque es
poco sensible y requiere de un personal experimentado para un diagnostico seguro. La baja
sensibilidad de esta técnica trae como consecuencia que queden sin diagnosticar y por lo
tanto sin tratamiento mujeres que pueden estar infectadas.
El cultivo del exudado en medios selectivos está considerado como el diagnóstico de certeza
pero es costoso y se necesita como mínimo una semana para que el paciente reciba el
diagnóstico definitivo.
4. Describa cambios patológicos causados por Treponema Pallidum.
La infección natural con T. Pallidum se limita al hospedador humano, suele transmitirse por
contacto sexual y la lesión infectante se localiza en la piel y la mucosa de los genitales. Sin
embargo, en 10 a 20% la lesión primaria se localiza en el interior del recto, en el área perianal
o en la boca, puede surgir en cualquier zona corporal. Es probable que penetre mucosas
intactas o lo hace por una solución de continuidad en la epidermis.
En el resto de los casos de la enfermedad evoluciona a la fase terciaria que se caracteriza por
lesiones granulomatosas en la piel, los hueso y el hígado, por cambios degenerativos en el
SNC o por lesiones cardiovasculares.
Clínicamente, la sífilis se divide en una serie de etapas: fase de incubación, sífilis primaria,
secundaria, sífilis latente y tardía. El período de incubación medio es de tres semanas (varía
de tres a 90 días).
Sífilis Terciaria
La sífilis cardiovascular (> 80% de las sífilis terciarias) da lugar a una aortitis (debido a una
endoarteritis de los vasa vasorum aórticos) con aneurismas en la raíz y el cayado aórticos e
insuficiencia valvular aórtica.
La sífilis terciaria «benigna» se asocia a masas gomosas necrosadas (gomas debido a una
hipersensibilidad a los microorganismos de tipo retardado), que se forman en varios lugares
(hueso, piel, mucosa oral).
Sífilis Congénita
Sífilis primaria. Poco después del período de incubación aparece una pápula en el lugar
de inoculación, que rápidamente se erosiona y da lugar al chancro. Se caracteriza por ser
de base limpia e indurada, no exudar y ser poco o nada dolorosa. Pueden aparecer
múltiples chancros, especialmente en los pacientes inmunodeprimidos, y los Treponemas
son fácilmente demostrables en estas lesiones. Los genitales externos son los lugares más
frecuentes en donde aparece el chancro, seguidos del cuello uterino, la boca, el área
perianal, etc. Acompañando al chancro hay una linfadenopatía regional que consiste de
un agrandamiento moderado de un ganglio linfático, que no es supurativo. El chancro
cura al cabo de 3 a 6 semanas, sin lesión residual. La adenopatía persiste un poco más.
Las espiroquetas se pueden identificar mediante la observación directa en campo oscuro
o por detección del antígeno por inmunofluorescencia.
Sífilis latente. Es el período en el que hay una ausencia de manifestaciones clínicas, que
no implica una falta de progresión de la enfermedad, pero durante el cual las pruebas
antitreponémicas específicas son positivas. Durante la sífilis latente puede producirse una
recaída y, por lo tanto, el paciente es infeccioso; es más frecuente en el primer año, y cada
recurrencia será menos florida. La sífilis latente tardía es una enfermedad inflamatoria
poco progresiva que puede afectar cualquier órgano. Esta fase suele ser referida como
neurosífilis (paresias, tabes dorsal, sífilis meningovascular), sífilis cardiovascular
(aneurisma aórtico) o goma (infiltrados de monocitos y destrucción tisular en cualquier
órgano).
VDRL: La prueba analiza la sangre o el LCR para detectar un Ac que puede ser
producido en personas que tienen sífilis.
RPR: De igual manera detecta Ac contra sífilis
Pruebas de aglutinación de partículas de Treponema Pallidum (TPPA): Detecta
Ac. se usa después de que otro método detecte la presencia de sífilis. No se hace
en LCR.
Prueba de absorción de Ac treponémicos fluorescentes (FTA-ABS). También
detecta Ac, se puede usar para detectar la sífilis, excepto durante las 3 o 4 primeras
semanas después de la exposición. Se puede hacer en muestras de sangre o LCR.
Microscopia de campo oscuro: se utiliza un microscopio especial para detectar la
bacteria de la sífilis en una muestra de líquido o tejido de una llaga abierta. Esta
prueba se usa principalmente para diagnosticar la sífilis en una etapa temprana.
8. Correlacione los signos y síntomas, y las pruebas de laboratorio con los hallazgos
mórfológicos y fisiopatológicos presentes en el paciente del caso clínico
(Correlación semiológica-patológica).
Síntomas:
Signos:
Examen de laboratorio:
Con respecto a sus síntomas y signos no refieren mucho, pero en su antecedente ginecológico
los signos que presenta su pareja sexual nos hace pensar que él es el causante de sus ulceras;
ella está desarrollando un cuadro de sífilis primaria en la primera consulta por ser una única
ulcera no dolorosa, luego pasa a un segundo cuadro complicándose por el uso de un
antibiótico de amplio espectro y el segur teniendo relaciones sexuales con el causante de
infección en ella.
CASO CLÍNICO
Una estudiante de 21años de iniciales C.K., se presentó al servicio de salud estudiantil para
su examen ginecológico y Papanicolaou anual. Ella ha sido sexualmente activa y usaba
anticonceptivos orales sin barrera de protección para control natal. Ella negó otros problemas.
El médico notó una úlcera eritematosa superficial de 1 cm. en su cérvix, no dolorosa a la
manipulación. El galeno hizo un raspado de la úlcera para examinarlo bajo microscopía de
fluorescencia (imágenes 1-3). Una prueba de RPR fue de 1:64, y la prueba de FTA-Abs fue
reactiva. A preguntas acerca de contactos sexuales, la estudiante C.K. declaró que su novio
había tenido un eritema un mes atrás, presente en casi todo su cuerpo, pero principalmente
en las palmas de las manos (imagen 4). C.K. fue diagnosticada con sífilis y fue tratada con
penicilina y se le dijo que retornara en 2 semanas a la clínica; para ese tiempo, la úlcera se
había resuelto y ella se sentía bien.
Un año después, C.K. vino a la clínica de nuevo, quejándose de dolor vaginal enloquecedor
durante el acto sexual. El ginecólogo le hizo un examen pélvico, notando dos discretas
úlceras en la pared vaginal. Un espécimen de las úlceras fue enviado al laboratorio de
virología para cultivo. La imagen 5 presenta los cambios citológicos característicos que
fueron vistos microscópicamente.
Tras un periodo de incubación (tiempo que transcurre desde que una persona se
contagia hasta que presenta síntomas) que dura entre una y doce semanas, por término
medio 21 días, se produce una lesión ulcerosa (chancro sifilítico) con aspecto de
ampolla o herida abierta. Esta lesión es por lo general indolora y de aspecto limpio, y
aparece en la zona de los genitales, por lo general en el pene, vagina o vulva, aunque
también se puede manifestar en dedos, boca, pechos y ano. Otras veces no es visible
por situarse en el interior del cuerpo. Suele estar acompañada de inflamación no
dolorosa ni supurativa de los ganglios de las ingles. En esta etapa la infección es muy
contagiosa y puede difundirse con facilidad. La lesión ulcerosa desaparece en unas 5
semanas, con independencia de que se trate o no la infección.
En las fases primaria, secundaria y latente precoz, se administra una dosis única
intramuscular de penicilina G. En los alérgicos se podría utilizar doxiciclinadurante
dos semanas.
La neurosífilis se debe tratar con penicilina G intravenosa, con una dosis cada
cuatro horas, durante dos semanas. En los alérgicos a la penicilina se debe recurrir a
un alergólogo para desensibilizar a la persona infectada y poder administrar el
tratamiento. La alternativa sería la ceftriaxona, una dosis diaria durante dos semanas,
pero no existe tanta experiencia y puede conducir a un fracaso del tratamiento.
Las mujeres embarazadas se deben tratar del mismo modo según la fase de la sífilis.
Si la madre es tratada de forma correcta en el embarazo, el riesgo de infección para
el bebé es mínimo, pero debe ser examinado mensualmente después del parto, además
de recibir tratamiento si no se ha tratado a la madre de forma adecuada al menos un
mes antes del parto.
Cuando se trata la sífilis, a veces aparece un cuadro que se llama reacción de Jarisch-
Herxheimer. Consiste en la aparición de una reacción febril, con dolor de cabeza y
de músculos. Se debe a la muerte de las bacterias que liberan sustancias que producen
inflamación. Habitualmente no es grave y se puede tratar con un antiinflamatorio
como ibuprofeno o similar, y no implica que haya que suspender ni retrasar nuevas
dosis del tratamiento antibiótico si fueran necesarias.
Las infecciones de transmisión sexual son transmitidas de una persona a otra por medio de
ciertas actividades sexuales, no son causadas por esas actividades sexuales: las bacterias, los
hongos, los protozoos o los virus siguen siendo los agentes causantes. No es posible contraer
ninguna ETS por una actividad sexual con una persona que no tenga una enfermedad; a la
inversa, una persona que tiene una ETS la adquirió por el contacto (sexual u otro) con alguien
que la tenía, o con sus líquidos corporales. Algunas ETS tales como el VIH se pueden
transmitir de madre a hijo durante embarazo o la lactancia.