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Recinto Universitario “Rubén Darío”

Facultad de Ciencias Médicas


Departamento de Ciencias Morfologicas
Patologia General

Infecciones por Transmisión Sexual.


Integrantes:
 Carlos José Diaz Espinoza
 Levis Alexander Escobar Robles
 Alejandro Daniel Espinoza Muñoz
 Cristina Elizabeth Fitoria Tenorio
 Maureen Arlet Fajardo Maradiaga
 Brian Francisco Fajardo Hernández
 José Abraham Estrada Castillo
 Diego Fernando Fonseca Rankin
 Eiffel Carolina Espinoza Escoto
 José Luis Dávila Urbina
 Saduara Hissel Duarte Cantarero

Medicina/Grupo 2
Managua, 21 de Marzo del 2019.
INTRODUCCIÓN
Las infecciones de transmisión sexual (ITS) son un grupo de patologías infecciosas que se
pueden adquirir si se mantienen relaciones sexuales con alguien que las padece. En general
se transmiten durante el coito, pero también pueden propagarse a través de otro tipo de
relaciones. El contagio se produce cuando dos personas ponen en contacto una membrana
mucosa infectada con otra sana. También puede llegar si alguna herida en la piel del receptor
toma contacto con la membrana mucosa infectada.

Las principales vías de transmisión son las mucosas de la boca, los órganos genitales y el
ano, debido a que sus tejidos cuentan con las condiciones ideales, de humedad y calor, para
que la infección se desarrolle y se transfiera. El riesgo de contraer una de estas infecciones
aumenta si no se utiliza un método de prevención. En la actualidad, el preservativo es el único
anticonceptivo que las previene, por lo que, si no se conoce la historia sexual de la persona
con la que se mantienen relaciones, la ausencia de riesgo de contagio, siempre que haya un
contacto vaginal, anal u oral, pasa de forma ineludible por el uso del condón.

A diferencia de otras infecciones, las ITS, una vez padecidas, no generan inmunidad y
además no se cuenta con vacunas con las que hacerles frente, por lo que la misma infección
de transmisión sexual puede afectar de manera repetida a un paciente.
OBJETIVOS

 Describir infecciones asociadas a la atención sanitaria.


 Definir algunas infecciones víricas de transmisión sexual
 Analizar algunas infecciones bacterianas de transmisión sexual.
ACTIVIDADES
1. Identifique los dos agentes etiológicos más comunes causantes de enfermedad
inflamatoria pélvica y los cambios patológicos que ellos producen.
Los dos agentes etiológicos que producen cervicitis son: Chlamydia trachomatis y Neisseria
Gonorreae
• Chlamydia trachomatis: las enfermedades causadas por C trachomatis están
asociadas a diferentes serotipos bacterianos: infecciones urogenitales y conjuntivitis
de inclusión (serotipos D a K), linfogranuloma venéreo (serotipos L1, L2 y L3) y una
infección ocular infantil, el tracoma (serotipos A, B y C) la infección primaria se
caracteriza por una secreción mucopurulenta en la que predominan los neutrófilos.
Los microorganismos no son visibles en extensiones ni en cortes histológicos teñidos
mediante método de Gram.
• Neisseria Gonorreae: la infección suele manifestarse de forma local en la mucosa
genital o cervical y se pueden producir infecciones diseminadas. La infección por el
gonococo produce una respuesta inflamatoria de tipo aguda supurativa, seguido de
formación de tejido de granulación y fibrosis, en el varón la infección crónica puede
producir estenosis uretral y esterilidad y en mujeres puede hacer complicaciones
como abscesos tuboovaricos y secuelas de infertilidad y embarazos ectópicos.

2. Describa las características clínicas y los hallazgos patológicos causados por el


virus del herpes simple (VHS):
Ampollas febriles: o ulceras frías aparecen preferentemente en la piel facial situada
alrededor de los orificios mucosos (labios, nariz), con una distribución generalmente bilateral
e independiente de los dermatomas cutáneos, vesículas intraepiteliales (ampollas) que se
forman como consecuencia del edema intracelular y la generación globosa de las células de
la epidermis suelen estallar y dar lugar a la formación de costras, si bien algunas pueden
originar ulceraciones superficiales.
Infección genital por virus del herpes simple: esta causado por el VHS-2. Se caracteriza
por la presencia de vesículas en las mucosas genitales y en los genitales externos, que
evolucionan rápidamente dando lugar a ulceraciones superficiales rodeadas por un infiltrado.
Los virus del herpes pueden ser trasmitidos al neonato durante su paso a través del canal del
parto de una madre infectada.
Encefalitis por el VHS: La encefalitis por el virus del herpes simple de tipo 1 (VHS-1) se
presenta sobre todo, en niños y adultos jóvenes. Aproximadamente el 10% de los individuos
afectados tienen antecedentes de una infección herpética previa. Los síntomas son
alteraciones en el estado de ánimo, la memoria y el comportamiento. La encefalitis herpética
es necrosante y, a menudo, hemorrágica en las regiones más afectadas. Es normal encontrar
infiltrados inflamatorios perivasculares y cuerpos de inclusión víricos intranucleares Cowdry
de topo A en las neuronas y las células de la glía.
HSV neonatal diseminado: La infección del neonato por VHS-2 puede ser de carácter leve,
generalmente es de tipo fulminante con adenopatías generalizadas, esplenomegalia y focos
de necrosis en pulmones, hígado, capsulas suprarrenales y SNC.

3. Describa la patología del cérvix en la infección por trichomonas y discuta la


utilidad de la preparación salina al fresco para visualizar al protozoario?

Es un parasito de trasmisión sexual y muchas infecciones son asintomáticas o de poca


gravedad en mujeres o varones. En ellas la infección por lo común se circunscribe a la vulva,
la vagina y el cuello uterino, pero no abarca el útero. Las superficies mucosas pueden estar
sensibles, inflamadas, erosionadas y cubierta por una capa de secreción de color amarillenta
o verdosa, espumosa.

El diagnostico clásico de este protozoo se realiza por la observación directa del exudado
vaginal en un microscopio óptico, es la más utilizada por ser rápida y económica, aunque es
poco sensible y requiere de un personal experimentado para un diagnostico seguro. La baja
sensibilidad de esta técnica trae como consecuencia que queden sin diagnosticar y por lo
tanto sin tratamiento mujeres que pueden estar infectadas.

El cultivo del exudado en medios selectivos está considerado como el diagnóstico de certeza
pero es costoso y se necesita como mínimo una semana para que el paciente reciba el
diagnóstico definitivo.
4. Describa cambios patológicos causados por Treponema Pallidum.

La infección natural con T. Pallidum se limita al hospedador humano, suele transmitirse por
contacto sexual y la lesión infectante se localiza en la piel y la mucosa de los genitales. Sin
embargo, en 10 a 20% la lesión primaria se localiza en el interior del recto, en el área perianal
o en la boca, puede surgir en cualquier zona corporal. Es probable que penetre mucosas
intactas o lo hace por una solución de continuidad en la epidermis.

Las espiroquetas se multiplican en el sitio de penetración y algunas proliferan y llegan a


ganglios linfáticos vecinos y de ahí a la circulación sanguínea. Dos a 10 semanas después de
la infección surge una pápula en el sitio de la misma y por lisis histica se transforma en una
ulcera con una base limpia y dura. La inflamación se caracteriza porque en ella predominan
linfocitos y plasmocitos; dicha lesión primaria siempre cicatriza de manera espontánea pero
de 2 a 10 semanas después aparecen las lesiones secundarias que consisten en maculo pápulas
rojas en cualquier zona del cuerpo incluidas las manos y los pies y condilomas que son
pápulas húmedas pálidas en la región anogenital, las axilas y la boca.

En el resto de los casos de la enfermedad evoluciona a la fase terciaria que se caracteriza por
lesiones granulomatosas en la piel, los hueso y el hígado, por cambios degenerativos en el
SNC o por lesiones cardiovasculares.

5. Defina los estadios de la sífilis.

Clínicamente, la sífilis se divide en una serie de etapas: fase de incubación, sífilis primaria,
secundaria, sífilis latente y tardía. El período de incubación medio es de tres semanas (varía
de tres a 90 días).

La fase primaria consiste en el desarrollo de la primera lesión en la piel o las mucosas,


conocida como chancro, y que aparece en el lugar de inoculación, pudiendo ser única o
múltiple. Se acompaña a veces por el desarrollo de una adenopatía regional. Las espiroquetas
son fácilmente demostrables en dichas lesiones y el chancro cura espontáneamente entre dos
y ocho semanas.

La fase secundaria o estadio diseminado comienza al cabo de dos a 12 semanas después


del contacto. Se caracteriza por manifestaciones parenquimatosas, constitucionales y
mucocutáneas. Es posible demostrar la presencia de treponemas en la sangre y otros tejidos,
como la piel y los ganglios linfáticos.

Tras la sífilis secundaria, el paciente entra en un período latente durante el cual el


diagnóstico sólo se puede hacer mediante pruebas serológicas. Este período se divide, a su
vez, en latente precoz y en latente tardío. La recaída de una sífilis secundaria es más
probable en esta fase precoz y se produce como consecuencia de una disfunción
inmunológica. La sífilis tardía se refiere a la aparición de manifestaciones clínicas, aparentes
o inaparentes, que se desarrollan en más de un tercio de los pacientes no tratados, y cuya base
patológica son las alteraciones en los vasa vasorum y las lesiones características denominadas
gomas. (Valencia)

Sífilis Terciaria

Se observa en un tercio de los pacientes no tratados después de un largo período de latencia


(> 5 años).

La sífilis cardiovascular (> 80% de las sífilis terciarias) da lugar a una aortitis (debido a una
endoarteritis de los vasa vasorum aórticos) con aneurismas en la raíz y el cayado aórticos e
insuficiencia valvular aórtica.

La neurosífilis puede ser sintomática (enfermedad meningovascular, tabes dorsal o


enfermedad difusa del parénquima encefálico, también llamada paresia general) o
asintomática (solo alteraciones en el líquido cefalorraquídeo [LCR], con pleocitosis, aumento
de las proteínas y reducción de la glucosa).

La sífilis terciaria «benigna» se asocia a masas gomosas necrosadas (gomas debido a una
hipersensibilidad a los microorganismos de tipo retardado), que se forman en varios lugares
(hueso, piel, mucosa oral).

Sífilis Congénita

Suele aparecer cuando la madre tiene una sífilis primaria o secundaria.

La muerte intrauterina o perinatal se producirá en el 50% de los casos sin tratar.


La sífilis congénita precoz (del lactante) comprende la rinorrea, un exantema ampolloso con
desprendimiento de la piel, una hepatomegalia y alteraciones esqueléticas (la nariz y las
piernas son las más características). Puede producirse, además, una fibrosis pulmonar o
hepática difusa.

Las manifestaciones tardías comprenden los incisivos centrales mellados, la sordera y la


queratitis intersticial con ceguera (tríada de Hutchinson).

6. Describa los hallazgos clínicos y los cambios característicos de las pruebas de


laboratorio en cada estadío.

Sífilis primaria. Poco después del período de incubación aparece una pápula en el lugar
de inoculación, que rápidamente se erosiona y da lugar al chancro. Se caracteriza por ser
de base limpia e indurada, no exudar y ser poco o nada dolorosa. Pueden aparecer
múltiples chancros, especialmente en los pacientes inmunodeprimidos, y los Treponemas
son fácilmente demostrables en estas lesiones. Los genitales externos son los lugares más
frecuentes en donde aparece el chancro, seguidos del cuello uterino, la boca, el área
perianal, etc. Acompañando al chancro hay una linfadenopatía regional que consiste de
un agrandamiento moderado de un ganglio linfático, que no es supurativo. El chancro
cura al cabo de 3 a 6 semanas, sin lesión residual. La adenopatía persiste un poco más.
Las espiroquetas se pueden identificar mediante la observación directa en campo oscuro
o por detección del antígeno por inmunofluorescencia.

Sífilis secundaria. Representa el estadio clínico más florido de la infección. Empieza


entre 2 y 8 semanas después de la aparición del chancro, pudiendo éste estar presente
todavía. Los Treponemas invaden todos los órganos y la mayoría de los líquidos
orgánicos. Las manifestaciones son muy variadas. La más frecuente es el exantema,
máculopapular o pustular, que puede afectar cualquier superficie del cuerpo y persiste de
unos días a ocho semanas. La localización en palmas y plantas sugiere el diagnóstico. En
las áreas intertriginosas, las pápulas se agrandan y erosionan produciendo placas
infecciosas denominadas “condiloma planos” que, también, pueden desarrollarse en las
membranas mucosas (figura 2). La sintomatología sistémica consiste en febrícula,
faringitis, anorexia, artralgias y linfadenopatías generalizadas –la que afecta al ganglio
epitroclear sugiere el diagnóstico–. Cualquier órgano del cuerpo puede estar afectado: el
sistema nervioso central, con dolor de cabeza y meningismo, en 40%; el riñón se puede
afectar por depósitos de complejos inmunes; puede aparecer hepatitis sifilítica,
alteraciones del aparato digestivo, sinovitis, osteitis, etc.

Sífilis latente. Es el período en el que hay una ausencia de manifestaciones clínicas, que
no implica una falta de progresión de la enfermedad, pero durante el cual las pruebas
antitreponémicas específicas son positivas. Durante la sífilis latente puede producirse una
recaída y, por lo tanto, el paciente es infeccioso; es más frecuente en el primer año, y cada
recurrencia será menos florida. La sífilis latente tardía es una enfermedad inflamatoria
poco progresiva que puede afectar cualquier órgano. Esta fase suele ser referida como
neurosífilis (paresias, tabes dorsal, sífilis meningovascular), sífilis cardiovascular
(aneurisma aórtico) o goma (infiltrados de monocitos y destrucción tisular en cualquier
órgano).

 Neurosífilis. En términos generales, la neurosífilis es una superposición de


alteraciones meningo-vasculares parenquimatosas. El diagnóstico de la
neurosífilis asintomática se realiza en pacientes que no tienen manifestaciones
clínicas pero sí anormalidades del líquido cefalorraquídeo, como pleocitosis,
aumento de las proteínas, disminución de la glucosa o una respuesta positiva en
la prueba VDRL, con lo cual se hace necesaria la punción lumbar para poder
establecerlo. La neurosífilis meningovascular se debe al desarrollo de una
endoarteritis obliterante que afecta los vasos sanguíneos de las meninges, el
cerebro, los cordones espinales, etc., y que provoca múltiples infartos.
Las manifestaciones clínicas consisten en paresia, afasia, alteraciones
psiquiátricas, etc.; se destacan la tabes dorsal y el signo de la pupila de Argyll-
Robertson. En la tabes dorsal, el daño se produce principalmente por una
desmielinización de la columna posterior, los ganglios y las raíces dorsales, que
provoca la aparición de un cuadro clínico de ataxia, parestesias, incontinencia
fecal, impotencia, etc. Las alteraciones oculares son frecuentes; se destaca el
signo antes mencionado, que consiste en una pupila pequeña e irregular que se
acomoda para la visión de cerca, pero no ante estímulos luminosos. El oído y lo
ojo pueden verse afectados en cualquier estadio de la enfermedad, incluso en la
sífilis congénita.
Dada la presentación variable de la neurosífilis, el diagnóstico puede ser difícil,
aunque la demostración de anticuerpos treponémicos específicos en el líquido
cefalorraquídeo ayuda al diagnóstico. A pesar de la dificultad, conviene tener en
cuenta lo siguiente:
a. El diagnóstico de neurosífilis no puede hacerse sin una prueba treponémica
específica, excepto si existe una inmunodepresión grave.
b. Una prueba VDRL positiva en líquido cefalorraquídeo indica una neurosífilis
activa.
c. La amplificación mediante una técnica de PCR positiva también establece el
diagnóstico.
d. Cualquier anormalidad en el líquido cefalorraquídeo con manifestaciones
clínicas compatibles sugiere una neurosífilis activa.
e. La presencia de anticuerpos anti-treponémicos en el líquido cefalorraquídeo es
muy sugestiva de este diagnóstico.
 Sífilis cardiovascular. La lesión patológica subyacente es la endoarteritis
obliterante que afecta los vasa vasorum de la aorta y que provoca una necrosis de
la capa media con destrucción del tejido elástico y la consiguiente aortitis con
aneurisma sacular y, con menor frecuencia, fusiforme. Hay una predilección por
la aorta ascendente que lleva consigo la debilidad del anillo valvular aórtico. La
aortitis sintomática se presenta en 10% de los pacientes no tratados, pero se ha
demostrado su presencia en 85% de las autopsias de dichos pacientes. (Contreras,
Zuluaga, & Ocampo, 2007)

Pruebas de laboratorio Sífilis:

 VDRL: La prueba analiza la sangre o el LCR para detectar un Ac que puede ser
producido en personas que tienen sífilis.
 RPR: De igual manera detecta Ac contra sífilis
 Pruebas de aglutinación de partículas de Treponema Pallidum (TPPA): Detecta
Ac. se usa después de que otro método detecte la presencia de sífilis. No se hace
en LCR.
 Prueba de absorción de Ac treponémicos fluorescentes (FTA-ABS). También
detecta Ac, se puede usar para detectar la sífilis, excepto durante las 3 o 4 primeras
semanas después de la exposición. Se puede hacer en muestras de sangre o LCR.
 Microscopia de campo oscuro: se utiliza un microscopio especial para detectar la
bacteria de la sífilis en una muestra de líquido o tejido de una llaga abierta. Esta
prueba se usa principalmente para diagnosticar la sífilis en una etapa temprana.

7. Describa los hallazgos clínicos y los cambios patológicos producidos por


Chlamydia trachomatis.

Las enfermedades específicas por C. trachomatis se deben a serotipos particulares:

 Tracoma: infección ocular de los niños (serotipos A, By C).


 Infecciones urogenitales y la conjuntivitis; se deben a los serotipos D a K. La
clarnidia es la infección bacteriana transmitida por vía sexual más frecuente en el
mundo. Aunque con frecuencia es asintomática, las infecciones urogenitales que
provoca pueden causar epididirnitis, prostatitis, enfermedad inflamatoria pélvica,
faringitis, conjuntivitis, inflamación perihepática y proctitis.
o Las infecciones exhiben una secreción rnucopurulenta que contiene
neutrófilos pero no microorganismos visibles en la tinción de Grarn.
o Los Centers for Disease Control and Prevention (CDC) recomiendan tratar C.
trachomatis y N. gonorrhoeae cuando se diagnostiquen, debido a las
coinfecciones frecuentes.
o El linfogranulorna venéreo (es decir, los serotipos Ll, L2 y L3) es una
infección genital esporádica en EE. UU. Y Europa occidental; es endémica en
algunas zonas de Asia, África, Caribe y Sudamérica.
o Alrededor de 2 a 6 semanas después de la infección, el crecimiento del
microorganismo y la respuesta inmunitaria del anfitrión en los ganglios
linfáticos que drenan la zona lleva a una adenopatía dolorosa.
o Las lesiones contienen una respuesta mixta granulornatosa y neutrófila con
focos irregulares de necrosis (abscesos estrellados); pueden observarse
inclusiones clarnidiales en las células epiteliales o inflamatorias

8. Correlacione los signos y síntomas, y las pruebas de laboratorio con los hallazgos
mórfológicos y fisiopatológicos presentes en el paciente del caso clínico
(Correlación semiológica-patológica).

Síntomas:

1° consulta refiere cheque de examen ginecológico y PAP.

2° consulta dolor vaginal enloquecedor.

Signos:

1° consulta ulcera en cérvix no dolorosa.

2° consulta ulceras en pared vaginal.

Examen de laboratorio:

Una prueba de RPR fue de 1:64, y la prueba de FTA-Abs fue reactiva.

Morfología y fisiopatología del px:

1° consulta: Ulcera en cérvix

2° consulta: dos úlceras en la pared vaginal.

Con respecto a sus síntomas y signos no refieren mucho, pero en su antecedente ginecológico
los signos que presenta su pareja sexual nos hace pensar que él es el causante de sus ulceras;
ella está desarrollando un cuadro de sífilis primaria en la primera consulta por ser una única
ulcera no dolorosa, luego pasa a un segundo cuadro complicándose por el uso de un
antibiótico de amplio espectro y el segur teniendo relaciones sexuales con el causante de
infección en ella.

9. Identifique y describa los hallazgos microscópicos (citológicos) en la


tricomoniasis y la candidiasis cervical-vaginal.
Tricomoniasis: Eritema vulvar, cérvix en fresa (inflamación), pero al examen al fresco se
encuentra trofozoito móviles y ondulados.
Candidiasis cervical-vaginal: Inflamación en cérvix (incluyen edema y eritema de
vestíbulo, labios mayores y menores, con la presencia de flujo vaginal blanco, sin olor,
espeso), examen al fresco hifas y espora.

CASO CLÍNICO

Una estudiante de 21años de iniciales C.K., se presentó al servicio de salud estudiantil para
su examen ginecológico y Papanicolaou anual. Ella ha sido sexualmente activa y usaba
anticonceptivos orales sin barrera de protección para control natal. Ella negó otros problemas.
El médico notó una úlcera eritematosa superficial de 1 cm. en su cérvix, no dolorosa a la
manipulación. El galeno hizo un raspado de la úlcera para examinarlo bajo microscopía de
fluorescencia (imágenes 1-3). Una prueba de RPR fue de 1:64, y la prueba de FTA-Abs fue
reactiva. A preguntas acerca de contactos sexuales, la estudiante C.K. declaró que su novio
había tenido un eritema un mes atrás, presente en casi todo su cuerpo, pero principalmente
en las palmas de las manos (imagen 4). C.K. fue diagnosticada con sífilis y fue tratada con
penicilina y se le dijo que retornara en 2 semanas a la clínica; para ese tiempo, la úlcera se
había resuelto y ella se sentía bien.

Un año después, C.K. vino a la clínica de nuevo, quejándose de dolor vaginal enloquecedor
durante el acto sexual. El ginecólogo le hizo un examen pélvico, notando dos discretas
úlceras en la pared vaginal. Un espécimen de las úlceras fue enviado al laboratorio de
virología para cultivo. La imagen 5 presenta los cambios citológicos característicos que
fueron vistos microscópicamente.

Preguntas para discusión del caso clínico:

a) ¿Qué importancia tiene el dato de que la paciente ha sido sexualmente activa?


Este dato es de suma importancia en la orientación diagnostica relacionada con
relación a las ITS, ya que por esta acción se aumenta la probabilidad de que la
paciente pueda ser contagiada con una enfermedad de transmisión sexual.
b) ¿Hay mayor o menor riesgo de contraer una infección por transmisión sexual
cuando se tiene uno o varios compañeros sexuales? ¿En este caso clínico cuál es
la situación?
Hay mayores riesgos de contraer una infección cuando se tiene más de una pareja
sexual, es por ello que se debe de restringir el número de parejas sexuales puede
ayudar a reducir la exposición a las ITS.
En este caso la situación es diferente ya que ella solo tiene una pareja, por ejemplo;
las personas que comparten una relación monogámica (ninguno tiene otras parejas
sexuales) no están en riesgo de ITS si ninguno de los dos padece la infección. Sin
embargo, muchas mujeres monógamas que han tenido una solo pareja sexual durante
su vida desarrollan ITS. El riesgo de infección se relaciona con el comportamiento de
su pareja y no del propio. La abstinencia sexual es otra forma de evitar el riesgo de
una ITS (aunque otras ITR son posibles). En algún momento de su vida, muchas
personas necesitan alguna otra estrategia que no sea ni la monogamia ni la
abstinencia. Las relaciones monógamas no brindan protección frente a las ITS cuando
se dan una tras otra en rápida sucesión (“monogamia en serie”). Las parejas que
permanecen separadas durante algún tiempo también pueden necesitar otras
estrategias. Hombres y mujeres cuyos trabajos están relacionados con viajes
(trabajadores golondrinas, vendedores, conductores de camiones, soldados) tienen
más probabilidades de tener múltiples parejas y regresar a su hogar con una ITS. Bajo
cualquier circunstancia, tanto las mujeres como los hombres con múltiples parejas (o
cuyos compañeros tengan múltiples parejas) necesitan una protección confiable de
las ITS.
Por ultimo tenemos que los hombres tienden a tener más parejas sexuales que las
mujeres y, por consiguiente, más probabilidades de contraer y transmitir ITS.
Además, los hombres son más propensos a presentar síntomas cuando tienen una ITS
y pueden buscar tratamiento en centros médicos, en consultorios privados o
directamente de farmacias o proveedores de medicamentos. En consecuencia, un
componente importante del control de las ITS es que los hombres accedan a los
servicios de prevención y tratamiento de calidad.
c) ¿Cuál es el significado y patogénesis de la úlcera eritematosa cervical en la
primera consulta y de las úlceras vaginales en la segunda consulta? ¿Hay
diferencias clínicas entre ambas?
Patogénesis
Las zonas de infección superficiales (chancros y exantemas) presentan un intenso
infiltrado inflamatorio en el que se encuentran linfocitos T, células plasmáticas y
macrófagos rodeando a las bacterias. Los linfocitos T CD4+ presentes en el infiltrado
son linfocitos Th1 que pueden activar a los macrófagos para que destruyan las
bacterias. Se detectan anticuerpos antitreponémicos específicos capaces de activar el
complemento en la zona de la lesión y opsonizar a las bacterias para que sean
fagocitadas por los macrófagos.
La ulcera eritematosa cervical refiere a la primera etapa o sífilis primaria. (Aparece
entre una y doce semanas después del contagio):

Tras un periodo de incubación (tiempo que transcurre desde que una persona se
contagia hasta que presenta síntomas) que dura entre una y doce semanas, por término
medio 21 días, se produce una lesión ulcerosa (chancro sifilítico) con aspecto de
ampolla o herida abierta. Esta lesión es por lo general indolora y de aspecto limpio, y
aparece en la zona de los genitales, por lo general en el pene, vagina o vulva, aunque
también se puede manifestar en dedos, boca, pechos y ano. Otras veces no es visible
por situarse en el interior del cuerpo. Suele estar acompañada de inflamación no
dolorosa ni supurativa de los ganglios de las ingles. En esta etapa la infección es muy
contagiosa y puede difundirse con facilidad. La lesión ulcerosa desaparece en unas 5
semanas, con independencia de que se trate o no la infección.

d) ¿Los hallazgos clínicos y de laboratorio en las dos consultas corresponden a


diferentes estadios de una infección o a diferentes infecciones?
En las pruebas no treponémicas se analizan anticuerpos frente a cardiolipina, un
fosfolípido presente tanto en los tejidos del anfitrión como en T. Pallidum. Estos
anticuerpos se detectan mediante las técnicas de reagina plasmática rápida (RPR) y
del Venereal Disease Research Laboratory (VDRL). En las pruebas treponémicas se
estudian anticuerpos que reaccionan específicamente con T. Pallidum. Entre ellas se
encuentran la prueba de absorción de anticuerpos treponémicos fluorescentes y los
enzimoinmunoanálisis frente a T. Pallidum.
La utilización de estas pruebas no es sencilla, debido a las diferencias en las
respuestas de anticuerpos que se miden y a las imperfecciones de las propias pruebas.
La prueba treponémica RPR se muestra positiva en el caso lo que nos indica cualquier
estadio de sífilis y para un mejor diagnostico se realiza FTA-Abs que dio positivo y
con frecuencia es una señal de una infección por sífilis y con esto la confirmación del
diagnóstico.
El resultado de este examen seguirá siendo positivo de por vida aun si esta
enfermedad ha sido tratada en forma apropiada. Por lo tanto, no se puede utilizar para
vigilar el tratamiento de la sífilis ni determinar si usted tiene sífilis activa.
En la segunda consulta se encontró dos discretas ulceras en la pared vaginal junto con
dolor vaginal enloquecedor durante las relaciones sexuales lo que nos indica
e) ¿Cuál es el mejor método para el diagnóstico en este caso clínico?
La forma más sencilla de realizar el diagnóstico de sífilis es con pruebas serológicas
en un análisis de sangre.
Hay dos tipos de pruebas:
 Pruebas no treponémicas: detectan anticuerpos no específicos. En los informes
de laboratorio aparecen como VDRL o RPR. Son pruebas fáciles, baratas y
fiables. Se informan con un número que permite monitorizar la respuesta al
tratamiento. Estas pruebas son positivas a los 4-7 días de la aparición del chancro,
y son siempre positivas en la sífilis secundaria. En el período de latencia son
negativas, y se hacen de nuevo positivas en el 70% de los casos de sífilis terciaria.
Existen falsos positivos en algunas situaciones como infección por VIH,
embarazo, enfermedades autoinmunes (como el lupus), tuberculosis, herpes
simple… Por eso, un resultado positivo siempre requiere ser confirmado por una
segunda prueba específica.
 Pruebas treponémicas: detectan anticuerpos específicos contra la bacteria que
produce la sífilis. Las principales pruebas de este tipo aparecen en los informes
de laboratorio como TPHA o FTA-abs. Se utilizan para confirmar la positividad
de una prueba no treponémica. Una vez que se hace positivo, permanece así de
por vida (incluso tras el tratamiento), salvo algunos casos de sífilis tratada de
forma muy precoz.

Otras formas de realizar el diagnóstico de la sífilis son la visualización por


microscopio de las bacterias en una muestra obtenida de un chancro o una placa
sifilítica, o bien en una biopsia de una lesión, por ejemplo una biopsia cutánea. No
obstante, siempre se realizarán también las pruebas serológicas.

Cuando se diagnostica sífilis a una persona, se realizarán además pruebas


adicionales para el estudio de otras enfermedades que se pueden transmitir por vía
sexual como el VIH o las hepatitis B o C, el herpes simple o la gonorrea.

f) Se prescribió penicilina en la primera consulta. ¿Estaría indicada en la infección


de la segunda consulta? Si no es así, ¿Qué tipo de agente antimicrobiano sería el
indicado?

El tratamiento de elección de la sífilis en todas sus fases es la penicilina G.


También hay que diagnosticar y tratar a las parejas sexuales de la persona infectada.

En las fases primaria, secundaria y latente precoz, se administra una dosis única
intramuscular de penicilina G. En los alérgicos se podría utilizar doxiciclinadurante
dos semanas.

En la sífilis latente tardía, o cuando no se sabe el tiempo de evolución de una sífilis


latente, se administran tres dosis intramusculares de penicilina G, separadas por una
semana. La sífilis tardía sin afectación neurológica se trata de la misma forma. En
personas alérgicas a penicilina se podría utilizar doxiciclina durante cuatro semanas.

La neurosífilis se debe tratar con penicilina G intravenosa, con una dosis cada
cuatro horas, durante dos semanas. En los alérgicos a la penicilina se debe recurrir a
un alergólogo para desensibilizar a la persona infectada y poder administrar el
tratamiento. La alternativa sería la ceftriaxona, una dosis diaria durante dos semanas,
pero no existe tanta experiencia y puede conducir a un fracaso del tratamiento.
Las mujeres embarazadas se deben tratar del mismo modo según la fase de la sífilis.
Si la madre es tratada de forma correcta en el embarazo, el riesgo de infección para
el bebé es mínimo, pero debe ser examinado mensualmente después del parto, además
de recibir tratamiento si no se ha tratado a la madre de forma adecuada al menos un
mes antes del parto.

Cuando se trata la sífilis, a veces aparece un cuadro que se llama reacción de Jarisch-
Herxheimer. Consiste en la aparición de una reacción febril, con dolor de cabeza y
de músculos. Se debe a la muerte de las bacterias que liberan sustancias que producen
inflamación. Habitualmente no es grave y se puede tratar con un antiinflamatorio
como ibuprofeno o similar, y no implica que haya que suspender ni retrasar nuevas
dosis del tratamiento antibiótico si fueran necesarias.

Después del tratamiento se realiza un seguimiento clínico y serológico (deben bajar


los títulos de RPR o VDRL) para confirmar la curación, aunque la infección
persistente y el fracaso del tratamiento no son frecuentes.
CONCLUSIÓN

Las infecciones de transmisión sexual son transmitidas de una persona a otra por medio de
ciertas actividades sexuales, no son causadas por esas actividades sexuales: las bacterias, los
hongos, los protozoos o los virus siguen siendo los agentes causantes. No es posible contraer
ninguna ETS por una actividad sexual con una persona que no tenga una enfermedad; a la
inversa, una persona que tiene una ETS la adquirió por el contacto (sexual u otro) con alguien
que la tenía, o con sus líquidos corporales. Algunas ETS tales como el VIH se pueden
transmitir de madre a hijo durante embarazo o la lactancia.

Aunque la probabilidad de transmitir varias infecciones por distintas actividades sexuales


varíe mucho, todas las actividades sexuales entre dos (o más) personas se deben considerar
generalmente como una ruta de dos direcciones para la transmisión de las ETS. La
susceptibilidad es general y, a excepción de las hepatitis víricas, los episodios pasados no
dejan inmunidad, por lo que persiste la posibilidad de reinfección ante una nueva exposición,
incluyendo la reinfección desde la propia pareja si no se trata a ambos.

Las manifestaciones más frecuentes de la ITS son locales, en el sistema genitourinario,


aunque no son infrecuentes las manifestaciones generales y de otros órganos. En un mismo
individuo puede coincidir más de una ITS, al compartir mecanismo de transmisión, y,
además, tanto las que cursan con úlceras como con inflamación en el tracto genitourinario,
favorecen la transmisión de otras, como por ejemplo el VIH o el virus de la hepatitis C. En
la 1 se presenta una lista de las principales ITS, incluyendo su agente etiológico y el cuadro
clínico que producen. Aunque la infección por el VIH es claramente una ITS, su gravedad,
su carácter emergente y su dimensión de pandemia, hacen que tenga una consideración
distinta del resto, por lo que no se incluirá en esta revisión.
Bibliografía
Contreras, E., Zuluaga, S., & Ocampo, V. (2007). Sifilis: La gran simuladora. Asociacion
Colombiana de Infectologia.
Valencia, S. d. (s.f.). Sifilis: Una revision actual. Control Calidad SIEMC.
Patología estructural y funcional de Robbins y Cotran. 9ma. Edición 2015. Capítulo 7,
páginas 357, 368, 379, 384, 386.
Presentación de clase semana 14.
http://www.elsevier.es/es-revista-revista-medica-clinica-las-condes-202-articulo-
infecciones-cervico-vaginales-embarazo-S0716864014706406

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